Me convertí en esclava por una semana
Mi experiencia en la universidad. Mi nombre es Julia, esto pasó en mi primer año de universidad cuando decidí unirme a una hermandad, gamma X, porque es una puerta de entrada a muchas trabajos
Día de reclutamiento:
Nos reunieron en la casa de la hermandad, nos recibió Tiffany, la jefa de las chicas.
-Bienvenidas, novatas, esta hermandad es exclusiva y solamente aceptamos lo mejor y si están aquí es porque nosotras las elegimos, pero de ustedes 10 solo quedaran 5. Quiero que hagan una fila y se tapen los ojos con la venda que les darán y el collar
-Muy bien, ahora pasaremos a la siguiente sala, sigan a sus hermanas, sin abrir los ojos, deben confiar dijo Tiffany
Estaba un poco nerviosa, solo sentía una mano que me dirigía agarrando la argolla del collar, muchas veces sentí que iba a caerme pero era fácil para mí, descifrar que claramente esa era la prueba.
Caminamos como 10 minutos y cuando al fin nos sacaron la venda éramos 5
-Bien, supongo que les tenemos que dar la bienvenida, son las únicas que confiaron en que sus hermanas la traerían a salvo. Pero esto no será fácil, a partir de este momento, comienza la semana de prueba donde ustedes serán nuestras esclavas personales y donde se nieguen a algo, están fuera chicas, jaja dijo Tiffany con su mirada de superioridad
– Tú, la de pelo negro, ven aquí, tú seras mi esclava personal dijo mirándome
– será un honor, hermana
– sígueme a mi habitación
La habitación de Tiffany era realmente enrome
-Bien, ahora te vas a desnudar, si serás parte de la hermandad tengo que ver si estás a la altura
No me dejó tiempo de dudar ni un segundo así que simplemente me saqué la ropa y permanecí desnuda bajo su fuerte mirada
– nada, mal, quiero que te des vuelta
Y en ese momento vino la pregunta inesperada
– ¿Has tenido sexo anal?
– no, yo, no dije nerviosa
– perfecto, serás el regalo perfecto para mi novio, él quiere hacerme eso pero yo no asi que tú lo harás por mí, pero escúchame bien, perra, no puedes besarlo
No esperaba que las novatadas fueran tan fuertes, pero ya estaba ahí y una parte de mi esperaba que solo fuese una broma, pero
-Ten, este es el disfraz que te pondrás
Me entregó un disfraz de cerdo, literalmente, un enterito color rosa, que tenía relleno para simular un abdomen prominente, una nariz de cerdo y unas orejas
Al ver mi cara me dijo
-ja, no te preocupes, cerdita, estoy segura que te verás más sensual que yo, dijo con sarcasmo
Me puse el disfraz en el baño y al entrar en la habitación, ahí estaba su novio, un chico alto, musculoso y ella, una chica de cabello castaño corto, un cuerpo proporcionado, un body de encaje y yo con un disfraz de cerdo
-Feliz cumpleaños, mi amor!!!
– por dios! ¿Qué es esto, Tiffany? Dijo el chico
– pues tu regalo.
– en posición cerda, vamos me dijo Tiffany
Me puse en cuatro patadas, con mi culo apuntando a ellos
-su ano, es tu regalo, amor
– pero, yo quería el tuyo, mi amor
– pero eso no va a pasar, Kevin
– es ese o nada
El chico se acercó a mí y comenzó a tocar mi ano con sus gruesos dedos
-No puedo creerme esto, amor. ¿estás segura que ella quiere?
-claro, bebé, no es así perra
– sí, hermana, lo que sea por usted
-Tengo una idea dijo Tiffany mientras se colocaba en frente a mí, con su blanco culo apuntando hacia nosotros.
-puedes mirar mi culo, para excitarte, ahí deje el lubricante
Él, no dijo nada, simplemente, sentí el líquido frío cayendo sobre la piel de mi ano y su dedo intentando abrirlo
Kevin – ¿es tu primera vez?
– sí, lo es
– tranquila, si quieres, no lo hago, me dijo susurrando
– no, ya hazlo, estoy bien dije
– si tu lo dices, bella, cerdita
Un dedo, paso a dos, luego a tres y cuando quise darme cuenta la punta de su verga estaba en la entrada de mi culo
Mientras Tiffany, hacia una porno en vivo frente a nuestra vista, la verdad, se veía muy sexy, con su conjunto de encaje
No pude evitar gritar cuando todo su grueso pene entro en mi culo y él comenzó a sacarlo y meterlo suavemente.
Realmente, se sentía placentero, pude notar como mi entre pierna comenzaba a humedecerse y él también lo noto porque aumentó su ritmo hasta acabar en mi culo
-guau, que abierto le quedó dijo Tiffany
– sí, muy abierto
– tengo que irme, amor, salgamos juntos y tu perra ordena mi habitación, cuando vuelva debe estar perfecta
– sí, hermana
Me incorporé y noté como Kevin recorrió mi cuerpo, con una mirada curiosa
-Tiff, adelante, debo ir al baño y luego te alcanzo
-oky, no te tardes, amor
– tú, perra, no te saques ese uniforme hasta que yo vuelva
Estaba claro que Tiffany a pesar de trasmitir mucha seguridad, se sentía amenazada por mí y por eso me hacía ponerme ese disfraz nada favorecedor
Cuando ella se fue, su novio me preguntó
– ¿Y te gustó, al menos?
– mm, la verdad que es que me arde un poco ahora mismo
– es por el lubricante, pero si quieres te ayudo a que se te pase
– ¿Cómo? Dije
– ven, vamos a la ducha, cerdita
– no me llames así
– oye, si te portas mal, voy a decirle a Tiffany y no te aceptarán en la hermandad
Fuimos al baño juntos, me costaba un poco verme reflejada en el espejo con ese ridículo disfraz y creo que él debió leer mi pensamiento
-te ayudo, me dijo y se acercó a mí para retirar el abultado relleno que simulaba el abdomen de mi disfraz
– mucho, mejor dijo y noté como su pija se volvía a parar
– bueno, ponte en cuatro ahi
Agarro el llavero y dejó solo la manguera, para después intentar introducirlo en mí, ano
-¿qué haces?!!! Dije asustada
– tranquila, te hago un enema para ayudarte con el ardor
– ¿Me juras que me ayudará?
– ya verás….