El perro de la casa del lado

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El Perro de mi Vecino:

Estube más de cinco días encerrada en la pieza de la pensión. _ ¿ Depre? _ No lo sé.

No quería ver a nadie.

Me levantada tarde , tipo 11 AM., Tomaba unos mates y me volvía acostar.

A veces , me despertaba llorando , otras veces , riéndome.

Crei que me estaba volviendo loca. No sé que es la locura , pero sentí que algo en mi cabeza estaba fallando.

Desesperada y con mucho esfuerzo me propuse salir a caminar por el parque. Daba un par de vueltas y me volvía a encerrar.

Por la noche me masturbaba para bajar la tensión que sentía.

Buscaba objetos fálicos y me los clavaba por atrás y por el frente: desodorantes , mango de paraguas, tacos de zapatos , pepinos, zanahorias , etc, etc , etc.

Un día salí a la calle para buscar sexo, de cualquiera, sin pretensiones :

Me le ofrecí al encargado del edificio , al kiosquero , al chico del delibery, pero se asustaron al verme tan decidida.

Caminé por el borde de las vías del tren con la esperanza de ser violada . Nadie me daba banana. Nadie tenía el coraje.

Cansada de buscar el placer en otros, me fui a un sexshop y me compré un consolar del tamaño de un burro.

Era de color carne, flexible y muy realista.

Esa misma noche me prepare para la auto_satisfaccion : mezcle lubricantes con caramelos mentolados , para favorecer y aumentar el placer.

Cuando estaba a punto de complacerme , tocaron a la puerta. Era mi vecino que me pidió que cuide de su mascota, un hermoso macho de raza Basset ( batata): un perro de patas muy cortas , cazador y de cuerpo fuerte.

Mi vecino necesitaba viajar para cuidar de su madre y se iba a ausentar por tres días.

Mientras me explicaba las razones de su pedido , no podía dejar de mirar el miembro del animal , que estaba muy bien dotado.

Contenta , le respondí que no habría ningún problema y que se ocupará de su familiar.

Ni bien cerré la puerta , me desnude por completo y me puse a caminar en cuatro patas.

Iba a ser su perra por varios días y como tal me iba a comportar.

Comería y me acostaría en el suelo, junto a el.

Deje que me huela y me dejó que yo también pusiera mi nariz en sus testículos, se los lamí.

Cada vez que mi sexo se caldeaba , el Basset , me lo limpiaba , y cuando sacaba su punta , yo se lo besaba.

Me sentía su novia, su hembra, su perra , su todo.

Sabía que para el era muy importante, sería su única oportunidad de coito, no moriría virgen .

Hicimos el amor por la mañana, durante la siesta y por la noche.

Teníamos relaciones cuando el lo deseaba , Yo siempre abierta , lo dejaba montar.

En el acto permanecía acostada, no necesitaba arrodillarme.

Sabía meterla con calidad, rapidez, profundo.

Su carne era suave, fuerte.

Su semen se sentía caliente dentro de mis entrañas. Me hacía vibrar .

Me gustaba completar mi desayuno con un trago de sus espermas.

Estimulaba sus testículos con mi boca y lo dejaba desagotar en mi vagina.

Éramos felices , fuimos felices.

Así vivimos por tres hermosos días, hasta que llegó su dueño y se lo llevó.