Fui a la sala de emergencias, allí me encontré con una joven con su uniforme lista para ir al instituto. Disfrutamos de nuestros cuerpos a pesar de la diferencia de edad

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De urgencia en la consulta

Antes de nada… disculpad por teneros tan olvidados. Os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar, lógicamente sexualmente tanto como fuera de la cama. Como bien sabéis me considero curioso en el ámbito sexual, nunca o al menos eso intento, no soy de los que se da por vencido, disfrutando de todo sin pensar si están comprometidas o no. Debo decir que no busco amistad, aunque la puerta siempre la dejo abierta, ya que lo mío es puramente y simplemente sexo, solo busco relaciones esporádicas. Dejando esto claro, comenzare… vale.

Comprendo que muchas de mis experiencias os parecerán historias de ficción, fábula o invención, pero nada más lejos de la realidad… ya me gustaría muchas veces. Desde muy joven tengo fama de mujeriego, cosa que mi propia mujer puede atestiguar, pudiendo decir que todas mis experiencias, están rigurosamente basadas en experiencias vividas a lo largo de estos años.

Mirad una cosa… que sea curioso sensualmente, no quita que me gusten muchos las mujeres, no importándome demasiado la edad que tengan, siempre y cuando estas me resulten interesantes. Pero desde hace unos años, me siento atraído por las mujeres maduras, especialmente las cincuentonas. Cuando estoy con ellas, muestran algunas el deseo de algo más, algunas comienzan como un juego, otras como el comienzo a algo fugaz. Yo busco en ellas ese tipo de complicidad que algunas muestran, provocando con ello el morbo y claro esta sexo, pues en verdad eso es lo que buscamos todos. Pero no cierro la posibilidad de mantener relación con mujeres más jóvenes, prefiriendo que sean ellas las que den el paso, pues dado el tiempo que corremos creo que es lo mejor.

Os voy a contar mi última experiencia, quizás cuando haya publicado esta confesión, haya mantenido otras, bueno comenzaré. Mirad el pasado lunes a eso de las 12:15 de la mañana, me presente en mí centro de Salud por consejo de mí mujer, no siendo por otro motivo que por una subida de tensión y algo de malestar. Cuando llegue claro está que no tenía cita y que el único médico que me podía ver, era el de urgencia… cosa que así paso, tras tomarme los datos me dijeron en que consulta me iban a ver y poco más, tome el pasillo hacia dicha consulta, sorprendiéndome de la poca gente que había, pues no había más de seis personas y en verdad de esas cuatro, dos iban a entrar en pareja. Me senté en la esquina, tome mi móvil y comencé a whapsear con unos amigos, entrando a los pocos motivos una chica vestida de uniforme escolar.

Nada más entrar con síntomas de malestar general en aquella sala de enfermos, acabando por dejarse caer sobre una de los asientos vacíos. Esa chica por su forma de vestir debía de asistir aun al instituto, pues iba con uniforme compuesto de falda gris a cuadros rojos, un polar azul marino, calcetines azul marino y mocasines. Vino sola pues así entro, llevando en uno de sus codos enganchado un casco de moto. No pude evitar mirarla, pues a pesar de su uniforme por su complexión era mayor, no mentiría si diría que mediría alrededor del metro setenta, cuerpo voluminoso, cabellos castaños con mechones rubios, ojos verdes a pesar de llevar gafas con montura negra.

Ahora que caído, recuerdo como una señora que estaba a su lado precisamente le pregunto por su edad por el uniforme, haciéndole saber a esta… y de paso a mí, pues me entere que tiene diecisiete años y que estaba cursando 2º de Bachillerato. Momento que esta giro la cabeza y se encontró con mi mirada, rápidamente simule o al menos lo intente, pero cuando volví la mirada hacia ella, hay estaba mirándome con una mirada perversa… mmm.

Su postura acomodada sobre ese asiento le permitía estar sentada con las piernas cruzadas, piernas exuberantes, piernas desnudas, pues los calcetines azul marino, además los llevaba bajados. Cuando mi mirada se clavó en sus ojos, baje mi mirada al tiempo que ella bajo un poco la cremallera de su polar azul marino, divisando que debajo de esa prenda, llevaba una camisa blanca y una corbata roja, quizás roja a juego de los cuadros de la falda. Continuando bajando la vista y justo en el momento en que ella descruzaba sus piernas, dejándome ver aunque escasamente poco tiempo que llevaba una prenda interior oscura… mmm.

Colocándose de lado, cuya falda se le subió levemente por la silla de plástico, dejando ver sin pretenderlo y por escaso tiempo sus braguitas, escaso digo porque fue ella la que se dio cuenta de su torpeza, pero ese tiempo fugaz me dio para ver qué tipo era su ropa interior. Pues aunque pensé en su momento que llevaría unas braguitas de tipo tanga (ya sabéis… de esas que por delante cubre como una braguita normal, pero por detrás no cubre nada o casi nada), me equivoque pues esta llevaba unas braguitas de esas de tipo clásica o quizás más bien de tipo bikini.

Ella se dio cuenta rápidamente, avergonzada que estaba que ni siquiera podía mirarme durante unos minutos, pero pasado estos volvió a mirarme con esa mirada desafiante… mmm. Volviéndonos a enfrentar nuestras miradas, yo ya ni disimulaba sino simplemente le miraba con deseos, mientras ella me devolvía la mirada con alguna sonrisa e incluso, tras cerciorarse que nadie le miraba, cogía y se deslizaba la lengua por sus labios… uuummm. Pensando yo… que ella no es mala, sino lo siguiente.

A medida que iba pasando el tiempo, iban llamando al resto de personas que aún estaban en la sala de espera, personas que quedaba solo dos por delante de mí. Tras su enfrenta, no me quedo otra que contratacar aunque quizás fuera demasiado, pues tras mirar a los lados y cerciorando que nadie me veía, cogí y con mi mano derecha me cogí mi miembro por encima de mi pantalón, deslizando mi mano hasta mi glande, dándole a entender como estaba.

La chica se cortó, quedándose ruborizada, pensé que quizás me haya pasado, pero ella sonriente volvió a mirarme, no dejando de mirarme con esos ojos tornados y esa boca, cuyos labios carnosos me hacían ponerme la piel de gallina… mmm. Cogí y me levante, caminando hacia la puerta de la consulta, apartando la mirada de esta perversa y lujuriosa chica, incluso acabe por ponerme detrás de una señora. Pero mi mirada iba dirigida hacia su entrepierna, pues a pesar de dejar de mover sus muslos, dejando estos los bastante separados para que yo pudiera mirarlos… mmm.

Y encima la muy puta, minutos antes se había tocado la entrepierna, como si aquel gesto fuera de lo más normal, gesto que se podía ver perfectamente en sus braguitas. Pues estaban marcando sus labios vaginales… uuummm, mi corazón latía a mil por horas. Momento en que sonó mi nombre del interior de la consulta, pensando… “Salvado por la campana”, y la verdad es que después de tres cuarto de hora de espera, por fin me tocó a mí entrar.

Tras entrar y sentarme, comencé a decirle a la médica todos mis síntomas, haciéndole saber que mi presencia allí era mayormente por mi mujer, pues tenía de tensión… 16 de máxima y 11 de mínima. Cosa que la doctora tras auscultar primero y tomarme la tensión después, acabo sorprendido por la tensión, pues ahora marcaba 18 de máxima y 12 de mínima, acabando por darme una pastilla que debía de ponerme bajo la lengua y que pasada media hora, volvería a entrar. Acabando por salir y encontrarme a la chica junto a un señor, persona que di por hecho que debía de ser su padre por las confianzas de este, momento en que llamarón a la chica y esta entro con su padre, abriéndose la puerta a los pocos minutos y saliendo este, escuchando como este se disculpaba al tiempo que le decía a la chica…

  • “Cuando salgas de la consulta y ante de irte para clase me llamas… vale, me tienes que contar lo que te ha dicho la doctora”.

Decir esto, cogió y se marchó su padre, saliendo la chica de la consulta pocos minutos después. Tras salir, pude verla como me buscaba con la mirada, camino hacia donde estaba yo, no dejándome de mirar, llegando incluso a tocarme en el hombro levemente en el momento que se giró. Toque que lo entendí como una señal, señal que no era otra que significaba que la siguiera, cosa que hice, viendo como esta se dirigía hacia los aseos. Allí iba yo detrás de ella, viéndola como entraba en los aseos de caballeros, acabando por entrar en una de las cabinas del fondo, dejando la puerta entornada.

Nada más entrar y cerrar la puerta tras de mí, comenzamos a besarnos con pasión y lujuria… mmm, acariciándole por mi parte desde el cuello hasta la espalda, mientras ella me acariciaba el cuello y el pecho. Siguiendo por tirar de mi camisa hacia arriba hasta sacármela del interior de mis pantalones, momento en que deje de acariciarla y comenzara a desabotonar los botones de mi camisa. Mis labios dejaron de saborear sus labios para posarlo sobre su cuello… mmm, ella gemía levemente, llegando a acallarlos con mi hombro primero y poco después con mi pecho. Posando sus labios carnosos sobre mi pecho, besándolo primero para ir continuando por lamerlos hasta chupetear mi pezón, mordisqueándolos y producirme dolor… uuummm, no dejando de mirarme siempre que podía de una forma lasciva… ooohhh.

Baje la cremallera de su polar y comencé a desabotonar los botones de su camisa blanca, cuando ella me suelta con un tono bajo y suave…

  • “No me quites la camisa, no quisiera manchar mi uniforme”.

Acabando por dejar como único botón sin desabotonar el del cuello, dejando de esta manera su corbata roja puesta, continuando por acariciar sus senos por encima de su sujetador y tras soltar los corchetes, continuar las caricias sobre estos… mmm. Bajando mí rostro hasta que mi boca se hizo con ellos… uuummm, lamia, chupaba y absorbía con delicadeza sus pezones… uuufff, duros como escarpias… ooohhh, no dejando ella de gemir… aaahhh.

Mientras ella, había colocado sus manos… ambas en mi cintura, comenzando por soltar la hebilla de mi cinturón, desabotonar el botón del pantalón y bajar la cremallera, siguiendo por introducir una mano dentro de mis calzoncillos al tiempo que con la otra tiraba de mis prendas hacia abajo, comenzando a masturbarme… ooohhh. Soltándome…

  • “Uuufff!!!, es mucho más gruesa que la de mi novio… uummm”.

Yo seguía dedicado a sus senos, pero con la salvedad que mi mano derecha se encontraba ahora bajo su falda, acariciándole el coñito sobre sus húmedas braguitas… mmm. Acariciando sobre todo por la zona del clítoris… mmm, presionando con mis dedos sobre la abertura vaginal, presionando rítmicamente mientras uno de mis dedos lo he introducido por entre su ingle y el elástico de sus braguitas, introduciéndolo poco a poco en su orificio vaginal, soltando ella un gemido silencioso, digo silencioso pues mordió mi hombro para acallarlo… mmm.

Aun así continúe, comencé a ser malo y tome su clítoris por la base con dos de mis dedos… mmm, comenzándolos a moverlos de forma circular, frotándolos al tiempo que presionaba sin apenas fuerza, presionando sobre todo la parte superior de la vulva… mmm. Ella suspiraba y gemía…

  • “Uuummm… uuufff… ooohhh, uuummm… mmm… uuufff”.

No se las quite, deseaba continuar proporcionándole placer con ellas puesta, me contentaba por echarla a un lado y continuar dedeando su vulva al tiempo que presionaba suavemente… mmm. Poniéndola esto a ella cardiaca, pues entre jadeos ahogados la mayoría en mi pecho, no dejaba ella de masturbarme… mmm. Llegándome a preguntar…

  • “¿Tienes preservativo?”.

Contestándole…

  • “No me hacen falta, yo no uso”.

Soltándome ella…

  • “No me digas que estas… ooohhh”.
  • “Joder… uuufff, no pares… no pares… aaahhh, ahora no pares… uuummm”.
  • “Que suerte la mía… uuummm”.

En eso hundo mi dedo corazón dentro de su orificio vaginal… aaahhh, viéndola que estaba a punto, le bajé las braguitas hasta medio muslo y le introduje mi mano entre sus muslos, sintiendo sus labios vaginales ardiendo y muy húmedo. Tanto que hasta cuando saque mi dedo del interior de su orificio vaginal… mmm, llevaba conmigo un hilo de fluido… uuufff. Soltándome ella nuevamente…

  • “Fóllame, no vez que ya estoy lista… aaahhh”.
  • “No me seas malo… joder… ooohhh”.

No me detuve, entre besos y caricias, volví a introducirle mi dedo corazón, moviéndolo de arriba hacia abajo, recorriéndole cada parte de su vagina… mmm, explorando qué zonas le provocan mayor placer… mmm (como suelo hacerlo cada día con mi mujer). Dando con él a los pocos minutos… mmm, comenzando a trabajarlo y excitándola aún más… uuufff, estaba como loca… fuera de sí… uuummm. Mientras con mi pulgar no deje de frotar su vulva… ooohhh, no deje de penetrarla con uno de mis dedos, llegando a ser dos lo que introduje… mmm, viendo como su excitación aumentaba, no solo con las caricias sino era por el cumulo de ellas… ooohhh.

Tras un rato que no os sabría precisar, conseguí lo que deseaba, no siendo otra cosa que su primer orgasmo… uuummm. Observando con detenimiento su expresión, entre risas y quejas… mmm, mientras su cuerpo se estremecía de arriba abajo y se convulsionaba, no dejando por ello de dejar de acariciar, besar o magrear sus senos… uuummm. No deseaba que tras el orgasmo su orificio se cerrara, notándolo ella claro está, pues me miraba con maldad y tirando de mi polla hacia ella, acaba por sentarse sobre la taza del wc., acabando por llevarse mi polla a su boca… ooohhh. Comenzando por lamer mi glande, restregar sus labios carnosos por la punta, alzar la vista y clavar sus ojos en los míos… uuummm, tiempo que aprovecha por introducirse parte de mi miembro dentro de su boca, sacarlo y lamer mi tronco hasta mis huevos, magreándolos al tiempo que no dejo de acariciar sus cabellos con una mano al tiempo que con la otra, magreo uno de sus senos… uuuffff, haciendo hincapié en sus pezones… aaahhh.

Ella no dejaba de saborear mí polla, obviamente algo torpe, no quería decirle nada, ya que deseaba que ella misma fuera disfrutando, cosa que eso parecía… mmm, pudiéndola ver como en minutos se llevó su mano izquierda a su entrepierna, comenzando a hacerse un dedo… uuufff. No pude evitar tomarla por su cabeza, no solo para acariciar sus cabellos, sino llegando a oprimirla durante unos minutos a modo de que se la introdujera en su totalidad, cosa que desde un principio no puso impedimento ni pegas para hacerlo a pesar de las arcadas que tuvo… ooohhh.

Me gusto el cogerme mi miembro y sacárselo de la boca, restregándole mi glande por sus labios al tiempo que ella sacaba la lengua, mirándome con perversión… uuummm. Llegando a introducírsela con fuerza, follándole la boca, mientras ella me miraba perversamente… mmm. Comenzando a tener arcadas y por los gestos hasta nauseas, pero aguantando como una jabata. Soltándome…

  • «Entonces en serio que no usas».

Contestándole…

  • «Desde hace al menos cuatro años, ya no me hacen falta… mmm».

Me mira sonriente y me vuelve a decir…

  • «Uuummm… que suerte la mía, siempre he pensado que se sentiría al hacerlo al natural».
  • «Fóllame… yaaaa».

Le ayudo a levantarse, siento yo quien ahora se sienta sobre la taza del wc., colocándose ella encima de mí, colocando una pierna a cada lado de las mías. Mientras cojo mi miembro por el tronco al tiempo que ella misma, echa sus braguitas hacia un lado, comienzo por restregar mi glande por sus labios vaginales y poco a poco, voy introduciéndosela al tiempo que ella gime y suspira… uuummm.

Me mira con vicio, mordiéndose los labios, siendo ella la que poco a poco va cogiendo las riendas de la penetración al estar arriba. Mientras yo con una mano la tengo cogida por la cintura al tiempo que con la otra, magreo sus senos… mmm, acaricio su cuello al tiempo que incluso beso. Mis manos abandonan aquellas partes de su anatomía, uniéndose en sus nalgas… ooohhh, las cuales tomo y acaricio primero, continuando por magreárselas e incluso me atrevo a introducir levemente uno de mis dedos en su orificio anal… uuummm. Ella se queja al principio, pero sin ninguna convicción, acabando por incorporarse al tiempo que la saca de su coñito.

La miro como esta inocente con rostro y cuerpo de vicio, vuelve a agacharse al tiempo que su mano derecha toma mi polla, acercando su cabeza hacia mi miembro al tiempo que se aparta sus cabellos de la cara… mmm. Volviéndosela a introducir en la boca y ayudándose de una de sus manos, comienza a chupármela con firmeza… mmm, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo al tiempo que su mano, mientras con su otra mano he notado que se hace un dedo… uuuuhhhh. Preguntándome…

  • «No te gusta… mmm».

Respondo…

  • «Claro que sí… aaahhh».

Volviendo a decirme…

  • «Entonces porque no te corres».

Respondiéndole de nuevo…

  • «Quizás… porque estoy disfrutando y quiero que tu disfrutes».

Diciéndome…

  • “Pues mí chico no tiene tanto aguante cuando se la chupo, bueno quizás no tiene la experiencia que tienes tú, claro está ni los años… mmm”.
  • “Aunque espero que mejore… uuummm”.

Sonriente me mira, se incorpora nuevamente, quitándose las braguitas y volviéndose a colocar encima, no dejando de gemir, suspirar y jadear al menos un rato, quizás no más de cinco minutos. Tiempo que la hago levantar y hacerla sentar sobre la taza del wc., dirigiendo mi rostro hacia su pubis a pesar que ella intenta impedírmelo, quizás por timidez, vergüenza o temor. La tranquilizo al tiempo que beso y chupo, acelerando y alternando con lamidas, ayudándome con mi dedo corazón, jugando con su vulva… uuufff.

Pasando mí lengua desde abajo hacia arriba, lamiendo y recogiendo sus fluidos, tragándomelos y disfrutando con ello, cosa que ella también, pues me tiene sujetado por mi nuca a modo de que no me apartara… aaahhh. Soltándome…

  • «Que malo que eres, así tratas a tu mujer… uuufff».
  • «Joder, qué manera de chup… ooohhh».

No dejo de repetírselo, no dejo de posar mis labios sobre sus labios vaginales, chupándoselos, absorbiéndoselos y lamiéndoselos… mmm, ayudándome con una de mis manos… aaahhh, separando sus labios vaginales e introduciendo mi boca por completo, restregándole hasta mi propia barbilla… mmm. Ayudándome incluso nuevamente con uno de mis dedos, penetrándole despacio… uuufff, mientras noto y gracias a su cuerpo temblar, como va a obtener un nuevo orgasmo… mmm, no dejando de convulsionarse. No dejando de soltar…

  • “Joder… ooohhh, joder… uuummm”.

Acabando por soltarme…

  • “Que hijo de puta… uuuffff, pero que bien me lo comes… uuuffff”.

Saco mi rostro de su entrepierna, elevó sus piernas hasta colocármelas sobre los hombros, me inclino hasta que mi glande está en su entrada vaginal, presionando poco a poco al tiempo que va introduciéndosela… ooohhh, mientras ella no deja de gemir…

  • “Aaaahhh… ooohhh… uuummm, sigue… sigue”.

Silencio sus gemidos con mis labios, besándola, comiéndome su boca alternando con sus pechos, pezones enrojecidos no solo por mis besos o muerdos, sino por la misma barba… uuummm. Ella entre convulsiones me hace entender que vuelve a venirse, pues sería ya el segundo suyo… ooohhh. Entre suspiros me dice…

  • «Quiero que te venga ya, quiero sentirte dentro… ooohhh, quiero que te corras dentro de mí… uuummm, porfa… «

Se la saco y le hago levantar, girándola sobre sus mismos pies, haciendo que quedara de manera que me está dando la espalda, la inclino hacia delante al tiempo que le sugiero…

  • “Si quieres, apóyate con las manos a los azulejos”.

Ella echa su cuerpo inclinado hacia atrás, hasta el punto que choca sus nalgas contra mi polla, comenzando a restregar sus nalgas… mmm. Inclinada ella hacia delante se queda esperando, mientras yo levanto su falda, coloco mi miembro entre sus nalgas y comienzo a moverme… mmm. Masturbándome con sus glúteos… ooohhh, e ir poco a poco dirigiéndola hacia su orificio vaginal… mmm, soltando ella algún que otro gemido unido a algún suspiro…

  • “Ooohhh… mmm, aaahhh… uuumm”.

Mis penetraciones lentas al principio van acelerando a medida que sus gemidos aumenta, aprovechando el silencio para soltarle un par de palmadas en sus nalgas, dejándome llevar por el énfasis… ooohhh. Coloco una de mis manos en su hombro y embisto con fuerza, haciéndole que sienta mi glande dentro de ella… aaahhh, acabando por deslizarlas una desde sus nalgas al tiempo que la otra desde su hombro hasta sus pechos, cogiéndolos con ambas manos mientras ella gime y disfruta. Acabando por darle un par de nalgadas… uuummm, deteniéndome unos minutos… mmm, minutos que es ella la mueve su cuerpo… mmm, penetrándose sola no dejando de gemir y soltar obscenidades… uuuffff, haciéndome saber…

  • “Aaahhh… aaahhh, me vengo… ooohhh, no pares”.

Entre suspiros su cuerpo se contrae, jadeando como una loca y entre convulsiones se estremece, dando por hecho que ha vuelto a obtener un nuevo orgasmo… ooohhh… uuufff. Acabando ella por sacársela, quedándome sorprendido pues tanto que deseaba sentirla dentro, pero viendo aún más sorprendido como se arrodilla, cogiendo mi miembro y llevándoselo a la boca… ooohhh. Tragándosela y chupándomela con fuerza, observando cómo es un mete saca… mmm, como folla su boca… mientras me mira, no deja de tragársela al tiempo que me masturba con ansias, acabándole por decir…

  • «Me voy a correr… aaahhh, me voy a… mmm».

Chupándomela hasta hacerme correr, no apartándola ni sacársela de la boca hasta dejármela bien limpia, tragándose hasta la última gota de mi corrida… uuufff, mientras me mira sonriente… mmm. Se levanta y se sienta de nuevo en la taza del wc., mientras me mira con descaro y provocación. Aprovechando por vestirse mientras coge aire, descansando al tiempo que se abotona cada botón de su camisa, ajustando su corbata. Me inclino y cojo sus braguitas, acabando por agacharme y comenzar a colocársela, ascendiendo mis manos por sus torneadas piernas con su prenda. Nos miramos y no puedo evitar volverla a pasar mi lengua por su coñito… mmm, pues huele a hembra… uuufff, un olor embriagador que me hace hacer locuras… aaahhh. Me incorporo hasta posar mis labios sobre los suyos, comenzándola a besar, mientras pasó levemente varios de mis dedos por su vulva, calentándola nuevamente. Cosa que me dice…

  • «Tú nunca te cansa, eres insaciable… mmm».
  • “No te pareces a mí novio, siendo más joven tiene que descansar para reponerse”
  • «Si quieres otro día quedamos y repetimos, pero hoy no puedo más, no tengo más tiempo y además me tengo que ir a clase».

Pidiéndole antes de marcharse…

  • «Dame una mamadita más y te dejo marchar, te lo prometo… mmm»

Me mira y me suelta…

  • “Que borde eres… no”.
  • “Pero me gusta que un hombre me trate así… mmm, me pone mucho”.
  • “Además, me gusta que seas así de directo… mmm, me van los chicos malos”.

Alarga la mano hasta mi miembro, lo coge y tira de mí hasta tenerlo delante de su boca, me mira a los ojos al tiempo que pasa su lengua alrededor de mi glande, besa y le da un muerdo, introduciéndoselo de una sola bocanada hasta la mitad, mientras magrea mis genitales… uuuffff. Cosa que me da por pedirle…

  • “Déjame que te la meta por detrás, déjame ser el primero que te la meta por tu culito”.

Suelta mi miembro, mirándome sorprendida, me responde…

  • “Como…”.
  • “Eres un pervertido o qué”.
  • “Además, yo nunca lo he hecho por ahí. No te digo que no vaya a hacerlo alguna vez, personalmente no me agrada, incluso pienso que el único que obtendría placer de esa manera serias tú, mientras yo sentiría mucho dolor. Aunque eso tampoco lo se…”.

Todo esto me suelta sin dejar de masturbarme con su mano, diciendo esto, coge y se la vuelve a introducir dentro de su boquita… uuuffff. Sonando en ese momento una melodía que provenía de su móvil, móvil que tras cogerlo y contestar, doy por sentado que es su padre, al cual le hace saber que ya ha salido de la consulta y que precisamente ahora iba a coger la moto, despidiéndose con un par de besos. Momento en que suelta mi miembro, arregla sus ropas y tras darme un piquito, me pide…

  • “Mira por favor que no haya nadie, me moriría de vergüenza que saliera y encontrarme con un hombre”.

No diciéndomelo dos veces, salgo y tras dirigirme a la puerta, miro fuera y le hago una señal a modo de que pueda salir, saliendo esta no sin antes darme un papelito doblado, papelito que más tarde en la sala de espera miro, viendo que es el nombre de la chica acompañado por un número de móvil, donde puedo leer…

  • “Luego seguimos hablando por el whatsap”.

Eso sí, no hemos dejado de hablar por el whatsap, no dejando de calentarme ya sea por escrito con charlas caliente y sugerentes… como mandándome fotos. Pidiéndome que nos volvamos a ver, pues desea repetir lo del aquel día en esos aseos… mmm. Rogándome que la folle de nuevo, pues su novio no sabe hacerlo como yo lo he hecho, no dejándola satisfecha pues echa de menos esos tres orgasmo que tuvo… mmm. Ofreciéndome como regalo su virgen culito, pues desde ese día sea informado mucho mejor, leyendo que haciéndolo bien es tan placentero como el sexo vaginal… mmm.

Bueno aquí os dejo mi experiencia con esta chica, experiencia que duro no más de media hora, resumido en estas páginas, aunque creo que aconteció mucho más. Pues eso que derrochamos que no solo fue pasión, deseos, sexo y mucho más, donde hicimos mucho más, pero acortado por no extenderme.

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