El escondite de la masturbación

Hola, este es mi primer relato y también es la primera vez que escribo uno, asi q sepan disculpar mis errores.

Me llamo Gabriel, tengo 25 años, bisexual, mido 1,75, tez blanca, ojos marrones, pelo negro, no soy una persona muy sobresaliente del resto. Tenía una vida sexual regular hasta que bueno… la pandemia arruino un poco las cosas. Así que todo este año me la pase en una misma rutina, de la casa al trabajo y viceversa, así que cada vez que tengo un momento a solas en mis días de descanso aprovecho para ver uno que otro video XXX y masturbarme como cualquiera en mi situación lo haría. Pero un día las cosas cambiaron un poco de nivel, yo vivo en un segundo piso en la casa de mi padres y fuera de mi habitación hay un tipo balcón que da hacia la calle y hay unas habitaciones que mi padre está construyendo para alquilar que, por problemas económicos, la construcción está detenida hace un tiempo, el tema es que una noche a las 4am me levante a orinar y vi que en las habitaciones entraba la luz de la calle por la ventana pero, como estaba en un segundo piso y al no tener casas de esa altura cerca, no se veía nada si pasabas caminando. En ese momento el morbo comenzó a hablarme al oído y me empezó a acelerar un poco el corazón, vi varios videos sobre exhibicionismo pero nunca se me paso por la cabeza probar, así que fui me puse en un lado oscuro de la habitación y comencé a masturbarme… DIOS QUE COSA MAS RICA, me había sentado en piso todo sucio pero no me importaba, el morbo de estar en un lugar sin puertas y sin ventanas y con la adrenalina de que alguien pueda entra y verme ahí tirado me calentaba más a tal punto q en un momento me escupí la mano y me lo pase por mi ano para luego meterme un par de dedos…. Dios, nunca había estado tan excitado en mi vida, tenía 2 dedos en mi ano y la pija dura a punto de estallar, me acostaba en el piso sucio y no me importaba, quería coger o ser cogido me daba igual las 2, estuve ahí como 20min tirado y aguantando las ganas de eyacular hasta q me decidí y eyacule en la palma de mi mano, siempre quise probar mi semen, pero cada vez que quería hacerlo las ganas se convertían en asco luego de eyacular, ese día estaba tan caliente que decidí hacerlo tenga o no ganas. Así que eyaculé y me lo puse en la boca, el sabor era raro y me dio un poco de asco, pero sabía que en otro momento ese asco iba a pasar a ser otra cosa. Desde ese día cada vez q tengo oportunidad y no puedo dormir, aprovecho y me voy a masturbar en mi escondite a la vista de todos, hoy por ejemplo está lloviendo y como las habitaciones no tienen techo aún, quiero probar que se siente el agua fría sobre mi cuerpo mientras estoy acostado en el ese piso sucio con la luz de la ventana que es la única testigo de mis morbos.

Espero que les haya gustado, tratare de hacerlo mejor la proxima vez