Reforzando la relación con mi hermano

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Dicen que en toda familia siempre hay una «oveja negra» y en mi familia fue mi hermano Antonio. Antonio me lleva 7 años de diferencia, siendo el mayor que yo, recuerdo que mi hermano siempre andaba metido en problemas, constantemente se peleaba y tenía problemas en la escuela, desde muy pequeño trabajó supuestamente porque anhelaba ser independiente, ya que mi familia éramos de bajos recursos, cosa que Antonio siempre culpaba a mis papás.

En una ocasión cuando era una niña y él ya un adolescente jugando con mi prima en mi cuarto, Antonio entro y se puso a jugar con nosotros a la tiendita siendo él el cliente y nosotras las cajeras, mi hermano nos propuso que si se bajaba los pantalones y besábamos su pene nos regalaría dulces, nosotros pensando que era parte del juego aceptamos y él se bajó su pantalón, fue la primera vez que vi un pene, estaba erecto, Antonio lo tocaba y se masturbo enfrente de nosotras, mi hermano me pidió que fuera la primera, que lo agarrara y me lo metiera a la boca, lo lengüeteara como si fuera una barra de chocolate, inocentemente hice lo que mi hermano me pidió, lo tome y empecé a masturbarlo como él lo hizo antes, después con mi lengua lo empecé a lengüetear, chupe sus testículos y por fin lo metí a mi boca, mi hermano marco el ritmo hasta que casi me ahogaba, después fue el turno de mi prima e hizo lo mismo; al final, mi hermano nos dio los dulces prometidos y nos pidió que no le dijéramos nada a nuestros padres porque si no lo regañarían muy feo y ya no nos daría más dulces, yo no entendía porque no quería que le dijera a mis papás, pero veía como regañaban a mi hermano y por medio a que le pegaron no dije nada.

Mi hermano repitió conmigo la misma operación unas 8 veces más, cuando estaba sola, él entraba y me pedía que lo masturbase, en una ocasión me pidió que me desnudara y lo dejé ver mi cuerpo de niña aún sin desarrollarse, él me tocaba y veía que disfrutaba acariciar mis pechos, tocaba la parte externa de mi vagina, yo nunca le dije nada a mis papás, no quería que le pegaron a mi hermano por mi culpa. Con los años Antonio se fue haciendo más problemático. Hasta que un día, a la edad de 19 años decidió irse de la casa en busca de una supuesta novia que encontró por internet a Guadalajara, México.

Por mi parte seguí estudiando la secundaria y preparatoria, mientras estudiaba comprendí lo que hizo Antonio, fue algo triste entender que mi hermano abusaba sexualmente de mí y me manipulaba para no decir nada, pero pese a todo, yo lo quería a él como a toda mi familia y calle para no hacer un escándalo que pudiera destruir los lazos familiares.

Cuando terminé la preparatoria ya no pude estudiar por problemas económicos, me hice novia de un grandioso hombre, con el que hoy estoy felizmente casada, de él aprendí los placeres del sexo, mi vida transcurrió, logré graduarme, me hice más tolerante y abierta a mi vida sexual mientras que mi hermano, por su parte, tuvo tres hijos con la supuesta mujer de Guadalajara, el viene a visitar a mis padres por lo menos una vez al año, en realidad en los últimos años ha pasado año nuevo con mis padres, mi mamá suele estar en comunicación con él mediante redes sociales y mi padre casi no suele meterse en la vida íntima de mi hermano, yo muy pocas veces me comunico con él, tal vez me siento molesta por lo que hizo cuando era niña, pero nunca se lo reproche, siempre me mantuve al margen de la situación y mi relación con mi hermano se volvió mero proselitismo dónde rara vez hablábamos para saber cómo estábamos y hasta ahí se acababa la conversación.

El año pasado, teniendo 28 años y Antonio 35, mi mamá me contó que Antonio se había separado de su mujer, que andaba muy mal porque se juntó en Guadalajara con unos tipos que solían emborracharse todos los días, mi hermano ya no aportaba nada con su familia y su esposa decidió llevarse a sus hijos, sus cuñados lo fueros a golpear y lo amenazaron para que se olvidará de su mujer y sus hijos, me pidió mi mamá que tratará de hablar con él, yo le decía que sí, que me comunicaría con él, pero la verdad es que no lo hacía hasta que un día en la noche recibí la llamada de él diciéndome que estaba en la prisión, que se peleó con unos policías en la calle y se lo habían llevado, Antonio tenía miedo de que algo malo le hicieran ya que uno de esos policías era hermano de su esposa, yo desperté a mi esposo y le comenté la situación, le pedí que lo ayudara, el trato de comunicarse con unos abogados en Guadalajara pero no tuvo mucho éxito así que decidió volar esa misma noche a Guadalajara, yo preocupada por la situación lo acompañe, no le dije nada a mi familia para no preocuparlos y así partimos a Guadalajara.

Al llegar a Guadalajara fuimos al ministerio público dónde estaba Antonio, yo esperé en unas bancas del Ministerio mientras mi esposo paso a platicar con Antonio, después de platicar con los agentes logro que soltaran a Antonio, cuando vi a Antonio, él se veía golpeado y en un estado deprimente, mi esposo le dijo que podíamos denunciar a los agentes que hicieron eso, pero Antonio le pidió que no hiciera nada, solo quería irse de ahí, tomamos un taxi y nos dirigimos a su departamento donde vivía; cuando llegamos, el lugar era espantoso, estaba sucio, botellas de alcohol a medio tomar, olía asqueroso, mi hermano nos agradeció la ayuda, yo no sabía que decir así que solo lo abrace, él correspondió mi afecto y también me abrazó, llore por unos instantes, cuando logré calmarme dejé de abrazarlo, me despedí y me salí de su departamento, mi esposo me alcanzó, ya casi era de mañana así que decidimos ir a un hotel para descansar un rato y regresar a la cuidad, llegamos al hotel y nos quedamos dormidos.

Cómo a las dos de la tarde me desperté y note que mi esposo se estaba bañando, cuando salió me preguntó:

Mi esposo.- Quieres hablar con respecto a lo que paso con tú hermano.

Yo.- Antonio es un tonto, siempre ha sido así y nunca se le quitará.

Mi esposo.- Cuando platique con él en el MP estaba muy deprimido, me dijo que pensaba suicidarse, que ya había hecho mucho daño y nadie lo quería, trate de calmarlo pero lo vi mal, creo que sería bueno que te quedaras unos días para que platicaras con él y ver la forma de ayudarlo.

Yo.- Siempre se ha metido en problemas y le echa la culpa de su situación a todo mundo, no sé de qué forma pueda ayudarlo.

Mi esposo.- Tal vez necesita platicar con alguien y sentirse querido, ya compré mi boleto a la Ciudad de México, en unos minutos me voy al aeropuerto, también compré tu boleto, tú tienes la decisión de quedarte y platicar con él o irte y aceptar la idea de ya no volver a ver a tu hermano.

Lo que dijo me dolió mucho, decidí quedarme a hablar con mi hermano, acompañé a mi esposo al aeropuerto y de ahí fui a buscar a Antonio a su departamento, cuando llegue, toque y nadie abría, vi que la llave no tenía seguro así que decidí entrar, cuando entré vi a Antonio tirado en una pared, solo alzó la cabeza para verme.

Antonio.- ¿Qué haces aquí?

Yo.- vine a platicar contigo.

Antonio.- ¿De qué quieres platicar hermanita? No recuerdo que alguna vez platicáramos.

Yo.- siempre hay una primera vez, (ambos estuvimos un momento de silencio, mientras que yo me sentaba en el piso a un lado suyo) ¿Qué te ha pasado Antonio? ¿Cómo terminaste así?

Antonio.- Ya se te olvido como vivimos, ya se te olvido que nuestros padres son pobres.

Yo.- No metas a nuestros padres en esto, siempre te has justificado culpando a otros, empieza a acerté responsable de tu vida, date cuenta que hay gente que te quiere, pero esa gente no puede hacer todo por ti, tú debes de luchar por ti, debes de salir adelante por ti

Antonio.- ¿Qué caso tiene? He perdido a mi familia. No tengo nadie que de verdad le importe.

Yo.- A mis papás les importas, a mí me importas, no dé en balde volé inmediatamente a tu ayuda, no dé en balde estoy aquí contigo.

Antonio.- ¿Mis papás saben de esto?

Yo.- No les dije nada, no quería preocuparlos.

Antonio.- Gracias por no decir nada.

Yo.- No tienes que agradecérmelo, te quiero mucho y no quiero verte así.

Antonio.- No solo me refería ahorita, sino a lo que te hice cuando eras niñas, perdón hermanita.

Yo.- Antonio, olvídalo, eras un joven, nunca dije nada porque no quería causarte más problemas de los que ya tenías, de verdad no quiero perder a mi hermano.

Antonio.- ¡Ay hermana! Como quisiera tener a una mujer como tú.

Yo.- No digas eso por favor, quiero que luches por ti, trata de recuperar a tu familia.

Antonio.- Mis hijos no me quieren ver, mi esposa ya tiene otro hombre, y yo, mi querida hermana solo te tengo a ti.

Yo.- Antonio dime que quieres que haga para que te ayude, de verdad quiero ayudarte hermano.

Antonio que tenía su cabeza agachada, volteo su cara para verme.

Antonio.- Quiero hacer el amor contigo.

Lo que dijo me dejo helada, no sabía que decir, me le quede viendo y recordé ese tiempo que abuso de mí.

Yo.- ¿De qué hablas? Sabes que no podemos, sabes que eso no se puedo, eres mi hermano, yo estoy casada, Antonio ¡Por favor! no me pidas esto.

Antonio se levanta del piso enojado.

Antonio.- Entonces vete, dices que me quieres pero cuando te pido afecto, cuanto quiero algo de ti te niegas, de que sirven tus palabras si solo quedan en el aire.

Yo.- ¿Pero por qué me pides algo imposible? Sabes que te quiero, pero esto no se puede.

Antonio.- Solo quiero sentirme amado, no quiero a mi hermana, quiero a una mujer que me pueda hacer sentir hombre, que me demuestre que realmente le importo, que le pueda demostrar que disfruta estar a mi lado.

Antonio se dirige a la puerta para abrirla y yo me levanto.

Yo.- Espera. Acepto tener relaciones sexuales contigo, pero quiero que sepas que todo lo que he hecho y todo lo que estoy haciendo es porque te quiero como hermano, estoy dispuesta a demostrarte que eres un hombre y si esto te va a sentir mejor te prometo que no te reclamare nada, puedes follarme como quieras y yo gritare como una perra en brama, te hare disfrutar, pero quiero que me prometas que vas a luchar, que vas a salir adelante.

Dicho esto mi hermano solo movió la cabeza aceptando, se acercó a mí y me empezó a besar el cuello hasta llegar a mis labios, mientras me besaba sus manos recorrían mi cuerpo por encima de mi blusa y mi pantalón, me tocaba mi trasero, subió hasta donde estaban mis pechos y los masajeaba, después empezó a desabotonar mi blusa queriendo romper cada botón que pasaba por sus dedos, me quito la blusa y con mis manos levante su playera para quitársela, me aventó a la cama, me quito el brassier y empezó a mamar mis pechos, jugaba con mis pezones como un niño chiquito, puse mis manos sobre su cabeza como si le diese leche a un bebé.

Después de un rato chupando mis pezones, fue bajando su cara, con sus manos desabotono mi pantalón, me lo quito junto con mi tanga, me empezó a chupar mi vagina y yo empecé a gemir como se lo prometí, sentía como su lengua recorría todo mi clítoris, sus dedos empezaron a perforar mi vagina, empecé a ahogarme de excitación, mi hermano con una mano metía y sacaba sus dedos de mi vagina mientras que con la otra metía sus dedos en mi boca ahogando mis gemidos, saco sus dedos de mi boca y empezó a jugar con esa misma mano mis pechos, los agarraba salvajemente, los masajeaba, sus dedos apretaban mis pezones hasta que enloquecí y di mi primer orgasmo, solo alcance a mirar la sonrisa que tenía mi hermano y le dije métemelo.

Mi hermano se terminó de desvestir y se puso encima de mí, puso mis pies en su cuello y acerco su pene a la entrada de mi vagina mientras tomaba mis pechos con sus manos, él me vio y yo lo vi, cerré los ojos y me metió su pene de un golpe, gemí en un primer momento del dolor y después empecé a gritar de placer, mi hermano empezó a bombear mi vagina con su pene en un mete y saca mientras que sus manos seguían agarrando fuertemente mis pechos, yo le gritaba que no dejara de metérmela, que lo quiero tener dentro, mi hermano me beso y con su fuerza me impulso cambiando los roles, ahora era yo quien empecé a cabalgar a mi hermano, su verga erecta clavada en mi vagina mientras saltaba sobre él, mi hermano empezó a pujar hasta que empezó a gritar que se corría, yo le dije que se corriera dentro, unos momentos después sentí como mi vagina se humedecía y empezó a salir el semen, para ese entonces ya había tenido un par de orgasmos, deje un momento su pene dentro de mi vagina y después me acomode a lado de él.

Estuvimos un rato acostados sin decir palabra alguna, después mi hermano pone su cabeza sobre mi pecho y yo lo abrazo, minutos después nos quedamos dormidos.

Continuara…?