Amantes jamás pensados, paraíso sexual

Eramos compañeros de oficina ya hacía unos cuantos años, ambos desde hacía un tiempo percibíamos una atracción sexual, muy controlada pero notoria. Hasta ese día en que nos encontramos sólos en las oficinas haciendo horas extras. En el día en cuestión era muy notoria la tensión sexual al punto de incontrolable. Esa barrera que nunca habíamos cruzado se dio. Cada movimiento de nuestros cuerpos al rededor nos hacía subir la adrenalina. El deseo se palpaba a simple vista. Se cruzaron nuestras miradas en los momentos finales cuando ya era la hora de retirarnos, y nos comunicamos con la mirada, porque tanto él como yo hicimos lo mismo avisar en nuestros hogares, que nos demoraríamos un tiempo más largo de lo previsto. Es que ambos eramos casados. Yo tomé mi cartera, él su saco, salimos hacia la playa de estacionamiento de la compañia y fuimos hacia nuestros respectivos coches. El, al bajar del ascensor me dijo: ¿me seguis o te sigo? , no hizo falta aclarar nada más supimos al instante que eso significaba ir a un hotel alojamiento. Yo lo seguí, tomó la Panamericana y llegando a Bancalari, enfiló hacia el desvio de la entrada al hotel «Jardines de Babilonia», con sus piezas temáticas, que según elijas te incentivan la fantasia del momento.

Ese primer encuentro, resultó más de lo que habíamos imaginado, nuestros cuerpos mostraron todo ese tiempo de deseo contenido, nos olvidamos de todo y sólo nos dedicamos gozar, de cada roce y penetración. Yo por los años de casada, estaba alejada de esos orgasmos en que sientes que la vida se te escapa, de tan intenso. El disfrutar en pleno sexo de todas esas palabras calientes que un hombre te dedica en momentos apasionados, los elogios a tu cuerpo. La previa fue increíble con un sexo oral impagable, donde no dejo lugar sin besar, lamer y morder. Y dónde yo le mostré que yo era tan buena, al devover la acción, que lo dejó loquito. Luego de varios orgasmos donde mis gemidos según su decir lo ponían más salvaje. Encontramos el momento de descansar y relajarnos en el jaquzzi, hasta de la hora nos habíamos olvidado. Cuando retomamos fue un sexo más violento de penetracion dura y gran lujuria. Fueron tres horas de un algo increible. Pero llegó el momento de separarnos, quedando dispuestos a más encuentros, ninguno estaba pensaba frenar esta entrega amorosa.

Llegamos muy tarde a nuestras casas, con el sabido quilombo por tanta demora, y un sin fin de mentiras con las que adornamos el hecho, para calmar los ánimos de nuestros conyugues. Pro esto sólo fue ésta primera vez, luego pasamos a ser expertos mentirosos para armar nuestras excusas. Llegamos a alquilar un dpto, cerca de nuestro trabajo, para ahorrar en el gasto del hotel, por segurridad y aprovechar mejor el tiempo. El felíz tiempo se extendía y se volvia triste en tiempo de vacaciones o fines de semana era muy dificil encontrar una excusa para esas fechas. Aunque algua vez inventamos cada uno por su lado un viaje de trabajo, por dos o tres días que se daba en ese tiempo de encierro en el dpto, donde nos comportabamos como conejos jaja.

Un día en el dpto, él me dice, que ocurrió algo que podía cambiar nuestra relación, que dependía de mi aceptación y convertirla en un incentivo sexual para ambos. Muy intrigada y no entendiendo nada le pido que me explique. Es en ese instante que me entero que hacía un mes que su esposa sabía de nuestra relación, y que si no se armó un desastre es porque en este tiempo el pudo calmarla, aprovechando que ella siempre mostraba un cierto interés por los trios sexuales. Como ella amenazaba no sólo su separación con todo lo que ello representaba para él, que le quitaría el contacto con sus hijos, sino que también hablaría con mi esposo y le contaría todo. Yo al igual que él, mi mayor preocupación también eran mis hijos y romper un matrimonio de tantos años. A raíz de esa conversación ella acepta en un principio hasta que el me convenza del trio, filmar sin que yo me de cuenta nuestro encuentro sexuales, para luego verlos en su intimdad con ella. Al saber esto me puse loca lo quería matar, pero en verdad estaba acorralada, luego que el me calmó después de mucho hablar, y por algo que sucedió,luego de ésta confesión, nuestro acto sexual fue muy intenso porque esta vez si era consciente de que nos estaba grabando y que luego su esposa me vería cogiendo con él, el morbo se desató,

El muy astuto en los sucesivos encuentros me trasladaba todo los comentarios de su esposa cuando me veía y comenzó a decirme que a ella le gustaban mis lolas, mi culo, y que pensaba que el día que el lograra convencerme del encuentro, sin ninguna duda me haría un sexo oral que me enloquecería quería ver en mi rostro la cara de goce que él producía. Esto iba haciendo que mis ratones comenzará a trabajar, en esa idea y yo me daba cuenta que comenzaba a desear probar algo así. LLegó el día que estando en dpto, me dice en una rato llega Bibi, me puse tensa, yo sólo la había visto en fotos. Era una mujer menudita, pero bien proporcionada. Yo en cambio soy una mujer alta con abundante lolas y culo, lo que me hacia más mujerona a su lado. Llegó muy bien vestida, lucía atractiva con un rico perfume y se mostró muy natural y complaciente, estaba claro que deseaba este trìo y estaba dispuesta a todo por lograrlo. Ella cortó el frio de la conversación y lo tranformó en una conversacion entre amigas con mucha confianza, enseguida me dijo que al ver mis lolas en el video, la calentaban mucho, que ella siempre quiso tener un buen par de tetas. Supo como calentar la conversación y me pidió que le dejara mostrarme, que bien me podía hacer sentir, que era tantas las ganas que había acumulado viendo los videos, que sabía muy bien como hacerme gozar mucho más que su esposo jajaja..si esto por lo sopresivo me produjo risa, y fue ahí donde ella se acercó a mi y me dio un tremendo beso en la boca, me la comió, mientras su esposo nos desvestía.

En cuanto él me saco el soutien ella tomó mis senos con sus manos y comenzó a elogiarlos, y en pocos minutos puso un pezón en su boca y con la otra mano pellizcó el compañero. no me pregunten cómo, ni porque mis pezones se pusieron duros de calientes. Mientrás él me sacaba la vedetina y comenzó a jugar con mi clitoris, entre ambos me hacían gozar como una perra y mis gemidos envalentonaban a ambos, me moje toda con un primer orgasmo donde ella retiró los dedos de su esposo y llevo su boca para saborerar mis jugos, él comenzó a acariciar mis culo con insistencia entre ambos me habian puesto a mil, ya no razonaba sólo quería seguir gozando de ese modo. Ella deja de de chupar mi concha y toma el miembro de él y se lo chupa hasta ponerlo duro y con sus propias manos lo dirige a mi conchita, utilizando palabras obcenas que más me calentaban, mientras ella con la otra mano se pajeaba, y me daba sus dedos húmedos a chupar. Cuando su esposo derrama su leche sobre mi concha viene a chuparla mientras su esposo se coloca a su espalda para penetrarla por el culo. Cada embestida de él era un placer mayor para mi porque ella empujaba con su lengua y mentón en mi concha, incluso metía sus dedos lo más profundo que podía en mi. Luego eramos dos las que le hicimos una fellatio al mismo tiempo, que por sus gemidos estaba claro estaba disfrutando como loco.

Debo confesar que el goce en ese encuentro fue muy alto creo para los tres… y fue el comienzo de una realación diferente, ya no de dos sino de tres.