Después de mostrarse orinando. A mi madre le excita que la vean

Mi nombre es Jose, mi familia esta compuesta por mi padre el cual es arquitecto, mi madre es ama de casa mas por gusto que por no tener de otra, mi historia comienza cuando las obras de albañilería de una mansión a cargo de mi padre terminaron, para esto el dueño de la casa le pidió a mi padre hacer una convivencia con los albañiles, para esto le pidió a mi padre llevar a mi madre para que ella le sugiriera muebles, luces y cosas de esa índole ya que la casa seria un regalo para su esposa y mi madre al ser mujer obviamente tendría ese gusto a diferencia de un hombre que es muy diferente.

En aquella ocasión mi madre iba vestida con un pantalón legguing, unos botines de tacón y un crop top, el cual básicamente era un brasier forrado con encaje negro y debajo de esta una cinta de encaje, mi madre normalmente no usaba este tipo de blusas o como se le pueda llamar, por ello lo uso con un chaleco blazer.

realmente mi madre se veía espectacular, dado también a sus largas horas haciendo ejercicio en casa, esto para no aburrirse estando todo el día ahí.

Pues al llegar a la obra aun gris, mi madre, mi padre yo y el dueño, recorrimos la casa mientras mi madre iba dando sus ideas, también iban bebiendo algunas copas, mi madre no es común que beba así que le empecé a poner atención para evitar que se emborracharse.

Después recorrer totalmente la casa fuimos a la planta baja y empezamos el convivió con los albañiles, mis padres y sorprendentemente el dueño de la casa.

Después de otras copas, el duelo le pide a mi padre hablar en privado para hacer cuentas sobre sueldos, costos de diferentes muebles y piezas con las que se llenaría la casa, así como pintura y bueno todo lo que se gastaría para terminar totalmente la casa, para ello mi madre y yo nos quedamos con los albañiles, los cuales algunos se levantaron de la mesa improvisada, y salieron a jugar futbol otros se quedaron ahí bebiendo cerveza o tequila, en un momento dado mi madre solo me dice.

– Ahorita vengo cariño.

La veo salir de la casa y dirigirse al auto, ahí deja su blazer y veo que voltea a varias direcciones y toma rumbo, imagine que quería conocer la propiedad.

– Una copita joven.

– Si por favor.

De un momento a otro entra un albañil y se dirige a una de las habitaciones para regresar y hablar con otro albañil, vuelven a aquella habitación con cierta sonrisa cómplice, a mi me intrigo aquellas sonrisas, quise indagar pero no tenia pretexto para ir con ellos, de repente recuerdo a mi madre y recuerdo el vocabulario en doble sentido que usan estas personas y decido ir a buscarla, la casa estaba rodeada de diversos materiales de construcción así que había una especie de laberinto y camino zigzagueado en una de las bardas cubiertas en forma de «U» por piedra que se usa para cimentación veo a mi madre subiéndose la tanga y luego el legguing, en el suelo había una mancha húmeda de algún líquido el cual imagine eran orines pues el cuarto de baño aun no tenia el Wc instalado.

me cubrí con la piedra para no ver a mi madre en su intimidad, escucho los pasos de mi madre y vuelvo a caminar.

– haaa!.. que haces aquí?.. me espantaste!

Al avanzar hacia mi madre me percato de que detrás de ella hay una ventana de vidrio obscuro que no permitía ver hacia adentro.

– Vine a buscarte para ver si estabas bien.

– Si cariño, solo viene a (bajo la voz ) hacer pipí.

Caminamos juntos regreso con los albañiles, estando a un costado de la casa me inquieta la ubicación donde mi madre se encontraba orinando pues daba justo a donde los dos albañiles se habían dirigido.

Entramos a la casa y vemos a los albañiles bailando entre si con alguna canción que pusieron en una bocina bluetooth, tomando de la cintura a mi madre hago que siga caminando conmigo y de entra habitación en habitación nos dirijo hacia donde los dos albañiles habían ido, al llegar, efectivamente estaba el vidrio obscuro acercándonos se aclara mas y vemos la humedad de la orina.

– Mira, que pena, si alguien hubiera estado aquí.

– De hecho, si… hubieron dos albañiles que vinieron para acá.

– En serio? (mi madre se llevo las manos a la cara)

– Si.

Regresamos con los albañiles los cuales seguían bailando, nos sentamos y nos ofrecieron refrescó.

Al inicio de otra canción uno de ellos le pidió a mi madre bailar con el.

– Le permite a su mamá bailar, joven?

– Si tu quieres má.

Después de unos instantes en los que mi madre me miro dudosa se levantó aceptando la petición del aquel tipo.

A primera instancia el tipo tomo la mano derecha de mi madre con la suya y poso la mano izquierda entre el hombro y el codo, la mano izquierda de el la puso en la cintura de mi madre hasta lo vi todo normal, pero después de casi o pasando un minuto, paso la mano derecha de mi madre a su cuello y ambas manos es este se posaron sobre las sobresalientes nalgas de mi madre, ella lejos de molestarse, alejarse o tener una reacción a una señora, ella poso su otra mano detrás del cuello del tipo entrelazando ambas manos y pegando su cuerpo al del tipo, el nerviosismo me dejo inmóvil y solo estuve al pendiente de que no sucediera algo mas, después de algunos minutos se acabo la canción, los demás presentes al ver que mi madre dejo que le tocaran la parte superior de sus nalgas le pidieron inmediatamente bailar con cada uno, fui hasta donde mi madre ya esta rodeada por la mayoría de los albañiles presentes.

– cientate que ya estas mareada.

– No cariño, estoy bien.

– No… Ya estas mareada.

Tome de la mano a mi madre y la lleve conmigo a que tomara asiento, los albañiles me quedaron mirando, apenas nos sentamos y mi madre cruzo las piernas y empezó a acariciarlas, se llevo el dedo índice a los labios y empezó a recorrerlos sensualmente mirando al frente, en ese momento entro mi padre con el dueño de la casa.

– Ya te dio calor amor?

– Si, hace bastante.

– Verdad que si (agrego el jefe de mi padre)

Nos dirigiamos al auto y al mirar hacia mi madre vi que iba acariciando sus nalgas de manera insinuante.

Al llegar a casa mi madre se fue a su habitación, mi padre a su estudio y yo a mi habitación.

– Tengo que salir, mas tarde regreso!!!

se escucho en el primer piso con la voz de mi padre, me asome por mi ventana y efectivamente el iba saliendo en su auto, me dirigí a la habitación de mi madre para hablar con ella pero se encontraba durmiendo cosa que no me sorprendió para nada iba a regresar a mi habitación pero la imagen de las manos de aquel tipo encima de las nalgas de mi madre cruzaron fugazmente por mi mente así que regrese a contemplar sus nalgas paradas de manera que nunca había hecho, ahí esta yo, mirando sus formas redondas, no pude evitarlo, lleve una mano desde su espalda baja hasta el inicio de esas nalgas, pude sentir por encima del legguing las orillas de su tanga seguí tocando puse verticalmente la mano de manera que el dedo medio quedo en el canalillo de sus nalgas y los de dos ligeramente extendidos tocando las nalgas, mi madre se movió y eso me lleno de pánico, haciéndome salir casi corriendo de la habitación.

no volví a salir de la habitación hasta que me llamaron a cenar.

Al día siguiente mi madre me despierta temprano diciéndome que quería ir a Valle de bravo pues le apetecía ir a pasar un par de días haya y si yo quería acompañarla, mi padre no podría ir pues tendría que encargarse de algunas compras para la casa.

– Si ma vamos si quieres.

– Si cariño, ya me hace falta tomar el sol… solo esperame me cambio y nos vamos.

– Si ma.

Cuarenta y cinco minutos mas mi madre apareció con una minifalda corte A blanca un pequeño saco ajustado y debajo se le miraba una blusa transparente cubierto por el saco.

– Listo cariño vámonos.

Saco su auto y me pidió que manejara yo, ya que salimos de casa sin comer en el camino nos detuvimos en un pequeño restaurante después de comer le dije.

– Ahora vengo ma, voy al sanitario.

– Si cariño te espero.

Después de hacer mis necesidades regreso a donde ella y lo que vi me dejo en total sorpresa, mi madre ya no tenia el saco puesto, tenia la blusa obscura transparente y debajo se le miraba un brasier transparente con detalles de encaje delgado, que permitía ver sus pezones a través de las prendas, pero no era todo mi madre tenia las piernas cruzadas en alto de manera que se le veía muy bien las piernas.

– Listo ma, vámonos.

llame al mesero que desde que llego a la mesa se mostró muy interesado en ver las redondas tetas de mi madre y sus pezones.

Apenas subimos al auto empecé a conducir.

– Que crees que haces?

Mi madre volteo a verme y pregunta?

– A que te refieres?

– Pues a que ha decer? ayer dejas que ese tipo te toque las nalgas y hoy usas esa ropa dejando que todo quien se pare frente a ti te mire los pechos prácticamente desnudos.

– Pe… perdoname cariño si ayer te incomode o si esta ropa lo hace… ayer supongo que la bebida no me dejo reaccionar o… no se.

– Como no, eso quizá te lo entienda si me dices que no te diste cuenta que te podían ver como te bajabas la tanga o el pantalón para orinar pero no te creó que no sentiste como te manoseaba las nalgas.

– Oye que me estas faltando al respeto.

– Y crees que para mi esta padre ver como mi madre se deja agarrar la nalgas o deja que extraños te vean los pechos.

Se queda agachada unos segundo y luego me dice.

– Deten el auto o espera a llegara a Valle para que terminemos de hablar.

Continuo el camino el camino por tres horas en silencio y con un tanto de enojo.

Al llegar a la casa apenas entro y le digo efucivamente.

– Ahora si, que me tienes que decir?

– Sientate.

Obedezco su indicación y ella se sienta a lado mio y toma mis manos.

– Mira, lo que te voy a decir no me es fácil decírtelo, no es muy normal que una madre hable de esto con su hijo, pero… hace tiempo que tu papá no me dice un elogio, no me hace halagos o alguna palabra bonita, tu has visto que me mato haciendo ejercicio para ganarme una palabra bonita de el, que me diga, no se… que me veo bonita, que estoy guapa o porque no que me diga que estoy buena, que me acaricie o me toque sensualmente… Ayer que me dijiste que los albañiles me habían visto orinar, me imagine que mientras inconscientemente les daba un espectáculo y buena vista de mis nalgas, ano y seguramente también de mi vulva, la verdad es que me excite pensar que les excite lo tome como un elogio… yo se que esta mal, pero no lo pude evitar, por ello me deje llevar, por eso me comporte como lo hice, como una jovencita tratando de ser coqueta, por que ello me hizo sentirme hermosa otra vez, me hizo sentirme bien conmigo misma ver que provocaba deseos a alguien, me subió el autoestima, el mismo que tu padre se ha encargado de bajarme… Y lo de Ahorita, esto (dijo tomando con las manos su blusa) igual, quiero sentirme sexy, quiero sentir que aun no soy tan vieja y que aun le puedo gustar a alguien.

Apenas puede poner atención a las ultimas palabras de mi madre pues sus pechos atrajeron mi mirada y pensamientos.

– Pero que dices ma, si no eres vieja, a tus 35 años estas en la flor de la vida, es para que goces la vida, es como ahora, si tienes ganas de venir a tomar el sol, simplemente has lo, dime que eres vieja cuando ya no puedas ni levantarte… y sobre que no eres sexy, en verdad creó que lo dices en broma si estas… estas bien buena, ya quisieran muchas de mis compañeras de la prepa estar un poquito igual de hermosas que tu… y no necesitas vestirte (dije mientras tomaba la blusa en la parte de en medio de sus pechos), así para que alguien te mire.

– Gracias mi amor, pero se que me lo dices por que soy tu madre, se que eres capas de de decirme que estoy buena para hacerme sentir bien, pero no es lo mismo que me lo diga mi hijo a que alguien mas me lo diga o me lo haga saber y no es que no valore tus palabras si no que tu me ves con hijos de hijo y no de hombre… bueno sabes a que me refiero.

Los argumentos de mi madre eran buenos, no le podía pedir que evitara hacer algo que le hacia sentir bien o que como ella me acababa de decir, hacer algo que le subía la autoestima.

– …

– Tranquilo cariño que no voy a ser le infiel a tu padre, lo amo y a ti te respetó y para nada me metería con otro hombre.

– Te entiendo, pero igual no me seria fácil, saber que otro hombre que no sea mi padre te esta mirando los pechos o te agarra las nalgas aun que sea por encima del pantalón, además eres mi madre y sin que lo tomes a mal, se supone que habiendo confianza entre tu y yo, yo debería mirar o conocer algo mas de ti de lo que la demás gente podría conocer de ti, no..? y repito no lo tomes a mal.

Después de mi argumento mi madre quedó pensando.

– Y que quieres mirar tu?

La pregunta me dejo sin palabras

– …

– Si te tengo confianza cariño, por eso me anime a contarte todo esto, no creas que todas las madres van contando a sus hijos sus intimidades o que es normal usar la palabra excitación frente a tu hijo… Mira esta bien, cada que alguien ajeno a tu padre me vea o me toque algo, tu veras y tocaras lo mismo, te parece.

– No se mamá.

– Anda cariño, ahora que tu sabes de la esto quiero tu aprobación, quiero saber que cuento contigo, y también mira que bien me podría dar igual y hacerlo sin importarme lo que pienses, otras mujeres ni piensan en sus hijo he… Además pienso ser mas complaciente contigo.

– En que manera.

Apenas termine de hablar cuando mi madre se levanta, se retira la blusa, el brasier y se sienta en mis piernas subiendo su vestido de manera que el contacto sea la piel de sus piernas y nalgas con mi pantalón.

– De esta manera… A esto te referías con que tu tenias derecho a conocer, mirar y tocar algo mas en mi que los demás? Aun que en el restaurante casi nadie me vio los pechos aquí los tienes, miralos…

Las tetas de mi madre eran un par de gotas grandes con un canalillo entre ellas, me era imposible dejar de mirarlas, eran hipnóticas.

– Esta bien, pero no quiero que muestres tus pezones, eso sería el extra que solo yo y papá conoceríamos.

– Esta bien cariño, entonces mas tarde me acompañas a comprar algunas cositas, si?

– Si.

– Mientras vamos a la piscina a tomar el sol antes de que se haga tarde y me quede con las ganas de tomarlo

Ambos nos dirigimos a las habitaciones que nos correspondía a cada quien, en menos se cinco minutos me dirigí a la piscina con mi típico bañador tipo short, desde mi camastro vi a mi madre llegar envuelta en una toaya.

– Bien cariño, preparare para conocer un poco mas a tu madre.

Dicho esto dejo caer la toaya.

vestía, (si se le puede llamar así), un micro bikini, el cual eran tres óvalos de 2cm por 5cm, y el resto eran hilillos que sostenían a estos óvalos de tela blanca transparente, que me permitía ver los pezones de mi madre, el ovalo de la tanga era un poco mas gruesa en la parte de la vulva aun así permitía mirar el triangulo de vello púbico.

– Y como me veo?

– Me vas a provocar un infarto.

– mas bien una erección, por lo que veo.

Sin darme cuenta mi amigo se había despertado y era muy evidente, me incorpore quedando sentado para tratar de ocultarlo un poco.

Mi madre no tardo en sentarse en mis piernas.

– No te preocupes cariño, lo tomo como un alago.

Se levanta y se acuesta boca abajo en su camastro, yo para bajar mi erección me habiendo al agua, al emerger salgo frente. a mi madre quien tiene las piernas ligeramente separadas y me deja ver como sus nalgas se tragan el hilillo del bikini, salgo del agua y me vuelvo a acostar mas turbado que antes.

durante la tarde bebimos algo para bajar la calor del clima, por la tarde la acompañe de compras, nos dirigimos al área de lencería y compramos algunas cositas entre las cuales estuvieron unos silicones cubre pezones, al regresar encontramos una sexshop, tanto mi madre como yo nos quedamos mirando.

– Vemos que puedo comprar?

– Si quieres.

– Si… había visto unos cubre pezones que me llamaron la atención, entramos al local y encontramos algunos cubre pezones interesantes en diferentes formas y colores, así como pinzas para pezones y otros artículos, al llegar a casa cenamos y cada uno se fue a su habitación, de mi parte nada mas que una buena chaqueta recordando a mi madre y sus tetas.