Así me reciben en la universidad

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Antes de empezar el relato quería aclarar que quizá este sea el primero porque me han descartado el que iba a ser en realidad el primer relato que iba a publicar, y creo saber antes de que me contesten cual fue el verdadero motivo del descarte: dentro del relato contaba como una persona borracha me hablaba por WA y al estar citando la conversación ponía los mensajes tal y como me los enviaba ella, con faltas de ortografía, palabras incompletas con varias letras que faltaban… No se hasta que punto eso se puede considerar como faltas de ortografía como para descartarlo, pero no tenía una copia guardada del relato y me da mucha pena que se vaya a perder. Si veo que este relato tiene mucho apoyo y muchos comentarios diciéndome que puedo mejorar igual me animo a reescribir el primero, que no es por hacer hype, pero me parece que es mi mejor anécdota y la más morbosa que puede ser llevada a relato erótico. Aún así conservo la esperanza de recuperar mi primer relato y publicarlo lo antes posible porque creo que os va a gustar bastante. Dicho esto no me enrollo más y procedo con este (volveré a presentarme aunque en el otro lo haya hecho con más exactitud):

Yo soy Juan, por aquel entonces un chaval de 19 años que estaba en el segundo año de universidad estudiando periodismo y ya que la universidad me quedaba muy lejos de mi pueblo me alojaba en una residencia universitaria durante el curso. En la residencia siempre hubo muy buen rollo entre todos, y los veteranos eran los encargados de crearlo y vigilar que nadie estuviese solo y que todos al final acabasen haciendo amigos sea en el grupo que sea. Al ser mi primer año como veterano tenía que intentar integrarlos a todos, y eso podía tener también sus ventajas ya que podía conocer a todas las novatas que entran con la excusa de ser veterano y poder ordenarle hacer algunas cosas, como subir a mi habitación a traerme cualquier producto de la cafetería, hacerme la cama, ayudarme a deshacer la maleta… y con esa excusa estar a solas con esa novata a cualquier hora del día. Y falta me hacía porque al final del curso pasado mi novia me había dejado y la verdad es que estaba a dos velas, porque llevé la ruptura algo mal (las primeras novias siempre dejan huella).

Por hacer una descripción algo rápida mía era un chico moreno, 1,85m, 19 años como ya dije antes y cuerpo bastante atlético porque jugué toda mi vida al fútbol y en la universidad jugaba con el equipo de la residencia en una liga universitaria, de ahí venía mi popularidad ya que no jugaba nada mal y aunque no fuese parte de ningún grupo de gente popular todos los populares me conocían y me invitaban cuando salían de fiesta para ir con ellos por el tema del equipo de fútbol. Eso hacía que muchos novatos me conociesen, pidiesen consejo y casi admirasen sin que yo hubiese hablado nunca con ellos y a veces ni sabía sus nombres casi, era algo nuevo para mi ya que nunca me gustó ni estar entre los populares ni destacar tanto entre la gente, pero una vez que lo viví tampoco estaba mal del todo.

Los momentos en los que más gente se conoce en esa residencia eran las novatadas. Antes de que digáis nada no son novatadas como las que salen en las películas simplemente para humillar a la gente y demás, esas eran para que todos los novatos se conociesen entre ellos, hicieran amistades, nos conociesen a nosotros… Todo buen rollo, aún no conozco a nadie que se hubiese quejado por ello. Las novatadas eran un día a la semana estipulado entre los veteranos cada semana y al acabar nos quedábamos todos bebiendo calimocho hasta que decidíamos irnos a cama.

Yo aquel año notaba que al ser veterano tenías más poder obviamente y que todos los novatos se acercaban a ti para empezar a conocer gente y algunas novatas parecía que les ponía eso de que tu tuvieses autoridad y fueses conocido por todos los de la residencia. Entre eso y el alcohol todo se acaba haciendo muy fácil. Tuve varias noches locas ese año, la primera por ejemplo fue con Claudia, una chica rubia, 18 años, 1,70m, bastante guapa, delgada, con pocas tetas pero muy buen culo. Se me acercó y le dije:

– A ver novata como me llamo? – Todos los novatos deberían saber cualquier dato nuestro por estúpido que nos pareciese, un amigo por ejemplo hizo que todos los novatos se supiesen su DNI, en caso de no saberlo le escribes lo que quieras con permanente en el cuerpo.

– Ay, tu nombre me lo sabía eh te lo juro… Era algo que empezaba por J… Javier?

– Mal novata, levántate la camiseta por la espalda que te voy a poner mi nombre: JUAN, y vamos a jugar mi amigo y yo al tres en raya en tu espalda.

– Por la espalda no tengo sitio ya, si quieres por delante…- se levanta la camiseta y nos deja verla en sujetador con sus tetas pequeñas, encima al medir poco y yo más que la media, podía verle prácticamente los pezones rosaditos y erectos.

Después de ponerle mi nombre encima de las tetas ella no se quejó para nada. Mi amigo Luis y yo nos pusimos a a jugar al tres en raya en su abdomen y de repente alguien empujó a Luis y se le cayó su vaso de calimocho encima de Claudia mojándole toda la camiseta, las tetas, el sujetador y el abdomen. Eso nos dejaba una panorámica incluso mejor de la que teníamos.

– AAAAAAAAAAAAAAAAAH, joder quién fue el imbécil que empujó a Luis? Ostia mirad como me ha puesto. Ya tenía frío antes ahora voy a coger una pulmonía o algo jodeeeeer. Nadie tiene algo de ropa que dejarme ahora aunque sea para volver a la residencia- hacíamos las novatadas fuera ya que la residencia no quería saber nada de ellas y dentro no nos dejaba por si pasaba algo, aparte de que daba mala imagen para ellos de cara a los padres que un dia por semana se organizase algo así.

Me quité mi sudadera de entrenar que llevaba puesta porque sabía que se iba a manchar y se la dejé.

– Toma, toma, sécate con ella si quieres.

-Gracias.

-Oye perdona eh, no era mi intención tirarte todo encima, pero no se quien de estos de atrás me empujó y…- Dijo Luis.

– No pasa nada si ya me iba a ir igualmente que mañana tengo clase a las 8:30. Pero al menos el trayecto a la resi ir sin ropa mojada porque ya de por si soy tendiente a pillar pulmonías y catarros, si voy así…

Dicho lo cual se quitó la camiseta empapada de mocho, se secó con mi sudadera, se la puso y con ella puesta SE QUITÓ EL SUJETADOR. Para que os hagáis una idea mi sudadera de entrenar era de estas finitas del todo para poder entrenar también en verano, y es como una tela de una camiseta interior pero abriga un poco mas por el tipo de tela, pero es igual de fina. Si antes se le veían los pezones erectos desde arriba, ahora se le marcan perfectamente con la sudadera.

– Oye gracias por la sudadera, te juro que te la lavo y te la doy mañana de verdad.

Nos vió mirándole a los pezones y se los tapó con una mano y poniéndose algo colorada

– Uy, ya os dije que tenía frío ya, bueno me voy que se me hace más tarde y me constipo igual.

Nosotros seguimos un rato, pero Luis empezó a hablar con otra novata más íntimamente y el resto de mis amigos se habían ido ya antes a cama así que me despedí de Luis y me fui a la residencia. Al subir las escaleras en el primer piso vi a Claudia que aún iba hacia su pasillo.

– Oye novata, está usted bien? Que ya se había ido hace un rato y la veo por aquí.

– Si, es que me crucé con un par de veteranos que me dijeron que mañana les tenía que hacer la cama y tal. Yo creo que vieron que llevaba el sujetador en la mano y querían algo más jajaj.

En ese momento estaba tapándose aún los pezones pero se destapó de manera intencionada y me dijo

– Muchas gracias por la sudadera, la quieres de vuelta ahora?

– No quédatela lo que te haga falta mujer

– Creo que no me has entendido, mi habitación está ahí al lado, no hay nadie alrededor… toma tu sudadera.

Se la quitó en medio del pasillo y se quedó en topless delante mía. En su favor diré que sus tetas eran algo más grandes de lo que aparentaban, y solo estaban algo por debajo de la media. Incluso se veía que no tenía marcas del bikini lo que indicaba que estaba a acostumbrada a enseñar las tetas de playa en playa o como mínimo en el jardín de su casa. Y si mi sudadera de entrenar era fina, los pantalones cortos lo eran más, y se me empezaba a notar mi polla bastante morcillona.

– Parece que para tener las tetas pequeñas a tu amiguito le gustó esta situación no?

Con lo que me metió la mano por debajo del pantalón corto y me la empezó a sacudir de arriba a abajo hasta que se me puso erecta del todo.

– Claudia vamos para tu habitación ya que si no te pongo aunque sea contra esa pared eh.

– Y cuál es el problema de hacerlo así?

– Pues que nos van a escuchar desde todas las habitaciones por ejemplo?

– Venga vamos para dentro anda, pero nos van a escuchar igual que te lo digo yo.

En parte tenía razón, por las noches se escuchaba absolutamente todo, mi vecina de al lado tenía que escucharme a mi y yo siempre la escuchaba a ella con su lío. Una vez dentro de su habitación le quité sus leggins, poco debió faltar para rompérselos y le quité el tanga dejando al descubierto ese gran culo en pompa que tanto anhelaba. En aquel momento nos pusimos a follar como simios en celo sin ni siquiera llegar a la cama, ya directamente en la entrada de la habitación contra la pared, yo además iba muy acelerado por llevar tanto tiempo a dos velas y ella gemía que no es que nos escucharan solo los de esa planta, nos debía estar escuchando toda la residencia. Al final después del sexo desenfrenado le dije que me iba a correr, se agachó y abrió la boca como una perrita esperando su comida y le eché toda la corrida en la cara acertando bastante en la boca. Limpió lo que pudo con la mano y se lo llevó a la boca.

– Bueno, qué tal?

– El mejor polvo que había tenido hasta hoy y eso que llevo desde 4 de ESO con novio.

– Ah, cortasteis este año?

– No, no, pero tu de esto no vas a decir nada no?

– Yo si tu quieres no, pero no le vuelvas a hacer esto a tu novio.

– Si fijo que él está haciendo lo mismo en su residencia, anda y que le den y si no que venga más a visitarme que una tiene sus necesidades.

– Bueno ya me llevo de paso mi sudadera.

– No, no por dios! Ya te la lavo yo, de verdad! Encima que me la dejaste te la voy a devolver toda llena de calimocho después de secarme con ella. Además así de paso tengo otra excusa para traerte a mi habitación eh…

Al día siguiente me envió un mensaje diciendo que tenía la sudadera pero no tenía tiempo para otro «encuentro», sus compañeros le dijeron que tenían que entregar una práctica el vienes y ella no se había enterado, ya que como veis le iba más la fiesta que otra cosa. No fue nuestra última vez, pero el resto fueron simples líos de vez en cuando, ninguno tan casual y eléctrico como aquel primero.

FIN

Espero que seáis conscientes de que es mi «primer» relato después de que hoy decidiesen descartar el otro, así que pido que las críticas no sean demasiado duras, pero espero vuestra opinión en los comentarios. Tengo varias noches universitarias que contar y mi relato estrella que de verdad pienso que os va a encantar (a mi ayer escribiéndolo se me puso durísima de recordarlo todo y me tuve que hacer una tremenda paja que ni viendo porno me corría tanto últimamente), ojalá poder recuperarlo y subirlo con el formato que me pida la página, aunque sigo sin considerar poner mensajes de texto tal y como te llegan como error ortográfico pero bueno. Si veo mucho apoyo a este, reescribiré el resto estrella y alguna noche universitaria loca más, que ya veis que ser veterano tiene claras ventajas. Hasta pronto!