Me desvirgo el culo un maduro con mucha clase

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Antes que nada me presento; me llamo Guillermo, Guille para los amigos. Cuando ocurrió los hechos que os voy a contar yo tenía 21 años y acababa de llegar a Londres.

Siempre he sido un chico muy miedoso, demasiado preocupado del que dirán, tal vez. No solo por ser gay, sido ademas por que siempre me han atraido osos y maduros mucho mas mayores que yo. No es por poner excusas pero cuando vives en un pueblo pequeño, las cosas se acaban sabiendo. Supongo que por eso llegué virgen a los 21, nada de malo en ser virgen, a esa edad ni a ninguna, pero yo llevaba siendo un volcán de hormonas . Si no me pajeaba entre 2 o 3 veces al día no era persona. Pero por mucho que lo desease, no me atrevía a quedar con hombres. A veces bajaba apps de ligue solo para luego no responder a nadie (de todas formas todos pillaban lejos…).

Tampoco me gustaba salir de fiesta, no me llamaba la vida nocturna.Intentaba llamar la atencion lo menos posible y no me metia en lios en clase. De ahi que toda mi familia me viese como un niño bueno, alguen demasiado dulce y prudente (Sin sospechar las sórdidas fantasias que se me pasaban a cada rato por la cabeza cuando algun maduritonandaba cerca). De hecho cuando les dije que me iba un año a Londres a perfeccionar mi inglés no dejaron de darme por culo, de lo preocupados que estaban por mi.

Las primeras semanas fueron duras;no dominaba el idioma y no tenia a nadie allí. Me las apañe para encontrar habitación en un piso compartido con otros españoles y un trabajo de camarero. Mis compañeros de cuarto eran todos heteros y francamente, ninguno me cayo particularmente bien. Eran sucios y ruidosos. Creo que tenia las expectativas de poder conocer mas gente lgbt con la que compartir cosas, por lo que pasar de machitos hetero de pueblo a machitos hetero de ciudad decepcionó un poco.

Conforme fueron pasando los días y me fuí acostumbrando al piso, empecé a cojer confianza. Ya no estaba en casa de mis padres, era libre de salir a donde quisiera sin dar explicaciones a nadie. Y aunque me daba mucha verguenza que mis compañeros se enterasen de lo que tenía entre manos, me dije que la opinión de unos desconocidos no tendría que importarme y me bajé una app. Por primera vez me anime a poner foto de cara y todo.

Hablé con varios hombres, a cada mensaje mi polla se ponia mas dura. Esta vez iba en serio, uno de estos tios sería el que me desvirgara. Entonces le vi; en su foto de perfil salía con ropa de ejecutivo, con la camisa desabrochada mostrando un pecho de lobo y un barrigón de los que me vuelven loco. Estaba sentado en una butaca con un puro en la boca y con una actitud dominante que me volvió loco. Era una foto buena, ademas, no como la selfie cutre que yo acababa de hacerme.

No pensé ni por un segundo que un osazo como aquel me contestaría, pero lo hizo. Al principio se mostró algo tosco conmigo, supongo que se ha encontrado con mucho capullo. Me pidió telefono casi de inmediato y me hizo mandarle fotos en los que se me biese bien la cara. Cuando por fin quedó tranquilo de que no le estaba engañando o algo, se volvio mucho mad amable conmigo. Incluso me paso algunas fotos con leather gear que me volvieron loco y en las que se le podía ver la polla gordota que tenía. Me excitó tanto que me hice y le mandé fotos mias tocandome en las que se me veia la cara (primera vez que hacía eso).

El osazo me pidió quedar en persona en un pub y yo acepté. Al día siguente no podía pensar en otra cosa. Creo que algun cliente se percató de la erección en mis pantalones…

Acudí al pub con casi una hora de antelación. No parecía un bar gay, pero había bastante jente major. Cuando el osazo llegó, me tamblaron las piernas. ¡Que guapo era! Me dió la mano y me invitó a una birra. No soy de beber, y con nada de alcohol se me sube a la cabeza, pero no fuí capaz de decir que no.

La conversación fue algo… Dificil. En el movil tengo el traductor, pero en persona, bueno, mi inglés era deficiente. Tal vez por eso pensé que le habría entendido mal cuando me soltó «Te gustaron mis fotos? Te has tocado con ellas?». Me puse rojo como un tomate. ¿Cómo podía hablar de eso así, en público? En londres a la gente le da basicamente igual lo que hagas. Han visto de todo. No tarde en unirme a la conversación (la cerbeza ayudó) y contarle todo lo que quería hacer con esa polla gorda suya.(Aunque bueno, yo susurrando y sonrrojado).

El me sonrrió «vamos a mi casa, spanish boy». Vivia algo lejos del pub y para mi sorpresa se pasó el viaje en el Tube sobando mi culo e incluso me besó. A nadie le importo una mierda.

Su casa no era muy grande, pero estsba bien decorada y no intentaba disimular ni por un segundo que él era gay. Habia cuadros de hombres cachas desnudos (en plan artistico) y una buena coleccion de dvds porno a la vista en la estantería. El osazo me dijo que me pusiese cómodo y yo me senté en el sofá, recto como una tabla, temblando de nervios y con la polla tiesa.

Al rato, volvió de la cocina con la camisa abierta, un puro en la boca apagado y un par de copas. Mi polla casi explota. Se sentó a mi lado y me rodeó con el brazo. Podía notar su respiración. Intenté no mirarle directamente a la cara pero eso fué peor por que vi su paquete y me puse mas nervioso.

El me dijo algo que no entendí. Tras varios intentos y yo morirme de verguenza, comprendí que quería que le encendiese el puro. Cojí un encendedor largo que había sobre la mesa e intenté prenderlo de forna «sexy». No fué muy allá. Tar unas cuantas caladas, empezó a sobarme y a meter sus manos bajo mi camiseta «¿Fumas?» me preguntó. «N… No»dije sin poder pensar mas que en su mano sobando mis pezones» ¿Por que no? Es muy bueno! «dijo entre risas mientras me desabrochaba los pantalones.» no lo se… Yo… Oh. Oh! » El comenzó a pajear mi polla suavemente tras liberarla de su prisión de tela. Tan concentrado estaba en el toque de su mano sobre mi miembro que no noté el puro que me ofrecía hasta notarlo en mis labios. «Pueba» no pude resistirme. Intente dar una calada y humo negro llenó mi boca. Tras un par de intentos logré dar una bocanada correctamente. El sabor era amargo y desagradable… Pero me puso cachondo. «Despacio. Saborea, disfrutalo» yo no sabia si se refería a la paja o al puro pjero disfrute ambas y me derretí en el asiento.

Ya mas relajado y sin nervios, decidí que no aguantaba más. Le devolví el cigarro y me puse de rodillas entre sus piernas. Acaricié ese barrigón pelido y me maravillé por su tacto. Llevaba tanto deseando tocar a un hombre así… Le abrí la bragieta y saqué su pollón gordo y duro.

Para ser mi primera mamada, creo que no lo hice mal. Al menos el pareció disfrutarlo. El sabor de su polla era agrio. Un sabor potente, masculino. Mucho mejor de lo que yo jamás hubiese imaginado. Si hubiese sabido entonces lo adicto a las pollas maduras que soy hoy…

No se cuánto estuve con su cipote. Pero fué bastante, por que casi no le quedaba puro. El osazo me apartó y me pidió que le siguiese a la cama.

Una vez allí, me tumbó y me hizo pajearme mientras me abria el culo usando los dedos y lubricante. Esa mañana yo estaba nerviosisimo por si me habría lavado bien, pero en aquel momento solo quería que me follase.

La sensación fué algo rara, pero placentera. No tardé en dilatar y cuando el osazo creyó que estaba listo, se puso un condón, me puso a 4 y me la clavó. Al principio era muy incomodo, incluso algo doloroso. Pero una vez me acostumbré a la sensación… Fui consciente de que un señor de lo menos 50 me estaba follando. De que tenia su pollon dentro de mi. De que estaba desnudo en la casa de un osazo maduro y que acababa de chupar polla por primera vez… Me puse duro como una piedra a pesar del dolor. Empecéa tocarme y acabe por correrme en apenas unos segundos. El osazo hizo amago de parar, pero le agarre las piernas y en el mejor inlés que fui capaz de manejar le suplique que siguiese. Y ya lo creo que lo hizo. No tuvo piedad el cabrón.

Al rato de destrozarme el culo, me la saco de golpe. Me cojió del pelo y tiró de mi cara hacia su paquete. Se quito el condón y me lefó en la cara. No pude evitar lamerlo para comprobar a qué sabia. A día de hoy me sigue encantando el sabor de la lefa.

El osazo me invitó a pasar la noche y como no trabajaba al día siguiente, acepte.

Le comi la polla otra vez, esta vez se corrió en mi boca y me pajeó hasta correrme antes de dormirnos.

Al despertar al día siguente me encontre muy cómodo. No pense que podría estar tan comodo en casa de un desconocido. Pero aunque la casa era extraña, el osazo me transmitia confianza. Nos duchamos juntos y nos manoseamos bien, yo inclyso me corrí otra vez. Le dije que si quería volver a quedar y me dijo que si.

Al salir de su edificio, me sentia un hombre nuevo. No quería volver al armario nunca más. De camino a casa, pasé por una cava de puros y compré un par para mi. Total, quién iba a quejarse si fumo, ¿Mis padres? Compre también un cortador y un mechero largo. El dependiente me indicó que si quería que me cortase uno. Le dije que sí, y tan pronto sali del tube lo encendí mientras paseaba camino a casa y miraba los mensajes en la app.

Uno de mis compañeros me vio llegar con aquello en mi boca y se quedó algo sorprendido. Supongo que no esperaba aquello del «niñito bueno». «¿Llegas ahora? Que a donde fuiste anoche?» la pregunta me pilló de sorpresa. Pero estaba de buen humor y decidí que pasaba de seguir escondiendome «fui a que un señor de 50 tacos me reventase el culo» y sin decir mas me metí en mi cuarto.

Al tiempo encontre mejores compañeros de piso, pero eso ya es otra historia.