Cuando me encontró una señora

El día que me descubrió una señora

Fue hace muchos años cuando aún no salía vestida ni por error; me daba un pánico y ahora es la mejor experiencia que busco cada que puedo; días en que ni por mi cabeza pasaba ir a una estética a maquillarme a la vista de todos, jamás y ahora hasta pido cita y me tratan como una mujer más o ir de compras por ropa interior femenina; y ahora no solo lencería, medias brassieres, pantaletas que son mi debilidad. En esos días en que mi travestismo y gusto por la ropa femenina solo se reducía a fantasías, ver ropa en los aparadores de tiendas y leer relatos de la página Todorelatos.com y después que encontré la oportunidad y aun así; ir a escondidas al departamento de una amiga transexual que conocí en una página de Facebook que decía “Escuela de señoritas” ven a aprender a maquillarte y ser una señorita; luego de ver ese slogan no dude en llamar y después de innumerables episodios de nervios e indecisiones por fin me decidí a llamar y concertar una cita para que me maquillara y disfrutar lo que sería un placer que me había perdido todos mis primeros años de travesti de closet.

Ya cuando llegue con mi amiga a su departamento en una zona bonita de la Ciudad de México, esta chica que llamaré Renata me trato como una chica, que de inmediato me sentí excitada y extrañada al mismo tiempo porque era la primera vez que alguien me veía como mujer, enseguida me paso a sentarme , en su mesa mientras ella estaba acomodando su maquillaje para mi sesión y fue cuando me pregunto qué es lo quería, si una transformación, aprender a maquillarme, aprender a ser una señorita o sencillamente dejarte llevar por el momento y aprender a ser esa mujer que deseaba ser y me quedé pensando por unos minutos sin saber que hacer o decir, me sentía desnuda, no sabia que es lo quería o quería todo, pero como ella lo vio, tomo la iniciativa y me pregunto si traía mi ropa , y le dije que si. Ella entonces me dijo ve pasa al al baño y cámbiate para que pueda maquillarte y te sientas más en tu nuevo papel de Julia.

Morí ese momento, sería la primera vez que alguien me viera vestido de chica y esta iba a ser especial, ya que una hermosa chica transexual me iba a arreglar y estar en sus manos mi feminidad que ya se estaba asomando.

Pase a su baño y me desvestí toda, para ese momento me había depilado con crema nair todo mi cuerpo y era una sensación maravillosa, y bueno ya toda desnuda pase a ponerme mis pantaletas, eran una blancas satinadas y un brassire pushup para darle forma a mis boobs y claro mis rellenos de silicona; después me puse las medias negras muy oscuras para mi gusto, y un vestido satinado azul turquesa y una blusa de seda de manga larga blanca aperlada encima que según yo se veía bien, el vestido que me llegaba arriba de las rodillas, en ese entonces no me ocupe de accesorios ni perfume ni nada, solo vestir de chica, y claro mis hermosos tacones, unos negros que había comprado en un tianguis y por suerte eran de mi talla, ya solo me puse la peluca y salí, con un miedo increíble ya que sería la primera vez que alguien me viera travestida. Al salir, muy amablemente la chica me dijo que pasará a sentarme enfrente de su mesita donde tenía todo su set de maquillaje. Toda una experiencia nueva; llena de emociones, aromas, sentimientos; pero por alguna razón lo disfrute tanto como si ya me hubiera pasado. Renata como le llamaré a la chica que me maquillo, empezó a decirme lo que estaba haciéndome, ya que en realidad era una clase de maquillaje, pero en el transcurso del colorete, el labial, las sombras , el delineado y sobre todo el contour , pues me perdí en ese océano de nuevas emociones y sensaciones, esas texturas y esos aromas que me consternaban desde que era niña con los cosméticos que alguna vez tome de mi mamá; y ahora se hacían realidad todas esas fantasías. Mientras tanto Renata me decía a detalle todo lo que hacía en mi sin detenerse y muy minuciosamente iba poco a poco materializando su obra entre tanto me decía como lo hacía y para que lo hacía, pero yo, miraba mis medias, acariciaba mis vestidos sobre las medias, jugueteaba con mis tacones , sentía presión en mi entrepierna por las medias y las pantaletas ajustadas , que por cierto había sido recién comprada, y pues estaba nuevecita.

Mis nervios fueron bajando hasta llegar a disfrutar plenamente de mi sesión de maquillaje y sentirme como si estuviera en el salón de belleza como toda una mujer que disfruta su feminidad, ya que Renata no solo me iba diciendo sus pasos a seguir , me preguntaba sobre qué color me gustaba más, que labial me podría quedar, como me gustaría mis sombras y así sucesivamente todo iba fluyendo hasta que por fin termino y me dice

-anda ve al espejo , mírate como quedaste –

Yo no sabia lo que iba a ver, pero camine lentamente hasta su espejo que estaba del otro lado y fue cuando me vi por primera vez arreglada completamente y fue un click inmediato me guste al instante me identifique como Julia y me gusto ver mi reflejo, sabía que era yo , pero en mi versión femenina.

Renata me dice

-Estas bien bonita te queda muy bien el vestido, luces muy femenina-

Y eso me puso como pavorreal y seguí caminando en su sala, como lo más femenina que podía, y mientras ella se sento a tomar un café y me decía como caminar y me decía que para ser mi primera vez caminaba muy bien en tacones; a eso le conteste

-es que me la psaba caminando en tacones en las noches en mi recamara-

Ella se rió, dejo su café y tomo mi cámara

-camina hacia el espejo y date vuelta y mira la cámara, diviértete niña-

Esas fueron sus palabras y úes me deje llevar y era yo por fin de años de esperar ser Julia en plenitud

Y asi fue pasando el tiempo hasta que pues tenía que irme, ya era tarde, habían pasado tres o cuatro horas disfrutando de mi feminidad, pero tenía que irme, no antes sin quitarme mi ropa, aunque me deje las pantaletas, si me tuve que quitar todo lo demás y pues la sensación era rara, me sentía como si algo me faltará. Y pues venia la parte más difícil dejar de ser esa mujer otra vez y tenía que desmaquillarme, pero ahí el detalle fue que ella no me desmaquillo y yo con lo poco que sabía, pues no fue suficiente y lo comprobé el día siguiente.

Ya pasado todo el furor de mi primer sesión de maquillaje, al otro día ya en el trabajo; pero con las sensación a flor de piel, aun sintiendo como si aún tuviera los tacones puestos, como el viento entraba debajo de mi vestido esa tarde con la señorita Renata, pero ahora solo podía conformarme con llevar unas pantaletas negras de encaje muy cómodas debajo de mi ropa deportiva, aunque se me olvido ponerme leggins, pero pues ese no fue el mayor de mis problemas.

Sin darme cuenta una de mis alumnas, una señora ya madura un tanto guapa y que se había hecho muy cercana a mí, pues se me quedaba viendo raro y pues yo sin saber la verdad, y el día paso inadvertido a excepción de mis recuerdos de la tarde anterior que me había dado la oportunidad de conocerme ese lado de mí, y pues los días los contaba para volver a ir con Renata, pero también los días en el trabajo seguían y seguían hasta que un día platicando por whatspp con esa señora salio a la plática un día que ella traía un vestido muy bonito y mis ganas de chulearla en buena onda le dije

-que bonito vestido traías la semana pasada-

Ese comentario desemboco en algo que no lo hubiera visto venir

Ella me dice en tono de broma, – si quieres te lo presto- ese comentario hizo una explosión en mi s adentros y sin dejar pasar la oportunidad y siguiendo la broma, pues le dije

-si, pero no me va a quedar-

ella era muy menuda, aunque muy guapa , de pocas curvas , si se notaban, pero ella era unas tallas más chica que yo, y bueno ella siguiendo la broma, pues me dijo tenía otros que si te podrían quedar, yo ya no sabía que decir, pero no sabía sin confesarle mis gustos , o dejarlo pasar y que se quedará en broma, pero ella continuo.

-Si gustas te podría prestar un vestido y te verías increíble con esas súper piernas, ya que parecen de mujer-

Ese comentario me dejo frio y al mismo tiempo ya nada me impedía decirle mi gran secreto.

La plática continuo sobre vestidos, medias, tacones, lencería como dos mujeres hablando de moda entre amigas, hasta que me dice

-sabes la otra vez te vi con restos de maquillaje, pero no quise decirte nada, no sabía cómo decirte que no te desmaquillaste bien, tenías brillitos en tus pómulos-

No supe que hacer o decir … guarde silencio y le pregunte que pensaba al respecto , me dijo

-esta bien, aunque me hubiera gustado verte totalmente maquillada-

Ya me empezaba a hablar en femenino y eso no tenía precio, fue una de las mejores sensación que se dirigiera a mi como mujer

Después me dice

-me vas a enseñar cómo te ves ¡verdad¡ –

Yo ya no sabía que hacer o decir, me habían descubierto y en ese inter de no escribir nada, me escribe y me dice

-y sabes que también me di cuenta, de que tienes unas hermosas piernas, parecen de mujer y pues como toda mujer, debe llevar unas bonitas pantaletas-

Seguía sin escribir

-esa ocasión también note que llevabas unas pantaletas negras, se te veían porque como tus pompas resaltan mucho, pues se notaba el puente de las pantaletas y solo las prendas femeninas lo traen-

Mori y revivi en ese momento , en verdad por la emoción de mi primer sesión de feminización no me percate de todos los detalles que me llevaron delatarme frente a esta mujer, que hasta ese momento era mi alumna, y ahora quizás se podría convertir en mi cómplice o en mi delatora

Continuara en el próximo relato ….