El director me hace una paja en su despacho hasta que me corro

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Estoy muy cachonda y tengo ganas de follarme al director. Voy andando por el pasillo cuando me le encuentro y me acerco a él.

-Hola, te quería comentar un par de cosas.

-Genial, dime —dice él amablemente.

-Es que prefiero que lo hablemos a solas si no te importa.

-Vale, pues acompáñame a mi despacho.

Veo que está inusualmente amable conmigo y voy con él hasta su despacho. Veo que lo ha remodelado y me encanta.

-Me encanta cómo has dejado el despacho, está precioso.

-Gracias, me alegro que te guste.

-Y me encantan todos los nuevos sofás de terciopelo rojo.

-Pruébalos si quieres.

-¿En serio?

-Claro, siéntete como en casa.

Le hago caso y me tumbo en uno de los sofás. Es muy muy cómodo. Me estiro en el sofá con los ojos cerrados. Cuando abro los ojos el director está tumbado encima de mí. Me lanzo a besarle, pero no me deja. Sin embargo, me susurra al oído.

-No puedes besarme, que luego dicen que te regalamos las notas por favoritismo.

-Y es verdad —le digo.

Empieza a darme besos en el cuello mientras me masajea el clítoris. Yo no puedo evitar gemir.

Noto como su polla erecta se restriega contra mí y tengo muchas ganas de ver su pene. Así que dirijo mi mano hacia su paquete. Él me detiene.

-Siempre estás estresada porque intentas controlarlo todo. Relájate y deja que te dé placer.

Sigue masturbándome hasta que me corro. Después de correrme me quedo dormida en el sofá y la última imagen que veo antes de quedarme dormida es que se saca la polla y empieza a pajearse.

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