Mi primera vez con un negro mucho mayor que yo
Saludos a todos los lectores que me dedicáis parte de vuestro tiempo a leerme. Voy a contar otra experiencia que tuve hace relativamente poco y que me gustaría compartir. Espero que sea de vuestro agrado.
Era finales de septiembre de este mismo año. Como cada vez que tengo que hacer recados por el centro de la ciudad, entré a la página de pasión.com (ya sé que la nombro mucho, pero es la única forma que tengo de contactar con gente sin usar apps de contactos gays tipo Grindr) y había lo mismo de siempre. De esta forma, al ver que ningún anuncio me llamaba la atención, colgué uno donde buscaba a alguien experimentado para que me ayudara a probar un poco de todo, ya que yo no tenía, ni tengo, mucha experiencia.
Una vez colgado el anuncio, me puse a hacer cosas en casa y al mirar a ver si había obtenido respuesta me encontré varios candidatos, pero la mayoría eran gente mayor de 45 y a mí no me molan, prefiero menores de 40. A lo que voy, el mensaje que más me llamó la atención fué el siguiente «¿ya conseguiste?» con su número de teléfono, el cual ignoré por el momento, ya que no me gusta hablar por Whatsapp hasta saber si se llegará a algo.
Le pregunté cómo era y la edad que tenía, respondiéndome que tenía 39 años, era moreno, 1’73 m de altura, fornido (luego ví que eso no era verdad, estaba algo rellenito) y rabo de 19 x 5’5 cm. Le dije que sería para ese mismo día y me dió la dirección para que fuera allí. Una vez me dió la dirección le abrí Whatsapp y tras intercambiarnos alguna foto le dije la hora a la que estaría allí, a lo que me dijo que vale, que me abriría cuando llegara.
Llegué a su portal y me abrió, subí directamente a su piso y cuando entré apareció un tío moreno de piel, con el pelo algo canoso, llevándome a la habitación escuché un ruido como si hubiera alguien más en la casa, me asusté pensando en que me querrían follar más de uno, pero el también se sorprendió con el ruido, así que ese miedo se me quitó. Una vez en la habitación me dijo que me pusiera cómodo y me preguntó que qué tipo de música escuchaba y le contesté que no soy de escuchar música por mí mismo (solo escucho la que ponen mis amigos cuando estamos por ahí), a lo que se sorprendió. En una smart TV me puso música pop en youtube y me dijo que esperara a que se duchara. Esperé algo más de 5 minutos en su habitación y a lo que entró a ella con una toalla colgando de la cintura y cubriendo su rabo, me preguntó «¿aún no te has desnudado?, te he dicho que te fueras poniendo cómodo». Dicho eso me quité la ropa y el hizo lo mismo con la toalla, enseñando su rabo, que en estado flácido no pasaba los 19 cm que me había dicho (supongo que se referiría a cuando la tiene dura).
Empezamos liándonos uno pegado al otro frente a frente y a sobar nuestras pollas haciendo que cada vez se pusieran más duras, aquí comprobé que los 19 cm que me dijo anteriormente sí que los calzaba. Era una polla morena con el capullo rojizo. Mientras nos pajeábamos, también empezó a apretarme los pezones, por lo que me dediqué a hacer lo mismo con los suyos. Estando así un rato, decidí agacharme y empezar a comerme su rabo. Empecé a mi ritmo, pero al cabo de unos segundos empezó a violarme la boca a su antojo, provocándome alguna que otra arcada, a lo que me separaba para coger aire y seguir con la faena.
Tras ello, se tumbó en la cama boca arriba y yo me puse encima suyo en posición de 69 y me empezó a comer el culo. Yo intentaba lo mismo con él, pero al ver que no llegaba con la lengua, me dediqué a seguir comiéndole el rabo alternándolo con unas buenas pajas que le daba. Tras ello nos movimos de esa posición y se puso a mamarme (me dijo que solo lo hacía si veía que había feeling entre los dos, y por lo visto hubo) a la vez que me masturbaba, era una gran sensación, y es algo que suelo hacer porque creo que es una buena forma de hacer o recibir una mamada.
Al cabo de un rato me empezó a meter un dedo en el culo, luego dos, hasta que ví a donde quería llegar. Le dije que me daba miedo que me follara con ese rabo, más por el grosor que por la longitud, a lo que me respondió que creía que buscaba hacer de todo, por lo que solo encajó la polla entre mis nalgas para que hubiera algo de frotamientos, otra gran sensación sin necesidad de llegar a meterla.
En un momento dado, viendo que estaba con la guardia baja, decidió meterme ya el rabo en el culo, a lo que me resistí al principio, pero acabé cediendo y dejándole hacer. Estaba yo tumbado boca arriba. y él encima mío, cada estocada que daba era algo molesta pero mientras lo hacía me besaba por el cuello y enlazábamos nuestras manos, lo que me ayudaba a relajarme y dejar que siguiera metiéndola. El tío estaba ya sudando y me cayó alguna gota de sudor en la cara, la verdad que me pareció algo desagradable, (por raro que parezca, yo no soy de los que les gusta recibir fluidos corporales ajenos por el cuerpo, y menos el sudor) y me lo quité como pude con la mano.
Después de follarme un rato me puso boca arriba en la cama y se puso a brincar sobre mi polla mientras yo le pasaba las manos por todo los pezones, el pecho, la barriga. A pesar de que estaba algo rellenito, el sobar un cuerpo ajeno es algo que también me encanta. Seguía follándole cuando le dije que estaba a punto de correrme, a lo que se sacó la polla de dentro y siguió masturbándome mientras me comía el culo hasta que me corrí sobre las sábanas.
Al correrme, yo seguí mamándole y pajeándole alternando ambas acciones hasta que me dijó que se iba a correr, a lo que le agarré fuerte el rabo y le masturbé con todas mis ganas hasta que se corrió. Estaba en el final de la cama sentado y ví como salían varios chorros de semen que cayeron al suelo y casi a la ropa, que estaba enfrente sobre una silla.
Al corrernos los dos me dijo de darme una ducha, le dije que bien, pero que me daría un agua rápida y me ducharía bien en casa, ya que no tenía mucho tiempo. Entré a la ducha y me dí algo de agua para al menos limpiarme un poco todo el cuerpo. Y tras ello, me volví a vestir y me marché.
Ya no hemos vuelto a hablar desde ese día, y tampoco tengo intención de volver a quedar con él. Aunque no lo pasé mal del todo, no me gustó el que el tío sudara tan pronto.
FIN
Como siempre, muchas gracias por haber llegado hasta aquí y haberme dedicado estos minutos. Ya sabéis, cualquier crítica, sugerencia o lo que sea será bien recibido en comentarios.
También he de decir que es la última experiencia que contaré hasta dentro de un tiempo, cuando haya conseguido más material para contar. De momento, aquí acaban mis aventuras. Espero no tardar mucho para traer la siguiente.