Con muchas ganas de comerme una buena polla

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Con que ganas de comerme un buen rabo, me he levantado hoy…

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar. También disculparme por mi forma de relatar mis experiencias, relatos que tras finalizar paso primero el corrector ortográfico de Word, continuando después por uno Online llamado ‘www.spellboy.com’, corrector ortográfico y gramatical. Dicho esto, comenzaré…

Llevo quince días quizás algunos más en los cuales estoy de rodríguez, como quien dice… ‘Estoy en la gloria’, no pudiendo quejarme la verdad, aumentando mis experiencias, aunque algunos piensen lo contrario. Días en los cuales me tienen de aquí para ya, día que dependiendo de la zona en la cual este, he acabado con alguno mamándole la polla y que el dueño tenga aguante. Pues bien dicen más de uno que tengo la culpa de no poderme follar, pues me han echado en cara que la chupo demasiado bien. Tanto que dudan entre continuar con mi boca o detenerme para follarme, acabando por dejarme hasta que terminan. Pero vamos al día de hoy…

Hoy me he vuelto a levantar empalmado, me he levantado con ganas de comerme un buen rabo por no decirlo más claro. Quizás fuera a raíz de un encuentro que tuve ayer tarde, encuentro que no fue a mas al estar este acompañado, encuentro fortuito porque estando en el centro comercial, acabe por encontrarme en una de las tiendas a un conocido. Persona con la cual hace unos días, tuve un ‘roce’ en los baños de un centro comercial, hombre mayor y no solo lo digo por el físico, sino por sus cabellos blancos, arrugas y aspecto.

Hombre que era uno de esos que, cuando estás orinando se te queda mirando en vez de orinar, caballero que me da una breve conversación, pero eso sí… sin de dejar de mirármela. Mirada que me excito y cuya consecuencia era que mi miembro, paso de estado flácido a morcillona, hombre canoso que sonreía, como si supiera que iba a pasar. Viendo cómo se envalentonaba, cuando introdujo su brazo entre mi cuerpo y el orinal, brazo cuya mano se aferró a mi miembro, soltando un sonido de degustación. Mirándome de nuevo al tiempo que comienza a deslizar su mano a lo largo de mi miembro, moviéndola de arriba hacia abajo, llevándome aquello a la gloria, e incluso llegue a pedirle que se detuviera, y ante su pregunta…

“¿Por qué?, no te gusta”.
Y aunque le hice saber qué si me gustaba, pero advertí que, si continuaba acabaría corriéndome. Sonriente me mira nuevamente, acabando por proponerme meternos en uno de los servicios vacíos, justificándome el motivo, no siendo otro que acabar sin que tuviéramos interrupción. Dude unos minutos, tiempo en que este cogió y se metió en uno de las cabinas, momento en que me acerque y entre, cerrando la puerta tras de mí, pero sin llegar a echar el pestillo. Cogiendo este hombre coger y comenzar a soltar el cinturón, desabotonar el botón del pantalón y bajar la cremallera, viendo como disfrutaba por el brillo de sus ojos, no queriéndole quitar las ganas al hacerle saber que soy ‘pasivo’.

Hombre canoso que si decir nada, acabo por agacharse al tiempo que tiraba de mis pantalones y calzoncillos hasta mis tobillos, tirando de mí y pegarme a uno de los laterales de la cabina. Tomo mi miembro y se la acerco a la boca, comenzando a lamer mi glande, ¡chuparlo e incluso restregárselo por sus labios… uuuffff!!, como me tenía aquello. Agarro mi polla por la base, tragándosela poco a poco hasta sentir sus ásperos labios rozar mis genitales, poco me falto para que aullara de placer, menuda mamada me estaba haciendo ese viejo… ooohhh!!. De vez en cuando alzaba la vista y me miraba, observándome como disfrutaba y tras sacarse mi polla de su boca, preguntarme…

“¿Te gusta?”.
Y al responderle yo afirmativamente, volverme este a decir…

“Y entonces porque coño no gimes, suelta alguna exclamación o algo que yo sepa que estás disfrutando”.
Y aunque le hice que no soy persona de exclamar, acabe por decirle que lo haría. Volviendo este a su tarea, mientras veía que no dejaba de sonreír, alternando mi miembro con mis genitales, testículos que minutos antes masajeaba, pero cuando quiso introducir su cabeza entre mis muslos a modo de metérselos en la boca, este se dio cuenta de que mis prendas inferiores estorbaban.

Le dejé hacer, no le dije nada, viendo como me descalzaba, dejando mis náuticos tirado a un lado, comenzando a quitarme los pantalones y calzoncillos, dejando telas prendas sobre la tapa del váter. Y volver a la tarea nuevamente, volver a chuparme mi glande, chupar desde el capullo hasta la base, mientras acariciaba mis nalgas o mi pecho. Separa mis piernas e introduce su cabeza, sintiendo como su cálida boca lame mis testículos, chupándolos e introduciéndolos sin problema alguno… uuummm!!. Estoy en la gloria no lo voy a negar, mamada que me hizo ponerme hasta de puntilla, menuda boquita tenía ese viejo, no pudiendo evitar comenzar a gemir. Suspiros que me vi posar una de mis manos en su nuca, oprimiéndola hacia mi pelvis, momento en que siento como ese viejo acaricia entre mis glúteos, caricias que me pone aún más cachondo, acabando por avisarle de mi pronta corrida.

Viejo que coge y acelera su mamada, y mientras traga una vez tras otra mi miembro, comienza a introducirme sus dedos en mi orificio, comenzando a correrme en su boca, no echando mucho más de un par de chorros pues no suelo ser muy lechero. Y tras dejármela bien limpia, se levanta y arregla sus ropas, acabando por salir de la cabina hacia los lavabos, mientras yo me coloco los calzoncillos, pantalones y finalmente los náuticos. Persona mayor que agradece haberle consentido que me la chupara, pero hacerme saber que hubiera querido follarme, pues según él se ha dado cuenta del buen culo que tengo, dejando esa perlita como…

“Menudo coñito que tienes tan estrecho, afortunado es quien te la meta”.
Quedándome callado, volviendo este a decirme…

“Bueno y, ya que te has quedado tú a gusto, que te parecería dejarme a mí, no sé cómo estás tú de tiempo, pero si quieres podríamos hacer un rapidín aunque no es mi estilo”.
No le respondí, me quedé pensativo, no porque no me gustaría hacerlo, pero normalmente me cuesta ponerme después de haberme corrido, dejando de estar excitado. Y cuando quise responderle y explicárselo, este me interrumpió diciéndome…

“Piensa que en verdad me lo debes”.
Y eso me hace pensar que llevo literalmente varios días sin que me follen, pensando que la próxima que vaya a hacerlo, prácticamente va a ser una desvirgación. Aunque, por cierto, bien que decís que os gusta un culo estrechito, pero a la hora de la verdad el 75% no saben ni manejarlo. Pero bueno continuo, dicho esto y es cuando recapacito, pues soy persona que suelo cumplir e incluso a veces cuando no me gustan, como aquella vez que estando cerca de los antiguos aparcamientos Oeste de la Expo 92, esos que van desde Torre Triana hasta el estadio Olímpico. Zona que, tras acceder, vemos una gran explanada asfaltada rodeando el perímetro de piezas hormigonadas con varios accesos, donde puedes dejar el coche y adentrarse caminando, andando ya sea por la carretera, los caminos abandonados o por los matorrales, zona arbolada y de arbustos o incluso por los matorrales paralelos a la carretera del muro de defensa. Hay estaba yo esa vez, adentrándome con mi coche, pues no deseaba dejarlo hay aparcado y caminar solo.

Cogí el coche y tras calcular la distancia de entre dos de las piezas hormigonadas, di por hecho que mi vehículo pasaría por entre ellos, calculo que acepte. Tras acceder, continúe hacia el fondo, explanada cuya espalda da a una de las estaciones de cercanía/tren de acceso a la Expo, teniendo que atravesar un camino no muy recomendable. Camino que aprendí por las malas que no debí cruzarlo, pues una de mis ruedas rajo un hierro enterrado, continuando hasta poder dejar mi coche detenido a un lado del camino, camino que la sombra de los árboles me protegería del sol.

Momento en que sopesé la idea de llamar a la grúa, pero la ignorancia de cómo explicarle donde estaba era mayor, por no mentar el cómo accedí hasta ese lugar. Y durante esos momentos se detuvieron hasta cuatro coches al verme apoyado sobre mi coche, pensando estos que era un ‘chapero’ o algo parecido, sin llegar a pensar que solo intentaba pedir ayuda. Algunos se me ofrecían al tiempo que me enseñaban sus pollas, cosa que me negué, pues la dichosa rueda me había cortado todo el rollo. Hasta que un chico de unos treinta y muchos años, detuvo su furgoneta, miro mi coche viendo rápidamente los motivos, sacando sin decir palabra un gato y herramientas para cambiar la rueda. Chico que tras cambiar la rueda se me presento, comenzando a hablar, conversando sobre todo como se rajó la rueda y este hacerme saber por dónde acceder sin peligro. Chico que no dejaba de mirarme de arriba hacia abajo, llegando a tocarse en varias ocasiones su entrepierna, finalizando por decirme…

“Bueno, podríamos pensar alguna manera en la que me podrías devolver el favor, no crees tú”.
Dice y le comprendo en el momento que me rodea con uno de sus brazos mi cintura, entendiendo su indirecta y a pesar de que no me van los jóvenes o los de mi edad, acabo por posar mi mano en su entrepierna y preguntarle…

“Bueno, y has pensado donde te devolvería el favor”.
Decir eso y sugiriendo que me montara en la furgoneta, cosa que hoce y este me llevo hacia el interior del ‘Charco de la Pava’, deteniéndose bajo unos arbustos, bajando un poco las ventanillas el coche. Y tras moverse un poco, comenzó a bajarse el pantalón y bóxer, sacándose del interior su polla al tiempo que con su brazo derecho rodea mi nuca, oprimiéndome hasta que me la pude meter en la boca. Comenzando a chupársela y este a gemir con fuerza, pensé en un principio chupársela rápida y lograr que se corriera antes, pero pensándomelo mejor, pensé que se merecía algo mejor por su agradecida ayuda. Por lo que me impliqué en la mamada, mordisqueando su glande, escupiendo sobre este y con mis labios impregnar su tronco, lamer y chupar sus genitales, todo esto mientras vi por el rabillo del ojo como este se desvestía (bueno al menos la camisa y los zapatos). Alternando con acariciar mi espalda, nalgas y muslos, mano que finalizo por introducirla entre mi cintura y el pantalón, sintiendo sus dedos hurgar en mi orificio, ayudándole en la tarea al soltar el botón del pantalón. Momento en que me aparto, sacando su verga de mi boca, sacándose las prendas que aún tenía puesta, quedándose con tan solo los calcetines, y ayudarme a quedarme yo con las mismas prendas puestas, pero que este me dejo con los ejecutivos.

Comenzando el ahora a comerme a mí la polla, testículos y finalmente el culo, ¡menudo beso negro me dio… uuuffff!!, volviendo a ascender, comiéndome la oreja pues le di calabazas al intentar comerme la boca. Chico que continuo con mi cuello, pecho y pezones, mordiéndomelos y absorbiendo, observando cómo me tenía de excitado. No dejándome y comenzar ahora por introducirme hasta dos de sus dedos en mi orificio de su mano izquierda, dedazos que me tenían todo guarro. Chico que no tenía cara de ser nuevo en esto cuando coge y se pone encima de mi pecho, tomando mi cabeza y meterme su polla hasta los mismos huevos, obligándome a tragármela una vez tras otra.

Sacármela de la boca, girarse y tenderse sobre mí, colocándose de manera que iniciamos un 69, chupándosela nuevamente al tiempo que él se traga, cuya única diferencia era que, él me mete sus dedos en mi culo… y yo no a él. Y en esos momentos de tanto placer y morbo, mi vista se aleja de sus genitales para alejarla hacia la ventanilla, llevándome un susto al ver que teníamos compañía, descubriendo como un viejo disfrutaba a nuestra costa. Cosa que recuerdo que se lo mencione, y este responderme…

“Lo sé desde hace rato, déjalo hombre que disfrute, aunque si quieres tú, cuando acabemos podríamos alegrarle el día”.
Acabando por retirarse, abrir la guantera y coger algo, volviéndola a cerrar y descubrir que lo que había cogido del interior de la guantera, no es otra cosa que un preservativo, condón que, tras retirar en envoltorio, acaba por colocárselo y tras tomar su polla, coloca su glande en la entrada de mi orificio. Presionando y entrándome con facilidad, dándose cuenta de que al no quejarme o emitir sonido de dolor alguno, no soy tan virgen como pensaba. Comenzando a acelerar sus embestidas, arrancándome algunas muestras de placer, gimiendo en cada una de sus fuertes penetraciones. Y hacerme saber que en breve iba a acabar, momento en que se abre la puerta trasera de la furgoneta, apareciendo este viejo y colocando su polla en mi boca, miembro que el chico me dice que chupe.

Y hay me vi yo, dentro de la furgoneta de un chico al cual le estaba agradeciendo su ayuda, disfrutando de una comida de polla que nos alternamos y acabar por ser follado, dejando a petición de este el comerle la verga ese viejo, que lo cierto es que no estaba nada mal. Y ver como esté entre embiste endiablados, acabo por terminar, quedándose tendido sobre mí, sintiendo su cuerpo chorreante de sudor, mientras continuaba chupando esa otra polla. Chico que tras sacarme su morcillona verga de mi orificio, cogió y le dio al viejo un condón, proponiéndole cambiar de lugar, mientras yo le miraba a este sorprendido. Pues ya que en ningún momento se para a pensar que diría yo, tampoco le dio por preguntarme, aún también es verdad es que no puse impedimento. Ya que cuando estos se cambiaron de lugar, cogió el viejo y de una sola embestida me introdujo su polla, verga que me dio a limpiar el chico.

Aquello claro esta fue a su fin, pues el viejo no tenía tanto aguante o quizás fuera por los nervios, acabamos y nos vestimos, llevándome de nuevo el chico hasta mi coche. Donde tras coger el coche, me encamine directamente hacia un taller que me arreglará el pinchazo, marchándome más tarde a casa, deseando darme una buena ducha y bien a fondo. Antes de dejar esta anécdota, debo deciros que me ha encontrado a este chico demasiadas veces, pues bien sé que este me busca para repetirlo, dándole calabazas por su edad. Y ahora volviendo a mi experiencia más reciente con ese viejo en el aseo del centro comercial, debo decir que finalmente accedí al ‘rapidín’, donde tras preguntarme primero si tenía preservativo algo que le hice saber que no, llegando a pensar que no lo haríamos por este motivo. Acabando por decirme…

“Pues no te preocupes, cuando me vaya a correr la saco antes y ya está”.
Quedándose encima lo ‘mar’ de contento, cogiendo y tras entrar en una cabina nuevamente, me bajé los pantalones y calzoncillos hasta medio muslo, viniendo este por detrás, llevando la palma de su mano a mis nalgas. Mano que siento que tiene algo y que eso impregna entre mis glúteos, sabiendo después que es jabón de manos. Comienza a introducir sus dedos, ayudándose con esto y dilatar mi orificio, tomando su miembro y tras colocarlo en la entrada de mi orificio, sentir como comienza a presionar, notando como me entra poco a poco, ¡soltando algún gemido o grito de placer como tanto le gusta… aaahhh!!… uuummm!!. Viejo canoso y con gafas que no se las quitaba a pesar de que por culpa de la mascarilla se le empañan, el muy cabrón no deja de embestirme que llevado por el momento o quizás fuera el morbo, me daba algún que otro cachete en mis nalgas, algo que para nada me gustaba, no por el hecho de darme alguna palmada sino por el ruido que este hacía. Aguantando también, cuando me soltaba eso de…

“Como me gustaría que apareciera alguno de mis conocidos, y verles la cara de envidia al verme follarte, aunque quizás más me gustaría hacer un trío con él, dime… ¿Qué te parece?”.
Callo y deseando que finalicé, aprovechando ese momento para masturbarme también, cuando esté entre gemidos me hace saber que se va a correr, acelerado las embestidas y cuando pienso que me la va a sacar, Comienza este a sujetarme fuerte contra él, mientras siento como se viene dentro de mí, no dejando de gemir con fuerza y gritar, temiendo en esos momentos no en que aparezca alguien, sino que apareciera el vigilante de seguridad.

Y he salido bien follado por este señor mayor, follada que me dio la sensación que habíamos siendo observados, pero dada mi postura no pude confirmarlo, me he marchado en dirección a los aparcamientos. Aparcamientos que dado que es agosto la verdad es que apenas había coches, acabando por acercarse hasta donde yo estaba un tío en moto, persona tras levantarse la visera (o pantalla), me ha dicho…

“Vaya follada que te ha dado el viejo en los baños”.
Dice al tiempo que se baja de la moto, y sacarse su verga fuera, prosiguiendo…

“Mira como me la has dejado, creo que yo también necesitaría cierta atención, no crees…”.
Y sin quitarse el casco, ni la mascarilla, nos hemos ido a un lado entre la pared y mi coche, me he puesto en cuclillas, y este me ha puesto a mamar como un condenado. Follándome la boca hasta que se ha corrido, haciéndome tragar parte y la otra me ha dejado la cara llena de leche. Guardándosela y tras montarse en su moto, se ha acabado por marcharse sin decirme ni una palabra, menudo morboso me ha dado. Bueno lo dicho, ya me decís que os ha parecido, estaré esperando vuestras respuestas, ya sea a este portal como a mi correo.