Una novia cosplayer y sobre todo, bien puta

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Mi novia se inició hace ya casi un año en el cosplay, ya sabes, esas chicas lindas que se hacen fotos “disfrazadas” de personajes de series japonesas y videojuegos. Comenzó a tener seguidores, cuando alcanzó los 5 mil nos emocionamos, aunque existen estás chicas con literalmente millones de seguidores aún así nos emocionaba pensar que todo comenzó por hobbie.

Todo eso de los 5 mil seguidores le sorprendía mas a ella que a mí, siempre se menospreciaba, pero yo soy hombre, así que sé perfectamente que aunque tiene un culo algo pequeño, también sé que es redondo, firme y respingado, un trasero absolutamente hermoso. Sus lindas tetas redondas, su piel blanca, su delicada y delgada figura, su pequeña cintura y linda cara inocente sin duda atraerían la atención.

— Súbete la falda – dije lujuriosamente empuñando la cámara.

— Ño – decía infantilmente.

— Necesito material masturbatorio – dije.

— Por eso es que nunca le harás una sesión a nadie más – decía sonriendo, levantaba un poco su falda y dejaba ver su precioso y firme culo de costado, foto.

— Tengo a mi propia cosplayer, no necesito más — ella sonreía, foto – Ahora empinada – dije lujuriosamente con la verga dura.

— ¡No! Jajaja – reía escandalosamente y venía a mí para ver las fotos.

— Creo que esta, esta… Y esta – dije mostrándole fotos que ya había seleccionado, ella veía atenta.

— Si, suena bien – decía tomando la cámara en sus manos, vagaba por las fotos y se detenía en la foto de su lindo trasero.

— Esa también deberíamos subirla – dije riendo y apretándole una nalga.

— ¡No que puta vergüenza! – decía sin dejar de ver la foto.

— Tu culo se ve hermoso – dije honestamente.

— Se ve diminuto y ni de pedo voy a subir material así – decía honestamente, apagaba la cámara y me la daba.

Terminábamos la sesión por ese día, por supuesto que apenas se quitó la falda me lanzaba sobre ella para montarla a toda velocidad. Terminábamos exhaustos, acostado uno al lado del otro, verla con ese maquillaje y la peluca azul era otra cosa.

— ¿Nunca querrás subir erocosplay? – pregunté honestamente, no habíamos abordado el tema.

El “erocosplay” es la versión erótica del cosplay.

— Ño – decía con esa voz infantil de nuevo, levantándose de la cama.

— Es una lastima – dije viendo atentamente su lindo culo desnudo, ella me vio confundida.

— ¿No te molestaría? – preguntaba curiosamente, no éramos conservadores, pero tampoco teníamos orgías los fines de semana.

— Honestamente no – dije con seguridad.

— Todos nuestros amigos tienen la cuenta de Instagram – argumentaba con desinterés.

— Subes fotos en bikini a tu Facebook, cuando fuimos a la playa el año pasado, el bikini negro era casi tanga – dije de nuevo firmemente, vestíamos.

— Y no estabas muy feliz – decía sonriendo y besándome – Y hay una diferencia entre “casi tanga” y tanga

— Hace 2 años de eso, creo que ya no me afectaría… y no había mucha diferencia entre ese bikini y una tanga – dije riendo.

— Pero si entre estar en bikini en la playa, como todos y subir fotos de mi pequeño trasero en primer plano y vestida así – decía indicando lo poco que le quedaba puesto del cosplay, tomaba su celular y lo veía.

— Bueno, pero a lo que vo- — me detuve por una mirada histérica de ella – ¿Que? – pregunté casi preocupado.

— LordFantastic me escribió – dijo nerviosa viendo su celular.

“LordFantastic” era un cosplayer masculino, uno bastante reconocido, porque era jodidamente guapo y porque sus cosplays eran increíbles.

— ¿Que? ¿En serio? – dije emocionado.

Ella me mostraba, un comentario de él en una foto de ella:

“¡Wow, este es el mejor cosplay que he visto de Sakura! ¡Te quedó súper molón!”

Una foto de hace 7 meses.

— ¿Si es él? – pregunté de inmediato.

— Si – me respondía firmemente abriendo el perfil de él, era auténtico.

— Dale las gracias – dije rápidamente, él ahora la seguía, ella lo seguía desde hace más de un año.

— Si, ¿verdad? – dijo emocionada.

Ella pinchó sobre el botón de enviar mensajes privados, se abría una conversación nueva y ella escribía velozmente.

— ¡Muchas gracias por tu comentario! – ella escribía y enviaba rápidamente.

— ¡¿Como habrá encontrado tu perfil?! – expresé emocionado.

— ¡Mira! – me dijo histérica, él escribía.

— Wow eso fue rápido jajaja – respondía él.

— Jajaja perdón, vi el comentario apenas lo hiciste – escribió ella de inmediato, me miraba pensando – ¡Él está aquí! – de pronto recordamos.

— ¿Irás a la cosplaycon? —preguntó el hombre.

— No, no me invitaron – respondía ella con velocidad, no teníamos el renombre suficiente.

— Ve con tu cosplay de Sakura y te doy un pase – respondió él de inmediato.

— ¿Que le digo? – me preguntó ella sonriendo sin poder ocultar su emoción.

— ¿Que dices? – insistía él.

— Es este fin de semana… y la peluca rosa era prestada – me decía con frustración.

— Se la pides a Laura, no creo que te diga que no – dije emocionado, ella me veía pensando – Dile que te dé un pase para mí – dije rápidamente.

— ¡Sería un gran favor! ¡Muchas gracias! Me gustaría llevar a mi fotógrafo – le escribió rápidamente – Si le digo que eres mi novio va decir que soy una gorrona descarada jajaja – reía emocionada y ambos veíamos la pantalla.

— ¡Claro! Te los mando a tu correo – respondía rápidamente él.

En la semana ella consiguió el atuendo sin problemas y el día llegó. Cuando pasé emocionado por ella fue raro conducir con ella usando eso, era algo que ella hacia en mi departamento y jamás había salido de ahí con algo así puesto.

Describiré a detalle el cosplay que llevaba mi novia Paulina: Una peluca rosa corta, pelo lacio que le quedaba a la altura de la barbilla y una diadema roja. Una camisa roja apretada sin mangas. Una mini falda color melón y cortada en ambas piernas, así que es casi como si fueran 2 pedazos anchos de tela rectangulares separados, uno cubriendo el frente y otro detrás, no podías ver su lindo culo, pero si sus piernas por completo hasta arriba por un costado, tela muy fina y delgada. Debajo de la falda unos shorts de licra negros hasta medio muslo.

Bajamos del auto para acercarnos a la puerta, dimos nuestros nombres y nos entregaron un gafete a cada quien. Entramos emocionados, el lugar era enorme, había tanta gente que era abrumador, estantes de muchos videojuegos y animes por todos lados, muchas personas con disfraz de tantos personajes, nos sentíamos en nuestro ambiente.

Cuándo ella caminaba, su firme, lindo y redondo culo se marcaba en aquel pedazo de tela en su trasero, era delicioso, una lastima que fuera tan ancho el corte de tela que no permitiera ver su lindo trasero, solo sus bien formados muslos por un costado.

— ¿Dijo donde estaría? – pregunté curioso después de una media hora vagando por ahí.

— Si, en el área VIP, ya sabes, es importante – decía sonriendo emocionada.

— Deberíamos ir a saludar – dije honestamente.

— Si.

Nos acercamos y lo vimos a lo lejos, era inconfundible, llevaba su atuendo de Sasuke Uchiha, es la pareja de Sakura Haruno en la serie animada.

El atuendo de Sasuke Uchiha que llevaba “LordFantastic” era: Una capa azul marino hasta las pantorrillas. Debajo unos pantalones grises y una camisa cerrada azul claro, guantes negros, una peluca de cabello negro cayendo y tapándole un lado del rostro.

Lo vimos emocionados y no sabíamos si acercarnos entre tanta gente, ella se envalentonó y soltó mi mano acercándose, la gente alrededor de LordFantastic la vio usando el atuendo de la pareja de ese personaje que usaba él y comenzaron a aullar emocionados abriéndole paso hasta él, me abrí paso detrás de ella, él la notó, le sonrió reconociéndola y le abrió los brazos irónicamente para que le diera un abrazo. Ella subió al pequeño escenario donde estaba él, la gente aplaudía por el encuentro de la ficticia pareja, ella llegaba a él, se abrazaban cariñosamente y se quedaban estáticos posando para las decenas de fotos que todos les hacíamos.

Ellos posaban felices para las fotos, haciendo unas poses más tontas que otras, de espaldas uno al otro, foto, abrazándose por el hombro, foto, él besaba su mejilla recreando una imagen famosa de la serie, foto. Algo comenzaba en el escenario principal, la atención se dispersaba de la feliz pareja y yo subía cuando ya casi nadie nos ponía atención.

— El es mi fotógrafo, Franco – decía feliz mi novia indicándome.

— Mucho gusto lord – dije emocionado estrechando su mano.

— Llámame Fausto – decía amablemente estrechando mi mano – Deberías hacernos una sesión – agregó rápidamente, ella y yo nos vimos por un momento – Tengo camerino aquí atrás – dijo rápidamente.

Aceptamos y ellos iban delante de mí caminando, yo verificaba la memoria y el filtro de la cámara, el camerino estaba literalmente ahí detrás como dijo él, entramos al cuarto que parecía pequeño, pero tenía una cama, un espejo con un montón de focos y un pequeño ropero.

— Me gusta dejarme llevar y que las fotografías cuenten una historia – decía él haciendo alarde artístico.

Fausto hacía una pose firme frente a mi y tomaba la mano de ella, se veían fijamente a los ojos, foto, él jalaba firmemente de la mano a mi novia, la ponía de frente a él, cara a cara, bastante cerca, se tomaban de las manos frente a ellos mismos a la altura del pecho, foto, se acercaba aún más a ella, labios a un centímetro, me dio un escalofrío ¡¿Pero que se suponía que hiciera?! Foto. Fausto le daba la vuelta a ella, espalda contra él, la abrazaba tiernamente a la altura de los hombros, foto.

Estábamos en silencio, ellos cambiaban y volvían a cambiar de pose, y yo tomaba una foto cada vez, por último él se sentaba en la cama y la sentaba en sus piernas, él besaba delicadamente su cuello, casi le grito y le golpeo la cara, ella me vio fijamente, a mi, no a la cámara… foto.

— Estaba seguro de que tenías muy lindo culo – decía él de pronto sin levantarla de sus piernas y mirando hacia abajo, el corazón me dio un vuelco, ella tartamudeaba torpemente – Pero nunca se ve en tus fotos ¡¿Por qué?! – decía exagerando su tono cómicamente.

— N-no sé, no me gusta – decía aún nerviosa rápidamente.

— Siempre le he dicho que tiene muy lindo culo – dije rápidamente, intentando imponerme o algo.

— ¿Verdad que sí? – decía rápidamente él.

Fausto puso de pie a mi novia Paulina y la mantenía de espaldas a él, con su lindo culo apuntando a él, a la altura de su cara y bastante cerca de la misma, tomaba cínicamente su cadera, si, su cadera, no su cintura, y veía detenidamente su redondo culo, ella me miró histérica, le evité la mirada avergonzado por no hacer nada.

— Tienes muy buenas nalgas en serio – decía tranquilamente él sin dejar de mirar, ella se retiró débilmente.

— Emmm gracias – dijo nerviosa viendo al suelo y sentándose en la cama a lado de él.

— Deberías quitarte las licras – dijo él tranquilamente, se me aceleró la respiración, ella me miró desesperada por un segundo – Yo te tapo – dijo él con seguridad – Se verá mucho mejor – agregó.

No le dio tiempo a responder y se ponía de pie abriendo su capa, indicándole que con eso la taparía. Ella me miró dudando por un segundo, yo volví a evitar su mirada, ella se puso de pie y él se acercó cubriéndola con su larga capa por completo, demasiado cerca, ella le dio la espalda, tal vez por instinto o tal vez por evitar su mirada, vi como ella forcejeaba un poco debajo de la capa, y él miraba sin vergüenza hacia abajo buscando su culo, pareció una eternidad, pero solo fueron 15 incómodos segundos.

— Listo – decía él triunfalmente abriendo su capa, si que supervisaba todo, ¿eh?

— Si ja – expresaba nerviosa sosteniendo en la mano sus shorts negros de licra.

Los pedazos de tela de su falda cubrían de frente y detrás, pero dejaban abierto por los lados hasta arriba, ahora podía ver básicamente su culo de lado, no llegaba hasta la curva de sus nalgas, pero si podrías ver sus muslos hasta arriba por completo por los costados.

— Se ve la tanga – dije nervioso casi por instinto, era verdad, podía ver por los costados el tímido hilo de su tanga rosa.

— Si – decía ella mirando.

— Deberías quitártela también – dijo él con seguridad y acercándose a ella de nuevo, ella me miró otra vez.

— ¡Si! Se verá mejor – dije emocionado sin pensarlo.

Ella me miró histérica sin poderlo creer y yo evité su mirada cobardemente de nuevo, él la cubrió con su capa de nuevo sin darle tiempo a negarse. Ella le dio la espalda nerviosamente sin levantar la mirada de nuevo, ella forcejeaba, podía ver su cabeza empinándose un poco y él acercándose medio paso ¡¿Le restregaba la verga en el culo?! ¡¿Lo intentaba?! ¡¿Ella podía sentirlo?! El corazón casi se me sale del pecho. Mi linda novia Paulina forcejeaba y desaparecía de nuevo dentro de la capa de él, Fausto miró descaradamente de nuevo y juro por dios que abrió los ojos más por un segundo. Ella se levantó con la tanga en mano le extendí la mano para tomarla, también me dio sus shorts y guardé ambas cosas en mi mochila.

— Tomemos unas últimas fotos – dijo él firmemente, se sentó en la cama y golpeó su propio muslo indicándole a ella que se sentara.

Ella se sentó lentamente en su muslo sin voltear a verme, a una altura muy peligrosa cercana a su verga, Fausto podría sentir todo su lindo culo prácticamente al desnudo sobre él debido a la delgada tela de su falda, ella cuidaba que su falda no dejará ver nada con la vista abajo, alzó la mirada y él la besó tomándola con la guardia baja. Ella continuó el beso, me quedé de piedra viendo como se besaban lentamente, podía ver sus lenguas jugando, él posaba su brazo sobre su espalda peligrosamente cerca del lindo culo de ella, Paulina lo abrazaba por el cuello con ambos brazos y eso me hizo espabilar, tomé la foto rápidamente esperando que eso terminara todo, pero ellos escucharon el obturador del lente y seguían besándose, tomé una foto tras otra cambiando de posición, casi haciendo sonar deliberadamente fuerte mis pasos, por fin después de unos 20 fotos se separaron un segundo y se sonrieron nerviosos.

— Ok, una última así – dijo él, ella lo veía con curiosidad esperando y evitando con todas sus fuerzas verme.

Fausto la sentó sobre él de frente, ella con las piernas abiertas, se dio el lujo de acomodarse entre las piernas de ella tomándola de la cintura, de verdad, él literalmente la sentó sobre él como si fuera a montarla, pegando las entrepiernas y todo, ella parecía nerviosa, pero no hizo ni un solo esfuerzo por detenerlo mientras él se acomodaba entre sus piernas. Por último, pasó su enorme capa por encima de los hombros de ella ocultándome todo.

Ellos se besaban y yo hacia una foto tras otra, me ponía de perfil y ellos seguían besándose, la capa la cubría desde el cuello hasta las pantorrillas de él, no podía ver NADA. Ella se sonrojaba y los besos no paraban, ella lo abrazaba firmemente por el cuello con ambos brazos, no podía ver las manos de él ¿Le estaría tocando el culo? No se atrevería, ¿verdad? ¿Acariciándole la vagina? No, no, no, menos aún, ¿cierto? Seguro que el muy cabrón la tendría tomada del culo por debajo de la falda con ambas manos ¡Le gustó su culo! ¡Obviamente lo estaba haciendo!

Separaron sus labios, ella reía nerviosa, se levantaba y parecía despertar de su lujurioso sopor, él reía un poco.

— Deberíamos ir al evento – decía el con seguridad levantándose, el muy idiota tenía una erección dolorosamente obvia, ella también lo notó, lo vi en sus ojos ¿Tal vez incluso lo sintió sentada sobre él?

Salimos caminando, ellos caminaban al frente y charlaban, mientras yo los seguía, la redondez al desnudo del culo de mi novia era más evidente y morbosa en su falda, disfruté mucho la lujuriosa vista, algunas personas los paraban y ellos posaban para fotos, no hubo más besos, pero sin duda él tocó el culo más de una vez a mi novia ocultándose con la capa, era demasiado evidente cómo el la cubría con la capa y ocultaba su mano detrás de ella.

— Voy al baño, amada mía – le decía cómicamente a mi novia, dejándonos.

— Te tocó el trasero – dije de inmediato apenas él se iba.

— Pues… Es que – me veía nerviosa – ¿Como pudiste verlo? Estaba debajo de la capa – dijo avergonzada, noté su error, ella se refería a las fotos del camerino, yo a las últimas frente a todos, no lo dejé pasar.

— ¿Te tomó el trasero con ambas manos? – pregunté nervioso.

— Ammm no… Este si, solo un poco – decía avergonzada clavando la vista al suelo.

— Le diré que soy tu novio a ver si se comporta – dije firmemente, yo no salía nunca con ella en las fotos y ella me presentó como su fotógrafo, él no sabia.

— Será raro después de las fotos – dijo débilmente, estaba jodidamente avergonzada, su actitud casi parecía una disculpa, no levantaba la vista.

— Pero… — dije débilmente, ella miró al baño y me besó dulcemente.

— Te amo, perdón – decía sonriendo melancólicamente — Deberíamos irnos, solo vámonos, lo bloqueo en Instagram — dijo firmemente.

— También te amo – dije sonriendo sólo para animarla — No, está bien, quedémonos —dije y ella me sonrió nerviosa.

Fausto venía del baño y ella básicamente se alejaba un paso de mí, me sentí extraño.

— ¿Cuál es la diferencia entre el cosplay y el disfraz? – preguntó abiertamente.

— El disfraz es solo verse como un personaje, el cosplay es actuar como ese personaje – dije firmemente de memoria para recordarle que seguía ahí.

— Exacto – dijo él y tomó la mano de ella firmemente – Sasuke y Sakura son pareja – dijo firmemente dándole un pico en los labios a mi novia, caí en la trampa.

Ellos caminaban de la mano la mayor parte del tiempo frente a mí, a veces me incluían en la charla, pero irónicamente me convertí en la tercer rueda, ella parecía nerviosa y me veía constantemente suplicando perdón, patéticamente, era suficiente disculpa para mí. Noté que varios miraban demasiado a mi novia, a su precioso culo, seguramente adivinando si ella iba tan desnuda como parecía, de algún morboso y retorcido modo eso me ponía cachondo.

Fans los paraban para fotos, los besos volvieron, de alguna manera estaba insensibilizado, me parecía natural y no sentía morbo, ni furia, ni celos al verlos, solo hacia fotos.

El evento terminó, eran las 9:30pm cuando nos echaron del lugar.

— En serio deberías hacer erocosplay – decía él amablemente.

— Si… Lo pensaré – recomponía ella rápidamente, él no soltaba su mano.

— ¿Y de aquí a dónde van? Yo me voy hasta mañana – decía él.

— A casa – respondió ella.

— De hecho… — dije comenzando, ella me miró nerviosa, esperando – Ammm podrías venir y hacemos una sesión en mi departamento – dije rápidamente con la boca seca, ella me miró histérica intentando ocultarle esa mirada a él, Fausto sonrió.

Cuando llegamos a mi auto y lo abrí ella se apresuró a subirse al asiento del copiloto y respiré un poco, él se metió en el asiento de atrás, conduje en silencio a mi departamento sin saber exactamente que sucedería, podía sentir la mirada de ella clavada en mi rostro, yo mantuve la vista al frente.

— ¿De dónde se conocen? – de pronto él rompía el silencio.

— Somos amigos de la universidad – dije rápidamente, ella me lanzó una mirada histérica, casi enfadada – Ella hacia cosplay y yo sé algo de fotografía, simplemente una charla llevo a la otra – dije con seguridad, ella permaneció en silencio.

— ¿Que edad tienen? – preguntaba el con curiosidad.

— Yo estudio el posgrado, ella se titula este año – dije rápidamente, eso sí era verdad – Tengo 27, ella 23 – agregué, también era verdad.

— Yo cumplo 30 el mes que viene – dijo con naturalidad, no los aparentaba, estaba bien conservado sin duda.

Llegamos a mi departamento, me estacioné y las manos me temblaban, tal vez ella lo notó, él estaba en su mundo viendo por la ventana, bajamos y entramos.

— Lindo lugar – decía él lanzando la mirada por ahí.

— El cuarto está arriba – dije débilmente.

Él se levantó con naturalidad, tomó la mano de ella y mi linda novia Paulina lo siguió sin decir nada. Entramos a mi cuarto, cerré la puerta detrás y me esforzaba por mantener mis piernas firmes, Fausto se sentaba con naturalidad en la cama y miraba alrededor, ella se quedaba parada a lado mío, me miraba expectante, yo evitaba mirarla.

— ¿Como trabajas tu? – me preguntó él.

— Es que solo trabajo con ella – respondí torpemente.

— Como yo trabajo con otros fotógrafos y sobre todo siendo sesión doble – decía comenzando – Tu tomas las fotos y nos los entregas en digital a cada uno, todas las fotos – hacia una pequeña pausa, asentíamos – Si hay fotos que tú no quieres que suba, no las subo, igual si hay fotos que yo no quiera que subas – le decía a Paulina.

— Ok – respondió ella débilmente.

— Ya saben que nunca se usan todas, se toman mil fotos y se terminan subiendo diez – decía sonriendo.

— Ok… deberíamos comenzar – dije nervioso.

Fausto le extendió la mano a Paulina invitándola a unirse a él en la cama, ella tomó su mano nerviosamente, sonriendo como tonta y cediendo ante el débil jalón de el.

— Las sesiones en pareja es mejor dejarse llevar – le dijo a mi linda novia sentándola en sus piernas, ella asintió nerviosa sin mirarlo.

Se sentó en sus piernas lentamente, él acercaba el rostro y se besaban delicadamente, foto. Los besos subían de intensidad, podía escuchar los húmedos sonidos de sus lenguas y labios, Fausto la tomaba firmemente de la cadera y la acomodaba de nuevo frente a él como si fuera a empotrarla, ella no se resistía y abría las piernas para rodear su cintura, tenía la cara colorada, foto. Se besaban apasionadamente, ella le rodeaba el cuello con ambos brazos, él tomaba firmemente su lindo y redondo culo con ambas manos, recordé que ella no llevaba nada debajo, foto.

— Me quitaré esto — dijo él y tiraba su camisa un lado.

Ella lo miraba fijamente, él tenía músculos bien definidos, no como esos músculos obscenos de los que hacen fisicoculturismo, músculos pequeños y marcados, agradables. Ella llevaba sus manos a su six pack bien definido y él volvía a tomarla por el culo, está vez metiendo las manos debajo de su falda, se besaban apasionadamente, ella cerraba los ojos, él no, foto. Me colocaba detrás de ella, frente a él, Fausto lo notaba y levantaba la falda de mi novia con una mano y otra mano la dejaba firmemente colocada en su otra nalga, verlo realmente tomando su culo desnudo fue abrumador, tan real de pronto, foto.

Ella bajaba la cabeza y le besaba el cuello, me dio un escalofrío, él miraba detenidamente sus lindas tetas, las tomaba firmemente con ambas manos y las magreaba, foto. Fausto ponía atención a la blusa de mi novia y desabrochaba un botón, ella se retiraba de su cuello de inmediato y tapaba sus tetas con una mano.

— Es que no traigo bra — dijo rápidamente.

— ¿Te molesta que él vea? — preguntó él, ella me miró nerviosa por primera vez desde que inicio la sesión.

— No, o sea no es eso — decía nerviosa mirándome fijamente ¿Esperando aprobación? ¿Respuesta? ¿Que lo evitara?

— A ti no te molesta obviamente jajaja — me decía cómicamente él.

— Por mi está bien — dije débilmente, ella me miró fijamente.

— Solo se publican las que tú quieras — le dijo sonriendo, ella asintió nerviosa.

Él desabrochó su camisa lentamente, ella besaba su cuello profundamente, Fausto llegaba al último botón y abría la camisa delicadamente, como si quisiera disfrutarlo, no dirías que mi novia tiene un par de melones, pero si un buen par de toronjas, lindas, redondas y firmes. Él abrió por completo la camisa de ella, miró detenidamente sus lindas tetas, sus preciosos y pequeños pezones rosados, él magreó con fuerza ambas tetas con las 2 manos, ella alzaba la cara disfrutando, foto.

— Ábrete la blusa y voltea a un lado — le dije a ella.

Paulina abría su blusa, volteaba a un lado y él hundía la cara de inmediato para lamer sus tetas, ella se retorcía, alzaba la vista y le restregaba su par de toronjas en la cara, podía escuchar como él sorbía sus pezones, foto. Él se detenía y alzaba la cara, ella volvía la mirada, aunque la tenía completamente perdida. La retiraba de encima de él, veíamos esperando, se ponía de pie y ella lo seguía.

— Así — le decía él tomándola de la mano y poniéndola frente a él, ella dándole la espalda.

Ella se colocaba sin resistirse, él ponía su mano firmemente sobre su espalda indicándole que se empinara contra él, ambos de pie frente a mi, ella me miró por un segundo, fingí ver la pantalla de la cámara y pude ver con el rabillo del ojo como ella se empinaba ante su firme, pero amable mano, la boca se me secó, alcé la vista, ella me veía fijamente, él la tenía por la cadera restregada contra su entrepierna con fuerza, las lindas tetas de mi novia colgaban de su blusa abierta por completo, él la tomó de los hombros y sonreía a la cámara, foto.

Ella intentaba reincorporarse, pero él la afianzaba a seguir empinada con su mano firme sobre su espalda, cuando le quedó claro que no se moviera, él se puso de rodillas detrás de ella, me dio un escalofrío, ella me miró fijamente y abrió los ojos, como si esperara que yo hiciera algo, pero sin desdoblarse ni un poco, dejando su lindo trasero en la cara de Fausto. Ella agachó la mirada de pronto, yo estaba de frente a ellos, así que sólo pude ver cómo él metió la cara en el culo de mi novia, veía en la parte superior del trasero de mi novia como él sostenía sus lindas nalgas con ambas manos y el corte delantero que colgaba de la falda tapaba el rostro de Fausto y el coño de ella, un simple pedazo de tela me impedía ver como él seguramente la lamia a profundidad, foto.

Él movía un poco la cara, ella resoplaba desesperada, escuché como tronó la lengua de él en el coño de ella (¿o entre sus nalgas?) Ella se retorció y lanzó un suspiro ahogado, foto, casi perdió el equilibrio y se retiró histérica respirando a toda velocidad, él tenía desde los labios y hasta la barbilla una humedad aceitosa muy obvia.

Él tomó su mano, se recostaba en la cama de lado y ella lo seguía, se veían románticamente y él estrujaba su lindo culo con una mano, foto. Tomaba su mano y la llevaba a su verga, ella la acariciaba con firmeza, Fausto alcanzaba sus tetas y las lamía, foto. Ella tomó desesperada el cierre de su pantalón y lo abrió, la verga me palpitó en los pantalones, metió la mano profundamente y forcejeo para sacarle la verga, no fue rápido porque era enorme y había que forcejear para sacarla, larga y jodidamente gruesa, completamente erecta, con las venas marcadas, sin circuncisión, me sentí superado con mi verga promedio, más pequeña que promedio la verdad, ella miraba fijamente hacia abajo y jalaba con fuerza, él gemía un poco, foto.

Él la acostó sobre su espalda y se subió encima de ella, se me hizo la piel de gallina, casi digo algo, soporté con todas mis fuerzas para no decir nada, mordí mi labio, ella lo veía histérica, él se retiró la capa de un solo movimiento y caía por la orilla de la cama, él levantó la falda del enfrente de mi novia y su lindo, pequeño, rosado y perfectamente depilado coño salía a relucir, foto, él tomaba su verga con una mano y la ponía en su coño, foto, ella lo veía histérica, me vio por un segundo, él soltó su verga y la penetraba lentamente, foto, ella se retorció histérica, foto, foto, foto, foto.

— ¡No, espera! — dijo desesperada y él paró de inmediato, apenas llevaba la cabeza y poco más, la miró — Es muy grande — dijo histérica y lo empujó, él se retiró.

— Ven — dijo él desesperado y lujurioso, poniéndose de pie y tomándola de la mano, ella fue de inmediato.

Él se paró a un lado de la cama, le quitó desesperadamente la camisa y ella lo permitió, la puso de rodillas de inmediato, apenas ella se ponía de rodillas hundía la cara entre sus piernas y le lamía desesperadamente las bolas, foto, él se retorcía y gemía, tomaba su cabeza con ambas manos y le restregaba su larga verga en la cara y ella le lamía el saco de una manera casi obscena mirándolo hacia arriba fijamente, foto, la tomaba de su rosa cabellera y la retiraba violentamente de sus bolas y la conducía a su verga, foto.

Ella comenzaba a darle una mamada histérica, foto, nada de preámbulos de 0 a 100 en un segundo, le devoraba cuánto podía la verga, verla abriendo la boca tanto fue abrumador, abría la boca por completo intentando comerle toda la verga, él follaba su cara con fuerza y gemía sin vergüenza.

— ¡Me encanta tu vergota! — dijo respirando como psicópata y la verga casi se me sale del pantalón.

Ella tomó sus bien formadas nalgas una en cada mano y permitía que él le follara la cara con fuerza con ambas manos, foto, él iba lo más profundo que podía y gemía alzando la cara, ella hacia unas arcadas escandalosas y la saliva escurría por todos lados, de pronto clavaba su verga cuánto pudo sin piedad en ella, alzaba la cara, sobresalía un pedazo lo suficientemente grande para que pudiera ver cómo su verga palpitaba y se retorcía violentamente en la boca de mi linda novia, él gemía profundamente y ella apretaba los ojos, le golpeaba los muslos desesperada, daba arcadas y tragaba lentamente, podía ver su garganta moviéndose, pero ella no se movió ni un centímetro, foto.

La verga de Fausto se retorció 4 o 5 veces más, ella tragaba con dificultad, él paraba por fin y sacaba su verga lentamente de su boca, ambos reían un poco, ella tenía el rímel corrido y él le golpeaba la cara con la verga cómicamente. Se sentaron en la cama uno al lado del otro y ella le evitaba la mirada.

— Quedaron buenas fotos eso seguro — me decía cómicamente y reíamos, ella me miraba nerviosa.

Me senté con ellos y veíamos la galería, ella reía nerviosa viéndose tragando como desesperada ese enorme sable y él reía honestamente.

— Estás sesiones son las que me gustan — decía cómicamente él.

— ¿Es común…? — preguntaba mi linda novia Paulina, tal vez buscando mitigar su vergüenza.

— Más o menos — decía él con desinterés, la escena era extraña conmigo sentado en medio completamente vestido, mi novia con su dizque falda y las tetas al aire, y él completamente desnudo — Una última — dijo él poniéndose de pie y poniéndose la capa.

— Ok — dijo ella con curiosidad, sonreía.

— Solo una para mí Twitter como adelanto de la sesión — dijo él sentándose en la cama, después de la charla había recuperado su enorme erección — Siéntate — le indicaba él tomando su celular y poniendo el modo selfie.

Alzaba el celular, ella se abrochaba la camisa, se sentaba en su muslo y cuidaba que su falda no dejara ver «nada».

— Se me va ver toda la verga no jodas jajaja — reíamos honestamente.

— ¿Entonces? — preguntó nerviosa.

— Siéntate — le dijo él apuntando con su mirada a su verga, ella se sentó muy cuidadosamente sobre su verga, pero sin penetración, con su trasero sobre su verga, él tomaba una foto — Mira — decía sonriendo, ella miraba y carcajeaba.

— ¿Que? — pregunté con curiosidad, él me mostró y por un lado del trasero de mi novia sobresalía la cabeza de la enorme verga de él, reíamos a carcajadas.

Él la retiró, ella se levantó, él tomaba su verga con una mano levantándola.

— Siéntate — le decía por tercera vez, dejando claro está vez que se sentara EN su verga, no sobre.

— E-es que — dijo nerviosamente ella, me miró desesperada.

— Solo unos segundos para la foto — dije desesperado, ella asintió nerviosa.

Ella le dio la espalda, él alzaba su falda para ver y sostenía su verga con la otra mano, ella se detenía de las rodillas de él y bajaba muy, pero muy lentamente.

— Vas bien — decía él, nervioso y sin dejar de ver el lindo culo de mi novia.

Ella bajaba despacio, él soltó su verga y la tomó rápidamente de la cadera con ambos manos para bajarla más fuertemente, ella se retorció y las piernas le temblaron, agachó la mirada y se mordió el labio, él la bajaba con fuerza con ambas manos y la sentaba por completo sobre él.

— ¡AY CABRON! — casi gritó ella apretando los dientes — ¡NO MAMES! — se levantó un poco, instintivamente, corriendo del dolor y él la regresó con fuerza, ella gimió desesperada y le restregó el culo disfrutando su verga dentro — ¡ESTÁ ENORME! ¡TOMA LA FOTO! — dijo histérica y la verga me goteaba.

— Estás súper apretada — dijo él histérico sin soltarle la cadera y alzando la vista, disfrutando la estrecha vagina de mi linda novia apretar su enorme verga.

— ¡TOMALA YA! — dijo histérica.

Él se tomó su tiempo, alzaba la cámara, y luego la bajaba, fingía revisar algo, ella bufaba y las piernas le temblaban.

— Sonríe — dijo él por fin después de varios segundos, ella alzó la vista y sonrió como pudo peleando contra su cara de dolor y placer histérico.

Sonó el obturador de su celular, ella se levantó de inmediato y ver cómo esa enorme verga salía del estrecho coño de mi novia fue alucinante, él gimió un poco y ella se sentó a lado de él recuperando la respiración, la verga de él estaba obscenamente húmeda.

— Ven a mi hotel, podríamos pedir un taxi — dijo él.

— N-no sé es que… — me veía desesperada.

— Mañana tenemos algo temprano — dije desesperado.

— Bueno, ni modo, tendré que masturbarme pensando en ti — dijo él cómicamente y los 3 reíamos.

Ellos se vistieron sin decir mucho, bromeaban un poco y cuando él estaba en la puerta yéndose le insistió en su invitación, ella se negó firmemente está vez. Cuando él subió a ese taxi y yo cerré la puerta, vi a mi novia, ella me veía esperando, no decía nada con palabras, pero definitivamente pensaba mil cosas.

— Necesito follarte — dije débilmente, ella me miró confundida.

— ¿Estás enojado? — preguntó avergonzada.

— No lo sé… Pero necesito follarte — le dije honestamente, la besé y un amargo y espeso sabor estaba en su saliva.

La tomé desesperado, la puse en cuatro patas en mi sillón, levanté su pequeña falda y bajé su tanga hasta sus rodillas, lamí obscenamente entre sus nalgas y su coño, ella estaba viscosa y aceitosa, se retorcía y gemía ante mi lengua, le penetré de golpe.

— No es la verga más grande que te ha entrado esta noche — dije lujuriosamente follandola de 0 a 100.

— Pe-perdón — dijo entre gemidos.

La follé como psicópata sin decir nada hasta eyacular dentro de ella. Nos desplomamos en el sillón, su celular sonaba, ella lo alcanzaba con desinterés, abría los ojos por completo.

— Mira — me dijo débilmente.

Ella acababa de ser etiquetada en Twitter:

«Adelantó de la sesión con mi Sakura, fue una sesión increíble»

La foto de ella «sentada» sobre él, no se veía nada por más que hicieras zoom, más que su cara de placer y dolor con esa sonrisa forzada, él no despistaba mucho su placer.

— La retwitearé — dijo ella viendo la foto sonriendo.

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Para los lectores: no desesperen, no dejaré las demás historias inconclusas, no sucederá. Cuándo habrá siguiente parte de «x» historia? No lo sé, lo siento. Puedo obligarme, sentarme y escribir forzosamente la siguiente parte de la historia que más quieres, seguramente terminaré teniendo algo, incluso tal vez algo bueno. Pero no será la mejor versión, cuál versión prefieres? Creo que la respuesta es obvia y yo también prefiero darte la mejor versión. La historia viene a mi mente cuando viene, a veces me vienen 3 partes de una sola historia de golpe, luego las 3 primeras partes de 3 diferentes historias, es así. Escribiré cuando pueda y me venga la mejor inspiración posible, es el mejor modo, lo siento. Pero ten por seguro que no dejaré tirada NINGUNA historia, siempre viene la siguiente parte, especialmente, por ejemplo, con la novia sádica que tengo pensado sea mi serie a largo plazo más larga con mas partes, tengo mil ideas, pero últimamente no me decido por como desarrollar ninguna. No quiero alargarme más, simplemente quédate con eso, ninguna historia está «parada» ni inconclusa, siempre están en construcción, gracias por leer, se agradecen las buenas valoraciones y disfruta.

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