Una cena que se nos fue de las manos. Pero que bien la pasamos

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Buenas a todos y a todas, espero que la vida os haya tratado bien desde la ultima vez que escribí.

Estamos a 16 de mayo, me encuentro al borde de la desesperación por echar un buen polvo. Estoy un punto irascible, algo que me sucede si no follo. Mas de dos meses, para alguno no será nada para mi mucho. En estos dos meses he pasado de todo. El 7 de abril me puse malísimo, tuve que ir a urgencias y era el puto bicho, estuve unos días muy jodido y agobiado, afortunadamente después me mandaron para casa y allí me harían el seguimiento. Eso me tranquilizo un poco más. En estos momentos se conoce a las buenas personas. Un amigo mío me llamaba varias veces al día por si necesitaba algo y me daba conversación. Me trajo varias bolsas de comida que él encargue. No tuve que hacer de cocinero prácticamente porque mi vecina de planta, la Rontenmeyer, que así la llamaba todo el mundo, me dejaba tupper de comida y cena. El apodo no sé de qué iba pero no era de nada bueno. Al marido si lo conocía mas y a los dos hijos pequeños. El marido Jaime es funcionario y por las tardes nos veíamos en el gym o jugando al billar, lo del gym menos.

Por el billar hicimos mas amistad, él era más bajo que yo, algún kilo le sobraba y jugaba al billar como un profesional. Era imposible ganarle o por lo menos ganarle yo. Tenía no más de 45 años y su mujer Mila estaría en su edad pero era difícil precisar, porque vestía muy clásica y siempre con un moño y las gafas que llevaba no la favorecían nada. Era maestra en un colegio privado y religioso, sus hijos iba también allí. A ella la conocía de saludarnos y ella siempre en plan frio. Teniendo ya más confianza con Jaime se lo comente.

Tienes una mujer muy seria, no te pega con lo cachondo que eres tú.

Que va, Mila es muy divertida, lo que pasa que tiene que estar inspirada.

Jajajajajaja, debe ser que no la he pillado nunca inspirada.

Que va hombre, es que es muy reservada, lo da el colegio, es un colegio privado muy religioso, el colegio ???

Pues sí, muy religioso, que conozco amigas que fueron allí.

Mila es que empezó a dar clase allí, nada más terminar la carrera. Así que fíjate el tiempo que lleva y algo se pega.

Esto lo cuento, para que os podáis hacer una idea de cómo era. Porque poco más sabia de ella. De Mila solo podía hablar de como la veía físicamente y que parecía que como a su marido le sobraba un par de kilos. Cuando estuve enfermo le salió su vena solidaria y ni un día me falto ni comida, ni cena, ni algún que otro bizcocho casero. Seria fría pero cocinaba de categoría. Por eso al final compre un par de regalos para ellos, lo hice por internet a un sitio muy conocido. A Jaime un detalle sin importancia y a ella un regalo mucho mejor, una perla negra de Tahití. Me fastidiaba comprar algo así por internet pero siempre podía devolverlo si no me gustaba, si no era como lo que se veía en la página. Se lo iba a mandar directamente como regalo, que estaba esa opción, pero cambie de idea, prefería verlo primero. Me llego y me gustó mucho, más de lo que esperaba. Había comprado también papel de regalo y dos cajas grandes, como cajas de zapatos y lo prepare todo.

Lo deje en la puerta de su casa las dos cajas, cada una con su nombre. Llame al timbre como hacia ella y me metí en mi casa. En la caja de ella había escrito una pequeña nota, que elogiaba su belleza y su buena vecindad conmigo. La puerta la abrió Jaime, que cogió las cajas extrañado. 15 minutos después me llamaba Jaime por móvil. Me decía que no estaba bien, que era un exceso, que no lo podían aceptar, etc., etc. Le pedí que se pusiera su mujer.

Hola Mila, es la primera que hablo contigo algo que no sea un saludo. Solo dime una cosa, te ha gustado o no te ha gustado?

Claro que es un regalo muy bonito, pero excesivo. Es que no hacía falta y si querías tener un detalle, pues algo como lo de Jaime. Un pequeño detalle.

Mila, la perla no es bonita por si sola, seguro que en tu cuello si lo es. Seguro que destaca, un día que te la pongas ya lo veré. No admito un no y no la voy a devolver, así que tu misma, salvo que sea tan fea que no te guste.

Para ser tan joven eres un liante.

Lo acepto y no volvimos a hablar. Tres días después que baje a por pan, me encontré en el portal cuando iba a subir con Jaime, que cuando me vio, me dijo, “eres un cabronazo, le has hecho un regalo mejor de los que le he hecho yo, ahora me va a tocar currármelo. Te tenía que matar, eso no se hace” aunque el tono era de buen rollo, no quería que se molestase conmigo por nada, “no lo he hecho con ninguna mala intención, pero joder, es que me ha atendido todos los días y sin apenas conocernos, había que tener un buen detalle” y dio un carcajada, diciéndome que me la había ganado, que si ya le caía bien antes a ella, ahora le caía mejor. Mi última frase, “porque tú lo dices, que si no” y él se volvió a reír y me decía que era verdad. En ese mismo momento, me enteré que los padres de ella vivían en el segundo piso. Nosotros vivíamos mas alto. Era un matrimonio de setenta y algo, muy simpáticos y agradable. La hija no se parecía a ellos y se lo dije a Jaime.

Hasta aquí una breve introducción para que se viera la relación o no relación que tenía con ellos. El fin de semana anterior, como se esperaba que cambiáramos de FASE-0 a FASE-1, Jaime me invito para el siguiente sábado, para celebrar su cumpleaños y de paso para agradecerme los regalos. Se puso muy pesado y acepte. Como luego no pasamos de fase, pues pensé que quedaba anulado y me olvide. El sábado 17 mayo, estaba wasapeando con una pareja en concreto con el marido. No nos conocemos personalmente, pero se ven una pareja de las que digo que son un 10. Aunque tenemos nuestras diferencias W (así lo llamare para no dar muchas pistas) además de verlo como un tío majo, es valencianista como yo, que eso une mucho. Su mujer está de hacerle un traje de saliva. No se iba a quedar ni un hueco sin lamer. Estaba a punto hasta de hacerle una proposición MUY “DESHONESTA” y entre la tontería, no sé en qué momento todo se torció. Eso me dejo muy descolocado y con mal sabor de boca.

Me llegaron unos whatsapp y no los mire, porque estaba con W y era más importante para mí atenderle a él que a los demás. Como parecía que W había cortado todo y ya había pasado un cuarto de hora, mire los whatsapp y tenía uno de Jaime, que me decía que no se me olvidase que a las diez de la noche era la cena. Después de todo eso, no me apetecía ir a casa de nadie y menos de una pareja con críos, porque habiendo críos hay que ser contenidos hasta en el hablar, no porque pensara que se podía hacer algo con la pareja, que eso estaba descartado. En minutos me cambie de ropa y me fui para casa de los vecinos, sin poder quitarme de la cabeza lo de W.

Me abrió la puerta Jaime y me decía que ya estaba preocupado porque ni venia ni contestaba. Me hizo pasar al salón, la mesa estaba toda preparada y se disculpó, porque iba a echar un ojo a la cena. Me puso un vino y me dejo solo. Hablando alto le pregunte por sus hijos porque no se les oía y me dijo que con sus suegros. Me senté y seguí pensando en W, llegue a entender su enfado pero no lo compartía, porque sabía que se equivocaba en sus apreciaciones y porque pensaba creía conocer lo que él deseaba. Me interrumpió Jaime que venía con una bandeja inmensa de gambas rojas. Me veía cenando las gambas con Jaime y nadie más. Supuse que la mujer estaría en casa de sus padres dejando los niños. Pero no, oí unos ruidos de tacones y apareció Mila, pelo suelto, una melena larguísima, un vestido bastante más arriba de la rodilla, color lima, escote halter (lo he mirado en internet, porque no sabía cómo detallarlo y para saber cómo se llamaba) para los que no quieran mirarlo un escote exagerado. Hoy si se veían dos buenas tetas, muy buenas. No llevaba sujetador, porque por delante no se veía nada y la espalda estaba al aire. Me dio dos besos muy insinuantes y luego se dio media vuelta y nos preguntó que como le quedaba. Su marido no se cortó aunque estuviera presente, “estas para empujarte un rato” y yo no sabía que decirle, porque como llevaba también unos tacones de subirse en escalera y realzaba piernas y culo, me quede mudo, dijera lo que dijera materia la pata.

Jaime me dio un codazo y me dijo, “opina con franqueza, no te cortes, que no me voy a asustar, que seguro que estás de acuerdo conmigo, a que si?” le dije que no estaba de acuerdo con él, que difería bastante, la cara de Mila era de no le gusto el vestido ni yo, la de Jaime le va a hacer el feo a mi mujer y para quitar las dudas, “porque más que de empujar esta de empotrar y desde luego lo tuyo Jaime es de delito, para un rato nada mas? Para toda la noche o para lo que el cuerpo de” Jaime se quedó con la boca abierta y sonriéndose decía, “cojones con el vecino, cariño cuidado con ponerte delante” y para mi sorpresa Mila nos miró, “demasiado blablablá”

No me había dado cuenta ni de que llevaba puesta al cuello la perla que él había regalado y eso que caía entre sus dos tetazas. Durante la cena mis ojos estaban más pendientes de las tetas de Mila que de nada. Mila se daba perfecta cuenta de donde miraba y una de esas veces me dijo que no le había dicho nada de mi regalo, de cómo le quedaba. En ese momento me di cuenta. Se incorporo, se apoyó en la mesa y se echó hacia adelante, me incorpore y estire un poco mi mano para coger y ver mejor la perla, según le diese la luz parecía negra o verde oscura. Lo que aproveche para colocar mi dedo más largo en su escote y acariciar levemente uno de sus pechos, no me reprocho nada, se sentó y me sonrió mirándome con mayor intensidad.

Cada vez estaba mas malo, llevaba toda la cuarentena sin follar y ya me era más que necesario y me venía a la cabeza W y el culo de su mujer, lo que aumentaba la temperatura de mi rabo. Mila llevaba unas gafas distintas a las que llevaba normalmente, eran de tipo rectangular, el color de la montura hacia juego con su traje y le hacía tener imagen de una mujer come hombres. Seguimos con miradas mas que insinuantes toda la cena, terminamos, recogieron todo y no me permitieron ayudar, Mila echo a su marido de la cocina y nos quedamos solos en el salón. Mila en voz alta pidió un mechero y añadió que Jaime no se lo podía llevar. No tenía mechero, Jaime tampoco y busco por varios cajones hasta que encontró una caja de cerillas. Estaba preparando la tarta el número 45 y un círculo como una cabeza y con cuernos. Me quede que mejor no preguntar. Encendí la cerilla y encendí las dos velas. Mila apago la cerilla y me mandaba a apagar la luz del salón. Antes de irme le dije, “me has apagado la cerilla y cuando se hace eso hay que dar un beso” iba a decirme algo cuando Jaime nos metía prisa.

Mila entro cantando el cumpleaños feliz y me había pedido que lo grabara con mi móvil. Tenía la cámara encendida y ella se quedó de pie entre nosotros dos. Con una mano tenía el móvil y la mano acariciando sus muslos. Las piernas las tenía cerradas y no podía forzar más, hasta que diciéndole a su marido que antes de acabar pensara un deseo, abrió las piernas, Jaime apago las velas, ella se agacho a darle un buen beso y yo a tocar su coño por encima de sus bragas. Se separo y se fue a encender la luz. Seguía mirando la tarta y Jaime me pregunto por mi cara y le dije que significaba eso. “Jajajajajajaja, es mi símbolo del horóscopo el de tauro, jajajajajaja, no son cuernos, jajajajajaja, que sepa yo, ¿verdad que no tengo Mila?” ella sonriente y mientras llenaba las copas de champan, “de momento no, pero nunca es tarde si la picha es buena, Jajajajaja” y Jaime en plan de broma le dijo que era una zorra.

Comimos la tarta y me pidieron que les hiciera alguna foto con el móvil. Me dieron el de unos de los dos y les hice varias fotos, la ultima Mila haciendo una gracia le puso el símbolo de tauro en la cabeza. Estaba claro, o querían marcha los dos o ella seguro que sí. Jaime me pidió que le echase una mano y apartamos la mesa de comer, la mesa pequeña y dejamos un espacio muy amplio libre, solo quedo una alfombra muy fina. Mila mando que quitáramos la alfombra que si no podríamos, no sé el que y la quito Jaime. Apagaron las luces y pusieron una de esas de colores. Quedaba curioso y podía resultar divertido. Se me había olvidado y quise pedir disculpas, “pensaba que no lo celebrarías hoy y no me ha dado tiempo a comprarte ningún detalle”, Mila me decía que no me preocupara que ella tampoco le había comprado nada, pero con mi ayuda le haríamos un regalo. Luego ella le dijo a su marido con voz de traviesa, que me había apagado una cerilla y me debía un beso, se acercó y me dio un pico.

Jaime nos dijo que iba al baño y antes puso la música, os pusimos a bailar y le pregunte a Mila en qué consistía el regalo o la sorpresa. Sin tapujos y directa, “Jaime siempre ha querido verme liada con otro hombre y siempre he dicho que no, como regalo de cumpleaños he pensado adornarle la cabeza contigo, ¿quieres? pero eso sí, una vez y no más”, acepte sin dudarlo y ella me explico que el me lo iba a pedir, que como daría muchas vueltas, que no se lo complicase mucho. Era el momento de tomar la iniciativa, por lo menos un poco. Jaime nos vio bailando y cunado me iba a quitar para que pudiera bailar con su mujer, nos dijo que tranquilos, que continuáramos. Aquí vendría la sorpresa, estábamos bailando pegados y de forma normal. Mi empalme era máximo y ella lo notaba. Hice que girara varias veces y la cogí desde atrás pegando mi rabo en su culo. Quedaba cara a cara con su marido, mis manos en su cintura y ella agarrando mis muñecas. Movíamos nuestras caderas al compás de la música. Lo que hacía que ella al mover sus culo, mi rabo fuera “masajeado” por su culo. Me había dicho que ella se iría al aseo para dejarnos a los dos solos y así Jaime me podría hacer la propuesta. No la dejaba irse y eso la ponía nerviosa.

Tal como estábamos podía ver la cara y la mirada de Jaime, empecé a subir mis manos, hasta llegar a sus tetas. Mila ni respiraba, tampoco se quitaba, se movía más lenta, estaban los dos en un punto muerto y yo seguía deleitándome con esas tetas. Todo cambio cuando hablo Jaime, “¿a qué tiene buenas tetas, la muy zorrita?” fui oír eso y Mila empezó a restregar más fuerte su culo contra mi rabo. Hice que Jaime se levantara y viniera con nosotros, le agrado que se lo dijera y le hicimos un bocadillo a su mujer. Se besaban y yo seguía detrás, comiéndole sus hombros, lamiendo su cuello y metiéndole mano. Estaba masajeando su clítoris y notaba como se contoneaba para permitirme tocarlo mejor. Siento una mano que quiere tocar su coño. “Que puta que eres, si ya tienes una mano tocándose…” y Mila le responde, “y te aseguro que lo hace muy bien”

Mila lleva un brazo hacia atrás y con su mano me toca el rabo por encima del pantalón, “Uy Jaime, vas a alucinar, que bien me lo voy a pasar” eso a Jaime le ponía muy cachondo. “Jaime porque no haces los honores y le quitas las bragas a esta putita mientras le quito el vestido” Jaime que estaba en plan cómplice, me decía, “Pues claro que si, vamos a darle lo que se merece” y la teníamos desnuda en un momento. Estábamos todos muy a gusto con la situación. Mila no se quedó atrás, estaba especialmente guapa y atractiva y con las medias como única prenda. Quiso poner su nota de morbo. Me quito la camisa que llevaba, me mordió los pezones, mientras le dijo a su marido que se desnudara. Cuando ya estuvo desnudo, le dijo a su marido, “pues ahora haz los honores conmigo y ya verás que sorpresa. Veras con que te voy a adornar tu linda cabeza” se puso de rodillas y su marido hizo igual, se veía la unión entre ellos y sobre todo lo cómplices que eran. Era como si estuvieran realizando una fantasía de ellos, entre los dos me desabrocharon el pantalón y ella le dijo que siguiera a él. Me bajo todo a la vez y de golpe.

Ella protesto diciéndole que tenía que haber sido con mas morbo. Pero mi rabo salto y quedo mirando para arriba. Ella tenía una sonrisa especial y Jaime miraba con mucha excitación. Mila era muy buena para poner cachondo a su marido. “Jaime ayúdame, sujétala para que pueda comérmela” y Jaime no se cortó ni un pelo, agarro mi rabo y ella empezó a lamerlo, antes de metérselo en la boca beso a Jaime y le dijo te quiero. La mamaba bien y creo que lo hacía mejor al ver a su marido pegado a ella. Dejo de hacer la mamada y le pidió a su marido que lo hiciera un poco el, que lo probara, que la pondría muy cachonda. Jaime estuvo indeciso y ella que era muy lista, no insistió, solo le dijo que cuando él quisiera. Se levanto y nos fuimos para la habitación de ellos. Les pregunte si tenían condones y no tenían. Dije de ir a mi casa y ellos dijeron que no hacía falta, que ella ya estaba protegida. Otra vez tome la iniciativa y el mando, les hice que hicieran un 69 y a ella que se pusiera arriba.

Los deje pocos minutos a ellos solos, que se acoplaran bien. Una vez que los vi bien acoplados, me puse detrás de su mujer y como estaba haciendo un poco de equilibrio, me hice el torpe y que me costaba meter el rabo en el coño de Mila, Jaime lo cogió con su mano y lo coloco en la entrada del coño y mientras se lo iba contando a su mujer, lo bueno que era su marido. Ya le tenía metido el rabo y ella berreaba de gusto, porque la estaba follando y su marido comiéndola el coño. No dejaba de gemir y de decir que era mejor de lo que había pensado. No paraba de decirle al marido que gracias y de cuanto le amaba. Se iba a correr porque no lo estaba diciendo y pidiéndonos que no paráramos. Que gustazo oír como se corría, me hizo follarla más deprisa y por sus gemidos lo agradece. Saque mi rabo a cosa echa y se lo puse cerca de la boca de Jaime, que ahora no lo dudo y nada mas hacerlo dije, “Mila pues tu marido no la come mal, aunque tendrás que enseñarle” se quitó de encima de su marido y se quedó mirándole.

Se puso cachondísima y empezó a tocarse ella sola viendo a su marido, “si amor, que placer me da verte, vas a hacer que me corra. ¿Te gusta que sepa a mí?” como no contestaba, Mila empezó a hacerle una paja sin dejar de mirar a su marido y le metía un dedo en el culo. Jaime rugía con fuerza, estaba muy cachondo. Lo estábamos pasando los tres muy bien. Jaime se quitó mi rabo de la boca y su “rugido” fue mayor hasta correrse y menudos chorretones que soltó. Luego se quedó tranquilo y nos pidió que le diéramos un pequeño respiro, mientras Mila se limpia las manos. Me miraba con sonrisa ladina y nos morreamos. Le dije en el oído mientras le comía el cuello que me apetecía romperle el culo. Se quito, se puso de rodillas dándome el culo y le decía a su marido que estaba tumbado, “amor este bribón dice que quiere romperme el culito y mi culito es solo tuyo, ¿se lo dejas?”

Jaime sonrió, se levantó y fue al baño, regreso con una crema lubricante y se lo dio a ella. Mila que estaba en su papel de “modosita” le pedía a su marido que lo hiciera el. Jaime no tenía ningún complejo, se acercó y me lo puso por todo mi rabo. Luego se tumbó y ella puso la cabeza sobre su pecho. Fui muy suave, a pesar de que Jaime me animaba a que fuera más potente y me decía que le gustaba por detrás. Poco a poco fui metiendo mi rabo y ella suspiraba fuerte, agarraba la mano de su marido y ahora su cabeza no está en el pecho de él, la tenía pegada a un lado de su cabeza. Oía que le susurraba cosas. Algunas no las oía, pero era evidente que a Jaime le ponían cachondo. Su marido la acariciaba y se iba empalmando de nuevo a toda velocidad. Entre lo que si pude oír, estaba que le decía que la notaba mas que la suya, que era increíble como la abría. Que le amaba ahora mucho mas, que le adoraba.

Y empezaba a mover su culo, se apoyó sobre el pecho de su marido y recibia con placer mis suaves penetraciones, que pasaron a ser fuertes, cuando ella se movía mas y echaba para atrás el culo con violencia. Hasta Jaime me lo dijo, “no ves que esta puta quiere que la folles con más fuerza” y deje que Jaime marcara como tenía que hacerlas. Lo que a él le ponía mas cachondo. No pude aguantarme y le di un par de azotes en el culo. Jaime estaba inquieto con el empalme que tenía. Saque mi rabo del culo de Mila e hice que se pusiese encima de su marido, se metió su rabo e hice que se agachara para seguir follándome su culo. Mila dio un cambio tremendo, “esto sí que es la gloria, no con la mierda de látex, amor que felicidad me estás dando” y no paraba de moverse, me pedía que la diera mas y los azotes la ponían mas cachonda, estaba fuera de sí y lo mejor que nos ponía cachondísimo a su marido y a mí. Sus gemidos esta vez no podía contenerlos y no creía que los quisiera contener.

Le dije que se esperara que estaba también a punto, que quería correrme con ella y Jaime dijo lo mismo. Ella decía que ya no se podía aguantar y lo intentaba, grite que Ya y fue automático nos empezamos a correr los tres a la vez. Su marido y yo no parábamos de decirla que era una puta encantadora y lo zorra que era, lo bien que nos follaba y ella no paraba de decirnos Síes muy largos y que éramos sus hombres, sus machos. Quedamos exhaustos y ella con una sudada de campeonato. Hizo un descanso mínimo y se fue al aseo.

Tienes una mujer increíble.

Desde luego. Ha estado muy bien y seguro que podría más. No quiero que tengamos malentendidos y mas siendo vecinos. Pero no quiero que después de hoy nadie tenga una obligación con nadie, me entiendes?

Te entiendo perfectamente, cuando salga por la puerta no digo que lo olvidare, porque es difícil olvidaros y sobre todo a ella. Pero tienes mi promesa que no hare ningún comentario a tu mujer, ninguna insinuación y que no intentare nada.

Me dejas tranquilo. Aunque en principio era solo una vez para probar, he visto a Mila muy “cómoda” y que sepas que no quería implicarte en esto, pero ella dijo que de estar con otro que le gustabas tú y por eso, pero no me arrepiento.

Luego con mucha diplomacia me invito a ir vistiéndome, porque pensábamos que la marcha al aseo de su mujer era para que me vistiera y me fuera. Recogí mi ropa me iba a vestir y Mila apareció con un albornoz puesto. Nos miró y con bastante cachondeo, pero tirándonos un misil, “que pasa ya os habéis rendido? Pues vaya hombres” nos reímos mire a Jaime y dolo dijo, “la puta es la que manda y el cornudo obedece” y ella se echó en la cama dándole un beso diciéndole, “pero eres mi cornudo, mi gran amor” y se besaron pasionalmente. Me hizo una seña con la mano para que me acercara. Me acerque tire de las piernas de ella hacia mí, diciéndole que sería mi puta esa noche y Jaime y ella dijeron que sí. Le di la vuelta, la atraje del todo hacia mí, levante sus piernas poniéndolas sobre mi pecho y la empecé a follar en esa posición, mi rabo entraba al fondo de ella y ella lo notaba. Mire a Jaime, “acércate métele el rabo a nuestra puta en la boca, que te lo levante” se puso de rodillas junto a su mujer y le metió el rabo. La maestría de la boca de Mila y lo cachondo que nos ponía a los tres la situación, obraron el “milagro” y en segundos estaba empalmado.

Cada vez estaba mas fuera de sí, no se contenía, ya se había puesto a nuestra altura y se dedicaba a gozar, olvido todo lo demás. Nos provocaba llamándonos cabrones, que la folláramos con mas energía. Se corrió dos veces consecutivas y decía que alucinaba, quería seguir follando y Jaime decía que le ponía cachondo verla así. Pidió un “kit-kat” para recuperar la respiración y le pidió a su marido como gata en celo, “me gustaría verte otra vez comiéndosela a este machorro, que me pone muchiiiiisimo, no seas malo” me miro como dudando por si no le dejaba y ya que estábamos puesto, “vamos cabronazo vamos a darle el gusto a nuestra putita” se acercó, Mila se movió, le hizo ponerse a cuatro patas y desde atrás veía como la mamaba y mientras metía su mano para hacerle una paja. Se había vuelto muy “obscena” y eso nos ponía cachondos a todos, sobre todo a nosotros. “Venga chúpala bien. Le vamos a tener que hacer venir más veces para enseñarte como se chupa una polla. Te voy a hacer que te salgan cuernos ramificados, ahora si te creo las ganas que tenías” a Jaime le ocurría lo mismo que a mí, oír a una mujer decir todo eso, no enfada pone cachondo y su marido lo estaba gozando a base de bien.

Se le oía como se iba poniendo cachondo y se corrió otra vez un montón y esta vez hasta me mancho a mí un poco. Nos dijo que siguiéramos nosotros solos. Se quedo recostado y le pregunte, “Jaime no crees que se ha portado mal tu mujer? No crees que hay que castigarla un poco?” Jaime que sabía por dónde iba me respondió, “de castigarla un poco, NO. Castígala mucho y también de mi parte”, la tumbe de “malas” maneras y ella fingía quejarse, como también empezó a fingir que le molestaban los azotes que empecé a darle. Su voz era cada vez más caliente y protestaba ante su marido. Estaba echa toda una puta, miraba a su marido, “y ahora seguro que después de darme la paliza, me follara el culo” Jaime y yo nos sonreíamos por la manera que tenia de pedir que la diera por culo. Me situé y fui follándome el culo, pero no le metía ni la mitad del rabo. Eso la desesperaba, porque levantaba el culo para recibir una follada más profunda. Cuando menos se lo espero le metí el rabo de golpe, en una sola penetración, dio un pequeño alarido de placer y le decía a su marido, “dame la mano, bésame, que este me romper” Jaime la besaba, le agarraba la mano y le decía que eso le pasaba por puta y por provocar. Estaba abrazada al pecho de su marido y le decía, “siente conmigo como me follan” se corrió pidiéndole a su marido que la besara y tuvo una corrida prolongada. Después me corrí en su culo. No sé porque, pero todo el tiempo y en momentos muy concretos, me vino a la cabeza W y su mujer. Nos relajamos y tuvimos una conversación amena.

Y- Ha sido un placer esta invitación que me habéis hecho. Ha sido una de las mejores fiestas de cumpleaños.

J– Pues no lo teníamos muy claro y no lo veía ni cuando estábamos cenando.

M- Pues yo lo vi en la cena.

J- SI? Cuando?

M- Cuando vi cómo me miraba las tetas y al ver la perla como me rozo con su dedo.

Y- Pues yo cuando la vi aparecer, que el rabo se volvió loco.

J y M- Jajajajajajaja

Y- Lo que me ha extrañado es que fuera vuestra primera vez, porque os he visto muy sueltos.

J- Que no te extrañe, llevaba más de 2 años insistiendo y no había manera. Hasta que un día en un momento de mis insistencias me soltó que si fuera el vecino, podía intentarlo. Al final cedi y al hacernos los regalos vi clara una excusa para hacerte venir.

Y- Pues ya esta no hay ningún problema y como te he dicho antes, hasta aquí, no molestare.

J- Cosa que te agradecemos, nos alegra de que lo hayas entendido.

La despedida fue como había sido la noche, un buen morreo en condiciones con Mila y delante de su marido. Su mirada estaba llena de calentura y seguro que follarían cuando me fuera. El lunes al regresar del trabajo me encontré a Jaime que venía con sus hijos, nos saludamos y me dijo un poco serio que si estaba solo querría hablar conmigo. No sé si su seriedad era por estar sus suegro en el portal. Le invite a que pasara a mi casa. Subió con los niños y su suegro en el ascensor y yo subí andando. Entre en mi casa y espere a que viniera ni cinco minutos. Paso abrimos dos cervezas y nos sentamos tranquilamente a hablar.

Cuéntame, Jaime que te veo serio y preocupado.

Jajajajajaja, que va es que si no me pondo de esa manera, mi suegro se habría apuntado.

Joder que susto, pues ves contándome.

Quiero hablar del cumpleaños, ahora mas en frio. Que te pareció? Te lo pasaste bien?

Pues que estuvo muy bien y como no me lo voy a pasar bien con esa mujer que tienes. Y vosotros?

Mila dice que todavía tiene agujetas, Jajajajaja. Lo paso muy bien, para ser fiel a lo que dijo, “sorprendentemente muy bien y me fue muy fácil” y a mí que te voy a decir, se cumplió mi fantasía y además con un tío joven, cuidado y porque no decirlo con un pollón de categoría. No puedo pedir más.

Pues acabamos todos contentos.

Fíjate si a Mila le gusto, que me ha comisionado para tantearte, porque dice que las agujetas se quitan con mas ejercicios.

Que zorra que es. Perdona por la expresión.

Estando solos tu y yo o estando los tres puedes llamarla puta que lo es y aunque dice que no le gusta sé que le pone. Como a mi lo de cornudo.

Pues claro que no me importaría y por curiosidad, tu habías hecho algo con algún tío?

Jajajajajajaja, lo mismo que me ha preguntado mi mujer. Nunca ni tampoco me había llamado la atención.

Joder pues bien lanzado que estabas, Jajajajaja.

Lo hice porque sé que a Mila le ponía verlo en películas, porque tienes un pollón muy bonito y sobre todo cuando se te inflan las venas y porque me apareció en ese momento. Hace ya mucho tiempo que me dije y le dije a mi mujer, que estaba abierto a todo. Aunque hubo algo que me impresiono una barbaridad, cuando estábamos haciendo el 69, ver como follabas a Mila, desde abajo era una visión calenturienta y no tengo palabras para decir lo cachondo que me puse.

Pues voy a buscar una cosa por internet y si llega a tiempo y si hay una segunda vez, tendrás unas sorpresas para ti en especial.

En cuanto podamos. Que tampoco queremos que se mosqueen mis suegros, que son algo curiosos.

Toca esperar, pero no creo que tardemos muchos en volver a vernos. Todo estará en la “necesidad” que tenga Mila, porque al final es la que decidirá. Está claro que para encajar sexualmente, hay que estar en un estado de predisposición, de mente abierta y sobre todo de deseo.

Dedicado a whbonny y su mujer. Una pareja que se, que son excepcionales y tienen mucho por dar y sobre todo por recibir. Porque no hay amor sin instinto sexual y el amor usa ese instinto como una fuerza y el vuestro no es una simple fuerza, es una GRAN FUERZA.