Algo más que una simple cena familiar

Lo que os voy a relatar es un simple deseo aunque no me importaría que fuese real.

Mi mujer es una gordibuena. Esta entradita en carnes, tiene unos buenos pechos, un culito respingón, y una cara muy bonita. Una de mis cuñadas también es una gordibuena, un poquito menos de pecho, pero muy bien puestos, un culito redondito, y morena de piel.

Este fin de semana hemos tenido un encuentro familiar, y como la casa era pequeña nos tuvimos que repartir. Con mi buena suerte de que nos tocó en la habitación que estaba arriba digamos que más separada del resto de la casa. Y para colmo se fue a dormir con nosotros mi cuñada. Cuando llegue a la habitación ya estaban las dos con una camiseta puesta sin sujetador por debajo y unas braguitas. Intente que no se me notara, pero era imposible.

Mi cuñada- Que pasa cuñado ahora te vas a asustar por ver algo?

Yo- Para nada, tal vez las que tendréis que tener algo sois vosotras.

Mi mujer- Yo no me asusto ni de ti (por mi) ni de ti (por su hermana).

Yo- No tenéis valor ninguna a enseñarme las tetas y chuparoslas mutuamente.

Mi mujer- Estas jugando con fuego y te puedes quemar.

Mi cuñada-Ese es el sueño de cualquier hombre. Que nos darías a cambio?

Yo- Os dejo elegir.

Se juntaron las dos y empezaron a cuchichear.

Mi mujer- Queremos que nos folles a las dos.

Alguna vez habíamos hablado de hacer un trio pero nunca nos poníamos de acuerdo.

Mi Mujer- Quién mejor que ella?

Yo- Por mí sin problema.

Se quitaron las camisetas y esas tetas se quedaron al descubierto. Automáticamente mi polla se puso tiesa. Y empezaron a jugar con los pechos la una con la otra. Mi cuñada empezó ha jugar con el pezón de mi mujer con su lengua. Yo no aguante más y me saque la polla para acariciarmela.

Mi mujer- Parece que te gusta lo que ves.

Yo- Mucho no veo el momento de meteros mi rabo.

Se volvieron a mirar y a cuatro patas se acercaron a mi. Me bajaron los pantalones y comenzaron a chuparme la polla a la vez. Estaba en el cielo, mi mujer y su hermana estaban llenando mi rabo de sus babas.Cogi la cabeza de mi cuñada, apunte a su boca y la hice tragarsela hasta la garganta, aguante unos segundos y se la saqué. Seguido hice lo mismo con mi mujer, aunque a ella se la saqué y metí varias veces. Las tumbe en las camas y las quité las braguitas. Mi mujer tiene un coñito peludo que de vez en cuando se lo depila para darme una sorpresa. Y mi cuñada lo tenía depiladito, se notaba que la gusta llevarlo sin un pelo. Las hice apartarse y me tumbé yo. A mí mujer la hice seguir comiéndome la polla, pero a mi cuñada la hice sentarse en boca para comerla el coño. Ya estaba empapado, era fácil meterla la lengua y jugar con el. Decidí poner la legua dura simulando una polla. Cada vez sus envestidas eran más rápidas y más fuertes hasta que de pronto cerro sus muslos y note como mi boca se llenaba de sus flujos, a la vez yo no pude evitarlo y me corri en la boca de mi mujer sin poderla avisar. (En el único lugar donde me deja correrme en su boca es en la ducha pero esta vez no la importo), se fue hacia su hermana y con la boca llena de lefa comenzó a besarla. Estaban compartiendo mi lefa!!!!! En ese momento aproveche y la metí un dedo en el coño buscando su clítoris. Comencé a mover mis dedos rápidamente para buscar que se corriera… No tardo ni 30 seg. Nos tiramos un rato a descansar, y pasados cinco minutos, note como una lengua estaba jugando con mi polla.

Mi cuñada- Esto habrá que revivirlo y dejarlo bien limpio no? Ven aquí hermanita. Que calladito tenías las comidas de coño de tu marido.

Mientras mi cuñada me limpiaba los restos de lefa con su lengua mi mujer me comía los huevos. Después de dejarlo bien limpio las peque a las dos un morreo. Las puse a cuatro patas y sin dudarlo a quien primero se la quería meter era a mi cuñada. Será imaginación mía, pero un coño depilado y húmedo es una bendición. Se metió mi rabo hasta el fondo, la peque una cachetada y comencé a bombearla el coño, mientras tanto escupí en mis dedos y comencé ha lubricar el culito y coñito de mi mujer. Las dos gemían en voz baja eso sí, todavía me sobraba una mano así que decidí también jugar con el culito de mi cuñada. Que tendrán los culos, que en cuanto las toque el culo se empezaron ha correr a la vez. Yo estaba que no podía más, así que las avise, me puse de pie, ellas de rodillas con la boca abierta y riéndose, y sin más demora las eche la corrida de mi vida. En la boca, en el pelo, en la nariz.

Yo- Joder, no conocía esta faceta vuestra, pero me encanta.

Mi cuñada- Eres todo un descubrimiento cuñado.

Yo- Lo mismo os digo a las dos.

Nos abrazamos los tres, entrelazamos nuestras lenguas, estaban las dos como muy mimosas, pero había que recuperar fuerzas así que nos echamos a dormir.