Me encanta ducharme…

Me encanta ducharme…por norma lo hago a diario ya no tanto por higiene, como por el placer que me proporciona…bueno, que me proporciono bajo el grifo de la ducha.

Comienzo sintiendo el agua caliente deslizarse por mi cuerpo…me gusta muy caliente…

Siento como cae en mi cabeza y como lentamente cala mis cortos cabellos.

Son abundantes y cuesta que penetre en mi cuello cabelludo.

Lo ahueco, lo levanto para que se empape y va cayendo después por mi espalda hasta mis riñones, continúa por las nalgas hasta caer al plato de la ducha.

El teléfono de la ducha tiene varias opciones de chorro.

Me gusta comenzar con el que simula una ligera lluvia.

Cuando tengo el cabello empapado me pongo de cara al grifo y dejo que el agua se pasee por mi cara; alzo el cuello para que así mismo me cale.

Dejo que caiga igualmente por mi escote.

Cientos de gotas resbalando por mis pequeños pechos, reposando algunas en mis pezones rosados.

Los acaricio con mis pulgares, poniéndolos totalmente erectos, duros, firmes y sobresalientes.

Tiro de ellos, los estiro y eso me excita; mis pechos siempre han sido uno de mis puntos mas erógenos.

Estoy convencida de poder llegar a tener un orgasmo si me los trabajan bien, pero aun no he encontrado a alguien que se tome la molestia de hacerlo.

Mis manos invaden mis pechos y mis dedos sienten el agua cayendo entre ellos.

Los masajeo, los estrujo, los junto, los levanto, los separo…!dios, como me gusta disfrutar de mis caricias!

Las manos los cubren casi por completo.

Después bajan a mi vientre liso para terminar en mi pubis, acariciando con las yemas mi sexo.

Cojo mi esponja y el gel espumoso de musgo blanco.

Vierto una pequeña cantidad en ella y comienzo a frotar dulcemente mi cuerpo hasta convertirme en un cúmulo de espuma olorosa.

Paseo la esponja nuevamente por mis pechos, deslizándola con facilidad y resbalando por mi cuerpo.

Enjabono mis hombros y omóplatos, mis costados y mis piernas y mi trasero, al que dedico más tiempo del necesario.

Sentir la esponja resbalando por mis nalgas, introducirla entre ellas, llegar a mi sexo y darme pequeñas caricias me proporciona un placer indescriptible.

Y cuando ya me sé excitada, cuando después de tanta caricia necesito una corrida, cojo el teléfono de la ducha, lo pongo en modo chorro…y comienza el placer mas puro!.

Con el agua muy caliente y a muy poca distancia la dejo caer a presión sobre mis pezones….

La fuerza del caliente líquido hace vibrar mis pezones..!

Eso es puro placer!.!Me encanta sentirlo!

Echo mano de mi masturbador acuático, incansable compañero de juegos sexuales y fiel a la hora de proporcionarme placer.

Es pequeño, 15cm de látex y un poco grueso.

Me lo introduzco sin problemas mientras dejo que el chorro de agua golpee sin piedad mi clítoris.

Lo meto y lo saco en principio con calma, disfrutando de la dulce sensación que me produce el calor y la presión.

Si tuviera que poner un simil, diría que es la misma sensación que tengo cuando me hacen sexo oral…..

La cálida lengua patinando de arriba abajo por mi rajita……la punta de la lengua jugueteando en mi abultado clítoris…

Si…sin duda se parece mucho al placer que me proporciona la ducha!.

Estoy concentrada en sentir; en disfrutar esta sensación de la que nunca me canso.

Y cuando va a llegarme el tan ansiado orgasmo empujo con fuerza el consolador hacia dentro, sintiendo como las paredes de mi vagina se contraen oprimiéndolo y reteniéndolo en mi interior.

Mis piernas se ponen rígidas, de tal manera que los músculos parece que vayan a desgarrarse y después del estallido de placer…….relax total…….las `piernas flaquean, la respiración vuelve a la normalidad…y el agua, vuelve a ser simplemente agua.

Salgo de la ducha con las mejillas encendidas cuando alguien toca a la puerta:

_!»Madre teresa…está usted aquí?!»..»!Es la hora de reflexión y rezo en la capilla»!

-«Voy en cinco minutos _digo desde el otro lado _ comiencen el rosario sin mi!»

Sonrío relajada mientras me coloco los hábitos.

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