Así conocí a mi marido y me convertí en su perra
Nos conocimos en una red social, el me envió solicitud y yo lo acepte, que me ocurrió con el aún no lo sé con exactitud, solo se que lo amo profundamente y amo como me coge.
Soy alta, más alta que el, con caderas y nalgas grandes, pechos medianos pero bien formados, cintura reducida pero con un poquito de grasa abdominal, en otras palabras gordi- buena, cabello largo hasta la cadera piel blanca y labios pequeños; el es delgado, moreno y más bajito que yo.
Cómo lo decía unas líneas atrás nos conocimos por una red social, hablamos y hablamos por días y días hasta que la curiosidad nos llevó más haya de todo eso, nos citamos y desde que nos vimos supimos que nuestro destino era estar juntos, al sentir sus labios en los míos mi vagina se humedecido de inmediato, cuando preciono mi cuerpo contra el suyo sentí un gran bulto en su pantalón, seguimos besándonos hasta que con una de sus manos tocó mis senos redondos y firmes, eso me calentó enormemente, mi vagina comenzó a humedecerse, yo dejé que su lengua recorriera mi boca y después el cuello yo respondía con gemidos suaves, y apretaba más y más su cuerpo contra el mío, con una mirada me indico que subiera a su auto, me senté en el asiento del copiloto, me dió un suave beso, y aceleró nos fuimos a un lugar apartado, se detuvo y comenzó a besarme de nuevo, más y más demandantes eran los besos, abrí las piernas y el metió su mano a mi pantalón, tocaba mi clítoris sentía que iba a explotar y de un momento a otro se detuvo yo me acerque al cierre de su pantalón, metí la mano y cuál fue mi sorpresa una verga enorme, gruesa y deliciosa, sin pensarlo la metí a mi boca, hasta sentirla en la garganta, la saqué y con mi lengua la lami por completo, con mis manos tocaba y jugaba con sus testículos, lo escuché gemir delicioso, con una de sus manos agarro mi cabello y en forma de cola de caballo hacía que esa riquísima verga entrara más y más profundo en mi garganta, y con la otra mano apretaba el volante sin dejar de gemir y retorcerse.
De un momento a otro sentí su verga palpitar el momento había llegado su semen salió disparado en repetidas ocasiones, varias deliciosas descargas, mire su rostro y su expresión era invaluable el máximo placer llegó a su rostro, fue extremadamente exitante ver su orgasmo pero yo quería más, mi vagina estaba más que lista para ser penetrada, pero mi amor tenía otra cosa en mente, agradeció mi destreza oral diciéndome que soy la única mujer que le había sacado la leche con la boca, y me dijo te toca gozar mi chula, me regreso a mi asiento, me besó y saco mis senos del brasier, los lamió delicadamente mientras apretaba fuertemente con sus manos la sensación era inigualable, aún con las tetas de fuera, metió la mano a mi pantalón y con los dedos tocó mi clítoris jugo con el en circulos mi orgasmos estaba por llegar, y empezó a morder mis pezones, justo cuando estaba por correrme sostuvo mi cara jalando mi cabello me dijo eres una buena y deliciosa puta, eso fue el punto donde no pude más, y sentí mis piernas temblar y los fluidos salir inundando mi asiento mojando mi ropa y haciéndome gritar de placer mientras el miraba complacido la escena.
Más adelante les contaré cómo se volvió mi esposo, el amor de mi vida y como me volvió su putita, su perra, su golfa, su sumisa …