Cielo Riveros como es violada por viejos sadicos

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Cielo Riveros como es violada por viejos sadicos
Esta historia se desarrolla en una colonia perdida de clase baja de una gran ciudad, es un núcleo poblacional compuesto por la mayoría de humildes obreros, pero desgraciadamente también abundan borrachos, mariguanos, bandas de asaltantes y secuestradores que ni la policía se atreve a entrar en este peligroso y barrio, era como una ciudad perdida lejos de toda civilización, las calles eran de tierra y había charcos de lodo; había perros callejeros por doquier.

En este ambiente vive nuestra protagonista de esta historia, su nombre : Cielo Riveros es una chica adolescente de 18 años que es muy popular con la comunidad masculina debido a lo buenísima que esta, mide 1.65 de 52 kilos, su cabello es de color negro lacio , unos ojos color verde preciosos con una mirada entre inocente y coqueta que hace que no deje uno de verla, unos labios gruesos , un par de pechos duros turgentes bastantes desarrollados ,cintura breve que hacía resaltar los enormes promontorios de sus nalgas, un tremendo trasero redondo parado y un par de piernas carnosas todo esto coronado con una cara preciosa de niña todavía.
La adolescente vive solo con su mama ya que su padre había fallecido ya hacía varios años en un accidente en la carretera, la chica con su mama habitaban un humilde departamentito que le rentaban a don Lucas, que era dueño del edificio donde viven y de una cantina de mala muerte que se ubicaba justo a lado del edificio de departamentos.
Su mama de la chica trabajaba de enfermera en una clínica rural así que la deja sola toda la semana y solo se veían los fines de semana, la señora le dejaba encargada su nena a don Benito un militar viudo y jubilado que vive en el departamento a lado, don Benito quería sinceramente a la chica al no tener otra familia las consideraba a Cielo Riveros y su mama como su hija y su nieta estando siempre presto por si necesitaran algo.
Como decía este bombón era muy popular con la fauna masculina de esa colonia perdida del mapa, la chica gustaba mucho de usar blusitas ombligueras ajustadas con escote que hacían resaltar mas esos tremendos senos y también minifaldas o vestidos cortos una cuarta arriba de la rodilla luciendo esa espectacular par de piernas, cuando salía a algún mandado se volvía el centro de atención de todo los hombres viejos , jóvenes, adultos ninguno se podía sustraer a la vista de la ya encamable colegiala, a pesar del tremendo desarrollo de su cuerpo su mentalidad todavía era de una niña, para ella lucir su cuerpazo era un juego ya que le gustaba oír los piropos que le decían en la calle sin medir las consecuencias que vendrían después y por que era verano hacia mucho calor y se sentía más cómoda con esos atuendos ligeros y cortos.
Un fin de semana que su mama se encontraba con ella la mando a comprar a la farmacia unas pastillas para el dolor de cabeza, esa tarde hacia un tremendo calor y Cielo Riveros traía puesto un vestido 10 centímetros arriba de la rodilla de esos volados y de la cintura hacia arriba era muy ceñido con un gran escote y se calzo un par de botas altas de cuero negras con tacón regalo de su mama, como no la dejaban salir sola a ningún lado ese día decidió lucirlas se veía tremendamente espectacular , cuando salio a la calle para buscar la farmacia los hombres se le quedaban viendo con cara de bobos viendo a esa espectacular hembra caminar contoneando esas nalgotas haciendo que el vestidito se meciera y se levantara levemente enseñando más de ese espectacular par de piernas y casi las nalgas, a su paso le decían de todo, hasta los carros se detenían para admirarla y la invitaban a subirse, le decían de piropos ella solo los volteaba a ver con esa hermosa cara y les dedicaba una media sonrisa a los que la chuleaban , no dándose cuenta que esto hacia que se les parara las vergas a los machos, al llegar a una esquina vio a un grupo de vagos tomando en la calle y drogándose, la chica se bajó de la acera y mejor comenzó a caminar por la calle estos al verla le dijeron.
– Estás como para metértela toda la noche, mamacita que ricas nalgas tienes, ¿cómo quisiera meterte la verga por el chiquito, humm, chiquita tienes unas tetas tan ricas!, que te las mamaría durante horas.
La chica le gustaba que la piropearan pero cuando ya eran muy subidos de tono los piropos agachaba la cabeza se ponía roja como un tomate y caminaba rápido, cuando por fin llego a la farmacia, la atendió un joven que no dejaba de verle las nalgas y el escote pidiéndole ella las pastillas para su mama, entregándole el joven una caja con las pastillas, poniéndose ella nerviosa al ver que no dejaba de verla descaradamente con ojos lujuriosos , ella le pago y cuando esperaba su cambio el muchacho que tendría unos 22 se saltó del mostrador que los separaba y se acercó bastante a ella casi se le pego le tomo la mano y así la mantuvo unos segundos sin soltársela esto hizo que la chica se pusiera más nerviosa al sentir que la mano del chico estaba muy caliente y que la miraba sin ningún disimulo de una manera que la hizo sentir muy inquieta, se notaba que la desnudaba con la vista, el chico le susurró al oído -Sabes? me pareces una chica muy sexy, estas buenísima, ella se sonrojo.
Y sin ninguna vergüenza le miraba su generoso escote la chica con dificultad deslizo su mano de las de el y se dirigió hacia la salida de la farmacia sabía que el joven no le quitaba la vista a su exuberante trasero que lo meneabade un lado a otro, de regreso fue lo mismo le decían de todo tipo de cosas, podía sentir las miradas lascivas de los machos a sus redondas nalgas era una adolescente que exudaba sexualidad como ninguna , los hombres la miraban hipnotizados como se movían de un lado a otro esas nalgotas y como se le marcaba su pequeño bikini a través de la faldita del vestido, era todo un espectáculo para los vecinos admirar a la chamaca.
Don Lucas era un hombre moreno, viejo como de 55 años, de 1.70 greñudo una cara horrible y una tremenda barriga, comandaba una banda de asaltantes y secuestradores integrada por otros 3 viejos cincuentones sádicos y viciosos, el viejo Lucas tenía un privado que colindaba con la recamara de Cielo Riveros , ahí en la pared que separaba las dos estancias había un gran espejo de 2 por 2 metros que del lado de la adolescente se veía como un gran espejo normal, pero del lado del privado del viejo era un cristal trasparente donde se veía hasta el mas mínimo detalle de lo que sucedía en la habitación.
La colegiala sin saberlo les daba unos tremendos espectáculos al viejo lujurioso de don Lucas y su banda, todas las mañanas se juntaban en el privado para verla levantarse y ver ese tremendo cuerpo virginal apenas cubierto por un diminuto short ,una blusita transparente sin brasier, la veían estirarse y levantarse de la cama se sacaba la blusa y se veía al gran espejo sin imaginar que su intimidad era tremendamente violada, aparecieron unos pechos que parecían sacados de otro cuerpo, firmes, preciosos, carnosos, grandes, la chica se ponía a posar frente al espejo apenas cubierta por el diminuto short los viejos estaban que babeaban se acariciaban las vergas mientras observaban hipnotizados como Cielo Riveros se comenzaba a despojar del short lentamente hasta que lo dejo en el piso no traía ropa interior quedando completamente desnuda se veía tremendamente sensual, un lunar se asomaba cerca de su intimidad y otro lo tenía en una de esas tremendas nalgas se veía al espejo y se daba vueltas viéndose los lunares con inocente curiosidad , después toma una toalla y se mete al baño ahí la pierden los viejos .
El viejo de don Lucas con la verga ya de fuera y dándose de jalones comento a sus no menos excitados compañeros -que buena esta la chamaca lo que más me calienta es la cara de nena inocente que tiene que no da con el cuerpo de verdadera hembra que ya está echando, Anselmo un viejo de 58 años, gordo, calvo y con una cara llena de cicatrices le contesto dándose masajes en la verga –si Lucas la chamaca esta como para meterle la verga toda la vida deberíamos hacer algo para cogérnosla ,si le dijo el viejo Lucas en eso estoy pensando ya se nos ocurrirá algo pero de que nos la cogemos todos nos la cogemos eso sí que no quepa la menor duda , riendo ruidosamente los demás viejos mientras tomaban cerveza , a los 10 minutos la chica sale del baño envuelta en la toalla, cuando se saca la toalla hace un lindo espectáculo al secarse muy lentamente empezando desde su busto lo hace con una paciencia y con unos movimientos súper delicados, luego le toca secarse sus partes íntimas, se le veía muy nítidamente tenía apenas un triangulito de bellos muy finos .

Después que termina de secarse comienza a vestirse se pone un diminuto bikini que hacia resaltar más ese tremendo trasero, enseguida se coloca su sostén sobre esos fabulosos pechos a los cuales todavía no les afectaba la gravedad a pesar de su tamaño, después se puso una minifalda una cuarta arriba de la rodilla que marcaba sus fabulosas caderas, dejando al descubierto sus fuertes y morenas piernas y ya para terminar su blusa ombliguera de esas sin mangas y pegadas al cuerpo quedando al aire su abdomen liso y sin un gramo de grasa, enseñando un generoso escote que dejaba a la vista más de la mitad de esos tremendos senos, su mama estaba orgullosa de lo bella que era su hija y la animaba a que luciera su cuerpo con ese tipo de prendas ya que ella en su juventud sus padres no le permitían usar las prendas que estaban de moda en aquellos años quedándole una frustración, la chica enseguida salió de la habitación para ir a desayunar y hacer sus deberes escolares ya que asistía a la preparatoria por las tardes dejando a los viejos lujuriosos despellejándose las vergas por el tremendo espectáculo presenciado.
Todas las tardes al dirigirse a su colegio Cielo Riveros era esperada por DON Lucas para decirle todo tipo de vulgaridades y como en esa colonia pérdida del mapa no había ley y nadie se atrevía a decirles algo, les tenían temor porque sabían lo sádico que eran.
El tipo sonrió mirando con ojos de depravado al verla.
-Te acompaño mamita para que no vayas tan sola.
La colegiala le tenía mucho miedo al ver ese viejo horrible que la veía lujuriosamente sin disimulo el escote de su blusa.
-No gracias señor tratando de caminar apresuradamente.
-Pero el viejo se le emparejaba y le decía, estas tan buena que te haría un traje de saliva.
La adolescente se ponía roja de vergüenza y trataba de caminar más rápido para llegar adonde tomaba su bus.
-Ándale mamita déjame besarte esos ricos lunares que tienes en tu nalga derecha y en tu rajita.
Cielo Riveros abría muy grande sus bellos ojos verdes desconcertada al ver que su secreto lo sabía ese viejo, lo volteaba a ver como tratando de saber cómo es que sabía eso, y apenada caminaba más rápido con ese viejo pegado a ella diciéndole vulgaridades y media.
Hasta que por fin el viejo Lucas la dejo irse viendo como hipnotizado como ese fabuloso trasero cubierto apenas por la minifalda escolar y ese par de hermosas piernas se perdían en la distancia, acercándose el viejo Anselmo que había presenciado todo y diciéndole.
-No sé cómo le vamos hacer, pero tenemos que cogernos a esta chamaca ya no aguanto Anselmo, todas las noches me imagino cogiéndola por todos lados me tiene loco.
Si lo sé todos los de la banda estamos, así como tu Lucas pero ya tendremos una oportunidad y de verdad te digo no la desaprovecharemos, alejándose rumbo a la cantina a seguirse emborrachando y cavilando en la tremenda colegiala.
El viejo Lucas se le ocurrió la idea de conseguir una cámara de video para filmar a la colegiala en su recamara y sacar provecho luego de la película y así lo hizo instalo la cámara con triple y comenzó a filmarla constantemente.
Así transcurría esta misma rutina todos los días los viejos espiando a la chamaca y molestándola cuando se dirigía su escuela, solo descansaba de estos viejos la chica cuando su mama estaba los fines de semana con ella o cuando don Benito la acompañaba, pero esto no podía ser muy seguido debido a que el anciano jubilado trabajaba de velador en una compañía, pero algo vino a suceder un miércoles por la mañana que vino a sellar la suerte de la hermosa colegiala.
El miércoles por la mañana al despertar la chica sintió húmeda su rapadita, debido al tremendo desarrollo de su cuerpo que por naturaleza ya pedía sexo, esto porque su mama nunca la oriento sobre estos temas pensando erróneamente que se podía descarriar la chica, creciendo entonces siendo una ignorante total en cosas del sexo, noto que su rajita estaba húmeda se tocó para comprobarlo y cuando se rozó su entre pierna sintió un extraño escalofrió; fue una sensación muy agradable, así que se siguió tocando a los pocos minutos su respiración era mucho más agitada y sus dedos estaban bañados con el flujo de su entrepierna; no sabía bien que estaba pasando en su cuerpo, Con una mano exploraba su entre pierna y con la otra apretaba sus tetas, tenía los pezones erectos y sentía desesperación por abrir las piernas lo más posible. . Hubo un momento en que algo se apodero de ella, ya no podía parar; aunque le dolía no podía dejar de apretarse sus tetas con fuerza, de pronto una fuerte sensación de éxtasis invadió su cuerpo; llevo sus dos manos a su conchita; cerró bruscamente las piernas y se apretó, quedando de lado convulsionándose y aguantando las ganas de gritar; mordió la almohada y aguanto hasta que por fin paso y quedo rendida en su cama.
Los viejos estaban boquiabiertos por lo que acababan de presenciar viendo esa tremenda masturbada que se acaba de dar Cielo Riveros, reaccionando primero el viejo Lucas murmurando esperen aquí y verán lo que sucederá levantándose del asiento aun con la verga dura como un fierro y diciendo -esta zorrita ya se pasó de la raya nada más nos calienta y nos deja así, si quiere verga tendrá.
Dándose la vuelta y llegando al departamento de la chica, siendo un mal viviente toda su vida no le costó trabajo forzar la cerradura del departamento de Cielo Riveros penetrando a la estancia y dirigiéndose a la habitación de la chica.
Entro sigilosamente al cuarto y le puso seguro a la puerta de la habitación viendo primero en la cama la ropa limpia de la colegiala, dándose cuenta que se estaba bañando, se parapeto detrás de la puerta del baño para que la chica al salir no notara de momento su presencia.
Poco después la chica salía del baño envuelta en una toalla y sin nada abajo secándose el cabello con la mirada hacia el piso sin imaginarse lo que está por suceder, volteo a verse en el gran espejo al mismo tiempo que la toalla caía al piso dejando su tremendo y virginal cuerpo completamente desnudo dando un grito ahogado de horror y abriendo completamente sus bellos ojos verdes al notar en el reflejo del espejo la presencia del viejo Lucas a sus espaldas a escasos 2 metros mirándola con una sonrisa dejando ver una hilera de dientes podridos y acariciándose la verga que tenía una tremenda erección.
-hola mamita que sabrosa te ves así desnuda, la chica con sus manos trataba de taparse sus senos y su intimidad ante la risa del viejo.
La chica sin voltearse viendo al viejo a través del espejo con voz asustada y roja de vergüenza por que nadie la había visto sin ropa pregunto al viejo, viéndolo a través del gran espejo.
-qué..e qué..e , desea señor que quiere.

El viejo acercándose a la asustada chica acariciándose la verga se podía ver la tremenda empalmada por la delgada tela de la bermuda, sin quitar la vista de ese fabuloso trasero ya que la chica seguía de espaldas a él, observaba sus grandes y bien proporcionadas nalgas, carnosas y sin rastros de estrías ni celulitis, completamente limpias y deseables con gotitas de agua que resbalaban lentamente haciendo que la vista fuese tremendamente sensual.
-Que culo soberbio es un culazo descomunal decía el viejo viéndole las nalgotas y acercándose más lentamente a la asustada chica, extasiado por sus tremendas redondeces, no titubeó al estar junto a ella, tomándola decididamente por detrás, – que lindo cuerpo tienes , susurró desde atrás al oído y al instante la adolescente sintió los velludos brazos del viejo que pasaban entre medio de los de ella y su cuerpo pasando por debajo de las axilas el viejo olía a demonio, algo asqueroso mezcla de licor y sudor a continuación bajo sus manos por su breve cintura sintiendo la suavidad desquiciante de esa juvenil piel y comenzó a subirlas lentamente esas manos sucias llenas de callos por el abdomen de la colegiala hasta llegar al gran premio sus formidables y nunca manoseadas tetas las empezó acariciar desde su base recorriendo todo su contorno sintiendo su dureza y suavidad para después estrujar las dos al mismo tiempo el viejo apoyaba su verga durísima sobre las nalgotas de la nena y comenzó a puntearla sentía un cosquilleo desquiciante en la verga al sentir su curvatura y dureza, experimentaba una placida sensación de esas ricas y duras nalgas tallaba y tallaba su vergota moviendo su cadera con enérgico ímpetu, levantando por momentos levemente ese tremendo trasero de ese bombón de chamaca por momentos las nalgotas de la chica atrapaban la palpitante y excitada verga del viejo la sentía claramente por que el viejo llevaba una bermuda de pans don Lucas sentía como ese apetitoso trasero lo trasportaba al cielo, la adolescente no decía nada solo cerraba los ojos y sus tetas subían y bajaban al ritmo de su respiración que comenzaba hacer más rápida.
-Que buenas tetas tienes, comenzó a apretar los pechos con pasión, los amasaba fuertemente murmurándole al oído que estaban grandes y firmes, al mismo tiempo que empezó a puntear con más fuerza, sus manos le apretaban los pechos y su cuerpo le apretaba la cintura, para conservar su bulto a la altura de las nalgotas, la chica comenzaba a sentirse inquieta por la morbosa situación ya que nunca había tenido novio y menos ser manoseada como lo estaba haciendo ese viejo.
—Noo…noo…suélteme por favor musitó la adolescente tratando de apartarse, con sus finas y delicadas manos las manos del viejo que le masajeaba las tetas, pero el viejo le mordió una oreja diciéndole.
-Quieta mamacita si no cooperas te mato sacando una navaja del bolsillo de su bermuda y poniéndosela al cuello a la colegiala que sin más dejo de ofrecer resistencia por el miedo y dejo al viejo libre a sus anchas para que hiciera con ella lo que quisiera solo resistiéndose con su voz, este al darse cuenta de la sumisión de la chica arrecio en las caricias, Cielo Riveros temblaba ,el viejo le lengüeteada la oreja con esa asquerosa boca llena de barbas con varias semanas sin rasurar, la chica sentía escalofríos al mismo tiempo que no dejaba de estrujar esos pechos con ambas manos palmo las enormes tetas de Cielo Riveros eran demasiado aun para sus manos, con una mano el viejo la agarraba cada una de sus tetasas mientras con la otra exploraba todo el cuerpo de la adolescente, presionando su excitada y palpitante verga contra las nalgotas juveniles.
El viejo acariciaba su abdomen de la nena sus callosas manos sentían la piel erizada mientras su experimentada lengua se introducía en su oreja haciendo círculos que la llenaban de escalofríos, para después subir sus manos y atrapar el hinchadísimo pezón y darle suaves masajes con los dedos, la chica solo cerraba sus ojos e inclinaba su cabeza hacia atrás, el viejo tomo una de sus manos de la nena y la dirigió a su palpitante verga se lo tocaba y se lo apretaba suavemente sobre el pans sintiendo su dureza.

—Por favor. no… no….no por favor…déjeme..déjeme…decía la chica incapaz de oponerse al viejo por el terror que le provocaba, su respiración se comenzó agitar, el viejo sentía como su piel se estremecía y se erizaba con el roce de sus dedos.
Entonces el viejo se dio la vuelta quedando de frente a ella quedaban casi a la misma altura por ser Cielo Riveros algo alta siendo una ventaja más al no tener que agacharse mucho para disfrutase ese cuerpo.
La colegiala paralizada por el miedo no reaccionaba porque estaba aterrada deja que el viejo hiciera todo lo quisiera con ella , la lengua del viejo, ávida de placer, recorrió el interior de la virgen boca mientras hacia el reconocimiento bucal el viejo comenzó a sobarle la espalda y la fue bajando hasta que la agarro por la nalgas y la atrajo hacia el para qué sintiera su bultote apretaba esos preciosos cachetes con las dos manos sintiendo su dureza y suavidad ,su lengua experta recorrió el cuello bajando a sus hinchados pezones que se erizaron cuando aquel hombre los comenzó a mamar golosamente, consiguiendo que tuviera unos escalofríos de placer que hicieron que la entrepierna de la colegiala se humedeciera.
– AAAhhhhhh, déjeme don Lucas…uuuuyyyy….por favor gemía ella sólo cerró sus ojos y su respiración se agitaba, oleadas de placer se sucedían en su cuerpo,don Lucas viejo zorro en estas cuestiones sabia que la chica no aguantaría con tantas sensaciones placenteras y que solo era cuestión de tiempo para que se entregara toda -no,no me haga esto gemía la colegiala su voz era un susurro apenas oíble.
-El viejo estaba en la gloria ni en sus años de juventud tuvo un cuerpo como de esta chica, que emanaba un aroma limpio a joven virginal, estrujaba y mamaba como un poseído esas tremendas tetas que tantas veces las había soñado y que por fin las tenías en sus manos y boca, la chica se retorcía al sentir sensaciones que nunca había sentido.
-Por favor. no.… no….no por favor…déjeme. Déjeme. dijo con voz temblorosa Cielo Riveros cada vez más débil.
– ha que rica sabes hueles bien rico mamita estas mucho mejor de lo que me imagine le decía el viejo para después besarla asquerosamente en la boca y apretarle el culote.
Cielo Riveros miró hacia arriba con las lágrimas rodando por su mejillas, suplicando! -por favor déjeme ya deténgase don Lucas , en su ignorancia sabía que lo que hacían era algo prohibido pero no podía detenerse primero porque el viejo la tenía amenazada y segundo porque su cuerpo se entregaba cada vez más a esas placenteras sensaciones nunca antes sentidas.
– le decía cosas al oído como oohh mamazota estas bien buena, que duras las tienes, la colegiala temblaba como un pollo mojado.
No dejaba de mamarle esos tremendos pechos golosamente los pezones eran de un rico color oscuro hinchados por la excitación lo que le provocaba unos escalofríos tremendos por todo el cuerpo de la chica, mientras sus manos acariciaban y estrujaban ese trasero firme, redondo, carnoso,- que divina que estás tiernita y durita decía el viejo ni en el mejor congal de la ciudad encontraría una puta tan sabrosa como tu.

Basss…taaa. Porrr faaa…vooor suplicaba la chica entre jadeos, muy a su pesar el aliento del macho le enervaba los sentidos un rico cosquilleo desquiciante empezó a recorrer una y otra vez su rajita, sentía como una corriente eléctrica por todo su cuerpo, el viejo suspiraba de gusto estaba dándose el agasajo de su vida, hilos de saliva bajaban por la erizada piel de la nena desde los pechos hasta su abdomen, el placer que la colegiala sentía en ese momento hizo que su mente se le nublara estaba perdiendo la batalla contra su mismo cuerpo el placer superaba la razón; se mordía los labios para no gritar de placer.
Entre tanto el viejo sobaba ese tremendo trasero, mientras mamaba los pechazos de la nena con esa boca llena de dientes podridos, manos y bocas le hacían falta al viejo al no darse abasto con tanta carne fresca, el viejo sabía que no tardaría la chica en perder la razón y así fue, de pronto la nena dio un gemido.
– aaaaaaaaaahh aaaaaaaaaaahhh y arqueo la cintura meneándose por instinto e inclinando la cabeza hacia atrás introduciendo sus manos en la sucia melena del viejo atrayéndolo más a sus fabulosos pechos fue en ese momento que toda su resistencia, si tenía alguna, se desmoronó por completo, el viejo al darse cuenta hundió más su horrible rostro entre los tremendos globos de carne dispuesto a seguir gozando a la chamaca, ella cerro sus ojos y mordió su labio inferior.
Lamía apretaba mamaba mientras ella se retorcía de placer completamente entregada ya, acariciaba con sus finos dedos suavemente la parte posterior de la cabeza del viejo mientras este le comía las tetas, la chica susurro -don Lucas me da pena con usted.
El viejo solo le dijo-te gusta mamita, mientras pasaba su lengua asquerosa por una de las tetas para enseguida volver a mamarsela.
-aaahhhh…aaahhhh…aaaaahhhhh siiiii contesto la chamaca entre jadeos y suspiros, la chica sentía intensos escalofríos que le recorrían la suave piel por que el viejo le lengüeteaba y mordía los pezones con esa boca barbuda que hacían que se retorciera de placer arqueando la cintura al máximo se aferraba a la cabeza del viejo contra sus turgentes y duras tetasas, estaba sumergida en un mar de caricias, lamidas, opresiones y mordidas cerraba sus ojos dejándose llevar, la golosa y barbuda boca del viejo que mamaba sin descanso y la colegiala sentía morir de placer por esa lengua rasposa que hacia las delicias de sus pezones, ella estaba haciendo toda clase de gemidos, -ahhhhhhhffff ahhhh ahhhh ahhgggggggg.

El viejo entonces la tomo entre sus brazos cargándola como si fueran recién casados sin dejar de besar esa rica boquita que con esos gruesos labios lo hacían perder la razón metía su asquerosa lengua que olía a licor y a tabaco llenando de babas la boca de la chica, ella paso sus brazos por la nuca del viejo y se dejó llevar por el rumbo a la cama, el viejo ya estaba dispuesto a desvirgar a esa fabulosa colegiala, parecía que todo estaba perdido para Cielo Riveros totalmente entregada a ese horroroso viejo para que la desvirgara debido a su inexperiencia en cuestiones sexuales.
La tendió cuan larga es en la cama, la chamaca tenía los ojos semicerrados por la tremenda excitación que tenía, el viejo volteo al espejo e hizo una seña con su dedo pulgar a su banda que seguramente filmaban y se masturbaban con el espectáculo, frotándose las manos se dispuso continuar con el fabuloso agasajo que se estaba dando.
Don Lucas entonces se despojo de la camisa lentamente sabiendo que tenia todo el tiempo del mundo al no regresar la mama de la chica hasta el sábado, dejando ver esa tremenda barriga asquerosa y llena de vellos canosos, tenia los ojos rojos por la tremenda excitación.
El viejo comenzó a besarle los pies a la adolescente y lentamente ir subiendo por esas tremendas piernas sin despegar esa boca barbuda lentamente fue subiendo, la chica suspiraba hasta llegar a su preciosa intimidad coronada apenas con un caminito de bellos muy finos coloco una de las piernas de la chica sobre su espalda para poder dedearle el ano también y clavo la cabeza dándole de lengüetazos a la virginal panochita.
– Aahhh…dios… aahhhmmm…Jadeaba Cielo Riveros arqueando la cintura, el viejo le agarraba las nalgas y trataba de meter sus dedos en el ano de la chica al mismo tiempo que le seguía mamando su panocha, Cielo Riveros tenia la respiración agitadísima se le podía oír.
-Aahhh..ahhhh….aahhggg Gritaba Cielo Riveros mordiéndose la mano. Pero el viejo no paraba de chuparle la vagina, cada vez más rápido. Cielo Riveros se retorcía en la cama, tratando de no gritar. Le rodeaba la cabeza al viejo con su pierna que tenia en la espalda del viejo y le apretaba la cabeza contra su rajita, queriéndose meter la lengua de el mas y mas adentro -Mmmm…aaaaaaahhh…aahhh los jadeos de Cielo Riveros eran enloquecedores.
La cola de la chica estaba muy cerradita no podía el viejo meterle el dedo en el ano para dedearla así que le saco los dedos los metió en su panochita de la nena que estaba muy húmeda y volvió a la carga en su cerradito ano , presionaba con sus sucios y callosos dedos el virginal anillo hasta que cedió y la penetro con su dedo de en medio de la mano y después con dos dedos comenzó un mete saca sin parar , su larga y experimentada lengua la metía hasta encontrar sitios placenteros de la colegiala quien no dejaba de retorcerse y de gemir.
-Aahh… huufff… aahhhh.. Su respiración se aceleraba, sentía olas de calor y placer que se expandían desde su zona pélvica hacia todo el resto de su cuerpo.
Ella gozaba doblemente, al sentir la penetración en su ano, y el cosquilleo placentero que le provocaban esa larga lengua en su rajita, la colegiala no dejaba de arquear la espalda y de cerrar sus manos sobre la sabana presa de un placer que nunca había sentido, el viejo no paraba de mamar con avidez el clítoris estremeciendo a la colegiala -ahhhh papi que riiiiiico ahhhhhh papi, la situación había hecho perder la cabeza al viejo toda su lujuria estaba completamente fuera de control , no era para menos la experiencia era totalmente enajenante.
La colegiala gritaba y se contorsionaba ya que el viejo internaba tan profundamente como podía su experimentada lengua y la agitaba en ese hirviente interior –ahhhhhhhffff ahhhh!! ahhhh ahhgggggggg gemia la chamaca su cuerpo estaba completamente poseído por el placer.
El cuerpo de Cielo Riveros respondía a estos estímulos se movía hacia adelante y hacia atras, inconcientemente, tratando de hundir su vagina ardiente en lo mas profundo de la boca del viejo la cual emitía unos excitantes ruidos de succión con la boca, señal de que estaba tragandose todos sus flujos, aaaaahhhhhhh luuuuccaassss papi uyyyyyyyyyyyyyyyyyy.
Afuera del departamento de Cielo Riveros sucedía que llegaba don Benito y una vecina con cara de preocupación le decía que había visto al viejo Lucas introducirse al departamento de la colegiala, dejando las bolsas inmediatamente el jubilado y subió corriendo por las escaleras, como tenia llaves del departamento de la chica se introdujo y fue directo a la habitación de la chica tratando de abrirla y al ver que tenia seguro hablando fuertemente y golpenado la puerta dijo. Cielo Riveros (así le decía de cariño) estas bien hija ábreme la puerta.
Fue como un balde de agua fría para la pareja la, chica reaccionando como impulsada por un resorte se safo de los brazos del viejo y comenzó a vestirse apresuradamente, volviéndole la cordura de inmediato.
El viejo golpeo con sus puños la cama por la frustración de no seguir agasajándose a ese tremendo y virginal cuerpo.
-Me lleva la chin…decía por que tenía que venir ese pin…. viejo ahorita, incorporándose de la cama se comenzó a poner su apestosa playera dándose cuenta que la fiesta se había terminado quedándose aun con la verga una tremenda erección se le veía claramente en su bermuda completamente empalmada, tomo entonces a la colegiala por el cuello y amenazándola le dijo.
-Cuidadito y dices una palabra de esto pendeja porque vengo y te mato tú me conoces y sabes de lo que soy capaz de hacer, asintiendo con la cabeza la chica
-Le dirás a este viejo metiche que se te descompuso el baño y vine a ver qué le sucedía entendido
-siiiii contestaba Cielo Riveros con ojos de miedo
Continua la historia de Cielo Riveros la escultural colegiala quien tendrá que someterse ahora a la voluntad de un lujurioso profesor para conseguir su sueño
Cielo Riveros La adolescente aun agitada se vestía apresurada con una blusita y un short, enseguida le quito el seguro a la puerta de su habitación y la abrió, entrando don Benito poniendo una cara de furia al ver al viejo Lucas que lo observaba con una sonrisa descarada, Cielo Riveros se veía con el pelo totalmente revuelto nerviosas, asustada con la respiración agitada y la cara muy roja.
-Pero qué demonios hace aquí usted pregunto el jubilado a don Lucas.
-No se sulfure abuelo vine arreglar una fuga de agua que tenía el baño de esta preciosura y ya quedo solucionado y como no tengo más que hacer aquí me retiro volteando a ver a la chica y diciéndole –hasta luego mi reina ya sabes cuando tengas otra fuga me llamas y yo te la arreglo, saliendo enseguida el viejo lujurioso de la habitación con una sonora carcajada.
Don Benito se dirigió a la chica –que paso Cielo Riveros que te hizo ese desgraciado dime y en este momento le arreglo las cuentas, pero la adolescente le tenía un enorme miedo al viejo Lucas y solo balbuceo –no abuelito no pasó nada así sucedieron las cosas como él dijo tenía una inundación en el baño por una fuga de agua y don Lucas amablemente vino y la arreglo.
Don Benito la miro cariñosamente sabiendo que la chica le mentía y le dijo.
-Hija si más adelante me quieres decir realmente que paso te escuchare siempre tendrás mi apoyo y mi cariño abrasándola tiernamente saliendo enseguida de la habitación y se fue a su departamento.
Cielo Riveros cerró la puerta de su habitación y se tiro a su cama con las palmas de las manos en su cara y comenzó a llorar sacando toda la tensión acumulada por la situación que había vivido con el viejo lujurioso y por qué casi los descubría Don Benito en una situación comprometedora sentía vergüenza y asco al recordar como el viejo la acaricio, la beso y mamo su escultural cuerpo desnudo, no dándose cuenta se quedó dormida completamente agotada.
Al rato la despertaron unos golpes de alguien que clavaba algo con un martillo volteo a ver el reloj vio que se había quedado dormida poco más de una hora, se asomó afuera a ver que sucedía y vio a don Benito clavando algo en la puerta del departamento y acercándose le pregunto qué sucedía, el jubilado le explico que estaba colocando una base de metal para un grueso madero que atravesara toda la puerta y así estaría más segura, por si alguien trataba de forzar la puerta.
Ya más tranquila la chica se dirigió a su habitación para darse un baño e irse a la escuela cuando se quitó su ropa y se vio en el espejo del baño se dio cuenta asustada que tenía los pezones totalmente amoratados, sus pechos llenos de marcas y mordidas sentía un desagradable olor a sudor y a sexo del viejo Lucas y comenzó a sollozar de nuevo un rato para después bañarse y se vistió con una blusa amplia de su mama ocultando y disimulando los moretones de sus senos.
El viejo Lucas quien ya se encontraba en su privado con el resto de la banda bebiendo una cerveza comentaba – como fue a llegar ese pinché viejo cuando ya estaba por cogerme esa apetitosa palomita me dejo más caliente que el infierno tengo una erección en la verga como nunca, el viejo Anselmo dijo- si compadre tuviste en tus manos la mejor vieja que existe en esta colonia por poco te la coges nosotros aquí nos despellejábamos las vergas viéndote en acción pero tuvo que llegar ese viejo metiche.
-Si compadre ahora tengo un dolor en los huevos que no se me quita y la verga dura como un fierro , dirigiéndose a Castulo un viejo de 58 años de raza negra le dijo –ve a la cantina y tráeme a la Miriam Caballero, el viejo Lucas debajo de su privado tenía una cantina de mala muerte donde trabajaban unas prostitutas vendiéndose al mejor postor una de estas era la Miriam Caballero al rato llego la Miriam Caballero era una mujer ya de 43 años algo pasada de peso morena con piernas llenas de celulitis una cara que ya se le veían los estragos de toda una vida de desvelos unos senos completamente caídos oliendo a licor y mascando un chicle.
-Hola mi rey para que soy buena dijo la Miriam Caballero al viejo Lucas.
-Para que más para sacarme la leche de la verga jajajjj dijo Lucas.

-Si mi rey ya sabes que esa es mi especialidad a ver ustedes bola de estorbos váyanse a ver si ya puso la cochina jajajaj dijo la mujer , saliendo los demas dejando solos a la pareja , la mujer deslizo su vestido quedando desnuda no traía ropa interior tenía un vientre abultado los senos completamente flácidos las piernas flacas nada que ver con la despampanante Cielo Riveros la mujer se acostó en un colchón viejo y abrió las piernas esperando al viejo , este se quitó su bermuda y con la verga totalmente dura la penetro la mujer ni se inmuto seguía mascando su chicle acostumbrada a esas situaciones, el viejo Lucas la cogía con rapidez imaginando en su mente que era Cielo Riveros no tardando ni 5 minutos cuando se vino a borbotones dejando a la Miriam Caballero completamente batida de ese espeso semen.
-Lárgate a seguir trabajando, le dijo el viejo la Miriam Caballero se incorporó, se vistió de nuevo y salió del privado el viejo se quedó ahí solo tomando cerveza y pensando en la adolescente no había experimentado nunca una atracción física tan irresistible como la que sentía por Cielo Riveros acostumbrado a tomar todo lo que deseaba sentía rabia al pensar en la apetecible palomita que tuvo en sus brazos y que se le escapo, cavilaba en ella cuando sonó su teléfono y se le dibujo una sonrisa al oír lo que le decían del otro lado del auricular, llamo al resto de la banda y les dijo.
Muchachos prepárense tenemos trabajo me llamo nuestro contacto el objetivo ya está listo salimos esta misma noche para allá, revisen el carro ya que es un viaje largo de 10 horas, Anselmo le dijo- y que pasara con la palomita del cuarto 12(refiriéndose a Cielo Riveros), ese asunto tendrá que esperar hasta que regresemos nuestros negocios no pueden esperar así que preparen todo partimos hoy en la noche, don Lucas y su banda secuestraban personas adineradas de distintos puntos del país tenían un socio que se encargaba de estudiar a las víctimas y cuando la situación era propicia entraban en acción esa misma noche partieron para efectuar su trabajo.
Al otro día la adolescente salió con temor a la calle por miedo de encontrase al viejo Lucas pero respiro aliviada cuando una vecina le comento que los había visto partir con muchas maletas una noche antes respirando aliviada la jovencita y tratando de llevar su vida como antes de que sucediera lo que paso cuando casi la violan pero estaba muy equivocada de ahí en adelante ya nada sería igual.
Una noche que ya estaba acostada en la oscuridad de su recamara vestida solamente con un diminuto bikini, ya profundamente dormida comenzó a tener un sueño húmedo se acariciaba su escultural cuerpo entre sueños sus manos recorrían sus turgentes senos apretando los duros pezones comenzó a soñar en la morbosa situación que había sucedido en esa recamara,como flashasos venían a su mente los momentos vividos con el viejo Lucas sentía esas manos ansiosas que acariciaban y estrujaban su fabuloso trasero y esa boca que mamaba golosa sus turgentes pechos haciéndola estremecer y humedecerse en su rajita su mano estrujaba sus duros pechos y con la otra mano hacia círculos en su ombligo todo esto con el viejo Lucas en su mente en acción bajo más una de sus manos y la metió por dentro del bikini hasta que encontró su virginal rajita ya húmeda con sus dedos estimulaba su clítoris ya hinchado de deseo arqueando su cuerpo sus hábiles e inquietas manos, no dejaron ni un rincón del excitado cuerpo sin recorrer, despertando en cada rincón de la suave piel el deseo y la pasión que escondía su joven y apasionado cuerpo, teniendo varios orgasmos despertó sobresaltada y excitada todavía jadeando empezó a respirar profundamente tratando de controlarse y quedo profundamente dormida de nuevo.
Al otro día se mostraba sorprendida al recordar la masturbación y se desconcertaba al recordar que el viejo dominaba su sueño húmedo se hizo a la idea que era una locura y que no volvería a suceder, en eso se equivocaba cada noche el viejo regresaría en deliciosos sueños húmedos no pudiendo evitarlo gozando de deliciosos orgasmos cada noche.
Cielo Riveros regreso a la normalidad de su vida al no encontrarse Lucas y la demás banda que siempre la molestaban, un día como siempre se dirigía tomar su bus para ir a su escuela caminaba contoneando las caderas deliciosamente, traía puesto su precioso y muy sexy uniforme escolar, una blusa blanca de esas sin mangas y pegada al cuerpo que revelaban un abdomen liso y sin un gramo de grasa, enseñando un generoso escote más de la mitad de ese par de mamarles melones y para completar el cuadro una cortisima minifalda enseñando sus turgentes y potentes piernas y su trasero redondo, carnoso y respingón ,se veía tremendamente sensual con ese andar tan cadencioso era una adolescente que exudaba sexualidad por todo los poros no había hombre que pasara por su lado sin voltear a ver ese carnoso trasero, Cielo Riveros aun estudiaba el bachillerato, pero parecía ya toda una universitaria, levantaba piropos de admiración y vulgares también no tomándolos en cuenta la chica siguiendo su cadencioso andar.
Cielo Riveros era un verdadero bocado, tan linda, tan joven, tan ingenua y los machos trataban de imaginársela desnuda se excitaban viéndola andar, la chica venia cavilando en sus pensamientos las cosas que tenía que hacer en la escuela ese día no viendo al chico de la farmacia que barría la banqueta quien no podía dejar de apreciar el delicioso volumen de sus pechos , se la imaginaba desnuda en la cama , la imagen era insoportable tenía que tocar y acariciar esa piel o se volvería loco, al ver que se dirigía hacia el la abordo.
-Hola como estas preciosa la chica lo volteo a ver y con coquetería femenina le brinda una sonrisa agradable y le contesto –bien gracias, ella veía que los ardientes ojos oscuros del chico tenían una forma muy especial de mirarla y eso le agrado , entonces ella bajo la mirada se sentía cohibida ante la mirada del chico -por qué no me miras me tienes miedo?- es que no te conozco le contesto sonrojada de la cara ,- si tienes razón discúlpame me llamo Rodrigo para servirte preciosa y le extendió la mano ella se la tomo y sintió su varonil mano que le apretaba suave y delicada al mismo tiempo su fina mano, el chico hubiera querido eternizar el momento con tal de prolongar la cercanía de la joven , la chica estaba recién bañada su lacio cabello caía sobre sus hombros , toda ella despedía un delicioso olor a jabón.
-Ya que no somos unos desconocidos espero que algún día me aceptes una invitación a salir le dijo el chico contestándole ella -no creo que se pueda no me dejan salir sola sin permiso pero a lo mejor un día si le dijo ella a el no dejando que el chico fuera a perder las esperanzas totalmente despidiéndose de ella con un beso en la mejilla dirigiéndose a su escuela.
A partir de ese día Cielo Riveros se detenía unos momentos a platicar con el chico cuando se dirigía a su escuela le agradaba su amena platica la hacia reír mucho y se dio cuenta que le gustaba mucho, comparaba a Rodrigo con el viejo Lucas y se daba cuenta que eran diametralmente opuestos el era un caballero la trataba con delicadeza y le daba finas atenciones y no como el viejo desagradable y vulgar , en las noches cuando estaba en sus sueños húmedos poco a poco fue desapareciendo la figura del viejo y fue tomándola Rodrigo pasando agradables momentos en sus sueños con el.
Cielo Riveros vivía en un mundo color de rosa debido a que su madre no le permitía salir a ningún lado cuando no tenía que hacer en su casa se dedicaba a ver telenovelas toda la mañana imaginando que ella era la protagonista y que su príncipe azul velaba por ella y la amaba ,admiraba a las actrices de las novelas y ansiaba ser como ellas era su sueño ser actriz, por eso un día que vio en la escuela una convocatoria para un grupo de teatro experimental que se formaría se emocionó mucho y fue por un formulario y lo lleno con sus datos , imaginándose que ese era el principio de una exitosa carrera .
El maestro que dirigía ese programa teatral era un enfermo sexual que cuanta alumna caía en sus garras se aprovechaba de ella siendo todo eso del teatro solo pretextos para mantenerse cerca de las colegialas que lo volvían loco, había sido corrido ya de varias escuelas en otro estado por las quejas de las alumnas de las que se había querido aprovechar pero como tenía mucha labia llego a esa escuela donde nadie la conocía convenciendo al director de poner en marcha ese programa, era un tipo muy desagradable físicamente se llamaba profesor Tulio era como de 56 años barrigón, calvo, y con unos ojos saltones que le hacían desagradable para cualquier mujer, lo que no tenía físicamente agradable lo tenía en labia, tenía una tremenda labia para envolver a sus víctimas.
Cielo Riveros era de las más bonita y de las más desarrollada físicamente de todo el plantel maestros y alumnos la veían con deseo y admiración , a los dos días la chica vio que salió una lista para los castings dándose cuenta que le tocaría un viernes después de la clase de educación física que era la última ya para salir de la escuela, ese día los de su clase podrían usar la alberca después de la clase de física llevando bajo sus ropas su traje de baño , cuando llego ese día la chica se sentía muy acalorada por lo que al terminar la clase de educación física al igual que sus compañeros de despojo de sus ropas quedando ella en un diminuto bikini, uno de esos que consiste en un tanga en la parte inferior y la parte de arriba consistía en dos pequeñísimos triangulitos que casi no lograban taparla y unidos por unas finísimas tiras de tela, los chiflidos y los piropos no dejaron de escucharse a continuación se veía soberbia todos los hombres parecían perros, aullaban, silbaban y gritaban como enajenados; hasta le dio un poco de miedo se metió al agua colorada de la cara por la vergüenza que luego se le paso al jugar con sus compañeras con un balón , al rato se dio cuenta que se acercaba la hora de su casting y se salió del agua, su cuerpo perfecto emergió del agua, mojado, húmedo, como si fuera una sirena, su figura semidesnuda se dibujaba perfecta se fue envuelta en la toalla al vestidor, y ya no se puso nada en la parte de arriba solo se fue con el sujetador del traje de baño donde se marcaban sus duros pezones, y una minifalda cortísima y abierta saliendo apresurada al famoso casting al llegar se dio cuenta por la ventana que estaba otra chica en la oficina del profesor Tulio , después de un momento salió la chica que estaba antes de ella con una cara enojadísima y azoto la puerta diciendo –viejo estúpido, Cielo Riveros se quedó ahí hasta que oyó la vos aguardientosa del profesor diciendo que pase la siguiente.
Cielo Riveros al traspasar la puerta se quedó extasiada viendo a la pared al profesor Tulio retratado con famosos actores y actrices que veía en sus telenovelas, no sabiendo la chica que todo era un truco de fotomontaje para deslumbrar a jóvenes inocentes e ingenuas como ella y conseguir sus sucios propósitos.
-Pásale preciosa le dijo el viejo sentado detrás de su escritorio comiéndosela con los ojos , se levanto y dirigiéndose a Cielo Riveros le dijo –mucho gusto en conocerte linda, ella le devolvió el saludo no dejando de ver las fotos en la pared de la oficina el viejo a continuación le dijo yo descubrí a todas esas estrellas de hoy de la televisión soy un descubridor nato de talentos ellas fueron como tu cuando comenzaron solo unas colegialas pero yo las forme y ahora me agradecen mucho el hecho de que por mi están en el estrellato, la chica estaba extasiada pensaba que por fin su sueño se haría realidad, -mira nena un par de piernas y un rostro agradable es suficiente para empezar ….anda cuéntame cuáles son tus aspiraciones le decía el profesor quien la oía sin oírla más atento a las formidables redondeces de la escultural colegiala.
El viejo le dijo ven vamos a ver que tan buena eres si tienes madera lo vio dirigirse a las cortinas y cerrarlas quedando semi oscura la oficina veía que la mirada del viejo traspasaban su poca ropa que llevaba se sentía desnuda delante de el en ese momento se arrepintió no haberse vestido un poco más debido a las prisas de que se le hacía tarde para el casting –vamos hacer una prueba de dos amantes quiero ver si tienes pasión y aptitud para el papel de chica que estoy buscando tienes que actuar como una amante que espera ansiosamente a su hombre y al verlo da rienda suelta a su pasión guardada se natural solo déjate llevar, el viejo se acercó a la nerviosa chica veía en esa mirada del profesor Tulio la misma ansiedad y lujuria del ya casi olvidado viejo Lucas acercándose a la colegiala ,Cielo Riveros sentía miedo y repugnada por ese hombre obeso ,calvo y con esos ojos saltones como de sapo que le miraba el busto y las piernas descaradamente.
Ella bajo sus parpados para evitar esa quemante mirada tomando a Cielo Riveros por su breve cintura la beso en los labios al contacto de esa ardiente boca ella lo rechazo empujándolo-pero que demonios te pasa quieres o no quieres ser una estrella de televisión si no quieres puedes retirarte y no me hagas mas perder mi tiempo dijo el profesor presionándola psicológicamente , Cielo Riveros en su ingenuidad pensaba que esa era una oportunidad única para cumplir sus sueño y dócil y mansa se dirigió al viejo disculpándose -lo siento profesor no volverá a suceder continuemos de nuevo.
Esa actitud envalentono más al viejo al mirarla el lujurioso profesor sonríe con su boca llena de babas por el bocado que estaba ahí a su disposición y le dice con aquella cara de sádico –eres una jovencita muy linda ella tenía la mirada en el piso, el viejo la tomo por el mentón y alzo su hermosa cara acercando su babeante boca a la de ella y besándole los hermosos labios asquerosamente tomo los brazos de ella y los paso alrededor de su cuello mientras el la estrechaba por la breve cintura.

Los dos se fundieron en un largo y prolongado beso de lengua como si fueran novios, el viejo al tenerla tomada por su breve cintura la pegaba a el sintiendo la deliciosa suavidad y dureza de la escultural adolescente, estrechaba más ese turgente cuerpo , el viejo tenia mal aliento y sus bigotes le picaban los labios a la chica mientras la lengua de Cielo Riveros tenia una lucha intensa con la lengua pegajosa y húmeda del fogoso profesor , su aliento era a alcohol , tabaco, ajo y aliento de viejo.
Cielo Riveros Ella callada, dócil y sumisa, se dejaba hacer todo lo que quisiera el lujurioso profesor no quería volver a contradecirlo y perder su oportunidad de llegar hacer actriz, estaba temblando, notaba como su cuerpo era un manojo de nervios sus mejillas encendidas delataban su turbación el viejo con sus manos recorría la suave y desnuda espalda de la nena (recuerden que ella solo estaba vestida con el pequeño sujetador de su traje de baño y una cortisima minifalda) – mmmm….tienes una piel suave como de bebe le decía al oído el lujurioso maestro, como ventosas las manos del viejo se incrustaban en el apetecible cuerpo de la jovencita.
Cada caricia del sudoroso viejo empezaba en la espalda y la terminaba en el fabuloso trasero de la hermosa y juvenil adolescente, no dudaba el fogoso viejo en apretar ese par de nalgas duras y llenas de carne, sus manos ansiosas y sudorosas recorrían el escultural cuerpo como si quisiera remodelarlo, -que ricos cachetes tienes preciosa, dijo el viejo al tiempo que sobaba obscenamente las juveniles nalgotas, en una de esas que estrujaba el carnoso trasero el viejo introdujo sus manos bajo la minifalda de la chica y le tocaba las piernas desnudas, eran muy suavecitas, sus manos ásperas sudorosas subieron hacia el fabuloso trasero se lo manoseaba estrujando esas nalgotas sólo cubiertas por su diminuto bikini, se sentía el calorcito y como temblaba el fabuloso cuerpo de la chica.
El viejo no dejaba de besar esos carnosos, apetecibles, maravillosos labios de la espectacular adolescente , de la boca de la sensual colegiala solo se oían apagados quejidos al sentir que las caricias del profesor eran cada vez más atrevidas -mmmmmmmggg mmmmmmmggg y se retorcía en un inútil intento de evitar que las ansiosas manos del viejo se introdujeran bajo su minifalda los dedos del viejo se deslizaron bajo el bikini disfrutando la turgencia de esas nalgotas , el viejo a continuación trataba de introducir los dedos en el cerrado agujerito posterior de la chica presionaba y presionaba haciendo círculos tratando de vencer la resistencia de su cerrado culito- mmmmmmmggg mmmmmmmggg se oían los ahogados quejidos de la boca de Cielo Riveros ante el asfixiante y asqueroso beso del viejo.
Cuando por fin los ansiosos dedos vencieron la resistencia del agujerito posterior de la chica, el fogoso viejo sentía en sus dedos que emanaba un rico calorcito la chica por un momento se safo del asfixiante beso y balbuceo –Por favor déjeme ya …por favor, el lujurioso viejo se recreó mirando aquellos ojazos verdes espantados sin dejar de hacer lentos círculos suaves en el culo de Cielo Riveros alternándolos con metidas y sacadas el viejo estaba hechizado por ese cuerpo que invita al desenfreno y a la lujuria, acerco su cara al mi oído de la adolescente y dijo -qué buena estás, mamacita.
Para enseguida volver a besarla asquerosamente en los labios y apretarle el desquiciante trasero, a continuación sus sudadas manos subieron por la juvenil espalda mientras la ansiosa boca besaba el desprotegido cuello esto la estremeció ya que la chica seguía con sus brazos alrededor de la nuca del viejo por temor a que se volviera a enojar lengueteba la oreja y el cuello de la colegiala haciendo que se contoneara por los escalofríos de sus sensibles partes, la chica nada más abría y cerraba los ojos sintiendo como su cuerpo empezaba a reaccionar a tales caricias y lengüeteadas, por momentos le volvía a sobar las sabrosas nalgotas mientras la besaba en los carnosos labios , hasta que cargó nuevamente hacia su sensible cuello y otra vez le inundó un temblor en el cuerpo –no,no me haga esto inquirió la colegiala su voz era apenas un susurro.
Ella seguía dejándose hacer por el viejo y comenzó su boca hacer leves gemidos estaba empezando a sudar, su aroma era delicioso, el calor que brotaba de la boca del macho sobre su piel la hacía estremecer aahhhh las manos incansables le estrujaban con ansia las sabrosas nalgotas , sentía el ardiente aliento del viejo en su cuello y sus hombros-noo ohhhh, nooo ohhhhh, me da pena balbuceaba la chica, al besar el cuello una y otra vez empezó a recorrerle un escalofrío por el escultural cuerpo de Cielo Riveros instintivamente cerro los ojos y levanto la cabeza dejando que la lengua salivosa del viejo le recorriera todo el cuello ella vibraba y respiraba profundamente.
Teniéndola abrasada contra busco en la espalda el broche del sostén la chica al darse cuenta de sus intenciones en un débil momento de lucidez dijo –noooooo,pero fue demasiado tarde los enormes y duros pechos de la chica saltaron libres de sus ataduras, eran unos pechos soberbios, redondos, macizos y rotundos en los que destacaban poderosamente los pezones erectos, -mierda que tetas..son enormes decía el viejo babeándose y sin mas preámbulos tomo cada uno de los turgentes pechos con una mano y sin esperar mas el caliente profesor se abalanzo sobre los melones de la colegiala mamándolos con desesperación cuando sintió la lengua del viejo succionándole los pezones casi se desmaya de placer un intenso escalofrió le recorrió todo el cuerpo -que buenas tetas decía el fogoso viejo , las primeras sensaciones de excitación llegaron a ella ahhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhh ante la golosa mamada del viejo ,sentía en su rajita ese conocido cosquilleo que le enervaba los sentidos .

Los besaba y los chupaba como el mas rico manjar que jamás había probado los senos reaccionaron ante tales estimulaciones aumentando de volumen y de dureza al contacto de la boca golosa mientras las manos estrujaban los senos y apretaban los pezones circularmente, el viejo sentía como ella empezaba a gemir con mas intensidad Ahhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, mmmmmmmmm, ahhhhhhhhhhh, mmmm.
La joven por momentos parecía perder el conocimiento en medio de una sensación poderosa que le sacudía todo el cuerpo que la llevaba a aferrarse a la calva y asquerosa cabeza del viejo, como se aferraba a las sábanas cuando se masturbaba en su cuarto, ella se estremecía y respiraba agitadamente- -ahhhh papi que riiiiiico ahhhhhh papi gemia Cielo Riveros presa del deseo ya su virginal rajita se humedecía constantemente ante tanta estimulación ,el viejo sentía que esas redondas formas de la adolescentes lo enervaban tanto que lo llevaban al desquicio, las mamadas y caricias del fogoso viejo arrancaban de los juveniles labios gemidos y jadeos, el viejo con su golosa boca le mamaba sin pausas alternadamente los senos y con la otra mano estrujaba el otro seno, mordía mamaba con su larga lengua, lo hizo con tal maestría, que la adolescente sentía sucesivas andanadas eléctricas que surcaron fulminantes todo su escultural cuerpo, produciéndome trastornadoras sensaciones placenteras y agradables, los durisimos senos llenaban alternadamente su boca glotona del viejo, mientras Cielo Riveros gozaba de las excitantes caricias que las ansiosas manos repartían generosamente en el resto del cuerpo -ahhhhhhhffff ahhhh ahhhh ahhgggggggg gemia descontroladamente Cielo Riveros era todo un espectáculo como la disfrutaba ese asqueroso viejo.
El calor sexual empezaba a consumir a la chica, cerraba sus hermosos ojos verdes y se dedicaba a gozar de las caricias del viejo lujurioso quien loco de pasión y hambriento de deseos, recorría cada centímetro del despampanante cuerpo de la colegiala despertando intensos fluidos que preparaba su epidermis haciendo que la chica desfalleciera de placer,- qué cuerpo eres una diosa nena le decía al oído el profesor -eres una delicia tus pechos firmes carnosos que no los puedo abarcar con mis manos y boca, enseguida el viejo con la rasposa lengua hacia círculos en todo la aureola hasta finalizar en el pezón, que lamía y chupaba con glotonería, sentía en ese momento cómo la chica vibraba de placer.
En eso estaban cuando el viejo la soltó y se encamino con ella dócil de la mano a un sofá que había en su oficina a continuación se comenzó a bajar los pantalones junto con los calzoncillos dejado salir libre una tremenda verga erecta venosa palpitando sobresalía de entre una abundante mata de pelos negros y se sentó con las asquerosas piernas abiertas, la chica nunca había visto un pene y menos de ese tamaño – quieres verga?, quieres comerte una buena verga? le decía el viejo, la joven temblaba y eso le daba seguridad al caliente maestro quien, aprovechando la sumisión de su víctima la obligo arrodillarse y tomándola de la cabellos le decía -mámamela la chica se sentía desconcertada no sabia que hacer, así que la tocó con la punta de la lengua, y sintió un gusto salado, enseguida comenzó a lamer alrededor de la roja cabeza – chupa fuerte que no te ciento inquiría el viejo e instintivamente la excitada chica comenzó a mamársela se lo metía en la boca, y empecé a chupar con avidez, -nena, nenita, así… si.. ahhh, sigue ahhhh
eso, ahora recorre la cabeza con tu lengua decía el viejo ante las sensaciones que le hacía sentir la sabrosa boca de Cielo Riveros – Señorita… que boca, que sabroso mamas.
Cielo Riveros seguía con su labor se la chupaba ardientemente saboreando esa magnífica verga casi hasta atragantarse, su boca sentía en su interior esa tremenda dilatación del rígido miembro, el viejo hacia esfuerzos para contenerse y empleaba en ello todo su autodominio para prolongar el placer que esa deliciosa boca y labios le proporcionaban de pronto Cielo Riveros comenzó a sentir que aquel tremendo miembro tenía algunos espasmos en su boca y el viejo dijo – ah me corro, te la voy a dar, tomo firmemente a Cielo Riveros de la cabeza y disparo la primera de varias cargas de semen llenándole la boca a la chica con el lechoso liquido la chica seguía con su labor mamándole y ordeñándole la verga y sin dudar siguió tragando, el profesor largaba unos sonidos de placer entre dientes -haa… haa.. haa… siii así cachorrita, toma toda la lechita de tu macho.
A continuación el viejo con el miembro flácido se incorporó subiéndose los pantalones y dejando a la pobre Cielo Riveros arrodillada y jadeando el profesor le dijo –te puedes retirar el lunes daré los resultados del casting nena ahí sabrás si quedaste en el elenco le dijo el viejo para a continuación reírse con una sonora carcajada Cielo Riveros se incorporó poniéndose el sujetador de su bañador para enseguida salir de la oficina del profesor y dirigirse a los vestidores para cambiarse e irse a su casa.
La colegiala se quedó ahí de rodillas totalmente desconcertada por lo que había sucedido, el viejo profesor salió de la oficina dando un portazo y subiéndose la cremallera del pantalón con una gran sonrisa de oreja a oreja, Cielo Riveros quedo arrodillada en el suelo tratando de tranquilizarse, por la comisura de los labios resbalaban hilillos de asqueroso semen del lujurioso profesor, ella tosía para expulsar de su garganta los restos de semen tratando de sacarse el gusto de ese sabor que le quedo en la boca.
Cielo Riveros Ya más tranquila se levantó la nena busco su sujetador colocándoselo sobre sus formidables tetas, y a continuación salió de la oficina para dirigirse a su casa, al llegar como autómata se dirigió a la ducha se encontraba en unas condiciones físicas y mentales deplorables pero mediante una larga ducha y el ingresar toda su ropa a la lavadora se dispuso a dormir hasta bien entrado el día siguiente que era fin de semana.
Al otro día no salió para nada todo el día se la paso haciendo el quehacer de la casa, su mama había salido de paseo y no regresaría hasta muy tarde, ya en la noche en la intimidad de su recamara acostada boca abajo en su cama ,tomo su diario el cual era su fiel confidente, y empezó a detallar sus experiencias vividas el día anterior hasta que llego a lo del casting y no pudo evitar recrearlas en su mente y sentir un estremecimiento al recordar como el viejo Tulio la hizo sentir un tremendo placer en su cuerpo al llegar a la parte de cuando le mamo la verga sintió una mezcla de vergüenza y satisfacción, confundida al sentir satisfacción por ese viejo asqueroso apago la luz y se dispuso a dormir.
Llego el lunes aún tenía una gran confusión respecto a lo que había sucedido, no podría decirse que estaba traumada pero la verdad es que no terminaba de creer lo que había hecho en el casting. poco a poco empezó a bloquearlo en su subconsciente dando por terminado todo eso de querer ser actriz máxime que al platicar con otras compañeras de su colegio supo que el viejo Tulio era un depravado sexual al quererse aprovechar de una alumna como lo hizo con Cielo Riveros pero esta lo denuncio con el director quedando todo en que le llamarían la atención ya que el viejo Tulio se defendió diciendo que la chica estaba confundida que el era un gran profesional del teatro y bla bla bla ya saben que tenía una gran labia este depravado viejo.
La colegiala siguió en su vida normal de su casa a la escuela y de la escuela a su casa, lo que la hacía salir de la rutina diaria era sus amenas platicas con Rodrigo el chico de la farmacia quien insistía a la hermosa colegiala en salir a dar la vuelta en verdad el chico estaba loco por la formidable colegiala, pero quien no, si traía loco a todos los machos de la colonia en verdad que era una diosa hecha mujer.
Un día estaba el chico en la farmacia y vio en su reloj que eran la una y media de la tarde se apresuró a salir a sabiendas que era la hora que pasaba Cielo Riveros ya que ella estudiaba en las tardes, y no se equivocó la vio con su cadencioso andar dirigirse a donde estaba el cómo todo los días venia vestida con el uniforme escolar, su curvilínea figura se adivinaba bajo las ropas de colegiala se notaban sus portentosos senos solo cubiertos por su blusita con un escote que dejaba muy poco a la imaginación y un chaleco que por el tamaño de los senos casi no le cubrían nada, su minifalda tableada que tapaba su carnoso trasero y dejaba a la vista sus potentes y torneadas piernas era una chica llena de curvas de miedo, todo esto coronado por un bellísimo rostro de niña todavía sin ninguna imperfección con unos grandes ojos verdes pero evidentemente lo que más llamaba la atención era su cuerpo, que a pesar de sus 18 años, era ya el de toda una mujer, y todos los machos al verla se le ponía muy dura la verga con solo mirarla.
El chico al verla se le ilumino el rostro era como ver un ángel en la tierra.
-«Hola Rodrigo» le dijo la chica con una voz melodiosa.
-«Hola Cielo Riveros » le dijo el chico tomándole de la mano y acercándose a la colegiala para darle un rico beso en la mejilla que para el era sentirse en la gloria.
-«Como estas, sabes te quería invitar a una noche disco que habrá en el parque de la colonia el sábado, pero ya sé que tu mama no te dará permiso» poniendo el chico una cara de triste resignación que conmovió profundamente a Cielo Riveros quien dándole una esperanza le dijo.
«-Me da pena Rodrigo has de pensar que no quiero salir contigo, pero no es así, si por mi fuera saldría todo el día contigo porque me caes muy bien, pero mi mama es muy estricta conmigo no me permite salir a pasear a menos que no sea con ella o con mi abuelito, pero voy hablar con ella voy hacer todo lo posible para ir a esa noche disco ya que es cerca de mi casa en el parque.
El chico le sonrió al ver que por lo menos tenía una leve esperanza.
La chica a continuación le dijo «mañana voy ir al centro me manda mi mama al correo a dejar unas cartas y a pagar unos abonos a la mueblería no se si puedas acompañarme y de ahí me invitas un café le dijo.
«- claro que si «dijo el chico «mañana le digo al dueño que me de permiso y te acompaño al centro.»
«-Ok entonces mañana te espero a las 9 de la mañana en el parador de los buses que van al centro» le dijo la chica para a continuación despedirse para irse a su escuela.
Al otro día Rodrigo se paseaba nervioso en la parada había llegado desde media hora antes ansioso y emocionado al saber que saldría con una beldad de mujer, cuando al voltear a su derecha la observo como a 30 metros que venía Cielo Riveros preciosamente arreglada esa mañana hacia calor, y la chica llevaba puesto un vestido de una sola pieza con tirantes a los hombros con un escote que era imposible no ver esos melones que tenía por senos a partir de la cintura estaba pegado al cuerpo, y llegaba hasta unos 10 centímetros por arriba de las rodillas dejando descubiertas esas portentosas piernas y su carnoso trasero, para rematar sus botas negras a la rodilla que en conjunto con el vestido la hacían ver bastante sexy.
Rodrigo observo que los hombres la miraban lujuriosamente algunos incluso le decían piropos muy atrevidos eso provoca que Cielo Riveros moviera más instintivamente ese par de nalgotas al caminar.
«-Hola eres puntual «le dijo Cielo Riveros al chico quien estaba anonadado no podía creer que seria acompañante de tremendo forrazo de chamaca.
«-eeeee esste si» contesto nerviosamente dándole un beso en la mejilla.
Llego el bus y se fueron platicando de cosas triviales hasta llegar al centro y dirigirse primero al correo y luego a pagar los abonos de la mama de la chica.
Al ir caminando luego de cumplir con los mandados por el centro la chica se maravillaba con las tiendas y se adelantaba como una niña emocionada a ver los aparadores de las tiendas de ropa esto lo aprovechaba el chico quien con la mirada la recorría desde los pechos hasta las redondas nalgas o al agacharse para ver más detalladamente los aparadores el chico se recreaba mirándole las piernotas y casi las nalgas, luego cuando la nene se volteaba para señalarle algo , el chico tenía que hacer un gran esfuerzo mental para evitar que su tranca se pusiera tiesa y que ella lo notara.
Pero Cielo Riveros estaba más emocionada por el paseo que para ella era algo extraordinario salir de la pesada rutina se divertía como una niña de 10 años emocionada al ver las grandes tiendas de ese centro comercial y es que ella su mentalidad era todavía inocente de una chica sin malicia lo que no le ayudaba para nada es que ese cuerpazo que tenía ya muy desarrollado que tenía necesidades pedía sexo aunque ella mentalmente no lo deseara, pero los machos si lo notaban por eso la acosaban principalmente los viejos.
Poco después se encaminaron a un café que había en la parte alta del centro comercial al llegar a las escaleras eléctricas ella se adelantó a Rodrigo, mientras subían para el chico era inevitable que observara aquellas formas redondas de su cuerpo, sus nalgas, sus piernotas torneadas, su mirada se posaba en sus caderas y en su fabuloso culo ufff, le podía ver un mini bikini que destacaba sus formas bien redondeadas, estaba en la gloria nada más de verla.
Llegaron al café y se sentaron en una meza, ahí el chico disimuladamente cuando Cielo Riveros volteaba la cabeza para observar algo, aprovechaba para ver su maravilloso par de tetas, grandes, redondas apetecibles su canalito debía llevar a la perdición no podía dejar de apreciar el volumen de sus pechos y cuando cruzó las piernas, le pudo ver sus magníficos muslos mostrándoselos inocentemente la chica descuidadamente por completo casi hasta el bikini.
Tomaron café, platicaron rieron en verdad la estaban pasando bien, al salir del café pasaron por unos cinemas del centro comercial el chico le dijo a Cielo Riveros que si quería podían entrar a ver una película la chica se quedó pensando observo su reloj eran las 11 de la mañana era temprano todavía y dijo que si que estaba bien que el escogiera la película , mientras Cielo Riveros observaba los cartelones el compro dos boletos para ver la película de Exorcista 2 entraron en la sala que estaba casi vacía por la hora de la mañana había solo un par de chicas con uniforme de secundaria que se ve andaban de pinta y un señor como de 50 años que estaba durmiendo en el sala , la chica al entrar a la penumbra de la sala porque ya había comenzado la película se tomó de la mano de Rodrigo quien estaba sumamente nervioso al sentir la suave mano de su diosa.
El chico le dijo vámonos hasta atrás de ahí se ve mejor la película se encaminaron hasta la última fila y se sentaron ella no le soltó la mano al chico al sentarse, y eso le agrado a él pensando que no le era indiferente, comenzó la película, y el aire acondicionado de la sala al estar casi vacía comenzó a hacer que se empezara a bajar la temperatura haciendo que Cielo Riveros por lo ligera de sus ropas le comenzaran a castañear los dientes.
«-tengo frrrio Rodrigo.»
«-si estos del cine yo no se por que ponen el clima tan fuerte.»
Pasando su brazo izquierdo el muchacho por los hombros de la chica la abrazo ella al sentir el cálido abraso se pego mas a el recargando su cabeza en el hombro del chico, este ya no prestaba atención a la película estaba en la gloria sentir esa suavidad de la piel del brazo de la chica y su perfume embriagador, su mano acariciaba lentamente la suave piel del antebrazo de Cielo Riveros, teniendo una vista esplendorosa de los senos de la nena al tener ella recargado su cabeza del hombro del chico.
Y empezó a tener una deliciosa erección disfrutando el momento, en eso hay un grito en la película que la chica hasta brinco del susto y más se pego al chico ella tomándole con sus manos la mano derecha del chico lo puso muy cerca de los senos de ella y le dijo.
– «no me sueltes que tengo miedo.»

Rodrigo se estaba calentando por la situación sentía el delicioso aroma de sus cabellos de la nena y como las finas manos de Cielo Riveros le apretaban suavemente sus dedos uno por uno por el miedo de la película de terror le causaba a la colegiala, la chica mantenía la mano de Rodrigo muy cerca de sus senos, en un momento que se movió ella para acomodarse inconscientemente pego la mano del chico en sus globos de carne, Rodrigo estaba que tenía una erección tremenda ya ni veía la película solo cerraba los ojos y se dejaba llevar por lo delicioso del momento .
En eso en una escena de la película donde se ve la chica exorcizada gritando y sacando espuma de la boca Cielo Riveros volteo la cara espantada quedando muy cerca del rostro de Rodrigo a escasos 2 centímetros y se dieron un beso espontáneo y se quedaron viendo para enseguida volverse a dar otro beso pero ya más largo fue un largo y profundo Rodrigo cada vez estaba más caliente y comenzó a besar y a chuparle su oreja, ella se inmovilizó, le sorprendió muchísimo y se puso muy nerviosa y con tono sorpresivo sintió que la piel se le ponía chinita, comenzaba a tener escalofríos y la voz cortante.
«-Rodrigo me haces cosquilla» el chico no dijo nada siguió lengüeteándole la oreja a la adolescente a sabiendas que es una parte muy sensible de las mujeres.
Cielo Riveros sólo cerró sus ojos y se dejaba hacer sintiendo ese delicioso escalofrió por toda su piel su respiración se comenzó agitar el chico no dejaba de morderle suavemente el lóbulo de la oreja para que a continuación introducir la lengua en la oreja de la nena lo que le producía cosquillitas agradables a Cielo Riveros, Rodrigo con su mano izquierda se iba directo a su nuca dándole masaje despacito y acariciándoselo muy suavemente la niña cerraba sus ojos y se retorcía despacio gozando de todo aquello, con la otra mano lenta y suavemente primero acariciaba los senos de la nena para a continuación introducir la mano por el escote y sentir el pezón que estaba hinchado ya Cielo Riveros arqueaba la espalda por tanta estimulación el chico ya con más confianza amasaba fuertemente los deliciosos melones de Cielo Riveros ella solo cerraba sus ojos y se mordía los labios y él le decía al oído –»que grandes tetas y que duras están .»
La volvió a besar en los gruesos y deliciosos labios luchando su lengua con la lengua de ella para después bajar al sensible cuello de la chica haciendo que la chica suspirara y echara la cabeza hacia atrás esto lo aprovecho Rodrigo para comenzar a deslizar los tirantes del vestido de la chica hacia abajo sacándole por completo los pechotes a la nena para a continuación llevarse una de esas formidables tetas a la boca y comenzar a mamarlo los lamía y los mordisqueaba alternadamente Cielo Riveros lo abrasaba por el cuello y pasaba sus dedos por la nuca del chico acariciándole suavemente el pelo arqueando la espalda y gimiendo
«-Ahhhhhh, ahhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh que riiiiiico ahhhhhh.
El chico mamaba con avidez esas duras y deliciosas tetas del bombón que tenía a su lado disfrutaba lamer con la lengua el durísimo pezón mientras con la otra mano estrujaba el otro seno, ella seguía dejándose llevar y cada vez gemía más, estaba empezando a sudar a pesar de que el aire acondicionado del cine estaba a todo su nivel, su aroma era delicioso, el chico entonces bajo una de sus manos a la rodilla de Cielo Riveros para a continuación empezar a acariciarle suavemente la rodilla , poco a poco empezó a subir la mano por las deliciosas piernotas de la chica se las acariciaba por la cara interna eran muy lisitas , muy suaves y muy carnosas.
Cielo Riveros por un momento al sentir que esas manos sudorosas y ansiosas estaban subiendo mucho por sus piernas le dijo con voz entrecortada.
«Pooor favorrrr noooo siiiigas» y cerrando sus piernas atrapando la mano de Rodrigo entre en medio de las piernotas , el chico no dijo nada solo que comenzó a comerle golosamente los sensibles melones de la ya excitada colegiala haciendo que la chica arqueara la espalda aflojando la presión de sus muslos sobre la mano de Rodrigo dejándole el camino libre para seguir ascendiendo , el chico sentía en su mano el calor que despedían las piernas de la adolescente, tenía una erección como nunca en su vida y como no si tenía a una preciosa chamaca con un cuerpo escultural que le quitaba el sueño y que lo enloquecía por ella todas las noches se masturbaba en su cama soñando que la besaba que la acariciaba que tocaba todo sus deliciosos rincones y ese sueño era realidad a esa hora, Rodrigo en esos deliciosos momentos no se cambiaba ni por el hombre mas rico del mundo.
La respiración de Cielo Riveros se había ido convirtiendo en un jadeo que era delicioso a los oídos de Rodrigo.
«-Ohhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhh miii amooor jadeaba Cielo Riveros
Poco después la colegiala abrió de forma instintiva sus muslos y empezó a gemir de manera más clara presa ya esas sensaciones que la enloquecían, la mano de Rodrigo que hurgaba las piernas de Cielo Riveros por fin llego a tierra prometida sintió la humedad y el calor que emanaba de la virginal rajadita de la nena introdujo un dedo haciendo a un lado la tanga y comenzó a acariciarle el sexo desprotegido y con sus dedos abrió los labios vaginales delicadamente que para esos instantes ya estaban húmedos para enseguida comenzar a acariciarle la deliciosa rajadita con los dedos cuidadosamente sabiendo que la nena era virgen y para no lastimarla.

Cielo Riveros «-Ahhhhhhhhhhhh ohhhhhhhhhhhhh diiiiooos miiiooooo» gritaba y jadeaba mientras que se retorcía como una serpiente la nena, de la película ya ni se acordaban los dos ambos jadeaban sin control, …sus carnes lujuriosas de Cielo Riveros saciaban los deseos de Rodrigo, sus piernotas su rajadita, su espalda, sus tetas… toda ella, estaba al alcance del chico , palpaba a placer sus senos, lamía y succionaba sus apetecibles pezones la dedeaba suavemente en la rajadita estremeciendo a la escultural colegiala , ella…gemía trastornada-«síii… así…. papito».
En esas estaban cuando de pronto se encendieron las luces del cine la función ya había terminado Cielo Riveros al darse cuenta de esto se apartó del chico rápidamente y se subió los tirantes de su vestido y su sostén sus bellos ojos verdes se posaron en Rodrigo mientras se acomodaba la ropa tenía la mirada ida y su frente perlaba de sudor en eso bajo la mirada a su pantalón y vio que tenía una tremenda erección parecía una carpa de circo lo único que hizo la niña fue agachar la cabeza roja como un tomate para enseguida levantarse y salir de la sala sin esperar al chico llena de remordimientos y de vergüenza por haberse dejado llevar por sus instintos.
Y a afuera del cinema el la alcanzo lleno de angustia pensando que ella se había enojado por lo que hicieron en el cine y le dijo.
» Cielo Riveros discúlpame por favor me deje llevar no supe controlarme por favor discúlpame»
Ella lo volteo a ver con los ojos llenos de lágrimas y le dijo
«No tengo nada que disculparte si no estoy molesta contigo lo que pasa es que siento una gran vergüenza por lo que paso que vas a pensar de mi»
Él le dijo» no tienes por qué avergonzarte lo que paso fue algo maravilloso yo te amo y si tu sientes aunque sea un poquito de cariño por mi te pediré si quieres ser mi novia» le decía al mismo tiempo que la tomaba de las manos aceptando ella y ya más tranquila se fueron abrasados a su casa de ella despidiéndose cuando llegaron a su colonia, tenían que ser cautos porque por el momento nadie debía saber que eran novios por que le podían ir con el chisme a su mama de la chica.
En la escuela preparatoria donde estudiaba Cielo Riveros trabajaba de conserje un hombre viejo de unos 58 años barrigón y con cara de degenerado, que siempre andaba traspirado y sucio debido a que hacia el aseo en todos los salones ,era un hombre moreno como de de 1.70 de estatura conocido en la escuela como el cojo Juan ya que tenía una pierna más corta que la otra, lo que le provocaba una leve cojera al caminar que lo hacía ver mas horrible , era viudo desde hace varios años por lo que veía a las deliciosas colegialas como un manjar lejos y prohibido, era un depravado que gustaba de espiarlas cuando se metían a bañar en las regaderas después de las clases de educación física ya que junto a las regaderas de las chicas existía un cuartito donde se guardaba todos los utensilios para asear los salones y el viejo se las había arreglado para hacer un hueco disimulado para espiar a las colegialas y masturbarse viéndolas completamente desnudas.
Al otro dia después de salir Cielo Riveros con Rodrigo estaba en su clase de educación física en la escuela al terminar la clase las chicas se fueron a jugar voleibol y los varones fútbol pero ella se fue derecho a ducharse porque quería apartarse un poco para escribir en su querido diario todo lo acontecido con Rodrigo el día anterior, llego a las duchas se quitó lenta y sensualmente su ropa para enseguida quedarse bajo el chorro de la regadera que recorría su escultural cuerpo parecía una diosa convertida en mujer , la adolescente muestra en todo su esplendor su juvenil y escultural cuerpo era un bocado , un manjar de reyes no dándose cuenta la chica que el cojo la espiaba deleitándose con el espectáculo era delicioso ver como se enjabonaba su par de inmensas tetas, que tetas tenía la niña esa, las tenía adornados con un par de pezones grandes y oscuros rodeados de unas aureolas igualmente grande e impresionantes, unos buenos pechos para una nena de tan solo 18 años el cojo tenía la vista en ese par de melones que tenía por senos la nena ni parpadeaba el viejo, los senos se elevan majestuosos retando a la fuerza de gravedad que no les afectaban todavía a pesar de su tamaño .
La chica pasaba el jabón por sus pechos , por su abdomen liso era un espectáculo por el que algunos hubieran pagado gustosos para verlo, solo el cojo era testigo dándose unos jalones en la verga sin dejar de ver a la chamaca en eso la chica al llegar con su mano a su bajo vientre sintió una sensación muy placentera y comenzó a acariciarse su caliente conejito cerrando los ojos y disfrutando de las electrizantes sensaciones el viejo conserje sintió que se venía dejando salir un potente chorro de semen y cayendo sentado en el suelo exhausto por el espectáculo presenciado.
Cielo Riveros se vistió después de la ducha y salió a sentarse en una banca bajo unos frondosos y frescos arboles algo retirados, sabía que tenía todavía 40 minutos antes de que entraran a la siguiente clase y se puso a escribir en su querido diario todo lo que había sucedido el dia anterior con Rodrigo por momentos al escribir suspiraba la chica al recordar los deliciosos momentos pasados.
Así estaba descuidada escribiendo en su diario no dándose cuenta que el cojo se acercaba a ella por la espalda al llegar junto a ella desde atrás el viejo se quedó quieto contemplando el escote de la chica su mirada estaba clavada en los botones desabrochados de la blusa , el viejo se estaba calentando de nuevo, observaba también ese precioso par de piernotas torneadas que las tenía cruzadas la nena la visión era excitante en eso se le ocurrió algo y volteo para los lados vio a lo lejos que estaban los salones como a unos 80 metros y que los compañeros de Cielo Riveros retozaban jugando pelota acomodándose la tiesa verga con la mano saludo a la chica.
«hola preciosa» le dijo la chica recién se había dado cuenta de que tenía alguien al lado, sobresaltándose por no esperar que estuviera alguien tan cerca.
«hola don Juan»(a si se llamaba el viejo conserje)»que susto me acaba de dar» le dijo la chica.
«j aja ja» se rio el cojo Juan sentándose a lado de la hermosa colegiala, a ella la ponía incomoda al ver como ese viejo la miraba sin disimulo las piernas y el escote de la blusa, en eso la chica descuidadamente levanta sus manos para acomodarse el cabello haciendo resaltar bajo sus ropas esos tremendos melones, el macho estaba tenso la sangre se le agolpa en el cerebro y no era para menos, la silueta de la colegiala era perfecta, la carne provocativa de sus pechos resaltaban por una notable firmeza y unos pezones rígidos enmarcados sobre la delgada blusa hacían que la mirada del viejo se extasiara, sus sinuosas caderas, las piernas bien delineadas, su abdomen plano sin un gramo de grasa y el par de torneadas piernas cruzadas eran suficientes argumentos para enloquecer a cualquiera, Cielo Riveros sin duda alguna despedía sensualidad por cada centímetro de su piel.
«-Que haces aquí tan solita» le dijo el cojo Juan al mismo tiempo que colocaba su brazo en el respaldo de la banca llegando a tocar la espalda de Cielo Riveros esta al sentir la mano del viejo se hizo para adelante.
Eres muy guapa ¿lo sabes? Le dijo el viejo sin dejar de mirarle el delicioso escote.
-«Gracias señor» ella se sentía incomoda por que quería seguir escribiendo su diario pero con el cojo Juan no podía hacerlo, el viejo sonreía y la miraba ella conocía esa mirada sabia que el viejo estaba excitado y eso la ponía nerviosa por experiencia propia sabia de lo que eran capaces los viejos con tal de disfrutarla y más nerviosa se puso al percatarse que estaban muy alejados de los demás completamente sola con un viejo horrible y cojo que no dejaba de verla con lujuria.
«Este señor Juan creo que ya me voy por que va comenzar mi clase ya.»redijo la nerviosa nena .
·»No preciosa no te vayas para tu clase todavía falta más de media hora quédate a platicar conmigo «le dijo el viejo acercándose más a la paralizada colegiala colocándose a lado de ella quien no se atrevía a voltearlo a ver seguía con las piernotas cruzadas y con la vista al frente, el viejo puso una mano en la nuca de la nena y comenzó acariciarle esa parte sensible de la colegiala y le dice-«Oye, que piel tan suave tienes» el lujurioso viejo sólo sonreía mientras le acariciaba suavemente la nuca a la nena quien solo movía la cabeza tratando de que la mano del viejo le dejara de acariciar la nuca que hacía que le dieran escalofríos en la piel.
Ella lo volteo a ver y le dijo «por favor don Juan no haga eso …por favor» el viejo veía esa hermosa cara y esos ojazos verdes que con el continuo pestañear denotaban nerviosismo, ella horrorizada vio que el rostro del viejo transformado su mirada asustaba a la colegiala porque conocía esa mirada y sabía que no le presagiaba nada bueno él la desnudaba con la mirada fijaba su mirada en los melones y en las piernotas de la nena ya que al usar la falda del uniforme escolar tan corta al sentarse se le subía más dejando al descubierto ese par de torneadas y gruesas piernas para deleite del viejo, el viejo al ver la pasividad de la nena siguió adelante poso una mano sobre la piernota de la colegiala sintiendo su suavidad haciendo que se le pusiera tiesa la verga la chica cada ves mas nerviosa solo decía «déjeme déjeme ya …por favor» el macho esta tenso sentía que la sangre se le agolpa en el cerebro no era para menos tenía una beldad a su lado a la que estaba manoseando, acariciaba lentamente las formidables piernas de la nena disfrutando su suavidad enloquecedora , la chica tenía la cara roja , estaba comenzando a sudar y estaba temblando, su cuerpo era un manojo de nervios el viejo se acercó al oído de la nena y con la voz entrecortada por la calentura le dijo que tenía unos pechos increíbles y que si se los dejaba agarrarlos le daría dinero , la chica no podía creer lo que estaba oyendo, no supo que decirle al viejo lujurioso sentía el latir de su corazón en la cabeza, y nuevamente experimento un escalofrío por todo el cuerpo cuando la mano del viejo avanzo más arriba en su pierna.
Entonces el viejo no aguantando más se fue sobre la boca de la chica con su asquerosa lengua «noooooo, déjeme..nooooo»,decía la chica,»estas muy buena mamita , muy rica, y yo estoy muy caliente»..»nooooooo suélteme viejo» «jajajja el reia, sentía una impotencia tan grande, el viejo era demasiado fuerte para sus esfuerzos, el hedor a cerveza que provenía de su aliento, no lo soportaba, su lengua asquerosa lamía con ansiedad sus labios, los cuales mantenía muy apretados,» Noo…noo…musitó la chica , tratando de apartarse No, no, no, por favor, no siga.»

En un descuido del viejo consiguió safarse de los brazos del cojo y salio corriendo tomando su mochila , corrió y corrió despavorida hasta llegar exhausta a los salones volteo hacia atrás y vio a lo lejos que el viejo Juan seguía sentado en la banca respirando aliviada , el viejo por su cojera no pudo seguirla y cuando se disponía a irse vio el diario de la chica y lo tomo y al darle una leída rápida se sonrió y dijo «j a ja ja esta palomita va tener que regresar a mis brazos y se alejó cojeando.
Y así pasaron dos días y llego el sábado el día de la noche disco en la colonia de Cielo Riveros ese día en la mañana la chica le insistía a su mama que por favor la dejara ir.
«Mama por favor déjame ir solo estaré un rato por favor ya sabes que yo no te doy problemas y siempre te obedezco en todo, mis calificaciones son buenas».
«Si hija pero es que me da temor que te falten al respeto algún borracho o mariguano.»
«Mama tu conoces a Rodrigo el que trabaja en la farmacia el es mi amigo y estará conmigo», la señora conocía al muchacho y tenía buena impresión de el por ser un chico trabajador y le dijo «está bien pero yo voy contigo «le dijo su mama, sabiendo las inquietudes que tenía su hermosa hija ya que ella también paso por esa etapa.
«Gracias mama le dijo Cielo Riveros voy ir a la farmacia a avisarle a Rodrigo se puso un short de mezclilla muy corto que le embonaba a la perfección su trasero dejando al descubierto sus piernotas y una blusita ombliguera se puso sus sandalias y salió rumbo a la farmacia , al llegar no estaba Rodrigo sol estaba el dueño un señor como de 38 años llamado Carlos , y le dijo que si quería esperarlo que no tardaba que había ido a dejar unas medicinas la chica le dijo que si y se quedo parada a la entrada de la farmacia dándole la espalda al dueño de la farmacia que se deleitaba viendo ese espectacular trasero menudas nalgotas pensaba don Carlos para sus adentros , la mirada de don Carlos la recorría dándose un taco de ojo ella no quería voltear a ver a don Carlos por que casi podía sentir sobre sus redondas nalgas la miraba lasciva de don Carlos, empero muy a su pesar aquello le gustaba sentirse deseada por ese hombre.
Cuando llego Rodrigo le dio la noticia y se pusieron de acuerdo despidiéndose la nena de don Carlos y se fue a su casa.
Ya cuando se acercaba la hora de su cita la nena se bañó muy bien se unto crema y se comenzó a vestir emocionada de que era la primera vez que saldría a una cita se puso un muy pequeño bikini de encajes color negro, una cortísima minifalda blanca de esas voladas que apenas y le tapaba las nalgotas quedándole a la perfección acentuándole su breve cintura y dejándole descubiertas esas piernotas torneadas y potentes, sus brillosos botas negras de tacón a la rodilla haciendo que resaltaran más sus nalgotas y para rematar su atuendo un top azul sin ponerse sostén donde se traslucían sus ricos pezones y sobre este un chalequito que no le tapaba nada, su breve maquillaje la transforma en un viejorron despidiéndose de su mama se fue recomendándole a su hija que se portara bien.
Nada más de salir a la calle los machos al ver semejante mujeron se les abrían los ojos viendo el delicioso y cadencioso andar de la nena que se le marcaba el negro bikini en esa minifalda blanca la miran con lujuria , con deseo ella tímida no les sostiene la mirada, mientras los machos miran como la breve y volada minifalda se mecía de un lado a otro por el movimiento de ese culazo,enseñando esas piernotas y casi se le veía el bikini y con las tetotas apuntando al cielo , su presencia brilla y su cadencioso andar resuena en el pavimento al contacto de sus botas de tacón dando un toque de magia al momento que les permite vivir a los calientes machos que la miran pasar , durante el corto trayecto al parque de la colonia varios coches se parqueaban invitándola a subir obviamente la nena no aceptaba.
Cuando dieron las 8 de la noche Rodrigo ya se encontraba en el parque esperando que llegara su diosa, en el centro del parque ya algunas parejitas bailaban al ritmo de música regueton el chico tenia apartada una meza esperando a Cielo Riveros y a su mama en una de esas, la vio que venía sola se veía espectacular, vestida de una minifalda blanca en donde la redondez de sus nalgas era sobresaliente y marcada, un top azul que marcaba sus muy desarrollados senos la chica ya se había quitado el chalequito por el calor que hacia , su estrecha cintura completamente al aire, sus gruesas y torneadas piernas lucían esplendorosas, eran irresistibles a la vista, sus pasos resonaban en el pavimento tock tock por el tacón de sus botas al pasar por donde había un grupo de muchachos ya mayores oyó que le decían decía «cuanta carne y yo chimuelo», en alusión a su gran trasero, el cual era morbosamente notorio la nena no les hacia caso y se contoneaba mas tremendamente sexy.
Por fin llego hasta donde estaba Rodrigo saludándolo con un beso en la mejilla se sentó a su lado diciéndole que su mama ya no pudo ir debido a que estaba muy cansada del ajetreo de toda la semana ya que trabajaba de enfermera en las madrugas y solo descansaba los fines de semana y que solo le recomendó que se cuidara y que se portara bien , los chicos se pasaron platicando un rato viendo a las parejas que bailaban , las sillas eran de esas muy pequeñas como de los antros por lo que Cielo Riveros hacia grandes esfuerzos para acomodarse se tenía que sentar con las piernas encogidas y enseñando piernas a lo bestia los muchachos pasaban y la veían sin disimulo las piernotas así como del generoso escote del top.
En esas estaba cuando comenzó a sonar por el sonido la canción reguetonera de dady yanqui «lo que paso paso» haciendo que Cielo Riveros se parara a bailar con Rodrigo tomados de la mano.
El ambiente se electrizo impregnándose de sensualidad cuando comenzó a bailar, sus piernas sus pechos y el sensual movimiento de sus caderas eran como para calentar al más frio de los témpanos de hielo.
A sus 18 años poseía todo para volver loco a cualquier hombre.
Se oían comentarios diciendo «que chamaca esta buenísima» y se la quedaban viendo embobados.
Toda ella era una tentación los machos no podían sustraer la mirada de ese delicioso movimiento que hacían las caderas de Cielo Riveros era un cuerpo que invitaba al desenfreno y a la lujuria.
Así estuvieron bailando hasta que ya cansados se fueron a sentar de nuevo la chica sentía calor, a pesar de la minifalda minúscula y del top de algodón que dejaban al aire su ombligo y le dijo a Rodrigo que le trajera algo de tomar, el chico fue por dos refrescos , así estuvieron hasta que se dieron las 12 de la noche y la chica le dijo que por favor la acompañara a su casa se levantaron y se fueron caminando lentamente hacia la casa de la chica ella recargada en su hombro y el abrasándola a si llegaron hasta el departamento de la chica ,Rodrigo no quería que se fuera y le rogaba que por favor se quedara un momento más con ella la chica no quería por que nunca había desobedecido a su mama, pero también quería seguir con el así que le dijo al chico que la esperara en la azotea que a esa hora esta solitaria y más oscura que una boca de lobo,y así lo hizo el chico se subió a esperarla en la azotea , Cielo Riveros se asomó a la recamara de su mama y como lo suponía dormía profundamente y volvió a salir para dirigirse a la azotea cuando subió no veía mas allá de sus narices, entonces Rodrigo la llamo y camino siguiendo la voz de él, cuando llego de donde venía la voz no lo vio y se desconcertó .
En esas estaba cuando el chico le llego por la espalda abrasándola por la cintura y besándola en la mejilla, la chica le acariciaba la nuca, mientras el pegaba su verga a las nalgotas de la colegiala la chica sentía entre las nalgas las palpitaciones de su excitado miembro de Rodrigo, en eso el la volteo para quedar frente a ella y la empezó a besar primero muy suave en los labios ella se dejaba llevar contestando el beso, mientras se besaban el la abrasaba por la espalda y la acariciaba para enseguida bajar las manos hasta el fabuloso trasero de la nena y no dudo en apretar ese par de nalgotas llenas de carne el chico sentía delicioso estrujar las duras y redondas nalgotas de Cielo Riveros sentía el bikini por que la tela de la minifalda era muy delgada , la chica se dejaba hacer y solo se mordía los labios dejándose acariciar.
El chico ya más excitado comenzó a besarla en el sensible cuello de Cielo Riveros haciendo que la chica se estremeciera y levantase la cabeza hacia atrás instintivamente después de estarle estrujando las nalgotas subió las manos hasta la espalda de la nena introduciendo las manos por debajo del top y le desabrocho el sostén para continuación sacárselo y quitarle el top por arriba, las tetas de la chica estaban completamente duras y los pezones enormes por la excitación.
El chico a continuación se agacho tomando las dos grandes tetas cada una con una mano para enseguida llevarse a la boca mamándola y estrujando la otra los gemidos de la colegiala eran enloquecedores «aaaaahhhhh…aaaaaahhhhh», el chico no dejaba de recorrer con su ávida lengua la aureola haciendo círculos para finalmente lengüetearle el pezón mientras su mano se encargaba del otro pezón se comía los pechos enteros estaban durísimos, tersos riquísimos «ahhhhhhh ,ahhhhhhhhh» gemía la colegiala.
Ella solamente cerraba los ojos se estremecía, respiraba profundamente la chica nada más abría y cerraba los ojos sintiendo como su cuerpo reaccionaba a tanto estimulo, gemía cada vez más rápido preámbulo de que estaba a punto de tener un orgasmo gimiendo cada vez con más intensidad «ohhhhhhhhh» «ahhhhhhhh» su entre pierna estaba que ardía y comenzaba a humedecerse llegando a un delicioso orgasmo dejando a Cielo Riveros exhausta,quien le dijo luego ya más tranquila a Rodrigo que ya era tarde que se fuera si no su mama podría despertarse y darse cuenta de su ausencia se despidieron con un beso y la chica se metió a su recamara dispuesta a descansar después del ajetreado día .
Al otro día la chica se levantó haciendo sus deberes mientras su mama salía con unas amigas, ella comenzó a buscar su preciado diario para plasmar todo lo vivido en la noche disco y lo que sucedió después en la azotea con Rodrigo, abrió su bolso de la escuela y se sorprendió al no encontrarlo angustiada comenzó a revolotear toda su habitación buscando al dueño de todo sus secretos ,su desesperación aumentaba a cada minuto, sabía que se engañaba pensando que estaba en otro lugar que no fuese su bolso por fin se dio por vencida y pensaba como es que no se había dado cuenta de su ausencia, ese libro era su tesoro más preciado contenía sus secretos mas íntimos en sus páginas, incluso sus experiencias con los degenerados viejos de don Lucas y el viejo profesor Tulio y lo que había sentido no pudo conciliar el sueño si no hasta muy altas horas de la noche pensando donde y en que manos estaba su adorado diario.
Al siguiente día ya en la escuela la chica no ponía atención a la clase, seguía tratando de recordar donde había dejado su diario, cuando salió de la clase fue a la tienda a comprase un refresco y se sentó en una banca pensando en su diario, cuando se acerco un niño como de 10 años y le entrego un sobre y se fue corriendo , intrigada lo abrió para saber que era esa misiva y puso una cara de sorpresa al leerlo , la carta decía con una letra espantosa que su diario era muy interesante y que si quería recuperarlo debía ir donde vivía el cojo Juan que si no lo hacía toda la escuela se enteraría lo putita que era , el viejo vivía al fondo de la escuela en un sótano , la chica confundida por el contenido de la carta se lamentaba por el tremendo descuido recordando el episodio vivido con el conserje cuando tuvo que salir corriendo ya que el viejo degenerado se quiso aprovechar de ella, sabia la hermosa chica que debía ir por el por qué si su contenido era divulgado su vida se convertiría en una pesadilla.
Entro a su siguiente clase pero estaba sumamente nerviosa sabía que el degenerado del viejo conserje tenía su diario y no sabía que esperar del lujurioso viejo al terminar esa clase todavía le faltaban dos clases más pero ya no pudo aguantar la angustia y tomando sus cosas se dirigió al sótano donde seguramente la esperaba el cojo, el sótano donde vivía el viejo conserje estaba un poco alejado de las instalaciones de la escuela la entrada era una vieja puerta de lámina que al abrirla daba directamente a unas escaleras la chica entro y comenzó a bajar las escaleras al bajar todas las escaleras estaba un largo pasillo y al final vio una puerta imaginando que ahí estaba el cojo se dirigió hacia allá ,estaba tensa y muy nerviosa le daban ganas de darse la vuelta e irse de ese horrible lugar semioscuro con telarañas en las paredes donde se oía un goteo de agua intermitente que chocaba con una lamina,la chica muy asustada por lo tétrico de lugar estaba casi a punto de darse la vuelta y regresar, pero se detuvo al recordar su preciado diario , no definitivamente no podía darse ese lujo.
Máxime que el viejo ya la había amenazado con revelarlo a toda la escuela, nada más de pensarlo que el viejo cumpliera su amenaza la llenaba de terror, no no podía pasar por esa vergüenza, que todos se enteraran de sus intimidades de sus secretos guardados que solo su diario conocía y con lujo de detalles así que respirando profundamente se encamino al fondo del pasillo y al llegar toco la vieja puerta de madera.
«Quien es «se oyó la voz aguardentosa del conserje.
«Soy yo» le contesto la colegiala.»
«Pásale mi reina está abierto» le dijo el viejo, la chica tímidamente empujo la puerta de madera, su vista tardo unos segundos para que se acostumbrara a la penumbra del cuarto del viejo apenas alumbrado por una débil lámpara de meza, llegándole a su fino olfato un desagradable olor de cigarro, cerveza, pies sudorosos y humedad, la colegiala hizo una mueca de asco, llevándose una mano a su nariz, sentía asco y no atinaba a decir nada, solo unas ganas enormes de vomitar y huir de allí, miraba a su alrededor, era un cuartucho horrible todo sucio sin ventanas por eso los olores al no existir ventilación se quedaban encerrados , había un plato con comida rancia en un silla ropa, sucia amontonada en el piso , las paredes llenas de postres de mujeres en ropa interior, era un sitio asqueroso igual que la apariencia del viejo quien estaba acostado en la cama en short sin camisa leyendo el diario de Cielo Riveros con una mano metida dentro del short masajeándose la verga, la colegiala lo veía con asco con esa panzota asquerosa al aire con la cara llena de verrugas, su piel morena, reseca y arrugada, en la que luce multitud de burdos tatuajes sudoroso por el calor como si no se bañara nunca todo este cuadro le daba nauseas a la colegiala , a ella que le gustaba el orden y la limpieza estar metida en un cuarto tan repugnante y con tan desagradable compañía.
«Me has echado de menos, guapa» le dijo el viejo Con una sonrisa de triunfo «que es lo que quiere» Le dijo la sensual colegiala, con voz temblorosa.- «Así me gusta directa al grano» le dijo el viejo levantándose de cama, la chica al ver que se dirigía a ella asustada se hizo a un lado introduciéndose más a ese apestoso cuarto el conserje tomo un candado y horrorizada ella vio que tranco la puerta y volteándola a ver sonríe con su dientes llenos de caries y le dice con aquella cara de sádico «ahora si mamita platicaremos tranquilamente sin que me vuelvas a dejar para salir corriendo» la chica veía la mirada llena de lujuria del viejo y sintió una mezcla de miedo y excitación.
Tratando de aparentar una calma que no sentía Cielo Riveros le dijo al viejo «por favor don Juan solo devuélvame mi diario y me retiro» el viejo pensaba para sus adentros de ninguna forma voy a dejar pasar a una hembra como esta, de esas se conocen una vez en la vida y hay que aprovecharlas como sea, qué cuerpazo es una diosa y con esa hermosa cara de cría me vuelve loco, ella llevaba una ajustadísima blusa de tirantes ombliguera con un escotado que casi nada más le cubrían los pezones de esos dos globos de carne esto porque se había quitado por el calor el saco del uniforme y su minifalda escolar donde se apreciaba esas gruesas y apetecibles piernotas y su redondo y carnoso trasero el viejo se la comía con los ojos, a continuación el cojo dirigiéndose a la adolescente le dijo «si y me pareció muy interesante lo que se cuenta en el sobre todo en la parte cuando estabas con Lucas y con el maestro Tulio», la hermosa colegiala miro al viejo preocupada con esos bellos ojazos verdes diciéndole «por favor don Juan le daré mis ahorros que tengo para que por favor me devuelva mi diario y que no divulgue lo que leyó» le dijo la nena ingenuamente pensando que con eso el lujurioso viejo se lo devolvería.
«No mi reina le dijo el viejo si quieres que te devuelva tu diario vas a pagar otro precio, quiero disfrutarte como te disfrutaron esos vejetes pero no quiero a la fuerza quiero que sea por tu propia voluntad sin oponer resistencia, no te preocupes que no te penetrare se que eres virgen y no quiero tener problemas con la ley solo será besos caricias y mamadas» le dijo el lujurioso viejo(siendo esto una vil mentira ya que sus planes eran de penetrarla por culo para que no hubiese problemas de embarazo ) la nena sintió al oír estas palabras que el corazón le daba un vuelco y volvió a sentir esa mezcla de miedo con excitación se quedo sin habla un momento pensando en su situación se sentía turbada por tener que dejarse hacer con su escultural cuerpo por ese viejo asqueroso que además olía mal y que fuera todo por voluntad propia definitivamente era un precio muy alto, pero no le quedaba otra salida si no se divulgaría todas sus intimidades y entonces la cosa seria peor, resignada miraba al viejo con asco.
Con una voz baja le dijo al viejo que estaba bien que sería como el quería iba a hacer todo lo que le dijera, las cartas estaban tiradas no podía hacerse atrás.
El asqueroso viejo se le abrieron los ojos al oír estas palabras de la nena su cara tenía una morbosa mueca de triunfo, y dándole un sorbo a la cerveza que bebía quedándole la mata de bigotes chorreando del espumoso líquido, sentía que la verga se le ponía dura por que no era una putita barata de calle la que tenía, si no una escultural nena de 18 años dueña de un cuerpazo como pocos , sentado en la cama con los pies en el piso se comenzó a quitar el short quedando asquerosamente desnudo ese arrugado y seboso cuerpo, se agarro a continuación la media erecta verga que emergía de una sucia mata de pelos y se lo meneaba con la mano la nena abrió más sus hermosos ojos verdes y los clavo en el aparato del viejo, este mientras más la miraba, más se excitaba y llegaban a su cabeza infinidad de calientes pensamientos para con ella, se relamía los labios pensando en lo que iba a hacer con la colegiala a continuación cojeando lentamente se acercó a la nena quien por instinto camino hacia atrás hasta topar con la pared no tenía escapatoria era un manojo de nervios veía con horror como se acercaba a ella ese ser horrible con una mirada llena de deseo se veía espantoso al caminar como cojeaba y como esa barrigota sebosa se movía como gelatina, el viejo tomaba las cosas con mucha calma sabiéndose dueño de la situación al llegar frente a la nena le dijo «bueno mamacita entonces vamos a darle a lo sabroso», la miraba fijamente a la cara, con sus ojos totalmente fuera de sus órbitas y con una cara de depravación total.
El viejo se comenzó a pegar al escultural cuerpo de la chica y esta apoyaba las manos sobre los vellos del pecho del viejo haciendo fuerza para tratar de separarse, en tanto él hacía fuerza para atraerla hacia el, el viejo tenía más fuerza que ella y ganó sus sucias y roñosas manos la tomaron de la breve cintura acariciando la suave piel lentamente mientras su horrible y arrugado rostro se acercaba a la boca de la chica tratando de saborear esos gruesos y perfectos labios de la nena y diciéndole «dame un besito guapa», mientras la rodeaba con sus brazos y ponía su cara cerca de la espantada chica, ella volteo el rostro de lado pegando su mejilla a la pared tratando de evitar que el viejo le mancillara los labios, le repugnaba su olor a sudor y a cerveza el viejo se sonrió sabiendo del asco que le producía a la colegiala.
Para a continuación apoderarse de su oreja y el cuello, le encantaba sentir ese aroma atractivo de juventud de feminidad de pulcra higiene de la nena, esto hacía calentar más al degenerado , estaba subyugado por ese monumento de chamaca ,mientras las manos comenzaron a bajar para recorrer ese redondo y carnoso par de nalgas de la nena, el viejo sentía riquísimo palpar la dureza de esas nalgotas y sentir el bikini sobre la minifalda de la chica «eres una puta exquisita me encantas que rico bikini traes cabrona» le decía el viejo quien no dejaba de morderle la orejita y recorrer con su asquerosa lengua el juvenil cuello de la nena , una gran turbación se había despertado en el interior de la joven sentía que ese caliente aliento que le recorría su sensible cuello le producían escalofríos y solamente musito tratando inútilmente que el cojo parara «por favorooor, deténganse..por favooor….nooooo»pero esto calentaba mas al viejo que cada segundo que pasaba se iba excitando y calentando aún más, el verla ahí delante y saber que estaba sometida totalmente.
Las arrugadas y toscas manos del caliente conserje le acariciaban la tersa y suave piel de la espalda de la nena produciéndole cosquillitas, para a continuación irlas deslizando lentamente hacia abajo rumbo a ese par de carnosas y redondas par de nalgotas , el caliente cojo sentía en sus manos al irlas bajando lentamente desde la espalda de la chica como iban surgiendo deliciosamente al tacto esos tremendos promontorios de carne , que eran el sueño de muchos machos , el horroroso viejo al ser viudo y tener muchos años sin una mujer en sus brazos sentía una calentura como hace años que no tenía , se deleitaba estrujando esas perfectas y enloquecedoras nalgotas sobre la delgada tela de la minifalda de la nena , los acariciaba ,los apretaba , sintiendo deliciosamente en sus callosas manos como temblaba la nena ante el magreo, sentía su dureza y su sabrosa redondez de ese par de soberbias nalgotas , la nena solo se retorcía como culebra antes los toqueteos del viejo, en eso de las dos manos se introdujeron bajo la minifalda de la nena sintiendo y tocando la suavidad de la piel desnuda , tocaba y acariciaba esas piernotas suaves y tersas para enseguida manosearle las nalgotas solo cubierto por su pequeño bikini le acariciaba, le apretaba sus nalgotas abundantes y duras.
La nena comenzó a mover la cabeza de un lado a otro por los lengüetazas del viejo en su cuello, el caliente viejo destrabo el botón de la falda de la chica y le bajo lentamente la cremallera para a continuación deslizar la minifalda del uniforme escolar hacia abajo , Cielo Riveros estaba tan enajenada por los lengüetazas del lujurioso viejo en su cuello y en su oreja que ni sintió cuando la minifalda escolar cayo al piso quedándose solo con su bikini el viejo se acercó al oído y le dijo» que buena estas mamasota» para continuación levantar la blusa deslizándola por la cabeza quedando la tremenda colegiala solo en ropa interior la vista era espectacular, con su lencería sexy diminuta y muy provocativa haciendo que resaltaran más esas fabulosas carnes su pequeño sostén deteniendo esas montañas de carne y su bikini que en la parte de atrás se perdía en ese par de nalgotas parecía una diosa convertida en mujer, el viejo se hizo para atrás para admirarla mejor saboreándose por ese bombón que tenía a su disposición «por favorooor, deténganse..por favor» es lo único que atinaba a decir la escultural colegiala.
El viejo no dejaba de observar extasiado su delicioso culo con esa tanguita puesta, era precioso, circular, paradito, riquísimo, los dos seguían frente a frente muy cerca uno del otro la chica recargada en la pared con la cabeza de lado y el viejo casi sobre la nena , ella olía el tufo de la boca del viejo apestaba a tabaco y a cerveza y veía ese horrible rostro lleno de lujuria, lleno de deseo con los ojos desorbitados por tener semejante bombón, el viejo disfrutaba viendo el espanto en su carita angelical, la chica estaba paralizada sentía que sus brazos y sus piernas le pesaban una tonelada por la tensión del momento su mente se negaba a aceptar la realidad del momento y se engañaba a ella misma pensando que era una pesadilla y que en cualquier momento despertaría en su cama , en esas estaba cuándo el viejo volvió a la carga tomándola de su breve talle acerco su boca y diciéndole «que rica estas mamacita, dame un beso y aprovechando su momentánea pasividad de la chica se apodero de esos deliciosos labios, carnosos, frescos y sabrosos ,su asquerosa y maloliente lengua se metió por completo en la boca de la colegiala la cual solo se oían quejidos ahogados «uuuhhhhmmm»»uuuhhhhmmm»ante el violento beso que casi la dejaba sin aliento, el viejo chupaba y saboreaba esa deliciosa boca con esos gruesos labios de la nena que sentirlos era algo excitante .
En cambio para la chica era una tortura sentir en su fina boca ese pestilente olor a tabaco y a cerveza pero aguantaba a pie firme todo ese magreo todo por recuperar su preciado diario, estuvieron largos segundos besándose hasta que se separaron un momento y la chica le volvió a suplicar que la dejase «por favor don Juan me ahoga por favor déjeme», pero el viejo ya más caliente lejos de hacerle caso volvió a la carga «que linda estas mamita, que buena estas , cuantas veces soñé con esto siempre te me antojaste estas buenísima “y volvió a apoderarse de esa rica boquita, la chica contra su voluntad se dejaba resignada todo lo que ese viejo le quisiera hacer la nena pensaba en la morbosa situación ,ese viejo gordo cojo y sucio tenía una nena de 18 años en su sucia habitación a su disposición se sentía media excitada ante tal acoso y comenzó a responder a sus asquerosos besos las dos lenguas se entrelazaban intercambiando saliva, era un beso larguísimo la lengua del viejo exploraba todo el interior de la boca de la nena y lamiéndole los dientes y los sensuales labios de la chica , al mismo tiempo las sudorosas y toscas manos se deslizaban por la sensible y suave piel de la chica quien al estar semidesnuda sentía la piel arrugada y fofa del viejo abrasar su juvenil y escultural cuerpo, las sudorosas manos del viejo recorrían sus formas perfectas de la nena estrujaba y apretaba esas nalgotas con las dos manos haciendo que la nena sintiera su tiesa vergota en su bajo vientre, el caliente conserje sentía en ese momento cómo temblaba la nena.
Cielo Riveros se sentía llena de angustia y de miedo ella abría y cerraba sus ojos viendo y sintiendo como el asqueroso conserje la besaba y la manoseaba como un poseso, Cielo Riveros era una chiquilla deliciosa, su piel suave, cálida, huele a flores, a ternura, a hogar dulce, y el viejo le babeaba su boca y sus nalgotas se las magreaba con avaricia y desesperación, el lujurioso conserje la besaba con voraz ansiedad, a continuación el viejo bajo al cuello de la colegiala y se lo comenzó a chupar, haciendo que a la nena le dieran escalofríos por todo su l escultural cuerpo , la respiración de la nena se agitaba por que el viejo no dejaba de chuparle con esa boca caliente su cuello sentía que la barba y los bigotes del viejo al deslizarse por su sensible cuello aumentaban las sensaciones de escalofríos, al mismo tiempo las manos del viejo no dejaban de apretarle contra el las nalgotas a la chica , las cuales ya estaban metidas dentro de su bikini sintiendo la suavidad ,redondez y dureza de ese par de nalgotas ,la colegiala estaba turbada su par de melones que tenia por pechos subían y bajaban debido a lo agitada de su respiración «mmmmmmmm, rica mmmmmm» decía el caliente conserje ,»noooooo por favor nooooo» decía Cielo Riveros entre sollozos con las ultimas fuerza de voluntad que le quedaban, trataba por todos los medios de no entregarse, de no disfrutarlo.

El viejo sin dejar de chuparle el cuello busco el broche del sostén de la nena, que era de esos que se abrochan por el frente destrabándolos y liberando ese par de melones, los maravillosos pechos de Cielo Riveros, redondos, erguidos, firmes con unos pezones oscuros hinchados por la excitación que destacaban en las aureolas, era maravillosa la visión de ese esplendido cuerpo.
-«Por favor déjeme ya por favor» decía la nena
«Por favor no no no por favor déjeme déjeme» dijo con voz temblorosa.
El viejo tomo un seno con cada mano y los comenzó a estrujar juntándolos y separándolos y diciéndole «pero que par de melones tienes. »
Cielo Riveros tenía los ojos cerrados y la cara de lado con la mejilla pegada a la pared y sus brazos pegados a su cuerpo sintiendo como esas rudas manos estrujaban con ansia sus duros melones el viejo dijo a continuación «»ah que buenas tetas moría por apretarlas y chuparlas» tomo los brazos de la nena y se los paso por su nuca para enseguida abalanzarse sobre los desprotegidos melones de la nena y comenzar a mamarlos tremendamente con fuerza causando que Cielo Riveros sintiera una descarga eléctrica que le recorría todo su cuerpo provocándole un placer indescriptible, la nena tenía sentimientos contradictorios, luchaba con todas sus fuerzas para que ese hombre repugnante no le hiciera sentir placer, pero tras medio minuto de mamarle con su boca los pechos, cerrando los ojos sucumbió, sentía morir de placer la lengua rasposa hacia las delicias de sus durísimos pezones.
Su cuerpo se combó y su cintura quedo totalmente arqueada sus dedos instintivamente se introdujeron entre los canosos cabellos del viejo y le comenzaron acariciar la cabeza al viejo mientras este estrujaba un pecho con una mano y el otro pecho se lo devoraba con la boca violentamente, el viejo hacia círculos con la lengua por toda la aureola para a continuación estrujarle con sus labios y su lengua el hipersensible pezón de la nena.
«aahhhhhh deejeeme deejeeme don Juan uyyyyyyyyy poor faavorr sueltem…nhg» decía la nena a sabiendas que el viejo no la soltaría, pero sentía mucho placer decirlo y que el viejo no parara.
La colegiala con cada uno de los lengüetazos y chupadas del goloso viejo a sus pechos reaccionaba con su cuerpo arqueándolo sentía su lengua como mamaba y engullía sus pechos y pezones y oleadas de escalofríos se esparcieron por todo su cuerpo, ella cerraba sus ojos y se mordió los labios, no podía parar de jadear presa de una excitación incontrolable se retorcía, gritaba y jadeaba, su espalda se arqueaba a mas no poder, la chica comenzó a gemir como una puta cualquiera y a entregarse a las sucias caricias y mamadas del viejo.
«Aaahhhhhh, don Juan…uuuuyyyy….por favor aaahhhh» gemía la nena.

La escena era morbosamente caliente verla desde la espalda del viejo donde se apreciaba como el cuerpo gordo, flácido y sudoroso del viejo materialmente aplastaba contra la pared a la exuberante colegiala y como se movía la asquerosa cabeza llena de canas por la violenta ansiedad, con que mamaba y estrujaba esos dos grandes y duros senos, la cara de la colegiala tenía un rictus de sufrimiento y de placer al mismo tiempo, sus hermosos ojos verdes los tenia cerrados y su boca entreabierta soportando el ataque lujurioso y ansioso del viejo a su escultural y deseado cuerpo , el viejo sabía bien por haber leído y releído el diario de la nena que esta al ser tan sensible en todo su escultural cuerpo no aguantaría tanto magreo.
Cielo Riveros se estremecía y suspiraba dejándose hacer por el lujurioso conserje respirando agitadamente, sentía escalofríos por todo su cuerpo y un cosquilleo enloquecedor en su rajita el viejo continuaba con su deliciosa labor mamando y succionándole los pezones a la nena y estrujándole esos dos increíbles globos de carne Cielo Riveros sentía la caliente respiración del caliente viejo en su pecho «oohhhhhhh oohhhhhhh gemía la nena desfalleciendo casi por el placer con los ojos cerrados, el calor que brotaba de la boca del macho la hacía estremecerse ,la chica abría y cerraba sus hermosos ojos verdes sintiendo como su cuerpo empezaba a entregarse a todo ese estimulo perdiendo todo control sobre él, a continuación el lujurioso y caliente conserje comenzó a bajar sobre el escultural anatomía de la colegiala sin despegar su boca de ese delicioso cuerpo arrastrando sus ansiosas manos por la espalda de la nena llegando al ombligo dándole suaves mordiscos haciendo que la excitada nena cerrara sus ojos y echara su cabeza hacia atrás pegando con la pared a continuación empezó a bajar más hincándose en el piso atrapando con sus manos en el trasero de la nena el bikini y comenzar a deslizarlo hacia abajo lentamente disfrutando el espectáculo frente a sus ojos hasta sacárselos dejando a la luz esa preciosa y virginal rajadita que apenas se le asomaban un caminito de finos bellos para enseguida hundir su cara y comenzar a mamarle la rajadita mientras sus manos le sobaban las nalgotas, la cara del viejo se metía literalmente entre las dos piernas de la nena lengüeteándole su virginal rajadita la chica lo disfrutaba se contorsionaba y gemía de placer.
Cielo Riveros «Aahhhh ahhhhhhh uyyyyyyyyy gemía deliciosamente la colegiala , el viejo lamía sus labios vaginales y le lenguetaba el sensible clítoris a la nena haciendo que se estremeciera con esa rasposa y larga lengua ,sus dedos de la nena le tomaban la cabeza al viejo y le jalaba los canosos cabellos presa de las sensaciones placenteras que le daba, el viejo a continuación se puso de pie y se quedó unos segundos observando con los ojos desorbitados el escultural cuerpo de la colegiala desnudo su cintura esbelta, que se ensanchaba para dar lugar a sus grandes y bien proporcionadas nalgas, blancas y sin rastros de estrías ni celulitis, completamente limpias y deseables, el conserje pensaba en sus adentros no podía creer que tenía ese manjar a su disposición estaba extasiado, se sentía como en un increíble y apasionante sueño del cual no creía que fuera realidad, allí la tenía, a una preciosa colegiala entregada y estaba siendo sodomizada por primera vez por él ,y le dijo a la chica que seguía con la cabeza echada hacia atrás recargada en la pared «que cuerpazo tienes mamita eres una diosa «en cambio ver al viejo era todo lo contrario, con su cuerpo muy moreno lleno de tatuajes seboso y arrugado con una barrigota consecuencia al exceso consumo de cerveza una cara arrugada con unas grandes y desagradables verrugas en la nariz y en la mejilla a todo esto había que agregarle la poca atención que le daba a su higiene personal, el viejo ahí estaba parado completamente desnudo con una tremenda erección en la verga que emergía de una abundante y sucia mata de pelos.
Cielo Riveros lo observaba con los ojos semicerrados señal inequívoca de lo excitada que se encontraba, en otras circunstancias nada mas de ver al viejo como se encontraba desnudo hubiese vomitado ante la asquerosa visión, el viejo cojeando se acercó a la nena y extendiéndole su mano la llamo a que se acercara, Cielo Riveros desnuda como se encontraba se acercó al viejo, este tomándola de los hombros se puso de tras de ella apoyándole su apestosa vergota completamente tiesa y palpitante sobre las nalgotas desnudas de la nena, la vista de las nalgotas redondas era espectacular el viejo le acariciaba las nalgotas con su verga, Cielo Riveros comenzaba a respirar fuerte y a jadear, la chica sentía también la asquerosa y sudada barriga del viejo en su espalda, las manos del viejo atraparon los melonzotes de la nena y los dedos agarraron los hinchados pezones de la colegiala para darle un lento y suave masaje haciendo que la chica echara la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que la punteaba las nalgotas con la verga y diciéndole al oído, «te gusta verdad mamacita ,como me calientas putita» , estas tetasas me vuelven loco» la nena tenía la su cabeza echada hacia atrás recargada en el hombro del viejo y este la punteaba cada ves las fuerte con la vergota, ella echo sus brazos hacia atrás agarrándose de el cuello del viejo para no caerse.
El caliente viejo sin dejar de puntearle las nalgotas, ni de sobarle con los dedos los pezones que estaban durísimos y muy parados lentamente la fue llevando acercándose a la cama, y le decía quedito en el oído lo que le iba a hacer en la cama, la voluntad de la colegiala estaba completamente enajenada tenía los ojos cerrados y se dejaba manosear, el caliente conserje no dejaba de puntearle las deliciosas nalgotas y aspiraba al mismo tiempo el delicado perfume que salía de su cuello, cuando estuvieron a lado de la cama el viejo se separó de ella y la guio para que se acostara la nena en esa vieja cama de madera la nena se acostó boca arriba con una pierna flexionada y sus brazos agarrando la almohada en su cabeza dejando todo su escultural cuerpo desprotegido se veía soberbia, el caliente viejo se dirigió a un cajón y saco una cuerda tomo las dos manos de la chica y se los amarro a la cabecera de la cama dejándola indefensa, ,para a continuación decirle a Cielo Riveros «te voy a enseñar a lo que sabe un macho», y se subió a la cama e la observo unos segundos y vio que su cara y ojos expresaban resignación, miedo por la situación, a continuación le dijo «vas a saber lo que puedes sentir mamacita» y sin más preámbulos el viejo desnudo se hecho sobre la chica violentamente dejándole caer todo su seboso y sudado cuerpo, sobre la colegiala metiéndose entre sus piernas.
Cielo Riveros sintió sobre su esbelto abdomen como esa piel arrugada y sudada, la aplastaba y comenzó a besarla violentamente en los labios se los mordía y se los jalaba con fuerza haciendo que la indefensa nena abriera sus ojazos por la sorpresa de tan violento ataque a su boca, le estrujaba los senos con fuerza y los pezones se los apretaba con salvajemente haciendo que la chica sintiera mucho dolor ,ella comenzó a gritar y a patalear ,pero estaba indefensa con las manos bien amarradas a la cabecera de la cama ante ese maniático sexual.
El caliente viejo era como un animal salvaje le apretaba las tetotas fuertemente haciéndole daño, se las mordía, le pellizcaba salvajemente los pezones para luego estirarlos con la boca y morderlos sin compasión ella gritaba más de dolor que de placer, arqueaba su cuerpo desesperada tratando de que el caliente viejo parara y no dejaba de llorar y gritar rogándole al viejo que parara ,pero eso calentaba más al ya fuera de si conserje y más duro apretaba y mordía «por favorooor, deténganse..por favooor….nooooo,» es lo único que atinaba a decir mientras se retorcía tratando de zafarse gritaba, se contorsionaba la indefensa nena, el viejo le decía «este es solo el principio perra sucia, ahora te voy a demostrar lo que es un macho caliente» diciéndole esto regreso a sus pechos y los comenzó a morder con furia los pezones y sus alrededores, ella gritaba y el conserje le volvió a meter una cachetada, y continuo con su castigo mordiéndole los pechos a su antojo y ella solo sentía dolor y más dolor, la nena gritaba con lágrimas en sus bellos ojos verdes no podía hacer nada el viejo estaba echado encime de ella aplastándola y magreándola como un salvaje, y la nena indefensa incapaz de defenderse el viejo la había amarrado bien.

Al viejo en ese momento se le revelaban todas las mujeres que lo despreciaban y se burlaban de el por su cojera, estaba como un verdadero loco lastimando a la chica descargando todo su rencor y excitación sobre la nena quien desesperada se contorsionaba por el ataque sentía que el peso del viejo la ahogaba quien desnudo, echado encima de la chica, la babeaba y la magreaba con avaricia y desesperación,» Ahhh… ahhhh… .no… por favor… no…. ahhh auxiliooooo gritaba la nena, el viejo le dio dos cachetadas fuertes haciendo que a Cielo Riveros le quedara ardiendo la cara «cállate puta que esto apenas comienza» la nena tenía una cara de espanto total «sniff sniff… por favor don Juan déjeme ir ya» decía la chiquilla lloriqueado con sus manos atadas fuertemente a la cabecera de la cama el viejo tenía los ojos desorbitados parecía un loco esto espantaba más a la nena tomándola de los cabellos se los jalo violentamente y le dijo al oído «cállate puta aquí se hace lo que yo diga y yo sabré cuando te dejare ir lo entiendes le dijo» dándole una fuerte cachetada la nena ya más asustada le contesto «siiiiiiii don Juan siiiii.
A continuación el viejo se sentó sobre el pecho de la chica sin hacer demasiada presión, para no asfixiarle , colocando una pierna a cada lado de su cuerpo y su sucio trasero sobre los senos de la chica pasó una de sus manos hacia la parte posterior de su cabeza he hizo que echara su cabeza la colegiala hacia delante, hacia su miembro, el cual sostenía con su otra mano y busco la boca de la nena que al ver lo que pretendía el viejo mantenía los labios cerrados, el viejo lleno de mañas soltó su verga y con esa mano tomo la nariz de la chica y se los apretó impidiendo que respirara ante la desesperación de la colegiala que cuando abrió la boca desesperada para jalar una bocanada de aire el viejo presto le metió toda la verga a la boca sentía esos labios pulposos y mojados en la verga. el viejo estaba que no cabía del gozo que estaba sintiendo en ese momento por la boquita de esa preciosa niñita que mamaba y mamaba su gorda verga a la fuerza.
Sintiendo como la lengua de Cielo Riveros trataba inútilmente de sacar a ese intruso de la boca haciendo que el viejo en su verga sintiera un delicioso cosquilleo,»aahhhhhhh ahhhhhh así zorrita mamale la verga a tu macho» ella ya resignada entre sollozos se la mamaba al viejo era una verga gorda y sucia , el vejete profirió toda clase de gemidos y sonidos de satisfacción, insultando de paso a la adolescente que le estaba practicando una felación por demás prodigiosa, el viejo con las dos manos la tomo de los cabellos llevando el el ritmo de la mamada la cogia literalmente por la boca, introduciendo una y otra vez esa sucia y apestosa vergota que olía a orín y a sudor la chica sentía mucho asco le tomaba la cabeza y la movía a su antojo, hacia adelante, hacia atrás, a los lados, en círculos, gozaba esa boca como nunca había gozado boca alguna, su verga era tan grande y gruesa, que se le dificultaba mucho tragarla, sin embargo tenía que lamer, chupar y mamar a la fuerza. la nena nunca había tenido algo tan grande en su boca.
Cada segundo que pasaba el caliente conserje se iba excitando cada vez más, la lujuria se apoderaba de su mente y cuerpo , se sentía increíblemente bien observando como esa linda zorrita se la chupaba, pero sobre todo, se excitaba aún más el saber que la estaba sometiendo y que ella no tenía más remedio que obedecerle sin rechistar.
La chica sentía que el asco era insoportable, pero no podía hacer nada estaba a merced de ese depravado sexual, el viejo casi la estaba asfixiando con la vergota en la boca y con su seboso cuerpo sentado sobre su pecho le taladraba la boca sin cesar y ella sin poderse defender, la cara del hombre era digna de ser enmarcada pues al contrario de Cielo Riveros que parecía a punto de desfallecer él se sentía en el séptimo cielo, a juzgar por sus gestos y gemidos «aaaah puta, que sabrosa estás, hasta que se me hizo gozarte cabrona; ah, ah, ah aaaaahhhhhh» el le agarraba la cabeza y el la hacia tragar bien aquella verga maloliente cuando la nena sintió que el asco ya era insoportable aun vino más, la tomó firmemente de la cabeza y aceleró el ritmo de las arremetidas, cuando de repente se detuvo, sostuvo la cabeza de la joven firmemente, con la punta de su falo es su boca y disparó la primer descarga, de semen, el caliente viejo descargo la leche sobre aquella boquita de princesa de tal manera que a ella casi le sobreviene un atragantamiento ,la boca de Cielo Riveros se llenó de leche por completo, tanto que por la comisura de sus labios asomó un poco de aquel líquido, sintió toda su boca caliente por aquel líquido viril al mismo tiempo ese sabor agridulce «aaahhhh así ,así mamita trágate toda la leche de tu macho decía el viejo» al mismo tiempo que le tapaba la nariz ,obligando a la nena a tragarse todo.
Cielo Riveros tragaba el semen del viejo desesperada por que casi no podía respirar debido a que el viejo le tapo la nariz con su mano para obligarla a tragar todo el líquido seminal, el viejo eyaculaba en la boca de la nena tanta leche que se atragantaba y se le escapaban por la comisura de los labios hilillos de ese viril liquido el caliente viejo seguía sentado sobre el pecho de la nena y con su verga tiesa dentro de la boca de la escultural jovencita disfrutando de los desesperados quejidos de la chica por que el viejo no le soltaba la nariz evitando que respirara y con la vergota en su boca, además del peso del conserje en su pecho, era poco el aire que podía jalar a sus pulmones, sus hermosos ojos verdes miraban al viejo suplicando piedad, pataleaba con sus piernas el colchón desesperada ante la falta de aire el cojo Juan sádico como era disfrutaba toda la desesperación de la nena y le decía.
«aahhhh que sabrosa boquita tienes zorrita me sacaste bastante leche pero todavía tengo más para ti mamita todavía falta lo bueno».

A continuación se bajó el viejo de la chica y le saco la vergota de la boca, respirando la nena desesperada jalando aire a sus castigados pulmones, el cojo Juan se sentó al borde de la cama tomo su cerveza y le dio un sorbo eructando, a continuación le acaricia las piernas a la nena mientras le daba más sorbos a su cerveza la nena que seguía bien amarrada a la cabecera de la cama completamente desnuda , ella está tosiendo porque en su garganta tenía varios pelos púdicos atorados en su garganta y no había forma de sacarlos de ahí.
Su vocecita ronca está al borde del sollozo, con la cara desencajada y con restos de semen que le resbalaban por la comisura de los labios, la boca abierta y las pupilas enormemente dilatadas mirando al viejo con una desesperada expresión de terror, de saberse que estaba ahí desnuda encerrada en ese cuarto, con ese viejo maniático sexual y bien amarrada le dice.
«cof cof por favor don Juan suélteme, ya déjeme ir mire todo lo que me a hecho cof cof se lo suplico.»
«Je je je» se reía el viejo sin dejar de pasar sus manos por las piernotas de la nena lentamente sintiendo la suave tersura de su piel y diciéndole «por qué te quieres ir mamita si todavía falta lo mejor vas a ver que al rato vas a gritar de lo rico que lo estaremos pasándolo» sonriéndole con esa cara de sádico y enseñándole toda esa dentadura llena de caries, levantándose el viejo dando un último eructo le dijo «sigamos con nuestro asunto mamita que esto todavía tiene para mucho rato jajajajajaja» ante los ojos aterrados de la escultural colegiala , viendo indefensa como el viejo desnudo separaba sus piernas «no,no..qué me va a hacer qué me va a hacer “decía la nena al mismo tiempo que intentó cerrar sus muslos pero el viejo ya se había metido entre ellos en medio de sus dos piernas y dejando caer todo su peso encima de ella la comenzó a babear en la boca y le estrujaba y le magreaba sus pechos con avaricia y desesperación se los mordía sin piedad haciendo que la nena sintiera todo el sadismo de ese caliente viejo.
Cielo Riveros Bastaaaa…. ahhhhh… ahhhhh… por favoooooorrr…. aaahhhhhh… detengaseeeee… bastaaaaaaaa
«Putita como me calientas estas tetotas me vuelven loco «decía el viejo comiéndole los senos con desesperación se los mordía fuertemente dejándolos todos marcados, ella solo lloraba y se quejaba indefensa como estaba amarrada, para el viejo era muy sabroso sentir la suavidad la tersura de la piel de la chiquilla su aroma que despedía a juventud esa juventud que al viejo se le había ido hace muchos años.
La nena sentía como ese cuerpo gordo la aplastaba inundándola con su sudor y como la verga del viejo se frotaba sobre su bajo vientre presionándose contra ella, tenía una cara de miedo y entre sollozos le decía al viejo que parara que le dolía con lagrimas en su carita pero esto calentaba mas al viejo quien con salvajismo le mordía los senos y le jalaba el pezón con los dientes sin piedad.
«Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh….. nooooooooooooooo…. por favooooooooorrrr….. bastaaaaaaa.»
«Desde hace tiempo quería tenerte así putita, perra maldita no sabes cuantas veces soñé este momento» estaba como un verdadero loco, haciéndola sufrir, mordiedola y estrujando con salvajismo sintiendo descargar todo su rencor y su excitación sobre esa nena, «por favorooor, deténganse…por favooor….nooooo, es lo único que atinaba a decir la chiquilla mientras se retorcía inútilmente tratando de sacarse al viejo de encima de ella, «Siiiii eres la putita más sabrosa que he visto» «noooooooo nooooooooo» gemía la nena «Como que no, te voy a coger te voy a meter la verga «» le decía el desquiciado viejo quien recorría el transpirado cuerpo de la chiquilla le masajeaba los brillantes pechos por el sudor la magreaba como un loco así estuvieron un buen rato hasta que el viejo se detuvo y bajándose de la exhausta nena le dijo «bueno mamita ahora vamos hacer un rico 69 para que yo me coma tu panochita» dándole unos sorbos a la cerveza la nena.
La nena sin dejar de ver el cuerpo del viejo que por la barriga le resbalaban abundantes gotas de sudor y viendo esa vergota larga, gorda y llena de venas palpitantes que emergía de una abundante y antihigiénica mata de pelos le decia toda asustada.
«Por favor… no me viole… no…. no…por favor….por favor

La suplicas de la nena solo hacían calentar más al viejo quien levantándose se subió a la cama y coloco sus piernas a los lados de los estirados brazos de la chica que seguía amarrada a la cabecera de la cama solo que ahora al revés de cómo la tuvo hace unos momentos con la intención de hacer un 69 dirigió su palpitante verga a la boca de la nena quien trato de resistirse apretando los labios esto hizo que el viejo le diera un par de cachetadas que le quedaron ardiendo las mejillas, el cojo estaba colérico y le estampó otra cachetada en la mejilla izquierda dejándole los pómulos de un rojo encendido y no conforme con eso le lanzó un escupitajo en el rostro que la adolescente recibió dejando que se resbalara por sus labios «abre la boca pendeja si no te va peor «no quedándole mas remedio que abrir sus labios a la chica y volver a engullir esa apestosa vergota .
El viejo a continuación dejo caer todo su peso metiendo su cabeza entre las piernas de la colegiala haciendo un perfecto 69 a pareciendo ante sus ojos esa vagina con unos finos vellos dorados, los labios carnosos y rosados y le empieza a lamer el interior de los muslos para a continuación sepárale los labios vaginales con los dedos para poder meterle la lengua hasta lo mas profundo de la concha de Cielo Riveros quien nada podía hacer, el viejo le comenzó a mamar con avidez el clítoris estremeciendo a la colegiala, mientras su verga le daba unos frenéticos bombeos a su boca haciendo que la cabeza de la nena rebotara una y otra ves sobre el colchón, entraba y salía de su boca la vergota soportando las envestidas del erecto miembro.
La lengua del hombre siguió dándole feroz batalla al clítoris de la nena mientras ella experimentaba muy a su pesar un gran placer cerraba los ojos fuertemente para aguantar esas sensaciones la cosa ya le estaba gustando, la húmedos labios de la chica se entrecerraban con fuerza alrededor de esa vergota, jadiando ante el ataque sin misericordia de la lengua y los dedos del viejo a su vagina, la nena sentía que el viejo le dejaba ir todo su peso sin contemplaciones su esbelto vientre sentía como ese cuerpo flácido y sudado la aplastaba.
Los gordos y peludos huevos del conserje por las arremetidas le rozaban su fina carita la cara, le envestía la boca, con rítmicos movimientos de cadera haciendo que la nena le mamara fuerte y metiéndosela bien profunda, hasta casi tocarle los huevos con los labios, Cielo Riveros sentía como aquella barra penetraba hasta su garganta, sentía la pegajosa humedad que manaba de la punta.
El viejo alternaba largos lengüetazas por toda la rajadita hasta el culo para enseguida regresar al clítoris y hundir en el la lengua y agitarla en su hirviente interior, la nena tenia las piernas completamente abiertas la lengua del viejo continua con su labor explorando la conchita empapada de Cielo Riveros, lamiéndola de punta a punta, lamiendo la miel que mana de su sexo, , lamiendo golosamente por dentro el clítoris ya hinchado de la nena , el cuerpo de la nena se estremece de pies a cabeza, y sus ahogados gemidos se hacen más intensos.
«Mppphhh…. Mpphmm mmmmm… mmmm…mmppmh» gemía la nena ante las intensas mamadas que le daba el viejo , por la vergota que tenia en su boca y que la taladraba sin piedad el cuerpo de la nena se sacude con violencia de mujer, Cielo Riveros mama con avidez la verga del viejo con su boquita caliente y húmeda, succionando desesperada ante el intenso cosquilleo que le producía la ansiosa lengua del viejo en su clítoris , le apretaba la cabeza con sus muslos al viejo , sentía su cuerpo convulsionarse, la sangre le fluía de pies a cabeza con velocidades y temperatura indescriptibles, las piernas le temblaban su panochita se encontraba toda humedecida y latiendo como si el corazón se le hubiera ido allí abajo comenzó a excitarse cada ves mas y mas, su boca engullía y mamaba esa verga ansiosa del viejo se excitaba con el fuerte sabor a macho que se desprendía la vergota del viejo sintiendo como se hinchaba dentro de su boca sus mejillas rojas de excitación involuntaria, sencillamente no podía evitar que su cuerpo respondiera a los embates y escarceos de un macho en celo, desesperada arqueaba la cintura completamente excitada.
La lengua, y la boca del conserje van insaciables de su clítoris a su culito, una y otra vez, sintiendo los ahogados gemidos y quejidos de la colegiala sofocados por los embates de la verga en su boca, el hombre hacia lo que quería no solo con la concha de Cielo Riveros sino también con el agujero del culo y ambas partes estaban rojas y lubricadas por las fuertes mordidas y succionadas del macho, la nena se retorcía y jadeaba ahogadamente , su espalda se arqueaba a mas no poder, los ahogados gemidos de la nena inundaban el cuarto mientras que el cuerpo de la nena seguía sintiendo ese calor descontrolado su cuerpo se estremecía cada vez que la golosa lengua rozaba su clítoris su lengua del viejo era larga y a menudo la metía profundamente hasta encontrar sitios placenteros la nena no dejaba de retorcerse, gemía como una loca ya no podía más, la excitación la descontrolaba, prueba de ello, es que de repente y sin voluntad, comenzó a mover sus caderas contra esa sucia y caliente boca provocándole miles de sensaciones al viejo este tenía la cara de gozo absoluto.
Cielo Riveros se siente sofocada debido a su agitadísima respiración ,mama con fuerza y lascivia la durísima vergota del viejo sus gruesos labios hacen presión alrededor de la roja cabeza haciendo que el viejo sienta que está por venirse, esa lengüita de la nena hace que el viejo casi saque la leche hirviente hacia afuera , el viejo siente que ya no aguanta más y se le escapan las primeras gotas de líquido seminal ,y mama con mayor voracidad la virginal panochita de la nena haciendo que el cuerpo de la nena se estremezca recorrido por ondas violentas de placer, de repente la nena sintió que su cuerpo ya no le respondió más a su mente y comenzó a contorsionarse y gemir sin poder evitarlo, estaba al borde de un orgasmo, en ese momento recordó cuando jugueteaba con su clítoris de noche cuando su madre no estaba y sintió que esto era más aun que esas noches de placer, su vagina comenzó a contraerse rítmicamente y sus ojos se desorbitaban, Cielo Riveros parecía sufrir, pero su cuerpo estaba completamente poseído por el placer que le daba ese viejo ,» mppphhh…. mpphmm mmmmm… mmmm…mmppmh» gemía la nena ahogadamente, sus piernas se enredaron alrededor de la cabeza del viejo apretándosela contra su panochita el viejo le metía los dedos en el culo al mismo tiempo que le mamaba , era un espectáculo muy morboso como la disfrutaba ese gordo inmundo, mientras que su cuerpo seguía sintiendo ese calor descontrolado.
Finalmente los dos llegaron al inevitable orgasmo casi al mismo tiempo el viejo acabo en su boquita de la nena, largos chorros de leche caliente que ella va tragando sin dejar de chupar y lamer, su boca sensual sigue apretadita envolviendo la vergota, sus labios dulcemente carnosos siguen succionándole, su lengüita infantil sigue con su caricia de mujer sobre la piel de la verga del viejo y este sigue eyaculando en su boca sin parar.
Cielo Riveros también está llegando al orgasmo su cuerpo es presa de temblores y su cuerpo se sacude violentamente que parece que quiere escapar de los brazos del viejo ,y estalla en un enorme y prolongado orgasmo, el viejo le succiona todo sus jugos tragándoselos.
Entonces, gradualmente, el ritmo de las acometidas del viejo a la boca de la nena se hizo más lento hasta que, exhausto cayó sobre ella.
Después el viejo se queda un rato sobre la nena muy cansado, aquella chiquilla estaba haciendo que florecieran sus más bajos instintos, disfrutando como un loco, haciendo lo que se le antojara con su cuerpo y su mente, era una sensación de poder increíblemente maravillosa, la chica a continuación sintió como la verga del viejo se ponía flácida en su boca perdiendo su dureza, la nena también estaba completamente agotada, el lujurioso conserje estaba sudando como un cerdo por el calor que hacía y por el esfuerzo físico que había hecho , se mezclaban los olores de su sudor, los de su semen, y los que ya había dentro de la casa ,el viejo a continuación se rodó bajándose de sobre la nena acostándose a su lado y diciéndole «que buena mamada me distes mi reina» y acariciándote los pechos continuo diciéndole «estas bien rica mami y todavía falta lo mejor» ella le miraba de reojo con sus ojos tristes, pero a la vez sumisos, sabía que debía obedecer, estaba sometida por el miedo y amenazas del vejete de no devolverle su diario el viejo la observaba su cara y su boca de la nena apestaban a semen, sus ojos estaban tristes pero sumisos, estaba completamente dominada era un espectáculo fascinante, el vejete se levantó de la cama y se dirigió a tomar su cerveza y viendo a la nena amarrada en la cama se le volvió a poner tiesa la verga.
La nena esta quieta junto en la cama como un pajarito herido, poco a poco se le va normalizando su respiración la chica tenía la mirada como ida se veía preciosa amarrada y tendida en la cama la cara la tenía con restos de semen que le resbalaban por la comisura de sus labios sus pechos los tenia llenos de moretones y marcas de mordidas.
«Ohh mamita que buena acabadas me has hecho tener hace mucho que no tenía una tan buena por eso vas a probar una verga de macho caliente en tu culo» le decía el conserje, la chica ya más tranquila y dándose cuenta de su situación le dijo «por favor se lo suplico no me hagas nada, yo se la chupare de nuevo pero por favor no me hagas nada mas no me violes» decía la chiquilla.
«Ja jaja ja eso suplica palomita que eso me calienta más de todos modos ese culito va ser mío jajajajajaja» le decía el viejo quien a continuación le desato las manos a la chica de la cabecera de la cama y empujándola le dio vuelta quedando Cielo Riveros boca abajo, «no dejamm balbuceo la joven, apenas estaba tan cansada estaba en tal estado de cansancio que era como una muñeca a la que se podía manejar al antojo de uno por eso el viejo ya no la amarro el viejo le puso una almohada bajo su vientre que hizo levantar aún mas las nalgotas de Cielo Riveros el viejo se deleitaba con la vista era un par de nalgotas juveniles impresionantes grandes, redondas, suaves y duras y no resistiendo más se subió a la cama de nuevo y le comenzó a besar la espalda a la nena sus labios recorrían la espalda de la chica llegando a sus nalgas, para a continuación separar sus piernas y pasar su lengua por las nalgotas para luego separarle las nalgas y meter la lengua hasta llegar al ano le mamaba con la lengua desde el ano hasta su panochita haciendo que la chica se estremeciera y comenzara a jadear, la nena aun entre su calentura le decía al viejo «no por favor pare no lo haga no me hagas nada ahí por favor.»
Esto calentaba más al viejo que seguía en su labor mamadora y estrujándole con sus ansiosas las manos el enorme par de nalgas pasaba su larga y rasposa lengua por su rajita de arriba hacia abajo llegando hasta el ano y de regreso otra vez rápidamente le daba de lengüetazos, pasaba y repasaba por el cerrado culito lentamente, le acariciaba con su lengua haciendo pequeños círculos alrededor luego introducía su lengua áspera dentro de su culito, a la nena nunca le habían hecho eso, y sentía que era una sensación tan rica, lo morboso de aquello lo hacía más placentero aun, no podía resistirse a tanto placer, Cielo Riveros se sentía como nunca siendo penetrada por aquella lengua, sentía su lengua sobre su clítoris, como se lo chupaba y mordisqueaba, y solo podía jadear y gemir de placer .
Cielo Riveros gemía, mordía sus labios y entrecerraba sus ojos «ahhh ahhh ahhh asi ahhhhhh ooohhh asii asiii oohh, la jovencita gemía y su cuerpo ardía mientras temblaba presa de sensaciones y de un cosquilleo por todo su cuerpo.

El viejo a continuación se levanto apoyándose en las duras nalgotas de la nena y le dijo «prepárate pendeja por que te voy a meter la verga vas a saber lo que es un macho «abriéndole las nalgotas a la nena con las manos coloco su verga palpitante embocándola a la entrada de ese cerrado culito ella respiraba hondo y rápido, como tratando de prepararse para un dolor inevitable, sintió el calor del cuerpo del caliente macho, el viejo comenzó a meterle la verga lentamente y Cielo Riveros supo que estaba perdida, un empujón y el pene se introdujo unos milímetros más dentro de ella, el segundo empujón más fuerte ya ganó un par de centímetros más, ella respiraba hondo.
Sentía como el virginal ano de la nena ejercía una resistencia y como este ayudado por lo lubricado que se encontraba el ano va venciendo esa resistencia hasta meterle la mitad de esa grande y gruesa vergota y ahí se quedó quieto un rato disfrutando de las ricas contracciones que hacia el castigado ano de la nena ante la arremetida de ese intruso.
Cielo Riveros «Bastaaa ahhhhh ahhhhh por favooor aaahhhhhh detengaseeeee bastaaaa «decía la ensartada nena sentía que su culo se habría y como le entraba centímetro a centímetro esa potente verga sus lágrimas eran más abundante «que colita apretada tienes pendeja le dijo el viejo haciendo fuerzas para penetrarla totalmente venciendo la resistencia del cerrado ano de la nena hasta ensartarla completamente la pobre Cielo Riveros sentía que la estaba partiendo, pues era demasiado gruesa, sus enormes testículos peludos golpearon sus nalgotas y solo grito de dolor sus ojos se dilataron como sorprendidos la nena sentía como esa verga la llenaba totalmente, sus ojos se abrieron de par en par, sus manos se crisparon «No, por favor sáquela, me duele mucho , no sigaaa ayyyyy, me lastimaaaa ,ayyy, me duelee, ayyy» se oían los gritos de la nena.
El viejo sin hacerle caso se acostó sobre ella y empezó a culear como loco, , sus envestidas eran rápidas y potentes haciendo vibrar el cuerpo de la colegiala con cada estocada la nena casi no tenía ya fuerzas para oponerse»no por favor no por favor no puedo más «susurro.
«Qué culito más estrecho tienes putitaa» decía el viejo, el cerrado culito de la nena poco a poco se fue adaptando a la enorme verga que la violaba y el dolor poco a poco fue cediendo al placer, la colegiala sentía como la verga del viejo se deslizaba perfectamente en su ano provocándole un placer indescriptible nunca antes sentido, le estaban dando duro, sentía como entraba y salían los huevo del viejo se y el ruido de su culo por las cada embestidas ploc ploc ploc, sentia que la volvían loca, ya no podía mas, «ahhh ahhhh ahhhhhh, ahhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh oooohhh ooohhhhh ella gemia con cada ensartada del viejo al sentir las paredes de su ano rozadas por ese pedazo de carne,su respiración era rápida, y tenia un temblor de su cuerpo juvenil mientras la culeaba el viejo como loco.
Cielo Riveros ya no chillaba, solo jadeaba de placer, gemía más y más cada vez el viejo la ensartaba sin piedad , cada más profundo la culeaba con fuerza, con rudeza, loco por la sensación del momento , las ensartadas hacían vibrar las nalgotas de la jovencita ella estaba completamente entregada al viejo sin voluntad de resistirse la vergota entraba y salía perforándola sin contemplaciones los huevos del viejo hacían ruido contra su culo en cada embestida , le metía y le sacaba la verga arrancándole gritos de placer a la colegiala al sentir las paredes de su culo como la rozaba esa vergota,ella temblaba su cuerpo estaba rebosante de placer.
El viejo la insultaba, le decía «puta, perra, zorra», eso lo excitaba aún mas, estaba disfrutando como un loco, verla sometida y follada era algo increíble la miraba con una cara totalmente desencajada, la cara de un depravado sexual, y cada vez, sus embestidas eran más salvajes, más fuertes, mientras le gritaba que era una puta, oír eso excitaba a la nena una manera increíble nadie la había tratado así y comenzó a suspirar, gozando de la enculada salvaje a la que estaba siendo sometida, cerraba los ojos, apretando sus dientes y mordiendo sus labios, ella gozaba con la situación el viejo no dejaba de decirle «puta grita mas fuerte como me calientas putita como se come tu culo mi vergaaaaa» totalmente fuera de si.
Cielo Riveros «Aaaaaaahhhhhhhhhh aaahhhhhhhhhhhhhh uyyyyyyyyyyyyy» gemía la chica desfalleciendo de placer el conserje la seguía embistiendo fuertemente le daba tan fuete que al chocar con sus nalgotas de la nena hacia mucho ruido, Cielo Riveros estaba que chorreaba, la penetraba tan fuerte que le vino un orgasmo intenso la nena arqueaba la espalda y paraba las nalgotas queriendo que la verga del viejo la penetrara más profundamente la expresión de su cara es de de dolor y de placer a la vez , un placer inmenso que no conocía , la verga le estaba produciendo unos orgasmos incontrolables yo no paraba de gemir y retorcerse, , los orgasmos se sucedían en su cuerpo uno tras otro de repente un orgasmo arrollador, el más grande de su vida, le sobrevino en aquel momento y grito como poseída por el demonio,»aaaaahhhhh ahhhhhhhhh asiiii Ahhhh papiiiii que riiiiiico ahhhhhh papiiiiiiii uyyyyyyyy.

Los orgasmos le asaltaban uno tras otro en forma despiadada, eran tan intensos y continuos, que la volvían loca, el viejo le metía y sacaba la tranca con tanto vigor que cada uno de sus embates hacía pujar a la adolescente, el cuerpo se contorsionaba como una especie de espasmos tanto era el placer de ella, el viejo se acostó en su espalda y le mordía la nuca mientras la culeaba , metió sus manos por debajo del cuerpo de ella agarrándole las tremendas tetas y se los comenzó apretar y a estrujar sin dejar de culearla, le mordía la nuca y el cuello sin piedad, la nena estaba tan caliente que no decía nada solo se dejaba hacer solo gritaba y se contorsionaba-«aahhh, ahhh, asiiiiiiii y paraba mas las nalgotas queriendo que la verga del viejo la clavara mas profundamente, que culeada le daba el viejo a Cielo Riveros la embestía brutal y salvajemente le estrujaba los pechos y los pezones y la mordía sin piedad en la nuca y en el cuello la nena sentía como esa vergota la llenaba totalmente.
El viejo estuvo cerca de media hora rompiéndole el culo hasta que sintió que se venía, apretó sus tetas fuertemente y le mordió con fuerza el cuello, la cara de la nena estaba totalmente desencajada, con los ojos el viejo bufando se vino en torrentes que inundaron todo su trasero, mojando sus nalgas y piernas Cielo Riveros «aaarrrggggghhhhhh gemia el viejo al venirse , la nena también tuvo un inmenso orgasmo al mismo tiempo que manifesto por medio de gritos y gemidos roncos mientras su cuerpo era presa de espasmos de placer y lujuria»aaahhhhh papiiiiiii uyyyyyyyyyyyyyyy aaahhhhhhhh el orgasmo de la nena era interminable , el viejo llenaba su tierno culito de abundante leche caliente , la nena sentía en su culo por primera vez el caliente y pegajoso semen golpeando e impregnándose en las paredes de su culo y poco a poco llenándola de su caliente fluir.
El viejo se quedó arriba de la nena completamente agotado por la tremenda culeada a continuación el viejo Juan le saca su todavía duro miembro de la cola de la nena y se levantó, la nena aun con la respiración agitada lo ve sin entender a donde va, el viejo se dirige a la lamparita para a continuación apagar la débil lámpara de meza dejando el cuarto totalmente a oscuras no se veía nada era una oscuridad total y se subió de nuevo a la cama para seguir culeando a la escultural colegiala en esa reinante oscuridad donde solo se oían los insultos del viejo y los gemidos de placer de la nena.
La colegiala perdió la noción del tiempo, el momento era solo recibir las embestidas del viejo a su ya no virginal ano y sentir esa vergota del caliente conserje que la hacía sentirse mujer por primera vez, el viejo parecía que se iba a infartar por lo agitado que estaba y por el sobre esfuerzo que hacía para darle duro a ese par de nalgotas y al tesoro que escondían, la estuvo cogiendo hasta quedar exhausto por el placer.
Cielo Riveros estaba totalmente cansada, como todo el cuartucho estaba oscuro no supo cuánto tiempo había pasado desde que llego, ahí estaba totalmente sin energías con el viejo arriba de ella sintiendo su respiración en su mejilla totalmente satisfecho y ella vejada y humillada.
Cielo Riveros en su debilidad cavilaba mientras se le iba pasando el efecto del placer en lo que había pasado, en que hacia ahí, en ese cuarto horrible, al lado de un hombre viejo y asqueroso, el viejo ese que la había gozado a su antojo, que la había humillado, al nivel de una puta sucia y lloro en silencio por lo que había sucedido.
De pronto sintió que la lamparita se volvía a encender haciendo que sus pupilas se cerraran ante la luz sorpresiva, el viejo estaba muy sudado por el esfuerzo realizado y vio con satisfacción como su verga tenia rastros de sangre, así como también el colchón demostración inequívoca de que Cielo Riveros era virgen.
Luego el viejo se bajó de sobre la nena haciendo que ella sintiera un frio en su agujerito, sin lugar a dudas lo había abierto en dos, ella entonces llevo una mano hacia su ya no tan virginal ano y lo sintió todo lleno de los fluidos de semen del cojo y volteándolo a ver con esos grandes y bellos ojos verdes y le dijo «es usted un desgraciado mentiroso me dijo que no me penetraría y mire como me a dejado» y a continuación se levantó y se puso su bikini y se comenzó a vestir dándose cuenta con asco que estaba toda pegajosa por los restos de semen seco en la cara en la espalda en las piernas y que olía a el sudor de él y como no si la había cogido y ella lo había disfrutado también, eso la hacia sentir vergüenza y asco de ella misma y mientras se ponía su brasier pensaba en cómo pudo perder su virginidad anal con un gordo de 60 años que no se lavaba ¿Se había vuelto loca o qué?.
Mientras se ponía su falda Cielo Riveros veía al viejo quien la observaba acostado como se vestía con una sonrisa burlona de satisfacción y le dijo.
«Parece mentira que te acabo de culiar me dejaste seco jajaja»
Ella sería lo miro mientras se acaba de vestir y ver esa sonrisa burlona en la cara del viejo le daba rabia e impotencia, sentía que la blusa escolar se le pegaba en la espalda y las piernas también las sentía empegostadas por tanto semen.
Al acabar de vestirse la colegiala le dijo al viejo «donde está mi diario» el agotado conserje le señalo un ropero y le dijo que en el segundo cajón encontraría su preciado diario y la llave del candado para que pudiera irse en medio de una gran carcajada diciéndole que se lo había ganado a pulso, ella se sintió indignada por las burlas del viejo y con los ojos llenos de lágrimas le daban ganas de matarlo por hacerla sentirse peor que basura.
Abriendo la puerta del cuartucho la nena salió al exterior viendo que ya había caído la noche y que ya la escuela permanecía desierta se dirigió a la salida y tomo el bus a su casa cuando llego se metió directo a la ducha, estando en un estado físico y mental deplorable , mientras se bañaba no paraba de pensar en lo que había sucedido y aun que era contra su voluntad en su interior sabía que había sentido un placer indescriptible, cuando termino el baño se hecho en su cama sentía que todo el cuerpo le dolía y presa de un cansancio abrumador se quedó completamente dormida.
Al otro día aún tenía una gran confusión por lo que había sucedido, no podría decir que estaba traumada pero la verdad es que no terminaba de creer lo que había hecho, sabiendo que había terminado ese capítulo de su vida poco a poco lo fue enterrando en su mente y trato de llevar su vida normal, pero solo quedaría en eso, en deseos ya que más adelante seria víctima de más acosos por parte de hombres deseosos de disfrutar de sus encantos.
El lunes siguiente, al volver al colegio, procuro seguir con su ritmo normal de vida, con sus amigas, comportándose de igual forma que antes, nada había cambiado solo que sentía algo de vergüenza, así que evitaba encontrarse con el conserje que la había violado, un día al estar en el receso platicando con sus amigas lo vio como a unos 10 metros sin camisa todo sudoroso paleando tierra bajo el sol sin camisa con toda esa barriga bofa y bañado en su sudor , volvieron a su mente de la nena esas imágenes cuando empapado también en sudor le destrozaba su culito, y se le contrajo el esfínter, la piel se erizo, sus senos se endurecieron repentinamente y su conchita comenzó a humedecerse , espantada por la reacción de su cuerpo se despidió de sus amigas y se fue a su salón.
La vida de Cielo Riveros giraba alrededor del deseo, la lujuria y la lascivia que sin proponérselo provocaba en hombres de todas las edades quienes valiéndose del engaño, el acoso, el chantaje y otras sucias artimañas, no cesaban en su intento de querer llevársela a la cama para saciar en su voluptuoso cuerpo las más bajas, sucias, puercas y aberrantes perversiones sexuales.
Así pasaron los días la nena fue olvidando ese capítulo que paso con el cojo Juan y salía a pasear los sábados con el permiso de su mama con su novio Rodrigo iban a cines, museos, centros comerciales, ferias etc. la nena era muy feliz con su novio y estando juntos para ella era lo máximo.
Un sábado estando con su mama en casa, ya que como recordaran su mama trabajaba de enfermera en una clínica rural y por su horario nada más se veían los fines de semana, le llamo su mama.
» Cielo Riveros mi niña ven te tengo una sorpresa» la nena contestándole desde su recamara le dijo «voy mama. »
Llegando la nena a la sala de su casa, vio que su mama tenía una pequeña caja envuelta en regalo y dándole un beso en la mejilla a su mama le dijo.
«Y eso mama que es» poniéndoselo en sus manos su mama le dijo.
«Es para ti mi niña lo compre por que sé que lo necesitas y por qué llevas muy buenas calificaciones en la escuela, pero ábrelo ándale.»
La nena sin esperar más lo abrió y vio que era un muy moderno teléfono celular con cámara integrada para tomar fotos y video, la nena emocionada abrazo a su mama diciéndole «gracias mama no sabes cuánto deseaba tener uno, ya todos en la escuela tenían menos yo eso me hacía sentir mal gracias mama.»
«Si hija te lo mereces por ser tan buena hija, solo te pido que lo cuides porque lo estoy pagando con mucho sacrificio ya ves que lo que gano apenas nos alcanza para lo más elemental. »
La nena muy feliz corriendo a su recamara se tiro a su cama y lo primero que hizo fue llamar a su novio poniéndolo al tanto de que ya tenía celular y poniendo se de acuerdo para verse en la tarde para salir a dar la vuelta.
En la tarde la colegiala se dirigía al parque para verse con su novio Rodrigo, la chica llevaba un vestido veraniego bordado con florecitas con un escotado que dejaba ver más de la mitad de ese par de mamables pechos , de abajo le quedaba a medio muslo y esto aunado a las nalgotas de la nena hacia que el vestido se le subiera de una forma provocativa, con ese sinuoso caminar la falda se balanceaba de lado a lado al compás de sus caderas, cuando andaba era seguida por todo el vecindario masculino ,ella iba pensando en ver a su novio y no se daba cuenta del efecto que entre los hombres despertaba no pocos suspiros a su paso, cualquier hombre joven o mayor, soñaba con satisfacer sus fantasías en los brazos de aquella mezcla de niña-mujer, ese día había mucho viento cuando de pronto una ráfaga de aire levanto el vestido de la nena tomándola desprevenida alegrándoles la vista a los afortunados que pudieron ver su bikini rosado lleno de encajes haciendo que la nena se pusiera colorada por la pena.
Uno de los que veían ese delicioso vaivén de las ese par de nalgotas con deseo era «el gorila» un cholo líder de una banda que se dedicaban a asaltar gente para comprarse droga y cervezas típico de estas colonias perdidas, tendría como unos 32 años, lleno de tatuajes, cabeza rapada, una barba de varias semanas sin afeitar, vestía siempre con bermudas grandes y tenis era muy corpulento y muy velludo de ahí que le decían el gori de carácter dominante.
Ese día para variar se estaban drogando con marihuana en un callejón a lado de un billar donde era su centro de operaciones, era un callejón abandonado muy estrecho apenas como metro y medio de ancho por unos 8 metros de largo generalmente se iban hasta el fondo a estarse drogando y mantenían a uno afuera para que les echara aguas por si pasaba algo.
Este fue el que les aviso con un chiflido al distinguirá a Cielo Riveros con su andar cadencioso y moviendo sinuosamente su escultural anatomía, el gori y los demás salieron del fondo del callejón par disfrutar el espectáculo de Cielo Riveros.
Ella los vio parados al gori y su banda recargados en la pared, pero ella no les prestó atención porque estaba abstraída en sus pensamientos de que vería a su novio, al pasar junto a ellos sintió las miradas las cargadas de lujuria que sin recato alguno se dirigían a sus prominentes pechos, estos veían hipnotizados como sus firmes pechos tensaban la tela de su vestido, y como los pezones que se marcaban perfectamente en la tela a pesar de la protección del sujetador, y las miradas cargadas de lujuria eran dirigidas también a sus apetecibles nalgas , esto la asusto mucho a ella al ver las miradas de esos hombres y trato de apurar el paso para pasar lo más rápido posible agachando la cabeza.
«Adonde vas tan sola mi reina » oyó la nena la voz ronca del gori, al levantar la vista la chica lo vio que sin quitarle la vista a sus tremendos pechos se relamía los labios con lascivia a la vez que los demás murmuraban un «mamacita» o alguna otra palabra libidinosa.
La nena sin contestarles apresuro el paso toda asustada ala ves que el viento seguía aumentando y hacía esfuerzos sobrehumanos para que no se le levantara el mini vestido.
«Oye hermano pero que culo de vieja» dijo uno de los cholos.
«Que espectáculo, que tremendo culo tiene esta hija de puta que nalgotas…grandes y redondas» dijo el gori.
«Esta buenísima…que melones los que se carga» volvió a decir en tono lujurioso uno de los cholos.
«No cabron….si esa pinché vieja le para la verga a cualquiera….es para estarle bombeando las nalgas todo el día en la cama» dijo el gori.
La nena siguió su camino olvidándose de los cholos y no prestando atención a los piropos que le decían a su paso ella estaba en verdad enamorada de su novio y solo pensaba en su encuentro con el, al divisarlo se le dibujo una sonrisa en su hermoso rostro se abrasaron y besaron para a continuación sentarse en una banca y platicar de trivialidades ahí se les fue pasando la tarde tomados de la mano sentados y dándose besitos de piquito , los machos que pasaban se deleitaban viendo las bien torneadas piernotas cruzadas dejando ver su suave piel de terciopelo que al estar sentada en la banca hacia que el vestido se le subiera dando un grandioso espectáculo a todo aquel que pasaba por ahí.
Sobra decir que el muchacho se sentía en las nubes al tener con el a una mujer que provocaba los pensamientos mas libidinosos de los hombres, lo sabia muy bien por que el también había estado así cuando conocía de vista a Cielo Riveros y la veía pasar caminando contoneándose haciendo que la sangre le hirviera de deseo pero ahora este escultural chiquilla era suya y nada mas que de el (déjenme reírme ja ja ja eso pensaba el, no sabiendo a cuantos ya había Cielo Riveros dado su cuerpo para que la disfrutaran y los que faltaban).
El chico sintió que se calentaba con tanto besos que le daba esa beldad que tenía por novia sentados como estaba besándose pasaba su mano por la espalda de la nena y la apretaba contra el para después bajar por su costado y posarse en esas deliciosas y suaves piernas acariciándolas y comenzando a subir lentamente, cada vez más, excitado el chico comenzó a besarle el cuello, hurgaba su deliciosa piel fresca , la nena tenía una mirada que denotaba temor ,excitación ante esos besos y caricias cada vez más atrevidos y al que dirá la gente que pasaba y los veía.
La chica reaccionando porque estaban en un lugar público le dijo.

«No… no debemos» sintiendo el lo agitada que estaba poniéndose.
Ya la tarde caía era casi de noche y tomándola el de la mano le dijo «ven vamos a caminar.»
Caminaron el silencio abrasados la feliz pareja deteniéndose por momentos para darse de besos ante la mirada de envidia de cuantos machos los veían hubieran deseado estar en su lugar para disfrutar de los sensuales labios de ella, que de solo verlos era imposible evitar pensamientos morbosos sobre las maravillas que haría su dueña con ellos, así como de tocar sus exquisitas redondeces las cuales se delineaban perfectamente bajo el mini vestido de ligero vuelo que apenas cubría sus bien torneadas piernas, motivo también de pensamientos libidinosos, así siguió la feliz pareja caminando hasta que llegaron a un terreno baldío que estaba más oscuro que la boca de un lobo, el chico la llevo hacia adentro tratando de continuar lo que hicieron en el parque pero lejos de las miradas indiscretas la recargo en un árbol.
Y comenzó a besarla en la boca con una presión avasallante, le metía la lengua revolviéndola adentro, le agarraba los pechos por arriba del vestido y se los masajeaba, ella hizo un débil gesto como para impedirlo, pero sin convicción alguna.
Le saco las tetas fuera y comenzó a mamárselas, que tetas duras y grandes, con unos pezones completamente hinchados, sus jadeos aumentaron. , el pezón lo tenía grueso carnoso y durísimo, le mamaba un pezón y con la mano le masajeaba el otro pecho haciendo que la nena se humedeciera de su conchita.
Cielo Riveros «ahhhhh ahhhhhhhh mi amor» gemía la nena presa de sensaciones placenteras.
Cielo Riveros lo tenía tomado con sus brazos agarrándolo de la nuca y apretándolo contra sus formidables pechos suspirando con las lengüeteadas del chico que la hacían sentir un cosquilleo desquiciante que le recorría todo su cuerpo, sentía su coñito que estaba humedecido ante la situación tan placentera que le daba su novio y a juzgar por la presión que sentía contra su estómago, parecía que su polla también estaba dura.
A continuación, el chico bajo una de sus manos por debajo del vestido hasta la parte superior de su muslo de la nena sintiendo un gran placer esa piel desnuda tan suave recorría con su mano ese par de nalgotas ricas estrujándolas y acariciándolas por largo rato disfrutando cada segundo del placer que le daba ese cuerpo de ensueño, bajaba las manos recorriendo el suave muslo de la pierna para a continuación de nuevo subía la mano para estrujar de nuevo esas nalgotas.
«ohhhhhh ohhhhhhhh mi amor me haces tan feliz» gemía la nena, le tocaba su caliente panochita estaba que casi hervía, por tanto manoseo del excitado chico, Cielo Riveros hacia muecas de placer en su angelical carita torcía la boca, se mordía los labios y movía su cabeza de un lado a otro.
Las lujuriosas manos del chico recorrían ese par de piernotas suaves acariciándolas ávidamente mientras no dejaba de mamarle los pechos impetuosamente.
Ahhh cosita rica decía el chico tenía la verga completamente dura y ella lo sentía en su bajo vientre excitándola más y aferrándose más a la cabeza de él pegándolo más a sus formidables tetas.
«Aahhh mamacita cosita rica» le decía el caliente muchacho para a continuación apoderarse del hinchado pezón con la boca y succionárselo haciendo que Cielo Riveros arqueara la cintura y gimiendo » Ahhhhhhhhhh, qué rico, amor.
La colegiala estaba súper acelerada y jadeaba a cada instante, era un auténtico volcán sexual.
En esas estaban cuando oyeron que venían unas señoras platicando por el lote baldío separándose inmediatamente Cielo Riveros se compuso su ropa y su cabello y ella le dijo que ya era tarde que por favor la fuera a dejar a su casa ante el desencanto del chico que quería seguir la fiesta.
Caminaron hasta la puerta de la casa de la chica y dándose un beso se despidieron entrando la chica a su casa.
Esa noche en la soledad de su recamara ya de madrugada la nena comenzó a tener un sueño húmedo durmiendo solamente con un diminuto bikini con su mano comenzó a acariciar su clítoris, al tiempo que con otra mano se acariciaba sus apetecibles pechos, haciendo un alto en sus delicados pezones para pellizcarlos, jugar con ellos, bordear su contorno, retorcérselos suavemente mientras flexionaba sus torneadas piernas y arqueaba la espalda hundiendo la cabeza en la almohada presa de la excitación a su mente venia el faje que se había dado con su novio en el lote baldío.
Oohhh mi amor así dame más decía la nena de pronto oyó una voz aguardientosa que le decía «si zorrita te voy a dar más «ella al verlo ya no era Rodrigo, era el cojo Juan y ya no estaba en el lote baldío estaba en el cuartucho del lujurioso viejo completamente desnuda, «puta te voy a mamar la panocha y te voy a meter la verga hasta que me harte de ti.
Esas palabras vulgares en el tono como se las decía producían un calor dentro de la colegiala que la hacían perder la razón y en el sueño el viejo le mamaba los pezones como un desesperado, haciendo que su panocha se humedeciera en medio de un delicioso cosquilleo….»aahhhh….oh di-dios»….susurro con los ojos entrecerrados, los labios húmedos semi abiertos mientras que a su mente en medio del sueño llegaba la voz del cojo Juan.
«Ahhh que rico mami eres toda una perrita te encanta la verga se nota mucho que andas urgida , pero yo te voy a dar una culiada que nunca olvidaras» todo eso venía a su mente como un torbellino haciendo de ese momento algo excitante para ella gemía sin dejar de frotarse vigorosamente la entrepierna que para estos momentos prácticamente la tenía empapada , ladeando la cara con el cabello como cascada sobre el mismo dándole un toque más erótico y con sus dedos entrando y saliendo de su intimidad, mojándolos con sus jugos que cada vez emanaban en mayor cantidad.
Despues de unos minutos más de esta faena….»ahhhhmmmmjjjj ….oohhhhh ….di-dios mió ….ahhhhggggmmmmjjjj!» ….gimió largamente mordiéndose el labio inferior de un solo lado, agitando, estrujando las sabanas, convulsionando su escultural anatomía ante la llegada de un caudaloso orgasmo

que en forma estrepitosa le hizo lanzar alaridos de placer que seguramente llegaron a todos los rincones de la casa, pero sintiéndose segura de no ser oída por nadie, descargo toda la energía acumulada.
No pudo evitar sentir un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo, desde la punta de los cabellos hasta los dedos de los pies exhausta se volvió a quedar dormida.
Al otro día en la mañana al despertar se sintió muy húmeda de su panochita al principio no recordaba nada, pero poco a poco comenzó a recordar en la noche con su sueño húmedo y las imágenes venían a su mente donde era tomada por el viejo Juan entonces sus pómulos se enrojecieron su cuerpo comenzó a prenderse y su panocha le volvía a palpitar.
Sorprendida por la reacción de su cuerpo corriendo se levantó y se metió en la regadera tratando de apagar el fuego que comenzaba arder en su cuerpo y que amenazaba con consumirla.
Ya más tranquila después de la ducha se dedicó a hacer sus quehaceres y a preparar sus cosas para el otro día que era lunes ir a la escuela.
El lunes Cielo Riveros llego a su escuela preparatoria bajándose del bus que la dejaba frente al plantel escolar ,la nena veía todo el barullo que había formado por todos los escolares que llegaban a la escuela bachiller y los que salían de tomar sus clases del turno de la mañana , y volteo hacia todos lados esperando ver a alguien conocido, cuando se topo con la mirada de Katherine Riveros quien era su mejor amiga quien como decimos aquí en México no cantaba mal las rancheras también, esto quiere decir que al igual que Cielo Riveros, Katherine Riveros también tenía lo suyo pero a diferencia de Cielo Riveros esta chica era totalmente desinhibida.
Esta nena era dueña de un redondo trasero que parecía haber sido moldeado por un escultor una cintura delineada de avispa un par de pechos no tan grandes ni tan exuberantes como los de Cielo Riveros pero agradables a la vista masculina, de la cara no era tan hermosa como Cielo Riveros pero tampoco se podía decir que fuera fea, su carita era picarona de mirada sensual y cabellos ondulados rubios, derretían a los que la conocían.
Saludándose el par de encamables colegialas de un beso en la mejilla y platicando alegremente se quedaron unos minutos a las puertas del colegio aprovechando que todavía faltaban unos minutos para empezar las clases, el par de nenas platicaban distraídamente sin prestar atención a las miradas tanto de maestros, intendentes y alumnos que se deleitaban viendo el delicioso espectáculo visual que ofrecían las dos chicas con sus mini faldas escolares que apenas les llegaban a medio muslo exhibiendo piernas muy bien torneadas y la curva de sus traseros que se podían apreciar como sobresalían de sus faldas.
Había compañeros de ellas que trataban de aprovechar la oportunidad de propiciar encuentros casuales e intentar ver un poco más allá el panorama que ofrecían el abultado pecho de Cielo Riveros debido al generoso escote de su blusa ajustada, o cuando con su amiga Katherine Riveros se encontraban sentadas en el césped y ofrecían a la vista sus par de bellas y torneadas piernas provocando que más de uno tuvieran que hacerse «justicia por mano propia» en los baños del colegio al no aguantar ver semejante espectáculo visual.
Como decíamos Katherine Riveros era una chica totalmente desinhibida, le gustaba darse sus buenas agasajadas con algún chico que le gustara se dejaba besar y manosear por el, sus besos y su cuerpo ya era del dominio de compañeros de la escuela, amigos de sus hermanos, vecinos etc. desde hacia un año le había agarrado un gustillo por todo eso que tuviera que ver con muchachos y cuestiones sexuales.
Su uniforme elevo mas de una queja de las maestras con el director, su faldita tableada era cortísima, y le gustaba llevar la camisa apretada, resaltando más su figura.
Ella sabía aprovechar el cuerpecito que dios le dio hacia que los más chicos de 1° año, le compraran cosas con solo sonreírles un poco, inclusive había logrado que un profesor, que se babeaba con ella le subiera las notas bajas que tenía en matemática.
«Porfa profe» solo había tenido que decir, comiendo una paleta insinuantemente y jugando con sus cabellos, lanzándole una miradita de cachorra triste de las que ella bien sabía hacer.
Salía todos los fines de semana a discotecas, fumaba sin que sus padres lo supieran, y trataba de que no la vieran llegar borracha, cosa que, hacia bastante seguido, se juntaba con los amigos de su novio todos estaba muertos por ella y algunos afortunados ya habían disfrutado de sus encantos, el novio era un tipo pandillero un vago que no hacía nada de provecho solo vagar y estarse drogando.
Katherine Riveros salía todos los fines de semana, bailaba desaforada con algún chico si no estaba su novio lo besaba si le gustaba, y si valía la pena, se dejaba manosear en los reservados y si se daba la situación, ella le mamaba la verga (siempre y cuando el joven agraciado valiera la pena)se había convertido en una experta mamadora ya había mamado 6 vergas distintas, la de su novio , la de su primo, y la de algunos chicos de la discoteca, y a ella no le disgustaba, le gustaba saber que volvía loco a los hombres que se las mamara… le gustaba el calor, sentir como palpitaba al acabar y tragarse todo el semen, le hervía la sangre cuando recordaba tener sexo, esa cosa que había descubierto hace unos meses y se había vuelto adicta a estas cuestiones.
Sonando el timbre para que los muchachos pasaran a tomar las clases las dos beldades se fueron a su salón para tomar sus respectivas clases meneando deliciosamente el trasero ante la mirada de admiración y de deseo de todos los varones y de envidia de las chicas menos agraciadas.
Al terminar una clase Cielo Riveros se quedó un rato en el aula con otra compañera que le explicaba unos problemas de matemáticas que no había logrado entender bien , cuando termino la explicación busco a su amiga Katherine Riveros con la mirada dándose cuenta que no se hallaba en el aula, como tenia todavía 20 minutos de receso y salió a buscarla.
Cielo Riveros se paseaba por la escuela buscando a su amiga, en verdad que era una criatura digna de ser plasmada en un cuadro de un gran pintor para dejarla de legado para la posteridad, unos rasgos angelicales de su rostro que era imposible no voltearla a ver , su cuerpo casi perfecto lleno de curvas por todas partes sus grandes y hermosos senos que se erguían desafiantes en donde se marcaba el delicioso pezón sobre la tela de su blusa ya que traía el chalequito oficial del uniforme sin abotonar , su estrecha cintura y su vientre completamente plano , un par de nalgotas redondas y paradas que se balanceaban en su cadencioso andar y un par de piernotas bellamente moldeadas y firmes que se apreciaban debajo de esa minifalda.
En verdad que era un monumento de chamaca casi todos en la escuela soñaban con conquistarla y cogersela, sobre todo un chico llamado Víctor un mozalbete de 20 años de esos típicos que nada más van a la escuela por diversión ya había repetido varios semestres por que no estudiaba solo le encantaba irse de pinta, fumar en la escuela o estar viendo revistas pornográficas que siempre llevaba en su mochila, y pues ya andaba ya con las hormonas alborotadas y absorto veía a Cielo Riveros , no le quitaba la vista a sus formidables muslos ni a sus redondas nalgas que se delineaban bajo el ligero vuelo de la minifalda escolar y que se cimbraban con su cadencioso andar.
Ella al verlo que la miraba lujuriosamente se sonrojo y cambio la mirada hacia otro lado tratando de evitarlo sabiendo que era un bueno para nada y que nada mas estaba en la escuela por echar relajo.
Víctor no aguantando más al verla se acercó a la nena diciéndole.
«Adónde vas mamacita no quieres que te acompañe.»
«No gracias» le dijo la nena secamente sin siquiera voltearlo a ver.
Este se había colocado a su lado caminando al parejo de ella y al estar tan cerca de ella era inevitable no clavar la mirada en aquel par de maravillosos par de melones que se dejaban ver por el escote de la blusa , eran demasiados imponentes demasiados soberbios para no babearse por ellos.
«Por qué no vamos al cine mamita no seas aburrida vamos yo te invito» le decía el caliente chico a la escultural colegiala, «mira que la pasaremos muy bien allá, estas tetotas ya piden que las mamen y las soben»
Cielo Riveros sintió que le ardía la cara al oír las vulgaridades que le decía el mozalbete.
«Pero que te has creído imbécil déjame de estar molestando.»
«¿Qué te pasa zorrita? Si esas tetotas son para disfrutarlas ni modos que vayas para monja eso si seria un desperdicio» le decía el caliente Víctor que a fuerzas se la quería tirar.
Cielo Riveros se sentía incomoda por que el chico aparte de decirle leperadas no la dejaba, seguía caminando a su lado y viéndola descaradamente.
«Que dices entonces nos vamos al cine y me das una mamada de verga mira que mis bolas están llenas de leche para que no se me vayan a reventar.»
La chica ya no le contestaba creía que ignorándolo se aburriría y se iría, pero esta actitud animaba mas al caliente joven quien seguía bombardeándola de peladeses.
La nena estaba tan absorta en deshacerse de Víctor que no se fijo ya por donde iba y fueron a dar a una parte que estaba desierta de la escuela hasta el fondo, en el segundo piso donde había unos salones que servían de laboratorios, pero que en esos momentos no había nadie ya que al ser el receso todos estaban abajo en los comedores o en las canchas jugando pelota.
Distraída como iba al doblar una esquina había un pasillo como de 3 metros de fondo y más allá solo una pared, la chica quiso dar media vuelta y regresar por donde había venido, pero Víctor se interpuso, ella se hizo de lado para librarlo pero el se volvía a interponer y no paraba de decirle.
«Ándale putita no seas apretada podemos pasar un rato agradable tu y yo mira que ahorita no hay nadie estamos solos aquí.»
«Solo dame un besito mamita rica» le dijo Víctor al mismo tiempo que estirando una mano le agarro una nalga a la nena quien reaccionando sorprendida por la atrevida caricia le empujo la mano y le dijo.
«No me toques entupido eres un cerdo lárgate y déjame salir si no gritare y te acusare para que te expulsen».
El la veía divertido era un chaval que ya estaba muy corrido y viendo los hermosos ojos verdes de la nena sabia que estaba asustada y quería aparentar que estaba enojada y que cumpliría su amenaza.
La nena se estaba poniendo nerviosa por la situación de estar ella y ese depravado solos en ese lugar alejados de los demás, ella insistía tratando de esquivarlo para poder pasar y el seguía interponiéndose haciendo inútiles sus esfuerzos de la chica de pasar.
Esto hizo desesperarse a la chica y ya bajándole el tono a su voz casi suplicándole le dijo
«Por favor déjame pasar Víctor yo no te e dado motivos para que me hables así.»
Tremendo error de Cielo Riveros con esto el confirmo que estaba asustada y ya más envalentonado al ver la timidez de ella la tomo de las muñecas diciéndole.
«Claro putita que me has dado motivos andas por toda la escuela levantando los pitos con tu forma de menearte y de vestirte enseñando todo y diciéndonos con esa actitud que estas que te mueres por una buena verga», le decía el chico al mismo tiempo que la iba forzando a caminar hacia atrás hasta que su espalda de ella se pego a la pared del pequeño corredor.
El mozalbete ya más seguro y sintiéndose dueño de la situación la recorría con miradas lascivas sus portentosos pechos, miradas que no pasaron desapercibidas para ella y que le hicieron sentir un ligero estremecimiento mezcla de temor y excitación.
Por la posición en que estaban se veía la parte de adentro de un salón por los cristales, pero los de adentro no los veían por qué los tapaba un viejo pizarrón recargado en la ventana que ya estaba carcomido y tenía unos pequeños huecos, en eso oyeron unas voces que se adentraban al salón eran un par de profesores que habían olvidado unos documentos que tenía que llevar a la dirección.
Los dos voltearon a ver a través de los huecos del pizarrón el chico sin soltarla de las muñecas, Cielo Riveros reconoció a uno de los maestros era un maestro que siempre le había tenido cariño y que siempre la ayudaba cuando necesitaba alguna explicación de algo que no entendía, pensado que era su tabla de salvación se
preparo para gritar auxilio, pero Víctor adivinando sus intenciones le dio una cachetada diciéndole.
«Si gritas zorra todos se vana enterar de que te estoy culeando ¿quieres que todos sepan que te culeo y que a ti te gusta? Quieres eso puta.»
Cielo Riveros sorprendida y asustada por la cachetada movió su cabeza negativamente lo que menos quería era que su prestigio anduviera por los suelos la horrorizaba pensar que todos la tacharan de una puta.
«Entonces putita flojita y cooperando si no ahorita todos se enteraran de que eres una puta barata».
La asustada nena con lágrimas en los ojos solo atinaba a decir «Porque me hace esto, por favor déjame ir.»
El sujeto sólo sonreía y sin ningún reparo se agarraba la erecta verga por sobre el pantalón que como carpa de circo estiraba la tela del pantalón.
Tomándola de la cintura la estrecho fuertemente a el, la nena horrorizada puso sus manos en el pecho de el forcejeando tratando de separarse de el, pero el chico la jalo de los cabellos fuertemente de la parte de atrás jalándolos hacia abajo lastimándola y diciéndole «en qué quedamos zorra vas a cooperar o ahorita todos se enteran lo puta que eres «.
La nena muy asustada le dijo que si pero que ya no la lastimara.
El caliente chico volvió a estrecharla por la breve cintura disfrutando de la cara de horror de la nena y la respegaba fuertemente a el para que ella sintiera la verga que estaba dura y crecía a causa suya desde hacia un buen rato y acerco su boca tratando de besarla en esos gruesos y frescos labios, pero la nena volteo la cara de lado diciendo, «noo déjame que me haces suéltame déjame ir Víctor».
Volviéndola agarrar de los cabellos por la parte de atrás jalándola salvajemente se apodero de esos jugosos gruesos y deliciosos labios dándole un beso asfixiante para ella, sintiendo ese delicioso aliento que emanaba de esa jugosos labios.
Ella tenía los ojos abiertos al máximo con una expresión de espanto en su cara, sentía horrorizada ese caliente aliento que emanaba de su boca de el, esa lengua que se introducía en su delicada y fina boca a la fuerza y que se movía buscando la lengua de ella para enredarse y esa barba tupida de candado de el que como lija le raspaba su boca.
«Mmmmmmmmmgggggggg» «Mmmmmmgggggggg»

Gemía y se contoneaba la nena ante el salvaje beso, después de un rato el se separó de ella haciendo que la chica desesperada volviera a suplicar con lágrimas en los ojos.
«Déjame ya déjame Víctor no me hagas esto por favor»
Pero Víctor ya más caliente la veía lujuriosamente y sintiéndose dueño de la situación comenzó a meter la lengua en la oreja lo que hacía que le dieran cosquillas agradables a la nena que se contoneaba ante estas sensaciones para después dedicarse a besarle el cuello con esa tupida barba de candado que tenía y que hacía que a Cielo Riveros le hiciera muchas cosquillas en su sensible cuello, mientras que con una mano la subía y se prendía de una de las formidables tetas de la nena manoseándola quien al sentir la atrevida caricia a su pecho pego un respingo diciendo «noooooooo noooo lo hagas déjame «pero el no la escuchaba estaba abstraído por ese cuerpo de Diosa y le estrujaba las nalgas con la otra mano sintiendo ese delicioso y curvilíneo trasero.
La nena estaba horrorizada le daban ganas de gritar y salir corriendo de ahí pero las amenazas de Víctor la hacían pensarlo dos veces rogando que esto acabara pronto.
Bajando ambas manos Víctor se deleitaba estrujando apretando y masajeando ese par de nalgas maravillosas sus manos recorrían ansiosas esas tremendas redondeces para después agarrarla de a cartoncito como decimos en México (con ambas manos apoyadas en las nalgas la levantaba hacia arriba).
«Madre mía, qué culo te cargas mamacita estas más rica de lo que pensé», y era algo muy cierto ese culo era duro, redondo era perfecto, la verga de Víctor estaba tan dura que Cielo Riveros sentía como se le respegaba en su bajo vientre asustándola.
«No sé cómo te aprietas tanto mamazota si estas nalgas ya piden verga a gritos y esta panocha cerradita ya es hora de que conozca lo que es culear, ohhh putita que duras y ricas tienes las nalgas».
La nena estaba temblando, notaba como su cuerpo era un manojo de nervios, «No no me hagas esto» su voz era un susurro ella tenía sus brazos colgados a los costados de su cuerpo dejándose hacer ya sin oponer resistencia y Víctor tenia metidas ambas manos por en medio de sus brazos y de su cuerpo de la nena masajeándole el trasero.
La tenia recargada a la pared y con su cuerpo la empujaba punteándola con su cintura como si la estuviera culeando haciendo que ella sintiera esa tremenda erección en su bajo vientre al mismo tiempo que con sus manos en las nalgotas de ella la estrujaba hacia el.
Víctor ya muy caliente le decía «te gusta zorra yo sé que te gusta» ella ya tenía echada la cabeza hacia atrás dejando su cuello totalmente desprotegido a merced de el por los lengüetazos a su sensible cuello, esto porque al recorrerla el con su boca una y otra vez le producía deliciosos escalofríos por todo su cuerpo haciendo que instintivamente echara su cabeza ella hacia atrás dejándole todo el camino libre, Víctor había dado con uno de los muchos puntos débiles de la escultural colegiala.
La lengua y la barba de candado del chico la hacían sentir un ricos escalofríos y que le enervaba los sentidos pero aun así le decía «Por favor déjame, por favor, Víctor», la chica ni cuenta se dio que los maestros que habían llegado hacia un rato ya se habían retirado pudiendo salir de esa situación si lo hubiera notado.
Él le sobaba las nalgas sin parar sentía algo indescriptible rico en sus manos como se estremecía y temblaba ese formidable culazo por la caliente situación y también sus deliciosos contoneos que no paraban calentaban mas al ya de por si caliente Víctor era maravilloso sentir y estrujar esas nalgotas y sentir su bikini por la delgada tela de la falda al mismo tiempo que se contoneaba deliciosamente.
Cielo Riveros temblaba en todo su cuerpo presa de sensaciones muy placenteras que se iban apoderando poco a poco de ella contra su voluntad ese masaje que le daba la lengua de el en su sensible cuello le enervaban los sentidos.
Cielo Riveros con los ojos entrecerrados sentía la quemante boca de Víctor como recorría una y otra ves su sensible cuello, mientras que las dos temblorosas manos por la excitación de Víctor, le sobaban sin parar sus carnosas y apetitosas nalgotas bajo la cortísima minifalda escolar y se las estrujaba y las separaba sintiendo como la nena se contoneaba ante el manoseo y el sintiendo que esas nalgotas lo llevaban al cielo.
Que culo el de Cielo Riveros era firme, duro y suave la nena sentía como las manos de Víctor las estrujaba, esas nalgas que tenían loco a mas de 10, con ambas manos se las abría y se las volvía a cerrar una y otra ves todo esto sin dejar de lengüetearle con la boca el sensible cuello haciendo que la resistencia de la chica fuera cada ves menos.
Acercándose a su oído le dijo el chico «tu cuerpo está hecho para gozarlo, eres como un manjar de dioses.»
El excitado muchacho le quita el chaleco por la espalda a Cielo Riveros y la blusa a continuación quedándose solamente con su sexy brasier sin que se opusiera la nena exasperada por las lamidas a su cuello, la monumental colegiala continuaba con los ojos cerrados con la cabeza echada para atrás recargada en la pared, los pechazos subían y bajaban al ritmo de su agitada respiración era una visión muy enervante.
Para a continuación meter las manos en la espalda de Cielo Riveros buscando el broche del sostén, la nena con sus manos en los hombros de el trataba de apartarlo suavemente y contoneándose en un inútil esfuerzo para evitar que le quitara el brasier diciéndole.
«Noooooo noooo lo hagas detente «pero el no se detenía, sus manos temblorosas luchaban por zafar el broche que aprisionaba ese par de exuberantes senos.
Que delicioso era para el sentir esa sensación de dominio sobre la colegiala que la estaba obligando contra su voluntad y que no se podía oponer a sus sucios deseos.
La nena exasperada por las lamidas a su sensible cuello por esa lengua rasposa y esa barba que la hacía sentir un delicioso cosquilleo en su cuello trataba inútilmente de detener débilmente al caliente víctor contoneándose y con sus dos manos en los hombros de el empujándolo muy suavemente y con la cabeza echada hacia atrás le decía
«Viiiict tooorr paaa paaa paara «a sabiendas conociéndose como se conocía que si esa lengua y esa boca con esa barba tupida llegaban a sus senos y a sus hipersensibles pezones sus pocas fuerzas para oponerse y su poca lucidez quedarían derrotadas y entonces si se entregaría a esas placenteras sensaciones y Víctor haría con ella lo que le placiera.
La colegiala sentía los vellos de su cuello de su pecho, de sus brazos erizándose por los escalofríos que la recorrían una y otra vez, mientras las sudorosas y temblorosas manos de Víctor luchaban por destrabar el broche del sostén de la nena cosa que no era fácil debido a su ansiedad, a sus manos temblorosas y sudadas y a los movimientos de Cielo Riveros que no paraba de contonearse en un vano intento de evitar lo inevitable.
Cielo Riveros permanecía con la cabeza echada hacia atrás aguantando la desquiciante boca a su sensible cuello que no le daba tregua haciendo que minara su voluntad, cuando de pronto oyó un sonido de «clic» los soberbios melones de la nena acababan de ser liberados de su prisión saltando libres y deslizando el brasier por sus brazos cayó al piso.
Víctor se separó de la chica momentáneamente para poder admirar ese formidable espectáculo que eran los senos de Cielo Riveros al desnudo eran un par de pechos de película, redondos, erguidos no hacía falta que usara sujetador ese maravilloso par de melones se mantenían firmes desafiando la fuerza de gravedad a pesar de su tamaño y con unos pezones hinchados por la excitación que destacaban en las aureolas era una visión maravillosa.
La nena al verse desnuda totalmente de su cintura para arriba se puso roja como un tomate, pero no se movía ahí se quedó estática aguardando lo que viniera lo cual acabo de calentar al chico.
La mirada del lujurioso Víctor irradiaba una morbosidad alucinante al ver ese monumento de chamaca ahí semi desnuda se recreaba con la increíble visión de ese espectacular cuerpo.
Cielo Riveros estaba muy nerviosa a sabiendas de lo que venía con una rara mezcla de miedo deseo y excitación estando consiente de que si las lamidas y lengüetazos a su cuello las deliciosas sensaciones casi acaban con su voluntad, ahora todo eso trasladado a sus pechos y a sus sensibles pezones serian sensaciones multiplicada por diez y que entonces si su voluntad sería totalmente avasallada por el deseo, la lujuria y el placer de su cuerpo.
Ella respiraba agitada los espectaculares senos subían y bajaban deliciosamente al compás de su respiración sentía que el corazón se le salía del pecho a sabiendas de que ese perro caliente no tendría compasión de ella.
El observando la casi total entrega de la nena se le dibujo una mueca de una diabólica sonrisa de satisfacción y le dijo.
Antes de continuar con el relato de Cielo Riveros vamos a ver quién era Víctor , el era un muchacho de una familia adinerada venida a menos y como hijo único fue criado a que se le cumplieran todos sus caprichos consintiéndolo en todo sus padres, por eso cuando vinieron a menos y perdieron toda su fortuna, su padre se suicidó tuvieron que pedir refugio con un primo de su mama quien les dio alojamiento y a Víctor lo inscribieron en esta escuela pública donde su tío era el director , el doble golpe que tuvo su familia perder su fortuna y a su padre fue algo duro para el acostumbrado a vivir en abundancia y de momento tener que vivir con limitaciones, haciendo que se volviera una persona sin escrúpulos perversa y cruel.
A la escuela solo iba a perder el tiempo los maestros se quejaban con su tío el director porque era muy indisciplinado en las clases y siempre estaba poniendo el desorden, pero el tío en lugar de corregirlo con disciplina se hacía de la vista gorda porque pensaba que el chico reaccionaba así por la doble desgracia que le paso pensando que con el tiempo se corregiría cosa muy equivocada, el chico se fue haciendo peor cada ves mas.
Víctor era un chico delgado alto media alrededor de 1.80 tenía los ojos negros con una mirada que destellaba maldad, cabello lacio corto la cara la tenía llena de barros y espinillas producto de la actividad hormonal al máximo que tenía su cuerpo, que lo hacían que siempre anduviera pensando en sexo viendo a las chicas de escuela con deseo y lujuria y masturbándose continuamente imaginándose en la cama con cualquiera de sus compañeras.
Ninguna chica le hacía caso cuando pretendía acercarse a alguna tratando de conquistarla, porque era una persona que no sabía tratar a las chicas era muy pedante que no aceptaba un no como respuesta y reaccionaba agresivamente y con amenazas además de que era muy impaciente así que todas las chicas lo rechazaban haciendo que tuviese un sentimiento de frustración y se refugiaba en sus películas y revistas pornográficas en las que descargaba toda su lujuria y deseos acumulados.
Imagina amigo lector con todos estos antecedentes como se sentía Víctor cuando acorralo a la escultural Cielo Riveros en ese solitario lugar y la manoseaba a placer y como se le embotaron los sentidos al tener a su disposición ese esplendido manjar de pronto para el, después de tantas carencias y limitaciones en lo que respecta a chicas, continuemos con el relato.
Víctor observaba esos hermosos senos con los ojos vidriosos y llenos de lujuria y le dijo
«Pero qué tetas te cargas puta, qué melones tienes las mejores tetas que he visto en mi vida… no he visto nunca unas tetas tan increíbles» decía Víctor extasiado con esa maravillosa visión, Cielo Riveros continuaba con la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados y con la respiración muy agitada a sabiendas de lo que venía.
Víctor se pego de nuevo al curvilíneo cuerpo de la nena y tomando las dos manos de ella se las puso en su hombro mientras el deslizaba las suyas sobre ese redondo y carnoso trasero y le acariciaba las deliciosas nalgonas por debajo de la reducida minifalda que por lo corto que era se le subía casi a la cintura y dejaba ver sus nalgonas al natural que devoraban el diminuto bikini blanco que portaba, ella con las manos en el hombro de el trataba de apartarlo muy suavemente en una reacción automática de defensa pero ante las fuertes acometidas de el caliente Víctor no servía de nada.
Víctor continuo con su caliente labor de masajear ese redondo trasero , para después acercando su boca le decía al oído «¿sabes? estoy excitadísimo zorra, me dan ganas de meterte la verga en esta rajada que llora por una buena culeada», y era verdad lo dedos de Víctor le habían hecho a un lado el bikini e introduciéndose en su virginal vagina de la nena le daba una dedeada hasta donde podía meter sus dedos, alternando la dedeada con masajes al ya duro clítoris de la chica que respondía a los estímulos aun contra su voluntad empapándole los dedos al chico.
Ella sentía como esa dedeada le mermaba su voluntad y con la respiración entre cortada le suplicaba «aaaaahhhh viiiiiiicccttooorrr nooooooooo suuuueeellttaaammeee «ya casi sin convicción de la nena.
Pero el depravado la dedeada aun con más ímpetu y le decía al oído «yo se que lo estas disfrutando putita así que no jodas»para a continuación introducir su húmeda lengua en la sensible oreja de ella llenándola de saliva y de escalofríos al mismo tiempo que le apretaba con fuerza las nalgonas.
«Sabes estoy excitadísimo, y creo que tu también, verdad piruja» le dijo Víctor sin dejar de amasar ese trasero que era el más deseado de la escuela y que en esos momentos era solo suyo.
Cielo Riveros a pesar de la excitación de su cuerpo en su mente se sentía impotente indefensa ultrajada sin poder evitar que ese desgraciado se aprovechara de ella y que su cuerpo poco a poco respondiera a todo ese manoseo.
Sin más preámbulos Víctor tomo cada teta con una mano y comenzó a masajear disfrutando y sintiendo su dureza y suavidad le recorría todo su contorno desde la base hasta los pezones «que buena estas mamasota»masajeaba cada vez mas fuerte los deliciosos pechos de Cielo Riveros los apretaba, los movía en círculos, los juntaba para después volverlos a separar, ella comenzaba a reaccionar aunque ella no quería su cuerpo contestaba a las caricias de su manoseador meneando hacia adelante y hacia atrás su cintura instintivamente.
Sentía la nena un delicioso escalofrió que le recorría toda la espina dorsal una y otra ves.

«Aahhhhh noooooooo Viiiict tooorr déjame aaaahhhhh» todavía con sus ultimas fuerzas la nena trataba de no entregarse, pero con su cabeza echada para atrás eras mas que evidente que estaba disfrutando el momento, Víctor volvió a la carga al cuello al mismo tiempo que estrujaba los senos de Cielo Riveros ,haciendo que se multiplicaran las placenteras sensaciones en la chica al sentir en su indefenso cuello como volvía a la carga esa boca , esa lengua y esa barba que la hacían sentir ricos escalofríos ,aunado a la masajeadas que le estaban dando en los pechos alternadas con apretones de dedos en los duros pezones.
Al mismo tiempo Víctor con fuerte movimientos de cintura hacia adelante y hacia atrás la hacía como si la estuviera culeando punteándola con la verga que tenía una tremenda erección haciendo que la nena la sintiera en su bajo vientre.
La nena tenía sus dos manos en el hombro de el pero ya no trataba de apartarlo solo los mantenía ahí, a continuación Víctor empezó a bajar su boca por el cuello de la nena dirigiéndose a sus desprotegidos pechos, la nena sentía esa aliento candente como bajaba lentamente dirigiéndose a sus pechos y su cara tenía una expresión de éxtasis y de sufrimiento al mismo tiempo por que sabia que al llegar a sus pechos la boca de Víctor, no podría por mucho tiempo abstraerme a sus deseos y se entregaría a el completamente en cuerpo y mente, aun que ella no quería aceptarlo pero ya casi estaba totalmente entregada.
Víctor gozaba haciendo sufrir a la nena por que cuando estaba a punto de llegar a sus pechos con su boca volvía a subirla otra ves lentamente haciendo que la nena se exasperara, lo sentía claramente por que ella crispaba sus manos jalando su playera por los hombros, disfrutaba el con su sufrimiento ya que ella deseaba que de una ves su boca le mamara las tetas para quitarse ese remordimiento de conciencia y entregarse completamente.
Pero Víctor jugaba con ella a sabiendas de la lucha interior que tenía Cielo Riveros todo esto sin dejar de masajearle los pechos y sin dejar de lamerle el cuello exasperándola más y acrecentando aun más su excitación de la nena ,todo esto era demasiado para ella y no tenia como resistirlo.
«Vaya tetas que tienes mamacita casi no me caben en la mano, duras, redondas, como a mí me gustan…mmmmmm,
«Viiiict tooorr deeeee jaaaa meeee nooo siiiigas aaaahhhhhhhh» balbuceaba la nena con voz temblorosa, su respiración era cada ves mas agitada y sus mejillas estaban sonrojadas.
«Estas buenísima puta vas a disfrutar esto de verdad ya lo veras zorra «le decía el suertudo de Víctor.
«Poooofaaaavoooorrr noooo meeeee, haaaagaaas naaaadaaa» inquiría la casi ya entregada colegiala.
«Ah puta, que sabrosa estás, hasta que se me hizo gozarte cabrona» decía Víctor quien ya sin más contratiempo dirigió su ansiosa boca directo al pezón derecho de Cielo Riveros y comenzó a chuparle y a succionarle el grueso, carnoso y durísimo pezón de la colegiala.
La nena sintió un tremendo y electrizante cosquilleo en su vagina al sentir esa lengua golosa y esa barba en su sensible pezón estremeciéndola toda arqueando instintivamente la cintura al máximo, y sus manos se apoderaron de la nuca del chico atrayéndolo hacia sus pechos, quien con la boca le mamaba alternadamente los pechos , lamiéndoselos y succionándole los pezones de esos dos increíbles globos de carne, y con una mano estrujaba el otro pecho y la otra mano libre la seguía dedeando la húmeda vagina haciendo que la nena se le fueran los ojos en blanco por tanto placer que recibía.
La colegiala al sentir las maravillosas cosquillas que recorrían su cuerpo de arriba a abajo cada vez que su lengua hacía contacto con sus senos y sus hinchados pezones, su rajita despertaba involuntariamente ante la situación a la que estaba siendo sometida humedeciendo una y otra ves su bikini haciéndola suspirar.
Tenia los ojos llenos de lagrimas que caían por sus ojos al verse obligada a estar en esta situación, las mamadas eran tan golosas y sin dar tregua a sus pechos que su cuerpo se calentó mas de lo esperado y muy a su pesar su mente la traiciono entregándose por completo y se dejo llevar por su cuerpo y emitiendo gemidos de placer ante las avasallantes sensaciones.
«Aahhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhh viiiict tooorr oooohhhhhh gemía la nena desfalleciendo, Víctor ya totalmente desatado le mamaba golosamente las tetas , ella se retorcía como culebra y gemía y sus dedos se introducían en los cabellos de el atrayéndolo a sus globos de carne, instintivamente arqueaba la espalda y meneaba sus caderas totalmente fuera de control.
«Aahhhhh que rica estas puta «le decía el ya desatado Víctor quien parecía pulpo agarrando tanta carne que tenia a su disposición, desfogaba todo ese deseo guardado ,toda esa calentura que hasta ahora podía ser saciada y con la mas buenota y deseada de la escuela.
Le devoraba los pechos con ansia y desesperación «sluuurrp, sluuurrp, sluuurrp»se oía la boca de Víctor al mamar las tetas de Cielo Riveros, ella introducía sus finos dedos en los cabellos de el y le acariciaba la cabeza al mismo tiempo que lo atraía mas a sus pechos, esa boca y esa lengua la hacían sentir que moría de placer.
La lengua de Víctor parecía una maquinita le rodeaba toda la aureola humedeciéndola para enseguida atacar sin pausa el hipersensible pezón de la ya entregada nena, y lo que más le calentaba era oírla gemir obscenamente sin voluntad propia ya y sin recato alguno.
Ahhhhhhhh aaaahhhhhhhhhhh víiiictoooorrr paapiiiiiiiii huyyyyyyyyyyyy.
La voluntad de Cielo Riveros había sido completamente arrasada por la gran excitación de su escultural cuerpo, su mente se negó a seguir resistiendo a todas esas sensaciones que la hacían estremecer, era como estar en un caudaloso rió y tratar de nadar contra la corriente tarde o temprano la fuerza del rió ganaría y te arrastraría .
Cielo Riveros se contorsionaba por tanto placer que recibía sin que el caliente de Víctor le diera un segundo de respiro, tenía la respiración agitadísima, y ya no podía controlar su enardecido cuerpo, Víctor en medio de su excitación sentía un gran placer por haberlas doblegado a sus calientes deseos, a ella que siempre lo había rechazado ,que nunca le dio oportunidad ni de tener amistad por obvias razones ya que mientras ella era una buena estudiante y en la escuela nunca había dado oportunidad de que alguien la pretendiera para un noviazgo rechazando a sus múltiples pretendientes que se acercaban a ella para que los aceptara ,el como ya hemos hablado por ser totalmente contrario a ella en cuestiones de escolares y de comportamiento , pues menos tenia oportunidad ya que ella detestaba a ese tipo de gentes que solo iban a la escuela a perder el tiempo.
Cielo Riveros hacia ostensibles muecas de placer, torciendo la boca, frunciendo los labios, moviendo la cabeza de un lado a otro ante las deliciosas oleadas de placer que la hacían estremecerse.
«Anda puta no que no querías, yo aquí te veo bien ganosa, sabía que ibas a aflojar» le decía el chico a ella que ya no oía ni le importaba las vulgaridades que el le decía todo era solo recibir placer.

Excitada y temblorosa con el rostro enrojecido producto de los orgasmos que la avasallaban sus ojos entre abiertos y su hermosa cabellera negra cayéndole en los hombros desordenada, su recoge cabellos quien sabe adonde había ido a dar.
«Ouuuuh aaaaahhhh ahhhhhhhhhh viiiict tooorr oooohhhhhh miii amooor
Gemía la nena quien sentía una y otra vez un desquiciante cosquilleo en su rajita que la enervaban aun más.
Víctor con los sentidos completamente embotonados por la lujuria también estaba fuera de si mamaba, besaba, mordía, estrujaba como desaforado esos senos que siempre tuvo pero en sus sueños cuando se masturbaba y ahora eran toda una realidad se relamía los labios de ese cuerpazo que estaba disfrutando.
La nena con la cabeza totalmente echada hacia atrás y la cintura totalmente arqueada al máximo le entregaba todo a ese lujurioso que no paraba de darse este magnifico festín, tenia los pezones completamente babeados y los senos llenos de las marcas de los dientes de el pero ella solo sentía placer que la enloquecían.
«aaaahhhh viiiicttooorr paaaaaapiiiiiiiiii ohhh, ohhh, ohhhh que riiiiicccccooooooo»
Cerraba los ojos y se retorcía gozando todo aquello, la nena sentía el placer correr vertiginoso en su sangre y llegar a su cerebro golpeándolo con tantas sensaciones que temía volverse loca.
Era una situación tremendamente caliente Víctor era muy afortunado de disfrutar los encantos de esa beldad que era deseada por muchos machos, y el lo sabía sentía que su erecta verga ya había eyaculado quien sabe cuántas veces y eso que no la había penetrado esto es por que Cielo Riveros era un manjar digno del paladar mas exigente, era una diosa por la que cualquier macho hubiese dado un brazo con tal de pasar una noche con ella.
«Ahhh aaahhhhh mamaaaasootaa que riiiiiico le decía el mientras mamaba como perro hambriento y le apretaba el culote.
Habían pasado como 25 minutos desde que habían llegado ahí donde estaban cuando de pronto se oyó un timbre ensordecedor , ya que por la calentura no habían reparado que justo arriba de ellos estaba uno de los 3 timbres que estaban distribuidos por todo el plantel escolar para llamar a clases o para llamar al receso.
«Riiiiiiinnggggg riiiiiinnggggg sonaba el timbre escolar como loco sin parar, la nena ya media vuelta en si por que todavía estaba medio atontada empujaba a Víctor que en su tremenda calentura ni oía al ensordecedor timbre.
Ella lo empujaba diciéndole «yaaa yaaaa paara que no oyes el timbre» y lo empujaba tratando de salir de ese caliente abraso en que la tenia.
El todavía no sabía ni que onda estaba extasiado todavía por el momento que había pasado con Cielo Riveros y decía «hee heee queee queee pasa.»
«El timbre no oyes dentro de poco aquí estará lleno de gente» poco a poco Cielo Riveros recuperaba su cordura y su autocontrol tenia la cara muy roja, el cabello alborotado, se comenzó a vestir apresuradamente sin atreverse a ver a Víctor por la vergüenza que la empezaba a invadir, recogió su sosten del piso y se lo puso, los pezones aun tremendamente hinchados se marcaban perfectamente en la prenda intima.
Su blusa se la comenzó a poner apresurada al mismo tiempo que decía «oh dios mío pero que he hecho», mientras que al fondo del pasillo se oían como venían hablando ya sus condiscípulos que regresaban del receso, se arreglaba el cabello apresuradamente y se componía su minifalda escolar.
Víctor estaba como ido la veía como se vestía pero tenía como la mirada perdida, ella lo miraba de reojo y al terminar de vestirse salió apresurada de ese lugar sin decirle nada más a el, quien seguía ahí parada como autómata tratando de ordenar sus ideas de lo que había sucedido ,sentía como que había sido un sueño , pero no podía serlo se decía a el mismo porque aun podía sentir la suavidad de esa tersa piel , la dureza de esas nalgas , la turgencia de esos senos, y en sus oídos retumbaba como un eco los gemidos de ella .
En esas estaba cuando llego un compañero de el diciéndole «heyy brother que te pasa» al mismo tiempo que le daba un espaldarazo te estuvimos esperando para el partido de fut contra el otro grupo y pues perdimos no nos completamos.
«¿Que estas enfermo? Estas muy sudado de la espalda y tienes colorada la cara.
El ya reaccionando le dice «no, no nada de eso ven e voy a platicar algo que no vas a creerme» le dijo y se fueron caminando.
Cielo Riveros por su parte iba apresurada rumbo a su salón se sentía terriblemente mal por lo que había hecho se preguntaba «que va pensar de mi Víctor, va decir que soy una puta barata que se deja manosear por cualquiera y si se lo cuenta a alguien y al rato toda la escuela lo sabe que horror, que va ser de mi.»
Inmiscuida en estos pensamientos llego a su aula sus compañeros de grupo se encontraban en sus sillas muy callados trabajando y se dirigió a su pupitre tomo sus cosas y salió del aula, en la puerta del salón se topo con Katherine Riveros que venia platicando muy cariñosa con un chico, esta al ver la cara de Cielo Riveros le dijo al chico que al rato lo alcanzaba.
«Pero que te pasa mujer tienes una cara como si alguien se hubiera muerto» le dijo Katherine Riveros «ella con la cara desencajada le dijo» mira mañana te cuento me siento mal me voy a mi casa le dices al profesor que estoy enferma que por eso me fui por favor».
«Si está bien pero me tienes asustada mujer ¿no quieres que vaya contigo?»
«No, estoy bien solo quiero estar sola por favor ya mañana te platico».
Esta bien vete tranquila que yo arreglo todo aquí y dándole un beso en la mejilla se despidieron y Cielo Riveros enfilo rumbo a su casa.
Cielo Riveros al llegar a su casa se fue a su recamara boto los libros y se puso a llorar acostada boca abajo en su cama, los sollozos la hacían estremecer toda, estaba enojada con ella misma por no impedir que las cosas llegaran hasta donde llegaron con Víctor.
Se decía a ella misma «por que, por que lo permití y no lo detuve por que» y golpeaba con sus puños el colchón de la cama «ahora va andar contando a toda la escuela que soy una facilona una puta» se decía a ella misma y es que en verdad estaba muy avergonzada, mientras gruesas lagrimas le salían de sus bellos ojos verdes y caían por su hermoso y angelical rostro y así se quedó completamente dormida sin darse cuenta.
Estuvo dormida como tres horas cuando despertó ya eran las nueve de la noche, estirándose y bostezando se levantó dispuesta a cenar algo ya que su estómago chillaba de hambre.
Se preparó un cereal con leche y frutas ya que le gustaba cuidar su hermosa figura y se sentó a cenar en el comedor y prendió la tele, viendo que pasaban una novela comía su cereal y veía la tele pero sin verla a su mente llegaban las imágenes de Víctor diciéndole «eres una puta barata, eres una ramera, pero que sabrosa estas mamacita «y se hundía en sus pechos mamándoselos ansiosamente mientras que sus manazas le estrujaban su hermoso trasero.
Tomándose de la cabeza decía en voz baja «dios mío pero que hice» , todo esto ya más tranquila que cuando llego de la escuela se decía a ella misma «por qué me pasan estas cosas a mi si soy una buena muchacha, buena hija , buena estudiante , me gusta ayudar a los necesitados tengo un buen corazón , pero porque a mí me tienen que pasar estas horribles cosas»(ya refiriéndose en su lamento no solo a Víctor , si no también a el viejo Lucas , al profesor tulio , al cojo Juan y los que faltaban nada más que la preciosa criatura no lo sabía ja ja ja ja ).
«Y tengo que vivir desdichada mientras que otras gentes viven felices la vida, siendo que son gentes malvadas, viciosas y yo que soy buena tengo que sufrir tanto por que» se preguntaba la colegiala y así termino de cenar y se fue a su recamara para disponerse a dormir.
Ya en la intimidad se su recamara se preparo para dormir, se quito su uniforme quedándose solo en su bikini así le gustaba dormir por ser unos meses muy calurosos, acercándose al gran espejo de la pared y contemplo el reflejo de su bello rostro que lucia en esos momentos enojado, angustiado y triste al mismo tiempo por todo lo sucedido.
Y bajando la vista viendo su escultural cuerpo se dijo a si misma cómo la había disfrutado Víctor a placer y que ella se había entregado sin oponer resistencia eso ya no le causaba tristeza , si no que le daba rabia contra ella misma y contra Víctor, escudriñaba sus hermosos duros y grandes senos viendo que tenia marcas moradas de los chupetones y de los dientes de el y cuando se toco los pezones sintió un dolor que la hizo recordar que Víctor en su avasallante calentura se los había mordido y jalado pero en esos momentos ella no sintió nada por la adrenalina pero ahorita ya todo mas tranquilo si sentía el dolor.
Así se acostó y se quedo dormida, ya en la madrugada sentía en su rajada un rico cosquilleo y introduciendo sus dedos se masturbaba y a su mente venían de nuevo esos calientes momentos vividos con Víctor, y tenia sentimientos contradictorios por que ella quería ser una chica limpia y decente pero por otro lado sentía que dentro de ella había una puta dispuesta a todo con tal de satisfacer su necesidad de placer, cuando tuvo su orgasmo se volvió a quedar dormida.

Al otro día la nena ya mas tranquila la crisis de la noche anterior ya se había ido y pensando las cosas fríamente analizaba que Víctor podría hablar lo que quisiera pero que ella siempre lo negaría y que no le convenía andar diciendo eso por que lo podían expulsar de la escuela además de que era su palabra de ella que era una chica con una reputación y un prestigio contra la de el que era un vago, un patán y un bueno para nada además de que no tenia ni una prueba y así con estos pensamientos positivos haciendo sus deberes se le fue la mañana hasta que llego la hora de irse a la escuela.
Como a la una de la tarde se puso su uniforme y bajo a la calle para dirigirse a tomar su bus que la llevaría a la escuela, a ella le bastaba salir a la calle para alborotar a todos los penes que se cruzaran en su camino.
Era una colegiala de la que emanaba sexualidad y sensualidad en forma natural, el desarrollo de su cuerpo no estaba a la par de la mentalidad que tenia, era todavía en cierta forma muy ingenua e inocente cualquier macho que la presionara o chantajeara un poco la nena accedería a sus pretensiones, con tal de salir del problema, si su mama le hubiera dado una buena educación ella sabría defenderse al estar en estas situaciones y si todavía ella le platicara cuando estaba metida en algún problema de que la estaban chantajeando por lo menos su mama los hubiera denunciado y no se aprovecharían de Cielo Riveros pero desafortunadamente para ella y afortunadamente para nosotros los lectores eso no sucedió para seguir deleitándonos de cómo abusaban y se aprovechaban de esta beldad.
Su mentalidad ingenua aunado a el tremendo desarrollo de su cuerpo que ya pedía macho a gritos, cuando accedía a los deseos de alguien que la chantajeara aun que al principio su mente se horrorizara de que la estaban manoseando y abusando terminaba por ceder a los deseos de su cuerpo explotando como un volcán en erupción y que no se puede contener.
Ese día se dirigía a tomar su bus que la llevaría a la escuela, con su precioso uniforme compuesto por una minifalda a cuadros donde se apreciaban unas piernonas potentes y bellamente torneadas que servían de soporte a un magnifico par de nalgonas, se podían apreciar su contorno bajo esa corta minifalda escolar que no ocultaba para nada su tremenda cola, esas majestuosas nalgonas, redondas, alzadas y bien duras pecaminosamente desafiantes, que hace inmediatamente exclamar a todos los hombres que la miran pasar «que buen culo mamacita».
Ese día los rayos del sol caían a plomo hacia un calor bastante fuerte por eso la nena no se había puesto su chaleco complemento del uniforme escolar si no que lo llevaba guardado dentro de su mochila para no acalorarse en el trayecto a su escuela y lo llevaba guardado dentro de su mochila que llevaba al hombro para ponérselo ya que estuviera a las puertas del colegio.
Así que solo llevaba una blusa blanca sin mangas ombliguera de esas que son elásticas y que se pegan al contorno del cuerpo, que dejaba ver esa preciosa piel suave de sus hombros, su breve cintura al aire que revelaba un abdomen liso y sin un gramo de grasa y un generoso escote donde dejaba ver ese par de grandes y duros par de senos que al estar en fundados en esa blusa tan estrecha hacia que se marcaran los pezones por sobre la tela haciendo que a más de un macho se le pusiera tiesa la verga.
Era una visión preciosa todo esto coronado con esa preciosa cara de niña todavía y esos hermosos ojos verdes toda ella era un sueño de cualquier macho, la nena caminaba dirigiéndose a donde tomaba su bus no haciendo caso a todo el alboroto que provocaba estaba acostumbrada ya a ello y en su ignorancia pensaba que así eran los machos con todas las mujeres y con eso se justificaba, además que ella no era engreída, ni presumida su simpatía y sencillez eran en ella un valor añadido, a un que eso si muy tímida con quien no conocía , pero si algún macho se le acercaba y le hablaba sin groserías y sin ser demasiado obvio en sus intenciones ella aun que en su timidez era educada y platicaba con él .
Así siguió su camino la nena toda ella era un digno espectáculo no había macho que no volteara a ver sus hermosas curvas y su cadencioso andar, había algunos que si le decían de groserías y vulgaridades pero ella ni se inmutaba y seguía su camino.
La nena tenía que pasar por un populoso billar que había por su camino diario y contoneando deliciosamente las nalgas paso junto al billar caminando lentamente dejando que todos se deleitaran con su escultural figura, a esa hora estaba atestado de vagos y gente sin oficio ni beneficio que se la pasaban todo el día ahí metidos perdiendo el tiempo quienes al verla pasar le llovieron piropos algunos graciosos «mami que buena estas» por ti soy capas de salir de aquí e ir a buscar trabajo»»mamita tu si eres una mujer no como la que tengo en mi casa».
Esto causo mucha gracia en Cielo Riveros quien esbozo una sonrisa y por un momento se olvido del trago amargo que había pasado con Víctor el día anterior y volteando su rostro con coquetería en forma muy sensual hacia los adentros de ese local que servía de billar y que estaba atestado de hombres y dándoles una hermosa sonrisa en su angelical rostro les dijo adiós con una mano haciendo que todos los machos comenzaran a aullar como lobos «auuuuuuuuuu» «auuuuuuuuuuuuu» al ver a esa preciosa colegiala como les sonreía y les decía adiós ,la colegiala en su ingenuidad no sabia que por estas demostraciones hacia que luego los machos pensaran que estaba dándoles entrada a cualquiera de ellos por eso luego se metía en problemas, ella pensaba que solo era amable con ellos.
Los machos en el billar se le quedaron viendo hasta que la perdieron de vista, cualquiera de ellos hubiera querido darle una fajada o darse un acoston con ese bombón de chamaca lleno de curvas por todos lados.
Así la nena siguió su camino ante las miradas de admiración y deseo de los machos, le miraban ese formidable trasero cubierto por la corta minifalda escolar y sus dos globos de carne que eran ese par de tetas ricas.
Ella no lo vio pero dentro del local estaba el gori con uno de sus compinches quienes comentaban «ese culo pide a gritos una verga» «cada día esta mas rica esa mamacita, y pensar que solo tiene 18 años pero ya tiene cuerpo de mujer de 30» «simón carnal esa putita a pesar de su edad puede coger días enteros la muy puta.»
«Yo la vi el sábado que andaba abrazada y se daba de besos con el buey que trabaja en la farmacia.»
«A poco ese buey es su novio pero si es un perfecto pendejo de seguro teniendo tanto culo a su disposición no sabrá que hacer, es un puto que si de seguro ve un arma se mea en los pantalones.»
«Esta zorra esta para meterle la verga y con esa boca de mamadora que tiene esta para que nos de una buena mamada de verga, hoy la vamos a esperar cuando regrese de la escuela tiene que pasar por aquí la zorrita y le daremos lo que anda buscando por que se ve que el pendejo de su novio no a de saber que hacer con tanta carne jajajajajajajaja»y así riéndose se metieron de nuevo al billar a esperar que la nena regresara de su colegio.
Ese día en el colegio la chica en un receso hablo con Katherine Riveros y le explico entre sollozos lo que había sucedido con Víctor el día anterior, Katherine Riveros abrasándola amorosamente la consolaba diciéndole que se las pagaría Víctor que si ella lo aprobaba ella le podría decir algunos amigos que tenia para que le dieran una golpiza, pero Cielo Riveros se negó rotundamente tan buena era que no quería que golpearan a Víctor diciéndole a Katherine Riveros que ya se le olvidaría ese mal momento.
En un momento que fue a comprar un refresco en la tienda que estaba al interior del colegio contoneándose deliciosamente al caminar, haciendo que alumnos y maestros la voltearan a ver con admiración y deseo.
Sin embargo ella parecía no darse cuenta del revuelo hormonal que causaba a su alrededor, ella vivía en una feliz ignorancia del tremendo deseo que despertaba en los hombres esta característica de ella la hacía todavía más excitante verla pasearse con ese tremendo culazo, sus tetas, sus muslos de aquí para allá y con esa hermosa cara de niña todavía era algo tremendo sin darse cuenta de las innumerables erecciones que provocaba.
Casi al llegar a la tienda vio a Víctor que estaba con un chaval mas riéndose a carcajadas muy sonoramente, y todo su valor se fue como humo sintió que le temblaban las piernas y que un nerviosismo se apoderaba de ella se detuvo un momento le dieron ganas de regresar por donde había venido, pero en eso noto que Víctor ya había notado su presencia y que le decía algo a su amigo por que voltearon a verla al mismo tiempo.
Vio como Víctor esbozaba una sonrisa como de triunfo, a ella le molestaba verle esa sonrisa con aire de arrogancia de machismo y de seguridad y volteando su rostro hacia el otro lado se dirigió a la tienda.
Y armándose de un valor que estaba lejos de sentir entro a la tienda y pidió una coca light y se quedo esperando su cambio, al recibirlo contoneándose deliciosamente se encamino a su salón de nuevo, no había avanzado mucho cuando sintió que una mano la tomaba del hombro y le decía «hola preciosa. »
Ella sabia que era el y sin voltearlo a ver le dijo «que quieres no tengo tiempo de platicar» tratando de ser seca y cortante.
El riéndose se puso frente a ella esbozando una sonrisa burlona que a ella la hacia molestarse y le dijo «y como ayer puta si tuviste tiempo para mi y hasta gemías como una vil ramera. »
Y ahí se fue todo su valor de la nena quien visiblemente nerviosa le decía a el que bajara la voz casi suplicándole «por favor Víctor no hables tan fuerte te pueden oír» decía la angustiada colegiala.
Y peor aun que los chicos y chicas que pasaban los veían extrañados de que Cielo Riveros estuviera platicando con el vago de Víctor por que eran en la escuela dos seres diametralmente opuestos ella seria, estudiosa, recatada y buena alumna y el un vago, burro y una fichita, por eso Cielo Riveros se angustiaba que todos se enteraran lo que había sucedido con Víctor el día anterior y todo su estatus se fuera por los suelos.
Este sonrió malévolamente y le dijo «entonces puta te espero en 20 minutos allá atrás de la escuela donde esta el árbol de mango si no vociferare a todos lo zorra y lo puta que eres. »
Puta esa palabra sentía que le taladraba sus oídos, por que para ella era un gran insulto ser llamada así, podía soportar que la llamaran pendeja, mocosa tonta pero esa palabra puta le sonaba en su cerebro como un eco (puta, puta, puta) toda su seguridad estaba por los suelos en esos momentos, se sentía llena de angustia y nerviosismo.
«Ya lo sabes en 20 minutos la presiono aun mas Víctor y se alejo riéndose ruidosamente.
Se sintió perdida tenia una sensación de vació en el estomago, las piernas le temblaban y un nerviosismo se apodero de ella a sabiendas de que quería Víctor que fuera a ese lugar apartado y solitario no sabia que hacer le daban ganas de salir huyendo no quería ir allá pero si no iba su status seria echado a la basura y seria conocida como una vil puta.
Cuando volteo a la tienda ya no estaba Víctor y aun contra su voluntad lentamente se dirigió al lugar acordado por el cuando llego lo vio recargado del árbol de mango fumándose un cigarro este se sonrió al verla con esa sonrisa burlona que tanto le chocaba a Cielo Riveros.
«Bien zorrita bien que viniste «le dijo el burlonamente.
«Víctor que quieres de mi, ya déjame en paz» le dijo la angustiada muchacha.
«Te dejare cuando me plazca y me harte de ti cosa para la cual todavía falta mucho preciosa» acercándose a ella y tomándola de su quijada.
«Y sabes ahorita quiero repetir lo que hicimos ayer pero ya sin que nos interrumpa ese maldito timbre, me dejaste bien caliente zorrita y quiero mas de ti.»
Le dijo agarrándola de ambas manos, a la horrorizada colegiala.
«No Víctor eso no por favor fue un error, fue una equivocación «le decía la asustada colegiala con su hermosa carita reflejando un miedo atroz.
«Ja ja ja «se reía el caliente Víctor sin soltarle las manos» ¿error? ¿Equivocación?
«Si eso nunca debió haber sucedido»
«No lo creo preciosa mira a pancho el no lo cree así» le dijo a la nena señalando a su erecto pene con la cabeza para que mirara, ella dio un grito ahogado al ver la tremenda erección que no presagiaba nada bueno para ella.
El aprovechando ese momento de espanto para ella la agarro de la cintura fuertemente y la pego a el estrechándola deliciosamente para que sintiera la erección que tenia.
Y trato de besarla pero ella hacia su cabeza de un lado para otro.
«Noooooooo deejaaameee nooo quiero» al tiempo que al apretarse más contra ella la hacía sentir su bulto enorme, cada vez más gordo, en su entrepierna.
«Noo nnooo otra ves «decía la angustiada colegiala, el caliente chico la tenía agarrada con sus dos manos de su precioso trasero haciendo que la minifalda se le levantara hasta arriba enseñando su bikini blanco y sus tremendas nalgas.
«Ándale mamacita por que te haces la difícil si bien que lo disfrutamos ayer, bueno si quieres a la manera difícil así será entonces» y dando un chiflido salió otro chico detrás de unos arbustos el mismo con el que había estado en la tienda.
La nena se angustio más al verlo salir y ver que la veía con ojos llenos de lujuria y con una tremenda erección en su pantalón.
Y tratando de escapar luchaba con Víctor diciéndole «suéltame, déjame desgraciado «pero no pudo zafarse el tenia mas fuerzas que ella y dirigiéndose a su compañero le dijo «agárrala de los brazos a esta zorra ahorita va a ver lo que es bueno.
El recién llegado la tomo de los brazos jalándoselos hacia atrás dejándola completamente inmóvil y a merced de Víctor, quien ya con las manos libres la tomo de ambos lados de la cabeza y le dio un tremendo beso que casi le succiona la boca a ella, en eso Víctor se separa y da un alarido de dolor.
«Aaaayyyyyyyyy ella lo había mordido en la boca sacándole sangre, este enfurecido estaba a punto de darle un golpe cuando oyeron una voz autoritaria que decía «retiren sus manos de ella».
Los dos chicos tomados por sorpresa la soltaron, viendo que era Katherine Riveros y dos fornidos muchachos compañeros de ella.
«Aléjense de ella o podrá pasarles algo desagradable «amenazo Katherine Riveros a Víctor y al otro quienes cobardes como eran se alejaron de Cielo Riveros que solo sollozaba en cuclillas en el suelo y diciendo «ya si solo queríamos divertirnos un rato.»
«¿Y que se creen muy hombres abusando de ella incapaz de defenderse de sus acosos?
Ya no le contestaron se retiraron de ahí murmurando su derrota.
Katherine Riveros acercándose a su amiga le dijo «ya paso todo, estas a salvo amiga »
pero ella no le contestaba estaba todavía muy agitada y temblando de nerviosismo, cuando por fin levanto la cara y vio a lo lejos que sus acosadores ya se retiraban, no pudo contenerse y rompió en llanto, Katherine Riveros abrasándola amorosamente se conmovió al contemplar el alma desnuda de su camarada; se sentó junto a ella, la cobijó entre sus brazos y permaneció haciéndole compañía, hasta haberse desahogado.
Y les hizo una seña a los dos chicos dándoles las gracias en voz baja y estos se retiraron, una hora después ya en su salón de clases las dos chicas platicaban , Katherine Riveros le explicaba que ella la vio platicando con Víctor cerca de la tienda y que se le hizo raro por lo que le había dicho ella e intuyo que algo andaba mal al ver los ademanes que el hacía, y a ella verla con la cara agachada y sumisa a lo que el decía y confirmo sus sospechas al ver que ella dirigía sus pasos hacia atrás de la escuela tomando el camino que lleva hasta ese lugar donde la encontró, y no se dirigía adonde estaba ella esperándola.
E intuyendo que algo estaba mal fue por dos compañeros muy amigos de ella del equipo de fut bol americano de la escuela y les pidió que por favor la acompañaran que los necesitaba para algo urgente solo que se retraso por que tuvo que ir hasta el campo a buscarlos que esta hasta el otro extremo de la escuela y que lo demás pues ya lo sabia.
Cielo Riveros abrasándola le dijo «gracias amiga no tengo con que pagarte esto que has hecho por mi».
«No es nada ya sabes para eso somos intimas ja ja ja se rió Katherine Riveros «contagiando a Cielo Riveros y así se dispusieron a olvidar ese amargo momento.
Ya la noche había caído cuando Cielo Riveros regresaba de la escuela ella salía a las 8 de la noche pero como se quedaba platicando con alguna amiga y el trayecto de regreso a su casa era de media hora ya eran cerca de las nueve de la noche cuando venia caminando por las sucias y enlodadas calles de esa colonia donde vivía las calles lucían solitarias debido a que la gente se encerraba en sus casas temprano debido a la violencia que imperaba en esa colonia perdida (asaltos, secuestros, violaciones, peleas entre bandas rivales, gente drogándose y tomando en las calles etc.) todo esto afloraba mas al caer la noche donde la policía ni se conocía en estos lares era como una tierra sin ley.
Los vecinos se encerraban en sus casa y te podían estar asaltando o asesinando y aun que pidieras auxilio nadie saldría a ayudarte por eso cuando caían las sombras de la noche las calles lucían solitarias y oscuras los pocos faroles de los postes que funcionaban resultaban insuficientes su luz solo iluminaban unos pocos metros dejando ver mas allá como una boca de lobo.
La nena de donde se bajaba del bus tenia que caminar todavía 3 cuadras para llegar a su casa por calles solitarias y oscuras, ella en su mente ingenua no le daba mucho temor debido a que siempre hacia el mismo trayecto y nunca le pasaba nada por eso caminaba confiada a pesar de lo tenebroso que se veía el panorama.
Al doblar una esquina choco de frente con dos borrachos dándole un tremendo susto a la nena, estos al ver el angelical rostro de la deliciosa chiquilla y su delicioso cuerpo la miraron con una cara de lujuria y le empezaron a decir vulgaridades » mamacita te cogería toda la vida»; «que tetas déjame mamártelas «; «tienes cara de mamadora» «te gusta parar vergas Cielo Riveros se ponía roja de la vergüenza y de la turbación aceleraba su paso para dejar de oír semejantes palabrotas.
Ya mas adelante se paro y trato de calmarse respirando profundamente, cuando noto que alguien se metía en un requiso de una puerta dándose cuenta de que la seguían, sintió que un escalofrió le recorría la espina dorsal dándose cuenta que todavía le faltaban dos largas cuadras para llegar a su casa.
Comenzó a caminar de nuevo apresuradamente asustada por la persona que la venia siguiendo quien sabe con que intenciones, de ves en cuando volteaba y veía en la oscuridad la silueta de una persona quien ya no se escondía si no que seguía caminando sin preocuparse ya que la chica lo viera, la chica al percatarse de esto apuro el paso ,cada paso que daba la minifalda escolar se le subía mas y mas hasta mostrar casi las nalgas por la prisa de su paso ante el deleite de su perseguidor ella solo se preocupaba de apresurar el paso y que no la alcanzara su perseguidor ante el inútil esfuerzo de la nena cada ves le recortaba mas distancia quien alentado por el espectáculo de la minifalda de la nena que se subía deliciosamente.
Que espectáculo era ver el vaivén de ese par de nalgonas que subían y bajaban deliciosamente por el presuroso caminar de la colegiala, la nena estaba que desfallecía al ver el inútil de sus esfuerzos por dejar atrás a su perseguidor, si no que al contrario cada vez estaba más cerca de ella oyendo con horror el «tock tock» de sus pasos cada vez más cerca de ella.
Al doblar una esquina vio como un sediento ve un oasis en el desierto las luces del billar que eran como un barco en medio de una tormenta ve las luz salvadora del faro, así Cielo Riveros apresuro el paso casi desfalleciendo hacia el billar que funcionaba hasta muy tarde alcanzo a oír el murmullo de la gente que jugaba y la música de una rocola pero cuando estaba a unos 5 metros de llegar y pedir auxilio en el billar sintió una mano que la tomaba del hombro dando ella un grito de miedo.
Antes de continuar con el relato de Cielo Riveros vamos a ver quién era Víctor , él era un muchacho de una familia adinerada venida a menos y como hijo único fue criado a que se le cumplieran todos sus caprichos consintiéndolo en todo sus padres, por eso cuando vinieron a menos y perdieron toda su fortuna, su padre se suicidó tuvieron que pedir refugio con un primo de su mama quien les dio alojamiento y a Víctor lo inscribieron en esta escuela pública donde su tío era el director , el doble golpe que tuvo su familia perder su fortuna y a su padre fue algo duro para el acostumbrado a vivir en abundancia y de momento tener que vivir con limitaciones, haciendo que se volviera una persona sin escrúpulos perversa y cruel.
A la escuela solo iba a perder el tiempo los maestros se quejaban con su tío el director porque era muy indisciplinado en las clases y siempre estaba poniendo el deso Cielo Riveros rden pero el tío en lugar de corregirlo con disciplina se hacía de la vista gorda porque pensaba que el chico reaccionaba así por la doble desgracia que le paso pensando que con el tiempo se corregiría cosa muy equivocada, el chico se fue haciendo peor cada ves más.
Víctor era un chico delgado alto media alrededor de 1.80 tenía los ojos negros con una mirada que destellaba maldad, cabello lacio corto la cara la tenia llena de barros y espinillas producto de la actividad hormonal al máximo que tenia su cuerpo, que lo hacían que siempre anduviera pensando en sexo viendo a las chicas de escuela con deseo y lujuria y masturbándose continuamente imaginándose en la cama con cualquiera de sus compañeras.
Ninguna chica le hacia caso cuando pretendía acercarse a alguna tratando de conquistarla, por que era una persona que no sabia tratar a las chicas era muy pedante que no aceptaba un no como respuesta y reaccionaba agresivamente y con amenazas además de que era muy impaciente así que todas las chicas lo rechazaban haciendo que tuviese un sentimiento de frustración y se refugiaba en sus películas y revistas pornográficas en las que descargaba toda su lujuria y deseos acumulados.
Imagina amigo lector con todos estos antecedentes como se sentía Víctor cuando acorralo a la escultural Cielo Riveros en ese solitario lugar y la manoseaba a placer y como se le embotaron los sentidos al tener a su disposición ese esplendido manjar de pronto para el, después de tantas carencias y limitaciones en lo que respecta a chicas, continuemos con el relato.
Víctor observaba esos hermosos senos con los ojos vidriosos y llenos de lujuria y le dijo
«Pero qué tetas te cargas puta, qué melones tienes las mejores tetas que he visto en mi vida… no he visto nunca unas tetas tan increíbles» decía Víctor extasiado con esa maravillosa visión, Cielo Riveros continuaba con la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados y con la respiración muy agitada a sabiendas de lo que venia.
Víctor se pego de nuevo al curvilíneo cuerpo de la nena y tomando las dos manos de ella se las puso en su hombro mientras el deslizaba las suyas sobre ese redondo y carnoso trasero y le acariciaba las deliciosas nalgonas por debajo de la reducida minifalda que por lo corto que era se le subía casi a la cintura y dejaba ver sus nalgonas al natural que devoraban el diminuto bikini blanco que portaba, ella con las manos en el hombro de el trataba de apartarlo muy suavemente en una reacción automática de defensa pero ante las fuertes acometidas de el caliente Víctor no servía de nada.
Víctor continuo con su caliente labor de masajear ese redondo trasero , para después acercando su boca le decía al oído «¿sabes? estoy excitadísimo zorra, me dan ganas de meterte la verga en esta rajada que llora por una buena culeada», y era verdad lo dedos de Víctor le habían hecho a un lado el bikini e introduciéndose en su virginal vagina de la nena le daba una dedeada hasta donde podía meter sus dedos, alternando la dedeada con masajes al ya duro clítoris de la chica que respondía a los estímulos aun contra su voluntad empapándole los dedos al chico.
Ella sentía como esa dedeada le mermaba su voluntad y con la respiración entre cortada le suplicaba «aaaaahhhh viiiiiiicccttooorrr nooooooooo suuuueeellttaaammeee «ya casi sin convicción de la nena.

Pero el depravado la dedeada aun con mas ímpetu y le decía al oído «yo se que lo estas disfrutando putita así que no jodas»para a continuación introducir su húmeda lengua en la sensible oreja de ella llenándola de saliva y de escalofríos al mismo tiempo que le apretaba con fuerza las nalgonas.
«Sabes estoy excitadísimo, y creo que tu también, verdad piruja» le dijo Víctor sin dejar de amasar ese trasero que era el más deseado de la escuela y que en esos momentos era solo suyo.
Ella a pesar de la excitación de su cuerpo en su mente se sentía impotente indefensa ultrajada sin poder evitar que ese desgraciado se aprovechara de ella y que su cuerpo poco a poco respondiera a todo ese manoseo.
Sin más preámbulos Víctor tomo cada teta con una mano y comenzó a masajear disfrutando y sintiendo su dureza y suavidad le recorría todo su contorno desde la base hasta los pezones «que buena estas mamasota»masajeaba cada vez mas fuerte los deliciosos pechos de Cielo Riveros los apretaba, los movía en círculos, los juntaba para después volverlos a separar, ella comenzaba a reaccionar aunque ella no quería su cuerpo contestaba a las caricias de su manoseador meneando hacia adelante y hacia atrás su cintura instintivamente.
Sentía la nena un delicioso escalofrió que le recorría toda la espina dorsal una y otra ves.
Cielo Riveros «Aahhhhh noooooooo Viiiict tooorr déjame aaaahhhhh» todavía con sus ultimas fuerzas la nena trataba de no entregarse, pero con su cabeza echada para atrás eras mas que evidente que estaba disfrutando el momento, Víctor volvió a la carga al cuello al mismo tiempo que estrujaba los senos de Cielo Riveros ,haciendo que se multiplicaran las placenteras sensaciones en la chica al sentir en su indefenso cuello como volvía a la carga esa boca , esa lengua y esa barba que la hacían sentir ricos escalofríos ,aunado a la masajeadas que le estaban dando en los pechos alternadas con apretones de dedos en los duros pezones.
Al mismo tiempo Víctor con fuerte movimientos de cintura hacia adelante y hacia atrás la hacia como si la estuviera culeando punteándola con la verga que tenia una tremenda erección haciendo que la nena la sintiera en su bajo vientre.
La nena tenia sus dos manos en el hombro de el pero ya no trataba de apartarlo solo los mantenía ahí, a continuación Víctor empezó a bajar su boca por el cuello de la nena dirigiéndose a sus desprotegidos pechos, la nena sentía esa aliento candente como bajaba lentamente dirigiéndose a sus pechos y su cara tenia una expresión de éxtasis y de sufrimiento al mismo tiempo por que sabia que al llegar a sus pechos la boca de Víctor, no podría por mucho tiempo abstraerme a sus deseos y se entregaría a el completamente en cuerpo y mente, aun que ella no quería aceptarlo pero ya casi estaba totalmente entregada.
Víctor gozaba haciendo sufrir a la nena por que cuando estaba a punto de llegar a sus pechos con su boca volvía a subirla otra ves lentamente haciendo que la nena se exasperara, lo sentía claramente por que ella crispaba sus manos jalando su playera por los hombros, disfrutaba el con su sufrimiento ya que ella deseaba que de una ves su boca le mamara las tetas para quitarse ese remordimiento de conciencia y entregarse completamente.
Pero Víctor jugaba con ella a sabiendas de la lucha interior que tenía Cielo Riveros todo esto sin dejar de masajearle los pechos y sin dejar de lamerle el cuello exasperándola más y acrecentando aun más su excitación de la nena ,todo esto era demasiado para ella y no tenia como resistirlo.
«Vaya tetas que tienes mamacita casi no me caben en la mano, duras, redondas, como a mí me gustan…mmmmmm,
«Viiiict tooorr deeeee jaaaa meeee nooo siiiigas aaaahhhhhhhh» balbuceaba la nena con voz temblorosa, su respiración era cada ves mas agitada y sus mejillas estaban sonrojadas.
«Estas buenísima puta vas a disfrutar esto de verdad ya lo veras zorra «le decía el suertudo de Víctor.
«Poooofaaaavoooorrr noooo meeeee, haaaagaaas naaaadaaa» inquiría la casi ya entregada colegiala.
«Ah puta, que sabrosa estás, hasta que se me hizo gozarte cabrona» decía Víctor quien ya sin mas contratiempo dirigió su ansiosa boca directo al pezón derecho de Cielo Riveros y comenzó a chuparle y a succionarle el grueso, carnoso y durísimo pezón de la colegiala.
La nena sintió un tremendo y electrizante cosquilleo en su vagina al sentir esa lengua golosa y esa barba en su sensible pezón estremeciéndola toda arqueando instintivamente la cintura al máximo, y sus manos se apoderaron de la nuca del chico atrayéndolo hacia sus pechos, quien con la boca le mamaba alternadamente los pechos , lamiéndoselos y succionándole los pezones de esos dos increíbles globos de carne, y con una mano estrujaba el otro pecho y la otra mano libre la seguía dedeando la húmeda vagina haciendo que la nena se le fueran los ojos en blanco por tanto placer que recibía.
La colegiala al sentir las maravillosas cosquillas que recorrían su cuerpo de arriba a abajo cada vez que su lengua hacía contacto con sus senos y sus hinchados pezones, su rajita despertaba involuntariamente ante la situación a la que estaba siendo sometida humedeciendo una y otra ves su bikini haciéndola suspirar.
Tenia los ojos llenos de lagrimas que caían por sus ojos al verse obligada a estar en esta situación, las mamadas eran tan golosas y sin dar tregua a sus pechos que su cuerpo se calentó mas de lo esperado y muy a su pesar su mente la traiciono entregándose por completo y se dejo llevar por su cuerpo y emitiendo gemidos de placer ante las avasallantes sensaciones.
«Aahhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhh viiiict tooorr oooohhhhhh gemía la nena desfalleciendo, Víctor ya totalmente desatado le mamaba golosamente las tetas , ella se retorcía como culebra y gemía y sus dedos se introducían en los cabellos de el atrayéndolo a sus globos de carne, instintivamente arqueaba la espalda y meneaba sus caderas totalmente fuera de control.
«Aahhhhh que rica estas puta «le decía el ya desatado Víctor quien parecía pulpo agarrando tanta carne que tenia a su disposición, desfogaba todo ese deseo guardado ,toda esa calentura que hasta ahora podía ser saciada y con la mas buenota y deseada de la escuela.
Le devoraba los pechos con ansia y desesperación «sluuurrp, sluuurrp, sluuurrp»se oía la boca de Víctor al mamar las tetas de Cielo Riveros, ella introducía sus finos dedos en los cabellos de él y le acariciaba la cabeza al mismo tiempo que lo atraía más a sus pechos, esa boca y esa lengua la hacían sentir que moría de placer.
La lengua de Víctor parecía una maquinita le rodeaba toda la aureola humedeciéndola para enseguida atacar sin pausa el hipersensible pezón de la ya entregada nena, y lo que más le calentaba era oírla gemir obscenamente sin voluntad propia ya y sin recato alguno.
Ahhhhhhhh aaaahhhhhhhhhhh víiiictoooorrr paapiiiiiiiii huyyyyyyyyyyyy.

La voluntad de Cielo Riveros había sido completamente arrasada por la gran excitación de su escultural cuerpo, su mente se negó a seguir resistiendo a todas esas sensaciones que la hacían estremecer, era como estar en un caudaloso rió y tratar de nadar contra la corriente tarde o temprano la fuerza del rió ganaría y te arrastraría .
Cielo Riveros se contorsionaba por tanto placer que recibía sin que el caliente de Víctor le diera un segundo de respiro, tenía la respiración agitadísima, y ya no podía controlar su enardecido cuerpo, Víctor en medio de su excitación sentía un gran placer por haberlas doblegado a sus calientes deseos, a ella que siempre lo había rechazado ,que nunca le dio oportunidad ni de tener amistad por obvias razones ya que mientras ella era una buena estudiante y en la escuela nunca había dado oportunidad de que alguien la pretendiera para un noviazgo rechazando a sus múltiples pretendientes que se acercaban a ella para que los aceptara ,el como ya hemos hablado por ser totalmente contrario a ella en cuestiones de escolares y de comportamiento , pues menos tenia oportunidad ya que ella detestaba a ese tipo de gentes que solo iban a la escuela a perder el tiempo.
Cielo Riveros hacia ostensibles muecas de placer, torciendo la boca, frunciendo los labios, moviendo la cabeza de un lado a otro ante las deliciosas oleadas de placer que la hacían estremecerse.
«Anda puta no que no querías, yo aquí te veo bien ganosa, sabía que ibas a aflojar» le decía el chico a ella que ya no oía ni le importaba las vulgaridades que el le decía todo era solo recibir placer.
Excitada y temblorosa con el rostro enrojecido producto de los orgasmos que la avasallaban sus ojos entre abiertos y su hermosa cabellera negra cayéndole en los hombros desordenada, su recoge cabellos quien sabe adónde había ido a dar.
«Ouuuuh aaaaahhhh ahhhhhhhhhh viiiict tooorr oooohhhhhh miii amooor
Gemía la nena quien sentía una y otra vez un desquiciante cosquilleo en su rajita que la enervaban aun más.
Víctor con los sentidos completamente embotonados por la lujuria también estaba fuera de si mamaba, besaba, mordía, estrujaba como desaforado esos senos que siempre tuvo pero en sus sueños cuando se masturbaba y ahora eran toda una realidad se relamía los labios de ese cuerpazo que estaba disfrutando.
La nena con la cabeza totalmente echada hacia atrás y la cintura totalmente arqueada al máximo le entregaba todo a ese lujurioso que no paraba de darse este magnifico festín, tenia los pezones completamente babeados y los senos llenos de las marcas de los dientes de el pero ella solo sentía placer que la enloquecían.
«aaaahhhh viiiicttooorr paaaaaapiiiiiiiiii ohhh, ohhh, ohhhh que riiiiicccccooooooo»
Cerraba los ojos y se retorcía gozando todo aquello, la nena sentía el placer correr vertiginoso en su sangre y llegar a su cerebro golpeándolo con tantas sensaciones que temía volverse loca.
Era una situación tremendamente caliente Víctor era muy afortunado de disfrutar los encantos de esa beldad que era deseada por muchos machos, y el lo sabia sentía que su erecta verga ya había eyaculado quien sabe cuantas veces y eso que no la había penetrado esto es por que Cielo Riveros era un manjar digno del paladar mas exigente, era una diosa por la que cualquier macho hubiese dado un brazo con tal de pasar una noche con ella.
«Ahhh aaahhhhh mamaaaasootaa que riiiiiico le decía el mientras mamaba como perro hambriento y le apretaba el culote.

Habían pasado como 25 minutos desde que habían llegado ahí donde estaban cuando de pronto se oyó un timbre ensordecedor , ya que por la calentura no habían reparado que justo arriba de ellos estaba uno de los 3 timbres que estaban distribuidos por todo el plantel escolar para llamar a clases o para llamar al receso.
«Riiiiiiinnggggg riiiiiinnggggg sonaba el timbre escolar como loco sin parar, la nena ya media vuelta en si por que todavía estaba medio atontada empujaba a Víctor que en su tremenda calentura ni oía al ensordecedor timbre.
Ella lo empujaba diciéndole «yaaa yaaaa paara que no oyes el timbre» y lo empujaba tratando de salir de ese caliente abraso en que la tenia.
El todavía no sabía ni que onda estaba extasiado todavía por el momento que había pasado con Cielo Riveros y decía «hee heee queee queee pasa.»
«El timbre no oyes dentro de poco aquí estará lleno de gente» poco a poco Cielo Riveros recuperaba su cordura y su autocontrol tenia la cara muy roja, el cabello alborotado, se comenzó a vestir apresuradamente sin atreverse a ver a Víctor por la vergüenza que la empezaba a invadir, recogió su sosten del piso y se lo puso, los pezones aun tremendamente hinchados se marcaban perfectamente en la prenda intima.
Su blusa se la comenzó a poner apresurada al mismo tiempo que decía «oh dios mío pero que he hecho», mientras que al fondo del pasillo se oían como venían hablando ya sus condiscípulos que regresaban del receso, se arreglaba el cabello apresuradamente y se componía su minifalda escolar.
Víctor estaba como ido la veía como se vestía pero tenía como la mirada perdida, ella lo miraba de reojo y al terminar de vestirse salió apresurada de ese lugar sin decirle nada mas a el, quien seguía ahí parada como autómata tratando de ordenar sus ideas de lo que había sucedido ,sentía como que había sido un sueño , pero no podía serlo se decía a el mismo por que aun podía sentir la suavidad de esa tersa piel , la dureza de esas nalgas , la turgencia de esos senos, y en sus oídos retumbaba como un eco los gemidos de ella .
En esas estaba cuando llego un compañero de el diciéndole «heyy brother que te pasa» al mismo tiempo que le daba un espaldarazo te estuvimos esperando para el partido de fut contra el otro grupo y pues perdimos no nos completamos.
«¿Que estas enfermo? Estas muy sudado de la espalda y tienes colorada la cara.
El ya reaccionando le dice «no, no nada de eso ven e voy a platicar algo que no vas a creerme» le dijo y se fueron caminando.
Cielo Riveros por su parte iba apresurada rumbo a su salón se sentía terriblemente mal por lo que había hecho se preguntaba «que va pensar de mi Víctor, va decir que soy una puta barata que se deja manosear por cualquiera y si se lo cuenta a alguien y al rato toda la escuela lo sabe que horror, que va ser de mi.»
Inmiscuida en estos pensamientos llego a su aula sus compañeros de grupo se encontraban en sus sillas muy callados trabajando y se dirigió a su pupitre tomo sus cosas y salió del aula, en la puerta del salón se topo con Katherine Riveros que venia platicando muy cariñosa con un chico, esta al ver la cara de Cielo Riveros le dijo al chico que al rato lo alcanzaba.
«Pero que te pasa mujer tienes una cara como si alguien se hubiera muerto» le dijo Katherine Riveros «ella con la cara desencajada le dijo» mira mañana te cuento me siento mal me voy a mi casa le dices al profesor que estoy enferma que por eso me fui por favor».
«Si esta bien pero me tienes asustada mujer ¿no quieres que vaya contigo?»
«No, estoy bien solo quiero estar sola por favor ya mañana te platico».
Esta bien vete tranquila que yo arreglo todo aquí y dándole un beso en la mejilla se despidieron y Cielo Riveros enfilo rumbo a su casa.
Cielo Riveros al llegar a su casa se fue a su recamara boto los libros y se puso a llorar acostada boca abajo en su cama, los sollozos la hacían estremecer toda, estaba enojada con ella misma por no impedir que las cosas llegaran hasta donde llegaron con Víctor.
Se decía a ella misma «por que, por que lo permití y no lo detuve por que» y golpeaba con sus puños el colchón de la cama «ahora va andar contando a toda la escuela que soy una facilona una puta» se decía a ella misma y es que en verdad estaba muy avergonzada, mientras gruesas lagrimas le salían de sus bellos ojos verdes y caían por su hermoso y angelical rostro y así se quedo completamente dormida sin darse cuenta.
Estuvo dormida como tres horas cuando despertó ya eran las nueve de la noche, estirándose y bostezando se levantó dispuesta a cenar algo ya que su estómago chillaba de hambre. fuerte gruñido y descargó con furia
Se preparó un cereal con leche y frutas ya que le gustaba cuidar su hermosa figura y se sentó a cenar en el comedor y prendió la tele, viendo que pasaban una novela comía su cereal y veía la tele pero sin verla a su mente llegaban las imágenes de Víctor diciéndole «eres una puta barata, eres una ramera, pero que sabrosa estas mamacita «y se hundía en sus pechos mamándoselos ansiosamente mientras que sus manazas le estrujaban su hermoso trasero.
Tomándose de la cabeza decía en voz baja «dios mío pero que hice» , todo esto ya más tranquila que cuando llego de la escuela se decía a ella misma «por qué me pasan estas cosas a mi si soy una buena muchacha, buena hija , buena estudiante , me gusta ayudar a los necesitados tengo un buen corazón , pero porque a mí me tienen que pasar estas horribles cosas»(ya refiriéndose en su lamento no solo a Víctor , si no también a el viejo Lucas , al profesor tulio , al cojo Juan y los que faltaban nada mas que la preciosa criatura no lo sabia ja ja ja ja ).
Y tengo que vivir desdichada mientras que otras gentes viven felices la vida, siendo que son gentes malvadas, viciosas y yo que soy buena tengo que sufrir tanto porque» se preguntaba la colegiala y así termino de cenar y se fue a su recamara para disponerse a dormir.
Ya en la intimidad se su recamara se preparó para dormir, se quitó su uniforme quedándose solo en su bikini así le gustaba dormir por ser unos meses muy calurosos, acercándose al gran espejo de la pared y contemplo el reflejo de su bello rostro que lucía en esos momentos enojado, angustiado y triste al mismo tiempo por todo lo sucedido.
Y bajando la vista viendo su escultural cuerpo se dijo a si misma cómo la había disfrutado Víctor a placer y que ella se había entregado sin oponer resistencia eso ya no le causaba tristeza , si no que le daba rabia contra ella misma y contra Víctor, escudriñaba sus hermosos duros y grandes senos viendo que tenía marcas moradas de los chupetones y de los dientes de el y cuando se tocó los pezones sintió un dolor que la hizo recordar que Víctor en su avasallante calentura se los había mordido y jalado pero en esos momentos ella no sintió nada por la adrenalina pero ahorita ya todo más tranquilo si sentía el dolor.
Así se acostó y se quedó dormida, ya en la madrugada sentía en su rajada un rico cosquilleo y introduciendo sus dedos se masturbaba y a su mente venían de nuevo esos calientes momentos vividos con Víctor, y tenía sentimientos contradictorios porque ella quería ser una chica limpia y decente pero por otro lado sentía que dentro de ella había una puta dispuesta a todo con tal de satisfacer su necesidad de placer, cuando tuvo su orgasmo se volvió a quedar dormida.
Al otro día la nena ya más tranquila la crisis de la noche anterior ya se había ido y pensando las cosas fríamente analizaba que Víctor podría hablar lo que quisiera pero que ella siempre lo negaría y que no le convenía andar diciendo eso porque lo podían expulsar de la escuela además de que era su palabra de ella que era una chica con una reputación y un prestigio contra la del que era un vago, un patán y un bueno para nada además de que no tenía ni una prueba y así con estos pensamientos positivos haciendo sus deberes se le fue la mañana hasta que llegó la hora de irse a la escuela.
Como a la una de la tarde se puso su uniforme y bajo a la calle para dirigirse a tomar su bus que la llevaría a la escuela, a ella le bastaba salir a la calle para alborotar a todos los penes que se cruzaran en su camino.
Era una colegiala de la que emanaba sexualidad y sensualidad en forma natural, el desarrollo de su cuerpo no estaba a la par de la mentalidad que tenía, era todavía en cierta forma muy ingenua e inocente cualquier macho que la presionara o chantajeara un poco la nena accedería a sus pretensiones, con tal de salir del problema, si su mama le hubiera dado una buena educación ella sabría defenderse al estar en estas situaciones y si todavía ella le platicara cuando estaba metida en algún problema de que la estaban chantajeando por lo menos su mama los hubiera denunciado y no se aprovecharían de Cielo Riveros pero desafortunadamente para ella y afortunadamente para nosotros los lectores eso no sucedió para seguir deleitándonos de cómo abusaban y se aprovechaban de esta beldad.
Su mentalidad ingenua aunado a el tremendo desarrollo de su cuerpo que ya pedía macho a gritos, cuando accedía a los deseos de alguien que la chantajeara aunque al principio su mente se horrorizara de que la estaban manoseando y abusando terminaba por ceder a los deseos de su cuerpo explotando como un volcán en erupción y que no se puede contener.
Ese día se dirigía a tomar su bus que la llevaría a la escuela, con su precioso uniforme compuesto por una minifalda a cuadros donde se apreciaban unas piernonas potentes y bellamente torneadas que servían de soporte a un magnifico par de nalgonas, se podían apreciar su contorno bajo esa corta minifalda escolar que no ocultaba para nada su tremenda cola, esas majestuosas nalgonas, redondas, alzadas y bien duras pecaminosamente desafiantes, que hace inmediatamente exclamar a todos los hombres que la miran pasar «que buen culo mamacita».
Ese día los rayos del sol caían a plomo hacía un calor bastante fuerte por eso la nena no se había puesto su chaleco complemento del uniforme escolar si no que lo llevaba guardado dentro de su mochila para no acalorarse en el trayecto a su escuela y lo llevaba guardado dentro de su mochila que llevaba al hombro para ponérselo ya que estuviera a las puertas del colegio.
Así que solo llevaba una blusa blanca sin mangas ombliguera de esas que son elásticas y que se pegan al contorno del cuerpo, que dejaba ver esa preciosa piel suave de sus hombros, su breve cintura al aire que revelaba un abdomen liso y sin un gramo de grasa y un generoso escote donde dejaba ver ese par de grandes y duros par de senos que al estar en fundados en esa blusa tan estrecha hacia que se marcaran los pezones por sobre la tela haciendo que a más de un macho se le pusiera tiesa la verga.
Era una visión preciosa todo esto coronado con esa preciosa cara de niña todavía y esos hermosos ojos verdes toda ella era un sueño de cualquier macho, la nena caminaba dirigiéndose a donde tomaba su bus no haciendo caso a todo el alboroto que provocaba estaba acostumbrada ya a ello y en su ignorancia pensaba que así eran los machos con todas las mujeres y con eso se justificaba, además que ella no era engreída, ni presumida su simpatía y sencillez eran en ella un valor añadido, a un que eso si muy tímida con quien no conocía , pero si algún macho se le acercaba y le hablaba sin groserías y sin ser demasiado obvio en sus intenciones ella aun que en su timidez era educada y platicaba con el .
Así siguió su camino la nena toda ella era un digno espectáculo no había macho que no volteara a ver sus hermosas curvas y su cadencioso andar, había algunos que si le decían de groserías y vulgaridades, pero ella ni se inmutaba y seguía su camino.
La nena tenía que pasar por un populoso billar que había por su camino diario y contoneando deliciosamente las nalgas paso junto al billar caminando lentamente dejando que todos se deleitaran con su escultural figura, a esa hora estaba atestado de vagos y gente sin oficio ni beneficio que se la pasaban todo el día ahí metidos perdiendo el tiempo quienes al verla pasar le llovieron piropos algunos graciosos «mami que buena estas» por ti soy capaz de salir de aquí e ir a buscar trabajo»»mamita tu si eres una mujer no como la que tengo en mi casa».
Esto causo mucha gracia en Cielo Riveros quien esbozo una sonrisa y por un momento se olvidó del trago amargo que había pasado con Víctor el día anterior y volteando su rostro con coquetería en forma muy sensual hacia los adentros de ese local que servía de billar y que estaba atestado de hombres y dándoles una hermosa sonrisa en su angelical rostro les dijo adiós con una mano haciendo que todos los machos comenzaran a aullar como lobos «auuuuuuuuuu» «auuuuuuuuuuuuu» al ver a esa preciosa colegiala como les sonreía y les decía adiós ,la colegiala en su ingenuidad no sabía que por estas demostraciones hacia que luego los machos pensaran que estaba dándoles entrada a cualquiera de ellos por eso luego se metía en problemas, ella pensaba que solo era amable con ellos.
Los machos en el billar se le quedaron viendo hasta que la perdieron de vista, cualquiera de ellos hubiera querido darle una fajada o darse un acoston con ese bombón de chamaca lleno de curvas por todos lados.
Así la nena siguió su camino ante las miradas de admiración y deseo de los machos, le miraban ese formidable trasero cubierto por la corta minifalda escolar y sus dos globos de carne que eran ese par de tetas ricas.
Ella no lo vio pero dentro del local estaba el gori con uno de sus compinches quienes comentaban «ese culo pide a gritos una verga» «cada día esta mas rica esa mamacita, y pensar que solo tiene 18 años pero ya tiene cuerpo de mujer de 30» «simón carnal esa putita a pesar de su edad puede coger días enteros la muy puta.»
«Yo la vi el sábado que andaba abrazada y se daba de besos con el buey que trabaja en la farmacia.»
«A poco ese buey es su novio, pero si es un perfecto pendejo de seguro teniendo tanto culo a su disposición no sabrá que hacer, es un puto que si de seguro ve un arma se mea en los pantalones.»
«Esta zorra esta para meterle la verga y con esa boca de mamadora que tiene esta para que nos de una buena mamada de verga, hoy la vamos a esperar cuando regrese de la escuela tiene que pasar por aquí la zorrita y le daremos lo que anda buscando por que se ve que el pendejo de su novio no a de saber que hacer con tanta carne jajajajajajajaja»y así riéndose se metieron de nuevo al billar a esperar que la nena regresara de su colegio.
Ese día en el colegio la chica en un receso hablo con Katherine Riveros y le explico entre sollozos lo que había sucedido con Víctor el día anterior, Katherine Riveros abrasándola amorosamente la consolaba diciéndole que se las pagaría Víctor que si ella lo aprobaba ella le podría decir algunos amigos que tenia para que le dieran una golpiza, pero Cielo Riveros se negó rotundamente tan buena era que no quería que golpearan a Víctor diciéndole a Katherine Riveros que ya se le olvidaría ese mal momento.
En un momento que fue a comprar un refresco en la tienda que estaba al interior del colegio contoneándose deliciosamente al caminar, haciendo que alumnos y maestros la voltearan a ver con admiración y deseo.
Sin embargo ella parecía no darse cuenta del revuelo hormonal que causaba a su alrededor, ella vivía en una feliz ignorancia del tremendo deseo que despertaba en los hombres esta característica de ella la hacía todavía más excitante verla pasearse con ese tremendo culazo, sus tetas, sus muslos de aquí para allá y con esa hermosa cara de niña todavía era algo tremendo sin darse cuenta de las innumerables erecciones que provocaba.
Casi al llegar a la tienda vio a Víctor que estaba con un chaval más riéndose a carcajadas muy sonoramente, y todo su valor se fue como humo sintió que le temblaban las piernas y que un nerviosismo se apoderaba de ella se detuvo un momento le dieron ganas de regresar por donde había venido, pero en eso noto que Víctor ya había notado su presencia y que le decía algo a su amigo porque voltearon a verla al mismo tiempo.
Vio como Víctor esbozaba una sonrisa como de triunfo, a ella le molestaba verle esa sonrisa con aire de arrogancia de machismo y de seguridad y volteando su rostro hacia el otro lado se dirigió a la tienda.
Y armándose de un valor que estaba lejos de sentir entro a la tienda y pidió una coca light y se quedó esperando su cambio, al recibirlo contoneándose deliciosamente se encamino a su salón de nuevo, no había avanzado mucho cuando sintió que una mano la tomaba del hombro y le decía «hola preciosa. »
Ella sabía que era él y sin voltearlo a ver le dijo ”que quieres no tengo tiempo de platicar» tratando de ser seca y cortante.
El riéndose se puso frente a ella esbozando una sonrisa burlona que a ella la hacía molestarse y le dijo «y como ayer puta si tuviste tiempo para mí y hasta gemías como una vil ramera. »
Y ahí se fue todo su valor de la nena quien visiblemente nerviosa le decía a el que bajara la voz casi suplicándole «por favor Víctor no hables tan fuerte te pueden oír» decía la angustiada colegiala.
Y peor aún que los chicos y chicas que pasaban los veían extrañados de que Cielo Riveros estuviera platicando con el vago de Víctor porque eran en la escuela dos seres diametralmente opuestos ella seria, estudiosa, recatada y buena alumna y el un vago, burro y una fichita, por eso Cielo Riveros se angustiaba que todos se enteraran lo que había sucedido con Víctor el día anterior y todo su estatus se fuera por los suelos.
Este sonrió malévolamente y le dijo «entonces puta te espero en 20 minutos allá atrás de la escuela donde está el árbol de mango si no vociferare a todos lo zorra y lo puta que eres. »
Puta esa palabra sentía que le taladraba sus oídos, por que para ella era un gran insulto ser llamada así, podía soportar que la llamaran pendeja, mocosa tonta pero esa palabra puta le sonaba en su cerebro como un eco (puta, puta, puta) toda su seguridad estaba por los suelos en esos momentos, se sentía llena de angustia y nerviosismo.
«Ya lo sabes en 20 minutos la presiono aun mas Víctor y se alejó riéndose ruidosamente.
Se sintió perdida tenía una sensación de vació en el estómago, las piernas le temblaban y un nerviosismo se apodero de ella a sabiendas de que quería Víctor que fuera a ese lugar apartado y solitario no sabía que hacer le daban ganas de salir huyendo no quería ir allá pero si no iba su status seria echado a la basura y seria conocida como una vil puta.
Cuando volteo a la tienda ya no estaba Víctor y aun contra su voluntad lentamente se dirigió al lugar acordado por el cuándo llego lo vio recargado del árbol de mango fumándose un cigarro este se sonrió al verla con esa sonrisa burlona que tanto le chocaba a Cielo Riveros.
«Bien zorrita bien que viniste «le dijo el burlonamente.
«Víctor que quieres de mí, ya déjame en paz» le dijo la angustiada muchacha.
«Te dejare cuando me plazca y me harte de ti cosa para la cual todavía falta mucho preciosa» acercándose a ella y tomándola de su quijada.
«Y sabes ahorita quiero repetir lo que hicimos ayer pero ya sin que nos interrumpa ese maldito timbre, me dejaste bien caliente zorrita y quiero más de ti.»
Le dijo agarrándola de ambas manos, a la horrorizada colegiala.
«No Víctor eso no por favor fue un error, fue una equivocación «le decía la asustada colegiala con su hermosa carita reflejando un miedo atroz.
«Ja ja ja «se reía el caliente Víctor sin soltarle las manos» ¿error? ¿Equivocación?
«Si eso nunca debió haber sucedido»
«No lo creo preciosa mira a pancho el no lo cree así» le dijo a la nena señalando a su erecto pene con la cabeza para que mirara, ella dio un grito ahogado al ver la tremenda erección que no presagiaba nada bueno para ella.
El aprovechando ese momento de espanto para ella la agarro de la cintura fuertemente y la pego a el estrechándola deliciosamente para que sintiera la erección que tenia.
Y trato de besarla, pero ella hacia su cabeza de un lado para otro.
«Noooooooo deejaaameee nooo quiero» al tiempo que al apretarse más contra ella la hacía sentir su bulto enorme, cada vez más gordo, en su entrepierna.
«Noo nnooo otra vez «decía la angustiada colegiala, el caliente chico la tenía agarrada con sus dos manos de su precioso trasero haciendo que la minifalda se le levantara hasta arriba enseñando su bikini blanco y sus tremendas nalgas.
«Ándale mamacita porque te haces la difícil si bien que lo disfrutamos ayer, bueno si quieres a la manera difícil así será entonces» y dando un chiflido salió otro chico detrás de unos arbustos el mismo con el que había estado en la tienda.
La nena se angustio más al verlo salir y ver que la veía con ojos llenos de lujuria y con una tremenda erección en su pantalón.
Y tratando de escapar luchaba con Víctor diciéndole «suéltame, déjame desgraciado «pero no pudo zafarse el tenia mas fuerzas que ella y dirigiéndose a su compañero le dijo «agárrala de los brazos a esta zorra ahorita va a ver lo que es bueno.
El recién llegado el tomo de los brazos jalándoselos hacia atrás dejándola completamente inmóvil y a merced de Víctor, quien ya con las manos libres la tomo de ambos lados de la cabeza y le dio un tremendo beso que casi le succiona la boca a ella, en eso Víctor se separa y da un alarido de dolor.
«Aaaayyyyyyyyy ella lo había mordido en la boca sacándole sangre, este enfurecido estaba a punto de darle un golpe cuando oyeron una voz autoritaria que decía «retiren sus manos de ella».
Los dos chicos tomados por sorpresa la soltaron, viendo que era Katherine Riveros y dos fornidos muchachos compañeros de ella.
«Aléjense de ella o podrá pasarles algo desagradable «amenazo Katherine Riveros a Víctor y al otro quienes cobardes como eran se alejaron de Cielo Riveros que solo sollozaba en cuclillas en el suelo y diciendo «ya si solo queríamos divertirnos un rato.»
«¿Y que se creen muy hombres abusando de ella incapaz de defenderse de sus acosos?
Ya no le contestaron se retiraron de ahí murmurando su derrota.
Katherine Riveros acercándose a su amiga le dijo «ya paso todo, estas a salvo amiga »
pero ella no le contestaba estaba todavía muy agitada y temblando de nerviosismo, cuando por fin levanto la cara y vio a lo lejos que sus acosadores ya se retiraban, no pudo contenerse y rompió en llanto, Katherine Riveros abrasándola amorosamente se conmovió al contemplar el alma desnuda de su camarada; se sentó junto a ella, la cobijó entre sus brazos y permaneció haciéndole compañía, hasta haberse desahogado.
Y les hizo una seña a los dos chicos dándoles las gracias en voz baja y estos se retiraron, una hora después ya en su salón de clases las dos chicas platicaban , Katherine Riveros le explicaba que ella la vio platicando con Víctor cerca de la tienda y que se le hizo raro por lo que le había dicho ella e intuyo que algo andaba mal al ver los ademanes que el hacía, y a ella verla con la cara agachada y sumisa a lo que el decía y confirmo sus sospechas al ver que ella dirigía sus pasos hacia atrás de la escuela tomando el camino que lleva hasta ese lugar donde la encontró, y no se dirigía a donde estaba ella esperándola.
E intuyendo que algo estaba mal fue por dos compañeros muy amigos de ella del equipo de fut bol americano de la escuela y les pidió que por favor la acompañaran que los necesitaba para algo urgente solo que se retraso por que tuvo que ir hasta el campo a buscarlos que esta hasta el otro extremo de la escuela y que lo demás pues ya lo sabia.
Cielo Riveros abrasándola le dijo «gracias amiga no tengo con que pagarte esto que has hecho por mi».
«No es nada ya sabes para eso somos intimas ja ja ja se rió Katherine Riveros «contagiando a Cielo Riveros y así se dispusieron a olvidar ese amargo momento.
Ya la noche había caído cuando Cielo Riveros regresaba de la escuela ella salía a las 8 de la noche pero como se quedaba platicando con alguna amiga y el trayecto de regreso a su casa era de media hora ya eran cerca de las nueve de la noche cuando venía caminando por las sucias y enlodadas calles de esa colonia donde vivía las calles lucían solitarias debido a que la gente se encerraba en sus casas temprano debido a la violencia que imperaba en esa colonia perdida (asaltos, secuestros, violaciones, peleas entre bandas rivales, gente drogándose y tomando en las calles etc.) todo esto afloraba más al caer la noche donde la policía ni se conocía en estos lares era como una tierra sin ley.
Los vecinos se encerraban en sus casa y te podían estar asaltando o asesinando y aun que pidieras auxilio nadie saldría a ayudarte por eso cuando caían las sombras de la noche las calles lucían solitarias y oscuras los pocos faroles de los postes que funcionaban resultaban insuficientes su luz solo iluminaban unos pocos metros dejando ver más allá como una boca de lobo.
La nena de donde se bajaba del bus tenia que caminar todavía 3 cuadras para llegar a su casa por calles solitarias y oscuras, ella en su mente ingenua no le daba mucho temor debido a que siempre hacia el mismo trayecto y nunca le pasaba nada por eso caminaba confiada a pesar de lo tenebroso que se veía el panorama.
Al doblar una esquina choco de frente con dos borrachos dándole un tremendo susto a la nena, estos al ver el angelical rostro de la deliciosa chiquilla y su delicioso cuerpo la miraron con una cara de lujuria y le empezaron a decir vulgaridades » mamacita te cogería toda la vida»; «que tetas déjame mamártelas «; «tienes cara de mamadora» «te gusta parar vergas Cielo Riveros se ponía roja de la vergüenza y de la turbación aceleraba su paso para dejar de oír semejantes palabrotas.
Ya más adelante se paró y trato de calmarse respirando profundamente, cuando noto que alguien se metía en un requiso de una puerta dándose cuenta de que la seguían, sintió que un escalofrió le recorría la espina dorsal dándose cuenta que todavía le faltaban dos largas cuadras para llegar a su casa.
Comenzó a caminar de nuevo apresuradamente asustada por la persona que la venia siguiendo quien sabe con qué intenciones, de vez en cuando volteaba y veía en la oscuridad la silueta de una persona quien ya no se escondía si no que seguía caminando sin preocuparse ya que la chica lo viera, la chica al percatarse de esto apuro el paso ,cada paso que daba la minifalda escolar se le subía más y más hasta mostrar casi las nalgas por la prisa de su paso ante el deleite de su perseguidor ella solo se preocupaba de apresurar el paso y que no la alcanzara su perseguidor ante el inútil esfuerzo de la nena cada vez le recortaba más distancia quien alentado por el espectáculo de la minifalda de la nena que se subía deliciosamente.
Que espectáculo era ver el vaivén de ese par de nalgonas que subían y bajaban deliciosamente por el presuroso caminar de la colegiala, la nena estaba que desfallecía al ver el inútil de sus esfuerzos por dejar atrás a su perseguidor, si no que al contrario cada vez estaba más cerca de ella oyendo con horror el «tock tock» de sus pasos cada vez más cerca de ella.
Al doblar una esquina vio como un sediento ve un oasis en el desierto las luces del billar que eran como un barco en medio de una tormenta ve las luz salvadora del faro, así Cielo Riveros apresuro el paso casi desfalleciendo hacia el billar que funcionaba hasta muy tarde alcanzo a oír el murmullo de la gente que jugaba y la música de una rocola pero cuando estaba a unos 5 metros de llegar y pedir auxilio en el billar sintió una mano que la tomaba del hombro dando ella un grito de miedo.
Por fin, después de muchos empujones, llegaron las nenas a un puesto donde vendían bebidas preparadas y cerveza en vasos desechables de unicel, éste era atendido por 3 chicos de unos 26 años que estaban haciendo preparados algo atareados y por momentos se daban un descanso, ya que por lapsos de unos 5 minutos se quedaban sin clientes, estaban en uno de esos momentos de breve descanso cuando uno de ellos notó a las dos beldades que se acercaban a su puesto, poniendo cara de asombro al notar a las dos hermosas adolescentes.
Uno de ellos no estaba en ese momento, había ido al baño, y el tercero estaba apurado con un pica-hielo haciendo trozos más pequeños.
–-Buenas noches, dijo Katherine Riveros al llegar a la barra dándole una media sonrisa coqueta al primero de los cantineros, haciendo que este se pusiera nervioso al tener ante él a dos esculturales nenas, que al estar de frente a él podía apreciar los grandes escotazos de sus vestimentas, dejando los dos pares de redondos senos a tan solo un metro de donde él estaba al otro lado de la barra.
Los ojos le bailaron de un lado a otro, por una parte no quería ser muy obvio en su mirada de recreársela en esos dos pares de redondos senos, pero era imposible no perderse en esos escotazos, que parecía que luchaban por no permitir que escaparan de sus dominios los dos pares de mamables pechos de las chicas.
–-Buu buu eenaass noo noo chee cheess see see ñoo ri ri taass, tartamudeó el cantinero, quien era un chico con unos kilos de más, de lentes de aumento y no muy experto en cuestiones de chicas hermosas.
Tratando de disimular su nerviosismo y su mirada a los escotes de las nenas les dijo:
–-Quéé quéé vaaa vaaaan a too too maar see see ño ño riítas.
Viéndolas a los ojos, pero no pudo sostenerle la mirada a la traviesa Katherine Riveros que lo miraba fijamente poniéndolo mas nervioso, al mismo tiempo que él con un trapo hacía como que limpiaba la barra no percatándose de que había un vaso desechable que alguien había dejado ahí con la mitad de cerveza y por la rapidez con que se apuraba a limpiar botó el contenido de ésta, yendo a parar el líquido a un señor que estaba con su esposa sentados en unos bancos frente a la barra platicando.
El chico, al notar lo que había hecho, se llenaba en disculpas tartamudeando aún más con el señor y diciéndole que no pagara nada que la cuenta corría por el, y todo rojo de la cara por su torpeza.
Katherine Riveros no pudo reprimir una risita divertida volteando a ver a Cielo Riveros y llevándose la mano a la boca para sofocar la risa al ver al cantinero tan nervioso y rojo de la cara.
–-Ya Katherine Riveros no te rías, no ves que ya se dio cuenta el muchacho y lo pones más nervioso, él está trabajando ya no te rías.
Pero a la Katherine Riveros le había dado un ataque de risa que no podía parar y Cielo Riveros al verla que no salía de ese estado le dijo –-ahorita vengo voy a pedir dos refrescos a ver si cuando venga ya te calmaste.
Cielo Riveros al ser una chica que no era burlona ni mala onda le dijo al muchacho, el cual tenía una cara como diciendo trágame tierra, –-por favor nos das dos refrescos de cola
–-Si ,si se se ñoño rita pe permíítatamee.
Y dirigiéndose el torpe cantinero a su compañero que seguía picando hielo en cuclillas le dijo: –-oyee daa dame hieeelo en en estoos vasos.
–-Puta madre gordo ¿qué no te puedes esperar a que lo ponga ya todo picado en la hielera?, le contesto todo mal humorado por el pesado trabajo que estaba haciendo.
El gordo no le contesto nada sólo le hizo señas con la cara, señalándole con movimientos de cejas hacia las chicas.
Éste se levantó de estar encuclillado picando el hielo y lo primero que vio fue el angelical y bellísimo rostro de niña de Cielo Riveros, con esos grandes ojos verdes, para enseguida notar los poderosos y redondos senos de la nena, posando su mirada por unos 5 o 6 segundos en esos dos maravillosos melones duros de la chica.
Ella tenía la vista de lado y hacia arriba, tamborileando con los dedos de su mano sobre la barra esperando las bebidas, el segundo cantinero se acercó secándose las manos con una franela y al ver que la nena tenía la vista hacia arriba y de lado volvió a bajar la mirada de nuevo a sus exuberantes melones, deleitándose mientras se terminaba de secar las manos.
Ella en un rápido movimiento volteó y lo agarró viéndole su escote con la mirada perdida en sus senos, para enseguida volver la vista arriba de nuevo y pensó en sus adentros el por qué siempre atraía a estas clases de gente, acosadores, manoseadores y todo tipo de degenerados (obvio mamacita si te vistes como te vistes y estas tan buena y rica es normal que los machos andarán detrás de ti como moscas a la miel).
En eso sintió que Katherine Riveros se ponía a su lado y le preguntaba por las bebidas, diciéndole ella que ya estaban pedidas que ahorita se las servían.
–-Qué andan haciendo tan lindas chicas y tan solas por esta feria, les dijo el segundo cantinero a las dos nenas.
–-Paseando, le dijo Katherine Riveros o qué ¿no podemos?
–-Claro preciosas yo solo preguntaba porque es muy raro ver a dos hermosas señoritas solas en este paraje lleno de lobos (machos).
–-No estamos solas mi hermano y mi primo están allá esperándonos, dijo Katherine Riveros mintiéndole al chico.
Y a continuación le preguntó, sonriéndole sensualmente –- ¿ya están nuestras bebidas?
–- ¿Las bebidas? dijo el chico –-ah si las sodas… apúrate pinché gordo con las bebidas de las señoritas.
–-Aquí tienen hermosas damas sus refrescos, no se preocupen no es nada la casa paga, para nosotros es un honor que nos vengan a consumir a nuestro negocio.
–-Gracias, gracias dijeron las dos chicas y con su cadencioso andar se fueron adentrando de nuevo en el barullo de la feria bebiendo sus refrescos.
El cantinero le dijo a su amigo el gordo, viendo a las dos nenas y el delicioso meneo de sus cortas faldas: –-Gordo no cabe duda, quien inventó la minifalda merece que le demos una medalla universal al mérito!.
Mientras tanto en otro lugar de la feria, no muy lejos de donde andaban las ricas nenas, se oía la voz aguardentosa del cojo Juan.
–-Pero qué culoooooo…qué buen culo mamita!!, le decía a unas adolescentes que tuvieron la mala suerte de pasar cerca de donde estaba el degenerado, que andaba dando vueltas junto con el maestro Tulio viendo la multitud de muchachas que había en la feria.
Las nenas, en respuesta al vulgar y sucio piropo, le dirigieron una mirada mezcla de temor, asco y desprecio, acelerando el paso para alejarse del par de viejos pervertidos, alcanzando éstos a oír que una le gritaba al cojo Juan –-viejo cerdo, seboso, repugnante!!, causando la risa de los dos viejos pervertidos.
–- Desgraciado Juan, qué putañero eres con las chamacas, yo nada más me conformo con verlas y recrearme la vista, estas lindas chamacas están muy lejos de nuestro alcance.
–-Si maestro lo se, pero qué más da decirles lo ricas que están si ya se también que estas pulgas no brincan en nuestro petate, somos demasiados viejos para estas linduras.
–-Así es pinché Juan, ven vamos a mear que ya tanta cerveza me lleno la vejiga, ya siento que me van a reventar los huevos jajajajaja.
–-Qué padre esta todo el ambiente! ¿ya ves tonta? y tú que no querías venir, poniendo a tu mama de pretexto, de lo que te ibas a perder.
Cielo Riveros pensaba en sus adentros «si de lo que me iba a perder, primero la manoseada que me dieron en la fila, luego el viejo de los boletos casi haciéndome una proposición indecorosa y para rematar el espectáculo que les dimos a los cargadores en el puente, si de haber sabido que pasaría todo esto mejor me quedo en mi casa»(y lo que falta todavía preciosa que eso no es todo).
-«Pero bueno ya estoy aquí y ahora al mal tiempo buena cara, ¡arriba ese ánimo Cielo Riveros y diviértete que estás en una feria, no en un velorio!»… se dijo a ella misma, tratando de olvidar los malos ratos y tratando de divertirse de ahí en adelante.
–-Heyy qué te pasa? ¿Por qué te quedas callada?
–-No, por nada, es que pensaba que tienes razón amiga, ya estamos aquí hay que divertirnos qué caray sólo se es joven una vez.
–-Así se habla nena! ya era hora de que despertaras de ese letargo de monja que era un obstáculo en tu vida, mira déjame ir al wc que ya me anda, espérame allá en donde están montando el toro mecánico y regreso en unos 10 minutos.
–-Ok Katherine Riveros allá te espero, no te tardes.
–-Ufff que alivio!, dijo el profesor Tulio saliendo del baño de varones, qué descanso!, pinché Juan ¿tú no vas a mear?
—No maestro, yo todavía no tengo ganas.
–-‘Ta bueno Juan, mira vamos por otras chelas que la noche apenas empieza.
–-Oiga maestro y el inspector Vicente ¿no nos estará buscando?
–-No lo creo Juan ese pinché viejo depravado está más entretenido con las chamacas que están baile y baile arriba de la tarima , ni se acuerda de nosotros, además cualquier cosa que me llame al celular y listo tú no te preocupes Juan, vamos por las chelas.
Así llegaron a uno de los varios puestos donde vendían cerveza y licor preparado, mientras el profesor Tulio hacía fila para pagar en la caja, el cojo Juan le daba un sorbo a la cerveza y veía todo el barullo de la multitud de gente de todas las edades que iban y venían.
Cuando de pronto la vio y los ojos se le abrieron como dos platos al degenerado por la sorpresa, se quedó como absorto viéndola como a unos 15 metros de él, la nena caminaba con la cabeza agachada como viendo hacia el suelo, esto por que los machos con los que se cruzaba le decían majadería y media y ella trataba de poner oídos sordos a toda las peladeces que le decían, algunos se acercaban a su cara tanto que parecía que le iban a dar un beso, pero no, sólo era para decirle piropos pegados a su oreja subidos de tono.
El cojo Juan alcanzó a verla por un breve lapso de unos 4 segundos por que de nuevo la nena se volvió a perder en la multitud, lento como era para reaccionar se quedó unos 10 segundos pensando si sería ella o era una visión, no estaba muy seguro porque sólo la había visto de perfil por unos breves segundos y porque la nena llevaba la cara agachada, haciendo más difícil identificarla.
Volvió la mirada hacia donde pensó que iría, calculando por el paso que llevaba, dejó el vaso de cerveza en el piso, agarró una silla y la jaló junto a unas cajas de madera que contenían partes de los juegos mecánicos y que no las habían retirado de ahí, con dificultad se subió primero a la silla y después a gatas se subió a las cajas de madera, cuando se incorporó tenía una vista más panorámica a unos 2 metros del nivel del suelo más lo que él tenía de estatura al pararse sobre sus pies, enseguida la alcanzó a ver ya unos 6 metros más adelante de donde la había visto primero, porque a la chica se le dificultaba también avanzar por tanta gente, sólo que ahora la vio de espaldas.
El cojo se llevó ambas manos a los ojos y como no creyendo lo que sus ojos veían se los tallaba con las manos, para enseguida dirigir la mirada a donde caminaba Cielo Riveros quien, con un cadencioso andar de caderas, movía las soberbias nalgotas y pensaba el viejo ya emocionado:
–- Tiene que ser ella, esas nalgotas yo las conozco, tiene que ser ella, se volvía a repetir; nunca ni en sus más remotos sueños hubiese imaginado que la vería ahí en la feria y al parecer, para su buena suerte, creía que andaba sola, el viejo sentía que ese día la suerte estaba de su lado.
El viejo reaccionó cuando el profesor Tulio lo saco de sus pensamientos diciéndole:
–-Y ahora… ¿qué quieres trabajar de chango en un circo pinché Juan? ¿qué madres haces allá arriba? te vas a caer, más con la pata chueca que tienes.
El cojo, reaccionando, se bajó todo apresurado bufando por el esfuerzo que tenía que hacer por su obesidad y por la cojera, se acabó de bajar y le dijo al profesor Tulio todo emocionado:
–-Ufffff… ufffffffff .. ma… ma… maestro, no me va a creer a quien acabo de ver que pasó y solita.
–-A quien pinché Juan ya suéltala no la hagas cardiaca.
–-A la… Cielo Riveros … maestro, la vi que pasó sola caminando dirigiéndose hacia allá, señalándole con la mano la dirección,
–-¿Quéééé? ¿estás seguro pinché Juan? no chingues!! ¿y cómo anda vestida?
–-Pues trae una blusa azul celeste, una mini-falda blanca muy cortita y anda con unas botas hasta la rodilla, fue lo que le alcance a ver maestro.
–-Espérame aquí, y el viejo Tulio salió corriendo apresurado hacia donde le había dicho Juan, estaba tan ansioso por volver a ver a la nena que por el solo hecho de saber que ella estaba ahí y solita sentía una emoción como hacia tiempo no había sentido este degenerado, a sabiendas que si era cierto y se encontraba con ella, como estaban fuera de la escuela y con su tremenda labia ya se la imaginaba convenciéndola para llevarla a un motel y cogérsela.
El viejo se pasaba entre la gente sin pedir permiso, casi empujando a las personas, los que lo veían pensaban que a lo mejor le habían llamado por el celular para decirle de una emergencia en su casa.
El viejo por más que apresuraba el paso y veía con ansiedad hacia delante de él, no veía a nadie con las ropas que le había dicho el cojo Juan y ya dudando un poco pensaba…»¿no será que este hijo de la chingada me agarró de pendejo?, si es así lo voy a mandar a la chingada y no le vuelvo a invitar otra pinché cerveza más».
Ya un poco cansado se recargo en un poste para agarrar aire, en eso vio una escalera de unos 3 metros que estaba recargada hacia arriba en la pared de un local encadenada e iluminándosele una idea se subió para tener un mejor panorama y pensaba… «si ya no la veo me regreso y mando a la chingada al pinché cojo por agarrarme de pendejo».
Se subió y sí tenía un gran panorama de la feria desde esa altura, se agarraba con una mano de la escalera y la otra mano se la llevaba a la frente tapándose los ojos para evitar el reflejo de la luz del poste que tenía cerca.
Pero por más que buscaba con la mirada, con la esperanza de verla, no la veía y sentía por dentro un sentimiento de frustración al sentir que la palomita se le iba de sus garras como el agua se escapa de las manos.
Y peor aún, había un gran carro alegórico al que varios hombres iban empujando, pero se había atorado en un desnivel que había en el suelo y los trabajadores hacían grandes esfuerzos para sacarlo y moverlo de ahí a su lugar donde quedaría guardado, su molestia era que le robaba gran parte de la visión de la feria y no sabía si la nena estaba del otro lado.
Cuando ya estaba a punto de bajarse y mandar a la chingada todo, vio que los trabajadores por fin movían el armatoste y se dijo –-«si no está del otro lado me regreso y de puro coraje me pongo hasta la madre con cerveza».
Lentamente el carro alegórico se fue moviendo y como si viera el viejo una visión celestial por fin la localizo, la jovencita estaba pagando a un vendedor de fresas con crema, sus bellos ojos veían con alegría el rico postre que había comprado, el viejo le leyó los labios cuando dio las gracias al vendedor y le regalo una sonrisa con esos carnosos labios y lentamente se dirigió con su rico movimiento cadencioso de nalgas hacia donde estaba el toro mecánico, lugar donde había quedado de verse con Katherine Riveros que había ido al baño.
El viejo Tulio estaba cautivado viendo ese culazo que, al retirarse su dueña, lo movía en forma bastante provocativa, como incitando a que los machos se lo tocaran, con esa redondez perfecta de su cola, haciendo la jovencita, perder la cabeza a más de uno en la feria, incluyendo al viejo Tulio.
Éste, como si fuera a cobrar una herencia, se bajó rapidísimo para dirigirse hacia donde iba la jovencita e interceptarla, llegando al suelo el viejo iba emocionado, en su lujuriosa mente ya se veía en el motel con la deliciosa jovencita metiéndole la verga por todos lados.
Sintió que como en dos pasos llegó a donde estaba el vendedor de las fresas con crema y, con el corazón casi saliéndose del pecho, el caliente viejo se dirigió hacia donde ella se había encaminado, la vio delante de él a unos 10 metros y apresuró más el paso al alcanzar a divisar cada vez más cerca el vaivén de sus caderas y el sube-baja de los cachetes del culo al andar, era sencillamente de infarto.
En eso se le acerca al viejo un vendedor de billetes de lotería que se le planto de frente diciéndole –-ándele patrón llévese un cachito, juega para hoy en la noche y bla bla bla… ya saben cómo son de insistentes estos pinches vendedores de lotería….Deteniendo al caliente viejo un momento en la persecución de su presa
–-No joven, ahorita no por favor, déjeme pasar que llevo prisa.
Pero el molestoso vendedor insistía en sus argumentos de que le comprara un cachito, de que ese era su día de suerte, que no le diera la espalda a la fortuna, etc.. etc.
El viejo caliente, al no poderse deshacer del molestoso vendedor, se canteaba de lado no queriendo perder de vista a la nena, veía con angustia creciente cómo poco a poco se alejaban más esas apetitosas nalgas que prometían, a quien las tuviera, un mundo infinito de placer y lujuria.
Si no hubiese aparecido ese vendedor ya casi la hubiese alcanzado, pero no, ahí estaba sin poderse deshacer del billetero y la distancia que ya le había recortado lentamente se volvía a separar cada segundo más de él.
Su angustia creció cuando vio que la nena daba vuelta a una esquina y desaparecía de su campo visual, eso lo desquicio y dándole un empujón al billetero le dijo:
–-¡Te dije que no cabrón, déjame de estar chingando pendejo!.
Y acelerando el paso de nuevo trató de darle alcance, pero su buena suerte hasta ahí había llegado; poco antes de llegar a la esquina donde dio vuelta la nena se topó con una gran multitud de gente que venían en sentido contrario, no dándole ningún resquicio por donde pudiera pasar para seguir su persecución.
Era la gente que salía del palenque musical el cual, por haberse presentado un famoso cantante, se había abarrotado, engrosando toda esa multitud el, ya de por sí hasta el tope de gente, recinto ferial.
Por más que pedía permiso el lujurioso viejo, era más que imposible seguir por ese camino, fue demasiado para él y pateando el suelo se fue rumiando su derrota, regresando a donde había empezado su loca persecución, viendo al cojo Juan sentado en una ingiriendo cerveza esperándolo.
–-¿Qué pasó mi maestro? ¿por qué esa cara que tiene, que se lo lleva el demonio?
El viejo Tulio dirigiéndose al mesero le dijo:
–-Hey tú, tráeme una corona bien fría.
–-Tenías razón… vi a la hembrita pinché Juan, no era una visión la que viste, y no mames está más buenota la condenada… estoy con lo que me platicaste que te la cojiste, y al verla hoy vestida con esa poca ropa enseñando casi las nalgas y las tetas, me entraron unas ganas de meterle la verga hasta por las orejas, pero cuando casi la alcanzaba se me perdió y estoy que me lleva la chingada Juan.
–-Calma… calma profesor, a esa pollita la vamos a rastrear en toda la pinché feria y la vamos a encontrar, así sea lo último que hagamos.

–-Salud Juan, ahorita nos tomamos esta cerveza y nos vamos a buscarla hasta por debajo de las piedras.
Mientras tanto nuestra hermosa protagonista estaba parada en donde el toro mecánico, que hacia las delicias de chicos y grandes, esperando a su amiga; el toro mecánico tenía alrededor un colchón para amortiguar el golpe de los que caían y tenía un barandal que rodeaba para que nadie se quisiera subir sin pagar.
La nena se puso a esperar a Katherine Riveros sintiendo que ya había tardado más de los 10 minutos que le había dicho, veía su reloj y le inquietaba el ver que de su amiga ni sus luces, volteaba a ver a otro fulano que tiraba el toro mecánico divertida cuando en eso sonó su móvil, sacándolo apresurada de su bolsa de mano viendo que era Katherine Riveros, quien le dijo que iba tardar un poco por que el baño eran nada mas tres retretes y había una larga fila para poder pasar a usarlos, que no se desesperara.
Acabó de comerse sus fresas con crema y volteando hacia todos lados buscó un bote de basura para depositar la caja y unas servilletas que usó, no divisó ningún bote, en eso vio frente a ella un letrero que decía «deposite su basura aquí» y se dirigió allá, pero para su desconcierto no había nada, sólo el letrero.
Con una mano en su mentón la nena pensaba «bueno y en dónde están los botes de basura», ella por su pulcra limpieza y educación era incapaz de dejar la basura al piso y acercándose a una señora que tenía un carrito de venta de dulces le preguntó por los depósitos de basura.
–-Pues…en la tarde vinieron los de la limpieza niña y se los llevaron para vaciarlos porque ya estaban llenos y desde esa hora no los han traído.
–-¿Y en dónde habrá uno para echar esta basura señora?
–-Allá muchacha en donde están esos andamios desarmados, señalándole la señora, hay una vereda y como a unos 30 metros está un depósito general.
–-Gracias señora, muy amable; y hacia allá se dirigió la confiada chica, notando según se adentraba a esa zona que le dijo la señora, que el lugar estaba casi en penumbras y que casi no pasaba nadie por ahí, por el camino notó que estaban estacionados varios campers, o como les dicen aquí en México casa rodante, de los empleados de la feria distribuidos por todo el terreno.
Sólo pasaban por ahí, muy de vez en cuando, trabajadores de la feria y uno que otro que, al notar que en esa zona casi no había gente y estaba un poco en penumbras, aprovechaba para orinar y no ir a hacer fila a los atestados baños.
La preciosa jovencita, al notar que ese lugar estaba un poco solitario y tranquilo, se quedó ahí, quería por un momento tener un poco de tranquilidad y olvidarse de todo el barullo de la feria mientras regresaba Katherine Riveros, además de que tenía una buena vista desde esa zona del toro mecánico y podría ver a Katherine Riveros cuando llegara e ir a su encuentro, esto porque donde se puso estaba unos 30 metros atrás del toro mecánico.
El sonido de los grillos y las ranas la relajaban, reconfortándola envuelta en esa paz de la naturaleza.
Al estar casi en penumbras esa zona donde se había quedado la jovencita, no podía ser distinguida por alguien que estuviera en la zona del toro mecánico, si volteaban a ver esa parte sólo verían oscuridad y penumbras, ya que la poca iluminación que había donde estaba Cielo Riveros llegaba del reflejo de las luces de la feria, lo que no pensó la chica fue en lo peligroso de ese lugar para una nena tan buenota como ella, porque no sólo no la podrían ver si le pasara algo, sino que tampoco oírla si gritaba, por el estridente música de donde estaba el toro mecánico, que amenizaba el ambiente.
Sus hermosos ojos verdes poco a poco se habituaron a la oscuridad y unos dos minutos después ya distinguía más, apareciendo poco a poco ante sus ojos cosas que cuando llegó no las veía, el sonido de los grillos la llenaba de paz y tranquilidad.
Ya más relajada la sensual jovencita, descansando sus oídos del escándalo de la feria y del barullo de la gente, viendo que no le quedaba otra cosa que hacer más que esperar, se recargó en una rústica y pesada de madera que al parecer era de los mecánicos de la feria y servia para darle mantenimiento a las máquinas; la nena, poniendo sus brazos sobre la estructura, inclinó su cuerpo en escuadra y su cabeza sobre sus manos subiendo una de sus piernas sobre una piedra que estaba en el piso, haciendo que la mini se le subiera un poco dejando ver esa torneada piernota un poco mas arriba, a continuación al descansar su cabeza y sus hombros sobre la parte superior de la , arqueó la espalda sobresaliendo aún más ese gran trasero, marcando aún más la curvatura de sus firmes y redondos glúteos lo que la hacía ver muy deseable.
Todo esto confiada porque pensó que nadie la veía en ese solitario lugar, sólo que estaba equivocada, 4 pares de ojos que estaban ya habituados a la oscuridad detrás de ella a unos 8 metros, en la parte todavía más oscura, ocultos, la miraban atentamente, casi sin parpadear, con lujuria y deseo.
La confiada nena bostezó y cerró sus ojos queriendo darse un pequeño descanso a tanto ajetreo, no percatándose de que estaban esos 4 pares de ojos que la veían atentamente en la oscuridad, libidinosamente viendo a esa hermosa criatura que tenía ese delicioso culo respingado y al tener su cuerpo en escuadra y sus piernas sin flexionar, la de por si muy corta mini se alzó un poco más, dejando a la vista de esos ojos que la escudriñaban en la oscuridad la descubierta parte baja de sus redondas nalgas, y los dueños de esos ojos se recreaban la vista con el delicioso espectáculo de la curvilínea chavita.
La nena de repente se levantó de su posición estirando los brazos hacia arriba y bostezando, volteando a ver a sus espaldas, dando un grito de espanto al ver a 4 asquerosos y desarrapados viejos muy cerca de ella a tan solo un metro, todos ellos con una edad promedio no menos de 58 años, barrigones, arrugados y todos andrajosos y sucios por común denominador, la chica retrocedió unos pasos alertada por la presencia de los cuatro viejos.
–-Hay Dios mió pero que susto me acaban de dar, no los oí acercarse- dijo la jovencita a los viejos que estaban fascinados con ese par de nalgas de concurso y veían con lujuria como se traslucía el sexy bikini de la nena.
Estos viejos estaban vestidos con ese tipo de overoles de mezclilla que son pantalón abajo y arriba sólo unos tirantes al hombro con el logotipo de la feria «atracciones Pegaso» llenos de grasa y playera también embarrada y oliendo muy fuerte a sudor, estos señores eran mecánicos que se encargaban de armar los juegos de la feria y al estar todo funcionando bien se dedicaban a dar vueltas en la feria y a beber cerveza en cantidades industriales.
Había uno que al parecer era el jefe de todos ellos porque cargaba un radio de comunicación walki talkie enganchado a su sebosa cintura, desde donde se oían las transmisiones de la gente de la feria.
–-Ramírez…. Ramírez….Repórtate a base central cambio…. biiiiii
–-Aquí…. Ramírez…… enterado ahorita voy para allá cambio»-….biiiii
El viejo le bajo el volumen al radio mientras la curvilínea chiquilla notó que era un viejo muy horrible, traía los tirantes del overol amarrados a su sebosa cintura, llevaba una playera sin mangas que dejaba apreciar unos grandes tatuajes de dragones a lo largo de los peludos y sudados brazos, el cuello se veía claramente cómo estaba perlado de unas asquerosas verrugas y sobresalía del pecho una mata de canosos pelos.
Llevaba la camisa toda traspirada de sudor, su cara toda llena de arrugas, unas horribles y gruesas patillas canosas que se juntaban con la abundante barba y los bigotes, haciéndolo ver más siniestro, la boca le sonrió a la curvilínea chiquilla notando ella la inexistencia de dientes y con partes de la encía de un repulsivo color negro como si tuviera podrida esas zonas de la boca.
Y para terminar la descripción de este lujurioso viejo, una alborotada mata de pelos sucios y canosos en su cabeza, el viejo se acariciaba asquerosamente la peluda barriga pues tenía la playera a media barriga levantada, haciendo que Cielo Riveros le diera le diera un poco de asco al verlo tan cerca de ella y llegándole el tufo a sudor, ella sentía que ese sucio hombre le provocara rechazo y deducía que lo más seguro es que llevaba sin ducharse al menos cuatro días
Todo lo opuesto de Cielo Riveros que era una chavita con una imagen limpia, fina, delicada, joven y muy hermosa, sin el más mínimo asomo de vulgaridad, además de noble y de buenos sentimientos de ella emanaba siempre un agradable olor a pulcra limpieza.
Contrastaban enormemente era como querer comparar un cristalino rió de aguas limpias y puras, con un caudal de aguas negras de un drenaje definitivamente nada que ver.
A Cielo Riveros le resultaba un hombre repugnante de aspecto pero no dejo ver su rechazo hacia los viejos, disimuló el asco que le daban, el viejo no le contesto a la jovencita, estaba extasiado viendo el despampanante y juvenil cuerpo de la colegiala, la recorría de arriba abajo con la mirada y no disimulaba su morbo, deteniendo su vista en el escote del pecho donde se mostraban obscenamente sus manoseables pechos que parecían desbordarse por el generoso escote, firmes, redondos como unos melones y con unos delicados pezones que se marcaban claramente sobre la delgada tela de la blusa, y las piernotas de la chica que sobre salían por debajo de la corta minifalda, Cielo Riveros se había dado vuelta y estaba de frente a ellos.
Y después de un silencio que a la colegiala se le hizo eterno por fin hablo el viejo con una voz aguardentosa le dijo.
–-¿qué anda haciendo una nena tan rica por aquí solita?
Ella tratando de dominar su incomodidad por las descaradas miradas dijo:
–-Discúlpeme señor estoy esperando a mi compañera que fue al baño.
La nena tratando de no dejar ver su creciente nerviosismo se agarraba su lacio y sedoso cabello que le caía de lado tapándole permanentemente muy sensualmente uno de sus bellos ojos verdes y se lo hacía para arriba solo para que en un momento volviera a caer de nuevo en su ojo izquierdo.
Su voz sonó para los viejos dulce e inocente y lo que le gusto al viejo es ese trato de «usted» signo inequívoco de temor y respeto sin duda la cosa iba por buen camino.
Don Pedro notaba que la colegiala tenía ese angelical y hermoso rostro de niña inocente ya que no le embarnecía su faz todavía, pero su cuerpo mostraba los atributos y las redondeces de una exuberante mujer y pensaba -mira nada más qué chamaquita tan sabrosa me vino a caer.
El viejo tomando las cosas con calma tomo su lata de cerveza que llevaba en la mano le dio un trago y tiro la lata vacía al piso dando al mismo tiempo un asqueroso eructo y llevándose la percudida camisa a la boca para limpiársela.
Cielo Riveros hizo un gran esfuerzo para reprimir las arcadas de asco que le venían, todo era demasiado asqueroso para su pulcra educación y limpieza.
A continuación, el viejo destapando otra lata le pregunto.
–-Cómo te llamas ricura.
–-Cof…cof… Cielo Riveros señor… Cielo Riveros, tosía la nena tratando de reprimir las arcadas de asco que le venían.
–-Uumm, bonito nombre para una nena tan rica, yo soy Pedro Ventura mamita.
Extendiéndole el sucio viejo su sudada mano, dudando un par de segundos la jovencita en darle la suya o no y al final cedió porque ante todo ella era una chica educada.
Casi se desmaya del asco al sentir sobre su fina y bien cuidada mano con un delicado manicure la piel de las palma de las mano del viejo toda pelada como si tuviese hongos pero enseguida la retiro.
Los otros viejos estaban a unos 3 o 4 metros dejando que su jefe hiciera su lucha con la escultural jovencita y esperando que también les tocara algo.
–-¿Quiénes son ustedes?..Preguntó un tanto temerosa la nena al viejo, tratando de visualizar bien de quiénes se trataba.
El viejo queriéndose lucir con la chamaca le dijo alardeando.
–-Somos los técnicos encargados de los aparatos de la feria mi reina, si no es por nosotros nada funcionaría y no habría feria mamacita ¿cómo ves?.
La nena aparte del asco que le daba ese asqueroso viejo, sentía una gran antipatía al ver su tosquedad, su prepotencia y su machismo que mostraba ese decrepito viejo.
Ella sentía que el ambiente se volvía cada ves más pesado y queriéndose despedir y salir de ahí le dijo al viejo.
–-Buuuenoo don Pedro fue un placer conocerle, me tengo que ir a buscar a mi amiga.
Pero el viejo no estaba dispuesto a dejarla ir así de fácil nada más, con su enorme experiencia en mujeres ya había detectado en Cielo Riveros a una nenita ingenua, inocente una presa que no iba a dejar escapar así de fácil nada más y máxime que llevaba meses sin tocar a una mujer, esto porque era un viejo feo, asqueroso y muy prepotente y todas las muchachas lo rechazaban.
-De estas mamazotas no me caen todo los días tengo que llevármela allá atrás y meterle la verga, a esta chamaca que esta que se cae de buenota, pensaba el viejo .
Y mientras la chica se volteo para tomar su bolso y retirarse, el viejo movió su seboso cuerpo cerrándole el paso a la chica y diciéndole.
–-Por que te vas ricura si la noche es joven y podemos pasarla bien divirtiéndonos, conozco un lugar donde se ve una vista espectacular de la ciudad halla detrás de los campers si quieres vamos y lo compruebas por ti misma mi reina.
Ante las mirada morbosa de don Pedro que no apartaba la vista de las redondeces de ese manoseable cuerpo que a estas alturas sentía como lo enardecía de deseo solo que se contenía por que quería ir a la segura , llevar a la chamaca a un paraje mas alejado y solitario y hacer de las suyas.
La veía esperando ansioso su respuesta y como también la brisa nocturna le revolvía el cabello haciéndola ver más sensual.
La nena se quedo unos segundos callada con la vista hacia el suelo meditando su situación, ahí estaban esos viejos con no sabia que negras intenciones con ella, queriéndola llevar hasta atrás de los campers un lugar muy alejado y apartado, pero también se dio cuenta que su situación no era muy segura que digamos.
Estaba en un lugar que aun que tenia a la vista la zona del toro mecánico que era lo ultimo de la feria, esos viejos si querían se la podrían llevar arrastras hacia lo profundo del terreno a una zona mas oscura y sin nadie que pudiera ayudarla.
Aquí por lo menos puedo salir corriendo hacia el toro mecánico y pedir ayuda si intentan hacerme algo pensaba , y es que también se sentía intimidada por ese viejo y tenia mucho miedo contrariarlo y a saber como reaccionaria
En eso se oyó por la radio del viejo.
–- …… … reportarse cambio.
–-Aquí base cambio.
–-Necesitamos uno de tus muchachos que vaya a reportarse con el contador Eduardo Medina en la gerencia.
–-Ok ahorita lo mando cambio y fuera.
El viejo dirigiéndose a sus subalternos dijo con voz autoritaria que intimido todavía más a la nena.
–-A ver tú, pinché concho.
–-Si señor dígame.
–-Vete para la gerencia, ya oíste y cuidadito con hacer una pendejada por que ya sabes cómo me las gasto.
Ella veía toda la escena y pensaba.
–-Este viejo se ve que es de los que no les puede uno decir que no, están acostumbrados a mandar y ser obedecidos– y le entró mucho temor y más cuando el viejo se volvió hacia ella esperando su respuesta.
–-¿Entonces qué mi reina? ¿vamos allá donde te dije? vas a ver qué bonita se ve la ciudad.
Ella notaba claramente cómo el viejo hacía esfuerzos para mantener la compostura, la desnudaba con la mirada y sentía como si la toqueteara con los ojos el degenerado.
–-Eeesteeee no lo creo seeññorr, mi amiiigaa vendráá pronto poor mi y sii no me encuentra me buscaráá con la policía.
Toda nerviosa le dijo y esperando una reacción violenta del viejo, pero no, para su buena suerte no pasó nada, el viejo le dijo.
–-Ok reina si no quieres no, pero por lo menos brinda con nosotros y te vas, ¡no nos vas a despreciar! — extendiéndole el viejo una lata de cerveza.
Ella se sentía angustiada porque ella no tomaba bebidas embriagantes y era la segunda vez que iba a dar la contra al intimidante viejo.
– Cielo Riveros -Hay don Pedro, qué pena con usted… pero… yo no bebo.
Y por segunda vez rogó al cielo que ese viejo no reaccionara violentamente, estaba muy tensa esperando la respuesta del horrible viejo.
–-Sólo una y te puedes ir- insistió el viejo volviéndole a extender la lata de cerveza ya destapada que echaba espuma por la boquilla.
Ella se sentía muy intimidada y de haber estado en sus manos hubiera accedido a lo que le pedían, pero el tomar licor o cerveza era algo más allá de sus fuerzas, definitivamente era algo que no aceptaría nunca por voluntad propia.
Y toda nerviosa le contestó al viejo.
–-Si yo tomara esas bebidas don Pedro no me negaría a la que me ofrece usted, pero no puedo, de verdad gracias.
–-Ok dijo el viejo no hay problema, ya vi que no quieres, no insistiré más mi reina.
Y agarrando la cerveza se la empino dándole un gran sorbo quedándole la barba y el bigote puercamente chorreándole del espumoso líquido.
La ingenua nena, creyendo que ya había pasado el peligro, pensaba retirarse de ahí, sentía la abrumadora necesidad de irse, diciéndole al viejo con muy evidente temor.
–-Bueno don Pedro ahora si me retiro, muchas gracias por todo.
–-Pero porque insistes en irte mamacita no puedes ser tan descortés, nos hemos portado bien contigo, le decía el viejo con la cara muy seria y en un tono intimidatorio como regañando a la escultural jovencita.
–-No de verdad, ya son las 9:10 y me tengo que ir, suplicaba la rica chamaca.
El degenerado viejo le clavaba la mirada morbosamente al generoso escote que dejaba a la vista más de dos terceras partes de esos redondos senos y cómo se marcaban perfectamente en la delgada tela sus dos pezones erizados, por los nervios de la situación en la que estaba y también por que había empezado a descender la temperatura ambiental abruptamente, afectando a la nena por ir muy destapada.
El degenerado sentía un enorme deseo que apenas y podía contener, de saborear esas exuberantes carnes de la adolescente, de mamarle esos turgentes senos sin años encima, de besar esos gruesos y deliciosos labios, de acariciar esos muslos y el perfecto y redondo trasero de la jovencita.
Cielo Riveros sintió como si el viejo le estuviera haciendo una radiografía, como si ese cerdo se la estuviera imaginando ya desnuda, eso hizo que sintiera en la cara un calorcillo de vergüenza y tuvo que bajar la mirada avergonzada.
La chica no se equivocaba en su percepción pues eso era precisamente lo que pasaba por la mente de don Pedro, eso y otros pensamientos de índole más sádica.
El viejo, viéndole descaradamente y morbosamente los redondos senos, le dijo autoritariamente
–-De ninguna manera mamacita, nos tienes que acompañar hasta que se acabe la cerveza.

Ella, resignada, aceptó y pensaba nada más que acaben estos viejos la cerveza me voy de este solitario y horrible lugar, la culpa la tengo yo, quién me manda a meterme aquí, si Katherine Riveros me dijo que la esperara allá en el toro.
Muy inquieta jugaba con su celular mientras los vejetes tomaban como sedientos, en eso le llego un mensaje de Katherine Riveros que le decía que todavía la esperara otros 15 minutos por que se habían quedado sin agua los baños y estaba por llegar una pipa, según les habían dicho, para echarle a los baños.
Guardando su móvil en su bolsa contaba desesperada cuántas latas faltaban para que se acabaran e irse de ahí donde la retenían.
Al fondo oía como el animador del toro mecánico invitaba a las parejas a pasar al centro a bailar mientras le daban mantenimiento a la bestia mecánica.
Y volviendo la vista a la pista veía con alegría como las parejas bailaban animadamente, olvidándose por un momento de su precaria situación, volteándose y dándoles la espalda a los viejos, quienes se regodeaban con las redondas y duras nalgotas y cómo se marcaba por sobre la delgada tela de la mini blanca el sensual y muy femenino bikini negro de encajes entallado que se amoldaba perfectamente en esas protuberantes y portentosas nalgas, con extraordinaria claridad se le traslucía todo, su bien formado trasero era una verdadera invitación al pecado, los viejos miraban con insistente procacidad sus enormes y deliciosas nalgas.
La gente, al fondo, bailaba alegremente a ritmo de música duranguense, muy animadamente y que contagiaba, a la nena le dieron muchas ganas de estar allá, más cerca de donde se sentía el ambiente muy padre.
Pero sólo fueron 2 ó 3 canciones que se oyeron porque en eso el animador interrumpió la bailadera diciendo.
–-Bueno amigos pues en este momento mientras arreglan el toro, unas chicas me han reclamado que no hemos puesto, desde que abrimos, música romántica ya que ellas quieren bailar con sus novios y como el cliente manda, ¡a bailar se ha dicho! ¡échale mi dj!.
Y al ritmo del tema de titanic la pista las parejas de enamorados abrazados románticamente bailaban.
La chiquilla dio un gran suspiro y se acordó de su novio, anhelando en ese momento su presencia, cerrando sus ojos se imaginaba con él bailando románticamente esas baladas.
En eso oyó la aguardentosa voz del viejo diciéndole.
–-Mamita ven para acá, ¿por qué no bailamos? – le propuso tendenciosamente don Pedro con cara de emoción.
La nena sintió que el estómago le daba un vuelco del asco, de que ese viejo arrugado, feo, lleno de carnes flácidas y mal oliente quisiera bailar con ella y precisamente cuando las melodías eran baladas y tener que soportar su asquerosa cercanía, su mente y su cuerpo se negaban rotundamente acercarse a ese hombre en esas condiciones.
–-Yooo yooo don Pedro no noo puueedoo –toda nerviosa le contestó Cielo Riveros.
El viejo dándole una bocanada al cigarro que fumaba insistió.
–-¿Que pasó mi reina? si es sólo un baile, nada más- y presionándola le dijo tajantemente – mira muñequita he sido tolerante contigo, pero mi paciencia tiene límites y no querrás conocerme encabronado.
Ella se acordó de que era la tercera vez que lo contradecía y al ver esa horrible cara con ese gesto duro y osco le infundió temor, no queriendo saber cómo reaccionaria si lo contradecía por tercera vez.
Y terminó aceptando la invitación, rogándole al cielo que pasara rápido el tiempo, pues ya quería salir de ahí.
–-Estaa biiieeen don Pedro bailaré con uusteed – dijo la nena toda tensa con la cara agachada y quedándose ahí parada esperando que el viejo tomara la iniciativa.
El rostro del horrible viejo no disimulaba el torbellino de pecaminosos deseos que le bullían en la mente –-je je je je vas a ver palomita qué rico lo pasaremos.
El viejo era de estatura media y Cielo Riveros al ser una chavita de una buena estatura, con 1.60 más el tacón de sus botas, rebasaba los 1.65, para el viejo era excelente porque él andaba por los 1.70, casi a su altura le quedaba la jovencita.
El viejo, no pudiendo esperar más para sentir ese cuerpo de infarto, tomó las manos de la nena y las pasó sobre sus hombros mientras que él dirigió sus manos a la desnuda, al aire y sexy cintura de la colegiala; al poner las sucias y rasposas palmas de las manos sobre la suave piel de la chica sintió lo pequeña y perfecta que tenía esa parte de su anatomía, el tacto de sus manos directamente con su tersa y desnuda piel de la jovencita hizo estragos en el degenerado, calentándolo aún más, pudo comprobar la suavidad y tersidad de su juvenil piel propia sólo de una jovencita.
La atrajo contra su cuerpo toscamente, pegándola a él, la nena era un manojo de nervios, la deliciosa proximidad de la niña produjo en él un efecto inmediato y su verga empezó a levantarse.
Ella, con asco, comenzó a sentir en su entrepierna ese miembro duro y caliente y así pegados como si fueran dos enamorados comenzaron a danzar suavemente al ritmo de las lentas baladas que se tocaban desde la zona del toro mecánico.
El viejo, sin dejar de verle descaradamente los redondos senos por tenerlos tan cerca, le pregunto.
–-¿y cuántos años tienes? mamacita.
–-18 señor, le respondió con una voz temblorosa, esto porque el viejo sin ningún disimulo le repellaba en su entrepierna su empalmada verga.
La bella adolescente se sentía muy incómoda por las descaradas repelladas del vejete a su entrepierna con esa empalmada verga, no sabía qué hacer ni cómo actuar ante semejante situación bochornosa, con una creciente timidez intentaba fingir que no se daba cuenta de la acción abusiva del vejete.
–-Pues si eres una jovencita muy hermosa y con un cuerpo muy sexy mamacita.
–-Graaaciiaass seeñoor—contestó Cielo Riveros toda nerviosa por el vulgar piropo, y sin poderle sostener la lujuriosa mirada bajaba sus ojos toda intimidada.
El viejo la observaba con lujuria contenida por las agradables sensaciones que sentía al tener ese juvenil y voluptuoso cuerpo de la curvilínea jovencita; estaba extasiado y no era para menos, ella veía con asco como le sonreía el asqueroso con satisfacción de tenerla en sus brazos.
–-¿Sabes? me pareces una chica muy atractiva, estás buenísima, le dijo el viejo lujurioso.
–-Gra….gracias don Pedro, agradeciéndole al vejete el vulgar cumplido, sin atreverse a alzar la vista para verle a los ojos al viejo.
Por momentos el viejo la apretujaba más contra él queriendo que esas embriagadores sensaciones que lo desquiciaban no terminaran, su voz se hizo temblorosa y ronca, era evidente que apenas podía contener su emoción.
–-Qué rica estás mamacita, eres un forrazo como esas que salen en la tele- le decía, a la par que le daba una asquerosa lamida a la mejilla de la chiquilla.
La chica respondió a esto con una mueca de repugnancia a la vez que suplicaba.
–-Por favor… Don Pedro, me ahoga, por favor… no me apriete tanto- pero el viejo lejos de hacer caso, la apretaba mas contra él mientras le acariciaba con esas manos peladas el breve talle de la nena, el viejo a pesar de la abrumadora calentura que sentía, tomaba las cosas con calma, disfrutando cada segundo de ese delicioso momento y siguió con sus caricias en la cintura y la espalda desnuda, haciendo que a la chica le dieran cosquillitas en su sensible piel.
Mientras tanto la Katherine Riveros ya aburrida de estar haciendo fila en los atestados baños veía por fin que ya estaba próxima a entrar a estos para calmar su atestada vejiga que le protestaba con dolores el por qué no vaciaba su contenido.
–- Uffffff por fin ya no aguanto las ganas de orinar, pensaba en sus adentros sin imaginarse por la situación que pasaba en esos momentos su amiga Cielo Riveros.
Mientras tanto allá en un lugar alejado y casi en penumbras de la feria solo alumbrado por la luna llena que majestuosa se asomaba esa estrellada noche, nuestra hermosa protagonista vivía una situación angustiante al tener que estar soportando al degenerado viejo de don pedro quien estaba fascinado y casi babeaba por las tremendas redondeces de la escultural jovencita y por ese aire de ingenuidad e inocencia que se desprendía de ella.
La tenia bien agarrada por ese fino y firme talle que estaba al aire, donde se apreciaba su vientre plano sin un gramo de grasa y coronado por su sexy ombligo que atrapaba hipnóticamente la atención.
El sátiro se la comía con los ojos mientras su mente maquinaba ideas perversas para con la hermosa nena
–-Yo…yo…. ten… tengo que irme, por favor, suélteme– suplicaba la mamasota con esa deliciosa voz melosa e inocente
–-No…cosita rica, hasta que acabe la tanda mi reina.
El degenerado viejo aprovechando la pasividad de la encamable jovencita la apretaba contra el haciéndola sentir su dura erección en su entre pierna de la mamasota.
Para acabarla de fastidiar, la tanda una tras otra de las románticas baladas parecía no tener fin, ante la desesperación de Cielo Riveros y deleite del viejo y de sus compinches que se agarraban la verga, sobándosela sobre su overol, al ver como su jefe se volvía cada ves más atrevido con la deliciosa chamaca con la que bailaba.
Luego le dijo el viejo sin despegar la mirada de los mamables senos de la jovencita con total morbosidad
–-¡Qué hembra tan infernal eres mamacita! desde que llegaste te hemos estado siguiendo, no pienso en otra cosa que en meter mi verga en ese divino culo- todo esto sin dejar de apretarla contra él, sintiendo ella la empalmada verga.
El viejo estaba embelesado ante las dos tremendas tetas de la jovencita que, al tenerlas tan cerca, se quedaba endiosado con esos erguidos y rotundos senos que prometían un sin fin de placer y gozo para quien los tuviera.
Sólo escuchar las palabras del viejo descarándose ya en sus sucias intenciones con ese vulgar lenguaje, el cuerpo de la chica se tensó y notaba cómo una sensación de miedo, casi de terror, crecía dentro de ella incontroladamente.
–-Por favor… don Pedro, no me falte al respeto, yo no le he dado motivos para que me diga esas vulgaridades– dijo la curvilínea jovencita con voz tenue y tensa a la vez.
El viejo se aventó una terrorífica carcajada al escucharla, el escalofrío fue total, el miedo era insoportable, sus comentarios morbosos le asustaban más a cada segundo que pasaba, no sabía que hacer, ese viejo la tenía bien agarrada sin soltarla ni un segundo, no tenía muchas opciones.
Dueño de la situación el asqueroso viejo le dijo.
–- ¡Pero si tú mamasota nos diste entrada para que te faltemos al respeto, zorra caliente vergas!
Ella desconcertada por la aseveración del viejo y cada vez más asustada por la caliente situación le contestó
–-No… no… sé a qué se refiere señor-, dijo con voz muy quedita.
–-¿Ah no?… putita rica ¿no lo sabes? y cuando tu y la zorra de tu amiga se pararon a medio puente enseñándonos todo, sin dejar nada a la imaginación no es eso provocarnos y decirnos que quieren una buena verga de macho, me dejaste caliente desde que te vimos arriba del puente enseñándonos todo mi reina, dime no es eso provocar mamasota.
Cielo Riveros sintió que la cara le ardió al oír estas palabras del viejo, al mismo tiempo que el corazón le daba un vuelco, las impactantes palabras del asqueroso viejo fueron como un cubetazo de agua fría, ¿que podría argumentar en su favor? dijera lo que dijera esos horribles viejos no le creerían, el viejo tenía razón su acción en el puente la condenaba.
Y no soportando ver la cara lujuriosa de triunfo del viejo al notar que no tenía argumentos de defensa, la escultural jovencita bajo la mirada agachando la cabeza, sus hermosas mejillas adquirieron un color rojo.
Y sintiéndose cada vez más caliente y dueño de la situación al ver su pasividad sus roñosas manos que le acariciaban la suave y tersa piel del talle hacían cada vez círculos más grandes abarcando más de esa deliciosa y suave piel al tiempo que le preguntaba.
–-Que pasa zorrita ¿no me vas a contestar?
Ella solo con su voz muy quedita apenas y visiblemente nerviosa murmuro –-heee eesteee yooo yooo, sus hermosos y grandes ojos verdes parpadeaban muy rápido evidenciando su tremendo miedo que sentía la nena.
El lujurioso viejo le levanto la voz fuertemente asustando aún más a la jovencita
–-¡Queeeeee no te oigo zorra dime tengo razón o no puta calienta vergas!
Solo el silencio de la voluptuosa jovencita fue más que obvio que no sabía, que no tenía que contestar toda las evidencias contundentes la condenaban.
El horrible viejo de don Pedro más que satisfecho con su reacción le dijo
–-El que calla otorga mi reina y tomándola del mentón la obligo a levantar la mirada diciéndole –“entonces vamos a disfrutar estas nalgotas y estas chichotas que ya me anda por mamarlas mamasota.
Al levantarle el viejo el mentón a la escultural jovencita noto en sus ojos un par de lágrimas y su carita una expresión de mucho miedo que solo excitaba más al degenerado de don Pedro.
La nena veía con horror que todo se le empezaba a ir de las manos, no veía como saldría de esa caliente situación, sabía por experiencia propia de otras situaciones similares por las que había pasado, que a esos degenerados ya nada los detendría hasta obtener lo que querían.
Estaba muy tensa y nerviosa, sentía que cada vez se hundía en un profundo agujero y nada ni nadie la podrían salvar.
La deliciosa jovencita, en un último intento de recomponer todo ese mal entendido, suplicó al sátiro viejo muy angustiada.
–-Nooo don Pedro, lo del puente fue una equivocación, déjeme explicarle.
Pero el viejo al saber que tenía a su alcance ese exuberante, fresco y juvenil cuerpo de la adolescente, ya no la oía y sucumbió a su deseo irrefrenable de poseerla, sin importar si para ello debía forzarla.
La chiquilla al mismo tiempo trataba de separarse de él, más de pronto una terrible sensación de pánico se apodero de la jovencita, cuando sintió que las manos que le estrechaban su cintura, bajaron hacia su redondo y respingado trasero y lo agarraron fuertemente; como la tela de la mini era muy delgada, sentía claramente como hundía sus dedos en sus duras nalgas y hacía tanta presión que la vergota del viejo la sentía mas grande en su pelvis.
Paralizada de miedo sólo pensaba en sus adentros.
– Cielo Riveros Oh dios mío… me… está… tocando. ¿Qué hago?
El viejo acariciaba las majestuosas curvas de las nalgas con las dos manos, introdujo sus arrugada manos bajo la mini, la piel rugosa y áspera de sus viejos dedos no recordaban haber tocado algo tan suave, tan delicado como la piel de esa criatura.
–-Jooooodeeeeerr pero qué clase de culo tienes mamasota, eres una diosa– las manos del viejo no paraban de estrujarle las nalgotas a la chica, se las masajeaba con las descascaradas palmas de la manos bajo la minifalda sintiendo la deliciosa piel desnuda y suave de la nena.
Cielo Riveros, reaccionando, le daba de golpes en el pecho al viejo tratando de que la soltara, pero para el caliente y rudo sexagenario esos golpes eran caricias y seguía con su manoseo al formidable trasero de la colegiala, la muy corta minifalda y por ser de esas de vuelo facilita en mucho el manoseo del viejo.
Aprovechaba para poner su mano en las tersas piernotas, acariciaba la suave y tibia piel de esos muslos hasta llegar a la redondez de sus nalgas y, sintiendo la turgencia de esas tiernas carnes tan hermosas, embriagado por el perfume que emanaba de esa criatura, se tenía que contener para evitar una corrida.
– Cielo Riveros -Noooooo suuuéeelteeemeeee pooor faaaavor, no haaaaga esooo.

Pero el viejo estaba embrujado por ese trasero formidable, suave, duro, redondo.
–-Qué culote tan rico tienes mamasota, para meterte la verga una y otra vez.
Ella se sentía impotente e indefensa, estaba en las garras de ese viejo caliente, no podía hacer nada, él tenia mucha más fuerza que ella.
Ella lo miraba a los ojos suplicándole con la mirada que parara pero el viejo se seguía deleitando con esas espectaculares nalgotas; estaba fascinado con la redondez y textura de ese par de juveniles y soberbias nalgotas.
Entonces las arrugadas y peladas manos se comenzaron a deslizar lentamente hacia arriba llegando pronto a la desnuda y breve cintura de la nena, pero no se detuvieron ahí y siguieron su delicioso viaje por la suave piel de la chica, con las claras intenciones de llegar a las redondas tetas de la jovencita; el rostro del viejo mostraba una mueca enfermiza, sus ojos se estaban poniendo vidriosos y hasta se le caía la baba y no era para menos imagínense tener varios meses en ayuno sexual y de pronto tener en sus manos un forrazo de jovencita.
.. Cielo Riveros.»n-no… n-no… e-espere…n-no…no
La aterrada colegiala entonces tomó las manos del viejo por las muñecas deteniendo por un momento su caliente avance a la altura de las costillas, en una reacción natural de defensa, pero para el rudo viejo esto no era nada, considerando que tenía mucha más fuerza que ella, para él eso no era obstáculo sino todo lo contrario, eran caricias el sentir las suaves manos de la chica en sus muñecas.
A continuación el viejo inclinó su arrugado y barbudo rostro hacia el cuello de la joven pegando su asquerosa boca mal oliente a cerveza y cigarro en el muy sensible y esbelto cuello de la nena; dándole una succión con los labios, sacó su asquerosa lengua y la pasaba por el muy sensible cuello de la voluptuosa jovencita, quien cerro los ojos ante las deliciosas sensaciones que la invadieron notando cómo se le erizaron todo los vellos de su cuerpo.
El viejo sintió claramente esta reacción en la piel de la chica porque sus manos continuaban sobre los costados de la nena y esbozó una media sonrisa siniestra, sabía que iba por buen camino con ese bombón de chamaca y continúo con más énfasis chupeteando el sensible cuello de Cielo Riveros, llenándola de múltiples escalofríos.
– Cielo Riveros -Ooooh…Nooo…ooooohhhh… don Pedro, por favor deténgase.
Suplicaba la mamasota, sabiendo que esas sensaciones que la empezaban a abrumar no llevaban a nada bueno; ahorita que todavía no estaba entregada a esos placeres, se conocía muy bien y sabia adonde la llevaría todo eso si despertaba su ardiente temperamento, le horrorizaba visualizarse en una cama cogiendo con ese asqueroso viejo y sus compinches.
–-Estás muy buena mamasota y se ve que te encanta la verga, ahorita te resistes, pero al rato vas a estar gritando de placer como una zorra.
Y a continuación arremetió de nuevo al sensible cuello de la nena, haciéndola sentir escalofríos y sensaciones agradables, esa lengua y esa barba que le atacaban el cuello sin pausas.
La chica sentía cada vez más que ese viejo conseguiría sus propósitos al estar ella en desventaja, luchaba contra ese viejo que la forzaba y contra su propio cuerpo que poco a poco aceptaba las arremetidas de ese asqueroso viejo, notando que el asco y el rechazo a ese degenerado viejo disminuían y en su lugar se apoderaba de su cuerpo una agradable sensación de placer que, como una droga, luchaba por adueñarse de su voluntad.
Pero ella continuaba luchando a pesar de estar en desventaja, alzó sus manos y las puso en el pecho del viejo y trataba de hacer fuerzas para separarse de él, éste disfrutaba la lucha que le quería dar la nena, esto le dejó las manos libres al viejo que, sin pérdida de tiempo, la agarró del breve talle sin ninguna delicadeza y se re pegó de nuevo al voluptuoso cuerpo de la nena sintiendo ella la dura tranca del viejo en su entrepierna.
El viejo, sonriendo, le miraba su carita espantada y viéndole esos gruesos y carnosos labios se le despertó un gran deseo de besarlos, entonces aferrado a la cintura de la colegiala trató de alcanzar esa deliciosa boquita con su asquerosa lengua.
– Cielo Riveros -Nooo, déjeme…nooo-..viejo…degenerado…– luchaba ella forcejeando y
moviendo su cabeza para ambos lados, tratando de evitar que el asqueroso viejo le robara un beso de sus frescos labios.
Ella, así dominada como estaba, sólo podía mover su rostro de un lado a otro tratando de evitar tan repugnante beso.
–-Mamacita estás muy buena y yo muy caliente, déjame darte un beso.
Cielo Riveros –-Nooo…. suélteme….don Pedro….suélteme– pero el viejo más la apretaba del talle y buscaba afanosamente robarle un beso a la sabrosa adolescente.
Mientras tanto el maestro Tulio y el cojo Juan se paseataban por los stands donde se reunían los jóvenes y se metían a ellos buscando entre la turba de jóvenes que bailaban y se embriagaban, a la escultural Cielo Riveros, saliendo este par de degenerados de uno de los últimos stands de jóvenes con cero resultado de la mamasota.
–- Parece que se la trago la tierra a la zorra, decía el maestro tulio
–-Así es maestro ni sus luces de la chamaca y mire que la hemos rastreado como perros y nada, decía el cojo Juan.
–- Ya vimos todo estos puteros donde llegan chamacos y no está, vamos ahora por rumbo a los juegos damos una vuelta y de ahí nos vamos por donde está el toro mecánico, de que tenemos que hallarla la tenemos que hallar dijo el maestro tulio y hacia allá se dirigieron.
Cielo Riveros sentía una impotencia tan grande; el viejo era demasiado fuerte para ella y el hedor a cerveza que provenía de su aliento era insoportable, su lengua asquerosa, en un momento en el forcejeo, lamieron los labios de la chica, los cuales ella mantenía muy apretados para evitar que el viejo metiera su asquerosa lengua entre ellos.
Cielo Riveros –-Deejeemee pooor faavooor don Pedro- y entonces sucedió lo impensable, el borracho viejo se cansó del forcejeo y la soltó un momento, tratando de agarrar aire; esto porque habían tenido mucho trabajo armando los juegos y casi no habían descansado, aparte de que habían estado tomando cerveza desde temprano sin parar ni un momento, y todo eso vino a repercutir en ese momento del forcejeo con la encamable colegiala.
La nena se desconcertó al sentir que de repente el viejo la soltaba y tratando de alejarse de él fue dando pasitos hacia atrás al mismo tiempo que se bajaba y se acomodaba la mini, ya que por el manoseo del viejo se le había subido hasta la cintura, hasta que se topó con la mesa de madera donde había estado recargada cuando llegó.
El viejo al notar esto se acercó de nuevo a ella no queriendo que la sabrosa presa se le fuera a huir, y puso sus dos sucias y peludas manos sobre la mesa a ambos lados de la nena, dejándola encerrada en medio de sus brazos y sin nada de espacio para maniobrar; él jadeaba tratando de agarrar aire.
–- uffff uffff– respiraba todo agitado, estaba muy lejos de terminar la caliente situación, sólo era una breve pausa.
Los otros viejos, divertidos por todo lo que estaba pasando, decían burlonamente.
–-Ja ja ja compadre, te salió respondona la palomita, jajajaja ya te cansó, si quieres te ayudamos ya estás viejo para estos trotes.
Herido en su orgullo les contesto el degenerado don Pedro.
–-Están pendejos… ahorita van a ver que puedo con esta chamaca y otras que me pongan enfrente.
La nena mientras tanto al ver que el viejo la tenía aprisionada con sus dos peludos y sudados brazos a cada lado de la mesa se dio vuelta dándole la espalda para que no viera que se sentía atrapada, craso error, y se quedó quieta, petrificada, apenas y respiraba, el miedo la tenía paralizada.
El degenerado viejo sintió que la sangre le hervía de deseo y que nuevas fuerzas se reinyectaban en su seboso cuerpo al sentir lo cerca que estaba de la colegiala y ver las desprotegidas y tremendas nalgotas indefensas a sólo unos centímetros de él, sólo era cuestión de dar un muy cortito paso para sentir esas soberbias nalgotas en su tieso miembro, esa espectacular visión le dio renovadas fuerzas para continuar su ataque a la indefensa jovencita.
Podía ver el viejo cómo esas voluptuosas nalgotas temblaban por el gran miedo que la nena sentía, ella tenia ambas manos en su cara y sollozaba quedadamente, estremeciéndose toda.
El degenerado viejo veía con lujuria cómo la corta mini falda se levantaba por efecto del tremendo y respingado trasero de la adolescente, que muy apenas lograba cubrir, la verga la tenía como fierro por efecto de contemplar las suculentas curvas de la jovencita.

Y pensaba el degenerado –¿cuándo yo tendría a una mujer así de buenota?, al menos por las buenas nunca.
El viejo poco a poco recuperaba las fuerzas y al estar encorvado agarrado de la mesa con ambas manos, no le quitaba la vista al apetecible culazo de la nena.
Eso lo hizo ponerse muy enardecido al tener la visión de esas pecaminosas carnes, donde se apreciaba claramente el pequeñito y sexy bikini que luchaba estirándose al máximo y que hacia resaltar aún más las duras y redondas nalgas.
Don Pedro tenía la verga al rojo vivo y sentía que le latían los testículos por la excitación de tener esa maravillosa visión.
-¡Qué culazo puta!, ahorita vas a sentir la verga de un macho caliente- dijo el abusivo viejo con voz carrasposa.
La nena seguía de espaldas, arrinconada, sollozando, entonces el viejo se comenzó a incorporar y sin despegar la vista del tremendo culazo que tenía al frente, se comenzó a despojar del overol cayendo al piso, dejando al descubierto un repugnante calzoncillo que alguna vez fue blanco y que cubría las partes asquerosas de ese desagradable hombre.
Se podía ver como el calzoncillo en la parte de enfrente la gran erección que tenía el degenerado viejo, parecía una carpa de circo, la tela del calzoncillo se podía apreciar claramente manchas de humedad, seguramente líquido preseminal que el muy degenerado había secretado al estar manoseando a la sabrosa colegiala y sentir sus deliciosas curvas y firmes carnes.
Sniff…..sniff….snifff…sollozaba la colegiala, con espasmos alternados, al imaginarse lo que vendría a continuación, sus intenciones de esos viejos eran claramente obvias, al haber recibido el primer ataque del viejo Pedro, al estar conciente de su situación sus finas manos que estaban en su hermoso rostro le comenzaron a temblar de miedo, los latidos de su corazón se aceleraron y su mente la ubicaba en una terrible realidad, no había salida , alejada totalmente de la gente en ese paraje solitario casi oscuro y perdido no había nadie que pudiera rescatarla de esos degenerados.
Salvando la breve distancia que lo separaba de la jovencita y, sin poder esperar más el viejo, se abalanzó sobre ella apoyando su tremendamente erecto miembro en las redondas y duras nalgas de la jovencita.
Al haberse despojado del grueso overol de mezclilla y quedarse en calzoncillo solamente, la percepción de las agradables sensaciones al pegarse al curvilíneo cuerpo de la deliciosa chica se multiplicaron al 300 por ciento para beneplácito del degenerado
Sintiendo en su verga, al contacto con las nalgotas, una placentera sensación que lo invadió como nunca antes había sentido, de unas ricas y duras nalgas que de tan combadas las sentía como algo tremendamente desquiciante.
Sus peladas y sucias manos le rodearon por el fino y breve talle que conformaban ese vientre plano casi perfecto, estrechándola hacia él y acariciando su suave abdomen, recorriéndolo, mientras el tieso miembro se hundía en el culazo de Cielo Riveros.
Ella, al sentir que el viejo se le arrimó y le apoyo su palpitante verga, abrió los ojos como platos y dio un respingo por la sorpresa de la acción del abusivo viejo.
– Cielo Riveros -Aaaaahhh , ahhhhhhh deeeteengaaasee doon dooon Pee Peedroo, nooo ¿quéé haacee? suélteme.
–-Ya no aguanto mamasota, me tienes calientísimo, ya no te resistas y disfrútalo.
Ella bajó sus manos y las puso encima de las manos del viejo que, aparte de deleitarse con las redondas nalgas punteándolas y repellandole su erecto miembro, disfrutaba de la tersa y suave piel del sexy abdomen de la nena; la chica puso sus manos encima de las manos del viejo tratando de parar esas mórbidas caricias a su juvenil cuerpo, pero sus finas manos eran arrastradas por las calientes y rasposas manos del viejo que no dejaban de recorrer la fina y tersa piel de la chica, al mismo tiempo que su trasero recibía una y otra ves las estocadas del viejo.
Decir que era una exquisitez, sería poco decir, era una cosa maravillosa, sentir ese fabuloso cuerpo ahí forzándolo contra su voluntad y abusando de ella.

La Katherine Riveros salía del baño público por fin y se dirigió adonde había quedado de verse con su amiga, al mismo tiempo que le llamaba desde su móvil para avisarle que ya iba hacia allá.
–- Que raro, no me contesta, pensaba la escultural Katherine Riveros al mismo tiempo que deducía que por la música ella no oía su móvil y sin más preocupaciones se dirigió hacia el toro mecánico.
El viejo tenía tan gran erección que sentía que iba a romper el calzoncillo, su verga que estaba totalmente agitada, bramaba por entrar en esas exuberantes carnes.
– Cielo Riveros -Nooooo noooo- musitaba Cielo Riveros con esa voz aniñada y tratando de apartarse contorsionando su culazo, en un desesperado intento de parar los embates del viejo, logrando sólo que al viejo lo calentara más todavía ese movimiento.
Y poniendo su boca muy cerca de su oreja derecha de la chica le dijo.
–-Aaahh mamasota, te voy a culear, te voy a violar, te voy a llevar conmigo y nadie te encontrará, vas a ser mi mujer, perra calienta vergas, hasta que me harte de ti.
La chica totalmente espantada por las palabras del viejo musitaba.
– Cielo Riveros -sniff sniff… por favor no …no por favor… p..oo..r…….fa……v…oo..rrr….nooooo, suplicaba angustiada.
En medio de toda esta vorágine, la chica oía que su móvil sonaba una y otra vez y pensaba.
–-Hay dios, seguramente es Katherine Riveros, ha de estar preocupada por mí y yo sin poder escapar de estos viejos– eso le daba mucha tristeza porque ya se imaginaba siendo secuestrada por esos asquerosos viejos y siendo violada hasta que se hartaran y más tristeza le daba por su mamá que seguramente se moriría al no volver a saber de ella y se preguntaba por qué tenía que sufrir eso, por qué sufrir siempre de los abusos de los hombres.
Don Pedro continuaba embistiendo implacablemente con su verga endurecida las firmes nalgotas de la chica, a la vez que le atacaba con su barbona boca el hombro casi desnudo de la nena, lamiéndoselo y recorriéndolo con su rasposa lengua hasta su cuello y su oído para enseguida regresar de nuevo a su desnudo hombro, en un ir y venir que llenaban de escalofríos y que exasperaban a la nena.
– Cielo Riveros -Noooooooooooo……paaaareeee……dooon ….Peeeedrooo.
El viejo seguía deleitándose con la chamaca, sintiendo en su erecto miembro la desquiciante dureza y curvatura de ese juvenil culazo, al mismo tiempo que su apestosa boca no paraba de lamerle los casi desnudos hombros ya que la blusa que llevaba Cielo Riveros al ser casi un top y en los hombros sólo dos delgados tirantes, la dejaba toda desprotegida.
Con una habilidad que sólo se da cuando la adrenalina de la calentura se inyecta en el cuerpo, usando su apestosa boca y la rasposa lengua, el viejo luchaba contra el elástico del delgado tirante de la blusita de la chica, buscando un resquicio por dónde meter la lengua y así poder jalar el tirante por los hombros y deslizarlo por su brazo, con la intención de dejar desnudos los senos de la jovencita, cosa nada fácil ya que la blusa al ser elástica y muy pequeña se estiraba al máximo por las protuberancias de la niña y ambos tirantes estaban muy tensados.
Esta labor hubiese sido no tan difícil si el viejo hubiese tenido su dentadura completa, ya que con los dientes hubiese tomado el elástico y con un movimiento de cabeza lo hubiese arrastrado al hombro para deslizarlo hacia abajo, pero así con la lengua era una labor complicada, pero eso al viejo no le importaba, él tenía paciencia, además de que sus fosas nasales eran inundadas continuamente con el exquisito aroma del perfume que emanaba del cuello de la nena.
Mientras tanto las sucias manos, con la piel de las palmas horrorosamente descascaradas, continuaban su labor de acariciar ese abdomen plano con las manos de la chica encima arrastrándolas sin poderlas ella detener y por momentos la apretaba hacia él para sentir todavía más fuerte, en su tieso miembro, la punteada que le daba al sabroso culote de la chica.
– Cielo Riveros -Dééjeemee… dééjeemee don Peedroo pareee aaaahhhhh…deténgase…aaaaahhhh-
Cielo Riveros –-Aaaaaaahhhhh…. Aaaaaaahhhh– gemía la colegiala en cada nuevo repelón que le daba la vergota del viejo, ya que sin ninguna consideración hacia movimientos salvajes con su cadera de atrás para adelante y la punteaba fuertemente, sintiendo y absorbiendo el impacto las redondas nalgas de Cielo Riveros.
El viejo cada vez más desquiciado dirigió una de sus manos hacia arriba tratando de alcanzar los turgentes senos de la chica, ella muy angustiada al darse cuenta de sus intenciones, con sus dos manos las puso sobre la del viejo que subía haciendo fuerzas para detener la invasora, a sabiendas de que si esas manos llegaban a sus redondos senos y, peor aún, a sus hipersensibles pezones, todo acabaría para ella.
La reacción de ella es lo que quería el lleno de mañas y degenerado viejo, quien con un movimiento rápido atrapó ambas manos de la nena por las muñecas reteniéndolas férreamente, con una mano el viejo tenía más fuerza que la fina y delicada Cielo Riveros, neutralizándole ambas manos, ante la impotencia de ella; todo esto lo calentaba más, y dirigió hacia abajo la mano que le quedó libre, el elástico de la mini de la chica no fue obstáculo, fácilmente se introdujo y, deslizándose, bajó un poco más ante el horror e impotencia de la chica.
Muy pronto alcanzó el borde superior del pequeñísimo y sexy bikini de la encamable jovencita y lentamente metió la escamosa mano allanándolo ante la enorme desesperación de la nena.
Cielo Riveros -Nooooooooo… deetééngaasee… paaareee…nooo…loo..haaagaa.
Mientras tanto la boca del asqueroso viejo seguía luchando con el tirante que no cedía ni un ápice, haciendo muy complicado su intento de despojarla de su blusa a la nena.
En eso el viejo sintió debajo de su boca algo de lo que no se había percatado, esto porque el sedoso y hermoso cabello de la nena lo tapaba, un botón de esos que se traban a presión en la parte de atrás de la blusa de la nena, unos 5 centímetros abajo del hombro en su espalda, dándose cuenta de que de ahí se trababa el tirante de la blusita de la chiquilla.
Se dio entonces a la tarea de jalar con las encías afanosamente el botón que no resistió mucho los violentos jaloneos del desquiciado y caliente viejo.
“Clik” se oyó y el tensado tirante izquierdo de la blusa, como si fuera una liga a la que se tensa y se suelta de golpe, salió disparado yendo a acabar sobre el seno semi descubierto de la jovencita.
El viejo entonces se fue sobre el otro tirante y con la boca lo forzaba vigorosamente para destrabarlo, pero no cedía a pesar de que lo jalaba afanosamente, parecía que el botón se resistía a dejar a su dueña desnuda de la cintura para arriba.
Mientras tanto allá abajo del ombligo de la nena se desarrollaba otro drama, los sudados y temblorosos dedos por la emoción del viejo, ya estaban adentro del bikini de la nena y moviéndose como si fuera una araña buscaban la entrada de su rajadita ante la enorme desesperación de la curvilínea jovencita, quien se meneaba angustiosamente tratando de evitar esa profanación, el viejo le seguía agarrando sus manos por las finas muñecas dejándola indefensa y la otra mano con todo el camino libre y con paciencia buscaba su clítoris.
Cielo Riveros sabía que si el viejo se apoderaba de su sensible y muy perceptivo clítoris entonces si, adiós voluntad propia y bienvenido gozo, placer y disfrute a manos llenas.
Cielo Riveros «P-por favor… deténgase… se lo suplico…» imploraba desesperada la mamasota, pero el caliente viejo la ignoro, como si no escuchara sus ruegos.
Cielo Riveros Mmmmmh… Por favor… no me toque… ahí… aaaah…»
Contoneaba y culebreaba todo el cuerpo y hacia las nalgotas para atrás en un vano intento de evitar que esa arrugada mano cumpliera su caliente misión.
Todo ese contoneo de la voluptuosa anatomía de la colegiala enardecía aún más al viejo depravado, sintiendo cómo ese redondo culazo se le repellaba una y otra vez a su erecto miembro llenándolo de deleites y placenteras sensaciones.
Cielo Riveros – Nooooo……nnooo..por…favor…nooo…Don…Peeedrooo…aaaaahhhhh.
– Ssshhhh..entrégate chiquita….se que lo deseas…entrégate…disfruta el placer que te daré, mamasota- le dijo y se fue de nuevo a seguir su labor de destrabar el botón de la blusa con la boca.
Su mano notaba con mucho agrado cómo la zona de la entrepierna de la chiquilla estaba casi totalmente libre de pelos, apenas unos finos vellos percibía, sus dedos pronto encontraron la entrada de la intimidad de la chica y los más largos se metieron entre sus labios vaginales, la nena al sentirlos, junto sus piernas y atrapó a la invasora mano, en un último y desesperado acto de defensa, a la ves que suplicaba.
Cielo Riveros Noooo…porr …faaavoorr ….aahh…paaareee….ahhhhh….alli..nooo
Estaba realmente desesperada la encamable colegiala al ver lo inútil de sus esfuerzos, sabía que solo era cuestión de tiempo para que esa mano se apoderara de su intimidad.
El viejo gozaba con toda esa resistencia de la nena, eso lo calentaba más al degenerado.
El mañoso viejo le dio un mordisco en el cuello haciendo que la nena aflojara la presión que sus hermosas piernas le hacían a la mano.
-Tu panochita esta húmeda y caliente zorrita, lo estás disfrutando puta– le decía al oído el viejo, a la par que sus dedos se apoderaban del muy sensible clítoris de la colegiala.
Cielo Riveros cerraba sus hermosos ojos verdes y se mordía los labios de lado, al sentir como ese magreo la comenzaba a enardecer incontrolablemente haciéndole perder la razón enloqueciéndola, el viejo alternaba los masajes al cada vez más hinchado clítoris con dedeadas a la conchita virgen, le metía los dedos hasta tocar la delicada membrana del himen de la chica, con cuidado para no romperlo, ese privilegio quería que fuera para su verga.
La nena trataba de reprimir las cada vez más fuertes y agradables sensaciones que se apoderaban de ella cada segundo que pasaba, tratando de pensar en su mamá, en su casa, en su novio, etc., pero el viejo continuaba moviendo hábilmente sus dedos en su vagina, que estaba que ardía.
Ella se sentía sola, abandonada y cada vez más exhausta por tanta lucha, su voluntad muy debilitada también y con pocas fuerzas para seguir resistiendo.
“Clik” sonó el segundo botón del tirante de la blusa de la nena al destrabarse saliendo volando hasta el pecho de la colegiala, dejándole sus hermosos y redondos hombros desnudos.
Ella ya casi sin fuerzas para luchar cada ves más débil por las dedeadas que le daban, sólo protestó muy quedadamente.
– Cielo Riveros «Nooooo….déééjeeemee….suuuéélteemee…..- se oían los quejidos de la nena, ya que a pesar de estar en una situación nada agradable su curvilíneo cuerpo empezaba a reaccionar a las dedeadas del tipo en su vagina.

– Cielo Riveros -«Aaaaahhh!…aahhh!…aahhh!…noooooood…aahhh….gemía suplicante la mamazota .
De-detengase…p-por ffavor…aahhhhggggg!…mmmmgghhhh!…aahhh!…d-diosss..exclamaba entre gemidos
Las redondas tetas de la chiquilla luchaban por no quedar desnudas, estoicamente detenían la blusita que las cubrían casi casi, con los pezones resistiéndose a mostrarse a esos degenerados.
El viejo acerco su horrible, arrugado y barbón rostro al cuello de la jovencita posándose en su desnudo hombro, sintiendo ella su aliento que exhalaba fuego, llenándola de escalofríos que le transmitía el transpirado viejo.
Ella al percibir la cara del viejo en su redondo hombro y sentir como le chupeteaba su sensible cuello y el lóbulo de oreja, instintivamente inclinó su cabeza de lado al mismo tiempo que cerraba sus ojos, dejándole al viejo a su disposición toda esa zona de su cuerpo; la boca y la tupida barba de éste recorrían todo esa exquisita piel que subyugaba al viejo, erizándole a la nena todo los vellos de su cuerpo, estremeciéndola; la jovencita le estaba cumpliendo al sexagenario sus fantasías más morbosas.
La inquieta boca que le lamía los hombros y la oreja, dejaba en su recorrido un camino de asquerosa saliva que resbalaba, por efecto de la gravedad, hacia los pechos y abdomen de la nena.
El viejo se deleitaba con el dulce y agradable perfume que emanaba de la nena, inundándole las fosas nasales, disfrutando de ese rico aroma que lo sumergía en todo ese gozoso frenesí descontrolado, cuya fuente era la sabrosa chamaca y en lo único que pensaba era en que todo aquello durase eternamente.
El viejo entonces pudo sentir cómo aflojaba la chica sus manos que tenía retenidas, soltándolas, cayendo ambos brazos pesadamente a cada lado de la nena, sin ningún signo de querer seguir oponiéndose a sus deseos.
Tomando la blusa con la mano libre sin ninguna dificultad se la quitó, despojándola y dejándole las formidables tetas completamente desnudas, desde el hombro que chupeteaba tenía el viejo una vista espectacular de esos dos redondos melones al descubierto, sin nada que los ocultara.
Completamente embelesado contemplaba esos espectaculares senos en toda su maravillosa desnudez, se erguían turgentes, redondos, macizos y provocadores; a pesar de su tamaño la gravedad no les afectaba, se manifestaban totalmente levantados, los pezones de un color oscuro, hinchados por toda la turbación y el magreo.
Subían y bajaban las redondas tetas al compás de la agitada respiración de la chiquilla, parecían estar para ser mamados y estrujados por primera vez, era imposible no clavar inevitablemente la mirada en aquellos maravillosos melones., eran demasiado imponentes, demasiado soberbios para no babear por ellos.
-Mamita rica….susurró, en el momento que su mano libre se apodero del turgente seno palpándolo primero como no creyendo lo que sus ojos veían para a continuación estrujarlo y recorrerlo por todo su contorno.
Después con sus dedos coge el pezón hinchado y le comienza a dar un suave masaje a la delicada e hipersensible extremidad de la chica a la par que le decía al oído.
-Qué buenas tetas tienes chamaca, vas a ver cómo me las voy a comer- y gruñendo como un animal salvaje, mete luego su lengua caliente y húmeda en la oreja de la colegiala, lamiéndosela como un poseído, llenándola de múltiples escalofríos que la turbaban enormemente, al mismo tiempo que le estrujaba una de las tremendas tetas y con la otra mano la seguía dedeando allá abajo sin tregua llenándola a la casi sin voluntad colegiala de múltiples estremecimientos e instintivamente arqueaba la espalda al sentir un placer infinito que salía de su interior.
Cielo Riveros siente que su corazón late a mil por hora, mientras entre sus piernas siente también el palpitar húmedo de su cosita, caliente como un volcán listo para explotar.
Cielo Riveros -Oohhhhhhhhhhhh oohhhhhhhhhhhhhhh aahhhhhhhhhhhhhhh — se oían los gemidos de la boca de la chica que trataba de reprimir, pero era imposible parar de gemir, era algo en lo que poco a poco ella perdía el control.
El depravado le decía al oído.
–Mamazota, vas a ver qué culeadas te voy a dar, te voy a volver una puta en la cama y me voy a llenar las bolsas de billetes contigo, diosa.
Aquel lenguaje soez y vulgar la ponía más cachonda aún y subía el culote instintivamente para sentir aún más fuerte la vergota que la punteaba y empezó a contonear las caderas ya muy excitada, sentía que la sangre hirviendo le fluía como una corriente de aguas impetuosas.
Cerraba sus hermosos ojos verdes pues el gusto por todo eso iba en aumento cada segundo que pasaba, los latidos de su corazón se aceleraban por momentos y su estrecha y virginal rajada se humedecía por ráfagas , ella tenia sentimientos encontrados por que quería que todo aquello acabase pero por otro lado deseaba que no tuviera fin.
Literalmente el viejo tenía sus 5 sentidos totalmente enajenados y enardecidos por el placentero momento.
La vista: sus ojos no paraban de deleitarse con los fabulosos senos de concurso y ver ese hermoso rostro de la chiquilla, excitándolo al saber que tenía esa preciosa jovencita en sus garras.
Olfato: desde que comenzó todo el magreo su nariz no ha dejado de deleitarse con ese delicioso aroma que emana de ese cuerpo de infarto, un aroma a pulcra higiene, un aroma de un cuerpo joven fresco y en plenitud de desarrollo, un aroma a miedo y temor y un aroma de su delicado perfume original que sólo usaba en ocasiones especiales la nena.
Tacto: este, ni se diga, es el que más se ha estado deleitando, sintiendo esa lozana y tersa piel joven, sintiendo el par de nalgotas de concurso de la chiquilla, sintiendo como se estremece su cuerpo en cada escalofrío que él hace que le de, sintiendo la humedad de su vagina, etc.
Oído: su aparato auditivo se ha deleitado desde que la oyó hablar por primera vez con esa dulce y melodiosa voz de una niña ingenua e inocente, se ha deleitado cuando suplicaba que no le hiciera nada o que parara de los manoseos y también cuando de repente se le escapaba un gemido de placer.
Gusto: este sentido ha sido el que menos ha entrado en acción, pero también tendrá buena participación para deleite del viejo, este sentido se ha deleitado al saborear la piel fresca y joven de la chiquilla al lengüetearle los hombros, el cuello y las orejas, gustando el delicioso sabor que irradia esa cuerpo joven y exuberante, ahí les cuento cuando pruebe los carnosos labios de la deliciosa boca de la nena o cuando mame y pruebe el sabor de los dos senos de la chica.
–- Qué tetas mamasota son enormes y qué duras están…. decía el viejo babeándose al estrujarlas y masajearlas alternadamente.
El abusivo y pervertido de don pedro sentía como la deliciosa colegiala vibraba y se estremecía por todo lo que le hacia, percibiendo como a cada segundo que pasaba la jovencita oponía menos resistencia a sus abusivas acometidas.
Cielo Riveros P-por favor…. de-déjeme…por favor Don pedro….aaaaaaaahhhhhhh.

Mamasota… eres la perra… mas rica de este mundo, te voy a meter la verga zorra calienta machos.
Enseguida los intrusos y experimentados dedos en estas lides del degenerado entreabrían los labios vaginales de la adolescente buscando afanosamente el delicado botón de su sensible clítoris y al encontrarlo recomenzar a frotarlo, ocasionando que la encamable jovencita se contorsionara y en su cara se dibujara un rictus de placer.
Aaaaaaahhhhh…p-pooorr…ffaaaaaaaaa….vvoooorrr…paaarreee..aaaahhh
El viejo sentía claramente como arqueaba su cuerpo por instinto la escultural jovencita y como esas carnosas y deliciosas nalgas se le re pegaba aun mas para enorme gozo de su endurecido miembro que yacía visible bajo el elástico del calzoncillo, el vejete se había sacado la erecta verga por sobre el elástico del asqueroso calzoncillo y se internaba bajo la mini de la chica para su morboso placer.
Basss…taaa, porrr faaa…vooor…suplicaba la mamasota entre jadeos
Las muy experimentadas manos y boca del viejo estaban terminando con los últimos reductos de resistencia de la colegiala, toda esa estimulación al mismo tiempo la estaban acabando.
La mano derecha del vejete totalmente apoderada de su clítoris dándole un masaje que estimulaba muy placenteramente al ya duro cartílago, la mano izquierda estrujaba ambos senos alternadamente y por momentos con las yemas de los dedos le daba un suave masaje a los durísimos pezones y la barbuda y sin dientes boca y lengua recorrían afanosamente todo el cuello y los desnudos hombros de la rica jovencita y por momentos se apoderaba del lóbulo de la oreja de la chica dándole suaves mordiscos , ella ladeaba su cabeza para permitirle al viejo más facilidad en su labor.
Todo eso la estaba matando de placer a la escultural jovencita, ella apoyaba sus suaves y delicadas manos sobre los peludos y sudados brazos del vejete a la altura de su muñeca de el, pero no para detener las acometidas del lujurioso viejo, si no que cerraba sus finas manos y le daba suaves apretones a esas sucias manos que le daban degeneradas caricias.
Su resistencia física estaba totalmente vencida, solo por momentos entre gemidos pronunciaba algunas palabras de que el vejete parara todo ese abuso a su escultural cuerpo.
De-dejeemee….aaahhhhhhh….poooor…favor…..don….peeedrrooo…se oía de su boca muy débil solo como un susurro.
-Que tiernecita estas putita, te voy a meter la verga por todos tus huecos puta, vas a gritar de placer mamasota te voy hacer mujer.
Esa golosa boca en su cuello, la mano en su vagina y la otra apretando su seno estaban desquiciando de placer a la nena que, involuntariamente, empezaba a gozar de aquello, su mente sabía que debía resistir, pero su cuerpo decía lo contrario.
La respiración de la chica era cada vez más profunda, presa de todo ese magreo que la llenaba de oleadas placenteras cada vez más fuertes; los escalofríos que recorrían todo su cuerpo hacían que los finos vellos de su piel estuvieran permanentemente erizados.
La colegiala sentía que su cuerpo empezaba a encenderse incontrolablemente, el fogoso temperamento de su cuerpo le ganaba la batalla a su mente que trataba de reprimir esas sensaciones, no tenía como resistir todos esos estímulos, era demasiado.
El viejo la sentía vibrar, estremecerse por todo el magreo del que era objeto por el desgraciado y aprovechado vejete, ella con los ojos entre cerrados sentía que ya no podía luchar mas, su cuerpo la había vencido.
La jovencita no cesaba de retorcerse pero ya no tanto por oponerse al abuso del viejo, sino porque sentía en su cuerpo un delicioso hormigueo desde su panochita, que se extendía por toda su curvilínea anatomía, haciéndola estremecerse, llenándola de un tremendo placer y gozo; dejando de luchar, se abandonó totalmente a los lujuriosos deseos del viejo.
Cielo Riveros comenzó a gemir de placer, ya entregada al viejo para su asquerosa satisfacción.
–-Ahhh ahhh ahhh ahhhhhh asii asiii oohh oohhhhhhhhhhhhhh.
Al viejo, al darse cuenta su reacción, se le dibujó una siniestra sonrisa en los labios imaginándose ya saciando sus mas bajos instintos en su jugoso y suculento cuerpo que para esos momentos ya estaba a punto…listo para ser poseído a la par que pensaba.
–- Je je je…este arroz ya se coció, le voy a dar una culeada a esta chamaca que no lo olvidará nunca… je je je

La chiquilla no cesaba de jadear, ya sin ningún recato, dejando escapar todo ese fuego que trataba de contener y que le quemaba por dentro de su cuerpo, ella sentía cómo todo eso era mucho más que cuando se masturbaba en la soledad de su recámara; sentir las manos que la acariciaban, la estrujaban, la dedeaban; sentir esa apestosa boca cómo le chupeteaba el cuello y las orejas, llenándola de sensaciones agradables; sentir el erecto miembro del viejo cómo le punteaba sus nalgotas, excitándola; sentir ese miembro que estaba como fierro y saber que era por ella y sobre todo oler el sudor del viejo, oler ese aroma a hombre, a macho caliente…. todo eso la enardecía, no tenia comparación; de cuando se masturbaba sola, esto era definitivamente mucho más.
Cielo Riveros –-Oohhhhhhhhhhhh……aahhhhhhhhhhhh…….diiioooos….. mmm,uhmm.
El viejo sentía la mano con que la dedeaba, totalmente empapada de los flujos de la chiquilla y le decía al oído:
–-Esta panochita tiene dueño de ahora en adelante zorra.
Cielo Riveros –- Oooohhhhhhh…si, siiiiii……don …….Pe..Pee…Peeedroo,… Uussteeed …es …su…su duuuueeeñoo…., al mismo tiempo que hacía para atrás sus nalgotas para sentir más fuerte las punteadas que le daba el viejo.
El hermoso rostro de la jovencita tenía esos bellos ojos verdes entre cerrados por las oleadas de placer que le llegaban en forma constante una detrás de otra y que le nublaban la razón, los húmedos labios abiertos gimiendo y jadeando, presa ya su voluntad del deseo y las placenteras sensaciones que le daba el sátiro viejo, ya no le importaba nada, tan solo saciar esa incontrolable calentura casi anormal que la invadía en toda su escultural anatomía y que la llevaban a actuar como la más puta de las putas.
Ver esa escultural y hermosa adolescente, ingenua y casi inocente gimiendo sonoramente de placer, le inspiraba un morbo de estratosfera al viejo de don pedro, los minutos siguieron en intensos chupeteos,caricias, manoseadas y dedeadas aquel exquisito y delicioso cuerpo de la colegiala.
–-Qué culo más rico tienes mamasota!! y estas chichotas están hechas para darme placer, puta barata, zorra!!.
–-Esos insultos prendían más a la deliciosa adolescente , llenándola de sensaciones indescriptibles, le excitaba sentirse humillada y en manos de ese sátiro, sentía cómo la erecta verga del viejo palpitaba en sus nalgotas como si tuviera vida propia, ella se sentía esclava, emputecida y ese sentimiento la hacía vibrar.
El depravado le susurraba roncamente al oído al percibir en sus 5 sentidos cómo se estremecía la escultural jovencita.
–-¿Ya ves cómo te gusta nena?…todas son unas putas baratas, primero no quieren y después aflojan solitas… te voy a culear mamasota ¿quieres que te meta la verga?
Cómo la prendía oír al vejete con ese lenguaje soez y vulgar cerca de su oído; cómo la calentaba esa sensación de estar indefensa, sin salida en manos de ese caliente vejete.
Cielo Riveros –-Ahhhhhhhhhhhh……siiii…..don..Peedroo…..métamela…..hágame su mujer.
Estaba irreconocible Cielo Riveros, ¿dónde había quedado aquella jovencita bien portada, limpia, de buenos sentimientos, nada vulgar y que detestaba todo lo pornográfico?, en otras circunstancias jamás hubiese dicho eso Cielo Riveros, pero en esos momentos el deseo, la calentura, la lujuria la tenían completamente dominada.
El viejo entonces le dio vuelta quedando de frente a ella y veía embelesado a la hermosa jovencita ya totalmente entregada a sus mas depravados y sádicos deseos, los ojos del degenerado viejo le brillaban con siniestra maldad al imaginarse ya culeándose a ese tremendo bombón de jovencita.
Ella entre su tremenda excitación veía el rostro de don Pedro transformado a como lo había visto la primera vez esa misma noche, tenia cambiado el rostro en una siniestra mueca de lujuria, los ojos rojos por el deseo, las venas de sus sienes se habían hecho visibles por la excitación, de la boca caía un hilo de asquerosa baba que se perdía entre la maraña de esa tupida barba , todo esto sumado a lo arrugado de su piel, a lo antihigiénico , sucio y sudado de su aspecto , si la nena no hubiese estado tan excitada por el viejo seguramente se hubiese desmayado de ver este adefesio de la naturaleza
Ella tenía los parpados de sus ojos semi cerrados por la excitación, el horrible viejo bajo la vista, y se recreaba mirando los redondos senos desnudos de la nena, perfectamente formados, turgentes, que se alzaban majestuosos moviéndose agitadamente con el ritmo de su respiración; sus hinchados pezones estaban rodeados por una rica aureola de carne; la vista de esos tremendos melones era soberbia.
El viejo no pudo evitar tomarse unos instantes contemplando la visión de esta diosa, con esos tersos melones de carne que se erguían majestuosos y que subían y bajaban al ritmo de la agitada respiración y cubiertos de un ligero sudor que los hace brillar, los ojos del degenerado se le salían contemplando esos tremendos melones.
Ella tenía su hermoso rostro expectante por el siguiente paso que daría el viejo degenerado, a la vez que se ruborizó al ser conciente de que estaba totalmente desnudada de la cintura para arriba y ante la libidinosa mirada de un caliente vejete.
Entonces el vejete dijo.
–-Mamasota estás muy buena de verdad, qué par de tetas grandes y divinas, verás que culeada te voy a echar, vas a ver las estrellas, bomboncito
Entonces el vejete volvió su atención a los carnosos y húmedos labios de la chiquilla, quedando cautivado y recordando que no los había probado aún, es más, nunca había probado los labios de una jovencita tan hermosa y se lleno de ansias de poseer esos tentadores labios.
Ella estaba expectante sentía una rara mezcla de miedo, ansiedad y real excitación
Ella se dio cuenta de sus intenciones al verlo venir sobre su carnosa boca, el horrible rostro arrugado y barbón del vejete y totalmente dócil y entregada se dispuso a recibir esa apestosa boca sin dientes en sus finos y delicados labios.
Cielo Riveros abrió su boca dispuesta a que el viejo gozara sus labios.
Al mismo tiempo el viejo la estrechaba por la cintura atrayéndola hacia sí, haciéndole sentir sin miramientos el duro bulto que tenía formado en la entrepierna.
–-Aaaahhhhhhh mamazota…., y le dio un beso espantosamente asqueroso; fundiéndose los dos en un fogoso beso, el viejo mancillando esos jugosos y frescos labios de la jovencita, introducía su lengua infestada de alcohol, en esa boca tan fina y delicada, avasallándola ella podía sentir en sus papilas gustativas los repugnantes ácidos y gases de la cerveza y el tabaco que el viejo le pasaba en ese asqueroso aliento putrefacto, ella ya no oponía resistencia alguna y toda mansa se dejaba hacer.
La invasora y larga lengua del vejete le exploraba hasta la garganta y ella respondía a ese asqueroso beso con verdadera pasión, sentía como esa lengua apestosa se movía con agilidad y destreza en su boca y ella quería sentirla recorriendo todo su escultural cuerpo; ese viejo fácilmente podría ser su abuelo, pero que en esos momentos sólo deseaba que fuera su macho, ella suspiraba disfrutando como la abusaba el viejo y lo abrazaba por los hombros derritiéndose como mantequilla por el caliente beso.
El vejete disfrutaba esa deliciosa boca de donde emanaba un aliento calido, limpio y muy rico, su lengua le recorría todos sus perfectos dientes explorándoselos, ella sentía que esa tupida barba le puyaba los labios, pero eso no le importaba, lo que quería era saciar ese fuego que la estaba consumiendo en su cuerpo y no le importaba que fuera con ese repugnante viejo.
Cielo Riveros en lugar de rechazar al asqueroso vejete alzo sus manos desde los hombros del viejo e instintivamente las dirigió a la parte posterior de la cabeza del viejo, introduciendo sus dedos en la maraña de canosos cabellos empezándole a dar un suave y delicioso masaje con las yemas de los dedos para deleite del viejo, lo que confirmaba que ella sí estaba disfrutando el momento sexual.
Sus bocas parecían una sola las lenguas se fundieron en una sola, sus flujos salivales se mezclaban…segregando aún más y era tal la cantidad que esta escurría como hilillos por entre las comisuras de las dos cavidades bucales
El viejo la besaba apasionadamente con su lengua enredada en la de ella intercambiando sus flujos salivales… y ella gimiendo…exhalando suspiros cargados de erotismo…de deseo carnal! , y el enardecido por el placer que le daba esa deliciosa chiquilla, a la par que sus manos bajaron a las juveniles nalgotas de la nena e, introduciéndose bajo la mini, las acariciaba y las estrujaba; podía sentir claramente como esas nalgotas se contraían rítmicamente por el movimiento de pelvis de la chica hacia delante y hacia atrás como si estuviera cogiendo.
Gozaba el escultural trasero de la colegiala que estaba totalmente entregada, las arrugadas manos recorrían las tersas y muy suaves piernotas y el culo de la excitada chiquilla, quien mansamente se dejaba manosear; la verga del viejo estaba apunto de estallar y palpitaba deseando penetrar ese culazo de infarto.
El viejo le jaló la minifalda hacia abajo con la colaboración de ella que alzaba las piernas para que la mini saliera sin dificultad, despojándola y quedando la nena solamente en su sexy bikini y sus botas a la rodilla; dejando a la vista de cualquiera que pasara sus bragas negras cubríendo la redondez de sus nalgas, mismas que mordían parte de la tela, y la hermosura de sus bien torneadas piernas.
El viejo continúo acariciando y estrujando aquellas redondas y hermosas nalgas carnudas de piel suave.
–- Vaya culo que tienes puta, te voy a meter la verga zorra, le decía a la par que la dedeaba en su agujero posterior metiéndole el dedo pulgar una y otra vez y luego dos dedos los introducía y los movía en círculos tratando de dilatar su cerrado ano.

Cielo Riveros cerraba los ojos, abandonándose a todo lo que el degenerado viejo le quisiera hacer, era presa de sus deseos y de su fogoso cuerpo estaba tan sensible a todo ese magreo que una sola mano en cualquier parte de su cuerpo del vejete, le bastaba para hacerla temblar de deseo.
De pronto el viejo dejando de besarla dirigió su ansiosa boca al desprotegido cuello de ella que seguía aferrada a la cabeza del vejete dándole un dulce y suave masaje a la parte posterior de su cabeza.
Ella al sentir hacia donde se dirigía sintió que casi se desmayaba imaginándose ya el placer que le daría esa barbona boca cuando le mamara sus desnudos senos, sentía que su corazón iba a doscientos por hora.
El viejo subiendo las manos las dirigió a los redondos senos de la nena a la par que le besaba y le succionaba el cuello, le comenzó a masajear las tetas estrujándolas, sintiendo el viejo el pezón durísimo al tacto con sus dedos, ella sé estremeció al sentir la atrevida caricia y suspiraba muy agitada.
Por momentos el caliente vejete muerde suavemente el cuello de la chica haciéndola sobresaltarse y ella hundía mas sus dedos en los canosos cabellos del vejete, atrayéndolo hacia su corazón que el viejo noto que le latía fuertemente.
Don Pedro se regodeaba con los pechos de la chica los apretaba, masajeaba, estrujaba a su gusto y como el quería los duros senos de la colegiala alternando los estrujamientos con masajes a los dos hinchadísimos pezones de la chiquilla a sabiendas el lleno de mañas viejo lo sensible que son las mujeres en esa parte de su cuerpo los frotaba tan hábilmente que ella se arqueo un poco, producto del placer que le daba ese viejo.
Las succiones a su fino cuello y los masajes a sus sensibles pezones la estaban matando de placer, el asqueroso viejo había logrado despertar su fogoso temperamento.
–-aahhhhhhhhhhhhhh… ahiiiiii…siiiiii…uffff……. uffff …aahhhhhhh.
La boca del viejo dejaba escapar su ardiente aliento sobre su cuello, su boca que le chupeteaba el cuello era como brazas de fuego.
Entonces el viejo bajó más su arrugada cara dirigiéndola a los desprotegidos pechos de la chiquilla y, sin dejar de estrujarlos, abrió ampliamente su barbuda boca y atrapó el pezón en conjunto con la aureola, empezándole a dar una gran succión con esa boca sin dientes; ella sentía el calor atroz que emanaba de esa boca y cómo la lengua se deslizaba hábilmente sobre la inmensa sensibilidad de su pezón.
La deliciosa jovencita sintió claramente como un intenso y tremendo cosquilleo nacía en su panochita y empezó a subir por todo su cuerpo, expandiéndose rápidamente; sentía que la sangre le recomenzaba a hervir y arqueando la espalda al máximo, gemía llena de estremecedoras sensaciones que le daba la mamadota del viejo en sus senos.
Cielo Riveros –- Mmmmm,,aaahhhhh, aaahhh… diosss, diossss, dioosssss, qué ricoooo se sienteeeeee!!.
El viejo se daba el banquete de su vida con los juveniles senos de la chiquilla, mamaba muy hambriento los muy sensibles pechos de la jovencita y repegaba su empalmado miembro en la entrepierna de la nena.
–- Hmmmmm qué delicia de chichotas tienes condenada escuincla.
Cielo Riveros estaba en éxtasis, casi sin poder emitir palabras coherentes, por la excitación, todo lo que salía de su boca eran deliciosos gemidos que eran agradables al oido del abusador vejete.
–- Oohhhhhhhhhhhhhh…oohhhhhhhhhhhhhhhh….qué riiiiiccooooooo!!!; intensos escalofríos recorrían la suave piel de la nena, una y otra vez el vejete mamaba desesperadamente los pezones mientras ella se retorcía de placer y se aferraba a la cabeza del viejo, apretándola contra su pechos
La nena casi desfallecía por las sensaciones tan intensas que la empezaban a enloquecer, esa boca sin dientes en sus pezones la mataba de placer, el sentir como le atrapaba esa chimuela boca con sólo sus encías su pezón y junto con la rasposa lengua, le daba un placer nuca antes experimentado.
Ella explotaba en fuertes gemidos de placer, no podía controlarse, todo era demasiado para la chica; intensos escalofríos recorrían la suave piel, el viejo, fuera de sí, también le mamaba golosamente los senos, los mordía, los estrujaba, ante la complacencia de ella que tenía su cabeza echada hacia atrás y la espalda arqueada al máximo, totalmente entregada.
Cielo Riveros –- Aahhh…ahhh…dooon…Peeeedrooo… asíii…asíiiiiii…uyyyyyyy, con el semblante totalmente descompuesto por la excitación.
El viejo sumergía su asquerosa cara entre los mamables pechos de la jovencita embarrándosela con su propia saliva y el sudor de ella que yacía en toda la superficie de esos dos incomparables globos de carne.
El viejo ya muy caliente con los gemidos de la jovencita mamaba con mucho sadismo los senos de la nena, haciéndola gemir cada vez más fuerte y estremeciéndola toda.
Cielo Riveros Ohhhhhhhh…diossssssss…..paaapiiii…..El desquiciante cosquilleo que le recorría la panocha la enloquecía haciéndola perder toda ecuanimidad; a estas alturas su virginal panochita palpitaba fuertemente como si el corazón se le hubiera estacionado allá abajo.
El viejo no dejaba de chuparle y llenarle de saliva los pechos y le decía.
–-¿te gusta puta?..Ahora vas a sentir lo que es culear, te voy a meter la verga.
– Cielo Riveros – Sssiii.sssii…ssiii….-gemía, indefensa, la chiquilla.

Mamaba sin tregua esas increíbles tetas como un niño hambriento, matándola de placer a la colegiala haciendo que le brotaran lágrimas abundantemente de sus bellos ojos verdes por tanto placer que le daba ese horrible viejo, ella sentía que por momentos le flaqueaban sus potentes piernas por el implacable ataque del viejo a su tan deseado cuerpo
A continuación el vejete la recargó en la pesada meza de madera y dándole la vuelta la dejo a espaldas de el y tomó el bikini de la chiquilla y, agarrando el elástico, lentamente comenzó a bajarlo sin recibir ningún tipo de resistencia, dejándola completamente desnuda, sólo conservaba la chiquilla sus botas como única vestimenta.
Cielo Riveros era como un títere en manos del lujurioso viejo quien podía hacer con ella lo que le diera su regalada gana; el viejo veía las redondas nalgotas de la jovencita que estaba a punto de culear y se relamía los labios al saber que le esperaba un inmenso placer.
Así detrás de ella el viejo la empujo suavemente sobre la meza, dejando a la jovencita de la cintura para arriba sobre la superficie de la misma con sus redondas tetas aplastadas por su mismo peso de ella, quedando la muchacha en forma de una L.
La vista era impresionante de esas rotundas y majestuosas nalgas redondas alzadas, pecaminosamente desafiantes y en la plenitud de sus 18 años, el viejo no podía abstraerse de mirar ese carnoso y erguido par de nalgotas que, con las piernas completamente derechas sin flexionar, engrandecían más ese gran culo.
El viejo con cara de sádico agarro su tieso miembro de respetables dimensiones, como de unos 20 centímetros de larga, gruesa en su circunferencia, llena de venas palpitantes y la empeso a tallar contra esas nalgas de concurso.

La vista era impresionante, ver esas rotundas y majestuosas nalgas redondas alzadas pecaminosamente desafiantes, y en la plenitud de sus 18 años. El viejo caliente de don Pedro no podía abstraerse de mirar ese carnoso y erguido par de nalgotas que con las piernas completamente derechas sin flexionar, engrandecían más ese gran culo.
El viejo con cara de sádico agarro su tieso miembro de respetables dimensiones, como de unos 20 centímetros de larga, gruesa en su circunferencia, llena de venas palpitantes y la empezó a tallar contra esas nalgas de concurso.
La nena sintió la cabeza de la tranca del vejete como era acomodada en la entrada de su orificio posterior, y a pesar de la inmensa calentura en que la había transportado este desalmado y horrendo hombre, quiso poner un poco más de resistencia, el saberse observada por los amigos de don Pedro la hicieron bajar las revoluciones,
– Cielo Riveros -Ahhhh don Pedrooo, por favor no me lo hagaaa, están sus amigos mirando…!!, se atrevió a decir Cielo Riveros, quien aún se mantenía apoyada desnuda en la mesa y mirando con su carita suplicante al que iba a ser su violador.
–Callate pendejaaa calienta vergasss!!, ya te dije que nos has estado calentando por casi toda noche y ahora te convertiré en mi mujer, jajaja, diciendo esto último don Pedro empujo su apéndice vergal con decisión hacia el interior de la hermosa colegiala, quien al sentir el vigoroso apuntalamiento hacia su culo, no le quedó más remedio que cerrar sus ojos y contraer sus facciones al sentir el inmenso dolor anal que le produjo la salvaje embestida.
Don Pedro se dio cuenta que a pesar de su concentración y del empeño que le ponía para colarse en el poderoso cuerpo de Cielo Riveros, su verga era rechazada por aquel soberbio pedazo de culo que tenía a su entera disposición, sus amigos mientras observaban lo que estaba ocurriendo solo a metros de ellos, no dejaban de sobarse sus vergas y animaban al que era su jefe a romperle el trasero a aquella hermosa adolescente que se les había aparecido en sus miserables destinos,
–Vamos jefecito, rómpale el culazo a esa puta hasta que le sangre el hoyo, jejejeje…
–Si Pedro!, vamos apurale! que yo ya quiero probar su zorra!!, esta tan rebuenota que hasta le chuparía los dedos a su ginecólogo, jajajajaj!!!, reían los rufianes…
Cielo Riveros al escuchar las insolencias y vulgaridades que decían los hombres ahí reunidos, y al percatarse de que ellos también ya exigían su parte para beneficiarse con las bondades de su cuerpo, y que uno de ellos pretendía penetrarla por su vagina, cayó en un estado total de pánico absoluto…
Cielo Riveros –Por favor don Pedro, no deje que ellos me lo hagan, snifff!!
–Callate perraaa!! Ya te dije lo puta y zorra que eras así que tendrás que prestar tu panocha a todos nosotros, jajajajaja!! Te la vamos a romper cosita ricaaa, te vamos a culiarrr!! Así que llora todo lo que quieras, total nadie te va a escuchar, y lo más seguro es que después te va a gustar tanto que mañana vendrás por mas vergaaa, jajajajaja!! Ahora quedate quieta que no puedo meterte mi verga en el culo!!.
El viejo continuaba en su afán penetrador que cada vez era más infructuoso, mientras tanto toda la calentura experimentada por la sensual jovencita se fueron disipando, ahora lo que sentía era terror, la fuerte música seguía alegrando el ambiente, pero a Cielo Riveros se la iban a violar en una feria, en donde solo a unos cuantos metros bailaban parejas de enamorados, como así mismo padres disfrutaban con sus esposas y pequeños hijos, y ella ahí en una zona oscura, toda desnuda y con tres viejos calientes y pervertidos.
Don Pedro ya estaba cayendo en la desesperación, pero que apretado tenía el ojete del culo esa pendeja endemoniada!, Cielo Riveros sollozaba y contraía todos sus músculos de las nalgas, por lo que el viejo optó a aplicarle una sonora tanda de fuertes nalgadas en el culo para que la hembra se distendiera.
–Plafff…Plafff…plafff…plafff…retumbaron los manasos del fiero mecánico a las duras y tiernas carnes de Cielo Riveros, el viejo noto que con esta salvaje medida la joven pareció tranquilizarse un poco, por lo que volvió a apuntar su herramienta de carne en el diminuto ano de la colegiala, cerrando sus ojos en señal de concentración empujo firme y decididamente, introduciendo así la vibrante cabeza de su taladro vergal, lo había conseguido, estaba atravesando a la tierna chamaca,
Cielo Riveros –Ahhhh, noooo!! Don Pedro saquelooo!!. Cielo Riveros sentía un tremendo dolor jamás experimentado, ni siquiera con el cojo Juan le había dolido tanto la vez que le atravesó el culo en el sótano de la escuela, y claro, si bien el cojo se gastaba medidas aceptables en su verga, don Pedro lo superaba con creces en medida y grosor…

–Aceptalo pendejaaaa!! Hace un rato me dijiste que querías culiar y ahora te haces la santita!! Jajajaa…Ya te metí parte de mi vergaaa y ahora lo tendrás todooo!! Te voy a encular como Dios mandaaa jajajaja!! Diciendo esto último el horrendo hombre se afianzo con sus gruesas manos de las suaves caderas de Cielo Riveros y empujo más violentamente, atravesándola con salvaje brutalidad, hasta que sintió que sus testículos chocaban con la suave vagina de la niña.
Cielo Riveros lo sintió entrarle hasta el alma, quiso gritar y escapar, pero sabía que sus intenciones serian en vano, por lo que aceptando su lamentable realidad, solo atino a cerrar fuertemente sus ojos, con su boca abierta en señal de silencioso dolor aguantaba la presión que hacía la verga de aquel viejo desconocido al interior de su cuerpo y que se la había metido por el culo, pensaba que lo que tenía introducido en su trasero no era una verga, lo sentía como si le hubieran metido un fierro incandescente y al rojo vivo.
Por su parte don Pedro se mantenía enterrado en el curvilíneo y potente cuerpo de la linda muchachita de 18 años, la veía sumisa y sometida, por lo que se dio a pegarle una buena sobada en su suave anatomía y en especial en su femenino y bien formado culo que él se había encargado de ensartar, había sido tan infructuosa la labor que pensaba que era el primero en debutar el trasero de la tierna chiquilla.
El feroz mecánico una vez ya más calmado comenzó a meter y sacar su verga de aquél glorioso culazo, sentía y experimentaba como el esfínter de Cielo Riveros le apretaba la verga de vez en vez, como si ella no quisiera que su verga abandonara aquella sublime parte de su cuerpo, por cada envestida que le asestaba le arrancaba un fuerte gemido de auténtico dolor, Cielo Riveros sentía que aquel despiadado hombre la estaba descuartizando por el culo.
Los otros borrachos espectadores se quedaron sin habla y con la boca abierta, babeaban al ver la épica batalla sexual que estaba librando su jefe con una hermosa adolescente colegiala, de esas que se visten y arreglan rico, con falditas cortas y coquetas, pero que ahora se encontraba desnuda y sometida, ellos ya querían probarla también, por lo que uno de ellos se atrevió a solicitar a su jefe que se apurara,
–Vamos Pedrito apurate que nosotros también queremos probar a la putita, le solicito el que parecía más caliente del resto…
Don Pedro que sudaba como caballo de hipódromo después de haber corrido una carrera, casi bufaba por el intenso placer que estaba sintiendo…
–Mala suerteee!!, van a tener que esperar su turno, par de inútilesss!! Jajajja, a esta potranca primero tengo que domarla, les decía sin dejar de empujar, mientras copiosas cantidades de babas caían desde su boca desprovista de dientes…
El mecánico quien no cesaba sus firmes movimientos de apuntalamiento que accionaban al interior del ano de Cielo Riveros, paso sus gruesas y peladas manos, producto de su rudo trabajo, por debajo del suave estomago de la joven haciendo que ella se enderezara y para así poder sobarle sus duras y sedosas tetas, el vejete se daba cuenta que con sus manos a pesar de tenerlas grandes y peludas, estas no abarcaban a palparlas en forma completa, el saber y darse cuenta de tener ensartada por el culo a esa chiquilla can carita de niña pero con un cuerpazo endiabladamente infartante, casi lo enloquecieron de calentura, por lo que comenzó un corto trayecto hacia una parte del terreno que tenía pasto, haciendo que Cielo Riveros se agachara para quedar puesta en cuatro patas, todo esto sin sacar ni siquiera un milímetro del adolorido esfínter de la jovencita.
Cielo Riveros ya puesta en cuatro, sentía como don Pedro se ensañaba enterrándole su verga por el culo. Dentro de su lamentable condición psicológica, se preguntaba cómo había llegado a esto, si solo hace algunos minutos estaba con Katherine Riveros y ella se había estado comiendo unas fresas con crema, pero ahora la estaban enculando en un espacio público, siendo observada por otros dos mal vivientes.
Don Pedro empujaba contra el cuerpo indefenso de Cielo Riveros como un verdadero poseído, de pronto se fijó que la joven aún mantenía sus botas puestas y esta situación lo desconcentraban, a él le gustaban desnudas y encueraditas, tal como diosito las había enviado a este mundo, por lo que sin pensarlo comenzó a bajar el cierre de estas, primero de una y luego la otra y sin mucha dificultad la despojo de sus botas, su última parte de vestimenta que le quedaban de protección a la bella colegiala, ahora si ya se sentía satisfecho, la tenía enculada y totalmente desnuda solo para él.
La culeada iba para larga, el mecánico no quería acabar, pero sabía que sus compinches esperaban turno, como unos verdaderos perros calientes se paseaban alrededor de la pareja de contendores sexuales, y la realidad no era muy diferente ya que la escena era muy similar a lo anterior, en donde el líder de la jauría estaba acoplado y pegado a la perra que se encontraba en estado de leva, en donde los machos restantes ya podían oler el atrayente e instintivo aroma de apareamiento animal.
Cielo Riveros sentía las peludas manos de don Pedro que la recorrían por todas partes de su cuerpo y como de vez en cuando este se inclinaba sobre su espalda para besarle con su boca desdentada y con su tupida barba sin rasurar de tres a cuatro días por lo menos, la nuca y parte de su cuello, haciendo que toda su esbelta anatomía se enervara y se le erizaran todos los pelitos de su suave piel, su culo ya se había adaptado a la enorme tranca que le metían sin compasión, con sus hermosos ojos verdes semi cerrados y su enarbolado cabello que caía en forma desordenada sobre su cara ante los feroces movimientos de empuje, mordiéndose levemente su labio inferior y por medio de suaves gemidos que ya no eran de dolor sino de natural y legitimo placer, le hacía saber a su macho que ella ya le pertenecía.
Las suplicantes solicitudes de los futuros posesores del cuerpo de la chamaca sacaron a la pareja de aquel erótico y morboso estado de placer en que se encontraban…
–Vamosle…wey, apurale y acaba luego con la pendeja que a mí ya se me revienta la verga por metérsela…
–Si pendejo te estas tardando demasiado con la putaaa, opinaba el otro…
–Tran…qui…losss ya… la… ten…drannn!!, les contestaba el mecánico entrecortadamente, sin dejar de moverse, con sus ojos inyectados en sangre y con las venas de sus sienes palpitando producto de la excitación…
–Eso nos dijiste hace un buen rato y todavía te las estas cogiendo…
–Es que ustedes calientes de mierda son muy apurones y me desconcentran!!, mejor vayan a vigilar en donde está el toro mecánico y vean que nadie se acerque, yo les avisare cuando les toque…
Los viejos aceptaron a regañadientes lo que les decía su jefe, pero era verdad, ellos también solicitarían privacidad al momento en que les tocara turno con tan suculenta hembra, por lo que dejaron a la pareja a solas y se alejaron unos cuantos metros.
Cielo Riveros quien a pesar de la tremenda calentura que estaba sintiendo su cuerpo, como pudo volteo a mirar a don Pedro para pedirle piedad, ella no quería ser violada por los demás,
Cielo Riveros –Por fa…vorrrr don Pedroooo…no deje que me lo me…tannnn sus amigosss…
El obeso y fornido mecánico se sintió como un Dios al ver a la tierna chiquilla suplicándole su intervención para no ser tomada por el resto del grupo, pero aun así no estaba dispuesto a no cumplir con su palabra, ya que ellos siempre que lograban engatusar a alguna despistada hembra la compartían, ese era el acuerdo del grupo,
–Lo siento pendejaaa!! Estas riquísima, pero mis amigos también te van a violar jajajja!!, Te van a rajar la zorra a vergazosss!! Nosotros compartimos a todas las putas que nos encontramos por el camino, jajaja, y tú no serás la excepción, así que disfruta y aprontate!!, con esto último el vejete inicio una serie de firmes y rápidas metidas de verga…
–Don…Pe..drooo…es…que… yo… soy… vir..gennnn!! Ohhhhh!! Diossssss!!, gemía la jovencita ante las bestiales arremetidas que le daban a su cuerpo y culo.

El mecánico creyó no escuchar lo que le decía la tierna chiquilla que estaba enculando, por lo general, todas las hembritas de la edad de Cielo Riveros ya se acostaban con sus estúpidos noviecitos, es por lo mismo que cuando se encontraban con tan suculentos bocados, preferían metérsela directamente por el culo y no por la panocha,
–No mames pendejaaa!!…Vuelve a repetir lo que me dijiste, solicito don Pedro ahora moviéndose suavemente…
–Es verdad don Pedrooo, soy vir…gennnn…, le confirmaba Cielo Riveros con su carita llena de vergüenza mezclada con calentura al mismo tiempo, con lágrimas en su rostro, pensaba que este viejo la podía salvar de su casi segura violación y desvirgamiento vaginal, además el haber estado copulando y gozando analmente con él, la hacían sentirse un poco más familiarizada con este horrendo mecánico que solo conocía desde hace una hora aprox.
El viejo al volver a escuchar esto último tuvo que sacar todas sus fuerzas de auto control para no eyacular, ya que el solo imaginarse a el mismo metiendo su verga en una vagina cerradita y virginal casi se corrió en el culo de la colegiala, y más encima era la de esta misma pendeja con cuerpo de Diosa que gloriosamente había logrado encular…
–Y dime pedazo de puta, si yo no dejo que esos pendejos te la metan.. te portaras bien conmigo?
– Cielo Riveros -Siii, don Pedro me portare bien, pero no deje que me violennn…
–Tratoo? Le consulto el vejete estirándole la mano para sellar el compromiso…
–Trato, respondió Cielo Riveros en forma quedita, quien, al todavía estar enculada y puesta en cuatro patas, como pudo estiro hacia atrás su blanca y delicada manita, para adquirir el compromiso con don Pedro…
–Escuchame pendeja, le dijo el vejete sacando su verga del orificio de Cielo Riveros, el cual al quedar vacío se cerró en forma casi automática, –Recoge tus ropas que nos largamos ahorita mismo,
–Pero para donde me llevara?, se atrevió a preguntar Cielo Riveros a quien la cordura le llego de un sopetón,
–Tu no me preguntes nada!!, quieres que evite que esos pendejos te la metan?…
–Si, si, don Pedro pero no me hará nada?
–jajajaja!! Nada de lo que ya no hayamos hecho ricura, pero ahora solo los dos, o quieres que les avise a los otros que les llego su turno?, vamos decide!!…
–Está bien!, decidió Cielo Riveros no muy convencida, pero prefería seguir dejándose encular por don Pedro, a que esos canallas la violaran, esto sumado a algo de calentura que aun predominaba en la mente de la chamaca…
El mecánico como un rayo se puso su overol de trabajo, mientras Cielo Riveros aun desnuda recogía sus ropas, en esto sintió que era tomada con fuerzas por el brazo, el mecánico la llevo en andas adonde se encontraba estacionado un viejo auto, con mucho cuidado abrió la puerta del copiloto y metió a la joven para el sentarse al volante, el vejete tomo las ropas de Cielo Riveros y las arrojo a los asientos traseros, para luego tomar una vieja frazada y pasársela a la encuerada colegiala diciéndole,
–Cúbrete! con esto será suficiente, no iremos muy lejos, Cielo Riveros ya roja por la vergüenza de encontrarse desnuda con un viejo asquerosamente feo y desmadejado, solo atino a cubrir su cuerpo con aquella cobija sucia e inmunda que llegaba a estar tiesa quizás por qué tipos de secreciones que se habían llegado hasta a secar en ella, pero que ahora protegían sus desnudeces, fue cuando escucho hablar por radio al mecánico…
–Gerencia!!, aquí Pedro Ventura…
–Diga Ventura…cambio…
–Me retiro por hoy, me acabo de enfermar…jejeje…
–Lo siento Ventura…tendrá que esperar a mañana…la feria está en su momento pick y no podemos arriesgarnos…
–Parece que no me escuchaste pendejooo!, interrumpió don Pedro a su inter locutor, –Yo no te estoy pidiendo permiso!!….te aviso que me retiro y ya para mañana en la noche estaré disponible para dirigir el desarme de la feria…te queda clarooo idiotaaa!!, ahora anotalo para que le avisen al dueño, después yo hablo con el!!…
Luego de algunos segundos de silencio, Cielo Riveros no supo porque le había gustado tanto que don Pedro pusiera en su lugar a ese pesado tipo que estaba al otro lado de las comunicaciones radiales, reacción que hiso que instintivamente ella cerrara sus piernas para contraer algo que ya le estaba haciendo falta en aquella zona prohibida que poseía al medio de la parte superior de sus muslos, al mismo tiempo que mientras observaba como don Pedro se desenvolvía en sus asuntos volvió a inconscientemente morderse su labio inferior.
–Está bien Ventura, permiso autorizado, se escuchó de pronto por la radio, el mecánico puso el motor en marcha y aseguro ambas puertas del viejo vehículo.
Los despistados compinches de don Pedro solo se dieron cuenta de la fuga cuando sintieron la puesta en marcha del motor, y solo atinaron acercarse al vehículo cuando este ya se ponía en marcha lentamente…
–Y que pasa wey!! Adonde te marchas con la putita…y nuestro turno a qué horas…?
–Pues ya no hay turno pendejo, me voy con mi mujer!! Jajajaja!!….toma la radio, quedas a cargo hasta mañana!!, y cuidadito con andar soltando la lengua porque los despido a los dos!, escucharon dúo de idiotas, y si quieren remojar la verga vayan buscándose otra puta, porque esta perra es mía , les quedo claro zopencos! hijos de la grandísima puta!!
Los incrédulos hombres miraron a Cielo Riveros quien lentamente fue cubriendo su rostro con la manta dejando a la vista solamente sus hermosos ojos verdes, estaba muerta por la vergüenza.
Con esto último don Pedro fue tomando velocidad circundando la feria hasta llegar al camino pavimentado, Cielo Riveros escondida con la frazada vio como sus botas quedaron tiradas y olvidadas en el suelo al lado de la mesa en donde había estado apoyada y ofrecida a este viejo que ahora la había declarado como de su propiedad, veía a toda la gente de la feria como disfrutaban con las entretenciones y ella iba desnuda en un auto, con un viejo que se la llevaba en dirección desconocida.
La escultural Katherine Riveros esperaba aburrida junto al toro mecánico ya iban a ser casi 40 minutos que llevaba esperando a Cielo Riveros, pensaba que de seguro su amiga se había encontrado con algún chavo del colegio y este le había invitado algo por allí, estaba en estas cavilaciones cuando un cacharriento automóvil pasaba a solo 10 metros de donde ella estaba, pero su vista se encontraba hacia donde estaba la gente, por lo que ni siquiera se dio cuenta de esta situación.
El cojo Juan con el maestro Tulio, luego de beber sus coronas bien heladitas y transpiradas se dieron nuevamente a la tarea de intentar encontrar a la encamable colegiala, como unos verdaderos estrategas militares se propusieron hacer una exhaustiva operación rastrillo, desde donde estaba el toro mecánico hasta el otro extremo de la feria, estaban haciendo los últimos detalles cuando fueron observados por Katherine Riveros quien al verlos no dudo para ir a consultarles por su amiga…
–Hola Profe!, saludo coquetamente la Katherine Riveros a su profesor con quien ella ya había tenido algo a cambio de unas cuantas notas para salvar el año escolar…
Al cojo Juan casi se le cayeron los pantalones al ver el también endemoniado cuerpazo que se gastaba la zorrita de Katherine Riveros…
–Pero si no es mi alumna favorita! Exclamaba el maestro Tulio con sus ojos de sapo aún más hinchados que antes, producto de la casi automática aceleración sanguínea al recordar la exquisita forma en que Katherine Riveros lo había masturbado y mamado la verga en su oficina. Aquella ves el trato había sido una buena follada, pero Katherine Riveros toda una experta en calentar vergas había hecho que el viejo se viniera antes, para así evitar tener que dejarse follar por él. El viejo la miraba de pies a cabeza empelotándola con su caliente mirada.
–Yaaa no me venga con esas que después vamos a arreglar cuantas, le dijo la rubia, con una mirada de coqueta complicidad, –Yo venía por otro asunto…
–No faltaba más, pues díganos mi reina en que podemos servirle, le decía el cojo quien también tenía puesta su mirada en el par de tetas de la rubia que se notaban hinchaditas y paraditas…
–Les quería preguntar si Uds. no han visto por aquí a mi amiga Cielo Riveros, vinimos juntas a la feria y de pronto se me perdió….
–¿Pero cuál es tu amiga?, pregunto don Tulio haciéndose el desentendido, –A si, si, ya la recuerdo es la chamaquita de ojos verdes, pues no la hemos visto…
–Ahhh, solo preguntaba por si acaso…si la ven por ahí le pueden decir que me llame al celu… o que la estaré esperando junto al toro mecánico…
–Pues no faltaba más mi reina si quieres yo te puedo acompañar hasta que ella llegue, no vaya a ser que algún baboso de estos te falte el respeto, proponía el cojo Juan, preso por la calentura, al ver a la amiga de Cielo Riveros quien estaba tan rebuenota como ella misma.
–Juan acuérdate de nuestro asunto, le recordó el maestro Tulio, quien por ahora estaba más interesado en Cielo Riveros que en la rubia, en eso los interrumpió Katherine Riveros para decir,
–No, pero gracias don Juan! yo se cuidarme solita, jijiji, le dijo mirándolo mientras jugaba coquetamente con un mechón de su rubio cabello y lo mordisqueaba felinamente con su blanca dentadura, diciendo esto último dio media vuelta y se dirigió al toro mecánico…
La caliente pareja de degenerados quedaron embobados mirando como Katherine Riveros se retiraba moviendo todas las curvas de su cuerpo para beneplácito de sus perversas miradas.
–Pero que zorra es para sus cosas esa putita de Katherine Riveros maestro, que tal si nos vamos donde ella y nos ofrecimos para buscar a la Cielo Riveros, así luego les damos una cervezas y nos las llevamos a algún hotelucho, le dejo a la Cielo Riveros a Usted, y yo me encargo de la Katherine Riveros que le perece maestrito, jejeje…
–No es mala idea pinche cojo!, pero quién te dijo que la Katherine Riveros iba a querer acostarse contigo?, esa zorra no hace nada sin algo a cambio, te lo digo por experiencia propia, le decía el maestro con aires de filósofo.
–Pues yo ya tengo la fórmula infalible, para que ese par de putas se acuesten con nosotros y por las buenas maestrito, jejeje…
–Así?, y dime como la haríamos, preguntaba con cara suplicante el maestro Tulio que sus bolas ya estaban que se le reventaban por todo el semen que se le acumulaba con el solo imaginarse acostado con Cielo Riveros, y quizás por qué no, después hacer una cambiadita con el cojo, así se las culiarian a las dos juntas, era lo que pensaba su degenerada mente…
–Pues lo primero es encontrar a esa yegüita de la Cielo Riveros, luego por la labor realizada les invitamos unas tandas de Tequila del más barato, es solo que ellas acepten y le juro maestro que a la tercera tanda de Tequilas ese par de putas no sabrán ni de la zorra, jajajaja!!, es una receta que me dio un amigo, y ya la he probado profesorcito y resulta!!
–Eres un cabron!! pinche cojo de la grandísima puta!!, vamos entonces a enganchar a la Katherine Riveros y luego nos dedicamos a buscar a la otra hembrita, jejejeje!!
Katherine Riveros al llegar nuevamente al punto de encuentro seguía mirando en todas las direcciones posibles, intentando buscar a su amiga, la realidad era que ya se estaba preocupando de verdad por Cielo Riveros, sabía que su amiga no era como ella, –Ay Cielo Riveros !! ojala no te hayas metido en problemas, pensaba para sus adentros.
Cuando la singular pareja de aprovechadores llego hasta donde estaba la rubia colegiala, fue el cojo Juan el que hablo primero,
–Escuchanos mi reina, aquí con el profesorcito nos entramos a preocupar por tu amiga, que tal te parece si te ayudamos a encontrarla,
–Pus, no sé, yo creo que mi amiga debe andar por ahí, en cualquier momento aparecerá…
–Entonces dejanos acompañarte ricura, solicito el maestro Tulio, que ya al estar tan cerca de la rubia se le estaba empezando a asomar el colmillo de la lujuria, –Así cuando llegue tu amiga, nos podemos ir a servir alguna cosilla en cualquiera de los puestos, jejeje.
–Está bien, dijo Katherine Riveros, (par de viejos calientes, pensaba para sus adentros) –Pero no les aseguro de ir a servirnos algo, ya que estamos esperando a mi novio que viene con unos amigos, les mentía la rubia para no comprometerse con el par de vejestorios.
–Pierde cuidado rubita, apenas llegue la Cielo Riveros, las acompañamos hasta que llegue tu novio, y luego nosotros nos retiramos, jejeje que te parece?, consultaba el cojo Juan, quien también contribuía para hacerse del par de hembras. Katherine Riveros solo asintió con un ligero movimiento de hombros.
–Toma pinche cojo, ve y comprate unas chelitas, jejeje, para que nos sirvamos alguna cosita mientras esperamos, jejeje, propuso el profesor Tulio dándole unos billetes al cojo.
Una vez que el cojo Juan se fue a comprar las cervezas el maestro Tulio no perdió tiempo para comenzar una lasciva conversación con la estudiante,
–Pero mira que andas linda mi preciosura y cuando iras a mi oficina, para ver algún asuntito con respecto a tus notas,
–Ay nooo!… Como cree, le contesto la Katherine Riveros, con un rictus de enojo en su semblante, –Usted es un mentiroso, después de lo que me hiso hacerle me arreglo solo un par de notas y el acuerdo era el promedio…
–Pues tú tampoco cumpliste con tu palabra lindura, el trato era una follada y apenas me la mamaste y me pajeaste.

–Además que es Usted un hablador, por ahí me contaron que se anda vanagloriando que nos acostamos y eso no fue así…
–Jajaja, seguro que deben ser de esas putitas que me tienen ojeriza, mentía el maestro Tulio, –Pero la verdad chamaca, es que si no te aplicas vas a perder el semestre y aun te queda el próximo, recuerda que yo siempre estaré presto a ayudarte, claro que eso tiene un costo mayor a una simple mamada…
–Calleseeee!!, le interrumpió Katherine Riveros moviendo su cabeza para que el profesor se diera cuenta que el cojo ya venía de vuelta con las cervezas, haciéndose espacio entre medio de la gran cantidad de gentes que circundaba por el sector.
Pasaron unos 20 minutos en que el trio estuvo esperando que Cielo Riveros apareciera, Katherine Riveros ya estaba realmente preocupada por su amiga, los tres miraban en todas direcciones por si la veían, a la vez que se empinaban sus cervezas…
–Bien yo creo que tu amiga no aparecerá rubita, de seguro que se fue con algún compañerito a hacer quizás qué tipo de cochinadas, jejeje, le decía el maestro a Katherine Riveros…
–Pues si quieren se pueden ir yo iré a buscarla, dijo Katherine Riveros quien no presto atención a la vulgaridad emitida por el maestro, la rubia ya se estaba asustando de verdad, por la prolongada desaparición de Cielo Riveros,
–De eso ni decir, le contesto el viejo Tulio, –Cojo ve por la parte de al frente y revisa todos los tugurios, esa chamaca tiene que estar adentro de uno de ellos, yo con la Katherine Riveros buscaremos en este otro lado y nos juntamos al otro extremo de la feria para ver cómo nos fue…
Una vez de acuerdo el trio se puso manos a la obra y comenzaron la búsqueda.
Don Pedro manejaba por unas oscuras calles solitarias, Cielo Riveros iba hecha todo un atado de nervios de no saber para donde la llevaban, fue cuando se fijó que el horrendo hombre tomaba su celular y marcaba un número telefónico, iniciando una conversación de mucha familiaridad con la persona a la cual le hablaba…
–Hola wey!!…sí, sí, todo bien….si si…escuchame… es solo que te quería avisar que esta noche ocupare tu taller, si, si, aún mantengo las copias de llaves que me diste…mi casa queda al otro lado de la ciudad, y la cabaña esta aún más lejos, lo más cercano es el Pie Grande, jejeje…sí..si…es una pendeja que esta para partirla…jajajja…cómo? A ver espera!. Don Pedro se volvió para donde estaba la colegiala, –Como me dijiste que te llamabas pendeja?, le pregunto a la asustada chiquilla.
–Cielo Riveros!, le contesto la colegiala en forma triste y tímida.
–Se llama Cielo Riveros!!, jajajaja si, si, algún día te la presentare, comooo?…no mamesss!!!, don Pedro escuchaba con atención lo que le decía el otro hombre que estaba al otro lado de la conversación, –No mamessss pendejoooo!! Y es casadaaa!!,… jjajajajaja, es lógico que se te haga la difícil, siempre son así al principio, pero ya verás que después que te la culiees va a andar colgada de tu vergaaa!!, si claro la cabaña esta toda destartalada pero ocupala cuando quieras…hablamos, dijo el mecánico a modo de despedida.
Al viejo mecánico de don Pedro la ansiedad por cogerse a Cielo Riveros por la forma normal, ya lo consumían, la joven le había confidenciado que era virgen, extraño caso para los tiempos en que se vivía, ya que por lo general era casi imposible encontrarse un magnifico ejemplar femenino en estas condiciones y menos con las infartantes medidas que se gastaba la pendeja que llevaba en estos momentos sentada a su lado y desnuda, solo cubriendo su cuerpo con un viejo cobertor que el mantenía en su auto para casos de emergencia como este.
Pero no todo le iba a salir tan fácil al perverso mecánico, en el momento que ya faltaban un par de cuadras para doblar y llegar al taller de su hermano, se encontró con un llamativo control policial, al ver al policía haciéndole señales para que aparcara a un costado de la calle se percató y alarmo, de cómo explicaría el llevar a una joven adolescente de 18 años desnuda sentada en su auto…
–Solo esto me faltaba!!, bufo el viejo Pedro dándole manotazos al volante, –Escuchame bien pendejaaa!!, si la poli se llega a dar cuenta que estas encuerada, le diremos que eres puta y que te recogí en el centro, escuchasteee!! Luego yo veré la forma de ir a sacarte de la comisaria, entendiste?
– Cielo Riveros -Pero don Pedrooo!, yo no soy prostituta…
–Les dirás que eres puta y se acaboooo!! Y mucho cuidadito con dártelas de viva, porque una vez saliendo de la cana, te busco donde sea y aparte de pelarte el culo a palos, te vuelvo a encular, pero ahora delante de todos los mecánicos de la feria que son como 20 y luego te dejo con ellos, escuchaste maldita zorraaaa!!
–Si… si… don Pedro, les diré que soy pu..taaa…
Un joven policía ya se acercaba al vehículo con una linterna, Cielo Riveros y don Pedro esperaban expectantes a como se darían las cosas, unos metros más adelante otro grupo de uniformados mantenían contra el muro a tres delincuentes que habían hecho bajar de un automóvil, y todo esto sumado a la fuerte luminosidad que provenía de las luces que proyectaba el carro policial estacionado al otro lado de la calle.
–Sus documentos y licencia por favor, solicito el policía, don Pedro rápidamente saco lo solicitado desde la guantera, el fiscalizador una vez que hubo comprobado que al parecer todo estaba en orden solicito nuevamente, –Ábrame el maletero, revisión de rutina.
Cuando don Pedro bajo del vehículo el joven uniformado se percató que la compañera de aquel ordinario viejo que estaba controlando era solo una jovencita, esto lo puso en alerta, y olvidándose del maletero rodeo el vehículo hasta llegar a la ventanilla de Cielo Riveros, y no conforme con ello y para asegurarse abrió la puerta.
Lo primero que pudo deducir fue que la bella joven era solo una chiquilla de no más de 18 años quizás, luego se percató que ella iba descalza y que al parecer solo estaba cubierta con un viejo cobertor, alumbro un poco más hacia el interior del auto y comprobó que la ropa de la joven estaba en los asientos traseros, volvió a mirar a la asustada Cielo Riveros y consulto,
–Que significa todo esto señor…
–No sé a qué se refiere, le dijo don Pedro con cara de enojado…
–Pues le explico, al parecer esta joven va sin ropa, es familiar suya, amiga, no se dígame algo, usted es el que sabe…
–Acaso nunca habías controlado un auto con una puta en su interior…
–Es eso verdad?, pregunto el uniformado dirigiéndose a Cielo Riveros, –Permítame sus documentos señorita. Cielo Riveros como pudo tomo su blusa desde el asiento trasero y saco el pequeño porta documentos en donde siempre andaba trayendo solo su identificación y la credencial escolar, para luego pasárselo al joven policía que ella calculaba que tendría solo un par de años más que ella.
La encamable colegiala quiso decirle la verdad, el joven justiciero tenia cara de buena persona, además que todo el lugar estaba lleno de policías, sería fácil librarse del viejo que la había violado y raptado en la feria, pensaba la atribulada Cielo Riveros, y cuando estuvo a punto de decir la verdad sus ojos se toparon con la dura y fría mirada de d on Pedro, que en esos momentos le prometía las penas del infierno si se le ocurría hacer una pendejada.
–Es verdad, soy pu…taaaa, dijo finalmente…
–Pues bien señor aquí están sus documentos, Usted puede retirarse, pero la señorita quedara en calidad de detenida por ejercer la prostitución en la vía publica, y dirigiéndose a Cielo Riveros le indico, –Tome sus cosas y baje del vehículo, haremos el control de identidad y luego se sube a la patrulla le decía a una espantada Cielo Riveros, ya que se encontraba así al estar escuchando que se la llevaban presa por puta.
–Pero que pendejooo!! Y para que te la llevas presa si no estábamos haciendo nada!!, le gruñía don Pedro, intentando evitar la detención de la hembra que él quería que fuera su compañera sexual por el transcurso de la noche.
Mientras todo esto ocurría a un lado de la calle, al otro extremo de esta, sentado en la patrulla policial, el sargento Eustaquio Sinforoso, no perdía detalle de lo que estaba ocurriendo solo a tres metros de donde él se estaba zampando la mitad de un pollo asado con patatas fritas, veía como sus jóvenes colegas de menor jerarquía y que estaban bajo sus órdenes hacían todo el trabajo, esto era lo que más le gustaba de su labor, que él no hacía nada y solo mandaba, pero cuando vio que uno de ellos se transaba en una fuerte discusión con un civil, se dijo que ya era la hora de trabajar.
El sargento Sinforoso bajo de malas ganas del carro policial, dedujo que lo que pasaba no era de mayor gravedad por lo que sin pensarlo mucho se dirigió al vehículo que estaba siendo controlado, con una presa de pollo en la mano, para poner orden y a enseñarles a esos novatos como se hacía el trabajo.
–Silencio, silencioooo!! Llego diciendo el sargento, para tomar conocimiento de cuál era la situación. Don Eustaquio Sinforoso llevaba 27 años en la policía, moreno, y de típicos bigotes mexicanos, de nariz ancha y alargada, de mediana estatura, con una ponchera de 30 litros por lo menos de abdomen, ninguna chaqueta de su uniforme le cerraba, por lo tanto tenía que usarlas abiertas, de pecho ancho que denotaban que en su juventud debió haber tenido excelente condición física, muy distinta a la que tenía actualmente, ya estaba fogueado con todo tipo de procedimientos, sabía muy bien cuando era la mejor opción de sacar provecho personal de la situación o simplemente pegarse a reglamento.
–Mi sargento se trata de un 256, ejercicio de la prostitución en la vía pública, informo el joven cabo a su superior, el sargento los miro de uno a uno inspeccionándolos incluyendo también a su joven colega, a la misma ves que terminaba de darle el ultimo mordisco a su pollo asado, tirar el hueso para atrás y terminar chupándose los dedos.
–A ver anciano, dijo el sargento Sinforoso, dirigiéndose hacia don Pedro sacando su bastón de mando y pegándose con él en las manos, –Adonde recogió a la putita?.
A don Pedro le dieron ganas de agarrarlo de los bigotes mexicanos y despachárselo con el mismo palo que este se pegaba en las manos.
–La recogí en el centro!!, no se para que tanta alharaca si a solo cuadras de aquí está lleno de putas , pueden ir allá y llenar su cacharro con ellas…
–Mmm…lo se… lo se…, admitía el sargento, –Veo que usted es mecánico, le dijo apuntando con su bastón al overol lleno de grasa de don Pedro…
–Pus si, y que hay con eso…
–En la comisaria tenemos un carro que es de mi capitán y hace semanas no podemos echarlo a andar, Ud., cree que si por uno de estos días se pudiera dar una vueltita y darle una miradita, solo tendría que repararlo y decir que fue el sargento Sinforoso quien lo mando…
Don Pedro que ya se había dado cuenta para donde iba la situación, solo atino a reírse…
–Jajajaja!!, claro que puedo ir mi general!!, le dijo el viejo mecánico en tono sarcástico y dándole a entender que él ya estaba claro con el acuerdo que indirectamente le estaban proponiendo.
–Bien, aquí no hemos vista nada, termino diciendo el sargento a cargo del procedimiento, –Pero me gustaría darle una mirada a la puta, me gusta saber cuáles son las que andan puteando por mis calles…
–Pero mi sargento, el reglamento dice, intento rebatir el joven policía,
–Que reglamento ni que nada pendejo!!, le grito muy enojado el sargento a su subalterno, haciendo gala de su apellido, –Las calles están llenas de delincuentes y de droga y tu andas preocupado de putas novato de mierda!!, diciendo esto último se dirigió hacia donde estaba Cielo Riveros quien se encontraba con sus ojos llorosos al ver como un trio de desconocidos decidían por su futuro y que se referían hacia ella como una puta.
El sargento Sinforoso se agacho lentamente para estudiar a la ramera que el bajo su autoridad le estaba permitiendo su libertad, estos tipos de procedimientos le encantaban, pero cuando vio la clase de puta que andaba trayendo el mecánico en su auto casi se puso a vomitar, instintivamente dirigió su bastón hacia el cuerpo de Cielo Riveros, levantando con este el sucio cobertor que cubrían sus desnudeces, solo basto mirar un poco y fue suficiente, su mente trabajo a mil por hora, para luego decir a su subalterno, cursale una infracción empadronada con todos sus datos personales por andar putiando en la calle sin carnet de sanidad y una vez llenado me lo llevas a la patrulla y Uds. tortolitos se pueden retirar.
Pero que pedazo de mujeron se iba a culiar aquel detestable mecánico, pensaba el viejo y caliente policía, por unos momentos sintió las tremendas ganas de desistir del trato que había hecho y mandar el auto de su capitán a la verga, para llevarse a esa Diosa a la delegación y ver cuál sería la mejor forma de beneficiársela, pero aún le quedaba toda la noche por patrullar, el secreto estaba en la infracción, ya vería como la haría.
Una vez puesto en marcha el vehículo, no pasaron ni 5 minutos cuando llegaron al taller de don Cipriano, hermano de don Pedro. Una vez que bajaron del vehículo y pudieron entrar por la puerta chica, el viejo encendió las luces del taller, Cielo Riveros quien con una mano sostenía su ropa y el documento que le había pasado el joven policía y que le recalco que tenía que cancelarlo en un plazo de 30 días, con la otra mantenía agarrado el cobertor y sus ropas, pudo ver que en el interior de este había una gran cantidad de vehículos en reparación, pero al medio de estos resaltaba una lujosa camioneta que debido al color y ciertos toques interiores, la colegiala intuyo que la dueña debía ser una mujer, –¿de quién será? pensó por unos segundos, fue en esto que don Pedro le arrebato de las manos la infracción que le habían pasado a Cielo Riveros por ejercer la prostitución en la vía publica…
–Jajajajaja, ya ves pendeja sin querer ya podríamos decir que eres legalmente toda una puta profesional, jajajaja este documento lo certificaaa!! es como tu diploma de honor en lo que es el puterio!! Jajajaja!! se burlaba de la pobre Cielo Riveros, a la vez que la agarro de un brazo y se guardaba el documento en uno de sus bolsillos, para luego casi arrastrarla a una oficina interior en la cual la asustada jovencita pudo ver que en esta solo había una cama. –Pero no te preocupes esta noche debutaras como tal, le decía don Pedro mientras frente a los asustados ojos de Cielo Riveros procedía a desnudarse por completo, — Te convertiré en toda una hembra, te voy a culiar hasta que no te queden ganas ni siquiera de mear, ¡jajajaja!! Te convertiré en mi perraaa!! Serás mi putaaa!!, le gritaba el vejete con desesperación.
A Cielo Riveros desde hace rato que se la había esfumado ese agradable cosquilleo que de vez en cuando tan gratamente asaltaban su cuerpo, habían sido muchas situaciones de tensión las que había vivido en el transcurso de esta infernal noche, como para encontrarse excitada con tan horrendo hombre, que casi la había exhibido en público y en su total desnudes, y que para colmo le había hecho decir a unos policías y de sus propios labios que ella era una vulgar puta callejera, pero nuevamente la aguardentosa voz de don Pedro la sacaban de sus tristes cavilaciones…
–Y que estas esperando putona, ahí está la cama, esta será nuestro centro de operaciones, jejeje o más bien dicho nuestro nidito de amor, jejeje, vamos quitate ese cobertor y acuéstate, que ahora si probaras lo que es culiar con un verdadero macho taurino, jajajaja!!
–Don Pedro, por favor ya fue suficienteee, se atrevió a solicitar erróneamente Cielo Riveros, pensando que tal vez este viejo caliente se podría compadecer de ella, –Yo me quiero ir a mi casa…
–Claro que te iras para tu casa reinita, pero eso será mañana y ya convertida en toda una puta, jajajaja!! En mi putaaaa!! Te lo voy a meter hasta por las fosas nasales, jajaja!! Escuchaste pinche zorraaaa!!, diciéndole esto último de un solo zarpazo le arrebato el cobertor, dejándola totalmente desnuda frente a su caliente mirada, vamos súbete a la cama y ponte en posición de culeo, jajajaja!!
Cielo Riveros ya casi entregada a su triste e injusto destino se subió lentamente en la cama, mientras el ordinario sujeto de don Pedro se pelaba la verga soslayándose con el erótico espectáculo que le brindaba la hermosa y desnuda chiquilla, quien en estos momentos solita se había puesto en 4 patas para que la encularan…
–Jejeje!! Es muy apetitoso lo que me ofreces pendejita rica, pero ahora lo vamos a hacer de la otra forma, ya te lo dije, te convertiré en mi mujer con todas sus letras, lo haremos de la forma normal y natural, como verdaderamente lo hace un hombre y una mujer, así que por favor …solo lo diré una vez, ¡date vuelta y ábrete de piernas porque te lo voy a meter por la zorraaaa!!
Cielo Riveros lo quedo mirando directamente a sus aborrecibles ojos, estaba aterrada por lo que se proponía este vil y casi anciano hombre, lo veía asquerosamente peludo y fofo, los pelos de su pecho y hombros más parecían grasienta suciedad que pelos masculinos, se preguntaba cómo había sido capaz de haber estado culeando con él, solo hace un par de horas o tal vez menos, y haberse dado el lujo de sentir placer, se avergonzaba de ella misma haberse declarado de su propiedad, y todo producto de su cuerpo que cuando le hacía sentir rico la impulsaba a hacer y decir todo tipo de peladeces, ella no era así, porque… porque!!, se preguntaba en forma apesumbrada, ese hombre era verdaderamente detestable, y lo que le pretendía hacer ahora era desquiciante, siempre había imaginado que su primera vez iba a ser por amor, o sea ni siquiera con Rodrigo su novio había querido llegar a concretar algo, con la finalidad de salvaguardar su más íntimo reducto de amor para reservarlo para cuando ella estuviera enamoradamente casada.
Cielo Riveros se paró como resorte de la cama retrocediendo unos cuantos pasos, y muy envalentonada y desafiante por la segura intención de no dejarse violar por aquel asqueroso viejo, le dijo,
–No don Pedro yo no lo hare con Ud.!, le dijo con su carita llena de ira, y pensando en su Rodrigo…–Usted no tiene derecho…
–Jajaja!! Así que no quieres hacerlo?, le interrumpió el fiero mecánico, –Pus eso lo veremos ahorita mismo!!, ya vas a ver si no tengo derechos!!, Cielo Riveros lo vio tomar una escoba que había apoyada en una pared, para luego tomarla con sus dos manos y quebrarla por la mitad, lo vio venir con el grueso palo bien asido, y con solo verle el siniestro rictus que se apodero del feo rostro de don Pedro se arrepintió de lo que había dicho, la iban a apalear, sintió que le temblaban sus poderosas piernas y mientras más se acercaba el vejete más ganas le daban de mearse ahí mismo.
En la feria, Katherine Riveros el cojo Juan y el maestro Tulio ya se habían aburrido de buscarla, después de haber dado tres vueltas completas intentando dar con el paradero de Cielo Riveros, se encontraban ya sentados esperando la primera ronda de tequilas que habían solicitado, para apagar la sed, Katherine Riveros se había auto convencido que lo más seguro era que su amiga se había encontrado con algún chavo y había decidido largarse con él, en cualquier momento le llamaría se consolaba y conformaba. Con los tequilas ya en la mesa, el trio se propuso a brindar por la velada.
–Bueno rubita brindemos por la salud de Cielo Riveros que tiene que andar por allí pasándola bien y tu aquí preocupada por ella, jejeje, decía el maestro Tulio.
–Sí, es verdad ella es muy responsable con sus cosas lo más seguro es que en cualquier momento aparecerá, o me llamara, si no me ha llamado es porque está bien, termino por convencerse la Katherine Riveros.
–Así se habla reinita, salud, dijo el cojo Juan.
A los hombres le llamo la atención como Katherine Riveros se bebía de solo dos sorbos el contenido del vaso sin ni siquiera arrugarse, por lo que prontamente solicitaron otras dos rondas, ya que se percataron que la rubia bebía mas que ellos mismos.
Y en efecto la juventud de la hembra sumado a su excelente estado físico le permitían beber alcohol sin ningún tipo de problemas, el trio conversaba y se reían de las estupideces que el alcohol les hacía decir, el maestro Tulio dedujo que la cosa iba para bien por ahora dejaría de lado las tremendas ganas que le tenía a Cielo Riveros, con este otro portento de chamaca que tenía a su disposición se conformaría, por lo que se empezó a medir en su ingesta de alcohol, no así el cojo que estaba tomando como desaforado y haciéndose el lindo con la rubia colegiala, al paso que iba no aguantaría mucho dilucidaba el profesor.
Katherine Riveros por su parte y al son de la fuerte y movida música reggaetón, y ya con bastante alcohol en su mente, pero no como para perder los estribos, se sentía entretenida con ese par de viejos calientes que se estaban gastando el sueldo del mes en todas las porquerías que le estaban comprando, entre globos con forma de corazón, peluches, y distintos tipos de artilugios artesanales, cadenas, anillos, tobilleras, etc. Solo era cuestión que un vendedor se acercara a la mesa de ellos ofreciendo sus productos y el par de degenerados se peleaban para decidir quién era el que se lo compraba.
Ya desde hace un buen rato que la rubia sentía como por debajo de la mesa grasientas manos le recorrían sus muslos, no supo en que momento ya se encontraba sentada al medio de este par de patanes, y cada vez se apretaban más a sus curvas. En un momento dado se acercó un joven muchacho a sacarla a bailar,
–Señorita, gustaría bailar un rato , le pregunto el jovencito que era casi de la misma edad de Katherine Riveros. La rubia entretenida al ver la cara de espanto que pusieron sus compañeros de juerga al darse cuenta que quizás la palomita se les podía echar a a volar, solo dijo…
–Ay qué pena, me encantaría bailar con Ud. joven pero no sé si mis tíos aquí presentes me darán permiso, contesto metiéndose coquetamente el dedo índice entre sus dientes y mirando a sus supuestos tíos. (Realmente esta Katherine Riveros sí que era una zorra con letras mayúsculas.)
El maestro Tulio que en esos momentos era el más sobrio de los tres, salto al instante,
–Pero por supuesto sobrinita vaya a bailar no más pues, no faltaba más, solo que no se nos vaya muy lejos, mire que después a lo mejor nos iremos a bailar para otro lado…
–Ay gracias tiito, Usted sí que es bueno conmigo, le dijo la rubia, dándole un beso en el cachete al caliente profesor, mientras el cojo Juan ya bebía directamente de la botella que habían pedido que les trajeran a la mesa.
El baile comenzó y Katherine Riveros comenzó a mover su figura al son de la música, el joven por más empeño que le ponía para apegarse al cuerpo de aquella hermosa joven rubia y con cuerpo de Diosa, esta se le separaba, cuando el muchacho posaba sus manos en su cintura o caderas, ella iba y muy sutilmente se las sacaba.
Katherine Riveros bailaba el reggaetón en forma espectacular, pero a pesar de que estaba bailando con un imberbe muchacho casi de su edad , su baile estaba dirigido al par de vejetes que la habían estado acompañando por el transcurso de esa noche, se movía en forma sensual y provocativa, para que ellos vieran bien lo que quizás podrían tener al alcance de sus manos, ella sabía que los tenia calientes y eso le gustaba, por lo que ahora con su baile pretendía calentarlos aún más, el muchacho solo estaba siendo utilizado por ella en su afán de mantener al borde de la lujuria a su maestro y al cojo Juan, que este último ya estaba a punto de pararse e ir a golpear al inocente muchacho producto de los celos que intempestivamente estaba sintiendo, lo que no sabía la rubia, producto del alcohol en su mente y cuerpo, era que ella ya estaba aún más caliente que sus dos compañeros de mesa.
Cuando la tanda de bailes termino para que las parejas descansaran la rubia volvió a la mesa para sentarse a un lado del maestro Tulio, el cojo Juan ya casi estaba noqueado por las inmensas cantidades de tequila que se había zampado, situación que aprovecho el maestro, era ahora el momento propicio,
–Ya rubita, no te hagas , me tienes más que caliente, porque no nos vamos a acostar y terminamos lo que dejamos pendiente en mi oficina , le decía a la vez que posaba su grasienta mano en uno de los poderosos muslos de la rubia…
–Ay no! como cree!!, yo no soy una chica tan fácil, además que yo tengo novio, le decía la rubia a la vez que revisaba su celular para ver si tenía algún mensaje de Cielo Riveros.
–Veras que seré bueno contigo, pídeme lo que quieras, pero por favor vamos a acostarnos, yo sé que tú puedes hacerlo y tu novio no tiene que por que enterarse,
–Lo que yo quiera?, consultaba la rubia con una interesada coquetería y sin dejar de revisar su teléfono…
–Si mamita lo que tú quieras le proponía el vejete al borde del llanto…
–Pues yo quiero las notas de los dos semestres, y de todos los ramos, jijiji…
El maestro Tulio quedo impactado con lo que podía Katherine Riveros, eso era mucho, él no podía intervenir en las notas de los demás profesores,
–No seas zorra para tus cosas!, tu sabes muy bien que yo no registro las notas de todos los profesores,
–Pero a fin de cada semestre puede hacerme los certificados, Ud. tiene los timbres del colegio, ya los he visto en su oficina, jijiji…
El maestro Tulio, se preguntó como no lo había pensados antes? La Katherine Riveros tenía razón, bastaría con solo sacar dos certificados en blanco y luego el los llenaría con notas falsas, además que podría hacerlo con otras alumnas que estuvieran en las mismas condiciones que la Katherine Riveros, esta muchacha sí que era un genio, determinaba.
–Tú deberías dedicarte a estudiar Ingeniería Comercial!!, rubia calienta vergas, mira que si tienes madera para negociar y estrategia para convencer, pero aun así tu precio es muy alto para solo una noche de amor…
–Eso tiene solución maestrito, lo podríamos discutir en la cama, jijiji…
–Hecho pendeja, vámonos ahorita mismo!!, bufaba el vejete con sus marcados e inflamados ojos de batracio reptilesco.
–Bueno vámonos ahorita mismo profe!, ay qué pena… y que pasara con don Juan, pobrecito, lo dejaremos aquí durmiendo?.
–Este cojo de mierda, casi nunca se mide con el alcohol, dejémoslo aquí , él se sabe cuidar solo mi reina, jejeje…
–Ok maestro, dejémosle aquí, total no creo que le pase nada…por favor lléveme mis cosas, estoy muy cansada, termino diciendo la rubia.
Así ya una vez de acuerdo la pareja conformada por el profesor y la alumna hicieron abandono de la feria para ir a tomar un taxi, Katherine Riveros caminaba tres pasos más adelante, siempre revisando sus mensajes en el celular, mientras el maestro Tulio, luchaba por no quedarse atrás, haciéndose espacio entre las personas, los 5 globos rojos con forma de corazón que entre él y el cojo le habían obsequiado a la chiquilla le dificultaban la visión, más la bolsa llena de peluches y de las demás chucherías que le habían comprado, pero la Katherine Riveros muy responsable con el acuerdo contraído con su profesor de vez en cuando se detenía para esperarlo, el pobrecito que venía todo cargado, pero ella se mantenía siempre atenta a su celular.
En el trayecto hasta la casa de la rubia colegiala, al viejo Tulio le faltaban manos para saciar sus ganas de sentir las curvas de la espectacular chamaca que se iba a ir a servir, el taxista ni el mismo se creía lo que había escuchado, cuando la pareja de pasajeros lo habían abordado, el hombre mucho más viejo que la mujer, asquerosamente feo y gordo, había solicitado ir a un motel, pero lo que más lo confundió fue escuchar a la misma hembra que era casi una adolescente, si no fuera por las marcadas curvas de su figura, solicitar que mejor se fueran para su casa ya que estaba solita, además que así podrían esperar a otra chiquilla que el parecer tenían que esperar. Ese viejo sí que era bravo para sus cosas pensaba el pobre taxista.
Mientras esto sucedía en la feria, en el taller de don Cipriano, la escena era muy distinta, Cielo Riveros solo atino a taparse desesperadamente su carita, sintió que era tomada brutalmente desde sus cabellos, escucho cuando don Pedro tiro al suelo el palo que traía en sus manos, para luego ser arrastrada por toda aquella inmunda habitación de taller en donde todo apestaba a grasas aceitosas mezclado con basura, movía sus manitas hacia todos lados en su inútil afán de encontrar algún apoyo para no caerse, hasta que sintió que era arrinconada contra una pared, en donde vio que su violador, un asqueroso viejo de quizás hasta 60 años y que aun la tenía bien asida de sus cabellos, tomaba impulso con su otra mano para asestarle una fuerte cachetada en el rostro que por poco casi la deja aturdida, cuando aún no reaccionaba del feroz golpe recibido en la cara vio que la manaza del vejete ya venía nuevamente de vuelta, para recibir otro aún más brutal en su otra mejilla.
Don Pedro, quien se encontraba totalmente salido de sus cavales, nuevamente arrastro el desnudo y portentoso cuerpo de la encamable colegiala, para ubicarla frente a frente de cara a él, y para que no se le olvidara quien era el que mandaba, le asesto otra aún más fuerte cachetada en el rostro arrojándola de bruces en el suelo.
Cielo Riveros aun no era consciente de lo que le estaba sucediendo, en su vida jamás había sido golpeada, y ahora extrañamente la estaba golpeando brutalmente un asqueroso mecánico que pretendía convertirla en su mujer a como dé lugar.
–Ves lo que consigues con tus estupideces maldita zorra estupidaaaa!!, le gritaba el desnudo vejete, con su verga aún más parada que antes, por el exquisito placer que sentía al estar golpeando a tan suculenta y virgen hembra. Cielo Riveros estaba en estado de Shock, aunque quería pedirle a aquel energúmeno que ya no la golpeara, de su garganta no salían las palabras, el viejo continuaba vociferando, –Acaso no te acuerdas que ya en la feria estuvimos culeando y te comportabas como una verdadera putaaa, jajaja!! Y ahora me sales con las mamadas que yo no tengo derechos!!, pues ahorita mismo te hare conocer los derechos que yo tengo sobre ti, y tomando nuevamente el palo que había tirado en el suelo, a la vez que el mismo tomaba el cuerpo lleno de curvas infernales de la tierna estudiante, la acomodo dejándola en 4 patas, para luego con palo en mano, tomando impulso y con todas sus fuerzas: Plaffff!!, retumbo ahogadamente el palo que recibió en sus carnes del culo, la sumisa colegiala,
–Ahora te portaras biennn!! Perraaa inmundaaaa!!

–Ahhhhhyyyyyyyy!! Pudo por fin emitir el grito de dolor, la garganta de la adolorida joven una vez que recibió el castigo ejemplarizador que recibió de su verdugo, –Noooo, don Pe…drooo…por fa…vorrrrr…ya… no me pe…gue…..Snifff, snifff…
–Esta noche te voy a enseñar a que te comportes como mi mujer trola de mierda!!, quieres recibir otro palo en el culo, perra asquerosaaaaa!!
– Cielo Riveros -Noooo don Pedroooo!! Por favor ya noooo!! me portare biennnn!! Sniff…snifff!!
–Y para que vayas sabiendo muy bien cuáles son mis derecho sobre ti, ahorita mismo lo sabrás, decía don Pedro a la vez que se ponía de rodillas atrás del cuerpo de Cielo Riveros que aún se mantenía en 4 patas, y sin previo aviso y tomando a la colegiala por sorpresa le abrió el par de portentosas nalgas, acomodo su verga que ya estaba que se reventaba de tanto semen acumulado, y se lo mando a guardar de un puro envión hasta lo más recóndito de su glorioso y excelso pedazo de trasero, para comenzar a culearla en forma salvaje y rabiosa, como para enseñarle quien era el que mandaba, –Jjajajajaj pero que rico y apretado tienes el culo pendeja endemoniada, tomaaaa!!, tomaaaaa!! Este es mi derecho sobre tiiiii puta pendejaaaaa!! le gritaba por cada feroz clavada que le daba por el culo.
Cielo Riveros ya no decía nada, solo se dejaba culiar para que aquel exaltado mecánico no la fuera a matar a palos, solo se dio a aguantar las feroces arremetidas y apuntalamientos a los cuales estaba siendo sometida en contra de su voluntad, –Plafff, plafff, plafff, plafff, retumbaban las sonoras series de feroces nalgadas que recibía la jovencita en las carnes de su glorioso y bien formado culote, sentía como don Pedro sacaba y metía su verga con desesperado aceleramiento, enculandola hasta la saciedad.
Pero el vejete no era tonto, a pesar que se lo estaba pasando muy bien gozando a plenitud de un joven y hermoso culazo de 18 años, sabía que la chamaca tenía otra parte de su cuerpo que le prometía placeres aún mayores, por lo que fue gradualmente aminorando sus arremetidas hasta que con mucho cuidado retiro su poderoso artefacto carnal del precioso reducto que por segunda vez en la noche había disfrutado, para luego ponerse de pie y nuevamente tomo violentamente los cabellos de Cielo Riveros y la hiso que se enderezara, la joven quedo de rodillas, con la gruesa verga de don Pedro solo a centímetros de sus hermosos ojos verdes,
–Ahora quiero que me la chupes, putona y ponle empeño, porque o si no tú ya sabes lo que te pasara, Cielo Riveros recién se fijó que el vejete aún mantenía el palo en sus manos, por lo que aun con sus ojitos llenos de lágrimas, procedió a con una mano despejarse el rostro de cabellos enarbolados y con la otra se asió a la verga que ahora le estaban pidiendo que chupara, a pesar del profundo asco que esta asquerosa herramienta de carne le provocaba, al verla toda aceitosa con restos de jugos de sus propios interiores, que extrañamente pulsaba de arriba hacia abajo, de inflamadas venas azules y verdosas hinchadas, y que en su base estaba frondosamente cubierta por una gran cantidad de antihigiénicos pelos gruesos y negros, fue abriendo su angelical boquita, tal como en una ocasión ya lo había hecho con la verga del maestro Tulio y se la zampo de un puro bocado casi hasta la mitad, con el único afán de dejar contento al viejo que por ahora era su dueño según el mismo le había dicho y para que este no siguiera pegándole.
Cuando don Pedro sintió como su verga era apresada por la dulce y fresca boca de Cielo Riveros, si sintió en el mismísimo cielo, pero que rica tenía la boca esa chamaca endemoniada, la colegiala envolvía con su lengua parte del tronco y del glande, haciendo que su dueño casi perdiera los sentidos de la razón, sin pensarlo dos veces don Pedro se agarró firmemente de los cabellos de Cielo Riveros y comenzó el mismo a dirigir la mamada de verga, moviendo aceleradamente la cabeza de la joven tal cual como si se la estuviera follando por la boca.
Cielo Riveros ahogada al máximo por tanta intromisión de verga en su boca y garganta, ya estaba babeando grandes cantidades de saliva que escurrían por las comisuras de sus labios, de vez en cuando se atragantaba, era mucha la cantidad de saliva que caían también desde sus mismas fosas nasales, que por la presión ejercida por aquella satánica verga, la gran cantidad de flujos salivales mezclados con líquidos pre seminales buscaron el camino de las narices de la jovencita para salir expulsados con violencia desde esta por cada atragantamiento que sufría la pobre chiquilla. El vejete ajeno a todo esto solo gozaba follandose la boca de Cielo Riveros, con sus ojos entrecerrados y con su asquerosa boca abierta y desprovista de dientes daba a demostrar el inmenso placer que estaba experimentando.
–Que bien lo mamas perraaaa!!, exclamaba el horrendo mecánico, inconsciente de que al él no se lo estaban mamando, simplemente era el quien se estaba follando la cabeza de Cielo Riveros.
Por su parte la hembra resistía con mansa y dócil entereza a lo que le estaban haciendo, ya estaba clara de lo que le sucedería si se ponía a reclamar o a hacer problemas, ahí era don Pedro el que mandaba asumía ya la pobre y entregada Cielo Riveros.
El viejo de una se la saco de la boca para no eyacular dentro de ella, y producto del acelerado impulso en que la habían estado utilizando oralmente, la joven cayó de espaldas, su hermosa carita estaba embalsamada con líquidos extraños y saliva mesclada con semen, don Pedro en el acto se encargó de desparramárselas aún más por toda su cara, hasta que sus poros absorbieran esta exquisita y a la vez asquerosa esencia masculina, siguió con sus fenomenales tetazas, que también estaban bañadas con estos líquidos, don Pedro se encargó de desparramarlos por todo el cuerpo de Cielo Riveros, quien daba la impresión de estar totalmente aceitada.
Cielo Riveros una vez ya recuperada de tan salvaje tratamiento, se dio cuenta que el vejete, a pesar de su apariencia decrepita, la tomo en brazos sin ningún tipo de complicación, para de una forma no tan violenta como la había tratado anteriormente, arrojarla sobre la cama que desde hace rato la tenía nerviosa, ya que prácticamente sabía lo que iba a pasar en ella.
Cielo Riveros muy enervada y asustada por los acontecimientos que se veían venir, vio al viejo que con su inmensa tranca desafiando a los cielos, ir a hurgar entre sus ropas para luego decirle y darle conocimiento…
–Escuchame pendejaaa!!, le decía mientras en sus manos mantenía la infracción por prostitución, y la identificación escolar de Cielo Riveros, –La verdad es que no quiero volver a pegarte, pero si me obligas a ello no dudes que lo hare, si miras bien te darás cuenta que aquí en mis manos tengo estos dos documentitos tuyos, que tienen todos tus datos personales, los cuales me los dejare de recuerdo, me vas entiendo?, le preguntaba don Pedro mirando con cara de demonio a la asustada Cielo Riveros, quien le asintió con un ligero movimiento de cabeza,–Quiero escucharte estúpida? Di que entiendes!!, le volvió a decir mirando el palo que estaba a un costado de la cama, cosa que Cielo Riveros capto al instante de lo que pasaría si no le contestaba…
–Si don Pedrooo…le entiendo!, contestaba la tierna y desnuda joven que con una mano intentaba tapar sus tetas y con la otra su tierno y tímido tajito.
–Bien, te aclaro que ahora vamos a dedicarnos a follar como animales calientes, y quiero que pongas de tu parte para hacerme sentir bien y satisfecho, porque o si no, aparte de volver a darte la pateadura de tu vida, el lunes a primera hora voy para tu colegio y les cuento a todos tus profesores que su alumna sale a putiar por las noches te queda claro putita, jejeje, sin mencionar que ahora puedo ir hasta tu casa, no me interesa saber con quién vives, pero de seguro que se mostraran muy interesados en saber lo que hace la zorra de su hija, cuando le dan permiso para salir a divertirse, y yo creo y estoy seguro que tu no quieres eso, para ti ricura, verdad!
Cielo Riveros quien ya iba entiendo de que se trataba tanta explicación e imaginando la cara de decepción que pondrían su madre con su abuelito, el saber que a su hija le habían cursado una infracción por ejercer la prostitución en la vía publica, sin mencionar de lo que opinarían sus profesores y compañeros, a ella que siempre fue tan buena hija, responsable en sus deberes escolares, siempre interesada en participar en ayudantías y cosas por el estilo, con todo esto su vida se vería acabada, todos estos pensamientos casi la hacían enloquecer, por lo que solo se dio a contestar,
Cielo Riveros –Si don Pedro, yo no quiero eso para mí, snifff!!, por favor hare todo lo Ud. quiera!! pero no vaya para mi casa a acusarme, snifff…snifff, ni tampoco a mi colegiooo!!…buaaaaa!! buaaaaaa!! Sniffff!! Snifffff!! lloraba desconsoladamente.
–jajajajajaja!! Eso si esta mejor mi amorrr, desde hoy día pasas a ser mi mujerrrr!!, mi hembraaaa!!, mi putaaaaaa y en todas sus letrasss!!!, te voy a emputecerrrr!!, te voy a violarrr todas las veces que yo quiera, jajajajaja!!
El viejo ni el mismo se la creía de haber tenido tanta buena suerte de haberse encontrado una tierna jovencita, virgen y casadera, de esas que se arreglan rico con ropas que hacen resaltar las formas de sus cuerpazos recién desarrollados, se notaba que la colegiala era limpiecita y pulcra con su presentación personal y ahora la tenía solo para él, sin mencionar las suculentas medidas que se gastaba, esas endemoniadas y diabólicas curvas que casi lo hicieron enloquecer cuando recién la vio en el puente de la feria junto a su encamable amiga que también estaba tan rebuenota como ella, pero esta zorrita estaba mejor pensaba el detestable vejete para sus adentros y ya aprontándose a tomar lo que la joven poseía al medio de sus piernas y que por esas cosas del destino estaba destinada para uso exclusivo solo para él.
Cielo Riveros lo vio venir a acostarse en esa inmunda cama en donde la convertirían en mujer, por cada movimiento que el viejo hacía para acomodarse junto a su cuerpo, la cama rechinaba obscenamente, cosa que la ponían aún más nerviosa…
–Ya putita entregate dame unos besitos jejejeje, le decía el vejete a la vez que la abrazaba y buscaba su fresca boca, Cielo Riveros no sabía que hacer estaba muy lejos de querer entregarse por las buenas a ese desalmado y caliente vejestorio, pero sabía que su destino dependía de ello.
Don Pedro, dejando la sesión de besos para más tarde, tomo la mano en que la joven cubría sus senos y la dejó a un lado, también retiro la otra con la cual Cielo Riveros protegía su vagina, una vez que logro que la asustada colegiala dejara a la vista sus más preciados tesoros, se sintió conforme, el viejo por muy caliente y macho que fuera para sus cosas, temblaba por la emoción de estar acostado con una hembra de tales características, asquerosamente comenzó a lamerle la suave cara, como a su vez a hablarle en sus perfumados oídos,
–Desde hoy pasas a ser mi juguete personal, mi potranquita rica, serás mi hermoso y personal objeto sexual, y voy a jugar contigo hasta que me harte, hasta que te revientes de tanta verga que te voy a meter, a la vez que con sus asquerosas manos comenzaba a sobarle las tetas y recorrerla por todo el resto de su cuerpo, –Mmmmmm… que bien hueles ricura, mmmmm… siii…cosita ricaaaa te voy a enyeguecer!!… y esmerate en satisfacerme, porque si me llego a aburrir de ti, te ofreceré a todos mis amigos para que jueguen contigo cuando les den ganas, y te hare putiar en las calles para ganarme un buen dinerito a costas tuyas, así que por favor no me jodas con tus mamadas de que eres virgen y pura, pórtate bien y anda abriéndote de patas, vamos ricura hazlo, ábreselas a tu macho pedazo de zorraaaa!!…
Cielo Riveros escuchaba asqueada los repulsivos planes que tenía don Pedro para ella, ese aliento bucal a podrido, aliento a viejo, ya casi la hacían no soportar tanto manoseo a sus respetables formas, de pronto escucho la primera solicitud de don Pedro, ahora que era prácticamente su dueño,
–Ponte de rodillas al final de la cama y chúpamela de nuevo pendejaaa!!, quiero ver ese culo bien levantado, hazme una buena mamada!!, solicito don Pedro mientras él se acomodaba de espaldas para disfrutar la nueva felación que estaba inquiriendo, Cielo Riveros como pudo fue tomando ubicación de cómo le habían ordenado, y una vez con sus dos temblorosas manitas bien sujeta a la peluda base de su erguida y portentosa verga, y pensando en que ella no quería que este horrendo hombre se acercara ni en la más mínimo a su casa o al colegio, se lo metió en la boca para comenzar a chuparlo y a lamerlo con sus ojos cerrados, procurando no pensar en otra cosa que no fuese en hacerlo sentir bien, y además para que don Pedro no se enojara con ella.
Con deleitosa concentración se la mamaba, con su boquita bien apretada, su cabeza subiendo y bajando, y haciendo círculos de vez en cuando, chupando sin parar un solo momento, como una verdadera poseída por el demonio, lamiendo, moviendo la lengua circularmente por el venoso tronco y el glande, concentrada también en soportar el repulsivo asco, y esperando cual sería la próxima orden de su macho.
–Ohhhhh!! Pero que zorra eres para chupar la verga mamitaaa!!–Eso es así…así…Mmmmm…Arghhhhh!!, gruñía el vejete, ante la sabrosa mamada que le estaba prodigando Cielo Riveros, –Cometelo todooo todoooo!! Tragátelo todoooo putaaaaa!!…

Luego de unos 10 minutos de una morbosa y rica felación, Don Pedro se lo saco de una, le parecía que la chamaca había aprendido muy bien cuáles eran sus nuevas obligaciones, el vejete la quedo mirando ensimismado, que rica se veía la pendeja arrodillada en la cama y con las comisuras de sus labios chorreándole restos de líquidos pre seminales, con sus tetas brillosas por la sudoración obtenida por la morbosa tarea en que había estado ocupada.
El viejo determino que ya era hora de poseerla, de hacerla suya, verdaderamente se la quería meter hasta el corazón, hace mucho tiempo que no se sentía tan atraído de esta forma por alguna hembra, y claro Cielo Riveros era una chiquilla hermosa, que jamás este viejo horrendo y degenerado hubiese tenido la oportunidad de poseer, si no fuera por el extraño curso de los acontecimientos.
El caso es que una inmensa e instintiva necesidad animal por destrozarla a vergazos se apodero de su desequilibrada mente, tal vez fuese por su olor, por su aroma a pulcra inocencia, o por su belleza.
Don Pedro perdido en un mar de degenerados deseos la tomo con fuerzas para dejarla recostada de espaldas en aquel sucio colchón, Cielo Riveros anticipándose a lo que se venía cruzo instintivamente sus piernas en señal de protección de su casi natural y depilada vagina de escasos y finos bellitos negros y sedosos, el vejete al notar la reacción de la asustada colegiala, le dijo,
–Ahora te la voy a meter pendeja así que no me salgas con tus mamadas, te la voy a meter de una, para que así todo sea más rápido para ti y no sufras tanto, jejejeje, aunque yo sé que igual te va a doler, pero si te portas bien veras que te va a gustar tanto que después me andarás buscando para que te de verga, jajajaja!!, serás mi mujer pendeja, te voy a culiar como jamás nadie te lo volverá a hacer y en el momento en que te lo meta no lo olvidaras nunca, jajajaja, decía el detestable hombre a la vez que iba tomando ubicación entre los hermosos muslos abiertos de Cielo Riveros, que el mismo se había en cargado de ir abriendo.
Cielo Riveros comenzó a llorar de miedo, era injusto lo que le estaba sucediendo, se la iban a culiar adentro de un sucio taller mecánico, que ni siquiera sabía adonde estaba ubicado, atrás quedaban sus sueños de casarse virgen y enamorada, que pasaría ahora con Rodrigo, con qué cara le miraría a sus ojos, el que era tan bueno, tan noble, y ella dejándose culiar por un horrible mecánico que hasta podría ser fácilmente su abuelo.
Sintió su cuerpo aplastarse por el de don Pedro, el vejete ya se había montado sobre el potable cuerpo de la colegiala, que estaba casi ahogada debajo de él y con sus bellas piernas abiertas, esperando lo desconocido, el vejete acomodo su armamento en la entrada de la pequeña rajadura intima de Cielo Riveros, paso sus brazos por debajo de la espalda de la joven para afianzársela desde sus suaves hombros, la apretó contra el en señal de poderío de macho, y ya sin esperar nada más empujo con todas sus fuerzas hacia el interior de la vagina de la tierna colegiala, Cielo Riveros experimento ahora si un inmenso dolor casi animal jamás sentido en su vida, ni siquiera el palo en el culo que le habían dado hace poco le había dolido tanto, al sentir la gruesa cabeza de la verga de don Pedro intentar calar su vagina.
–Ahhhhhhh, nooooo, por…fa…vorrrrrr!!, grito Cielo Riveros,
–Arggghhh, que apretada la tienes chiquilla del demonio, le decía don Pedro justo al lado de su oído, a la vez que le propinaba otro feroz apuntalamiento vergal-vaginal que tampoco tuvo éxito, Cielo Riveros solo lloraba silenciosamente por el dolor en su vagina, y por todo lo que estaba viviendo, las lágrimas brotaban copiosamente desde sus hermosos ojos verdes y rodaban lentamente por su carita, su visión solamente era el techo de esa mugrosa habitación y los canosos pelos de don pedro que casi le tapaban la mirada, –Preparate pendeja porque ahora sí que te la meto, el mecánico con mucha concentración y morboso ímpetu volvió a empujar con fuerzas desmedidas sobre los apretados pliegues vaginales de la joven, y para buena suerte de él y mala suerte para ella, estos cedieron ante la impecable estocada vergal que les habían asestado, permitiéndole el ingreso hasta la mitad de su gruesa verga, a ese endemoniado cuerpo de Diosa, que él había estado deseando ya desde hace unas tres horas por lo menos,
– Cielo Riveros -Aaaaaayyyyyyyyyyy!! Ayyyyyyyyyyyyyy!! Buaaaaaaa!! Buaaaaaaa!! Don Pedroooo!!, por favorrrrrrr!! Ya..no…me… la… me….taaaaaa!! Sniffffffffff! Snifffff!! Sniffffff!!, Cielo Riveros sentía que la rompían por dentro, sus carnes se rasgaban ante la brutal intromisión a su deleitoso cuerpo,
–Callateeee zorraaaa mal paridaaaa! y acepta mi vergaaaaa! Tomaaaaaa!!, bramo don Pedro dándole un tercer y aún más brutal empuje en donde Cielo Riveros termino por comerse vaginalmente toda la verga de don Pedro, había entrado totalmente, solo los pesados testículos llenos de semen caliente y espeso habían quedado fuera del cuerpo de la hermosa joven recién estrenada sexualmente.
Estaba hecho, Cielo Riveros ya no era más virgen, Don Pedro Ventura, un asqueroso y viejo mecánico se había encargado de tomar y usurpar la virginidad de la tierna colegiala, recién convertida en mujer, dejándosela para el por el resto de su miserable existencia.
El vejete permaneció ensartado dentro del cuerpo de Cielo Riveros y en toda su longitud vergal, por espacio de unos dos minutos aproximadamente, el calor interior del cuerpo de aquella joven Diosa y que envolvían a su verga era el mayor placer que jamás en su vida había experimentado, no quería salirse jamás de aquella apretada vagina que en estos momentos en forma forzosa le albergaba a su gruesa tranca, en la habitación solo se escuchaba los sonoros sollozos de la hembra recién desvirgada.
Una vez que el viejo caliente y degenerado de don Pedro determino que ya era tiempo suficiente para que aquel apretado reducto amatorio se acostumbre a sus dimensiones vergales, concluyo que ya había llegado el momento de empezar a moverse, para que esa joven y tremenda colegiala viera y supiera lo que era culear con un verdadero macho caliente,
–Que rica tienes la panocha pendeja, le decía el vejete babeando y con sus ojos cerrados, –No me saldría de tu cuerpo jamás, eres una verdadera potranca hecha para ser follada por un verdadero potro salvaje, pero ahora sabrás lo que es culiar de verdad ricura, jajajaja!!, Te hace sentir lo que jamás nadie te lograra provocar y te juro pendeja que te va a quedar gustando tanto que querrás repetir la operación cuanto antes, Jajajajaja!!, Te voy a culiar y te voy a preñar!! ¡Serás la madre de mis 4 hijos que te voy darrrr!!, le decía riéndose y burlándose a una ensartada y adolorida Cielo Riveros, que aún mantenía su boca abierta en un ahogado grito de dolor, con sus ojos bien abiertos y vidriosos producto del enajenante impacto emocional y de calvario carnal.
Don Pedro comenzó a moverse lentamente en forma culiatoria, metía y sacaba su tranca solamente hasta la mitad, el calorcito y las placenteras sensaciones que le prodigaban la vagina de aquella núbil Diosa a su verga eran indescriptibles, Cielo Riveros por su parte aplastada y dejándose ensartar, ni siquiera podía moverse por intenso dolor que sentía por cada apuntalamiento que le daban con animal ensañamiento, sentía que prácticamente la estaban empalando por la zorra, el vejete cada vez se movía más fuerte intentando adentrarse el máximo posible hacia el interior de aquel curvilíneo y juvenil cuerpo, la cama rechinaba rítmicamente antes los fieros bombeos que hacia el mecánico.
Fueron pasando los minutos y don Pedro cada vez se movía más fuerte y rápido, aserruchaba, metía, taladraba profundamente en los interiores de Cielo Riveros, haciendo círculos con la intención de agrandarle la panocha a la entregada jovencita, el hombre sudaba como animal, las lágrimas en los ojos de Cielo Riveros ya se habían secado, por ahora soportaba estoicamente las bárbaras y crueles arremetidas de verga que le metían a su cuerpo, ella también sudaba, lo comprobaban algunos cabellos pegados en su cara y ciertas gotitas de transpiración que se le acumulaban entre su cara y narices, no se dio cuanta cual fue el momento en que cerro sus ojos para dejar al viejo que tenía montado sobre su curvilíneo cuerpo hiciera con ella lo que quisiera, el dolor fue pasando en forma paulatina, la cosa era que por ahora la culiada que le estaban pegando era de campeonato y ella sintiéndola con sus piernas bien abiertas y con sus ojos cerrados.
Don Pedro sabía que tenía que aprovechar esta instancia, no estaba muy seguro que si después de la primera acabada se le fuera a parar de nuevo, por lo tanto determinaba que tenía que prolongar lo más posible aquella culiada de antología que se estaba pegando con una bella estudiante de 18 años, los gritos de dolor con los bramidos que había pegado Cielo Riveros gradualmente habían ido aminorando, ahora en aquella habitación lo único que se escuchaba era el prolongado rechinar de la cama ante los bruscos movimientos que hacían sobre ella y los suspiros de dolor y placer de ambos amantes ante la desnaturalizada follada que se estaban pegando.
Cielo Riveros totalmente confundida no sabía qué hacer, el dolor en su vagina había ido aminorando, aun sentía dolor, pero era una extraño dolor que la hacía sentir rico, noto que mientras más profunda era la clavada, el dolor parecía que más iba a desaparecer y como es lógico que ella quería que desapareciera, lentamente comenzó a empujar hacia adelante, a los pocos minutos de estas extrañas sensaciones en el cuerpo de la colegiala, Cielo Riveros ya no se movía para que desapareciera el dolor ni nada parecido, ahora ella ya estaba culiando por autentica y genuina calentura, en un momento don Pedro pensó que la chamaca lo había abrazado para sujetarse, pero cuando en un lapso que él se detuvo para estudiar lo que allí abajo estaba ocurriendo, con placentera emoción comprobó que la joven seguía moviendo sus caderas de atrás y hacia adelante, por lo que a modo de agradecimiento comenzó a moverse y a meter verga en una forma casi demencial, ahora sí que se venía lo bueno pensaba el feliz y amachado vejete,
–Ahhhh que rico te meneas putitaaaa!!, Te lo dije!! yo sabía que iba terminar gustándote, jajajajaja!!, le decía preso por la excitación…
Aun así Cielo Riveros se sentía avergonzada, se preguntaba cómo podía estar sintiendo tan rico mientras este asqueroso hombre mancillaba su cuerpo de esa manera, mas no podía dejar de mover su cintura y caderas, su mente le ordenaba que se aferrara más firmemente al viejo cuerpo del que ahora ya se había convertido en su hombre, ella no lo quería admitir pero a estas alturas ya se la estaba pasando muy bien acostada con don Pedro, lentamente de su mente fueron desapareciendo aquellas terribles imágenes de cuando el detestable hombre le había pegado, pero su conciencia aun le recordaban que a pesar de todo lo antes descrito, a ella se la estaban violando, sin contar de las continuas imágenes de ver a su trabajadora madre esperándola con el desayuno servido, o de su abuelito que tanto la aconsejaba y la cuidaba protegiéndola de los mal vividores, o de Rodrigo su trabajador y fiel novio…
Pero su cuerpo le invitaba a olvidarse de todos ellos, las gratificantes clavadas que le daban a su perfecta anatomía iban a terminar por enloquecerla de placer, don Pedro estaba siendo muy bueno con ella, pensaba en las nebulosas de sus subconsciente, hasta que ya queriendo terminar con todos esos sentimientos encontrados su mente decidió Katherine Riverosdicar a todos sus pesares, y se entregó en cuerpo y alma a todo lo que aquel libidinoso viejo verde quisiera hacer con ella.
Sus delicadas manitas con uñas muy bien cuidadas, lentamente comenzaron a deslizarse por las anchas espaldas de don Pedro, Cielo Riveros en un momento se sintió emocionada, de estar en tales circunstancias con un hombre mucho más viejo que ella, y que este le estuviera haciendo sentir a vergazo limpio, esos gratificantes y arrebatadores escalofríos de placer a su cuerpo.
Don Pedro quien ya se sabía ganador de aquella caliente contienda de sexo, separo su cuerpo levemente para admirar a la diosa que poseía ensartada con su armatoste, la vio con sus idílicos y perdidos ojos verdes semi cerrados, como también pudo ver que de sus rojos labios caían una pequeña cantidad de saliva, señal de demostración inequívoca que aquella hermosa hembra ya había sucumbido a los deliciosos placeres de la carne, noto que por cada profunda clavada que le enterraba por la panocha, la hembra emitía un audible: –Shhhhhhhh!!… Aaahhh!!
El vejete sin perder el tiempo y aprovechando la ocasión, busco con febril desesperación aquellos preciados labios rojos semi abiertos que le prometían el paraíso, Cielo Riveros lo recibió casi con agrado para luego fundirse ambos en el más apasionado beso con lengua que ambos jamás en sus vidas se habían dado en ocasión alguna.
La pareja se besaba cada vez más lascivamente, la potente colegiala guiada por un nuevo afecto recién nacido y aflorado desde sus revolucionadas progesteronas, fue subiendo sus manitas hasta la nuca de don Pedro, y por segunda vez en la noche se daba a aplicarle nuevamente un delicado masaje con la yema de sus dedos al áspero pellejo reinado con gruesos y desmadejados pelos canosos, en la cabeza del hombre que se la estaba culiando a la fuerza.
Cielo Riveros ahora se comía y devoraba como una posesa las rosadas encías desprovistas de dientes de don Pedro, sus delicados dedos se perdían entre los hirsutos pelos canosos del mecánico, jugaba asquerosamente con su lengua y la de él, revolviendo la gran cantidad de babas de ambos que se acumulaban dentro de su fresca boquita y que ella se encargaba de ir tragándoselas todas, era una autentica deidad de placer en lo que se había convertida la tierna chiquilla, el viejo aún no se la quería creer, por lo que le devolvía a modo de agradecimiento unas sólidas y profundas arremetidas vergales, para hacerle ver que desde ese día él era su único macho.
Don Pedro apenas se pudo separar de los desesperados labios de Cielo Riveros, y sabiéndose y el haber comprobado que él era ya el ganador le dijo,
–Te dije que te iba a encantar mi verga pendejaaa!! Vamos dime que te encanta mi vergaaaa!!, exclamaba don Pedro sin dejar de arremeter con violencia…
Cielo Riveros no le contestaba nada, la inmensa y desquiciante calentura que se había apoderado de su persona, no se lo permitían. Sus quejidos y suspiros de placer, comenzaron a subir de volumen e intensidad, convirtiéndose en gritos y en alaridos de auténtico placer carnal y sexual, don Pedro mantenía su frenético ritmo de mete y saca, y conforme aumentaban los gritos de la colegiala, mas aceleraba y ganaba fuerzas en sus movimientos, hasta que sus oídos escucharon lo que el ya anhelaba oír, los gritos y palabras que exclamo Cielo Riveros fueron claros y concisos,
Cielo Riveros –Ahhhh…siiiiii…ricoooooo…papiiiiii!!…
–Te gusta cómo te la meto pendejaaaaa!!, le consultaba el caliente vejete,

– Cielo Riveros -Siiiii, don Pedroooo, métamela todo lo que quieraaaa, mas adentroooo, mas adentroooo!!, exigía la chamaca a la vez que meneaba con fuerzas sus caderas para hacer más profunda la clavada,
–Eres la mejor zorra que me he culiado pedazo de puta! Vamos dilo! Di que eres mi putaaa!!, exigía el viejo quien seguía serruchando y bañado por el sudor y la calentura del momento,
Cielo Riveros –Siiii papiiii!! Yo soy su putaaa!! Soy su putitaaaaa!! soy su mujerrrrrr!!, Cielo Riveros no era consciente de todas las peladeces, que le estaba diciendo al viejo que había sabido llevarla a tal estado de calentura.
Don Pedro veía claramente la descompostura que estaba sufriendo la hermosa jovencita, que en estos momentos movía sus caderas rítmicamente a las clavadas que el calientemente le concedía, gratamente comprobaba, que el cuerpo de Cielo Riveros estaba siendo preso de unos fuertes y brutales espasmos de placer, veía como la nena se retorcía e intentaba acoplarse aún más férreamente a su propio cuerpo, además que creía sentir como los músculos vaginales de la tierna chamaca se contraían abrazándole y comprimiéndole la verga, y como totalmente salida de sus cavales le pedía,
Cielo Riveros –Sigaaaa!!, sigaaaaaa!! métamela enteraaaaa!!… estoy a punto de … métamela más fuerteee!! Todaaa…Todaaaa!!
El feliz y fiero mecánico comenzó a empujar hacia el interior de la joven sin cejar en su empeño, hasta que ambos pubis, uno suave y casi depilado, en contrate de otro que era bien peludo, se quedaron pegados haciendo desquiciantes círculos copulatorios, sin despegarse ni siquiera un milímetro, por lo que ambos cuerpos ya estaban casi al borde de un fenomenal orgasmo, hasta que para el gozo de don Pedro, pudo notar que en la inminente explosión que se venía en el cuerpo de su compañera de coito, su vagina derramaba unos abundantes y calientes chorros de líquidos vaginales, no sabía si estos bien eran de orina o de otro tipos de líquidos, pero de lo que si estaba seguro era que estos le estaban bañando en forma exquisita a su ya casi adolorida vergota.
– Cielo Riveros – Asii!!, así!!… don Pedroooo!! Deme más fuerteee… deme más fuerteeee!!… continuaba vociferando Cielo Riveros con su espalda totalmente enarcada y con su vagina totalmente levantada, en el afán de que don Pedro no le sacara su verga de su cosita.
El viejo sentía que su verga estaba enterrada hasta lo más profundo de las tiernas entrañas de aquella dulce y caliente potranca que se encontraba perdida en la total calentura. Hasta que el cuerpo de Cielo Riveros no fue capaz de resistir tanto gozo, una formidable y placentera corriente eléctrica que le nacía desde lo más profundo de su zorrita, se expandía a raudales hacia todas las extremidades de su cuerpo y que le hicieron explotar en el más formidable y grandioso orgasmo sentido en su vida, que ni siquiera el cojo Juan le había hecho experimentar, cuando la hiso debutar por el culo.
–Siiiiiiiiiiiiiii!!!, grito Cielo Riveros como una verdadera posesa, su grito placentero fue emitido desde lo más profundo de su ser y de su alma, el cual recorrió y retumbo por todos los rincones del vacío taller de don Cipriano, y que pudo haberse escuchado fácilmente en toda la cuadra de donde se encontraba el Pie Grande, debido al silencio de aquellas altas horas de la noche.
De la misma forma don Pedro determino que este era el momento exacto para verter su apremiante y urgido simiente al interior del cuerpo de tan estupenda y curvilínea estudiante. En el momento en que Cielo Riveros emitía su placentero grito de éxtasis el viejo la callo con un asqueroso beso en la boca el cual daba la impresión que se la estaba comiendo, para luego separase y notificarle,
–Eres una Diosa pedazo de zorraaaaa! Ya no aguan…tooo…masssss!, me voy…a…co…rrerrr… adentro de…tu…cuer…pooooo!! Ohhhhh que…ri…cooooo, la…vas….a …re…ci..birrrrr, pu…taaaaa!! to…maaaaaaa!!, gruño con desesperación, y fijando su mirada, en el hermoso rostro descongestionado de Cielo Riveros, derramo en el interior de su estómago 6 a 8 potentes chorros de hirviente y reproductivo semen, el cual salía escupido en abundancia y con fuerzas desde su verga, quemando las entrañas de la excitada Cielo Riveros quien sentía la potencia y virilidad de su macho, pensaba que aquello era lo más hermosa y gratificante experiencia jamás vivida en su existencia.
Estuvieron pegados en esa posición un espacio de tiempo indeterminado, Cielo Riveros con sus bellos muslos bien abiertos y con don Pedro aun incrustado con su verga al interior de su cuerpo, había sido la follada de sus vidas para ambos, y que el viejo estaba totalmente dispuesto a repetir en cuanto sus fuerzas se lo permitieran. Lentamente el mecánico se fue saliendo y desclavando del portentoso cuerpo de Cielo Riveros, ambos quedaron tendidos en la cama exhaustos, para que sus transpirados cuerpos pudiesen asimilar el placer recibido, y para a su vez se regulasen sus ritmos cardíacos y sus agitadas respiraciones se normalizaran.
–Eres una verdadera puta en la cama a la hora de culiar ricura, el sueño de cualquier macho caliente como yo, jajajaja!!, le decía el vejete a la misma vez que la abrazaba y la hacía apegarse a su obesidad. –Ha sido una de las mejores folladas que me he pegado en mi vida, por hoy creo que será suficiente pendeja, descansemos un ratito y luego te iré a dejar a tu casa, mira que quiero saber dónde vive mi mujer, jajajaja!!
–A Cielo Riveros, a quien ya se le había pasado a medias la calentura, y exigiéndose a ella misma entrar en razón, le contesto,
–Don Pedro, no es necesario que me vaya a dejar creo que me puedo ir sola, tomare un taxi, la jovencita no quería que aquel viejo con el cual se había estado revolcando supiera donde ella vivía.
–Nooo!!, le contesto el vejete, –Desde hoy día eres mi mujer, y yo soy tu marido, y no permitiré que mi hembra ande por las calles sola en la noche, o quieres que aparezca por ahí algún viejo degenerado y te culie, jajajaja!!, se reía ya que él estaba claro que era exactamente lo que le había ocurrido a la encamable chamaca que el ya veía como de su propiedad.
Una vez que descansaron desnudos y abrazados por un tiempo indeterminado, en el cual Cielo Riveros fue retornando a su triste realidad y en donde asimilaba que había sido violada, el viejo determino que ya habían descansado lo suficiente, le ordeno a Cielo Riveros que se vistiera mientras él se ponía su overol de trabajo, había pensado en llevarse a su casa a la colegiala para poder seguir follándosela al día siguiente, pero sabía que eso le podía traer problemas, ya que la familia de la joven se podía preocupar y comenzarían a buscarla, se conformaba que al tener en su poder la falsa prueba que certificaban de que Cielo Riveros era una vulgar puta, ya que esto le garantizaban unos futuros y placenteros encuentros con la colegiala todas las veces que él quisiera, además que idearía la forma para poder dejársela y llevársela a vivir con él, hasta que se hartara.
–Don Pedro…no tengo mis botas, le dijo la chamaca al recordar que sus botas habían quedado tiradas en la feria,
–No importa mira ponte estas, le dijo el vejete a la vez que de a un lado de la cama sacaba unas rosadas chalas de mujer,
–Pero y de quién son?, preguntaba Cielo Riveros, un poco preocupada por tener que calzarse algo que era de otra persona,
–No te preocupes, son de la María, es una sobrina que de vez en cuando se encierra con mi hermano para hacer sus cochinadas, pero es tan limpiecita como tú, e igual de zorra y puta para sus cosas, jajajajaja!!
Y así una vez vestidos hacían abandono del taller, Cielo Riveros a quien la ferviente calentura que horas antes le habían envuelto y cautivado ya la habían abandonado por completo, ahora los sentimientos de culpa le atacaban sin misericordia, se preguntaba cómo pudo haberse entregado en la forma en que lo había hecho a ese odioso y detestable hombre que la había forzado sexualmente y que daba el aspecto de que llevaba unos buenos días sin bañarse, y ella haberlo disfrutado.
Nuevamente sus lágrimas volvían a brotar angustiantemente desde sus ojos, sentía ganas de matarlo, pero con el solo recordar lo bruto que él había sido con ella al momento de metérsela, instintivamente le nacían unas tremendas ganas de volver a quitarse la ropa, tirarse de espaldas en la cama y abrirle las piernas, para que el tomara lo que ella ya pensaba que solo le correspondía a él, para luego volver a recriminarse y preguntarse que por que ahora sentía eso tan raro hacia don Pedro, un asqueroso viejo que solo hace algunas horas le había pegado y violado al mismo tiempo, le había robado lo más preciado que ella poseía y que había sido su virginidad, nuevamente pensaba en su familia, en su vida escolar, en Rodrigo, y lo que más le dolía y se reprochaba era saber que don Pedro la había hecho gozar una verdadera perra.
Los sentimientos que asaltaban a la muchachita eran totalmente contradictorios.
Antes de salir de aquella nauseabunda y sucia habitación, pudo ver la gran mancha de sangre que había quedado en el inmundo colchón, señal irrefutable de su desvirgamiento a manos de don Pedro, el vejete al ver como la joven miraba la escena con sus ojos bañados en lágrimas por lo allí ocurrido, le dijo proféticamente,
–No te preocupes putita, dejémoslo así no más, total, quizás a que pedazo de yegua mal parida se irán a culiar nuevamente en esa cama y encima de nuestros jugos cuando ya estén secos, jajajaja, reía a la vez que la sacaba a empujones de aquel caliente taller mecánico, en donde se quedaba para siempre su virginidad mancillada. (Faltaba poco para que amaneciera)
(4 horas antes aproximadamente en la casa de Katherine Riveros)
Una vez que ya estaban en la sala de estar de la casa de la rubia estudiante, el maestro Tulio, no se creía que estaba a punto de acostarse con Katherine Riveros, sabía que los padres de ella no llegarían hasta el mediodía del domingo, por lo tanto, tenía todo el tiempo del mundo para follársela como el quería ya desde hace mucho tiempo.
Mientras él suertudo y feliz profesor se encontraba perdido en un mar de perversos y lascivos deseos, la rubia servía otras dos copas de tequila para hacer la previa de lo que sería el encuentro sexual con su profesor, a cambio de los certificados de notas semestrales de su último año de colegio.
Katherine Riveros quien en este momento ya ni se acordaba de la suerte de su amiga, producto del alcohol en su mente, se mantenía nerviosa, mitad por la fealdad del viejo con el cual estaba a punto de acostarse, y mitad por saberse también muy caliente de estar a punto de cometer tal abominación.
Los vasos servidos quedaron en la mesita que se encontraba justo al lado del sofá en donde estaba sentado el caliente maestro, este no despegaba sus ojos de sapo de las pronunciadas curvas que ya estaba a punto de poseer, hasta que ya no aguantando más y queriendo un poco más de acción, se atrevió a solicitar…
–Caliéntame rubita, hacete alguna cosita rica para que mi verga este como fierro al momento que te la meta…
Katherine Riveros quien también ya estaba deseando que de una buena vez por todas, que aquel anti estético y repugnante viejo verde se la metiera, poso sus infernales curvas enfundadas en el ajustado vestido negro tipo mini falda que llevaba puesto, para inclinarse y posar sus apetitosos labios muy cerca del rostro del vejete para preguntarle,
–Quiere que lo caliente?,
–Siiii mamasota caliéntame todo lo que quieras, le pedía ya casi rogándole…
–Y mis certificados?
El viejo Tulio, ya todo traspirado y tiritando por la emoción le dijo,
–El primero estará listo para esta misma semana, y el otro…, el vejete lo pensó por un momento, –Tu misma me dijiste que eso lo conversaríamos en la cama, le contestaba como buen estratega a pesar de lo caliente que lo tenía la putita de Katherine Riveros.
La rubia le regalo una de sus más calentonas sonrisas, para luego depositarle un leve beso en los gruesos y asqueroso labios de aquel lujurioso hombre obeso y sexagenario,
–Espéreme aquí, me iré a poner más cómoda, le dijo la potente Katherine Riveros a su maestro.
No fueron más de tres minutos en que la bella estudiante se demoró en ir a su cuarto y volver, pero el viejo casi se volvió loco cuando la vio aparecer desde su cuarto totalmente desnuda, sus ojos de réptil perecieron crecer tres veces más de cómo eran en su tamaño normal, Katherine Riveros camino lentamente hacia donde estaba el suertudo profesor que ni se daba cuenta como se le caían las babas ante el morbos espectáculo que le estaba brindando una de sus más bellas alumnas.
Cuando la rubia colegiala ya se encontraba solo a metros del hombre que sería su primer macho como corresponde. Se dice esto ya que todos sabemos lo muy puta que era Katherine Riveros para sus cosas, pero debido a su ambiente escolar y a sus jóvenes y ocasionales amantes inexpertos y primerizos en cuestiones sexuales, sus folladas anteriores siempre habían sido con ropa, o a medio vestir, folladas a la rápida, mamadas en alguna plaza o en algún auto, pero ahora era distinto, se iba a acostar totalmente desnuda con un hombre por primera vez en cumplimiento del acuerdo adquirido y también por venganza del estúpido de su novio que había preferido largarse con sus amigos a haberse quedado con ella que tanto había esperado esta oportunidad en que iba a estar sola en su casa. El muy come mierda solo tenía que haber traído un amigo para que su amiga del alma también lo hubiese pasado bien, pero sus planes no habían dado fruto, y el que se iba a regodear con su cuerpo a su total antojo era su detestable profesor, que desde hacía ya dos años que vivía acosándola, y a ella le había encantado haberlo calentado en todo este tiempo.
El degenerado viejo quien miraba el escultural cuerpo desnudo de Katherine Riveros que se encontraba solo a un metro de él, se permitió a estudiarla, parte por parte, curva por curva, de una forma descarada y quizá un tanto arrogante por su parte, ya que a estas alturas sabía muy bien que faltaba muy poco para cumplir con uno de sus mejores sueños.
Recorría e inspeccionaba con calentona observancia la hermosa anatomía de la rubia: Uno setenta de altura quizás, unas tetas perfectas y totalmente proporcionadas a su físico, la tersa y suave piel de su vientre totalmente al desnudo, con un pequeño y coqueto piercing de cadenita en su femenino ombliguito, unos muslos y piernas maravillosas y finalmente con su alisado cabello rubio peinado hacia un lado su viciosa cara de putita, que más parecía la de una joven actriz pornográfica, que la de una real estudiante de secundaria como lo era ella, aun así la chamaca se veía hermosa.
Katherine Riveros grácilmente poso su dorado cuerpazo en un sillon que estaba a solo un metro del maestro Tulio, que no perdía ni un detalle de las desquiciantes curvas que la rubia le estaba ofreciendo,
–Y así profe?, …le caliento un poquito más?, le preguntaba con una voz de putita profesional…
–Siii mamitaaaaa!! Estoy que largo mis lecherazos en los mismos pantalanes…
–Ay que sed maestro, me podría acercar mi tequila porfi!…
–No faltaba más mi reina, le contestaba el viejo caliente, sumido por una calentura que aceleradamente iba en aumento, a la vez que se paró como espiral tensado, y con su grasienta y temblorosa mano le acercaba la copa a la empelotada Katherine Riveros, quien se sentía como una diosa, que podía hacer lo que ella quisiera con aquel caliente profesor.

Katherine Riveros a sabiendas que ya no había nada más que esperar, se compadeció del pobre hombre, y dejando de lado cualquier tipo de pudor o sentimiento de rechazo corporal debido a su fealdad, se paró del sillón para quedar de pie junto a él, paso sus desnudos brazos por ambos hombros de su maestro, sintió que la prominente panza del hombre no le permitía adosarse como ella hubiese querido, pero el vejete al ver el pedazo de mujeron desnudo que tenía ya en sus manos la tomo y se la afianzo con brutal y ansiosa desesperación,
–Ay profe no sea tan apurón!, jijiji, le decía y reía la rubia chiquilla quien aún mantenía su trago en una de sus manitas, al notar el ímpetu en que el vejete le manoseaba casi por completo su desnudo cuerpo, evidenciando asi las tremendas ganas que tenía el maestro Tulio por metérsela…
El vejete buscaba con ahínco los sabrosos labios de la desnuda Katherine Riveros, quien no lo dudo mucho para dejar besarse por el aun vestido hombre, lentamente y a medida que el asqueroso beso continuaba el viejo se fue tranquilizando, la rubia por momentos sentía asco, pero al ir sintiendo la dureza que se le clavaba en su desnudo y perfecto vientre que no tenía ni siquiera un milímetro de grasa , poco a poco lo fue soportando, al minuto la encamable colegiala ya estaba entregada y caliente, ella conocía muy bien los placeres del acto de apareamiento, por lo que muy sutilmente se fue separando del que iba a ser su amante por aquella noche, para pasarle la otra copa aun servida y tomarlo de su gorda y aceitosa mano e invitarlo a que fuera a su habitación, en donde se libraría la lujuriosa contienda sexual.
La rubia lo guiaba, ambos próximos amantes cruzaron de la mano la sala de estar para llegar al dormitorio de la joven, cada uno llevaba su trago, y una vez que ya estuvieron al lado de la cama, y mirándose penetrantemente a los ojos se mandaron de una el contenido de los vasos, dejándolos en el velador a un costado de la cama, cuando la rubia quiso apagar la luz de la lámpara, el vejete se interpuso,
–No lo pienses putita, aun pienso que tu precio es un poco alto, así que lo vamos a hacer con la luz encendida, no quiero perderme ni un detalle de tu cuerpo al momento de metértelo y cuando ya estemos culiando, además que no sería justo, me has estado calentando toda lo noche, y este momento no lo voy a desperdiciar, jejejeje…
La Katherine Riveros no dándole importancia a la solicitud de su profesor solo le dijo,
–Ay profe usted que es, jijiji…
La estudiante se subió gateando a la cama, el caliente profesor se empezó a desnudar casi con desesperación, al minuto ya se encontraba en las mismas condiciones que Katherine Riveros, quien al verlo en su total y asquerosa desnudes, casi estuvo a punto de arrepentirse, pero se dijo para sí misma, “todo por mis certificados, jijiji”.
El viejo no lo dudo para el también subirse a la cama, esperaba expectante a que fuese la rubia quien tomara la iniciativa, ella por su parte se hinco sobre el lecho, para ver cuál sería su primera misión para ganarse los tan preciados certificados de notas, fue en eso que se fijó en la parada tranca que se gastaba el maestro Tulio, la vez en que se la había chupado en su oficina había sido casi en las penumbras y rápido, ya que cualquier persona podía entrar y sorprenderlos, pero ahora la veía en toda su magnificencia, esta era de medidas que se podrían decir normales, pero para Katherine Riveros siempre acostumbrada a mamar y servirse simples verguitas de sus novios, la vio como si fuese la verga de un animal, totalmente poblada por gruesos pendejos negros, terriblemente gorda y pulsando excitadamente rápido, todo esto fue mucho para la caliente estudiante quien instintivamente se lanzó con una lujuriosa expresión en su bello rostro, para comenzar a lamer verga en forma reiteradamente desesperada, hasta que de un solo golpe se lo engulló hasta lo más profundo de sus garganta, manteniéndose en esa posición durante unos deliciosos segundos, en los que el feliz del maestro Tulio aprovecho para empujar y adentrarse aún más en aquella gloriosa garganta que lo estaban llevando al verdadero paraíso.
La veía puesta en 4 patas, moviendo aceleradamente su rubia cabellera de atrás hacia adelante, como una real enajenada mental, mamándole la verga, ordeñándolo con sus labios, como una verdadera corderita recién nacida, notaba en la punta de su tranca que ya casi faltaba muy poco para adentrarse en la faringe de la caliente chamaca, pero la sabrosa y profunda mamada que le estaban dando a su verga continuaba, con movimiento de lengua a veces suaves y en otras ocasiones violentos e intensos, el vejete pensaba que se le iba la vida en aquella magistral chupada de verga que le estaba dando su alumna.
–Ohhhhhh rubita como me comes la vergaaaa!! Exclamaba el vejete, a la vez que dejaba que fuese Katherine Riveros quien hiciera el trabajo mamador como ella lo estimara conveniente,
–Mmmm…srrrppppphhh…srpssssss, era lo único que podía emitir la estudiante quien solo se aplicaba a chuparle el pico a su profesor,

Katherine Riveros había perdido los sentidos con esa gorda verga que mantenía alojada en su boca y que no podía dejar de succionarla aunque ella quisiese, pero también sentía la imperiosa necesidad, a que su degenerado profesor se la metiera. El grosor de aquella gloriosa tranca de carne la tenían en tal estado de calentura que ahora sí que no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad a que se la metieran, decidió que su profesor se la tenía que culiar sí o sí.
Lentamente se la fue sacando de la boca, a la vez que sorbía todos los restos de líquidos pre seminales que bañaban el tronco del ahora alargado miembro viril, dejándolo totalmente limpio, pero bien reluciente debido a la humedad de sus labios, ella misma hiso que el hombre se tendiera de espaldas en su camita, para luego en forma inmediata se levantó y fue pasando una pierna por sobre la panza del maestro Tulio para quedar a horcajadas sobre el pero sin metérsela todavía, lanzándose a devorar su repulsiva boca como una verdadera posesa, mordiéndole suavemente los gruesos labios, jugando con su lengua y con la de el. Era una auténtica diosa y un prodigio erótico por la lascivia, lujuria y morbosidad en que ella se encargaba de llevar la situación.
El maestro Tulio aprovechaba su posición para acariciarle las tetas, para lamérselas con desesperación, para chuparlas y mamarlas como si él fuera un bebito sediento de leche, la chamaca estaba divina pensaba, en sus grasientas manos sentía las suavidades de su piel con olor a crema corporal, olía a sexo, olía a hembra, su verga ya latía desesperadamente por adentrarse al interior de aquel cuerpazo. A cada latido de su verga, se producía un leve contacto con su panochita, produciéndole una placentera y arrebatadora sensación, ahora sí que le tenía ganas a la endiablada chamaca.
Katherine Riveros le tomo por las muñecas, mirándolo con una cara de puta pervertida y aun encaramada sobre su panza peluda, el vejete que sus ojeras ya estaban que se reventaban por lo hinchadas que las tenía producto de la inmensa calentura que ya casi lo consumían, solo se dejaba hacer por aquella erótica vampiresa.
–Vamos putita…ya dejate de mamadas y dejame meter….
–Shhhhh!!, lo hiso callar la estudiante, dándole a entender que ella sabía lo que hacía, al tiempo que tomaba su trofeo de carne y se lo ubicaba posándoselo en la entrada de su rubia vagina, a la vez que cerraba sus ojos en señal de concentración para dejarse caer casi con brutalidad, penetrándose ella misma y dando un sonoro gemido de placer.
Katherine Riveros se la había embocado y metido todo sin la ayuda de nadie, para luego comenzar con unos suaves movimientos de sube y baja, sintiendo y deleitándose con las increíbles y ricas sensaciones que le provocaban el estar ensartándose en la tranca del maestro Tulio, quien yacía recostado y casi incrédulo de la increíble follada que le estaba empezando a dar Katherine Riveros, la hembra por su parte y por por la expresión de su cara se notaba que también se lo estaba disfrutando de lo lindo.
La rubia continuaba con los mismos suaves y cadenciosos movimientos de cintura y caderas, exprimiéndosela hasta mas no poder, al tiempo que notaba como una verdadera puta profesional, que al vejete cada vez se le ponía más dura la verga, por la que gradualmente fue acelerando sus movimientos, por cada segundo que pasaba ambos amantes sentían que más placentera y gratificante era la culiada de concurso que se estaban pegando, el viejo también empujaba su apéndice hacia arriba para empalar aún más ala caliente mujer que se lo estaba follando, a la vez que se decía para el mismo, que esta Katherine Riveros sí que sabía darle placer a un macho.
–Le gusta lo que le hago maestrito? Le preguntaba la joven hembra a su profesor, con sus hermosos ojos semi cerrados , producto dela acalorado excitación en que se encontraba,
–Siiiii zorrita realmente te mueves ri….coooooo! por Dios ni…ñaaaa!!… como me sorbes la ver…gaaaa!!
–Me he ganadooo mis cer…ti…fi…ca…dossss?…
–Claro que si linduraaaaa…, pero el otro lo conversaremos después, por ahora sigue cabalgandomeeee….. pu…taaaaaa!!

La rubia estudiante, ya más preocupada de su propio placer que de los certificados escolares inicio una acelerada cabalgada, con la única intención de dejar secas las bolas de profesor Tulio, se meneaba con auténtica calentura, en ciertos momentos ondulaba su cintura, arremetía y exprimía la verga que tan deliciosamente ella sola se estaba culiando para luego volver a una rítmica cabalgada que ya la estaban llevando hasta el mismísimo cielo.
El degenerado profesor determino que ya había dejado mucho tiempo que la acalorada puta que sabrosamente lo estaba cabalgando, se sintiera dueña de la situación, ahora le enseñaría lo que era culiar de verdad con un verdadero macho caliente, se enderezo como pudo y trabajosamente, ya que la Katherine Riveros quien se encontraba perdida en el mar de la lujuria no podía dejar de menearse violentamente, esto al profesor le encantaba, una vez enderezado y cuando la rubia quiso lanzarse a besarlo el profesor la tomo de sus suaves y pronunciadas nalgas y se la desclavo de una, arrojándola de espaldas a la cama, Katherine Riveros no sabía muy bien lo que estaba pasando, cuando lo vio venir asquerosamente a montarse sobre su curvilíneo cuerpo, se lo imagino como uno de aquellos asquerosos monstruos que aparecen en las películas de hentai, pensaba que solo le faltaban los tentáculos, pero esto la calentaban aún más.
El vejete se hecho con su aplastante y pesada humanidad sobre las curvas de la joven estudiante para comenzar a besarla en sonoros movimientos de lenguas y saliva, poco a poco comenzó a bajar por su anatomía, pasando por sus tetas que aprovecho de lamérselas por unos segundos, para luego pasar por su suave estomago con piercing incluido hasta llegar a su suave triangulito de dorados y suaves bellitos crespos y brillosos, abriendo asquerosamente su bocota de Tiranosaurio Rex, se zampo de un solo mordisco la pequeña ranurita que tenía Katherine Riveros al medio de sus piernas, movía su lengua como enajenado intentando penetrarla con ella lo máximo posible, se la sentía apretada y chiquitita, no se explicaba cómo solo hace unos cuantos minutos, aquella reducida grieta de amor se había comido en toda su extensión su gruesa tranca carnal, esto lo hacían calentar aún más.
El asqueroso hombre que ya se sentía dueño de aquel dorado cuerpo de la colegiala, ya se sentía enamorado de aquella rica panocha que se estaba comiendo, hacía mucho tiempo que no disfrutaba de los sabores de una zorra de 18 años, determinaba que era un excelente trato el que había hecho con Katherine Riveros, aun así pensaba que la rubia se había excedido un poco en el precio, por lo tanto era ahora cuando tenía que aprovechar que esto haya valido la pena.
La chupada de zorra continuaba, el vejete la veía ondular su pelvis al mismo compas en que él se la estaba comiendo , con sus bellas piernas bien abiertas y de par en par, con sus ojos cerrados, señal clara que la rubia lo estaba disfrutando, el con sus gruesos labios que no se separaban ni un centímetro de la panocha de Katherine Riveros, aspirando y comiéndose todas las aromáticas esencias que fluían desde el interior de su zorra sin desperdiciar nada, y con los desquiciantes gemidos y exclamaciones de placer que emitía la tierna chamaca, eran como la música de fondo, de aquella morbosa escena.
–Te gusta que te coma tu panochita putita calienta vergass, se atrevió a preguntar el viejo con cara de reptil, una vez que se separó de la sabrosa grieta para tomar un poco de aire…
–Siiiii ma…estro… siga…chu…pan…do…me…laaaaa!!, pedía Katherine Riveros sin dejar de menear su pelvis de arriba hacia abajo buscando los gruesos labios que tan gratificantemente le estaban haciendo sentir…
–Ya vas a ver trola de mierdaaa!! En un rato te voy a meter la verga hasta sacártela por la boca, para que no te queden ganas de andar haciendo tratos conmigo, le decía el maestro a la vez que se volvía a zampar la panocha, Katherine Riveros con sus cejas fruncidas por la calentura, solo pudo emitir un calenturiento…
–Ohhhhhh, al volver a sentir la pestilente boca de su profesor y el imaginarse la tremenda follada que le prometían.
Las lamidas en el tajo de Katherine Riveros de por si cada vez se volvían mas asquerosas, pero la rubia quería que el hombre no parara jamás de hacer lo que le estaba practicando, era la primera vez que se la chupaban, fue un momento imprevisto que ya no aguantando mas tanto chapoteo de lengua en su íntimo reducto amatorio, que comenzó mover sus caderas y cintura como una culebra, además de bufar como una total poseída…
– Cielo Yamile Riveros -Ahhhh ricoooooo…..profe….profeee…no pare… no pare…sigaaa comiéndomela todaaaa!!!, ohhhhh Diossssss!! diossssss!!, cosa que el profesor no se hiso de rogar y fue cuando se dio cuenta que la rubia había alcanzado un gran orgasmo, ya que sus poderosas piernas y muslos le atenazaron por la cabeza, oprimiéndolo con fuerzas hacia su jugosa panocha que no paraba de soltar líquidos que iban a dar en mayor parte a su boca y cara, quedando al final con todo su rostro de sapo mojado por las femeninas eyecciones.
Katherine Riveros quedo a patas abiertas, con su respiración totalmente acelerada y con su mirada vidriosa puesta hacia el techo, jamás había tenido un orgasmo de esas características, el vejete que recién se acordó de su tranca ya adolorida de tanto semen acumulado se montó nuevamente en las suavidades del cuerpo de aquella niña Diosa, y sin preguntar nada simplemente se lo metió hasta el fondo.
La rubia solamente se dejó que se lo metieran y al recordar lo prometido por su maestro, eso de metérselo tan adentro hasta sacárselo por la boca no dudo en secundarlo con el empeño, por lo que ya a los pocos minutos nuevamente estaban culiando como verdaderamente lo hacen un macho y una hembra.
El maestro Tulio se movía como desesperado sobre aquel femenino cuerpo de 18 años, a la vez que lengüeteaba asquerosamente el hermoso rostro de Katherine Riveros, la rubia quien se meneaba al mismo ritmo de su profesor y gozando con las lamidas en su cara, sentía que después de esta follada no podría volver hacerlo durante un mes, ninguno de sus novios había sido capaz de arrancarle un orgasmo real y verdadero, solamente no eran más que unos tímidos escalofríos los que había llegado a sentir con alguno de ellos , este viejo sí que era caliente pensaba, y sentía como su verga se adentraba en su cuerpo como si esta estuviera envuelta en llamas.
La culiada feroz continuaba, y así lo demostraban los sonoros crujidos de la rosadita cama de Katherine Riveros, que parecía que en cualquier momento se iba a quebrar, estos sonidos nunca antes ella los había escuchado, ya que se dijo que sus anteriores folladas había sido solamente por ahí y a la rapidita, pero ahora que los escuchaba en su propia habitación y en su cama misma determino que le encantaban estos sonidos, y hasta le parecía sentir que todos los muebles de su habitación vibraban y rechinaban al ritmo de la follada que le estaba pegando su profesor.
Estaba en estos pensamientos cuando sintió que el viejo se separaba de su cuerpo,
–Ahora te quiero en 4 patas pendejaaaaa!!, Katherine Riveros que se lo estaba pasando muy bien, no lo dudo mucho y rápidamente adopto la posición que ya había escuchado, y que ella nunca había practicado, pero que bien se sintió cuando ya estaba puesta, se sentía como una perra, le encanto sentirse meramente un animal, esos babosos que había tenido por novios no le llegaban ni a los talones a su maestrito que si sabía cómo follar a una mujer como ella.
El profesor Tulio ya desde hace rato dueño de la situación, se apegó al cuerpo de Katherine Riveros para apuntar y acomodar su verga a la entrada de la zorra, empujo con fuerzas hacia su interior metiéndosela hasta la misma raíz, la rubia lo recibió casi llorando por la emoción, bajo su cara para posarla en las rosadas sabanas de su camita, que ya estaban mojadas por tantas exudaciones corporales de ambos cuerpos, sentía en sus espaldas la blanda panza del macho que la estaba montando por detrás y que cada vez iba acelerando más los movimientos de meter y sacar.
El viejo la culiaba lentamente y en forma acompasada, la sensación de tener su verga metida en tan esplendoroso cuerpo lo tenían al borde de la eyaculación, pero el ver como se agitaban las carnes de la rubia por cada movimiento que el hacia lo aleonaban a querer seguir aguantando su explosión de semen, además que le daba miedo acabar dentro de la rubia, ya que la podía dejar embarazada y ahí sí que tendría problemas, hasta que de tanto mirarle el culo a aquella pendeja que tan rico le movía las nalgas dejándose follar, nuevamente el colmillo de la lujuria volvía a asomar en su caliente temperamento, mientras tanto la estudiante no paraba de gemir y moverse de lo tan rico que lo estaba pasando, sintió cuando el profe se la saco dejándola vacía, a la vez que noto como este caliente viejo verde comenzaba a lamerle el culo, situación que le hicieron ver las estrellas, sentía como la lengua del hombre le lamia aquella parte prohibida, pero era tan rico que ella no podía negarse.
Cuando el vejete noto que el culo de la hembra ya estaba bien mojado con sus salivas puso en práctica la sodomítica idea que había cruzado por su mente, tomo firmemente a la chamaca por una de sus caderas para que no se le fuera a arrancar al momento de la irrupción, acomodo su vergota en el rosado anillito de Katherine Riveros y se propuso a empujar. La iba a encular.
Katherine Riveros quien se mantenía entretenida sintiendo como le lengüeteaban el culo, no pensó nunca lo que su profe se proponía a hacerle, y cuando se sintió bien sujeta de sus caderas y al sentir como la tranca de aquel asqueroso viejo se posaba tímidamente a la entrada del diminuto y virgen puntito que tenía por culo, por primera vez en la noche se sintió aterrada, por ahí nunca se la habían hecho, algo había escuchado, pero ella estaba lejos de querer experimentarlo en ninguna ocasión , ni siquiera con el más bello de los príncipes azules y menos con este auténtico viejo degenerado que ya se estaba preparando para penetrarla analmente…
–Nooooo!!, fue su primer grito desesperado al notar de lo que pretendían hacerle…
–Callate putaaaa!! Acuérdate que tenemos un trato…jajjaja!! Le decía el amorfo profesor….
–Maestro esto no entraba en el tratoooo!!…Ohhhhh! Uffffffffffffff!!, no em…pu…jeeee!!, le grito al sentir el primer apuntalamiento….
–Grita todo lo que quieres pendeja, porque ahora te voy a encularrrrr, jajajajaja!!… y trata de disfrutarlo, porque te doleraaa!! Te viso que no podrás cagar como en una semana, jjajajajaj, le decía y a la vez burlándose de aquella rubia estudiante que siempre se creyó superior a todos los demás…
–Maestro Tulioooo…por fi…no me la haga por ahiiiii….que me va a doler…., le pedía la Katherine Riveros, intentando mirar hacia atrás…
–Lo siento putaaaa, me has tenido más que caliente en todo este tiempo, y si quieres tu certificado del primer semestre , este es el precio…, diciendo esto último y tomando impulso con máxima concentración, el profesor empujo con fuerzas demenciales hacia el indefenso cuerpo de la rubia, logrando ensartarla por el culo de una y limpiamente.

–Buaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!, Saquelooooooo!! Viejo degeneradoooo!! Por ahí no se haceeeeeee!! Fueron los fuertes y lamentosos alaridos que dio la hembra ensartada, una vez que se sintió enculada, sus ojos se abrieron como platos y sin ni siquiera pestañear, todo su curvilíneo cuerpo temblaba y no de placer, era solo un espantoso y animal dolor el que sentía la bella chamca.
Pero Katherine Riveros era una hembra brava, ella no lloraba, pero si opuso una encarnizada resistencia a no dejarse follar por el culo. El viejo solo reía y babeaba de tener ensartada por el culo a tan estupenda y buenota estudiante, la mantenía bien agarrada de sus caderas para que no se le fuera escapar, Katherine Riveros movía su culo en todas las direcciones posibles en su afán de que se la desclavaran, pero su enculador captor era más fuerte que ella, aun así la hembra lograba avanzar pequeños tramos en su huida, está más decir que todos estos movimientos y apretamientos de culo que hacia la rubia, lo único que lograban era que al vejete se le parara aún más la tranca, haciendo más difícil el desclavamiento…
–Saquelooo…saquelooooo…que me dueleeeee!! Viejo cochinoooo!!, vociferaba la adolorida joven,
–Jajajajaja!! Estas loca si crees que te la voy a sacar, aceptalo pendeja te acabo de encularrrr!!! Ahora sí que te tengo como yo queriaaa, como a una verdadera perraaa, has visto como culean los perrrosss?’, pues es así mismito como nos vamos a poner a culiar ahoraaaa, jajajajaja!!, a la vez que le decía esto último el profesor volvía apuntalarla para alojárselo lo más adentro posible…
–Ufffffffff, gemía Katherine Riveros sintiendo e imaginando lo profundo que se lo habían metido, hasta que ya viéndose perdida, y como ella era toda una zorra, se atrevió a decirle a su profe… –No se mueva que me dueleee!!, pero oiga profe, si yo me dejo encular como Ud. quiere, me haría los dos certificados este mismo semestre?, Ohhhh diosssss!!, gemía de dolor ante el mas mínimo movimiento que hacia su verdugo….
–Eso lo veremos después maldita perra interesada, todo dependerá a cómo te portes! aún queda mucha noche por delante!!, jajajajaja!!
Sabiendose bien enculada y teniendo claro que ya no tenía nada más que perder la rubia intento calmarse y dejar que su profe la enculara de la forma que él quisiera.
Don Tulio, sí que se la estaba pasando bien con aquella rubita, y todo por la codicia de la pendeja, pensaba y reía para sus adentros, sintiéndose ya con más confianza y notando que la pendeja se estaba ofreciendo a cooperar, se afianzo aún más firmemente a esas suaves caderas, para comenzar a culearla y hacerle ver cómo era follar con un verdadero potro en estado de celo, metiendo y sacando su verga del ensangrentado culo de Katherine Riveros.
El viejo se propuso a darse el máximo de placer posible no importándole el inmenso dolor que le estaba provocando a la adolorida colegiala, durante unas deliciosos clavadas anales, en donde la rubia gemía, gritaba y aguantaba estoicamente su suplicio, don Tulio pudo disfrutar de tan excelso disfrute, consiguiendo que su erección y placer se tornasen mucho más consistentes e intensos, de lo que era hasta ese momento.
–Toma perraaaa!! Esto eras lo que andabas buscando desde hace ratoooo!!
–Ahhhhh don Tuliooooo, más despacio que me va a descularrrrrrr!! le pedía con su rostro lleno de dolor. Ohhhhh!! Dueleee!! Dueleeeeeee!!

Durante unos buenos minutos en que el vejete no paraba de meter y sacar su verga del apretado esfínter de la rubia, y notando que la yegua a la cual estaba domando ya se mostraba más amansada, se propuso a parar un poco la faena , estaba bañado en sudor, al igual que Katherine Riveros que daba el aspecto de como si recién hubiese salido de darse una ducha , por todo lo majada en transpiración debido a los firmes y violentaos movimientos de verdadera apareamiento animal que le estaban pegando.
Cuando la estudiante noto que su maestro aminoraba el ritmo de la culiada, no supo el por qué a ella le dieron tantas ganas de seguir moviéndose, las clavadas eran netamente dolorosas, pero lo que la confundía era la sensación de sentir se una perra, de que la tuvieran puesta en 4 patas y que un horrendo vejestorio se la estuviera metiendo por el culo, hasta que ya no aguanto más y prácticamente le ordeno,
–Métamela entera viejo cabronnnn!!, hágame cagar el culo a vergazos pero siga metiendomelaaaaa!! Muevaseeeee enculemeeeeee!! Acaso eso no era lo queriaaa!!, Katherine Riveros al soltarle todo este tipo de peladeces a su profe, más se encabritaba y calentaba al mismo tiempo, al maestro Tulio casi le da in infarto cardiaco al notar el nivel de calentura de la hermosa joven que cada vez lo sorprendía mas por lo excelente que era para la cama, por lo que comenzó un frenético mete y saca que llegaba hasta lo más profundo de las entrañas de la rubia y caliente chamaca, –Ayyy profe me esta matandoooo , me va a mataarrrrrrrrrr!!! Ahhhhhh ricoooooooo probarlo por el culooooo profersorcitooooo!!
–Tomaaaaa!! Pinche trolaaaaa de mierdaaaaa!! Eres todaaa una putaaaaa!! Y eso que no querías perraaaa mal paridaaaaa!! Jajajaja!!
–Lo quieroooo!! Lo quierooooo… todoooooooo… adentro… del culoooooo!!, Katherine Riveros ya babeaba presa de la excitación y de todas sus desinhibiciones que había logrado sacar al dejar se encular por un asqueroso viejo con cara y ojos de sapo.
El vejete quien se mantenía bien ensartado al medio de las bien formadas nalgas de la estudiante, se inclinó por sobre sus espaldas buscándole la boca para besarla, la hembra lo recibió con desesperación, ambos se devoraban las bocas, quedando clogando gruesos hilos de babas cada vez que se separaban producto de los férreos movimientos que se daban, uno enterrando hacia adelante y la otra levantando aún más el culo para que aquella gruesa verga no fuese a salirse de sus interiores anales.
De pronto la Katherine Riveros se quedó quieta y con sus ojos bien abiertos, el viejo Tulio noto esta extraña reacción de la caliente y rubia jovencita, vio que desde su cintura hacia abajo la pendeja temblaba, el temblor de nalgas cada vez se hacía más encabritado, por lo que dedujo que la chamaca estaba al borde de su primer orgasmo por el culo, hasta que la escucho bramar,
–Ohhh Diosssss!! …Ohhhhh Diosssss!!… Que es esto Dios mioooooo!!…profe….me estoy corrien…dooooo..por…el cu…looooooo!!
El viejo maestro de escuela, al notar en el estado que tenía a una de sus más bellas estudiantes, clavo su virilidad hasta lo más profundo se sus viseras, arrancándole un sonoro y prolongado grito de placer, a la vez que notaba los fuertes espasmos y contracciones anales en que la joven inconscientemente le apretaba la verga, mientras mas fuerte gritaba la chamaca , más profundo se lo metía…
–Te gusta yegua de mierdaaaa!! Te gusta que te metan vergaaaa por el culoooo!!
–Siiiiiiiiiiiii…profe ahhhhhhh, ohhhh, mmmmmm, ayyyyyy!! me sigo corriendoooooo, ohhhhh Diosssssss, siento que meoooooo! Siento que me meooooooo!! Ricoooooooooooo!!
El vejete se la saco de una, Katherine Riveros se desplomó en su cama presa de inevitables contracciones y espasmos de placer, don Tulio la miraba masajeándose la verga con una cara de auténtico degenerado, la veía con sus ojos blancos como una posesa, su enervante calentura se plasmaba, en las abundantes cascadas de flujos y líquidos femeninos que emanaban desde sus entrañas y que salían desde su zorrita y por el culo al mismo tiempo, entre gritos y gemidos de auténtico placer, las contracciones fueron pasando quedando casi aturdida con pequeños tiritones en su escultural cuerpazo, cuando ya todo había pasado para Katherine Riveros y mientras aun no volvía a su estado normal levanto su carita que más parecía la de un femenino demonio recién sacado del infierno, por el rictus de puta recién saciada en que la había dejado el maestro Tulio, este ya no aguantado mas tanta lujuria, y dándole rienda suelta a uno de sus más desequilibrados deseos para esa noche de impúdica obscenidad, tomo delante de los ojos de Katherine Riveros uno de los vasos en que anteriormente habían tomado Tequila y pasándole este a la aún caliente muchacha, esta lo puso en la punta de su verga, hasta que por fin para el vejete llegaba su momento del orgasmo,
–Arrrrrrrggggghhhhhhh!! Gruño mientras copiosas descargas de abundante semen blanco lechoso y caliente se iban depositando en el vaso sostenido por Katherine Riveros, quien no perdía detalles, los vio salir expulsados con fuerzas, el primero casi llego a un cuarto de vaso, seguido por tres de la misma potencia e intensidad y seguido por otros cuatro que a medida que salían eyectados iban disminuyendo en poderío.
Katherine Riveros quedo fascinada por la gran cantidad de semen que había juntado en el vaso y que ya sabía que era solo para ella, su espesura, su blanquecino y a veces semi transparente color que tenía aquel liquido potente y varonil, se apoderaron de sus más insanos deseos de hembra, y ella el saberse la causante de toda esa expulsión de verdadera leche de macho, se bajó de la cama en forma casi desesperada quedando de rodillas ante el maestro Tulio, y teniendo aun el vaso lleno de semen en sus manos, en forma instintiva procedió a bebérselo y siempre mirando con sus ojos de viciosa a la degenerada cara de su profesor.
El maestro Tulio miraba la función que le estaba dando esa putilla, con cara de ser un feliz y autentico degenerado, se fijaba en como el botoncito de la garganta de Katherine Riveros subía y bajaba al estar bebiendo y tragando todo su semen, hasta que la rubia colegiala lo vació todo, se había bebido hasta la última gota, para luego tirar el vaso hacia cualquier parte y quedar mirando al que había sido su macho con una sonriente cara de puta recién estrenada, ala ves que se sobaba su vientre a la altura de su pierceng,
–Y ahora profe… me gane mis dos certificados, le consultaba haciendo ademanes de niña mimada…
–Si pendejaaaa, el primero ya te lo ganaste! y con creces!!, jejejeje, le iba diciendo a la vez que la tomaba de sus poderosas formas para volver a dejarla acostada en la cama, el vejete se acostó con ella y tapo a ambos con los gruesos cobertores, para luego apagar la luz de la lámpara y abrazarse a su curvilíneo cuerpo desnudo de la Katherine Riveros, y una vez ya estando en total oscuridad dentro de la habitación, le dijo–Ahora que ya estamos acostados en la cama como marido y mujer vamos a discutir lo de tu segundo certificado putita, jejeje…tal como tú lo dijiste!!
–Si pendejaaaa, el primero ya te lo ganaste! y con creces!!, jejejeje, le iba diciendo el maestro Tulio a Katherine Riveros a la vez que la tomaba de sus poderosas formas para volver a dejarla acostada en la cama, el vejete profesor se acostó con ella y tapo a ambos con los gruesos cobertores, para luego apagar la luz de la lámpara y abrazarse al curvilíneo cuerpo desnudo de la Katherine Riveros, y una vez ya estando en total oscuridad dentro de la habitación, le dijo –Ahora que ya estamos acostados en la cama como marido y mujer vamos a discutir lo de tu segundo certificado putita, jejeje…tal como tú lo dijiste!!.
Sentada a la derecha en el destartalado coche del siniestro don Pedro, Cielo Riveros iba contrariada y aun espantada por lo sucedido recientemente, no podía creer en la terrible situación que había vivido, había sido violada, pensaba en como su virginidad había sido arrebatada por un desalmado, asqueroso y vil vejete. Recordaba que varias horas antes se encontraba dormida en la seguridad y calidez de su habitación cuando fue interrumpida por su mejor amiga invitándola a la Feria, fue en esto que al acordarse de Katherine Riveros pensó en avisarle que ya iba de regreso y que tal vez en 30 minutos estaría llegando a su casa, decidió enviarle un mensaje,
–Y a quien le enviás mensajes a esta hora pendeja!?, le vocifero don Pedro mientras manejaba y cuando se percató que Cielo Riveros estaba enviando un mensaje desde su teléfono, la pobre que aún estaba muy apenada por la traumática experiencia sufrida en manos de aquel iracundo vejestorio, le contesto con la verdad para que él no se volviera a enojar y le pegara nuevamente,
–A una amiga… se suponía que andábamos juntas en la feria…, yo la estaba esperando a ella… cuando lo conocí a Ud…. y sus amigos, le respondió con voz temblorosa.
–Ahhh sí!, jajajaja!! te refieres a la otra putilla que andaba contigo en busca de verga, la rubia jajajaja!!, si!… la recuerdo bien!, no estaría mal que me la presentaras…que tal si un día de estos nos pegamos una fiestecita entre los tres… que me dices lindura, acaso no te parece una buena idea?,
–No lo creo don Pedro, no sé si ella quisiera ir a una fiesta conmigo y con Ud., además que ella tiene novio y… El mecánico la interrumpió y no la dejo terminar lo que le estaba diciendo, y al estar en un semáforo en rojo aprovecho esta situación para intimidar a la pobre y asustada jovencita, quería que una vez que él ya se retirara dejándola en su casa, no se le olvidara quien era desde este día su único y verdadero dueño,
–Me importa una verga si ella tiene novio, o está casada o soltera…!!!, le gritó el vejete, –El caso es que cuando yo te lo diga tú vas y me la traes!!! Acabo de decidir que me la quiero coger!!! Y tú me ayudaras!!! Entendiste escuincla de mierda!!! Diciéndole esto último la tomo bruscamente de sus cabellos y la jaloneo hacia su cuerpo para que ella lo mirara directamente a su cara, para luego continuar…–Te recuerdo que desde hoy pasaste a ser mi mujer! Mi puta personal!! Serás mi zorraaa!!! Así que andate preparando pendeja, en un tiempo más te iras a vivir conmigo y nos casaremos!!! Jajajaja!!! Te llenare de chamacos!!! Jajajaja!!! Pero antes te hare putiar por las calles… quiero que por las noches andes culiando y ganando dinero para mi…jajajaja!!! Además te deberás abrir de patas y culiar con todos mis amigos y todas las veces que yo te lo ordene, así que dejate de contestarme estupideces, te queda claro grandísima putaaaa!!!
Cielo Riveros quien estaba totalmente espantada con todos los planes que tenía don Pedro para su futuro, estaba al borde del llanto le veía las arrugas de su cara, ese destello en sus enrojecidos ojos le daban un aspecto demoniaco, ni que decir de sus cariadas encías sumado a varias piezas dentales que no estaban en su lugar, el vejete continuaba, –Y tú tienes la culpa pendeja, nadie te mando a andar por ahí levantando vergas a diestra y siniestra, así que te lo repito… cuando yo te ordene algo tu solo debes obedecer, o acaso se te olvido que tengo en mi poder tu certificado oficial de puta… por lo tanto desde ahora tu solo vives para darme dinero y para mi verga… jajajaja!!! Diciendo esto último la bajo violentamente frotándole la cara contra su tranca, para luego de unos breves segundos de restreguéo levantarla y arrojarla hacia el lado del copiloto.
Cielo Riveros con todo su pelo alborotado y respirando agitadamente solo lo quedo mirando con su carita de asustada, no entendía ni comprendía por que este viejo se creía su dueño, aunque sabía que si no le obedecía en lo que él le solicitara su vida estaría perdida, como le podría explicar a su madre y a su abuelito del porque le habían cursado una infracción por ejercer la prostitución en la vía publica, o que dirían sus maestros y compañeros del colegio al enterarse que ella… la que siempre destacaba con excelentes calificaciones salía por las noches a prostituirse, esto era mentira!!, pero como podría explicárselo a todos …no le creerían, y por Dios!!!, pensó de pronto, con qué cara podría ver a Rodrigo su novio si este llegaba a enterarse de lo que supuestamente ella hacía por las noches y a espaldas de todos sus seres queridos, miro casi con rabia al hombre culpable de toda su desdicha, y que más encima solo hace un par de horas le había robado su virginidad violándola adentro de una oficina con cama que había al interior de un taller mecánico, no le quedaba más opción… tenía que obedecer y hacer caso en todo de lo que le ordenara don Pedro, se consolaba a medias pensando que tal vez así podría seguir llevando una vida normal.
Una hora antes en la casa de Katherine Riveros, paradójicamente y por esos misterios de la vida acontecía una situación no igual pero si muy similar a lo que anteriormente le habían solicitado a Cielo Riveros, pero ahora era a la hermosa Katherine Riveros a quien le solicitaban colaboración para que otro viejo degenerado y sinvergüenza se beneficiara con el despampanante cuerpo de nuestra candorosa e inigualable Cielo Riveros.
Estando aun acostados, Katherine Riveros y su horrendo profesor con cara de sapo, ambos desnudos y abrazados después de haber descansado unos buenos minutos tras la bestial follada que el obeso maestro y la escultural estudiante se habían pegado, fue la rubia y alocada colegiala quien toco primero el tema de cuál sería el precio que tendría que pagar por su segundo certificado de notas.
–Y profesorcito? Me va a decir que es lo que tendré que hacer ahora para ganarme mi segundo certificado?, le consultaba intentando ser lo más candorosa y sexi que pudiera, y esto no le costaba mucho, pues la jovencita era muy atractiva para los ojos de cualquier macho en estado de calentura.
–Claro que te lo diré ricura, jejeje, veras rubita…, al viejo cuando hablaba le caían vistosas gotas de babas por ambos lados de sus gruesos labios de batracio, –Fue verdaderamente un placer haberte reventado el culenque, jejeje! así que tu primer certificado ya te lo ganaste, jejeje, pero siendo realista y viendo las serias complicaciones que esta situación me podrían traer en el colegio si es que alguien me descubriera, esto hace que el precio por tu segundo certificado sea algo un poco más elevado, no sé si me entiendes lindura, jejeje…
–Pues diga no más don Tulito… para que soy buenita…todo por mi segundo certificado de notas, jijiji…le dijo coquetamente a la vez que le prodigaba una serie de eróticos besos en las peludas y canosas tetillas fofas del vejete con cara de sapo.
Al sexagenario maestro el solo hecho de estar acostado desnudo con una de sus más potentes y hermosas alumnas y por la emoción y excitación que le causaba la desvergonzada solicitud que estaba a punto de soltarle a la curvilínea Katherine Riveros ya se le estaba volviendo a parar la verga, por lo que sin pensarlo dos veces se dio a poner en conocimiento cual sería el precio por el segundo documento en cuestión.
–Escuchame bien chamaca, ahora te voy a decir cuál es el precio por lo que me pides, este tiene varias condiciones…deberás pensarla bien porque o si no hasta aquí no más lo dejamos, claro que antes de irme sea cual sea tu respuesta igual te pegare una última follada, jejeje. Katherine Riveros escuchaba atentamente. –En vista de lo rica y buenota que eres para culiar… quiero que estos 5 meses que restan para que termine el año escolar nos sigamos acostando por lo menos dos días a la semana.
Katherine Riveros al escuchar la infamia que pretendía su profesor en forma casi automática se separó del grasoso cuerpo de don Tulio, este viejo de mierda se estaba excediendo en el precio pensaba la ahora atribulada chiquilla, una cosa era que ella se haya calentado por culpa de los tragos y por el interés de sacarle a como dé lugar los certificados de notas acostándose con él, pero otra muy diferente era que ella siguiera dejándose follar si como fuesen novios, aparte de que era inmensamente asqueroso y feo.
–Noooo!!…yo no me seguiré acostando con Usted!! O sea… el trato era solo por hoy!!! Exclamo Katherine Riveros quien ante tal desvergonzada solicitud volvió de una a la cordura.
El degenerado profesor al notar que su alumna daba muestras de no querer acceder a lo que él estaba solicitando se adelantó y la atrajo nuevamente hacia su cuerpo oprimiendo las suaves tetas de Katherine Riveros contra su suelto y peludo pecho canoso…

–Está bien, le contesto el vejete, –Si no quieres no hay problema… pero eso no impedirá a que te culie nuevamente antes de irme, jejeje…el lunes puedes pasar a buscar tu certificado, pero el otro lamentablemente no te lo puedo dar, esto se lo decía con la única razón de intentar tocar la parte interesada de la mente de la muchacha, luego comenzó a darle una serie de asquerosas lamidas en el lozano rostro de Katherine Riveros, la colegiala ahora sentía asco al estar en tales condiciones con un viejo con cara de reptil y de casi sesenta años de edad, y para rematarla tenerlo acostado desnudo en su propia cama y con ella en iguales condiciones.
La Katherine Riveros pensaba muy aconjodamente que la anterior follada con su maestro no había servido de mucho, si bien ya tenía el certificado del primer semestre, este no servía de mucho si no obtenía el segundo, pero el precio que estaba poniendo aquel asqueroso hombre con ojos hinchados era demasiado alto, ella no se veía acostándose dos veces a la semana con aquel perverso y degenerado vejete, sabía que el hombre ya se estaba preparando para volver a metérselo, por lo que la estudiante de 18 años ya se acondicionaba psicológicamente para un nuevo coito, había asumido que tendría que volver a culiar con su maestro.
Llevaban varios minutos en en que el viejo la punteaba haciendo movimientos de como si ya la estuviera culiando, la cama ya crujía exquisitamente también preparándose para lo que se venía.
El viejo con una de sus manos le apretaba sus mandíbulas haciendo que ella abriera su boca para el introducir su mórbida y pegajosa lengua para luego soltarla, y por debajo de las cobijas pasear a su regalado antojo sus sebosas manos y recorrer las suavidades del femenino y joven cuerpo que tenía a su alcance, la rubia colegiala experimentaba en su plano vientre como la sudada y blanda panza del vejete se movía hacia todos lados en el afán de su dueño por mantenerse pegado lo más posible a ella, y en el momento que sintió la dura y caliente punta de la vergota de su amante ocasional entrar a medias en su núbil vagina y el estar siendo nuevamente acomodada de espaldas para dar paso al apareamiento sexual, se dijo para sí misma que tal sacrificio debía valer la pena, ya no había nada que perder y si un certificado por ganar…
–Acepto!! Le soltó de una y claramente.
El viejo quedo paralizado por unos momentos ante la mágica palabra de la descocada e interesada jovenzuela…
–Jejeje…pero mira que interesada me saliste putita mal criada…el viejo se mantenía enterrado con solo un cuarto de verga en la dorada y apretada panocha de la Katherine Riveros, –Pero veras cuando me interrumpiste hace un rato yo aún no terminaba de decirte cual es el precio… aún faltaba la otra mitad y la más importante lindura…estas segura que podrás cumplir con lo que te pida?…
–Le cumpliré profe…pero es que me da miedo… quedar embarazada, le dijo con sinceridad y entre cortadamente, a la vez que le iba abriendo sus piernas para que el viejo quedara montado más cómodamente, la rubia continuo…–La verdad… es que necesito el segundo certificado…, pero dígame… cual es la segunda parte del trato?, consultaba con sus ojos cerrados y con sus bellas pernas abiertas experimentando el delicioso cosquilleo que le causaba el tener metida a medias aquella gorda tranca de macho,
–Pus…si te da miedo que te pueda preñar… todas las semanas te daré un dinerito para que te compres pastillas, jejeje ves?, todo tiene solución en esta vida… ahora te diré la segunda parte de mis condiciones putita…, el vejete metió sus manos por debajo de los hombros de Katherine Riveros para afianzársela mejor, y midió bien sus palabras para que la estudiante lo apañara en su nueva solicitud… –Tengo entendido que tú eres muy amiga de la Cielo Riveros …
–Así es… pero… que tiene que ver mi amiga Cielo Riveros con todo esto? Katherine Riveros sentía como la gruesa verga del profe le habría la vagina, ya que esta estaba adquiriendo una dureza y rigidez aún más mayor que en la follada anterior, no quería desconcentrarse de aquel rico estado, y era lógico si el viejo se calentaba hasta más no poder con solo pronunciar el nombre Cielo Riveros.
–Aunque no me lo creas tu amiga tiene que ver en todo esto, el viejo se lo metió otro poco, –Ohhhh pero que calentita es tu panocha por dentro cosita ricaaaaa!!!
Katherine Riveros sintió el leve adentramiento de verga, pero aún no estaba del todo caliente, eso sí que igual estaba sintiendo muy rico. Su profesor la tenía intrigada todavía se preguntaba que tenía que ver Cielo Riveros con todo esto.
–Pero vamos… dígame!… que es lo que quiere saber de ella?, le volvía a decir una a medias ensartada Katherine Riveros…
–Quiero… que me ayudes a… culiarmelaaaaaa!!, diciendo esto último el vejete empujo con fuerzas al ya entregado cuerpo de la joven estudiante quien recibió y albergo en su vagina la verga del maestro Tulio en todo su grosor y longitud.
Katherine Riveros quedo impactada con semejante solicitud, mil ideas pasaban por su mente, a la vez que sentía como el viejo profesor se echaba sobre su cuerpo y comenzaba lentamente a moverse metiéndoselo y sacándoselo en forma aceitosamente acompasada intentando de aprovechar y de sentir al máximo las gratificantes sensaciones que le provocaban en la verga al estar al interior de la panocha de la rubia colegiala.
La ensartada estudiante intentaba por todos los medios posibles ordenar las ideas, se preguntaba porque este viejo caliente le hacía tal solicitud, Cielo Riveros era su mejor amiga y por nada del mundo haría una barbaridad del calibre que le estaba solicitando el mismo vejete que en esos momentos le tenía metida la verga hasta lo más recóndito de su ser.
Las ideas revoloteaban como alocadas mariposas en su mente, meditaba en la vileza de tal solicitud, como así mismo veía difusas imágenes de su amiga del alma desnuda y ensartada en la verga de aquel hombre tan feo y degenerado, no supo por qué motivo el solo imaginársela en tales condiciones le bajaron unas desesperadas ganas de abrirse aún más de piernas, para que su profe se la metiera más profundo de lo que ya se la tenía metida y para poder así sentir más rico aun de lo que ya estaba sintiendo.
Por su parte el profesor Tulio estando montando y aserruchando el febril y curvilíneo cuerpazo de la Katherine Riveros, se daba cuenta que la joven poco a poco se iba perdiendo en las constelaciones de la calentura, sabía que el silencio de la rubia era por algo, si se hubiese negado a su segunda tanda de solicitudes lo habría hecho al instante meditaba sin dejar de empujar su verga para adentro, la vio con sus ojos cerrados y sus labios semi abiertos, acerco lentamente sus asquerosa boca de reptil a los de la hermosa y semi caliente joven, ella no se movió solo abrió sus labios y ambas bocas se unieron, sus lenguas se buscaron hasta enredarse una con la otra, así fueron exquisitos los minutos que estuvieron atracándose y culiando apasionadamente, como si la última cláusula del contrato entre ambos ya estuviera firmada.
En el mismo momento en que el vejete se aprontaba a separarse del asqueroso beso con lengua con la clara intención de continuar presionando a Katherine Riveros para que ella le ayudara a concretar una violación con la dulce Cielo Riveros, y que la respuesta más segura en aquel morboso y erótico momento sería un categórico si, el fuerte zumbido de vibración del teléfono de la rubia chamaca saco a la pareja de aquel placentero estado de mal sana excitación.
Katherine Riveros a pesar de lo muy rico que se la estaban culiando como pudo estiro su mano hasta el velador, tenía que revisar el mensaje que se anunciaba como entrante ya que podrían ser sus padres, por nada del mundo quería que la sorprendieran acostada con el profesor más feo que existía en el colegio, de muy malas ganas tomo su teléfono y reviso, mientras el viejo no paraba de empujar firme hacia el interior de su vagina, su sorpresa fue grande una vez leído el mensaje, era de Cielo Riveros y le decía que llegaba en 30 minutos a su casa, esta situación hizo que la calentura y lo rico que había sentido se esfumaran en el acto,
–Profe!… salgase!! ¡El mensaje es de Cielo Riveros …y dice que llegara en cualquier momento!!!…
El profesor Tulio hubiera dado su vida por no salirse del potable cuerpo de Katherine Riveros, pero con solo escuchar el nombre Cielo Riveros reacciono con la verga puesta en su mente y supuso que este sería el mejor momento para convencer a la interesada colegiala que le ayudara en sus viles propósitos.
Mientras la extraña pareja de amantes se vestía rápidamente en la oscuridad de la habitación de Katherine Riveros fue el hombre quien comenzó la conversación…
–Y qué me dices rubita?… ahora que ya está por llegar la otra chamaca…me ayudaras a convencerla u obligarla para que se acueste conmigo?, jejeje…
–No sea tan cara dura viejo cochino!… yo no forzare a mi amiga a hacer algo que ella no quiera… si no fuera porque necesito esos certificados yo nunca lo hubiera hecho con Usted, le dijo en el momento en que ya terminaba de darle los últimos toques a su corto vestido negro,
–Jejejeje…pero a pesar de tus palabras lo disfrutaste como una cerda si hasta te bebiste todos mis mocos…jajajaja!!!
–Estaba ebria…solo lo hice por eso…ahora acompáñeme al ante jardín a esperarla…
Una vez apostados y ambos fumando en el antejardín de la casa, el caliente vejete de don Tulio continuaba en su afán de querer convencer a la estudiante en su desalmada solicitud…
–Mira…hagamos un trato pendeja…, le decía mientras le mandaba una senda chupada a su cigarrillo, –Si me ayudas a convencerla y lo logramos…te prometo que para esta misma semana te doy los dos certificados, y te libras de tener que acostarte conmigo lo que queda del año… y si no nos resulta, lo dejamos tal como estamos, o sea ya no te pediré más tu ayuda con la Cielo Riveros, pero eso sí que nos juntamos para follar dos veces a la semana tal como te dije hace un rato…que te parece?, es un trato justo…
–Mmmm…no lo sé…no creo que Cielo Riveros quiera hacerlo con Ud. Además, que ella tiene muy poca experiencia en estas cosas, le decía Katherine Riveros a la vez que levantaba su mirada en todas direcciones para ver si su amiga aparecía por algún lado…
–Pues intentémoslo ricura… piénsalo!! son tus certificados de notas, así tendrías que esperar solo que pase el año sin tener la necesidad de estar preocupada de exámenes y de todo ese tipo de mamadas que a ti tanto te aburren…jejeje. El viejo profesor era un auténtico degenerado, por algo era tan amigo del cojo Juan, si él quisiera se las podría violar a ambas juntas, pero estas chamacas eran muy conocidas en el colegio, y no estaban en situación de vulnerabilidad, como si estaban otras que el simplemente las violaba y las golpeaba a su regalado antojo, además que el cojo había tenido suerte haciéndose con el diario de Cielo Riveros, pero él no tenía nada como para presionarla, o como otras alumnas que por un poco de droga o algo de dinero se dejaban hacer de todo.
Katherine Riveros no podía dejar de pensar en el excelente trato que le proponía el profesor Tulio, pero se trataba de su amiga del alma, ella no podría hacerle ese tipo de canallada, sabía que Cielo Riveros no era como ella, o como sus otras amigas, mientras continuaba mirando hacia la esquina de fondo escuchaba las continuas suplicas del degenerado profesor para que ella intercediera en sus calientes pretensiones de hacerse con el cuerpo de su amiga de infancia, pensó que si Cielo Riveros por lo menos hubiera sido de otra forma tal vez habría aceptado, pero ella la conocía bien, sabía que no aceptaría bajo ningún precio andar acostándose con cualquiera y menos con tan espantoso vejete, pero a lo mejor era algo de eso lo que le faltaba a su amiga, despertar un poco de su ingenua personalidad, si hasta capaz que sacara algo beneficioso para ella en todo esto, y lograr que viera que la vida está llena de oportunidades y situaciones para sacarle provecho.
Estos erróneos pensamientos sumado a la codicia de la joven hicieron que en algo flaquera en la lealtad con su amiga,
–Lo intentare…pero no le prometo nada, le dijo finalmente a su profesor.
–Jejejeje…sabía que aceptarías ya que es un excelente trato, le contesto el degenerado en forma emocionada. Al vejete con solo pensar que tal vez estaba solo a minutos de acostarse con Cielo Riveros ya tenía la verga como fierro, solo faltaba que la endemoniada chiquilla llegara de una buena vez, ahora sí que no se le iba escapar se prometía, como así mismo ya se imaginaba que si la situación se le presentaba algo favorable fácilmente podría acostarse con las dos juntas, si hasta ya se sobaba las manos por tener tanta buena suerte.
–Le dije que solo lo intentare…sigo pensando en que la Cielo Riveros na va a querer hacerlo…
–Tu solo háblale bien de mí, yo me encargo de lo demás…le haremos una pequeña fiesta de bienvenida, te queda algo de licor?,
–En el estante hay otra botella de tequila que está cerrada…
Don Tulio recordó claramente como la rubia se había calentado rápidamente con los tequilas que le invitaron en la feria el con el cojo, como así mismo a su mente llegaron nítidas las proféticas palabras del cojo Juan: “si le damos de beber del tequila más barato, ese par de putas no sabrán ni de la zorra!!”…
–Óyeme rubita…te quiero hacer una consulta, jejeje…a tu amiga le gustan los golpeaditos de Tequila…
–Ufffff…le encantan…y a mí también!! No me va a decir que va a preparar unos golpeaditos con sal? jijiji…
–Pues eso mismo es lo que estoy pensando lindura, y no te esfuerces mucho con tu amiga, total si no quiere que la vamos a hacer, le dijo el suertudo profesor para confundir a su bella estudiante…
Ya eran las tres de la madrugada cuando Katherine Riveros vio que un destartalado automóvil se estacionaba en la esquina de su casa, don Tulio solo hacían algunos minutos que se había ido a la cocina a partir limones y preparar los vasos, luego de un buen rato vio que en el interior del cacharro había una pareja de enamorados besándose en forma apasionada, pero no podía verle las caras, a lo lejos veía que la pareja se notaba bastante entretenida haciendo quizás que tipos de cosas, vio por fin que la mujer que había estado acompañada de un hombre al cual no pudo verle la cara, bajaba del vehículo, y que por la misma ventana del copiloto se despedían con otro romántico beso de enamorados, luego vio que el destartalado automóvil dio la vuelta en la misma esquina en donde había estado estacionado, hasta que desapareció algunas cuadras más abajo, ahí recién se pudo dar cuenta que era la misma Cielo Riveros en cuerpo y alma a quien habían venido a dejar en aquel cacharriento vehículo.
(Minutos antes en el cacharro de don Pedro)
–Llegamos putita, jajajaja!!! No puedes negar que allá en el taller lo pasamos de maravilla pendeja…
Cielo Riveros por su parte solo tomo sus cosas y ya se aprontaba para bajarse del auto, cuando fue tomada por el viejo fuertemente del brazo,
–Y que modales son esos perra de mierda!, crees que te vas así no más y sin despedirte de tu macho!?,
–Don Pedro… por favor…allá afuera esta mi amiga y no quiero que me vea con Usted, podría sospechar algo…
–Acaso te doy vergüenza escuincla calienta vergas!!!, acuérdate que desde hoy soy tu marido… soy el que te culeaaaa!!! Y aunque no te guste tu eres mi mujer!!!, así que despídete como corresponde… dame un beso con harta lengua o si no soy capaz de bajarte de mi coche y culiarte delante de tu amiga y de todos los vecinos que quieran ver el espectáculo, así que convénceme que soy tu marido!!!
La colegiala a sabiendas que don Pedro era capaz de hacer todas aquellas atrocidades que le estaba diciendo, acerco su fresca boca a la del vejete, este al recibirla se la comenzó literalmente a comer, prácticamente se la estaba succionando e intentaba absorber todo lo que ella tuviera dentro de su cuerpo, por su parte la joven solo se dejaba hacer, después de este asqueroso beso por fin se podría ir a la casa de Katherine Riveros y olvidar las traumáticas experiencias vividas en aquella horrorosa noche de feria.
El salivoso besuqueo continuaba, el vejete no quería separarse de su joven Diosa que el mismo se había encargado de estrenar sexualmente por su vagina, deseaba ver que es lo que pasaba ahora que tenía prácticamente intimidada a la encamable colegiala, pero en la mente de la mocosa de 18 años ya estaba pasando de todo, Cielo Riveros se preguntaba como ella era capaz de estar besándose con aquel ordinario tipejo, recordó como su cuerpo le había hecho sentir tan rico después que el vejete le había enterrado el pico en su virgen zorrita, y de hecho en estos mismos momentos ya sentía al medio de sus piernas ese agradable cosquilleo que le prometían placeres aún mayores.
El asqueroso beso fue aumentando en intensidad y ansiedad, las manos del mecánico fueron tomando una descarada confianza en el curvilíneo cuerpazo de la tierna colegiala, a la vez que sus lenguas ya se enredaban una contra la otra, concretamente el vejete ya la había pasado a su asiento y la tenía montada en su regazo, hasta ya le había subido el vestido a la altura de su cintura, la chamaca estaba muy nerviosa ya que iba desprovista de ropa interior, esta había quedado destrozada en el basurero del taller mecánico, sentía como el vejete ahora después de haberle soltado la boca le besaba el cuello combinándolo con salivosos chupeteos en la oreja.
Cielo Riveros estaba paralizada ya que se daba cuenta que el ordinario viejo no tenía ninguna intención de soltarla, y le preocupa que Katherine Riveros estuviera viéndolo todo.
Por su parte el desalmado don Pedro se daba cuenta como su técnica poco a poco iban haciendo Katherine Riverosdicar a la tierna colegiala que el mismito había convertido en mujer solo hace un rato, sentía como la suave piel de Cielo Riveros se erizaba, su tacto y suavidad eran incomparables todo en ella era perfecto, su tersa y fina piel eran un verdadero banquete para los Dioses, banquete que el mismo ya se había servido sin convidarle a nadie, su verga nuevamente ya estaba lista para la batalla.
Cielo Riveros estaba muy nerviosa y agitada, sentía el armamento del mecánico duro y parado, pensaba que el viejo en cualquier momento se lo metía, ya que desde hacía algunos minutos no paraba de refregárselo en la panocha, muy a su pesar sentía exquisita aquella verga que le había estrenado la vagina por primera vez, pero aun así no iba a permitir que aquel miserable hombre mancillara nuevamente su cuerpo y menos al interior de un viejo y chancharriento automóvil.
Don Pedro seguía besando su cuello y raspándola con su barba sin afeitar quizás de cuantos días, Cielo Riveros sentía en sus mismas fosas nasales su hediondez a cuerpo sin asear mezclado con olores a grasas y aceites de mecánico, y esto sumado con la serie de escalofríos que el vejete le provocaba con sus lamidas eran una verdadera bomba de tiempo, su piel no dejaba de estar erizada, el mecánico lentamente fue bajando sus encías desdentadas hasta llegar a la altura de sus tetazas, que comenzó a besar como mal nacido por sobre su vestido, la calentura del hombre iba en franco aumento.
Cielo Riveros apenas participaba de lo que le estaban haciendo solo se mantenía con sus ojos cerrados intentando de ordenarle a su mente que se dejara de hacerla sentir tan rico, ya estaba claro de lo que le pasaría si no controlaba la situación, pero se dejaba hacer, sentía como el viejo mecánico le besaba en la boca y en el cuello, donde encontraba una especial receptividad ya que aquella erógena parte su cuerpo era el que más rico le hacía sentir en un principio.
Mientras las peladas manos del tosco mecánico subían por sus muslos lentamente, sintiendo y acariciando a plenitud su maravillosa y sedosa piel hasta llegar a ese majestuoso y rotundo pedazo de culo, no se aguantó las ganas de asestarle una firme y fiera nalgada, levanto su mano para agarrar fuerzas y de pronto se lo asesto de una –Plaaaffffff!!!!! Retumbo ahogadamente la fuerte palmada al interior del vehículo, Cielo Riveros solo se echó sobre su hombro aguantando el dolor de la laceración a sus carnes, su sedoso cabello negro se enredaba con los canosos y encrespados pelos que tenía el vejete por detrás de sus orejas, esto último lejos de espantarla la estaban haciendo encender aún más.
El viejo se dio nuevamente a besarla en la boca y alternando chupeteos en las tetas, a medida que aumentaba la intensidad de los impúdicos besos, estos hacían que aumentara la participación de Cielo Riveros, sobre todo en las caricias, apretaba la cabeza de don Pedro contra sus chichotas, todo el auto ya olía a cacha y sexo del bueno, el olor a coño adolescente y verga de viejo lo impregnaban todo.
Lo mejor de Cielo Riveros para don Pedro en estos momentos era su mirada, sus ojos verdes brillaban en la semi oscuridad del viejo automóvil, entrecerrados parecían suplicarle al vejete que continuara con todo lo que le estaba haciendo, pero el mecánico ahora solo la miraba con su burlona sonrisa, (muy parecida a la de su hermano Cipriano por cierto), Cielo Riveros pensó que el hombre esperaba a que fuese ella quien debía tomar la iniciativa, muy humillada y queriendo que lo que deseaba el asqueroso vejete pasara lo más pronto posible, le fue bajando el cierre del overol hasta la altura de la verga, mirando hacia el techo del automóvil en señal de auténtico suplicio se dio a agarrarle la tranca para ella misma tallársela antes de la irrupción , pero en el mismo momento en que se la palpo para sacarla de su escondite, el viejo le asesto una fuerte cachetada en el rostro arrojándola hacia el asiento contiguo,
–Jajajaja, y quien te dio permiso para agarrarme la verga pendeja caliente!… jajajaja!!, se reía el miserable de puro gusto al estar vejándola de esa forma, –Te das cuenta de lo muy putona que eres para tus cosas?!, jajajaja!!! Me hubiera encantado volver a meterte la verga, pero debo regresar al trabajo, así que como ya está la otra puta esperándote te me largas de aquí al instante… vamos fuera de mi vehículo pedazo de zorraaa!!!!
Cielo Riveros no sabía que pensar, creía que lo que realmente quería el mecánico era volver a hacérselo, e incluso reconocía que hasta se había excitado con el viejo y en un momento hasta había pensado en querer volver a sentir su vergota al interior de su cuerpo, pero al parecer este también gozaba humillándola de esa forma, sus ojitos verdes se llenaron de lágrimas, ahora lo odiaba con toda su alma.
–Y que me miras con esa cara de puta arrepentida!, te dije que te bajes de mi vehículo ahora mismo!!, Fueraaaa te digoooo!! Lárgate de aquí o acaso quieres que te pegue para que entiendas!!!
Cielo Riveros vio la cara de don Pedro contraída por la ira, ese viejo era el mismo demonio en persona se dijo para sí misma, temblando por el miedo que le causaba, bajo con movimientos desincronizados, una vez que estuvo fuera fue el mismo mecánico quien bajo el vidrio del copiloto para luego sacar su mano y tomarla agresivamente de sus cabellos para atraerla hacia él,
–Escúchame puta!!!, deberás estar atenta a tu teléfono porque uno de estos días te llamare para violarte, y si no me contestas deberás atenerte a las consecuencias…, a la puta de tu amiga la ocuparemos más adelante, te lo digo para que te vayas preparando, y recuerda que tengo todos tus datos personales, así que si no vas donde yo te diga, yo mismito iré a buscarte a tu casa o a tu colegio, estas clara reinita?, Cielo Riveros con autentico espanto le asintió, el viejo a modo de despedida le dio tres asquerosas lamidas en la cara y luego la escupió en el rostro, para terminar diciéndole, –Ahora lárgate de mí vista perraaaa!!!
Cielo Riveros solo alcanzo a dar unos cuantos pasos cuando sintió que el viejo automóvil se ponía en marcha, lo vio avanzar solo unos metros y este dio la media vuelta haciendo chirriar los neumáticos hasta que por fin desapareció de su vista, se sintió algo aliviada por fin ese monstruo desaparecía de su vida, pensó que ahora al fin podría descansar, con sus dos manitas se limpió el gargajo que le escupió el vejete en el rostro a modo de despedida, y aun semi temblorosa inicio el camino a casa de Katherine Riveros que estaba a una cuadra de donde la habían ido a dejar.
Mientras avanzaba intentaba serenarse no quería por nada del mundo que su amiga se diera cuenta de lo que le había sucedido, le inventaría cualquier situación, ya que sus cosas y problemas personales ella no los compartía con nadie y menos si era de esa índole.
Katherine Riveros la esperaba sonriente, nunca se imaginó que su ingenua amiga Cielo Riveros se había largado con un chico en la feria, pero no la condenaba, ella hubiera hecho lo mismo, además que conocía muy bien los gustos de su amiga, de seguro que el chico debió de ser muy apuesto era lo que pensaba la perdida rubia compañera de colegio de Cielo Riveros.
Cuando la encamable colegiala ya estaba a unos metros de la Katherine Riveros, intento sonreírle para hacerle pensar que todo estaba bien, pero al momento de estar ambas frente a frente, el quebrantado temperamento de Cielo Riveros ya no pudo aguantar más solo se echó a llorar en los brazos de su amiga…
–Pero Cielo Riveros …que te pasa…y porque lloras…cuéntame te paso algo?, deberías haberme avisado si pensabas largarte con algún chico…te buscamos por toda la feria. Mientras Katherine Riveros intentaba consolarla por todos los medios posibles se dio cuento que su amiga venia sin sus botas, pero traía puestas unas bonitas sandalias por lo que no le dio mucha importancia a esta situación, Cielo Riveros sollozaba más ahogadamente, –Dímelo… ese chico te hizo daño…vamos dímelo, e iremos a buscarlo…yo tengo unos amigos…
Cielo Riveros se abrazaba al cuerpo de su amiga, quería contarle sus desdichas, de cómo la habían violado analmente en la parte oscura de la feria, y como luego la raptaron en un automóvil, para ser llevada a un viejo y sucio taller mecánico en donde la habían convertido en mujer producto de otra violación, lo que la detenía en la confesión era solo una cosa, y esta era que a pesar de haber sido escupida, humillada, golpeada y maltratada psicológicamente, ella veía que a lo mejor don Pedro no era un hombre tan malo, quizás debió haber tenido problemas desde niño y por eso ahora su personalidad se veía alterada, además que luego de haberla penetrado salvajemente ella había sentido tan rico, que había algo que no se explicaba por qué le hacían sentirse algo atraída por aquel ordinario y vulgar vejete, pensaba que tal vez este no era malo del todo.
Katherine Riveros como pudo la hizo entrar a su casa, el maestro Tulio que ya estaba listo y dispuesto con una bandeja llena de vasitos y limones para beber tequila golpeado, no entendía por qué la chamaca venia llorando, le hizo unos gestos a Katherine Riveros para que le explicara qué es lo que estaba pasando pero la rubia solo le hizo señas que se esperara, luego las vio a ambas encerrarse en el baño, típico delas mujeres cuando tienen dramas pasionales se dijo para el mismo.
— Cielo Riveros …cuéntamelo todo, le decía Katherine Riveros a su amiga mientras esta se lavaba la carita.
–Ehhh nada…no pasa nada…
Cielo Riveros recordaba que don Pedro había anunciado su visita en cualquier día de la semana por lo tanto, ya no quería darle más vueltas al asunto además que sabía que ya habría tiempo para hablarle de don Pedro a su amiga ya que este había sido enfático en que ella de alguna forma tendría que llevarle a Katherine Riveros, aunque igual pensaba que esto lo decía solo para asustarla, por ahora lo mejor era dejar las cosas tal como estaban,
–Pero como que nada!?…si venias llorando como una Magdalena!! Quiero que me lo digas ahora…que te hizo ese chico…el del auto?

–Lo que pasa es que ese tipo era muy pesado… y me dijo cosas feas…snifff, le decía una ya más recuperada Cielo Riveros …
–Segura que no te hizo daño?
–De verdad Katherine Riveros…no me hizo nada…deja darme una ducha y porfi…préstame un vestido limpio…
–Está bien…le respondió Katherine Riveros no muy convencida del todo, mientras se daba a prepararle la bañera su amiga para que esta se duchara, –Bueno como te decía antes, con el profesor Tulio y don Juan el auxiliar te buscamos por toda la feria, pero nunca te encontramos…
–Y el profesor Tulio con don Juan están aquí?, Le consulto una nuevamente espantada Cielo Riveros al recordar la vez en que tuvo que chuparle la verga al profesor dentro de su oficina, por su infantil afán de querer llegar a ser actriz, y lo más traumático de como el cojo Juan se la había violado en reiteradas ocasiones en el cuarto que se encontraba en el subterráneo del colegio.
–Don Juan luego de haberte buscado por todas partes prefirió irse para su casa, y yo con el profe nos vinimos a esperarte…y ves? la hicimos bien… ahora nos tomaremos unos tequilitas con el profe… que te parece la idea?
Cuando Katherine Riveros se dio cuenta que a Cielo Riveros se le llenaban nuevamente sus ojos de lágrimas y le decía…
–Ay Katherine Riveros, no creo que sea una buena idea ese profesor es algo raro, yo no quie…
–No seas mal agradecida Cielo Riveros … con el profe anduvimos desesperados buscándote por toda la feria… y ahora que ya sabemos que estas bien, te bañaras, te pondrás ropa y nos tomaremos unos traguitos con él, es lo mínimo que puedes hacer para agradecerle no crees…
Cielo Riveros le vio el rostro de preocupación y enojo a su amiga, tal vez tenía algo de razón, por su culpa Katherine Riveros no lo había pasado bien en la feria, además que serían solo un par de tragos,
–Está bien…pero tú sabes que yo no soy buena bebiendo, así que solo me tomare un poco…
–Así está mejor amiga… y acuérdate de lo que hablamos antes de entrar en la feria, debes liberarte un poco más y dejar de andar reprimiéndote… ya verás que lo pasaremos bien…
En la sala el vejete ya estaba impaciente por estar a solas con ese par de putas, ni el mismo se la creía, iba a estar a sus anchas con las dos alumnas más potables del establecimiento escolar, a una ya la había probado, a la otra en una ocasión la había engatusado para que le mamara la verga, estaba impaciente por ver como se le darían las cosas desde ahora, pensaba esto mientras rápidamente sacaba de uno de sus bolsillos un frasco con un extraño polvillo blanco que rápidamente después de hacer en la mesa algo parecido a una línea, se la mando rápidamente por las narices, antes de que fuese ser sorprendido por sus portentosas y ricas estudiantes.
Katherine Riveros dejo a su amiga en la ducha para que se sintiera más relajada y fue para la sala donde las esperaba un impaciente Tulio que ya estaba que largaba sus lecherazos producto de la malograda follada que le había estado pegando a la rubia antes de que Cielo Riveros anunciara su llegada, tenía sus testículos rebosantes de semen espeso y caliente, listo para ser depositado en el útero de cualquier fémina y que en este caso él quería que fuese el de la escultural Cielo Riveros, la alumna con mejor futuro según las estadísticas académicas.
–Se dará una ducha y vendrá a tomarse unos tragos, yo la convencí de eso…pero no me pida na más, ahora lo demás dependerá solo de Ud., pero ni se le ocurra forzarla a algo que ella no quiera hacer, y menos de faltarle el respeto, porque soy capaz de sacarlo a patadas de mi casa…me escucho?
–Como tú quieras lindura, le decía el vejete a la vez que se acercaba al voluminoso cuerpo de la potable y rubia colegiala, para tomarla desde su cintura y atraerla contra su pecho, –Ya te dije que yo no voy a forzar a nadie, total si ella no quiere, nosotros tenemos un trato y acuérdate que solo hace un ratito dejamos un tema pendiente, así que si la cosa no resulta la dejaremos durmiendo en tu habitación y nosotros nos iremos a la recamara de tus papis, que te parece princesa, tenemos un trato?,
–Ahí veremos qué pasa, jijiji, y ahora suélteme que puede venir en cualquier momento, jijiji, la decía una prendida Katherine Riveros que con solo recordar la potente culiada que se había estado pegando con don Tulio, antes que llegara Cielo Riveros, le hacían temblar sus muslos…
Cielo Riveros ya estaba casi en condiciones, lo único que le incomodaba era que el vestido que le presto su amiga era algo más corto que el que había llevado puesto, pero este estaba limpio, por nada del mundo se volvería a poner la vestimenta que uso cuando la habían violado, pero lo más terrible era el sentirse desprotegida al andar sin ropa interior, le daba mucha vergüenza pedirle algo prestado a Katherine Riveros, que explicación le daría?, así que conformándose tal como estaba salió a la sala en donde la estaban esperando con una bandeja llena de limones, tequilas y con música para alegrar el ambiente.
Vio que el maestro Tulio se mantenía sentado muy apegado al cuerpo de su amiga, esta conversaba con el sonriéndole coquetamente ya se habían vaciado un par de vasos de licor, el vejete al ver salir a Cielo Riveros con un cortísimo vestido de mezclilla tipo jardinera, de esos con bolsillitos a los lados, casi se le salen los ojos de las hinchadas bolsas que este tenía por parpados, se paró apresuradamente para ir a saludar a la joven que ya estaba casi a punto de pasar a ser su mujer, según sus sucios propósitos.
–Hola Cielo Riveros, jejeje, nos tuviste muy preocupados, en donde anduviste metida que no nos dabas señales…
–La verdad profe que no quiero hablar de eso, le decía la dulce Cielo Riveros intentando no mostrar el inmenso odio que le sentía por haber jugado con sus sueños y el haber tomado provecho personal a costa de ello, el vejete le estampo un salivoso beso en la mejilla incluso se atrevió a sacar una pequeña porción de su lengua para sentir la lozanía de su cara, Cielo Riveros al notarlo muy disimuladamente se limpió su mejilla…
–Un golpeadito?, le ofreció indicándole la bandeja llena de vasos servidos con Tequila…
La fiesta comenzó, esta se centraba en una movida música reguetón y una serie de servidas de Tequilas que el mismo profe se encargaba de ir golpeando en la mesa y ofreciéndoles al par de chamacas que ninguna se dio cuenta que el mismo prácticamente no estaba bebiendo nada, conversaban de divertidas anécdotas escolares, Katherine Riveros hablaba a la misma vez que bailaba con su amigo imaginario, a los pocos minutos Cielo Riveros ya estaba algo más relajada incluso ahora que estaban cantando karaoke, ya ni se acordaba de don Pedro y de la siniestra oficina con cama en la cual había sido violada, también se había dado cuenta que el maestro Tulio no era tan aprovechador como ella creía, ya que llevaban bastante rato bebiendo y pasándolo bien y no se había comportado en forma incorrecta con ninguna de las dos, hasta incluso ahora lo en contraba mas simpático, ya que les narraba diversas historias de sus vivencias personales, y claro si el vejete como bien ya se ha dicho anteriormente, se gastaba una labia de los Dioses.
Ahora era Katherine Riveros quien serbia los vasos con el místico brebaje, que don Tulio quería que hiciera efecto lo más pronto posible, y así fue. La primera en caer noqueada fue la Katherine Riveros, que en el concurso de Karaoke se le olvidaban todas las canciones por lo tanto debía zamparse al seco un vaso lleno de Tequila.
Estaban los tres muertos de la risa cuando de pronto Katherine Riveros simplemente se desplomo,
–jejejeje y que mierda le pasa a esta pendeja, el vejete se hacia el desentendido ya que era justo esto lo que estaba esperando, deshacerse de la Katherine Riveros para el poder hacer lo que ya desde hacía rato había planeado.
–Creo que se le pasaron las copas, le contestaba una sonriente Cielo Riveros, –Creo que debemos llevarla a su habitación, me ayuda?…
–Hazte a un lado mi amor…yo la llevare…
Cielo Riveros no tomo en cuenta el amoroso apelativo con que el maestro Tulio por primera vez en la noche se refería a ella, tal vez el alcohol en su mente hicieron que bajara la guardia.
Una vez que el maestro dejo a Katherine Riveros en su habitación regreso a la sala, e invito una última copa a Cielo Riveros, ella totalmente confiada acepto tomarse otro trago con el profe,
–Está bien maestro Tulio, me serviré el ultimo golpeadito y me iré a la recamara de los padres de la Katherine Riveros… ya son casi las 05.00 de la madrugada…Ud. que hará?
El vejete se dijo que ya era hora de actuar, no había ningún impedimento para tomar el cuerpo que desde hace tanto tiempo deseaba, así que se sacó la máscara de mojigato y se puso manos a la obra,
–Pus yo me quedare aquí contigo mi amorcito, o acaso te creías que ya me había olvidado de ti… acuérdate que ya me la chupaste una vez y esta no será una excepción, jejeje, además que quiero probar los otros encantadores orificios que posee tu cuerpo, jejejeje…
–Como!!?…que cosa me está diciendo!!!?, Cielo Riveros se dio cuenta en el acto que el caliente y degenerado profesor lo había planeado todo para quedarse a solas con ella…
El vejete fue rápido y no le dio tiempo de reacción a la jovencita, como oso acechando a su presa se abalanzo sobre su cuerpo lanzándola al sofá y montarse sobre su cuerpo. A la pobre Cielo Riveros la faltaba la respiración, el viejo era muy pesado para ella, le vio de muy cerca sus parpados hinchados y como la comenzaba a lengüetear en la cara con desesperada dedicación.
Cielo Riveros pataleaba en todas direcciones, a su mente llegaron de golpe las imágenes de lo sucedido solo hacían unas cuantas horas, la habían violado anal y vaginalmente y ahora era su mismo profesor quien pretendía hacer lo mismo con ella.
Debido a los bruscos movimientos que hacia la joven y espantada hembra al profesor Tulio le costaba trabajo manosearla a sus anchas, el vestido de Cielo Riveros ya se le había subido hasta la altura de su cintura debido a los bruscos movimientos que hacía en señal de protección, hasta que el profe perdiendo los estribos la sujeto con una de sus manos y le mando un certero tortazo en pleno rostro casi aturdiéndola emocionalmente, esta era la segunda vez en la noche que un hombre se atrevía a golpearla,
–Tomaaa!!, le dijo el viejo Tulio, y –Splashhhh!!! Retumbo la cachetada en el rostro, –Ahora te me quedas quieta maldita zorraaa, o acaso crees que no sé qué ya te has revolcado con el pinche cojo del colegio, puta de mierdaaa!!!
–Por favor don Tulio no me lo haga?… suéltemeee!!… le pedía mientras que con sus manitas intentaba inútilmente sacárselo de encima…
–Quédate quietecita putita!!, le decía con la mano empuñada y en alto, para luego abrazarla más firme contra él, –Hoy vas a ser mía pedazo de zorra, y será mejor que no hagas ninguna estupidez.
El profe acercó su asquerosa boca a los dulces labios rojos de la colegiala, ella intentaba esquivarlo, pero el vejete al igual como lo había hacho con la Katherine Riveros, le apretó sus cara con una de sus manazas y comenzó a comérsela por la boca, para luego de unos salivosos segundos de besuqueo no consentido decirle,
–Por qué no empezamos a sacarnos la ropa mi vida? Acaso no quieres hacerlo conmigo también?, la agarró entonces por el cuello y tomo su vestido con su otra mano para comenzar a bajárselo, lo primero que hiso fue bajarle ambos tirantes de los hombros, liberando aquellas preciadas montañas de carne que tanta admiración causaban a la vista de los hombres, lo que veía el viejo Tulio era espectacular, como pudo se lo fue bajando, veía su apetitosa piel al desnudo y pensaba que estaba en un sueño, siguió bajando el vestido ya iba llegando a la altura de sus caderas, y en un último esfuerzo termino de sacárselo de un puro tirón, y lo que vio casi lo hacen perder la razón, Cielo Riveros andaba sin ropa interior, el vejete aún no se la creía,
–Eres peor que una vulgar puta callejera mamitaaaa!! Quien lo iba a pensar que te gustaba andar a zorra pelada, jejeje!!!, el obeso maestro de secundaria no se cansaba de mirarla lujuriosamente, aquel curvilíneo cuerpo femenino estaba hecha a manos del mejor escultor dela época del Renacimiento, las formas y curvas que se pronunciaban en su cintura y caderas eran hipnotizantes, el viejo tragaba sendas cantidades de saliva, estaba realmente impactado –Estas realmente rebuenota mi amorrrr, le decía recorriendo con sus ojos de sapo todas las infernales curvas de carne joven que solo estaban a centímetros de su reptilesca mirada…
Cielo Riveros sabía lo que se proponía el vejete, con sus ojitos llenos de lágrimas le rogo,
–Profesor… le pido por favor que no me vaya a violar, snifff si quiere se la chupo hasta que se aburra, pero no me lo haga, snifff…

–Claro que me la vas a chupar cosita ricaaa…pero también vamos a follar, jejeje, hoy ha sido mi día de suerte, le acabo de reventar el culo a la puta que está durmiendo borracha, y ahora te toca a ti…que te parece lindura…
La pobre Cielo Riveros estaba tan asustada y tan cansada que ya ni siquiera podía podía moverse, su respiración era agitada, el vejete aprovecho para manosearla a su antojo, le encantaba masajearle las tetas, la colegiala intento nuevamente zafarse, pero don Tulio la tenía casi inmovilizada, pero no le pareció que la joven continuara resistiéndose, y para calmarla y hacerla entender de que no tenía escapatoria le asesto otra dos fieras cachetada en el rostro, –Plafff –plafff!!!, retumbaron las cachetadas en la sala, para luego casi gritarle en el mismo rostro enrojecido,
–Parece que no entendiste puta… no intentes hacer ninguna de tus zorrerías porque soy capaz de desfigurarte la cara a golpes… entiendes yegua caliente?
Cielo Riveros con su rostro al rojo vivo por los continuos tortazos que le habían asestado, solo asintió con su carita ya enrojecida por los golpes, miro como pudo hacia la habitación de Katherine Riveros por si venía a socorrerla, hasta pensó en que tal vez el mecánico de la feria se podía devolver y salvarla de las garras de aquel enloquecido maestro que ya estaba dispuesto a violarla, hasta pensó en irse a vivir por las buenas con don Pedro y hacer todo lo que él le había propuesto con tal de que la salvara de su ya casi segura tortura sexual.
–El maestro Tulio convencido de que ya había domado a esa potranca, la dejo tirada en el sillón, Cielo Riveros ya no tenía ninguna intención de hacerle problemas, lo miro con profundo asco como este se desnudaba ante su verdosa mirada, el viejo era muy gordo y feo, para luego observar y quedar el triple más espantada de como este viejo sacaba de sus ropas un pequeño frasco en el cual desparramaba en la mesa de centro una pequeña cantidad de polvo blanco, ahí lo comprendió, el muy miserable se estaba drogando, y lo vio cómo se mandaba otra porción de droga sin importarle que ella lo estuviese viendo todo.
El viejo Tulio se seguía drogando para según el sentirse aún más estimulado en el momento en que se la metiera.
Cielo Riveros lloraba acostada sobre el sofá, sollozaba muy bajito, hasta que el profesor una vez arrodillado a un lado de su cuerpo desnudo, acercó su cara de sapo a la de ella, la colegiala lo sintió respirar pesadamente casi en su mismo rostro, le daba un profundo asco, luego sintió cuando este le metió la mano entre sus muslos apoderándose de su casi lampiño tajito, para decirle al oído,
–Pero que tajito más rico es el que tenemos aquí abajo…y que apretadito lo tienes!! Me lo voy a comer enteroooo! Me lo voy a zamparrrrrrrr!! Te la voy a chupar hasta que me aburraaaaaaa!!!
–Don Tulio…Snifff…no me haga daño por favor…snifff….sniffff!!
Cielo Riveros estaba aterrada, nunca se imaginó que el maestro aparte de ser caliente y aprovechador también era drogadicto, se quedó quieta y paralizada de terror.
El vejete la tomo del brazo e hiso que se pusiera de pie,
–Ya está putita ahora nos vamos de luna de miel a la habitación matrimonial, jejejeje…
Cielo Riveros nuevamente comenzó a llorar y suplicar mientras prácticamente la iban arrastrando desnuda a la habitación de los padres de Katherine Riveros,
–Profesor por favor… no quieroooo sniffff… quiero irme a mi casa… dejemeee!

–Déjate de estupideces zorra asquerosa!, mira que vamos a pasarla muy bien y muy rico… ya verás!!
Una vez que ingresaron a la habitación Cielo Riveros se quedó mirando aterrada la cama, seria ahí en donde la volverían a violar, el vejete la tomo por detrás agarrándola por sus tetas y alojo su semi tiesa verga en las duras y frescas nalgotas de la asustada jovencita, el vejete se apegó a su espalda pasándole la lengua por detrás de la oreja, a la vez que la manoseaba como desesperado, le encantaba pasear y sentir sus manos en las marcadas curvas que se pronunciaban en sus caderas, para luego volver a subirlas y bajar desde las tetas, pasar por su cintura y hasta llegar a su panochita adornada escasamente por sus crespos pelitos negros y brillosos, la tanteaba y la recorría, pasaba nuevamente por sus amplias y bien formadas caderas, su bien marcada y formada figura lo tenían casi enloquecido de calentura.
–Por favor…profesor Tulio ya noooo!!, le solicitaba casi a punto de desmayarse de puro miedo.
El viejo queriendo darse el mejor espectáculo vivido en su existencia, encendió la luz de la habitación, después la tomo nuevamente de sus cabellos obligándola a ponerse en 4 patas, Cielo Riveros obedeció algo adolorida,
–Mueve tu trasero para mi mamasotaaaa!!
–Quee?
–Que muevas el culo perraaaa!!!… quiero verlo como se mueve cuando gateas en cuatro por toda la habitación, deseo sobártelo cuando vayas gateando.
Cielo Riveros totalmente asustada y nerviosa comenzó a mover su cuerpo. A medida que avanzaba en su gateo daban ganas de agarrala y metérselo así mismo como estaba, la imagen de la tierna chamaca en 4 patas y gateando desnuda era enloquecedora, y lo hacía en forma exquisita, cada movimiento de avance, y cada contoneo que hacía con cualquiera de sus muslos eran un prodigio solo para reyes, daba la impresión que era una verdadera hembra amazónica en busca de su presa,
–Válgame Diossss!! Pero qué clase de cuerpo es el que te gastas pendejaaaa!!!, le decía el profesor Tulio, mientras encendía un cigarrillo para disfrutar del erótico espectáculo que le estaba brindando Cielo Riveros.
El viejo la seguía fumando su cigarrillo observándolo todo y manoseándola mientras la joven amazona avanzaba en su recorrido, tras algunos minutos de paseo en 4 patas el impúdico y asqueroso sobajeo de carnes continuaba,
–Sigue gateando perrita, no sabes lo rica que te ves en pelotas y puesta en 4 patas, llevo como tres años pajeandome la verga en tu honor mamacita y esta noche por fin te voy a probar. La humillada colegiala solo cerraba sus ojos no quería verle la cara drogada y degenerada que tenía aquel horrendo profesor.
Una vez que el maestro Tulio se fumó todo su cigarrillo y se cansó de sobajearla se arrodillo al lado de aquel portentoso y femenino cuerpo desnudo, para comenzar a lamerla como si este fuera un perro, no hubo ninguna parte del cuerpo de Cielo Riveros que se salvarla de las lamidas, así estuvo unos buenos minutos, habían momentos en que el viejo parecía notar que a la chamaca se le ponía la carne de gallina además que cuando sucedía esto la joven hacia unos raros movimientos musculares, pero el continuaba con la faena lamedora.
La tierna colegiala solo se mantenía quieta y tragaba saliva como podía, sabía que un hombre bajo el efecto de las drogas era capaz de hacerle cualquier cosa, solo temblaba dejándose que la lengüetearan por donde el viejo lo quisiera.
A estas alturas y aunque ella no lo deseaba su cuerpo ya estaba siendo atacado por gratificantes escalofríos, sobre todo cuando el vejete pasaba la lengua por sus nalgotas, mientras más cercana se la pasaran de donde estaba su orificio posterior los escalofríos eran más intensos y ricos, pero ella no quería sentir eso, aquel miserable viejo había emborrachado a su amiga para poder beneficiársela a su antojo, y más encima estaba drogado, pero su potable y poderoso cuerpazo no le daba tregua a la atribulada chiquilla, los escalofríos poco a poco se iban transformando en sendos corrientazos que la recorrían por completo.
Cuando el degenerado profesor dejo de lamerla, Cielo Riveros supo que ya estaba casi perdida el vejete se la iba a meter, y más le quedo claro cuando este por fin le hablo,
–Ahora vas a ser muy obediente zorrita rica, y haz todo lo que te pida para no tener que golpearte! Cielo Riveros seguía temblando de miedo, trago saliva mientras le asentía en forma afirmativa con su cabeza, se sentía totalmente desamparada en aquella casa, seguía pensando que si por lo menos hubiera estado don Pedro para defenderla, de pronto cayo en cuenta que porque pensaba tanto en don Pedro si ese viejo caliente también la había violado y golpeado, ella debería pensar en Rodrigo era a el a quien amaba, estando en estas cavilaciones, la grave voz de su maestro la volvieron a su triste realidad –Putita ahora te subirás a la cama y te abrirás completamente de piernas, quiero ver tu cuerpo desnudo y abierto solo para mí, vas a hacerlo no es cierto cosita rica?
Cielo Riveros lentamente se fue subiendo a la cama para ponerse de espaldas, cerro sus hermosos ojos verdes y se fue abriendo de piernas tal como le había pedido el vejete, este por su parte se tendió posando su cabeza al medio de sus muslos con la única intención de mirarle su vagina hasta hartarse, encendió otro cigarrillo para disfrutar de la vista. Se la tocaba con delicadeza, sus gruesos dedos jugaban con los escasos pendejitos de la joven estudiante, le sobaba el vientre, su pelvis, sus muslos abiertos, hasta que decidió de ponerle un poco más de acción a la cosa, fue a ubicar su verga justo en la cara de la nerviosa adolescente, le ponía su tranca delante de sus ojos para que ella mirara las rápidas pulsaciones que esta hacía.
La colegiala recorría la peluda panza de su maestro, fue bajando su vista hasta la verga de don Tulio, ahora la observo con detenimiento, si bien ya se la había chupado en una ocasión, esa vez no había puesto atención en ciertos detalles que ahora si podía ver nítidamente, se la veía extremadamente gorda, daba la impresión de ser esponjosa se decía para ella misma, el glande era azulado y no sabía por qué miraba con tanto detenimiento la forma de este, y las continuas salidas de un fino hilillo de líquido que manaba desde la punta y que caía sobre sus tetas, instintivamente saco su lengüita pasándosela por su labio superior, para luego morderse el labio inferior, su respiración y presión sanguínea iban en acelerado aumento, el vejete totalmente lejano a lo que le estaba ocurriendo a Cielo Riveros veía embobado desde su posición las bellas piernas abiertas de la chamaca en donde también podía observar la exquisita grieta de carne que se le formaba al medio de ellas, grandes cantidades de babas caían sobre la negra cabellera de la muchacha pero ninguno de ellos se percataba de esto ya que ambos estaban concentrados en lo suyo.
El vejete muy excitado salió de aquella paradisiaca abstracción en la que se encontraba y bruscamente la tomo de sus cabellos y la obligó a ponerse de rodillas… el verla desnuda y sumisamente arrodillada ante él lo calentaron hasta la locura,
–Chúpame las bolas, le ordeno…

–Qué…?
–Que me chupes los testículos zorraaaa!!… acaso no entiendes?, junto con decirle esto último levanto su puño como si le fuera a volver a pegar…
Cielo Riveros muy asustada empezó a lamer los testículos con desesperación, no porque deseara hacerlo pero no quería que el vejete le fuera a dejar marcas en su cara, las lamidas sonaban acuosas, la colegiala paseaba sus lengua alternando entre uno y otro testículo, inconscientemente le tomo la verga y se la levanto para poder pasear su lengua por debajo de las peludas bolas del vejete, este estaba en el séptimo cielo.
Pasados algunos minutos el profe sin dar ningún tipo de aviso agarró su verga y se lo metió de una en la boca, empujo con fuerzas hacia la faringe de la muchachita que por poco casi la hacen vomitar, su miembro olía asqueroso, la pobre ni se acordaba que el mismo le había dicho que se la había metido por el culo a la Katherine Riveros, demás está decir que el vejete ni siquiera se había aseado después del sexo anal y vaginal que había practicado con la rubia, y no era que Katherine Riveros no pusiera cuidado en su higiene ni mucho menos, la cosa era que el viejo con cara de sapo era desaseado, hediondo y cochino por naturaleza, la pobre Cielo Riveros no tuvo más opción que seguir chupando verga por varios minutos, en los cuales el vejete le sostenía la cabeza empujándola para adelante y atrás obligándola a seguir el ritmo que el determinara necesario para darse placer.
Una vez que el vejete se sacio de lo rico que le hacía sentir la boca de Cielo Riveros la obligó a colocarse nuevamente en cuatro patas con su trasero apuntando hacia él.
La joven cerró sus ojos como suplicando, lo sintió como intentaba separar sus duras y firmes nalgotas, a la vez que acomodaba su verga en la entrada anal de la asustada chiquilla, hasta que lo sintió como empezaba a empujar hacia adentro, la estaban enculando.
Cielo Riveros sentía en sus propias carnes como el profesor Tulio se la entallaba de arriba y hacia abajo, como si estuviera tratando de buscar por dónde meterla, el vejete se estaba desesperando, se suponía que la chamaca ya estaba abierta por el culo según lo dicho por el propio cojo Juan, pero la verga no entraba, enceguecido por la calentura y ansiedad de estar lo más pronto posible al interior de su cuerpo le dio una tremenda nalgada,
–Plaffffff!!!, –Vas a tener que ayudarme perra calienta vergas, si el pinche cojo ya te lo metió por el orto, deberías tenerlo un poco más dilatado, ábrete tú misma el culo para yo poder encularte!!! –Plafffffff, retumbo otra fiera nalgada en las duras carnes de Cielo Riveros …
Cielo Riveros –Don Tulio! Por favor no me pegue!! Me está lastimando…dejemeee!!!
–Que te abras el orto te dije perra de mierdaaaa!!! Vamos di que me ayudaras a encularte, diciendo esto ultimo levanto sus dos manazas y con fuerzas le aplico una doble nalgada, –Plafffffffff!!!
Cielo Riveros –Siiiiii!!!!!!!!!!!!!, profe yo le ayudare a que me enculeeee!!! Pero por favor ya no me pegueeeee!!!! Snifffffsssss!!

Aunque Cielo Riveros no lo quería llevo ambas manos a sus nalgas, para que el casi enloquecido profesor no la siguiera lastimando, tomándolas de par en par y abriéndoselas para que al viejo no le costara tanto trabajo poder metérsela por el culo, se lo dejo expuesto para que el hiciera lo que quisiera, ya no tenía sentido alguna seguir luchando, en su mente solo quería que todo acabara pronto.
El profesor Tulio quedo boquiabierto, desde su posición veía el apretado y rosadito puntito anal en toda majestuosidad, casi con cariño apunto la punta de su gordinflona verga a la entrada de este, se afianzo con ambas manos de las firmes caderas de Cielo Riveros, y concentrándose en la breve cintura de la muchacha, empujo su verga con decisión, perforando todo lo que se interpusiera por su camino…
Cielo Riveros apretó fuertemente sus mandíbulas y dientes cuando sintió de cómo le enterraban por tercera vez en la noche una verga por el culo…
–Ohhhh…Ayyyyyyyy!! Ayyyyyyyyyyyyy!! Diossss! Diosssss!! Sáquela que me dueleeee!! Es muy gorda su cosaaaa!!!, exclamaba la chamaca con sus ojos abiertos como platos, aun así no dejaba de abrirse con fuerzas las nalgas…
–Ahhhhh!!! Eres una muy rica putita sabes!… Tu culo es calientito y exquisito mi amorrrrrr!!!, le decía el vejete con sus ojos cerrados, a la misma vez que se lo dejaba enterrado por completo y le mandaba tres solidas apuntaladas para que ella sintiera a cabalidad que se lo tenía enterrado por completo.
Cielo Riveros –Suéltemeee!…No se muevaaa!!… sáquelo viejo asqueroso!!!… basta que me duele muchoooo!!!, me dueleeeee!!!!, ayyyyyyy!!!!!
El vejete haciendo caso omiso a lo que demandaba la adolorida Cielo Riveros, no se aguantó las tremendas ganas de nalguearla, el orto de la colegiala se contraía y le apretaba exquisitamente la verga como si esta realmente quisiera succionársela por el culo…
–Plafff! Plaffff!! Plafffff!!! Plaffffff!!!!, retumbaban en la habitación las fieras nalgadas y palmetazos que el vejete le asestaba en sus carnes, a la vez que comenzaba a meter y sacar con fuerzas, las chichotas duras y firmes se mecían rápida y circularmente al mismo ritmo en que ensartaban a su dueña, los movimientos culiatorios eran cada vez más acelerados, Cielo Riveros luchaba mentalmente con su cuerpo, no quería gemir, pero los escalofríos se venían uno tras otro desde que sintió la vergota posarse en la entrada de su ano, ahora ya casi sin fuerzas le rogaba que por favor la soltara,
Cielo Riveros –Por fa…vorrr…donnn…Tu…liooooo…ya…no…me…lo…hagaaaaa…
–Jajajaja!! Claro que te lo voy a seguir haciendo pendejaaaa…estoy casi seguro que ya te estas calentandooo…tomaaaaaa!!!, le decía a la vez que se dejaba caer hacia adelante y se lo comenzaba a meter y sacar en forma más rápida, Cielo Riveros solo murmuraba que ya no más, a pesar de tener la sensación de que le estaban despedazando brutalmente el trasero, no podía dejar de sentir muy rico,
– Cielo Riveros -Nooooo…ya no masssss por fa…vorrrr!, gemía empujando inconscientemente el culo hacia atrás para que la perforación fuese aún más profunda de lo que ya era.
Pero el vejete no bajaba las revoluciones, apretaba su miembro contra aquel glorioso y apretadísimo esfínter, hasta que por fin la hizo pegar un grito terrible de placer y dolor al mismo tiempo, al viejo ni le importaba que la Katherine Riveros se fuese a despertar con el escándalo que él y Cielo Riveros tenían en la habitación de sus padres,
Cielo Riveros –Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!, Ufffffffff!!! Ohhhhhh!!! Ohhhhh!!, los gritos poco a poco se fueron transformando en exquisitos gemidos de placer, –Mmmmmmm! Mmmmmmmm!! Mmmmmmmmmmm!!, ya suspiraba casi desesperada de placer la tierna chamaca,
Ambos respiraban agitadamente, el ano y coño de Cielo Riveros estaban humedecidos, su cuerpo se encabritaba y estimulaba al máximo, escuchaba gruñir al viejo con cara de sapo como si este fuese un toro embravecido, sintió como ahora la tironeaba desde su cabello y le jaloneaba la cabeza hacía atrás, para decirle cosas vulgares producto de su sádica calentura,
–Culeas muy rico cerda de mierdaaa!, eres una autentica putaaaa!! –Dime quien te rompe el culo mas rico, yo o el pinche cojo de la gran puta!!?…
Cielo Riveros a quien ya casi no le quedaban fuerzas para resistirse a nada de lo que le pidiera el vejete, se olvidó de todo, ya ni siquiera le importaba que se la estaban violando, solo quería gozar y que su profe la gozara todo lo que él quisiera…
–Responde perra inmunda quien te parte el orto más rico yo o el cojo Juannn!!, Plaffffff, retumbo la fiera nalgada que le asesto en el culo para que reaccionara…
– Cielo Riveros -Us…teddddd!!
–Yo que pendejaaaa, quiero escuchar la frase completaaa, el viejo profesor con extrañas fuerzas para un hombre de su edad, no paraba de meter y sacar verga,
Cielo Riveros –Usteddd …me parte el culo…. más rico que don Juannnnn!!!, le soltó la estudiante en forma clara y categórica,
–Jajajaja!…así me gusta putitaaaa!!…ya estas caliente verdad zorritaaaa?, el viejo al ver que la hermosa colegiala no le contestaba, siguió presionándola, –Contesta mierdaaaa o quieres que te mate a golpes por desobedienteee!!!
Cielo Riveros estaba muy caliente, como pudo le contesto al macho que en estos momentos la perforaba tan exquisitamente…
Cielo Riveros –Siiii papi! Estoy…. Muy…. calienteeeee!! Ohhhhhh ri… cooooooo!!

–Jajajaja te voy a seguir partiendo el culo hasta que te desmayes de placer putita, jajajaja!!!
Cielo Riveros –Siiiiiiii Tu…lio!! mi amorrrr!!! sígueme culiando ri…coooooooo!!!!!
La tierna Cielo Riveros ya estaba perdida, en estos momentos su calentura sobrepasaba todos los límites permitidos, en aquel estado estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que el vejete le pidiera.
–Ahora quiero hacértelo por la zorra pendejaaa, lo quieres?
Cielo Riveros con una autentica sonrisa de viciosa volteo a mirar al viejo que le estaba pidiendo la parte por su vagina, ella con sus ojos verdes semi cerrados producto de la calentura le asintió, el profesor Tulio muy emocionado por lo que ahora se le venía lentamente se la fue sacando, Cielo Riveros se puso de espaldas y abrió sus muslos ofreciéndole sin ningún tipo de impedimento lo que él le estaba solicitando, el vejete se echó sobre su cuerpo para luego juntar su cara con la de ella para comenzar a besarla apasionadamente, metió su lengua en la boca de la entregada colegiala, ella por su parte como guiada por instinto también abrió su boca lo que más pudo, hasta que ambas lenguas se rosaron y se enredaron en un intercambio de saliva constante.
La cama ya estaba hedionda a sudor, el vejete comenzó a bajar su cara de sapo por todo el despampanante cuerpazo de una de sus más brillantes y bellas alumnas, lamio y chupo toda la carne que encontró a su paso hasta que llego a la región de su pelvis coronada con pequeñas cantidades de suaves pelitos encrespados, acarició su vagina y ella con sus ojitos puestos en la fea cara de su profesor y en señal de verdadero agradecimiento le abrió las piernas lo que más pudo, lo vio meter su cara y legua justo en su preciosa entrada de amor.
Cielo Riveros estaba muy excitada por todo lo que le estaban haciendo, la lengua del vejete bailaba resbalosamente al interior de su ranura intima, veía como el degenerado profesor Tulio le sorbía todos sus jugos vaginales, se la chupaba y se la succionaba, literalmente le estaba comiendo la zorra, vio cuando este con dos de sus gordos dedos le abrió su panochita para luego volver a meter su lengua lo más profundo que pudo, chupando y comiéndose todo lo que manaba desde su interior, para Cielo Riveros aquello era el mismísimo cielo, era tan rico lo que estaba sintiendo que cerro sus ojos y se relajó abriéndose aún más de piernas, nunca en su vida había sentido tan exquisito.
No supo en qué momento se vinieron los corrientazos de placer en donde la joven perdió total compostura, como pudo se inclinó hacia adelante y lo agarro por los cabellos y comenzó a mover su vagina como si ella misma se estuviera culiando la boca del vejete, le punteaba ondulatoriamente, en eso comenzó a gritar,
– Cielo Riveros -Ahora profeeee!!…si, si…asiiii!! Asiiiii!!! Continúe por favorrr!! …siga comiéndomela que me voy a venirrrrr por la zorraaa!!!… Mmmmmmm….que ricooooo!!!… ayyyyyy!!… que ricooooo profersorcitooooo!!!.

Cielo Riveros se retorcía de calentura, sintiendo y gozando todo el placer que le regalaba su vagina al estar prácticamente pegada a la boca de su profesor, hacia movimientos pélvicos de atrás y hacia adelante, combinándolos con exquisitos meneos ondulatorios, hasta que lanzando un terrorífico grito de placer y excitación le ponía en conocimiento a su macho que ella estaba en la cúspide de un glorioso orgasmo,
Cielo Riveros –Siiiiiiiiiiiiiiii!!!!! Me vengoooo don Tuliooooooo!!!!! Ricoooooooo mi vidaaaa!!!!! Me estoy corriendooooo en tu bocaaaa!!!! Comemelaaaa!!!!… comemelaaaaa!!!! Le gritaba y pedía sin dejar de apuntalarle su panocha en plena boca abierta del feliz vejete, a la vez que con sus bellas piernas le atenazaba la cabeza empujándosela más firmemente hacia su jugosa y febril vagina.
–Ves cómo te gustó… escuincla de Mierda!!!, le dijo el viejo con cara de sapo una vez que se pudo separar de aquella exquisita hendidura, –Ahora te voy a culiar por la zorra ya verás…
La colegiala que aún estaba en estado de extrema calentura le dio su autorización,
Cielo Riveros –Si… la… quiero… toda…. adentro, le dijo sin saber lo que estaba diciendo, con sus ojos lánguidos y mirando hacia un lado de la habitación.
Cielo Riveros se abrió de piernas nuevamente para que su profesor de una buena vez se la metiera y la hiciera su mujer, fue ella misma quien ahora se abría su apretada vagina con dos de sus dedos para que su macho llegara y simplemente se la encajara hacia su interior, esto fue mucho para el degenerado y aprovechador profesor, con solo tener la visión de la dulce Cielo Riveros abriéndose y dándole luz verde a su verga para que se paseara por donde él lo quisiera lo llevaron al placer anticipado,
–Ohhhhh putitaaaaa me corroooooo!! no voy alcanzar a meterteloooo!!!, el viejo como pudo se abalanzo hacia la cara de la expectante jovencita, ella viendo que en cualquier momento este dispararía sus lecherazos, lo espero sin saber qué hacer, el viejo como pudo se instaló a horcajadas sobre sus tetas tomando y apretando su hermosa cara la obligo a que abriera su boca, Cielo Riveros no podía respirar sintió entrar en su boca la gorda verga de don Tulio que una vez bien alojada en su cavidad oral este disparo tres sendos y gruesos borbotones de semen caliente y espeso, seguidos por otros cuatro de igual intensidad y potencia, la corrida en su boca fue abundante, la colegiala aguanto la respiración lo mejor que podía, sentía como la verga de su maestro escupía semen al interior de su garganta y paladar cuantiosas cantidades de aquel exquisito liquido espeso y caliente que una vez ya había bebido en el interior de la oficina de su profe, pero ahora sentía unas tremendas ganas de bebérselo todo, por lo que sin pensarlo dos veces a medida que esta prolífica esencia masculina salía a raudales de la verga ella lo iba tragando, y aprovechaba de chupársela intentando succionarle hasta la última gota de semen que el vejete poseyera al interior de sus peludas bolas.
Cielo Riveros se había tragado una gran cantidad de espermios que le había regalado el maestro Tulio.
El viejo cayó desplomado al lado del curvilíneo y sudado cuerpo desnudo de la tierna colegiala, ella se mantenía con sus ojos vidriosos, sus curvas aún estaban temblorosas por la tremenda excitación a las que habían estado expuestas, poco a poco se fue serenando, hasta que los fuertes ronquidos del hombre al cual le había bebido una gran cantidad de semen, la sacaron de su estado de calentura, se volvió a mirarlo, ahí estaba el miserable y aprovechador vejete que por segunda vez se había beneficiado con su cuerpo, los remordimientos y el sentimiento de culpa se apoderaron de su mente, –Pero que barbaridad era la que acababa de hacer?, se preguntó de pronto, lentamente se levantó de la cama y salió de aquella habitación, con sus hermoso ojitos verdes llenos de lágrimas fue por el vestido que le había prestado su amiga y se lo puso, consulto la hora ya eran las 09.00 de la mañana.
Una vez que se hubo arreglado un poco en el baño se dispuso a irse para su casa, desde la sala escuchaba los fuertes ronquidos del profesor, quiso ir a despedirse de su amiga, intentaba no hacer ruidos, y cuando abrió la puerta de la habitación la pobre chamaca casi se desmaya de la impresión, vio a Katherine Riveros tirada en su cama desnuda con su dorado cabello rubio totalmente alborotado, mantenía sus bellas piernas bien abiertas, una de sus manos la movía aceleradamente en su vagina haciendo frenéticos círculos, y con la otra mano se apretaba alternadamente las tetas, escucho claramente como su rubia amiga murmuraba con su cejas fruncidas en señal de concentración en lo que estaba haciendo:
Cielo Riveros –Asiii…asiiii…profesor Tuliooo!!… metamelaa!! Métamelaaaa!!! más adentrooo!!!… más adentroooo!!!

Cielo Riveros se quedó mirando como embobada el desnudo cuerpo excitado de su amiga, sus bellos ojos verdes la recorrieron curva por curva, inconscientemente junto sus piernas lo que más pudo, sintió que su cosita sin darle previo aviso le soltaba una extraña cantidad de agüita calientita que corrió por sus muslos y que la hicieron sentir muy rico, le estaban dando ganas de….
Cielo Riveros salió casi corriendo espantada de la casa de Katherine Riveros y muy asustada por lo que su cuerpo le había hecho sentir en el momento que vio a su amiga masturbándose, se preguntaba que como era posible que su cuerpo le hiciera sentir eso después de todas las atrocidades que le habían ocurrido, y más encima a costillas de Katherine Riveros que era su gran y mejor amiga, esto está mal… muy mal, se iba diciendo.
Ya en el bus y en camino a la seguridad de su casa no podía dejar de pensar en todo lo sucedido en la noche anterior, se maldecía a ella misma por haberse entregado al más feo y degenerado de sus profesores, ahora con qué cara podría llegar el día lunes al colegio?, y con qué cara podría ver a su madre que seguramente a estas horas ya debía estarla esperando, sentía asco por lo que había hecho, en que había estado pensando cuando le dio por beberse el semen de tan asqueroso sujeto, y Katherine Riveros desnuda y masturbándose, que hermosa la había visto…no! en eso no iba pensar!!, se dijo terminantemente.
Recordó también su anterior violación, por nada del mundo don Pedro se tenía que enterar de lo acontecido en la casa de su amiga, ya que este se podía enojar con ella, pensó que tal vez ni la llamaría como le había prometido, y si la llamaba bastaría con no contarle nada de lo sucedido, con esto último la pobre se tranquilizó un poco más, de pronto cayo en cuenta que porque estaba más preocupada de lo que podría pensar don Pedro, si ese viejo caliente también se había aprovechado de ella, su preocupación debía de centrarse en Rodrigo, era a el a quien ella amaba con todas las fuerzas de su corazón, por lo tanto se sacó la imagen de don Pedro y prefirió pensar en Rodrigo, el si era bueno y comprensivo con ella.
Al ingresar a su casa intento hacer el menor ruido posible, pero para su tranquilidad encontró una nota de su amada madre en la que le decía que tuvo que irse a atender una urgencia en el hospital, por fin pudo descansar, de seguro que su madre ya no llegaría hasta el próximo fin de semana, a duras penas aseguro la puerta con el pasador de madera que había instalado don Benito.
Se dio una relajante ducha, a medida que las refrescantes cantidades de agua recorrían y lavaban su mancillado cuerpo, Cielo Riveros recordó las escenas más escabrosas de la noche anterior, de cuando don Pedro con sus amigos la vieron desnuda en la feria, de cómo el viejo mecánico la enculo delante de los otros viejos, su desvirgamiento adentro de un sucio taller mecánico, y para rematarla la cogidota que le había pegado su profe por el culo estando él bajo el efecto de las drogas, ni que decir de la abundante cantidad des espermios que se había comido solo hace un par de horas, la joven colegiala lentamente se fue agachando en la ducha para ponerse a llorar desconsoladamente acurrucada en una esquina de la bañera, mientras el agua de la ducha le limpiaba su curvilíneo cuerpo de todo lo malo que le había ocurrido en esas últimas 12 horas de su vida.
Ya eran casi las 6 de la tarde, Cielo Riveros se despertó un poco confundida, había dormido casi todo el día, aun no recordaba que día era hoy, de pronto vio que en la silla a los pies de su cama estaba el vestido que le había prestado Katherine Riveros, la angustia se apodero nuevamente de su conciencia al recordar todo lo sucedido, reviso su teléfono celular tenía 5 llamadas perdidas de Rodrigo, eso la saco un poco de su lamentable estado emocional, le llamo y estuvieron conversando unos buenos minutos en donde quedaron de acuerdo para juntarse al siguiente día después de terminado el colegio.
El resto de la tarde Cielo Riveros se lo paso ordenando sus cuadernos, y preparando su uniforme escolar, las sucias imágenes que la atormentaban poco a poco se iban disipando, pero el solo pensar que ya no tan solo tendría que soportar las lascivas miradas del cojo Juan sino que también ahora se sumarian las del maestro Tulio, la hacían poner de mal humor, se puso como regla no tener que ir por nada del mundo a la oficina de aquel asqueroso hombre, como se había atrevido a tirársela en la casa de su amiga, pensaba que si don Pedro tomara cartas en el asunto lo más seguro era que se lo despacharía, increíblemente estos pensamientos hacia la burlona persona del vil mecánico la hacían poner de buen humor, pero luego recordaba que ese mismo sujeto también se la había violado y que más encima también le había dicho que se quería coger a Katherine Riveros.
Cielo Riveros dormía apaciblemente en la oscuridad de su habitación, en sus sueños veía a Rodrigo que la esperaba sentado en los bancos de una hermosa plaza, ella se había arreglado para él, en sus sueños era el día en que juntos iban a concretar el acto de amor, ella llegaba con un poco de retraso, y Rodrigo al verla se ponía de pie y extendía sus brazos para que ella corriera hacia él, una vez que ya estuvieron abrazados, Cielo Riveros sentía el cuerpo de su amado distinto, a la vez que una hediondez extraña emanaba de sus ropas, con espanto se percataba que Rodrigo ya no estaba en sus sueños y el que la mantenía abrazada era don Pedro quien la miraba con su burlona sonrisa, ella quería escapar e ir en busca de su amado, pero el vejete casi sin ningún esfuerzo la iba arrastrando hacia la misma oficina con cama en donde la había convertido en su mujer.
La jovencita se estremecía en la cama de un lado a otro, las tapas se habían caído y solo estaba con su camisa de dormir, lentamente sus muslos se comenzaron a frotar uno contra el otro, la pesadilla continuaba.
Don Pedro la metió a la fuerza en la oscura habitación, ella ya estaba casi entregada sabía que el vejete se la iba a follar, una ardiente comezón en su zorrita le invitaban a buscar la cama tenderse en ella y abrirse de piernas, para que el mecánico le hiciera eso que ella ya sabía que disfrutaría mucho.
En la oscuridad ella buscaba la cama mientras se iba sacando sus ropas, quería que don Pedro se lo hiciera de la misma forma abrutada que ella bien conocía, una vez que ya pudo estar acostada y tendida de espaldas abrió sus muslos en espera de su macho, lo veía en las penumbras como este se quitaba su overol de trabajo, y cuando lo vio acercarse para venir a montársela y ella se abría aún mas de piernas, con espanto vio que el que venía desnudo y con la tranca bien parada no era don Pedro, sino que el mismísimo maestro Tulio y que le decía…
–Me echabas de menos mi amorcito?, ahora sí que no te salvaras lindura, le decía agitándose la verga a la vez que se acercaba a su cuerpo desnudo, ella quería cerrar sus piernas pero no lo podía lograr, ahogadamente llamaba a don Pedro pero este había desaparecido, cuando sintió el seboso cuerpo del maestro Tulio subirse sobre el suyo llevo su mirada hacia un lado de la cama en donde vio otra cama igual a la en que ella estaba acostada, de pronto vio que era la misma Katherine Riveros la que estaba desnuda y masturbándose tal como la había visto el día domingo en la mañana, ella intentaba llamarla para que la salvara, pero Katherine Riveros no cesaba de masturbarse y la miraba sonriente, hasta que vio que otro sujeto se estaba acomodando en los tibios muslos de su amiga, de pronto lo reconoció, era don Pedro que aprovechando los muslos abiertos de la Katherine Riveros, se lo mando a guardar de una, Cielo Riveros pataleaba en todas direcciones, don Pedro y Katherine Riveros follaban rítmicamente solo a un metro de donde estaba ella, ambos la miraban sonriendo mientras jugaban con sus puntiagudas lenguas y sin dejar de mirarla.
En su sueño ella estaba enojada pero no podía dejar de mirar de lo que ellos hacían, su amiga se veía más hermosa que nunca, y le asentía muy bien estar follando con semejante semental que ella también ya había probado, en eso sintió la verga de don Tulio que ya se aprontaba a entrar en su vagina, y justo en el momento en que el vejete tomaba fuerzas para empujar este misteriosamente desapareció, Cielo Riveros no sabía que era lo que pasaba, miro a la cama contigua y también había desaparecido don Pedro, Katherine Riveros la miraba sonriente aún se mantenía con sus bellos muslos abiertos, como si la estuviera esperando, Cielo Riveros no quería acercarse pero su cuerpo reaccionaba solo, ya se había levantado y se acercaba al portentoso cuerpo de su amiga, nooo! se iba diciendo, pero Katherine Riveros la esperaba a ella ofreciéndole su hermosa zorrita jaspeada con dorados pelitos, Cielo Riveros se la encontraba atrayentemente hermosa, se arrodillo al medio de los perfectos muslos abiertos de Katherine Riveros y con decisión fue agachando su cabeza en dirección a la jugosa vagina que le estaban ofreciendo, saco su lengua para hacer el primer contacto con la piel de su amiga y…
–Nooooooooo!!!, fue el espantoso grito que vocifero Cielo Riveros cuando se despertó.
Cielo Riveros estaba toda sudada, había sido una pesadilla, sentada en su cama y con su respiración agitada intento tranquilizarse, como pudo volvió a recostarse para descansar, ya que se había despertado muy alterada, fue en eso que se percató de la seguidilla de pulsaciones que tenía en su panocha, llevo su mano a aquella parte de su cuerpo y se percató que estaba completamente mojada, su corazón se aceleró con solo un leve contacto de su manita con su cosita, tenía mucha calor por lo que se sacó el camisón para quedarse solo con sus rosaditas pantaletas con encajes, ella seguiría durmiendo se decía, pero la vivas imágenes de don Pedro follandose a Katherine Riveros no le daban tregua, por otro lado estaba don Tulio que también andaba desesperado por metérsela, y por ultimo… eso último!, eso último en lo que ella no quería imaginárselo, pero lamentablemente la imagen del cuerpo desnudo de su amiga la tenía viva en su mente.
Con los ojos cerrados comenzó a sobarse su estómago, lentamente fue bajando sus manitas hacia esa parte que ella sabía que si se la tocaba le iban a hacer sentir muy rico, pero no se quería permitir darse placer con la imagen de su amiga siendo violada por el burlón de don Pedro, tras unas acaloradas contradicciones sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal decidió que se tocaría solo un ratito pero con sus calzoncitos puestos, de seguro que después de un rato su cuerpo y su mente la dejarían en paz.
Cielo Riveros se masturbaba en la oscuridad de su alcoba, sus pensamientos estaban puestos en el voluminoso cuerpo dorado de Katherine Riveros, imaginaba a don Pedro aserruchándola con brutalidad, luego cambiaba la imagen por la de don Tulio abofeteándola y enculandola, luego de eso se venía la imagen de Katherine Riveros con sus bellas piernas abiertas y masturbándose, así iba alternando sus morbosos pensamientos para darse placer, ya que así su cuerpo se lo exigía en esa acalorada noche.
Cielo Riveros Lentamente fue metiendo su manita por debajo de sus pantaletas, y al tocar con sus dedos su pequeño botoncito la sensación que sintió en todo su cuerpo fue indescriptible, sin pensarlo dos veces levanto sus caderas y llevo sus manos a sus pantaletas para deslizarlas hacia abajo y sacárselas, Cielo Riveros quedo completamente desnuda, la maratónica noche de sexo que se había pegado solo hace menos de un día no eran suficiente para su desarrollado cuerpazo, sentía unas tremendas ganas de masturbarse de la misma forma en que había visto a su amiga haciéndolo, y lo iba a hacer.
Nuevamente bajo una sus delicadas manitas hacia su casi lampiño pubis, casi se lo acariciaba, mientras que con su otra mano rozaba las suavidades de sus muslos, esta exquisita combinación le proporcionaban un deleitoso cosquilleo en todo su venerable cuerpo.
Todas sus curvas disfrutaban de las caricias que se estaba auto proporcionando la tierna colegiala, con suavidad y ligereza comenzó a rozar su clítoris desprovisto de pelitos, sus dedos hacían más y más círculos.
Cielo Riveros con sus bellas piernas abiertas de par en par presionaba su manita con más fuerza a la vez que su excitación iba siendo cada vez mayor, luego con su dedo medio se abrió paso entre sus carnes íntimas y lo introdujo en su vagina la cual sintió húmeda y caliente, estaba sintiendo muy rico.
Pensaba en don Pedro, poco a poco su cuerpo ya comenzaba a sudar, y su excitación era mayor.

Deseaba que alguien se la metiera, su cuerpo tenía hambre y sed de verga, se imaginaba la del mecánico, la de don Tulio, la del cojo Juan, en esos momentos hubiese hasta pagado por haber tenido cualquiera de las tres vergas a su alcance, luego se imaginaba a ella misma desnuda y arrodillada rodeada de las tres vergas, las cuales ella chupaba alternándolas y con desesperación, sus dedos ya hacia desquiciantes círculos en su jugosa vagina.
Cielo Riveros sentía que ya se avecinaba un orgasmo, por lo tanto tenía que elegir luego a uno de los dueños de las tres vergas que tanto la enloquecían en estos momentos, para pegarse una paja en su honor, por lo amachado y bruto que era para sus cosas eligió a don Pedro, aunque los otros dos tampoco se quedaban atrás, pensaba mientras seguía masturbándose.
Se imaginó a don Pedro montándola con las mismas fuerzas en que lo había hecho en aquel taller mecánico, sentía tan rico en su zorrita que no quería parar nunca de sobajearse la panocha, era una sensación insoportable, a la vez maravillosa, enloquecedoramente caliente y nueva para ella.
Sus dedos se resbalan de arriba abajo por las carnes de su jugosa y encharcada zorrita, la sentía mojada y algo pegajosa, se volvió a introducir un dedo muy suavemente y bien profundo dentro de su vagina, lo saco chorreante de sus propios jugos íntimos, y temblorosamente se lo llevó a la boca, quería probar, una vez que se lo chupo, declaro que sabía muy rico, ahora entendía porque se la lamian antes de metérsela, y la de Katherine Riveros? … la de ella tendría el mismo sabor? Se preguntaba mientras sus dedos aceleraban la exquisita labor masturbadora.
Ahora con un gran charco de jugos vaginales en su cama, y ya teniendo una leve idea del verdadero sabor de una vagina, Cielo Riveros fuera de sí cambio la imagen de don Pedro por la de Katherine Riveros, tal y como lo había soñado… se la imaginaba tirada desnuda y en una cama con sus piernas abiertas esperando que alguien se la chupara y ese alguien iba a ser precisamente ella misma, Cielo Riveros se la iba a chupar, en su mente grafico la vagina de Katherine Riveros tal como la había visto aquella mañana y poco a poco fue sacando su fresca lengua imaginándose que la ponía en la rubia vagina de su amiga, su calentura era cada vez más y más fuerte,
Ahora en su mente tenía la viva imagen de Katherine Riveros montada en forma inversa encima de ella haciendo ambas un glorioso 69, imaginaba delante de sus ojos la rubia vagina que en estos momentos tanto deseaba lamer, imaginaba sus manos paseándose por las curvas de su amiga…
Esto fue mucho para la alterada e intespestuosa mente de la curvilínea colegiala que aún se masturbaba como energúmena, en consecuencia fue el cuerpo de Katherine Riveros el que se adjudicó la erótica y exquisita paja que se mandó Cielo Riveros en su honor, las imágenes del rico 69 entre ambas, la calentaron de sobre manera hasta que su zorrita exploto en una verdadera cascada de jugos que evidenciaban el sabroso orgasmo de la tierna chamaca,
–Ohhhhhh! Dios míooooo!!, Katherine Riverosuu!!… Katherine Riverosuuuuu!!! como me gustaría chupártelaaaa!!!, exclamaba la nena dedicándole su paja a su amiga, mientras su manita subía y bajaba rápidamente por su zorrita totalmente encharcada de jugos vaginales, sus caderas ondulaban frenéticamente imaginando que también Katherine Riveros se la estaba chupando a ella, –Ohhhhhh ayyyy! Ayyyyyyy que me corroooo!… me corrooooooo Katherine Riverosaaaa rica! ricaa!! ricaaa!!! ricaaaa!!!! Ricaaaaaaaa!!!!!, Cielo Riveros casi se meo de placer, subía y bajaba sus caderas en todas direcciones sin despegar su manita de su mojada panocha, una oleada de eléctrico placer la invadían y le hacían abrir y cerrar sus piernas con desesperación, terminando con extraños movimientos de como si verdaderamente se estuviera acalambrando, lentamente su cuerpo desnudo dejo de moverse, solo su agitada respiración daban claras muestras del inmenso placer que había experimentado, estaba cansada, tal como quedo toda despaturrada en su camita se quedó dormida.
Aquel día lunes la colegiala salió a tomar el bus para su colegio, iba tan ensimismada en sus pensamientos que no ponía atención en las calientes miradas que le daban los malvivientes del sector, y menos de todas las vulgaridades que le gritaban desde cualquier esquina, pero ella pensaba en lo extraño que había sido su sueño de la noche anterior, se sentía muy apenada por lo que había hecho, sabía que estaba mal haberse tocado su casita pensando en eso con Katherine Riveros, pero había sentido tan rico, no sabía por qué su cuerpo le hacia ese tipo trampas, prefirió no pensar más en el asunto… total, eso no pasaría nunca más.
Una vez que llego a su colegio se fue rápidamente para su salón, en el trayecto se encontró con Katherine Riveros, la pobre Cielo Riveros solo al mirarla se sonrojo de vergüenza por la estupidez que había hecho en la noche,
–Hola amiga…como no me llamaste ayer?, estaba muy preocupada a qué hora te fuiste para tu casa?
–Ay Katherine Riveros, sé que me fui temprano pero no sé a qué hora, pero ya era de mañana…
–Y donde dormiste?…la habitación de mis padres estaba hecha un desastre… por suerte alcance a asearla…
–Katherine Riveros yo dormí en el sofá, creo que fue el profesor el que se fue a dormir en la habitación de tus papas…
–Mmmm…tiene que haber dormido como rey el viejo ese… cuando me levante ya se había marchado… oye Cielo Riveros te quiero hacer una pregunta, el viejo ese… intento algo contigo esa noche?
Cielo Riveros pensó que se moría, –Porque Katherine Riveros le preguntaba semejante cosa?, habría escuchado algo cuando el profesor Tulio se la había estado follando en la habitación de sus padres?
–Claro que no Katherine Riveros, porque me preguntas esas cosas?
La chamaca no servía para mentir, pero aun así su amiga le creyó,
–Jajaja…si te creo tonta, solo preguntaba, acuérdate que a mí se me pasaron las copas y ni supe cómo me quede dormida, jijiji, justo en el momento en que Cielo Riveros le iba a contestar algo vio que solo a un par de metros de ellas estaba el profesor Tulio con el cojo Juan, ambos conversaban y cuchicheaban mirándolas y riéndose burlonamente de ellas, o por lo menos Cielo Riveros lo captaba así, –Mira ahí está el profe, acompáñame y mientras yo hablo con el de una cosita sobre mis notas tú le hablas a don Juan, acuérdate que él también te anduvo buscando.
–Katherine Riveros…de verdad que me hubiera gustado hablar con don Juan pero debo ir a dejar un libro a la biblioteca, así que nos vemos en clases…
–Está bien amiga…nos vemos en un rato, en esto Cielo Riveros se fue rápidamente para el salón y Katherine Riveros se fue a hablar con don Tulio.
Obviamente el degenerado docente le dijo a Katherine Riveros que no había pasado nada con Cielo Riveros ya que si le decía la verdad, hasta ahí no más le llegaba el trato con la hermosa y rubia estudiante.
Mientras las bellas colegialas estaban en eso, el Profesor Tulio con el cojo Juan estaban enfrascados en una interesante conversación,
–Tenías razón cojo de mierda, la Cielo Riveros se gasta un culo para los Dioses, es una pendeja exquisita, lamentablemente no alcance a reventarle la zorra, le decía don Tulio al cojo…
–Tranquilo profe ya vera que llegara su oportunidad, yo pienso seguir tirándomela, solo debo planear algo para arrastrarla a mi cuartucho y culiarla todas las veces que yo quiera, jajaja!! Mire ahí llegaron ese par de putitas, Ufffff que buenota está la Katherine Riveros profe, pero a esa no es como llegar, la Cielo Riveros es más confiada, pero la rubia se nota que está más vivita, jejeje, le decía mientras las miraba y las desnudaba con la mirada…
–Hagamos un trato cojo de la grandísima puta…
–Pus dígame no más profesor…
–Escuchame… planea algo bueno para poder encerrame en tu cuartucho con la Cielo Riveros, ojala sea por un día entero, si la logras llevar me dejas la otra parte a mí, solo deberás vigilar que nadie se acerque a interrumpirnos, y te juro pendejo que te pongo a la Katherine Riveros en bandeja y por un fin de semana entero…que te parece?
–Sale profesor! Pero eso va a costar un poco, la pendeja anda a la defensiva, yo solo planeaba violármela en cualquier parte del colegio, pero Ud. quiere por todo el día…
–De eso se trata tarado de la gran puta, disfrutar a concho de la carne joven que nos provee el colegio, además que no tienes para que apurarte, tenemos tiempo de sobra, ahora largate mira que ahí viene la rubia y yo tengo que hablar con ella…
A media mañana Cielo Riveros no se podía concentrar en las clases de matemáticas, Katherine Riveros se sentaba tres asientos más adelante que ella, la rubia solo se dedicaba a enviarle mensajes a su novio y no hacía nada de los trabajos en clases, pero esto no era lo que le preocupaba a la femenina mocosita de ojos verdes, sino que no podía dejar de estudiar las marcadas curvas de su amiga, le miraba sus hermosos muslos, recordaba cuando la había visto tirada en la cama con ellos totalmente abiertos, luego se la imaginaba así mismo como estaba sentada jugando con su celu pero sin nada de ropa. Sus piernas nuevamente le temblaban, como podía estar sucediéndole eso? Finalmente se concentró en los ejercicios matemáticos y por fin se pudo calmar.
En la tarde llego apresuradamente a su casa, en una hora más se iba a juntar con Rodrigo su novio, tenía tantas ganas de estar en sus brazos, de hablar con él y así tantas cosas más. Se ducho rápidamente y se cambió la ropa escolar. Cuando ya estuvo lista salió de su casa en dirección al parque en donde quedaron de encontrarse, a lo lejos lo vio que él ya había llegado, la esperaba sentado en una de los típicos asientos que abundan en los parques.
Cielo Riveros iba vestida con una ajustada blusa color celeste y con mini falda blanca, las sandalias con tacón la hacían ver aún más alta de lo que era, se veía una mujer imponente, solo su carita angelical e inocente desentonaba con el pedazo de hembra que era para los ojos de cualquiera.
–Como estas princesa!, le saludo Rodrigo con un romántico piquito en los labios…
–Bien! y como estas tu…
Los jóvenes conversaron por largos minutos sentados en el parque, Cielo Riveros mantenía su cabeza apoyada en el hombro de su novio, se sentía feliz de estar con Rodrigo, el joven la desconectaba de todo lo malo que le estaba ocurriendo con esa tropa de viejos cochinos y calientes que la vivían molestando, en su lista estaban: don Lucas, el gordo Anselmo, el cojo Juan, don Tulio, don Pedro, el Gori, y así tantos otros. Hasta que Rodrigo la saco de sus pensamientos.
–Amor mi madre me pidió que te llevara a la casa esta tarde, le he hablado mucho de ti y te quiere conocer…
–Pero Rodrigo, y que pasara si no soy de su gusto, seguro que ella quiere otro tipo de chica para ti…me da vergüenza ir a tu casa…
–Tu eres perfecta Cielo Riveros, yo sé que le caerás muy bien…
Luego de unos minutos en que tardo Rodrigo en convencer a Cielo Riveros de que fueran a su casa, la nena por fin se decidió,
–Bueno pero si vamos a ir que sea luego, tú sabes que a mí no me gusta andar tarde en la calle. Una vez de acuerdo la feliz pareja de novios se puso en camino hacia la casa del muchacho.
La señora María madre de Rodrigo estaba encantada con la novia de su hijo, era una nena de muy buenos modales, y muy bonita por cierto, todo en ella reflejaba transparencia, no era como esas jóvenes actuales que andan perdiéndose en la calle, o acostándose con mal vividores por algo de dinero, Cielo Riveros era distinta por lo tanto los novios contaban con su aprobación.
–Ves? Te dije que le ibas a caer bien, le decía Rodrigo a Cielo Riveros, mientras su madre les preparaba algo de comer antes de que su hijo la fuera dejara su casa…
En eso estaban cuando se abrió la puerta de la calle, venia llegando el padrastro de Rodrigo, se trataba de Don Severiano un hombre de unos 57 años robusto, de mediana estatura, con una prominente panza cervecera, unos tupidos bigotes, y un cabello entrecano que solo le cubría los laterales de su cráneo siempre presumiendo de sus raíces italianas, era un viejo pocas pulgas tirando para ogro, casi parecía un toro.
Rodrigo se levantó rápidamente y fue a hablar con su madre,
–Mamá—Usted me dijo que hoy llegaría tarde…
–Así se suponía hijo, no sé por qué llego tan temprano, madre e hijo hablaban casi en susurros, para que el viejo no los fuera a escuchar, en eso Rodrigo ya estaba de regreso con Cielo Riveros.
–Pero que tenemos aquí?, dijo don Severiano cuando vio que su hijastro se disponía a marcharse con su novia…
–Permiso señor, contesto Rodrigo intentando dirigirse a la puerta con Cielo Riveros tomada de la mano, el viejo se interpuso…
–Y quien es esta encantadora chamaquita que llevas tomada de la mano…no me vas a decir que anda perdida y tú te la encontrate?, jajaja!!
–Es mi novia…
–Jajaja…escuchaste María?, le grito a su mujer que en esos momentos ponía los cubiertos en la mesa silenciosamente, –El niño de la casa ya creció… ahora tiene novia!! Jajajaja!!!
–Ya nos retiramos, por favor déjeme pasar le decía el joven, este le tenía odio y miedo al hombre que lo había criado, el muchacho lo aguantaba desde los 7 años ya que era con mucho dolor testigo de los maltratos que ese viejo le daba a su cándida madre y hasta a el mismo muchas veces lo había golpeado por cualquier motivo, el maltrato hacia él siempre fue físico como sicológico, diciéndole toda la vida que era un inútil, desquitándose con ellos el mal día que muchas veces tenia.
El viejo se quedó boquiabierto y cuando por fin pudo ver a la tremenda hembra que su hijastro había llevado a la casa, aquella de las que muchas veces el muchacho había comentado pero que él no le creía, (pero que pedazo de hembra, este mocoso inútil no se merece este manjar tan sabroso), se decía el viejo zorro contemplando de pies a cabeza y comiéndosela con su odiosa mirada a la hermosa colegiala a la vez que sentía como se le paraba la verga.
Cielo Riveros quien notaba algo raro en la situación, quiso ser cortes con el hombre, ya que se daba cuenta que al parecer debía haber algún tipo de problemas entre padre e hijo,
–Buenas tardes señor…mi nombre es Cielo Riveros, le dijo la chamaca estirándole su blanca manita,
–Aprende pedazo de idiota… esos sí que son buenos modales, le dijo don Severiano a su hijastro a la vez que tomaba la suave mano de Cielo Riveros y disimuladamente se la llevo para rosarla contra su paquete en el mismo momento en que le estampaba un beso en la cara, y casi muy cerca de sus labios, la colegiala debido a la tensión del momento no se percató de nada, solo sintió los puntiagudos bigotes que le pincharon la cara.
El viejo Severiano mientras seguía obstaculizando la puerta de salida se dio a estudiar a la suculenta hembra que su hijastro tenía por novia, le calculaba por lo menos 1.70 mts de altura, ojos verdes, de tetas grandes y paraditas, unas torneadas piernotas y muslos de ensueño, y para colmo un antojable culazo bien parado y redondito, esa mocosa era un verdadero monumento de mujer se decía para sus adentros.
Estaría demás describir como este viejo caliente y sin vergüenza obligo a Rodrigo y a Cielo Riveros a quedarse a cenar, situación que el vejete aprovecho para estudiarla a su regalado antojo, al igual que su mujer la veía de buenos modales y bien educada, pensaba que era mucha carne y mucha mujer para el maricon que tenía por hijastro, aquella hembra se merecía follar con un verdadero macho caliente, y el sentenciaba que el mejor candidato para ello era el mismo, pero tendría que ser cuidadoso para lograr su objetivo, pero que se la culiaba si o si, pensaba mientras no dejaba de comérsela con la mirada.
Una vez que terminaron la cena y mientras la pareja se despedía, el semental italiano (según él) se prometió que de alguna forma se las arreglaría para poder cogerse a la bella chamaca.
Los días pasaron y la normalidad llegaba a la vida de nuestra dulce colegiala, lo único extraño que había notado era que desde que conoció al padrastro de Rodrigo se lo había encontrado en la calle por lo menos unas cuatro veces, ya sea en las cercanías de su colegio, o en el trayecto a su casa, ocasiones en que el viejo se hacia el que no la veía.
Estaba claro, don Severiano se había obsesionado con la hermosa y potable figura de Cielo Riveros, se las había ingeniado para hacerse de la dirección de la nena siguiendo a Rodrigo los días en que quedaban de salir a dar una vuelta, había sido su mismo hijastro quien inconscientemente la había llevado hasta la casa de su novia, luego de eso ya no necesito más seguirlo, cuando su caliente temperamento sentía la imperiosa necesidad de volver a mirarla se pasaba hasta horas esperando que la chamaca saliera de su casa para el seguirla, hasta se había comprado una pequeña cámara digital para tomarle fotos desde lejos y pajearse mirándolas de todos los ángulos posibles.
La semana había pasado sin novedad, y Cielo Riveros ya casi ni se acordaba de don Pedro y de los otros rufianes, aquel día viernes la chamaca iba de vuelta para su casa, había salido del colegio un poco más tarde de lo normal por haberse quedado terminando un trabajo, ya casi todo el alumnado se había retirado, era una tarde de mucho calor, pero ella estaba muy contenta ya que les habían entregado los certificados de notas del primer semestre y nuevamente ella había destacado entre los primeros lugares, su madre iba a estar muy feliz por sus logros escolares.
Sentada en la parada de autobuses y ensimismada admirando una y otra vez su certificado de notas, no puso atención en la gruesa figura que tomaba ubicación justo al lodo suyo, hasta que una familiar y aguardentosa voz la devolvía a la peor de sus pesadillas,
–Hola mamasotaaa!!… pero mira qué bonita te vez vestida de colegiala, jejeje… Cielo Riveros lo miro con espanto, todo su curvilíneo cuerpo comenzó a temblar cuando comprobó que justo sentado al lado de ella estaba el mismo don Pedro en persona sonriéndole con su burlona mirada, la chamaca rápidamente se puso de pie para alejarse hacia cualquier parte pero el vejete fue mucho más rápido que ella y la tomo fuertemente de un brazo,
Cielo Riveros –Nooo! Suélteme… exclamaba la asustada jovencita al sentirse fuertemente inmovilizada por don Pedro…

–Jajaja… no te pienso soltar ricura, es más te vine a buscar para que nos vayamos a follar a tu casita, ya me he enterado de algunas cositas tuyas y sé que tu mami no llega hasta mañana, jejeje, así que no hagas ninguna mamada de la que te vayas a arrepentir…
Don Pedro estaba muy divertido con la débil resistencia que estaba oponiendo la rica de Cielo Riveros. Ella por su parte estaba aún más espantada, no podía llevar a don Pedro hasta su casa, para hoy había quedado con Rodrigo de ver una película, el joven ya debía estar esperándola a la entrada de su vivienda, que explicación le daría cuando la viera llegar con un viejo ordinario y que para rematarla le tendría que pedir que se fuera para ella encerrase en su propia casa con el horripilante mecánico, en definitiva esto no lo podía permitir…
–Suélteme… déjeme ir… la joven seguía con sus forcejeos a la vez que miraba en todas las direcciones posibles para ver si alguien la podía ayudar, extrañamente a esa hora de la calurosa tarde la calles estaban vacías…
–Te he dicho que no pendeja!!! Hoy es mi día libre y he esperado toda la semana por este momento así que vamos caminando para tu casa, que hoy sí que vamos a follar como marido y mujer, jajajaja!!!.
–Don Pedro me hace daño!, se quejaba la asustada colegiala, pero el hombre seguía igual de decidido en sus calientes propósitos.
Cielo Riveros a pesar de estar cansada y asustada de la situación, golpeó con su mochila la cabeza del vejete intentado hacer que la soltara, el mecánico ahora ya más enojado ante la situación que se le estaba presentando, golpeó con todas sus fuerzas a la nena.
El brutal bofetón que recibió Cielo Riveros hicieron que dejara de forcejear al instante, la colegiala no se lo esperaba, el tortazo había sido bestial. Le zumbaba el oído y ahora sí que estaba más asustada que nunca, con las piernas temblando, se sentó nuevamente en los asientos de la parada.
–Está bien, le dijo con voz quedita y temblorosa, –Pero deje recuperarme, la chamaca había quedado mareada con semejante cachuchazo.
La calentura bullía en el interior del perverso hombre, la adrenalina le salía hasta por los poros al ver y sentirse superior ente aquella indefensa jovencita de 18 años, y el tenerla ahí sumisa y casi entregada, se sintió poderoso.
–Te dije que no me hicieras alguna mamada pendeja, esto no tendría por qué haber pasado, así que recuperate luego porque quiero verte sin ropa lo más pronto posible, acuérdate que tú eres mi mujer, le dijo a la vez que le volvía a mostrar el parte policial por prostitución.
–Por favor don Pedro, déjeme ir, si quiere hagámoslo otro día pero hoy de verdad que no puedo, sniffff, déjame marchar, le suplicaba temiendo ser descubierta por su novio, quien la vería llegar acompañada de un hombre mucho más viejo que ella, esto no se lo podía permitir, era lo que pensaba.
Cielo Riveros sabía que don Pedro era un viejo abusador y pervertido, se asustó aún más pensando en lo que le podría hacer un hombre depravado que era capaz hasta de golpearla en la misma calle, y mientras más pensaba en esto, más asustada se sentía, tenía que haber una forma de poder librase de aquella más que comprometedora situación, pero no se le ocurría nada.
Don Pedro ya confiado en que había dominado la situación, bajo la guardia y la soltó del brazo, situación que Cielo Riveros aprovecho para salir corriendo en forma desesperada, su corazón le latía a mil por hora, pero los inmensos nervios que sentía en esos momentos le jugaron una mala pasada y tropezó se fue de bruces contra el suelo, la chamaca no se hizo daño pero el solo pensar en lo que le iba a ocurrir por haber hecho semejante tontería la hicieron quedar aterrada, los segundos se le hicieron eternos hasta que sintió que nuevamente era tomada del mismo brazo, su existencia nuevamente se le venía cuesta abajo.
–Hija de la grandísima putaaaa!!, ya vas a ver de lo que soy capaz perra de mierdaaaa!!!, bufaba el vejete mientras la arrastraba, hacia un callejón marginal que estaba a mitad de la cuadra en donde ellos estaban.
–Noooo…don Pedroooo… por favor no me lleveeeee…sollozaba Cielo Riveros mientras era llevada a tirones.
El ordinario mecánico la llevó hasta el sucio callejón, el lugar era conocido por ser lugar habitual de drogadictos, y de una gran cantidad de vagabundos que merodeaban por el sector, cuando llegaron al lugar Cielo Riveros vio una pila de mugrientos colchones arrumbados en un rincón, sintió un olor raro, un olor que se sentía en el aire, era como mezcla de meados, basura y sudor, esto le causo mucho asco, parecía un refugio de delincuentes.
El viejo agresor de don Pedro ya tenía claro de lo que le iba a hacer a la encamable y estúpida colegiala, para que en una próxima oportunidad en que él la fuera a buscar a donde sea, nunca más le quedaran ganas de hacer ese tipo de pendejadas, una vez que se aseguró que el callejón estaba vacío, la tiro de espaldas en uno de los sebientos colchones en los que con seguridad eran ocupados por las noches para culiar a las prostitutas de la calle, pero ahora se la iban a culiar a ella dilucidaba la asustada chamaca.
Don Pedro al verla allí tirada, temblorosa y asustada se fijó en lo buenota que estaba la pendeja, la verga se le puso dura como fierro, era increíble la forma en que se calentaba con solo mirarla la carita a esa chamaca endemoniada, por lo que se se agachó y le agarro el rostro para girarle la cara y verla frente a frente, Cielo Riveros intentó apartarse, pero el vejete la retenía con fuerza, y cuando estuvo a escasos milímetros de su carita angelical, el burlón mecánico sacó su lengua con la cual se dio a lamerla por todos los centímetros de su rostro, la nena se moría de asco, la repulsión que sentía en esos momentos por el asqueroso vejete la hacían estar al borde de ponerse a vomitar.
El odioso mecánico sin pensarla dos veces se dispuso a magrearle las tetas mientras intentaba por todos los medios posibles hacer que la hembrita abriera la boca para el poder introducir su asquerosa lengua.
Cielo Riveros se resistía e intentaba esquivar los repulsivos lengüetazos en su boca, pero era casi imposible. El feroz mecánico ya estaba babeando de calentura. Mientras seguía intentando introducir su lengua en la boca de la tierna adolecente, se las arregló para desabotonar la blanca blusa escolar, hasta que con mucho esfuerzo logro retirarla del desesperado cuerpo de la joven, su brasier corrió la misma suerte, los minutos corrían rápidamente, Cielo Riveros no supo en que momento ya la tenía con las tetas al aire.
El viejo seguía con la idea de que ella le abriera su fresca boca, pero no lo conseguía, pero se conformaba ya que con sus descascaradas manos podía recorrer la suave y delicada piel de su estómago, en seguida se las subió hasta sus chichotas, que estaban igual de firmes y grandes de cuando se las probo en el taller y en la feria, se las manoseaba como desesperado, las sobaba y las sobajeaba, fueron largos minutos en los cuales la dulce chiquilla, ya un poco cansada de tanto magreo en sus tetas, por fin le abrió su boquita de ensueño, el hombre aprovechó para introducir su lengua y lamer cada uno de los rincones de aquel mágico paladar, hasta lograr juntarla y enredarla con la de la ya casi entregada colegiala.
Cielo Riveros ya casi se estaba ahogando, el vejete le había metido la lengua hasta la misma campanilla de la garganta y se había encargado de llenarle la boca de babas, pero ella necesitaba respirar por lo que no le quedaba más opción que tragarse toda la cantidad de asquerosa saliva que don Pedro le había depositado en su boca. El vejete se separó del ardiente beso,
–Te llego la hora pendeja, ahora sabrás lo que es ser una puta callejera, yo quería que la cosa resultara por las buenas, pero tú te empeñas en hacer estupideces, le decía con su sonrisa burlona y malévola, a la misma ves que se iba bajando los pantalones, Cielo Riveros comenzó a temblar de miedo, –Ahora sacate la falda y los calzones, y ábrete de patas, te voy a culiar encuerada y a plena luz del día, jajajaja!! Y en plena calle para que nunca más se te ocurra hacerme una pendejada como la de hace un rato, te voy a emputecer pendejaaa!!!, te la voy a meter en la calle y tirada en el suelo!!!… tal como se culian a las putas!!!, jajaja!!!, así que desde hoy pasaras a ser una más de ellas, jajajaja!!! Así que vamos sacándonos la ropa putaaaaaa!!!!

Cielo Riveros temblado de miedo por el siniestro rictus que adquirió la cara de don Pedro no le quedo más opción que obedecerle, nerviosamente se sacó la falda escolar y luego sus pequeñísimos calzoncitos hasta quedarse tal como Dios la había enviado a este mundo.
El viejo se quedó con la ropa puesta solo se bajó hasta los tobillos sus viejos y desteñidos pantalones de mezclilla, junto con sus amarillentos y tiesos calzoncillos, para luego dejar delante de los asustados ojos de Cielo Riveros su descomunal y erecta verga, la tenía completamente tiesa y pulsante, como a su vez comenzaba a masturbarse, para que la nena supiera de una lo que iba a tener que comerse por la ranurita que ella tenía entre medio de sus muslos.
Una vez que poso su cuerpo al lado del de la chamaca, comenzó nuevamente a besarla, la desnuda joven lo tenían enloquecido, Cielo Riveros solo se dejaba, el estar en aquellas condiciones en un espacio publica la tenían choqueada emocionalmente, el vejete le soltó la boca para bajar a chuparle las tetas, la hermosa colegiala sentía el pestilente aire que corría por todo su cuerpo,
Cielo Riveros –Don Pedro por favor… no me lo haga aquí en la calle…snifsss!!
–Callateeee!!!!, le gruño como león en sus mismas fosas nasales, haciendo que a la chamaca se le erizaran todos los pelitos de su cuerpo debido al estupor, luego continuo vociferando, –Tú te lo buscaste putaaaa!!!, además que a estas alturas ya no puedo, si supieras lo buenota que estas quizás me entenderías, jajaja!!!. Te he deseado tanto en estos días que ni te imaginas, ya perdí la cuenta de todas las pajas que me hice en tu honor pendeja culona, y por fin llego el día, así que intenta que lo pasemos rico, porque si no me convences te iré a dejar a tu casa así encuerada tal como estas, entiendes pinche putaaaa!!!!.
El viejo indeseable de don Pedro como un verdadero energúmeno se puso a horcajadas sobre su cuerpo, a la misma vez que ubico su gruesa y larga vergota entre sus tremendas chichotas, mientras que sus dos manazas junto y apretó aquellas preciosas y duras montañas de carne, para comenzar el mismo a darse un exquisito vaivén de tetas practicándose la mejor paja rusa que jamás en su vida había experimentado.
Cielo Riveros veía en primera fila las dimensiones de la tranca de don Pedro, no entendía como aquella tremenda barra de carne caliente, que estaba llena de venas multicolores se la habían metido hasta el fondo y en su totalidad en su pequeño tajito de carne, no supo cuál fue el momento en que su cuerpo ya había comenzado a pedirle guerra, como a su vez sus hermosos ojos verdes no dejaban de humedecerse ante la impotencia de estar siendo violada desnuda y tirada en el suelo en una cochina y vulgar calle, las lágrimas ya caían por su rostro.
A medida que su joven vagina le iba exquisitamente pulsando cada vez más rico, ella más se fijaba en la punta de la verga que se asomaba y desaparecía entre sus grandiosas y turgentes tetas al mismo ritmo de las sacudidas que le pegaba el mecánico.
Lentamente comenzaba a desear aquel azulado glande como si este fuera un un objeto de preciado valor, más que como un vil instrumento con el que le mancillaban y violaban aquella femenina parte de su cuerpo.
Don Pedro viéndose satisfecho por el momento se apartó de ella y se puso de pie, la agarro violentamente del pelo alzándola y haciendo que se pusiera de rodillas, comenzando restregarle su verga por los carnosos labios cerrados de Cielo Riveros.
La chamaca aún se resistía, pero ese fuerte y atrayente olor a verga de macho que ella ya bien conocía se le introducía por sus fosas nasales, era todo tan anti higiénico, tan vulgar, y esto sumado a que la tenían tirada en un mugriento colchón, el estar totalmente desnuda en un callejón que más parecía un basural, con el viejo odioso y ordinario de don Pedro intentando hacer que ella le mamara la verga, mas su segura y espeluznante violación terminaron por calar hondo en el acalorado temperamento de la tremenda y potable colegiala, Cielo Riveros ya estaba caliente.
El fuerte olor a verga mezclada con semen, le ganaron a la fortaleza de la encamable jovencita, después de haber luchado y el haberse negado, simplemente abrió sus labios, dejando entrar en su boca la mal oliente y salada verga de don Pedro, este comenzó a sencillamente follarse la boca de la desnuda y arrodillada Cielo Riveros, intentando meterle la tranca hasta la faringe mientras le agarraba firmemente de sus cabellos para que no se le arrancara.
La chamaca se atragantaba y se atoraba, tenía la boca rebosante de verga y líquidos pre seminales mezclados con semen, por cada vez que la tranca se le salía de la boca, esta salía bañada de babas que caían circundando la verga de don Pedro, y que hacían un blanquecino puente entre la boca de Cielo Riveros y la verga del mecánico, esto alternado con seguidas atragantamientos en que la chamaca vomitaba por las narices gruesos cordones blancos de semen, que daban la impresión que ella fuese un dragón botando fuego por las narices.
El viejo ya desesperado por metérsela de una buena vez, la empujo nuevamente de espaldas en aquel sucio colchón que más que seguro en la noche era ocupado para dormir por vagos e indigentes,
–Ahora si la vas a sentir nuevamente putilla, le decía don Pedro a la vez que ya se acomodaba entre medio de los acalorados muslos de Cielo Riveros, a la vez que miraba en todas direcciones por si alguien osaba a cercarse mientras que él ya estaba por terminar la faena sexual a la que estaba sometiendo a la entregada adolescente de 18 años, ninguno de los amantes se percató que una gruesa figura desde hacía rato los miraba desde las escaleras del edificio contiguo de donde ellos ya se disponían a culiar.
Cielo Riveros casi por compromiso le pedía,
–Dejeme, dejemeee… ya no me lo hagaaaa!!!, que para el viejo fue más que una súplica, que como intentaba hacerlo ver la caliente colegiala.
El mecánico una vez que ubico la punta de su gruesa y palpitante verga y estando ya montado sobre el escultural cuerpazo de la curvilínea chamaca, simplemente empujo hacia adentro.
Por su parte Cielo Riveros lo sintió entrar de una y limpiamente, el vejete otra vez comenzaba a bombear con fuerzas sobre su cuerpo. Don Pedro sumamente caliente seguía metiendo y sacando, entrando y saliendo mientras le repetía por cada feroz apuntalada y sumamente excitado:
–Tomaaaa!…tomaaaaaaa!! Siéntela todaaaaa puta pervertidaaaa!!!! Te gusta verdad… te gusta que te culien en la calle y en el suelooooo?

Cielo Riveros solo se dedicaba asentir las gratificantes culiadas que le ponía don Pedro, miraba el cielo azul que se asomaba por entre medio de los edificios de donde a ella se la estaban follando, pero don Pedro quería verla y sentirla caliente…
–Contestame putaaaa!!…yo sé que te gusta que te culiennnn en espacios públicos!!!…recuerdas ese día en la feriaaa, andabas sedienta de vergaaa, así que ahora quiero que me lo digas tu solitaaaa!!!
Esto ya fue mucho para Cielo Riveros, como una verdadera enajenada comenzó a mover sus caderas al mismo ritmo en que don Pedro le metía la verga,
Cielo Riveros –Siiiiii don Pedroooooo!! Me encanta andar culiandoooo en la calleeeeeee!!! Mmmmm…ri…cooooo pa…pi !!!!
–Di que eres mi putaaaa calienteeeee!!!, don Pedro cada vez empujaba más fuerte, para mantenerla en aquel estado de apremiante calentura,
Cielo Riveros –Yo soy su putaaaa calienteeee!!! Don Pedrooooo!!!!… soy su putitaaaaa….ahhhh…ohhhh…ri cooooo!!!
–Me harás ganar dinero con tu zorraaaa!!…vamos dime que siiiiiii!!!
– Cielo Riveros -Ohhhhhh…siiiiiiii don Pedrooooo…yo prestare la zorraaaa…para que Ud. gane dinerooooo!!! Papi…papiiiiii…me corrooooo en la calleeeee don Pedrooooo!!! Diosssss!!! Diosssssssss!!!!!
Cielo Riveros no aguanto más, su cuerpo se reventó en oleadas orgásmicas que bañaban la verga que le tenían metida hasta lo más profundo de su coño, nunca pensó que iba a sentir tan rico al ser culiada en plena vía publica, como a su vez sintió cuando don Pedro también le descargaba una abundante cantidad de semen caliente, lo sentía a chorros como se los tiraban adentro de su vagina, y ella los recibía con las mismas ganas y empeño de cómo se los estaban dando.
–Ohhhhhhhh! Como me corrooooooo dentro tuyoooo!!! pendejaaaaaaa!!!!
Don Pedro se salió como pudo y se limpió la verga con la misma blusa escolar de Cielo Riveros, para luego tirársela en la cara diciéndole,
–Jajajaja!!…estuviste muy bien perrita, ahora vístete pendeja caliente antes que lleguen los dueños de este lugar y te vean en esas condiciones, lo más seguro es que te van a querer follar, jejeje…sabes? Con semejante culiada que nos pegamos creo que ya estás en condiciones para salir a putiar por las calles, así que andate preparando, jajaja, acuérdate que en cualquier momento me aparezco por tu casa, jajajaja!!, el vejete diciendo esto último y terminando de arreglarse sus ropas simplemente se fue, dejando a la potente colegiala desnuda y tirada en el colchón, en aquel miserable callejón.
Cielo Riveros se dio a vestirse antes de que llegase alguien y la viera en esas condiciones.
En ese mismo momento en el edificio contiguo don Severiano abandonaba las escaleras desde donde lo había visto todo, semi traumado, y totalmente caliente se guardó su cámara digital, como si esta tuviera la información más secreta e importante de la Cia o el Mossad Israelita, una siniestra y degenerada sonrisa se le iba dibujando en el rostro mientras se alejaba de ese lugar.
Después de la colosal follada que le habían puesto a su cuerpo en un sucio y vulgar espacio público, Cielo Riveros caminaba en dirección a tomar el bus que la dejaría en su casa. Con sus lindos ojos verdes entristecidos y bañados en lágrimas iba totalmente destruida emocionalmente, se preguntaba por qué a ella le pasaban este tipo de cosas tan malas y sucias si ella no era así, su mente no cesaba en repetirle que se la acababan de culear en un mugriento callejón público que servía de guarida para prostitutas y delincuentes.
Mientras pensaba en esto sentía como desde su vagina escurrían densa y acompasadamente gruesos goterones del semen que le había depositado don Pedro al interior de su cuerpo solo hace algunos minutos, inevitablemente para ella estos bajaban en pequeñas cantidades por sus muslos, los sentía helados con el contacto del aire que se filtraba por debajo de su falda escolar, en esos momentos lo único que deseaba era llegar a su hogar para bañarse y retirar de su cuerpo hasta la última gota de la inmundicia viril que en estos momentos ya se le secaban y sentía como tomaban forma de costras resquebrajadas en la suave piel de sus muslos.
Una vez que bajo del auto bus lo primero que vieron sus ojos fue que en la puerta de su casa estaba esperándola Rodrigo, tal como habían quedado para esa tarde, pensó que tendría que armarse de valor para que su novio no notara algo raro y llegase a sospechar de las andanzas en las que ella en contra de su voluntad andaba metida.
El joven se veía un poco molesto ya que llevaba casi 2 horas aguardando la llegada de su enamorada, hasta que por fin la vio bajar del auto bus,
–Porque vienes llegando a esta hora?… fue lo primero que le pregunto el joven sin siquiera saludarla y con el semblante serio y de enojo,
–Ho…laaa Rodrigo… hoy no tuve un muy buen día en el cole…, le mentía la chica para ver si así podía salir del problema,
–Que te ocurre?, por que traes esa cara?, el muchacho se daba cuenta que algo malo le había pasado a su novia, se le notaba en el rostro que había estado llorando, aparte de notarla un poco desordenada en sus vestimentas y algo demacrada en su rostro,
–Ya te lo dije… hoy no he tenido un buen día… y me siento algo enferma,
–Pero habíamos quedado en ver películas…
Cielo Riveros –Lo se Rodrigo, y de eso mismo te quería hablar… porque no lo dejamos para otro día?, de verdad que me siento enferma…, te prometo que para la próxima vez si estaré con mas ánimos, le decía la destrozada y recién violada colegiala mientras buscaba la llave de su casa en su mochila,
A Rodrigo no le gustaba para nada esta idea, él había esperado mucho por un día como este para estar a solas con su novia y poder tal vez concretar eso que tanto él deseaba y que era hacer el amor con ella, pero la noto tan decaída que supo al instante que su chica no le mentía,
–Esta bien mi Cielo Riveros … pero prométeme que te mejoraras pronto para que así podamos estar más tiempo juntos, le dijo el chamaco a la vez que la abrazaba tiernamente tomándola desprevenida, lo cual hiso que en la mente de la nena solo imperaran pensamientos que le decían lo sucio que era todo eso, su Rodrigo el más noble de todos los chavos que ella conocía la abrazaba amorosamente mientras ella estaba con su vagina rebosante del semen que le habían echado mientras se la follaban en un callejón, y que el hombre el cual había eventualmente fertilizado y mancillado su cuerpo era un detestable y odioso viejo que trabajaba de mecánico en una feria y que oportunidad que este tenía desde que la conoció le notificaba a grito limpio que muy pronto la convertiría en puta.
Estando en estos razonamientos sintió que su amado le tomaba su cara para luego depositarle un romántico beso en los labios, Cielo Riveros cuando sintió la lengua del joven que ya se enredaba con la suya recordó los largos minutos en que ella le había estado chupando la verga a don Pedro solo hace un rato, por lo que en forma brusca se separó de la boca de su prometido,
–¿¡Que paso Cielo Riveros!?, porque te separaste tan rápido, le consultaba el extrañado chamaco a su prometida,
–Rodrigo… por favor no me mal entiendas… yo lo deseo tanto como tu… pero como te dije antes, hoy no me siento muy bien… solo compréndeme, le dijo la colegiala en forma angustiada, ella no quería mancillar la boca de su amado con los hediondos sabores a verga salada que le dejo don Pedro en su boca, claro está que esto no se lo podía decir a su novio, la tierna chiquilla continuaba hablándole, –Mira… mañana ya es sábado y seguro que mi mamá me dará dinero para ir al centro a pagar unas cuentas, me podrías acompañar y podemos pasar a la plaza un rato, ahí podremos estar más tranquilos y yo ya estaré más recuperada.
El joven le veía su carita de hermosa inocencia, de cómo le daba ideas para que ellos pudieran estar juntos, situación que termino por convencerlo, él no podía estar enojado con ella, tal vez esa no era la misma forma en que él quería estar junto a ella, ya que en la plaza no podría hacer mucho, pero el solo hecho de tener la posibilidad de poder estar nuevamente junto a ese cuerpo lleno de diabólicas curvas que lo tenían embobado, solo con eso para él era suficiente.
–Esta bien preciosa mañana nos juntamos en la parada de buses… y descansa de verdad que te notas muy agotada y enferma.
Y así la pareja se despidió con un leve beso en los labios, con una muy avergonzada Cielo Riveros por las razones que aún predominaban en su mente.
Al siguiente día la pareja felizmente fue a realizar los trámites que la madre le había encargado a su hermosa chamaca, Cielo Riveros ya más repuesta de su traumática experiencia vivida en las garras y en la verga de don Pedro se mostró esta vez más distendida en los brazos de su Rodrigo, estando con él se sentía más segura, el joven la hacía olvidar las humillaciones que tuvo que soportar en las oportunidades en que había sido abordada por don Lucas en su propia casa, o el cojo cuando se la enculo por toda una tarde en el inmundo cuartucho que había en el sótano del colegio, o el maestro Tulio…, y para qué decir del siniestro de don Pedro, que este último en las dos oportunidades en que se la había violado le había juramentado que aparte de llevársela a vivir con el cómo su propia y única mujer, más encima la prostituiría en la calle y la obligaría a culear con sus amigos.
Sentados y abrazados bajo la sombra de un gran árbol los jóvenes se besaban con verdadera pasión, a Rodrigo le faltaban manos para recorrer el voluptuoso cuerpo de aquella preciosidad que tenía por novia, como así mismo el impetuoso temperamento de la tierna chamaca tampoco se quedaba atrás, debido a sus ya no menores incursiones en el ámbito sexual, la excitación poco a poco se iba instalando en la mente y en el cuerpo de Cielo Riveros quien al saberse en compañía de Rodrigo su único amor, y no en las garras de viejos abusadores como los que ya ella bien conocía, se aventuró a darle un pequeño adelantito a su novio aprovechando que a esas horas la plaza en que estaban sentados se encontraba poco concurrida.
Tímidamente la blanca manita de la encamable jovencita fue bajando por el pecho del muchacho para luego en forma disimulada intentar rosarle el paquete, al hacerlo obviamente sintió la verga de su novio totalmente parada, pero al ir ya entrando en un poco de confianza noto la gran diferencia que existía entre esta nueva verga y las otras que ya ella muy bien conocía, no pudo dilucidar si el joven la tenía chica o mediana, pero la diferencia con la de don Pedro, o con la misma del maestro Tulio era más que notable, estando en estas cavilaciones sintieron el silbido de un carrito manicero que se acercaba, por lo que tuvieron que recomponerse casi al instante, el joven quien al tener su virilidad a tope por la furtiva incursión de su novia sobre su verga aprovecho la situación y le volvía a pedir a su amada lo que él desde hace rato ya quería hacer con ella,
— Cielo Riveros … yo te amo… tienes que creerme… cuando me dejaras hacértelo?…, las palabras le salían casi ahogadas por el nerviosismo.
La joven solamente lo miraba con una sonrisa tierna, ella sabía muy bien a que se refería el chamaco,
–Ay mi Rodri… me haces sentir penita por lo que me dices…, a pesar que la nena se sentía muy bien en su compañía en alguna parte de su mente no dejaba de comparar lo que acababa de medir con su manita con las otras vergotas que ella también ya había probado pero no precisamente con su manita, así que le dijo casi en forma nostálgica, –Por ahora no te prometo nada… pero de verdad que muy luego lo haremos, ya sea en tu casa o en la mía, pero yo quiero que sea algo especial, que nazca de los dos, decirte lo haremos tal día, suena algo frio… yo quiero que sea natural y romántico. La enamorada adolescente de 18 añitos estaba dispuesta a entregarse a Rodrigo, con él lo haría por amor, encontraba injusto que una horda de vejetes asquerosos y mal vividores se tomaran derechos con ella y con su cuerpo, siendo que su Rodrigo era el único a quien pensaba ella de que legítimamente le correspondían esos derechos.
–Pero mi amor… no importa de la forma en que lo preparemos… si lo que realmente vale es que ambos nos queremos, y nada ni nadie podrá jamás separarnos… vamos dime que me dejaras hacértelo esta misma semana en tu casa.
El pobre y caliente jovenzuelo estaba desesperado por cogerse a tan tremenda chamaca que tenía por novia, y estaba agotando todos sus cartuchos en intentar de convencerla, ni se imaginaba de la turba de viejos mal vividores que sin ni siquiera preguntárselo a ella solo la garraban y se la culiaban de todas las formas que ellos querían.
–Rodrigo me haces sonrojarme con tus insistencias, pero te tengo una buena noticia, le dijo Cielo Riveros finalmente a su amado,
–Dime… dime cual es esa buena noticia…! el joven entre excitado y enamorado esperaba a ver cuál era la noticia, se imaginaba que la escultural y hermosa jovencita le iba a notificar el día en que el por fin la haría suya…
–Yo también quiero que me lo hagas, pero por favor no me pidas que te dé una fecha… te prometo que será muy pronto, le dijo finalmente y roja como un tomate debido a las palabras que estaban saliendo por su boquita.
–De verdad!?… Ohhhh mi vida no sabes lo feliz que me haces!.
Se estuvieron haciendo arrumacos y besándose en forma enamorada por otro rato, Rodrigo ya estaba que sufría un orgasmo ahí mismo sentado en la plaza con solo recordar las palabras de su novia en donde le decía que en poco tiempo estaba dispuesta a dejarse que él se lo hiciera.
En el momento en que la joven pareja de enamorados nuevamente se estaban besando en forma más que apasionada, el vibrador del teléfono de Cielo Riveros los obligo a separarse, la nena toda risueña abrió su bolso para contestar, pulso el botón de contestar y dijo,
–Hola?,
–Buenas tardes! Con la señorita Cielo Riveros del Carmen…, la voz de la mujer que hablaba al otro lado de la línea sonaba austera y extremadamente formal según al parecer de la extrañada nena,
–Si con ella…,
–Le llamamos del juzgado local… Necesitamos saber cuándo se presentara a cancelar la multa por ejercer la prostitución en la vía pública?
Cielo Riveros sintió que el corazón se le salía por la boca, a la misma vez que ya sentía como si en cualquier momento se meaba ahí mismo al lado de su novio,
–Ehhh… como di… ceee!?, le pregunto intentando darse tiempo y calmarse para que Rodrigo no se diera cuenta de la naturaleza de aquella fatídica llamada…
–Señorita no se haga la mensa… Usted sabe muy bien que hace unas semanas fue sorprendida por la autoridad prostituyéndose en plena vía publica, solo díganos cuando va a pagar la multa para evitar emitir una orden de arresto…
En esos momentos Rodrigo le hacía señas para que le dijera de quien se trataba la llamada telefónica, la asustada chica intentando serenarse lo más posible, tapo con su manita el teléfono y le dijo a su novio,
–Es del colegio… me están cobrando las cuotas para el paseo de fin de año, le dijo a la misma vez que se ponía de pie y se alejaba un par de metros para que su novio no escuchara a esa endemoniada mujer del tribunal que le estaba cobrando la multa que le cursaron en la oportunidad en que don Pedro le había obligado a decirle a la policía que ella era una puta, –Iré a pagar lo antes posible señora… pierda cuidado…
–Ok muchacha… pero te advierto que si esta no está cancelada dentro de un mes se emitirá una orden de arresto a tu nombre, y ahí sí que la cosa se te pondrá difícil, disculpa que te lo diga, pero intenta pagar la multa en plazo que te dije… total con una noche de trabajo haces demás la cantidad, yo llevo años en esto y a veces ustedes las putas de pura flojas no vienen a cancelar y terminan pagando el triple, a parte de las atenciones gratuitas que deben hacerles a los funcionarios, así que no seas tonta…
–No se preocupe señora…, le interrumpió la escandalizada chamaca para no seguir escuchando a su interlocutora que también juraba de guata que ella era una puta cualquiera, para luego continuar, –Iré a pagar lo más pronto posible…y gracias por sus consejos. Diciendo esto último la nena sencillamente corto la llamada.
Después de la famosa llamada telefónica nuestra encamable colegiala le pidió a Rodrigo que por favor la fuera a dejar a su casa. El viaje de regreso lo hicieron con un dicharachero Rodrigo que estaba totalmente ajeno a los problemas en que andaba metida su novia, y con una pensativa y conmocionada Cielo Riveros que solo pensaba de qué forma lograría reunir el dinero para cancelar una multa de algo que ella ni siquiera había hecho.
Fue esa misma noche en que la nena sin ni siquiera tener apetito se encerró en su habitación, para ver si tenía los ahorros suficientes para cancelar la multa, y cuando ya se aprontaba a esto, nuevamente el zumbido de su celular llamaba su atención a estas alturas ya hasta le daba miedo contestar, pero sabiendo que por la hora era casi imposible que la llamaran de algún tribunal o similar, contesto ya algo más tranquila,
–Hola, contesto un poco más serena, serenidad que no la duraría mucho…
–Como estas zorra…!?, jajajaja aun te duele la concha después de la chingada que te puse en el callejón!?…, don Pedro se notaba algo alegre según lo notaba la jovencita…
–Ehhhh quien habla!?, Cielo Riveros intentaba hacerse la desentendida, pero con solo haber escuchado esa conocida y aguardentosa vos supo en el acto de quien se trataba…
–No te hagas la burra pendeja… jajajaja, si sabes muy bien con quien hablas…
–Ehhh la verdad que no sé señor, que deseaaa?, le dijo mientras caminaba a la puerta de su habitación y tras abrirla y ver que en el comedor de su casa todo estuviera en orden para que su mamá no la escuchara volvió a cerrarla y le puso seguro,
–Pus hablas con tu marido estúpida!!!, o ya se te olvido quien es el que te culeaaa!!???, jajajaja!!!!
–Ahhhh don Pedrooo… es que no le conocí la voz…
El vejete notando que con solo recordarle quien era su marido o prácticamente su dueño ella lo reconocía como tal, le ordinario vejete no dio más de gozo, pero aun así lo vulgar, pelado y sin vergüenza no se le quitaba,
–Así es pendeja… has extrañado mi verga!?
–Don Pedro… y como es que tiene mi numero!?, le consulto Cielo Riveros haciéndose la que no había escuchado lo último, a la vez que su corazón le latía a mil por hora pensando en que los más seguro era que ese manipulador viejo la haría salir de su casa a esas horas de la noche con tal de volvérsela a violar.
–Que como lo tengo?, pus en tu infracción por puta salen todos tus antecedentes personales pendeja, o ya olvidaste que ya aun la mantengo en mi poder…?
–Dígame que es lo que desea… en estos momentos estoy algo ocupada y…
–Pues deseo meterte la verga putita, no sabes las ganas que te estoy juntando para cuando volvamos a follar, tengo litros de mocos espesos y calientes para que te los comas por todos tus orificios, y de la forma en que tú lo quieras, jejejeje que me dices reina?…, quieres probarlos ahorita mismo?, jejejeje…
La nena con solo ir escuchando las peladeces de grueso calibre que le soltaba su violador, sentía como toda su piel se le erizaba, y como un rico escalofrió se le asentaba en la parte media de la espalda, de la misma forma que sentía cuando por algún motivo le daba miedo algo.
–Don Pedro de verdad que por ahora no puedo salir de mi casa, pero si quiere el lunes usted me dice adonde yo vaya, y le prometo que ahí estaré, la nena recordaba claramente como el viejo se había atrevido a ir a buscarla a su colegio y que se la había violado en las cercanías de este, no quería que por nada del mundo al viejo se le ocurriera llegar hasta su casa.
–Jajajaja!… nada de eso pendeja, jajaja!! o al menos no por ahora, se nota lo sedienta de verga que andas por estos días, pero no te preocupes ya llegara tu momento… Te llamaba para avisarte que ando de gira con la feria… llegare como en dos semanas y quiero que me vayas preparando a la rubia de tu amiga ya que les voy a encomendar una misión, no sin antes pegarnos una pequeña fiesta en donde les voy a presentar a mi hermano, jajajaja…
–Don Pedro… por favor no involucre a Katherine Riveros en esto, ella es mi amiga y no creo que quiera participar…
–Yo no la voy a involucrar en nada estúpida… serás tu quien la involucrara, jajajja!!!, así que desde hoy día es tu problema inventarle cualquier tipo de zorrería para que te acompañe el día en que te llame, jajajaja… nos las vamos a culear a las dos juntas cosita rica… para que así después hagan un trabajito que le vamos a encomendar, jajajaja…
–Don Pedro… de verdad que no creo que ella quiera…
–Es tu problema zorraaa!!!, así que ya sabes, yo llego en dos semanas… y quiero que me la lleves al lugar que yo te indicare en su momento, y anda preparando el culo y la zorra, porque lo más seguro es que salgas preñada de tanto que te vamos a coger al igual que a la puta esa de tu amiga, jajajaja, te mando un besito en la zorra… chaoooo!!!!
Cielo Riveros quedo casi al borde del llanto tras escuchar las atrocidades que don Pedro estaba urdiendo para cogérsela a ella y a la misma Katherine Riveros, pero se tranquilizó un poco al pensar que el viejo se ausentaría por dos semanas por lo menos según le había dicho el mismo, pensando en esto se fue a dormir, por lo menos no la molestaría por un buen tiempo se decía para ella misma en el momento en que se entregaba a un tranquilizador sueño.
Y así pasaban los días, en donde los acosadores de la tierna chamaca parecían que se habían puesto de acuerdo entre todos para no molestarla, lo que si la mantenía incomoda de a momentos era la inminente llegada de don Pedro con seguros afanes de cogérsela a ella y a Katherine Riveros, y para rematarla este desalmado vejete pretendía compartirlas, según le había entendido, todo esto la mantenían en un inconsciente y alterado estado de calentona curiosidad, los que se sumaban a los continuos acosos de don Severiano el padrastro de su novio que oportunidad que tenía la aprovechaba para entablar conversación con ella los días en que Rodrigo la invitaba para su casa.
Lo del dinero de la infracción ya casi lo había solucionado echándole mano a su alcancía personal en donde guardaba dineritos que le daba su madre y que también le daba don Benito por mandados que a veces él le hacía, solo faltaba hacerse un tiempo para ir a pagar la multa situación que le daba mucha vergüenza.
Volviendo a las incomodas situaciones que debía presenciar la chamaca en las oportunidades que iba a la casa de su novio, lo más penoso para ella era presenciar el trato déspota y autoritario con que el odioso hombre trataba a la madre de Rodrigo cuando se dirigía a ella, Cielo Riveros la veía tan frágil y menudita al lado de aquel bestial viejo con pinta de ogro como lo era don Severiano, y en efecto la señora María era baja de estatura y delgada, en contraste a don Severiano que era mucho más alto que ella, y de complexión tosca, sin mencionar la anchura de su pecho y espaldas, coronándolo con una tremenda panza que más parecía un barril de cerveza que el estómago de un hombre.
Demás también esta mencionar los continuos menoscabos que este odioso gigante italiano hacía con su novio en la misma presencia de Cielo Riveros en donde el vejete abiertamente lo ridiculizaba con tal de hacerlo ver como un idiota delante de la encomiable colegiala, ese hombre era de lo más odioso y detestable se decía la nena para sus adentros.
Ni que decir de cuando don Severiano a vista y paciencia de la señora María y de Rodrigo se daba a alabarla de lo tan linda y señorita que él la encontraba, o que si él hubiese estado más joven seria el chamaco más feliz de la tierra si se hubiese encontrado una chavita tan tierna y candorosa como lo era ella, cosas que le decía con su mirada enrojecida por la calentura y puesta fijamente en su vagina o en sus senos, situación que hacían que el pobre Rodrigo casi enloqueciera de los celos con la impotencia de no poder decirle nada ya que él y su madre dependían económicamente de don Severiano.
Cielo Riveros se daba cuenta de todo esto, pero tampoco se atrevía a armarle un escándalo o ponerlo en su lugar ya que sabía que luego los platos rotos los terminarían pagando la pobre señora y también su novio, la cosa fue que a medida que pasaba el tiempo la tierna chiquilla ya se estaba comenzando a acostumbrar a las salidas palabras halagadoras que le hacía don Severiano lo que se combinaba con la sequía de verga en que la había dejado don Pedro a tal punto que ya no podía negarse para ella misma que hasta a veces le gustaba que un viejo tan odioso y machista como el primero se las dijera, pero este otro sin la necesidad de tratarla de puta como lo hacía don Pedro.
Don Severiano por su parte medía muy bien el terreno el cual estaba pisando, si bien tenía pruebas contundentes para poder chantajear a la novia de su hijastro, este quería que el día en que se la cogiera fuera por las buenas y con pleno consentimiento de ella, en otras palabras lo que deseaba el libidinoso vejestorio era quitarle limpiamente la novia a su hijastro, y si realmente lo lograba estaba dispuesto hasta en despacharlos de su casa, a Rodrigo y a la señora María con tal de el quedarse viviendo como marido y mujer con tan tremendo y jovial pedazo de hembra, pero la situación que lo perturbaba un poco era que no estaba seguro si en la oportunidad en que el mismo fue testigo cuando la vio cogiendo encuerada en un desolado callejón público, aun no sabía si se la habían violado, o ella se había dejado follar con su propio consentimiento, por más que veía y estudiaba la grabación que le había tomado mientras un viejo se la culeaba y le pegaba, no lograba tomar una determinación, ya eran innumerables las pajas que se había hecho mirando aquellas enloquecedoras imágenes en donde se la follaban tirada en un mugriento y miserable rotoso colchón.
Cielo Riveros y como ya se dijo anteriormente sin darse cuenta en este corto tiempo se había ido acostumbrando a ver a don Severiano, ya que eran seguidas las oportunidades en que su novio la invitaba a compartir a su casa, y claro desde que el caliente padrastro había conocido a la atractiva novia de su hijo se las arreglaba para estar todo el tiempo posible en casa, además que con lo que el sabia de Cielo Riveros presentía que tal vez no le sería tan difícil acostarse con ella, pero opto por el camino más difícil, intentaría seducirla bajo cualquier costo, esto lo calentaban y enardecían hasta la insania.
La incauta chamaca no se daba cuenta o más bien dicho ya se había acostumbrado que su futuro suegro cada vez que ella iba para su casa este se encargaba de atenderla como una verdadera reina, de cómo cada vez que se sentaban a la mesa era el quien se instalaba al lado de ella y Rodrigo con su madre tenían que ocupar el otro extremo de la mesa, la situación ya se había formado costumbre, sumado a que fueron incontables las oportunidades en que cuando ella con Rodrigo pretendían sentarse a charlar en el living de su casa el viejo se las arreglaba para mandar al chamaco a comprar cervezas o cualquier otra cosa para ser el quien ocupara el puesto al lado de la agraciada jovencita, situaciones que malhumoraban a Rodrigo ya que cuando se desocupaba del encargo encontraba a su padrastro enfrascado en cualquier tipo de conversación con su novia, y Cielo Riveros quien ya lo veía con más confianza, solo reía de las salidas con que el vejete intentaba congraciarse con ella sin notar ni lo más mínimo de los oscuros deseos carnales que imperaban en la lasciva mente del padrastro de su novio.
Fue un día sábado de ese mismo mes en que don Severiano celebraba su cumpleaños número 58, este se paseaba como bestia enjaulada a pesar de estar en un ambiente muy festivo entre medio de casi toda su parentela con amigos incluidos, el interior de la casa y el jardín trasero en donde estaba la pista de baile que había preparado el mismo anfitrión estaban adornados con numerosas y chillonas guirnaldas multicolores, las mesas engalanadas con vistosos manteles estaban repletas de bocadillos y jarras con pulque y aguas frescas, otras con vino blanco y fruta picada, sin dejar de lado las numerosas botellas de Tequila y Mezcal, y para coronar diversas botellas de Jim Beam, para los de gargantas más refinadas.
Desde hace rato que ya habían comenzado a llegar los invitados, casi la gran mayoría eran toscos viejos cincuentones vestidos por apolillados trajes de chaqueta y corbata quienes asistían acompañados de sus mujeres todas viejas gordas y feas que vestían sus mejores trapos para no desentonar en la festividad reinante, las rancheras y cumbias ya desde hace rato que alegraban el ambiente, pero el vejete solo pensaba en que el muy imbécil de su hijastro hacían más de dos horas que se había ido en busca de Cielo Riveros y aun no se la traía, en esas condiciones el caliente viejo no se podía relajar ni disfrutar de su día.
Cada vez que se abría la puerta de la casa el iracundo de don Severiano con un vaso de pulque en su mano llevaba su mirada hacia la entrada para ver si el estúpido de Rodrigo hacia su aparición con la mujer que él ya prácticamente consideraba de su propiedad, su esposa en esos momentos ajena a los perversos sentimientos de su marido solo se esmeraba en atender a las visitas y que a nadie le faltara nada, ya que si algo no salía bien sabía que su esposo era capaz de zurrarla delante de todos los presentes, tal como ya la había hecho en otras reuniones familiares.
Hasta que por fin los antipáticos ojos de don Severiano pudieron ver lo que con tantas ansias estaba esperando, la puerta se abrió y como obra de magia hacia ingreso a sus aposentos la joven hembra que lo tenía enloquecido de una insana y animalesca calentura, la vio que venía entre avergonzada y risueña tomada de la mano de su hijastro.
Lo que don Severiano, familiares varones y amigos de este vieron en el momento de la irrupción de la chica casi cayeron en un aletargado estado de calentona admiración por lo que en esos momentos veían, la tremenda hembra que acababa de entrar por el umbral de la puerta era un verdadero monumento esculpido en honor a la femineidad, esa joven y hermosa deidad hecha mujer se presentaba ante ellos con un vestido negro de una sola pieza algo ajustado en la parte de su cintura lo que remarcaba en forma deleitosa las líneas de sus caderas, la parte de debajo de la soberbia vestimenta que traía puesta atrayente chamaca era más holgado, el vestido que lucía le llegaba hasta un poco más arriba de sus exquisitos y apetitosos muslos, los viejos estaban que se morían pues vieron que aquella curvilínea jovencita poseía una cara bellísima: mitad hembra y mitad pendeja, con unos ojos verdes intensos y preciosos, de piel trigueña, su alisado cabello largo y oscuro lo traía peinado hacia un lado de su carita, 1.70 de estatura por lo menos se decían para ellos mismos, con unas nalgotas prominentes y bien paradas que estaban para excitar a una ciudad entera estimaban con ojos lujuriosos, con unas chichotas de muy buen tamaño que se notaban sedosas y duras, todo está conjunción de exquisitos atributos físicos y femeninos declaraban que aquella mujercita se gastaba un cuerpazo mejor dotado que cualquier modelo de esas que aparecen en la TV, se le notaba un cutis suave como el de una verdadera bebita, sus tersas piernas y relucientes muslos parecían estar dibujados a mano alzada por lo muy bien formados que se le notaban, en fin la chamaca estaba de por si más que buenísima era lo que al unísono pensaban la jauría de machos que embobados la recorrían y se la comían con la mirada.
Don Severiano que el alma y el corazón ya se le salían por la boca de lo caliente que se puso con semejante visión rápidamente tomo una bandeja con vasos servidos y se dirigió hacia donde los recién llegados, estratégicamente le paso la fuente con vasos a su hijastro para notificarle,
–Hazte cargo de esto pendejo… le sirves a mis invitados todo lo que les haga falta y luego le ayudas a tu madre en todo lo que necesite, yo me encargare de presentarles tu novia a la familia, jajaja… Y sin esperar respuesta por parte del joven simplemente puso una de sus peludas manos en la cintura de Cielo Riveros para llevársela y hacer las presentaciones, sobre todo con sus amigos.
Un rato antes y en el momento en que el viejo la saludo le dio un beso en la cara el cual fue muy cerca de sus labios, Rodrigo no se percató de esto y Cielo Riveros quien si lo hiso pensó que fue por pura casualidad.
Rodrigo en forma encolerizada por la egoísta forma en que fue recibido por su padrastro, se dio a ayudarle a su madre en todas las tareas que se necesitaban para llevar a cabo el buen desarrollo del cumpleaños de don Severiano, mientras veía que este último no se le despegaba a su novia por ningún motivo, Cielo Riveros por su parte también se sentía incomoda con la situación, en dos oportunidades se separó del viejo para ir donde Rodrigo para ayudarle a él y a su madre, pero el astuto vejete luego de darle unos 15 minutos para que la cosa no fuese tan notoria iba hasta donde estaba Cielo Riveros con Rodrigo y nuevamente bajo cualquier patraña se la llevaba para lucirla ante sus amistades como si la joven tuviera algo que ver con él y no con su hijastro.
Al rato Rodrigo lavaba unos vasos enojado y enrabiado, si bien estaba seguro de los sentimientos de Cielo Riveros, veía preso por los celos como la joven conversaba animadamente con su padrastro y con unos amigotes de este, situación que era advertida por don Severiano que cuando su mirada se cruzaba con la del muchacho aprovechaba para poner su mano en la estrecha cintura de la joven y decirle cualquier estupidez, lo hacía siempre mirando al muchacho para que ella se riera y así poner mal al celoso novio, esto lo entretenía como a su vez también lo calentaban, mientras Rodrigo lo presenciaba todo con un doloroso nudo en el estómago y con impotencia.
Así se iban desarrollando los acontecimientos y la fuerte música invitaba a todos los comensales a pegarse una bailadita, la festiva actitud de don Severiano estaba dando sus frutos ya que con esto la inocente jovencita ya no lo veía tan antipático, su futuro suegro estaba siendo muy atento con ella y por cada vaso con trago que se bebía el astuto vejete no perdía el tiempo en reponérselo, situación que a la mareada muchachita le hacían sentir bien, lo que si le incomodaba en esos momentos era estar ella pasándolo tan bien y su pobre novio casi no tenía tiempo para disfrutar de la fiesta, en eso su suegro aprovecho para continuar acortando trechos entre él y ella,
–Señorita Cielo Riveros … sería tan amable de bailar conmigo?, le consultaba el aprovechador vejete a la vez que sin disimulo alguno la recorría de pies a cabeza…
–Ay don Severiano… de verdad que me gustaría, pero encuentro que no sería correcto de yo ponerme a bailar mientras Rodrigo esta tan ocupadito, le respondía la dulce chiquilla, que por nada del mundo pretendía ponerse a bailar con el viejo, que si bien ahora lo veía con más confianza, ella sabía que no era lo correcto además que no quería indisponer a Rodrigo con algo semejante,
–Pus él está ocupado ayudando a su mami, además que solo bailaremos… anda será solo un bailecito, insistía el viejo en forma eufórica. En ese momento tocaban rancheras mexicanas de esas que se deben bailar muy pegaditos…
–Es que no sé si sea correcto don Seve…, además que aparte de Rodrigo por ahí está su esposa, qué pensaría ella de mí?… se podría enojar si nos viera bailando…
–Ella no dirá nada… en esta casa mando yo!, decía el vejete que la calentura ya se le salía por los ojos al notar que la colegiala en cualquier momento le concedería un baile delante de todos sus familiares y amigos, que desde hace rato habían notado que el viejo no se separaba por nada del mundo ni un centímetro de la novia de su hijastro, –Te lo repito dulzura en esta casa se hace todo lo que yo digo, además que ya somos casi familia, jajajaja, le volvía a repetir el exaltado vejestorio intentando mantener la calma para no asustar a la joven.
Cielo Riveros observaba como el padrastro de Rodrigo le hablaba, el alcohol en su mente la hacían sentirse estimulada, sentía como bajo esas circunstancias tal vez le encantaría ser manoseada por cualquiera de los viejos ahí presentes, pero sin que Rodrigo se diera cuenta de ello, inconscientemente la nena estaba deseando verga a gritos, y la culpa de sentirse en ese estado la tenía el mecánico se decía la jovencita al recordar la hedionda vergota que este le metía sin ni siquiera pedirle su permiso, se preguntaba porque don Pedro aun no la llamaba si ya estaban casi en la fecha en que él dijo que se aparecería, de a ratos casi deseaba que el viejo la llamara por teléfono en esos mismos momentos confirmándole su advenimiento y ella junto con pasar a buscar a Katherine Riveros mandarse a cambiar con ella al lugar que él les dijera y hacer todas esas cosas cochinas que el viejo le había juramentado.
Con estos pensamientos Cielo Riveros volvía a la realidad observando los mostachos de don Severiano que pretendían ser italianos, estos se movían al ritmo en que el vejete insistía que ellos se pusieran a bailar, don Severiano era levemente más bajo que ella y estaba vestido con pantalones negros y camisa del mismo color esta la tenía abrochada solo hasta el botón que le daba inicio a su tremenda panza cervecera, los ojos verdes de Cielo Riveros veían de muy cerca un tupido enjambre de pelos entre canosos que el viejo tenía en el pecho, por algunos segundos sintió unas tremendas ganas de meter sus pequeñas manitas blancas por entre medio de esos gruesos pelos canosos y sentirlos entre sus deditos, miro hacia la sala y vio que Rodrigo con una bandeja vacía conversaba animadamente con unos viejitos que al parecer eran sus abuelos, luego miro al viejo y le dijo,
– Cielo Riveros -Está bien… bailemos pero solo un ratito…
Don Severiano quien no daba más de gozo se zampo de un solo trago su vaso, y agarro a la joven por la cintura para sacarla a la terraza en donde estaba la improvisada pista de baile en la cual ya había varias parejas bailando animadamente.
En el trayecto en que se desplazaban a bailar el vejete le hizo señas al hombre que estaba a cargo de la música que era otro pelafustán que trabajaba en esto mismo en el ordinario restorán del que era dueño don Severiano, y abruptamente la seguidilla de rancheras cambio a una tanda de baladas mexicanas para comenzar con la canción “Si nos dejan” de Alejandro Fernández, y luego por otras del mismo estilo pero ahora de Marco Antonio Solís.
Ya en la pista de baile el viejo la tomo firmemente por su esbelta cintura para atracarla hacia su cuerpo, la nerviosa chamaca mientras sentía por primera vez el cuerpo de don Severiano tan cerca de ella miraba en todas direcciones intentando ver donde estaba Rodrigo y si este ya se había percatado de que ella estaba bailando con su padrastro, pero el joven ajeno a esto ya estaba en la cocina ayudando a su madre y a otras viejas que se aprontaban a poner los platos en la mesa ya que se acercaba la hora de la cena.
Mientras eso ocurría en la cocina, Cielo Riveros con don Severiano bailaban muy pegados uno al otro y no precisamente porque la chamaca lo quisiera, sino que el caliente viejo la tenía agarrada con fuerzas, sus sudorosas manazas se las tenía puesta justo en el límite de sus caderas y donde comienzan las nalgas, el viejo ya estaba verde por bajarlas y tantear el mismo esas grandiosas nalgotas que por vez primera estaban casi a su entera disposición.
La nena en la semi oscuridad de la terraza y amparados por las otras parejas que bailaban y que talvez los protegían de las miradas de Rodrigo y la señora María, sentía la tupida barba sin afeitar de don Severiano como le pinchaban las suavidades de sus mejillas, sus temblorosas manitas las tenía puestas en los hombros de su peculiar compañero de baile, mientras este mismo ya comenzaba disimulada y despaciosamente a sentir y sobar esas duras carnes que sus manos estaban palpando, las subía y bajaba sintiendo centímetro a centímetro desde sus caderas hasta su cintura y viceversa, y lo que más lo ponía caliente era saber que a quien tocaba era la misma novia de su hijo, esa hembra dulce y jovial que lo había cautivado desde el primer día que la vio en su casa, aun no se convencía que era la misma que el tenia grabada culiando con otro viejo aún más asqueroso que el mismo. Don Severiano quiso medir sus avances,
–Que bien bailas chamaca… seguro que ya te lo han dicho antes, el viejo sintiendo que su herramienta ya estaba dura como un fierro incandescente le hablaba casi comiéndose uno de sus perfumados oídos, lo que hiso que Cielo Riveros sintiera muy a su pesar un exquisito escalofrío que nacía desde su misma oreja y este se expandiera por todas las curvas de su cuerpo.
La colegiala quien se encontraba en forma apenada y casi disfrutando de las delicias de aquel rico escalofrió no le contesto nada, el viejo por su lado creyendo haber escuchado un leve suspiro desde los labios de su encantadora compañera de baile la atrajo más hacia su cuerpo tubo el cuidado de poner la altura de su verga justo en la parte media de la chamaca, quería que ella se la sintiera como la tenia de dura y parada para ver cuál era su reacción.
La joven sintió la dura punta de la herramienta de su suegro puesta en forma impecable justo en la curvatura de su pelvis, imagino que si no tuviera su vestido y ropa interior puesta como el viejo sus pantalones, la tendrían nuevamente lista para penetrarla, asustada miro a su alrededor pero vio que las demás parejas bailaban despreocupados de la forma en que ella estaba atracada corporalmente con el cumpleañero de la fiesta, y pensando en Rodrigo quiso poner término a ese atrevido bailoteo en el que la tenía don Severiano,
–Ay don Seve… creo que ya deberíamos parar de bailar en cualquier momento servirán la cena…
–No chamaca, bailas muy rico y no dejaremos de hacerlo hasta que no se termine la tanda, y no te preocupes por el mocoso de mi hijastro… él está muy ocupado atendiendo a mis visitas, jajajaja, y si se atreve a darte problemas porque bailaste conmigo, me dices y yo me lo arreglo, jajajajja!!!, sientes como te bailo?, le dijo el vejete a la misma vez que le pegaba una fuerte y bien disimulada punteada hacia adelante para que la nena le sintiera lo tan dura que tenía su tranca.
Cielo Riveros quien entendió muy bien que el vejete quería que ella le sintiera la verga, en forma muy avergonzada y temerosa prefirió hacerse la desentendida, recordó la vez en que el salvaje de don Pedro la tubo en las mismas condiciones dando como resultado una feroz enculada en aquella feria, con estos recuerdos sintió que su corazón se aceleraba, y no sabiendo que contestar solo le dijo lo primero que se le vino a la mente,
–Don Severiano… quería darle las gracias por haberme invitado a su fiesta de cumpleaños…
–No tienes nada que agradecerme princesa, tu eres la novia del chamaco que yo mismito he criado, esta es tu casa, y puedes venir y hacer todo lo que quieras cuando te venga en gana, jejejeje…
La nena a pesar de sentirse apenada de que su odioso suegro la estuviera punteando en plena fiesta y cerca de Rodrigo mientras bailaban no pudo evitar sentirse halagada por las palabras de su suegro, en su mente ya predominaba la imagen de don Pedro mostrándole su verga bien parada y brillosa, aun nerviosa y sin saber muy bien que decir siguió con la conversación…
–Don Seve… le quedare debiendo su regalo de cumple… Rodrigo me aviso tarde y no tuve tiempo de traerle un presente… más adelante le traeré algo, le decía la nena al oído del viejo, la fuerte música hacia que la pareja buscaran los oídos del otro para poder hablar.
El viejo quien notaba que la chica no hacia problemas como para retirarse quiso seguir avanzando para intentar conseguir algo de ella esa misma noche, pero por más que pensaba no se le ocurría nada, si se la llevaba a su habitación seria observado por todos los presentes, además que no estaba muy seguro si la nena iba a querer acompañarlo a un lugar donde hubiera una cama, y el saber que se la estaba punteando a sus anchas quiso seguir calentándola para ver qué pasaba,
“–Que tal si me regalas tu zorra chamaca endemoniada… ese es el mejor regalo que me podrías hacer puta calienta vergas…”, pensaba el vejete para sus adentros después de haber escuchado las dulce palabras de la novia de su hijastro, situación que lo alentó a seguir con su treta,
–Sabes Cielo Riveros?… eres una chavita muy linda, tú me gustas mucho… jejeje… así que no te preocupes por no haberme traído un presente, ya habrá tiempo para que me des un regalito, jejejeje,
Cielo Riveros a quien le tomaron por sorpresa las primeras palabras de su suegro, solo se dio a decirle,
–Ay don Seve… que cosas me dice… me toma por sorpresa no sé qué decirle…

–No me digas nada cosita rica… solo sigue bailando con este pobre viejo que en la verdad de las cosas nunca tendrá una posibilidad de estar con una chamaquita tan linda y delicada como lo eres tu dulzura… jejeje…
La colegiala cada vez se enervaba más por las cosas que le estaba diciendo su casi suegrastro, no encontraba las palabras para responderle, se sentía extraña por lo que se dio a contestarle al vejete,
–Ohhh don Severiano no me diga esas cosas… Usted me da penita, le decía Cielo Riveros quien ya todo su cuerpo temblaba por saber que prácticamente el vejete se le estaba declarando, su respiración poco a poco se iba haciendo entre cortada, y no porque el viejo le gustara ni mucho menos, si no que la misma situación la azoraba, el estar en su misma casa, en donde su novio y la propia mujer de este estaban solo a metros de ellos preparando la cena que ya se venía, y ella bailando muy apegada al viejo sintiéndole la verga casi incrustada en su vagina, ya que las vestimentas de ambos eran lo único que en esos momentos los separaban, y para rematarla el muy caliente vejestorio regalándole palabras halagadoras y declarándosele…
–Que no te de pena mamacita… pero es la purita verdad… desde que te vi por primera vez que me sentí enamorado de ti, me gustaría decirte tantas cositas que ni te imaginas…
–Don Seve por favor no le siga que me pongo muy nerviosa…, la nena esperaba que el viejo siguiera con sus palabras y al notar que este ahora solo respiraba pesadamente en uno de sus oídos se atrevió a preguntarle, –Y qué otras cosas tendría para decirme?. La chamaca solo se sonreía estúpidamente de puro nerviosismo, intentaba que el viejo no se diera cuenta de su estado. Don Severiano a su vez se daba cuenta que ya iba muy bien encaminado.
–Mira qué tal si nos vamos un ratito al fondo del patio… ahí hay una parte oscurita…? solo para que conversemos antes de la cena, no es justo que yo te esté diciendo estas cosas y tu novio y mi mujer nos vean…
Cielo Riveros ahora sí que estaba más nerviosa que antes, el viejo quería que fueran al fondo del patio, estaba clara en esos momentos que por nada del mundo accedería, pero también reconocía que las tiernas palabras del vejete le habían gustado, eso no significaba que ella tuviera alguna intención de querer tener algo con él, pero de verdad que sentía unas ganas tremendas de saber qué otra cosa más tenía el viejo que decirle, aun así la cordura predominaba en su temperamento…
–Ay no lo creo don Seve… eso no estaría bien… pero si tiene algo más que decirme me lo puede decir aquí mismo…
Don Severiano ya estaba más que recaliente y se daba cuenta que la chamaca no debía andar muy lejos de esa condición, ya que si fuese otra la situación simplemente lo podría dejar plantado en la misma pista de baile, pero ahí estaba ella muy abrazada “bailando” con él, y pidiendo que le siguiera diciendo guarradas halagadoras,
–Vamos hacia el fondo preciosa… ahí en esa parte que se ve oscurita… solo será un ratito… te diré unas cositas que quiero que sepas y nos venimos a cenar, jejejeje…
La chamaca quien ya se lo estaba pensando de verdad en arrancarse con el viejo por algunos minutos hacia esa parte oscura que había al fondo de la casa del vejete ya le estaba comenzando a gustar la idea, pero aun ponía resistencia,
–Pero qué pensaría mi novio y su esposa si nos vieran que nos alejamos a un lugar oscuro? Eso no se vería bien, la chica decía todo esto con su cuerpo temblando por una extraña adrenalina, ella estaba segura que si iba con el vejete a la parte oscura del patio no pasaría nada entre ellos pero lo prohibido de la situación increíblemente ya la tenían entre curiosa y enervada,
–Ellos no tienen que porque darse cuenta, además que no haremos nada malo… escúchame cosita rica, ahora nos separaremos… tu disimuladamente te alejaras a ese sector y me esperaras ahí mientras yo voy a buscar unos tragos y mis cigarrillos para que hablamos un rato, te aseguro que nadie lo notara…
–Está bien… iremos a hablar un ratito, pero si se demora mucho me veré en la necesidad de devolverme, no quiero que Rodrigo vaya a pensar mal de mí…
–No te preocupes mamita… yo voy y vuelvo tu solo me esperas, jejejeje…

La pareja se separó en el medio de la pista de baile, Cielo Riveros vio como don Severiano salía disparado hacia el sector en donde se encontraba la mayoría de los invitados y lo vio desparecer entre ellos, si bien ella sabía que no estaba bien lo que había acordado con el vejete, algo en su interior la empujaba que fuera al fondo del patio en la parte que se veía oscura. Sin ni siquiera pensar en Rodrigo y viendo que cada cual en aquella fiesta estaba en lo suyo simplemente y mordiéndose inconscientemente su sensual labio inferior camino hacia el fondo de la estancia sin ser vista por nadie hasta que su silueta se perdió en la oscuridad.
Don Severiano preparo dos vasos con trago nerviosamente, el de Cielo Riveros lo hiso con granadina y licor de cherry, una mal sana idea se le paso por la mente ya que pensaba que por el momento tenía nulas posibilidades de tener algo mas allá con la agraciada chamacota, pero él deseaba que la nena se quedara con algo suyo en su grácil anatomía, temblando de emoción por lo que se le había ocurrido y luego de otear en todas direcciones con cara de malo para confirmar que nadie de los presentes lo estuviera observando se dirigió al baño con el mismo vaso que le había preparado el trago a la joven, una vez encerrado se apresuró en sacar su semi erecta vergota y sumirla en el vaso para que el licor se impregnara con sus sabores vergales, sintió las insanas ganas de masturbarse y agregar una buena ración de semen para que la pendeja se los bebiera brindando con el pero no había tiempo para aquello, por lo que algo tan asqueroso como lo primero se le instalo en su desequilibrada mente y la puso en práctica, posando el vaso en la redonda punta de su verga hiso fuerzas hasta que logro soltar una buena cantidad de amarillenta orina dejando el vaso hasta la mitad, luego de limpiarse y guardarse su pulsante tranca salió nuevamente y muy emocionado lleno el resto del vaso con jugo de fruta heladito con la intención de que la nena no notara nada raro en el momento en que se lo bebiera. Para el solo se llevó una cerveza.
Cuando don Severiano ya se aprestaba para ir a juntarse con tan atractiva chamaca, fue interceptado por su hijastro,
–¿Oiga… ha visto a Usted a Cielo Riveros, le he buscado y no la encuentro?…
–Y que me preguntas a mi estúpido… de seguro que debe haberse ido por ahí con alguno de tus primos a hacerle alguna zorrería, ya que se ve que tú no te la puedes con una hembra como esa, jajajaja…
–Ya no le empiece señor… yo solo le estoy preguntando si es que la ha visto… fue Usted quien se la llevo para presentarle a sus familiares…
–Pus ya te dije que no la he visto idiota…!, luego de que la deje ya no la vi más…
Rodrigo en esos momentos se empinaba y miraba en todas direcciones, a lo mejor si hubiera puesto atención en las manos de su padrastro se hubiera dado cuenta que tal vez el viejo algo le ocultaba ya que llevaba claramente un trago de mujer y una cerveza en estas, y además que precisamente don Severiano no era de los que atendía a su propia esposa, pero el incauto muchacho se sintió más tranquilo al saber que su novia por lo menos no estaba al lado del odioso de su padrastro…
–Gracias… luego la buscare… iré por más trago para poner en las mesas…
–Oye pendejo… en cuanto rato más servirán la cena?
–Yo creo que en 30 minutos…
–Ya veo… quiero que ubiques a tu novia a mi lado cuando cenemos, es la primera vez que cenara con la familia así que debemos ser atentos con ella…
–No lo creo señor… yo pensaba en cenar junto a Cielo Riveros luego de que…
–Ya te lo dije estúpido…!! Ella cenara a mi lado porque yo soy el festejado… y tú aquí estas solo para servir junto a tu madre, o quieres que se los explique a los dos juntos y de otra forma!!??
Rodrigo quien entendió en el acto que si no accedía a lo que su detestable padrastro estaba ordenando entre rugidos nuevamente las consecuencias las pagaría su progenitora, por lo que solo se dio a responder,
–Si señor… se hará como usted diga…
–Está bien ahora ve a ayudar a tu madre… si veo a la yegua de tu novia le diré que la andas buscando…, jajajaja!!!
–Gracias… y con permiso, dijo el atribulado joven que erróneamente había pensado en un principio que su padrastro no lo molestaría por esta noche, y que podría disfrutar de la velada junto a su Cielo Riveros, que equivocado había estado.
Don Severiano luego de cruzar la pista de baile y poniendo especial cuidado en que nadie pusiera atención hacia donde el iba, disimuladamente y en forma facinerosa se escabullo hacia las sombras traseras de su patio en donde lo esperaba la inocente novia de su hijastro, una vez que ya estuvo casi llegando al lugar oscuro miro con risa de maleante para corroborar de que no era observado por nadie hasta que también su gruesa y tosca figura se desvaneció en la penumbra.
Minutos antes Cielo Riveros esperaba nerviosa a que llegara el padrastro de su novio, incluso hasta había recapacitado y ya pensaba en devolverse, sabía que don Pedro no la perdonaría si se llegaba a enterar del tipo de cosas que andaba haciendo ella en su ausencia, pero ahora el temor de ser vista por alguien salir de una parte oscura la hacían dudar de sus intenciones. Mientras la atribulada nena se debatía en cuál sería el mejor momento para salir de aquella parte sin ser vista por nadie se pudo dar cuenta que el vejete ya venía con dos vasos en sus manos, una vez que este llego a su lado vio que le extendía un copón grande de esos en los que se toma cerveza con la diferencia que este venía con un trago de color rojo que se notaba exquisito.
–Ay don Severiano… creo que yo no debería estar aquí con Usted, le dijo la jovencita en el momento en que le recibía el vaso al viejo con su blanca manita,
El viejo la miraba de pies a cabeza, en la oscuridad veía claramente sus relucientes muslos que resaltaban en el crepúsculo de la noche, y aun no se la creía que la tuviera en el fondo de su patio en donde solo estaban él y ella, mientras toda su familia y amigos se encontraban disfrutando de la fiesta, la música seguía sonando alegremente. Hasta que a sabiendas que tenía por lo menos media hora para intentar algo con ella antes de que sirvieran la mesa y los echaran de menos se puso manos a la obra,
–No tienes de que preocuparte mi reina… luego servirán la cena y ahí nos iremos de inmediato adonde están los demás jejejeje…
–Y que es eso de lo que me quería hablar?…, le pregunto Cielo Riveros a la misma vez que ponía en sus labios el singular brebaje que le había preparado su suegro en el mismo baño de su casa, don Severiano miraba con su corazón latiéndole a cien por hora notando como la chamaca se bebía inconscientemente una no menor cantidad de sus propios meados, hasta que intentando calmarse un poco le contesto,
–Pus de eso mismo que te dije mientras bailábamos…
–De qué cosa?, le consultaba la jovencita poniéndole una cara picara mientras seguía bebiendo de su exquisito trago, quería escuchar nuevamente la declaración del vejete, aunque sabía que por lo menos de su parte el viejo tenia cero posibilidad de llegar a tener algo con ella, pero la situación la tenía entretenida, sumado a que don Pedro estaba fuera de la ciudad y además que Rodrigo estaba tan ocupado que si no fuera por don Seve ella estaría muy aburrida…
–Pues tomate tu traguito primero y te cuento preciosura, jejejeje… te gusta el sabor de tu trago…
–Mmmm, si… esta riquísimo, pero lo siento algo amargo… que es?, le consulto a la vez que se relamía sus labios con su exquisita lengüita mirando el vaso e intentando adivinar el contenido de este…
–Es licor de cerezas, te lo hice algo cargado al cherry por eso lo sientes amargo dulzura, vamos bébetelo todito y si quieres en un ratito más te preparo otro igual…
–Me encantaría… pero dígame… eso que me iba a decir, mire que ya creo que tenemos que irnos, no vaya a ser que alguien nos vea aquí y vayan a pensar mal.
El viejo notando que Cielo Riveros ya se había vaciado el vaso con licor y orina, simplemente se abalanzo sobre ella y la tomo desprevenidamente desde su cintura arrimándola con fuerzas hacia su grotesca contextura, haciendo que la chica dejara caer el vaso ya vacío,
–Como ya te lo dije antes chamaca… la purita verdad es que desde que te vi por primera vez que te he deseado, le decía el vejete con cara de pervertido y mirándola a sus labios mientras le hablaba.
Cielo Riveros quien fue tomada por sorpresa no tuvo tiempo de ponerse a salvo solo en segundos se vio tomada por don Severiano quien ya le apretujaba contra su ancho pecho y su panza con sus manos puestas en sus ancas y muy cerca de las carnes que daban el nacimiento a su loable trasero, el viejo ya creía sentir los elásticos de su fina ropa interior por debajo de la tela del vestido,
–Nooo don Severiano… que hace!? Nos pueden ver…!!
El viejo en el acto se dio cuenta que a la chica le preocupaba más que no los vieran a que el la estuviera manoseando a su antojo al fondo de su patio,
–No te preocupes pendeja… aquí nadie nos vera, jejejeje además que si viene alguien solo le decimos que te sentías malita y que vinimos por un poco de aire, jejejeje…
La nena al escuchar que el padrastro de su novio ya se dirigía a ella mas vulgarmente, recordó la vez en que otro viejo tan caliente como este mismo la tubo en una situación más o menos parecida, aquella vez había sido en una feria de entretenciones alejados de todo el mundo, y ahora su mismo casi suegro la tenía en su propia casa al medio de una fiesta de cumpleaños y en el apartado oscuro de su jardín, parecía como si su vida fuese un círculo vicioso entre fiestas, viejos aprovechadores y vergas hediondas, la única diferencia que ahora notaba era que extrañamente a este vejete no le tenía tanto miedo, pero si mucho respeto además que le causaba cierto temor ser sorprendida por su novio o por la esposa del viejo,
–Don Severiano por favor suélteme yo no quiero tener problemas con Rodrigo… recuerde que él es su hijo…!
–Ese imbécil no es nada mío…!!, le corto el viejo en el acto para luego continuar con sus leperadas,–Y tú eres mucha mujer para él, jejejeje, así que no pienso soltarte… imagina que estamos bailando como estábamos hace un rato… si es casi lo mismo, jejejeje. El viejo nuevamente se esforzaba por hacerle sentir su verga mientras le decía, –Estuve pensando ricura… en eso del regalo que me decías, jejejeje…
–Ay don Seve… mejor suélteme… ya le dije que otro día le comprare y le traeré su regalo, la chamaca ya se estaba comenzando a preocupar, lo que al principio vio como una inocente jugarreta con el viejo ya se estaba comenzando a transformar en otra cosa, llevaban unos buenos minutos abrazados forzosamente al menos por parte de ella, y el viejo no la soltaba.
–Y qué tal si me regalas un besito en la boca… así quedamos saldados y no me debes nada, el viejo le decía todo aquello buscando sus rosados y brillosos labios, la ahora si asustada chamaca lo esquivaba como podía, sus bigotes italianos ya le raspaban la cara, y ya sentía la verga del viejo ahora más dura de como se la había sentido mientras bailaban,
–No don Seve… que hace? Déjeme… Cielo Riveros nuevamente iba cayendo en cuenta que en ninguna parte podía estar a salvo de las garras de viejos calientes y degenerados, se suponía que don Severiano era el hombre que había criado a su novio como si este fuese su propio hijo, y no era justo que ella estuviera allí en esas condiciones, a la vez que en otra parte de su mente no dejaba de pensar como la historia se repetía cuando ella ya estaba dando por superado sus anteriores violaciones.
El viejo por su parte se sentía en la gloria al sentir ese majestuoso cuerpo comprimirse contra el de él, muy a su pesar notaba que la jovencita se le estaba resistiendo y si se ponía a gritar llamaría la atención de sus invitados por lo que intento calmarla de alguna forma,
–No te preocupes princesa si no quieres darme un beso no importa, pero solo déjame tenerte abrazada un ratito… es mi única oportunidad de estar así con una chamaquita tan bonita como tú, el viejo lo decía con voz de si como realmente estuviera sufriendo,
–Ay don Seve creo que lo mejor es que me deje… quiero volver con Rodrigo, me debe estar buscando…
–Solo un ratito más mi bebita… tu cuerpo es muy rico, anda dale en el gusto a este pobre viejo, aunque solo sea en el día de su cumpleaños… no seas malita…
Cielo Riveros se extrañaba de ver como ese viejo que en otras ocasiones lo había visto ser tan salvaje y odioso ahora se comportaba como un verdadero chamaco de esos que habían en su colegio, esto la hiso bajar la guardia…
–Don Severiano es que de verdad que me da pena estar así con Usted… y que diría Rodrigo si se llegase a enterar que Usted me tiene abrazada en su patio!?
–Él no se enterara de nadita… solo déjame sentirte un rato y luego nos vamos donde están todos los demás… quieres?
Cielo Riveros tras pensárselo por un momento y viendo que el viejo ya no le insistía con sus intentos de besarla le soltó…
–Bueno… pero que sea solo un rato y solo porque esta de cum… ple… años… lue… go nos va… mos a donde están sus in… vi…tados…, le decía la nenita en forma entrecortada y con sus manitas apoyadas entre el duro pecho y los hombros de su acosador,
–Gracias cosita ricaaaa… no sabes lo feliz que me haces…
Ahora la colegiala al ya estar más calmada puso atención en la dureza que el viejo le tenía puesta en su vientre, y como este de vez en cuando se movía para ir acomodándola en la parte más sensible de su cuerpo, la nena se la sentía a plenitud y le daba vergüenza pedirle al vejete que ya no se moviera, solo se dio a imaginarse lo que el viejo le clavaba a la vez que intentando que este no la viera se mordía los labios intentando no disfrutar lo muy rico que ya estaba comenzando a sentir.
La chamaca con sus ojos entre cerrados intentaba mirar hacia de dónde venían los sones de: “pero recuerda nadie es perfecto… y tú lo veras… más de mil cosas mejores tendrás… pero un cariño sincero jamaaaas…”, en eso fue que sintió que una mano del vejete iba bajando disimuladamente casi rosándole una nalga, ella a pesar de sentirlo y ya saber que era lo que el vejete quería tocar no le dijo nada, pensaba que ya casi daba lo mismo, ese hecho no iba a mejorar o empeorar su situación, luego de unos minutos de aquella extraña circunstancia que estaba viviendo ya sentía otros disimulados roces de tanteo en sus promontorios de carne trasera, para luego determinar que estos roces ya no eran de tanteo, sencillamente don Severiano la tenía bien agarrada del culo y sobándoselo con ella escuchando la romántica canción de M. A. Solís.
Cielo Riveros solo se mantenía abrazada al vejete y dejándose que el tocara todo lo que quisiera, el alcohol en su mente le decía que tal vez este era el regalo de cumpleaños que ella le daba al viejo, y sumado a que por cada apretón que le pegaba el vejete con su verga iba sintiendo que paulatinamente su vagina se comenzaba a derretir en un mar de líquidos calientitos, en esos momentos don Severiano ya le apretaba las nalgas a manos llenas saciando y llenando su tacto con las carnes de la colegiala quien ya sentía como un dedo del viejo buscaba su orificio posterior para dedearlo.
Aquello a la nena ya le estaba gustando mucho, su panocha ya estaba muy mojada, a la vez que sentía que el viejo ya empezaba a respirar pesadamente, y en el momento en que don Severiano tímidamente ponía su dedo medio a la entrada de su ojete, ella sin saber los motivos e intentando que el viejo no lo notara le paro más el culo buscando el contacto de ese dedo con la entrada de su ano por sobre el vestido por supuesto.
La mano del vejete lentamente rodeó su cadera y pasó hacia delante de su cintura girándola y apegándose a ella. Cielo Riveros ahora sentía su dura verga apretársele con bravura contra la parte media de sus nalgas, su corazón le empezó a latir con fuerza, sus pequeñitos pezones se le endurecieron como piedras.
Al minuto don Severiano ya restregaba su verga como si verdaderamente se la estuviera culiando al mismo tiempo que con su mano acariciaba su vagina por sobre el vestido, Cielo Riveros sentía el exquisito sabor de lo prohibido con sus ojos cerrados, este le llamaba cada vez más y estaba sintiendo muy rico, notaba como su casi suegro movía su manaza en su tajito como si la estuviera masturbando, y era eso lo que precisamente estaba haciendo el detestable vejestorio, para la caliente chamaca ya todo lo que le estaban haciendo le sabia a delicioso, cuando las manos de don Severiano comenzaron a bajar hasta sus muslos para luego ir subiéndole el vestido la nena no entendía por qué pero por ahora lo dejaba que el viejo se saliera con la suya, hasta ella misma se preguntaba cómo era eso que no oponía resistencia?, el viejo ya tanteaba y recorría la piel de su vientre al desnudo.
Ella solo se estremecía sin saber qué hacer ni que decir, el pesado olor a tabaco y alcohol que don Severiano expelía le llenaban sus pulmones y a ella le encantaba, sabía que en aquel rincón de la casa nadie los veía, ahora sintió como una mano del viejo se metía por entre su negra ropa interior de encaje para comenzar a acariciarle sus escasos y suaves pendejitos negros y brillosos para enseguida seguir bajando uno de sus dedos y dibujarle con uno de estos su tajito de carne que ya estaba totalmente encharcado, la nena ya sin casi medir las consecuencias comenzó a menearle el culo contra la dura verga que el viejo escondía en sus pantalones.
–Noooo don Seveee…rianoooo… no me to…queeeee…, le pedía Cielo Riveros al vejete en forma entre cortada y con sus ojitos cerrados con una de sus manitas puestas por sobre la peluda mano del viejo que le sobaba su vagina, sin embargo ella también meneaba sus caderas hacia atrás buscando que aquella dureza hiciera contacto con las partes más sensibles de su trasero…
–Estas bien buenota pendeja… no sabes las ganas que tenia de sentir tu cuerpo como ahora lo estoy haciendo… que tal si luego que despache a toda la gente me esperas en la esquina y nos vamos a acostar a algún hotel… ese sería mi mejor regalo de cumpleaños que me podrías ofrecer… que dices putita… te animas? Tras estas últimas palabrotas el viejo se dio a comenzar a chupar una de sus perfumadas orejas, la jovencita sintiendo como toda su piel se erizaba solo movía su cabeza circularmente, con su oído buscaba la puntiaguda y salivosa lengua del confianzudo vejete, a pesar de estar sintiendo la llamada al desenfreno no le quiso contestar a lo que su suegro le había solicitado como regalo de cumpleaños.
El viejo por su parte ya estaba que sufría un enloquecedor orgasmo, en su pantalón ya se dibujaba una tremenda aureola de humedad producto de los viscosos líquidos pre seminales que su verga desde hace rato estaba expulsando, aun así no le daba descanso a la atractiva Cielo Riveros, le seguía comiendo su oreja como desesperado ya que creía darse cuenta que a la nena esto le encantaba, además que en el momento en que le había subido el vestido hasta la cintura pensó que la portentosa chamaca lo frenaría pero solo la vio con sus ojos verdes semi cerrados y mordiéndose el labio inferior, el viejo simplemente comenzó con pequeños besos en su cuello y en la parte baja de sus oídos, a lo que al poco rato ya los combinaba con los sendos chupeteos que en estos momentos le estaba dando, Cielo Riveros solamente movía su cabeza al mismo compas de los chupeteos de oreja, se imaginaba a ella esperando al vejete en alguna esquina para luego ir a acostarse con él en algún hotelucho, esto hacia que todo su cuerpo se enervara por la seguidilla de escalofríos que don Severiano le estaba haciendo sentir con su propuesta, la respiración de la chamaca ya era fuerte y acelerada, sus mejillas las tenía rosaditas de lo tan caliente que la estaban poniendo en ese sitio oscuro, sentía como el dedo del viejo le recorría su vagina rosando el inicio de sus carnes interiores pero sin metérselo del todo, su coñito estaba empapado y destilando líquidos como si este fuese un manantial, y en el mismo momento en que ella se estaba dejando llevar por la calentura del momento y le iba a preguntar que como lo harían con Rodrigo si ella accedía a ir a acostarse con él, a sus oídos le llegaba la ronca voz del viejo quien le hacia una inusual solicitud,
–Quítate los calzones chamaca… ya que veo que no te atreves a ir a revolcarte conmigo… quiero que me los des como regalo de cumpleaños, jejejeje…
Esta vez la nena sí noto su voz grave y autoritaria como a ella le gustaba que la trataran, la colegiala solo obedeció, como pudo llevo sus manitas hasta los elásticos de su diminuta lencería negra que se perfilaban bien estirados y tirantes a la altura de sus caderas, para ir lentamente bajándoselos tal como le había pedido su casi suegro, con mucho trabajo logro hacerlos deslizar hacia abajo mientras estos se enrollaban en sus muslos, pasando por sus apetitosas rodillas y hasta que por fin los hiso llegar a sus tobillos para luego de levantar una pierna, con la otra subirla y retirarlos con su manita, en la penumbra del patio se los ofreció a don Severiano, el viejo antes de recibírselos le dijo,
–Di que me los regalas por mi cumpleaños número 58, jejejeje…
La chamaca quien ya estaba fuera de sí, y presa de una extraña calentura que se combinaba con lo prohibido de la situación le dijo con su temblorosa vocecita,
–Don Severiano… tome… se los regalo por su cumpleaños número 58…, le respondió la tierna chamaca ofreciéndoselos, el vejete encantado se los recibió y una vez de aspirarlos casi hasta la asfixia a un lado de los ojitos verdes de Cielo Riveros se los guardo en el bolsillo interior de su chaqueta como si estos fuesen un verdadero trofeo, para luego comenzar nuevamente a besarla en el cuello, el viejo al notar como la chamaca casi se retorcía de quien sabe que cosa lentamente la fue girando hasta quedar de frente a ella, ya sin nada más que esperar simplemente junto su hedionda boca con la fresca boquita de ella, Cielo Riveros lo recibió dándole muestras que desde hace rato ella también lo deseaba, y se lo demostró subiendo uno de sus muslos hasta la cadera del viejo y con su pierna alzada empujarlo por detrás haciendo que la compresión de cuerpos fuese más completa, don Severiano aprovecho para sobar a sus anchas esa curva del muslo levantado que daba paso a toda la curva de la suave nalga de la joven, una vez que se sacio de manosear aquella singular parte de su cuerpo en la forma más natural del mundo le tomo su manita y se la llevó al paquete, en donde la chamaca por fin pudo tantear ella misma esa caliente vergota que desde hace rato le espoloneaba el culo intentando traspasarla con ropa y todo.
La colegiala mientras aún estaba siendo besada por cada segundo que pasaba más se entregaba a esa enloquecedora relación con su suegro, con su manita y por sobre la ropa recorría y palpaba esa nueva vergota que don Severiano le estaba enseñando que no tenia nada que ver con el convencional pene que a Rodrigo le había sentido solo hace algunos días, se notaba que el viejo no era su padre biológico dilucidaba la colegiala al notar que ni siquiera a mano llena alcanzaba a circundarla, y cuando la recorría con la palma de su mano esta era interminable, don Seve notando lo entusiasmada que estaba la pendeja simplemente le ordeno,
–Sácamela putaaa… quiero que te arrodilles como la zorra que eres y me mames la verga, jejejeje… recuerda que hoy es mi cumpleaños, y tú eres el regalo que me trajo mi hijastro, jajaja… el vejete nuevamente le tenía su manaza perdida en la zorra masturbándola y calentándola para no dejar que la chamaca pensara en forma sensata.
Por primera vez en todo este rato Cielo Riveros sitio un dejo de enojo con el viejo, el no tenía que porque burlarse de Rodrigo por lo que ellos estaban haciendo, aun así ella ya sentía unas ganas tremendas de mirar con sus propios ojos lo que don Severiano tenia escondido en sus pantalones, a la vez que el viejo seguía diciéndole guarradas al mismo tiempo que le saco sus empapados dedos desde su vagina para luego ver ella misma como este se los llevaba a la boca para lamerlos y chuparlos,

–Mmmmsssrrrpsss!!!, sonó la bocota del vejete cuando termino de chupase los dedos a la misma vez que le notificaba, –Que rico sabor tienes pendeja, este es un verdadero manjar solo para Dioses, te apuesto que el imbécil de mi hijastro aun no te los ha probado, jajajaja!!! Sabes riquísimo cabrona…
Cielo Riveros de pie junto al vejete y tan caliente como este mismo como pudo le comenzó a desabrochar el pantalón, le encantaba la forma prepotente en que este la estaba comenzando a tratar, y más la enardecía que el viejo le recordara a cada momento que ella era la novia de su hijastro, el solo hecho de sentirse ella misma como el regalo de cumpleaños que el viejo tanto había estado esperando hicieron que en su cuerpo se formara una verdadera bomba de tiempo que en cualquier momento estallaría, ya casi sin pensar en nada con sus temblorosos dedos bajó el cierre de este abriéndolo de par en par, para después meter su mano con dedición y agarrar la gruesa culebra que don Severiano tenía por verga para luego sacarla ante su vista.
La chica quedo como hipnotizada y aterrada ante la demencial imagen vergal que tenía ante sus ojos, o sea esto que estaba mirando y que su blanca manita no alcanzaba a circundar no tenía nombre, sintió la imperiosa necesidad de soltársela por el miedo que le ocasionaba, pero algo en su mente se oponía a ello obligándola a mantenerse asida a ese venerable instrumento viril, claramente su conciencia le indicaba que si de las vergas que ya había probado con antelación la de don Pedro era la más grandota, esta al parecer hasta le ganaba, y no era que el viejo mecánico la tuviera chica ni mucho menos, era que sencillamente don Severiano se gastaba una monstruosidad, a pesar de la oscuridad imperante en el lugar en donde se encontraban se la podía ver casi en todo su esplendor, una gran cantidad de hiel y saliva se le formo debajo de la lengua, ya que ella sintió instintivamente unas tremendas ganas de llevársela a la boca si es que le cabía, como una posesa se fue arrodillando sin quitar su vista ni por un segundo de aquella grotesca masa de carne que palpitaba delante de ella y cuando ya se disponía a tomarla también con su otra manita para poder tantearla a sus anchas, noto que la música dejaba de sonar y que varias mujeres invitaban a los contertulios a pasar a la mesa ya que la cena estaba servida,
–Me lleve la verga pendejaaaa… jajajaja! esto queda pendiente mamasotaaa…!!, le decía don Seve al mismo tiempo en que le quitaba su verga de las manos y procedía a guardársela nuevamente, y luego continuar, –Yo saldré por una puerta trasera y me daré la vuelta hasta llegar a la parte de adelante de la casa… diré que andaba comprando cigarrillos… y tu levántate… espera un rato y sales haciéndote la mensa por el mismo lugar en que vinimos, jajajaja…
Cielo Riveros quien aún no reaccionaba vio como el viejo Severiano desaparecía por una tosca puerta de latón que había por detrás del patio y que daba a la calle, rápidamente se puso de pie y recompuso su vestido, a la vez que limpiaba sus rodillas de la tierra en que estuvo hincada, recién caía en cuenta que le acababa de regalar sus calzones al padrastro de su novio, y que estuvo solo a segundos de chuparle la verga.
La colegiala aprovechando que la mayoría de los invitados estaban preocupados de tomar ubicación en la mesa que estaba al interior de la vivienda pudo salir sin llamar la atención, efectivamente nadie había visto nada, totalmente apenada y arrepentida por lo que ella misma estuvo a punto de hacer se preguntaba que como se le había ocurrido haberse dejado llevar y seducir por aquel odioso viejo que desde que la conoció lo único que hacía era acosarla y burlarse de su novio en cada ocasión que podía, y justo en el momento en que ya llegaba al sector del comedor fue abordada por Rodrigo,
— Cielo Riveros … donde diablos estabas?, desde hace un rato que te estaba buscando…
–Rodrigo… solo estaba tomando un poco de aire… de pronto me sentí un poco sofocada, y tú estabas tan ocupado…
–Sí, es verdad amor… le corto el chamaco, –Intentare desocuparme luego para que podamos estar un rato juntos…
A la chamaca quien al estar ya con la mente más despejada sabía que corría un peligro inminente si se le ocurría quedarse en la fiesta de don Severiano, por lo que le pidió a su novio,
–Rodrigo de verdad que te estoy muy agradecida por haberme invitado, pero creo que ya me iré para mi casa… me siento muy cansada…
–Pero amor después de la cena ya estaré desocupado… por favor quédate y te prometo que lo pasaremos muy bien… además que tu puesto ya está servido… anda ve a cenar…
–Y adonde cenaremos?…
–Yo lo hare en la cocina con mi madre… tú vas en aquel puesto, le dijo el muchacho apuntando hacia la silla que estaba ubicada justo a un lado del puesto de don Severiano…
La nena en forma automática y ya no queriendo darle más chance al viejo para que este pensara que ella quería tener algo con él, solo se dio a responderle a su novio,
–Ay no Rodrigo… de verdad que no tengo hambre… mejor te acompaño en la cocina…
–De verdad que me gustaría mi Cielo Riveros … pero tu puesto ya está considerado… le dijo su novio a la vez que casi la llevo a la fuerza a que la nena tomara ubicación al lado de su padrastro, ya que él sabía que si no le obedecía a lo que había dicho el vejete, lo más seguro es que este se desquitara con su madre.
Al joven aunque no le gustaba la idea de que su novia cenara al lado del odioso hombre con el cual su madre tenía una relación desde la muerte de su difunto marido, solo quería minimizar problemas en su hogar además que no creía capaz que el viejo intentara propasarse con su novia delante de su esposa y de toda la familia.
La cena se llevaba a cabo casi con normalidad, don Severiano se las estaba pasando de lujo en el día de su cumpleaños, la reciente incursión en el patio trasero de su casa con la novia de su hijastro lo habían dejado en un delirante estado de calentura, de reojo miraba a la tremenda hembra que tenía sentada a su lado, como también en forma continua y creyéndose ya con ciertos derechos posaba una de sus manazas en las suaves piernas de la joven por debajo de la mesa, ella disimuladamente y para no armar una incómoda situación se las retiraba intentando que nadie notara de lo que estaba ocurriendo bajo el mantel.
Así continuo la cena en donde Cielo Riveros casi no toco su plato, estaba más preocupada de retirarle las manos a su suegro desde sus muslos que de otra cosa, sumado a que la gran mayoría de los viejos que compartían la mesa más se la comían a ella que lo que tenían puesto en sus platos, mientras don Severiano alternaba sus manoseos con verdaderos deseos de meterse debajo de la mesa abrirla de piernas y pegarle una buena chupada de zorra ahí mismo delante de todos los presentes, pensaba en esto devorándole el nacimiento de sus tetas que estaban solo a centímetros de donde él estaba sentado, se preguntaba de cómo había sido tan pendejo en no habérselas manoseado o chupado, y el saber que la chica estaba sin sus calzones y que estos estaban en el bolsillo de su chaqueta, prácticamente la caliente situación lo tenían erotizado.
Hasta que mientras se desarrollaban estos libidinosos acontecimientos llegó el momento de la torta, la señora María con otra vieja que la acompañaba en todas las tareas ubicaron el pastel al frente de don Severiano con la colorida velita con el número 58 que ya estaba encendida para que el viejo la apagara luego de que entre todos le cantaron el cumpleaños feliz,
–El deseoo…! el deseoooo!!, gritaban los compadres del vejete con vaso en mano, antes de que este soplara la velita. El viejo con su mejor cara de pervertido miro a Cielo Riveros penetrantemente a sus ojos verdes en un momento en que la chica lo miro, este le dijo telepáticamente que su deseo ella lo tenía entre medio de sus piernas, lo que la nena creyó captar casi al instante ruborizándose y llevando su mirada hacia cualquier parte de la mesa con una de sus manitas en los labios.
Cuando la azorada y manoseada chamaca por fin se pudo levantar de la mesa se fue rápidamente a buscar a su novio, le pediría que la fuera a dejar a su casa ya que las recientes experiencias vividas sumados a la calentura con la que andaba don Severiano en la fiesta, y que ella bien sabia, la podían hacer cometer una barbaridad, todo este tiempo sin probar una buena verga después de las tremendas folladas que le había puesto el viejo Pedro por la zorra, y los bestiales enculamientos por parte del maestro Tulio y el cojo Juan, ya le estaban por pasar la cuenta, ya casi deseaba que don Pedro la interceptara en cualquier parte y se la violara en la misma calle o en cualquier callejón oscuro de la forma en que únicamente él sabía hacerlo.
Una vez que Cielo Riveros pudo encontrar a su Rodrigo se tranquilizó un poco ya que el joven le dijo que por fin ya no tenía que realizar más trabajos, mientras el viejo Severiano por más que pensaba no encontraba la formula necesaria de poder arrebatarle a su hijastro a la tierna pendejita que tenía por novia y que solo hace unas horas había estado solo a segundos de que le chupara su verga.
–Pero porque no quieres entrar a la fiesta?, le consultaba el chamaco a su novia ya que ella le había solicitado que se quedaran sentados en el ante jardín de la casa,
–Es solo que al estar entre medio de tanta gente me siento ahogada, además que aquí solitos podemos platicar más a gusto, le mentía Cielo Riveros a su novio.
Pero la verdad era una sola, si bien ya se le había pasado reconocía que solo hace un rato don Severiano el odioso padrastro de su novio la había tenido más que caliente, y ahora ya más enfriada y pensando en forma prudente le rogaba a Dios que al viejo no se le fuera a ocurrir contarle mentiras a su novio, vería la forma de hacer que Rodrigo ya no la invitara más a su casa, y antes de que su cuerpo le hiciera cometer cualquier tontería, pensó en que tendría que concederle a su Rodrigo lo que el tanto deseaba a penas se lo pidiera nuevamente, no fuese a ser cosa que don Severiano se le adelantara pensaba la confundida chamaca.
Solo fueron suficiente unos cuantos atracones y fogosos besos para que el enamorado muchacho comenzara con sus febriles insistencias,
–Amor… has pensado en eso que yo quiero que hagamos?, le dijo el chamaco en uno de sus perfumados oídos,
–Si lo he pensado mi Rodri… pero aun no estoy muy segura… además que adonde lo haríamos?, Ay no lo sé… me cuesta tomar una determinación como esa…, le mentía la chamaca para no darle una imagen tan facilona a su novio, ya que este podría pensar mal de ella.
–Vamos amor dime que si… mira este Lunes es mi día libre en la farmacia, y tu estarás sola en tu casa… ahí podríamos hacerlo, rogaba Rodrigo en forma desesperada a su amada…
–Rodrigo, de verdad que me da penita contigo, pero si yo te dijera que si… quizás que cosas tu pensarías de mí?, le respondía una sonrojada Cielo Riveros a Rodrigo quien le pedía que se acostara con el ya casi al borde del llanto,
–Pensare que me amas!, y que nos podremos casar en cuando tú me lo pidas, de verdad amor… te deseo con todas las fuerzas de mi alma…
–Ay no se Rodrigo además que el lunes tengo colegio, a mí no me gusta faltar así como así…
–Pero será por nuestro amor mi vida, de verdad que valdrá la pena… anda dime que me harás ese favor, el muchacho ya no encontraba palabras con tal de convencerla, hasta que sus oídos por fin escucharon lo que tanto deseaba,
–Está bien mi cielo, si tanto lo quieres… me dejare que me lo hagas en mi casa…
–De verdad!?, es verdad lo que me estás diciendo!!??. El joven aun no daba crédito a lo que su hermosa novia le estaba confirmando…
–Te lo digo de verdad Rodrigo el lunes no iré al colegio y te esperare… no es eso lo que querías?, Cielo Riveros miraba con una seductora sonrisa a su amado quien aún no se la podía creer que estaba solo a casi de 24 horas de por fin cogerse el portentoso cuerpo de su novia, estas serían las dos noches más largas de su vida.
Luego de esta particular conversación entre la pareja de novios, una gruesa sombra que había estado escuchando lo que ambos jóvenes planeaban se escabullo para volver a entrar sigilosamente hacia el interior de la casa en donde aún continuaba la fiesta, don Severiano lo había escuchado todo.
Al rato después de que ambos jóvenes quedaron de acuerdo para acostarse el día lunes en la casa de la joven, Rodrigo fue a dejar a Cielo Riveros a su casa, y casi cantando se devolvió para la suya por las solitarias calles vacías pensando en todas las cosas románticas que le diría en el momento en que estuvieran haciendo el amor.
El día Domingo posteriormente de que la casa de don Severiano ya había vuelto a la normalidad tras el jolgorio de la noche anterior, el viejo veía la televisión mal humorado, con resaca y tocándose los bigotes, no había querido almorzar solo se daba beber cerveza y a pensar en lo que había escuchado, el baboso del hijo de su mujer solo estaba a horas de cogerse a la portentosa chamaca que la noche anterior le había dado claras muestras que con solo sobajearla un poco ella se empezaba a comportar como la mejor de las putas, y tan señorita que se ve a simple vista se sonreía para sus adentros.
Lentamente empezó a armar la idea que tenía en su mente.
Esa misma noche el semental italiano les daba órdenes a su mujer y a su hijastro,
–Así es como me escuchas mujer… si no te había autorizado antes para que viajaras a ver a tu hermana enferma fue porque no tenía el dinero suficiente para que le compres todo lo que le pueda hacer falta, te puedes quedar tres días con ella y te vienes…, termino de decir don Seve casi ordenándole a su mujer, para luego continuar con el joven, –Y tu bueno para nada!!, dijo ahora refiriéndose a Rodrigo, –Mañana iras a dejar a tu madre a la terminal ya que va a ir cargada con bolsos, aprovechando que no trabajas los días lunes, jajajaja!!!
El joven quien reacciono casi al instante al recordar de la tan esperada cita que tenía para con su novia quiso poner objeción,
–Señor… yo tengo compromisos para mañana temprano… tal vez podría ir a Usted a dejar a mi madre al bus y luego re…
–Te digo que serás tu quien la ira a dejar pendejo estupidoooo!!!!, le berreo prepotentemente don Severiano a su hijastro, para luego continuar intimidándolo, –No eres más que un mal agradecido, siempre haciendo problemas cuando uno te pide algo, así que mañana te me levantas tempranito y te vas a dejar a tu madre a la estación de buses, tu tía la necesita!!, yo no puedo porque tengo que ver unos asuntos… si quieres de allá te puedes devolver, pero me la vas a dejar al bus si o si… escuchaste idiotaaaa!, además que no sé de qué realmente alegas tanto si solo te demoraras un par de horas a lo más, luego te puedes dedicar a tus estupideces jajajaja!!!
Después de haber dado sus órdenes el vejete ya estaba impaciente de que la noche pasara lo antes posible, ya se imaginaba lo gratificante que sería para su verga lo que sucedería aquel día lunes.
Rodrigo por su parte se cansó de buscar su celular, no recordaba donde lo había dejado, y no era tanto que el fuera dependiente de su teléfono, sino que tenía que avisarle a Cielo Riveros que ya no podría llegar en la mañana tan temprano como lo habían acordado, y que se tardaría un par de horas. Don Severiano que lo miraba atento a todos los movimientos del ya casi desesperado muchacho se atrevió a consultarle,
–Que buscas con tanta desesperación chamaco!!??
–No recuerdo donde deje mi teléfono… Usted lo ha visto…?
–Pus no…!, le contesto el vejete, –Y por qué tan desesperado por un teléfono?,
–Es que he quedado con mi novia para mañana temprano, íbamos a salir… y le quería avisar que llegare un poco más tarde de lo que acordamos…
–Jajajaja!!! Y por eso tanta alharaca…? que te espere pendejo!, debes aprender que uno no le debe dar tantas explicaciones a las mujeres…, le enseñaba el padrastro a su hijastro, –Te pueden ver como un idiota… cuando uno les da muchas explicaciones a las zorras, estas se le comienzan a meter ideas absurdas en la mente y luego te querrán dar órdenes e intentaran controlar lo que haces, que se espere y se acabó, jajajaja!!!
Rodrigo pensaba para sus adentros que él no sería como don Severiano que trataba a su madre como si ella fuese su empleada personal, el sería distinto, sobre todo si se trataba de su Cielo Riveros, pero por ahora iba a tener que esperarlo ya que se convenció de que quizás en que parte había perdido su teléfono, por más que lo busco no lo pudo encontrar.
Al siguiente día siendo las 9.30 am., el viejo Severiano emocionadísimo volvía a su casa después de haber ido el mismo a dejar a su mujer y a su hijastro a un taxi, del bolsillo de su chaqueta saco los calzones de Cielo Riveros y se dio a olerlos profundamente de como si con esto se estuviese dando fuerzas para lo que haría a continuación, una vez que ya se sintió más seguro, de su otro bolsillo saco el celular de Rodrigo que él había escondido el día anterior en un descuido del muchacho y simplemente tecleo el número de Cielo Riveros que estaba remarcado como favorito.
(45 minutos antes en la casa de Cielo Riveros)
Cielo Riveros ese día se había levantado feliz por lo que haría en pocas horas con su amado Rodrigo. Se dio una ducha espumosa, aplicando sales, esencias y todo lo que usan las mujeres cuando se preparan para un encuentro de aquellas características, sabía que Rodrigo tal vez ya debería venir en camino, se reconocía para ella misma que todas las ganas que había estado acumulando en ausencia de don Pedro, y de los otros vejetes que no habían osado en molestarla desde hace semanas las desfogaría en el momento en que estuviera acostada con su novio, si hasta don Lucas andaba desaparecido, además que don Severiano había estado casi a punto de hacerla caer en la tentación y por Dios que le habría gustado se decía muy… pero muy al interior de su mente.
Luego de maquillar su cutis solo lo necesario y de aplicarse cremas por todos los centímetros de su cuerpo, escogió el calzoncito más diminuto de los que ella poseía, este era de color blanco al igual que el sujetador, pensó que con esto volvería loco a su novio y se la cogería con más ganas de las que ya le tenía pues su baja prenda íntima le tapaba apenas el nacimiento de su tajito e incluso dejaban ver algunos de sus escasos pelitos íntimos que se vislumbraban brillosos y sedosos, luego opto por un ajustado vestido color azul alucinante que le llegaba a medio muslo, este era de esos con tirantes en los hombros y morbosamente dibujaba en forma diabólica cada centímetro de su tremenda y curvilínea figura, y para terminar con su enloquecedor atuendo se calzo unas preciosas sandalias de medio taco que aparte de hacerla ver aún más soberbia estas le enaltecían su trasero haciéndolo ver aún más parado de lo que ella lo tenía.
Una vez que la encomiable jovencita determino que así estaba perfecta para los momentos previos a ser poseída por su amado se perfumo solo lo suficiente y se sentó en una de las sillas del comedor a esperarlo.
Mientras la engalanada y nerviosa nena esperaba a su novio en la salita de su casa, escucho el timbre de su teléfono, una vez que lo reviso y se dio cuenta que era Rodrigo quien la llamaba se dio a contestar en la forma más femenina y coqueta que le fue posible,
–Hola!?, la voz de Cielo Riveros sonó como el más bello de los villancicos, para los peludos oídos de don Severiano,
–Alooooo!!! Rugió la voz del vejete por el teléfono, la chamaca se percató al instante que esa no era la voz de su Rodrigo,
–Quien habla!?, pregunto la nena un poco preocupada…
–Soy yo Severiano… como estas nena…
Cielo Riveros quedo como petrificada, nunca se había imaginado que sería don Severiano su casi suegro quien la llamaría, aun no entendía muy bien por qué él estaba hablando del teléfono de su enamorado.
–Ehhh Buenos días don Severianooo… como está Usted?
–Yo bien Cielo Riveros … Jejeje, el que está un poco complicado es tu novio… el me pidió que te llamara…
–Que le paso!?, que es lo que tiene!?, dígame!… la nena se preocupó casi al instante,
–Amaneció enfermo, se siente tan mal que me pidió que te dijera que no iba a poder ir a tu casa como habían quedado… Cielo Riveros se estaba empezando a preocupar de verdad, la voz de don Severiano sonaba tan convincente que no dudo en la veracidad de lo que este le estaba diciendo, hasta casi se olvidó en ese momento de lo que había sucedido entre ellos solo hace dos días atrás en el cumpleaños del viejo, don Seve notando que la chamaca se la estaba creyendo siguió con lo planeado por él, –Jovencita de verdad que yo veo mal al chamaco, mi mujer tuvo que salir y me cuesta irme al trabajo y dejarlo así como esta, que tal si te vienes para que lo cuides, yo te espero para no dejarlo solo, y luego una vez que llegues me podre ir más tranquilo… que me dices!?
–Claro que si don…! espéreme que yo salgo en este mismo momento para su casa… Cielo Riveros nunca imagino las mentiras que habían detrás de aquella llamada telefónica, el hecho de que el vejete supiera que ella con Rodrigo habían quedado de verse ese día significaba únicamente de que su mismo novio se lo había dicho, si bien encontró extraño que fuera el mismo viejo quien la llamara desde el teléfono de Rodrigo ahora creía en todo lo que este desvergonzado hombre le estaba diciendo…
–Bien… pero apúrate… él te necesita… así que mientras más rápido te vengas mejor…
–Ni que se diga más don Seve, dígale que me espere… ya voy en camino…
El vejete una vez que corto la llamada, fue a su dormitorio para chequear que todo estuviera en condiciones para cuando llegara su mujer, pensaba estar cogiéndosela por dos días enteros, tenía cigarrillos y cervezas en una mesita a un lado de la cama, así que ya no faltando nada más se mandó un Sidelnafil de 100 mg, y se dio a esperar a ese ansiado cuerpo lleno de curvas que lo haría llegar al paraíso.
Cielo Riveros sin darse tiempo a nada casi corriendo salió de su casa, solo eran unas cuantas cuadras las que debería caminar, pensaba que debía llegar lo antes posible a cuidar a su Rodrigo que tanto la necesitaba en estos momentos.
El viejo estando a la espera de la joven hembra que había embaucado para cogérsela todas las veces que él quisiera hasta ya resoplaba de una ansiada calentura, a los pocos minutos y en el momento en que se asomó por la ventana vio venir a lo lejos a una imponente mujer con vestido azul, a los segundos de aquella fantástica visión el pobre hombre casi se infarto cuando noto que esta era la mismita chamaca que él estaba esperando, la vio acercarse a su puerta apurada lo que hacía que sus caderas se movieran ampulosamente exquisitas, su verga ya estaba que explotaba.
La despampanante colegiala esperaba ansiosa e impaciente a que le abrieran la puerta en la casa de Rodrigo, hasta que por fin vio aparecer a don Severiano quien el hiso pasar al instante,
–Pásale… pásale chamaca…, el vejete se tuvo que aguantar las ganas de abalanzársele y violarla de cualquier forma posible,
–Donde está el?, pregunto Cielo Riveros con su carita de preocupación,
–Está en mi recamará, lo puse ahí ya que estará más cómodo… vamos ándale yo te llevo…
Cielo Riveros –Ay gracias por avisarme don Severiano… y que es lo que tiene?, fue lo último que pregunto la desprevenida jovencita cuando al llegar e ingresar al dormitorio matrimonial del vejete percatarse que este estaba vacío y que su Rodrigo no estaba en la cama como ya ella se lo había imaginado…
–Qué opinas preciosura… no es una maravilla que al fin podamos estar solitos y con una cama disponible para nosotros solos!?
La nena quien su verdosa mirada estaba puesta fijamente en la cama vacía cayó casi al instante en cuenta que Rodrigo no estaba en la habitación y que tampoco lo iba a estar en la casa, las palabras de don Severiano habían sido claras: “la cama estaba dispuesta para ellos solos”, sin ánimos de voltearse y solo escuchando la pesada respiración del viejo a sus espaldas con voz asustada y roja por una extraña vergüenza que la invadía quiso preguntar aquello que ella ya sabía,
Cielo Riveros –Don… de… esta Ro… dri… gooo…?
–Tuvo que salir, lo vino a buscar otra chava que él tiene a tus espaldas… jajaja… así que tenemos casi todo el día solo para nosotros…
Cielo Riveros quien ya se había dado cuenta que nuevamente la habían hecho caer en una trampa y que todo eso que le decía el viejo de Rodrigo con otra joven eran puras mentiras pensó que si no hacía algo luego lo más seguro era que otra vez se la violarían, quiso poner atajo a lo que probablemente le iba a suceder, ella no lo permitiría.
Se volteo rápidamente hacia donde don Severiano, le diría unas cuantas verdades y luego se iría para su casa,
Cielo Riveros –Es Usted un embustero… como se le ocurre mentirme de esa forma…
–Cállate encuinclaaaa!!!, bramo el vejete como un verdadero cavernícola, –Esta es mi casa…y aquí el único que levanta la voz soy yo!!, te queda claro zorraaaa!!!!
Cielo Riveros quien había tenido un mínimo de valentía para encarar al desalmado de don Severiano, cambio de opinión en el acto, recién se percató que el viejo tenía un brillo extraño en sus ojos los cuales se le notaban enrojecidos, sin ni siquiera proponérselo bajo su vista hasta su verga en donde claramente y por sobre el pantalón de tela se le veía que este la tenía tremendamente parada, automáticamente sus hermosas piernas comenzaron a temblar, como así mismo en sus propios oídos creía sentir los latidos de su corazón, el viejo ya se le venía acercando,
–Nooo don Severianooo… por favor nooooo… fue lo único que salió de los labios de la chamaca cuando en su mismo cuerpo sintió que era tomada brutamente desde su cintura por el padrastro de su novio, el viejo la giro y la arrimo contra un viejo mueble de madera que era usado por su mujer para mantener sus utensilios personales.
El vejete al tenerla de espaldas a él no podía quitar la vista de ese tremendo culazo que la nena se gastaba y escondía bajo aquel soberbio vestido azul, le miraba y dimensionaba sus grandes y bien proporcionadas nalgas, como pudo le ubico su endurecida herramienta justo al medio de estas, estaba decidido a cogérsela lo antes posible…

–Que trasero tan sublime es el que te gastas mocosa, tienes un culazo descomunal le decía don Severiano mirándole las nalgotas y moviendo su cara a los lados como no creyéndosela de lo que tenía antes sus ojos, no dudo en comenzar a sobárselas pausadamente a la muy asustada Cielo Riveros.
El vejete quien estaba como poseído por la atracción que sentía por esas delineadas formas que tenía en estos momentos para el solo no dudo en comenzar a sobajearla por todo su cuerpo y por sobre el vestido, sobre todo tanteándole las tetas, pensó en que la quería tener encuerada lo más rápido posible, a la vez que le decía en uno de sus oídos, –Como te dije el otro día chamaca… eres una chavita muy linda, que tremendo cuerpo es el que tienes cosita rica, lo que te dije recién es la purita verdad… pero es cosa tuya si me quieres creer o no, pero ese maricon que tienes por novio no te merece lindura, jejejeje, le susurraba desde atrás en su oído, en ese momento Cielo Riveros sintió los peludos brazos del viejo que pasaban entre medio de los de ella para comenzar a puntearla contra el antiguo mueble de madera.
La colegiala sin saber qué hacer ni que decir solamente se dio a escucharlo, sentía la voz del viejo justo atrás de sus oídos, como también sentía un asqueroso olor a boca sin asear mezclada con licor y cigarro, se preguntaba cómo fue q no se la había sentido el sábado en la noche si hasta se habían besado, pero ella lo había hecho solo porque se había tomado unas copitas demás y porque el viejo había estado de cumpleaños, solo por eso se volvía a repetir.
Don Severiano aprovechando la pasividad de la colegiala, subió sus manazas hasta los suaves hombros de Cielo Riveros y se propuso a correr los tirantes del vestido con claras intenciones de comenzar a desnudarla, lo que hiso que la chica reaccionara casi al instante,
Cielo Riveros –Don Severianooo… no! que hace!?… que es lo que quiereeee!!? El viejo percatándose de que la colegiala estaba resistiéndose fue directo al grano,
–Jajajaja!!, me gusta que quieras ir directo al punto chamaca, la verdad es que el otro día me dejaste más que caliente, y si quieres saber qué es lo que quiero ahora, pues bien te lo diré: Quiero culearte!!!, el otro día note como estabas de caliente y si no hubiese sido porque las otras viejas llamaron a cenar lo más probable es que te hubiera culeado en la parte trasera de mi jardín, jajajaja lo hubieras pasado riquísimo, si hasta ya te habías puesto en posición de chuparme el cochayuyo, jajajaja…
–No… eso no es verdad… la jovencita quien rápidamente volteo para quedar de frente con el viejo solo intentaba con sus dos manitas impedir que el vejete le bajara el vestido, sintió como este un minuto antes le había bajado el cierre que su prenda tenía en la parte trasera, recordó que solo hace menos de una hora ella estaba convencida que sería Rodrigo quien iba tener el honor de hacer esa tarea, pero al contrario de eso, ahora era el padrastro de el quien lo había hecho, la osca voz del vejete la hicieron ver cuál era su realidad para estos momentos,
–Si, si es verdad cosita ricaaaa, he estado esperando por casi dos días para que nosotros dos termináramos lo que dejamos pendiente en mi patio, y como ya te lo he dicho… desde que te vi por primera vez he deseado acostarme contigo como si fuéramos marido y mujer… y ya que el estúpido del Rodrigo no está a la altura de cogerse una verdadera hembra como lo eres tu… lo hare yo, jejejeje… hoy descubrirás lo que es echar cacha con un hombre de verdad dulzura… jajajaja, nunca en mi vida imagine que me acostaría con semejante potranca como lo eres tú zorra!, te hare gritar como la puta que eres, jajaja!!! Lo vamos a pasar muy rico cuando lo estemos haciendo… ya verás…
Cielo Riveros solo miraba a aquel hombre muy asustada, no entendía bien lo que realmente pretendía ya que se este se esmeraba en recordarle lo mucho que ella lo atraía y las ganas que le tenía, sino que también tenía que humillarla de esa forma, diciéndole todo tipo de peladeces, en eso sintió que el viejo nuevamente la tomaba y la contraía ahora contra su pecho, tal como lo había hecho en su patio, pero ahora lo hacía con más propiedad, el vejete sin ni siquiera disimularlo ni nada parecido metió sus manos por debajo del vestido de la colegiala para comenzar a magrearle el culo a sus anchas, para luego continuar con sus peladeces,
–Pues mira nada más el par de nalgotas que te gastas chiquilla endemoniada, a ver si están tan duras como me las imaginaba… Plaaaafffffff!!!!!!, fue tan fuerte la nalgada en el culo que le asesto don Severiano que hizo que de la chica se escuchara un fuerte grito de dolor, el viejo solo empezó a reír carcajadas mientras le decía,–No me has decepcionado pendeja, te gastas un culo duro y bien parado, justo como a mí me gustan, no hay duda que disfrutare meterte mi verga por el orto, jajajajaja!!!, espero que este tan apretado como me lo he imaginado en las numerosas pajas que me he hecho en tu honor putaaa!!!
Ahora la joven solo miraba a don Severiano con impotencia. Mientras el viejo mantenía sus peludas manos encima de las nalgas de Cielo Riveros quien no sabía qué hacer para poder desembarazarse de aquella incómoda posición, a la vez que sentía como este se las acariciaba y por momentos también se las apretaba, ella solo intentaba de alguna forma separarse y alejarse de él tímidamente pues sabía que no debía hacerlo enojar, ya que Rodrigo le había narrado de las brutales palizas que este odioso hombre le daba a su madre cuando ella no hacia las cosas tal cual como él las ordenaba, fue hasta ese momento que hábilmente don Severiano corrió a un lado aquel diminuto calzoncito e intento introducir uno de sus dedos en el apretado ano de la tierna adolescente.
Cielo Riveros en forma despavorida al sentir aquel dedo intruso hurgar en su orificio posterior como pudo se deshizo de los brazos del vejete, pero sin opción de escapar, la puerta de la habitación estaba a las espaldas del viejo, este se interponía entre ella y su única vía de escape, levanto su carita para quedar mirando con esos hermosos ojos verdes directamente a la tosca cara con bigotes de aquel aprovechador y caliente hombre, estaba horrorizada, no sabía cómo escapar de aquel viejo asqueroso, pero más grande fue su desesperación al ver que don Severiano estaba sobándose la verga con una con una malsana sonrisa en su cara, durante un instante hubo silencio absoluto en la habitación hasta que fue interrumpido bruscamente por las palabras del padrastro de su novio,
–Bien putita ya no hay más tiempo que perder, don Severiano le hablaba con cara de pervertido mientras la recorría de pies a cabeza como si se la estuviera comiendo con su caliente mirada de violador recién salido de una cárcel, su respiración ya era acelerada, y sus ojos se le había resquebrajado y enrojecido, –Aprovechemos que ahora no está mi mujer en la casa y que tampoco está el imbécil de su hijo, jajajaja, nos vamos a dedicar a culear como dos perros calientes, jajajaja.

En ese mismo momento la petrificada Cielo Riveros presenciaba como el caliente de su casi suegro se bajaba el cierre de su pantalón y sacaba su miembro erecto para que ella pudiera vérselo nuevamente, la colegiala que estaba absorta en una esquina de la recamara quedó impresionada pero al mismo tiempo intimidada, pues la verga de aquel viejo otra vez se veía enorme, la joven miraba como aquella descomunal tranca no solo era gruesa y venosa, sino que también era bastante larga y encorvada hacia arriba, la veía pulsar agitadamente dando la impresión que aquella tremenda cosa tenia pulmones propios y respiraba agitadamente, sus ojitos se trasladaron a una frondosa maraña de pelos negros en la base de esta, ahora sí que la veía con total nitidez y no en la oscuridad como había sido la vez anterior, la nena se percataba también que esa aterradora verga además de tener una tremenda cabeza gorda también la tenía muy morada, todo eso que estaba presenciando eran una conjunción que sencillamente la horrorizaban, pues sabía que las intenciones de don Severiano eran culearsela lo más que pudiera hasta descargar todo su hirviente semen completamente adentro de ella.
Estando Cielo Riveros en total estado de conmoción por lo que le iba a pasar y extrañamente estando también casi hipnotizada por las demenciales medidas de aquella aparatosa verga que más se parecía a la de un animal que a la de un hombre normal, sintió que fue tomada por un brazo y que su próximo violador ya la arrastraba hacia el lecho matrimonial,
Cielo Riveros –No don Severianooo… por favor… no me lleve a la camaaaa!!!, exclamaba penosamente la chamaca y forcejeando para que don Seve no lograra su caliente cometido, la chica en su desesperación admitía que si bien la vergota del viejo era alucinante para ella, estaba casi segura que esta no le cabria ni por la boca, menos por sus otros dos orificios se decía para sus adentros en forma agobiada, lo que la llevo a oponer una férrea resistencia con tal de impedir que el aprovechador padrastro de su novio se la cogiera, sin embargo entre medio de jadeos, pataleos y empellones no fueron suficientes para que el infeliz viejo cesara en sus lujuriosas intenciones.
Una vez que don Severiano logro arrastrarla hasta el borde de la cama, y viendo lo chillona y problemática que se estaba poniendo la pendeja la tomo violentamente de sus cabellos y con fuerzas le soltó una fuerte cachetada en el rostro, haciendo que la ahora si despavorida hembra cayera encima del lecho amatorio producto del bestial manotazo, ocasionando que la desdichada Cielo Riveros derramara sus primeras lágrimas de esa ardiente sesión de sexo que ya se aproximaba, en donde ella y su cuerpo nuevamente se adjudicarían el protagonismo principal.
El viejo a sabiendas que con su brutal tratamiento había acallado e intimidado a la chica, aprovecho para terminar de sacarse la ropa dejando al descubierto un cuerpo ancho y obeso cubierto completamente por un enjambre de pelos negros, gruesos y crespos, que estos se iban pronunciando y espesando a medida que se acercaban a la verga totalmente parada y ya casi rugiendo por meterse en las jóvenes carnes vaginales que al parecer esta ya había olido, para luego su bestial dueño simplemente echarse sobre la cama a tomar lo que prácticamente ya era de él.
Bruscamente tomo a la chica que estaba estirada en la cama sollozando con una de sus manitas en la parte de la cara en donde había recibido el tortazo y simplemente la atrajo contra su cuerpo, para nuevamente comenzar a manosearla, Cielo Riveros entre sollozos intento una vez más hacer que don Severiano no se la violara,
Cielo Riveros –Don Severiano… snifff… por favor no me lo vaya a hacer… sniffssss… yo soy la novia de su hijastro, snifffssss, con esto la nena pensó erróneamente que quizás el viejo se la pensaría, pero lo único que logro fue complicar aún más su situación, ya que a don Seve era eso lo que precisamente más lo calentaban, cogerse a la novia de su hijastro era como ganarse el mayor de los trofeos, con esto pensaba que si el chamaco lograba casarse algún día con la joven, seria gratificante para su ego y virilidad saber que él también se había cogido a la misma hembra incluso primero que él, así que la tomo nuevamente pero ahora por las piernas, le subió el vestido hasta la cintura como si la chica fuera de su total propiedad y le sencillamente separo sus muslos con poderío, logrando con esto que a su ardiente mirada quedara en los diminutos calzoncitos blancos que la joven llevaba puestos, mientras ella seguía llorando y suplicando que por favor no se lo hicieran, don Severiano ya claramente enfurecido y caliente hasta la locura le dijo,
–Silencio putaaaaa!!!, yo no te hice venir hasta mi casa para esto!!!, zorra calienteeee!!!!, te callas ahorita mismo o te muelo a bofetadas y a patadas, así que mejor disfrútaloooo!!!, jajajaja!!!! Te aseguro que Rodriguito es un maldito maricon que jamás te culeara como yo lo voy a hacer hoy día, jajajaja!!!!!
Una vez dicho esto último el semental italiano soltó las relucientes piernotas descalzas de Cielo Riveros, la nena ya no hizo nada por volver a juntarlas ya que si lo hacía sabía que el vejete no dudaría en pegarle nuevamente, don Severiano que no dejaba de escuchar como la chica se deshacía en sollozos, hizo caso nulo a lo que claramente eran suplicas por parte de ella para que el desistiera de sus insanas pretensiones, y tomando la diminuta tanga de la chica con sus dos manos la rompió hasta deshacerse de esta dejando al descubierto la ahora desnuda vagina de la colegiala, sin ningún tipo de pudor el viejo poso su desequilibrada mirada en la tierna panocha casi despoblada de pelos, y estando claramente caliente, no dudo en terminar de desnudarla bajándole el vestido por completo y luego hacer lo mismo con su brassier, hasta que por fin la tuvo como él quería… totalmente desnuda.
Don Severiano como pudo se la acomodó poniéndola en la cama de costado para el ubicarse por detrás de ella, la jovencita totalmente temerosa solo se estaba dejando hacer para que no la fueran a zurrar como le habían amenazado.
El caliente vejete a continuación paseo sus manos por su estrecha cintura sintiendo la suavidad enloquecedora de esa juvenil y tersa piel, para luego con sus temblorosas manazas comenzar a recorrerla lentamente por su estómago, para luego ir subiéndolas poco a poco hasta llegar a sus femeninas y colosales tetasas recién terminadas en desarrollo, las comenzó a manosear desde su nacimiento recorriéndolas en su totalidad, experimentando y corroborando la dureza de estas tal como él se las había imaginado.
Mientras se las apretaba pero sin llegar a hacerle daño sus lujuriosos ojos no cesaban en ir recorriendo su cuerpo y devorándosela en forma anticipada, las sedosidades que sus toscas manos estaban experimentando en los juveniles senos de la chamaca amenazaban con hacerlo perder la razón, sus manos, sus ojos y su mente se estaban llenando y saciando de hembra, el viejo ya apoyaba su envarada verga sobre las nalgotas de la nena para comenzar a puntearla poniendo sumo cuidado en no metérsela, quería estar jugando y manoseándola hasta sentirse pleno y satisfecho de tanta carne joven, pero si se empeñaba en que la bella chamaca sintiera y se diera cuenta de la tan dura que la tenía gracias a ella, los movimientos que hacia el viejo eran tan enérgicos que ya daba la impresión de como si verdaderamente ya se la estuviese culeando, las suavidades de aquella monumental jovencita lo hacían sentirse en el paraíso.

Cielo Riveros por su parte aguantaba el magreo lo que mejor podía, pero el solo sentir esa infernal barra caliente que le estaban frotando al medio de sus nalgas hicieron que su presión sanguínea se acelerara y comenzara a respirar en forma pesada, solo se mantenía con sus ojitos cerrados, e inconscientemente ya se mordía su labio inferior como si de verdad ya le estuviera gustando todo lo que le estaba haciendo el padrastro de su novio.
–Te gastas las medias tetas pendeja!, te las voy a chupar hasta dejártelas desinfladas cabrona!! , ya verás lo rico que lo vamos a pasar, jejejeje, le decía y reía el vejete quien ya había comenzado a comerle la oreja que tenía a su disposición, produciéndole a la nena una gratificante oleada de ricos escalofríos que le estaban enervando los sentidos, don Severiano a estas alturas ya le amasaba las tetas casi con devoción, esa atractiva chamaca era toda una Diosa se decía para sus adentros, por lo que comenzó a puntearla con más ímpetu y vigor, quería calentarla a como dé lugar, Cielo Riveros ya presentía lo que ocurriría si al vejete se le ocurría darla vuelta y que le diera por chuparle las tetas, por lo que quiso ponerle atajo a lo que su cuerpo ya estaba comenzando a reclamar, si es que podía a estas alturas,
Cielo Riveros –Noo… Noo… don Seve… ria… nooo! Ya de… je… meee!! por fa… vor!!! Le decía casi en balbuceos,
–Como que no mamacitaaa… si el otro día bien que no me hiciste problemas y se notaba que te la estabas pasando tan bien como yo… así que por que no te dejas de tus webadas y empiezas con las puterias que a ti tanto te gustan, jejeje, le dijo el viejo quien a la misma vez ahora arreciaba más firmemente con sus punteos de verga, como así mismo aspiraba y llenaba sus pulmones con el fresco aroma a cabello recién lavado que la joven le otorgaba a sus fauces de lobo feroz.
Don Severiano estaba en el séptimo cielo, acariciaba a la nena a manos llenas y en forma lujuriosamente desesperada, no había parte del cuerpo de su joven compañera de cama que el ya no haya explorado, aunque a su vagina la estaba dejando para uso exclusivo de su verga, mientras le chupaba y lamia su oreja este se extrañaba que de a ratos sus manos experimentaban la piel erizada de la chamaca quien se encontraba disfrutando de unos desquiciantes escalofríos a la misma vez que ella ya movía su cabeza en forma circular y buscando con su oído ensalivado la experta lengua que por segunda vez la estaban haciendo perder la razón, el vejete al caer en cuenta de esto supo al instante que desde aquí en adelante quizás la cosa se pondría mas sabrosona, rápidamente tomo una de las blancas manitas de la jovencita y la llevo para que le agarrara su pulsante barra de carne caliente, la colegiala solo cerro sus ojos e inclino su cabeza hacia atrás, para comenzar a tantear casi con delicadeza esa gruesa y caliente estaca de carne llena de nervios que por más que intento en recorrerla o circundarla no lo pudo lograr.
Cielo Riveros –Ay don Seve… por favor… no… no… no por favor… no me haga esto… déjeme… déjemeeee… decía la caliente pendeja sin ser capaz de soltarle la verga al viejo y ya siendo ella misma quien empujaba su trasero hacia atrás, su respiración ya acusaba el lamentable estado de semi-excitacion en cual se encontraba, el astuto viejo atento a la jugada como pudo la dio vuelta quedando de frente a ella.
La aterrorizada colegiala el verse y sentirse ya en las manos de aquel sátiro y bestial hombre rogaba a Dios para que a este no se le fuera a ocurrir chuparle las tetas ya que el resultado por parte de ella seria excitantemente catastrófico para ella.

La lengua y los labios del viejo que en esos momentos lamian las perfumadas carnes del cuello y hombro de la chica se fueron desplazando hasta llegar y colarse al interior de la deliciosa y fresca boca de Cielo Riveros, prácticamente se la estaba devorando bucalmente, mientras de la misma forma el viejo continuaba con sus morbosos manoseos, fue bajando con estas hasta que la agarro nuevamente por la nalgas y la atrajo hacia el para qué sintiera como su virilidad se comprimía con las suavidades de su vientre, mientras su experimentada lengua tras saciarse de las salivas de la nena ahora otra vez recorrían el femenino cuello de la chamaca otorgándole mares de escalofríos que se acentuaban por los exquisitos cosquilleos que también aportaba el espeso bigote, para luego ir bajando a sus inflamadas tetas que al parecer ya también reclamaban ser succionadas, el vejete sin pensársela dos veces comenzó a chupárselas con ahínco, logrando con esto que la joven tuviera unos excitantes estremecimientos que ya la tenían al borde de la rendición total, su panocha ya era un manantial de líquidos vaginales, así también lo demostraba ella con su respiración acelerada,
Cielo Riveros –Ahhhhhh, ya… dé… je… me don… Se… ve… ria… nooo… por fa… vor!! Gemía la nena con sus ojos cerrados y respirando aceleradamente, una invasivo estado de excitación se había apoderado de todo su cuerpo.
Don Severiano no hacía caso a las solicitudes de la tierna hembra solo se daba a seguir comiéndole las tetas, estaba seguro que si la chica ya una vez hasta se había arrodillado ante el por sentirse caliente, en esta nueva ocasión no tenía por qué ser diferente, así que sencillamente solo se daba a seguir succionándole los melones, como si de verdad fuera a conseguir sacarle leche de las tetas, a la vez que se sentía en la gloria al estar en tales condiciones con tan estupenda chamaca, sabía que a esas horas su hijastro aun debía estar en la terminal lo que le daba el tiempo suficiente que para cuando este llegara de regreso el mismo ya estaría disfrutando de su novia.
Mientras el vejete estaba en estas malvadas cavilaciones, la nena ya casi se retorcía al sentir esas ricas sensaciones que su cuerpo ya le reclamaba en apaciguar.
Cielo Riveros –Por favor don Seve… ya no… no… no por favor… ya déjeme… déjeme… le pedía la nenota que en su mente ya casi no existían Rodrigo ni don Pedro, ni nadie, solo era ella y esa tremenda verga resbalosa que tenía adosada en su estómago el cual estaba totalmente bañado en las lubricas exudaciones que salían desde la punta de esta.
–Ahhhh que sabrosa eres chamacaaa, aun no entiendo porque al estúpido de tu novio se le ocurrió salir con otra pendeja y no contigo como habían quedado, le decía el viejo en sus mismas narices, la chica al escuchar lo que le estaba diciendo don Severiano, casi la hacen volver a la realidad, pero justo en el momento en que le iba a decir que ella no le creía nada este aprovecho para nuevamente comenzar a besarla asquerosamente en la boca.
El viejo una vez que se separó del asqueroso e intenso beso con lengua, la vio quedarse con sus ojos cerrados y con su carita de lado, como si de verdad ella estuviera esperando a que le hicieran cualquier cosa, pero la verdad era que en la mente de la nena estaban las palabras de su casi suegro, seria verdad eso que le estaba diciendo el viejo sobre Rodrigo?, estimo que solo eran falacias de este para que ella se le entregara, pero estaba sintiendo tan rico que en la otra parte de su mente en donde había una Cielo Riveros en miniatura vestida de diablita esta le ordenaba que se agarrara de aquella mentira para ella justificar sus ímpetus y ponerse a culiar con el padrastro de este, el afortunado viejo por su parte no dejaba de chupetearle esas tremendas montañas de carne, una vez que se dio por satisfecho al menos por ahora, se separó de ellas para volver con sus salidas palabrotas,
–Vamos putitaaa… de verdad que no quiero violarte… porque no me das mi regalo de cumpleaños que prometiste que me traerías!?, jejejeje…, le decía mientras movía circularmente el tronco de su verga por sobre la casi lampiña pelvis de la chamaca con la intención de que ella entendiera en el acto cual era el tipo de regalo que él estaba reclamando,
Cielo Riveros –Noooo… no… le… daré… ese… re…ga… looooo!, le respondía la chica entre jadeos, claramente le confirmaba al viejo que ella había entendido muy bien cuál era el obsequio que él tanto quería por parte de parte de ella, pero muy a su pesar el solo pensar en la naturaleza del regalo que le reclamaban le enervaban los sentidos, unas ricas y desquiciantes punzadas se le instalaran en su vagina, sentía una deleitosa corriente eléctrica recorriéndola por todo su cuerpo, don Severiano ya resoplaba como un verdadero cerdo antes de ser degollado, estaba dándose él mismo el mejor regalo de cumpleaños de su vida, mientras no se cansaba de mirarla, ni se imaginaba la inmensa calentura que estaba sintiendo la nena con aquella sórdida solicitud que él le hacía, así que sin esperar más se dio a darle placer al sentido del gusto, acomodo a la complaciente nena de espaldas en la cama y simplemente se dio a separar las piernas de la chica para luego sin darle tiempo a nada enterrar su rostro en la vagina y empezar a chupársela como si de un nutritivo alimento se tratara, Cielo Riveros quien aún algo de cordura le quedaba solo trataba de separarlo empujando tímidamente la cabeza del viejo con sus manos que se enredaban en tieso pelo encrespado que tenía el vejete por cabello, pero aquel hombre estaba como poseído comiéndose y lamiéndole la zorra de la chica.
La nena sentía como don Severiano intentaba introducir la lengua adentro de su vagina, su cuerpo o más bien dicho su coñito desde hace rato que había comenzado a lubricarse y dejaba salir jugos íntimos de este, mientras ella sentía como aquel lascivo sátiro le mordisqueaba la vagina haciéndola experimentar un desquiciante y gran placer, no le cabía duda alguna que aquel hombre sabía mue bien lo que hacía se decía para sus adentros, pero ella no podía permitir que el viejo se diera cuenta de ello, por tal motivo apretaba con todas sus fuerzas sus mandíbulas y dientes intentando por todos los medio posibles no dejar salir ningún tipo de gemido desde sus labios y boquita.
Tras unos intensos minutos de chupeteos vaginales en donde ya Cielo Riveros según ella había comenzado disimuladamente a menear sus caderas para que su casi suegro no se diera cuenta de lo muy caliente que la tenía, sintió cuando el vejete se separaba de ella, la nena quien hasta ese momento había tenido sus ojos cerrados, los abrió solo para quedarse mirando lo que para ella sería una espeluznante experiencia, el viejo había dejado de chuparle la zorra y ahora estaba hincado en la cama sujetando con una mano su gorda y descomunal verga apuntando directo a la entrada de su panochita, Cielo Riveros quien miraba totalmente escandalizada apoyándose con sus codos en la cama, vio como don Severiano junto con apuntar su animalesca cosota a sus cerrados labios vaginales, este también se acomodaba sobre su cuerpo haciéndola que nuevamente ella quedara tendida, y justo en el momento en que ella le pediría que por favor no se lo hiciera el aprovechador viejo con sus enmarañados pelos de la cabeza enterrados en las fragancias de su cuello de una sola embestida le enterró hasta la mitad de su verga caballuna en su aun apretada vagina, la nena grito despavorida,
Cielo Riveros –Nooooooo!!, Agggggggyyyyyyyy!!!

El vejete con su bocota abierta y con su cara desfigurada por el infinito placer que sintió al verse clavado en las cálidas carnes de la joven solo se quedó estático y enterrado a medias sobre el adolorido y flagelado cuerpo de la chamaca, luego de varios segundos y después de meter sus manazas por debajo de los suaves hombros de la nena para afianzársela mejor empezó con un lento mete y saca, la chica quien se retorcía de un lacerante dolor en su vagina solo se aferraba a las anchas y peludos espaldas de su casi suegro, no porque lo estuviera disfrutando como lo pensaría cualquiera quien los mirara, pero era una forma de quizás hacer más llevadera su traumática experiencia, el viejo por cada embestida trataba de hacer llegar más al fondo su gruesa y envarada verga, aquella tranca era muy gruesa y larga para la chica que a pesar de estar completamente mojada sentía como esa verga casi satánica le entraba y salía una y otra vez, cada vez más profundo causándole puro sufrimiento, ella solo decía,
Cielo Riveros –Deténgase, sniffssss espereeee, Auchhhh!!!! No tan adentro por favor, me dueleeee, deténgaseeee… su cosa es muy grandeee… nunca me cabra enteraaaa!!, snifssss… auhchsssss!!!, le decía entre exclamaciones y lloriqueos.
Pero el vejete estaba perdido en los mares de la lujuria, por fin se la estaba culeando como en tantas ocasiones la había imaginado y hasta soñado, aquella zorrita que aún mantenía ensartada casi a medias y con sus relucientes muslos bien abiertos era la más ajustada que había probado en toda su vida, el placer que estaba experimentando era incomparable, mientras seguía con su intenso mete y saca sus ojos ya estaban casi en blanco, pero lo que le molestaba era que a pesar de las fuerzas con las que la estaba espoloneando, una buena parte de su verga y que era la más gruesa de esta por ser la de la base aún no se la lograba deslizar hacia el interior de la vagina de la monumental chamaca que se estaba violando, y al escuchar los quejumbrosos reclamos que le hacia su compañera de coito solo se dio a decirle justo al frente de su cara,
–Uffffff!, que bien me la aprietas chamaca, tu solo aguanta ya verás que saldrás comiéndotela toda, jajajajaja!!, que rica la tienes putaaaa!!!!, Ese pendejo del Rodrigo ni se imagina lo que es estar aquí dentro tuyo, jajajaja!!!!!
Cielo Riveros –Nooooo don Seveeee, saquelaaaa…!! no seré capaz de comermelaaaa!!! Ayyyyyyy dueleeeee!!!!, Cielo Riveros sin ni siquiera poner atención en lo que el viejo le decía sobre su novio, solo respondía en el mismo dialecto del vejete, con el solo afán de que este entendiera de una lo que ella le pedía,
–Jajajajaja… estás loca si piensas que te la voy a sacar zorra asquerosaaa!!… mi esposa es mucho más menudita que tú y me la aguanta todita, jajajaja!!!, porque crees que le pego todo lo que quiero y no reclama nada…!? Es porque le encanta comerse mi verga pendeja, jajajaja!!!! Y a estas alturas no podría vivir sin ella, lo mismo que te pasara a ti cuando termines de probármela completa, jajajajaja!!!!!
Al terminar de decirle esto último el abusador vejete tomo con sus dos manos una de las tetas de la joven y bajo su greñuda cabezota para poder chupárselas en forma alternada.
Así estuvieron un buen rato lo cual fue una tortuosa eternidad para la pobre Cielo Riveros, quien sentía como el viejo por cada minuto que pasaba la bombeaba con más frenesí junto con aguantarle sus asquerosos besuqueos con lengua, pero don Severiano a pesar del intenso placer que estaba sintiendo se exasperaba al darse cuenta que la nena aun no podía comerle la verga en su totalidad, por lo que muy enojado se levantó y retiro su miembro brilloso y goteante de los líquidos de ambos, y tomando aire con solo una de sus fosas nasales le mando un asqueroso escupo con flemas incluidas el cual impacto impecablemente justo al medio de la vagina que se negaba a albergarlo en forma completa, para luego de eso volver a posar su armatoste en la lubricada entrada intima de la chica, tomo fuerzas y con su cara en señal de concentración de una sola y bestial arremetida el toro italiano se dejó caer sobre ella y le metió toda su verga en forma perfecta a la ya atravesada hembra, que empezó a bufar como si la estuviesen matando en el momento que sintió el feroz empalamiento.

Cielo Riveros –Ayyyyyyyy!!!!!, no don Seveeeeeeee!!!!! Me va a matarrrrrr!!!!! Me mueroooo!!!!, me mueroooooo!!!!!, gritaba la nena con su carita desfigurada por el lacerante dolor que estaba sintiendo en su vagina, se imaginaba que estaba siendo brutalmente empalada por su verdugo en el sótano de algún castillo del medievo en plena Edad Media.
En resumidas cuentas Cielo Riveros se acababa de comer los casi 23 centímetros de carne que le habían logrado meter, entre gritos y alaridos de dolor pensaba que no saldría con vida, su mente estaba en el limbo ya que a pesar de las inmensas ganas que sentía de patalear con sus piernas para aplacar la dolorosa estocada que le habían puesto apenas las podía mover, en su mente se imaginaba que la tenían ensartada tal cual como se ensarta a una mariposa en un muestrario, y que sus doloridos muslos doblados y abiertos eran las alas del insecto pinchado con la aguja intentando escapar de su calvario, y ella misma era el bichito que don Severiano acababa de ensartar con su terrible y ardiente aguijón de carne.
Pero como ya era costumbre en cada ocasión en que se la violaban ninguno de los viejos le hacía caso en sus angustiantes suplicas, y en este tampoco habría excepción, don Severiano casi enloquecido por el logro cometido comenzó con un rítmico mete y saca, mientras ella se aferraba casi con desesperación a su pecho, el viejo la tenía bien ensartada y ya no había vuelta atrás, gradualmente comenzó a acelerar la velocidad de las clavadas, para el vejete ahora todo era gozar, gozar y gozar, para luego de eso volver a gozar.
Cielo Riveros –Pare don Seveeee!… snifffsss… me dueleee!!, me duele… sniffssss muchooooo!!! No le siga por favorrrr!!!, Snifssss!!!, vistosos ríos de lágrimas corrían por la carita de la tierna colegiala de 18 añitos, quien no paraba de preguntarse porque a ella le ocurrían este tipo de cosas siendo que ella siempre intentaba de ser una niña muy bien portada y atenta con las personas que necesitaran de ella, en su mente tenía las imágenes de su buena madre, de don Benito y la de su amado Rodrigo, entre sollozos y en su interior les pedía perdón a todos ellos por haber permitido que la arrastraran a la horrorosa situación en que nuevamente otro abusador y vil viejo mancillaba su cuerpo a su total antojo .
Mientras todo lo anterior atacaban al conmocionado temperamento de la escultural y violada jovencita el viejo Severiano solo se dejaba caer sobre ella notando como cedían sus carnes vaginales permitiéndole su ingreso en forma triunfante y victoriosa ante su tan terrible invasión vergal.
Cielo Riveros seguía lanzando gritos aterradores, a la vez que lloraba tratando de soportar aquel agudo dolor que le subía por las piernas.
Don Severiano ahora penetraba por completo dentro de ella hasta notar como sus testículos golpeaban contra las nalgas de la nena, disfrutaba sintiendo como aquel estrecho y tibio conducto femenino le acogía en su recóndito interior, así mismo también veía como la desesperada chica arañaba con fuerzas las sábanas moviendo su cabeza de un lado a otro por cada estocada que él le mandaba, extrañamente también notaba como ella se acomodaba ante las fuertes embestidas que cada vez le propinaban con más fuerzas.
El viejo había tomado una velocidad de locomotora en el interior de la deliciosa cavidad entrando y saliendo una y otra vez, la jovencita seguía llorando mientras lo miraba con semblante atemorizado, hasta que con tanto magreo y ya después de unos 20 minutos de la colosal follada que le estaban plantando el intenso dolor de carnes nuevamente desgarradas poco apoco estaban dando paso a las primeras sensaciones de éxtasis de la despampanante colegiala.
El vivo recuerdo de su violación al interior de una oficina con cama de aquel horrendo taller mecánico en el cual otro salvaje y temible hombre como lo era el mismito don Pedro y que en donde la habían convertido en mujer hicieron que ella rememorara que una vez aguantado esos intensos dolores, estos habían dado paso a un placer infinito, a su mente llegaban también sus otros dos enculamientos, a manos del amorfo auxiliar de su colegio y del maestro Tulio, la jovencita no se dio cuenta que entre estocada, arremetidas y agasajamientos que ahora le mandaba el padrastro de su novio, de sus labios ya comenzaban tímidamente a salir los primeros gemidos de un puro y genuino placer que ya se comenzaba a empoderar de su acalorado sistema neurológico.
El vejete percatándose en el acto de esta situación comenzó a moverse más rápidamente, a la vez que le preguntaba,
–Jajajajaja, ya vez puta, yo sabía que al final te iba salir gustando, la adolorida chica solo lo miraba con sus hermosos ojos verdes semi cerrados, los ríos de lágrimas ya estaban casi secos, su carita estaba coloradita, y en su frente y por los lados de su perfecta nariz ya se veían enloquecedoras gotitas de sudor que se le iban acumulando por efecto de la tremenda culeada que le estaban poniendo, sin mencionar que desde ese mismo momento la atractiva nena ya había comenzado a menearle sus caderas, al mismo compas en que le metían la verga, con el solo objetivo de hacerle más fácil el trabajo al macho que tan bien la estaba poseyendo.
El viejo no se cansaba de observar a la cautivadora hembra que se estaba follando, esos ojos verdes le fascinaban, su esbelta figura lo tenían culiandola como un verdadero poseído, sentía como sus duras tetas se comprimían contra su pecho, el solo sentirlas como si estas fueran a reventar en cualquier momento lo calentaban hasta la locura, todo en ella era una viciosa invitación al sexo desenfrenado y sin límites. Pero él quería corroborar que la chica ya estaba entregada, así que continuó con sus salidas palabrotas,
–Te estas moviendo riquísimo pendejaaaa… y ahora que me dices, tú zorrita es el regalo de cumpleaños que tanto había esperado?, jejejeje…

Cielo Riveros que no sabe que contestar solo cerro sus ojos y ya no teniendo nada más que aparentar se abrazó apasionadamente el cuello de su casi suegro, enarco su espalda y comenzó a mover su cintura de atrás para adelante como si su vida dependiera de aquella fantástica follada, sin nombrar los aportes y a alientos que le empezó a dar al viejo para que se la culiara de la forma que él lo estimara conveniente,
– Cielo Riveros -Ahhhhh… Papiiiii… qué ricoooo!!! Le dijo a la misma vez que sentía como sus pezones se endurecían al contacto y roce con los gruesos pelos negros del pecho de su amante. –Ahhh!!! … asiiii… don Seveeee… me entro todaaaa… culiemeee… culiemeee todo lo que usted quieraaaaa!!!, le decía a la misma vez que encogía mas sus muslos para que la penetración fuera más profunda.
–Entonces putaaaa… me la regalassss!!??, me regalas tu zorraaaaa!!!???, don Severiano quería sacarle de sus labios el lujurioso obsequio del cual él quería ser dueño absoluto…
Cielo Riveros –Si papi… es tuya… se la regalo solo para Usteddddd…!!! Yo también me la puedo con su vergaaaa!!!! Ahhhh que ricoooo…!! Que rico me culiasss!!!… es solo tuya mi rey!!!! Ahhhhhyyyy!!!!
Con solo ella misma pronunciar aquellas sórdidas palabrotas en donde le estaba regalando su femenina intimidad a don Severiano, la caliente chamaca ya no aguanto más y desde sus intimas entrañas fluyeron una buena cantidad de jugos vaginales que bañaron la gruesa verga de don Severiano que seguía trepanando su vagina en forma infernalmente desquiciante.
–jajajaja gracias putaaaa!!, pues tu zorraaaa también esta ricaaaa… esta tan buena que merece ser siempre bien cogida por una vergota insaciable como la mía, jajajaja!!!, le dijo este último poniéndole una impecable y profunda estocada que hicieron que la carita de Cielo Riveros se descompusiera entre dolor y éxtasis, acompañado por un deleitoso quejido de aguante por parte de ella,

Cielo Riveros –Arrrrrrrggggggggg!!!! Broto el erótico gemido desde sus labios a la misma vez que le decía al vejete, –Don Seveeee… me encanta como me cogeee!!! Quiero que me coja por toda la mañanaaaaa!! Ohhhhh uffffff que bien me la clava por Diosssss!!! Ahhhhhyyyyyyyy!!!!!
El viejo sentía que estaba en el paraíso, a su edad y con una hembra mucho más joven que él, bella, caliente y lujuriosa, gimiendo y hasta suplicando que no deje de penetrarla y culearla, y que para rematarla era la novia de su hijastro, por ahora ni recordaba lo del asunto del video en que la tenía follando con otro viejo que la triplicaba en edad, todos estos ardientes pensamientos lo llevaron a redoblar las fuerzas de sus embates, estaba dispuesto a dar su vida en aquella épica y legendaria culeada que le estaba asestando a tan suculenta chamaca.
Cielo Riveros tan caliente como el mismo vejete notaba el heroico empeño que le estaba poniendo este en la follada, lo vio jadeando sobre sus cuerpo mientras le metía la verga, por lo que se dio a estudiarlo, le analizaba casi con deseo sus enmarañados pelos ondulados y canosos, su mofletuda cara que por lo general era de enojo ahora la tenía bañada en sudor y con sus ojos cerrados en una extraña expresión de concentración mientras se meneaba sobre su cuerpo, y su tupido bigote que pretendía ser italiano este ahora se movía al mismo ritmo de sus bufidos de placer por cada apuntalamiento que le mandaba con la verga, con toda esto la nena no supo por qué pero extrañamente sentía como si don Severiano fuese su real y único dueño, y que ella había nacido solo para él y para su verga, con sus dos blancas manitas lo tomo desde sus cachetes y lo conmino a que la besara, lo que el viejo lo tomo con un morboso entusiasmo comenzando así un asqueroso besuqueo de bocas y lenguas que se buscaban con salvajismo.
Al borde del orgasmo mutuo y bañados en sudor, fue la joven hembra quien se incorporó y como pudo se montó sobre la gran panza peluda de su casi suegro, la vergota que intentaba meterse estaba tan grandota que ella se tuvo que poner de pie sobre la cama, para luego semi inclinarse y ser ella misma quien en forma emocionada tomaba la gruesa estaca para ir bajando sus caderas e ir clavándosela a medida que su vagina se la iba volviendo a tragar centímetro a centímetro, don Severiano lo veía todo desde su posición casi babeando por lo lujuriosa que se había puesto la chamaca, y ya se aprontaba a disfrutar la caliente galopada que la pendeja prometía que le iba a mandar, y en efecto Cielo Riveros una vez acomodada a horcajadas sobre su panza y totalmente empalada sobre la verga que ya estaba a punto de estallar adentro de ella empezó a mover sus caderas en un frenético movimiento circular que hacían estremecer de placer al viejo Severiano, su esbelto cuerpo se veía radiante, su trigueña piel brillaba por el sudor, y sus chichotas se mecían al ritmo de sus lujuriosos movimientos.
(15 minutos antes en la casa de Cielo Riveros)
Rodrigo llevaba casi 10 minutos esperando que alguien le abriera la puerta en la casa de Cielo Riveros, en sus manos llevaba una caja con bombones de chocolate que le había pasado a comprar una vez que dejo a su madre en el bus, en eso sintió que un viejito le hablaba,
–Buenos días joven… le puedo ayudar en algo,
Rodrigo en el acto reconoció la voz de don Benito, no dudo en preguntarle en forma disimulada por la joven…
–Buenas Don… la verdad es que venía a buscar a Cielo Riveros para salir a dar una vuelta…
El jubilado quien no era tonto solo le siguió la corriente al chamaco, ya que él desde hace rato se había dado cuenta que su nieta en reiteradas ocasiones había salido con él, así que le respondió,
–Me pareció haberla visto salir en la mañana temprano… pensé que iba a juntarse contigo… iba muy arreglada…
–Pus yo creo que Usted vio mal jefe… ella me iba a esperar aquí en su casa, pero al parecer se quedó dormida, llegue hace un buen rato y aun no me abre la puerta, justamente ayer perdí mi teléfono y no la puedo llamar… Usted me podría ayudar?
Don Benito quien bien conocía al chamaco y sabía que este no era uno de esos vagos que se la pasaban parados en la esquinas drogándose quiso ser amable y le demostraría que efectivamente la chamaca había salido temprano,
–Esto lo hare solo porque me caes bien y sé que eres un muchacho serio, pero mira, yo tengo llaves en la casa y te puedo apostar que la vi salir temprano, puede que haya ido al colegio a alguna actividad de termino de semestre ya que iba con ropa de calle, además que la vi salir muy apurada.
Cuando don Benito le mostro a Rodrigo que Cielo Riveros realmente no estaba en su casa, el chamaco quedo en un angustiante estado de preocupación, pensaba que para donde habría ido ella si habían quedado de verse en su casa.
Una vez que don Benito cerró la puerta de Cielo Riveros al joven no le quedo más que emprender la retirada, cabizbajo y con la caja de bombones en sus manos se puso en dirección a su hogar pensando en las variantes de donde habría podido ir su novia, determino que se iría a tomar un buen desayuno y luego volvería a ver si es que ella ya estaba de vuelta, pensó que lo más seguro era que Cielo Riveros al ver que él no había llegado a la hora convenida había decidido irse al colegio.
Al cerrar la puerta de entrada de su casa el acongojado muchacho sintió claramente como su padrastro aprovechando que su madre no estaba en el hogar este había traído a otra de sus putas para cogérsela, esto era común en él y no era la primera vez que lo hacía, los bufidos y los sonoros rechinidos que hacían los resortes de la cama hacia ver que la situación era evidente.
El joven muy malhumorado por la desvergonzada acción de su padrastro encendió la televisión a volumen alto estaba decidido a que el viejo se diera cuenta que él había llegado a la casa y así le aguaría la fiesta.
Mientras en la habitación matrimonial Cielo Riveros totalmente bañada en sudor cabalgaba como desesperada a don Severiano, estaba al borde de su mejor orgasmo de la mañana, pero el fuerte zumbido del televisor que venía desde el comedor la desconcentraron y cayó en cuenta que alguien más estaba en la casa, como pudo fue menguando en sus movimientos para quedar mirando en forma aterrada al viejo que ella misma se había estado follando los últimos 15 minutos,
–Don Seve alguien llego a la casa…, le dijo aun ensartada al máximo y con su carita que nuevamente había adoptado las finas facciones que eran común el ella…
–Si, debe ser tu novio, jejejeje… pero tú no te preocupes él no es capaz de venir hasta aquí… solo sigamos culiando tal como lo estábamos haciendo, le decía el vejete con sus manazas puestas entre sus suaves nalgas y sus caderas,
–Es que me da pena estar haciéndolo con Usted y que el este ahí afuera… le dijo la nena entre susurros que con solo imaginar que su Rodrigo estaba solo a metros de donde ella estaba follando con su padrastro, una inmensas ganas de mover su cintura y revolver la verga del viejo al interior de su estómago se apoderaron de la parte viciosa de su mente…
–Así cosita… sigue moviéndote así mismito, el vejete al notar como la nena a pesar de que su amado estaba al otro lado del muro de donde estaban ellos, ella no podía dejar de menearse, este comenzó a animarla a que siguiera culiando en forma desvergonzada y tal cual como lo estaban haciendo antes que llegara el infortunado chamaco.
Un rato antes de esto último Rodrigo quien con una maliciosa sonrisa noto como su padrastro junto con la puta que estaba aminoraban la follada que se estaban pegando, erróneamente pensó que el viejo se iba a levantar y la iba a botar a la calle tal cual como lo había hecho en otras ocasiones, pero desafortunadamente luego de sentirlos que cuchicheaban entre ellos, los muy desvergonzados comenzaban nuevamente a moverse de la misma forma en que los había escuchado en el momento en que llego a la casa, y viendo que el viejo no iba a parar de follarse a la mujer con la cual estaba acostado simplemente apago la televisión y prefirió irse a su habitación.
–Ves cómo es de maricon!?, ni siquiera se atreve de venir y defender el honor de su propia madre, jajajaja…
Cielo Riveros solamente lo miraba con sus ojos entrecerrados sin dejar de mover sus caderas de atrás para adelante, en donde también hacia exquisitos movimientos circulares cuando ambas pelvis se juntaban, exprimiéndosela y succionándosela con la zorra, sus manitas las tenía apoyada en la blanda panza del vejete, la situación la tenían presa de una insana calentura, el hecho de que su Rodrigo estuviera escuchando como a ella se la culiaba don Severiano la enardecían, y aunque ella lo quisiera no podía dejar de clavarse la gruesa verga que le tenían metida hasta la misma altura de su cintura.
Hasta que su acalorado temperamento exploto y ya sin medir ningún tipo de consecuencia se abandonó a la caliente y morbosa situación, sencillamente se puso a follar como una enajenada.
Cielo Riveros –Ahhhh… ricooo… papiii!!! Cogemeeee… culiame siempre asiii!!!! El ambiente en la habitación olía intensamente a sexo, el erótico olor a coito, coño mojado y a verga eran envolventes, –Aaaahhh ahhhh… ricooooo! Ricooooooo!!!, la nena clavaba sus uñas en el peludo pecho de su macho, un estremecedor orgasmo se le venía a pasos agigantados, –Me vengooo… me vengooooo paapiii!! Mmmmmggg! Ahhhgg!!!

–Yo también!!! Chiquitaa… te amoooo!!!, le decía don Severiano por decirle cualquier cosa, –Eres divinaaa para follarrrr… putaaaaa!!!, verga y vagina se movían y se raspaban al unísono una contra la otra, hasta que en un momento dado ambas se quedaron pegadas y solo frotándose con desesperación, la verga de don Severiano se vaciaba con 5 eyecciones de espeso semen al interior de la vagina de Cielo Riveros, a la misma vez que la chamaca contraía sus músculos vaginales con la única intención de extraerle hasta la última gota de semen a esa gruesa verga que la tenían hechizada, una vez que todo termino la chamaca simplemente se dejó caer en forma desfalleciente y exhausta sobre el peludo pecho del padrastro de su novio, increíblemente se sintió bien atendida y satisfecha sexualmente tras la bestial cacha que le habían pegado, instintivamente comenzó a llenarle la cara con húmedos y frescos besos que ni ella misma sabia porque se los estaba dando.
Don Severiano sintiéndose tan dichoso como un rey, solamente la abrazo y la acomodo contra su pecho para luego ponerle en conocimiento,
–Culias exquisito pendeja, tienes un hermoso cuerpo… eres una delicia de chamaca… desde hoy eres mía… solo mía…, le decía el vejete quien por cada palabrota la apretujaba más contra su pecho, la nena simplemente le asintió con su cabeza preguntándose: y que iba a hacer ahora con Rodrigo?.
Minutos antes del orgasmo de Cielo Riveros y don Severiano, Rodrigo al interior de su habitación se tapaba la cabeza con la almohada con tal de no escuchar las leperadas que gritaba la vulgar prostituta que su padrastro se estaba cogiendo en la misma cama en que también dormía su madre, la ronca voz con la que gritaba la caliente mujer lo exasperaban a tal punto que no se dio cuenta cual fue el momento en que se le había parado la verga, hasta que por fin los escucho que a grito limpio ambos se daban a desfogarse en un orgasmo.
Rápidamente se levantó y fue a instalarse al living a ver televisión, lo único que deseaba en esos momentos era que su padre postizo botara de la casa de una vez por todas a la puta que se había atrevido a traer hasta el hogar en ausencia de su santa madre.
–Como estas pendejo… yo te hacía en la casa de tu noviecita, jajajaja…
Rodrigo vio que su padrastro había salido envuelto en una bata y fumando,
–No le da vergüenza… como se le ocurre meter prostitutas a la casa!?, el chamaco se veía bastante enojado,
–Cállate imbécil!, yo traigo a quien quiero a mi casa, jajajaja, además que la yegua que me acabo de coger está más que rebuenota, jajajaja… deberías hacerte hombre de una vez por todas… por que no entras a la habitación y te la culias?, jajajaja…
–No gracias… yo tengo novia y la respeto… nunca seré como Usted…!!, Rodrigo miraba con ojos de odio a don Severiano,
El viejo italiano solo lo miro de pies a cabeza, con una irónica sonrisa en sus bigotes, hasta que le soltó,
–Jajajajaja…! cada día me convenzo más de lo estúpido e idiota que eres, jajajaja!!!, bien si no quieres culearla es asunto tuyo, pero te aviso que si no aprovechas ahora jamás tendrás la opción de cogerte a una hembra como la que esta acostada desnuda en mi habitación y esperando a que le den verga, jajajaja!!!!
–Usted y esa mujer solo me dan asco… seguro que le cobro bien barato esa ramera…
–Jejejeje… como te empeñas en hacerme reír pendejo, para que sepas que esa putita no cobra nada… solo lo hace gratis, jajajaja!!!! Y esta tan rica para culearla que si me convence los más seguro es que los botare a ustedes dos y me la traeré a vivir conmigo, jajajajaja!!!!
–Pues hágalo si quiere, yo ya me la puedo para trabajar y mantener a mi madre, sepa bien que nosotros no lo necesitamos…
–Pues díselo tú mismo a tu mami, jajajaja… es ella la que nunca ha querido dejarme, jajajaja… Bueno, la cosa es que ahora yo me iré a acostar con mi mujer, dormiremos un rato y luego seguiremos follando así que no te molestes en hacer ruidos, porque ella no se ira de aquí hasta que yo me sienta saciado y satisfecho…
Rodrigo lo vio desaparecer tras la puerta de la habitación matrimonial, sentía unas tremendas ganas de ponerse a llorar, como era posible que su madre por tantos años llevara aguantando a ese sujeto, por lo que apago la televisión y se fue a su habitación, ahora en la casa reinaba el silencio, al parecer su padrastro y su puta estaban descansando.
–Te lo dije como era de maricon… pero tú no me creías… jejejeje,
–Pero no tenía que haberle ofrecido que el viniera y me lo hiciera, le decía una avergonzada Cielo Riveros que estaba tapada con una sábana hasta sus ojos, mientras veía como el vejete se desprendía de la bata y se acostaba desnudo aun lado de ella,
–Yo sabía que no vendría, jejejeje y si lo hubiera hecho solamente le hubieras abierto tus muslos y te aseguro que saldría arrancando y llorando como lo hacen los maricones, jajajaja!!!
Luego de esa conversación y ya estando destapados, abrazados y desnudos, se dieron descansar un rato, es importante señalar que la nena por ahora no tenía la más mínima intención de salirse de la cama de don Severiano.
Rodrigo en el silencio de su habitación y ya estando más tranquilo pensaba que apenas diera la hora en que su novia saliera del colegio, la iría a visitar y le pediría las disculpas por no haberse presentado a la hora que habían convenido, estando en eso, nuevamente a sus oídos llegaban los sonidos que hacia la cama de su padrastro ante los fuertes movimientos que estaban haciendo sobre ella, por lo que al instante dio por hecho que ellos nuevamente lo estaban haciendo, recordó los bramidos que había dado la mujer hace una hora atrás, estaría tan buena como le había dicho el viejo?, increíblemente sintió como nuevamente su verga comenzaba a parársele debido a que los movimientos de los resortes de la cama cada vez eran más escandalosos, sin pensársela más se puso de pie y como un verdadero boina negra se dio a la tarea de ir a espiarlos por el rabillo de la puerta que daba a la habitación matrimonial.
Por cada paso que daba acercándose a la puerta de la alcoba sentía su corazón latiéndole a mil por hora debido al morbo de ver el mismo que tal estaba la puta que su padrastro se estaba cogiendo, ya escuchaba claramente los gemidos y jodeos de cuerpos que provenían desde el interior de la habitación, con mucho cuidado se agacho a un lado de la puerta y puso su ojo por el hoyito que había en la chapa hasta que los vio: estaban ambos desnudos en la cama matrimonial, veía que el viejo estaba encima de ella quien lo recibía con las piernas bien abiertas, por más que buscaba el ángulo no podía verle la cara, admitía que la mujer debía tener muy buen físico ya que los muslos que él veía abiertos de par en par eran espectaculares y muy bien formados, la puta en esos momentos estaba recibiendo unas tremendas embestidas que le propinaba la vergota de su padrastro, ensartándola con poderío, vio que ella lo mantenía abrazado y que tiernamente le acariciaba las espaldas con unas muy delicadas uñas, a la vez que escuchaba claramente como ella se quejaba de dolor y placer al mismo tiempo, ya que sus gemidos eran algo roncos de como si verdaderamente le doliera lo que le estaban haciendo.
Cielo Riveros –Ooooohhhhhh… papiiiiiii mas… despacio!!!, que la tiene muy grandota y me dueleee…!!! Aaaahhhhhhhh…!!!!

–Jajajaja, si mi reinaaaaa, pero sé que también te encantaaaa, te gustaaaa… dime te gustaaaaaa?!!!, le decía el viejo por cada empellón que le mandaba,
Cielo Riveros –Si don Severianoooo… Oooohhh, siii me encantaaaaaa… métamela más para adentrooooo… Ayyyyyy! Ayyyyyyyy!! Ayyyyyyyyy!!!! Ayyyyyyyyyy!!!!, gritaba la chamaca ante cada una de las fieras embestidas que le ponía el vejete.
Rodrigo quien ya se estaba calentando hasta mas no poder al ser único testigo de la bestial follada que se estaban dando al interior de la habitación, no se aguantó más y lentamente bajo el cierre de su pantalón y saco su verga para comenzar a jalársela puesto de rodillas y sin quitar su ojo desde la fisura de la puerta.
–Arrrrrrrrgggggghhhhh, tomaaaa zorraaaaaa!!, Tomaaaaaa!!!, le gritaba el viejo en las mismas narices de Cielo Riveros, para luego seguir bramándole, –Que bien culias putaaaaaa!!, siento lo exquisito de cómo me aprietas la verga con tu zorraaaa, Aaarrrgggghhhhhh!!!!.
Cielo Riveros –Usted también lo hace muy ricooooooo… don Seveeeee… deme mas no pareeee!!!, Ayyyyyyy!… Ayyyyyyy!! Ayyyyyyyyyyy!!! Ohhhhhhh!!!! que grandeeee… y que largaaaaaaa se la siento Donnnnnnnn!!!!!
–Eres todo un monumento de mujer ricuraaaa…! no sabes las ganas que te tenía desde la primera vez que te vi…!!!, y justo en el momento en que Cielo Riveros le iba a contestar una guarrada, el vejete la acallo con un asqueroso beso lingüístico, el cual fue recibido por la deseosa boca de la chamaca quien lo acogió abriendo su boquita lo más que pudo para comenzar a besarlo profunda y apasionadamente, sin dejar de recibir los bestiales agasajamientos vergales en su curvilínea anatomía, en donde las feroces estocadas le llegaban hasta el fondo y los más recóndito de sus viseras con ese grueso y largo pedazo de verga que le metían y le metían, sin descanso y sin cesar.
El chamaco se masturbaba como condenado mirando inconscientemente como le culeaban a su novia, veía y escuchaba como su padrastro bufaba y gruñía como un toro ante tal deleite de mujer que se estaba cogiendo, dándole ahora bestiales empujones en donde el choque de cuerpos sudorosos retumbaban por toda la habitación, a Rodrigo lo excitaba ver como esa pobre chava soportaba el tener que recibir en su zorrita semejante pedazo de verga, la cual no paraba de intentar metérsele lo más adentro posible.
El viejo quien no estaba ajeno al caliente estado en que tenía a la pendeja, la veía recibir su verga con sus hermosos ojos verdes entrecerrados y con su lengüita puesta en una de las comisuras de su boquita entreabierta.
Los despiadados apuntalamientos de verga dura y caliente que le asestaban adentro de ella la tenían casi al borde de un inminente orgasmo, por lo que la chamaca ahora gemía y exigía que se la cogieran más fuerte de como ya se lo estaban haciendo,
Cielo Riveros –Aaaaaahhhhhhhhh!… así papi…!! así mi vidaaaa…!! asi mi amorrrrr…!!! si… siiiii…!!!, por favor dame más duroooo…!!!! Más fuerteeeeee…!!!! Ayyyyyyy…!!!!
Cielo Riveros nuevamente estaba solo a pocos minutos de irse cortada, y Rodrigo miraba toda aquella morbosa situación masturbándose desde atrás de puerta, veía excitado hasta la insania esas furiosas penetraciones que la propinaban a esa caliente y hermosa mujer que se estaban culeando, los veía hacer movimientos rápidos de apareamiento como los de un perro cuando se culea a su perra, y cuando pensó que ya todo acababa vio como la pareja de animales, porque no los podía calificar de otra forma, estos cambiaban de posición quedando la exótica hembra clavada y sentada encima del obeso cuerpo de su padrastro con la tremenda y parada verga incrustada hasta la altura de su mismo ombligo, veía que ella estaba lista y dispuesta para comenzar a galoparlo, lo cual lo hiso casi al instante comenzando a menear sus caderas adelante y atrás, ondulando con su cintura y exprimiendo con su vagina, culeandose ella sola con ese grueso pedazo de verga que le tenían metida.
Rodrigo quien ahora la miraba de espaldas contra él, la veía follar en toda majestuosidad y aun no se la creía, ya que veía que su padrastro se estaba follando a un verdadero bombón de mujer, bastante joven por cierto y que se gastaba un físico espectacular, ese precioso culo con un coqueto lunar en su nalga derecha lo tenían hechizado, que manera de moverse la puta por Dios se decía para sus adentros, determinando que aquella joven prostituta era una verdadera experta en ejercer su trabajo, sus preciosas nalgas comprimían la verga que le ensartaban, desde su posición notaba claramente cómo se bamboleaban esas grandes tetas que se gastaba la muy zorra, las cuales eran chupeteadas por don Severiano en cada oportunidad que podía y que eran muy seguidas.
–Te gusta cómo te culio muñecaaaaa!!!, te vez toda una puta culiandote tu sola, jajajaja!!!
Cielo Riveros -Siiii… Uyyyyyyyy don Seveeeee…! si me gustaaaaa…!! siiiii… aahhhhhhhhyyyy!!! Resollaba la hembrita clavándose, meneándose y moviendo sus caderas y cintura en forma alucinante, el feliz vejete sentía tan rico que hasta se imaginaba que al interior del vientre de Cielo Riveros había una blanca manita que lo masturbaba rápidamente para que el sintiera más rico con su verga metida adentro…

–Oooohhhh…! que bien te mueves pendejaaaaaa!!, el viejo Severiano como un verdadero poseído se enderezo y se abalanzo sobre el portentoso cuerpo de la chamaca quedando ahora en forma inversa, Rodrigo ahora la veía acostada de espaldas y con su cabeza a los pies de la cama, si no hubiese sido porque el cabello de Cielo Riveros le tapo su rostro el perfectamente la hubiera podido reconocer, pero el chamaco no estaba en andar reconociendo a nadie, él estaba muy caliente viendo la follada que se esteban pegando adentro de la habitación, ahora veía como aquella hermosa mujer nuevamente se abría de muslos a modo de invitación para que su macho le volviera a meter la verga, también a él le llamo la atención esos escasos pelitos negros que aquella nena tenía en su vagina.
Vio como ahora de espaldas nuevamente se la metieron casi al instante una vez que estuvo abierta de muslos, otra colosal cacha se aproximaba, el joven ya no aguantando más mando tres sendos lecherazos los cuales impactaron en la puerta de sus padres, en esos momentos deseaba ser el quien se estaba cogiendo a la puta esa, reconocía que se arrepentía de no haber aceptado en culearla cuando su padrastro se lo propuso, esa mujer estaba para comérsela se decía al tiempo que continuaban sus descargas de prolífica esencia, hasta que por fin todo paso.
Sentado en el suelo, traspirado y con su verga ya fláccida se sintió un idiota por lo que había hecho, adentro de la habitación continuaban los gemidos y las aserruchadas, como pudo se puso de pie y se fue al baño a darse una ducha, se sintió sucio, como pudo haberse excitado con el cuerpo de una puta?, se decía, siendo que él contaba con una novia que era todo lo contrario a esa sucia mujer que la acababa de ver desfogándose con la verga de su padrastro.
En la habitación matrimonial aún continuaba la ardiente follada, el viejo Severiano sudaba como caballo metiéndole verga a la chamaca en la misma posición del misionero que es tan rica, la nena quien solo lo recibía con sus piernas bien abiertas y con cara de enojada estaba sintiendo muy rico, los dedos de sus pies los separaba y los juntaba, los entrecruzaba y los volvía a separar producto de sus ansias en contraer los músculos de su vagina en su único afán de exprimirle la verga a don Severiano, quien este último creía sentir como la jovencita se esmeraba en sorberle la verga con su coño.
Don Severiano no queriendo darle termino a aquella acalorada sesión de sexo desmesurado enderezo su cuerpo para ir retirando su verga desde aquel glorioso cuerpo que el extrañamente acababa de envilecer, la nena preocupada y pensando en que tal vez el viejo ya se había aburrido de estarla culeando, solo lo quedo mirando desde su posición, pero vio que el vejete se ponía de pie a un lado de la cama para luego decirle en 4 patas puta…!!! Ahora te voy a culear como a las perras, jajajajaja!!!!
Cielo Riveros con todo su sedoso cabello negro alborotado y humedecido por la traspiración felinamente movió sus curvas para ir acercándosele a gatas por sobre la cama, cada movimiento que hacia la nena era enloquecedor, el viejo sentía que cualquier momento era el último para su verga, hasta que por fin la vio ponerse tal como él le había dicho a un borde de la cama a la altura perfecta para el culearla a lo perrito, la chica le ubico el culo justo a un lado de donde estaba él para luego inclinar su tronco adosándolo en la cama hasta quedar con sus tetas aplastadas.
La espectacular panorámica que tenía el vejete era de concurso, y sin ya querer esperar más apunto con su verga a la acalorada panocha, con mucho cuidado poso el morado glande en su agujero vaginal, Cielo Riveros quien sintió la punta de carne tomar posesión levanto sus caderas para poder abrir y separar aún más sus piernas, al mismo tiempo que el viejo la tomo de su esbelta y pronunciada cintura para ir presionando lentamente, al mismo tiempo que el vejete la jalaba hacia su apéndice su agradecida vergota comenzó a entrar como si aquella deliciosa y jugosa vagina fuese su propia casa, lo que a su dueño lo hacían gozar placeres nunca antes sentidos.
Don Severiano disfrutaba cada centímetro que con su verga rosaba y abría las paredes interiores de la nena, era delicioso sentir como su tranca nuevamente forzaba aquella núbil vagina a abrirse, se notaba que tenía muy poco uso, pues a pesar de todo lo que el sabia se la sentía muy apretada, en eso a sus oídos nuevamente llegaban los gemidos y las ardientes suplicas de la nuevamente ensartada jovencita,
Cielo Riveros –Siiiiii…! asiiiiiii…! asiiiiiii…!! Métala mássss…!! mássss…!! másssss…!!! méeetalaaa todaaaaa!!!!!!, en tanto el viejo empujaba, empellía y apuntalaba su apéndice en busca de mayor satisfacción sexual.

Plaffff…!, Plaffff…!! Plaffff…!! Plaffff…!! Plaffff…!!! Plaffff…!!! Retumbaban los feroces choques de nalgas y apéndice, el viejo la apuntalaba con bestialidad, como también a veces aminoraba los embates para ir recorriéndole su subterránea e íntima caverna vaginal como si su verga fuese el mismo Nautilus en plena faena de reconocimiento en aquellos exquisitos y tibios mares de placer que poseía la chamaca en los más profundo de su caliente coño, llegando cada vez más adentro por cada apuntalamiento que le mandaba, la mente del vejete estaba a mil por hora, podía sentir en forma placentera como cada vez profundizaba aún más en el cuerpo de la nena, era una follada enloquecedora como también la mejor cacha que se había pegado en toda su vida.
Cielo Riveros seguía animándolo,
–Uyyyyyyy don Seveeeee que ricooooo!!, que grande se la sientooooo!!!, nunca me lo habían hecho tan ricoooooooo…!!! méeeetalaaaaa…!!! métela mássssss…!!! la quiero todaaaaaaa!!!! Mmmmmmmmmm que ricoooooo papiiiiii!!!… se la siento bien dura y paradaaaaaa!!!!… Muévaseeeee… muévaseee mas fuerteeeee…!!!!! mas firmeeeeee…!!!!! Ohhhhhh… creo me voy cortadaaaaaaa!!!! creo que me estoy viniendoooooooooo!!!!!!
Apenas el vejete noto el lamentable estado erótico de Cielo Riveros, le mando una estocada en la cual intento sacársela por la boca si es que se podía, basto tan solo eso para que la caliente nenota explotara en un tremendo y fantástico orgasmo, sus líquidos vaginales salían a raudales como si la jovencita verdaderamente se estuviera meando, estos salían y escurrían mojándolo todo, su casi suegro ya no se podía aguantar por la calentura con que lo había puesto la chica, así que empezó un estruendoso mete y saca los más rápido y acelerado que le permitían sus fuerzas, se la metía y se la sacaba dejándosela ir hasta el fondo de sus entrañas, Cielo Riveros gritaba y exigía que le dieran más fuerte,
Cielo Riveros –Asiiii don Severianitooooo!!… métamelaaaaa… metamelaaaaaa toooodaaaa…!!!!! Masssss firmeeeeeee… cojameeeeee máaaaaaas fuerteeee!!!!!

El viejo ya no se pudo aguantar más y enérgicamente se la metió hasta el fondo de su matriz, corriéndose con su verga lo más profundo que pudo en el cuerpo de Cielo Riveros, tres, cinco, y hasta seis vigorosos chorros de caliente y espeso semen explotaron en el caliente e íntimo reducto femenino, el semen lo inundaba todo, como a su vez también se desbordaba desde el interior de su vagina, el viejo experimentaba las contracciones que hacia la nena con su zorrita besándole y succionándole la verga, exprimiéndosela hacia adentro, intentando con esto y si es que era posible, hacer aún más profunda la penetración.
Una vez terminado todo el vejete solo se dejó caer a un lado de ella desmadejado y todo sudado, lentamente fue sacando de su vagina su humeante y espumosa verga aun en estado de erección producto del viagra, como pudo se echó a un lado de ella quien también poco a poco iba recuperando el aliento, vio que la nena se puso de espaldas y abrió sus piernas sin ningún mínimo de pudor, en donde pudo observarla con los muslos completamente separados, de su agrietada vagina aún abierta escurrían una gran cantidad de los líquidos de ambos los cuales formaban un espeso charco blanco y semi trasparente que poco a poco iba siendo absorbido por la sabana.
Ambos amantes sintieron claramente cuando la puerta de la casa se abría y se cerraba, dándose cuenta en el acto que Rodrigo nuevamente había salido, seguramente iba a la casa de su novia para ver si ella ya estaba de regreso, Cielo Riveros y el viejo lo notaron así, hasta que fue don Severiano el primero en hablar,
–Te gusto lo que acabamos de hacer chamaca!?, le dijo por fin una vez que ya notaba que todo volvía a la normalidad,
La desnuda colegiala junto con volver a unir sus piernotas, giro su cuerpo adonde estaba el vejete, y con su carita llena de vergüenza, le dijo,
–Don Severiano… no sé qué es lo que me paso… por favor no se lo vaya a decir a Rodrigo…
–Y que hay con ese pendejo?!!, acaso no te diste cuenta lo muy maricon que es?, jajajaja!!!
–Él no es así como Usted dice… él es un joven muy bueno…
–Yaaaaa… no me interesa estar hablando de ese bueno para nada, jajajaja…, así que descansa un rato que volveremos a coger apenas me recupere, jejejejje
–Don Seve… creo que ya debo irme para mi casa… Rodrigo me debe haber andado buscando por toda la mañana… y ya son casi las tres de la tarde…
–Nooooo!!, no te iras…!!!, tu serás mi mujer hasta mañana, después de eso si quieres te largas, jajajaja, le dijo el vejete en forma terminante,
Cielo Riveros –La verdad que no puedo quedarme hasta mañana, por favor don Seve solo deje irme,
–Haremos un trato pendeja… para que vayas sabiendo desde hoy día mismo tu pasas a ser algo así como mi novia, jajajaja… la neta que como te lo dije antes… estas muy rica y de verdad que me gustaría que te vinieras a vivir conmigo, así que anda pensando que le inventaras a tu novio para despacharlo, porque yo apenas pueda correrlos de mi casa tú te vienes a vivir conmigo y tendremos muchos hijos, jajajaja!!!!
Cielo Riveros intentando en no pensar en las salidas palabrotas de don Severiano solo respondió,
–Entonces me puedo ir?,
–Por ahora te iras, pero mañana estaré todo el día solo, así que quiero que te vengas tempranito y estaremos todo el día acostados, jajajaja!!!
–Don Seve… es que mañana tengo colegio… hoy ya falte y no podría…
–Me interesa una vergaaaa tu colegio y las putiadas que andabas haciendo para acostarte con ese imbécil!!, así que elige… te vas y vuelves mañana, o te quedas y no te vas hasta mañana en la noche, jajajaja!!!
–Está bien… volveré mañana…
–Jajajaja así me gusta ricura, que sepas quien es tu macho desde hoy, si quieres puedes darte una ducha en ese mueble hay toallas…
Cielo Riveros ya recompuesta, duchada y vestida nuevamente se aprontaba para retirarse de la casa de don Severiano, el viejo la miraba desnudo y sentado mientras se bebía una cerveza y fumaba, aun no se la creía que se había acostado con tan tremenda mujer, y cuando la nena ya se disponía a abandonar su casa, este la atajo,
–No sabes lo que me cuesta dejarte ir lindura, es increíble lo buena que estas y lo muy rica que eres para coger…
La confundida nena quien ya había vuelto a ser ella, solo se ruborizo y no encontraba las palabras adecuadas para responder a tan singulares halagos por parte del padrastro de su novio que lo tenía en frente de ella, desnudo y con su verga tomando fuerzas, el viejo noto el nerviosismo de la chamaca,
–No te preocupas cosita rica, te iras… pero antes quiero que me des una buena mamada a modo de despedida, jejejeje,
–Pero don Seve… yo ya estoy lista para irme… además que Rodrigo debe estar esperándome en mi casa…
–Ya te dije que ese pendejo a mí no me interesa!!, jajaja…!!! así que ahora me chupas la verga antes de irte, el viejo la miraba jalándose la bien parada tranca, a la vez que la veía con su vestido azul bien compuestito, y por Dios que le daban ganas de arrancárselo y volvérsela a coger ahí mismo tirada en el piso del living de su casa…
Cielo Riveros notaba que esa extraña expresión en los ojos del vejete le habían vuelto, y viendo que este en cualquier momento podía cambiar de opinión y se la podría volver a coger quizás hasta que horas solo le respondió,
–Está bien… se la chupare… pero luego me deja ir…

–Jajjajaja…! hecho pendejita rica…!! ven siéntate en este sillón así estarás más cómoda, jejejeje
La jovencita quien nuevamente estaba invadida por los nervios, tomo femeninamente asiento en uno de los sillones, desde ahí vio como don Severiano quien no se había tomado la molestia de ni siquiera vestirse, le acercaba su verga a la boca, para luego decirle,
–Ya esta dulzura mámame la verga, y no quiero que pares de chupármela hasta que te llene de mocos esa linda boquita de zorra que te gasta, jajaja!!!, vamos apúrate quiero que te la comas toda putaaa!!!, chúpatela hasta mis bolas, y mucho cuidadito con mordérmela, o si no tú ya sabes, jajajaja!!!!
La nena ya no teniendo opción alguna acerco sus labios hasta al aceitoso glande de don Severiano, y muy delicadamente como era ella empezó a tener contacto con sus labios y con la verga, muy lentamente fue abriendo la boca y poco a poco empezó a introducirse el caliente y duro cipote de carne hasta donde pudo, para luego comenzar a rodearlo con su fresca y dulce lengua, pero eso no era suficiente para el abusivo viejo quien como pudo la tomo bruscamente del cabello y empezó a empujarla contra su verga haciendo que esta última le llegara hasta el fondo de su garganta.
Cielo Riveros como pudo se sujetó a las piernas de don Severiano, y sacando fuerzas de coraje aguanto que aquel hombre comenzara a embestirla una y otra vez hasta que él se sintiera satisfecho, la nena sentía como por momentos se asfixiaba por los líquidos que derramaba don Seve adentro de su boca y también por las grandes cantidades de saliva que a ella misma se le formaban, sentía muchas arcadas y unas tremendas ganas de vomitar, de sus mejillas ya caían lagrimas debido a la falta de aire en sus pulmones, hasta que en un momento dado la nena fue tomando ritmo y simplemente ya se la estaba chupando casi con entusiasmo, el viejo no quitaba sus manazas de su cabeza como si fuese el quien maniobraba el ritmo de la mamada.
Cielo Riveros luego de unos buenos minutos de chupadas y acaloradas succiones se sacó la verga de la boca, el vejete no le dijo nada ya que su nueva mujercita lo tenía en el paraíso del placer, para luego ella solita proceder a pasarse la dura y goteante tranca por toda su linda carita, besando y lamiendo desde el pulsante e hinchado glande, pasando por el tronco venoso y llegar hasta sus testículos los cuales fueron lamidos y lengüeteados por todas partes y por unos buenos minutos, Cielo Riveros notaba como la verga del viejo se envaraba aún más en los momentos en que ella paseaba su lengua por debajo de las bolas, el viejo había subido una de sus piernas al sillón por la tanto la nena podía ver claramente aquellas partes más que intimas que poseía el viejo detrás de sus testículos, y por mas asco que ella sentía al estar pasando su lengua en aquel sector inmundo no podía separarse de ahí, con su corazón latiendo a mil y en forma delicada pero muy envalentonada fue acercando su lengua a aquella parte prohibida para cualquier chica del calibre de ella.
Don Severiano estaba con sus ojos en blanco sintiendo como la chamaca le lamia y le chupaba una y otra vez la parte baja de sus testículos, por su parte Cielo Riveros ya no aguantando mas tanto vicio en los labios simplemente corrió su dulce boquita y sin ni siquiera en que nadie se lo solicitara comenzó a lamerle el culo a don Severiano, que ya estaba que se desmallaba de calentura por lo que le estaba haciendo la novia de su hijastro, la chamaca poseída casi por el demonio no cesaba en las lamidas anales que le estaba dando al viejo, este se había puesto casi en 4 patas en el sillón mientras la chica ahora puesta de rodillas le pajeaba la verga colgante, a la misma vez que lo premiaba con la mejor lamida anal que jamás en su vida le había dado a nadie.
La nena pasaba una y otra vez su lengüita haciendo círculos con la punta de esta, para de a ratos separarse y volver a abrir su labios y llevarlos hacia el peludo ojete que se estaba comiendo, hasta daba la impresión de que ella lo hacía hasta casi con agrado, ya que en veces mantenía sus labios abiertos y bien pegados en toda aquella zona en donde lo único que se movía era su lengua y sus mejillas que hacían movimientos de succión, en fin Cielo Riveros estuvo varios minutos pasando su lengua y sus labios por todo el orto del viejo quien se estremecía por cada contacto bucal que hacía la chica con su circunferencia posterior.
Hasta que nuevamente la depravada mente de Cielo Riveros la hacían volver a ocuparse de los testículos y de la verga del viejo, comenzando a mamársela como una endemoniada, casi se la trago de un solo bocado, succionándola con dedicación, para luego avanzar un poco más y de otro tarascón termino por tragársela entera, su naricita rozaba con los gruesos pelos crespos de la pelvis del viejo, prácticamente la tenía totalmente embutida en su boca hasta la misma raíz de esta, quedándose así por unos buenos segundos, siendo su único contacto con el vejete la gruesa verga de este dentro del fondo de su cavidad oral, para luego y así mismo sacar como pudo su lengua e intentar lamerle las bolas sin retirar un centímetro de su boca la grotesca verga que se estaba tragando.
El viejo quien ya había vuelto a su posición la miraba a sus hermosos ojos verdes que también lo miraban a él desde abajo, y en deleitosa conmemoración a la reciente lengüeteada anal que le había obsequiado aquella hermosa ninfa de vestido azul, la tomo de su oscura cabellera y se la empezó a follar por su boquita con movimientos firmes y desquiciados, su verga se deslizaba fácil en su cavidad oral, se la ensartaba en lo mas profundo de la faringe, la detenía ahí un momento para luego sacársela a la altura del glande y de nuevo incrustársela hasta el final de su garganta, el feliz vejete casi se infarto ahí mismo cuando vio que la nena había subido su vestido y abierto sus muslos, sencillamente la chamaca se estaba masturbando arrodillada mientras le mamaba la verga, por lo que iracundo de don Severiano comenzó a culearle la boca con más rapidez aun.
Fue en ese momento que al tener su enrojecida y viciosa mirada puesta en la ventana se pudo dar cuanta que a lo lejos venia nuevamente de vuelta su cabizbajo hijastro, situación que lo llevo al desenfreno absoluto,
–Ahora zorraaaaa!!! Estoy a punto de correrme… Oooohhh!!!, ya me vienen los mocos putaaaaa aaaahhhhhhh!!!, aquí te vannnnn!!!!, toma mi semen puta aaaahhhhhhhhh…!!!!!

El primer chorro salió expulsado con fuerza, este fue directo a su garganta en donde Cielo Riveros lo trago sin ningún tipo de asco o inconveniente, otros tres dieron en su paladar, y los siguientes disparos iban llenando la cavidad bucal de la perversa jovencita, y por cada disparo de hirviente y nutritivo semen este iba acompañado de un lujurioso estremecimiento de placer por parte del viejo.
Cielo Riveros con su sensual boquita abierta recibió una sustanciosa y no menor cantidad de los espermios de don Severiano los cuales no dudo en tragárselos en forma golosa y hambrienta, en su vestido azul habían numerosas muestras del líquido blanco y brillante que cayeron desparramados en el instante último de la eyaculación,
–Jajajajaja… te los comiste todos putaaaaa!!!, ya te premiare en otro momento por eso que me hiciste atrás hace un rato, jajaja!!!… ahora levántate y sale por la puerta de atrás, ahí viene tu novio…
La cara de viciosa que tenía la atractiva muchachita en esos momentos desapareció en el acto cuando sus oídos escucharon que Rodrigo venia aproximándose,
–Que es lo que dice!?, le consultaba mientras que con una de sus manitas intentaba quitarse restos de semen que había quedado desperdigados por su barbilla y por su cara,
–Jajajaja… ahí en la esquina viene el maricon de tu novio… así que arranca por la puerta de atrás del patio…, mientras se ´ponía un pantalón deportivo que había traído desde la habitación cuando la nena se había estado bañando, la desequilibrada mente del viejo ya había maquinado una humillación aun mayor para el inocente muchacho –Pero quiero que cuando te des la vuelta hagas como que vienes a visitarlo y lo saludes con un prolongado beso con lengua, jajaja…
–Noooo don Seve…! Usted está loco… yo no hare eso…!!
–Lo harassss!!!, o quieres que te mantenga aquí y le diga que tú eras la puta que estuvo cogiendo conmigo durante toda la mañana, jajajajaja…
Cielo Riveros ya puesta de pie vio que Rodrigo ya estaba muy cerca de la casa, el viejo la tenía sujeta por unos de sus brazos,
–Está bien… lo hare pero déjeme arrancar…
–Jjajajjaja vete… y recuerda… quiero que le metas la lengua bien adentro, jajaja… y mañana te quiero tempranito y bien bañadita, jajajaja ahora largoooo!!, que el chamaco ya está que llega, jajajjaa!!!!
Cielo Riveros salió como pudo de la casa de don Severiano por la puerta trasera, mientras caminaba mirando en todas las direcciones como comprobando que no hubiera ningún conocido que la viera salir de la casa de su novio cuando este no estaba y que solo había estado ella con su padrastro, pero se calmó al darse cuenta que no había sido vista por nadie, pero ahora venía lo más espeluznante de toda la situación, ella tendría que besar a su novio después de haberle mamado y haberle hecho esa otra cosa al viejo ese que solo disfrutaba haciéndolos padecer a él y a su madre.
Viéndose ya al frente de la puerta intento calmarse y trato de adoptar la forma más natural posible, hasta que haciéndose la que ahí no pasaba nada, toco la puerta de Rodrigo,
–Híjole… pero mira quien te ha venido a visitar chamaco, le dijo el viejo a su hijastro en el momento que el mismo le abrió la puerta a Cielo Riveros,
Rodrigo quien salió desde el interior de su habitación no pudo dejar de expresar en su rostro la inmensa alegría de que su Cielo Riveros por fin hubiera aparecido, como si nada la tomo y la llevo para el lado de afuera de la puerta de su casa, ya que no le gustaba que su novia estuviera tan cerca de su padrastro, y menos que ahora no estaba su madre en el hogar, ya que sabía lo muy confianzudo que era este con cualquier mujer que tuviera cerca.
Ya afuera de la casa el joven por fin le pudo hablar más tranquilo,
–Donde estabas Cielo Riveros?… he ido dos veces a tu casa y no había nadie,
-Es que como tu dijiste que llegarías temprano… yo solo…
–Si, le corto el chamaco, –Ya me lo dijo tu abuelito… te fuiste al colegio pensando que yo no iba a llegar…
Cuando Cielo Riveros estaba lista para decirle algo a su novio, vio que desde la ventana le hacía señas don Severiano, la chica solamente llevo sus manos a los hombros de su “amado”, y comenzó a besarlo en forma efusiva, batía su lengua con la de él casi con dulzura, como a su vez miraba con sus ojos verdes hacia donde estaba el vejete quien miraba con cara de satisfacción y que este le hacía señas con su mano y el pulgar levantado, notificándole que por ahora todo estaba bien.
Luego de ir a dar una vuelta a la plaza, en donde el chamaco encontraba algo extraña su novia, se sentaron en un banco para platicar,
–Entonces ya que hoy no logramos hacerlo, cuándo será?, le preguntaba el enamorado muchacho a su novia,
–Hay no lo sé Rodrigo… hoy era el día, ahora ya no estoy segura de nada…
Cielo Riveros se sentía extraña al estar abrazada a Rodrigo siendo que solo hace algunas horas hasta había estado bufando de una infinita calentura en los brazos de su padrastro, y eso que ella le había hecho en su trasero ahora hasta le daban ganas de ponerse a vomitar,
–En qué piensas mi vida, le pregunto el chamaco al verla tan pensativa,
–En nada… solo son cosas que a veces hace una…, le dijo con su mirada puesta hacia el suelo,
–Jejejeje…y que cosas se supone que hacen a veces ustedes las chavas…
–Nada Rodrigo no me hagas caso…
–Amor… que comiste antes de venirte del colegio?, cuando te beso siento un gusto raro en tu boca…
La chamaca quedo escandalizada por la pregunta de su novio, y que le diría ahora?, que lo que el sentía era el sabor a verga, culo y semen de su propio padrastro?,
–Ehhh… discúlpame mi Rodri… es que un rato antes de llegar a tu casa estuve comiendo maní salado…
–Mmmm… si ese es el sabor que te sentí… era a maní salado… –Sabes Cielo Riveros?, suerte que llegaste esta tarde a mi casa, porque o si no lo más seguro seria que a estas horas estaría riñéndome con mi padrastro,
–Y porque se iban a poner a reñir ahora?, le consulto la chamaca,
–Es que el muy desgraciado se atrevió a meter a la casa a una, pus tú ya sabes…
–No, no te entiendo, a quien se atrevió a meter a la casa?, Cielo Riveros extrañamente estaba interesada en saber que era lo que pensaba su novio de aquel espinudo asunto en donde ella era cabal protagonista…
–Pus… metió a una puta…
Cielo Riveros se sintió dolida ella misma por oír como su Rodrigo se refería a ella aunque fuese en forma inconsciente,
–Pero y porque estas tan seguro que era una… una de esas mujeres que tú dices…
–Como te digo mi Cielo Riveros … esa mujer era una autentica puta, parecía insaciable de la manera en que lo hacía, y gritaba guarradas con voz de desesperada…
–Y tú la escuchaste…?
–Si y estuvieron horas dándose sin parar…
–Pero eso no significa que sea una prostituta… a lo mejor era una amiga de él…
–Como dices eso Cielo Riveros … esa mujer era una zorra sin escrúpulos, te aseguro que si la vuelvo a ver en mi casa y encerrada haciendo sus cochinadas con mi padrastro, yo mismo la echare a patadas…
–Pero que cosas dices Rodrigo… tu no deberías meterte en los asuntos de don Seve…, la chica estaba muy mal humorada por las palabras de su novio, el muy malvado prácticamente estaba amenazándola con echarla a patadas, a ver si a don Seve le iba a gustar cuando ella le contara, de pronto cayo en cuenta que ella no debería porque estar pensando de aquella forma, así que mejor le pediría que fueran a caminar un rato, para poder calmarse un poco, pero justo en ese momento sintió su celular que sonaba al interior de su bolso, al verificar la llamada se pudo dar cuenta que era de su mamá, la jovencita muy contenta se dio a contestarle, el amor de su madre siempre la sacaban de todas sus desdichas,
–Hola… le contesto la chamaca…
–Hija… dónde estás?
–Estoy en el parque… vine con Rodrigo…
— Cielo Riveros … necesito que te vengas para la casa lo antes posible… aquí está la policía, el sargento Eustaquio Sinforoso dice que necesita hacerte unas preguntas…
La chamaca quedo como petrificada, no sabía que contestarle, y que quería la policía que la necesitaban!?, Eustaquio Sinforoso!!!! Lo recordó casi al instante, como también recordó la llamada de la mujer hace un par de semanas, “la infracción por puta!!”, se dijo de pronto para sus adentros, como había sido tan irresponsable y no la había ido a cancelar se maldecía, y que explicación le daría ahora a su madre?
–Ehhhh… pero que quieren?, consulto de pronto la asustada chamaca,
–Solo vente hija… aquí lo hablaremos…
–Pero mamá… se suponía que tú estabas en el trabajo?,
–Se me olvido dejarte el dinero de la renta a don Lucas, y por eso me vine… y cuando llegue a casa ellos estaban esperando… hija por favor vente… dicen que es muy delicado lo que tienen que hablar contigo,
–Si ya me voy, contesto la espantada nena por todo lo que se le venía encima.
Una vez que corto la llamada se levantó como una energúmena para luego decirle a su novio,
–Rodrigo… me debo ir… algo ocurrió en mi casa… por favor no vayas hasta que yo te avise…
–Pero que ocurrió…? Déjame acompañarte, el chamaco se daba cuenta del alterado estado emocional en que había quedado su novia después de la llamada,
–No… no me acompañaras…!!!
–Yo te avisare… y si vas antes de eso me enojare contigo… es una amenaza!!, le dijo antes de sin ni siquiera despedirse desaparecer lo más rápido que pudo.
El extrañado muchacho no se explicaba aquel brusco cambio de ánimo que había sufrido su novia, solamente la vio desaparecer caminando muy apurada en dirección a su hogar, algo muy malo debió haber ocurrido en su casa se quedó pensando en la solitaria plaza.
Fue que al salir de su casa y cuando ya se encaminaba al paradero para tomar el bus otra desagradable situación se le presentaba mortificándola aún más, en sus oídos retumbo esa otra aguardentosa voz también conocida por ella,
–Pero que es lo que tenemos aquí?, jajajaja… si no es mi arrendataria favorita!?, jajajaja, reían los dos viejos miserables quienes en esos momentos le estudiaban en forma lujuriosa todos sus encantos con ojos de verdadera calentura, y sin ni siquiera disimularlo. Los vejetes habían aparecido sin previo aviso desde el cercano callejón que estaba a un lado del bar de don Lucas.
–Don Lucas… como esta?, Yooo… yo en este momento ya me iba al colegio, la chamaca estaba aterrada,
–Tú no te vas para ningún lado mamasota…! jajajaja…!! hasta que no me digas en que andaba la poli ayer en tu casa!, y te recomiendo que me digas la verdad, acabo de llegar esta misma madrugada y mis informantes ya me dieron conocimiento de todas las novedades que ocurren en mi ausencia… así que vamos cantando… desembucha pendeja…!!!
–Ehhhh… solo andaban haciendo una encuesta…, la atribulada jovencita contestaba con una de sus manitas agarrando su mochila en su hombro y mirando hacia el suelo, les tenía terror a ambos delincuentes,
–Y encuesta de que preciosura…!?, si es que se puede saber, le dijo el viejo Lucas ubicando su cara frente al rostro de la asustada colegiala, a quien acorraló contra el muro de la calle, en donde Cielo Riveros pudo sentir el asqueroso olor a alcohol rancio y tabaco en el hedor de su aliento,
–Era algo sobre aumentar el control policial en el barrio…, dijo mirando hacia un lado, temiendo que en cualquier momento ese viejo asqueroso le iba a estampar un beso, además que alguna persona conocida de su madre fácilmente la podría ver,
–No te creo pendejaaaa…! dime la verdad si no quieres que algo muy malo te pueda ocurrir a ti, a tu mami, o al viejo ese que se las da de vivo con Ustedes dos, jajajaja.
La chamaca levemente subió su mirada para cruzarse con la del viejo, en donde solo veía el brillo de la maldad en estos, por lo que se dio a reafirmar sus dichos,
–Es verdad don Lucas… se lo juroooo…!
–No le creas Lucas… esta zorra está mintiendo, ese pinche policía andaba en otra cosa, y esta encuincla no nos quiere decir, atribuía el gordo Anselmo, no porque él estuviera seguro de lo que decía sino por aleonar a su jefe a ver si en una de esas se la podían llevar para alguna parte y violársela como tanto él lo deseaba,
–Jajajaja escuchaste pendeja!?, aquí este gordo asqueroso no te cree nadita… que me dices?, a quien le debo creer? A ti?… O a mi amigo el gordo!?,
Cielo Riveros quien ya se estaba comenzando a desesperar por lo muy cerca que tenía a ese viejo repugnante, solo atino a seguir jurándoles, y ahora también refiriéndose al gordo Anselmo…
–Señor Anselmo, de verdad que yo no les miento… se los jurooo…!
–Suficiente!, corto don Lucas, a quien no le pareció que la buenota de Cielo Riveros ahora se dirigiera al gordo, para luego decirle, –Yo te creo pendeja… por ahora nos retiramos… pero recuerda que nosotros dos tenemos algo pendiente, jajajaja… cualquiera de estos días me dejo caer por tu casa para repararte los artefactos, jajajajaja…
–Don Lucas todos los artefactos de mi casa están en perfectas condiciones así que no creo que sea necesario que Usted se moleste en…
Un fuerte sonido de música de celular interrumpió la dulce voz de la nena, que lo único que deseaba en esos momentos era que esos dos viejos asquerosos de una buena vez la dejaran tranquila.
–Y quien mierda me llama tan temprano??!!!, bufo don Lucas a la misma vez que sacaba el celular de uno de sus bolsillos y les hacía señas a Cielo Riveros y al gordo Anselmo a que lo esperasen, –Alooooo…!!!, contesto con el mismo rugido de un león.
El delincuente al escuchar la voz de otro de sus contactos en el centro de la ciudad se alejo un poco de sus acompañantes para que estos no lo escucharan hablar sobre sus otros negocios.
La nena quedo aterrada al verse a solas con el gordo Anselmo, ese viejo calvo con cicatrices en la cara y con una tremenda panzota cervecera sin duda alguna la tenían espantada y sumándole todas aquellas historias de homicidios, violaciones y drogas que pesaban en su curriculum, hicieron que imperiosamente ella deseara la presencia del buen Sargento Sinforoso, o de don Pedro, se decía la chiquilla, o tal vez la de don Severiano, o hasta el cojo Juan a torso denudo y con su pala le servían para que la defendieran de tan asqueroso y malvado sujeto.
–Jejejejej porque te quedas calladita lindura?, acaso me tienes miedo…?, le consultó de pronto el viejo Anselmo notando el estado en que se encontraba la joven con el solo hecho de estar a solas y ante su presencia,
–Es que…es queee…ya me tengo que ir al colegio señor Anselmo…,
–Tu no te vas hasta que Lucas no te autorice para ello, y ahorita el está algo ocupado… recuerda que tu eres de su propiedad, jejejeje…
La nena pensaba temerosamente en las palabras que le decía aquel horrendo viejo, y desde cuándo que ella era propiedad de don Lucas?, se preguntaba, hasta que el viejo Anselmo nuevamente la sacaba de sus cavilaciones,
–Aprovechando que el jefe está un poco ocupado… que tal si un día de estos te hago una visita en tu casa preciosura, te cargas unas tetas exquisitas, y el culo que tienes es para ir a tirar juegos artificiales, jejejeje, que me dices? te gustaría que lo pasáramos rico un día tu y yo solos, tal como estuviste hace un tiempo con Lucas en tu habitación?.
El viejo había sido testigo indirecto tras el espejo el día en que el viejo desalmado de don Lucas había intentado cogérsela, y había visto también como la chamaca se había excitado a tal grado que casi estuvo a punto de dejar a que se lo hicieran, y lógicamente el también quería parte de esa torta.
Cielo Riveros quedo impactada con las palabras del viejo Anselmo, como era que él sabía lo que había pasado entre ella y don Lucas?, se preguntaba intentando mirar hacia cualquier parte mientras sentía en su cuerpo la degenerada mirada de aquel delincuente.
–Ehhh… Ehhh… no sé de qué me hablaaaa…, le dijo finalmente intentando parecer lo más normal posible.
–No te hagas la imbécil conmigo chamaca…! yo se que estuviste acostada y encuerada con Lucas… y yo quiero lo mismo, así que dime cuando puedo ir para que lo hagamos.
El viejo Anselmo sabía que no podía llegar y violarse a Cielo Riveros como a él le hubiese gustado, puesto que si así lo hacía lo más seguro era que iba a tener problemas con don Lucas, por lo tanto tenía que lograr de alguna forma que la chamaca cediera por las buenas. Por lo que se dio a continuar presionándola para ver si la pendeja esa aflojaba,
–Vamos pendeja… que dices…? No es justo que tu madre y tu ya se hayan acostado con Lucas y yo no toque parte de ello, te prometo que si lo haces nunca más te molestare, jejejeje y si quieres hasta un buen dinerito te puedo dar con tal que pasemos una tarde acostados, jejejeje…
La chamaca pensaba que ella ni loca, ni tampoco por todo el dinero del mundo se iba a acostar con tan detestable sujeto, pero eso que hablaba de su madre no le caía en gracia para nada, ella sabía de las historias que por ahí se hablaban entre su madre y don Lucas, pero ella la conocía bien y sabía que su abnegada progenitora nunca habría caído en la bajeza de engañar a su venerable padre con tal canallada, y armándose un poquito de valor le contesto al viejo intentando ponerlo en su lugar,
–Eso que Usted dice no es verdad… mi mamá nunca le habría hecho algo tan horrible a mi padre…, le dijo mirándolo por primera vez directamente a los enrojecidos ojos del viejo Anselmo,
–Pus si lo hiso preciosura…! y lo hiso por años…!!, jajajjaa, acaso no te han llegado los rumores que hay en todo el vecindario…?
Luego de pensar esto por unos segundos a la nena no le quedo más que reconocer de los comentarios que por ahí se comentaban en voz baja,
–Si… algo he escuchado pero son mentiras…, la nena nuevamente bajaba su rostro algo sonrojado, ya que sabía algo sobre esos rumores, pero para ella no eran más que solo eso… rumores.
–No seas idiota pendeja… y quítate la venda de los ojos, Isabel ahora se hace la santita, pero a tu edad y hasta no hace mucho tiempo era la zorra del vecindario aprovechándose de lo muy buenota que estaba, jajajaja…
Cielo Riveros herida hasta el alma por las peladeces y vulgaridades en que el viejo se refería hacia su mamá la seguía defendiendo de aquellas viles falsedades,
–Yo no creo eso que Usted dice… mi mama no es así…
–A ver zorraaa!? acaso me estas llamando mentiroso!?…, el viejo la quedo mirando con cara de perro con rabia…
–No es eso señor Anselmo… es que yo… yo no creo eso que usted dice sobre mi…
–Y si te lo demuestro!!!, le corto el vejete… –Estarías dispuesta a acostarte conmigo… si te demuestro que tu madre fue la puta de Lucas…!!??
–Es que no es necesario, ya que eso nunca ocurrió…, la chamaca ya estaba que se largaba a llorar,
–Estas dispuesta a apostar chamaca…!!!???
–Es que usted perdería…
–Hecho pendejaaaaa…!!, le contesto el viejo si como con lo ultimo dicho por la joven ella daba por aceptada la apuesta, –Dame un tiempito y te demostraré lo muy puta y buena para andar parando vergas que era tu mami cuando tu papi aun estaba vivo… jajajaja…!!!
–Es que yo… no se…
–Silencio que ahí viene el jefe, y nada de andar abriendo esa boquita de zorra que tienes y que muy pronto me chupara la verga… mira que o si no!!, el viejo se levantó la camisa para que la atribulada chamaca viera el pistolón que portaba entre sus pantalones y su panza. –Tu solo espera y yo te avisare para cuando.
Don Lucas una vez que termino de negociar una propuesta de trabajo, se fue acercando a donde estaba la joven con su amigo el gordo,
–Y bien… en que estábamos cuando fui interrumpido, jejejeje…
–En que la poli efectivamente andaba haciendo una encuesta, o al menos eso es lo que dice la pendeja esta…
–Bien… bien… espero que así sea chamaca… por ahora te puedes ir a tu colegio pero recuerda que te estaremos vigilando cosita rica, jejejeje, así que mucho cuidadito con andar contándole falsedades a la poli…
–No se preocupe señor Lucas… le juro que…
–Yaaaa… yaaa… yaa… déjate de tus explicaciones idiotas y ahora lárgate a tu colegio zorraaaa!!!, y recuerda que tú tienes algo que me pertenece, y que cualquier día de estos iré a tu casa a ocuparlo, jajajaja…
Cielo Riveros aprovechando que el viejo Lucas estaba dando su autorización para que ella por fin se marchara, salió caminando rápidamente hacia la parada del autobús.
Y así pasaron los días, en donde la joven colegiala poco a poco comenzaba a dejar atrás la traumática experiencia acontecida aquel día lunes en que en menos de 24 horas se había acostado con dos hombres distintos.
Pero la situación era más que incomoda para la potente chamaquita, ya que en el colegio debía soportar los seguidos acosos del cojo Juan y del maestro Tulio, mientras que en su casa se la pasaba casi encerrada para no toparse con el gordo Anselmo o con don Lucas que por lo general siempre estaban parados afuera del tugurio, y quienes apenas la veían aparecer cuando se bajaba del auto bus comenzaban a hablar entre ellos mirándola y riéndose burlonamente de ella, mientras se la devoraban con sus mal vividoras miradas.
Por otro lado sus viejos abusadores andaban desesperados por lograr cogérsela nuevamente.
Don Severiano quien se veía tentado en cumplir con sus amenazas no se atrevía a contarle a todo el mundo de su caliente incursión con la nena, ya que si lo hacia sus oportunidades de lograr encamarse nuevamente con ella quedarían en casi nulas, y por más que presionaba a Rodrigo para que la llevase a almorzar, cenar o a cualquier otra cosa, este le decía que su novia ahora prefería que pasaran la tarde en su casa, y así lo hacían pero siempre bien vigilados por don Benito, que no se descuidaba en las oportunidades que llegaba el chamaco a visitar a su nieta.
Luego y como ya se dijo anteriormente estaban los continuos acosos y elucubraciones por cogérsela que hacían el cojo Juan con el maestro Tulio, que por cada vez que iban a poner en acción algún plan este no les funcionaba por distintos tipos de motivos, era algo muy parecido a cuando Pierre Nodoyuna junto a su perro Patán hacían trampas, para que se hagan una idea.
Por su parte el sargento Eustaquio Sinforoso patrullaba sus calles buscando a la colegiala, siendo negativo su procedimiento, pero sabía que tarde o temprano se iba a hacer un tiempito para ir a hacerle una visita a su casa, además que debió aplazar la invitación por haber estado de turno el día en el cual había quedado de ir a almorzar a la casa de Cielo Riveros, así que fue él mismo quien se presento con una rosa en la mano y de uniforme en el hospital donde trabajaba Isabel para ir a presentarles sus disculpas y en donde ambos quedaron para el próximo domingo, tras haber tomado una buena taza de café en la cafetería del centro hospitalario en donde él caballerosamente pago la cuenta, quedando como rey ante la aun antojable madre de la chamaca y sus compañeras de trabajo quienes la observaban de lejos y que la taparon a preguntas de cómo había conocido a tan atento justiciero, y mamadas por el estilo una vez que este se hubo retirado en su furgón policial.
No obstante, el más relajado de todos estos aprovechadores personajes era el abominable y lujurioso de don Pedro, quien ya habiendo llegado a la ciudad después de casi tres semanas de ausencia ya se aprontaba para llevar a cabo la probadita que le pensaba dar a ambas chamacas juntas tal como lo había planificado con su hermano, otro mecánico tan fiero y caliente como el mismo.
Era viernes y el siniestro de don Pedro tenía su día libre, para ese día en la tarde pensaba darle conocimiento a su mujer, así se refería el vejete cuando pensaba en Cielo Riveros, que en esta misma noche debía llevarle a la feria a su amiga la pendeja rubia y con cara de viciosa que él había visto aquel día en que abordo a la escultural chamaca detrás del toro mecánico.
Mientras pensaba en todo esto estacionaba su cacharriento automóvil a media cuadra del Pie Grande, ya que debía coordinar también con su hermano a pesar de ya haberlo hablado telefónicamente.
Aun no era medio día, y el viejo ni se imaginaba la traumática experiencia que estaba solo a segundos de vivir.
Una vez fuera del carro se encamino por la angosta vereda de la calle en dirección al taller, y cuando ya solo estaba a pocos metros de llegar a los gruesos portones de este casi se fue de culo por la fantástica visión con la que se topo su lujuriosa y perversa mirada.
Ante él y a solo tres metros de donde estaban ellas se quedo estático, boquiabierto y casi babeando. Vio que estaba María con un bikini color blanco y con zapatillas con taco, al lado de ella había un equipo musical en el cual unos grandes parlantes negros retumbaba una alegre música reggaetón.
Su sobrina política meneaba sugestivamente sus caderas al ritmo de aquella perversa música, pero lo que lo dejo casi al punto del ataque cardiaco y de la insania fue ver con sus propios ojos a una tremenda mujer rubia de pelo alisado hacia un lado de su cara y de ojos azules que también acompañaba a María, era una hembra soberbia y tenía una mirada transparente se decía el alterado vejete, de esas misma miradas que a él le gustaba envilecer.
Mientras don Pedro se encontraba en tal estado de impúdica abstracción libidinosa, Gabriela solamente movía sus rodillas muy levemente siguiendo el ritmo del alegre tema reggetonero, aun no se daba cuenta de la presencia de tan vulgar sujeto.
El viejo no atinaba a nada solo se quedo mirando a aquella imponente mujer rubia, que también vestía un traje de baño de dos piezas y color rojo, y que este era de por si pequeñísimo, mucho más que el de su sobrina, y que se gastaba unas tetas de infarto, la parte inferior de aquel endiablado traje de baño apenas alcanzaba a tapar su tajo se decía el viejo para sus adentros y en forma escandalizad, sus ojos se le iban inyectando en sangre a medida que recorrían y se devoraban las líneas de tan impresionante hembra.
Don Pedro secándose las babas de su boca con la manga de su percudida camisa y tras haberse recuperado del primer impacto, se fue acercando para comprobar el mismo que lo que estaban viendo sus ojos no fuese una ilusión óptica mientras no paraba de comerse con la mirada a semejante monumento de mujer. Su verga había reaccionado al instante y el viejo sentía como esta se le iba parando mientras él no paraba ni se cansaba de devorársela, esa hembra era toda una Diosa se decía ahora relamiéndose con la lengua sus resecos labios a medida que avanzaba hacia ella recorriendo cada centímetro de aquel soberbio cuerpazo que se gastaba la muy desgraciada se decía y se volvía a repetir.
–Pero que es lo que tenemos aquí…?, fue lo único que atino a decir, claramente dirigiéndose a su sobrina tras escupir hacia un lado de donde estaban las edecanes, pero sin quitar su caliente mirada del cuerpo de la atrayente rubia mirándola de pies a cabeza una y otra vez.
Gabriela cuando se sintió observada por don Pedro desconociendo que él era su cuñado, sintió miedo por la atrevida y desvergonzada forma en que este la miraba, ese tipo tenía cara de delincuente o de psicópata, se decía, además que notaba como este no paraba de observarla en forma lasciva y lujuriosa según ella misma lo sentía.
La avergonzada hembra se sintió intimidada ante la presencia del tan descarado viejo, aquella extraña forma en que este no paraba de comérsela una y otra vez la estaban poniendo más que nerviosa. Lo vio todo traspirado como venia, el tipejo aquel también era mecánico pudo dilucidar al caer en cuenta que este traía puesto un overol de trabajo pero la parte superior del engrasado mameluco lo traía amarrado a su cintura, y por encima una mugrienta camisa toda gastada y percudida, las manchas de sudor pegadas en esta así lo demostraban, además que no combinaba para nada con su atuendo de trabajo.
A pesar de no ser tan corpulento, la rubia veía que este tenía una prominente panza caída, y los pellejos sueltos de su cara lo hacían ver si como ese hombre estuviera deshidratado, con una barba sin afeitar de unos buenos días más lo asemejaban con un viejo drogadicto, o un ex carcelario, que con un buen hombre de trabajo.
La casada creyó ver en su mirada un brillo extraño pero que de alguna parte le era conocido o familiar, ahora este le sonreía mostrándole unas encías casi despobladas de dientes, solo se veía una que otra pieza dental en pésimo estado y de color café bien oscuro, aparte de lo anterior además este viejo tenía en una parte de sus encías una masa ennegrecida como si aquella parte de su boca estuviese en total estado de pudrición.
Y justo cuando María, que sabía muy bien de quien se trataba este personaje, y le iba a explicar la situación al vejete que no se cansaba de comerse a la ya exasperada rubia, un automovilista toco la bocina de su carro para que le llevaran uno de los folletos con los precios del Pie Grande así que la chica se tuvo que alejar para ir a intentar captar un futuro cliente para el taller, por lo que la dorada edecán se tuvo que calmar para intentar ser ella la dueña de la situación, después de todo este hombre era otro de los tantos que se le acercaban para hacerle preguntas de repuestos y precios, así que luego de tragar saliva le dijo,
–Buenas tardes señor… reciba un folleto con nuestros precios… son muy económicos y contamos con los mejores mecánicos de la ciudad…, le dijo la casada con su blanca y encantadora sonrisa de siempre, confundiendo a su casi cuñado con un cliente. (Ojo que a estas alturas de la historia, Gabriela aun es la mujer legitima de Cesar, aunque separada de hecho)
El viejo que tampoco la conocía se quedo sin habla, pero de donde había sacado su hermano a semejante pedazo de hembra para que zorreara en su taller!?, se preguntaba una y otra vez, y ya no respetando ningún signo de civilidad, el viejo le contesto tal cual como él era, en la forma más vulgar y pelada de como él estaba acostumbrado a tratar mujeres de aquel calibre,
–Cuanto me cobras por dejar esta chingadera de folletos y mamadas de repuestos para que nos vayamos a acostar ahorita mismo pendeja…?, jejejeje… le decía y reía sin parar de recorrerla de pies a cabeza.
Gabriela quedando casi en estado de shock por semejantes peladeces, solo se dio a gesticular con su boquita pensando en aquella propuesta que le hacia ese horrendo viejo, o sea desde que trabajaba de edecán en el Pie Grande por solicitud del hombre que le había enseñado a conocer el significado del amor verdadero según ella, habían sido mucho los hombres que la cortejaban con palabras halagadoras, unas mas subidas de tono que otras, pero ninguno le había dicho abiertamente que se fueran a acostar por dinero, ni siquiera don Cipriano fue tan pelado y ordinario cuando recién la conoció, pensaba una y otra vez.
–Señor no me mal entienda… yo solo le estoy ofrec…
–Yo no mal entiendo nada zorraaaa…!!!, por lo general ustedes las edecanes siempre se van a acostar a escondidas de todo el mundo con los clientes por un buen dinero, pero si mira nada mas… esos trapitos apenas te tapan la concha…jajajaja!, si casi estas encueradaa…! y ahora te vienes a dártelas de decentita putaaaa??!!!, y diciendole lo ultimo con total propiedad poso una de sus descascaradas manazas en el soberbio culo que se gastaba aquella exquisita Diosa.
Gabriela al sentir esa grasienta y caliente mano en una de sus nalgas se separo en el acto diciendole,
–Noooo…! que haceeee…? no me toqueeeee…!!, le exclamo la rubia cuando en forma totalmente escandalizada le retiro bruscamente la mano de su cuerpo retrocediendo un par de pasos para ponerse a salvo, y justo en el momento en que el salvaje viejo que ya estaba caliente hasta la locura con el solo hecho de estar ante tan soberbia yegua, este se iba a abalanzar para abofetearla por quisquillosa llego junto a ellos María quien camino hacia ellos rápidamente una vez que había visto y escuchado como su tío Pedro intentaba propasarse con su amiga.
–Déjela tranquilaaaa…! como se atreve a tratarla de esa forma… acaso no sabe quién es!?, le pregunto la chamaca al animal de su tío una vez que se interpuso entre este y Gabriela,
El viejo mirando a su sobrina en forma bestial solo le contesto…
–Jajajajaja…! es solo una puta…! igual que tu encuincla de mierda…!!, y no te metas en mis asuntos zorraaaa…!, esta hembra necesita que le metan la verga si así cómo anda vestida lo anda pidiendo a gritos, jajajaja!!!
–Ella es la pareja de su hermano… su cuñada, como es que no lo sabe…!?, María sabia que el viejo ese era bravo y caliente, y que si no lograba contenerlo lo más seguro era que este sería capaz hasta de violarse a Gabriela igual como lo había pensado su otro tío al principio.
El viejo una vez que escucho lo que decía su sobrina se quedo mirando a esa extraña mujer rubia que aun respiraba aceleradamente producto del impacto emocional en que este la había dejado. Así que esta era la hembrita por la cual su hermano se había separado?, se preguntaba a la vez que le daba toda la razón ya que la otra mujer que había tenido por cuñada era bastante fea, además que desde hace rato que estaba pasada en años. Tenía muy buen gusto el muy desgraciado reía pensando para sus adentros sin dejar de mirar a la rubia y a su sobrina, como también se preguntaba como la había hecho el muy hijo de puta para dejarse el tremendo pedazo de mujeron para él solo, y mientras más pensaba en el asunto la situación más lo calentaba, decidiendo que el también quería culearsela, total si la rubia esa había sido capaz de coger con su hermano a espaldas de su marido tal como le habían contado, porque no podría hacerlo ahora también con él, pensaba don Pedro en forma desquiciada, así que desde ya se dio a trazar su plan para ver si podía lograr algo con la nueva vieja de su hermano, sería un trabajo difícil pero no imposible se dijo finalmente, hasta que se dio a contestar,
–Jajajajajaja…!! si claro ya me habían llegado los rumores, jejejeje, pero por lo que yo sé mi verdadera cuñada está en su casa tranquila, esta es solo una zorra mas de las que se ha pisado el buen Cipriano, tarde o temprano la abandonara y volverá con su verdadera mujer, o sea con su esposa legal. Dijo esto último siempre mirando a la rubia esperando ver cuales serian sus reacciones.
–No le hable así viejo desgraciado…!!, mi tío Cipriano se separó y ahora vive con Gabriela…, María quien ya estaba acostumbrada a tratar con viejos pelados se daba a defender a su amiga ya que por mucha personalidad y carácter que ella tuviera no estaba acostumbrada a que la tratasen tan vulgarmente como lo estaba haciendo su otro tío.
–Jajajaja… Gabriela?, así se llama esta peuca!? con solo escuchar su nombre más se me para la verga, jajajaja!!!!, se burlaba el viejo quien al decir lo último en la forma de lo más vulgar se agarro el paquete con una mano moviéndola con firmeza para que ambas mujeres lo vieran, para luego continuar con sus salidas apreciaciones, –Tal vez este pendejo por ahora la tenga como su zorra oficial… pero no será por mucho tiempo sobrina… mi hermano tarde o temprano volverá con tu tía, y esta ramera tendrá que buscar otro lugar en donde ir a hacer sus puteadas, jajajaja…
–Le digo que se calle…!!!, le decía María mirando al vejete y a Gabriela quien esta ultima ahora estaba con sus manos en la cara perceptiblemente llorando debido a todas esas palabras que salían de la boca de aquel ordinario sujeto que recién se enteraba que era el hermano de su macho, además por la conmoción de haber sido manoseada por este mismo.
–Ya… ya… no tengo tiempo para ustedes par de zorras, donde esta Cipriano?, tenemos un negocio para esta noche y vengo a confirmar con él.
Don Pedro había determinado que por ahora con eso ya era suficiente, se había encargado de dejarle bien claro a la rubia que para él y su hermano ella era simplemente «la otra».
–Está en su oficina…, le contesto María, –Pásele… pásele, que aquí solo está gastando aire…
–Cállate zorra atrevida…!, recuerda que fui yo quien te enseño a ponerte las toallas higiénicas en la concha, jajajaja…!!!, y tráele agua a esa puta que está llorando solo porque uno le dice unas cuantas verdades, jajajaja…!!!
El vejete una vez de haber terminado su bombardeo de leperadas simplemente se fue a encerrar a la oficina de su hermano a beber cervezas con él mientras se ponían de acuerdo para la agitada noche que les esperaba.
–Tranquila amiga… no le hagas caso y tampoco le tengas miedo, el es mi tío Pedro… siempre es así, pero en el fondo no es tan malo, veras que solo te trato así porque aun no está acostumbrado a verte.
–Gracias María… tú has sido una muy buena amiga… siempre estás ahí para ayudarme…, le decía la rubia secándose las lagrimas con un pañuelo desechable, –Además que la culpa es mía, yo ni siquiera debería estar trabajando de edecán en mi estado.
–Ahhhh… no seas tonta Gabriela, si ni siquiera tienes el mes y medio, no se te nota nada aun, si eres preciosa!!!, le decía la chica intentando levantarle el ánimo, –Mira vete a la casa… yo me encargo sola este día de repartir los folletos, y ya para el lunes estarás más tranquila.
–Crees que deba decirle de lo sucedido a Cipriano…?, le consulto una confundida Gabriela a María,
–Mmmmm… creo que no es buena idea, ellos son hermanos y siempre se han llevado muy bien, para que crear un escándalo si en el fondo no te hiso nada?, así que tranquila… veras que desde ahorita que sabe quién eres ya no te molestara mas.
–Bueno… creo que tienes razón, e intenta no comentarlo con nadie, entonces me voy a cambiar ropa, tu explícale a tu tío que me retiré por haberme sentido mal…
–No te preocupes yo me encargo.
Y así fue como la rubia aunque en forma inconsciente ya comenzaba a ocultarle cosas al hombre con el cual no debería existir este tipo de situaciones ¿Habría sido esta omisión de información otras de sus estupideces?.
(Algunas horas más tarde, pero en otro lado de la gran ciudad)
Ya habían pasado casi dos semanas desde que la escultural colegiala había sido abusada por un horrendo policía, y ya casi dando por pasado aquella traumática experiencia ahora se daba a arreglarse para salir a dar una vuelta con Rodrigo, ella sabía que en los momentos en que no era abordada o chantajeada por viejos lujuriosos era con su amado novio con quien se sentía la chica mas dichosa de la vida debido a los nobles sentimientos del joven, y que este no tan solo pensaba en sexo sino que también le interesaban los sentimientos de ella, sus gustos y su opinión.
Se había puesto para él una minifalda de mezclilla azul muy ajustada a sus amplias caderas y a sus muslos, una blusa blanca con tirantes que le dejaban sus tetas apretaditas para quien las mirase, y con una chaqueta cortita también de mezclilla y del mismo color.
Fue en el momento en que tras haberse perfumado solo lo suficiente que se dio a mirarse en distintas posiciones frente al espejo, las sandalias que había escogido eran unas que hace muy poco le había regalado su madre debido a las muy buenas notas que había obtenido en el semestre, estas eran de esas que en la parte superior traen como cordelitos y que estos se ajustan a la pantorrilla hasta un poco más abajo de las rodillas, muy parecidas a las que usaban los romanos en los tiempos de Popea.
La nena se veía espectacular y ya a sabiendas que estaba en condiciones, fue a esperar en la salita a que pasara la tarde, aun era temprano y había quedado de juntarse con Rodrigo en la misma plaza en la que a veces se encontraban para hacerse arrumacos.
Pero esa sensación de tranquilidad poco le iba a durar ya que en ese preciso instante su teléfono empezaba a sonar, Cielo Riveros se alegro mucho pensando que lo más seguro era que quien llamaba debía ser su novio para adelantar la cita de aquella tarde, no obstante su sentimiento de alegría se fue a las pailas, ya que apenas vio el numero entrante cayó en cuenta de quien se trataba, en la pantalla azul con burbujas moviéndose para todos lados se leía clarito: Llamada entrante de: «¡¡don Pedro!!».
La chica tragando saliva y recordando todas las amenazas del vejete supo que no tenía más alternativa que contestar, pensando erróneamente que el viejo solo la llamaba para marcar su territorio, o para molestarla,
–A… a… alooooo…, contesto en forma tímida una vez que se dio la fuerzas para ello,
El vejete notando las malas ganas con que la chamaca le contestaba desde al otro lado de la línea se dio en el acto a hacerle ver como a él le gustaba que le contestara cuando la llamara,
–A ver…! a verr…!! a verrr…!!! que formas son esas de contestarle a tu marido estúpida…!!!
–Ehhhh… es que no se con quien hablo… quién es…?
–No te hagas la pendeja zorraaaa…! tu muy bien sabes con quien hablas…!! o ya se te olvido quien es tu macho, tu hombre…!!, el que te culiaaaaa!!!!
–Ehhhh… don Pedro es Usteddd?, le contesto la jovencita a sabiendas que ya no podía evadir la conversación,
–Jejejejej así es zorraaaaa, y quien más podría ser mensa, o acaso ya te has revolcado con algún otro…!?
–Es que yo no sabia…
–Silencio perraaaa, no tengo tiempo para tus estupideces… has extrañado mi vergaaa!!??
–Como está Usted…, la colegiala intentaba esquivar semejante pregunta,
–Jajajaja tú y tus webadas de señorita bien portada…!, pon atención pendeja, esta mismita noche te quiero a ti y a la rucia de tu amiga en la feria, estamos ubicados en la cancha que está a tres cuadras del parque en donde te culie la otra vez junto al toro mecánico, jajajaja…!!!
La nena cayendo en cuenta que el plazo había llegado y que el viejo quería que esa misma noche ella con Katherine Riveros fueran a la feria en donde él trabajaba, intento por algún medio de aplazar la situación,
–Ehhhh don Pedro… y no podría ser para otro día, hoy mi mamá no está en casa y yo no pue…
–Me importa una verga en donde este tu madre hoy día zorra, tu eres mi mujer…!! mi hembraaaaa…!!! mi esposaaaaaa!!!!!, por lo tanto apenas yo te llame y te dé instrucciones tu solo obedece, o ya se te olvido que mañana mismito puedo ir a tu colegio y hacer que te expulsen por andar puteando, jajajaja!!!
–Don Pedro, es que de verdad que ahorita no puedo… justo en este momento iba a s…,
–No me importaaaaa…!!! y ya no me sigas dando problemas porque o si no te juro que ahorita mismo voy para allá y a parte de meterte la verga… te pegooooooo!!!!!. Así que me solucionas tus webadas que tengas que hacer y te quiero a las 9 de la noche en la feria y con la puta de tu amiga, solo llega a las boleterías y dices que vienes de parte de Pedro Ventura y te dejarán entrar, y recuerda… si no me llevas a la rubia, mejor ni siquiera te aparezcas, pero atente a las consecuencias… Chao zorraaaaa…!! y dije a las 9…!!!!
Cielo Riveros se quedo aterrada mirando su celular que titilaba en sus manos también titilantes, y como este se apagaba al haberse cortado la comunicación, por lo que le dieron ganas de decir: «Ohhh… y ahora quien podrá defenderme…?!», pero desecho al instante esa opción ya que nadie la salvaría.
Tras pensársela por algunos minutos y dando incoherentes vueltas en el comedor de su casa, pensaba en cómo decirle a Katherine Riveros lo que pretendía el vejete, que pensaría ella de todo eso, ya que estaba claro que este se las iba a coger a las dos juntas, o al menos eso era lo que ella creía, además que el viejo en forma enfática le había aclarado que ella era su esposa, y que también este viejo desgraciado pretendía compartirla con quien sabe quien. De pronto pensaba que todo eso era una locura y que su amiga no tenia que porque verse arrastrada a esa situación, pero luego imaginándose todo lo que hablarían de ella en su colegio si al demonio de don Pedro se le ocurría ir a enseñar la copia de su infracción por puta, ahí sí que su imagen y honra se verían dañadas para siempre, sin mencionar la segura expulsión del establecimiento, y con su pobre madre retirando sus documentos de este porque a su hija la echaron por puta, era lo que meditaba amargamente, así que comprendiendo que la opción de Katherine Riveros era un mal menor, y tragando saliva para ver que palabras iba a ocupar tomo nuevamente su celular para llamar a la atractiva Katherine Riveros, su mejor amiga.
–Jijijijiji, que milagro que me llamas Cielo Riveros… justo vengo de tomar una ducha, le hablaba la rubia estudiante a su amiga de la infancia mientras se pintaba las uñas con el celu puesto entre su oreja y su hombro, estaba vestida solo con una toalla bajos sus brazos y otra en su húmedo cabello, ya que venía recién saliendo de darse un baño.
–Katherine Riveros… necesito que hablemos…, la voz de la nena era de nerviosismo,
–Pues dime mensa… si para eso somos las amigas…, la voz de la rubia al contrario de la de su amiga del alma era de total despreocupación,
–Es que… es que ahorita necesito pedirte un favor…
–Pero dime mujer que aun tengo que vestirme… a las 8 me debo ir a juntar con mi novio para ir al cine.
Cielo Riveros cayó en pánico al enterarse que su amiga ya tenía planes para esa noche, así que le dijo,
–Katherine Riveros… puedo ir para tu casa…? necesito decírtelo personalmente,
— Cielo Riveros que te pasa…!? te noto rara la voz… Katherine Riveros ya comenzaba a notar algo extraño en la voz de su amiga.
–Katherine Riveros… no te me vayas a ir, solo espérame y te digo…
–Bueno, está bien…!, pero apúrate para que alcancemos a hablar un ratito.
Una vez que Cielo Riveros quedo en acuerdo con Katherine Riveros tomo su bolso, las llaves de la casa y salió para donde su amiga, no sin antes anticiparse a la situación y pedirle permiso a su mamá para ir a quedarse a la casa de la rubia, la señora Isabel sabiendo que Katherine Riveros era una excelente influencia para su nena no dudo en dejarla que fuera, siempre y cuando se portara bien y que si salían a dar una vuelta por ahí procuraran no entrarse muy tarde, hasta las 10 a más tardar le había dicho.
Cuando Katherine Riveros abrió la puerta de su casa, junto con estamparle un fuerte beso en la cara tomo a Cielo Riveros de la mano para llevársela casi corriendo a su habitación para hablar cosas de chicas, esto a la rubita le encantaba.
–Y bien cuéntame amiga en que te puedo ayudar, Katherine Riveros se había tendido en la cama con mucho cuidado ya que no quería estropear o arrugar el vestido negro tipo minifalda que se había puesto para ir al cine con su novio, ya estaba felinamente maquillada y también había planchado sus rubios cabellos.
–Es que… es que…, la nena solo la miraba sentada desde una silla que ubico ella misma cerca de la cama para así no tener que hablar tan fuerte,
–Pero dime pues mujer que ya me tienes toda nerviosa…!
La colegiala tragando saliva le dijo a su amiga lo que ella necesitaba que ambas hicieran esa noche,
–Necesito que me acompañes a juntarme con unos… con unos chi… chicos…, dijo finalmente ya que de principio no se atrevió a decirle la verdad a su amiga,
–Jijijiji, y para eso tanto misterio… Mmmmmm… Ah no Cielo Riveros eso si que no…!, tu novio es muy aburrido, y sus amigos deben ser igual que él así que prefiero a que me lleven al cine, jijiji…
Aquí venia la parte espinuda para la colegiala ya que tendría que confesarle a su amiga que la cita para esa noche no era precisamente con Rodrigo,
–Es que… es que… no es con Rodrigo con quien nos iríamos a juntar…, le dijo intentando con sus palabras que Katherine Riveros no le diera importancia a eso de que no sería con su novio lo de la junta,
Katherine Riveros quien se había quedado mirando las uñas con desgano de pronto cayó en cuenta de las últimas palabras de su amiga, por lo que a poco a poco fue levantando sus ojos verdes,
–Que fue lo que dijiste…!?, le consultó con su semblante de asombro ante lo que le decía la mas quitada de bulla de todas sus amigas. Cielo Riveros estaba temblando de nervios, y ahora qué pensaría Katherine Riveros de ella, se preguntaba.
–Eso… que te dije…, no es con Rodrigo con quien nos tenemos que juntar…
La cara de aburrimiento de la rubia colegiala gradualmente se fue transformando en feliz picardía a la vez que se movía en la cama para sentarse y quedar frente a su amiga,

–Jijiji… Noooo…! pero que puta que te estás poniendo amiga… mira eso que vas a salir con otro chico y no con Rodrigo… y quien es ese chico!?, cuéntamelo todo…, jijiji…
–Katherine Riveros no me digas así… no me gusta…
–Es solo un decir tonta… no me hagas caso y sigue contándome… lo conozco?!, y como lo haces para que Rodrigo no se dé cuenta…!?, Uyyy qué emoción…!!
–Es que no te lo puedo decir ahorita… solo dime si me podrás acompañar…
La rubia que no era tonta y que se las sabía todas, se puso de pie e igual que las bandidas y fue a ponerle seguro a su habitación para que no las interrumpieran y junto con encender un cigarrillo le pregunto a su amiga,
— Cielo Riveros… y qué pasaría si yo no te puedo acompañar?, se la quedo mirando seriamente a los ojos, ambas los tenían verdes,
–Ay no Katherine Riveros… tú tienes que acompañarme…
–Te dejaron embarazada!?, le pregunto Katherine Riveros a raja tabla, la rubia temblaba de nerviosismo, ya que su amiga estaba con cara de una preocupación nunca antes visto por ella, y en algún momento pensó que lo pregunta que ella misma le hacía a su amiga era el motivo de tanto misterio, además que por lo que ella sabia y por lo que la conocía, Cielo Riveros debería ser virgen, por lo que la aunque preocupada Katherine Riveros seguía tiritando también de una extraña emoción,
–Noooo…!!! le dijo Cielo Riveros mirándola con cara de exaltación,
–Ufffff…! gracias a Dios… mira que ya me habías asustado con tantos rodeos, entonces no es nada grave, deja al chico plantado y yo me voy al cine con mi novio, otro día podríamos salir con su otro amigo,
–Katherine Riveros… por favor no me hagas esto… tienes que acompañarme…, le dijo la chamaca pensando en todas las amenazas del vejete y en las consecuencias de estas.
–Aja…!, veo que la cosa no es tan simple… y me llama la atención del porque estas interesada en que yo te acompañe, si perfectamente puedes ir sola,
–Es que no quiero ir sola… quiero que tú me acompañes…
–Te da miedo quedar mal con ese chavo verdad…?
Cielo Riveros pensando en todo lo que estaba ocurriendo se daba cuenta como su amiga estaba convencida que con los hombre que ella estaba pidiéndole que se fueran a juntar estos deberían ser dos jovenes de su misma edad, y pensaba en cómo decirle que esos supuestos chavos no lo eran tanto y que la verdad eran dos horripilantes viejos casi sexagenarios con los que iban a tener que compartir y hasta acostarse, por lo que solo se dio a mover su cabeza en forma afirmativa ante lo que le preguntaba su amiga,
–Bien solo porque eres mi mejor amiga dejare plantado a mi novio con sus entradas y sus estúpidas palomitas de maíz, jijiji, a qué hora y donde es la junta?,
–De verdad…? de verdad me acompañaras…!?, la chamaca ya casi había dado por hecho que su amiga iba a preferir salir con su novio.
–Claro que si tonta… si somos amigas… como te voy a dejar botada, no podría hacerte eso… –Ahhh y ahorita que me acuerdo, para este fin de mes que viene nos iremos a la playa con mis padres y me dijeron que te invitara aprovechando que vienen dos festivos juntos, te das cuenta!?, 4 días en el litoral, con sol, playa y chicos guapos… la vamos a pasar genial…!!!
Cielo Riveros poniendo atención ahora a esto último solo le dijo,
–Es que no se si pueda ir contigo Katherine Riveros… me da penita salir a pasarla tan bien como tú dices dejando a mi mamá y mi abuelito solos,
–Ay Cielo Riveros no sea tan trágica mujer… si ellos ya tuvieron su tiempo, y ahora es el nuestro, así que no seas tan aburrida… además que yo soy tu mejor amiga y tal como ahora me la juego por ti espero lo mismo de ti… anda dime que vamos a ir y la pasaremos genial.
La colegiala viendo el entusiasmo de su amiga y además de que estaba dispuesta a acompañarla a juntarse con don Pedro y su hermano, por lo que pensó que ese sí era un sacrificio grande, así que le sonrió hasta que le dio su aprobación,
–Está bien Katherine Riveros, este mismo fin de semana le pediré permiso a mi mamá…
–Así se habla amiga …!! oye y a qué horas es la junta con tus amigos?
–A las 9 y es en una feria que se instalo en una cancha que no queda muy lejos de aquí…
–Una feria!!!! ay qué ricoooo…!!!! me encantan las ferias!!!!!. Katherine Riveros dentro de su entusiasmo igual notaba que a su amiga algo la tenia mal, ya que no dejaba de mirar al suelo y morderse los labios, –Y ahora qué te pasa Cielo Riveros…? ya te dije que saldríamos con tus amigos y sigues con esa cara de pesar, que te pasa?
–Ay Katherine Riveros… es que tu no me entiendes…
–Y entender qué?, que vamos a salir con unos chavos…?, pus si eso lo hago casi todos los fines de semana.
La aproblemada chamaca sabía que no podía traicionar a su amiga y llevarla a los leones, así como así, pero no encontraba las palabras necesarias para decirle a Katherine Riveros que ellas abiertamente se iban a tener que acostar con los viejos que les iba a presentar,
–Pus… pus… ya sabes Katherine Riveros… a lo mejor los vie…, a Cielo Riveros casi se le sale que con los que iban a ir a juntarse eran viejos, así que corrigió al instante, intentando pasar desapercibida, –Digo esos chavos quizás van a querer hacer eso otro que tú ya sabes…
La despierta Katherine Riveros capto al instante a lo que se refería su amiga, pero quería cerciorarse bien de que era la misma Cielo Riveros la que le estaba diciendo aquello y no una de las otras putas que tenia por compañeras en el cole que si estaban acostumbradas a andar revolcándose con cuanto chamaco se les presentara por delante ofreciéndoles licor u otras mamadas que dan risa.
–Pues no se a que te refieres… sé un poquito más clara…, Katherine Riveros ahora prendía otro cigarrillo, ya que la adrenalina la tenía a mil por el curso que estaba tomando la conversación,
–Ya sabes… eso que quieren todos los chavos que una haga con ellos…
–Jajajajaja… a ya!!!! entiendo…!!! tú me dices que a lo mejor van a querer que nosotras nos acostemos con ellos, es eso no?
Cielo Riveros temblando de nerviosismo asintió con su cabeza sin mirar a Katherine Riveros, estaba muy avergonzada por tener ese tipo de conversación con ella, además que su amiga estaba convencida que era con unos chavos con los que se iban a ir de parranda.
–Tranquila amiga, yo sé desenvolverme ante esas situaciones, verás que los vamos a hacer gastar mucho dinero sin la necesidad de tener que hacer algo que no queramos con ellos.
«Pero es que tu no conoces como es don Pedro», le dieron ganas de decirle Cielo Riveros a su confiada amiga.
–Oye Cielo Riveros y cómo es eso que le pones los cuernos a tu Rodrigo con este otro chico, me da la impresión que como me decías hace un rato… eso de que quizás tengamos que hacer eso otro con tus amigos. Mmmmm… creo que tu ya lo has hecho con el chavo que te tocara a ti verdad?
La nena se quedo mirando a Katherine Riveros, y le dieron ganas de decirle que ella nunca le había puesto la ornamenta a su amado, sino que simplemente se la habían violado, una extraña forma de violación se dijo al instante, pero violación al fin y al cabo.
–Vamos no te quedas calladaaa…! siguió atacando la rubia, ya lo has hecho con este otro chavo verdad…!?
–Ehhhh si, le contesto finalmente Cielo Riveros en total estado pudoroso al estar confiándole algo tan intimo a su amiga… –Pero Katherine Riveros… por favor no se lo cuentes a nadie, me da pena estar contándote estas cosas,
–Ehhh…!? Ufffff…!! tranquila wey… somos o no somos carnales…!? uy que emocionada me tienes!!!, –Y cuéntame… como fue cuando este chico te lo hiso…
–No… n… no te entiendo…, le contestó la chamaca que si entendía lo que su salida amiga le preguntaba,
–Que acaso lo pasaste divino tonta… y no me salgas con tus cosas raras y cuéntamelo todo, recuerda que cuando yo lo hice por primera vez tú fuiste la primera en enterarse, así que cuenta…! cuentaaaa…!!
Cielo Riveros quien recordó las intensas emociones que sintió en su cuerpo cuando el feroz de don Pedro se la violo al interior de un taller, se dio a confirmarlo con su amiga,
–Ehhhh… era… bue… noooo ha ciendoloooooo…
–Noooo…!!!, le respondió Katherine Riveros con sus ojos abiertos como platos,
–Que… Que pasa!?
–No… no me hagas caso wey… solo sigue contándome…
–Es que ya no se que mas contarte…, Cielo Riveros estaba muy azorada y roja como un tomate por la particular conversación que se llevaba a cabo,
–No se pus amiga… dime por ultimo de que porte la tenía ese chico…
–Porte de qué…? ay Katherine Riveros ya no le sigas… que me da vergüenza… y no se a que te refieres…
–Al porte de la verga pues mujer… que otra cosa…!, le dijo Katherine Riveros en forma eufórica mientras le mandaba una intensa chupada a su cigarrillo,
–Ehhh… bueno la tenía un… po…co… gran…. deeee…!
–La tenía grandeeeee!!???, vamos de que porte indícame con ambas manos.
Cielo Riveros con sus manitas temblorosas y no acostumbrada a andar contando mentiras le mostro las medidas vergales de don Pedro tal como ella se la recordaba.
Katherine Riveros al notar la tremenda distancia que había entre una y la otra mano de su amiga del alma le contesto con sus ojos vidriosos,
–No mames…! de verdad la tenia de ese porte!?
–Katherine Riveros… no me gusta que ocupes ese vocabulario…, le dijo con su cara ardiendo por el intenso rubor del momento,
–Ahh si… si … discúlpame…! discúlpame…! pero de verdad la tenia de ese tamaño que me indicaste?
–De verdad… pero no sé porque te pones así… ya no quiero seguir hablando de esto, me da pena…
–Hay amiga es que no se qué pensar… ya… ya la última pregunta y te juro que no te molesto mas con mis salidas…
–Que quieres saber ahora…?, la nena ya no sabía dónde meterse con tanto interrogatorio,
–Y… tu… te la co… comiste toda!?, le consulta Katherine Riveros quien otra vez estaba sentada en la cama y al frente de Cielo Riveros totalmente excitada y nerviosa con las confesiones de su amiga,
La inigualable chamaca sintió las tremendas ganas de pararse y salir corriendo de la casa de su salida amiga, o sea, si se quedo fue por la misma situación en que estaba metida y además que Katherine Riveros era su mejor amiga, sumado a que desde chamacas la rubia siempre había sacado la cara por ella en el colegio debido a su carácter tímido, pero ella no estaba acostumbrada a mantener este tipo de conversaciones con nadie,
–Que… cosa… me c… co… comí?, no te entiendoooo…, le dijo finalmente y nuevamente con unos de sus deditos de la mano doblado y puesto en su labio inferior,
–Acaso te la pudo meter entera pues mujer… vamos dime te la metió todita!?
Cielo Riveros mordiéndose su labio inferior y mirando a su amiga con sus ojos verdes también algo ya medios extraños debido a la singular conversación le asintió con su carita.
–Amigaaaa…!, exclamo Katherine Riveros de pronto, –Si ya eres toda una mujer…!! bravo!!!, le dijo abrazándola y poniéndole sus juveniles tetas en la cara de la extrañada chamaca, –Vez…! Vez!? que no es tan terrible hacerlo de vez en cuando con algún chico…, le dijo finalmente estampándole un femenino beso en la frente, –Ohhh Cielo Riveros ya son las 8.30, como se nos paso la hora con tanta platica, le iré a decir a mis padres que vamos a salir y nos vamos por esos chavos, jijiji.
Y así una vez que la descocada rubia dio por terminada la confesión en que sometió a su amiga del alma, pidió permiso para salir y recibiendo un dinerito por parte de sus papis para que devuelta tomaran un taxi, ambas colegialas de 18 años emprendieron rumbo a la feria donde la esperaba el siniestro de don Pedro acompañado por el otro fiero mecánico que era don Cipriano, claro que este ultimo ahorita poco andaba un poco mas tranquilizado, por el tremendo pedazo de mujeron que le había robado a un pobre y buen hombre, y que en esos momentos la tenia preñada y esperándolo en casa hasta la hora que a él se le ocurriera llegar.
Mientras caminaban en dirección a la feria Katherine Riveros no se cansaba de interrogar a Cielo Riveros sobre su relación paralela y secreta que tenia a espaldas de Rodrigo, deseaba saber todo sobre el apuesto muchacho que había conocido su amiga, en tanto Cielo Riveros intentaba de solo hablar lo suficiente,
–Ellos… o sea Rodrigo… y este otro chico que te digo… ehhh son algo distintos…,
–Noooooo…! o sea es verdad…! estás jugando a dos bandas, jijiji y yo tan calladita que te creía, pero está bien amiga, así es como tiene que ser una con los hombres, –Oye y como se llama el afortunado…
–Ehhhmmm se llama Pe…droo…
–Pedro…!?, jijiji que emocionante es todo esto que me cuentas… y dime…
En otra parte más retirada de donde caminaban las dos soberbias chamacas a juntarse con un par de vejestorios, un angustiado Rodrigo sentado en un escaño de la solitaria plaza aun conservaba ilusiones que su novia de un momento a otro llegaría, o que le llamaría diciendole del porque otra vez lo dejaba plantado, el ya la había llamado muchas veces y su única respuesta fue el celular apagado de Cielo Riveros, el chamaquito estaba con sus ojos llorosos pensando miles de cosas, algunas con una que otra connotación a lo que en verdad estaba sucediendo, pero no con la crudeza de como lo era realmente.
Ya eran casi las 9 de la noche y a esa hora la feria ya estaba en su máximo apogeo, ambas beldades ya habían llegado, una con un exquisito mini vestido negro con el cual enseñaba cada una de sus curvas, y la otra con minifalda de mezclilla, polera blanca con tirantes y con una pequeña chaqueta también de mezclilla, tenían la locura en la entrada, ya que eran largas las filas de personas que deseaban pagar el ingreso, y casi la gran mayoría de esas personas eran chamacos imberbes que iban en busca de acción, otros eran salidos vejetes que estaban dispuestos a pagar la entrada con tal de recrear la vista con la gran cantidad de jovencitas que por lo general asistían a este tipo de atracciones, y la tercera parte ya eran serios padres de familia que concurrían con sus hijos y esposas a disfrutar un rato de las entretenciones, como se dijo la feria estaba atiborrada de gentes.
Cuando Cielo Riveros con Katherine Riveros por fin pudieron llegar al sector de las boleterías, la rubia recién cayó en cuenta que en esta ocasión fue su amiga quien iba adelante y la arrastraba a ella entre medio de toda la muchedumbre agarrada de la mano, parecía muy apurada según lo notaba, además que se suponía que tenían que hacer la fila para entrar, y cuando por fin ya se vio en la misma entrada de acceso vio como su por lo general retraída amiga y que debido al bullicio imperante y la fuerte música cumbianchera casi le tuvo que gritar a un viejo que estaba ridículamente vestido como los hombres del tiempo de charlestón, con bastón con rayitas blancas y todo, y que ella solamente le dijo que venía de parte de «don Pedro».
El viejo que estaba notoriamente todo traspirado y embutido en aquel ridículo traje que por contrato debía vestir mientras checaba los ticket de entrada, quedo impresionado al ver y escuchar el mismo como eran dos potables hembritas las que venían de parte del jefe de los mecánicos de la feria. Cuando este mismo le dio instrucciones de que vendrían dos putillas a preguntar por él y que debía dejarlas entrar sin necesidad de pagar la entrada él se había imaginado dos mujeres cuarentonas todas pintarrajeadas, pero esto… esto que tenía antes sus ojos era muy distinto a lo que el erróneamente había imaginado se dijo mientras miraba a la nena de cabello oscuro y de unos preciosos ojos de color verde turquesa,
–Ehhhh…! no te escucho nenita que me dices!!??, le contesto el vejete finalmente mirándolas a ambas de pies a cabeza, su intención no era otra que alargar el momento para deleitarse con la presencia de ambas beldades.
–Que venimos de parte de don Pedroooo!!!, volvió a exclamar la chamaca,
–La música está muy fuerte no te escucho…!!, acércate y dímelo al oído…!!!
Mientras esto sucedía en la misma entrada de la feria, fuertes silbidos venían desde las largas filas de gentes que esperaban por entrar, pero el viejo no se inmutaba ya que quería retener los más posible a aquellas impresionantes jovencitas que habían llegado preguntando por uno de sus colegas,
–Que venimos de parte de don Pedro!!!!
–Ahhhh…!? No escuchoooo acércate mas nenitaa, jejejej que es lo que me quieres decir!!?
La colegiala ya un lado de aquel tremendo vejestorio, se empino posando sus labios al lado de una oreja poblada de pelos canosos y volvió casi a gritarle,
–Señor… venimos de parte de don Pedro Venturaaa…!!!
El viejo sintió en sus mismas fosas nasales ese inigualable aroma a mujer joven y limpia, que se entre mezclaba con la fragancia a jazmín, orquídeas o frutillas, que emanaba de ese sedoso cabello oscuro que ella tenía por detrás de la oreja.
El caliente portero se sentía hechizado con el candor que desprendía en forma natural semejante chamaquita, mientras veía como la otra hembrita que la acompañaba y que también era tan atractiva como la primera, pero de distinto sabor se imaginaba el vejete, esta también lo miraba con cara de juguetona y estirándose su rubio cabello en señal de espera enfundada en un soberbio vestido negro.
–Ahhhh… si… si…, dijo finalmente posando su manaza libre en la estrecha cintura de la nena, y rozándole su verga en una de sus caderas, y a sabiendas que ya no podía dilatar mas aquel mágico momento, y preguntándose cómo era que ese viejo cascarrabias y mal vividor de Pedro Ventura, conocía a tan angelicales y encamables mamasotas, finalmente dijo, –Pasen…! pasen…!! él dijo que lo ubicaran en el acceso de la montaña rusa, termino diciendo y apuntando con su bastón hacia donde se encontraba la atracción mecánica, mientras los chiflidos y reclamos de las gentes que esperaban para entrar se hicieron más ensordecedores al ver como a ese par de chamacas las dejaban entrar gratis y sin ni siquiera hacer la fila como a todos.
Una vez ya estando adentro de la feria las atractivas chamacas caminaban en dirección hacia la montaña rusa, en donde una eufórica Katherine Riveros no terminaba de festejar la hazaña de su amiga,
–Jijiji… que emocionante amiga, entramos sin hacer la fila y sin pagar… ese chico Pedro debe ser una persona muy importante aquí en la feria… o no me vas a decir que es el dueño!!??
Cielo Riveros quien caminaba cadenciosamente mirando de reojo a su amiga, y escuchando que esta no dejaba de transmitir, solo le dijo,
–Ehhh… él es mecánico…
–Mecánico…!?, Katherine Riveros se imagino al instante un buen mozo y fuerte muchachón vestido de jean y con camiseta musculosa teniendo este una llave de tuercas en sus manos…
Tras avanzar y cruzar por la rueda de la fortuna, que esta no era más que un armazón de fierros todos oxidados y que no pasaba mas de los 20 metros de altura, con desvencijados asientos colgando de unas cadenas que ya estaban que se cortaban, las colegialas ya estaban casi llegando a destino, se fijaron que la montaña rusa en esos momentos funcionaba a full con su tren de carros oxidados y faltos de pintura que estaba en la parte más empinada y que ahora caía cuesta abajo por los rieles, con las gentes gritando de pánico y con las manos alzadas.
Y justo al frente de este tradicional juego había también un improvisado escenario adornado con ampolletas pintadas con tempera de distintos colores, intentando dar un ambiente festivo de lo que ocurría arriba del dicho proscenio en el cual un quinteto de 5 muchachos de pelo largo y ondulado vestidos con unas chaquetas que parecían impermeables, estos doblaban e imitaban a un conocido grupo de cumbias que ya estaban pasadas de moda, aun así el lugar estaba atiborrado de hembras de todas las edades que no se cansaban de gritar y alentar a los artistas que quienes mientras simulaban cantar al unísono mandaban el característico salto estirando un pie para adelante como en su tiempo lo hicieron aquellos grupos, y cuando esto ocurría las mujeres más gritaban y chillaban como eufóricas.
Mientras ambas jovencitas miraban muy entretenidas el show que se llevaba a cabo en el escenario pero sí bastante retiradas de la muchedumbre de mujeres, fue la vivaz Katherine Riveros quien se percató que solo a unos tres metros de donde estaban ellas habían dos borrachos con cara de ser delincuentes que las estaban tasando abiertamente, ya que ambos se cuchicheaban y se reían burlonamente de ellas, mientras se bebían cada uno una cerveza en lata.
Los vio viejos y desalineados, ambos vestidos con unos gastados jeans, uno de ellos con una camisa negra tenía una risa burlona pero que también era de orgullo por algo que le dijo el otro viejo que vestía una gastada camisa roja a cuadros y que calzaba unas viejas y llamativas botas vaqueras.
— Cielo Riveros… … esos viejos nos están mirando, jijiji… intenta mirar a tu izquierda en forma disimulada, jijiji…
Cuando la colegiala miro como pudo en la dirección que le dijo Katherine Riveros sintió unas tremendas ganas de ponerse a vomitar ahí mismo cuando comprobó que su hora había llegado, ahí estaban parados don Pedro con su hermano, dispuestos a cumplir con lo que el vejete le había anticipado a la nena.
Mientras eso les ocurría a las encomiables colegialas una situación muy parecida ocurría solo a tres metros de donde estaban ellas,
–Ja…!!! te dije que en persona eran más buenotas que en las fotografías pendejo…, y que me dices ahorita que las vez en directo mi buen,
–Pus yo voy por la chamaquita de pelo oscuro we…!!! que culo que se gasta la desgraciadaaaa!!!, le dijo un ya lujurioso don Cipriano a su hermano, al tener a su vista a la hembra que este tanto le había hablado,
–No hay dramas mi zorro…! tal como ya lo hemos hablado tantas veces por whatsapp, jejejeje, yo ya le tengo hambre a esa rubita con cara de viciosa que se gasta la muy puta, le dijo don Pedro a su hermano también evocando a la fantástica visión que había tenido aquella misma mañana y que lo habían dejado conteniéndose por todo el día, y que ahora estaba dispuesto a desfogar con Katherine Riveros que venía siendo como su premio de consuelo.
–Sale mi buen…!! qué tal si ya vamos y las abordamos,
–Jajajajaj si mi buen Cipriano, y recuerda, con la Cielo Riveros tu solo tienes que tomarla como te parezca, o solo asustarla un poco y te aflojará el ojete, pero me deberás dar un tiempito, la rubia esa de su amiga que aparte de tener un aspecto de viciosilla también tiene cara de ser mas vivita, jejejeje, así que hay que intentar que entre en confianza, en todo caso si se pone altanera me la pienso violar igual, ya deje instalado un catre y un colchón en la cabaña que tengo en las afueras para que nos las culiemos tranquilos y sin que nadie nos moleste, así que una vez que ya las tengamos un poquitín ebrias nos vamos en mi auto, jejejeje.
–No te preocupes pendejo… que así será! además que yo sé tratar con zorritas como esas, jajajaja, pero tu auto apenas anda, que tal si vamos en mi camioneta nueva, es moderna y en 10 o 15 minutos llegaremos fácilmente a tu casucha abandonada, jajajaja…
–A sí, tu camioneta nueva…jejejeje lo había olvidado, últimamente cambias de auto a la misma vez en que lo haces de vieja, jajajaja, vamos!!
–Jijiji… mira ahora se nos vienen acercando…, seguro que intentaran algo con nosotras, jijiji, le decía la desprevenida y muy sonriente Katherine Riveros a su amiga, mientras Cielo Riveros que no hallaba donde meterse por lo que a continuación se venía, solo se dio a morderse fuertemente su labio inferior y mirar hacia cualquier parte para esperar que se sucediera aquel desastre.
–Jajajajaja!!! como estas lindura…!? qué bueno que llegaste puntual y junto con tu amiguita, jajajaja!!!!, fue lo primero que dijo don Pedro con su siniestra y babosa sonrisa una vez que ya estuvieron frente a las colegialas, al mismo tiempo en que con total propiedad tomo a Cielo Riveros por la cintura y le mando un asqueroso beso en la boca que duro por lo menos unos 10 segundos.
La impactada Katherine Riveros que no supo a como atinar solo se quedo parada como estatua mirando lo que ahí ocurría, al mismo tiempo que la risa se le borro en el acto de su cara cuando vio como su amiga recibía el beso con sus ojos verdes espantadamente abiertos por parte de un vejestorio de por lo menos unos 60 años, y que por lo que había alcanzado a ver este ni siquiera tenía dientes.
Una vez que el vejete libero a Cielo Riveros del opresivo besuqueo, Katherine Riveros quien por su mente pasaron miles de cosas se la quedo mirando esperando a que su amiga le explicara lo que ahí estaba sucediendo, pero se dio cuenta que una muy avergonzada Cielo Riveros solo se dio a mirar al suelo negándose a mirarla a los ojos.
–Que te pasa…!?, le rugió don Pedro a la avergonzada colegiala, –Porque te quedas tan callada pendeja… si se supone que ustedes dos vienen a pasarla bien, no nos vas a presentar a tu amiga!?, dijo finalmente el asqueroso mecánico ahora mirando a Katherine Riveros de pies a cabeza y ya comenzando a comérsela de manera anticipada.
La acongojada chamaca sabiendo que ya no había nada mas esconder ni dilatar, alzo su carita y en forma tímida se dirigió hacia su amiga,
–Katherine Riveros… te presento a… «don Pe…droooo»…, le dijo a la vez que la miraba de reojo y nuevamente mordiéndose los labios…
Katherine Riveros quien hasta ese momento no caía en cuenta de lo que ahí estaba pasando con esos dos viejos horribles, y que ese tal don Pedro era de lo mas pelado a pesar de estar intentando hacerse el simpático con ellas, al escuchar el nombre de ese salido y ordinario sujeto, su expresión de asombro fue cambiando a risa ya que ahora si estaba entendiendo lo que ahí estaba pasando,
–Don Pedro…!?, jijiji el es don Pedrooo, Cielo Riveros…!?, el es de quien me hablaste en mi casaaa!!??, le consultaba la rubia a su amiga aun sin querer creer lo que en su mente ya se estaba figurando, claramente le estaba preguntando a Cielo Riveros si ese horrendo vejestorio que la había besado era supuestamente el chico con el cual ella se había acostado según le había confesado en su casa, y la nena comprendiendo lo que le consultaba su mejor amiga movió su cabeza en forma afirmativa, –Jijijiji… pero comoooo!?… no entiendo nadaaaa!!! El es… don… don… Pedroooo!???, jijiji…, volvía a repetir la risueña y sorprendida rubia.
–Ay Katherine Riveros… ya no te rías mas… y si, el es de quien te hableee…!, le contestaba la avergonzada chamaca dejando al par de vejetes excluidos de la conversación que mantenía con Katherine Riveros.
–Jajajajaja… bien…! y ahora que al parecer ya nos conocemos les presento a mi hermano, se llama Cipriano!, dijo de pronto don Pedro que le valía una verga la conversación de las chamacas.
La rubia quien ya estaba más calmada del repentino ataque de risa que había sufrido al imaginarse a su amiga acostada con semejante esperpento y cuando ya casi estaba recobrando la compostura se quedo mirando al tal Cipriano, que era otro viejo tan asqueroso como el extraño novio de su amiga.
El viejo Cipriano que era tan tosco para sus cosas, al igual que su hermano, solo se limito a saludar,
–Buenas pendejas!!, dijo moviendo su cabeza en señal de desganada reverencia,
Katherine Riveros que era la más despierta de las dos, siempre sonriente y ya recuperada saludó,
–Hola don Cipriano y don Pedro… dijo mirándolos a ambos, –Yo soy Katherine Riveros y soy la mejor amiga de Cielo Riveros, jijiji…
La avergonzada mamasota veía sorprendida como la desenvuelta Katherine Riveros saludaba de lo más normal a ese par de vejetes, siendo que ella había pensado que apenas los viera iba a salir huyendo despavorida del lugar,
–Si… yo algo te ubicaba chiquilla… jejeje, tenía muchas ganas de conocerte en persona, jejejeje, «y de reventarte la zorra a vergazos», pensaba el salido de don Pedro tras sus primeras palabras, en tanto la recorría de pies a cabeza, el viejo continuaba anticipándose a los placeres que ese bien formado cuerpo le tenían reservados,
–Que tal si vamos por unas chelas…, dijo de pronto don Cipriano, –Ya me estoy aburriendo con tanta mamada de presentaciones, mientras Katherine Riveros lo miraba pensando que ese era el «chico» que su amiga le había dicho que tal vez iba a querer acostarse con ella, porque estaba claro que ese tal don Pedro era el otro «novio» de su amiga, y atacándose nuevamente de la risa por tan extravagante situación dijo,
–Jijijiji… Si yo también necesito una… y urgente, jijiji…
Y así el cuarteto se puso a recorrer la feria en busca de cervezas entre medio de los numerosos puestos de fritangas grasientas, otros en donde vendían hot-dogs, viejas con cara de nigromantes que aseguraban presagiar la suerte y la buenaventura amorosa, ruletas que por muy poco dinero le aseguraban al jugador llevarse un premio sorpresa, y así miles de porquerías mas.
Mientras caminaban las dos nenas iban una al lado de la otra, la asustada Cielo Riveros tomo fuertemente del brazo a su amiga, mientras los viejos estratégicamente se ubicaron al costado de ellas, pero don Cipriano al lado de Cielo Riveros, y don Pedro al lado de Katherine Riveros.
Ya estando en el local de las cervezas y mientras los mecánicos escogían las mas heladitas desde un tambor azul en donde estaban estas rodeadas de hielos, Katherine Riveros con Cielo Riveros cada una con un tremendo algodón de azúcar en sus manitas que les habían comprado sus acompañantes tuvieron un tiempo para hablar más íntimamente,
— Cielo Riveros… como te fuiste a acostar con ese caballero… si no tiene ni dientes!?, la rubia puso su cara de asco al decir lo ultimo mientras comía delicadamente de su algodón, le hacía la pregunta mirando de reojo hacia donde estaban los dos ordinarios sujetos, a la vez que omitió la palabra viejo para no ofuscar a Cielo Riveros ya que fue esta misma quien le confirmó que ese era el hombre con quien le ponía los cuernos a Rodrigo…
–Ayyyy Katherine Riveros ya no me hagas esas preguntas… otro día te lo explico todo, pero ahora noooo…!
–Bueno, como quieras… pero te debo decir que me has dejado muy sorprendida amiga, jijiji.
–Ya no seas pesada… y párale de reírte que me da pena, le contestaba la chamaca a la vez que se chupaba los deditos debido a que también estaba probando el algodón azul que caballerosamente le había comprado don Cipriano.
–Ok… Ok… pero nosotras dos tenemos una conversación pendiente, y en cuanto lleguemos a casa me lo deberás explicar todo, jijiji, volvía a reír la rubia cuando miraba al tal don Pedro y a su amiga. –A propósito Cielo Riveros… yo te acompañare en todas las locuras en que andas metida, jijiji, pero ni loca daré pie para acostarme con tu otro amigo, jijiji…
Y justo en el momento en que la colegiala le iba a decir que ese tal don Cipriano no era su amigo y que era la primera vez en su vida que lo veía, fue en eso que los viejos ya se acercaban a ellas.
Los mecánicos se habían aperado con una senda bolsa llena de latas de cervezas, y el astuto de don Pedro a sabiendas que debían ganarse la confianza de la rubia para que la situación no se les hiciera tan difícil a la hora en que se les fueran a coger, saco del bolsillos de su camisa un talonario completo de entradas a todas las atracciones de la feria,
–Jejejeje… miren los que les tenía preparado reinitas, jejejeje, y para que vea el par de chamacas que yo pienso en todo, mientras ustedes se divierten en los juegos todas las veces que quieran, nosotros las acompañaremos bebiendo chelitas, y cuando ya se aburran, nos vamos a una de las fondas a servir cualquier cosita que se les apetezca, dijo finalmente extendiendo el grueso talonario de entradas.
Katherine Riveros quedo fascinada con la oferta de don Pedro cuando este extendió el talonario con entradas, y aparte de eso además las estaban invitando a unos de las fondas instaladas adentro de la feria, a pesar de su apariencia chulesca y de ferocidad, el viejo ese no era tan pesado se dijo para ella misma y viendo que Cielo Riveros no atinaba a recibir el talonario fue ella quien casi se lo arrebato de las manos al mecánico.
–Guau…!!, exclamo de júbilo la rubia una vez que ya tubo todas esas entradas en su poder, mientras las miraba y barajaba con su dedo pulgar, –Un talonario nuevito…, seguía repitiendo, mientras Cielo Riveros ya creía entender cuál era la idea de don Pedro, y así como iba la rubia, su plan le estaba saliendo de las mil maravillas.
Pudo haber puesto en alerta su amiga de que con su actitud estaba peligrando, pero también extrañamente ella sentía mucho respeto por el viejo que la había violado, y más extrañamente sabia que le debía cierta lealtad, no sabía cómo explicarlo, pero finalmente no advirtió de nada a Katherine Riveros y dejo que las cosas siguieran fluyendo por si solas.
A los minutos de lo anterior los momentos de tensión para nuestra colegiala se fueron disipando de a poco, y como era que no, si se subió junto a Katherine Riveros tres veces seguidas a la montaña rusa, y otros dos a la ruleta de la fortuna, gritando y chillando como lo hacia las demás gentes que disfrutaban de los juegos al igual que ellas, sin mencionar el martillo mecánico y otros juegos pocos.
Pero el colmo de la buena onda fue cuando don Pedro con de 10 certeros disparos de escopeta se gano el oso de peluche más grande para Katherine Riveros, y lo mismo hizo don Cipriano cuando al no ser tan bueno disparando como su hermano y para no ser menos que este de un solo puñetazo rompió el vidrio de unas de las cajas que estaban llenas de premios que se tenían que rescatar con unas tenazas al echar una moneda, pero al intentarlo dos veces decidió que él no estaba para ese tipo de mamadas y saco el premio a su manera, o sea a lo bruto, ante los asustados ojos de Cielo Riveros que recibió por parte de salvaje viejo un corazón de peluche rojo que con letras negras decía «I Love You», mientras que la horrorizada nena con el corazón de peluche bajo el brazo ya veía que en cualquier momento llegaban gentes de la feria y los echaban a los 4 por desordenados.
Ante tan festiva algarabía y felicidad del momento Katherine Riveros saco su celular y conmino a todo el grupo a sacarse una selfie con todos muy juntos y abrazados a la vez que juntaban sus caras, con lo cual se inmortalizo el momento con una muy sonriente Katherine Riveros que no le importaba el fétido olor a cuerpo de don Pedro que se ubico a un lado de ella, Cielo Riveros salió con una pequeña sonrisa en sus labios pero que en sus ojitos verdes había algo de tristeza, y al lado de cada una de ellas un par de vejetes canosos y desalineados, uno salía con cara de risa burlona y sin afeitar que le faltaban los dientes, y el otro que era bien moreno, canoso también, y que por su semblante parecía estar enojado por algo, tras ellos se veían distintas luminosidades de la feria.
Aun era temprano, faltaban algunos minutos para las 11 de la noche y las entusiasmadas colegialas se dejaron llevar a una de las 5 fondas que se habían instalado al interior de la feria, la cual en estos momentos estaba a reventar pues era día viernes y sumándole que hacía mucho calor.
Una vez ya estando adentro y mientras caminaban a la mesa que había dejado reservada don Pedro, ambas colegialas se sabían observadas por casi la totalidad de miradas masculinas que pululaban en aquel ordinario antro, en el cual las improvisadas mesas hechas de tablones viejos y ennegrecidos estaba atiborradas de botellas de cervezas, vacías, llenas , hasta la mitad, jarras de vino tinto y frutillas picadas, vasos con moscas pegadas a estos y en donde los comensales ni siquiera les interesaba tan antihigiénica situación, solo se daban a mirar y devorarse a semejante par de chamacas de las que no acostumbraban a entrar a fondas como esas, esta estaba adornada con pintorescas guirnaldas de distintos colores que colgaban en el techo como a las vez sujetadas de poste a poste.
Más de uno de esos hechizados machos tuvo la intensión de abordarlas para ver qué pasaba, pero al caer en cuenta de la ferocidad con que el par de viejos que las acompañaban también los miraban a ellos al estar tasándoles a sus viejas, estos preferían solamente a sonreírles como animándolos a continuar en tan deliciosa empresa.
Mientras todo esto ocurría, la situación era coronada por la fuerte música que salía de los parlantes en donde se escuchaba nítidamente una sufrida y conocida canción que decía algo parecido a esto: «Seeeñor abooogadoooo… yooo la mateeeee!!!».

Una vez ya estando los 4 sentados en la mesa de tablones las nenas no se dieron cuenta cual fue el momento que esta estaba repleta de botellas de cervezas de a litro y con dos de Tequila, la anterior música había sido reemplazada por distintas tandas de cumbias varias y reggaetón.
Por su parte Cielo Riveros solo se daba a beber cerveza en uno de los dos vasos limpios que don Cipriano al tener ya cierta experiencia con hembras de ese cilindrada como decía él, había ido a pedir para ellas, mientras Katherine Riveros bebía Tequila a la misma vez que le conversaba animadamente a don Pedro de lo muy aburrida que estaba en el colegio y de las muchas ganas que tenía de terminar los estudios para ponerse a trabajar.
Nuestra colegiala ya estaba alerta de lo extraño que era la situación de que don Pedro se había sentado al lado de su amiga y que fuese su hermano el que prácticamente se estaba encargando de ella, la situación la tenía muy confundida, aunque aun recordaba las palabras de don Pedro: «Nos las vamos a culear a las dos juntas, jajajaja!!!»
Desde su posición Cielo Riveros veía como la coqueta Katherine Riveros hablaba muy animadamente con don Pedro, y como este le celebraba todas sus ocurrencias llenándole el vaso con tequila y sal por cada vez que la rubia lo desocupaba, fue en eso que sintió la también aguardentosa voz de don Cipriano que abiertamente la estaba invitando a bailar, claro que a su propio estilo,
–Jejejeje… ahora que ya estamos más en confianza que te parece si vamos un ratito a menear el esqueleto lindura, jejejeje, le decía el viejo en su oído y sin quitar su enrojecida mirada de las fabulosas piernotas que se gastaba la muy condenada chiquilla y que las tenia cruzadas una sobre la otra mostrándole a él y a la gallada imperante una buena parte de estas, en esos momentos la música estaba muy fuerte y tocaban una tanda de Dady Yanqui,
–Ay don Cipriano… es que no se que piense don Pedro si yo salgo a bailar con Usted, le dijo la chamaca nerviosamente haciéndose la importante y mirando hacia la pista de baile.
–Jajajajaja…, yo no tengo nada que ver con tus webadas pre juiciosas, jajajaja, le bufo el mecánico nuevamente al oído y la tomo del brazo firmemente para llevársela a la pista de baile.
La impresionada y escandalizada Cielo Riveros se vio al medio de la pista con el viejo que simplemente la tomo de la cintura a la vez que nuevamente le decía al oído en forma de dictamen,
–Ahora báilame…! zorraaaa!!!
La asustada Cielo Riveros mientras se vio en tal situación llevo su vista hacia donde estaba don Pedro con su amiga pero lo único que vio fue que ellos al parecer estaban muy entretenidos hablando de sus cosas ya que el viejo mecánico que la había violado en un momento cruzo su mirada con la de ella, pero luego de mirarla en forma siniestra simplemente desvió la mirada hacia la rubia como diciendole que a él no le importaba que ella estuviera bailando con su hermano, así que la chamaca ya no quedándole mas muy cadenciosamente comenzó a menear sus caderas ante el ritmo del reggaetón.
Así estuvieron bailando por unos buenos minutos en donde la colegiala cerro sus ojos y se dejo llevar por el diabólico y estruendoso compás reggetonero, hasta que cayó en cuenta que desde hace un rato don Pedro y Katherine Riveros estaban junto a ellos, tomando y bailando como es debido, ya que el vejete se había traído una de las botellas de Tequila con la única intención de llenar el vaso de la rubia, y quien tras bebérselo al seco le ofreció uno a Cielo Riveros que no sabía a cómo reaccionar de todo lo que allí estaba sucediendo, hasta que vio que Katherine Riveros debido a la fuerte música se le acerco al oído para casi gritarle,
–Ándale Cielo Riveros…! suéltate mujer, lo que es yo me la estoy pasando re bien con tus amigos, solo bailemos un rato y luego nos largamos,
Cielo Riveros quien se sintió más segura con las palabras de su amiga tomo el vaso que le ofrecía Katherine Riveros y también empezó a beber junto con ella, a la vez que animada por la rubia, empezaron a hacer una serie de sugerentes pasos y movimientos lujuriosos que muchas veces habían practicado juntas, además que aquella endemoniada música así se bailaba.
La situación dentro de la fonda se volvió de lo más candente, la música reggetonera estaba a todo dar y ambas nenitas se robaron la atención de casi toda la asistencia, las únicas que no miraban el espectacular baile que se estaba llevando a cabo al medio de la pista eran las celosas mujeres de la machada, aunque si habían algunas que las animaban aplaudiendo y moviendo sus cuerpos intentando imitarlas, mientras nuestras hembritas meneaban la cintura sensual y ondulatoriamente con sus manos puestas en la cabeza o entre medio de sus cabellos, mirando de vez en cuando hacia sus espaldas donde los traspirados y eufóricos vejetes pasaban sus manazas por todo el contorno de aquellas dos delineadas figuras que tenían la zorra adentro del antro con sus movimientos femeninamente lujuriosos y exorbitantes.
La gran mayoría de los asistentes se preguntaban que hacia ese par de Diosas con dos viejos aterradoramente feos, mientras ahora ellas perreaban escandalosamente con ellos, bebiendo tequila y a veces cerveza, fue en uno de esos movimientos en que Katherine Riveros sintió en su trasero la enrome protuberancia que ese tal don Pedro guardaba bajo sus pantalones, situación que la hicieron recordar la imagen de su amiga con sus dos manitas separadas indicándole las medidas vergales del viejo cuando ella misma se lo pregunto, y ahora que ella estaba perreando con este mismo comprobaba que su amiga no le había mentido, pensamientos que sin darse cuenta ella misma la llevaron a menearse más sugerentemente.
Hasta que la combinación de tequila y cerveza hizo que ambas chamacas se pusieran un poco mas ebrias que sus dos acompañantes masculinos, por lo que a veces bailaban solas, Katherine Riveros se ponía detrás de Cielo Riveros, mientras la colegiala se meneaba como una culebra echando su trasero sugestivamente para atrás en donde la rubia agarrada a sus caderas subía y bajaba su cuerpo rozándole por este desde las tetas, pasando por el ombligo y hasta su vagina, para luego Cielo Riveros voltearse felinamente moviendo todos sus cabellos los cuales quedaban tapándole a medias exquisitamente su rostro y ubicarse frente a frente con la rubia quien delicadamente y siempre meneándose ambas hacían como si en cualquier momento se fueran a dar un beso en la boca, siendo animadas por gritos y aplausos de todo el circulo que se formo alrededor de los 4, para luego separarse muertas de la risa, y para comenzar a bailar y a repetir la operación o intercambiándose a los viejos entre ellas haciéndoles mamadas parecidas a sabiendas de que toda la atención de la fonda estaba puesta en ellas.
Los viejos ya no daban mas de calentura y captando que ese era el mejor momento para atacar decidieron ponerse en campaña en el acto para lograr sus lujuriosas intenciones.
Una vez que ya estuvieron de vuelta en la mesa Cielo Riveros a pesar de ya encontrarse un poco más distendida se daba cuenta como don Pedro le decía algo a su amiga al oído mientras la rubia reía coquetamente y tras de mirarla a ella, se daba a contestarle al viejo también en el oído, hasta que vio a Katherine Riveros parase y venir a sentarse a un lado de ella para preguntarle,
–Oye Cielo Riveros… tu amigo dice que sabe de una fiesta de un conocido de él y que no queda muy lejos de aquí, y nos está invitando… tú qué dices?, te animarías a ir…!?
Cielo Riveros al instante llevo su vista a los aborrecibles ojos negros del vejete que con solo mirarla le dio a entender que ella tenía que acceder a lo que su amiga le preguntaba, mientras don Cipriano había ido a cancelar todo lo que se habían servido.
–Katherine Riveros mejor digámosle que nos vamos, ya estoy algo cansada le decía la chamaca quien ya estaba más despejada de mente que su rubia amiga, aunque sabía que esos perros no iban a soltar sus presas tan fácilmente.
–Vamos Cielo Riveros…! no seas tan aburrida, si la estamos pasando genial con tus amigos, acaso no has notado que además andan con mucha lana para gastar?
–Katherine Riveros yo creo que lo mejor es que nos vayamos…
–Solo será un rato… mira yo misma les digo que luego de estar solo un ratito en la fiesta nos deben ir a dejar a mi casa, además no eras tú la que tantas ganas tenías que saliéramos con ellos!?.
Cielo Riveros estando clara que su amiga solita se estaba entregando a los leones, le pregunto más que nada para no sentirse mal con ella misma,
–Pero Katherine Riveros… tu de verdad quieres ir para donde ellos nos llevaran!?
–Si pus mensa… si por algo te estoy intentando animar a que vayamos…
La colegiala tomando aire, y viendo que su salida amiga se negaba a que ellas se retiraran finalmente le dio su aprobación, aunque sabía que el resultado de aquello no sería nada bueno.
–Bueno, vamos… pero yo no respondo…, le contesto finalmente.
La muy entretenida Katherine Riveros aunque escucho lo ultimo dicho por su amiga no le dio importancia a tan significativo comentario hecho por ella, simplemente se fue a sentar al lado de don Pedro para comentarle que ya estaban Ok, y que se podían largar a la fiesta que él decía en cuanto lo estimaran conveniente.
Ante los impresionados ojos del respetable público las dos impresionantes colegialas cada una con un llamativo peluche bajo el brazo hicieron abandono de la fonda acompañadas de los dos vejetes que ya se iban sobando las manos por lo que en pocos minutos estaban prestos a disfrutar.
A la rubia se le desorbitaron los ojos de impaciencia cuando fue el mismo don Cipriano quien al sacar las llaves de la camioneta de Gabriela acciono la alarma de esta para desconectarla como a la vez destrabar el seguro de las puertas, bip-bip!!! se escucho en el estacionamiento de tierra en donde aún quedaban algunos vehículos estacionados pertenecientes a personas que aun disfrutaban de la feria.
–Jajajaja… qué tal si me das las llaves y yo manejo mi buen Cipriano, esta lindura al parecer está desesperada por subirse a tu cacharro, jajajaja!!!, le decía don Pedro a su hermano, viendo como se puso de eufórica la rubia al ver la moderna camioneta.
Don Cipriano quien miro a Cielo Riveros y al ver que esa chamaca le daba lo mismo el tipo de vehículo que el poseía debido a la seriedad de su rostro, no mostro objeciones para esto, así que le cedió las llaves a su hermano.
De un momento a otro el cuarteto ya iban en dirección a la casucha de don Pedro la misma que en alguna ocasión había ocupado don Cipriano para culearse a otra rubia.
Don Pedro manejaba con el brillo de la calentura en sus ojos ya que a su lado llevaba a la atractiva Katherine Riveros mostrándole generosamente una buena parte de sus relucientes piernas, mientras esta no paraba de hacer preguntas sobre los tipos de autos que a ella le gustaban, ya que se sabía de estar en compañía de dos secos profesionales de las tuercas, neumáticos y motores.
Cielo Riveros solo miraba como las celestes y a veces amarillentas luces de la gran ciudad pasaban rápidamente ante sus ojos verdes, ella sabía muy bien lo que se venía ahora, y puso especial atención que en los asientos delanteros la muy coqueta Katherine Riveros no dijo nada y ni si quiera tuvo la mas mínima intención de incomodarse cuando el viejo Pedro poso una de sus mugrientas manos en el muslo de ella.
Una ligera sensación de incomodidad se apodero de nuestra inigualable colegiala, al entender ya fehacientemente que el viejo caliente de don Pedro en aquellos momentos estaba más interesado en su amiga que en ella, y como desde que había subido a los asientos traseros junto a don Cipriano este mismo no dejaba de hacer lo mismo, unos furtivos celos que la atacaron sin poder ni ella misma explicárselo la hicieron que llevara su manita a la peluda manaza que la estaba manoseando en las piernas y tomársela como si ellos fuesen una pareja, el caliente mecánico de don Cipriano al ser testigo de lo anterior se sintió en el cielo al notar que al parecer no le iba a tomar tanto trabajo convencer a esa tremenda pendeja de cabellos negros y ojos verdes de que se despojara de su ropa una vez que llegaran a la casucha, como también ya imaginaba como la iba a poner, en esta posición y en aquella para las tremendas culeadas que le iba a plantar, el vehículo cada vez más se acercaba a destino, este ya había tomado el polvoriento camino de tierra.
Don Pedro ya estaba estacionando la camioneta entre medio de varios vehículos abandonados, y fue Katherine Riveros quien al mirar la deplorable casa de campo hizo las primeras observaciones,
–Al parecer en esa casa no hay nadie, esta todo en silencio, dijo mirando a don Pedro,
–Deben estar conversando, jejejeje, ya es un poco tarde y seguramente están bebiendo y platicando animadamente, –Pinche Cipriano…! porque no te encargas de la situación mientras yo llevo a esta lindura a dar otra vueltecita en la camioneta ya que le gusto tanto, jejeje…
–Una vueltaaaa!!! Siiii yo quiero dar otra vuelta en camioneta, jijiji…, opino Katherine Riveros ante la esplendida idea de don Pedro, en su mente pensaba lo envidiosa que se pondrían sus amigas si la llegasen a ver paseándose en tan moderno vehículo.
–No hay drama pendejo…!, yo me llevare a esta reinita para presentarla con nuestros amigos, jejeje, vamos!?, le dijo el viejo dirigiéndose a Cielo Riveros.
La asustada chamaca al saber que todo eso de la fiesta eran solo falacias, intento por última vez hacer entrar en razón a Katherine Riveros,
–Katherine Riveros… nosotras andamos las dos, dijimos que no nos separaríamos en ningún momento…
–Ay Cielo Riveros…! no seas tan dramática, ellos son tus amigos, yo con don Pedro solo iremos a dar una vuelta más en camioneta y luego estaremos de regreso, así que compórtate como una mujer adulta y ve con su hermano, nosotros vamos y volvemos.
Una vez que Cielo Riveros con don Cipriano bajaron de la camioneta, la nena vio desaparecer el vehículo en el cual don Pedro se llevaba a su amiga, situación que la hizo sentir sola y desprotegida, solo la oscuridad de la noche y el canto de los grillos la acompañaban en aquellos desventurados momentos, sus ojitos se le llenaron de lagrimas al ya presentir que este extraño hombre al cual ella misma había alentado tomándole la mano solo hace unos minutos, ahora no le guardaría consideraciones.
Y efectivamente así fue, cuando la chamaca estaba pensando en esto último se vio tomada de un brazo por la fuerte manaza de don Cipriano quien sin decirle nada casi se la llevo a rastras y en las penumbras hacia el interior de aquella tétrica casucha deshabitada.
Cielo Riveros una vez que ya estuvo dentro de la casa de madera, y cuando el vejete acciono una fuerte luz alógena que estaba instalada en forma artesanal pudo ver con sus atribulados ojos verdes como seria el nuevo lugar en donde nuevamente abusarían de ella, lo único que vio ante la fuerte luminosidad fue un tosco y amplio cuadrado de maderas apolilladas que no contaba siquiera con una ventana, y que para rematarla daba la impresión que en cualquier momento esta «casa» se desplomaría, sus ojos recorrieron aquella mugrienta habitación en donde estos vieron una vieja mesa con ollas con comida que en alguna ocasión pudo haberse podrido, ahora todos esos contenidos estaban secos, le llamo la atención que todos aquellos utensilios habían sido corridos hacia las lados ya que al medio de la mesa había un espacio como si sobre ella alguien hubiera hecho algo.
Siguiendo con su visual recorrido la nena pudo ver un viejo armario con todas sus tablas sueltas, un par de sillas botadas, y para terminar vio como en un rincón de aquella destartalada estancia había un viejo catre de campaña que solo tenía una delgada colchoneta de espuma que ni siquiera tenía forro, solo era amarillenta oscura y toda percudida por la mugre, con manchas de meados secos.
Y a un solo metro de tan singular camastro estaba esperando un viejo colchón tan asqueroso como el primero pero este simplemente estaba tirado en el suelo, a la nena le dio la impresión que este había sido sacado directamente desde un basural, debido a que en muchas ocasiones en que ella pasaba por sectores parecidos veía este tipo de jergones adornando aquellos asquerosos lugares, sumándole a que toda aquella habitación estaba impregnada con un fuerte olor a basura agria que amenazaba con cualquier momento hacerla vomitar, ya que eran seguidas las fuertes arcadas que estaba sintiendo.
En un principio una muy nerviosa y asqueada Cielo Riveros se limitó sencillamente a mirar aquella infernal inmundicia, poniendo gran atención a las antiguas modelos que lucían desnudas en los amarillentos y ya raidos posters que adornaban las paredes de la casa-habitación, y a las numerosas bolsas rotas con basuras de todo tipo, que estaban al interior de la mísera vivienda, entre estas había: latas de pescado; pañales con caca seca de algún infante recién nacido; cascaras de melones y huevos; corontas de choclo; una muñeca desnuda, sin pelos y faltándole una pata; toallas higiénicas usadas, que la sangre seca se veía café bien oscura y que estaban desperdigadas por distintos lugares de aquel mugriento piso.
Todos estos desperdicios habían sido desparramados ya sean por perros o roedores, según ya casi lo podía adivinar nuestra asqueada colegiala que ya estaba que se desmallaba por lo repugnante de su situación.
Estando en estas repulsivas apreciaciones, la nena con ojos espantados y al borde de los vómitos sintió que era tomada por la espalda por unas poderosas manos que la jalaban desde la cintura hacia atrás sintiendo en su trasero una tremenda y dura herramienta por lo cual supo casi en el acto que era con esta misma con la que le harían el trabajo.
Por su parte el ardiente y desesperado de don Cipriano estando tras ella una vez que la tomo desde la cintura para sentir por fin y con sus propias manos las bondadosas curvas que la chamaca poseía en su venerable cuerpazo, este se dio a ponerse manos a la obra en modalidad ipso facto.
Su hermano había sido claro, a la pendeja esa había que llegar y tomarla como uno quisiera, o asustarla un poco si se ponía difícil, y así lo iba a hacer él.
El ansioso mecánico metió rápidamente sus dos manos por la parte baja de la blanca polera, entre esta misma y la falda de mezclilla de la chamaca, para al instante sin previo aviso y sin importarle nada se la subió con tal fuerza que de paso también le subió el sujetador, o sea Cielo Riveros en menos de tres segundos ya sintió que la tenían con las tetas al aire, sin palabras soeces y sin sobajeos.
La espantada chamaca grito en el acto,

– Cielo Riveros -Noooooooooooo… q… que haceeeee!!!, exclamo intentando proteger sus desnudeces, pero más escandalizada se puso cuando el viejo no contento con lo anterior y en forma de como si fuese un experimentado en la materia le bajo el cierre trasero de la mini falda de mezclilla y de un solo tirón hacia abajo se la retiro incluso arrastrándole la pequeña tanguita blanca que la nena había escogido para aquel día que iba a salir a tomar aire con su novio.
– Cielo Riveros -Noooo como me hace estooooo…!? que haceeeeeee…!?, le gritaba la escandalizada chamaca cuando sintió que también la despojaban de sus otras vestimentas.
–Jajajajaja!!! rio triunfalmente don Cipriano en forma tan desvergonzada como lo había sido siempre, salvo en el último tiempo que se había dado a las mamadas románticas, –Que es lo que te estoy haciendo!?, pues te estoy empelotando para culearte chamacaaaa…!!, te cargas un culo y unas chichotas que están para el Nobel de la Calentura..!! zorraaaa…!!!!
–P…pero… mi amiga y don Pedro llegaran en cualquier momentoooo…!, le contestó la aterrada nena aun de espaldas a él y sin atinar a nada.
–Claro que llegaran perraaaa…! si así lo tenemos acordado con mi hermano…, jajajaja! simplemente se llevo a la putinga de tu amiga para ganar más tiempo, le dijo el vejete a la vez que posaba sus peludas manos en su estrecha cintura, para luego decir, –A lo que lleguen también la vamos a violar putilla, o creías que no nos cancelaríamos por todo el dinero que nos hicieron gastar en la feria, aparte de todo el tiempo que las esperamos en sus estupideces, así que vamos a tirarnos en ese catre y termina tu misma de empelotarte, jajajaja…!!!
La nena captando casi al instante la ferocidad de ese corpulento mecánico que le hablaba muy apegado a su oreja, nuevamente y en forma lamentable para ella quiso alargar el momento para ver si llegaba el otro vejete, ya que previendo tal situación prefería acostarse con don Pedro que con su hermano pensaba la asustada chamaca que aun no se explicaba cómo era que en menos de medio minuto ya prácticamente la tenían desnuda, solo su calzado y su polera blanca subida por arriba de sus tetas la protegían, ya que la chaqueta de mezclilla era tan femenina y pequeña que en nada le ayuda a protegerla.
–Señor Cipriano… porque mejor no esperamos a que llegu…, la colegiala sintió como el viejo rápidamente la dio vuelta para que quedara frente a él y la tomaba con fuerzas desmedidas desde su garganta, la nena pudo ver las contraídas facciones de su cara que le daban un aspecto monstruoso y de insania.
–Escúchame zorra…!!!, le corto el mecánico tomándola desde el cuello y llevándola contra un muro, una vez que ya la tubo atracada en este se relamió sus gruesos labios y continuo con lo que él quería, –Será mejor que te empelotes lo antes posible… y escúchame bien pendejaaa…! no quiero hacerte daño, le decía casi en sus misma narices, –Pero si sigues con tus estupideces y mamadas parecidas te voy a pegar…!!!!, Así que no lo volveré a repetir… Sácate la ropa…!!, le ordenó finalmente y liberándola de su opresión.
Cielo Riveros tomando aire, quiso una vez más pedir misericordia para su desgraciada situación, no viendo el aspecto diabólico que había adoptado aquel feroz y caliente mecánico,
Cielo Riveros –Señor Ciprianooo.. por fav…
–Plafff!!!, retumbo en la habitación de madera la fuerte bofetada que recibió en el rostro la colegiala por porfiada, –Sácate la ropa…!!!, volvió a bramar el bravo de don Cipriano que ahora respiraba agitadamente inflando su pecho y su panza, la adolorida chica con su manita en la cara quiso volver a explicar:
Cielo Riveros –Es que yo quería dec…
–Plaaffff!!!! –Sácate la ropaaaa te digooooo…!!!!, el viejo ahora rugía con la cara de desquiciado,
–Está bien… es que yo solo q…
–Plaaafffff!!!!!, sácate la ropaaaaa… putaaaaaa!!!!, esta vez Cielo Riveros tuvo que obligadamente arquear su cuerpo hacia un costado debido a la brutal bofetada que casi la hicieron caer al suelo.
Una casi horrorizada Cielo Riveros temiendo que ante cualquier reacción que ella hiciera el viejo ese volvería a golpearla en la cara, con sus dos manitas temblorosas cual enferma mental retiró su chaqueta de mezclilla a tirones para luego hacerlo rápidamente y de la misma forma con su polera blanca, mientras por sus enrojecidas mejillas caían copiosos ríos de lagrimas, una vez de haberse despojado del resto de vestimenta que le quedaba en forma avergonzada y temerosa se quedo mirando al viejo, su carita estaba muy enrojecida.
–Te faltan tus sandalias estúpidas…!!!, le dijo el viejo con sus ojos vidriosos por la calentura al estar contemplando en total estado de desnudez a la atrayente pero aterrada colegiala.
La chamaca sin pensarla dos veces y antes de que le pegaran nuevamente se agacho y con sus dos manos se dio a desenrollar los hilos de sus zapatillas retirando una y después la otra, para cuando ya estuvo descalza volver a elevar su cuerpo y quedar a la espera de lo que el viejo quisiera hacerle.
El viejo ya no aguantándose más de tener ante su vista aquel diabólico y femenino cuerpo, sintiendo las mismas hormonales sensaciones en su verga de cuando recién había conocido a su otra Diosa, se dio a comenzar a manosearla para sentir aquella suave y brillante piel que se le notaba que tenia la condenada chamaca.
–Eres muy suavecita pendeja, jejejeje… le decía el viejo a medida que pasaba sus manazas por sus cintura, como también por sus brazos y por su espalda.
Luego de un momento de sentir en sus propias manos las suaves carnes desnudas de la joven, el viejo sin decirle nada la tomo de sus hombros e hizo que volteara su cuerpo contra la pared, a la misma vez que también fue el mecánico quien la tomo de sus muñecas e hizo que se apoyara con estas en el mismo muro en que la puso.
Los llorosos ojos verdes de la chica quedaron irónicamente justo al frente de una fotografía en donde una pelirroja salía mostrando su vagina a la vez que se la abría con sus dedos.
En ese momento don Cipriano viendo semejante culazo a su entera disposición se propuso a llevar a cabo lo que deseaba hacerle desde la primera vez que la vio tanto en fotografía como en persona.
Como pudo se despojo de sus botas vaqueras, luego se bajo el cierre de sus pantalones y se los quito, igual suerte corrió su camisa roja a cuadros hasta quedarse con sus típicos bóxer verdes que aun no se los cambiaba. Aunque su nueva hembra le compraba y compraba calzoncillos este se negaba a quitárselos y lavarlos ya que según él estos le habían traído buena suerte en el dinero y en el amor.
Cielo Riveros se mantenía desnuda como la tenían apoyada en la pared de madera esperando que le ocurriera cualquier cosa, hasta que en un momento en que bajo su mirada en señal de desventura vio los pies peludos y descalzos del vejete, con unas uñas negras e impregnadas de mugre, y que en estos cayeron unos gastados bóxer verdes, en ese mismo momento sintió una gruesa barra de carne caliente que le rozaba las nalgas, y como esta era alojada al medio de su canaleta posterior.
El salido viejo al sentir su erecta herramienta cobijada justo al medio de aquellas dos esponjosas paredes de carne femenina y tibias creyó estar en el mismísimo paraíso, sin darle previo aviso a la chamaca metió sus manos por su cintura para subirlas en forma automática y prenderse con desesperación a ese fenomenal par de tetas que las tenia tal cual como a él le gustaban: grandes, duras y suavecitas, a la misma vez que se daba a deslizar su verga por aquella lujuriosa juntura de carnes sintiendo en su tranca unas sensaciones deliciosas e indescriptibles.
Don Cipriano que su cara en esos momentos era la de autentico degenerado por estar viviendo tan sublime momento acariciaba las majestuosas curvas que se gastaba la muy condenada chiquilla, pero él queriendo ver más de ese glorioso trasero echó su pecho y panza hacia atrás y vio como su verga quedaba alojada y apretada contra aquellas deliciosas panderetas carnosas, por lo que se dio a sobajearle las nalgas con las dos manos, se las abría y si se las cerraba a la vez que aprovechaba de masturbar su tranca con estos indecentes sobajeos, la suavidad de aquel culazo amenazaban con hacerlo enloquecer antes de culearse a tan delicada criatura.
–Ufffffffffffff…!! vaya culo que te gastas mamasotaaa…!!! eres… e…res toda una Diosa pendejaaaaa…!!!, mientras la asustada Cielo Riveros lo escuchaba se daba cuenta que casi todos los vejetes con los que se cruzaba estos se daban a alabarle el tremendo culo que ella se gastaba, a la vez que sentía como esas rudas manos de mecánico no paraban de sobajearle el loable pedazo de su cuerpo antes mencionado.
Cielo Riveros ajena a todas esas exquisitas sensaciones que estaba sintiendo don Cipriano otra vez se daba a volver a pensar de porque a ella le ocurrían esas cosas, y que sería de Katherine Riveros?, quizás a ella también en esos momentos se la estaban violando en algún descampado pensaba mientras el mecánico que la había desnudado seguía dándose el festín de su vida con aquel caliente manoseo y refregones que se estaba dando con el formidable trasero de la colegiala.
El excitado y enloquecido mecánico al sentir su verga bien atorada en aquella soberbia canaleta aprovechaba para subir sus manazas por su cintura y pasarlas por delante de la chamacota para sobajear aquellas tersas tetasas que tenía a su disposición, acariciaba con sus pulgares aquellos dos pequeños pezones para luego de creer sentir como estos se agrandaban, volvía a bajar sus peludos brazos hasta llegar con sus manazas a las redondeces de sus nalgas y experimentar la idílica suavidad de esas tiernas carnes que se gastaba la exquisita jovencita que se mantenía quietecita, tal cual como le había dicho su hermano que esta reaccionaba si es que la asustaban un poquito.
–Que culazo tan excelso es el que te gastas zorraaaa…!!!, jajajaja…!!! creo que es el segundo culo en la vida que se va a comer mi verga entera, ya que a casi todas la putas que se las he intentado meter en forma completa las he rajado por el orto, jajajajaaaaa…!!!, si solo una me la ha aguantado todita, y tu vas a ser la segunda ricura, jejejeje… la quieres probar ahorita mismo…!?, le decía el miserable viejo a la vez que accionaba su verga de atrás para delante.
Cielo Riveros quedando pasmada con lo que le estaban diciendo cayó en un alarmante estado de pánico, al recordar lo doloroso que había sentido cuando don Pedro la había enculado, y viendo que este era su hermano su verga debería tener dimensiones más o menos parecidas y la respuesta a sus desesperadas especulaciones las estaba sintiendo en esos mismos momentos en su trasero, ya que se la sentía interminable.
Cielo Riveros –-Noooooo… sueltemeeeeee…!! por favorrrrrrr…!!!, no me vaya a hacerrrrrr esooo!!!, exclamó de pronto una vez que se pudo dar fuerzas para gritar, pero el mecánico estaba enloquecido con ese imponente culazo.

–-Tranquila pendejaaaa…!!! jajajaja, ya verás que la aguantaras, este culo está hecho para meterle la verga una y otra vez, jajajaja…!!!.
Cielo Riveros nuevamente se sentía desvalida e indefensa al estar en las garras de otro viejo caliente y mal vividor que estaba dispuesto a encularla de un momento a otro, al menos si llegara Katherine Riveros se decía, ella no permitiría que la violaran ya que la imaginaba sacando secretamente su celular y llamando a la policía, pero el recordar que existían grandes posibilidades de que fuera el mismo sargento Sinforoso quien llegara a tomar el procedimiento, este sería capaz de ponerse de acuerdo con los dos viejos para participar en la orgia, así que ya no sabía cuál sería la mejor opción, todo eso era una locura, por lo que simplemente al verse perdida comenzó a llorar.
–Snifff… no me encule don Ciprianoooo… que me va a dolerrrr… Snifffs…!!
–Jajajajaja…!!!, esa es la idea zorraaa que te duelaaaa!!!, pero a los minutos se te pasara el dolor y sentirás tal comezón en tu ojete que luego estarás rogando y chillando para que no paren de darte por el culooooo, jajajaja!!!!
Cielo Riveros lo miraba hacia atrás con sus ojos llorosos y suplicantes, pero se dio cuenta que esto de nada le serviría, el viejo ya estaba todo traspirado y en sus ojos tenía un brillo enfermizo y vidrioso, como también en su cara se había dibujado un gesto tan perverso como lujurioso, este se movía haciendo movimientos de culeo, deleitándose a él y a su verga con esas espectaculares nalgotas que vibraban con el accionar de su aparato.
Don Cipriano ya no aguantándose más separo su cintura del loable trasero de la jovencita que pensaba encular ahorita mismo, para luego tomar su verga con unas de sus manos y apuntar hacia el rosado anillo de la nena, una vez posado en este con sus dos manazas se daba a abrirle las nalgas con sus dos dedos pulgares muy cerca del punto rosado punteándola suavemente con su gruesa y venosa tranca con la finalidad de que ella misma sintiera lo que en muy poco tiempo se iba a comer por su orificio posterior,
Cielo Riveros –Noooooo…!!! nooo lo hagaaaaaaaaaaa…!!! no… nooo… noooo… espereeeee…!!! noooooo…!!!, gritaba escandalosamente la chica una y otra vez, al sentir en sus carnes anales aquella tremenda cabezota que presionaba en este amenazando como si en cualquier momento se le iba a introducir, a la vez que sintió en su cara el fétido aliento a caries y a boca sin asear ya que el viejo en su apasionamiento se dio a contraerla contra su panza para comenzar a babosearla en el cuello y por detrás de su oreja, a la misma vez que subía sus callosas manazas para otra vez apoderarse de esas tremendas chichotas recién terminadas en desarrollo, raspándolas y mancillándolas.
Pero la mente de nuestra preciosa colegiala se escandalizo aun mas al notar como unas exquisitas sensaciones la invadieron y que la hicieron que se le erizaran todo los pelitos de su cuerpo debido a las apuntaladas que estaba sintiendo en su trasero, este fue el primer aviso que su femenina sexualidad le enviaba a su acalorado sistema neuronal, para luego notar como el vejete nuevamente bajaba sus manos para abrirle las nalgotas y espolonearla con su verga amenazando perforarla en cualquier momento.
Una horrorizada Cielo Riveros ante semejante y acalorada situación comprimía todos los músculos de sus nalgas intentando con esto apretarlas para negarle el ingreso a esa verga que le comprimían en su ojete como dándose fuerzas para antes del ingreso, soportando además como ese asqueroso vejete no se cansaba de lamerle su cuello por ambos extremos, y que de a momentos también introducía su lengua en sus oídos.
La desesperada chamaca aguantaba con estoicismo el ardiente asalto a las curvas de su cuerpo y a tantos chupeteos en sus zonas erógenas, a la misma vez que sus dos manitas las llevaba hacia atrás de ella en una reacción innata de auto defensa ya que con esto intentaba separar la pelvis del vejete de su trasero, pero para el fiero mecánico eso que hacia la pendeja era parte del ritual que antecedía a cualquier tipo de enculamiento, además que en vez de amedrentarlo la débil resistencia que oponía la chamaca lo calentaban aun mas.
Don Cipriano cuando sintió en sus propias manos como la piel de la chica se erizaba con tanto magreo supo claramente su significado en el cuerpo de tan loable estudiante por lo que aumento más enfáticamente sus lamidas y chupeteos en el sensible cuello de Cielo Riveros, otorgándole oleadas de múltiples escalofríos y cosquilleos de los más conocidos para la aterrada chamaca, hasta que sintió como aquella verga que se movía en su trasero de pronto quedo embocada a las puertas de Sodoma.
El viejo Cipriano cayendo en un casi demoniaco estado de calentura en el momento que su verga se atoro en la entrada anal de la chica, y ver como ella notándolo también se quedo mirando hacia el techo con sus ojos abiertos como platos y titilando hacia afuera, no la pensó para así apuntalada como la tenia abrazarla fuertemente por su cintura y con su otro brazo pasarla por debajo de su barbilla, una vez que la tubo bien afianzada e inmovilizada, y viéndola como aun miraba al techo con sus baquita abierta haciendo gesticulaciones, le dio una asquerosa lengüeteada en su carita descongestionada por el dolor, y fue accionando su verga hacia adelante enterrándosela hasta la mitad, para ver como su carita ahora la tenia igual que hace un rato pero ahora con sus cejas fruncidas hacia arriba y con ríos de lagrimas cayendo por sus sienes, y ya no esperando nada mas el salido vejete cerro sus ojos en señal de concentración y le pegó un último empujón con el cual se la mando a guardar toda.
Un momento antes cuando Cielo Riveros sintió que con tanto magreo y punteos el glande le había abierto su agujero anal y que este se atoraba abriéndola sin ningún tipo de dilatación previa, fue tanto su dolor que subió su carita en busca de aire, a la vez que en forma automática sintió caer de sus ojos abundantes cantidades de lagrimas que se le formaron a causa de la laceración en su orto y que la sensación seguía instalada ahí negándose a desaparecer, como así mismo sintió que se le helaba la sangre debido al estupor del momento, y cuando buscaba llenar sus pulmones de oxigeno para pedirle a su violador que la liberara, sintió como este al contrario de lo que ella deseaba la inmovilizaba aun mas, para volver a empujarle su fierro incandescente lo mas adentros que pudo. Sin poder moverse ni articular palabra alguna experimentó un dolor indescriptible, se sentía agitada, con el corazón en su reseca garganta, quería salir arrancando disparada para su casa o para cualquier parte, su ano le avisaba a su mente el grosor de la verga que tenia incrustada a medias en el culo, pero su violador a parte de estar lamiéndola asquerosamente la inmovilizaba con mas fuerzas que antes, hasta que de un último empujón se la envaino limpiamente hasta la misma raíz.
Cielo Riveros –Ayyyyyyyyyyyy…!!! Nooooooooooooo…!! Oooooohhhh…!!! Uffffffffffffff…!!! saquelaaaaaaa…!!! por favorrrrrrrrrrrrr!!!!, grito por fin la ensartada chamaca pidiendo compasión a sabiendas que eso no iba a suceder,

Don Cipriano traspirando como caballo sentía como el conducto anal de la nena se comprimía y contraía en inequívoca intención de expulsarlo a él y a su verga de su interior debido a una natural resistencia por parte de su dueña, pero para su suerte y ayudado por su poderosa erección fue venciendo esa oposición hasta que sintió totalmente relajado aquel soberbio culote que el acababa de invadir y tomar posesión de este.
– Cielo Riveros -Por favor no se muevaaaa…!!! me dueleeeee… Sniffs..!!! ahhhhh…!!! ahhhhh…!!! por favooor… Snifffs…!!! aaahhhhhh…!!! detengaseeeee… Sniffsss…!!! ya nooooooo!!!, gritaba con su carita cubierta de lagrimas y congestionada por el inmenso dolor que estaba sintiendo la ensartada jovencita cuando sintió como el viejo que ahora se mantenía bien agarrado de sus caderas este comenzaba a mover la verga dentro de su orificio anal, movimientos que la hicieron sentir como dolorosamente le seguían abriendo el culo y como le metían esa gruesa vergota centímetro a centímetro, sus lágrimas ahora eran más copiosas que hace un rato, pero esto a don Cipriano no le interesaba.
–Argggghhhh…!!!! que culazo más apretado es el que te cargas zorraaaaaaaa…!!!, le gruñó el viejo Cipriano arremetiendo con fuerzas para penetrarla más profundamente de como lo había estado haciendo, venciendo por fin la resistencia de la chamaca ya que el mismo sintió como ahora eran los músculos de las caderas de la nena los que aflojaban y se relajaban para dejarse ensartar completamente.
Cielo Riveros –Ayyyyyyyy… Snifsss…!! no tan fuerteeeeee… por favorrrrr… Sniffsss…!!! me duele muchoooooo… Sniffsss Snifssss!!!
A estas alturas el salido mecánico sin hacerle caso se la afianzo mas contra su cuerpo y pelvis para empezar a culearla como desesperado, sus arremetidas eran rápidas y profundas haciendo vibrar el cuerpo de la chamaca por cada agasajamiento que le propinaba hacia arriba, ahora si abiertamente a la colegiala la levantaban del suelo a punta de verga y por el culo entre medio de sus quejidos y sollozos.
–Cállate zorraaaa…! y acepta la vergaaaa…!! Tomaaaaaaaaa…!!!, le gritaba el vejete que por la forma en que le pulsaban las venas de sus sienes este debería estar al borde del infarto, tras darle otra bestial estocada no escuchando las suplicas y los sollozos de la nena mientras seguía ensartándola y levantándola con fuerzas descomunales.
Cielo Riveros quien continuaba sollozando con sus palmas apoyadas en el muro de tablas, con sus muslos separados y con el culo bien levantado se dejaba encular por aquel bestial mecánico que le había pegado, y que ahora sí que estaba segura que era hermano legitimo de don Pedro, su trasero de lo confirmaba.
–Splapp…! Splappp…!! Splapppp…!!! Splappppp…!!!! Splapppppp…!!!!! Splappppppp…!!!!!!, era lo único que se escuchaba al interior de la deplorable casucha de madera, en donde ambos cuerpos sudados se acoplaban de la forma más animal imaginable, lo que evidenciaba que el soberbio culazo de la colegiala se había ido adaptando a la enorme verga que le metían sin consideraciones, lo que hizo que el dolor poco a poco fuera dando paso a que el culo se le durmiera, para luego ya comenzar a sentir ese eléctrico gustillo muy al interior de su ano.
Cielo Riveros con las lagrimas ya secas en su cara sentía como la gruesa tranca del viejo mecánico se le resbalaba perfectamente por todo el conducto de su ano provocándole un gozo increíble y muy bien conocido por ella, le estaban dando firme, y ya sentía como esa deliciosa vergota le otorgaba placeres delirantes para su mente y cuerpo, ya no podía contenerse más ante las fieras embestidas que amenazaban con enloquecerla, hasta que por fin dejo salir de sus labios gemidos que ya no eran de dolor sino que eran de autentica calentura.
– Cielo Riveros -Ohhhhhhh…!! Ahhh…!! Ahhhh…!! Mmmmmm…!!! Uyyyyyyyy…!!! Ahhhhh…!!! Ahhhhhhhh…!!! Oooohhh…!!! Oooohhhhh…!!!! Mmmmmmm…!!!!. Gemía con cada ensartada de verga que sin su permiso le plantaban por el recto con aquel endurecido palo de carne caliente, mientras también ella jadeaba, quejándose cada vez más fuerte, ante las bestiales ensartadas que le parecían cada vez más profundas y que le hacían vibrar sus nalgotas en forma alucinante para el vejete que no paraba de perforarla, ante los exquisitos gemidos de placer con los que ella le daba a entender que ambos ya estaban a la par y en las mismas condiciones.
El salido viejo buscando una posición más cómoda para él la tomo fuertemente de sus brazos y ensartada como la tenia, se la fue llevando a vergazo limpio hasta el viejo catre que estaba en un rincón de la casucha, Cielo Riveros solo se dejaba llevar sintiendo en su ano como no paraban de destrozárselo, en su caminata tuvo que pisar cascaras de sandias y toallas higiénicas manchadas con sangre seca, pero ella ni se dio ni cuenta de todo aquello.
Una vez que llegaron al destartalado catre, fue la nena quien comprendió que ahora la querían puesta en 4 patas, y poniendo el mismo cuidado que el viejo para que no la desensartaran se fue agachando hasta quedar en la animalesca posición en donde el viejo una vez ya puesto e hincado en su retaguardia, aumento las fuerzas de la tremenda culeada que le estaba poniendo a tan atractiva jovencita.
Cielo Riveros se sintió tomada fuertemente por su cabello y como se lo jalaban haciéndole levantar la cabeza hacia atrás, luego vino un verdadero bombardeo de peladeces que la hicieron a ella comenzar a pedir que le dieran más duro, a la vez que ya se babeaba sin darse cuenta de ello.
(20 minutos antes, en la camioneta)
–Jejejeje… ya te he paseado todo lo que has querido lindura… qué tal si volvemos a la fiesta de mis amigos, tu amiguita debe estar echándote de menos, jejejeje, le decía el vejete quien ya calculaba que con el tiempo que le había dado a su hermano este ya tendría que estarse cogiendo como un mal nacido a la Cielo Riveros.
Don Pedro ya no daba más de la calentura, había llevado a Katherine Riveros a un boulevard, a la salida de discotecas, y a los lugares más frecuentados por las amigas de la rubia, tarea que lo tubo muy entretenido, además que ya se había ganado la total confianza de la rubita aquella, y solo se daba a imaginar el cuerpo de la chamaca al desnudo y él montándose sobre ella.
–Si ya es bien tarde… creo que lo mejor será que una vez que lleguemos y después de saludar a sus amigos nos vaya a dejar a mi casa.
–Claro que si mi reina… claro que así será, jejejeje…
El viejo desde que había dejado a Cielo Riveros en las garras de don Cipriano, este no paraba de sobajearla en sus muslos, y la semi ebria Katherine Riveros tampoco hacía nada para apaciguar los ardientes sobajeos de aquellas peladas manos en la suavidades de sus piernas, pero por el motivo de haber salido a tomar aire la mente de la rubia ya estaba mucho mas despejada por lo que se dio a intentar de frenar un poco a ese salido vejestorio que después de todo era el novio secreto de su mejor amiga,
–Yaaaa don Pedro, jijiji, párele con sus manoseos, ya harto que me ha tocado, jijiji…
El caliente vejete notando que ya estaban por llegar a su casucha, ya que habían tomado el camino rural, se propuso a yo no guardar tantas consideraciones con la putilla esa si después de todo ya estaba solo a minutos de cogérsela de todas las formas en que el quisiese,
–Pus tienes unas piernotas fabulosas chiquilla endemoniada, al igual que la zorra de tu amiga, jejejeje.
Katherine Riveros quien escucho las soeces palabrotas del vejete pensó que todo se debía al exceso de confianza que ahora existía entre ellos, y siguiéndole el juego al horrible mecánico se dio a contestarle,
–Ay no sea tan pelado don Pedro, jijiji, además que Cielo Riveros ya me conto lo que existe entre Usted y ella… así que no se haga el menso, jijiji…
–A si!?, y que fue lo que te dijo de «nosotros» la pendeja esa, jejeje…, el vejete por cada segundo que pasaba se iba poniendo más lujurioso.
–Pues me dijo eso que Usted… ya sabe… que son algo así como novios, jijiji.
El mecánico deteniendo el vehículo ya que habían llegado a su casa de campo se dio a decirle sin asco lo que era Cielo Riveros de él bajo su punto de vista,
–Jejejejeje… estas equivocada rubita, tu amiga te mintió… quieres saber lo que es ella para mi realmente!?, lo quieres saber…?
–No le entiendo, si ella me dijo claramente que eran novios o al menos eso fue lo que le entendí yo,
–No, no, no rubia… estas muy equivocada… tu amiga solo es mi zorraaa…!!!, jajajaja…!! te queda claro lindura!?, le dijo finalmente el descarado viejo y sin rodeos.
Katherine Riveros notando al instante el cambio de expresión en el rostro del vejete solo se quedo callada, esa extraña sonrisa que en algún momento era de burla o ironía ahora era de ferocidad, por lo que trago saliva y antes de bajar del vehículo, le contesto,
–Mi amiga no es eso que Usted dice… yo la conozco biennnn…
–Ahhh noooo!? pues compruébalo tú misma putilla, baja del vehículo y ve a comprobar con tus propios ojos en lo que debe estar tu dulce amiga allá adentro, jejejeje.
La ahora si asustada Katherine Riveros bajó del vehículo pensando en lo que decía aquel asqueroso vejestorio… que iba estar a estar haciendo Cielo Riveros adentro de esa destartalada cabaña?, ella bien la conocía y sabia lo muy buen portada que era su amiga con todo el mundo, ahora viendo que el viejo ese también se estaba bajando de la camioneta, con sus temblorosas piernotas se encamino con su mente trabajando a mil ya que don Pedro bien le había dejado la duda en alguna parte de su cerebro.
La rubia colegiala vio que ahora si había luz al interior de la cabaña en que supuestamente se llevaba a cabo una fiesta, o sea, si se llevaba a cabo una juerga adentro de la casucha, pero esa fiesta era muy distinta a la que ella imaginaba.
A los pocos metros de llegar a la puerta de entrada que había quedado entre abierta, sintió como llegaban a sus oídos fuertes gruñidos de macho en época de apareamiento, y que estos se entre mezclaban con diversos gemidos de hembra en estado de celo.
Con paso firme se ubico en el umbral de la puerta y con su manita empujo la puerta para abrirla y poder ver en que estaba Cielo Riveros con el hermano de su extraño novio.
La crudeza de la imagen la dejo sin aliento, ahora sí que la rubia estudiante de 18 años estaba que se meaba ahí mismo producto de la tensión y del extraño nerviosismo que la invadió al ver a su amiga desnuda y puesta en 4 patas con todo su cuerpo brillando por el sudor ante la fuerte luz alógena sobre un viejo catre que por los sonidos que hacía este amenazaba con desarmarse de un momento a otro.
La escandalizada Katherine Riveros por más que veía y escuchaba a su amiga como culeaba y le pedía a un viejo horripilante que le dieran más profundo, no podía creer que fuera ella.
Cielo Riveros –Aaahhhh…! Uyyyyyy…! don Cip… Ciprianooooo… mi amorrrrrr…!!! r… ricooooo…!! ricooooo…!!! dele mas fuerteeeee…!!! mas d… duroooooo…!!! mas recioooooo… Mmmmm…!!!
Mientras como también escuchaba como el viejo mecánico la insultaba mientras no paraba de cogérsela bestialmente,

–Asiiiii zorraaaaaaa…!!! que rico como culias putaaaaaa!!! solo eres una perra calienteeeee hecha para culear y recibir vergaaaaa, jajajajaja!!!!, fueron las palabrotas menos fuertes que escuchó Katherine Riveros con las que trataban a su amiga, en tanto la veía a ella que la tenían fuertemente tomada de sus cabellos haciendo que levantara su rostro, la vio con una extraña sonrisa en su cara, una sonrisa nunca antes vista por ella en su rostro, como si le gustara que le dijeran todo ese tipo de peladeces, también la vio con vistosos hilillos de saliva que caían de su boquita no siendo ella consciente de esto.
La asustada Katherine Riveros se sintió en el limbo, nunca se imagino que se iba a encontrar con su amiga de la niñez en tan escandalosas circunstancias, intentando no llamar la atención de los amantes dio media vuelta sin saber qué hacer, mientras don Pedro miraba desde la camioneta muy entretenido y expectante por lo que ahora se venía.
–Ellos… ellos… están haciendo el amorrrr…!, le dijo la rubia al vejete cuando por fin sus piernas la hicieron llegar hasta donde la esperaba don Pedro.
–Jajajajaja…!!! que mamadas son esas pendeja!!??, la puta esa no está haciendo las webadas que tú dices, simplemente se la están culeando, jajajaja entiendes ahora cuando te dije que solo era una zorra, jajajaja!!!
El viejo no le dio tiempo de reacción a la rubia ya que al terminar de decir sus últimas leperadas, tomo fuertemente del brazo a Katherine Riveros y la comenzó a arrastrar hacia donde estaba Cielo Riveros con su hermano.
–Que hace don Pedrooo…!! exclamo la rubia al verse salvajemente arrastrada hacia el infierno.
–Jaja…!!!, iremos a ver más de cerca como culian, jajajaja para que luego nosotros hagamos lo mismo y nos unamos a ellos, jajajaja…!!!!, reía bestialmente el viejo en el momento en que entre pataleos y manotazos de la rubia se la fue llevando hacia el interior de aquella lujuriosa casucha de campo.
–Noooo yo no hare esoooo…!!!
–Si lo harás estupidaaaa…! te vamos a culear… perra, jajajaja…! saldrás preñada después de esta noche junto a esa otra furcia que tienes por amiga, jajajaja…!!! terminaras emputecida en una esquina o en algún callejón ganando dinero para mi… zorraaaa!!!
El viejo se calentaba hasta la insania diciendole todo ese tipo de peladeces a las hembras que se violaba, además que estaba decidido a llevar a cabo ese negocio con el cual amenazaba a las mujeres que convertía en sus yeguas.
Una vez que don Pedro pudo meter a Katherine Riveros al interior de la casucha, este la arrojo al rotoso colchón que estaba aun lado del catre en donde se estaban cogiendo a Cielo Riveros, la rubia estaba histérica y no entendía como su amiga podía seguir en lo suyo estando ella con don Pedro presentes, ya que creyó ver en un momento como su dulce compañera de colegio en algún momento la miro con sus vidriosos ojos verdes, para luego de tres segundos simplemente voltear su mirada poniendo los ojos en blanco y seguir aguantando las feroces apuntaladas que le estaban poniendo a su cuerpo. (la rubia aun no caía en cuenta que a Cielo Riveros se la estaban enculando)
Por su parte la nena mientras gozaba con aquella gruesa vergota asaltándola duramente por la reta guardia sintió como si en otra dimensión distinta a la cual ella estaba entregada, una voz femenina y bien conocida por ella discutía con la voz de otro hombre que también le sonaba familiar, su mente le decía por lo bajo que se trataba de Katherine Riveros y don Pedro, que estos ya habían llegado y que estaban a solo un metro de donde a ella se la estaban pisando, pero aunque quiso terminar con todo eso e ir hasta donde su amiga para tomarla y salir huyendo juntas de aquella lujuriosa casucha, fueron las exquisitas sensaciones y placeres profundamente carnales los que se lo impidieron dándole a escoger si terminar con todo aquello o huir junto a su amiga de niñez, lamentablemente para ella, Cielo Riveros solo pensó en su propia calentura y escogió la primera opción y simplemente se abandono.
El viejo Cipriano quien si cayó en cuenta de la presencia de su hermano y de aquella atractiva rubia, se dio a aumentar las fuerzas de sus embates, disfrutaba como un mal nacido ensartando e insultando a la chamaca en la presencia de aquella rubita, su cara en esos momentos estaba desencajada, solo se daba a gritarle que solo era una puta.
Cielo Riveros por su parte solo seguía babeando, su viciosa sonrisa le daba a entender a los presentes que a ella en esos ardientes momentos le encantaba que le dijeran todas esas vulgaridades y peladeces, mientras sentía que las embestidas cada vez eran más salvajes y firmes, cerraba fuertemente sus ojos, se relamía sus rojos y carnosos labios, mientras su sedoso cabello ante los fuertes movimientos de adelante y hacia atrás que hacía con su cuerpo le tapaban y despejaban la carita al mismo ritmo en que se la estaban culeando.
Don Pedro atento a la situación vio que la asustada Katherine Riveros aun miraba con cara de incrédula a su amiga del alma.
–Jejejejeje… te convences rubia!? tu amiga solo es una zorra…!! una furciaaaa…!!!! que solo vive para que le metan la vergaaaaa, jajajajaja!!!!, mientras los gemidos de Cielo Riveros eran la música de fondo para tan extravagante conversación.
Cielo Riveros –Aaaaaaahhhhh…! Aaahhhhhhhhhhhhhh…!! Uuyyyyyyyyyyyyy…!!!, gemía la chamaca quien ya casi se desmayaba de placer, en tanto el mecánico la seguía embistiendo bestialmente.

–Porque te quedas callada ruciaaaa…!? aun no te convences que la calladita de tu amiga era más puta que tú misma, jajajaja!!!!, seguía burlándose don Pedro mientras que con sus resquebrajados ojos se sacaba la camisa y cuando también ya estaba bajándose el cierre de sus pantalones.
–Es queeee… no sé qué decirrrrr… e… esto… esto e… es… es.. es increibleeee…!, dijo finalmente una azorada Katherine Riveros que aun se mantenía semi tendida en el asqueroso colchón en el cual la habían arrojado, no sabía cómo reaccionar a todo lo que ahí estaba sucediendo, claramente se daba cuenta que ese otro viejo asqueroso, el tal don Pedro, también se estaba desnudando sin importarle que ella lo viera.
Pero el vivaz de don Pedro a sabiendas que esa otra putita algo tenía que estar sintiendo en su panochita con la excitante función que le estaba regalando su amiga que no paraba de chillar y quejarse como la peor de las putas de Sodoma y Gomorra, una vez desnudo le mostro a la rubia su erecta verga.
–Mira rubiaaaaa!!!!, rugió el mecánico de la feria agitando su tranca solo a medio metro de donde estaba la extrañada Katherine Riveros mirando lo lujurioso de todo eso que estaba viviendo.
La rubia estudiante aunque asustada como estaba igual vio como ese viejo agitaba una descomunal y gruesa verga oscura, toda llena de nudos de nervios y gruesas venas verdosas-azuladas que parecían estar llenas de sangre circulando por ellas debido a como pulsaban rápidamente, por lo que en forma automática recordó lo que le había metido el profesor Tulio hace un tiempo, pero esta otra era totalmente diferente, era mucho más larga y gruesa, y si no hubiese sido por el tupido enjambre de pelos canosos que tenía en la raíz simplemente se la hubiera encontrado preciosa, pensaba para ella misma, mientras se la seguía mirando tragando saliva y con los gemidos de éxtasis de su amiga de fondo.
Hasta que de pronto cayó en la realidad ya que al subir su vista para analizar al dueño de aquella monstruosidad vergal vio nuevamente al vejete tal como era, un viejo asqueroso que la miraba con una sonrisa despoblada de dientes, que al estar sin nada de ropa lo vio con su prominente guata caída, al igual que todos los pellejos de su cuerpo, con unas hilachas de piernas todas blancas, el viejo ese era verdaderamente horripilante se dijo para ella misma, pero que se gastaba una tremenda vergota que se le hacía imposible no mirársela para estudiarla una y otra vez.
Mientras en el catre el bestial de don Cipriano no le otorgaba tregua a la encomiable colegiala que su hermano le había prestado, le daba tan fuerte que al chocar su pelvis con las nalgotas de la nena, los continuos splapss!!!! que retumbaban en la habitación se sentían más que escandalosos.
Cielo Riveros estaba que se meaba por lo tan rico que estaba sintiendo, el hermano de don Pedro la penetraba tan firme como deleitoso, se decía para ella en su ardiente conciencia, por lo que sin previo aviso le vino un orgasmo tan intenso que por la forma de gemir demostraba que este era de lo más rico y escandaloso.
Don Pedro con Katherine Riveros vieron en primera fila como la nena estando en estado total de calentura arqueo su espalda y paró las nalgotas queriendo con esto que la verga del vejete la penetrara más profundamente, pero estando en ello su cuerpo le jugo la mala pasada y el hiso estallar en un excitante orgasmo, que causaría estragos en la turbada mente de su espectadora amiga.
Katherine Riveros veía como la expresión de la cara de su amiga era de dolor y de placer al mismo tiempo, lo que la hicieron sentirse en un delirante estado de ansiedad ya que el llamativo cuerpo sudado de su amiga en esos mismitos momentos brillaba, jadeaba y se contorsionaba por el inmenso placer que la debían estar haciendo sentir, además de escucharla como decía guarradas al encontrarse presa por la calentura,
Cielo Riveros –Aaaaaahhhhh…! Aahhhhhhhhh…!! Asiiii…!!! Ahhhh…!!! p…papiiiii…!!! que riiiiiicoooo…!!!! Me c… co… corroooooo…!!!! Aahhhhhh… pa… papiiiiiiii U… uyyyyyyyy…!!!!.

Don Cipriano también se daba a dirigirse a la respetable audiencia,
–Jajajajajaja… miren como se corre esta desgraciadaaaa…!!!! jajajajaja…!!!!!! Era lo que gritaba don Cipriano a sus espectadores al notar como la chamaca se iba cortada mientras él le destrozaba el culo, y no conforme con ello tomó a la joven que en aquellos momentos estaba orgasmeándose en el séptimo cielo, girándola hacia ellos y metiendo sus fuertes brazos por debajo de sus piernas la exhibió en toda magnificencia orgásmica totalmente abierta de patas y ensartada por el culo, mientras que de su vagina salían expulsados intensos chorros de líquidos íntimos que certificaban categóricamente el lamentable estado en que se encontraba la colegiala.
–Mira nada mas como se corre esa furciaaa…!!!, jajajaja…!!!, ya rubia de hace rato que la estas mirando como culia y tu no haces nada, jajajajaj demuéstrame que tú también eres tan puta como ella, jajajaja… quiero que me chupes la verga…
Katherine Riveros que su mirada no podía quitarla de las lujuriosas condiciones en que estaba gozando Cielo Riveros se sintió asaltada por una tremenda excitación, y al escuchar las palabrotas de don Pedro que se masturbaba con su pelvis echada hacia adelante y con su cosa muy cerca de su cara recordó la solicitud de su amiga cuando aun estaban en su casa: «tal vez ellos iban a querer hacer eso con ellas…», pero al ver a semejante animal con quien a ella le iba a tocar acostarse intentaba darse fuerzas para no caer en lo que ya estaba sumida su amiga, su mente le decía que no, pero su cuerpo extrañamente ya lo deseaba con locura.
Fue en eso que se vio tomada fuertemente de un brazo por don Pedro quien la hizo ponerse de pie para comenzar a sobajearla con brutalidad, a la vez que atracándola contra sus desnudos pellejos empezó a besarla en el cuello, en el rostro, los labios, metió su lengua dentro de su boca y empezó a moverla con avidez; la besaba y la lamia en el cuello, mientras que la rubia al verse asaltada con semejante tratamiento sentía humedecerse entera, su vagina se mojo casi en el acto, pero se decía que debía resistirse a tanta tentación, ya que el viejo era asquerosamente feo, si hasta el maestro Tulio tenía más presencia que ese salvaje y asqueroso vejete que ya casi se la estaba comiendo vestida.
Pero la rubia casi ni se movía, no quería responder a sus besos, hasta que don Pedro ya al borde del accidente neuro vascular debido a la inmensa calentura que lo tenía aquella chamaca de cabellos dorados que le recordaban a esa otra Diosa que había conocido esa misma mañana, como pudo y a tirones le quito el mini vestido negro, para luego de hacer los mismo con sus sostenes se dio a chupar sus tetas que estaban de muy buen tamaño a pesar de no ser tan grandes como las de Cielo Riveros, se las chupaba con brutalidad, mordía y lamia sus pezones con desesperación, mientras la rubita quien ya estaba casi por entregarse solo se daba a sentir y disfrutar de los momentos previos en que se la iban casi a violar.
Cuando don Pedro termino de chuparle las tetas a la rubia, ella ya estaba por sufrir su primer semi orgasmo, todo era candente al interior de la lujuriosa casucha, el viejo metió su mano grande en sus pequeños calzoncitos rosados, para sentir el mismo que la pendeja esa estaba toda mojada, llevo su mano con los jugos vaginales a la boca de Katherine Riveros y la hizo probar su propio sabor, para luego besarla y así ambos catar aquellos exquisitos fluidos que les estaba regalando la madre naturaleza, el vejete repitió la operación varias veces, hasta que la caliente hembrita aun no muy segura de todo aquello termino chupándole sus dedos y besándolo, le encantaba el sabor de su propia conchita en su boca.
Como el mecánico se estaba besando asquerosamente con Katherine Riveros veía de reojo que su hermano no paraba de darle por el culo a Cielo Riveros, y que ambos estaban con los ojos cerrados entregados a lo suyo, este se dijo que por el momento lo mejor era entretenerse con la rubia, aun quedaba mucha noche por delante, así que nuevamente la arrojo al colchón luego se arrodillo y le levanto las piernas para despojarla de la última pieza de ropa que la cubrían, el viejo viendo aquella llamativa zorrita jaspeada por pelos dorados comenzó a babear casi en el acto y ya no aguantándose más metió todo su rostro en aquella húmeda vagina, y se la chupo toda, se la comía vorazmente raspándola con sus podridas encías, y con los pelos tiesos de su barba sin afeitar, la lamia como si fuese un perro hambriento, logrando arrancarle dos orgasmos seguidos a la Katherine Riveros que aun no daba crédito a todo aquello que estaba sucediendo, mientras que se sabía abierta de patas ofrecida a un viejo asqueroso, también veía desde su posición como su amiga ahora se desclavaba de la verga de don Cipriano y se la comenzaba a chupar con hambrienta calentura puesta en 4 patas pero ahora invertida hacia la verga del hermano de don Pedro.
Este último que de vez en vez levantaba su ardiente mirada para ver cómo iba reaccionando la rubia colegiala, la observa mirando con sus ojos abiertos como platos como su amiga se daba a chuparle la verga a su hermano por lo que rápidamente abandono la panocha de Katherine Riveros para gatear y ponerse de tras de ella, y así ambos tendidos en aquella infame colchoneta, el perverso vejestorio se dio a la tarea de envilecer a la rubia con el exuberante cuerpazo que se gastaba su amiga del alma.
–Que me dices rubita, jejejeje, no es una verdadera putita tu amiguita…
El viejo quedo alucinando con el simpático piercing de cadenita que la rubita tenía en su ombligo, a la vez le decía eso ultimo punteándola con su verga en la espalda, en donde Katherine Riveros se la sentía a veces con los ojos cerrados imaginándosela en su mente e intentando adivinar la cantidad de centímetros que esta debía medir, para luego abrirlos y ver como su amiga ahora nuevamente gateaba por el catre y se ponía en 4 patas y en donde don Cipriano nuevamente se la ponía por el culo con ella recibiéndola con cara de degenerada, la confundida rubia pensaba que como su amiga podía actuar de esa forma tan infame en aquella escuálida cama, hasta lograr que ella misma no dijera nada ante las vergonzosas condiciones en que la tenían y que la animaban a hacer eso con cualquiera de los dos vejetes.
El viejo Pedro creyendo saber lo que estaba pasando por la cabecita de Katherine Riveros se dio a continuar acalorando la mente de la rubia,
–Quieres ver de lo que es capaz de hacer tu amiga una vez que se calienta!?, jejejeje…
Ante el silencio de Katherine Riveros ya que su vista estaba puesta fijamente en los furiosos empalamientos que nuevamente estaba recibiendo su amiga por el trasero mientras tenia hundida su cabeza en la colchoneta, el osado de don Pedro se movió rápidamente poniéndose de pie para ir acercándose al mismo camastro en donde se llevaba a cabo el segundo enculamiento de la colegiala, el corazón de Katherine Riveros latía a mil por la tremenda ansiedad de saber qué cosa se le había ocurrido a ese perverso hombre, ya que lo veía aproximarse peligrosamente al lugar donde se estaban beneficiando a Cielo Riveros, hasta que lo escucho rugir de lo que se le había ocurrido,
–Levántala pendejo…! se lo haremos entre los dos, jajajajaja…!!!
Mientras Cielo Riveros se mantenía sintiendo como aquella vergota se le deshacía deliciosamente una y otra vez al interior de sus intestinos fue cuando escucho la aguardentosa voz de don Pedro como le gruñía a su hermano de que la levantaran, y no siendo aun consciente de lo que ahora le iba a suceder, sintió los fuertes brazos de don Cipriano que los pasaba por debajo de los suyos para hacerla enderezarse y quedar con su espalda arqueada a la tremenda pansa que tenia este, para luego con espanto ver como un fiero don Pedro se ubicaba justo delante de ella con la verga que se ya casi se le reventaba de lo tan erecta que la tenía en aquellos momentos, mientras el viejo no paraba de jalársela.
Por su parte y al escuchar el semejante y desequilibrado requerimiento, una temblorosa mano de Katherine Riveros se comenzó a deslizar de sus caderas hacia una de sus tetas para ser ella misma quien se la comenzaba a sobar producto de la excitación que le producía estar viendo lo que solo a un metro de sus ojos le iba a suceder a su amiga que aun le estaban dando por el culo y la verga del viejo que la amenazaba por delante era tan grandota que por fuera llegaba hasta la misma altura del ombligo de Cielo Riveros.
La rubia estaba tendida de costado en el mugroso colchón y con su otra manita ya estaba haciendo círculos en su bajo vientre, y ya rozando sus primeros bellos púbicos, ni siquiera ella misma era consciente de que estaba a punto de comenzar a masturbarse viendo como su amiga iba a debutar por primera vez en su vida en una doble penetración.
Cuando Cielo Riveros ya fue consciente de lo que le iba a suceder, por primera vez en la noche desde que don Cipriano se lo había metido a la fuerza cayó en cuenta de lo abominable que era toda aquella situación, si bien había estado disfrutando como una cerda mientras el hermano de don Pedro la enculaba, ahora recién sentía lo impúdico que era todo aquello, mientras de reojo veía como su amiga estaba tendida desnuda a un lado de donde estaba ella y mirando todo lo que ella había estado haciendo y de lo que ahora le iban a hacer,
Cielo Riveros –Noooo don Pedrooooo por favorrrr eso nooooooo…!, le dijo mientras en su mente retumbaban las palabrotas del vejete: «Levántala pendejo… se lo haremos entre los dos… «, la chamaca mientras suplicaba esto último ahora sentía como don Cipriano le movía lentamente la verga adentro de su recto, en tanto don Pedro seguía dando instrucciones como si su vagina fuese un motor más de los juegos de la feria,
–Jajajajajaja… Cállate zorraaaaaa!!! y demuéstrale a tu amiga que te la puedes con dos vergas la mismo tiempo, jajajajaja!!!!, –Vamos separa un poco mas tus piernotas para que le dejes libre la entrada a mi vergaaaa, así podremos culear rico entre los tres, jajajaja…!!!!, le exclamaba el vejete siendo el mismo quien con sus peladas manazas se daba a separar sus rodillas una de la otra,

Cielo Riveros –-Nooo…! suéltemeeee…!! don Pedroooo que haceeeee…!!!??? suéltemeeee, le decía la chamaca que al estar inmovilizada y empalada por don Cipriano solo veía como aquel demonio de hombre la preparaba para ser el mismo quien se la metería por delante.
Cielo Riveros quien ya estaba un poco mas lucida sentía una vergüenza tremenda por lo que le iban a hacer delante de su amiga, intentaba con todas sus fuerzas zafarse del viejo que la tenia apuntalada por atrás, pero era casi imposible ya que ella no tenía ni el tercio de las fuerzas que tenía su oponente, y sabia que si don Pedro se le acomodaba por delante ya todo estaría perdido, y así fue, don Pedro ya estaba tomando ubicación para poder penetrarla por la vagina.
–Estas deliciosa putita, jejejejeje, fue lo primero que le dijo don Pedro mientras luego de haberla estudiado de cómo estaba de sudada la chamaca por el tremendo culion que le habían estado plantando, el vejete ya acomodaba su verga en la entrada vaginal de la nena.
Cielo Riveros sentía con lagrimas en los ojos las manazas de don Cipriano agarrarla de las tetas, mientras que este no paraba de mover su verga por detrás de ella, como a su vez ya sentía la otra verga ya lista para asaltarla por delante, la chamaca apenas pudo ubicar sus manitas en los resecos pellejos del pecho de don Pedro, y a sabiendas de lo que iba a suceder se dio a implorar para que aquello no sucediera,
Cielo Riveros –Por favorrrr…! ya noooooo…! ya noooooo…!!, me van a matar a vergasos me duele los ds huecos…. les pedía con voz quedita y mirando hacia el lugar en donde la degenerada de su amiga ya había comenzado a masturbarse exquisitamente a la espera de que a ella se la violaran por delante y por atrás.
–Jajajajaja…!!! claro que si pendejaaaaa… jajajajaja…!!! ya verás que te va a encantar y luego te volverás adicta a andar revolcándote con dos y hasta con tres tipos al mismo tiempo, jajajajaja…!!!!
–Jejejejeje, y vaya par de melones son los que se gasta esta putaaaa…!, estas sí que son tetasssss…!! jajajajajaja…!!!! reía don Cipriano detrás de ella, mientras no para de sobajeárselas al mismo tiempo que le movía su tranca sacándosela y metiéndosela lo más profundo que podía.
Cielo Riveros quien ya estaba casi al borde de largarse a llorar miro hacia el cielo intentando buscar alguna explicación del porque le pasaba todo aquello a ella, pero solo pudo ver el techo de madera lleno de manchas de humedades, y cuando nuevamente se dio a abrir su boquita para pedir clemencia, sintió como la boca de don Pedro se posaba sobre la suya introduciéndole la lengua seguida de un chorro de saliva tibia y agria, con sabores a tabaco y alcohol rancio.
Cielo Riveros al sentir aquella apestosa y larga lengua que intentaba juntarse con la suya, en un acto reflejo de autodefensa se atrevió a morder con fuerzas aquel invasivo musculo lingual.
El viejo quien la soltó en el acto debido al fuerte dolor que sintió en su lengua se paso su mano por la boca como no creyendo lo que acababa de ocurrir y al escupirse en esta y verificar lo ensangrentada que le había quedado sin preámbulos ni nada tomo fuerzas con su mano derecha y le asesto una fuerte cachetada el pleno rostro,
–Plaffffffff…!!!!!, y que te pasa puta estúpida…!! me mordisteee…!!!!!, le bufo el vejete tras el doloroso y fuerte guantazo que le asesto con todas sus fuerzas al caer en cuenta de lo altanera que se había puesto la pendeja,
–jajajajaja…! te mordió la zorrita esta…!?, jajajajaja…!!!, eso te pasa por ser tan ceremonioso, se la vas a encajar sí o no pendejo, ya me estoy aburriendo de estarla culeando en esta posición mientras tú te das a besuqueos y mamadas por el estilo, jajajajajaja, reía don Cipriano al ver a su hermano con toda su boca con sangre.
–Bien zorraaaaa…!!! más tarde arregláremos cuentas los dos solos, esta puteada que me acabas de hacer no se quedara así, y no te servirán de nada tus lamentos y lloriqueos de estúpida, así que desde ahora intenta comportarte como una auténtica hembra porque eres absolutamente mía perraaaaa… estas clara putaaaaa??!!!!
Cielo Riveros temiendo que nuevamente le pegaran solo asintió con su carita surcada por las lagrimas.
–Nos vas a complacer hasta hartarnos zorraaaaa…!!!, la nena contemplo casi inmóvil como el asqueroso de don Pedro mientras le decía lo ultimo sin ningún preámbulo, metió de golpe su gruesa verga dentro de su vagina, pero esta solo logro ingresar hasta la mitad del erótico conducto intimo que tenia Cielo Riveros abajo de su pelvis.
–Aaarrrgggggghhhttt…!!!!, que gustazo putaaaaaaaaaaa…!!!! bramo el enardecido de don Pedro cuando sin aviso alguno se la dejo ir en forma casi impecable por el hoyo vaginal de la nena, –Culeaaaa… putaaaa…!! culeaaaa… jajajajaja…!!!, continuo bramando don Pedro justo al frente de su cara sin dejar de mover su miembro que la nena ahora si sentía que llenaba por completo cl culo y la concha, mientras don Cipriano golpeaba con su pene en forma inmisericordiosa por su retaguardia.
La desnuda Katherine Riveros con sus ojos verdes abiertos como platos continuaba masturbándose no perdiéndose ningún detalle de aquella impecable doble penetración en que mantenían a su amiga dos viejos degenerados que eran amigos de ella, mientras la rubia seguía mirando cómo se servían a su amiga ya casi estaba convencida de que ella no era la primera vez que lo hacía con esos tipejos, y que lo de las bofetadas solo eran parte del repertorio sexual que se daban para gozar mas del coito ya que ella misma cuando fue testigo de la brutal cachetada en el rostro a Cielo Riveros casi se había meado de calentura, se preguntaba que desde cuanto tiempo que su amiga se daba a este tipo de entretenciones sin invitarla a ella.
Mientras tanto en el catre, ambos vejetes mantenían sus largas vergas bien embutidas por los distintos orificios de la colegiala, disfrutándola y empalándola con firmeza, sus acalorados movimientos eran firmes y rítmicos con los cuales ya casi levantaban en vilo a la chica, ambos miembro viriles eran largos y gruesos, Cielo Riveros así los sentía y solo sollozaba mientras su cuerpo era zarandeado y apretado por las traspiradas panzas de sus compañeros sexuales en aquel erótico sanguchito que estaban haciendo con ella.
–Uhumm…! que calentita esta tu panocha por dentro zorraaaa…!!! jaja…!!!, le decía don Pedro a la llorosa chamaca, mientras le tenía sus negras uñas clavadas en las suaves caderas de la nena, su enorme miembro se abría camino entre las estrechas paredes del interior de la jovencita que gimió notando como la verga de don Pedro la iba penetrando cada vez más profundo, lentamente pero sin parar, mientras este por cada agasajamiento que le daba agarraba mas fuerzas en las tiernas carnes de la joven, mientras por la reta guardia don Cipriano también hacia lo suyo. Cielo Riveros asi fue garchada como la puta que era pero le gustaba mucho la verga..
Los minutos pasaban y Katherine Riveros no paraba de pajearse la zorra a costillas de su amiga que era la que estaba llevándose la parte más pesada de aquella improvisada orgía a la cual su misma amiga la había invitado.
Mientras en el catre don Cipriano y don Pedro tuvieron que sujetar con algo más de fuerza a Cielo Riveros que a causa de aquellas excitantes fricciones que estaba sintiendo adentro de sus orificios la llevaron a tensar todo su cuerpo cuando en un momento tubo las dos largas vergas metidas bien adentro de ella, fue don Pedro quien aprovechando aquel excitante momento de la pendeja comenzó a bombear, primero con movimientos vigorosos pero lentos que hacían que su gruesa verga disfrutase del extasioso roce de las carnes interiores de la vagina, pero pronto y de un momento a otro sus embestidas fueron ganando intensidad, sus canosos y tiesos pendejos se enredaban exquisitamente con los bellitos íntimos de la nena por cada vez que se juntaban ambas pelvis.
El cuerpo de Cielo Riveros se movía dócil entre los dos hombres, hasta que sus dos manitas como por arte de magia comenzaron a subir por los pellejos de don Pedro hasta que en un momento dado y debido que aquella excitante fricción interna que la enardecieron sin darse cuenta ella de cuál fue el momento simplemente se abrazo al cuerpo que tenía delante de ella, aquellas vergotas nuevamente la tenían en el cielo.
–Jajajajajaja… mira rubia… te lo dijeeee…!, tu amiguita ya se calentó, jajajajaja…!!! le gritaba don Pedro a Katherine Riveros mientras la chamaca no dejaba de menearse intentando sincronizar sus movimientos con los de ambos vejetes.
Estuvieron culeandosela por casi 20 minutos por lo menos, y como ahí la voz de don Pedro era la campante, este fue quien le dijo a su hermano la brillante idea que se la acababa de ocurrir ya que aun no tenía ganas de correrse,
–Esta putilla está muy caliente y la potranca de su amiga esta en las mismas condiciones, jejejeje… qué tal si se la echamos a la rubia para que zorreen un rato, jajajajaja…!!!!
–Jajajajaja buena idea pendejo desde hace tiempo que no veo a un par de putas dándose entre ellas…jejejeje…
–Desclávala mi buen… yo me encargo, jejejeje…, dictamino finalmente don Pedro.
Don Cipriano le saco la verga del culo a Cielo Riveros lo cual se sintió como si descorcharan una botella, para luego don Pedro simplemente desclavársela por delante y tomarla brutalmente de sus cabellos para sacarla a rastras de la cama y arrojarla con fuerzas al colchón donde estaba Katherine Riveros de espaldas aun masturbándose con sus ojos cerrados y sus bellas piernas lujuriosamente abiertas.
Tanto Katherine Riveros como Cielo Riveros se vieron sorprendidas cuando casi sin darse cuenta estaban ambas tiradas el mugriento jergón, mientras los dos viejos totalmente desnudos se pajeaban la verga mirándolas cada uno con cara de cual ser el más desquiciado.
–Escúchenme bien par de zorras…! jejejeje, aun no son ni las tres de la madrugada, y de aquí no nos vamos hasta el amanecer, jejejejeje, y para eso aún faltan unas 4 horas por lo menos, así que como aun tenemos tiempo para culearlas todo lo que a nosotros se nos dé la gana, ahora nos harán las puteadas más ricas que se les ocurran, si obedecen la pasaran muy rico, pero si empiezan con sus mamadas de lloriqueos y alegatos les vamos a pegar, las culiaremos y luego nos largamos con sus ropas dejándolas abandonadas aquí y encueradas, jejejeje, y esto lo digo sobre todo por ti putilla, que después que culias y hasta te meas de calentura luego me empiezas a dar problemas con tus webadas de perjuicios estúpidos, jejejejeje, les dijo el viejo refiriéndose con esto último a Cielo Riveros que ya nuevamente estuvo a punto de ponerse a llorar, pero viendo el desencajado rostro del vejete prefirió tomar aire y aguantarse las ganas.
Katherine Riveros a quien la calentura se le paso en el acto al entender lo que ahora querían aquellos vejetes de ellas, y viendo como presionaban cruelmente a su amiga que a pesar de lo caliente que era ella por lo iba sabiendo ahora ultimo, igual no dejaba de ser tímida, muy caliente pero tímida al fin y al cabo se dijo la rubia intentando aclarar sus cavilaciones. Pero lo que realmente le molesto a la rubia era el trato déspota y autoritario que utilizaba ese asqueroso viejo para dirigirse hacia ellas, si bien lo había estado pasando medianamente rico hasta ese momento, ahora las cosas cambiaban rotundamente, ella no iba a aceptar que la trataran de esa forma ni a ella, ni a su amiga.
Los dos viejos quedaron sorprendidos al ver como aquella joven de cabellos dorados se ponía rápidamente de pie para increparlos,
–Y que se han imaginado ustedes dos par de viejos desgraciados… quienes se creen ustedes para venir a amenazarnos y tratarnos si como fuésemos de su propiedad…!?,
Don Cipriano y don Pedro una vez superadas sus primeras impresiones al ver ellos mismos como la Katherine Riveros desnuda como estaba intentaba sermonearlos como si ellos fueran unos críos se dieron a reírse de ella y decirle como eran las cosas desde ese momento,
–Jajajajajaja…!!! Ya… déjate de zorrerías de niña fresa, te vez ridícula ahí en pelotas y reclamando… jjajjajajja…!! solo tírate en el colchón y ábrete de patas rubia estupidaaaa…!!!, aquí viniste a culear con nosotros no a sermonearlos, le dijo don Cipriano mientras no paraba de jalarse la verga mirándola de pies a cabeza a esa chiquilla que algo tenia de su Diosa pero que le faltaba para estar a su nivel se decía para sus adentros, aunque al verle esa mamada en forma de cadenita puesta coquetamente en su ombliguito lo calentaban hasta la locura.
–Yo aquí no vine a nada viejo de mierdaaaa…!!!, le grito la exaltada y encuerada Katherine Riveros a don Cipriano, para luego continuar, — Cielo Riveros…! no seas mensa…! párate que ahorita mismo nos largamos…!, le exclamo la aireada colegiala a su amiga que aun se mantenía con los ojos llorosos y tirada en el mismo colchón en donde hacía ya un tiempo se habían culeado también a Gabriela.
En el mismo momento en que Cielo Riveros hizo el intento de ponerse de pie, don Pedro le rugió como un león,
–Tuuuu…!!!, ni se te ocurra ponerte de pie pendeja, recuerda quien es tu dueñooooo…!!!!
La sorprendida Cielo Riveros recuperando en el acto el respeto que sentía por ese bestial vejestorio solo bajo su mirada recriminándose por estar fallándole a su amiga que lo único que quería en esos momentos era defenderla,
–Y tu rubiaaa…! te aclaro que esta potranca me pertenece… y aprovecho de aclararte que tu desde este mismito día también pasas a ser una de mis yeguas, la cara del vejete era de un demonio, sus ojos nuevamente se le habían inyectado en sangre.
–Ella no le pertenece a nadie viejo cochino y yo menos… que acaso cree que por sus entraditas que nos dio de su mugrienta feria lo convierte en nuestro dueño…!? shssss…! donde la viooo…!!, así que déjeme pasar que ahora nos largamos, Cielo Riveros…te dije que te pusieras de pie y toma tu ropa…!!
Don Pedro ya no aguantando mas tanta insolencia por parte de la desnuda y rubia colegiala en un rápido movimiento la agarro de un brazo para luego tomarla del cuello para ir apretándoselo hasta hacer que la rubia poco a poco se fuera agachando a causa de la falta de aire, fue en eso que Cielo Riveros temiendo por la integridad de su amiga se lanzo a los pies del vejete para interceder por ella,
–Don Pedro nooooo… no la mateeeeee…! snifssssss…!! yo… yo les hare todo lo que ustedes dos quieran…!! sniffssss… pero no la mateeeeee…!!!

–Es que esta desgraciada se cree superior a mí…!! y eso yo no lo tolerooooo!!!!, hazte a un lado pendeja, que ahorita mismo yo le enseño a esta zorra que me debe respetar.
Cielo Riveros al notar que el viejo soltaba del cuello a su amiga se hizo a un lado quedándose arrodillada.
–cof…! coff…!! coffff…!!!, tosía Katherine Riveros una vez que iba recuperando el aire, en eso sintió que era tomada fuertemente desde los hombros por las manazas de don Pedro y que este simplemente la hizo tenderse de espaldas como a su vez se le echaba encima para luego de hacer que ella se abriera de patas meterle la verga sin ningún tipo de miramiento.
Katherine Riveros al sentirse nuevamente tendida de espaldas pero con la diferencia de que ahora el asqueroso hombre de don Pedro se le echaba encima con claras intenciones de violársela no alcanzo a reaccionar cuando ya sintió el contacto y calor de aquel tremendo falo que ya le estaban metiendo a la fuerza, y justo en el momento en que se vio obligada a abrir sus piernas sintió la irrupción completa de su verga hacia el interior de lo más recóndito de su intima hendidura.
Al principio aquella tremenda y gruesa vergota no le entro tan fácil pues a pesar de estar muy lubricada con los líquidos de Cielo Riveros la cabeza de esta era un poco grande para su orificio vaginal, así que el viejo estando claro de esta situación se afianzo de las caderas de aquel cuerpo y empujo con fuerza.
–Arrrrrrrrrrrrrrrghhhhhttttttt…!!!!!!, rugió don Pedro al sentir su verga envainada en la cueva amatoria de la rubia…, –Así que este es el sabor de tu zorra rubia conchetumadreeeeeee…!!!!, le bramó el mecánico a la vez que le mandaba un asqueroso escupo en la cara también le pegaba otro feroz empujón encajándosela los más adentro que le permitieron sus fuerzas.
–Mmmmmmmffffsssssssssssss…!!!, gimió Katherine Riveros con su cara escupida una vez que se sintió llena de verga, a la vez que tenía que aguantarla.
El quejido de dolor que emitió la rubia al sentirse penetrada tan bestialmente por semejante tronco daban cuenta a todos los presentes que la altanera estudiante estaba atravesada totalmente, ella había sentido como ese grueso tronco se le había ido deslizando poco a poco hasta que topo por completo con su matriz, para quedar ambos cuerpos muy pegados.
Así se quedo por unos deliciosos momentos el eufórico mecánico, sin moverse y disfrutando del calorcillo que emanaba esa cuevita tan ajustada que se gastaba la altanera chiquilla que se las había querido dar de hembra brava con él, sentía las carnes interiores de la chiquilla como le apretaban exquisitamente la verga, por lo que luego de un momento decidió que ya era el momento de empezar a moverse sobre aquel delineado cuerpo que él había estado tasando desde que las hembritas habían llegado a la feria.
A los pocos minutos el vejete ya la ensartaba salvajemente mientras que con su pecho levemente levantado la miraba con cara de enojado, como si se la estuviera culeando con rabia, Katherine Riveros solamente la recibía con los ojos cerrados y con lagrimas corriendo de estos al saberse que se la estaban violando lisa y llanamente.
Por su parte don Cipriano y Cielo Riveros miraban el feroz tratamiento que estaba recibiendo Katherine Riveros, ya que don Pedro había comenzado a culearla como loco arremetiendo en forma animal sobre su curvilíneo y tonificado cuerpo, mientras la rubia lo recibía emitiendo unos lamentosos gemidos de dolor y aguante por cada estocada que le pegaban con fuerzas descomunales.
–Jejejejeje… después me la prestas cabron yo también quiero pisármela, jejejeje, le decía don Cipriano a su hermano, ya que su verga amenazaba con estallar en cualquier momento a causa de las reacciones que le provocaban en ella con los gemidos de la rubia.
Don Pedro quien mientras arremetía sin darle tregua a Katherine Riveros para que aprendiera bien quién era el que mandaba, como pudo volteo su cabeza para decirle a su hermano,
–Pus ahí tienes a la Cielo Riveros, ocúpate de ella que yo le voy a enseñar a esta potranca quien es su caballo desde hoy, jejejejej luego que este domada te la presto un rato para que la ocupes, jejejejeje…, reía el siniestro viejo con toda su cara traspirada.
–Jajajaja… sale pendejooo…!, le dijo el mecánico del Pie Grande a su hermano que seguía igual de caliente y desequilibrado como lo había sido desde que eran chamacos, –Y tu zorraaaaa…!!!!, dijo luego pero ahora refiriéndose a Cielo Riveros que seguía arrodillada sin saber qué hacer, –A chuparme la verga se ha dicho, si no quieres que te abofetee por mensa, jajajajaja…!!!!
La asustada chamaca al estar viendo como se estaban violando a su amiga se aplico en el acto para no hacer enojar nuevamente a los vejetes, ya que a ella se la habían zurrado de las primeras en aquella acalorada y lujuriosa noche de sexo desenfrenado, así que estando con la verga de don Cipriano muy cerca de su boca no fue mucho el trabajo que tuvo que hacer para tomarla con una de sus manitas e introducírsela lo que más pudo en su cavidad oral comenzando a mamársela como si de verdad se la quisiera comer con tal de que el viejo se sintiera bien con lo que ella le hacía. Con la verga ya en su boquita miraba con sus ojos verdes hacia arriba pestañeando sensualmente, aunque esto último lo hacía sin querer, como también a su vez miraba de reojo hacia un lado de su cuerpo para ver cómo iba la culeada que le estaban pegando a su amiga.
Cielo Riveros mientras mamaba la verga del hermano de don Pedro intentaba aplicarse de la mejor forma posible para que a su amiga no le fuese a pasar algo malo en las manos del viejo que la violaba, mientras don Cipriano seguía introduciendo se verga cada vez más profundo en la boca de aquella exquisita jovencita, tomándola en ocasiones de la nuca para ayudarse a introducirla lo más profundo que se pudiera, mientras una vez que bajo sus manazas se daba a acariciarle las tetas sobándolas y apretándolas a su regalado antojo.
A los pocos minutos de todo aquello Cielo Riveros le practicaba la mamada de su vida a don Cipriano que este solo se afirmaba de su cabeza babeando y con sus ojos en blanco, mientras a un lado de ellos don Pedro continuaba con sus movimientos de mete y saca sobre el vejado cuerpo de la rubia, a veces lentamente y después aumentando el ritmo, por su parte Katherine Riveros ya no se quejaba, al contrario, a estas alturas ya se estaba dejando hacer, con sus ojos fuertemente cerrados y respirando solo por su boquita le daba a entender a cualquiera que estaba disfrutándolo al máximo así como también ya lo demostraba con exquisitos suspiros de placer.
Don Pedro al caer en cuenta del real estado de la rubia se encargaba de sobarla por todo el cuerpo mientras se la cogía, como también comenzó a darle tremendos besos en la boca, Cielo Riveros desde su posición y sin dejar de mamar aquel instrumento largo y grueso que por su forma de palpitar entre sus labios parecía que iba a estallar en cualquier momento, veía como su amiga con don Pedro cruzaban sus lenguas y juntaban sus bocas en forma apasionada, las manitas de Katherine Riveros ya lo abrazaban por la espalda, a la nena le dio la impresión que su amiga estaba gozando con todo lo que le hacían, ya que a cada momento parecía abrirse más de patas para el vejete.
Don Cipriano por su lado lanzaba terroríficos bramidos de placer, ya que notaba que su verga no le cabía toda en esa dulce boquita con labios de fresas, pero la nena estaba haciendo hasta lo imposible por meterse aquella brutal herramienta taurina entera en la boca, succionándola, luego lamiéndose ella misma ambas palmas de sus manitas para masturbarlo rápidamente con estas, después acariciándola con sus labios, besándole el morado glande e intentando meter la punta de su lengua por el pequeño orificio de aquella descomunal verga.
Hasta que el caliente mecánico de don Cipriano no se aguanto más y retirándole la verga de su boca de un solo destape, se arrojo al mugriento colchón para después tomar a la chamaca desde la cintura y subírsela sobre su verga. Cielo Riveros quien en estas materias también era una alumna adelantada y estando ya a horcajadas sobre la tremenda panza cervecera de don Cipriano sin ningún esfuerzo abrió sus muslos más de lo que le exigía la posición en que se la iban a coger con la única finalidad de que al momento en que lo intentaran le entrara más fácilmente la verga pues debido a su anterior enculamiento sabía que el instrumento viril del hermano de don Pedro era tremendamente grueso.
El desesperado de don Cipriano al verse con semejante joven amazona montada sobre su panza y mirándolo con carita de entre asustada y caliente a la misma vez con gran dificultad apunto su tranca en la entrada vaginal de ella, y una vez que ya la tuvo posada en tan sublime abertura cerro sus ojos y acciono con fuerzas hacia arriba.
Con Cielo Riveros apoyada en el peludo pecho del viejo cerrando sus ojitos en clara señal de estar aguantando la presión de la verga en la entrada de su vagina, y con el viejo Cipriano con todo su rostro desfigurado por las fuerzas que hacía con su apéndice sin cejar en su feroz apuntalada, sintieron que por fin este ultimo hizo entrar el casco de su descomunal herramienta en las carnes de la tierna y puta chiquilla.
La chamaca al sentir el ingreso de la cabeza de aquel grueso puntal de carne caliente lanzo un quejido de dolor y placer al mismo tiempo quedándose estática y respirando convulsivamente por la nariz, hasta que al sentir como esa monstruosidad vergal se comenzaba a deslizar hacia el interior de su vagina cerró sus ojos y se mordió el labio inferior en clara demostración de estar sintiendo y disfrutando el adentramiento de aquel tronco de carne surcado de nervios y venas para finalmente quedarse totalmente atravesada vaginalmente por el animalesco instrumento de don Cipriano.
Una vez que Cielo Riveros y don Cipriano se acoplaron sexualmente uniéndose al bacanal de sexo en que ya estaba entregada Katherine Riveros con don Pedro, todo al interior de la casucha eran sonidos de maderas que se desclavaban y se caían, otras que crujían febrilmente al mismo ritmo de ambas cogidotas que se estaban pegando al interior de esta.
En tanto Cielo Riveros cabalgaba con los ojos cerrados en forma desesperada a su macho subiendo y bajando sus caderas por la aceitosa y bien parada verga, el viejo la tenia agarrada de sus ancas ayudándole a subir y bajar, mientras Katherine Riveros seguía recibiendo las feroces estocadas que le envainaba sádicamente don Pedro.
Después un enloquecido don Cipriano por estar cogiéndose a semejante potranca empezó a deslizar sus manos por las redondas y suaves nalgotas de la colegiala, sobajeando a manos llenas el tremendo culazo que se cargaba la muy condenada, en donde también aprovechaba de introducir uno de sus dedos en el orificio que aun se mantenía dilatado debido al salvaje tratamiento que había recibido momentos antes, Cielo Riveros al mismo compas en que lo cabalgaba le ponía sus chichotas en la boca para que el viejo se las chupara.
Al lado de ellos don Pedro ya estando algo cansado de estar arremetiendo de aquella forma y notando que en cualquier momento se podía ir cortado dentro de la rubia fue aminorando sus aserruchadas hasta desclavar su verga de la rubia, la cual salió toda mojada de distintos tipos de líquidos como así mismo una vez que se puso de pie una largo hilo de moquillo colgaba de su verga que aun la mantenía tan parada como al principio.
Katherine Riveros al notar el vacio en su vientre abrió sus ojos verdes, la chamaca estaba toda sudada y con su cutis sonrosado a causa del estado de calentura en que la había dejado el viejo Pedro, y al ver a un lado de su cuerpo la magistral galopada que le estaba pegando Cielo Riveros a la verga de don Cipriano se animo casi en el acto a auto complacerse con su mano puesta en su bien humedecida vagina, ya que vio que el viejo que se la acababa de violar estaba encendiendo un cigarrillo.
–Jejejejeje… bien… bien… mira nada mas como se revuelca esta zorra en tu verga mi buen, le decía don Pedro a su hermano, el vejete se había ido a sentar al catre vacio para descansar un rato. –Que tal si descansamos un rato, yo creo que esa furcia que te cabalga mejor que una puta a sueldo debe atender a su amiga, jeje, si la acabo de dejar en estado de calentura a la muy puta, y eso le podría hacer mal, jajajajaja…!!!!
Don Cipriano que estaba en el paraíso del placer a causa de la forma en que esa condenada chiquilla se meneaba sobre su verga, recordó eso de hacer que aquellas putillas se sobajearan entre ellas para brindarles el espectáculo de sus vidas, solo con esto rápidamente poso sus manazas en las caderas de la joven claramente haciendo que ella cesara en sus movimientos.
Una vez que Cielo Riveros ya estaba detenida pero aun empalada en la herramienta del mecánico se quedo mirando en todas direcciones ya que a causa de su calentura no había escuchado las intenciones de don Pedro, hasta que fue el mismo don Cipriano quien la ponía en conocimiento.
–Ya escuchaste pendeja, ahora debes atender a tu amiguita que se quedo en estado de calentura, jejejejeje…
Cielo Riveros aun no daba crédito a lo que estaba escuchando, y en el momento en que llevo su mirada al cuerpo de su amiga que seguramente se iba a oponer a esa situación como lo había hecho momentos antes se sorprendió al ver a Katherine Riveros que con cara de urgida se mantenía masturbándose y mirándola como a la espera de que ella le hiciera lo que los viejos estaban demandando.
–A que esperas encuincla!?, desclávate y hace tus putiadas con la zorra de tu amiga, jejejeje, aportaba don Pedro desde su ubicación.
– Cielo Riveros -Ehhhh… es que yo no se…
–Tu nunca sabes nada pendejaaaa…! solo acuéstate a un lado de ella y empiezas a hacerle cositas ricas, jejejje
En eso fue tomada desde la cintura por don Cipriano que ya quería disfrutar mirando como aquellas criaturas les brindarían una buena función haciendo guarradas entre ellas, el viejo se la desclavo el mismo y dejo a una muy nerviosa Cielo Riveros recostada a un lado del cuerpo de Katherine Riveros que seguía tocándose muy despaciosamente y con sus ojos cerrados. La única verdad de todo esto era que la rubia nuevamente se había abandonado ya que después de la colosal culeada que le había puesto don Pedro la tenían hirviendo de calentura.
Don Cipriano tomo ubicación a un lado su hermano y así ambos jalándose las vergas quedaron a la espera de lo que iban a hacer semejantes beldades.
–Y que están esperando par de putasssss…!??, tóquenseeeee mierdaaaaaa…!!!, vocifero don Cipriano desde su posición.
Katherine Riveros al notar la inexperiencia de su amiga en estas lides debido a lo agitado de su respiración que denotaba el inmenso nerviosismo que estaba sintiendo, y al tener ella algo de experiencia en juegos lésbicos con algunas de sus salidas amigas fresas, fue levantando su cuerpo para volverse hacia donde estaba una expectante Cielo Riveros que aun pensaba que eso que estaba a punto de suceder no estaba sucediendo (me entienden no?).
Cielo Riveros cuando vio a su amiga ponerse de rodillas sobre el colchón y que esta se acercaba a ella simplemente cerro sus ojos, no quería ser partícipe de aquella aberración, ella no era lesbiana se decía, y estaba segura que Katherine Riveros tampoco, pero estaba clara que si no acataban lo que habían pedido los viejos seguramente se las iban a zurrar y que era por eso que la Katherine Riveros se estaba comportando de aquella forma tan desnaturalizada.
La nerviosa nena no supo en qué momento se vio recostada con el cuerpo de Katherine Riveros muy pegada al de ella, solo se daba a mantenerse con sus ojitos cerrados, hasta que sintió la manita de su amiga acariciando su cabeza, las muy bien cuidadas uñas de la rubia y de su otra mano ya las sentía pasando delicadamente por la piel de sus caderas, la acariciaba con tal delicadeza como si ella fuese una bebita, la nena estaba que se meaba ahí mismo ya que su corazón le latió a mil cuando recordó cierto sueño que había tenido con la rubia hace algún tiempo en donde hacían cosas más atrevidas que las caricias que le estaba haciendo Katherine Riveros.
Cielo Riveros solo se mantenía quietecita pero tiritando de nerviosismo y roja como un tomate, mientras seguía sintiendo las caricias de Katherine Riveros en distintos sectores de su cuerpo, incluso ya le había tocado el culo, la colegiala en aquellos momentos se quería morir, porque justo en el momento en que la rubia le acariciaba su cabello por el sector de su oído sintió un exquisito hormigueo en el estomago que bajaba hacia la parte más sensible de su cuerpo, y para rematarla la rubia acercando sus sensuales labios a la oreja de la chamaca le consulta,
–Te gustaaaa…?
Cielo Riveros abrió sus ojos pensando en que Katherine Riveros ahora sí que estaba loca, como le preguntaba una cosa que era anti natural, una perversidad con letras mayúsculas se decía, pero más escandalizada se quedo cuando sin saber el porqué de su respuesta, pero de sus labios salió un categórico:
Cielo Riveros –Siiiiii…
Katherine Riveros se inclinó sobre el cuerpo de la nena que estaba casi recostado en el pulguiento colchón, las tetas de ambas criaturas ya se oprimían entre ellas, hasta que la rubia simplemente entre abrió sus labios e introdujo con suavidad su fresca lengua en la dulce boquita de Cielo Riveros, hasta que ambas boquitas quedaron unidas en un delicioso beso con lengua entre ellas.
La chamaca que estaba al borde de un ataque cardiaco igual correspondió aquel sensual beso, y comenzó a mover su lengua con la misma delicadeza en que lo hacia su amiga de niñez, en eso la manita de Katherine Riveros fue bajando por el vientre de la nena hasta llegar a su vagina y como si eso fuese algo normal entre ellas comenzó a masturbarla muy delicadamente.
Ambas chamacas mientras se besaban y donde una de ellas masturbaba a la otra, de fondo escucharon los aplausos de los viejos que las vitorearon al verlas entregadas al sexo prohibido.
Katherine Riveros tras estar besándose con Cielo Riveros fue poco a poco abandonando los labios de su amiga para ir bajando por su cuello hasta llegar a sus tetas, la rubia antes de chupárselas, ordeno sus rubios cabellos y se ubicó en 4 patas, separando un poco sus piernas para así regalarles una postura más sugerente al par de degenerados que las estaban obligando a hacer todo aquello.
Ya estando en posición y sin esperar nada mas la rubia estudiante abrió su boquita y comenzó a chuparle las chichotas a su amiga, intercambiando delicados lengüeteos en los pezones y lamidas por todo el contorno de estas, se pasaba de una a la otra, mientras la nena ya sentía una exquisita electricidad que transmitía su amiga desde sus labios hacia sus tetas, lo que se transformo en una agitada respiración a boca abierta por parte de la chamaca que ya se estaba comenzando a calentar ante tan delicada sesión de lamidas nunca antes sentidas por ella.
Cielo Riveros sintiendo los labios de su amiga en sus pezones levanto su carita para mirarla, la vio puesta en 4 patas mientras intentaba sacarle leche con una de sus tetas puesta en su boca y succionándola.
Instintivamente nuestra colegiala quien aun se mantenía con sus muslos recogidos y abiertos de par en par con la manita de Katherine Riveros haciendo delicadas líneas en su vagina, poso ella también una de sus manitas en la cadera de su amiga para luego comenzar a correrla hacia el culo de la Katherine Riveros, cosa que envalentono a la rubia para ir bajando con sus labios por el suave vientre de Cielo Riveros hasta llegar a la parte más deseada por la jauría masculina que conocían a la chamaca.
La desnuda rubia quien también se sintió atraída por aquella erótica y femenina hendidura tras mirarla detenidamente y casi comiéndosela con sus entre cerrados ojos verdes cerro sus ojos y abrió sus labios hasta juntarlos con la parte superior de la vagina de Cielo Riveros, quien esta ultima al sentir aquel casi mágico y delicioso contacto automáticamente elevo sus caderas para hacer más completa aún la unión de su vagina con la boquita de su amiga.
Katherine Riveros tras sentir y engolosinarse con los ácidos sabores de la vagina de Cielo Riveros, siempre con sus labios muy pegados a esta saco su lengüita y la introdujo todo lo que pudo en esa fresca fruta en sazón que su amiga le movía suavemente al mismo compas en que ella le lamia, hasta que en un momento se separo y giro su cara para mirar a Cielo Riveros, la chamaca quien abrió sus ojos y vio que su amiga la miraba desde su posición la escucho que esta le decía,
–Ricaaa… la tienes muy rica Cielo Riveros…, la colegiala que aun no se la creía de lo que le estaba diciendo su amiga del alma se estremeció ante una rara sensación que le produjeron en su estomago aquellas deliciosas palabras, la rubia le consulto, –Quieres que sigaaa?, Cielo Riveros tras escucharla solo se limito en asentir con su cabeza.
En eso se paro del catre un eufórico don Pedro que estaba que se las culeaba a las dos juntas por las guarradas que estaban haciendo, pero él quería mas,
–Jajajajajaja… delicioso par de putas…!!!!, pero… tu chamaca, dijo refiriéndose a Katherine Riveros, –Pregúntale a esta puta si le gusta que le comas la conchaaa… y tu zorra le dirás que te encanta… jajajajaja…!!! vamos rubia preguntaleee…!!!
La rubia que por un momento se había olvidado del par de vejetes se lo quedo mirando y lo vio con su tremenda herramienta que se le mantenía bien parada y botando hileras de mocos a causa de la tremenda calentura en que ellas mismas lo mantenían con toda aquella lujuriosa sesión de sexo lésbico que les estaban brindando, y por motivos estrictamente carnales ya que ella deseaba sentir nuevamente la verga del viejo taladrarle su estomago, dejo de salir de su boquita en forma entre cortada la peladez que quería escuchar el salido vejestorio,
— Cielo Riveros te gus… ta… que te co…ma la con… chaaaaa…puta si ?!!!
Cielo Riveros tragando saliva y mirando como los dos viejos se jalaban la verga, ya que ahora estaban parados uno a cada lado del colchón, también le contesto a su amiga como don Pedro quería escuchar,
Cielo Riveros –Si Katherine Riveros… me en… canta como me comes la c… con… chaaaaa…!!!

Es claro que ambas jovencitas estaban siendo obligadas a dirigirse entre ellas con un vocabulario más bien ordinario, pero también es real que con solo pronunciar aquellas peladeces ambas se calentaron aun más de lo que ya estaban, en su fuero interno les había encantado decir aquellas guarrerías.
En eso Katherine Riveros enterró su cara en la vagina de Cielo Riveros, como a su vez empezó a mover sus rodillas claramente echando su tronco y cintura en posición opuesta a como estaba la nena quien veía como su amiga acercaba sus muslos cerca de sus tetas, y mientras Katherine Riveros lamia, chupaba y succionaba la vagina de nuestra chamaquita, la condenada rubia cual abominación alzo uno de sus muslos para pasarlo por sobre el cuerpo de su amiga hasta quedar acomodada como ella había querido. El 69 ya estaba listo, con Katherine Riveros montada a la inversa sobre el cuerpo de Cielo Riveros.
La nena quien por primera vez en su vida estaba en tales condiciones con una hembra, no supo el porqué de su reacción cuando tras de mirar a solo centímetros de sus ojitos verdes la delicada vagina dorada de Katherine Riveros y de deleitarse con los dorados pelitos que ella poseía en su parte intima termino en forma casi de desesperación de agarrarse con ambas manitas a las a las caderas de su atractiva amiga para luego de haber mirado todo lo que quiso, abrir su boquita de rosa para también comenzar a comerle la zorra a su intima amiga.
Los viejos no se la querían creer, ahí estaba el par de chamacas haciendo un hermoso 69 femenino que nadie les había pedido, ambas hembritas se retorcían y se movían en forma acompasada, sintiendo que se derretían por lo muy rico que estaban sintiendo cada una con su boca puesta en la panocha de la otra.
Fue Katherine Riveros quien en un momento dado alzo su carita que estaba poseída por la lascivia para transmitirle a todo el mundo lo muy rico que estaba sintiendo,
–Ohhhh cielo…! que rica me chu…pas puta la z… zorraaaaaaaaa…!! le dijo mientras le restregaba la panocha en la boca a su amiga como una perra en leva, mientras seguía con sus guarradas, –Así… asiiiiii… pásame la lengua por la concha amigaaaaa… ahoraaaaa… comemelaaaa…!!!, le imploraba la rubia mientras le mandaba un diluvio de jugos vaginales a medida que sufría una oleada de ricos orgasmos, jugos que Cielo Riveros tan caliente como la misma Katherine Riveros se los fue tragando todos a medidas que salían expulsados de la vagina de su amiga.
Una vez que la rubia termino de correrse le mando una última serie de lamidas a la atrayente vagina de Cielo Riveros para luego pasar ambos brazos por debajo de la cintura de Cielo Riveros y dejarse caer hacia un lado hasta lograr quedar ahora ella de espaldas y con Cielo Riveros montada a la inversa sobre su cuerpo.
Este nuevo 69 fue de por si alucinante, el escultural cuerpo de la colegiala en aquella celestial posición invitaba a cualquier macho a devorarla, y así lo estaban haciendo los vejetes, quienes se la devoraban con sus libidinosas miradas y con sus vergas. Miraban esas chichotas perfectas que caían y se mecían por cada movimiento que hacia la nena, y esos preciosos hoyitos que se le formaban en la espalda en la parte misma de donde le nacían las curvas de su cintura.
Fue don Pedro quien no aguantándose las ganas que siempre la había tenido a la pendeja esa que no respetando el 69 de las chamacas se ubica detrás de Cielo Riveros y le metió la verga por la panocha sin pedirle ni siquiera el permiso a ninguna de las dos.
La nena quien en esos momentos estaba muy concentrada lamiendo la acida y salada vagina de Katherine Riveros sintió la irrupción por su panocha por lo que se volteo como pudo hasta que su mirada se encontró con la burlona mirada de don Pedro, quien estaba maravillado al tener ese tremendo culo ante él, y ensartado por el tajo delantero de la atrayente chamaca, hasta que lo oyó decir,
–No te preocupes zorraaaa… solo te culiare un ratito para que lueguito sigan en lo de ustedes, jejejeje…
Cielo Riveros no le respondió, solo respirando agitadamente al sentirse nuevamente llena de verga volteo su mirada y llevo sus rojos labios a la zorrita dorada de Katherine Riveros para seguir lamiéndosela, hasta nuevamente interrumpir esta nueva y deliciosa tarea ya que el vejete había comenzado a culearla como un energúmeno,
Cielo Riveros –Aahhh… ahhh… uhhh… siii… ahh… ahh…, gemía la puta ante las fieras apuntaladas que le pegaba don Pedro, mientras don Cipriano no paraba de jalarse la verga viendo a su hermano en acción,
–Te gusta cómo te como tu culiooooo…?!!!!, le consultaba el viejo metiéndole la verga lo más adentro que podía mientras sentía como Katherine Riveros le lamia las bolas de vez en cuando en los momentos en que se las podía alcanzar.
–Aahhhhhh…! siiiiiiiiiii…!!! Aahhh…!!! Aahhh…!!! m… me… encantaaaa…!!!!, respondía la chamaca con sus ojos cerrados y sintiendo cada fricción interna que el viejo le regalaba con su verga.
–Muy bien putitaaaaa…!!!, prepárate que ahí te voyyy…!!!

Don Pedro empezó a embestirla con una serie acelerados vergasos que hicieron estallar a la nena en un delirante orgasmo. –Plafff…! Plafff…!! Plafff…!!! Plafff…!!! Plafff…!!!!, retumbaban las suaves y vibrantes nalgotas por cada choque con la cintura del vejete.
Cielo Riveros –Aaaaaahhhhh…!!! siii…!!!!! don Pedroooooo… p… papii…! Ssiii…! Aahhh…!!!
–Toma zorraaaaa…!! tomaaaaaa…!!!!, bufaba el vejete bien agarrado a las caderas de Cielo Riveros y con sus ojos resquebrajados debido a la tremenda calentura en que lo tenían el par de chamacas.
Don Pedro dándose por satisfecho le retiró la verga de un solo jalón hacia atrás dejando a la pobre Cielo Riveros al borde del orgasmo, pero la nena se vio beneficiada por las tibios labios de su amiga que en cuanto vio desocupado el atrayente tajo intimo de su amiga no lo dudo para comenzar a comérsela en el acto y en forma hambrienta, lo que animo a la chamaca a sumirse ella también en la entrepierna de su amiga, entregándose ambas nuevamente a lo que estaban haciendo cuando fueron interrumpidas por el lujurioso mecánico.
Tras unos deliciosos minutos en que las calientes chamaquitas estuvieron rodando por el mugriento colchón sin dejar de comerse los coños, fue la rubia quien estando nuevamente montada sobre Cielo Riveros procedió a desmontarse y girar su cuerpo para comenzar a besarla, ambas hembritas se comían la boquita en forma natural si como lo hubiesen hecho por toda su vida.
Katherine Riveros quien estaba olvidada de todo y sin ni siquiera prestarle atención a los viejos que no paraban de masturbarse tras separarse de un sensual beso fue quien le propuso a su amiga:
— Cielo Riveros… culiemos entre no… so… tras…!?, le propuso la rubia con sus dorados cabellos enarbolados y con su respiración totalmente agitada debido a la gran excitación en la que se encontraba,
Ahora sí que Cielo Riveros estaba que se meaba en cualquier momento, como era eso que Katherine Riveros quería que ellas dos culearan, eso se suponía que era entre hombre y mujer,
–Katherine Riverosu.. q… que es lo que me dices…? nosotras somos mujeres…
–Vamos Cielo Riveros… no seas tontaaaa…! acaso nunca has hecho la tijera con alguna amigaaaa, jijiji. Katherine Riveros en esos momentos lo único que deseaba era juntar su zorrita con la de su amiga, pensaba que sería muy rico obtener de su Cielo Riveros ese tipo de comunión.
La rubia sin esperar respuesta y con una sonrisilla de una verdadera viciosa comenzó a mover su cuerpo hasta ubicarse al frente de Cielo Riveros para luego comenzar a entrecruzar sus piernas con las de la asustada chamaca que viendo la posición que adoptaba Katherine Riveros su mente ya le graficaba la forma en que ellas iban a culear según lo solicitado por su amiga.
1 minuto antes don Cipriano tubo que casi ahorcarse la verga para no lanzar los lecherazos al aire cuando escucho a la putilla rubia decirle a su amiga que prácticamente se la quería culiar, mientras don Pedro observaba toda la acción al otro lado de la colchoneta pajeandose como un mal nacido.
Ambas vaginas estaba una frente a la otra con Cielo Riveros puesta de espaldas y apoyada sobre sus codos, mientras Katherine Riveros se había cruzado de lado pasando uno de sus muslos por debajo de una de las piernotas de Cielo Riveros y el otro tenerlo por sobre el estomago de la nena.
Ya todo estaba dado para la tijera femenina que iban a realizar las chamacas.
Cielo Riveros siendo asaltada por un enloquecedor estado de lujuriosa calentura y no importándole que la escuchara don Pedro y el otro viejo, con sus ojitos vidriosos le dijo a su amiga,
–Culiame… Katherine Riverosu…,
La rubia que estaba poseída por el demonio en aquellos momentos sin pensársela mas se aferro a un muslo de Cielo Riveros e hizo avanzar su vagina hasta hacer contacto con la de la nena.
Ambas vaginas una vez que se juntaron comenzaron a moverse delicadamente y al unísono, los pelitos íntimos de cada una de las jovencitas se enredaban producto de como cada una de sus dueñas se refregaban entre ellas, hacían desquiciantes círculos para luego de volver a unirse friccionarse para ambos lados y volver a realizar aquellas enloquecedoras ondulaciones con las que se buscaban.
A los pocos minutos los movimientos de cintura que hacían las hembras se hicieron más enloquecedores, las chamacas se estaban dando con todo, y esto se manifestaba en la parte baja de ambas pelvis, ya que sus vaginas estaban rebosantes de los líquidos íntimos que cada una iba soltando por la concha, a estas alturas ambas chicas sabían lo que tenían que hacer y cómo moverse, sus panochas se besaban y chupaban apasionadamente, mientras las nenas empujaban sus cuerpos rítmicamente, en esos momentos lo único que se escuchaba en la habitación era el sonido húmedo de las vaginas que se raspaban, que también se sumaban a los gemidos de placer de ambas jovencitas que se entre mezclaban con las pesadas respiraciones de los viejos que no se perdían detalles de todo lo que ahí estaba ocurriendo.
–Esoooo… asiiii es… muéveteeeee… culiameeeee…!!! le pedía Cielo Riveros lascivamente a Katherine Riveros.
La rubia quien noto que su amiga estaba lista para el orgasmo aumento la rapidez de sus movimientos y ondulaciones de vagina, mientras la chamaca sintió una oleada de placer femenino que la hizo enarcar su espalda y empinar su vagina en busca de la de Katherine Riveros que se mantenía pegada a la de ella hasta que su desborde orgásmico fue imparable, ya que sintió que desde su panocha se expandían innumerables descargas eléctricas que se expandían a cada rincón de su cuerpo.
–Ohhhhh…! ricooooo…! Katherine Riverosuu… mi vidaaaa…!! me corrooooooo…!!! rica… tu zorritaaaaaa…!!! Aayyyyyy…!!!! Ayyyyy…!!! Mmmm…!!! Ayyyyyyy….!!! ricoooo…!!! ricoooo…!! ricc…!! ricooo…!

La nena quien aun se orgasmeaba fue atacada por una serie de espasmos que electrificaban cada una de sus extremidades haciendo que comenzara a mover la zorra en forma desesperada, en tanto la rubia que al sentir aquellos frenéticos movimientos que hacia su caliente amiga hicieron que su acalorada concha se deshiciera en un fenomenal orgasmo que se fundió con el de Cielo Riveros, ambas vaginas daban la impresión de estarse meando por la exagerada cantidad de jugos que eyectaban fuertemente hacia afuera por cada contacto que hacían entre ellas.
–Ohhhh…! yo tambiennn… me voyyyy…!! me voyyyyyy…!!! Cielo Riveros que ricoooo te muevesssss…!!! así…!!! así…!!! así…!! mi amorrrrrr…!!! Ahhhh…!!! Ahhhhhyyyyy…!!! ricaaaa…!!! ricaaaaa…!!! Mmmmmmm…!!! ricaaaa…!!! r… re… re…friégame tu conchaaaaaa…!!!! que me corrooooooo mamiiiiii…!!!
Fueron 90 segundos de gritos contorsiones y guarradas que se estuvieron diciendo las pervertidas chamacas hasta que una vez que se les relajaron los músculos de sus cuerpos y de la zorra de cada una, quedaron tendidas ambas en posición opuesta y con sus hermosas piernas abiertas respirando agitadamente con los ojos cerrados, Cielo Riveros con sus dos brazos abiertos como si de una batalla viniera, y Katherine Riveros con sus dos manitas puestas en la cara.
–Vámosle los dos a la Cielo Riveros mi buen, pero de a uno, le dijo don Pedro a su hermano. –Dásela tu primero te veo algo urgido… jajajjaja…!!!, le otorgó el viejo a su hermano el beneficio ya que lo veía a él más desesperado por descargar su simiente,
–Gracias pendejoooo…!!! ahí le voy a esta chamaca desgraciadaaa… jajajaja…!!!
Don Cipriano con su verga rebosante de semen caliente, vio a la atractiva chamaca tendida en aquel colchón con sus bellas piernas totalmente abiertas, la nena aun no se recuperaba completamente del delirante orgasmo sufrido al haber estado haciéndolo con Katherine Riveros, como tampoco se daba cuenta de que el hermano de don Pedro la miraba con la misma cara que un desequilibrado caníbal mira un cuerpo humano antes de comérselo, y era eso lo que el viejo deseaba en ese momento, comerse literalmente a esa joven ninfa que se exhibía inconscientemente en todo su esplendor juvenil.
Ya no aguantándose mas el ansioso mecánico se echó sobre aquel soberbio cuerpo ofrecido para él y sin darle tiempo a nada se la ensarto de un solo envión, lo que hiso que la semi inconsciente chica cayera en cuenta que de nuevo se la habían metido. Por su parte Cielo Riveros ante la feroz ensartada que recibió y si como ella estuviera solo hecha para darle placer a quien quisiera se limito solo a aferrase a las anchas espaldas del mecánico y a recoger nuevamente sus muslos para que las aserruchadas le fueran mas fáciles y profundas para el vejete.
Katherine Riveros quien estaba recostada justo al frente donde de nuevo se la estaban metiendo a su amiga solo se dio a encogerse sobre el colchón y mirar la violación en posición fetal como también sintiendo nuevas sensaciones en su vagina al sentirse participe de todo aquel bacanal de sexo desenfrenado en el que había participado junto con su mejor amiga.
Don Cipriano estaba en la gloria, empujaba, metía, ensartaba y agasajaba el imponente cuerpo de la colegiala quien bien aferrada al pecho del hombre también aportaba meneando su cintura para adelante y atrás por cada estocada que recibía, pero fue tanto el sube y baja de su vagina y las apuntaladas del hombre que ya no pudieron resistirse más y ambos se corrieron en una intensa explosión de placer, en la cual Cielo Riveros para sentir más rico todavía incremento el ritmo de sus movimientos hasta que ya estando superada por tanta calentura que estaba sintiendo en su mente lanzo un lujurioso grito de gloria y gozo al mismo tiempo, atenazándose con desesperación al grotesco y peludo cuerpo de don Cipriano, que este por su parte justo en el momento en que la hembrita bramaba de placer le inyecto con fuerzas al interior de su vagina una gran cantidad de leche caliente y media amarillenta, inundándola de tal manera que una vez que estuvo llena, esta le escurría por los lados de su verga la cual todavía no se reducía de tamaño, fueron varios los espasmos que lanzaron borbotones de vigoroso semen espeso, llenándola por completo hasta lo más recóndito de su matriz.
Mientras todo esto estaba ocurriendo, la delirante escena sexual estaba siendo contemplada por una asustada y caliente Katherine Riveros que a pesar de todo lo vivido aun no se convencía que la mujer que en esos momentos estaba culiando con un viejo de lo mas ordinario, era su amiga Cielo Riveros, la nena mas tímida de toda la clase, la misma que se sacaba las mejores notas en el colegio y que era la más bien portada de todo su curso, por más que se repetía todo aquello aun no lo creía y que para rematarla solo hace unos pocos minutos se habían mandado una colosal sesión de sexo entre ellas a solicitud de aquellos tipejos que trabajaban de mecánicos.
Por su parte don Pedro quien había mirado orgulloso como su hermano se cogía a su mujer a penas este se echó como un animal muerto al lado de ella, no lo dudó para acomodarse en la misma posición en que se lo habían hecho reciencito a la casi desmayada chamaca, el degenerado viejo sintió que la sangre le hervía de deseo y que nuevas fuerzas le renacían en su mugriento cuerpo al ver en las lamentables condiciones en que estaba la colegiala y notando lo indefensa que se encontraba al aun mantenerse tal como la había dejado su hermano aprovecho esta instancia ya que en esos momentos tenía una erección tremenda, su verga que estaba totalmente encorvada casi le exigía a su dueño colarse y entrar en esa vagina recién rellenada con semen caliente.
El lujurioso y fiero mecánico de la feria ya estando casi montado sobre el escultural cuerpo de la colegiala contempló por última vez a su presa antes de volvérsela a culear, vio la perfecta curva de la cintura con su piel blanca y tersa, para seguir más abajo y otra vez toparse con ese alucinante triangulo apenas visible de bellitos negros, –Es hermosa esta desgraciada, ahorita mismo vas a saber lo que es una buena verga, jejejeje pensaba y reía para sus adentros el abominable vejete.
Don Pedro ya no esperando nada mas tomo su descomunal miembro de características muy parecidas a las de su hermano y lo paso por el estrecho y resbaloso canal vaginal que se abría entre medio de los dos muslos abiertos de la jovencita. Había dejado que su salido hermano disfrutase con la bella putita que el se había encontrado, pero él estaba dispuesto a pagarse con creces del tremendo placer que le acababa de otorgar al muy infeliz y egoísta, se decía, pero eso sería más adelante, por ahora se había conformado con cogerse a la rubia como también ahora se proponía hacérselo nuevamente a Cielo Riveros, así que ya sin pensar más en el asunto puso su aceitoso glande entre los pliegues de la vagina que estaban bien humedecidos por los residuos de su hermano, para luego de juntar sus pellejos del pecho con las turgentes tetas de la mamasota esa instintivamente empujo la verga para adentro.
El grueso y potente miembro de don Pedro se abrió camino con poderío por aquel conducto vaginal que estaba anegado en semen amarillento, la nena que gimió notando como otra verga nuevamente la iba penetrando lentamente, pero sin parar asumió su papel tal como lo había venido haciendo desde que la habían metido al interior de aquella cochambrosa y mugrienta casucha de campo.
Mientras a Cielo Riveros ya la iban culeando con más fuerzas, y la verga ya taladraba enfurecida la matriz de la chamaca, don Pedro continuaba embistiendo implacablemente con su verga endurecida por entre medio de las paredes interiores de la chica, a la vez que le atacaba con su boca desde el hombro desnudo, pasando por el cuello hasta llegar a sus labios semi abiertos, lamiéndolo todo, con lo cual nuevamente se anotaba que la jovencita a parte de abrirse de patas tal como lo había hecho con su hermano, ella ahora había salido de su estado y nuevamente estaba llena de escalofríos que la exasperaban y la calentaban hasta la locura, hasta dejar salir de sus labios lo que su propia calentura le demandaban,
Cielo Riveros –Aaaaaaahhhhh…! Aaaaaaahhhh…!! gemía la colegiala en cada nuevo espolonazo que le mandaba don Pedro con su vergota que estaba en llamas debido a toda la excitación acumulada en las horas de desenfreno que llevaban con ambas colegialas.
Ahora ya sin ningún tipo de consideraciones le plantaba estocadas con movimientos de adentramiento salvajes sin cesar de mover su cadera y apéndice de atrás para adelante ensartándola bestialmente, sintiendo y absorbiendo el impacto la resbalosa vagina de la casi muerta Cielo Riveros que aun se daba fuerzas para responderle a cualquiera de los dos vejetes.
Mientras esto le sucedía Katherine Riveros quien veía esta nueva violación, o lo que fuera, con sus ojos abiertos como platos ya que había jurado de guata que esta vez Cielo Riveros no reaccionaria, pero ahí estaba nuevamente su amiga cogiendo y quejándose de calentura como la peor de las putas.
Más de 20 minutos estuvo don Pedro bombeando como loco el flagelado cuerpazo de la colegiala.
En tanto la nena en aquellas acaloradas horas había bajado de peso por lo menos 1 kilo y medio por todo lo que estaba traspirando, con su esbelto cuerpo sudando y brillando alucinantemente se daba a sentir y gozar al máximo con los vigorosos movimientos en que el mecánico la tomaba como su mujer, por cada momento que pasaba las embestidas que le asestaban iban ganando intensidad, el cuerpo de la chica se movía rítmicamente de atrás y hacia adelante en el inmundo jergón debido a los firmes apuntalamientos en que la sometían.
Don Pedro quien estaba preso por la lujuria y lleno de excitación comenzó a darle unos fuertes y aceleradas estocadas, a la vez que todos los poros de los pellejos de su cuerpo junto a sus músculos se vieron envueltos en unos impresionantes espasmos de placer al mismo tiempo que le soltaba chorros de semen dentro del estomago de la chamaca que al notar lo que sucedía también jadeaba sin parar, llegando con gritos de toda índole a otro orgasmo junto a su macho.
Ahora sí que la chamaca se podría decir que le habían literalmente moqueado todo su estomago, el semen por dentro de su cuerpo lo cubría todo, como también se escurría por entre medio de sus órganos internos.
El ya más calmado vejete una vez que espero unos segundos, se relajo y sin decir palabra se levanto dejando a la chamaca en el suelo, a Cielo Riveros le extraño la rapidez en que el vejete se retiraba, pero más extrañada se quedo al ver que su amiga estaba galopando como desaforada a don Cipriano.
Katherine Riveros estaba agachada y puesta en cuclillas con sus dos manitas puestas en el peludo pecho de don Cipriano quien estaba estirado como muerto y botando babas sin darse cuenta, la cabalgada que le estaba dando la rubita era de campeonato, ya que ambos no se habían aguantado las ganas al estar viendo como los otros dos culeaban tan rico y ellos mirando.
El siniestro de don Pedro quien veía el delineado cuerpo de aquella jovencita rubia y con aspecto de nórdica, que saltaba y exprimía la verga de su hermano, aprovecho aquel momento para ir hasta donde estaban sus pantalones y sacar del bolsillo de este su teléfono celular, luego como todo un delincuente y sin interrumpir a la pareja tomo unas cuantas fotos, para después también hacer un video de 20 segundos de la colosal cacha que se estaban pegando, esto no fue advertido por don Cipriano, don Pedro ya dándose por satisfecho con su treta rio diabólicamente a la vez que guardaba su celular con la grabación y las fotografías en la memoria de este.
–Que mierda te pasaaaa pendejoooo…!!! bufo don Cipriano cuando volviendo en si vio como su hermano había tomado a la rubia y la había arrastrado hacia un lado de Cielo Riveros quien recién se recuperaba de su ultimo orgasmo.
–Jajajajaja tranquilo wey… esta rubia tiene una misión, jajajaja.
Luego que don Pedro la dejo tendida de espaldas a una extrañada Katherine Riveros que nuevamente estaba caliente debido a la cogida que se había estado pegando con don Cipriano escucho como este detestable viejo sin dientes ahora se dirigía a Cielo Riveros.
–Tu pendeja muévete despacio y ponle la concha en la boca a esta putaaaa…!!! jajajaja…!!! vamos rapidoooo…!!! antes que se te salgan los mocos de la zorraaaa…!!!, jajajajja…!!!!!
Cielo Riveros quedó mirando asustada a Katherine Riveros que estaba tendida a un lado de ella, ambas nenas aun estaban en estado de excitación pero lo que pedía el viejo ese ya era más descabellado de todo lo que ya les habían hecho, en eso la colegiala sintió que era la misma rubia quien la tomaba fuertemente de su manita como dándole fuerzas para que cumplieran con lo que le pedían.
La nena viendo la cara de sádico en que la miraba don Pedro a la espera que se cumplieran sus deseos nuevamente lo escucho bufar,
–Que esperas zorraaaaa…?!!, mueve ese culo y échale todos nuestros mocos en la boca a esta furciaaaa…!!!, jajajajaja…!!!. Y sintiendo Cielo Riveros como Katherine Riveros nuevamente le apretaba la mano en señal de solidaridad con ella, lentamente se fue poniendo de rodillas, mientras el vejete casi babeaba dándole instrucciones, don Cipriano también se había acercado a ellas para ver la operación, –Con cuidado pendeja, intenta que no te escurra nada de semen hasta que no te sientes en la boca de tu amiguita, jajajajaja…!!!!
Cielo Riveros quien ya estaba de rodillas con su manita puesta en su panochita intentando evitar que su vagina rebosante de espermios de dos hombres distintos los dejara salir, con mucha exquisitez paso uno de sus portentosos muslos por sobre la cabeza de Katherine Riveros hasta quedar casi a horcajadas sobre su cabeza, aun no se atrevía a sacar su mano de su conchita, solo miraba con cara de asustada a ambos vejetes,
–Dáselo putaaaaaa…!!! la rubia debe probarlo y comérselo todoooo…!!!, jajajajja…!!!
Fue Katherine Riveros quien delicadamente para ayudar a su amiga y evitar que no le fueran a pegar nuevamente, le facilito la tarea ya que ella misma hiso que Cielo Riveros despejara su vagina para inmediatamente ella abrir su baquita y esperar lo que su amiga le iba a soltar desde su vagina.

La colegiala no tuvo que hacer mucho esfuerzo ya que fue la misma fuerza de gravedad quien dio el primer paso para que Cielo Riveros cumpliera con aquella enloquecedora tarea.
Estando la joven vagina solo a escasos centímetros de los rosados y sensuales labios de la rubia quien esperaba con la boca abierta y con su lengüita afuera, vio como desde la abertura intima de Cielo Riveros fueron asomando acompasadamente gruesos goterones del liquido blanco y a veces amarillento que caían en forma impecable dentro de su cavidad oral.
Katherine Riveros desde su posición veía en primer plano la vagina de su amiga con sus escasos pelitos negros brillando y como esa preciosa hendidura no se cansaba de vomitar la esencia masculina de los dos viejos.
La colegiala por su parte mientras que aun no se la creía de estar en aquellas condiciones con Katherine Riveros, sentía como de su interior escurría el semen de los viejos, solo se daba a tocarse su estomago haciendo movimientos con su manita para que el espeso contenido que había al interior de este bajara con más facilidad. En un momento que llevó su mirada hacia abajo para ver cómo estaba Katherine Riveros, y cuando ambas femeninas miradas se cruzaron vio que su amiga desde abajo y con su boca abierta y blanca de semen le cerraba un ojo como diciendole que por su parte todo estaba bien, o al menos eso fue lo que entendió Cielo Riveros.
Cuando de la represa vaginal de nuestra exquisita Cielo Riveros ya no salió mas de aquel viscoso liquido, y en el momento en que la nena ya se había retirado de la cara de su amiga, todos vieron como Katherine Riveros con un muslo estirado y el otro encogido hacia arriba solo se mantenía tendida con su boca llena de espermios y que luego de asomar de vez en cuando su lengua que se veía embalsamada en esa prolífica esencia masculina sin esperar a que nadie se lo ordenara fue y se lo trago todo sin ni siquiera hacerle asco.
Pero don Cipriano que se había quedado caliente con la fallida cacha que se había estado pegando con Katherine Riveros antes de que a su hermano se le ocurriera la brillante idea recién realizada, como un desesperado avanzo hacia donde estaba Cielo Riveros para tomarla con fuerzas de un brazo y hacer que se tendiera con la cara muy cerca a la de su amiga para en el acto agacharse a un lado de ellas de tres jaladas en la verga soltar su segunda corrida de semen.
Las sorprendidas nenitas vieron como aquella grotesca herramienta masculina vomitaba semen sobre sus rostros, y más traumadas quedaron cuando vieron que la verga de don Pedro también se unía a la fiesta de los disparos.
Tres gruesos cordones de liquido blanco surcaron las dos caras de las beldades, otros mancharon grotescamente sus cabellos, sus vistas se nublaron con el liquido caliente y blanquecino con el cual las bañaban, ni sus cejas narices y oídos se salvaron del baño de semen al cual fueron sometidas.
Ambas nenas quedaron tendidas en el mugriento colchón mientras que como pudieron se limpiaron la cara y sobre todo los ojos.
Los vejetes como si todo eso fuese lo más normal del mundo luego de dejarlas en tal lamentables condiciones y tras fumarse un cigarro comentando de lo muy bien que se las habían pasado con esas dos hembritas de 18 años, se limpiaron sus vergas con las ropas de las jóvenes y simplemente se fueron en la camioneta de don Cipriano, dejándolas desnudas y todas culeadas al interior de la casucha.
–Ehhh… parece que ya se fueron, dijo Cielo Riveros con sus deditos doblados en su boquita cuando sintió que el motor de la camioneta se iba alejando. La nena ya había recuperado su tímida personalidad de siempre.
La rubia tras mirar el inmundo lugar en donde se las habían cogido se puso de pie y le contesto a su amiga,
–Al menos nos dejaron la ropa y nuestras cosas… vamos vístete que nos vamos… mira ya esta aclarando…
Los vejetes como si todo eso fuese de lo más normal del mundo luego de dejarlas en tan lamentables condiciones y tras fumarse un cigarro comentando de lo muy bien que se las habían pasado con esas dos hembritas de 18 años, se limpiaron sus vergas con las ropas de las jóvenes y simplemente se fueron en la camioneta de don Cipriano, dejándolas desnudas y todas culeadas al interior de la casucha.
–Ehhh… parece que ya se fueron, dijo Cielo Riveros aun tirada en el suelo y con sus deditos doblados en su boquita cuando sintió que el motor de la camioneta se iba alejando. La nena ya había recuperado su tímida personalidad de siempre.
La rubia tras mirar el inmundo lugar en donde se las habían cogido se puso de pie y le contesto a su amiga,
–Al menos nos dejaron la ropa y nuestras cosas… ponte de pie tu también y vístete que nos vamos… mira ya esta aclarando…
Las dos exuberantes colegialas caminaban en silencio por aquel solitario y polvoriento camino rural en donde habían sido abandonadas, sus figuras eran imponentes y contrastaban con el paisaje de aquellos lugares. Ambas avanzaban moviendo deliciosamente sus cuerpos, quien las viera nunca creería que aquellas exquisitas beldades venían recién saliendo de una salvaje sesión de sexo duro y bestial con dos viejos mecánicos de muy baja calaña, sesión que había durado casi una noche completa, pero ahora solo la oscura sombra de los árboles y el frescor de la mañana las acompañaban.
Katherine Riveros a pesar de estar consciente de lo que les había ocurrido y de lo hecho por ellas con los dos detestables amigos de Cielo Riveros era de una conducta de lo mas reprobable, de cualquier modo no dejaba de mirar a su amiga en forma sonriente, deseaba hacerle miles de preguntas, pero el semblante serio y de preocupación que veía en la cara de nuestra deseada colegiala mientras esta caminaba cadenciosamente, la detenían a que se las hiciera.
Iban con su rostro demacrado y con su cuerpo adolorido, en el pelo de ambas, a pesar que se lo habían limpiado, aun se secaban algunas muestras de las exudaciones venéreas que los mecánicos habían vomitado desde sus vergas solo momentos antes, ya que todos sabemos y tal como se dijo, aquellos dos ordinarios vejetes se las habían estado cogiendo por toda una noche, en distintas posiciones y prácticamente tiradas en el suelo hasta que ambos se quedaron con los testículos secos al haberles soltado una gran cantidad de semen caliente y viscoso en sus caritas en el momento que dieron por terminada la celestial orgía que se habían pegado con ellas.
Con todo lo anterior, en aquellas tan deplorables condiciones físicas y con sus vestimentas sucias con tierra y espermios secos como las dejaron abandonadas, las nenotas a ojos de cualquiera no dejaban de verse netamente apetecibles como lo eran ellas.
Tras caminar 20 minutos por lo menos por fin pudieron llegar a un camino con pavimento, por lo que rápidamente se fueron a sentar en una solitaria y deteriorada parada de autobuses la cual se encontraba llena de basura. En distintos puntos de aquella inmunda garita de pasajeros habían notorias manchas de orina que aun humeaban sus hedores, ya que mas que paradero esta era usada por los pasantes para echar unas buenas meadas.
Aun era temprano y por el sector en donde se encontraba aquel rustico y miserable paradero de autobuses no se veía ningún alma, todo era follaje, terrenos con siembra y solo el camino con pavimento les enseñaba al par de chamacas que por fin estaban en dirección a la civilización, fue Cielo Riveros la primera en mostrar preocupación al no saber ni siquiera donde estaban.
–Ay Katherine Riveros…!!, y que hacemos ahora!?, ya es tarde y por aquí no pasa nadie…
–No te preocupes Cielo Riveros, ya pasará un autobús y regresaremos a nuestras casas, no sabes las ganas que tengo de entrar a una ducha para enjabonarme y sacar de mi cuerpo toda esa porquería que tus amigos me desparramaron por todos lados…, -de alguna forma ahí era la Katherine Riveros la que conservaba la calma, la rubita ya se había visto en situaciones más o menos parecidas anteriormente, claro que no tan brutales y crudas como la de la noche anterior, en donde los machitos aquellos de esas otras incursiones tampoco habían logrado obtener mucho en la parte sexual y obviamente que estos fueron casi el triple más jóvenes en comparación de estos últimos dos con los que ellas si habían estado cogiendo como Dios manda.
–Pero es que por aquí no se ve a nadie, ni siquiera pasan autos…! Me da miedo que nos ocurra algo malo…!!, -la chamaquita decía lo anterior mirando en todas direcciones, mientras Katherine Riveros no pudo dejar de reírse con las palabras de su amiga.
–Jijiji… Ay Cielo Riveros … no me hagas reír… con lo que nos pasó anoche con tus amigos que más nos podría ocurrir…!?, jijiji. -La rubia estudiante se encontraba sentada a solo un metro de donde estaba la mamasota y no dejaba de mirarla con picardía mientras le hablaba, ya que con el solo hecho de recordar como la había visto cogiendo con los dos viejos al mismo tiempo y con su carita desfigurada por el placer que debió haber sentido en aquellos momentos en que dos vergas distintas se deslizaban y entraban alternadamente por sus dos orificios principales. El solo pensar e imaginar esto último a la rubia aun le hacían sentir unas raras sensaciones tanto mental como físicamente, preguntándose que quien lo iba a creer?.
Nuestra agraciada y curvilínea chamaca que se encontraba sentadita con sus dos poderosos muslos bien juntos en aquel solitario paradero notaba la singular forma en que su amiga de la niñez le hablaba y la miraba al mismo tiempo, y tras escuchar lo último que esta le decía se dio a responderle.
–Ellos… ellos no son mis amigos…, -le contestó mirando hacia el horizonte del pavimento por donde debería llegar el transporte de regreso a sus hogares.
–Como que no lo son…!?, -le contestó seguidamente Katherine Riveros, –si tu mismita me los presentaste anoche, o acaso ya no lo recuerdas…!?, además que casi me rogaste para que saliéramos a juntarnos con ellos, -le respondió la rubia estudiante que ya estaba comenzando a pensar que su amiga del alma de ingenua no tenía nada.
–O sea si…!, – Cielo Riveros le habló con un dejo de preocupación en su voz al notar que Katherine Riveros daba muestras de no creer en lo que decía, así que continuó explicándole, –Yo al que conozco un poco mas es a don Pedro, pero a su hermano era la primera vez que lo veía…!!
–Mmmmm…!, como que no te creo mucho amiga, Jijiji. Me dices esas cosas y a pesar de eso igual te encontré acostada con ese tal don Cipriano cuando llegué con su hermano luego de ir a dar una vuelta en camioneta, jijiji…, -la rubia le hablaba buscando su mirada con la suya por lo que continuó, –Yo me pregunto ahora… cómo habría sido la situación si ya lo hubieses conocido!?, jijiji… -Ahora Katherine Riveros miraba a Cielo Riveros de una forma tan acusadora como también de complicidad por lo que habían hecho juntas, su entre maliciosa y picara sonrisa así lo hacían notar.
–Ay Katherine Riveros…!, de verdad que yo no te estoy mintiendo, lo que pasó… lo… lo que pasó… -La tentadora adolescente de cabellos azuladamente negros no encontraba las palabras necesarias para explicarle a su amiga como se habían sucedido las cosas con don Cipriano en el momento en que se quedaron a solas en aquella viciosa casucha de campo, o al menos como lo fue al principio de aquella incursión sexual en que la encontró Katherine Riveros una vez que llegó de vuelta con don Pedro, hasta que al fin le dijo no muy convencida de ello, –En ese momento en que tu llegaste me… me… e… es… es… taban v… vio… violandooo…!, -dijo la mamasota entre cortadamente, casi muerta por la vergüenza y mirando hacia el suelo, lo único que deseaba en esos momentos era que su amiga creyera en sus palabras, pero muy en su interior ni ella misma se la creía, deseaba que la tierra se abriera y se la tragara para no asumir la realidad.
–Jajajaja… Cielo Riveros …!, no me mires por mensa, si cuando yo entré en esa casucha tu rostro era el de una verdadera put…, ay perdón…!!!, -Katherine Riveros rápidamente se tapó la boca con sus delicadas manitas de niña fresa, para luego y en el acto continuar con sus acaloradas apreciaciones, –Discúlpame Cielo Riveros es que casi se me salió, o sea lo que quiero decir es que se notaba que te la estabas pasando muy bien con lo que te hacía ese señor Cipriano, jijiji…!
La resuelta Katherine Riveros miraba detenidamente a su amiga para notar cuales eran las reacciones de ella ante su tanda de verdades, y notó que con sus últimas aclaraciones a la nena se le llenaron sus ojitos verdes de lágrimas, ya que prácticamente la había tratado en forma involuntaria de puta, por lo que rápidamente se arrepintió de estar siendo tan dura con ella y quiso hacerla sentir no tan culpable.
–Ya Cielo Riveros …, no pongas esa cara… si no es tan grave eso que estabas haciendo, además que yo se que tú no eres así, recuerda que yo también tuve que hacerlo, mira te voy a confidenciar algo muy personal, para que veas que tú no eres la única que se acuesta con viejos, jijiji…
La colegiala rápidamente se quedó mirando a su amiga con sus labios balbuceando, ella quería decir cualquier cosa para defender su reputación, pensaba que si bien ella hasta este momento se había acostado con distintos vejetes, estos sucesos eran netamente involuntarios por parte de ella, aunque sabía que a estas alturas difícilmente podría dar a demostrar lo contrario, o al menos con su amiga.
Katherine Riveros quien advirtió el estado emocional en que se encontraba Cielo Riveros rápidamente le soltó lo que quería decir.
–Escúchame Cielo Riveros … mira esto es un secreto Ehhh, ps…, ps…, la otra vez en mi casa yo también lo hice con un viejo, -la rubia veía que su amiga poco a poco le iba prestando atención a sus palabras, así que continuó, –Mas precisamente y para que sepas fue con el profesor Tulio, jijiji, vez…?, tú no eres la única que se ha acostado con hombres mayores…
Cielo Riveros cambio rápidamente de expresión ante tan intima confesión de Katherine Riveros, claro que la rubia se lo estaba confidenciando únicamente para que la nena no se sintiera tan mal ya que ella al conocerla de tanto tiempo conocía el carácter reservado y retraído de su amiga.
–Lo… lo… has hecho con el profesor Tulio…?, – Cielo Riveros por un momento olvidó su estado emocional, la confesión de Katherine Riveros era muy comprometedora…
–Pus si… y que tiene?, además que me prometió hacerme un favor a cambio de dejar que me lo hiciera…
–Y que favor te hará a cambio por haberte acostado con él?, -Ahora Cielo Riveros se mostraba más confiada y abierta de mente con semejante declaración por parte de Katherine Riveros.
–Mmmm… jiji, por ahora no te lo puedo decir, pero quería que lo supieras para que no te sintieras tan culpable, y también para que sepas que no estás sola en esto, -le respondió solidariamente a Cielo Riveros la salida jovencita fresa.
–Katherine Riveros…! Tuuu… tu… me estas vacilando…! Yo… yo… no te creo que lo hayas hecho con el maestro Tulio…!, solo lo dices para que yo no me sienta tan mal. – Cielo Riveros miraba con cara de sorprendida a la rubia mientras le decía esto último.
Katherine Riveros por su parte se miraba el cuidado de sus uñas con cara de aniñada, pero la verdad era que nuestra infartante colegiala si le creía, ya que conociendo a su amiga sabía que esta era capaz de hacer cualquier cosa a cambio de algo que quisiera obtener, y en el colegio ya eran muchos los comentarios que enlodaban su reputación, sumándole que a su mente rápidamente le vinieron las imágenes de ver a Katherine Riveros totalmente desnuda masturbándose y mencionando al profesor Tulio aquella vez que tuvo que salir huyendo de su casa antes de que ella hiciera una barbaridad al ver a su amiga desnuda o antes de que el buen profesor se despertara y se la culeara nuevamente, fue la rubia quien la sacó de su ensimismamiento.
–Jajajaja…!!, te digo que si tonta, me acosté con él ese día que fuimos a la feria cuando tú te perdiste en el sector del toro mecánico, sucedió un rato antes de que llegaras a mi casa. Te das cuenta…?, ahora sabes que tu buena Katherine Riveros se lo ha hecho con el profe más feo del colegio, jijiji, y para que sepas el profesor Tulio también fue un poco bruto cuando me lo hiso…
La contrariada mamasota quien escuchaba las íntimas confidencias de su amiga fue traicionada por su acalorado temperamento a la hora de entrar en detalles lujuriosos ante tan ardiente conversación y a su acalorados recuerdos, añadiéndole a que con su misma amiga acababan de estar revolcándose en un cuarteto de antología con dos vejetes de vergas descomunales así que fue y le soltó sin darse cuenta otra más alteradora intimidad de ella a la rubia. Katherine Riveros la captó al instante y lo que escuchó la dejaron boquiabierta.
–Ay si…!, el maestro Tulio puede ser un poco bruto y tosco al momento en que se lo hace a una, pero no la tiene tan grande como la de don Pedro o don Cipriano… o al menos así se la sentí yo cuando me la metió en tu casa… –La chamaca en sus últimas palabras fue consciente de la indiscreta revelación que le estaba haciendo a su rubia amiga, y tras quedarse callada marcadamente al caer en cuenta del error cometido lentamente fue girando su carita hacia donde estaba Katherine Riveros para quedarse mirándola con sus preciosos ojos verdes bien abiertos, saltones y mas vidriosos que nunca.
La bella Katherine Riveros se quedó pasmada, no se la podía creer, su amiga del alma y de la niñez, la más calladita del colegio y alumna ejemplar ante todo el profesorado, la misma que se sacaba las máximas calificaciones en todos los ramos, y que era pretendida por los chamacos más bien parecidos del establecimiento escolar también se acostaba con el aberrante maestro Tulio!?, ya que claramente era la misma Cielo Riveros quien le estaba confirmando que ella conocía las dimensiones vergales del asqueroso maestro y que para rematarla no se la sintió tan grande cuando el profesor con cara de mórbido renacuajo se la había metido en su propia casa, según le acababa de confidenciar al compararlas con las de don Pedro y don Cipriano.
–Noooooo…!!! Cielo Riveros …!!!! me estás diciendo que el maestro Tulio también te la metió…!!??, -el curvilíneo cuerpo de la rubia embutido en el exquisito vestido negro que tenia misteriosas manchas secas de un líquido medio blancuzco y viscoso temblaba de emoción ante este nuevo soplo lujurioso que le acababa de soltar Cielo Riveros, y al ver que la chamaca se había quedado petrificada ante su imprudente confesión se dio a animarla a que fuera ella misma quien se lo confirmara nuevamente y que ella no había escuchado mal, –No te quedes callada amiga…!!, dime también te has acostado con el profesor Tuliooo!?
Cielo Riveros quien en esos momentos se sentía morir de vergüenza por la imprudencia de su confesión supo que no le quedaba más alternativa que reconocer lo dicho por sus propios labios.
–Ehhh… es que yoooo… no queríaaaa… peroooo siiiiiii… también me lo hisoooo… y fue en tu casaaaa…!, -le dijo ahora mordiéndose el labio inferior y mirando hacia cualquier parte.

–No lo puedo creer…!!! Esto… esto… es increíble…!!!, dímelo otra vez y pellízcame para no creer que lo estoy soñando… dime, el profesor Tulio te estuvo culeando en mi propia casa…!!??, -la rubia ahora ya estaba de pie y caminaba nerviosamente de un lado a otro al frente de su amiga, ella de un minuto a otro ya estaba como loca y totalmente salida por el curso de la conversación.
–Ay Katherine Riveros…!, no lo digas así, esa vez no sé que me ocurrió, pero así fue, como tú lo dices…!, -le respondió Cielo Riveros desde los viejos y resecos tablones en donde estaba sentada.
–Pues dilo tu también para creerte…!!!, -un extraño brillo en los ojos de la rubia chamaca denotaban el alterado estado de morbosidad en que la tenía su amiga del alma, y más se encabritaba en los momentos en que su dulce amiga era la que se ponía a largar guarradas, algo muy parecido a la conversación que habían tenido antes de salir de su casa.
–Ya… párale Katherine Riveros que me da vergüenza hablar de esas cosas…, -la nena no hallaba donde meterse, en tanto la rubia sabía que la Cielo Riveros estaba bajando la guardia y que solo bastaba presionarla un poco para que siguiera soltándole las lujuriosas zorrerías que andaba metida.
–Dilo tu misma…!!!, y te juro que no te molesto mas…!!!, -le demandaba en forma alterada y ya media caliente con solo imaginarse a su amiga del alma clavándose al asqueroso maestro, la lujuriosa Katherine Riveros se lo decía ahora parada imponentemente frente a ella y con sus manos puestas en sus caderas, sus bien formadas y doradas piernas le temblaban.
–Pero que quieres que diga yo misma?, -la nena otra vez llevó sus deditos doblados a su exquisita boquita de labios tan rojos como las frambuesas en sazón, mientras miraba para cualquier parte menos a su amiga.
–Pues que te culearon en mi casa pues mujer…!, si de eso estamos hablandooo…!!!, -la rubia increíblemente estaba que sufría un orgasmo ahí mismo parada como estaba.
–Bueno, te lo direee…!, pero por favor ya le paras con tus salidas…: mira… el profesor Tulio me estuvo cu… cu… cu… leando en tu propia c… ca… casa…!, estas conforme ahora!?, -le consultó finalmente la chamaca a su amiga haciéndose inconscientemente como si planchara sus ropas con sus manitas, la nena estaba muy nerviosa.
A estas alturas Katherine Riveros estaba destilando desde su jugosa vagina intensos chorros de fluidos íntimos mezclados con el semen de los dos viejos que también habían descargado adentro de ella, la rubia sentía como 1 o 2 de estas imprudentes gotas de fluidos escapaban de entre medio de su calzón ya empapados espesamente para ir escurriendo y bajando lentamente por sus muslos, aun así lo que más le importaba en esos momentos era lo que su amiga le estaba revelando, pensaba también en que se había comprometido con ella en no seguir con sus preguntas, pero ella (Katherine Riveros) quería saber más…
–Y lo hicieron… sin nada de ropa…?, o sea, completamente d… des… desnudos…!?, -la caliente Katherine Riveros ya estaba que se sacaba su vestido y se masturbaba ahí mismo tirada en el suelo de tierra imaginando a su amiga teniendo sexo encuerada con el profesor con cara de sapo.
La colegiala quien también se encontraba muy en su contra con su entre pierna casi en las mismas condiciones que la de la rubia ante tan ardiente conversación, inexplicablemente para ella se lo confirmó moviendo afirmativamente su cabecita.
–Ay Cielo Riveros …!!, -exclamó Katherine Riveros poniéndose a caminar otra vez de un lado a otro y rápidamente con sus ojos cerrados e intentando aguantar y no dejar salir de su intima hendidura un chorro de agüita caliente que imprudentemente igual escurrió desde su vagina hacia sus dorados muslos avasallando y mezclándose con las gotas anteriores.
Una vez recuperada a medias volteó hacia donde estaba sentada su amiga para continuar con su salido interrogatorio.
–Oye…!, y no me vas a decir que a parte de los dos viejos de anoche y del maestro Tulio…, también te has acostado con otros viejos…?
Cielo Riveros volvió de sopetón a la realidad, sus piernas y todo su antojadizo cuerpazo comenzó a temblar de estupor ante la imprudente pregunta de su amiga, solo se la quedó mirando impactada y con sus labios gesticulando cualquier cosa con tal de evitar la respuesta que debía darle a Katherine Riveros, la atractiva y joven rubia tenía la cara de ser una autentica degenerada según la veía en esos momentos.
–Katherine Riveros…!, ahí viene un autobús… hazle señas…!!!, -la alterada Cielo Riveros vio venir al autobús como si este viniera a salvarla de su propia ejecución sumaria ante la verduguienta pregunta de su amiga.
Katherine Riveros rápidamente giró su mirada y vio que se venía acercando el transporte, así que ya no quedándole más remedio comenzó a hacerle señas para que este se detuviera.
–No sé porque amiga, pero ya creo saber cuál iba a ser tu respuesta, Ahhh…!, y no te creas que esto quedara aquí Ehhh… nosotras dos tenemos una buena conversación pendiente, -le dijo Katherine Riveros terminantemente a Cielo Riveros antes de poner su dorado muslo en la pisadera el transporte.
–Ehhh si claro…!, -fue la respuesta de la avergonzada colegiala quien se subió detrás de Katherine Riveros.
Las dos atrayentes mamasotas hicieron en silencio el recorrido hasta el centro de la ciudad, con una ensimismada Cielo Riveros que solo se daba a mirar por la ventana ante la inquisidora y picarona sonrisa de Katherine Riveros que no dejaba de estudiar las reacciones de su amiga mientras ahora la observaba y la imaginaba acostada con el maestro Tulio.
Una vez que se bajaron del autobús, una extrañada Cielo Riveros le preguntaba a su amiga que para adónde iban ahora, si la dirección de la casa Katherine Riveros quedaba en sentido contrario de la calle en la cual ellas iban caminando.
–Que para donde vamos ahora!?, ps… vamos a ir a un centro asistencial a pedir la píldora, o acaso quieres quedar embarazada de cualquiera de tus dos amigos?, -la rubia estudiante le contestaba con su semblante serio debido a la importancia que tenía para ella aquel trámite.
Cielo Riveros se sintió extraña al andar en aquellas andanzas con su amiga, ya que según ella y por lo que le había enseñado su mamá eso que iban a hacer ahora era para jóvenes libertinas, y no para niñas bien y de estudios como lo era ella, pero sabía que su amiga tenía razón, lamentablemente era consciente de que se la habían estado cogiendo hasta la amanecida y no le quedaba más opción que dejarse llevar por Katherine Riveros.
Cuando ya estuvieron a la entrada del centro asistencial público el cual a esas horas estaba atiborrado de personas, Cielo Riveros dio muestras de vergüenza y no quería entrar, la rubia tuvo que convencerla de que lo hiciera ya que con todo lo que habían depositado dentro de su cuerpo las posibilidades de un embarazo no deseado eran muy altas.
–Ay Katherine Riveros, es que yo no estoy acostumbrada esto… me da penita entrar ahí…, -la chamaca junto con decir lo ultimo miraba en todas direcciones pensando que la podría ver alguna persona conocida de su madre quien también trabajaba en un centro hospitalario, claro que en otro sector de la ciudad.
–No seas tonta Cielo Riveros, si aquí nadie nos conoce, solo nos pedirán nuestras identificaciones y nos darán la píldora, además que estos asuntos son de carácter reservado, ya te dije, nadie lo sabrá, solo nosotras dos, y si nos preguntan les decimos que unos chicos nos emborracharon y nos lo hicieron, y asunto terminado, ya no seas infantil y hagámoslo.
Ya con lo último la nena no le quedó más remedio que entrar junto a su amiga a pedir la famosa pastilla.
Fue una chica vestida de auxiliar de enfermería quien las atendió esta era solo un par de años mayor que las chamacas. Cielo Riveros y Katherine Riveros luego de ambas pasar sus identificaciones en el mesón se dieron a esperar a que les dieran el medicamento.
En eso las colegialas vieron que la chica luego de confirmar ambas identificaciones sacó de un mueble algo parecido a una ficha clínica y que también hablaba en voz baja con una vieja gorda y con pinta de chaperona que también vestía un delantal blanco, ambas funcionarias miraban las identificaciones de las chamacas y los documentos extraídos por la más joven, como si estuvieran confirmando algo, en eso fue la gorda quien se hiso cargo de la situación, así que con las dos identificaciones en mano mas los documentos entregados por la joven auxiliar se fue acercando adonde esperaban las estudiantes.
–Cual de las dos es Cielo Yamile Riveros Caballero …?, -la vieja les consultaba autoritariamente y con cara de enojada, aparte de gorda era muy fea.
– Cielo Riveros -Ehhhh… soy yooooo…!, -le contestó la chamaca con temor y en forma extrañada, Katherine Riveros también estaba algo curiosa.
–Usted señorita, -le vieja le hablaba ahora a Katherine Riveros, –Espere a que le traigan la píldora aquí en el mesón, y Usted, -dijo ahora refiriéndose a Cielo Riveros, –Usted debería ser más responsable con su situación, si se va a dedicar a la prostitución desde hace mas de dos semanas que debería haber venido a este centro asistencial o a cualquier otro a hacerse el control médico que les hacemos a las putas…, o acaso no le tiene miedo al Sida…!?, o a pegarse cualquier infección con todos los hombres que se debe acostar por las noches?.
La incrédula Katherine Riveros escuchaba sin poder creer todo lo que le decía esa vieja gorda a su tímida amiga, mientras esta ultima solo se daba a escucharla con cara de espanto y sin poder gesticular palabra alguna, en eso Katherine Riveros sintió que nuevamente debía sacar la cara por su amiga del alma.
–Ehhh…!, perdón que me entrometa señora, pero creo que acá hay una equivocación mi amiga y yo somos estudiantes, ella no es ninguna prostituta como Usted dice…
–Que equivocación ni que ocho cuartos…!, esta pajarraca es una putilla de esas que se paran en los callejones por si no lo sabías…, -En su profesión la vieja odiaba a las prostitutas, más que nada por prejuicios sociales que por lo que esas pobres hembras le hicieran un mal a alguien, y las odiaba más todavía si estas eran de buen ver, así que imagínense como su puso al ver a la deslumbrante colegiala, el asunto era que la vieja le hablaba con un odio parido a nuestra asustada adolescente de 18 añitos recién cumplidos.
La rubia no pudo evitar reírse un poco por la tremenda equivocación que estaba cometiendo aquella señora, por lo que se dio a ponerse un poco más seria e intentar volver a explicarle.
–No…!, Usted está equivocada…
–Pues confírmelo Usted misma señorita, -le cortó la viaja, –Aquí está la ficha que les hacemos a todas las putas con los documentos que llegan del tribunal, abajito esta adjunta la copia del parte que le cursaron hace un poco más de un mes, aquí dice clarito, Cielo Yamile Riveros Caballero, 18 años, domiciliada en…(en el documento oficial salía clarita la dirección de Cielo Riveros y Katherine Riveros la conocía muy bien), Causal: prostitución en la vía pública, -continuaba ladrando la vieja a oídos de todas las personas que a esas horas se encontraban en el centro asistencial, –Además que a la muy sinvergüenza la pillaron haciéndolo encuerada arriba de un carro según se detalla mas abajito, vamos lea y revíselo Usted misma y dígame si estoy equivocada.
La rubia Katherine Riveros tenía sus ojos abiertos como platos mientras leía lo que decía el documento emitido por un tribunal oficial, ahí estaban claritos los datos personales de su amiga de la infancia, y al termino de la copia de la infracción estaba la misma firma de su amiga que ella ponía en sus cuadernos, o sea, -pensaba la rubia, quien había firmado aquella infracción por prostitución irrefutablemente era su misma amiga de la niñez con su puño y letra, mientras Cielo Riveros roja como un tomate, y al borde del llanto no sabía cómo reaccionar a tan comprometedora situación.
–Y que me dice ahora señorita, cree Usted que pueda existir algún tipo de equivocación…
–Ehhh… no sé qué decir…, -le dijo la joven rubia a la vieja enfermera, para después dirigirse hacia su amiga con cara de estupefacción, — Cielo Riveros … tu dime algooo…!, -la chamaca solo miraba hacia abajo y mordiéndose los labios, ella por ahora no tenía nada que decir al respecto.
–Bueno, después puede hablar con su amiga, pero a ella no le corresponde este sector, a las putas las atendemos por una ventanilla que da a la calle de atrás, pero antes le sacaremos una muestra de sangre para ver si está infectada con algo. –Junto con decir lo ultimo la vieja energúmena tomó a la chamaca de un brazo y se la llevó casi a rastras hacia el fondo de un pasillo hasta meterla al interior de una de las salas, todo esto ante las acusadoras miradas de todo el público presente y a las muchas murmuraciones por parte de estos de cómo se llevaban a la puta para desinfectarla.

–Nooo…! no me lleveee…!!, -exclamaba la mamasota al estar siendo tratada públicamente como una vulgar puta callejera mientras era arrastrada por la viejota y al medio de la batahola que se formó en el sector donde estaban, –Katherine Riveros…no dejes que me llevennnn…!!!
–Cállate pendeja que toda la gente se está enterando de lo que te dedicas a hacer por las noches…!, -ladraba la madura jefa de enfermeras quien estaba acostumbrada a atender a las muchas prostitutas que llegaban a tratarse y a recibir la píldora, –Las zorras como tú siempre alaraquean para hacerse los exámenes y una lo único que quiere es ayudarlas…
–Te espero afuera…!!, alcanzó a gritarle la rubia a Cielo Riveros antes de que se cerrara la puerta de la sala en que la vieja metió a la asustada chamaca.
Katherine Riveros estuvo esperando a Cielo Riveros afuera del centro asistencial público por casi dos horas, hasta que por fin la vio salir, rápidamente la joven salió al encuentro de su amiga.
–Ohhhh… Cielo Riveros …!! Al fin sales, ya estaba preocupándome, dime que te hicieron…!?
–Solo me sacaron una pequeña muestra de sangre de un brazo, y luego me hicieron esperar a que llegaran los resultados, y como todos salieron buenos me dijeron que me fuera y que volviera a tratarme dentro de una semana…
–Están locos…!!, tu no volverás a aquí…!! que se han imaginado!?, -bufaba la bella Katherine Riveros al haber sido testigo de cómo a su amiga la habían tratado de la misma forma en que se tratan a las callejeras, la rubia había sido testigo de toda la situación que incriminaba a su amiga, y a pesar de todo aquello ella aun dudaba de que su tímida amiga realmente se dedicara a prostituirse por las noches, la situación sencillamente no le cuadraba, hasta que poniendo atención en Cielo Riveros le consultó: –Y que es esa caja que traes en tus manos…!?, -dijo de pronto. La rubia estudiante entre aireada y curiosa vio que su amiga traía bajo el brazo una extraña caja rectangular.
–Ehhh… son p… pre… pre… preservativos…! me los regalaron…!
La rubia se quedó mirando asombrada la caja de 200 unidades de profilácticos de goma que su amiga mantenía en sus manitas, hasta que su linda cara de asombro y enojo lentamente fue transformándose hasta terminar riéndose a carcajadas.
–Jijijiji… ya entiendo esos condones te los regalaron para que los uses con tus clientes, jijiji..
–Katherine Riverosu…!! No te rías… yo no soy prostituta…!!, te lo puedo explica todo, esto fue una confusión…!!
–Si claroooo…!! jijiji…!!!
–De verdad…!!!
–Lo sé, lo sé Cielo Riveros …!, no te enojes conmigo, yo te conozco y sé que no eres una prosti… es que me da risa todo esto…, primero tus amigos y su fiesta, y ahora resulta que te confunden con una puta, todo esto merece una buena explicación de tu parte Ehhh…,
–Si… si yo te lo explicaré…!!!, -la angustiada chamaca daba gracias a Dios que su amiga creía en sus palabras.
–Bien ya es bastante tarde y debemos llegar a nuestras casas, así que en la semana me lo deberás explicar todo… vámonos de una buena vez…!!!
–Y que hago con los preservativos…?
–Pues bótalos tonta…!!!, tu no los necesitas… si no eres ninguna puta como dijo esa vieja, que se cree…!?
La rubia tras decir lo último fue y le arrebató ella misma la caja de condones de las manitas de Cielo Riveros para luego tirarla adentro de un basurero, después de eso hiso parar un taxi el cual ambas abordaron rápidamente, y tras pasar a dejar a nuestra colegiala a su casa la rubia se retiró a la de ella.
Cielo Riveros tras haber llegado temprano a su colegio se quedó extrañada de la normal forma en que la saludo Katherine Riveros después de los acontecimientos sucedidos solo hace un par de días. Su rubia y fresa amiga la había saludado de lo más normal del mundo con un notorio beso en cada mejilla de la nena para que todo el alumnado que estuviera cerca de ellas notara su presencia, este tipo de actitud era normal en su personalidad y por eso la mamasota estaba intrigada.
–Como estas mi Cielo Riveros …, estudiaste para el examen de hoy?, -le consultó con naturalidad.
–Si, si estudie y tú?, pudiste estudiar algo…?, – Cielo Riveros también le contestó en forma normal, aunque por dentro le costaba mirar a su amiga a sus ojos, ya que desde que los vejetes las habían abandonado en la casucha habían hablado de todo, menos de lo que ocurrió entre ellas a solicitud de los dos viejos depravados, en tanto la rubia ya le contestaba.
–Ay no…!, ayer salí por todo el día con mi novio, así que no tuve tiempo, pero no importa ya me las arreglaré con la nota después que salgan los resultados. – Cielo Riveros rápidamente recordó la incursión sexual de Katherine Riveros con el maestro Tulio y de ese extraño acuerdo que había dicho la rubia que tenía con el asqueroso maestro. –Y tu pudiste arreglar tu situación con Rodrigo?, debe estar muy enojado porque lo dejaste plantado el otro día…
–Si, ayer hablé con él por el celu, le dije que tuve un problema personal en mi casa, estaba muy enojado y como que no me creía, pero finalmente se quedó tranquilo, y quedamos para salir este fin de semana.
–Bueno, eso está muy bien, espero que esta vez no tengas algo que urgente que hacer como el otro día, jijiji…
–Katherine Riveros…!, por favor ya no le empieces que me da pena…!, además que alguien te puede escuchar…, -le decía la nena mirando en todas direcciones.
–Ok… ok… no me hagas caso… Mmmm… ahora recuerdo que nosotras dos tenemos una conversación pendiente, lo recuerdas no?

–Si… lo recuerdo, pero por favor ahorita no… aquí en el colegio no, que nos podría escuchar alguien…
–Tranquila amiga no te presionaré, pero de que tenemos esa conversación la tenemos…!, Ahhh…! mira te dejo mi Cielo Riveros … que ahí vienen mis amigas y a ti te caen mal, así que nos vemos en el salón…
–Si ándale…, oye Katherine Riveros, si quieres repasar la materia antes del ex…, – Cielo Riveros se preocupaba de la situación académica de su mejor amiga, pero a esta poco le interesaba, rápidamente le cortó lo que la nena le quería decir.
–No te preocupes Cielo Riveros , yo me las arreglo…, -le dijo muerta de la risa antes de marcharse.
Cielo Riveros vio alejarse a Katherine Riveros con una jauría de chamacas fresas, todas materialistas empedernidas y muy producidas artificialmente quienes lucían vistosos teléfonos inteligentes y de última tecnología.
Una vez en el salón y tras haber terminado en menos de 20 minutos el examen la nena se dio a contemplar a su rubia amiga que estaba con sus rubios cabellos tomados con una traba pequeña con lo cual le quedaba su linda cara totalmente despejada y con su naricita bien perfilada y algo respingada, la veía totalmente despreocupada echándose brillo en las uñas, su hoja de examen estaba en blanco.
Fugazmente se le vinieron a su mente los recuerdos de aquella espeluznante noche de sexo desenfrenado en que ella y su amiga se vieron envueltas y en las garras de dos viejos degenerados.
Mientras continuaba observándola sentada en su pupitre Cielo Riveros inconscientemente puso sus ojos verdes en los dorados muslos de Katherine Riveros e inevitablemente se le vinieron las imágenes de lo que los viejos las habían obligado a hacer, su corazón rápidamente comenzó a latir debido que las imágenes eran tan nítidas que hasta podía desnudar a su atractiva amiga desde su lugar y verla completamente encuerada y en todo detalle, por lo que prefirió pedir permiso para salir del salón y así poder tomar un poco de aire e intentar ponerse a pensar en otra cosa que no la alteraran, pero al ir saliendo no pudo evitar mirar a Katherine Riveros que justo en ese momento levantó su cabeza y le devolvía la mirada con una bella sonrisa en su rostro que extrañamente hicieron que la pobre chamaca dijera por lo bajo.
–Ay Katherine Riveros…!, -a la misma vez que ya saliendo del salón inconscientemente la colegiala se iba mordiendo su labio inferior al ya tener en su mente el recuerdo de cuando ella estuvo desnuda y sentada sobre la boca de su amiga y como esta le lamía su ranura de carne íntima obligada por aquellos dos siniestros vejestorios.
Eso fue lo más novedoso en cuanto al primer día de la semana después de lo ocurrido, los siguientes días se dieron normales para la suculenta adolescente de cabellos negros y de ojos verdes. Sus lujuriosos recuerdos de la experiencia vivida poco a poco comenzaban a desaparecer.
Solo eran algunos mensajes de grueso calibre por parte de don Pedro que habían llegado a su celular, en donde le decía de los litros de mocos calientes que le tenía reservado solo para ella, de los 4 preñazos que ansiaba que ella tuviera si es que se casaban algún día, y que también y si es que se portaba mal en su ausencia la haría culear gratis con todo el sindicato de trabajadores de su feria y mil cosas más, la nena tras leerlos los iba borrando pero no podía evitar reírse con algunos de ellos, el viejo era un pelado y sin vergüenza de nacimiento y muy mal hablado meditaba cuando estos le llegaban.
Por otro lado el viejo Anselmo se había tomado la molestia de un día esperarla en la misma parada de autobuses para que don Lucas no lo viera, solo para decirle que el material que se estaba consiguiendo ya estaba por obtenerlo, en este supuestamente aparecía su madre manteniendo relaciones sexuales con don Lucas en la misma cama matrimonial que por aquellos tiempos ella compartía con su marido (el padre de Cielo Riveros ), pero la chamaca daba por hecho que eso solo eran falacias de aquel obeso delincuente solo para ver si lograba encamársela, mas ella ni loca se iba a acostar con ese gordo asqueroso se prometía una y otra vez, ya que los supuestos videos ni siquiera debían existir.
Por otro lado ella misma se propuso no ir a la casa de Rodrigo estando su suegro presente después de que este se la había violado (según ella). Solo se había atrevido a ir en un par de ocasiones siempre y cuando estuviera su suegra presente.
Del sinvergüenza sargento Sinforoso otra vez no sabía nada, este misteriosamente no había vuelto a molestarla. Mientras que el cojo Juan con el maestro Tulio aun no agotaban sus esfuerzos en intentar lograr encerrase en el subterráneo del colegio con Katherine Riveros y Cielo Riveros, sus ideas eran estarlas culeando por un día entero alternándoselas y dándoles entre los dos a cada una de ellas por sus distintos orificios, algo muy parecido a lo que habían hecho la dupla de mecánicos, pero lamentablemente para ellos y en forma fastidiosa aun no lograban dar con la fórmula exacta para llegar a concretarlo.
El resto de la semana continuó sin novedad, en el colegio la nena intentaba evitar encontrarse con su rubia amiga ya que esta oportunidad en que se la encontraba le recordaba de la conversación que ambas tenían pendiente para luego irse a coquetear con los chamacos para que estos le compraran refrescos y golosinas.
Y así estando ya en un estado sicológico casi normal la colegiala a sabiendas que en cualquier momento sus viejos acosadores iban a reclamar lo que ella tenía para ofrecerles decidió que de una buena vez por todas debía entregarse a Rodrigo antes de que uno de estos facinerosos vejestorios la dejara embarazada.
Cielo Riveros sabía que con Rodrigo ya habían sido muchas las veces fallidas en que no lograron concretarlo y en las que ella terminó cogiendo con algún viejo mal vividor, pero esta vez eso no sucedería, ella iba a darlo todo por su amado Rodrigo que tanta paciencia le tenía en los momentos que ella le fallaba, además que si bien Cielo Riveros ya había obligadamente probado vergas de diversos tamaños y de distintos hombres, con su Rodrigo esto sería totalmente distinto, esta vez no iba a ser violada, esta vez sería ella quien se entregaría a él, y lo haría por amor.
Ya teniendo todo esto en mente la nena se dio a preparar como sería su pequeña luna de miel anticipada con su Rodrigo, y lo primero que hiso fue notificarle a la parte interesada, así que estando recostada en su camita y vestida con su uniforme escolar se dio a llamarlo por teléfono.
–De verdad Cielo Riveros …? Estas segura de lo que me dices…?
–Si mi Rodri… lo he pensado una y otra vez y creo que en nuestra relación ya estamos en la instancia para dar ese importante paso, además que la otra vez en tu casa ya te la había dicho, -la chamaca se sentía en las nubes por tan romántica conversación con su novio.
–Pero es que ya nos habíamos puesto de acuerdo antes, y no resultó, que pasaría si otra vez en tu casa surgieran problemas… No lo resistiría, deseo tanto que ocurra eso que tú dices que ni te imaginas.
–Si resultará Rodrigo, así que no te preocupes, esta vez sí lo haremos…, -le aseguraba la nena mirando una pequeña foto de su novio que este le había regalado en una ocasión.
El chamaco, aunque entre contento y nervioso, se mostraba incrédulo, ya que su novia últimamente andaba un poco extraña, ni mencionar de lo dolido que había quedado después de otra vez haberse quedado plantado esperándola tal como sucedió la última vez en que quedaron de acuerdo para verse. Aun así la idea lo entusiasmaba, y mucho.
–Pero y que le dirás a tu mamá, ella sospechará algo si no llegas a tu casa la noche del sábado.
–No te preocupes… me dijo que iba a salir a cenar con sus compañeras de trabajo y luego se iría a quedar a la casa de una de ellas, así que le pedí permiso para ir a quedarme a la casa de Katherine Riveros, ya verás que no habrán problemas, así que después de ir a ver al cine esa película de amor que tanto dices podremos estar toda una noche juntos, – Cielo Riveros estaba muy nerviosa diciéndole todo eso a su amado novio, pero en el fondo de su ser sabía que esto debía ser así, incluso estaba dispuesta hasta dejarse embarazar por Rodrigo para poder ver si con esto la horda de viejos lujuriosos que se la cogían dejaban de molestarla.
El joven Rodrigo ahora sí que no daba más de felicidad, por fin compartiría cama con la chamaca más bonita y buenota que había conocido en toda su vida, imaginaba la cara que pondría su padrastro cuando este se enterara que su chica por fin le había dado la prueba de amor siendo él el único poseedor de su belleza y todo lo que encierra ello, ya que don Severiano su odioso padrastro seguidamente y en las oportunidades en que estaban solos le preguntaba si por fin había logrado encamársela, burlándose de él y diciéndole que esa potranca era mucha hembra para un pobre maricon como él, según sus propias palabras.
Así la pareja de tortolitos quedó de acuerdo para por fin concretar la famosa prueba de amor que existe entre dos enamorados, ritual milenario en el cual la hembra accede a darle de probar de sus esencias y encantos femeninos al macho escogido. Esta vez sería Cielo Riveros quien se entregaría a su Rodrigo para demostrarle todo el amor que ella le profesaba.

(Día viernes en la casa de Rodrigo)
–Y tu pendejo… porque andas tan de buen humor…?, -le consultó don Seve a su hijastro mientras se estiraba sus mostachos italianos en el momento en que descansaba en uno de los sillones de la sala, en su pecho canoso se veía una gruesa cadena de oro, el viejo se encontraba con la camisa desbrochada y con su gran panza peluda al aire.
El viejo Severiano después de la incursión sexual que había mantenido en su propia casa solo hace algún tiempo con la exquisita novia de su hijastro se mostraba muy interesado en el noviazgo de ellos, siempre quería saber en que estaban.
–Eso a Usted no le interesa, solo ando de buen humor y punto, -le contestó el chico en forma seca, mientras el mismo planchaba la camisa escogida para usar ante su amada al día siguiente.
–Jajajaja…!!!! no me vas a decir que ya te la encamaste, porque no te la creo…, -el vejete estaba atento a lo que contestara su hijastro, de alguna forma quería sacarle información, el solo enterarse de los avances a retrocesos que tuviera Rodrigo en su noviazgo lo ofuscaban o lo calentaban hasta la locura, según fuera el caso, ya que aun no perdía la fe de volver a acostarse con la dulce jovencita, ella hasta le había lamido el culo sin ser él quien se lo pidiera en aquella ocasión en que el jugándosela de cuerpo entero se lo había hecho a la fuerza en un principio hasta lograr hacerla gozar.
–No, no me la he encamado, porque ella no es para eso…, mañana iremos al cine, se lo digo ya que lo veo tan interesado en lo que hacemos o no hacemos…!, -al chico no le gustaba hablarle de su novia al viejo de su padrastro, ya que notaba con la cara de caliente que este la miraba en las oportunidades en que él la había invitado para su casa, pero el viejo era fastidioso con el tema.
–Si serás estúpido pendejo, las zorras son para meterles la verga y punto, no para llevarlas al cine y gastar dinero en ellas, por ejemplo cuando conocí a tu madre y me enteré que estaba viuda, solo la traje a mi casa para que me cocinara, luego de eso simplemente me la culie, y vaya que le gustó porque a los días ya estaba instalada contigo incluido bajo este mismo techo…, pero ese no es tu caso pendejo, esa hembra que tienes por novia nunca te pasará la zorra, es mas ni siquiera sé que hace contigo, como ya te lo he dicho, esa mujer está hecha para abrírsele de patas a machos de verdad y no a maricones como tú… soquete…!!, jajajaja…!!!!
El chico no daba más de ira, sabía que la conversación estaba llegando demasiado lejos con su odioso padrastro, y si este se llegaba a enojar iba a terminar golpeándolo tal como lo hacía siempre, aun así le contestó en forma desafiante.
–No se ría…!, para que sepa que Cielo Riveros después de ir al cine me dará la prueba de amor, así que mañana no llegaré a dormir a la casa.
Con las últimas palabras de Rodrigo en donde le notificaba abiertamente a su dicharachero padrastro que al día siguiente él iba mantener relaciones sexuales con la tremenda chamaca que el viejo deseaba con todo su ser, en el ambiente quedó un extraño silencio, hasta que el viejo después de digerir las palabras de su imberbe hijo postizo, fue poco a poco empuñando sus manos, a la vez que su peludo pecho canoso se fue hinchando hasta que libero toda su energía con un tremendo bufido de bestia mal herida.
–No mames desgraciadooo…!!!!, -gruñó el viejo Severiano quien había estado echado en su sillón favorito, ahora hasta le costaba enderezarse debido a su prominente panza más que cervecera, ahora solo se movían sus empuñados brazos como haciendo círculos al estar dándose impulsos para ponerse de pie. Eso que le acababa de decir su hijastro no le había gustado para nada, ya que él por más que intentó en el último tiempo volver a hacerse con el cuerpo de la colegiala no lo había podido lograr, y esa aberrante mariconada de la famosa prueba de amor que decía Rodrigo entre este y la pendeja que lo tenía caliente hasta la locura, casi lo enceguecieron de los celos.
–Pues si mamo y que…!!!!, -le contestó sobre la misma el chamaco quien se sentía triunfal por la osada respuesta que le había dado a su padre postizo.
Una vez que el iracundo vejete logró ponerse de pie tomó por sorpresa a su hijastro, y se lo llevó agarrado del cuello hasta atracarlo contra una de las paredes, para simplemente notificarle.
–Escúchame bien pedazo de idiota… Tu mañana no tocarás a esa potranca, ni mañana… ni nunca, y sabes por qué?, porque ella no irá a juntarse contigo, otra vez te dejará plantado como ya lo ha hecho en otras ocasiones, o crees que no lo he escuchado cuando se lo cuentas a tu madre llorando como un verdadero maricon…!!!, y que te quede claro pendejo reculiao’… esa mujer es mucha hembra para un pobre pedazo de idiota como tú, esa principiante de yegua está hecha para acostarse y ser gozada por machos de verdad, o sea, por machos como yooo…!!. Te queda claro estúpido…!!??
–Suéltalo Severiano…!, le estás haciendo daño…!!! La señora María, quien momentos antes había salido a realizar unas compras llegó de estas silenciosamente, por lo que escuchó todo el último repertorio que su esposo le decía a su hijo mientras lo mantenía semi ahogado contra uno de los muros de la casa.
–Tú te me callas desgraciadaaaa…!!!!, o acaso quieres que vaya para allá y te apaleeee…!!!!! –Don Severiano estaba como loco y le gritaba a su mujer mirándola con sus ojos enrojecidos por la ira y sin soltar a su hijastro de sus garras, los celos lo tenían enceguecido, por lo que continuaba vociferándole, –Esta conversación es entre hombres…!!!!, o más bien dicho entre un hombre y un maricon, jajajajaja…!!!!, -Ahora el viejo volteó su mofletuda cara con bigotes para hablar lo más cerca que pudo a los oídos del chamaco, su idea era humillarlo y menoscabarlo, tal como lo hacía siempre. –Así que ya sabes cabrón, y no te me las des de gallito, mañana te veré regresar derrotado y entrarás por esa puerta llorando como lo haces siempre, así que te quede claro… Tú no eres hombre para ese tipo de hembras… jajajajaja…!!!!!, le dijo finalmente hasta liberarlo de su opresivo apretón de mano en el cuello del joven.
Ya eran las 4 de la tarde del día sábado y la mamasota quien recién venía saliendo de darse una refrescante ducha se encontraba solo envuelta en una pequeña toalla ajustada a su cuerpo, toda su piel y su pelo expelía frescos aromas a jabón, lavanda y a flores primaverales, en la blanca piel de sus hombros aun se veía algunas gotitas de agua que daban cuenta de lo muy limpiecita que era ella.
Luego de secar sus cabellos y de peinarlos hacia un lado de su carita se dio a escoger el tipo de ropa interior que ahora si podría ver Rodrigo con lujo de detalles, según pensaba, por lo que escogió un diminuto conjunto de sostén y tanguita de color rojo oscuro y medio purpuraceo, el primero para que le sujetara sus chichotas y se le vieran apetitosamente paraditas y el segundo para que le tapara solamente lo necesario con la idea de que el joven casi enloqueciera al momento en que ella se quitara el vestido que iba a llevar puesto, este ultimo sería uno de sus favoritos, con tirantes a los hombros dejando ver solo el nacimiento de sus dos globos de tersa y brillante carne que la nena se gastaba por tetas, el vestido que era blanco con pequeñas figuras floreadas se le ajustaba perfectamente a su cintura dibujándosela estiradamente y llegándole justo a la altura de la mitad de sus dos bien ponderados muslos, para finalmente calzarse unas pequeñas zapatillas de mediano taco que hacían elevar aun mas su porte y figura.
Y así, una vez ya vestida, nuestra mamasota otra vez quedaba con la imagen de ser una hembra soberbia e imponente, solo su carita de tierna adolescente quinceañera contrastaba con aquellas lujuriosas y diabólicas curvas que ya se adivinaban por debajo de la tela del vestido escogido.
Fue en el momento en que se estaba perfumando suavemente detrás de su orejitas que casi se meó de horror al escuchar el insistente sonido de su teléfono, sabía que si don Pedro nuevamente la estaba llamando para sus salidos requerimientos otra vez sus planes con Rodrigo se irían al tarro de la basura. La asustada nena descartó inmediatamente que la llamada fuese de su amado ya que al saber que a esa hora el estaba en su trabajo le era muy difícil que su jefe lo dejara llamar por teléfono.
Con mucho temor se fue acercando a la mesa en donde sonaba su celu, y al tomarlo para comprobar quien era la persona que la llamaba tan insistentemente con alivio comprobó que la llamada correspondía a su mamá:
–Alo… mami…?, -le contestó dando gracias a Dios que no era don Pedro quien llamaba.
–Hola mija… porque siempre te demoras tanto en contestar tu teléfono?
–Ahhhh es que me estaba duchando, recuerdas que me diste permiso para ir a quedarme en la casa de Katherine Riveros… verdad?
–Si, lo recuerdo hija, solo quería saber a qué hora llegaras mañana?
–Mmmm… es que con Katherine Riveros aun no tenemos planes…
–Bueno si es así… si quieres vente para la casa en la tardecita, recuerda que yo no voy a estar, -la buena señora Isabel sabía que a su nena no le gustaba estar sola en la casa por eso le estaba dando aviso que ella llegaría en la tarde del día domingo.
–Ahhh… que bueno que me avisas así aprovecharé de ver unas materias con Katherine Riveros, tú ya sabes que a ella no le va muy bien en el colegio.
–De acuerdo, entonces nos vemos como a las 7 de la tarde?, a esa hora yo ya estaré de regreso.
–Si mamá… como a las 7 está bien…
–Bueno hija te dejo que debo terminar el turno…, -se despedía de su hija la abnegada progenitora.
–Chao mami…!, y que lo pases bien con tus compañeras…
–Gracias hija, pásalo bien tu también.
Una vez terminada la conversación y ya estando Cielo Riveros en condiciones, y a sabiendas que no tenía en su celular ninguna llamada de don Pedro haciéndole demandas de su presencia para él hacerle todo tipo de cochinadas, la nena se puso en camino a la casa de Katherine Riveros, tal como habían quedado, ya que nuestra precavida mamasota le había dicho a su madre que se quedaría a dormir en la casa de la rubia aprovechando que ella también saldría con sus amigas.

La colegiala pensaba estar con Katherine Riveros un par de horas ya que Rodrigo terminaba su turno en la farmacia a las 8:00 de la noche y quedaron de juntarse a las 9 justo a la entrada del cine. Su rubia amiga sabía todo lo que tenía que hacer si a la madre de Cielo Riveros se le ocurría llamar para su casa preguntando por su hija, además que ahora tenía también permiso por todo el día domingo, ya vería si esas horas las ocuparía con Rodrigo o bien se iría a la casa de Katherine Riveros a hacer la hora, ya que veía improbable que la rubia quisiera estudiar tal como le había dicho a su mamá, la cosa era que a estas alturas la impresionante adolescente de 18 añitos ya estaba en la puerta de la casa de Katherine Riveros y con esta ultima recibiéndola en el portal.
–Hola amiga…!, -le saludó la rubia fresa a la misma vez que en forma de sana envidia la inspeccionaba, –Pero que buena te vez con ese vestido Cielo Riveros …!, ese Rodrigo sí que se la va a pasar bien contigo en la noche ehhh…! -Katherine Riveros miraba de pies a cabeza a su amiga del alma, ella esta vez era cómplice en la fogosa noche de amor que Cielo Riveros iba a mandarse junto a su amado.
La colegiala ante las halagadoras palabras de su amiga se sonrojó inmediatamente, ya que ella si se había arreglado de tal forma era para que su Rodrigo la encontrara bonita, y no para que él se la pasara bien con ella porque estaba buena tal como lo decía Katherine Riveros, o sea… si, pero esas palabras eran muy frías, ella pensaba en entregarse a Rodrigo porque él la amaba y no porque en esta ocasión él la encontrara buena, valga la redundancia.
Fue la voz de su amiga quien la sacó de esas extrañas cavilaciones.
–Y? a qué horas es la cita?, -le consultó la bella Katherine Riveros junto con cerrar la puerta de la casa.
–A las 9:00, nos juntaremos en el cine que está a un lado del centro comercial…
–Ahhh mira, que bien, o sea tendremos tiempo para platicar un ratito, vamos a mi habitación que ahí estaremos más cómodas, quieres un refresco?.

–Si, un refresco estaría bien, donde están tus padres…?, -quiso saber la nena, quien miraba con timidez por si los progenitores de su amiga estuvieran en algún lugar de la sala.
–No te preocupes por ellos Cielo Riveros …!!, salieron y no llegaran hasta mañana…!!!, -la rubia le gritaba de la cocina mientras servía los refrescos.
–Y tu no saldrás con tu novio…?, – Cielo Riveros le hacía estas consultas a su amiga ya que la había visto vestida solo con unos jeans ajustadísimos, con una blusa blanca que se le ceñía a la cintura y con unas sandalias también de medio taco, su amiga era muy atractiva, y aunque entre nosotros en ese atuendo la rubiecita esa estaba para empelotarla y culearsela de cualquier forma, Cielo Riveros sabía que cuando Katherine Riveros salía a sus panoramas con su novio sus favoritas eran las minifaldas o los vestidos ajustados y cortísimos.
–No, el muy pesado se fue a un concierto con sus amigos, me invitó, pero a mí no me gusta salir con él si es que no gasta dinero así que preferí quedarme aburriendo en casa, -le dijo con algo de fastidio en su voz.
–Ahhh claro, ya veo…!, -le contestó la colegiala junto con recibirle el vaso con refresco a su interesada amiga quien ya estaba de vuelta, ambas ya ingresaban a la recamara de la joven y rubia anfitriona.
–Aja…!, ya que tenemos un par de horas para platicar que tal si me vas explicando eso que sucedió la semana pasada. –Katherine Riveros junto con decir lo último se fue recostando en la parte superior de su cama, acomodándose contra las almohadas, era como si hubiese estado esperando este momento.
–Ehhhh… que cosa?, no sé de qué me hablas…, – Cielo Riveros estaba sentada en la parte media del rosadito lecho de Katherine Riveros, había captado al instante de lo que deseaba saber, pero ella intentaría esquivar esa conversación.
–No te hagas la mensa Cielo Riveros , tú sabes muy bien a que me refiero… En el centro asistencial tenían una ficha con las que controlan a las prostitutas, y para rematarla en ella estaba archivada una infracción de esas que le pasan a las mujeres por mantener sexo en la calle, estaban todos tus datos y hasta la dirección de tu casa, y como guinda de la torta mas encima estaba firmada por ti amiga, yo conozco tu letra, así que dime… en que andas metida?, -la expresión de la chamaca rubia ahora era de seriedad realmente estaba preocupada por la situación de su amiga de la infancia.
Cielo Riveros había imaginado que este momento tendría que llegar algún día, ya que lo sucedido en aquel maldito centro asistencial publico había sido más que comprometedor, pero también pensaba y reconocía que ese día su amiga en ningún momento la dejó sola, la había estado esperando por más de dos horas en la salida del consultorio público, y esas sí que son las amistades que valen meditaba la mamasota antes de dar su respuesta, así que ya no quedándole más remedio tuvo que admitir ante su mejor amiga que efectivamente esa infracción por prostitución se la habían cursado a ella.
–Ay Katherine Riveros …!!!, si, esa era mi letra y mi firma, pero es que tu no lo entenderías nunca…, -le dijo finalmente mirándola a la cara con sus hermosos ojos verdes denotando preocupación, y con su azulado pelo negro peinado hacia un lado de su tierna carita.
La Katherine Riveros que ya se había preparado mentalmente para una respuesta como esa, trató de pensar sensatamente y brindarle a su amiga todo el apoyo del mundo, aunque igual semejante respuesta le alteraban un poco los sentidos, no sabía que pensar al respecto, hasta que al final le habló.
— Cielo Riveros … voy a ser bien honesta contigo solo porque eres mi mejor amiga, escúchame bien, si necesitas dinero para algo yo puedo hablar con mis padres, o no sé, buscar una solución, pero tú no puedes andar por ahí acostándote por dinero, no está en tu esencia… – Cielo Riveros al escuchar semejantes palabras reaccionó en el acto, y no pudo evitar que otra vez sus hermosos ojitos verdes se le llenaran de lagrimas mas todavía al notar que su amiga si creía que ella era una vulgar puta callejera.

Katherine Riveros… yo no soy una p… pros… prostituta…!, ya te lo he dicho, y no me acuesto por dinero con nadie, como no lo entiendes?.
La rubia y coqueta estudiante creía en las palabras de Cielo Riveros , pero de cualquier modo pensaba que la situación era más que comprometedora para su introvertida amiga, mas que no creerle, la Katherine Riveros estaba totalmente intrigada por la situación de ella.
–Entonces dame una explicación razonable pues amiga, si me acabas de reconocer que esa era tu letra y tu firma…!, -le contestó finalmente con sus doradas cejas inclinadas hacia arriba, la situación de su compañera de colegio era más que comprometedora y ella quería llegar al meollo del asunto.
La colegiala olvidando por un rato que el motivo por el cual se encontraba en la casa de la Katherine Riveros era solo para hacer la hora antes de ir a juntarse con su novio, y a sabiendas que aun faltaban un par de horas para que este saliera de la farmacia se dio a intentar de explicarle a su amiga el porqué de la existencia de aquel sórdido parte policial en el cual se apuntaba que ella ejercía la prostitución.
— Katherine Riveros …!, te lo explicaré desde el principio…!, -en la habitación de la rubia todo quedó en silencio tras las últimas palabras de la colegiala, hecho que ambas jóvenes entendían que Cielo Riveros tenía carta abierta para presentar sus descargas ante su escrutadora amiga. –Recuerdas el día en que me perdí en el sector del toro mecánico?, -la chamaquita se lo preguntó con sus ojos cerrados como dándose fuerzas para iniciar a narrarle de cómo había caído en las garras del abominable mecánico don Pedro Ventura, quien poco a poco se había ido adueñando de su vida y de su cuerpo.
–Claro que lo recuerdo, si con el maestro Tulio y con el cojo ese que es auxiliar del colegio dimos vuelta toda la feria buscándote por todos lados, y tú parecías haberte esfumado, -Katherine Riveros mantenía un semblante serio en su nórdico rostro de Diosa del Este europeo…
–Pues ese día fue cuando conocí a don Pedro…!, -le reveló Cielo Riveros ahora con sus ojitos abiertos y mordiéndose el labio inferior, como si aquella confidencia fuera una falta cometida por su parte.
–No me digas…!, y que tiene eso que ver con la infracción por prostitución?, -quiso saber su atractiva amiga.
–Si te digo…!, pero déjame seguir explicándote, es que resulta que cuando tú te fuiste para los baños yo necesitaba un poco de aire fresco, así que después de probar una fresas con crema decidí esperarte justo detrás del toro mecánico porque ahí no había tanta gente y corría una brisa refrescante, entonces luego de un rato sentí que alguien me hablaba…
La rubia escuchó impactada aquella fantástica historia que le estaba dando a conocer su amiga, de cómo don Pedro la había enculado delante de sus amigos justo detrás del toro mecánico, (claro que no con palabras salidas y no con guarrerías, o al menos por ahora, más la rubia entendía todo tal cual como acá se está explicando) y como luego se la llevó desnuda en su cacharriento automóvil y que habían sido controlados por un operativo policial, en donde ella obligada por el salido mecánico se dio a decirle a la poli en forma ineludible que ella era puta y que por eso se encontraba encuerada al interior del vehículo del vejete, para después ambos haberse dirigido hasta un sector de lo mas ordinario en donde existía un taller mecánico en el cual el pervertido viejo aparte de haberle pegado la había convertido en mujer, en su mujer, y al interior de una lúgubre oficina en donde existía un catre en el cual se lo hicieron.
El temperamento de Katherine Riveros poco a poco fue cambiando a medida que escuchaba los pormenores de las desdichas de su amiga, y a pesar de todo ello ahora la rubia estaba eufórica y le preguntaba a Cielo Riveros hasta los más mínimos detalles de todo lo sucedido en aquella ocasión, y Cielo Riveros muerta de vergüenza se daba a detallar de cómo había sido toda esa espeluznante experiencia, tal como quería saber su compañera de clases.

–Lo entiendes ahora?, es por eso que existe esa infracción por prostitución, y don Pedro también tiene una copia en su poder.
–Mmmmm…, ya veo…!, es por eso que tú te sigues acostando con ese viejo verdad?, -la rubia estaba muy interesada en la extraña historia de Cielo Riveros , de cierta forma la compadecía, pero había algo en todo ello que también le fascinaba y le hacían sentir cosas raras a su cuerpo, su corazón ahora le latía a mil, y no pensaba en dejar hasta ahí la conversación estaba dispuesta a sonsacarle a su amiga hasta su ultima intimidad cometida ya que recordaba muy bien que a ella se le había salido que también lo hacía con el maestro Tulio, pero todo a su tiempo pensaba la lujuriosa joven de cabellos dorados.
Cielo Riveros quien seguía sentada solo a medio metro de donde estaba su amiga no le quedó más remedio que admitir la última consulta que le había hecho ella moviendo su cabeza afirmativamente.
–Y cómo es eso que él me conocía de antes que nos juntáramos con ellos en la feria?, si yo no lo había visto nunca en mi vida, -Katherine Riveros sin darse cuenta y mientras interrogaba a su amiga con sus dos manitas jugaba nerviosamente a estirarse ciertos mechones rubios de sus cabellos, la conversación cada vez se ponía más fascinante para ella.
–El nos vio en el momento que ingresamos a la feria, creo que de ahí nos andaba siguiendo, o algo parecido.
–El te pidió que me invitaras para que fuéramos a acostarnos con su hermano también?
–Ay si Katherine Riveros …!!, pero yo no quería, por favor no te enojes conmigo… el me obligó…!!, y si yo no le hacía caso iba a ir al colegio a mostrar la infracción a los profesores…
Y que iba a estar enojada la rubia con Cielo Riveros, al contrario, estaba sorprendida con la lujuriosa experiencia que le acababa de narrar su amiga del alma, además de todos sus detalles, por lo que quiso ahondar más en aquella sorprendente conversación.
–Si, si entiendo y no te preocupes, no estoy enojada contigo… además que después de todo igual lo pase bien ese día.
Cielo Riveros quien en ese momento estaba dándole un trago al vaso de refresco que le había servido Katherine Riveros al tener ya su boca y garganta seca de tanto hablar, pero el líquido casi se le sale por las narices al escuchar que después de todo su amiga se la había pasado bien con los dos ordinarios vejetes según decía.
–Lo pasaste bien!?, como me dices eso?, si nos v… vio… violaron…!!!, -le exclamó Cielo Riveros a la rubia una vez recuperada del atragantamiento.
–Ps…!, lo pase bien y punto!, además que yo no sentí que me violaran, y tu no me vas a venir a decir que te lo pasaste mal porque no te creo, jijiji, sobre todo cuando lo hiciste con los dos al mismo tiempo, lo recuerdas?
–Katherine Riveros…!!! Yo… yo…, no puedo decirte esas cosas…, son privadas…!.
La rubia que no era tonta se daba cuenta que su tímida amiga no le estaba negando su pregunta, sino que le decía que lo que pudo haber sentido ella en el momento en que se la trabaron dos viejos al mismo tiempo era algo privado, por lo que quiso seguir insistiendo para sacarle a la nena como lo había sentido.
–Ya Cielo Riveros … no seas tan mojigata, después de lo que hemos pasado juntas no es necesario que te hagas la santita conmigo, vamos dime… dime que se siente?, -ahora la libertina Katherine Riveros estaba apoyada con su espalda en el respaldo de su cama, extrañamente estiró sus dos estilizadas piernotas embutidas en jeans, y se ubicó una almohada justo en la parte de su cintura para abajo si como estuviese ejerciendo presión con esta por algún motivo.
–Ehhhh… Que se siente de que…!?, -le consultó una avergonzada Cielo Riveros quien al mismo tiempo se llevó su dedo índice a su boca, esto lo nena lo hacía cada vez que intentaba eludir una pregunta, y la despierta Katherine Riveros ya se había dado cuenta de ello también.
–Que te lo hagan dos hombres al mismo tiempo pues Cielo Riveros …!, si de eso estamos hablando, -ya a estas alturas las palabras de la rubia sonaban mas como exigencias que como una inocente conversación entre dos chicas.
–Ya para Katherine Riveros…! creo que ya hemos conversado lo suficiente…!!, si ya te dije lo que querías saber…!
La rubia quien captó que su amiga daba muestras de dar por terminada aquella candente plática quiso mostrarse más comprensiva con ella con la finalidad de que se sintiera más en confianza.

–Mira, recién estamos empezando Cielo Riveros …, y no sabes lo orgullosa que me siento de ti ahora que sé que te comportas como una mujer adulta, además que aún es temprano así que vamosle, sigamos conversando. –Katherine Riveros junto con decirle esto último se hiso aun lado de la cama dejándole espacio a Cielo Riveros para que también se recostara en el sector de las almohadas para que así estuviera más cómoda, tal como lo hacían desde que eran nenitas y se juntaban para contarse secretos.
–Y que mas quieres saber?, -le preguntó la chamaca una vez que estuvo sentada contra el respaldo y con sus dos poderosas piernas estiradas, tal como estaba también la rubia, en cierto sentido el que su amiga se enorgulleciera de ella por sus ardientes vivencias y que no la condenara como ella lo había pensado le dieron un poco mas de tranquilidad, tranquilidad que lamentablemente hizo que empezara a bajar la guardia.
–Pero Cielo Riveros … contéstame con la verdad, recuerda que yo soy tu mejor amiga, además que lo que te haya pasado tampoco es del otro mundo y yo no se lo contaré a nadie, sale?
Cielo Riveros ya se preparaba sicológicamente para el vendaval de imprudencias que con toda seguridad le iba a preguntar Katherine Riveros, pero sabía que ellas eran verdaderas amigas, así que le dijo,
–De verdad que no se lo contarás a nadie?, ni… ni a tus otras amigas del cole?, -todo el cuerpo de la colegiala temblaba, ya que creía saber para donde iban a ir las preguntas de la rubia.
–Palabra de exploradora mi Cielo Riveros …!, lo recuerdas…!? además que esas estiradas zopilotas no son mis amigas, ps… solo las utilizo para levantarles a sus novios, jiji… tu ya me conoces amiga, así que no temas…
–Si es así entonces sale y vale, que quieres saber Katherine Riveros?, – Cielo Riveros junto con preguntarle a Katherine Riveros y para no ensuciar la cama con la punta de sus pies se sacó las zapatillas luego subió sus blancas rodillas para rodear con sus brazos parte de sus piernas, el vestido se le subió un poco mostrando parte de sus muslos, pero en aquella situación eso no le importaba, sabía que no habiendo presente ningún viejo caliente y sin vergüenza ella no corría peligro, además que estaba con su amiga, la misma que desde la niñez siempre había sacado la cara por ella en los momentos en que estuvo metida en algún problema en el colegio, además que a medida que fueron creciendo era la rubia quien se encargaba de presentarle a distintos chicos para que ella se hiciera de algún novio, mas la nena siempre los había rechazado a todos, claro que bien diplomáticamente y como corresponde para no quedar como una estirada.
La suspicaz e intrigada Katherine Riveros ya empezaba con su interrogatorio:
–Primero dime… que se siente tener dos vergas adentro tuyo…!?, -la rubia adolescente se puso de costado en la cama con un codo apoyado en esta y con su mano apoyando su cara, todo su curvilíneo cuerpo estaba estirado a un lado de donde estaba la nerviosa chamaca, que casi se desmayó con semejante pregunta.
–Ay no Katherine Riveros…! no me preguntes esas cosas…! me da verguenzaaa…!!
–No seas mensa Cielo Riveros , y como que te da vergüenza conmigo?, si yo estuve ahí mismito cuando te lo hacían, solo dime si te gustó… vamos dime… es rico…!?
Tras pensarla por algunos segundos, la temblorosa mamasota pensó que Katherine Riveros estaba en lo correcto, que mas daba si ella había presenciado cuando los dos viejos se la estuvieron cogiendo al mismo tiempo, sumándole que a ella (a Katherine Riveros) también le hicieron cochinadas de todo tipo, así que se propuso a decirle la verdad, aunque le costaba.

– Cielo Riveros -Ehhh… s… si, es b… bue… buenoooo…!!, -la chamaca no hallaba donde meterse, nunca en su vida le había comentado sus intimidades a nadie, y por su parte la rubia estaba más que maravillada con la respuesta de Cielo Riveros .
–Buenooo…!?, o sea que te gustoooo…!!??
Cielo Riveros poco a poco iba cayendo en ese morboso y rico juego de palabras con el que su rubia amiga la estaba interrogando, así que en una forma extrañamente nerviosa le contestó justamente como la Katherine Riveros deseaba escuchar:
– Cielo Riveros -Creo que si…, e… ess… es ricoooo que a una se lo hagan e… en… entre dosss…!!, -la nena a pesar de sus sentimientos encontrados no se daba cuenta que aquella conversación a ella también ya le estaba comenzando a gustar.
–Ay mi Cielo Riveros eres tod na puta …!, nunca pensé que tú te la pudieras con dos hombres al mismo tiempo, quién lo iba a creer…!?, -opinaba Katherine Riveros que aunque entusiasmada y todo intentaba ponerle paños fríos a la situación, obviamente para que su amiga entrara aun mas en confianza, ella quería saberlo todo, por lo que continuó, –Oye Cielo Riveros , el otro día te confesé que yo en una oportunidad lo hice con el maestro Tulio, y a ti se te salió que también lo habías hecho con él, vamos cuéntame cómo fue eso.
–Ay Katherine Riveros, ya te dije que sucedió en tu casa, con eso es suficiente… para que quieres saber más?, además que fue el mismo día en que me violó don Pedro…!!!
–Y esa fue la única vez que te lo hizo el maestrito…?, -la rubia no le hacía caso a su amiga, y no le daba tregua, ya sabía que Cielo Riveros le iba a soltar todo lo que ella quisiera saber.
Luego de un silencio casi sepulcral que hubo en la habitación la rubia estudiante supo que hubo más de alguna vez por lo que siguió presionando a la nerviosa mamasota que en esos momentos ya estaba casi en la hora de retirarse para ir a juntarse con Rodrigo, aunque la nena ni siquiera lo recordaba.
–Vamos contéstame Cielo Riveros …!, hubo alguna otra ocasión con el profesor Tulio?,
–Ehhh… o sea, s… si, h… hubo u… una vez en el colegio dentro de su oficina, pero esa vez solo me hiso chupársela…!, -le soltó como si eso le restara importancia a tan reprobable acción de su parte, solo se la había chupado y nada más, según ella. La nena cada vez se soltaba mas y le confiaba sin censura y en toda crudeza sus incursiones sexuales de las cuales la rubia le iba preguntando,
–Se la chupasteeee!!?? S… Se… Se la chupaste en el mismo colegioooo…!!??, -Katherine Riveros sentía que su corazón en cualquier momento explotaría, su cuerpo poco a poco comenzaba a reaccionar, y a estas alturas sus mejillas ya estaban notoriamente sonrosadas, al mismo tiempo ella continuaba, no fuera a ser que Cielo Riveros volviera su típico estado de santurrona. –Y anterior a eso que…?
–Ay Katherine Riveros…!, no quiero que pienses de mi que soy una puta cualquiera, pero si, un par de veces me tuvieron en el sótano del colegio él… el… y d… don J… Ju… Juan, -la mamasota se quedó mirando a su amiga para inconscientemente esperar cual iba a ser la siguiente pregunta, Katherine Riveros ya estaba como una verdadera loca de remate.

–Con ese cojo asqueroso Cielo Riveros !!!???, pero si en el sótano el tiene su habitación… Cielo Riveros … cuéntame que te hicieron ahí…!?,
–Me tuvieron desnuda… y solo me manosearon, al menos el profesor Tulio solo me manoseó, pero el cojooo…, -ahora era la misma Cielo Riveros quien casi con emoción en sus palabras le soltaba todo con lujo de detalles a la rubia.
–Pero el cojo queeee…!!!???, Ahhh entiendoooo… al menos el profe te manoseó, o sea, o… sea… que con el cojo también lo hicisteee…!?, -la eufórica rubia lo iba entendiendo todo, y era ella misma quien se daba las acertadas respuestas en donde Cielo Riveros se encargaba de confirmarlas.
–Ay Katherine Riveros, esto es horrible pero si, el cojo auxiliar del colegio también me lo hizo… fueron un par de veces… es mas… el cojo fue el primero que me lo hiso por d… de… detrás… me rompió el culo y saco sangre era virgen por el ano!!, y don Pedro fue el primero por delante desde esa vez soy una puta del sexo me entrego sin cobrar nada…
–Uffff…!!!, el cojo Juan fue el primero que te lo hiso por detrás, es decir… es decir, te has puesto a culear con el auxiliar del colegio y para rematarla le pasaste el culo!!!???, Ay Cielo Riveros …!!! Ay Cielo Riveros …!!!, y como fuiste a caer en esa situación, acaso te gustaba…?, porque ese hombre sí que es asqueroso…!
–Noooo…!!, no me gusta…!!!! Y como tú lo dices… ese cojo es asqueroso…!!!!, pero resulta que un día se me perdió mi diario, y entonces…
La chamaca se explayó en los detalles de cómo el cojo Juan se hiso con su diario y como este la chantajeó con divulgar su contenido, ante una ensimismada Katherine Riveros que por cada palabra obscena dicha por su tímida amiga sentía como le comenzaba a punzar su rubia hendidura a raíz de lo lujurioso que era todo aquello.
–Increíble…!!, te lo estuvo haciendo toda una tarde y encerrados en su habitación…!?, amiga no sé qué decirte, me has dejado pasmada, nunca me imaginé que eras tan caliente…!!!
–Katherine Riveros… no me digas esas cosas, ya te dije que yo no soy así, además que don Juan solo me lo hizo por detrás…-a la nena ya no se le ponían sus ojitos llorosos, pero si se notaba que no quería que Katherine Riveros su mejor amiga se quedara con una mala imagen de ella.
–Pero y que quieres que piense si de la forma en que me lo cuentas se nota que te la pasaste bien, o me lo vas a negar?, -La Katherine Riveros ya estaba muy excitada, pero aun así le costaba trabajo asimilar las historias de Cielo Riveros .
La colegiala por su parte también pensaba en lo raro que era eso de mantener con Katherine Riveros semejante conversación, no sabía el porqué, pero había algo que la empujaba a seguir sincerándose con su amiga.
–Ay Katherine Riveros… no sé como explicártelo, no es que a mí me guste que me lo hagan, pero tienes algo de razón, a pesar que en un principio me lo hacen a la fuerza, siempre acabo haciéndolo con ganas con ellos y vulvo mas arrecha que una puta cuando me violan los viejos son tan pingones y mas mañosos, porfi amiga… no se lo cuentes a nadie, a mi no me gustan esos viejos, es solo que no sé como explicártelo… de verdad que no lo seee…!!!
–No te preocupes Cielo Riveros , por algo somos carnales…, pero te tengo otra pregunta…, -a la rubia hasta le costaba tragar saliva para poder hablar, y ahora lo hacía con sus ojos cerrados, la conversación con Cielo Riveros la tenían extremadamente caliente, pero sabía que su amiga ya estaba en el horario de marcharse así que si quería saber más para luego masturbarse a solas en su habitación imaginando las enajenantes hazañas de su atractiva e inocente amiga tenía que hacerlo rápido.
–Dime Katherine Riveros… pero por favor que ya sean tus últimas preguntas, tengo mucha pena, por estar confiándote todo esto,
–Si, si tranquila, ahí te va mi pregunta…, aparte de don Pedro, don Cipriano, el maestro Tulio y el cojo Juan, lo has hecho con algún otro viejo?

–Katherine Riveros…!, pero por qué quieres saber eso? No te entiendo…?
–Solo dímelo tonta, si no le contaré a nadie, solo quiero saberlo…, -el tajito de la rubia ya estaba que se derretía ante la segura respuesta que ya se veía venir, por ello la rubia ansiaba la respuesta de la nena.
–Me juras que no se lo dirás a nadie?,
A la rubia se le salieron los ojos de sus orbitas ya que si su amiga le estaba pidiendo su silencio bajo juramento era porque aun había más, así que aguantándose las ganas de mearse en la misma cama por todas aquellas sensaciones de nerviosismo prohibido, le juró su discreción.
–Por la virgencita de la Guadalupe mi cuate…!, vamos cuéntamelo todo…!!!
–Ay… bueno, es que un día fue para mi casa don Lucas, nuestro arrendatario, pero el solo me la chupó…
–Te la chupo él a ti?
Las preguntas de la rubia se venían una detrás de la otra, lo mismo pasaba con las repuestas de la mamasota, quien también estaba sintiendo algo rico en su panochita con solo pronunciarlas.
–Sip, y el que si me lo hiso en mi casa fue el policía, ese mismo que me paso el parte por prostitución según él, ese día nos quedamos solos un rato ya que mi mamá se fue al mercado con mi abuelito, entonces el sargento Sinforoso…
–Válgame Dios Cielo Riveros …!!!, lo hiciste con un sargento de la policía?, sigue con quien más te has acostado…?
Luego de una infartante declaración de cómo se la había cogido el buen sargento la ruborizada colegiala le soltó a su amiga su más íntimo y demencial secreto.
–Ps… ps… yo también me acosté con don Severiano…!!!
–Don Severiano…!?, y ese quien es…!!??, -a pesar de su juventud la Katherine Riveros estaba al borde de ataque cardiovascular, y aparte de eso sus neuronas estaban totalmente convulsionadas ante el abanico de vejestorios con los que su amiga del alma se revolcaba.
–Esto sí que es un secreto Katherine Riveros, nadie se debe enterar… ya que don Severiano es… es… el p… pa… pa… drastro de Rodrigo…
–El padrastro de tu novio…!!!???, y te acostaste con él…!!!???
–El me obligó… pero después… después paso lo mismo de siempre…
–O sea te calentaste?, te calentaste con el padrastro de tu novio!?
–Si… creo que me calenté… me calenté con el padrastro de mi novio… Ay Katherine Riveros… yo no debería estar diciéndote todas estas cosas…!!!
Ambas nenotas ahora se miraban a los ojos con sus respiraciones levemente agitadas. Katherine Riveros sabía que su amiga de un momento a otro se marcharía, pero como todos imaginamos ella por nada del mundo pretendía dar por terminada la conversación.
–A ver amiga déjame hacer un recuento, vamos por orden: Don Lucas tu arrendatario, con el cojo Juan, el maestro Tulio, don Pedro, don Cipriano, ese Sargento que tú me dices, y con don Severiano tu suegro, o sea te has acostado con 7 hombres distintos y todos estos son viejos calientes…amiga te hecho cachar por puro viejos cuantos litros de leche has tragado puta !!!
–Si, pero don Lucas no me la alcanzó a meter ehhh…!, -se defendía la nena en pos de su reputación.
–Pero igual estuviste acostada desnuda con él, verdad…?, -le consultó Katherine Riveros inquisitivamente.
–Ehhhh… siiiii…!

–Entonces también vale… te has acostado con 7 viejos distintos Cielo Riveros , jijiji aun no lo puedo creer…!!!
–Por favor Katherine Riveros, no se lo cuentes a nadie por favorcitooo…!!!, -le pedía la colegiala con su carita suplicante.
–Descuida que seré una tumba, pero sabes que mi Cielo Riveros ?
–Que cosa…!?, – Cielo Riveros ya imaginaba que quizás con que otra cosa le saldría su amiga, pero nunca imaginó lo que sus oídos escucharon y que muy a su pesar venía siendo la purita verdad.
–O sea, yo me consideraba la puta más grande del colegio amiga, pero ahora en comparación contigo y con todo lo que más has contado tú te llevas el estandarte… o sea eres la puta más grande y no tan solo del colegio sino de varias cuadras a la redonda, eres la mas puta del barrio ya imagino como estra tus agujeros todos abiertos eres una golosa jijiji, si al lado tuyo vengo siendo solo una monja, no crees?
–Katherine Riveros como me dices eso…!?, si ya te dije que casi todos me violaron…!!!, -le contestó finalmente nuestra pobrecita y alterada Cielo Riveros que a pesar de las frías y humillantes palabrotas de Katherine Riveros creía entender que algo de verdad había en ellas.
–Si, pero al parecer a ti te gusta que te violen, jijiji…
– Cielo Riveros -Ya Katherine Riveros… párale si…?
–Si, si, tonta sin son bromas, no me hagas caso… peroooo… -Katherine Riveros quien a pesar de sus risueñas palabras se sentía extrañamente excitada, y no estaba dispuesta a dejar ir a su amiga si no le revelaba esa preguntita que desde hace rato revoloteaba morbosamente en su rubia cabecita.
–Pero que mas quieres saber?, si ya te lo he dicho todo…!
–Es que ahorita sí que quiero hacerte una preguntita personal mi Cielo Riveros , pero quiero que igualmente me digas toditita la verdad…
Cielo Riveros –Ay Nooo…!!!, ya me tengo que ir, si ya estoy algo retrasada, mi Rodri ya debe ir en camino…!, -diciendo esto último la chamaca estiró sus piernas en la cama con claras intenciones de levantarse para luego irse a juntar con Rodrigo.

–Solo la última pregunta y te vas…, -la interceptó Katherine Riveros posando una de sus delicadas manitas sobre una de las piernas de la nerviosa mamasota, justo un poquito más arriba de sus bien hechitas rodillas.
– Cielo Riveros -Ehhhh… y que quieres saber ahora?, -la mirada de la chamaca se posó fijamente en la mano de Katherine Riveros sobre una de sus piernas.
–E… Esooo… eso que hicimos las dos juntas el otro día que estuvimos con los viejos… t… te… g… gus… gustó?
La pregunta fue un verdadero mazazo en la cabeza de nuestra chamaca, ya que si bien tras la candente conversación que estaba sosteniendo con su amiga de la infancia hasta había sentido unas extrañas sensaciones en su intima hendidura, pero la actual pregunta de verdad que no se la esperaba. Eso que le estaba preguntando Katherine Riveros era antinatural, si ella lo había hecho con Katherine Riveros fue porque los viejos la habían obligado y no porque a ella le gustaran las mujeres, o sea, el acto sexual para la colegiala comprendía en la unión de un macho y una hembra, y no dos mujeres refregándose sus cositas, pero a pesar de todos estos sólidos principios la nena no se podía negar a ella misma que Si, si le había gustado, intimidad que ahora sí que no estaba dispuesta a confiárselo a Katherine Riveros, porque ahí sí que nunca más podría mirarla a la cara si es que se lo reconocía.
Cielo Riveros –Noooo…!, Katherine Riveros, como me preguntas eso?. Si yo te lo hice y deje que tú también me lo hicieras fue porque nos obligaron…!!!, -ahora ambas verdosas miradas estaban frente a frente, una denotando timidez y la otra una nerviosa excitación.
–Nos obligaron?, Tú crees Cielo Riveros …? ¿Nos obligaron?, -La Katherine Riveros ni ella misma sabía porque no podía quitar su mano de la suave pierna de su amiga.
–Si, nos obligaron…!, -la nena llevó otra vez su manita a los labios, y Katherine Riveros ya creía saber el significado de la señal que inconscientemente le enviaba su amiga a su mente.
–Pues yo no lo hice obligada, además que si tenía ganas de hacértelo…, -la rubia junto con decirle estas acaloradas confesiones sin habérselo propuesto ya estaba acariciando suavemente la temblorosa pierna de Cielo Riveros que ante la situación se sentía sin aire en sus pulmones.
–Pero Katherine Riveros…!, -pudo por fin decir, –Que cosas me estás diciendo…!?, si eso solo se hace entre un hombre y una mujer, nosotras somos amigas… solo eso… a mi no me gustan las mujeres, y a ti tampocoooo…!!!
–Ps…! si tonta, si somos amigas, y yo tengo novio y tu también…, te juro que a mí no me gustan las mujeres, y sé que a ti tampoco… perooo…
–Pero queeee…!!!, -ahora nuestra puta Cielo Riveros también reaccionaba como una verdadera desequilibrada mental.

La rubia estudiante sin haberlo planeado ni imaginado se vio en tan candente e intima conversación con su amiga, esta ya no era de viejos lujuriosos ni violaciones, sino solo de ellas. Y claro, como ya lo hemos dicho en ocasiones anteriores Katherine Riveros al ser una chica fresa y de mejor condición económica y social que Cielo Riveros , ya en algunas oportunidades se había visto envuelta en pequeños juegos sexuales con sus otras amigas, y desde esos tiempos por alguna extraña razón en mas de alguna ocasión había sentido unas tremendas ganas de hacerlo con Cielo Riveros , pero ella al conocer su tímido temperamento pensó que nunca llegaría a darse una ocasión, bien sabía ahora que con todo lo sucedido el escenario cambiaba completamente, y si bien ya lo habían hecho obligadas por los dos vejetes, ella ahora sentía unas poderosas ganas a que lo volvieran a hacer, pero ahora ellas dos solas. Así que sin pensársela mas dejó de lado la amistad de la infancia y se dio a confesarle a su amiga lo que ella pensaba de todo aquel asunto entre ellas.
–Jijiji, pero contigo es distinto sabes?, mira, de vez en cuando las amigas entre si hacen cositas ricas, cosas de chicas, que nadie más puede saber ni enterarse… me entiendes?
–No, no te entiendo Katherine Riveros…!, y ya para que me estas asustando…!, -la nena veía como su amiga no paraba de sobarle delicadamente su pierna, al son de su enajenante conversación.
–O sea, cositas ricas, entre nosotras, así mismito como las que hicimos… lo recuerdas?, -ahora la rubia se recostó apegando todo su cuerpo junto a las temblorosas curvas de la mamasota que de verdad ya estaba nerviosamente asustada con las locuras de Katherine Riveros que ahora estando en mejor posición había ido subiendo su manita y ya le estaba acariciando desde su rodilla hasta mas arribita de la mitad de su suave y brillante muslo.
–Ay Katherine Riveros… tú estás loca de remateeee…!!!, -la casi histérica chamaca le decía todo eso a su amiga mirando hacia cualquier parte de la habitación, insólitamente sin moverse de la cama, en cualquier otra ocasión hubiese salido corriendo para su casa, pero ahora por alguna razón sencillamente no lo hacía, aun así, la nena estaba muy nerviosa.
–Ps…!, tú tienes la culpa Cielo Riveros …, con todas esas historias de los viejos con los que te acuestas me hicieron sentir sensaciones…, -la rubia le hablaba despacito y con sus ojos cerrados concentrándose en esas suavidad nunca antes sentida en sus manitas que era la piel de su amiga de la infancia.
–S… sen… sentiste s… sen… sensaciones…!?, -le consultó ahora Cielo Riveros también con sus ojos semi cerrados, su respiración poco a poco se iba entre cortando, ya que ella también estaba comenzando a sentir sensaciones, la chamaquita ni recordaba que a esa hora ella debería estar juntándose con su Rodrigo a la entrada del cine.

–Si, y me están dando ganas de que lo hagamos ahora que estamos solitas…, -le soltó la rubia la enajenante propuesta a su compañera de colegio.
Cielo Riveros ante la sórdida proposición que le hacía su rubia amiga volvió a medias a la realidad, a pesar de eso ella aun no se movía de la cama, en su mente solo daba vueltas eso que le había dicho su amiga, o sea, Katherine Riveros abiertamente le estaba proponiendo que se acostaran?. Hasta que cuando lo pudo entender, con algo de cordura le dio su respuesta a su amiga.
Cielo Riveros –Ay no Katherine Riveros…! creo que no…!!, además que debo ir a juntarme con Rodrigo…!!!
La fresa estudiante estando ya engolosinada con las suaves piernas de su introvertida amiga le contestó solo para hacerla entrar en confianza y alargar un poco mas ese tan rico momento, ya que ella sabía que Cielo Riveros debía ir a juntarse con su novio y ella no quería entrometerse en los asuntos de ambos.
–Pues iras igual Cielo Riveros , yo no pretendo privarte de ir a salir con tu novio, además que tienen toda la noche para estar juntos, es solo que ya me dieron ganas de tocarte un poquito… me dejas?,
Cielo Riveros –S… Solo tocarmeee?, -las palabras de Katherine Riveros con eso de que ella no pensaba privarla de ir a juntarse con su Rodrigo la tranquilizaron un poco.
–Si, solo tocaré un poquito… y tal vez… un beso…? Luego te puedes ir a juntar con tu enamorado, que me dices?
La chamaca rápidamente posó una de sus piernas sobre la otra entre cerrándolas ya que la delicada manita de Katherine Riveros cada vez subía peligrosos centímetros aproximándose a su zona prohibida, y ella no entendía por qué motivos no podía detenerla, solo se vio contestándole:
–Solo un beso…!?
–Si solo un beso…!!, -la rubia ya no aguantándose más posó sus rosados labios en el brillante y suave hombro de su amiga notándolo suavecito, fresco y bien perfumado.
–Ay Katherine Riveros, nosotras dos somos chicas esto está mal…!!!, – Cielo Riveros le decía lo anterior a su amiga mirando en sentido contrario de donde estaba la salida Katherine Riveros quien ya iba subiendo con sus labios en el inicio del despejado cuello de la colegiala que no sabía a cómo reaccionar ante tan delirante situación.
–Ya te explique que a veces las nenas como nosotras hacen cosas de chicas, y eso no está mal, a mi no me gustan las mujeres ahombradas, tu no lo eres y yo tampoco lo soy, ambas somos dos hembras muy femeninas que estamos rebuenas según los comentarios en el cole y en todos lados, además que tu cumples con todos mis requisitos para hacerlo contigo un ratito, jijiji, vamos dame un beso igual que el otro día, pero ahora solo nosotras dos.
Cielo Riveros –Ay Katherine Riveros, haces que me ruborice con todas esas cosas que me dices…!, le decía la asustada e incrédula Cielo Riveros con sus ojitos cerrados y mordiéndose el labio inferior, y claro su carita estaba muy ruborizada.
–Si te ruborizas es porque a lo mejor tú también lo quieres…, -le decía la caliente rubia a su amiga muy cerca de sus perfumaditos oídos, que increíblemente al habérselo dicho muy cerca de ellos hizo que toda la piel de la nena se erizara, tal cual como le ocurría en las oportunidades en que sus viejos violadores le decían todo tipo de peladeces y guarrerías antes de cogérsela, la rubia le había ido subiendo su vestido dejándolo un poco corrido y en donde se podía apreciar el nacimiento de aquel precioso triangulo que la nena tenia por vagina, la rubia mas se calentó con solo ver un poquito de ese triangulito que estaba enfundado en tela roja bien oscura como la sangre.

Ante semejante erizada de bellitos y cabellos a la nena no le quedó más remedio que reconocer que tal vez un besito entre dos chicas no le haría mal a nadie, ella sabía que su vestido estaba subido y que mostraba una pequeña parte de su ropa interior, de cualquier modo ella no hacía nada por taparse.
–Ay no lo sé…!, Ehhhh…!, está bien pero que sea solo un beso…!, -le dijo finalmente mirando hacia otro lado y haciéndose la mensa.
–Será solo un beso amiga… así que no te preocupes…- Katherine Riveros junto con hablarle lo anterior ya iba subiendo con sus labios por la mejilla de la nena que solo se mantenía con sus ojos cerrados esperando lo que tenía que pasar entre ellas, sintiendo como la manita de Katherine Riveros se había posado en su cadera por debajo de su ropa acariciándola suavemente.
–Pero como amigas…?, -le consultó Cielo Riveros solo para hacer menos comprometedor la tremenda zorrería que estaba a punto de cometer dejándose llevar por la degenerada de su amiga.
–Como amigas Cielo Riveros … siempre como amigas, jijiji… -reía la rubia revoloteando con sus labios y la punta de su lengüita por distintos sectores de la suave cara de Cielo Riveros .
–Y luego me voy a juntar con Rodrigo…?, -la nena sentía como los labios de Katherine Riveros ya venía acercándose a los de ella, el fresco aliento de la rubia ya llegaba a las fosas nasales de la pobre chamaca.
–Sip, te irás a juntar con tu Rodrigo, yo no te voy a retener…, -le dijo Katherine Riveros ahora con su naricita respingona pegada a la perfilada y perfecta nariz de nuestra temblorosa mamasota ambas mirándose a los ojos y luego mirándose los labios hasta que Katherine Riveros fue cerrando sus ojos a la misma vez que iba posando sus rosados labios en los rojos de Cielo Riveros hasta que simplemente ambas semi abrieron sus boquitas y se besaron. En el living de la casa de Katherine Riveros y al interior del bolso el celular de la colegiala vibraba con más de 10 llamadas perdidas de Rodrigo.
(En ese mismo momento a la entrada del cine en que debían juntarse Cielo Riveros y Rodrigo)
El chamaco caminaba nerviosamente de un lado para otro, ese día se había ido a comprar pantalones y zapatos nuevos ya que la ocasión lo ameritaba, sumado a las largas horas que lo habían separado de tan memorable momento, pero su novia hacía más de 30 minutos que debería haber llegado, en su mente retumbaban las palabrotas dichas por su padrastro solo el día anterior:
“Tu mañana no tocarás a esa potranca, ni mañana… ni nunca, y sabes por qué?, porque ella no irá a juntarse contigo, otra vez te dejará plantado como ya lo ha hecho en otras ocasiones…”; “que te quede claro pendejo reculiao’… esa mujer es mucha hembra para un pobre pedazo de idiota como tú, esa principiante de yegua está hecha para acostarse y ser gozada por machos de verdad, o sea, por machos como yooo…!!. Te queda claro estúpido…!!??…”

Lo anterior era demencial para el pobre muchacho, mientras su mente le machacaba lo dicho por su padrastro sus casi llorosos ojos veían la larga fila que hacían las numerosas parejas de felices enamorados quienes esperaban el acceso a la sala cinematográfica conversando abrazados y haciéndose arrumacos. Acaso el no tenía también que haber estado de la misma forma a esas horas con su novia?, se preguntaba a la misma vez que volvía al asiento en donde tenía las dos cajas con palomitas de maíz que había comprado para él y Cielo Riveros, para luego de volver a mirar las dos entradas que había adquirido guardárselas en el bolsillo de su camisa y volver a marcar el numero de Cielo Riveros el cual sonaba y sonaba no habiendo quien le contestara.
El tiempo pasó sin misericordia para el pobre Rodrigo quien vio dos largas filas de personas entrar y salir del cine por cada espectáculo.
Ya era pasada la media noche y Cielo Riveros definitivamente no había llegado, incluso en el intertanto de cada función había tomado un taxi en dirección a la casa de su novia en donde la encontró (la casa) con todas las luces apagadas y con nadie que atendiera la puerta.
Luego supuso que con toda seguridad Cielo Riveros se había retrasado por algo y que llegaría a la segunda función, total tenían toda la noche para ellos, pero al estar de vuelta en el cine nunca se encontró a su novia esperándolo tal como lo había imaginado.
Siendo ya cerca de las 1 de la mañana fue cuando le dieron aviso que ya bajaban las cortinas del local para cerrarlo, fue ahí cuando se convenció de su triste realidad, nuevamente la habían dejado plantado, tal cual como lo había presagiado su padrastro.
El herido y casi destrozado joven estando casi al borde del llanto se puso en camino hacia su casa, no sin antes arrojar las dos cajas de palomitas de maíz en un basurero y de romper las dos entradas al cine que con tanta ilusión había comprado para él y para su novia.
(4 horas antes en la casa de Katherine Riveros)
… Katherine Riveros fue cerrando sus ojos a la misma vez que iba posando sus rosados labios en los rojos de Cielo Riveros hasta que simplemente ambas atractivas colegialas semi abrieron sus boquitas y se besaron, mientras en el living de la casa de Katherine Riveros y al interior de un bolso de salir el celular de la colegiala vibraba con más de 10 llamadas perdidas de Rodrigo.
Ambas frescas y femeninas lengüitas se juntaron y se revolvieron suavemente, y ahí estaban ellas besándose abrazadas y comenzándose a tocar.
La rubia Katherine Riveros se mantenía semi inclinada sobre el portentoso cuerpazo de su amiga a la misma vez que temblorosamente se había ido encargando de subirle el vestido hasta dejárselo a la altura de su cintura, en donde ahora si se podía ver aquel diminuto calzoncito rojo que daba forma a un desquiciante triangulito color sangre adornando las poderosas caderas de la chamaca creando la ilusión óptica de que en cualquier momento ella los haría reventar de la parte elasticada por lo tirante y estirada que se notaba aquella fina prenda de encaje, y por su parte Cielo Riveros poco a poco comenzaba a olvidarse de su compromiso con Rodrigo
Los besos en los labios y con lengua por parte de ambas mamasotas eran suaves y húmedos. Ambas boquitas se encontraban, se comían y se envolvían entre ellas con todo.
Las dos hembritas atracaban sus bocas al parecer con deseo y con una sensualidad increíble. En eso Katherine Riveros sin dejar de besar a su amiga empezó a apartarle el pelo de la cara e increíblemente terminó con una de sus delicadas manitas encima de una de sus chichotas, mientras que con la otra le acariciaba peligrosamente un poco más debajo de su cadera y por debajo del vestido.

Nuestra deseada y sensual Cielo Riveros que en un momento se sintió relajadísima con esa suave y delicada incursión entre chicas que estaba manteniendo con Katherine Riveros de pronto se vio paralizada, ya que en tanto su rubia amiga la seguía besando en la boca Cielo Riveros abrió sus ojos como platos, y como no lo iba a hacer si su fresa amiga comenzó a sobarle las tetas con las misma ansias en que se las masajeaba don Pedro o cualquiera de los otros viejos cuando andaban calientes y desesperados por culearsela, al menos eso pensaba la nena en aquellos momentos, ni que decir que la otra manita de la rubia había ido subiendo por su cintura y ahora ya estaba un poco mas debajo de su ombligo, prácticamente en la antesala de posarse sobre la triangular tela roja que protegía la vagina de la tierna colegiala, hasta que Katherine Riveros simplemente tomo manual posesión sobre el sexo de su amiga.
Cielo Riveros se encontraba paralizada y no podía reaccionar ya que la delicada manita de Katherine Riveros ya se encontraba jugueteando por sobre la diminuta tela que la preservaban de cualquier situación indebida. La salida Katherine Riveros que se encontraba totalmente revolucionada sexualmente al estar sobándole la vagina a su amiga ni se la pensó para comenzar a dibujar con su dedo medio la intima rayita de carne que Cielo Riveros poseía justo al medio de sus muslos, este lo hundía y lo metía para adentro con tela y todo.
Ante la pasividad de su compañera de cole la rubia se separó de sus labios y llevó su vista hacia abajo viendo en primera fila ese estilizado cuerpo casi al desnudo desde la estrecha cintura para abajo, sus marcadas caderas, sus bien formados muslos, y sus bien desarrolladas piernas las mantenía muy juntitas entre cruzando sus pantorrillas si como con esto fuera lo necesario para proteger su hendidura de sus febriles y excitantes toqueteos.
La Katherine Riveros notaba como su tímida amiga se mantenía quietecita mientras ella no paraba de masturbarla, su dedo ya daba muestra de estar húmedo por lo que intentaba hundirlo aun mas en ese caliente y medio acuoso tajo que se había formado en la tela de la diminuta prenda, esta misma ya mostraba una oscura humedad justo en el sector del tajito.
Cielo Riveros continuaba inmóvil ahora se mantenía con sus ojos cerrados y respirando solamente por su boca, sus músculos lentamente comenzaron a relajarse y su mente comenzaba a perderse en las delicias de ese femenino dedo que tan bien le estaba trabajando allá abajo, y su caliente amiga se daba cuenta de esto por lo que no dándole tiempo de reacción y sin dejar de masturbarla se acomodó aun mas al lado de su cuerpo para nuevamente comenzar a besarla más efusivamente a la misma vez que se dio a seguir diciéndole cosas a su oído para ver si su tímida amiga terminaba por calentarse de una buena vez por todas y para que se pusiera a realizar todo tipo de guarrerías tal como la había visto ella que las hacía cuando estuvieron con los dos vejetes.
–Sabes Cielo Riveros …?, después de que estuvimos con esos viejos me masturbe toda la semana imaginando este momento…, -le decía la rubia bien bajito y entre exquisitos besitos por la parte de la oreja de la nena y sus alrededores.
–Ayyy…! C… Katherine Riverosaa…! Nooo…! E… esooo es m… men… mentiraaaa…!, -le decía entre susurros y moviendo circularmente su cabeza antes las deliciosas y delicadas lamidas que la rubia le daba a su orejita.
–No tonta… es la purita verdad…!, estas muy rica amiga, es imposible no imaginarte desnuda y no calentarse…
–Yo… yo… s… soy tu amigaaa…!, no puedes imaginarme desnuda y hacer esooo…!!
–Si, somos amigas…!, y siempre lo seremos, pero la verdad Cielo Riveros es que desde hace mucho tiempo deseaba estar así contigo, solo para divertirnos, jijiji… no creas que me voy a enamorar de ti ni nada de esas cochinadas, solo quiero que hagamos cositas ricas de vez en cuando a espaldas de nuestros novios… y si quieres podemos seguir acostándonos con los viejos esos de tus amigos, dime que no te gustaría…
–Que cosas dices Katherine Riveros… Ohhhh…!!, – Cielo Riveros con solo imaginarse a ella con Katherine Riveros otra vez revolcándose con don Pedro o con el viejo que fuera no pudo evitar dejar de salir de su intima hendidura un caliente chorro de líquidos vaginales, su amiga la estaba poniendo a mil con sus lujuriosas salidas.
–Reconócelo Cielo Riveros …! dime que te gusta acostarte o que nos acostemos con viejos asquerosos ahora sabemos que nos gusta cachar con viejos… -La rubia estudiante no cejaba en su imprudente interrogatorio.
–Mmmmmmm…! Ahhhhh…! Mmmmm…!, -era lo único que obtenía por respuesta la perversilla de Katherine Riveros.

–Dilo amigui…! yo no le contaré a nadie… dime que disfrutas cuando esos viejos te la meten por todos tu agujeros y te llenan de leche y vuelves una puta…!, -la respiración de la rubia se dificultaba al estar diciéndole semejantes barbaridades a Cielo Riveros , quien era la alumna más tranquila y más bien portada de todo el establecimiento escolar.
Katherine Riveros se sorprendió aun mas cuando ante su salida pregunta por única respuesta obtuvo de Cielo Riveros que ella poco a poco fue subiendo sus piernotas para luego simplemente abrírselas de par en par, dejándole su vagina totalmente disponible para que ella la masturbara todo lo que quisiera al compás de sus guarras preguntas. La joven burguesa entendió el mensaje, su amiga de la infancia también ya estaba con ganas de jugar y se lo estaba transmitiendo a su forma, fue por eso que profundizó aun más en el fuego cruzado del cargamento de leperadas con las que la estaba bombardeando.
–Vamos Cielo Riveros …!, recuerda que tu eres más puta que yo misma…!, así me lo dijo don Pedro, y así me lo has demostrado con lo que me acabas de confiar, reconoce que te gusta que cualquier viejo asqueroso venga y te meta la verga hacer trio con viejos …!!, -le decía la envalentonada Katherine Riveros al borde del ataque cardiaco ya que nunca imagino que algún día le estaría diciendo semejantes guarradas a su mejor amiga con el solo fin de calentarse entre ambas.
En la mente de la ya muy caliente colegiala revoloteaban las palabras de su amiga a la misma vez que las analizaba dentro de su enardecimiento sexual, preguntándose así misma si sería ella en realidad más puta de las putas que su libertina amiga?, y mientras que para Katherine Riveros todo no pasaba mas de ser un simple juego de palabras entre chicas para excitarse y ver hasta donde llegaba la cosa para Cielo Riveros era algo verdadero, ella no se había abierto de patas para enviarle señales a Katherine Riveros ni nada parecido sino porque ella ya estaba hirviendo de calentura y necesitaba que le metieran algo, o frotarse con cualquier cosa, o lo que fuese porque a ella le gustaba simplemente sentir rico de cualquier forma posible, y si…!!, se reconocía a ella misma, que ella: Cielo Yamile Riveros Caballero era la puta más grande que había en el colegio incluso hasta de su barrio, más que la Katherine Riveros y su jauría de amigas, gracias a Dios que la fresa esa que la masturbaba en esos momentos y que era su mejor amiga no se lo contaría a nadie, se decía mordiéndose exquisitamente su labio inferior y disfrutando de cómo le corrían una buena paja, por lo que finalmente y llevada por su propia calentura le soltó a su amiga lo que ella quería escuchar.

Cielo Riveros –Ohhhhh…! S… siiiiiii…! C… Katherine Riveros…!! Me gusta que c… cualquier v… viejo que le den ganas v… venga y me meta por todos mis agujeros y que mate a puro pingasos lo h… ha… hagaaa…!!!
La rubia estaba empeñada en que Cielo Riveros su pusiera a decir groserías y guarradas del más grueso calibre, y al paso en que iban, según lo ultimo dicho por la nena, eso debería suceder en cualquier momento calculaba, por lo que siguió atacando a la colegiala.
–Aja…!, que biennnn…!! Pero dime, que es lo que te gusta que te hagan…?!!!, -el cuerpo de Katherine Riveros temblaba de emoción calenturienta, su pregunta había sido muy directa, por lo tanto espera una respuesta similar.
–Mmmmfff… que cualquier viejo me haga e… e… esoooo…!!!, – Cielo Riveros le contestaba a medias lo que su amiga le consultaba, pero es que Katherine Riveros junto con hablarle la estaba masturbando muy rico según sentía, si hasta le costaba hablar.
–Pero, que es “eso” amiga…!, -la Katherine Riveros se lo pregunto ahora recargando su voz en “eso”, lógicamente ella quería saberlo literalmente, –Dímelo mas al detalle…! no te entiendo…!!
Con lo ultimo y al vaivén del la delicada manita de Katherine Riveros que se movía circularmente en su vagina solo protegida por la roja tela de su pequeña tanguita a la nena ya no le queda más remedio que Katherine Riverosdicar, así que le soltó desde sus propios labios que era “eso” que a ella le gustaba que le hicieran, y se lo dijo ahora tal cual como la rubia Katherine Riveros lo quería, o sea, de la forma más ordinaria y vulgar que pudo.
–Q… Que… Que me c… cu… culéen…! eso Katherine Riveros…!! Que me cu… culéen bien ri… ricoooo… y bien fuerteeee!!, -a la misma medida que la le nena iba soltando semejantes peladeces también se iba soltando y entrando mas en confianza, –Me encanta que cualquier viejo asqueroso se me monte y me deje bien culiadaaa…!!! y llena de semennnn…!!! Solo porque a ellos les dieron ganas…!!! Mmmmm…!!!
A la rubia con solo escuchar la tremenda peladez pronunciada por su amiga se le abrieron los ojos como platos y creía sentir en sus mismas sienes los latidos de su corazón, sumándose a estos todas las pulsaciones sanguíneas en diferentes partes de su dorado y curvilíneo cuerpecito, Cielo Riveros era un desalmado monstruo del erotismo y la lujuria se decía, así que tragando saliva siguió con su delirante interrogatorio.
–Querrás decir… que te llenen de mocos?, -la Katherine Riveros estaba totalmente desinhibida con tan peculiar conversación que había logrado establecer con Cielo Riveros .

–Si… que me den sus mocos por donde ellos quieran…!!!, -hay Katherine Riverosu… me tocas tan ricoooo…!!!!
No haciéndole caso y tragando saliva la salida y joven burguesa seguía con el hilo de la conversación:
–Amiga… por donde te gusta más que te los den…??, -obviamente la salida estudiante se refería al semen, ella quería saber por dónde prefería su amiga que se lo depositaran en los momentos en que se la cogían, y la escalofriante respuesta no tardó en llegar.
–Me g… gusta que me los e… echen en la z… zo… zorraaaa…!!!
–Wuaaaa…! Cielo Riveros …!! Me tienes como locaaaaa…!!! Oye… y acaso no te gusta bebértelos…!!??
Cielo Riveros –Ooooohhhh…!!!! Siiiiiiiiii…!!!!, me encanta sentir en mis labios como les pulsa la verga antes de dármelos… yo me los como…!!!! Me los comooooo…!!!!, -a la nena también se le habían soltado los tornillos…!, estaba enloquecida diciendo todo tipo de guarradas, y ahora hasta sin que Katherine Riveros se lo preguntara!. –Me fascina sentir como bajan y se deslizan lentamente por mi garganta esas cantidades de mocos que me dan a probar… ese rico liquido medio salada y calienteee…!!!, lo imagino tan blancoooo…!!!!, tan espesooooo…!!!! Ohhhhh…!!!! Ufffffff…!!!!
–Pero que es lo que te gusta más…!!?? Que te los echen adentro de tu coñito…!? O… comértelos y tragártelos…!!??, -ahora la putinga y aprovechadora de Katherine Riveros le hablaba con un brazo pasado por debajo de su cabeza, con lo que podía despejar la cara de Cielo Riveros de sus cabellos, y con su otra mano le acariciaba una teta bien suavecito, la colegiala se mantenía con sus bellas piernotas bien abiertas y moviendo su pelvis circularmente y hacia arriba como si realmente estuviera punteando con alguien.
Y como ya dije antes, la nena a estas alturas no estaba para guardarse nada:
Cielo Riveros –Las dos formas me gustan…!!!
Katherine Riveros nunca supo cual fue el momento en que la situación se puso tan caliente, y tampoco estaba para detener su vendaval de preguntas guarras, la situación para ella era muy rica, por lo que continuaba ahondando aun más.
–Pero amiga… elige la que más te gusteee…!!!
– Cielo Riveros -Ohhhh…!! Mmmmm…!!! Me gusta que me los echen en la z… zo…zorra y bien adentroooo…!!!!. –le confesaba de lo forma más calientemente sincera.
–Guauuuuuu…!!! Que ricoooo y porque amiga…!!!!, porque te gusta que te eyaculen adentro de tu zorraaaa…!?, -el rubio coñito de Katherine Riveros estaba que colapsaba, lo tenía tan mojado debido a las continuas expulsiones de líquidos que soltaba desde su intima rendija que la sensación para la rubia era tal cual como si estuviese sufriendo un largo y continuo orgasmo, y miren como debe haber quedado con semejante respuesta de nuestra deseada y caliente mamasota:

– Cielo Riveros -P… Porque así me p… po… podrían dejar p…pre… preñadaaaaa…!!!!
–No mames mi Cielo Riveros …!!! Guaaaaaaa…!!! Estoy que me meo por tu culpa amigaaa…!!!!, y de cuál de todos los viejos con los que te has acostado te gustaría quedar embarazadaaa…!!!!
Cielo Riveros –De cualquieraaaa…!!! Ohhhhh…!!! No me interesa Katherine Riverosu…!!! De verdad que no me interesaaaa…!!! Me gustaría quedar preñada de cualquiera…!!!! Me da lo mismoooo…!!!, sería rico que me dejaran bien embarazada y no saber cuál de todos esos viejos fue el que me preñóóóóó…!!!! Ohhhhh…!!!! Katherine Riverosu…!!!! Me corrooooo…!!!! Me corrooooooooo…!!!!
La caliente situación en que estaba con su mejor amiga, y sumándose a ello todas esas cosas que tenía en la mente nuestra impresionante colegiala fue mucho para ella, esa nueva y prohibida perversidad recién nacida en su sensualidad y que le había mostrado Katherine Riveros también le atraían y fue esta misma nueva sensación de perversa lascivia la que la hicieron capitular ante su amiga de la infancia yéndose cortada en el aire y sin que ni siquiera hubiese nadie masturbándola mientras meneaba sus ancas.
La chamaca ya estaba caliente, muy caliente y una vez recuperada de los ricos escalofríos de ese primer orgasmo se lo demostró a la rubia deslizando sus manitas por entre medio de los rubios cabellos de ella para abrazarla y atraerla a sus rojos labios, para luego de estar ahora casi comiéndosela a besos con lengua hacerla rodar por la cama y quedar esta vez ella montada sobre el cuerpo de Katherine Riveros, la misma posición en la cual parecía que estuviese dispuesta a cabalgarla.

La joven de cabellos dorados por un momento no entendió lo que estaba ocurriendo incluso creyó que su tímida amiga por fin se retiraría para ir a juntarse con su amado a pesar de estar ya bastante atrasada, pero al verse de espaldas en la cama con su Cielo Riveros montada sobre ella a la altura de su cintura la vio enderezar su cuerpo, y más escandalizada quedó cuando la vio que la dulce y tímida chamaca la miraba con su respiración terriblemente agitada para luego entrecruzar sus manitas para abajo y tomar los bordes de su vestido para sencillamente ir subiéndolo por su cintura, despejar su ombliguito y seguir retirándoselo hasta despejar sus redondas chichotas para por fin pasarlo por sobre su cabeza moviendo sensualmente sus azulados cabellos negros y hasta que finalmente se lo sacó por completo.
La fascinada Katherine Riveros instintivamente posó sus manitas en las desnudas y marcadas caderas de su integra amiga, estas brillaban ante la luz de la lámpara, la suavidad de su piel era enloquecedora, era mucho más suave que la de ella misma que se aplicaba todas las cremas y lociones habidas y por haber, meditaba la facinerosa rubia, hasta que por fin en forma media incrédula le consultó al tiempo que subía sus manitas a esa estrecha cintura para luego devolverlas a las caderas sintiendo ella misma el poderío y perfección corporal que era poseedora su amiga de toda la vida.
–Pero Cielo Riveros …!, que haces…?!!, jijiji… recuerda que Rodrigo tu novio te está esperando…, -le dijo la Katherine Riveros desde abajo y hacia las alturas.
La nena lentamente y siempre mirándola con parte de sus sedosos cabellos tapándole a medias su carita de adolescente quinceañera llevó sus manitas a su espalda para destrabarse su sujetador liberando así sus dos colosales globos de carne que perfectamente se acondicionaban a su anatomía hasta retirárselo, y luego de ya estar con las tetas al aire y ante los incrédulos ojos verdes de la rubia, simplemente le dijo,
–A la mierda con Rodrigo, e… es… esta noche… e… es… es noche de chicas…!, -junto con ello fue bajando su cuerpo para volver a comerse la sensual boquita de la feliz y eufórica Katherine Riveros quien no perdió tiempo y comenzó a mover su lengua con la de Cielo Riveros a la misma vez de darse a manosearla casi con desesperación, la rubia encontraba más que acertada la determinación de Cielo Riveros .
La excitada colegiala ya no pensaba en nada, se encontraba en un delirante y nuevo estado de lujuria compulsiva, o en otras palabras estaba tremendamente caliente por tanta guarrería hablada, y estaba dispuesta a servirse a Katherine Riveros a como dé lugar, el olor a coño lubricado y a erotismo puro poco a poco se iba a instalando en la femenina habitación juvenil de la rubia, para la nena todo esto era casi irreal, se sentía estar en el mejor de los sueños lésbicos que ya en más de una ocasión había tenido y justamente con su salida amiga como protagonista.

Por su parte Katherine Riveros estaba extasiada y a la vez seducida por ese tremendo cuerpazo de hembra hecha y derecha que estaba sobajeando y que nada tenía que ver con los flacuchos y sueltos cuerpos de las pendejas esas con las que había incursionado en “juegos de chicas”, nunca se imaginó que su amiga del alma, la mas bien portada de todo el colegio, fuera tan morbosa y lujuriosa a la hora de calentarse, ahora entendía porque ese ejercito de viejos ordinarios se la culeaban todas las veces que ellos querían. Pensando en lo anterior sus manitas recorrían esos dos pedazos de tremendos muslos tan suaves como la misma piel de un bebé, para luego pasear sus palmas por esas dos redondas nalgotas que se ampliaban en sus redondeces y se estrechaban al ir llegando a sus caderas y finalizar con el paso a su cintura, para después volver a hacer una y otra vez ese tan exquisito y carnal recorrido, y apenas vio que su amiga levantó un poco su tronco separándose de sus labios ni se la pensó para apoderarse de esas dos grandes tetas que colgaban solo a centímetros de sus ojos verdes para casi en el acto llevarse una de ellas a su dulce boquita de princesa mal criada y comenzar a chupársela de la misma forma como si de verdad fuera a beberse toda la lechita que pudiera tener su amiga al interior de ellas.
Cielo Riveros sentía como su amiga le succionaba exquisitamente sus tetasas tal cual como si ella fuese su bebita necesitada de alimento maternal cambiándose alternativamente de chichota y hacer la misma operación con la otra, como también se estremecía de placer al sentir como su incondicional compañera de colegio le lamía circularmente sus pezoncitos con su fresca y puntiaguda lengua tal cual como si estos fueran caramelos de azúcar, y esto a nuestra chamaca poco a poco le iban haciéndole perder los sentidos sin dejar de vibrar con todo su cuerpazo y suspirar deleitosamente antes los ricos escalofríos que sentía con tal tratamiento succionador en sus tetas, ya casi no lograba pensar en nada, su mente gradualmente iba quedando en blanco solo dándole paso al placer y al delicioso vicio de la carne, situación que hicieron que la colegiala en forma instintiva comenzara a refregar notoriamente su panocha en el áspero jeans de su amiga, justo en la altura pélvica de la sabrosa rubia, era obvio que otro orgasmo ya se le avecinaba a pasos agigantados.
Los suaves movimientos que hacía la chamaca sobre el curvilíneo cuerpo de la pendeja rubia eran genuinamente de coito, con esto amigos míos Cielo Riveros literalmente estaba cruzando una remota frontera que prácticamente la llevarían a confines placenteramente prohibidos y lamentablemente ya casi sin retorno (aunque no estoy muy seguro si tan lamentables, pero igual).
A Katherine Riveros no le costó mucho trabajo reaccionar ante los eróticos movimientos que hacía su amiga, además que era exactamente lo que ella había estado esperando, así que aprovechándose de la situación y en rememoración de las fantasías de sus masturbaciones en las noches anteriores como pudo estiró su manita hacia el velador que estaba junto a la cama para tomar unas pequeñas tijeras con punta redonda, de esas que se usan para trabajos escolares para luego y con mucho cuidado llevarla a la altura de las caderotas de la nena procediendo primero a cortar un elástico lateral del pequeño calzoncito rojo de su amiga en el sector de sus caderas, y para después hacer lo mismo en el otro extremo, una vez logrado su cometido sencillamente los tomó empuñadamente por delante de su vagina y se los fue retirando y estirando lentamente mientras estos se iban deslizando por esa casi depilada vagina que se gasta nuestra increíble colegiala, hasta dejarla completamente desnuda, Cielo Riveros en todo este atrejeo nunca dejo de moverse.
Y otra vez se repetía la historia, a nuestra incomparable mamasota que se gastaba un tremendo cuerpazo con lujuriosas y diabólicas curvas que caían casi en lo criminal nuevamente la tenían completamente encuerada y la Katherine Riveros que estaba con toda su ropa puesta aun no se sacaba ni los zapatos de mediano taco.
A esas alturas ambas chamacas de 18 años estaban realmente desatadas, Cielo Riveros no dejaba de moverse sobre el cuerpo de Katherine Riveros preocupada únicamente de su propio disfrute, o sea, como toda una zorra, mientras la rubia que no le importaban las condiciones sicológicas de su amiga, con lo que se convertía en otra zorra más grande todavía, solo se preocupaba de sentir y manosear toda la carne al desnudo que pudiera, solo se daba a sentir esas duras y suaves nalgotas que se gastaban su bien ponderada compañera de colegio, hasta que cuando la rubia ya no se aguantó más las ganas de realmente empezar el verdadero show de cositas ricas que se hacen entre dos chicas que están buenas como pudo se fue enderezando en la cama quedando abrazada al desnudo cuerpo de Cielo Riveros que se movía como una verdadera endemoniada, como si realmente se la estuvieran culeando.
La rubia no perdió tiempo en abrazarla por la cintura y atraerla aun más hacia su femenino cuerpo con la finalidad de que a su amiga no le costara tanto trabajo realizar sus deliciosos meneos, para así, ambas dos, comenzar otra vez a besarse en la boca con deseo mutuo y sin descanso, luego se lamían el cuello, mientras la desnuda Cielo Riveros como podía iba desabotonando la blusa de su amiga, ella también ya deseaba chuparle las tetas a la afortunada Katherine Riveros.

Pero por ahora los deseos de la rubia eran otros, ya habría tiempo para ella empelotarse y darle a probar de sus encantos a su amiga, por lo tanto, no dudo en ir delicadamente tomando las manitas de Cielo Riveros y comenzar a ser ella quien ahora se montaba sobre aquel tremendo y estilizado cuerpo de hembra con curvas aterradoramente exquisitas.
Cielo Riveros lentamente se fue reclinando hacia atrás de la cama hasta quedar de espaldas sobre ella en forma inversa, su cabeza quedó alojada justo en el canto donde se terminaba el lecho, o para que me entiendan mejor la nuca de su cabecita quedó colgando hacia abajo y sus negros cabellos caían en cascada hasta desparramarse en el suelo, la pequeña y femenina manzanita de su garganta al estar doblada y estirada hacia atrás subía y bajaba debido al intenso estado de excitación en que se encontraba la nena, a la vez que sentía como los labios de su amiga luego de mandarle unas exquisitas succiones en las tetas ya iban bajando hacia la parte que Katherine Riveros desde hace ya un rato deseaba embelesarse, y nuestra encuerada colegiala quien ya no estaba para negarle nada a nadie fue y se abrió de patas completamente y lo que más pudo, dejando su intima veta de carne abierta y en bandeja para que la explotara sexualmente quien lo quisiera, y era obvio, ella también deseaba que su rubia amiga se la chupara y extrajera desde su interior los acuosos e íntimos tesoros que ella naturalmente proveía a quien se le antojara probárselos y sumirse en ellos.
La caliente Katherine Riveros descendió con su lengua por el potente cuerpo de Cielo Riveros y lo hacía con lujuriosa emoción hasta que llegó justo al medio de donde estaba el nacimiento de esas dos potentes piernotas que estaban más abiertas de como los están las puertas de una Iglesia el día domingo, en eso por fin se encontró con lo que ella ya estaba deseando embriagarse hasta el empalagamiento.
Los ojos verdes de la rubia casi no pestañeaban mirando aquel precioso monte de Venus apenas sombreado por una pequeña población de pelos bien negritos, brillosos y encrespaditos, y un poco mas debajo de aquel primoroso monte, tan erótico como femenino, estaba esa atrayente y tierna rajadura de carne que estaba como esperando ser lamida o abierta por algo, el asunto para la rubia es que estos exquisitos tesoros femeninos estaban a su total disposición, a la vez que se preguntaba que como fue posible que aquella pequeña y apretada grieta de carne, según la veía a centímetros de sus ojos fuera capaz de comerse cuanta verga se le pusiera por delante, no importando sus grotescas dimensiones o cuan largas fueran estas, sencillamente se las tragaba igual, se decía para sí misma y mientras se le hacía agua la boca por probarla.
Así que Katherine Riveros a sabiendas que ya no había nada más que esperar como pudo rodeó con sus brazos los dos firmes muslos abiertos de su entregada amiga y con ambas manitas se dio a separar levemente esos exquisitos y rosados labios vaginales que le daban forma al tajito que le estaban obsequiando y justo cuando su mirada vio que entremedio de aquellas rosáceas carnes intimas semi abiertas por sus dedos se vislumbraba un pequeño agujero negro en forma de tajo la abundante hiel termino por inundarle su fresca boquita, por lo que ya sin esperar nada abrió sus rosados labios para posar el superior en el nacimiento de la pelvis de Cielo Riveros y el inferior justo donde terminaba aquella preciosa rajadura que ahora abiertamente se estaba comiendo.
La rubia en el momento en que recién estaba comenzando a chuparle la zorra a su amiga y luego de haber probado ese acido y salado sabor vaginal en donde se tragó todo lo que pudo de los líquidos que anteriormente lubricaban la panocha se dio a comenzar lamérsela, ella reconocía que la concha de Cielo Riveros sabía bastante bien a pesar que había recibido toda clase de pinga, a la misma vez que intentaba adentrar su lengüita lo más posible al interior de aquella mística vagina, como de a momentos también subía un poco y se daba a chupetear todos los pelitos crespos que ahí habían, se los peinaba de un lado a otro con su lengua y se los comía con sus dos labios entrecerrándolos y estirándoselos hacia arriba, para luego repetir la bucal operación una y otra vez para terminar lamiéndosela con total glotonería.

Y así iban pasando los minutos, y al estar Katherine Riveros chupando y lamiendo como desaforada aquel fresco coño que le estaban prestando su naricita estaba enterrada en la suaves carnes de la pelvis rozándose suavemente con los ya mojados pelos que ahí existían, estos a pesar de ser suaves eran algo gruesos según la rubia que los tenía solo a centímetros de sus ojos, aparte de habérselos sentido con sus labios y su lengua varios de ellos se desprendieron de la suave carne de ese místico monte y ahora estaban pegados a su paladar, y ella mientras seguía succionando juntaba saliva en su boquita para con esto lograr despegarlos y así ir tragándoselos todos, sumándose a esto que obligadamente también la olía entera y también le gustaba ese intenso aroma a hembra en estado de celo que expelía esa enigmática zona.
Por su parte Cielo Riveros estaba en el séptimo cielo, desde que había sentido la fresca boca de Katherine Riveros posarse en la parte más intima de su persona obligadamente se tuvo que agarrar con sus dos manitas a los bordes de la cama empuñándolos y casi quebrándose las uñas debido a las fuerzas con que apretaba sus manos, por cada lamida o succión que le aplicaba en la concha su bisexual amiga una serie de ricos y electrizantes corrientasos de placer que nacían desde el interior de su vagina la recorrían entera, y ella intentaba levantar su cabecita para mirar lo que hacía Katherine Riveros allá al otro lado de su cuerpo pero la fuerza de gravedad se lo impedía ya que solo eran un par de segundos lo que la podía mantener levantada en donde solo lograba ver que por entre medio de sus dos chichotas los rubios cabellos de su amiga se movían circularmente al medio de sus muslos abiertos, luego de eso simplemente se dejaba caer con sus ojos cerrados y girando su rostro para ambos lados, esto lo hacía según como fuese la lamida que le dieran, a la misma vez que sacaba su lengüita y la paseaba deliciosamente por todo el contorno de sus labios al mismo compas en que sentía que se paseaba la lengua de la rubia por su sagrada intimidad vaginal.
La Katherine Riveros ni tonta ni perezosa sin dejar de chuparle la zorra a su amiga como pudo se fue desnudando, primero fueron sus zapatos los cuales se los retiró cada uno con la punta de sus pies, luego fueron sus jeans que ayudada por sus manos se los fue bajando de a poco para que seguidamente con la complicidad de sus bellas piernas terminara por retirárselos por completo, sus blancos calzoncitos salieron enrollados en ellos, y finalmente su blusa y su sujetador.
Así fue como ambas atractivas colegialas ya se encontraban totalmente encueradas y listas física y mentalmente para comenzar a darse, Cielo Riveros meneaba su cintura al mismo ritmo en que la rubia se la comía, y a Katherine Riveros le encantaba mantener su manita en la pelvis de su amiga sintiendo a ciencia cierta aquellos exquisitos meneos ondulatorios en que Cielo Riveros le refregaba la zorra en su propia boca.
En la mente de la joven libertina estaba la grandiosa idea de hacer acabar a su tímida amiga con su propia lengua ya que por cada succión o lamida que ella le practicaba sentía como la nena se estremecía, ya eran numerosas las descargas de jugos vaginales que su compañera de colegio le había soltado desde su panocha y la muy guarrilla se los fue bebiendo todos, así que otra vez estando bien agarrada con sus brazos (los de Katherine Riveros) rodeando sus muslos (los de Cielo Riveros ) decidió acelerar sus movimientos lingüísticos ya que la quería ver retorcerse de calentura cuando llegara el momento de la explosión hormonal que se avecinaba en el cuerpo de su amiga que cada vez jadeaba más fuerte y sus gemidos eran más que escandalosos aun, hasta que estando en tan ardiente tarea sintió como a Cielo Riveros se le comenzaban a tensar los músculos de las piernas, estos se estiraron a tal grado que los deditos de sus pies se doblaban y se abrían una y otra vez como si la chica se estuviera acalambrando, y la rubia era testigo de todo aquello hasta que cuando la nena comenzó a arquear su espalda a la misma vez que fue levantando su pelvis con la boca de Katherine Riveros chupando y lamiendo sin separarse ni siquiera un centímetro, fue el fuerte grito de placer quien confirmaba que Cielo Riveros la puta otra vez se estaba viniendo como una endemoniada.

Momentos antes y por su parte la nena sentía toda la concentración de energías que se le estaban acumulando en la parte más sensible de su cuerpo, sentía como su amiga estando bien ubicada justo entre medio de sus piernas se daba a comerle la panocha como si tuviera hambre, a la misma vez que se daba a abrirle los labios vaginales en cada ocasión que se separaba para tomar aire, cada lengüetazo que le aplicaba Katherine Riveros le hacían estremecer de placer, le sentía su lengua tibia y súper excitante, su amiga la movía de un lado a otro mientras le chupaba y chupaba su bien mojada almeja. Después sintió que Katherine Riveros con sus labios sujetó suavemente su pequeño botoncito mientras pasaba la punta de su lengua sobre él, y la nena cada vez se calentaba más y más, y no paraba de gemir como si la estuviesen torturando, no quería que Katherine Riveros parará de lamer, y así era, la rubia estudiante lamía y lamía la vagina de Cielo Riveros cada vez con más frenesí moviendo su lengua más rápido, sintiendo lo húmedo y cálido que era el interior de aquella apetecible hendidura que se estaba comiendo.
La candente situación que se vivía en la juvenil y rosada habitación de Katherine Riveros que era muy parecida a las casitas de Barby, estaba llegando a niveles de calentura casi abominables y que llevaron a nuestra nena a que irremediablemente sintiera ese exquisito y animal llamado de la naturaleza, por lo que comenzó a arquearse con espalda y todo ya dispuesta a liberar esa energía concentrada en lo más recóndito de su panocha y que urgía por expandirse, hasta que cuando ya no dio más de calentura y estando arqueada al máximo con sus piernotas bien abiertas y apoyadas en la cama; con su panocha bien levantada y meneándola sobre la boca de la rubia aceleradamente sencillamente explotó y comenzó a correrse y a mearse en otro intenso y brutal orgasmo, a la misma vez que soltando los bordes de la cama ni se la pensó para sujetar con fuerzas la cabeza de Katherine Riveros empujándola firmemente hacia su vagina mientras se corría una y otra vez sintiendo como la rubia le chupaba y succionaba los líquidos que ella soltaba en fuertes chorros y que se venían una y otra vez por cada tensión de muscular en la que se estaba viendo deleitosamente asaltada.

– Cielo iveros-Ohhhhhhhhhh…!!!!!!!! Ahhhhhhhhhhhhh…!!!!!!! Katherine Riverosuuuuu…!!!!!!!! Me corrooooooooooo…!!!!!!! –Entre sus gritos y toda tensionada Cielo Riveros no dejaba de mirar a la rubia con sus cejitas para arriba, y con una expresión de placer que ni se las cuento, solo se daba a comprobar de cómo su amiga le bebía todos los líquidos vaginales que ella destilaba en calientes y fuertes chorros, mientras seguía bufando: –Ayyyyyyyy….!!!!! Ricooooooooooo…!!!! Mffffffffsssssssss…!!!! Katherine Riverosuuuu…!!!! Me la chupas tan biennnn…!!!!! Ricoooooo…!!! Ricoooo…!! Ricoo…! Ric ri…, -a la misma medida que los electrizantes escalofríos iban menguando el cálido aliento de placer de nuestra nena también iba disminuyendo hasta que una vez que hubo aflojado todos los músculos y tensores de su cuerpo, sobre todo los de su cuello que los tubo tensionados todo el momento del lujurioso clímax en donde miraba a la rubia, simplemente quedó tirada a patas abiertas mientras la desnuda Katherine Riveros le limpiaba con mucha meticulosidad hasta las últimas gotas de flujos vaginales que le habían salido a veces blanquecinos como también amarillentos según hubo observado la misma Katherine Riveros en el momento del orgasmo, la rubia estaba con toda su cara mojada y por su barbilla aun caían gotas del intimo almíbar femenino que le habían dado a probar.
Cielo Riveros se había quedado exhausta después de la exquisita corrida que se había mandado gracias a su amiga, pero esta ultima y después de haber ingerido todo lo que su compañera le soltó, aun tenía muchas ganas de continuar, la rubia sabía sin duda alguna que tenían toda la noche para seguir disfrutando, así que dándole algo de tiempo para que la nena se pudiera recuperar se tomó sus rubios cabellos con una traba pequeñita quedando con toda su cara despejada y a posterior se entretuvo mirándole la vagina bien de cerca, lo hizo por un espacio de tres minutos por lo menos hasta que determinando que no podía permitirse que a Cielo Riveros se le pasara la calentura así como así lentamente comenzó a trepar por la cama para posarse ahora totalmente desnuda muy apegada al cuerpo de la colegiala aplastando sus doradas y cónicas tetas con las de su ardiente amiga que eran mucho más grandes y redondas que las de ella, comenzando Katherine Riveros otra vez a lamerle el cuello y sobarle con brusquedad su par de chichotas.
La fresa estudiante le lamía el cuello, la cara, su nariz, la oreja, para nuevamente comenzar ambas a besarse en los labios con apasionante intensidad, la rubia se daba cuenta que su amiga también estaba dispuesta a nuevamente ir a la guerra, ya que su lengüita sincronizaba a la perfección con la de ella.
Estando el par de chamacas, siempre besándose en los labios, puestas de costado en la cama y frente a frente ambas dos sintieron que sus vaginas ya se rozaban por lo que en forma instintiva fueron empujando sus caderas para hacer que sus femeninas hendiduras comenzaran abiertamente a rasparse, a los pocos minutos de esto y en la misma posición antes mencionada el par de hembritas se meneaban arremetiendo una contra la otra, todo esto entre húmedos besuqueos y expresiones de calentura en sus rostros que eran para el recuerdo, pero esta vez fue Cielo Riveros quien queriendo ser ella también quien gozara del áureo cuerpo de Katherine Riveros con movimientos muy femeninos y delicados siempre meneándose con sus caderas hizo que se dieran vuelta en la cama para ahora ser ella quien montaba el cuerpo de la rubia.
Katherine Riveros por su parte y por arte reflejo abrió sus bellos muslos tal cual como si fuese a ser penetrada por una verga con la diferencia que ahora era la panocha de su amiga la que se acomodaba sobre la suya, y en el momento en que los negros pendejitos de Cielo Riveros se juntaron y enredaron con los dorados pelitos de Katherine Riveros, la salida y anteriormente tímida nena comenzó a moverse tal cual como si ella le estuviera metiendo algo a su amiga, esta ultima solo se dio a cerrar sus ojos y a empezar a mover sus caderas buscando la perfecta sincronización con los movimientos que hacía su compañerita de colegio, a la misma vez que se daba a agarrarle y apretarle sus chichotas lamiéndoselas y chupándoselas.

O sea, y aunque cueste creer ahora era nuestra dulce Cielo Riveros quien abiertamente se estaba culeando a Katherine Riveros, los golpeteos que hacía el respaldo de la cama de la rubia contra el muro así lo demostraban, eran acelerados y fuertes Toc…!!! Toc…!!! Toc!!! Toc!!!, que se oían producto de los firmes empujones que le mandaba la chamaca a su amiga y que se mezclaban con ardientes gemidos de hembras en celo.
Ambos cuerpos brillaban por la sudoración corporal, de a momentos era la rubia quien se montaba sobre el cuerpo de Cielo Riveros para ella estar dándole con el mismo tratamiento antes descrito. Hicieron también un exquisito 69 en donde se estuvieron chupando la concha por espacio de unos 40 minutos por lo menos y cuando después de eso estaban ambas cruzadas de piernas y con sus panochas bien pegadas una a la otra moviéndolas y refregándoselas ondulatoriamente tal cual como lo habían hecho en la noche en que fueron obligadas por los vejetes fue Katherine Riveros la que se puso a condimentar aun mas aquella hermosa tijera femenina que se estaban mandando:
–E… Esto… esto es g… ge… genial Cielo Riveros …!!, nunca pensé que lo volveríamos a hacer tan r… ri… ricoooo… te g… gus… gustaaaa…!!!???, -le consultaba la rubia guarrilla a su amiga mientras le movía su conchita estando con una de sus piernas cruzadas por debajo de un muslo de Cielo Riveros , que lo tenía completamente abierto y doblado sobre la cama, y aferrándose con sus dos brazos al otro muslo de la nena, este otro Cielo Riveros lo tenía levantado verticalmente y con sus pantorrilla descansando el suave hombro de Katherine Riveros.
La nena escuchaba la consulta de la rubia estando de espaldas en la cama con sus dos brazos extendidos hacia los lados como si estuviese crucificada a esta, sus chichotas de movían circularmente y en forma deleitosa productos de los movimientos de ambos cuerpos, ya que ella también estaba dada a menear y refregar su panocha contra la de Katherine Riveros, a la misma vez que sentía en su pelvis las fuerzas en que su amiga también la friccionaba contra la de ella, en su muslo levantado sentía como su joven amiga se aferraba con mas energías en el momento que arremetía con su vagina hacia la de ella, admitiéndose para su interior que hacer cosas de chicas con la rubia ahora también le encantaba. Así que ya sin duda alguna le dio su respuesta:
Cielo Riveros –Siiiiiii…! Ahhhhh…!! Me encanta Katherine Riverosuu…!!! Me encanta hacer cosas de chicas contigo…!!! Ohhh…!!! Que r… ricoooo…!!! Que ricoooo… que se siente estooooo…!!!, -le admitió meneándole su zorrita y con sus ojitos semi cerrados, siempre mirándola desde su posición con su blanca carita adornada con tonalidades rosadas, era lógico comprender que en aquellos momentos la calentura le brotaba hasta por los poros a nuestra tremenda chamaca de ojos verdes.

Pero no era solo eso lo que deseaba saber la rubia, aparte de querer hacer más rico aun el refriegue que se estaba mandando con su mejor amiga:
–Ahhhh Cielo Riveros …!! Quisiera saber…!!! Mmmmm…!!! Quisiera saber… cual de todas las vergas que ya te has comido fue la que te gusto mas…!!??, -le consultó la Katherine Riveros a Cielo Riveros , como si entre ellas ya no existiera ningún tema tabú. Y así era según la respuesta de la lujuriosa chamaca.
–De todas las que me he comidoooo…!?, -le preguntaba ahora Cielo Riveros con la misma expresión en su rostro antes descrito.
–Si amiga…!!! De todas las que te has comidoooo…!!!!, -el estomago de la rubia se revolvía nerviosa y exquisitamente al notar ella que su amiga estaba dispuesta a iniciar otra conversación llena de guarrerías al mismo tiempo en que se frotaban sus tajitos, por lo que se dio a refregar el suyo con mas frenesí todavía, ya que así lograría mejores respuestas se decía la muy aprovechadora. En tanto Cielo Riveros ya comenzaba a sacarla de su morbosa incertidumbre:
–Me han gustado t… to… tod…todas las pingas y de todos los tamaños todassssss…!!!
Semejante respuesta descolocó a la rubia a tal grado que ya estaba que se ponía a vomitar de calentura, como era eso que a la muy putinga de su santurrona amiga le gustaban todas las vergas que le habían metido?, pensaba en que fue la misma Cielo Riveros quien momentos antes le había asegurado que todas las culeadas que le pegaron los 7 de la fama, estas se sucedieron forzadamente y ahora ella muy suelta de cuerpo le contestaba que le gustaban todas aquellas vergas.
–Todassss…!!!??? Me dices que todassss…!!!???, -la rubia ahora se meneaba mas frenéticamente haciendo con esto que acuosos sonidos que provenían de sus afiebradas panochas se escucharan escandalosamente en toda la habitación.
Cielo Riveros –Siiii Katherine Riverosu…!!! t… to… todasssss…!!!! Me han gustado todassssss…!!! Ohhhhh…!!! Ohhhhh…!!! -Ahora era la nena quien también le colaboraba a la rubia meneando su vagina a la misma velocidad en que se la movía la rubia, sus ojos estaban fuertemente cerrados en clara señal del empeño que le ponía la colegiala a la causa. Ambas panochas ya casi ni se separaban, solo se comprimían circularmente, y al momento en que lo hacían era una gran cantidad de jugos que manaban y escurrían por las dos entrepiernas, haciendo escandalosos y acuosos sonidos.
–Oh de verdad que te creo amiga…!!! Pero a estas alturas ya debes tener tus favoritas… vamos cuales son las vergas que más te han gustado, quiero saber el nombre de sus dueños???, -Katherine Riveros se movía y se acomodaba en aquella impresionante posición tijeresca sin dejar de preguntarle guarrerías a su amiga del alma, la excitación ya casi la superaba.
–Mmmmm…!!! Han sido todas muy ricassss…!!! P… pe… peroooo…,

–Pero queeee!!!??, -la rubia sentía que un avasallador orgasmo ya se le venía a raudales, le calentaba hasta la locura estar haciendo cosas de chicas con Cielo Riveros , pero esa calentura se multiplicaba por cien con el solo hecho de nuevamente estar sonsacándole intimas zorrerías a la mas calladita de sus amigas.
–Pero c… creo… creo…, creo que son dosssss…!!!, -la colegiala dio se respuesta con sus ojitos cerrados y refrescándose sus labios con su lengüita, para luego seguir confirmando: –Si, son dos las que más me gustannnn…!!!!
–Dos…!!??? Y cuáles son esas dossss!!!???, -Katherine Riveros también cerraba sus ojos fuertemente intentando aguantar no correrse ya que la conversación otra vez ya estaba más que salida.
Cielo Riveros tras concentrarse y volver a pasar su lengüita por todo el contorno de sus labios le dio su veredicto a la enloquecida rubia, siempre meneándole rápidamente su pelvis, sobre todo cuando sentía que la rubia le recargaba la de ella sobre esta misma:
Cielo Riveros –La de don P… Pe… Pedro…!!!, y la de don S…Se… verianooooo…!!!!, -le confirmó finalmente…
Katherine Riveros no se la quería creer, pensaba que ella no había estado muy lejos de pensar que su amiga mantenía algún tipo de relación con el repulsivo mecánico que trabajaba en la feria, pero eso de que ella también se acostaba con su casi suegro y que mas encima este era poseedor de una de sus vergas favoritas la tenia al borde del desmayo, aparte de estar respirando por la boca al tener sus fosas nasales tapadas debido a que su acelerada respiración estaba muy por encima de sus necesidades corporales, no obstante a esto la hiperventilada y a la vez ardiente rubia continuaba con sus guarrerías:
–Ahhhh… que ricoooooo amigaaa…!! Pero escoge solo unaaa…!!! la más rica que tu encuentresss…!!!!
Cielo Riveros intentaba escoger una, pero no podía, a ella verdaderamente le gustaban las dos vergas antes señaladas por lo que se dio a aseverar lo que estaba diciendo:
–Me gustan las dos Katherine Riverosuu…!!! Como no lo entiendes…!!!!???? Mejor sigue moviendoteeee…!!!!, –Tu siempre quieres saberlo todoooo!!!!-, le contesto en una forma fastidiosamente caliente, ahora la nena zarandeaba sus curvas más desquiciantemente, su cuerpo estaba bañado en sudor, ella también sentía que las convulsiones de placer ya amenazaban por posesionarse de su sistema tanto neuronal como hormonal.
–Ok… Ok… mi Cielo Riveros …!!!!, -la rubia conformándose a medias ya casi estaba entregada al eminente orgasmo que ya casi la hacían explotar, aun así escuchó que su amiga de la infancia no estaba dando por terminada la conversación, su amiga la quería matar de calentura pensaba la rubia.
–Ademasss…!!!
–Ademassss queeee…!!!!!?????, -bufó la rubia antes de sucumbir a la lujuria…

–El cojo Juannnnn…!!!!, -le musitó su tímida amiga ahora con sus dos manitas empuñadas en sus labios debido a lo que estaba a punto de confidenciarle a Katherine Riveros,
–Que pasa con ese cojo asquerosoooo…!?
– Cielo Riveros -Él… es el que mejor me lo ha hecho por detrasssss…!!!! Ahhhhhh…!!!! ya no doy más Katherine Riverosuuu…! Creo que me iré cortadaaaaa…!!!!!, -la nena ya comenzaba a levantar su cintura de la cama unos buenos centímetros siempre refregándosela contra la rubia concha de Katherine Riveros.
–Noooooooo…!!! No, te vayas aun… Dimeee…!!! te ha gustado que el cojo de mierda ese te diera por el culooooo…!!!!!, -la caliente fresa se aferraba con energías al muslo de Cielo Riveros , encargándose de que ambas vaginas se mantuvieran comprimidas al máximo, las dos chicas sentías el huesito de la pelvis de la otra ante tan delirante refriegue, aun así se seguían meneando firme no temiendo a pelárselas. En tanto Cielo Riveros le reafirmaba a Katherine Riveros con crudas palabras y de la forma más explícitamente posible otra de sus más secretas intimidades:
Cielo Riveros –Siiiiiiiiiiiiiiii…!!! de verdad…!!! Es el mejor que me lo ha hecho por el c…cu…looooo…!!!!, fue tan brutoooo…!!! Tan animalllll…!!!! Y es tan feoooooo y asquerosoooo…!!!!, me encanta que haya sido el primero en pegarme al mismo tiempo que me lo rompioooooo…!!!!, -nuestra nena ahora sí que estaba desatada, y era cierto, aunque casi todos esos viejos asquerosos con los que ella había cogido se la habían enculado y le habían pegado, ella no podía dejar de sentir cierta sensación corporal por la verga del cojo, y por esa bestialidad con la que se la había embutido por el culo por una tarde entera mientras estaban encerrados en su cuartucho ubicado en el sótano del colegio, aquello había estado en lo más secreto de su mente, y ahora también se lo confidenciaba a su amiga con la que se estaba revolcando desnuda y en una cama tal cual como se revolcaba con los demás vejetes.
Esto último ya fue mucho para la caliente Katherine Riveros que ya estaba en un excitante estado de delirio sexual, sus rosados labios vaginales se separaron solo milímetros de los de Cielo Riveros y en forma misteriosa empezaron tiritar y a cerrase y abrirse levemente hasta que cuando la rubia ya no dio más y soltó de estos un fuerte lluvia jugos vaginales con los que bañó la vagina de su amiga, en su imaginación estaban las nítidas imágenes de ver al cojo Juan pegándole a su amiga para después verlo enculandola brutalmente:
–Ay… Cielo Riveros …!!!! Ay mi Cielo Riveros …!!!! me corrrooooooo…!!!! Creo que me corrrooooooo…!!!!! Ahhhhhhyyyyyyyy…!!!!! –fue el grito que mandó en el momento que soltó el primer chorro, –Me mandaste cortada con tus puterías amigaaaaaa…!!!! Ahhhhh…!!!! Ufffffff…!!!! Mmmmmm…!!!!!, -gemía la rubia a la misma vez que habría sus compuertas de líquidos femeninos con los que bañaba la panocha de su amiga y parte de su vientre, esos exquisitos chorros de líquidos salían expulsados en forma de abanico, tal cual como si estuviera apagando el fuego que existiera en la concha de Cielo Riveros .
En tanto la mente de nuestra retraída colegiala también sucumbió ante tanta guarrería desatada:
– Cielo Riveros -Ay si…!! Siiiiiiiiiiiii…!!! Siiiiiiiiiiii…!!! Yo también Katherine Riverosuu…!!!! Yo también me voy cortada junta contigooooo…!!!!!

En el momento de la explosión orgásmica y de jugos de todo tipo ambas chamacas enderezaron sus cuerpos para quedar sentadas en la cama pero siempre son sus piernotas cruzadas y moviéndose como endemoniadas, las dos se abrazaban fuertemente desde las suavidades de sus nalgas atrayéndose una contra la otra, mientras eran asaltadas por placenteros calambres que las hacían retorcerse enteras los cuales nacían de los dos bañados coños que se negaban a separar y dejar de chuparse entre sí, y todo esto ante la banda sonora del popurrí de guarrerías que se gritaban una a la otra.
–Corrámonos juntas entonces amigaaa…!!!!! Guaaaaa…!!!!! me viene otro Cielo Riveros …!!!! me viene otrooooooo…!!!!! Siento que se me deshace la zorraaaaa…!!!!! –aullaba la rubia estudiante mientras continuaba yéndose cortada, –Ahí le voyyyyy… Ahhhhhhh…!!!!! Ohhhhh…!!!!! Ricaaaaa mi Cielo Riveros ……!!!!! me fuiiiiiii…!!!!! me fuiiiiiiiiiiiiii otra vez…!!!!! Ahhhhhh…!!!! Diossss…!!!! Diosssssss…!!!
En tanto la calladita Cielo Riveros tampoco se quedaba atrás con su propio arsenal de lujuriosidades:
Cielo Riveros –Ahhhhhh…!!!!Ohhhhh…!!!! Mfffssssssssss…!!!! Eso Katherine Riverosu…!!!! Dame tus caldosss…!!!! Meáme enteraaaaa si así lo quieressss…!!!! Báñame con tus meados calientessssss…!!!!! Ohhhhhh… Katherine Riverosuuu…!!!! Ahí te van los míos Katherine Riverosuuu… Tomaaaaa…!!!!! Tomaaaaaaaaaaaa!!!!!, -le gritaba empujando bruscamente su vagina haciéndola impactar con la de Katherine Riveros, mientras sentía que esta se derretía y se aleaba con las tibias carnes de su amiga y ante los fluidos calientes que ella también iba soltando mientras ambas se corrían.
Con sus resbalosos torsos bien pegados uno al otro y con las cuatros chichotas resbalándose entre ellas buscando acomodamiento las sabrosas y lujuriosas nenas no dejaron de moverse, besarse y correrse solo dadas a sentir las oleadas de escalofríos en que se vieron asaltadas.
Fueron muchas y largas horas en que en el solitario living de la casa de Katherine Riveros se escucharon notoriamente desde la habitación de la hija del matrimonio de aquel hogar sonidos de jadeos de cuerpos que se rozaban, gemidos y susurros femeninos de aliento, gritos de jóvenes hembras que se corrían una y otra vez, mas los acuosos y escandalosos choques de ciertas partes corporales que estaban empapadas según se oía ya que daba la impresión que por cada vez que impactaban debía saltar agua de aquellas singulares partes, sin mencionar los largos minutos de acelerado golpeteo del respaldo de la cama de la chamaca rubia contra la pared en el transcurso de la noche y en cortos intervalos de tiempo, así lo hubiese oído cualquiera que hubiese estado sentado en uno de los sillones de la sala. Aun cuando ya estaba aclarando con los primeros resplandores de la mañana según se veía en los ventanales de la casa, desde la habitación de Katherine Riveros otra vez venía el morboso crujir de la cama, y aquel escandaloso golpeteo de esta contra el muro, obviamente se habían puesto a culear de nuevo y todo lo anterior al son de los gemidos de las dos nenas mejor cotizadas corporalmente tanto en el colegio al cual asistían y en el barrio en el cual cada una de ellas vivía.

(Al siguiente día)
Nuestra agraciada colegiala se despertó toda desnuda y adolorida en la cama de su amiga, al abrir sus ojos verdes lo primero que pudo ver fue a Katherine Riveros ya vestida, la rubia estaba de minifalda y con una blanca blusa primaveral mientras alisaba sus rubios cabellos, fue en eso que la fresa estudiante al girar su cara se percató que su tímida amiga también ya se había despertado.
–Hola Cielo Riveros … que tal dormiste…!?, -le consultó dándole los últimos retoques a su cabello y mirándose de distintas posiciones al espejo.
A la chamaca con solo sentir su desnudo cuerpo pegajoso sumándole la humedad que existía en la cama rápidamente se le aclaró la mente y se le vinieron las imágenes de las largas e intensas horas de sexo lésbico que había mantenido con su amiga de la infancia durante toda la noche, por ende como un rayo tomó una de las sabanas que estaban caídas a un lado de la cama y se tapó hasta el cuello, el pudor y la vergüenza nuevamente imperaban en su tímida personalidad.
–Katherine Riverosaaa…! Ehhhh… qué hora es?, -fue lo único que atinó a preguntar sin siquiera poder mirar a su amiga a la cara.
–Son las 12 del día…!, -le contestó la rubia de lo más relajada.
–Queeee…!? pero como es tan tarde…!?, -automáticamente la preocupada chamaca se dio a mirar el lugar en donde había quedado su ropa, sus calzoncitos rojos los vio que estaban destrozados y tirados en el suelo.
–Y que mas quieres?, -la voz de su amiga del alma nuevamente atraían su atención, –ps… yo encuentro temprano para lo hora en que nos dormimos, si no te acuerdas ya estaba claro cuando lo hicimos por última vez…, -le dijo Katherine Riveros mirándola en forma maliciosamente traviesa a la misma vez que giraba su cuerpo para quedar de frente a la cama para que a Cielo Riveros no le quedaran dudas a lo que se refería, para luego decirle… –Porque… recuerdas lo que hicimos anoche verdad?.
Cielo Riveros imperiosamente necesitaba que llegaran los ovnis y se la llevaran a la galaxia más lejana posible al estar su amiga recordándole en sus mismas narices que se habían “acostado”. Hasta que a sabiendas de no poder negar lo innegable le contestó:
–Ay Katherine Riveros…! Si…, lo recuerdo…! Pe… pero por favor ya no le empieces si…!? Que me da pena…!!, además que eso no volverá a ocurrir entre nosotras…, -le dijo la muy avergonzada nena mirando hacia cualquier parte de la habitación.
–Jijiji… si claro…!!!, -Katherine Riveros mientras le contestaba guardaba las llaves de la casa y su celular adentro de su bolso.
–De verdad…!! Yo no quería hacerloooo…!!!! Por favor créeme… lo jurooooo!!!!, -continuaba chillando la mamasota quien ahora estaba acostada de lado en la cama tapándose férreamente hasta la altura de las tetas.
La rubia que más o menos calculaba que Cielo Riveros empezaría con sus cosas también le hizo saber sus impresiones, (claro que en forma amigable):
–Como tampoco querías hacerlo con tu ramillete de enamorados, verdad Cielo Riveros ?, -ahora la atractiva y toda producida Katherine Riveros cerraba su bolso y miraba a Cielo Riveros un poco más seriamente.
Nuestra nena no hallaba donde meterse, recordaba muy bien las intimas revelaciones que le había hecho solo hace horas.
–Yo no te he mentido Katherine Riveros…!, -exclamó de pronto Cielo Riveros , –Ya te expliqué que en ciertas ocasiones no se qué es lo que me pasa… De verdad…!!! –Y lo de anoche… lo de anoche… eso no debió haber ocurridoooo…!!!
–Bueno… si tu lo dices… que así sea, jijiji… como Usted mande mi capitana!!, Jijijiji…!!!, -Katherine Riveros quien ya estaba en estado normal no dejaba de sorprenderse entre la gran diferencia que existía entre esa chamaquita de su misma edad que estaba ahora en la cama tapando su cuerpo en forma pudorosa, ella no tenía nada que ver con la otra poderosa y lujuriosa amazona que no se cansaba de tener orgasmos y hablar guarrerías de grueso calibre a la hora de mantener sexo con la que se había estado revolcando la noche entera, las dos eran la misma, se decía la joven rubia, pero al estar tan apurada para ir a encontrarse con su novio dejó esas cavilaciones para otro momento.
–Katherine Riverosu… ya párale!!! y no me molestes…!!! Katherine Riveros… para dónde vas tan apurada…?!, -Cielo Riveros en el intertanto de la conversación se había dado cuenta que su amiga iba saliendo.
–Ok… no me hagas caso Cielo Riveros … jiji, Ahhhhh…!, claro… yo voy saliendo ahorita así que si quieres…
–Vas saliendo…? y para donde…?, -le cortó la nena en forma extrañada ya que ella aun estaba desnuda y en la cama de su amiga.
–Voy a juntarme con mi novio, me llamó casi desesperado para invitarme a la casa de sus padres, no se… un tío esta de cumpleaños y esas cosas aburridas a las cuales me invita…
–Entiendo, espérame… y nos vamos juntas…, –la chamaca en el acto se sentó en la cama siempre tapando sus encantos con la sabana de Katherine Riveros.

–No amiga, ya estoy bastante retrasada, mis padres no llegan hasta la tarde así que dúchate tranquila… Ahhhh…!, se me olvidaba… en el refri hay leche y bocadillos, chao mi Cielo Riveros y dale mis saludos a tu Rodrigo, jijiji…
Sin más la rubia desapareció ante la otra vez exaltada mirada de la chamaquita al recordar de sopetón que nuevamente le había fallado a su amado Rodrigo.
Nuestra nena una vez que se quedó sola se dio una larga ducha en el baño de su amiga, no entendía el porqué, pero extrañamente mientras enjabonaba su cuerpo no sentía culpa por lo recientemente ocurrido con Katherine Riveros, así que mejor se dio a pensar en que cosa le diría a su amado Rodrigo ya que nuevamente este estaría decepcionado de ella.
Pensando en mil soluciones para salir del problema con su novio la nena de pronto se vio vestida y recién bañadita bebiendo un vaso de leche en la cocina de la casa de los padres de Katherine Riveros y lista para irse para su casa, claro que por razones de fuerza mayor nuestra colegiala iba sin sus calzones, recordemos que la rubia se los destrozó en el momento que la estaba encuerando.
Al rato la nena ya iba llegando a su casa, y notaba que a pesar de ser las 1 de la tarde en aquel día domingo no hacía calor, ya que al ir caminando por la vereda experimentaba como un fresco aire se colaba por debajo de su vestido blanco con florecitas oreándole exquisitamente su panochita desnuda y los negros pelitos de esta. Misteriosamente, tal como se dijo anteriormente, y a pesar de haberse mandado una lujuriosa noche de sexo lésbico con su mejor amiga, la chica no sentía muchos remordimientos, además que muy para sus adentros reconocía que lo hecho con Katherine Riveros había estado muy pero muy rico, sin embargo y aunque su sensualidad le aclaraba de lo gratificante que era el haberse revolcado con Katherine Riveros aun así faltaba algo, y ese algo era sencillamente que no se la habían metido, con estos pensamientos en su cabecita la nena sin ser ella misma consiente ya se sentía falta de verga, claro que su cuerpo aun no se lo demandaba, pero era una verdadera bomba de tiempo.
Con estas intimas impresiones, algunas de ellas aun escondidas en su mente y mientras caminaba despreocupadamente desde la vereda observó que el tugurio de don Lucas estaba cerrado, por lo mismo ni señas de este y de ninguno de sus secuaces, lo mismo con la horda de marihuanos que por lo general siempre estaban parados y adornando la esquina de la calle donde vivía.
Todo esto era muy tranquilizador para la nena, y recordando que su madre le había dicho que ella no regresaría hasta las 7 de la tarde pensaba en llegar a su casa y relajarse para ponerse a pensar tranquilamente en como lo haría con Rodrigo.
Una vez que giró la llave de la puerta de su casa y hubo entrado a esta, con algo de desconcierto pudo comprobar que tal vez su mamá no había ido a la cena con sus amigas, porque estaban todas sus cosas en uno de los sillones, seguramente había preferido descansar pensó alegremente ya que así podrían compartir juntas la tarde del día domingo.
Pero fue en el momento que observó que la puerta de la habitación de su progenitora estaba abierta y que en su interior estaba toda la cama desordenada supo que algo no andaba bien ya que desde que ella tuvo uso de razón siempre la vio ordenada, su madre tenía por costumbre que siempre al levantarse no hacía nada sin antes orear la habitación y rehacer las ropas de cama en esta.
Todo fue muy rápido, pues el desconcierto, la mentira, la nerviosidad y lo prohibido invadieron la mente y el cuerpo de nuestra nuevamente afligida chamaquita debido a que en el momento en que vio el lecho de su madre y que este estaba todo desarbolado escuchó risas y una conversación que venía de adentro del baño, situación que hizo que en forma automática inspeccionara más detenidamente la alcoba en cuestión y fue cuando vio que en la silla que estaba a los pies de la cama colgaba de esta un grueso cinturón negro con cartuchera del mismo color.
El anticuado revólver oxidado y el grueso bastón de mando que estaban ahí colgados le indicaron a medias lo que estaba pasando al interior de su casa, sus ojos ya habían dado con el resto del uniforme del asqueroso y corrupto policía que estaba desperdigado en distintos puntos de la alcoba, cayendo en cuenta también que al estar las ventanas cerradas el fuerte olor a sexo lo invadía todo, y ya sin tener tiempo de reacción fue cuando se abrió la puerta de baño en donde crudamente a la nena se le borraron todas sus dudas.
Con sus bellos ojos verdes vio a su madre descalza y envuelta solo en una toalla de baño de las normales, ni siquiera era de las grandes que la taparan un poco mas pensó Cielo Riveros para sus adentros, además que era obvio que debajo de la toalla no traía nada puesto, pero lo más perturbador para nuestra alterada colegiala es que venía saliendo con su pelo mojado, sonriente y tomada de la mano del grotesco cuerpo moreno del inigualable sargento Eustaquio Sinforoso quien se encontraba todo sonriente y a torso desnudo, este estaba solo tapado desde cintura para abajo también con una mísera toalla, su pachacho cuerpo oscuro, aunque muy ancho de pecho, y con su tremenda panza peluda oscura contrastaban con el blanco y aun bien formado cuerpo de su madre.
La pobre señora Isabel casi se murió de un infarto cuando vio a su hija de 18 añitos parada en la puerta de su habitación y viéndola salir del baño casi desnuda y tomada de la mano de un hombre que no era su padre, su bella sonrisa de milf (Milf que aun está muy buena para darle) automáticamente se borró de su cara dándole paso a una marcada expresión de horror, lógicamente y en forma acertada pensó que su hija ya tenía claro que ella (la señora Isabel) y el sargento se habían acostado aprovechando que ella (Cielo Riveros ), se había ido a pasar la noche en la casa de una amiga.

— Cielo Riveros …!!!! M…Mi…Mija pero que haces aquí a esta hora…!?, si se suponía que no llegarías hasta las 7 de la tardeeee…!!!!, -le consultó entrecortadamente a la misma vez que rápidamente le soltaba la mano al policía de negros y largos bigotes mexicanos.
–Llegué antes…, -fue todo lo pudo balbucear la decepcionada nena en el momento que iba bajando su vista al suelo, de reojo vio como su madre le hacía señas al sargento para que este se metiera adentro de su alcoba.
La nena no supo en qué momento su estómago se llenó de nudos de pesar, ni que mencionar los ríos de lagrimas que corrían por su carita, eran lagrimas de desilusión, ya que su madre, su propia madre era quien se bajaba por si sola del alto pilar en que ella la tenia puesta solemnemente en virtud de la rectitud y como también de la abnegación, desde este día para Cielo Riveros su madre pasaba a ser solo una mortal mas, común y corriente.
Una vez que se cerró la puerta de la habitación que había sido de sus padres en el momento en que el casi desnudo sargento de la policía se metió en su interior, la señora Isabel rápidamente le habló a su hija:
– mi Cielo Riveros … nosotras dos debemos tener una conversación, deja vestirme y te lo explicaré todo…!, -le decía la contrariada señora Isabel quien ahora se sujetaba la toalla con una mano empuñada a la altura de sus tetas para que esta no se le cayera.
–No te preocupes… lo entiendo todo…!, -la nenita junto con decirle eso se limpiaba sus lagrimas de la cara con una de sus manitas.
–No hija… debemos hablar las dos…!, -insistía la bella progenitora sin saber que mierda hacer ante tan comprometedora situación en que la había sorprendido su hija.
–No mamá… yo ya no quiero hablar contigo… Sniffsss…!! Me… me… mentisteeee!!!, -le dijo la bien portada hija quien dio media vuelta para dirigirse a su habitación.
–Hijaaaa…!, por favor hablemos…!!! Perdóname… debí habértelo dicho… y lo iba a hacerrrrr…!!!, -intentaba explicarle Isabel a su atractiva hija.
–Noooo…! No quiero escucharloooo…!! Snifsssss…!! por ahora lo único que quiero es estar sola… Sniffsss…!!!!, -la angustiada y muy sentida nena ya se dirigía para su habitación.
— Cielo Riveros … para donde vasss…?, por favor perdonameee…!!!!
Naturalmente la colegiala se iba retirando a su habitación tal como lo dije antes, pero en estas situaciones aunque la parte que cometió la falta, en este caso la madre de Cielo Riveros , vea lo lógico de lo que sucede igual se dedican solo a preguntar puras webadas sin sentido.
–Dime… para dónde vas mijaaa…???!!!, -seguía bufando la buenota de la madre de Cielo Riveros hasta que fue testigo del sonoro Plaffffff…!!!!!, que retumbó en toda la casa cuando la dolida chamaca cerró su habitación con un más que sonoro portazo.
En el intertanto de lo anterior don Eustaquio Sinforoso se vestía rápidamente y muerto de la risa en la antigua habitación marital de aquella casa.
El sinvergüenza policía se había trabajado casi un mes entero a aquella buena mujer hasta que logró acostarse con ella a base de mentiras y regalos baratos, diciéndole que él estaba pasando por un muy mal momento en su matrimonio y que su separación ya casi era un hecho inminente y mil cosas más, siendo que la verdad era muy distinta, ya que él era casado con una tremenda mujer gorda y muy mal humorada que era capaz apalearlo y de hasta cortarle la verga si se atrevía a dejarla a ella y a sus 7 hijos, pero el aprovechador viejo aprovechaba los horarios y los turnos de su trabajo que por lo general eran de noche para hacer de las suyas con cuanta musa a la cual él pudiera sacarle provecho, y ahora estaba plenamente dedicado a enviciar y envilecer el hogar de la chamaca que el mismito había sorprendido en andanzas raras con un mecánico, además que sabía que teniendo carta abierta para llegar esa casa a la hora que él lo quisiera se estaría agasajando con esas dos vulnerables y buenotas mujeres todas las veces que pudiera.
En el momento en que el gordo y moreno policía con mucho trabajo y echando la guata para adentro se estaba terminando de abrochar su grueso cinturón negro de reglamento entró a la habitación una desesperada hembra de 39 años que lo único que atinó fue a sentarse en la cama intentando tapar su cuerpo con la mísera toalla que llevaba puesta, ella sin darse cuenta puso uno de sus bien ponderados muslos blancos por encima del otro. Lo que la cubría la pequeña toalla era lo mínimo, el caliente sargento miraba fijamente a esa atractiva cara de hembra madura adornada por unas tímidas arrugas que se vislumbraban a la altura de sus ojos, y con una que otra cana en sus cabellos, el vejete estaba que se abalanzaba sobre ella para ponerle otra ferviente cacha, es que lo que más le calentaba al corrupto policía era el ser consciente de que ya a estas alturas se las había culeado a las dos, y estaba lejos de querer dejar de hacérselo a ambas, pero sabía que debía ser prudente para sacar el máximo de provecho posible a tan exquisita situación.
–Que pasó allá afuera, la chamaca se dio cuenta de algo?, -le consultó en forma aborrecida y como solapando su burlona consulta.
Pero la señora Isabel no estaba para darse cuenta de estos detalles si bien hace un rato ella estaba presta para prepararle un rico y abundante almuerzo para luego pasar la tarde juntos ahora la situación cambiaba abruptamente:
–Don Eustaquio por favor discúlpeme por lo desconsiderada que voy a ser con Usted, pero creo que lo mejor por ahora es que se vaya…
–No te preocupes mi amor, tu sabes que yo lo único que quiero es lo mejor para ti y tu hija, Jejeje…
–Lo sé… le sé don Eustaquio… y perdóneme por estar pidiéndole que se vaya…
–Tranquila mijita, ahorita mismo me estoy yendo para que me arregles esta situación… recuerda lo que hablamos anoche, en poco tiempo quiero tener llaves de la casa para venirme a quedar contigo todas las veces que yo quiera y para venir además a darme unas vueltitas cuando tu estés en el trabajo, así cuidaré a tu chamaca para que no le pase nada malo, jejejeje…
–No se preocupe don Eustaquio… yo sé de sus buenas intenciones, y sé también que una vez que se lo explique todo a mi Cielo Riveros , ella también lo entenderá… –U… Us… Usted… es la perfecta imagen paternal que ella necesita.
(–Claro que lo soy, como me las voy a culear a las dos juntas Dios mío… A esa Cielo Riveros le haré un hermanito con este tremendo pedazo de yegua que tiene por madre, y a esta misma le haré unos cuantos nietecitos con la descocada potranca de su hija, que bonita familia les dejaré antes de que me jubile, jejejejje…)
Con semejantes planes para ellas el viejo uniformado inicio sus palabras de despedida:
–Bien, si es así entonces yo ya me voy, nos vemos pronto primor…, -en eso el ancho y vicioso policía por fin se retiró dando por terminada su visita a aquel hogar con un sonoro y potente portazo.
Y así fue la tarde de aquel día domingo en la casa de nuestra colegiala, con ella encerrada llorando en su habitación, y con su madre cada 10 minutos golpeando su puerta para intentar explicarle que ella con el buen sargento Sinforoso tenían una relación.

Aquella semana comenzó muy mal para Cielo Riveros , en su soledad y tristeza no había una sola hora en que no recordara lo demencial y prohibido que sintió al momento en que vio a su madre casi desnuda y de la mano de un viejo que también se encontraba en las mismas condiciones que ella, pero lo más terrorífico para la angustiada mamasota era que el viejo con el cual su madre ahora se revolcaba también se lo había hecho a ella, situación que la hacían odiarlo más terriblemente todavía, el muy miserable no se había conformado con habérselo hecho a ella casi a la fuerza, sino que también osó a engatusar a su progenitora la cual había caído redondita, ya que recordaba clarito como la señora Isabel aquel día domingo le decía desde afuera de su habitación que la perdonara, que debían hablar de la situación, que el señor Eustaquio era un hombre muy bueno, que le había prometido que él se ocuparía de las dos juntas (… y claro que el viejo sin vergüenza deseaba ocuparse de las dos juntas), y así muchas cosas más, pero ella siempre preocupada de su orgullo y el que dirán de sus vecinos cuando estos se enteraran que su madre había metido un hombre extraño al hogar no quiso hablar con ella, hasta que la dolida señora Isabel entre sollozos se retiró a su habitación.
Y como dije antes a la colegiala le llovía sobre mojado, aparte de lo anterior Rodrigo se había negado rotundamente a hablar con ella, incluso Cielo Riveros una tarde de la semana fue a verlo a la farmacia en donde el chamaco de la forma más fría de lo que podamos imaginar simplemente le dijo que ahorita estaba ocupado, que él la llamaría cuando tuviese tiempo.
Aunque la verdad era una sola, Rodrigo después de haber aguantado una torrencial lluvia de burlas y humillaciones en el momento en que su padrastro lo vio llegar a la casa derrotado y con los ojos llorosos la noche en que su novia no se había aparecido, y en donde también le sacaba en cara la muy zorra y descarada que era la potranca que tenia por novia (esto el viejo Severiano lo hacía con una malsana y rabiosa alegría). Y después de haber superado lo doloroso que fue haberse quedado plantado en el cine, no dio más de dicha cuando al encender su teléfono luego de haberlo tenido apagado por tres días seguidos ver más de 30 llamadas perdidas de su amada Cielo Riveros .
Y para que les cuento lo que sintió cuando él al continuar con su cruzada de no contestarle el teléfono verla llegar a la farmacia vestida de colegiala y con su mochila al hombro, lógicamente la nena quería darle una explicación y hacer las paces se decía en el momento en que se encontraba ubicando unos remedios en un estante.
Ese día el chamaco sintió la sed de la venganza correr por sus venas, por un momento quiso decirle unas cuantas verdades, cosas horribles que le nacían desde lo más profundo de su alma debido a su mal herido ego de macho por culpa de una mala mujer.
Pero al verla ahí paradita y modosita al interior de la farmacia se le fue a la mismísima verga su despecho masculino, sin embargo no le haría ver que ella podía llegar y venir a arreglar las cosas así como así y nada más, su novia le debía una muy buena explicación.
Fue ahí que el sin siquiera darse la vuelta por el mesón interior de la farmacia de aquel día jueves le dijo que sería él quien le avisaría el día y la hora en que se juntaran para hablar.
El joven había decidido castigarla por lo menos otra semana entera, además ahora ya más tranquilo pensaba que si Cielo Riveros le tenía el celular lleno de llamadas y que mas encima llegaba a la necesidad de ir a buscarlo ella misma a su trabajo era porque realmente algo le había sucedido y que por eso no se presentó en el lugar y a la hora que habían acordado, sí, eso era lo más seguro de lo que le había podido ocurrir a su novia se aseguraba para el mismo el pobre chamaco.
Así pues amigos míos, así de traicionero y confuso es el amor verdadero, pero sigamos.
Y así iban pasando los días para nuestra inigualable mamasota, con todo lo sucedido anteriormente su alterado estado sicológico se negaba a serenarse, y hubo otro hecho que terminó por ya descolocarla, ya que a mediados de esa misma semana y estando en el colegio la nena intentó en varias oportunidades hablar con Katherine Riveros, sabía que podía contar en ella para confiarle sus últimas aflicciones, pero la rubia cada vez que tenían un momento para ellas se ponía a wazzapear con sus amistades y muerta de la risa.
–Katherine Riveros por favor ponme atención necesito que hablemos…, -ambas chamacas estaban en hora libre y en un solitario banco que estaba ubicado en un rincón del patio del colegio.
–Jijiji… Ahhh…!, si espera… déjame mandarle un último mensaje…, -la rubia movía rápidamente sus dedos en el teclado del celular, siempre sonriente y también mordiéndose el labio inferior mientras escribía.
–Y con quien te envías tantos mensajes?, -quiso saber la chamaca .
–Ahhh… es con un chico nuevo que conocí…
–Y de donde es?
–Tu no lo conoces, así que ya no preguntes mas… y mejor dime eso que quieres hablar conmigo…
–Resulta que la semana pasada cuando iba llegando a mi casa…
–Ahí está de nuevo…jiji discúlpame Cielo Riveros es que es muy insistente…, -le interrumpió otra vez Katherine Riveros sin dejar que la nena se explayara en sus pesares.
–Katherine Riveros…!, así no podremos hablar… que tal si a la salida del colegio vamos al centro comercial para que hablemos tranquilas mientras nos servimos helados…, -le propuso Cielo Riveros , ya que sabía que Katherine Riveros dependía impulsivamente de su teléfono.
–Ay no Cielo Riveros , hoy no puedo…!, resulta que me vienen a buscar porque me invitaron a una parte…
–Pero adonde te invitaron…?
–Hay no amiga, es secreto, además que tu nunca te has interesado para donde yo voy cuando me invitan…
–Bueno tienes razón, entonces cuando podremos hablar?
–A lo mejor el finde… este chico quiere salir conmigo también el viernes, y el sábado lo tengo reservado con mi novio, jijiji…
–Pero Katherine Riveros recuerda que el próximo lunes empiezan los exámenes finales… debes estudiar…
–Ay no amiga eso no es para mí, ya te dije que yo me las arreglo con los resultados…
–Entonces hablamos la próxima semana?
–Claro que si amiga…! Ehhhh… Cielo Riveros cúbreme en la ultima hora de clases… ya que me arrancaré del colegio, este chico está desesperado por salir conmigo, jijiji…
–Descuida Katherine Riveros tu sabes que siempre lo he hecho…, -le respondió la nena algo decepcionada al darse cuenta que a su rubia amiga por ahora le interesaba más hacer de las suyas con este nuevo chavo que hablar con ella.
–Ay… esa es mi Cielo Riveros …!, -la rubia junto con exclamarle lo anterior le estampó un efusivo beso en la frente, para luego decirle, –Ahhhh… y no olvides que tenemos pendiente el viaje a la playa, lo pasaremos del uno amiga, nos comeremos a todos los chicos que queramos, jijiji…
–Katherine Riverosu…! No hables así…!
–Ahhh… si, si descuida… les haremos el amor entonces…jijiji…
Cielo Riveros no pudo evitar reírse con las ocurrencias de su salida amiga, desde el banco del patio la vio alejarse siempre sonriente y wazapeando con el famoso chico que había conocido ahora, seguramente se estaban poniendo de acuerdo para algo.
Un no sé qué hiso quedar curiosa a la portentosa chamaca, ella conocía a su amiga y Katherine Riveros por muy mala fama que tuviera en el colegio no era de escaparse con chicos antes de la hora reglamentaria, si lo hacía para irse al Mall con sus amigas para ver ropa y esas cosas, pero estaba segura que esta era la primera vez que lo haría para escaparse con un chavo.
Así que apenas se percató que la rubia no llegó a su última clase pidió permiso para ir al baño. Cielo Riveros corrió rápidamente por el pasillo del segundo piso del pabellón escolar, sabía que desde uno de sus extremos se podía ver la puerta chica que era por donde se daban las deserciones, y justo cuando llegó a ese extremo la vio parada con su mochila, la rubia no se percataba que Cielo Riveros la estaba espiando desde el segundo piso, solo estaba preocupada de mirar en toda direcciones, seguramente oteaba el vehículo en el cual la pasarían a buscar.
La colegiala por su parte desde su puesto de observación en las alturas también esperaba con mas curiosidad que antes la inminente llegada del nuevo chico de Katherine Riveros, hasta que con expectación vio que desde la esquina más arriba de donde estaba la rubia estudiante se venía acercando lentamente el cacharriento automóvil nada más ni nada menos que de don Pedro.
Un extraño nerviosismo invadió el escultural cuerpo de nuestra Cielo Riveros que por más que abría sus hermosos ojos verdes mas no lo creía, hasta que cuando ella misma fue testigo de cómo don Pedro se bajaba del vehículo para saludar a la rubia con un efusivo beso en la boca, y para luego de ver hacerla subir a su carro simplemente se la llevó en dirección desconocida y quizás para donde.
Cielo Riveros mientras veía el carro de don Pedro desaparecer se sentía en un extraño estado tanto síquico como físico y muy difícil de definir, su carita mientras había ido mirando la escena estaba inexpresiva y con sus mandíbulas muy tensas y apretadas, ni ella misma se daba cuenta como sus puños se iban cerrando fuertemente a ambos lados de su cuerpo.
Su mente no acostumbrada a pensar mal de las personas ahora si le decía lo contrario, ya que se preguntaba el porqué Katherine Riveros no quiso decirle con quien se iba a juntar para salir, ahora ya no le extrañaba tanto que don Pedro en los últimos días a parte de ciertos mensajes no la había llamado para citarla ni para molestarla, estaba claro se dijo de pronto para ella misma, esos dos se acababan de juntar para irse a culear pensó guarramente y con la ira de los celos en cada uno de sus poros.
Nuestra nena ni ella misma sabía que estaba celosa de su mejor amiga, por lo que caminando como un verdadero zombi por los pasillos del plantel escolar fue a retirar su mochila del salón y pidió permiso para retirarse a su domicilio aduciendo sentirse indispuesta.
Ya era la tarde del día viernes y había sido una semana para los mil demonios para la mamasota. Aun estaba dolida con Katherine Riveros ya que la muy putilla al siguiente día de lo sucedido anteriormente le había dicho que no se pudo juntar con el chico ese del cual le había hablado porque este no se apareció y que finalmente se tuvo que ir muy aburrida para su casa.
Con su mente totalmente atormentada por todos estos pensamientos impuros la nena con miles de mariposas revoloteando furiosamente en su estomago, y que no eran precisamente de amor al prójimo, se decía que esos dos aun se debían estar juntando para ir a revolcarse ya que en los dos días posteriores por cada vez que llamaba al celu de su rubia amiga este estaba apagado y cuando la llamaba a la casa le decían que había salido con sus amigas, y con don Pedro brillando por su ausencia, hasta que finalmente y ya queriendo pensar en otra cosa se decía en forma enrabiada:
–Bueno si ellos querían seguir acostándose… allá ellos…
Por otro lado, y que era más importante que lo otro (según ella) se consolaba que si Rodrigo le dijo que él sería quien le avisaría el día en que hablarían de su situación eso así sería, solo esperaba que ahora sí que nadie ni nada se interpusiera entre ellos.
Y fue como si los designios del destino estuviesen a su favor ya que en esos mismos momentos en que ella estando ya un poco mas recuperada de sus pesares, y al estar casi terminando de hacer sus deberes escolares para luego ponerse a estudiar unas materias sintió que alguien tocaba insistentemente la puerta de su casa.
No eran golpes fuertes ni brutos, pero si eran constantes y se notaba que la persona quien tocaba debía estar apurada, para su sorpresa y en el momento en que se levantó de su escritorio para ir a ver quien llamaba tan insistentemente vio que al otro lado del umbral de la puerta era la mismita señora María (la madre de Rodrigo) en persona quien había estado tocando tan apremiantemente.
–Señora María…! que gusto…! Pase…! pase…! le sirvo un refresco?, -la nena se puso muy nerviosa, esta era la primera vez que su suegra iba para su casa y quería que ella se llevara una muy buena impresión.
–No mija… no te preocupes… estas solita?, -la señora ya estaba al interior de la sala en la casa de Cielo Riveros.
–Si, mi mamá no llega hasta mañana, Usted sabe que ella trabaja en el hospital público verdad?
–Si, si lo sé…, -le contestaba nerviosamente la vieja mirando en todas direcciones de la casa.
–Y a que se debe su visita?, -quería saber la chamaca, –No me va a decir que a Rodrigo le ocurrió algo malo… Ohhh Dios que horror…!
–No mija…! Rodrigo está bien… es solo que te venía a buscar para que fueras a la casa…, -le dijo finalmente y mirándola a la cara.
–A su casa?, -ahora sí que la nena no entendía nada, si Rodrigo quería verla bastaba con que él fuera para su casa, o llamarla sencillamente.
–Si mija, a mi casa…?, -volvió a afirmar la buena señora.
–Es que no entiendo… si con Rodrigo quedamos en que el me ub…
–El quiere cenar contigo… y me envió a buscarte…!, -le interrumpió su casi suegra.
–Ahhh ya veo, pero es que me tomó por sorpresa, ahorita mismo tenía pensado ponerme a estudiar…
–Por favor Cielo Riveros …!, -seguía insistiendo la doña, –Ven a cenar con nosotros mija…, si de verdad quieres a Rodrigo por favor vámonos lo más pronto posible, como te digo él quiere cenar contigo esta noche…
–Bien… si es así creo que me podré hacer un tiempo…, -la nena pensó que por haber dejado tantas veces plantado a su novio este estaba tomando medidas precautorias para no quedar traumado nuevamente, así que le contestó finalmente: –Pero me tendrá que esperar un ratito.
–Gracias… confío en ti mija…
–No se preocupe, ahorita me doy una ducha, me cambio y nos vamos para su casa…
La nena no daba más de gozo, su Rodrigo extrañamente había enviado a su madre a buscarla para cenar, la más seguro que esa era la forma en que ambos retomarían su noviazgo.
La colegiala tras bañarse rápidamente se vistió con una exquisita falda blanca, sus pantaletas y sujetador también eran albos como la nieve.
El ocaso de la tarde se mostraba algo caluroso por lo que se decidió solo por una ajustada polera blanca con tirantes en sus hombros, para finalmente calzarse unos pequeñitos zapatitos del mismo color y con el taco un poco altos, estos le calzaban perfectamente.
Una vez listas, suegra y nuera se pusieron en camino a la casa de la primera en donde Cielo Riveros se mostró muy conversadora, y en donde la vieja solo le contestaba casi con monosílabos:
–Y Rodrigo nos está esperando…?, -la chamaca iba tan emocionada que casi ni se acordaba de las traiciones de su madre, de Katherine Riveros y de don Pedro.
–Claro…!
–Uy que emocionante… Usted sabía que tuvimos un pequeño problema el fin de semana pasado verdad?
–Algo me dijo mija…
–Pero no le dijo los detalles…?
–No… no me los dijo…
–Oiga y su esposo va a estar en la casa…?
–No lo sé…
En eso ya iban llegando a la casa de Rodrigo, y fue en esa instancia en que la nena recién se dio cuenta que la señora María aparte de contestarle en forma muy fría tenía también los ojos muy hinchados si como hubiese estado llorando por algo, además de verle que un lado de su cara estaba algo enrojecido e inflamado, en su momento quiso preguntarle si le había pasado algo malo, pero prefirió optar por la discreción, en este momento la señora María ya cerraba la puerta de la casa tras ellas, mientras Cielo Riveros cadenciosamente y algo preocupada por quien sabe qué cosa se dirigía a tomar asiento en uno de los sillones de la sala.
(2 horas antes en la casa de Rodrigo)
–Tu hijo es un bueno para nada… como no es capaz de dominar a esa potranca que tiene por novia?, Cualquier macho hecho y derecho es capaz de domarla, menos él, jajajaja…!!!!, -el odioso viejo otra vez se estaba burlando del pobre chamaco, lo bueno era que este aun no llegaba del trabajo.
–Severianooo…!, eso a ti no debe porque importarte… solo te digo que ya no lo molestes mas, no hay un solo día en que no le digas cosas, -le señora María defendía a su hijo mientras guardaba en el closet una ropa recién planchada.
–Pues se lo merece por estúpido…!, -el viejo le contestaba con un vaso de cerveza en la mano y con la otra rascándose la guata.
–El año pasado también tuvo una novia y nada que le decías cosas desagradables… no entiendo el porqué te entrometes tanto en la relación de Rodrigo y esta otra niña…
El viejo que andaba caliente por Cielo Riveros desde hace semanas sentía imperiosamente las ganas de decirle miles de cosas a su esposa con respecto a esa niña, aun así se midió por el momento en sus dichos.
–Porque esa niña como tú le dices, es mucha hembra para un imbécil como el…, satisfecha ahora!?, -le dijo para luego beber de su cerveza siempre mirando a su mujer.
–Ahhh… claro si lo recuerdo… el otro día le decías que una joven como ella está hecha para hombres como tu verdad?, -ya había fastidio en las palabras de la señora, y no era por la joven sino por lo fresco y sin vergüenza que era su marido.
–Pus… si y qué?, -fue la desafiante respuesta del hombrón italiano.
–Severiano…! Cielo Riveros es una buena niña… por favor ya no te metas más en los asuntos de ellos y déjalos tranquilos…
–Los dejaré tranquilos cuando a mí se me ocurra… y por ahora no se me ocurre, jajajja…!!!, a propósito a qué horas se supone que debería llegar este tarado, necesito que se suba al techo y que me repare la antena de la tele, hoy es el capítulo final de la novela nocturna y no quiero perdérmela.
–Hoy la farmacia esta de turno, por lo tanto Rodrigo no llega hasta mañana.
–Queeeee…!? Y ahora como le haré para ver el final de mi teleserie…!!!. –le consultaba en forma aireada don Severiano a su esposa.
–Pues hazlo tu mismo… así haces un poco de ejercicio, si quieres que una chica joven y buena moza no baje su mirada a la hora que vas pasando por lo menos intenta bajar esa tremenda panza que tienes…
Don Seve se sintió humillado a medias, ya que si bien su propia mujer lo estaba encarando y prácticamente diciéndole que no había jovencita alguna capaz de mirarlo producto de su tremenda guata solo se dio a contestarle ahora con algo más de mal humor:
–Si que me miran para que sepas…!!!!
–Severiano…!, yo no sé de adonde sacaste que tu eres joven… mírate al espejo, si ya estas viejo y canoso, además que no me cae en gracia la forma en que miras a esa niña cuando viene a la casa…
–Cual niña?, -el viejo por cada segundo que pasaba se iba aireando mas con la conversación.
— Cielo Riveros … la novia de Rodrigo quien más…!
–Ahhh la puta esa…! jajajaja…!, -(si supieras que ya hasta me la he cogido, pensaba el vejete)
–No le digas así…! esa joven no es como las de por aquí… ni siquiera se compara con tus sobrinas que la mayoría han quedado embarazadas de puros vagos…
–Así ah…?, -el viejo quien no le aguantaba a nadie que ofendieran a su familia se levantó rápidamente de su sillón y se fue acercando a su esposa para luego en forma desafiante decirle: –Y quien te asegura a ti que esa modosita pendeja de tetas grandes no es buena para la verga…
–Porque no lo es y punto…!, -la señora María ya se estaba comenzando a asustar por lo alterado que estaba su marido.
–Si que lo es vieja estúpida…!, me vas a seguir contradiciendo!?, -un extraño brillo predominaba en los ojos del furioso viejo.
–Por Dios Severiano… es la novia de Rodrigo…!, -la asustada mujer decía lo anterior solo por contestar algo, en el estado en que estaba su marido muy pronto iba a querer golpear a alguien, y ella bien que lo sabía.
–Jajajajajaja…!!!, claro…!!! y eso es justamente lo que más me da risa… jajajaja…!!! Que siendo la novia del estúpido de tu hijo, sea este el único que aun no se la puede encamar mientras otros ya si lo han hecho…, jajajaja…!!!
–Eres muy mal hablado…! acaso no piensas que hasta podría ser tu hija…?, -la señora estaba desesperada por ponerle paños fríos a la conversación.
–Pues no lo es…!, además que solo te digo la purita verdad…!!!, -el viejo casi tenía arrinconada a la pobre mujer contra un rincón en los muros de la casa.
–Bueno tal vez así sea en otros casos, pero no con Cielo Riveros y menos contigo…, -por favor déjame pasar que debo preparar la cena.
–Y que te hace pensar que yo no me puedo coger a una hembra joven como esa… como la tal Cielo Riveros mas precisamente?, -el viejo se había interpuesto en su camino no dejándola avanzar cuando la mujer quiso dirigirse hacia la cocina.
–Ya Severiano…!, yo no quiero seguir con esta conversación… por favor déjame pasar…
–Pues yo si quiero seguir con la conversación…! , -la señora María creía ver como a su marido poco a poco se le iban inyectando los ojos en sangre, mientras este mismo ya estaba como un verdadero demente, –Tú la iniciaste, así que ahorita mismo la terminamos…, dime desgraciadaaaa…!!! Quien te crees tú para venir a decirme que yo no puedo culear a una pendeja como esa… Dimeee…!!!!
–Severiano… yo no he dicho esoooo…!!
–Si lo dijiste vaca de mierda…!!! ahora contéstame lo que te estoy preguntandooooo…!!!!, -el viejo ahora se mantenía en una posición desafiante y con sus puños cerrados, su esposa estaba aterrada.
–Severiano por favor no te pongas así… le hace mal a tu ulcera…!, -le decía la vieja intentando calmar a su marido.
–A la verga mi Ulcera vieja desgraciada…!!!! y vamos respondiendo… que te hace pensar que la pendeja esa no sería capaz de acostarse conmigo?
–Severiano se sensato y mira la edad que tienes…!!!
El viejo sintiéndose otra vez insultado por su mujer y no midiendo consecuencias ni situaciones fue y le soltó la verdad:
–Pues te digo que ya me la culie desgraciada…!!!!, que me dices ahorita de la linda noviecita de tu hijo…!!??
–No, eso no es verdad solo lo dices porque estas enojado…
–Si que lo es… y para que sepas que me la estuve culiando una mañana entera en nuestra propia habitación… tal como me culeo a todas las putas que quiero cuando tú no estás en la casa…!!!!, como te queda el ojo viejita?
–Mentira…!!! eso es mentira…!!! tú le darías asco a una joven como ella…!!!
En eso la vieja sintió como su marido la tomaba furiosamente del pelo para jalarla contra su cuerpo.
–Asco??? Pus te voy a demostrar la clase de noviecita que tiene tu hijo…
–Que vas a hacer Severiano!!??, -decía la pobre mujer mientras el viejo la zarandeaba tomada de las mechas.
–Yo no voy a hacer nada… serás tú quien lo hará, así que ahorita mismo te me arreglas y me la vas a buscar, aprovecharé que ese imbécil no llegará esta noche y me la cogeré en tus propias narices…, -le dijo finalmente y por fin soltándola de sus canoso cabellos.
–Que cosas dices Severiano? Snifssss… yo no le haré eso a esa pobre niña…
–Te me vas a buscarla mierdaaaa…!!!, -el viejo junto con gritarle apuntaba hacia la puerta de la calle.
–Noooo…!, yo no iré a buscar a nadie…!!, -ahora la señora María hablaba haciendo ademanes de taparse la cara ya que veía que en cualquier momento su marido se la zurraría.
–Si irás…!, -el viejo fue y la tomó fuertemente de un brazo para el mismo comenzar a arrastrarla hacia la puerta mientras le iba dando conocimiento de sus requerimientos, –E irás porque yo soy el que te mantengo a ti y al estúpido de tu hijo…
–Él… él trabajaaaa…!!!, -claramente la señora defendía a su hijo mientras la arrastraban.
–Si, trabaja solo para comprarse teléfonos, ropa y cuanto mamada que no sirven para nada en este hogar, ni siquiera compra una coca cola para la hora de almuerzo, y si la compro yo es él quien se la bebe toda viendo televisión o lloriqueando como los maricones, así que como yo los mantengo a los dos ahorita me obedecen…!!!, -el eufórico y salido viejo ya estaba abriendo la puerta de la calle, –Así que si no quieres que te pegue vamos moviendo ese culo y me vas a buscar a la pendeja esa para otra vez hacerla mi mujer, cosa que tu hijo no está capacitado para hacerlo, jajajaja…
–No…!!! Severiano tú estás loco…!!!, -chillaba la vieja cuando notó que su marido la estaba empujando para afuera de la casa, ella rápidamente cargó su cuerpo en la puerta volviéndola a cerrar, acto que ahora si sacó de las casillas al excitado y enloquecido vejete.
–Si, estoy loco…!!!, pero loco de calentura por volvérmela a coger…!!! así que tomaaaa…!!! –Plafffff…!!!, –Toma desgraciada…!!! Plaffffff…!!!! –Vas a ir ahora…!!!???, -fueron dos fuertes cachamales que el viejo le puso a su esposa para hacerla entender.
–No…! no ireee…!!,
–Plafffffff…!!!!, -retumbo otra bofetada aun más fuerte que las anteriores… –Iras ahora…!!??

–Sniffsss…!!!! Pero si tantas ganas tienes de hacérselo a esa muchacha… ve a buscarla tu mismo, no dices que ya lo hicieron? Sniffsss…!!!, -ahora ya la señora María lloraba desconsoladamente.
–Si…!, si lo hicimos… pero si yo la voy a buscar se negará a salir de su casa, la muy zorra ahora se niega a aceptar que le gusto mi verga, o porque razón crees que ahora no viene tan seguido… te lo has preguntadooo!?
–Severiano por favor…!!!
–Te digo por última vez… ve a buscarme a esa chamaca porque ya no me aguanto las ganas de volvérmela a culear, o ahorita mismo te llevo para el patio y te ahorco… vas a ir…!?
–Si… si… si ireeee…!!!, pero ya no me pegues…!!!!, -aceptó la pobre mujer cuando vio que su marido nuevamente estaba levantando su mano para con toda seguridad dejársela caer por donde fuera.
–Mira vieja… si no estás aquí con ella dentro de una hora te juro que te salgo a buscar para matarte a patadas y después las pagara el baboso de tu hijo… estas clara?
–Si… iré a buscarla Severiano…! pero por favor no le hagas daño a Rodrigo… es mi hijo como no lo entiendes…!, -le suplicaba con las manos la sufrida señora María ahora arrodillada a los pies de su marido.
–Si… si lo sé…! –el viejo junto con ir hablándole nuevamente la tomó de sus cabellos jalándola para que se pusiera de pie, –Pero cuando yo te pedí tener hijos me saliste con la mamada que estabas operada… así que ahorita y si Diosito quiere yo mismito me encargaré de hacerme uno para mí solo y será la yegua esa que me irás a buscar quien me lo dará, jajajajaja…!!!! ya verás como chilla de calentura cuando tiene una buena verga adentro de la concha.
–Está bien…!, está bien…! ya voy pero ya no me jales del pelo…!
–Entonces apúrate estúpida, y a penas llegues con ella prepara la cena y nos sirves, hoy quiero cenar con mi nuera postiza, Jejeje… por lo menos que me sirvas para algo, jajajaja…!!!, -le dijo finalmente y soltándola.
La pobre señora María tras haber caminado un par de cuadras muerta de miedo no pudo evitar sentarse en el banco de una plaza para calmarse un poco y limpiarse las lágrimas maldiciendo el día en que pensando ilusamente decidió casarse con ese demonio que tenía por esposo después de haber enviudado en su corto y primer matrimonio.
Eran ya más de 15 años en que llevaba mortificándolos a ella y a Rodrigo. Pero esto ya era el colmo, de donde había sacado Severiano que la dulce novia de su hijo iba a querer acostarse con él, a pesar de ello sabía que debía ir a buscarla, o sino las consecuencias serían peores.
La iría a buscar pero solo lo haría para que nada malo les pasara a ella y a Rodrigo, además que estaba segura que eso de que Cielo Riveros y su esposo se habían acostado según este ultimo aseguraba eran solo patrañas, aparte de que ella confiaba mucho en la integridad de la bella chamaca.
(Hora actual en la casa de don Severiano)
Cielo Riveros aun estando un poco nerviosa al haberse percatado del estado de su suegra se mantenía sentadita en el sofá esperando que en cualquier momento se apareciera su amado Rodrigo tal como le había entendido a la señora María.
Desde su ubicación en el living de la casa veía como la callada señora solo se mantenía en silencio haciendo los quehaceres de la cocina y ubicando los cubiertos en la mesa, la nena notaba que la doña de la casa estaba alterada por algo.
Fue en eso que desde la habitación matrimonial con profundo estupor vio aparecer a ese tremendo viejo panzón, de pelos canosamente encrespados y de bigotes espesos que ya en una ocasión se la había violado.
El vejete mientras había estado esperando que su esposa le trajera a la chica que pensaba violar nuevamente se había estado engalanando para ella, vistiéndose con pantalones y camisa de color negro, y ataviado en su regordete cuello su gruesa cadena de oro, dándole un aspecto más de maligno narcotraficante que de un típico amante latino como él deseaba figurar ante nuestra mamasota.
–Jejejeje… pero si no es mi nuera postiza la que esta sentadita esperándome?, -fue lo primero que dijo el indeseable hombre al ir acercándose lentamente al sofá en donde esperaba la colegiala.
Una ahora si muy asustada Cielo Riveros puso atención a las palabras del viejo Severiano, ella no estaba esperándolo a él sino que a Rodrigo, así que rápidamente se quedó mirando a su suegra quien en esos momentos estaba poniendo fuentes con ensaladas en la mesa, notando que la señora María por alguna extraña razón rehuía su mirada.
–Señora María…!, -le habló de pronto, –y donde esta Rodrigo?, Usted me dijo que él estaría esperándome…!!, –pero fue su casi suegro quien le contestó antes de que la vieja le dijera algún tipo de mamada a esa exquisita potranca que otra vez el tenía a su disposición.
–Tu novio llegará en un rato mas chamaca, así que mientras llega seré yo quien te atienda en esta casa, jejejeje…, -Severiano se mostraba muy dicharachero y sonriente, pero por dentro y mirando el albo atuendo en que se presentaba el femenino objeto de su obsesión sentía que su calentura iba aumentando peligrosamente, debido a que desde el día en que la había probado sexualmente decidió no aparearse con su mujer ni con las putas que comúnmente introducía a su casa o al restorán del que era propietario, en esa oportunidad el vejete había pensado equivocadamente que se le daría más fácil volver a acostarse con ella.
El asunto era que el viejo estaba desesperado por cogérsela, si hasta se imaginaba que toda la leche que se le había ido acumulando en las pelotas en todo este último tiempo esta ya debiese estar añejada al no tener a la hembra indicada para que se la ordeñase, como también temía que si se prolongaba esta situación todo aquel espeso semen descompuesto se le podría ir al cerebro y adquirir una enfermedad siquiátrica.
En tanto Cielo Riveros al ver que se le venía aproximando aquel grotesco vejete que desde ya casi un mes atrás se lo había hecho a la fuerza rápidamente intentó ponerse de pie para en último caso ir a ayudarle a su suegra mientras su novio llegaba, pero fue detenida rápidamente por don Severiano quien tomándola de un brazo la obligó a volver a tomar asiento.
–Tranquila mi Reina… si aquí sentadita no te va a ocurrir nada malo… deseas algo para beber…?, -le dijo entre cordial y amenazante a la misma vez que tomaba ubicación al lado de ella.
–No, gracias…! No tengo sed…!. –la asustada colegiala veía muy de cerca como le colgaban los cachetes de su cara adornados por ese espeso bigote plomizo que los cruzaba por debajo de su ancha nariz. Rápidamente y en forma inevitable a su mente vinieron esas asquerosas imágenes de cuando ese repulsivo hombre obeso había estado encima de ella y moviéndose sobre su cuerpo con su cara desfigurada por un inmundo placer, a la nena le dieron ganas de ponerse a vomitar.
–Creo que insistiré…, -volvió a decir el viejo quien estaba ajeno a los pensamientos de la bella colegiala, –Quieres beber algo conmigo mientras esperamos la llegada de tu novio?
–Le dije que no…!, -le volvió a repetir Cielo Riveros cruzándose de brazos a la altura de sus tetas y mirando en sentido contrario y con cara de fastidio.
–Pues entonces beberás al gusto mío…! Viejaaaaa…!, -gritó desde el sillón claramente dirigiéndose a su esposa. –Trae una botella de vino tinto y dos copas…! y apúrate…!!
La señora María al minuto llego con la botella de vino y las dos copas que le había pedido su esposo.
–Señora María quiere que le ayude en algo…?, -aprovechó la chamaca de decirle a su suegra, para ver si se podía sacar de encima al viejo Severiano.
–No mija no te preocupes…!, -la señora le contestaba lo anterior mirando de reojo al hombre de la casa, claramente la doña se daba cuenta del rechazo que sentía aquella jovencita por su esposo.
–A qué hora llegará Rodrigo?, -le volvió a preguntar Cielo Riveros .
–Él… él… llegara pronto… no te preocupes. –La pobre mujer se sentía podrida al estar mintiéndole a la novia de su hijo, se daba cuenta a lo lejos de los embustes de Severiano, pero confiaba en que este luego se aburriría de sus odiosidades y que diciéndole otra de sus mentiras la despacharía.
–Bien…!, -acotó el vejete, –ahora que ya sabes que Rodriguito luego llegará ahora te beberás una copa con tu suegro postizo, jejejeje…!!!, -el viejo insistía por hacerse el simpático con la chamaca.
Mientras la señora se retiraba a la cocina, don Severiano en forma de lo más ceremoniosa se dio a descorchar la botella para que luego de servir las dos copas y pasarle una a Cielo Riveros extender la suya en señal de estar brindando con la contrariada joven.

–A tu salud chamaca…!!!, -le dijo el vejete mirándole las piernas, luego las tetas, y por ultimo mirándola a la cara.
La mamasota que se daba cuenta de cómo el viejo la miraba con cara de caliente, se propuso a no dar pie para que don Seve creyera cosas que no iban a pasar:
–Yo… yo… no beberé nada…!, yo vine a estar con Rodrigo, y no a beber vino con Usted…!, – Cielo Riveros le hablaba con convicción, y el viejo lo notaba, por lo mismo ya le empezaban a pulsar las venas de las sienes producto de la ira que le causaba al notar como la pendeja se rehusaba a hablar y tomar vino con él, y tras mirar que su mujer estaba al interior de la cocina desde donde no los podía ver decidió cambiar un poco de técnica ya que eso de querer haber sido cortes con aquella endiablada chamaca no estaba resultando como él quería.
–Si…! si lo harás…!, recuerda que nosotros dos ya nos hemos acostado… eso me da ciertos derechos para hacer muchas cosas contigo, como esto, por ejemplo, –el vejete junto con decirle lo último en voz baja, y con toda la propiedad del mundo posó una de sus manazas peludas el pleno muslo de la nena y por debajo de su mini falda
–Nooo…!, don Seve… Usted está loco…! no me toque…!!, -le reclamó Cielo Riveros en el acto y mirando hacia la cocina temiendo que la señora María saliera y sorprendiera a su marido manoseándola en el mismo living de su casa.
En tanto el viejo continuaba hablándole muy cerca a sus oídos aprovechando de mirar en primera fila ese precioso nacimiento de chichotas que estaba dispuesto a chupar a penas se le diera la oportunidad:
–Entonces bebe conmigo pendeja… aunque sea solo un trago… si no quieres que te empelote aquí mismo y aparte de comerte las tetas te culie tirada en la alfombra delante de mi esposa…
–E… Esta… bien…, pero solo será un trago y nada mas…!, -junto con decirle lo ultimo la chamaca como pudo le retiró la mano de su pierna con la suya.
–Así… esta mejor pendeja…, a propósito te ves muy linda con esa blanca ropita que te pusiste!, si pareces un verdadero vasito de leche ricura…!! Jejejeje…!!
Cielo Riveros , que no le causaban ninguna gracia las palabras de halago que le profería el vejete, y con tal de que este la dejara tranquila tomó la copa que le habían servido y bebió tres sorbos del vino, en tanto el viejo para no seguir asustándola se paró del sofá en que compartían y se ubicó sentado en otro sillón que estaba justo al frente de ella, desde donde se dedicó a mirarla en forma penetrante mientras la morboseaba pensando en que solo en un rato mas se la iba a estar culeando. (Delante de su esposa para él, y delante de la madre de su novio para ella
Don Seve estaba recaliente mientras se bajaba el solo la botella de vino, únicamente se daba a comérsela con sus ya enrojecidos ojos, imaginándola desnuda y apareándose con él.
Fue en eso que la buena señora María les daba aviso que la cena ya estaba servida, la nena de muy malas ganas se puso de pie creyendo que iban a cenar sin esperar a su amado ya que vio solo tres cubiertos puestos en la mesa, por lo que rápidamente le dijo al vejete lo que ella pensaba.
–Don Severiano, yo creo que lo mejor es que Usted se sirva su cena junto a su esposa mientras yo espero a Rodrigo viendo televisión, el está por llegar no?
El viejo, que según él era de origines italianos ya se estaba cansando de la actitud de Cielo Riveros , claramente se daba cuenta que la chamaca desde que había llegado a su casa lo estaba rechazando haciéndole ver abiertamente que ella no quería nada con él. Es que nuestra nena estando en su sano juicio era una chica muy bien portada, en su correcta personalidad no estaba eso de andar coqueteándole a viejos calientes, si bien en su fuero interno ella sabía que ambos se habían acostado esto se sucedió en forma forzada y bajo engaños, además que se había jurado que ella por nada del mundo iba a volver a dar pie para que el odioso vejete confundiera las cosas.
Pero por su parte don Severiano que estaba muy aireado por la forma en que le hablaba la colegiala ya estaba casi a punto de correr la cortina y decirle abiertamente a la chamaca que Rodrigo no iba a llegar y que ella después de cenar se iba a tener que ir a acostar con él en la misma habitación matrimonial de la casa, había esperado tanto por esta oportunidad que no estaba dispuesto a desperdiciarla, total ya había acondicionado a su mujer que era la parte más difícil de lo que espontáneamente se le ocurrió de un momento a otro, y si esta se ponía a armarle escándalos le volvía a pegar y punto.
–Escúchame chamaca…!, -le dijo finalmente don Seve y en forma amenazante, –Lo mejor que puedes hacer y que es en beneficio para todos los que viven en esta casa es sentarte en la mesa y cenar conmigo… mira que ya estoy perdiendo la paciencia.
La nena desde su posición y al estar parada casi al frente del vejete siendo ambos casi de la misma estatura le vio que tenía las pupilas de sus ojos llenas de venitas rojas, como si estos estuviesen trisados y a punto de quebrarse, situación que le empezó a causar más temor todavía.
–Pe… pe… pero y R… Ro… Rodrigo… el va a llegar?, -la nena hacía la consulta mirando a su suegra que con los ojos llorosos era testigo de todo lo que estaba ocurriendo, además que Cielo Riveros ya vislumbraba que en esa casa algo extraño estaba ocurriendo.
–Por favor mija…, -dijo de pronto la suegra de Cielo Riveros , –solo siéntate y cena con nosotros…
–Pero contésteme señora María… Rodrigo va a llegar?, -la contrariada chamaca miraba alternadamente a su suegra y al vejete, como si de verdad estuviese exigiendo que alguien le dé una buena explicación de lo que ahí sucedía, pero lo único que obtuvo por respuesta fue un extraño silencio.
La buena mujer que en un momento estuvo a punto de decirle a Cielo Riveros la verdad y que lo mejor que podía hacer era retirarse lo antes posible, fue fulminada por una bestial mirada de su marido, y recordando además que si en esa casa no se hacia lo que Severiano deseaba lo más seguro era que las iba a pagar su hijo, solo se dio a contestar:
–Si mija… el llegará en cualquier momento… solo siéntate a la mesa y cena con nosotros.
Cielo Riveros que no estaba para nada convencida con la respuesta de su suegra lentamente fue tomando asiento en la mesa, viendo que el facineroso vejete hacía lo propio con su silla muy apegada a la de ella, y cuando la señora María hubo servido los tres platos, el viejo con toda la autoridad que a él le correspondía en ese hogar le dio sus instrucciones a su mujer:
–Tú no vieja…!, retira tus cubiertos y tu plato y vete a cenar a la cocina, o simplemente desaparécete no muy lejos de aquí, si necesitamos algo te avisaremos y tu vienes y nos atiendes, jejejeje…, -le demandaba abusivamente don Seve a su esposa.
La pobre viejita quien aun se decía que toda esa mal cuerna inventada por su odioso marido era solo para seguir humillándola a ella y a su hijo, pensaba que a Severiano ya se le estaba pasando la mano, mientras caminaba a la cocina con su plato y sus cubiertos preguntándose de que cosa podría hacer ella?, ya que si intentaba poner las cosas en su lugar el muy bestia de su esposo era capaz de pegarles a las dos juntas, y al siguiente día también las pagaría su hijo, así que decidió que las cosas siguieran fluyendo, en algún momento el hombre tendría que aburrirse de tanto teatro.
Por su parte la colegiala mientras sentía en su naricita todo el aliento a vino mezclado con gases estomacales que manaban de la bocota del viejo italiano mientras este vociferaba escuchaba incrédula las despóticas instrucciones que le daba este a su mujer despachándola cual sirvienta a comer en la cocina, a la vez que se preguntaba a qué horas iba a llegar finalmente Rodrigo?, pero su mente y debido a las anteriores circunstancias poco a poco le estaba avisando de cuál era la verdad: los ojos llorosos de la señora María cuando la fue a buscar a su casa; una parte de su cara visiblemente inflamada producto de un golpe que debió haber recibido; la botella de vino para dos, la cena para dos, la forma prepotente en que el odioso viejo se estaba dirigiendo a las dos, todo eso tenía un solo significado para la contrariada chamaca y este era que sencillamente Rodrigo no iba a llegar.
El viejo ya casi se había devorado todo lo puesto en la mesa, y Cielo Riveros lo miraba de soslayo sintiendo los continuos eructos que este dejaba salir sonoramente en cada intertanto mientras engullía, presintiendo además que por cada minuto que pasaba su situación en aquella casa se ponía más peligrosa, así que en pos de su integridad y para que ahí no fuese a ocurrir una desgracia lentamente fue corriendo su vacío plato hacia atrás para posteriormente ponerse de pie y darle aviso al vejete que ella se retiraba (error).
–Don Severiano… en vista que Rodrigo no ha llegado y que Usted ya se ha servido casi toda su cena, yo ahorita me estoy yendo, tengo que hacer muchas tareas sabe…?, y además…
–Siéntate pendejaaa…!, -bramó don Seve sin dejar de mirar su plato y masticando un trozo de pollo asado, el viejo continuaba: –y no hables mamadas…!!, tú de aquí no te vas hasta que yo te lo diga…!!!
–Pero don Seve… si Rodrigo no está en la casa para que quiere q…
–Sientateeee he dichoooooooooo…!!!!, -le gritó ahora el viejo poniéndose rápidamente de pie e interceptando a la decidida mamasota, su ulcera ya le estaba zapateando.
–Severiano…!, deja que la niña se vaya para su casa… ya es tardeeee…!!
La buena señora María que había estado viendo y escuchando la situación desde la cocina salió rápidamente a cooperarle a Cielo Riveros , pensando equivocadamente que su marido iba a recular en sus malsanas intenciones, según le había dicho horas antes. Pero el vejete al ir tomando aire e inflando su panza lo que más pudo le mandó un bestial grito que tanto Cielo Riveros como la vieja se paralizaron de pavor.
–Tu te me callas vieja desgraciada y entrometidaaaa…!!!! Y te me vas al tiro para la cocina que es el único lugar que te corresponde en esta casaaaaaa…!!!!! Fuera de aquiiiiiiiiiiii…!!!!!!!!!, -aparte de estar extremadamente alterado el viejo era muy machista.
La señora María muerta de miedo se fue a recoger los platos y se puso a lavarlos en forma neurótica, recordando que la iban a moler a palos si no hacía lo que le decían. –Y tu pendejaaaa…!!!, -le dijo ahora a Cielo Riveros con la voz un poco más baja pero tan alterado como anteriormente. –Para que le vayas sabiendo… el maricon ese que tienes por novio no va a llegar hasta mañana, así que he decidido que esta noche nos acostaremos los dos juntos…!!!!, -le iba diciendo ahora acercándose peligrosamente mientras la desesperada nena iba retrocediendo.
La ahora muy escandalizada colegiala no daba crédito a lo que sus oídos acababan de escuchar, o sea, ese viejo sí que estaba loco, como podía pretender acostarse con ella estando su propia esposa presente en la casa, y que más encima se lo decía a viva voz y con la señora María escuchándolo todo.
Ahora sí que todos los sucesos ocurridos le iban calzando, pensando acertadamente que algo había sucedido en esa casa antes que su suegra la fuera a buscar, a eso se debía el alterado estado de la viejita y las notorias magulladuras en su cara, además que por algo ahora también había intentado defenderla. Cuando su mente le aclaró más o menos lo que ahí estaba pasando, un real estado de ira y de odio hacia ese abusador vejete alteró sus sentidos, por lo que se propuso férreamente a no darle en el gusto de lo que pretendía:
–Nooo…!! No don Severianoooo…!! Yo… yo… no me acostaré con Usteddd…!!!, -le dijo en el momento que dejo de retroceder, y levantando su manita hacia el vejete en clara señalización de PARE.
–Si lo harás zorraaaaaaaa…!!!, -gruñó el viejo no haciéndole caso a lo que decía, –O acaso creías que por haberte desaparecido de esta casa no lo volveríamos a hacer…!?, -terminó diciéndole a viva voz.
La chamaca al notar como el viejo pregonaba en voz alta que ellos ya se habían acostado no importándole la presencia de la señora María en la cocina rápidamente bajó la guardia cayendo casi en la desesperación con solo imaginar lo que podría pensar su suegra si es que se quedaba con la idea de lo que ella había hecho con su marido.
–Don Seveee… calleseee…!, su esposa esta la cocinaaaaa…!, -la chica ahora se lo decía en forma casi inaudible…, y moviendo sus manitas en forma desesperada.
–Si lo haremos pendeja…!!!, -el vejete seguía hablando en voz alta con la única idea de que su esposa los escuchara desde la cocina, –Y será mejor que pongas de tu parte, así se te hará más fácil aceptarlo…, -junto con decirle lo ultimo don Seve agarró a la chamaca y se la empezó a llevar al dormitorio matrimonial entre forcejeos y manoteos por parte de la espantada nena que aun no creía lo que estaba sucediendo en la misma casa de su amado Rodrigo.
–Y que es lo que tengo aceptarrr…!!??, –Suélteme don Seveee…!!! que haceeee…!!!???, Para donde me llevaaaa…!!??, -chillaba la nena con total desespero en el momento que se la llevaban a la recamara matrimonial de aquella casa.
–Aceptarás que el único macho que tienes bajo este techo soy yooo…!!!. Que te quede claro encuinclaaaa, además que he decidido que desde hoy día mismito tu pasas a ser mi mujer oficial… jajaja…!!! Por lo tanto ahora te llevo para la camaaaa…!!!!
Cuando Cielo Riveros se vio de un momento a otro metida en la misma habitación en que ese miserable hombre ya se la había violado una vez, en forma atacada se daba a mirarlo con sus bellos ojos verdes bien abiertos analizando las salidas pretensiones de su casi suegro, el viejo literalmente le estaba diciendo que se lo iba a volver a hacer no importándole la presencia de su pobre esposa, que la trataba peor que a una sirvienta, pero ella se había prometido nunca más acostarse con él, ni por muy rico que haya sentido al final de la otra incursión, y ahora menos viendo lo muy miserable y aprovechador que era.
–Y que me miras con cara de mensa pendeja, ahí está nuestra cama, esta desde hoy será nuestro nidito de amor, jejeje, vamos quítate esa ropita y acuéstate, llevo más de un mes esperando este momento, jajajaja!!
La chica armándose de valor e intentando no hacer escándalo por respeto a esa pobre mujer tomó aire y se dio a intentar hacer entrar en razón a ese viejo demente que osaba a tomar decisiones por ella.
–Don Seve…, por favor… ya es suficienteee…, -se atrevió a decir erróneamente Cielo Riveros , pensando que tal vez el caliente de su suegro podría pensar con algo de cordura, –Yo no me voy a acostar con Usted… Rodrigo es mi novio, y Us…
El vejete le cortó al instante, ahora sí que ya estaba aburrido con la actitud poco cooperadora de la tremenda chamaca, así que sin importarle que la puerta de la habitación estuviese abierta hasta atrás y con la presencia de su esposa muy cerca de ella, el se iba a encargar de dejarle bien claro a la pendeja esa el lugar que le correspondía a ella en esa casa, pero primero iba a comenzar como él ya lo deseaba así que no midiendo consecuencias decidió que simplemente se la iba a violar, junto con esto último empezó a vociferarle sus impúdicos propósitos a la misma vez que él se comenzaba a sacar la ropa, Cielo Riveros quedó aterrada:
–Claro que lo harás zorraaaaaa, y lo harás porque desde hoy día yo soy tu único macho… jajajaja!! Serás mi mujerrrr…!! mi hembraaaa…!!! mi putaaaa…!!!!, -con esta última frase el vejete abrió su propia camisa con fuerzas y de par en par sin siquiera desabrochar los botones los cuales saltaron lejos y en distintas direcciones, –Mañana mismo quiero que mandes a la verga a tu noviecito y le dirás que tu eres mucha hembra para un pobre maricon como el… jajajaja…!!!! –Te voy violar zorritaaaa…!!! –Te voy a meter la verga por todos tus orificiossss… ya verassssssss…!!!!, -el semental italiano ya estando con su tremenda panza peluda al aire y después de desabrocharse el cinturón ya se comenzaba a bajar el cierre del pantalón para quitárselo, mientras seguía vociferándole, –Te voy a estar dando verga hasta que te desmayes para después embutirte todos mis mocos bien adentro de la zorra preñándote una y otra vez…, – Cielo Riveros con horror y asqueada al máximo veía ahora como el obeso mastodonte se comenzaba a sacar los calzoncillos delante de ella y no dándole tregua en su bombardeo de leperadas, –Me darás por lo menos unos 5 chamacos… Te meteré esto hasta por las orejas, jajaja!!!!! –le decía ahora bamboleándose su erecta herramienta ante una atribulada jovencita que se encontraba paralizada y sin saber qué hacer ante la demencial situación que estaba viviendo, Cielo Riveros aun veía como el viejo se la agitaba de la forma más desvergonzada imaginable, y fue el enloquecido viejo quien la hacía volver a la realidad de la forma más espantosa en que lo puede hacer una mujer en aquellas circunstancias:
–Escuchaste pinche zorraaaa…???!!!!, -diciéndole esto último se abalanzó rápidamente sobre ella y de un puro movimiento la inmovilizó por detrás pasándole su brazo por el cuello y para ser el mismo quien comenzara a sacarle la ropa.
–No don Seveee…!!! que haceeee…!!!, -era lo que lograba decir la nena con sus dos manitas puestas en el brazo que la inmovilizaba, sus ojitos estaban fuertemente cerrados y notaba como el aire empezaba a escasear en sus pulmones.
–Pues que hago…!?, estoy encuerándote para luego violarte, a ver si te quedaran ganas de volver a ponerte quisquillosa, jajajaja…!!!!
–No don Seveeee…!! no me violeeee…!! está su esposaaaaa…!!!!, -era lo que apenas podía gesticular.

La nena no era consciente de lo que decía, o sea cualquiera de nosotros podría entender perfectamente que según ella don Seve si se la podría violar estando ellos solos, pero entendamos la difícil situación por la que estaba pasando la colegiala, obviamente sus neuronas estaban más que alborotadas.
–Si te violaré pendejaaa…!!!, pero eso solo será al principio…!!! luego de que te entierre mi verga adentro de tu panocha por razones obvias serás tu solita quien empezaras a bailar con tu concha clavada en ella… ya verás, jajajaja… o acaso ya se te olvidó lo rico que la pasamos la otra vez…?, jajajaja…!!!!
Cielo Riveros –Noooo…!!! Usted me violoooo…!!! Usted me violooooooo…!!!!,-dentro de su desesperación la aterrada mamasota se daba cuenta que el viejo ya casi vociferaba a los 4 vientos que ellos ya se habían acostado, por lo que se encargaba de que la señora María se enterara de que lo sucedido entre ellos había sido producto de una violación, no fuese hacer que su suegra vaya a pensar mal de ella, recordemos que a la nena le importa mucho salvaguardar su reputación.
La señora María por su parte quien inevitablemente había estado escuchando desde la cocina todo lo que ocurría en su propia habitación matrimonial de pronto cayó en cuenta que entre ellos si había pasado algo, según ella misma escuchaba, pero nunca imaginó que el animal de su marido haya sido capaz de haberse atrevido a violar a la joven novia de su hijo, así que armándose de valor se propuso a nuevamente ir a socorrer a la pobre chamaca antes de que se la volvieran a violar.
–Severianoooo…!!! ya déjala…!!!, -la doña con las manos llenas de espuma del detergente y con un plato a medio lavar desde el umbral de la puerta de la habitación veía la cruda escena de observar a su marido completamente desnudo mientras mantenía inmovilizada a la chica por detrás de su cuello, la imagen era demencial.
Don Severiano quien estaba bajo los efectos del alcohol por haberse bebido la botella de vino el solo, con cara de neurótico y de maldad giró su cara hacia donde estaba su esposa para volver a amenazarle en forma bestial:
–Cállate desgraciadaaaaaa!!!! Y vete a otra parte donde no molestes…!!!!, y ni se te ocurra llamar a la poli o avisar a los vecinos porque ya sabes lo que ocurrirá a parte de molerte a palos… jajajaja…!!!!
La pobre vieja con solo verle la cara de desquiciado de su marido supo que este no iba a soltar a la joven, así que otra vez se tuvo que retirar intimidada ahora al sofá en donde sin saber que hacer simplemente se puso a llorar por lo que estaba ocurriendo en el que se suponía que era su hogar, ella sabía lo que ocurriría si es que ella intercedía por la nena, las consecuencias las pagaría su hijo, pensaba entre sollozos y con sus dos manos llenas de espuma en la cara, el plato estaba en el suelo.
Mientras tanto en la habitación que continuaba con la puerta completamente abierta, el viejo de solo tres zarpazos le arrancó la falda a la angustiada chamaca para en forma automática arrojarla a la cama. Cielo Riveros rápidamente se deslizó hacia el respaldo de esta quedando semi acostada y con sus dos muslos bien juntos y doblados como si estuviese protegiendo aquella parte de su cuerpo que nuevamente estaban prestos a usurpar.
El viejo la miraba con su ardiente y deseosa mirada sin creérsela ni el mismo que ya casi la tenia lista, sus enrojecidos ojos prácticamente ya se la comían llamándole mucho la atención lo buena que se veía la mamasota solo en pantaletas blancas, con su ajustada polera alba la cual le hacían resaltar esas tremendas chichotas que se gastaba, y aun calzando sus pequeñas zapatillas con taco, estas la nena las había elegido a sabiendas que con ellas puestas su figura se veía aun más imponente de lo que ya era según lo enseñado por Katherine Riveros hace un par de años.
En la posición antes descrita Cielo Riveros solo se daba a protegerse sus tetas con un brazo y su panochita con su otra manita, ya casi estaba entregada a su triste e injusto destino preguntándose otra vez porque a ella le pasaban estas cosas si ella hacía todas sus tareas y estudiaba mucho, además que de chamaquita siempre intentaba portarse bien con todo el mundo, mientras el exaltado y caliente de don Severiano encuerado como estaba y que le importaba una mierda el bien comportamiento de aquella pendeja no dejaba de chaquetearse impulsivamente la verga mirándola y recorriéndola centímetro a centímetro una y otra vez.
–Jejeje!! Te ves muy apetitosa así como estas pendejita rica, pero ya es hora de que realmente empecemos a pasarla bien, no crees?
Cielo Riveros quien no podía pensar claramente al saber que la puerta de la habitación en la cual se la iban a violar estaba abierta y con su suegra tal vez escuchándolo todo, solo se dio a negarle desde la cama con su cabecita, mirándolo de reojo y con la expresión de su cara como si en cualquier momento se fuese a largar a llorar. El viejo continuaba con sus aberrantes intenciones:
–Ya te lo dije zorrita, esta noche serás mi hembra con todas sus letras, lo haremos como verdaderamente lo hace un marido y su mujer, así que por favor… solo lo diré una vez, sácate los calzones y libérame tus tetotas… ahoraaaaaaaa…!!!
La colegiala lo quedó mirando directamente a su aborrecible cara, estaba aterrada por lo que se proponía este vil y depravado hombre que no sentía respeto por su hogar ni por su familia, lo veía tremendamente obeso y peludo, los plomizos y enmarañados pelos de su pecho y de sus hombros se notaban grasientos, por lo que se preguntaba de cómo había sido capaz ella de haberle confesado a Katherine Riveros que ese amorfo esperpento estaba entre los favoritos a la hora de ponerse a coger con alguien, y para rematarla decirle que su verga era una de las mejores que ella había probado, y todo por culpa de su cuerpo que cuando le hacía sentir rico la impulsaba a hacer y decir todo tipo de peladeces.
El asunto era que en ese momento viéndolo de otra perspectiva para la ahora sensata chamaca ese vejete era de lo más asqueroso y detestable, y lo que le pretendía hacer ahora en la misma casa en donde vivía su amado y en las mismas narices de su suegra era tan abominable como desquiciante lo que la llevaron a que rápidamente se levantara de la cama e intentara nuevamente en forma altanera a no dejar que otra vez se lo hicieran:
–Don Severiano…! ¡Ahora sí que yo no lo haré con Ud.!, -le dijo muy envalentonada y con altanería.
El viejo se la quedó mirando fascinado, ni siquiera había prestado atención a lo que la jovencita le decía con aireada arrogancia, solo se daba a deleitarse con esa celestial imagen que tenía ante su detestable mirada, esas piernotas formidables y bien ponderadas con respecto al resto de su cuerpo lo volvían loco, la polerita blanca un poco subida mostrando su ombliguito y un poco más, con esas chichotas que subían y bajaban producto de la agitada respiración de la chamaca, ni que decir que al estar aun con sus zapatillas con taco puestas le hacían ver aquel cuerpo aun mas estilizado de lo que naturalmente ya era.
Estando en eso poco a poco cayó en cuenta de las últimas palabras dichas por la nena.
–Jajaja!! Así que no quieres hacerlo?, -le dijo de pronto riéndose el desnudo mamut italiano, –Pus…! eso lo veremos ahorita mismo!!, ya vas a ver si lo haremos o no…!!.
Cielo Riveros lo vio abrir un antiguo ropero con diseños anticuados, de donde sacó desde su interior un grueso cinturón de cuero para luego verlo venir a ella con su verga mas parada que antes, cayendo en cuenta que por mensa ahora mismito se la iban a zurrar, además que con solo verle su siniestro rostro mofletudo con las cejas hacia abajo como si estuviese muy enojado se arrepintió de lo que había dicho, otra vez las ganas de mearse atacaron su estomago debido a lo que con toda seguridad le iba a ocurrir.
La colegiala apenas vio que el cinturón venía hacia ella por los aires solo atinó a taparse desesperadamente su cara sintiendo el primer guascazo por sus hombros y su espalda, no supo en qué momento se vio arrinconada y agachada contra el muro para recibir el mismo tratamiento dos veces más, hasta que de pronto se sintió firmemente jalada de los cabellos obligada a levantarse, la nena estaba siendo vapuleada tal cual como si ella fuese una muñeca de trapo en donde el aprovechador Severiano no perdió tiempo en encuerarla el mismo.
Lo más simple fueron sus blancas pantaletas que el vejete tomándolas primero de una parte de su caderas se la bajó hasta la mitad de uno de sus muslos, luego la otra parte la misma operación, hasta que en tres zigzag por cada lado del curvilíneo cuerpo fue la misma chamaca que por acto reflejo terminó por retirárselas con sus pies aun calzados, prefería quedar desnuda a que le siguieran pegando.
Luego fue el turno de su blanca polera, en donde ahora la nena muy cooperadora levantó sus brazos para que a don Seve no le costara tanto trabajo retirárselas, para finalizar siendo ella misma quien con sus dos temblorosas manos llevarlas hacia atrás de su espalda y terminar sacándose el sostén dejándolo caer ahí mismo donde estaba parada, como demostrándole a don Sevito que ahora sí que ella se portaría bien.
Por su parte el viejo Severiano que se había calentado aun mas por el solo hecho de haberle pegado también se encontraba totalmente salido de sus cabales, nuevamente la tomó en forma violenta de sus cabellos ubicándola frente a frente de cara a él y desnuda como estaba para luego notificarle:
–Y esto es para que nunca más se te olvide quien es el que manda en esta casaaa…!!!, -en eso el sulfurado viejo tomó impulso y…
–Plaffffffff…!!!!!, -retumbó la más fuerte cachetada sentida por la nena desde que los viejos se la cogían, que la hicieron caer al gastado piso de madera de la habitación que aun olía a cera. (Ya que la señora María enceraba a diario.)
Cielo Riveros desnuda y tirada en el suelo no daba crédito que el padrastro de Rodrigo le estuviera pegando, la nena se encontraba con su torso semi flectado y con sus dos antebrazos apoyados en las tablas de madera, su sedoso cabello negro le tapaba toda su carita, y aunque la nena estaba espantada con tal tratamiento aun no lloraba.

El despiadado Severiano quien no estaba seguro si deseaba seguir pegándole o a cogérsela de una buena vez por todas, con solo observar aquel esbelto y joven cuerpo de Diosa al desnudo optó por la segunda opción, claro que si ella se ponía escandalosa nuevamente ya no le quedaría más que seguir con la primera (se entiende verdad?).
–Ahorita te voy a enseñar a que te comportes como mi mujer pendeja de mierda…!!, o acaso quieres que te siga pegando perra asquerosaaaaa…??!!, -le dijo finalmente el enfurecido viejo quien nuevamente comenzaba a masajearse la verga como dándose fuerzas con esto para la inminente penetración que ya se veía venir.
–Noooo don Severianooooo…!! Por favor no me pegueeee…!!, -su vocecita era quejumbrosa.
La nena con solo imaginar ese grueso cinturón de cuero desgarrándole las carnes de su trasero estaba a punto de largarse a llorar de miedo ahí mismo tirada en el suelo y aun con sus diminutos zapatitos de taco alto.
–Ok, si es así demuéstramelo con una buena mamada, y ponle hartas ganas porque o si no tú ya sabes lo que te pasará, -el vejete le dijo esto último ubicándose justo en donde la chamaca estaba tirada, aparte de volverla a tomar bruscamente de sus cabellos para dejarla hincada ante él.
Cielo Riveros no quería por nada del mundo chuparle la verga a don Severiano, pero extrañamente tampoco deseaba que le volvieran a pegar delante de su suegra, tenía que tomar una decisión rápido. Su situación era tan confusa que ni ella misma supo cual fue el momento en que con sus ojitos llenos de lágrimas procedió a con una mano despejar su rostro de los cabellos que lo cubrían, y con mucho pesar con la otra tomó la verga que ahora le estaban ordenando que chupara.
Y ahí estaba nuevamente nuestra bella mamasota hincada y desnuda ante la grotesca imagen del viejo Severiano quien la miraba hacia abajo esperando a que ella iniciara la acción succionadora.
Por su parte la chamaca a pesar del profundo asco que le provocaba ahora esta asquerosa herramienta de carne, al verla toda aceitosa y con inflamadas venas multicolores que pulsaba de arriba hacia abajo producto de la excitación de su dueño, y que en la base de esta estaba poblada espesa y selváticamente de pelos gruesos y negros, en contra de su voluntad fue abriendo su cándida y fresca boquita.
Cielo Riveros se la fue zampando lentamente casi hasta la mitad de su extensión, y así con su atractivo rostro desfigurándose lentamente por el llanto se dio a echársela a la boca, tal como se dijo anteriormente, mientras copiosas lágrimas de dolor y pesar del alma rodaban por sus mejillas, su único afán llorando y todo era dejar contento a su suegro.
Don Severiano al sentir como su verga era deliciosamente comprimida por la dulce y fresca boca de Cielo Riveros, se sintió estar más allá del séptimo cielo, era la primera vez de su vida en que una nena tan buenota como lo era Cielo Riveros se la mamaba llorando, esto lo calentaron hasta la locura, pero que deliciosa tenía la boca y su lengua la pendeja, se decía mientras miraba como la llorona Cielo Riveros se la seguía chupando.
Y claro la nena al estar llorando sin querer queriendo envolvía con su lengua una gran parte del tronco y todo su glande, haciendo que don Seve casi enloqueciera de calentura, ya que el viejo había esperado tanto por volver a sentir las delicias que provocaba cualquier parte del cuerpo de tan singular chamaca, en consecuencia ya sin esperar más y no importándole los ahogados gemidos de la nena ante su lloriqueo con verga en la boca, la agarró firmemente de los cabellos y comenzó el mismo a dirigir la labor chupadora, moviendo aceleradamente con sus dos manazas peludas la cabeza de Cielo Riveros tal cual como si se la estuviera culeando por la boca.
Cielo Riveros resistía la culeada bucal con entereza, era mucha la carne vergal que le metían y le sacaban al interior de su boca, por lo que ya la tenían babeando una gran cantidad de saliva, esta escurría por las comisuras de sus labios y caían en gruesos goterones por su barbilla hasta llegarle a las tetas, sus ojos estaban nublados de lagrimas que no eran solo de su lloriqueo sino que la mayor cantidad de estas eran por la falta de aire y por la gran presión de la verga que comprimía con aire sus órganos oculares, lo ojitos de la chamaca se agrandaban y se achicaban por cada irrupción de carne vergal que le introducían violentamente por la boca.
Afuera de la habitación y aun estando sentada en el living de la casa la señora María al borde de la locura estuvo escuchando la degenerada solicitud que le hacía su esposo a la niña que había logrado meter a su habitación, y ahora era testigo audible de los inmundos quejidos de placer que profería este y de los escandalosos sonidos bucales que hacía Cielo Riveros al estar con toda seguridad y forzadamente mamándole la verga a su marido mientras lloraba ahogadamente.
En tanto al interior de la habitación Cielo Riveros ya estaba toda atragantada, el viejo le perforaba la boca hasta más allá de la garganta. De sus fosas nasales salían expulsados los trasparentes líquidos pre seminales que expulsaba don Severiano por la verga y que provenían de sus dos grandes testículos.
El odioso y caliente suegro de Cielo Riveros ajeno a todo esto solo gozaba culeándole la boca con sus ojos cerrados y con su asquerosa bocota abierta, el espeso bigote le temblequeaba producto de las gesticulaciones placenteras que este inconscientemente hacía.
–Que rico es culearte por la boca putaaaaa…!!, -le decía el excitado viejo ahora mirándola hacia abajo y sin dejar de mover la cabeza de su víctima en forma violenta y acelerada, ni siquiera le importaba que su esposa lo estaba escuchando todo al otro lado de la pared.
La nena por su parte aguantaba la bestial cacha oral que le estaban poniendo de la mejor forma que podía sin siquiera atreverse a pensar de lo que podría estar pensando su suegra por lo que ella estaba haciendo con su marido.
Estando cada uno en sus propias ideas, de pronto don Seve de una se la sacó de la boca, quedando Cielo Riveros arrodillada y con dos escandalosos gruesos goterones de babas mezclada con semen colgándoles desde los hoyitos de su naricita, y otros más abundantes todavía escurrían despaciosamente hacia abajo por su barbilla, por parte de sus tetas y por el estomago.
Estando en tan indecente estado la nena nuevamente y en forma sorpresiva sintió que su casi suegro la agarraba violentamente ahora de un brazo haciéndola poner de pie para otra vez el ubicarse detrás de ella alojando su erecta verga justo al medio de aquellas tersas y paradas nalgotas de las que ella era dueña, sintiendo al lado de su oído el desesperado y caliente vozarrón de este y que le decía:
–Bien pendeja culona, ahora nos echaremos a coger en mi cama matrimonial, y no quiero alharaqueros de tu parte ni nada parecido, solo te tenderás de espaldas y te abrirás de patas… yo me encargo del resto… esperaremos a tu novio culeando por toda la noche, jejejej, no es una maravilla lo que se me ocurrió para esperar a ese zorrito?, -Don Seve mientras le decía semejantes barbaridades a su joven victima la manoseaba entera, rápidamente se encargó de desparramar por todo su cuerpo los líquidos que embalsamaban a Cielo Riveros . Lo hizo con los de su carita, siguió con los que bañaban sus brillosas y turgentes chichotas, moviéndoselas circularmente y para todos lados, estas estaban muy resbalosas.
Cielo Riveros quien recién se recuperaba del anterior y salvaje tratamiento, escuchaba las atrocidades que le iba diciendo su suegro mientras la manoseaba, hasta que otra vez sintió que la empujaban violentamente cayendo de espaldas en la cama quedando puesta tal como don Severiano lo deseaba. Fue ahí cuando Cielo Riveros supo que ya no tendría escapatoria, su casi suegro se la iba a culear, y así este insano mental se estaba encargando de hacérselo saber.
–Bien chamaca, -le decía el vejete mientras se ponía de rodillas sobre la cama tomando ubicación a los pies de la nena, –ahora quiero que apenas te meta la verga te pongas a coger como una perra en estado de leva, y también quiero que le pongas harto empeño y que me hagas sentir rico, porque si veo que no lo haces, te juro que te llevo toda encuerada a la misma farmacia donde está trabajando el maricon ese que tienes por novio y te culeo en sus mismas narices tirada en la vereda, jajajaja, te queda claro putillaaa…!!!???
Cielo Riveros quien quedó casi en estado de shock al imaginarse a ella siendo violada por su casi suegro tirada en la misma vereda donde estaba la farmacia en donde trabajaba su novio, no le quedo más opción que mover su carita afirmativamente, claramente le estaba admitiendo al vejete que ella lo iba a hacer sentir rico como él le demandaba.
–Dímelo en voz alta zorraaa…!!!, Quiero escucharlo de tu propia voz…!!!, para que no queden dudas de lo que haremos aquí en la cama, mira que se podría prestar para malos entendidos, jajajaja…!!!!, -se burlaba el siniestro casi suegro mirando hacia la puerta completamente abierta de su habitación matrimonial.
–Si don Severianoooo…!, yo no quiero que Usted me viole en la calle y delante de Rodrigooo, snifff!!, por favor haré todo lo Ud. quiera!! Pero no me lo haga delante de Rodrigoooo…!!! snifff…!!! Snifff…!!! Buaaaaa!!! Buaaaaaa…!!! Sniffff…!!! Snifffff…!!!, -lloraba desconsoladamente la nena a sabiendas que la pobrecita de su suegra estaba escuchando todo lo que ella decía.
–Jajajajajaja!! Así está mejor lindura, recuerda lo que te dije antes, desde hoy día pasas a ser la mujer de esta casa, o sea MI MUJERRRR!!, mi hembraaaa!!, te voy preñar zorritaaaaa!!, serás solo miaaaa…!!!, ya vas a ver…!!!, te voy a violarrr todas las veces que yo quiera, jajajajaja!!!
Don Severiano aun no se la podía creer, aquella misma mañana ni se había imaginado como terminaría ese día, por fin se iba a volver a coger a esa linda criatura de suculentas medidas anatómicas que su hijastro le había llevado estúpidamente para la casa.
Mientras el excitado viejo que con sus peludas manos se encargaba de abrirle de par en par esas dos piernotas de tersa y brillante piel se daba a admirar y a embriagarse en esas endemoniadas y diabólicas curvas de hembra que casi lo hicieron enloquecer el día en que la vio entrar por primera vez a su casa de la mano del estúpido de Rodrigo.
Ahora su ardiente mirada estaba puesta fijamente en esa preciosa y tierna fisura de carne apenas sombreada por los escasos bellitos negros que la nena poseía en esa parte de su cuerpo, el vejete ya estaba aprontándose a tomar lo que la joven poseía al medio de sus piernas y que obligadamente le estaba mostrando crudamente en aquellos delirantes momentos.
La casi enloquecida chamaca vio y sintió como el viejo Severiano se echaba sobre su cuerpo para nuevamente hacerla su mujer como tanto le había repetido en el transcurso de aquella tarde y principios de la noche, por cada movimiento que don Seve hacía para acomodarse encima de su cuerpo, la cama crujía escandalosamente, la nena otra vez con su carita bañada en lagrimas solo aguantaba el peso de ese obeso cuerpo mirando hacia la puerta abierta.
–Ya pendeja estamos solo a minutos de que te me entregues, empecemos con unos besitos ricos de esos que tu sabes dar, -le decía el muy Satanás a la vez que le comprimía sus suaves tetas contra su peludo pecho al tenerla abrazada por debajo de sus hombros y buscando con su hocico hediondo a vino barato sus rojos labios cerrados.
La señora María lo había escuchado todo, desde la forzada mamada de verga hasta la indecente propuesta que le había hecho su marido a esa pobre chamaca que se estaba inmolando sexualmente para que el bestia de su marido no humillara a su hijo tal como había amenazado, la buena señora pensaba y estaba segura que la atractiva novia de su hijo era tan victima de Severiano como lo eran ella y su hijo.
Volviendo a la habitación matrimonial Cielo Riveros no sabía qué hacer, don Severiano solo se daba a comprimir su verga sobre su casi depilada pelvis mientras intentaba meter su lengua por entre medio de sus apretados labios rojos que ella se negaba a abrir, la nena estaba muy lejos de querer ponerse a coger por las buenas con su casi suegro.
Don Severiano viendo que la chamaca estaba presta a dejarse a que se lo hicieran a pesar que se negaba a besarlo determinó que ya era hora de poseerla, y por su lado él verdaderamente ya se la quería meter todo lo que pudiera, la hembrita novia de su hijastro lo traía loco desde que la había conocido.
De un momento a otro el viejo se vio en una instintiva necesidad animal por culearla a como diera lugar, estaba engolosinado en un universo de deseos lujuriosos, así que ya no esperando nada mas metió su mano por entre medio de los dos cuerpos tomando su verga y ubicando el descubierto glande justo a la entrada de tan esplendorosa vagina, pero la asustada chamaca anticipándose a que la penetraran instintivamente intento cruzar sus piernotas, pero el viejo no dejándole opciones rápidamente se las volvió a abrir empujando su apéndice y adentrando la punta de su verga en el inicio de tan deseado reducto amatorio, para luego notificarle con su cara casi encima de la de ella:
–Ahora te voy pendejaaaa…!, así que cuando la recibas aguántala lo mejor que puedasss…!!!, -le dijo el odioso hombre a la vez que volvía a acomodarse sobre sus muslos abiertos.
La escandalizada Cielo Riveros lo escuchaba casi no pudiendo respirar por el peso del tremendo viejo, sus manitas nerviosamente se agarraban de las ropas de cama y a veces se posaban en las laterales de la tremenda y blanda panza que la comprimían contra el colchón, con repulsión le veía los cachetes de su cara solo a centímetros de sus ojos, también veía la gran cantidad de traspiración que corría por el cuello de aquel cerdo que ya estaba solo a segundos de violársela.
Cielo Riveros sintiendo que don Seve ya empezaba a presionar su verga para metérsela comenzó a llorar de miedo, de rabia, y de impotencia por todo lo que le estaba sucediendo, su casi suegro nuevamente se la iba a culear simplemente porque él lo había decidido.
Y así estando ella con sus bellas piernas bien abiertas y con semejante animal sobre ella, este último ya no esperando nada mas empujó con fuerzas descomunales hacia el interior de la vagina de la decepcionada colegiala quien se daba cuenta que otra vez selo estaban metiendo a la fuerza sin ella haber sido capaz de evitarlo.
Cielo Riveros –Ahhhhhhh…!!!!, Nooooo…!!!, por…fa…vorrrrrr!!!!, Don Seveeee…!!!! no me lo hagaaaa…!!!!, -fue lo único que alcanzó a gritar Cielo Riveros pero ya era tarde, su casi suegro estaba totalmente ensartado en ella y mirándola con cara de enojado placer…
–Arggghhh…!!!, no recordaba lo ajustada que tienes tu rendija zorra asquerosaaaaaa…!!!!, -fue lo primero que le dijo don Seve justo encima de su carita por la cual ahora caían lagrimas en forma más abundante que antes, a la vez que le mandaba otra bestial estocada vergal para que no se le olvidara que era él quien nuevamente se la estaba cogiendo.
Cielo Riveros también lloraba por el intenso dolor en su vagina, el viejo era un bestia, se la acababa de meter sin siquiera haberla lubricado antes, ni siquiera un escupito le había mandado en la panocha antes de metérsela, los ríos de lágrimas brotaban copiosamente desde sus hermosos ojos verdes bañándole toda su carita.
Don Seve ya se había empezado a mover sobre el esbelto cuerpo de la desdichada mamasota quien estoicamente aguantaba las feroces arremetidas de coito que le estaban pegando a su fértil y saludable anatomía en tanto ella solo se daba sollozar por su desgracia.

Mientras se la culeaban firmemente sus bellos ojos verdes nublados en lágrimas cruelmente dieron con un vistoso retrato antiguo enmarcado en madera que colgaba en el muro de la habitación, en este estaban retratados don Severiano, y la señora María mucho más jóvenes de cómo eran ahora, pero lo más fulminante y terrible de aquello para nuestra pobrecita colegiala fue ver que al medio de ellos estaba parado un niño de edad indeterminada, obviamente era Rodrigo cuando era más chamaquito, la nena como pudo volteo su mirada para no ver mas y ahora sencillamente se puso a llorar mas amargamente que antes por todas las emociones causadas en su mente con aquella inocente y antigua fotografía.
Su casi suegro ajeno a todo esto solo se daba a moverse y a sentir las placenteras sensaciones que le otorgaba el interior del coño de Cielo Riveros a su verga que se incrustaba una y otra vez, así que fue y le dijo:
–Prepárate pendejaaaa…!!! Porque ahora sí que me voy a empezar a mover fuerteeee…!!!!, -el indeseable hombre con mucha concentración y entusiasmado hasta más no poder aceleró las fuerzas de sus empujes, su gruesa verga increíblemente ya se deslizaba como si nada por el interior de la vagina de la quebrantada chamaca que aun no paraba de llorar.
Cielo Riveros –Buaaaaaaa…!! Buaaaaaaa…!! Don Seveeeeee!!, por favorrrrrrr!! Ya… no… me… la… me….taaaaaa…!! Me dueleeeeeee…!! Sniffffffffff…!!! Snifffff…!!! Sniffffff…!!!, – Cielo Riveros se sentía mancillada, aun se sentía seca, por lo que los dolores vaginales eran terribles, pero lo que más le dolía en aquellos infortunados momentos era que por primera vez ella si sentía que mancillaba el amor que le había entregado Rodrigo.
–Callateeee perraaaa puta mal paridaaaa…!!, y goza de la vergaaaa..!!!, Tomaaaaaa…!!!, -bramó el casi suegro mandándole un brutal estocada que a la nena casi se le salen los ojos para afuera, para luego seguir metiéndosela y sacándosela todo lo que él quería.
Cielo Riveros quien lloraba audiblemente ya se estaba comiendo vaginalmente toda la gruesa extensión de la verga de don Severiano quien se la estaba culeando como todo un campeón, sintiendo aquel delicioso y acuoso calorcillo interior que le brindaba el cuerpo de aquella joven y atractiva Diosa que lloraba como una verdadera Magdalena. El viejo aprovechándose de su estado comenzó a decirle:
–Que te quede claro zorritaaaa…!, desde hoy pasas a ser mi mujer oficial…!!, así que te voy a estar cogiendo hasta que me harteeee…!!!, hasta que te deje bien preñada de tanta verga que te voy a meter, -por cada frase con las que le notificaba sus salidas intenciones le mandaba sólidos empujones como si con estos firmara las promesas que le estaba haciendo,
La ultrajada chamaca solo se daba recibir la verga y con ello los fuertes empujones con los que la estremecían, escuchando además todas aquellas locuras que le decía su suegro con su carita volteada en sentido contrario de donde estaba el famoso retrato.
Ya con los ríos de lágrimas secos en sus mejillas solo se daba a aguantar de como el vejete junto como olerle sus cabellos por detrás de sus perfumados oídos y que también se los lengüeteaba este seguía con sus palabrotas:
–Mmmmm…!! que rica tienes la concha pendejaaa…!!!, -le decía casi babeando y arremetiendo circularmente con su verga hacia delante, esto lo hacía con sus ojos cerrados, –No me saldré de tu cuerpo en toda la noche, para que cuando llegue el tarado de Rodrigo nos encuentre cogiendo…, jejejeje, entiende que eres una hembra soberbia… hecha solo para ser cogida por un macho como yo y nadie masssss…!!!, -con sus palabras el casi suegro nuevamente comenzaba a acelerar sus embates, –Pero como a ti aun te gustan los maricones ahora te enseñaré lo que es culiar con un macho de verdad ricura, jajajaja!! La otra vez parece que te faltó que te metiera mas verga…!! pero ahora te dejaré al día…!!!, -en tanto la colegiala aún se mantenía con sus ojos fuertemente cerrados producto del enajenante impacto emocional que le causaba estar siendo cogida prácticamente delante de la dueña de casa y que para rematarla era su suegra, sin mencionar que su conchita aun estaba seca.
Pero a don Severiano no le entraban balas, el estaba decidido a sacarle el máximo provecho placentero a esa colosal cacha que le estaba pegando a la novia de su hijastro, aunque la nena aun no sentía ni el más mínimo cosquilleo en su panocha igual se dejaba ensartar con su cuerpo totalmente brillante y mojado debido a la sudoración corporal.
El viejo que la violaba se la metía una y otra vez en forma completa y despiadada, el gusto y las placenteras sensaciones que le otorgaba la vagina de aquella exquisita y joven hembra a su verga eran indescriptibles, en cambio Cielo Riveros solo sentía que prácticamente la estaban enterrando un grueso y largo palo por la zorra, experimentando además que su casi suegro cada vez se movía más fuerte y que intentaba adentrarse el máximo posible al interior de ella, escuchando como la cama crujía y rechinaba rítmica y escandalosamente ante los fieros bombeos que hacían sobre su cuerpo.
La asustada señora María desde afuera de la habitación no recordaba que su marido fuera tan fogoso a la hora de tener sexo, temía que la pobre chiquilla cayera al hospital después de tan brutal violación de la cual estaba siendo víctima, por cada quejido de dolor que escuchaba por parte de la nena la pobre mujer se persignaba deseándole la buena nueva para cuando por fin la liberaran.
Pero al otro lado del muro don Severiano bombeaba cada vez con mas desenfreno, metía, aserruchaba y taladraba profundamente en la adolorida panocha de la colegiala, haciendo círculos en ella como si de verdad intentara agrandársela mientras resoplaba de placer.
El casi suegro estaba sudando cual animal de carga transportando piedras para construir una pirámide en el desierto, y ahora sí que las lágrimas en los ojos de Cielo Riveros ya se habían secado por completo, la nena en estas acaloradas instancias soportaba resignadamente las bestiales arremetidas de verga que le ponían a su cuerpo, ella también estaba toda mojada de sudor, así se notaba al estar ella con muchos de sus pelitos pegados en su frente, y ya inconscientemente con los ojos cerrados y levemente respirando por sus boquita semi abierta.
La pobre chamaca no supo cual fue el momento en que subió sus manitas al pecho del vejete claramente para que este no se dejara caer tan pesadamente sobre ella, pero ahora las había ido corriendo hacia las gruesas espaldas del viejo dando la impresión como si ella ya estuviese culeando de buena ley abrazada con el afortunado de don Severiano, ya que la imagen de la tremenda cacha que se estaban pegando sobre la cama era de campeonato y con ella sintiéndola con sus piernas bien abiertas, respirando por la boca, y con sus ojos fuertemente cerrados.
Don Severiano a sabiendas del portento de hembra que se estaba cogiendo había decidido prolongar lo más posible aquella terrible y antológica cogidota que le estaba pegando a la bella colegiala, los gritos y los lloriqueos por parte de la chamaca ya se habían extinguido, ahora lo único que se escuchaba en la habitación era el constante rechinar de la cama ante los violentos movimientos que se ejercían sobre ella.
Naturalmente y para no seguir solapando a nadie les diré que la perdida nena al estar siendo víctima del taladreo constante de una herramienta de dimensiones considerables inevitablemente su panocha ya estaba dando su opinión por sí sola.
Fue un no menor chorro de agüita caliente que la atractiva colegiala expulsó desde la concha con el cual le baño toda la verga a su casi suegro dejándosela aceitada y lubricándola de paso a ella también, o sea nuestra mamasota ya había empezado a sentir rico, pero ella aun se negaba a admitirlo, la cosa era que cuando el vejete mas profundizaba en las clavadas ella por puro instinto sentía imperiosamente la necesidad de devolverle el movimiento hacia arriba, así que en un momento dado amigos míos, la madre naturaleza ya había hablado, la casi perdida chamaca se vio a ella misma empujando sus caderas hacia arriba cuando la verga venía bajando, y a los pocos minutos de estos leves movimientos ya no lo eran tanto sino que ahora ella ya estaba culeando con don Seve por autentica y genuina calentura.
Cuando el vejete se percató de ello de verdad que le dieron ganas de salir a tirar cohetes como para celebrar el año nuevo, pero en vez de hacer eso en forma automática se dio a animar a la chamaca para que se siguiera meneando más rico todavía:
–Ahhhh…!! que exquisito te mueves pendejaaaa!!, –Yo sabía que tarde o temprano ibas a aceptar la vergaaa…!!!! Jajajaja!!!! Esooooo…!!!! asiiiii…!!!! Mueveteeee…!!!! Así…!!! Como solo tú sabes hacerlooooooooo…!!!! Ohhhhhhh…!!!! que gustooooo que me das putaaaaaaaa…!!!!

La nena ya estaba desatada, en una recóndita parte de su mente Cielo Riveros recordaba que su suegra debía estar escuchándolo todo, pero hacía tanto rato que no la veía que guarrillamente se dijo para sí misma que tal vez la señora María se había ido para otra parte, así que no la escucharía como tampoco la vería, además que estaba sintiendo tan rico, pensaba sin poder dejar de menear sus caderas y cintura.
Gradualmente su impetuosa sensualidad había ido tomando posesión de su mente y de su cuerpo ordenándole que se aferrara con mas energías a la obesa complexión de su casi suegro quien ahora y otra vez lo veía como su verdadero macho caliente, hasta que ya queriendo gozar y ser gozada su mente decidió capitular, y se entregó en forma embelesada y lujuriosa a todo lo que el viejo caliente de don Severiano quisiera hacer con ella.
Ahora sus delicados y desnudos brazos se aferraban con pasión a esa tremenda guata que la aplastaba no alcanzando a rodearlo completamente, pero ella lo recorría lo que más podía si como realmente quisiera fundir su esbelto cuerpo con toda esa masa grasienta que se movía gelatinosamente sobre ella mientras le metían carne de verga por su intima hendidura.
La soberana cacha que don Severiano le estaba pegando a Cielo Riveros era de escándalo, recordemos que la nena está completamente desnuda, con sus dos bellos muslos bien abiertos y recogidos, y aun con sus pequeños zapatitos con taco calzados en sus piececitos, los cuales se agitaban al mismo ritmo de la bestial cogida de la cual era víctima, mientras que don Seve sin dejar de zarandearla a vergazo limpio ahora la veía mirándolo con sus bellos ojos verdes semi cerrados, como también comprobó que de sus rojos labios caían una pequeña cantidad de saliva, señal inequívoca que aquella joven hembra ya se había rendido a los deliciosos placeres de la carne, notando también que por cada profunda estocada de verga que le ponía, la chica le regalaba una lujuriosa pero leve sonrisa en la cual solo imperaba el vicio, así que imagínensela.
Don Severiano y Cielo Riveros ahora se besaban con apasionante lascivia. La entregada hembrita mientras se besuqueaba con su suegro, y guiada por su calentura lentamente fue subiendo sus manitas hasta la nuca de este para proceder a aplicarle un delicado masaje con la yema de sus dedos en tanto la seguían culeando casi sin misericordia.
Una inmensa y desquiciante calentura se había apoderado de la tímida Cielo Riveros , el viejo Severiano quien había dejado de besarla para poder tomar un poco de aire con agrado ahora escuchaba los quejidos y suspiros de placer que emitía la caliente nena, estos poco a poco comenzaron a subir de volumen e intensidad, convirtiéndose a los pocos minutos en fuertes gritos y en alaridos de auténtico placer carnal y sexual, por lo que el casi suegro persistía en su frenético ritmo de mete y saca, y a medida que aumentaban los gritos de la colegiala, mas aceleraba y tomaba fuerzas en sus penetradores movimientos, hasta que sus oídos escucharon lo que él ya tanto había estado esperando escuchar. Las exclamaciones de Cielo Riveros fueron claras y con autentica convicción:

Cielo Riveros –Ahhhh…!!! siiiiii…!!! Así papiiiiiii…!!! Ohhhhh…!!! Ricoooooo…!!! Mmmmm…!!!!soy tu puta cachame mas duro matame a pingasos no importa que me suegra escuche mis gosos…
–Te gusta cómo te la meto putaaaaaa…!!??, -le consultaba el caliente casi suegro de la chamaca quien miraba para la puerta de su habitación, claramente él deseaba que la vieja de su esposa escuchara las ardientes poterías que decía la novia de su hijo,
– Cielo Riveros -Siiiii, don Seveeeeeeeeee…!!!, -le contestó la nena con autentica desesperación, y para luego seguir emitiendo guarradas y zorrerías de grueso calibre, –Métamela todo lo que quieraaaa…!!!!, mas adentroooo…!!!, bien para adentroooo…!!!!,destrozame y luego rómpeme el culo lo deseo tanto viejo maldito –Métamela mas firme por favorrrrr…!!!!, -le demandaba a grito limpio la colegiala a la misma vez que intentaba menearse con sus caderas con las mismas fuerzas en que el viejo le ponía sus feroces clavadas.
(Minutos antes en el living de la casa en donde se llevaba a cabo semejante culeada)
La señora María se mantenía en forma angustiada esperando a que su marido terminara de violarse a Cielo Riveros , pero los enajenantes minutos pasaban y lo que estaba ocurriendo en su propia habitación matrimonial se prolongaba más de lo que ella pensó en algún momento. En forma nerviosa se había tenido que ir a preparar un té para los nervios, ni siquiera deseaba ni imaginarse que es lo que ocurriría con la relación de su hijo con su novia después de ella haber sido testigo de la brutal violación por parte de su esposo hacia la atractiva jovencita.
En eso estaba la buena señora cuando con alivio puso atención que la pobrecita de Cielo Riveros ya no gritaba ni lloraba, ahora era solo el prolongado crujir de la cama y los resortes del colchón que subían y bajaban lo que se escuchaba en el silencioso ambiente de la casa, sumándole a lo anterior los sonoros resoplidos que emitía su esposo cuando este al parecer se dejaba caer sobre el cuerpo de la callada chamaca.
Pero a la pobre vieja casi se le cae la taza de té de sus manos cuando escuchó que su marido elogiaba a la jovencita diciéndole lo bien que se movía ella, así que agudizando su oído creyó sentir que ahora la cama tenía un crujido distinto al interior, este era más rítmico y mejor sincronizado que el anterior pensaba en alguna parte de su mente la vieja, para luego decirse y convencerse de que eso solamente lo decía Severiano para seguir humillando a ella y a la joven.
Y justo en el momento en que se iba a pegar otro sorbo de té la tasa ahora sí que se le cayó de las manos al escuchar que era la misma nena quien exclamaba en voz alta y sin que nadie se lo ordenara lo siguiente:
Cielo Riveros “–Ahhhh…!!! siiiiii…!!! Así papiiiiiii…!!! Ohhhhh…!!! Ricoooooo…!!! Mmmmm… méteme mas viejo mas ayy ya no aguanto oh Dios que me pasa soy toda una puta !!!!”
Esos gritos y palabrotas no eran de una mujer a la cual se la estaban violando se dijo de pronto la señora, pero lo que la dejo boquiabierta fue la segunda tanda de leperadas que berreaba la caliente chiquilla:
Cielo Riveros “–Siiiii, don Seveeeeeeeeee…!!!, –Métamela todo lo que quieraaaa…!!!!, mas adentroooo…!!!, bien para adentroooo…!!!!, –Métamela mas firme por favorrrrr…!!!!”
En tanto adentro de la habitación el vendaval de guarrerías continuaba por parte de ambos:
–Eres la zorra mas suculenta y caliente que me he culeado en mi vida pendeja…!!!, -le notificaba ahora con cara de apasionado don Seve a la colegiala, y haciéndole ver sus nuevos requerimientos. –Quiero que desde hoy solo seas para mí y de nadie más…!!!!, -le exigía el viejo quien seguía aserruchando con toda la calentura del momento.
Cielo Riveros –Siiii papiiii…!! Yo solo seré suyaaaaaaaa!! Soy su… suyaaaaaaa…!! Soy su mujerrrrrrr…!!, – Cielo Riveros no era consciente de todas las peladeces que le estaba diciendo a su suegro, y menos era consciente que la señora María estaba parada en el umbral de la puerta viéndola y escuchando las estupideces que le decía a su marido.
La pobre vieja desde la puerta de su propia habitación y con sus ojos con lágrimas veía claramente la descompostura que estaba sufriendo la descarada novia de su hijo, que en esos momentos movía sus caderas rítmicamente a las clavadas que el caliente de su marido le pegaba. La veía debajo del cuerpo de su esposo con su barbilla alojada en el peludo hombro de este, estaba con sus ojos fuertemente cerrados y con sus cejas inclinadas hacia arriba, determinando que verdaderamente esa puta desvergonzada estaba cogiendo con cara de caliente.
En un extraño estado de nerviosismo mezclado con rabia la señora María veía como el cuerpo de Cielo Riveros estaba siendo preso de unos fuertes y brutales espasmos de placer, la buena señora aun algo incrédula notaba como esa joven puta se retorcía e intentaba acoplarse aún más férreamente al grotesco cuerpo obeso de su esposo, y como ella totalmente salida de sus cabales le pedía,
Cielo Riveros –Sigaaaa don Seveeeee…!!, Sigaaaaaa…!! Métamela enteraaaaa…!!! estoy a punto de irme cortadaaaaaaa…!!!! Métamela más fuerteee…!!!! Mas fuerteeeee…!!!!, Todaaa…!!!!, Todaaaa…!!!!
La infeliz madre de Rodrigo ya no quiso ver más, ahora estando nuevamente sentada en el sofá deseaba con todo su ser que esos dos sin vergüenzas terminaran de hacer lo que estaban haciendo, para que después esa joven y sucia ramera se fuera lo antes posible de su casa para nunca más volver a mirarle esa cara de puta que ella le había visto solo hacían muy pocos minutos.
Pero en la habitación matrimonial los contendientes sexuales estaban muy lejos de querer parar la faena de apareamiento, el caliente Severiano empujaba hacia el interior de la joven sin cejar en su empeño, hasta que ambas matas de pelos, una suavemente sedosa y casi depilada, a diferencia de la otra que era motudamente peluda y espesa se quedaron pegadas y haciendo desquiciantes círculos de refriegue coital, sin despegarse ni siquiera un milímetro, lógicamente tanto el macho como la hembra ya estaban casi al borde de un fenomenal orgasmo.
Severiano ya creía ver la inminente explosión orgásmica que se venía en el cuerpo de su joven compañera de apareamiento, ya que su ardiente concha derramaba abundantes y calientes chorros de caldos vaginales, no estaba seguro si la nena realmente se estaba corriendo o se estaba meando, pero de lo que si estaba seguro era que le estaban bañando la verga en forma deliciosamente exquisita.
Cielo Riveros –Asii…!!, así…!!! don Severianoooo!! Deme más fuerteee…!! deme más fuerteeee…!!!, -continuaba gritándole Cielo Riveros ahora con su espalda totalmente enarcada y con su vagina bien levantada, deseando para sus adentros y con todo su ser que su casi suegro descargara todo ese semen añejado que le había dicho poseer bien adentro de su cuerpo con la única finalidad que este la preñara tal como le había dicho.
–Te gusta mi verga pendejaaaaaaaaa…!!!, -le consultó don Seve sacándola a medias de su delirante estado de placer.
Cielo Riveros –Me encantaaaaaaaa…!!!, -la respuesta de la chamaca fue instantánea, pero el viejo quería entretenerse y calentarse aun mas antes de acabar dentro de ella.
–Dime zorraaaaa…!!!, te has acostado alguna vez con el maricon de Rodrigo…!!??, -el viejo le preguntaba siempre meneándose arremetedoramente.
La caliente mamasota por un momento le extrañó la pregunta del viejo que la estaba culeando, pero su verga la sentía tan rica mientras la perforaba tiesamente, que su mente no le dio para pensar que Rodrigo era su actual novio y que su casi suegro lo único que deseaba era envilecer y vejar la relación que ellos tenían.
Cielo Riveros –Noooooo… no le hemos h… he.. choooooo…!, -le dijo a la misma vez que se mordía fuertemente su labio inferior sin dejar de enarcarse para así sentir más profunda la verga que le estaban metiendo.
–Jajajajaja…!!! ya lo sabía yo pendejaaa…!!! Tú eres mucha hembra para un pobre maricon como ese, jajajajaja…!!!!
Increíblemente para todos nosotros el grado de calentura de Cielo Riveros era tal que ella en esos momentos y al estar siendo cogida brutalmente por un verdadero macho caliente, le encontró toda la razón del mundo a su suegro, por lo que bien convencida de que estaba en lo correcto fue y se lo confirmó:
– Cielo Riveros -Siiiiiiiiiiiiiii…!!!!, -le dijo al mismo tiempo que relajando todos los músculos de su cuerpo los volvió a recoger atenazándose enérgicamente con sus piernotas y brazos a ese obeso y gelatinoso cuerpo de macho maduro que la estaba haciendo ver las estrellas.
Atenazada y todo la nena seguía meneando sus caderas para que el viejo sintiera más rico aun de lo que debía estar sintiendo.
–Dime porque no te has acostado con el…!!??, -el viejo sabía que de un momento a otro le soltaría los lecherasos.
Y nuestra nena, tristemente para Rodrigo y su madre que lo estaba escuchando todo desde afuera, le contestaba con la verdad a su suegro:
Cielo Riveros –Porque Rodrigo no me c… ca… calientaaaaaaaaa…!!!! Ohhhh… ricooooo!!!! exclamo al mismo tiempo que le soltaba otro chorro de caldos vaginales, lo que acababa de decir ella misma la estaban calentando en demasía.
–Jajajajaja…!!! dilo en vos mas fuerte pendejaaaa… di que un pobre maricon como ese no te calientaaaaa…!!!!, -el vejete a toda costa deseaba que su esposa tomara conocimiento de todas las guarrerías que estaba soltando de sus propios labios la dulce novia de su hijo.
–Si don Seveee…!!!!, –Mmmmmm…!!!! Ohhhhhh… Ricooooo…!!!!, -algo en su mente la detenía a que dijera semejante barbaridad.
–Dilo Zorraaaaaaaaa…!!!!, -junto con presionarla el viejo se dejaba caer con mas fuerzas sobre ella, si hasta los testículos del vejete ya parecía que en cualquier momento se introducirían por el lubricado coño de Cielo Riveros
Ambos amantes ya estaban que se corrían debido a la ardiente y enloquecedora conversación que se le había ocurrido a don Severiano, los dos se encontraban en la estratosfera de la calentura. Hasta que la nena pensando con la zorra y no con su mente fue y le dio en el gusto al vejete:
Cielo Riveros –Ay don Seveeee…!!! si es verdad…!!! Ese pobre maricon de Ro… Rodrigo no me calientaaaaa…no saber cachar a mi gusta la pinga como el aire!!! –Uffffffffsss…!!!, –Yo… yo… yo soy mucha hembra para el…!!!! Ohhhhhh Diosssssss…!!!!

–Jajajaja…!!! Que bien…!!!!, y dime como para que tipo de machos eres hembra Tú, pedazo de zorraaaaaaaaa…!!!!!, -el viejo comenzó a perforarla con rabia y aceleradamente, para que la chiquilla le diera la respuesta que él quería y no le fuese a salir con una mamada.
Cielo Riveros –Yo… yo… soy una hembra hecha para un macho como Ustedddd…además me gusta que metraten como a una puta de la calle !!! Ohhhhh don Seveeeeee…!!!! me corroooo…!!!! me corrooooooooooooo…!!!!!
El viejo automáticamente se enterró hasta lo más profundo de las tiernas entrañas de aquella dulce y caliente chiquilla que se encontraba perdida en la total calentura.
En el momento de que Cielo Riveros le dio su ultima respuesta ya no fue capaz de resistir tanto gozo, y tal como le dijo al vejete que se corría una formidable y placentera corriente eléctrica que le nacía desde lo más profundo de su coño se desparramaba a raudales hacia todas las extremidades de su cuerpo y que le hicieron explotar en uno de los más formidables y grandiosos orgasmo sentidos en su vida.
–Siiiiiiiiiiiiiii…!!!, Ricoooooooooo…!!!!!, -gritaba Cielo Riveros como una verdadera fulana, sus placenteros alaridos fueron emitidos desde lo más profundo de su ser y de su alma, estos recorrieron y retumbaron por todos los rincones de la casa de Rodrigo. De la misma forma don Severiano estimulado hasta la insania por la calentura de la chamaca ya estaba por verter su apremiante y acumulado semen al interior del cuerpo de tan estupenda y curvilínea jovencita.
Luego de que Cielo Riveros emitiera su placentero grito de éxtasis con el cual le dejaba las cosas claras a su suegra que la escuchaba desde el living de la casa, el viejo la premió con un asqueroso beso en la boca el cual daba la impresión que se la estaba comiendo.
–Eres mi mujer pedazo de zorraaaaa!, -le dijo una vez que se separó de sus labios, –Ya no aguanto masssss!!!, me voy… a… co… rrerrr… adentro tuyoooooo!! –Ohhhhh que… ri…cooooo se siente estooooo…!!!!!, –Lo… vas… a … re… ci… birrrrr…!!! pu… taaaaa…!!!! to… maaaaaaa…!!!!!, -gruñó con desesperación clavando su mirada en el hermoso rostro descongestionado por el placer de Cielo Riveros, chorreando y expulsando con fuerzas en el interior de su matriz de 6 a 8 potentes chorros de hirviente y reproductivo semen, el cual salía escupido copiosamente y con energías desde su verga, invadiendo y avasallando las intimas entrañas de la excitada Cielo Riveros quien sentía la potencia y virilidad de su macho.
Se quedaron unidos en esa posición por un buen rato, la toda mojada colegiala se mantenía con sus bellos muslos bien abiertos y con don Severiano aun clavado con su verga al interior de su cuerpo. Hasta que una vez que el casi suegro estuvo seguro que en sus testículos no quedaba ni una gota de semen lentamente se fue saliendo y desclavando su verga del portentoso cuerpo de Cielo Riveros .
La pareja se quedó tendida en la cama exhausta por espacio de unos buenos minutos, para que sus transpirados cuerpos desnudos pudiesen recuperarse ya que con toda seguridad pensaban volver a hacerlo.
–Eres una verdadera puta en la cama a la hora de coger pendeja, -el viejo Severiano mantenía a su joven hembra abrazada su obeso cuerpo, –Así descansemos un ratito y luego repetiremos, –Viejaaaaaaa…!!!, ven que te necesitamossssss…!!!!.
Cielo Riveros con solo escuchar que el viejo que se la acababa de coger estaba llamando a su esposa como que se le anduvo pasando a medias la calentura, por lo que le dijo:
–Don Seveeeee…! que haceeee…!? no llame a su esposa que me va a ver acostada con Ustedddd…!
–Y que tiene…?, si ya lo escuchó todo, además que ahora si deberás mandar a la verga a tu noviecito, jejejeje…!, si acabas de bufar a los 4 vientos que él es un pobre maricon y que no te merece…, jajajaja…
Cuando la avergonzada chica iba a decir que ella de alguna forma no había querido decir eso la señora María ya hacía su aparición por la puerta de la habitación:
–Porque siempre te demoras tanto cuando yo te llamo…? –Le dijo el vejete en forma mal humorada a su esposa,–Tráeme una corona bien heladita y un refresco para mi mujer…!
La doña observaba incrédula a aquella pareja de desvergonzados que estaban acostados en su propia habitación completamente desnudos y sin cubrirse. La dolida señora no podía quitar la vista de la curvilínea figura de Cielo Riveros al desnudo.
La nena por su parte quien estaba roja como un tomate y abrazada de costado al cuerpo del hombre que había sido su macho, se daba cuenta de ello y de reojo la miraba avergonzada, la pobrecita quería morirse, aun así mantenía una de sus delicadas manitas posada y descansando en el peludo pecho canoso de don Severiano. Y que mas podría haber hecho?.
–Y que nos miras con cara de mensa…!!! Ve a buscar una chela y el refresco, que mi mujer debe tener sedddd…!!!, -le volvía a repetir el viejo ahora con su cara de mas enojado que antes.
La doña quien sentía unas tremendas ganas de tomar de las mechas a la descarada chiquilla, abofetearla y despacharla de su hogar, otra vez se sintió intimidada por su esposo y simplemente bajó su vista para responderle a su marido.
–Severiano… no quedan cervezas, si ya te las has bebido todas…
–Pues te me vas a comprarlas…!!!, -le ordenó el vejete.
–Pero Seveee… ya es tardeee y…
–Que te vas comprarlas he dicho…!!!, el negocio del pelado Chula cierra re tarde así que ahí encontrarás, saca dinero de mi pantalón y te me vas por esas cervezas…
La amedrentada mujer silenciosamente ingreso a esa habitación que estaba impregnada a olor a coño y a verga, para luego tomar desde el suelo los pantalones de su esposo para sacar dinero, no pudo evitar poner atención en los albos calzoncitos de Cielo Riveros que estaban todos enrollados al lado de estos. Ya sin pensar en nada más la dolida mujer tomó el dinero y salió lo más rápido que pudo de esa indecente habitación.
Una vez que don Seve y Cielo Riveros nuevamente estuvieron a solas fue la atribulada chamaca quien rompió el silencio:
–Don seve…!, porque me está haciendo todo esto…? ahora nunca más podre ver a la señora María y tampoco a Rodrigo… Sniffsss…!!!
–Como que Nooo…!!, -le contestó su casi suegro en el acto quien con su mano y dedo pulgar limpió de su carita unas tímidas lagrimas que le corrían, –Entiende pendeja que desde hoy día tu eres la hembra titular de esta casa… –TU eres mi mujerrrr…!!!, -le seguía repitiendo don Seve, –Y yo soy tu maridoooo…!!!, no permitiré que nadie te diga nada por lo que hagas o dejes de hacer, lo único que deberás arreglarme lo antes posible es mandar a la verga al Rodriguito ese, y cuanto antes quiero que te largues de tu casa con todos tus trapos y te vengas a vivir a esta casa.
–Pero pe… pe…roooo… y Rodrigo y su esposa… que será de ellos…!? Usted esta locooo…!!!
–Ellos perfectamente se pueden quedar a vivir aquí… o si quieren largarse que se vayan… me da lo mismo…!!! Además que necesito a la María en la casa para que nos atienda…!!!
Los sentimientos que asaltaban a la muchachita eran totalmente contradictorios, ella acababa de mantener relaciones sexuales con su suegro, y si bien otra vez lo había sentido muy rico igual pensaba que todos esos planes que tenía el viejo en su mente eran demenciales.
Estando en estas reflexiones los hermosos ojos verdes de la chamaca volvieron a dar con el antiguo retrato del matrimonio con Rodrigo, esta vez el impacto emocional no fue tan violento como lo había sido momentos antes, mirándolo en forma pensativa a su mente le vinieron los recuerdos de haber visto a su madre casi encuerada de la mano de aprovechador sargento que se la había violado, se sumaron a estos la traición de Katherine Riveros con don Pedro que quizás a estas horas también deberían estar cogiendo, pensaba la nena, pensamientos que extrañamente la hicieron arrimarse con mimosa seriedad al peludo pecho de don Seve, su carita estaba posada justo al lado de una tetilla del obeso vejete.
Una vez que descansaron desnudos y abrazados por un tiempo indeterminado y viendo que las cervezas aun no llegaban, el viejo determinó que ya habían descansado lo suficiente, el había sentido a la nena adosándose bien apegada a su panza así que mirando su cuerpo desnudo aun brillando quiso otra vez que se pusieran a pasarlo bien:
–Ponte en 4 patas al final de la cama y chúpamela de nuevo pendejaaa…!!, quiero ver tu cuerpo levantado ese culo, mira que en un ratito mas te lo voy a reventar, jejeje, ya apúrate y hazme una buena mamada!!, -le solicitó mientras él se acomodaba de espaldas para disfrutar la nueva felación que le estaba solicitando.
Cielo Riveros quien aun tenía en su mente los recuerdos de las traiciones de las personas que ella mas quería como pudo fue tomando la ubicación que le habían solicitado, y una vez que ya estuvo en la indecente posición a 4 patas puesta en diagonal sobre la cama para que el viejo viera y tocara todo lo que él quisiera se agarró con sus dos temblorosas manitas bien sujeta a la peluda base de la ya bien erguida verga y se la metió en la boca para comenzar a chuparla y a lamerla con sus ojos cerrados, procurando no pensar en otra cosa que no fuese en hacerlo sentir bien, y todo en venganza de quienes la habían traicionado.
La colegiala ya se la mamaba bien concentrada y con sus rojos labios bien apretados, su cabeza que subía y bajaba rápidamente también hacía círculos de vez en cuando, chupando sin parar ni por un solo momento, se la mamaba como una verdadera desesperada, lamiendo todo lo que pudiera, moviéndole su lengua circularmente por el venoso tronco y el glande…
–Arrrrghhhss…!! Pero que zorra más exquisita eres para chupar la verga mamitaaa!! –Eso es…!! así…!!! así…!!! Mmmmm…!!!! Arghhhhh!!!!, -gruñía y bufaba el vejete ante la sabrosa mamada de verga que le estaba mandando Cielo Riveros , –Esooooo…!!! Mama la vergaaaa…!!! Cométela todaaaaa…!!!! Todaaaaa…!!!! Trágatela entera putaaaaa…!!!!

Después de unos 15 minutos por lo menos de una morbosa y rica mamada, Don Severiano se la sacó de una, Cielo Riveros extrañada se puso de rodillas y se dio vuelta para quedar mirando al vejete por si este le hacía otra proposición, pero el casi suegro solo se la quedó mirando absorto, que soberbia e imponente se veía la pendeja arrodillada en la cama y con las comisuras de sus labios chorreándole restos de líquidos pre seminales, sus colosales tetas y todo su cuerpo brillaban hipnóticos y sugestivamente.
El viejo Severiano una vez de haberse recuperado de tal estado rápidamente se recostó en el cama con la verga apuntando hacia el techo, para luego decirle…
–Ven…!! Ahora tengo ganas de que te montes sobre mi verga tu solita y quiero que me la cabalgues…,
La nena que otra vez se sentía un mero objeto sexual y eso le gustaba, así que con los más delicados y femeninos movimientos que ella hacía en forma natural, gateo la poca distancia que la separaba de su suegro para después levantar una de sus poderosas piernotas pasándola por sobre la panza del vejete hasta quedar montada sobre él y quedar con su verga justo a la entrada de su ya destilante panocha.
–Métetela tu solita Cielo Riveros …!, quiero verte hacerlo…!, -le ordenó el viejo…
Cielo Riveros quien puso atención que esta era la primera vez que desde que conocía al vejete este la llamaba por el diminutivo de su nombre sintió una comezón sin precedentes en la más recóndito de su zorra, los deseos recién nacidos por clavarse la verga de su casi suegro ya casi la consumían, así que tomó ese bien parado y tieso mástil de carne y muy decidida lo ubicó en la entrada de su intima hendidura, para luego y casi en el acto cerrar sus ojos y dejarse caer de un solo envión.
La nena otra vez estaba desatada y convertida en toda una hembra brava ya que ella misma y sin esperar ordenes de nadie comenzó a mover sus caderas en forma acompasada para que la verga le entrara en su totalidad, y mientras esta mas se enterraba en su cuerpo ella mas iba tomando velocidad, todo esto ante un muy sorprendido Severiano, que de pronto la vio quedarse paralizada con la verga totalmente enterrada en sus entrañas.
Cielo Riveros creía sentir esa vergota perforándola hasta casi más arriba de su cintura, por lo que inclinó su cuerpo hacia adelante para sujetarse con el respaldo de la cama, quedando con todas sus tetas colgándoles y meciéndose exquisitamente y expuestas para que don Severiano las chupara todo lo que el quisiera.
Don Seve no se la quería creer, veía y sentía a esa hermosa hembra de 18 años clavada a su verga en su totalidad, desde su posición la miraba por ambos costados de su brillante cuerpo, en donde veía como la línea de su cintura se transformaba en la línea de una amplia cadera para luego curvarse y convertirse en el opulento radio de su trasero bajando precitadamente y dibujar la recta que le daba forma a sus muslos abiertos, entre el lado de su bajo estomago por el lado opuesto a sus caderas se veía esa línea de carne doblada que se formaba al estar ella puesta casi en 4 patas y a horcajadas sobre su verga, y todo esto sumándole a que además creía sentir como los sedosos y suaves pelitos de su zorra, se enredaban con los gruesos pendejos de él, ya que en ese mismo momento la caliente mamasota muy suavemente había empezado a mover sus caderas y cintura en forma circular y haciendo presión hacia abajo sobre su verga como si realmente se la estuviera exprimiendo para volver deslecharlo.
Mientras esto se sucedía en la casa de don Severiano la señora María ya venía de vuelta con el pedido de cervezas, y en el momento que estando ya casi a tres cuadras de llegar a la casa sintió que alguien la llamaba.
Con mucho pesar se dio cuenta de que su hijo igual la había visto desde la farmacia, ya que para hacer el trayecto para llegar al negocio del pelado Chula ella obligadamente debía pasar por el trabajo de Rodrigo.
El chamaco la alcanzó corriendo:
–Mamá que haces a estas horas en la calle…?, ya es muy tarde…!, -le dijo apenas estuvo a un lado de ella.
–Ehhhh…!, andaba comprándole cervezas a Severiano…!!! Justo se le acabaron hoy día…, -la señora María intentaba hablar lo más normal posible, pero su hijo que no era tonto sabía que ella lo estaba solapando en algo.
–Y porque no salió a comprarlas el…?, -le dijo de pronto el chamaco.
–Mijo… tu sabes que él trabaja todo el día y llega cansado a la casa… entonces me pid…
El joven Rodrigo no la dejo terminar:
–Es un aprovechador…!, -el muchacho en ese preciso momento vio las marcas en su cara, –Porque… porque tienes esas marcas en tu cara…!?
–No es nada… y no te preocupes, es solo que sin querer me golpee en una ventana…!, -la señora María sabía que su hijo iba a querer ir a arreglar cuentas con su esposo no importándole que siempre era él quien terminaba perdiendo y sacando la peor parte.
–Te volvió a pegar verdad…!?, -el chico estaba realmente furioso.
–No te preocupes Rodrigo y vuelve a tu trabajo…!!! Yo ya estoy acostumbrada… además que yo tuve la culpa mijo…
–Porque siempre lo defiendes…!!?? no te entiendo…!!
La señora intentando calmar al tensionado chamaco otra vez le hablaba un tema que ya en muchas otras ocasiones lo habían visto:
–Rodrigo… hijo, fue él quien te crio cuando tu padre murió… recuerda que al principio él no era así, o acaso ya olvidaste cuando nos llevaba a pasear a la playa o al campo?, o cuando estuviste en la clínica por tres meses cuando te operaron… fue él quien cubrió todos los gastos… si yo hubiese estado sola nunca hubiera logrado tener todo ese dinero como no lo entiendes…? Él… él es raro para sus cosas, pero en el fondo no es un hombre malo…!
El chico quien algo de razón le encontraba su madre, igual le dijo lo que él pensaba:
–Pero eso no le da el derecho a pegarte ni a tratarte como a una sirvienta…!, además que no me gusta que salgas a estas horas a comprarle cervezas o lo que sea…
–No es nada hijo…!!, como ya te dije antes… tu sabes que es el que nos mantiene…
Pero el chamaco estaba absorto sacando conclusiones:
–Mamá…!, -le dijo de pronto, –Hoy es viernes y por lo general el después de su trabajo se llega solo a bañar para irse a jugar dominó con sus amigos y siempre llega tarde, y si no, es él quien sale a comprar si es que necesita algo porque así aprovecha de hablar con sus amigotes esos que se juntan en el negocio del pelado Chula… porque te envió a ti?
–El está… está algo ocupado mijo…, por eso no pudo ir él…, -le contestó la señora María volviendo a tomar la bolsa con las cervezas para que su hijo se fuera al trabajo.
–Ahhh… claro ya me lo temía… volvió a meter a otra puta a la casa verdad?. –el chamaco sintió ganas de ir y matarlo, y viendo que su madre se quedó callada sin saber que contestarle la siguió presionando, –Vamos mamá ya no le tapes los abusos a ese desgraciado… esta con una puta en la casa verdad…!?
La señora María que no sabía qué cosa contestarle a su hijo al estar ella clara que el chico tenía toda la razón, pero lo que no sabía su chamaco que con la puta que se estaba revolcando su padrastro era su propia novia. Y recordando la cara de ramera que tenía esa guarrilla cuando ella estuvo parada en la puerta no le quedó más que contestar:
–Si mijo… Severiano está… estaá… con una mujer sucia metido en la cama… pero no te preocupes… yo ya estoy acostumbrada…
–Es un miserable…!!!, vamos yo te iré a dejar a la casa…!!!
–Nooooo…!!! Rodrigo… por favor vuelve a tu trabajo…!!!, -le rogó la señora María a su hijo para evitarle el dolor de que se encontrara a su novia teniendo relaciones sexuales con su padrastro.
–Ni que lo digas… yo te iré a dejar…!, además mi jefe fue el que me avisó que te vio pasar y me dio permiso para venir a ayudarte… así que dame la bolsa…!
–Está bien mijo…! pero… pero solo me dejarás en la puerta y te vienes… no quiero que tengas problemas en tu trabajo por mi culpa.
Una vez que madre e hijo hicieron el corto recorrido hasta la casa, don Seve con Cielo Riveros estaban arremetiéndole firme a la fulminante cacha que se estaban pegando.
El chico rápidamente sacó de su bolsillo sus llaves de la puerta y fue él quien abrió y entró de los primeros. La señora rápidamente se interpuso en su camino ya que no quería verlo sufrir. Los femeninos gritos y quejidos que provenían de la habitación eran guturales.
–No mijo…! por favor no vayas ni le digas nada… que o si no te va a pegar…!
–Es que el no puede ofenderte de esta forma…! Déjame ir y decirles unas cuantas verdades, sobre todo a esa inmunda puta…
–Hijo me prometiste que te irías al trabajo y que solo me ayudarías… por favor no entres a esa habitación… si de verdad me quieres por favor no les digas nada.
Mientras tanto los gritos que provenían de la habitación matrimonial eran legendarios.
–Ese miserable… si esta con la misma puta de la otra vez…!, -le dijo el chamaco a su preocupada progenitora.
–Tu ya los habías escuchado…!?, -el semblante de la señora era de sorpresa, ya que ahora entendía que su hijo ya los había escuchado por la forma en que dijo lo último.
–Si, por la forma en que chilla esa ramera… es la misma que una vez ya trajo a la casa…!!!
–Mijo por favor vete…!!!, -le dijo finalmente la señora María, –Yo me las puedo arreglar sola… ya para mañana se habrá ido…
–Está bien… me iré…!, pero solo porque tú me lo estas pidiendo, y enciérrate en mi habitación y no los escuches…
–Así lo haré mijo… no te preocupes… y ve con cuidado.
Una vez que por fin ya se quedó sola en el living de la casa la doña rápidamente sacó las cervezas y las puso en el refrigerador, luego de eso sacó una pequeña bandejita en donde ubicó una de las botellas y un vaso, estuvo a punto de poner otro vaso con refresco, tal como le había dicho su esposo, pero finalmente no lo hizo, ella no iba a atender a esa descarada y sinvergüenza pendeja que quizás desde hacía cuanto tiempo que se estaba acostando con su esposo a espaldas de ella y de su hijo.
En tanto, adentro de la habitación matrimonial la cogidota que se estaban pegando los amantes ya era de escándalo, Cielo Riveros siempre montada sobre la panza del vejete seguía haciendo una serie de ondulaciones casi diabólicas, sus movimientos pélvicos con los que se comía la verga de don Seve eran alucinantes, los hacía con vehemencia de atrás y hacia adelante y bien rapidito, la chamaca ahora se movía solo por instinto animal.
Fue en el momento en que Cielo Riveros se movía fuerte sobre la verga de don Severiano meneando sus caderas en forma ondulatoriamente exquisita en que la señora María entró a la habitación:
–Se… Severianoooo… aquí traigo tu cervezaaa…!, -la señora aunque no quería mirar esa escandalosa imagen igual no podía quitar su vista del cuerpo de la chica que si bien se seguía moviendo sobre la verga ya no lo hacía en la forma tan desenfrenada como lo había estado haciendo, no la miraba porque se estuviera calentando ni nada parecido, era simplemente que aun no se la creía que una joven tan atractiva como lo era Cielo Riveros se acostara con su marido. La situación sencillamente no le cuadraba para nada, y tan señorita que se veía, se decía. Fue el viejo quien la sacaba de estas extrañas meditaciones.
–Trae esa bandeja y déjamela en el velador…, -la doña veía como su esposo le daba instrucciones con sus manazas puestas en las resplandecientes caderas de su joven amante.
Cuando la colegiala escuchó la voz de su suegra en forma automática fue frenando sus movimientos, pero no entendía porque no podía dejar de moverse en forma completa siendo que lo normal era que ella se desclavara de la verga y se tapara.
Cielo Riveros se daba cuenta que la señora María estaba mirando como ella se estaba culeando a su esposo, y como ya lo dije antes ella no podía parar de moverse, lo único que pudo hacer fue despegar sus manitas del respaldo de la cama y enderezar su cuerpo quedándose meneando suavemente sobre la verga que tenia bien clavada a la concha, era como cuando uno detiene el auto y lo deja con el motor encendido, para que se entienda.
La señora María con sus piernas temblorosas ingresó hasta donde estaba el velador, solo miraba de reojo el desnudo cuerpo de la bella chamaca, apenas saliera de esa inmunda habitación se encerraría en la alcoba de su hijo tal como este le había dicho, pensaba la viejita.
–Y donde está el refresco de mi mujer…!!??, -le consultó con enfado el viejo Severiano a su esposa.
La dolida doña tras pensársela por unos segundos le dijo lo que ella pensaba del asunto:
–Yo… yo no atenderé a esta p…pu…putaaa…!, -dijo finalmente mirando por primera vez con odio a la desnuda chamaca que la expresión de su carita era como que si no le importara lo que ahí estaba sucediendo, Cielo Riveros también se quedó mirando a la vieja, pero solamente pestañeando sensualmente debido a lo muy rico que sentía la verga que tenía clavada.
El indignado vejete que por nada del mundo retiraba sus manos de las suaves caderotas que se movían acompasadamente sobre su apéndice casi fulminó a su esposa con su respuesta:
–Si la atenderassssss…!!!, así que vamos trayendo ese vaso con refresco que te pedí…!!!!! Y no quiero que nunca más te refieras así a ella, porque o si no te juro que te pateo hasta dejarte inconsciente…!!!!
–Severiano ya basta…!!! He hecho todo lo que me has pedido… pero no voy a tolerar…
–Cállate desgraciadaaaa…!!!, mira si no vas a la cocina ahorita mismo y me traes ese vaso date por despachada de esta casa, –Ahhhh pero recuerda que tu chamaco entra a la Uni este otro año… quien le va a pagar esas mamada si se van de aquí… se las pagarás TU?, porque con lo que gana ese pendejo en la botica no le alcanza ni para comprar la sal de todo lo que se come en el mes… Así que decide…!
–Esta bien Severianooo…!, lo traeré… pero solo porque…
–No…!!!, he cambiado de opinión…!, -le interrumpió el viejo, –Chamaca dile que te traiga algo para beber…!!
–Es que don Severiano… parece que la señora María está algo enojada conmigo…, -le dijo la caliente nena que no paraba de moverse no importándole su desnudez y que su ex casi suegra estuviera a menos de un metro de ella.
–Pídeselo pendejaaaa…!, o si no me levantaré de la cama y la voy a moler a palos delante tuyooooo…!!!
Como la nena deseaba que esa señora se fuera lo más pronto posible de aquella habitación para ella seguir en lo que había estado haciendo antes de que la interrumpieran fue que le dijo:
–Ehhh… señora María traigameeee… un refrescooooo…!
–Y dile que se apure porque estas cansada con lo que estás haciendo…!!!, -el viejo ahora también le hablaba con prepotencia a la colegiala.
–Y por favor ap…
–Nooo…!!!, pídeselo sin el por favor…!!! Mándala con más autoridad…!!! Recuerda que desde hoy tu eres la mujer de esta casaaaaa…!!!!

–Ehhh…!! y apureseeeee…!!, porque ya estoy cansada con lo que estoy haciendoooo…!!!!, -le dijo finalmente la nena moviéndose exquisitamente despacito y mirando a la pobre señora María pestañeando sensualmente con sus bellos ojos verdes, de verdad que con solo hablarle de esa forma le estaban haciendo sentir más rico todavía.
–Ya escuchaste a mi mujer estúpida…!!! ahora tráele lo que te está pidiendo…!!!
A la humillada señora María no le quedó más remedio que ir a buscarle el refresco y dejárselo en la misma bandeja de la corona. Los amantes en todo momento siguieron culeando como si ella no existiera por lo que la pobre mujer una vez que le trajo el refresco que le pidió Cielo Riveros no le quedó más alternativa que irse a descansar a la habitación de su hijo, ya que estaba claro que la joven putita de Severiano no se iba a ir hasta el siguiente día.
Mientras que en la habitación principal a don Severiano hasta se le caían las babas por tan exquisitos movimientos de caderas y pélvicos que le asestaba la hermosa colegiala a su verga, sentía que esta se la apretaba con su panocha, como si esa zorra estuviera succionándole la verga para volver a extraerle otra vez hasta la última gota de semen, que rico culeaba la pendeja se decía el vejete para el mismo.
Una muy lujuriosa Cielo Riveros que en aquellos delirantes momentos otra vez estaba siendo presa de las mas placenteras sensaciones fue aumentando el ritmo de sus meneos, ahora se sacaba la verga de don Severiano casi hasta un poco más de la mitad, para luego dejarse caer con brutalidad, su cintura se movía en forma frenética.
–Arggggssss…!!! que rico que culeas putitaaaaa…!!!, -le dijo don Seve a su hembra.
Cielo Riveros –Le gustaaa…!?, Le gusta como se lo hagoooo…!?, -le consultaba la nena siempre jadeando exquisitamente mientras sus chichotas se movían ondularmente frente a la cara del excitado vejete.
–Si putillaaaaa…!!! Así…!!! Menéate mas fuerteee…!!! –Ohhh me encantasssss…!!! Slurrpssss…!!!! Mas fuerteee…!!! Slurpssss…!!!, -era el sonido de su lengua al momento en que le chupaba y le apretaba las tetas con fuerzas, –Eres toda una perra calienteeee…!!!, -le gritaba y se quejaba su casi suegro.
– Cielo Riveros -Ahhhh…! Mmmmm…!! don Seveeeee…!!! se la siento a la altura de mi ombligoooo…!!!, -le dijo la nena en el mismo momento en que se dejo caer completamente, comiéndose toda la extensión de esa gruesa verga caliente para comenzar otra vez con un frenético movimiento pélvico de atrás hacia adelante, moviendo todo su cuerpo endemoniadamente rápido, la cama matrimonial de don Severiano crujía como nunca lo había hecho antes y todo producto de los feroces movimientos que hacia nuestra inigualable colegiala.
Hasta que el esplendoroso y estilizado cuerpo de Cielo Riveros ya no dio más, toda la calentura y excitación acumulada por las morbosas situaciones vividas aquella noche estaban a punto de expandirse por todo su curvilíneo cuerpo, y el viejo Severiano quien era consciente de lo que estaba por suceder nuevamente se daba a alentar a su hembra para que se corriera todo lo que ella quisiera:
–Esoooo…! Culeaaa…!! Culea mas fuerte zorraaaa…!!!, –Córrete sobre mi vergaaaa…!!!, -le animaba don Severiano con cara de degenerado.

Cielo Riveros –Siiii…!!! Ahhh…!!! que ricooo…!!! ricooo…!!!! Se… se… verianoooo…!!! Mi amorrrrrr…!!!! Ahhh…!!!! Mmmmm…!!!! –Gemía escandalosamente la nena.
–Ohhh…!!! Putaaaaaa…!!!, Que grandioso es sentir como me sorbes la verga con tu zorraaaaaaa…!!!!!, -el viejo le gritaba con una chichota agarrada en cada mano para después seguir succionándoselas.
Cielo Riveros –Siii…!!!! Don Seveeeeeeee…!!! Me lo como todaaaa…!!!! Todaaaaa…!!!! Esoooo…!!! Esoooooo…!!!! Chúpeme las t… te… tetasssss…!!!!
Don Severiano quien no se cansaba de admirar el rostro descongestionado de placer de la bella chamaca mientras ella le comía la verga con la panocha una y otra vez, en un arrebato de pasión calenturienta se separó de sus chichotas que estaban llenas de marcas enrojecidas productos de los muchos chupones que este le había hecho y la bajó violentamente de las mechas obligándola a quedarse bien clavada a su verga para decirle:
–Escúchame zorraaaaa…!! Tú desde hoy eres mía…!! te queda claroooo!!??
– Cielo Riveros -Seeeee…!!!, -le contestó la bella chamaca moviendo su carita apasionadamente hacia los lados, no importándole que la tuvieran jalada de los cabellos.
Movimientos que casi enloquecieron de calentura a don Severiano que lo llevaron a empujar y desclavar con fuerzas a la colegiala dejándola tirada a los pies de la cama, para el rápidamente ponerse arrodillado agarrarla y ponerla el mismo en 4 patas en la cama con su brillante trasero apuntando hacia su verga, y sin ya esperar nada mas le dio conocimiento de lo que se venía ahora:
–Ahora si pendeja, ahora te la voy a meter por el culo…!!!, -le dijo al mismo momento en que con sus dos manos procedía a tomar de par en par aquel suculento par de nalgotas y descubrir su orificio posterior para en el acto mandarle un certero escupo en este y apuntar su gruesa verga con la sola intención de incrustársela.
Quien hubiese visto las grandes diferencias que existían en el diminuto orificio de Cielo Riveros con la gruesa tranca que el viejo pensaba enterrarle hubiera dicho que aquella faena jamás se concretaría.
Pero don Severiano tomó su verga con determinación, esta ya estaba que reventaba por todo el semen acumulado, y Cielo Riveros quien se mantenía atenta a esta situación mirando desde su posición y hacia atrás ya se preparaba mentalmente para aguantar el inminente empalamiento anal que el viejo ya se preparaba para plantarle, el cabezón y aceitoso glande ya estaba ubicado a la entrada del esfínter.
–La quieres por el culo putaaaa…!?, -le consultó el viejo al percatarse que la nena lo miraba con cara de viciosilla y respirando agitadamente por su boca.

Cielo Riveros –Si don Seveeee…!!! Métamela por el culooooo rompame todo quiero que partas en dos y no pueda cagar…!!!!, -le respondió la colegiala con su respiración totalmente agitada.
Don Severiano acomodó la verga bien afianzada a las carnes de las nalgas para que esta no se resbalara en el momento en que el ejerciera presión, luego se agarró con sus dos manazas en el espacio que existía entre las caderas y la cintura de la chamaca, una mano por cada lado, y ahora sin ningún tipo de miramiento de una sola y certera estocada se la clavó en toda su extensión llegándole hasta las mismas vísceras al interior del cuerpo de la hermosa joven, quedando ambos cuerpos ensamblados en la típica posición en que los perros se culean a las perras.
Y así empezó un furioso mete y saca anal, con Cielo Riveros puesta en 4 patas y con sus ojos fuertemente cerrados desfigurando su cara por cada feroz apuntalamiento de verga que le mandaban por el culo.
La verga de don Severiano entraba apretadamente por aquel ajustado conducto anal, mientras que la nena solo se daba a aguantar aquel delicioso pero fuerte dolor que sentía al interior de su trasero al estar sintiendo como la verga de su casi suegro invadía todo el espacio de sus entrañas, la sensación era como si su culo en cualquier momento fuese a estallar debido a la compresión y a la falta de espacio al interior de este.
Pero Cielo Riveros sabía muy bien cual y como era su papel de hembra en el acto copulatorio por cualquiera de sus tres orificios (oral, anal o vaginal), el asunto era que ella ahora secundaba al viejo con sus desmesurados movimientos apuntaladores echando con fuerzas su cuerpo hacia atrás cuando el vejete empujaba la verga hacia adelante, sincronizándose a la perfección en el caliente acto de sexo anal que ambos se daban.
Don Seve empezó a acelerar sus embestidas, le clavaba con furia su descomunal pedazo de verga bien adentro de su ano, y ella ya no daba más de calentura, se concentraba solamente en apretar su esfínter cuando la verga que la perforaba estaba totalmente enterrada, eso le hacía sentir muy rico, el placentero gustillo poco a poco se iba centrando en lo más profundo de su ano, y una vez que ya estuvo instalado allí la nena comenzó a mover su cuerpo hacia atrás con unas energías nunca antes sentida, el placer anal estaba haciendo estragos en su núbil anatomía y don Seve se daba cuenta de ellos, por lo que se daba a encularla de la forma más brutal que podía.
Hasta que la colegiala ya no fue capaz de tolerar en su cuerpo tanta satisfacción placentera, una indeterminada serie de escalofriantes corrientasos de placer anal explotaron en forma aparatosa dentro de su cuerpo recorriendo y desparramándose por todos los rincones de su esbelta anatomía, la mamasota sentía que se desintegraba, a la misma vez que sus hermosos ojos verdes iban quedando en blanco al estar estos dándoseles vuelta debido a la tremenda calentura que estaba experimentando, su lengüita también estaba afuera sin ella darse cuenta, hasta que cuando ya en su rostro se marcaba un rictus del placer mas mundano y vicioso que uno pueda imaginar dejó salir de sus labios y de su estomago un gutural grito de dicha carnal.
Cielo Riveros –Aaaahhhhhhhhhhhhhhh…!!!!!!!!!!!! Don Seveeeeeeeeeeee!!!!! que ricooooooohhh…!!!!! que ricoooooo…!!!!! ohhhh…!!!! Don seveeeeeeee…!!!!!! Don seveeeeeeeeee…!!!!!!!, -la nena no podía dejar de llamar al vejete mientras se estaba yendo cortada por el culo, mientras que su cuerpo era víctima de unos ricos y avasalladores espasmos de placer la puta gritaba gemia de placer anal.

Para don Severiano esto fue el colmo de la calentura, por lo que se dio a premiarla con las más salvajes y brutales de sus estocadas intentando partirle el culo en dos pedazos en los momentos que la nena seguía corriéndose una y otra vez hasta que el mismo se vio acabando junto con ella en el más intenso y caliente orgasmo que había tenido en toda su vida:
–Ahora zorraaaaaaaaa…!!!!!!, -le gritaba el casi suegro con todas sus fuerzas y todo traspirado, –Tomaaaaaaa…!!!!! Tomaaaaaaaa…!!!!! –Ahí tienes más semennnnnn…!!!!! Argggggggghhhhh…!!!!!!!
El viejo se corría como un enajenado en las mismas entrañas de la chamaca, fueron otras 6 abundantes descargas las que Cielo Riveros se tuvo que comer ahora por el culo, hasta que cuando don Severiano ya estuvo totalmente detenido y sin nada más que expulsarle fue cuando quedó echado sobre el todo mojado cuerpo de la colegiala que respiraba agitadamente y con una extraña sonrisilla en su cara, no le importaba tener que soportar el pesado cuerpo que tenia sobre su espalda.

La señora María no pudo dormir tranquila esa noche ya que la pareja de escandalosos se había casi amanecido cogiendo, el constante crujir de la cama hasta a altas horas de la madrugada así se lo había hecho saber.
Ya eran las 8:00 de la mañana y Cielo Riveros después de haberse despertado abrazada al obeso cuerpo de su suegro cayó recién en cuenta de las atrocidades que había cometido en aquella cama, el viejo también se había despertado y la miraba orgulloso por tan encantadora noche que ella le había brindado a su verga.
–Don seveee… me tengo que ir… Rodrigo ya debe estar por llegar…
–Te irás después del desayuno pendeja… ya le solicité a la María que lo preparara…
–Ay no…!, su esposa me va a matar apenas yo salga de esta habitación…!
–Tranquila pendeja yo ya arreglé esa situación, mientras tu dormías le expliqué cómo era la cosa desde ahora y ella no abrirá el pico, jejejeje…
–De verdad?
–Si… he pensado en lo nuestro y para que veas que yo soy buenito te doy un plazo de dos semanas para que me arregles la situación con el maricon de Rodrigo…
La nena estaba toda confundida, ella no quería terminar la relación con su amado, pero don Seve se la había vuelto hacer tan rico, que no sabía que determinación tomar.
–Ehhh…!! Me puedo ir a dar una ducha?, -le consultó de pronto a su macho dejando su problema para pensarlo más tarde.
–Claro que si mi reina… si ya te dije que tu eres la mujer de esta casa… que no se te olvide. –Mariaaaaaaaa…!!!!, -volvió a bufar llamando a su esposa… –Tráele tollas limpias a mi mujer y prepárale el baño que va a tomarse una ducha antes de recibir a su novio, jajajajaja…!!!!, -le dijo burlonamente una vez que la señora hubo llegado a la habitación.
Cielo Riveros se las recibió muerta de vergüenza, eso sí que ahora la nena aunque aun estaba desnuda y abrazada al cuerpo de don Severiano, por lo menos habían cubierto sus cuerpos con las cobijas de cama.
40 minutos después de lo anterior estando Cielo Riveros y don Severiano sentados a la mesa listos para desayunar, con la colegiala recién bañadita, pero si muy ojerosa y demacrada, y con don Severiano todo chascón y con su barba sin afeitar solo envuelto en una bata de levantarse, la puerta principal de la casa se abrió y hacía su ingreso Rodrigo.
El chamaco se quedó sin habla al ver a su amada Cielo Riveros sentada a la mesa, ni siquiera le preocupó la presencia de su padrastro que leía en forma absorta el diario matutino, fue la señora María que tras un breve silencio le ponía en antecedentes a su hijo.
–Mira quién te ha venido a ver mijo…!, justo te estábamos esperando para que desayunemos en familia…
Rodrigo se sintió el hombre más afortunado de la tierra, si justo este día iba a llamar a su novia para que hicieran las paces, y ella anteponiéndose a sus intenciones había adivinado y lo fue a ver antes de que el la llamara, entre ellos sí que existía una verdadera conexión se decía el chamaco, quien en el acto saludo a su madre y a su novia para luego sentarse a la mesa feliz de la vida y disfrutar de la mañana sabatina.
La viejita tras decir lo último le mandó una fulminante mirada a Cielo Riveros con la cual la nena se vio obligada a morderse su labio inferior y bajar su vista en forma avergonzada, la chamaca estaba podrida por dentro.
Una semana antes de estos lamentables sucesos que se sucedieron en la vida de nuestra tremenda colegiala, el sargento Eustaquio Sinforoso se bajaba del furgón policial que lo había pasado a dejar a la salida del hospital público, el horrendo y corrupto policía llevaba bajo el brazo un pequeño ramo de flores de las más baratas, faltaban solo 10 minutos para que la hembra victima de sus mas infames intenciones terminara su turno…

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