Desde pequeña lo quise y ahora lo hago, compartir mi cuerpo con mi familia

Mis primeros recuerdos de mi infancia es el pene de mi papá, grande y lleno de vellosidad.

Mi familia tenía practicas nudistas y solíamos estar desnudos la mayoría del tiempo.

El cuerpo no es para avergonzarnos, gracias a ello desarrollamos una alta autoestima.

Ahora, al ser una señorita que ama de hacer sexo oral con sus compañero y profesores del colegio.

Sabía que llegaba el momento de probar mi primera penetración, hasta que la oportunidad se presento

con mi hermano mayor Juan de 19 años, jugador de basquetbol y un chico solicitado por las chicas.

El sábado pasado quedamos solo en casa y suelo ponerme ropa apretada, pero creo que me pase cuando sali en ropa interior

para ver la tv. Juan no dijo nada.

Prepare los pop corn y las sodas. Él estaba buscando la película.

Y aparece una imagen de una mujer siendo penetrada por tres hombres.

El no cambia el canal solo se queda mirando me y me encono de hombros.

Camine hasta el sillón y podía sentir como me empezaba a humedecer, coloque mis glúteos al frente de él, de un golpe en

la pompi derecha me quito, y dijo que buen glúteo tienes.

En ese momento pude observar que se empezaba a marcar su pene de 18 centímetros en su pantalón.

Supe que era el momento, así que me senté de piernas cruzadas permitiendo que observara mi entre pierna.

Tenía mis labios vaginales hinchados y empezaba a lubricar.

Juan se empezó sobar su pene, y me miro tragando en seco.

Se bajo los pantalones dejando rebotar su enorme miembro, que me resulto apetitoso.

Me quite la ropa interior y el empezó chupar mi clítoris dando gritos de placer.

Sabía que mi padre volverían tarde.

Deje que mis pechos se liberaran rebotando y mostrando mis rosados pezones.

Después de chupar y lamer todo mi sexo.

Me miro y se lanzó sobre mí, colocando la punta de su pene en la entrada de mi vagina.

«Eres virgen» me dijo con sorpresa, y le respondí «no por mucho tiempo»

Sentí un presión dolorosa y placentera, al ver como su pene entraba separando mis paredes y quitando me la virginidad.

«Duro» grite

«Estas apretada »

Me empezó a embestir lentamente y pude ver lo agitado que estábamos.

JUAN! ay! ay!

Su pene estaba llenando me de placer, y solo pensaba en que no queria que terminara.

Mis pezones duros y parados pechos rebotaban, hasta que me volver y me puso en cuatro arqueando mi espalda, permitiendo que llegara

más profundo.

Choros de su espeso esperma me llenarlo hasta escurrir por mis piernas.

Esa fue la primera vez que me penetraron, pero, no la última.

Continua con el papá, tío y amigos de su hermano.

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