Me inician en una orgía para un club de violadores
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Aún puedo oler sus pieles calientes y sentir sus apretados agujeritos alrededor de mi verga. Lo mejor será que empiece desde el principio.
Mi amigo David me había hablado de algunas fiestas muy interesantes que montaba con unos misteriosos amigos y yo me moría por probarlo. Así que después de llevarme a ver a un tipo del que no debía preguntar su nombre y de que ese tipo me hiciese muchas preguntas y le hiciese jurar a David que respondía por mi decidieron darme una oportunidad.
El momento llegó unas semanas después. El plan era sencillo, teníamos que colarnos en una casa en la que según nos habían dicho habría al menos diez chicas de ventitantos años, hacernos con el control de la casa y de las chicas y después disfrutar durante toda la semana que duraban las vacaciones que ellas habían planeado.
Desde el momento en que me llamaron para decírmelo se me puso la polla dura de pensar en llevarme por delante a todas esas putitas. Cuando me enviaron las fotos no pude evitar relamerme. Una casa rural apartada de todo y las doce zorritas con más pinta de cahondas que había visto jamás.
Al cabo de un par de días estábamos listos. Cuando llegamos a la casa era noche cerrada. Dentro se oía música y risas y saltaba a la vista que las chicas estaban pasándolo muy bien. Eso era perfecto. Aprovechando el ruido diez de nosotros pudimos entrar por uno de los balcones del piso de arriba y los otros doce entraron por el sótano. Nos fuimos acercando sigilosamente por las escaleras y peinando cada habitación. Encontramos a una en el baño de una de las habitaciones que estaba maquillandose. David la agarró allí mismo y la inmovilizo con ayuda de otro, que en seguida empezó a manosearla y a apretarle los pezones con fuerza. Ella grito, pero la mano de David sobre su boca y la música ahogaron el ruido.
Cuando bajábamos por las escaleras nos encontramos con otra putita que iba prácticamente desnuda y que tenía un culo impresionante. Dos de los tipos que iban conmigo la agarraron y la pusieron de rodillas para empezar a restregarle las pollas por la cara. A esas alturas yo tenía la polla a punto de reventar y estaba deseando que me tocase a mí.
Cuando llegamos al piso de abajo los que habían entrado por el sótano ya se habían hecho con el control de las diez chicas que estaban en el salón.
En seguida los cuatro que se habían quedado más arriba con las otras dos chicas las bajaron y las colocaron junto a las otras. Luego mientras ellas gimoteaban y cuatro las vigilaban los demás cerramos todas las puertas y ventanas, así como persianas y cortinas, para que ninguna putilla pudiese escapar y para que nadie pudiese vernos.
Cuando todo estuvo listo nos reunimos todos en el salón. Entonces el hombre más mayor, el que me había hecho tantas preguntas, tomó la palabra y fue muy claro.
– Bien, chicas, nos hemos hecho con la casa y con vosotras. Supongo que os estaréis preguntando que hacemos aquí y puede que alguna esté rezando para que hayamos venido a robar–dijo mientras miraba a la del culo impresionante que había recibido unos cuantos pollazos en la escalera. Cuando dijo eso último todos nos echamos a reír y algunos nos frotamos el paquete significativamente, lo que hizo que muchas de ellas empezasen a llorar – Pues bien, no hemos venido a robar. Hemos venido a por vosotras. Estoy seguro de que lo pasaremos bien juntos, chicas, así que intentad disfrutar.
Dicho esto hizo un gesto y todos empezamos a sacarnos las pollas y a acercarnos a esos dulces agujeritos.
Yo me acerque a una rubia con cara de ser bastante puta que era de las pocas que no lloraba. A día de hoy no se si me engaño pero juraria que la vi relamerse mientras me acercaba a ella sosteniendo mi gorda polla entre las manos. En cuanto la tuve delante la agarre por el pelo y le sacudi la cabeza con fuerza mientras le gritaba para hacerme oír por encima de la música y de los gritos de sus amiguitas.
– ¡Ahora eres mi juguetito, zorra! ¿Lo entiendes? ¡Solo eres un pedazo de carne con dos buenas tetas y unos cuantos agujeros!
Dicho esto le abrí la boca con los dedos y le clave la polla en la garganta. Ella me miró con cara de puta con mi polla aún metida en su boca y pensé que había elegido muy bien a la putita a la que violar. Mientras seguía follandole la boca a la rubia con fuerza levante la vista y a punto estuve de correrme en toda su boca. A mí alrededor 21 tíos estaban abusando salvajemente de 11 putillas a cada cual más maciza. A mí derecha, en el sofá una de ellas estaba a cuatro patas recibiendo ya una verga negra por el ojete. Justo en ese momento uno que estaba follando a una morena tetona se la sacó y se la metio a la otra en la boca, lo que ahogo sus gritos. La morena tetona intentó alejarse a rastras pero dos tíos enormes la cogieron una por casa pierna y la levantaron en el aire mientras se reían de ella. La lanzaron sobre un diván y en seguida la manipularon para empezar a hacerle una buena doble penetracion. Ella empezó a gritar justo cuando otro tipo apareció en escena y se la clavo en la garganta con fuerza.
Un poco más atrás, en la escalera, David le estaba dando por en culo a una puta que le estaba comiendo el coño a una de sus amigas, que se retorcía sin parar la muy puta.
El líder estaba intentando meter su gigantesca polla en el culo de una zorrita pelirroja de tetitas pequeñas y tiesas que ya tenía la polla de otro tío en el estrecho culo. Ella gritaba y el líder se reía y hacia cada vez más fuerza. Esa imagen me hizo ir casi al límite y volví la vista hacia la rubia que me la estaba mamando con esmero. La agarre por la cabeza y empecé a violarle la boca con fuerza. Cuando la solté ella se puso a toser y en ese momento otro tío se acerco por detrás y empezó a lamerle el coño a la muy puta que empezó a gemir y a restregarse contra el. Yo volví a meterse la en la boca hasta el fondo y cuando vi que mi compañero se colocaba para follarla no lo pude resistir.
-¿Donde estas? – le pregunté a mi compañero
– ¡En el culo! – en cuanto escuche eso agarre a la zorra que me la mamaba y la empuje con mucha fuerza hacia atrás, con el resultado de que ella sola se empalo por el culo con la polla de mi amigo. Ella gritó muy fuerte pero juraria que ese grito acabó en gemido. Mientras le follabamos la boca y el culo pude ver que otros dos tios le hacían el sándwich a una muy pequeñita y le clavaban dos enormes pollones en el coño al mismo tiempo. La pequeñita en vez de gritar gimoteo, se estremecio y empezó a cabalgar con ellos. Entonces me di cuenta de que a mi alrededor los gritos y lloros de las chicas se habían convertido en gemidos y sonidos de placer que se mezclaban con la música y los cachetes en los hermosos culitos de las chicas.
Entonces le saque la polla de la boca a la rubia y la deje siendo follada por el culo mientras me acercaba a la chica que estaba recibiendo una buena comida de coño de la chica a la que David se follaba. Después supe que el líder les había administrado a todas las chicas un montón de drogas afrodisíacas que las habían puesto calientes como perras en celo, pero en aquel momento pensé que nos habíamos topado con las tías más putas del país.
La agarre por el pelo y la lance contra el suelo boca abajo. Al hacerlo se quedó con el culo en pompa y al ver su estrecho ojete húmedo por la lengua de su amiga no pude resistirme y la empale directamente y con fuerza por el culo. Tenía el agujero jodidamente estrecho y casi me corro nada más metersela de lo apretadito que lo tenía. Pero me resistí y la folle con fuerza por el culo durante un rato hasta que de pronto sentí que la muy zorra se estaba corriendo como una puta fuente. Aquello fue demasiado. Se la saque del culo solo para clavarsela en el empapado coño y correrne dentro con fuerza.
A mi alrededor las violaciones eran cada vez más bestias, pero las chicas estaban cada vez más cachondas. Lo que había empezado como una violacion se había convertido en una orgia en que las chicas iban en busca de polla. Pude ver que muchas de ellas ya tenían corridas en la cara y el pelo pero los 22 seguíamos en acción. Yo acababa de correrme y ya la tenia otra vez dura como una piedra. Dejé a la que me había follado en el suelo temblando y acercándose a rastras a limpiar la verga de David, que acababa de correrse en el culo de la otra.
Me acerque a una tetona de ojos bonitos que estaba masturbandose mirando como le hacían una doble anal a otra chica. Al acercarme me quedé hipnotizado. Una gigantesca polla negra y otra de tamaño un poco más normal estaban compitiendo por un estrechisimo culo que parecía a punto de reventar. Sin embargo la chica gritaba que no se detuvieran y se movía salvajemente sobre esos dos pollones que la tenían empalada. Cogí a la tetona y de una hostia la tire al suelo. Le puse las piernas encima de mis hombros y empecé a follarmela sin piedad. La muy puta lo tenía súper mojado y decidí que no iba a deleitarme solo. Levante la vista, pegue un silbido y le hice un gesto al tipo más cercano. Cambié de postura para ponérmela encima y volví a meterse la en el coño. Cuando el tío se acerco no dudo un segundo antes de clavarsela también en el coño. Aquella era la primera vez que le hacía una doble vaginal a una tía y aunque era raro la verdad es que saber que le estábamos destrozando el agujero me ponía muy cachondo. Cuando ella empezó a temblar y se corrio le salio un squirt tan fuerte que nosotros sacamos las pollas solo para verlo bien. Entonces nos levantamos y le ofrecimos las pollas para mamarlas.
– Vamos puta te has corrido antes que nosotros así que chupa estas dos vergas hasta que te tragues hasta la ultima gota de corrida – le grite agarrandola por los pelos. Ella obedeció y empezó a mamarnos como si no hubiera un mañana justo cuando una de sus amiguitas se acerco y me dijo algo al oído.
– Quiero probar esa polla que tienes – mientras decía esto me acarició la polla y al mirarla vi que era la rubia del principio. Aquello me puso como una moto y sin darle tiempo a más la doble sobre si misma y se la metí en el ojete. Lo tenía bien estrecho pero húmedo y caliente y fue una gloria. Mientras le daba por el culo la tire al suelo cerca de donde una de sus amigas acababa de correrse y aún temblaba. Sin dejar de dale por el culo a mi rubia la agarre por el cuello y le puse la cara sobre el coño de su amiga y ella en seguida empezó a lamer con esmero. Cuando la zorrita volvió a correrse en toda la cara de la rubia yo sentí que me corría también y la saque para echarselo en la cara yo también.
Mire a mi alrededor y al ver a la morena tetona a cuatro patas recibiendo azotes de otra chica a la que le estaban follando con muchísima fuerza me di cuenta de que mi polla volvía a estar dura como una roca, así que me acerque a la tetona y tras darle un par de pollazos en las tetas ella empezó a hacerme una magnífica cubana. Entonces apareció David y empezó a clavarsela en el culo mientras ella me hacía la cubana. Aquello era muy excitante. Mire a mi alrededor y vi mamadas dobles anales y dobles vaginales por doquier. Vi que algunas de las chicas suplicaban ser folladas mientras otras tragaban polla hasta asfixiarse.
Entonces un tipo se me acerco con una caja llena de consoladores y me dijo que había una a la que le cabían tres pollas en el culo y que si quería comprobar cuántas más le cabían. Me aleje de la tetona que se quedó siendo penetrada por David y por un negro que se acercaba y le proponía a David una doble penetracion.
Entonces me acerque a donde estaba el líder y vi a la tía más buena que había visto en mi vida. Tenía las tetas perfectas y el culo redondo y bien subidito y tenía el culo dilatado y temblando. Ella gemia y le suplicaba al líder que le diese más. Entonces el líder nos hizo un gesto para que dejásemos que la chica viese la caja llena de dildos. Al verla pasó algo increíble: la muy zorra mojó todo el suelo alrededor solo de pensar en que se los metiesemos todos. El líder se rio y le ordenó ponerse a cuatro patas. Cuando ella obedeció los cuatro que estábamos allí nos armamos con los consoladores y poco a poco se los fuimos echando al culo. La muy perra no paraba de chillar y de correrse y de pedirnos más y más fuerza. Cuando tenía cinco dildos clavados en el culo y era evidente que no cabrían más se me ocurrió coger un dildo gigantesco y clavarselo al empapado coño. Ella grito como una loca y al correrse expulsó los dildos que tenía en el culo. Ella me miró temblando y se abalanzó sobre mí polla para mamarmela en agradecimiento mientras el líder mantenía el dildo gigante en su coño y alojaba allí también la polla.
Durante aquella semana les hicimos de todo a esas perras. Al final a todas les cabían las pollas de tres en tres en cada uno de sus agujeros y todas se corrieron a chorros muchas veces. Nosotros supimos tiempo después que también nos habían suministrado sustancias excitantes para que rindiesemos a tope, pero entonces sólo sabíamos que nada más corrernos la teníamos otra vez dura y lista para empalar a una de las putillas.
Cuando acabó la semana toda la casa estaba llena de corridas y restos de la bestial orgia y las chicas suplicaban que las llevasemos con nosotros. El líder les dijo que eso acabaría con la diversión pero les dijo que podrían alquilar esa misma casa un fin de semana al mes para montarnos otra orgia y que trajesen a más amiguitas tan putas como ellas. Se que muchas de ellas sentían vergüenza por lo ocurrido pero se que todas habían disfrutado como auténticas perras en celo al ser folladas sin miramientos y como si no fuesen más que simples agujeros. Y prueba de ello es que desde entonces una vez al mes podemos follarnos a esas putas y a sus amigas más guarras.
Pero también vamos por ahí asaltando jovencitas vírgenes para desvirgarlas entre todos a la vez y castigando a putas bordes y maleducadas. Desde aquel día formo parte del club de los violadores y me encanta, sobre todo cuando pudimos echarle el guante a aquella macizorra de policía que nos andaba buscando. A esa si que le destrozamos el culo, pero eso es otra historia.