Me había follado a una doctora en México, mi mujer no pudo participar. Pero camino a casa nos detuvimos y en el mismo hotel estaba la doctorcita con quien terminamos haciendo una orgia
Veníamos de regreso de un lindo viaje turístico, Ixcaret es un paraíso en el caribe mexicano, veníamos charlando sobre la experiencia de anoche con la “Doctorcita”
ÉL: ¿Por qué no participaste?
ELLA: ¿No oíste que no le gustan las mujeres?
ÉL: Mmm, no sé, cuando fue mí alumna siempre andaba con otra chica y se decía que eran pareja.
ELLA: Ay, los chismes, cuando una mujer sale con otra no quiere decir que sean lesbianas.
ÉL: Está bien rica la Doctorcita, me hubiera gustado verte mamándole la panochita… y esas tetas…
Por fin llegamos al hotel, fuimos a asearnos, salí desnuda al balcón con la esperanza de verla, pero nada, nos vestimos y bajamos al restaurante a cenar, estábamos ordenando la comida cuando la vimos venir junto a su marido y dos desconocidos.
DOCTORCITA: Hola profesor, hola Olga, les quiero presentar a dos grandes amigos, Toñito y Selene.
Eran unos muchachos muy atractivos, resulta que Toñito fue a buscar a la Doctorcita a su casa y coincidió con la visita de Selene, la mamá les dijo que se habían ido a Cancún y ellos decidieron hacer el viaje para verla (Para mejor comprensión de este relato les recomiendo leer las tres narraciones de: Solo Piensa En Sexo: “Regalo de Bodas”, “Una historia de Alcohol, sueño y sexo” y “Coincidencia Cosmica”.)
Cenaron en otra mesa y la Doctorcita a cada momento miraba a mi marido, era lógico que lo mirara después de la gran cogida que le dio anoche. Después de cenar cada quien subió a sus respectivas habitaciones, al llegar a la nuestra salgo al balcón y se oía a nuestros vecinos que tenían fiesta, yo me fui a bañar con la intención de dormir a pierna suelta (pero la coincidencia cósmica nos tenía preparada algo más emocionante. Era increíble que mi marido se haya encontrado a su alumna, justamente en Cancún y aún más coincidente que sus amigos llegaran a verla), pasaron como dos horas y cuando ya me disponía a dormir, tocaron a la puerta, mi marido abrió y era la Doctorcita, un poco ebria, invitándonos a su fiesta, yo les dije que ya estaba en la cama y que mejor ellos vinieran a nuestra habitación, aceptaron mi sugerencia ya que el esposo de la Doctorcita, estaba borracho y dormido.
Entraron con unas botellas de tequila y unas botanas, Guille (mi marido) me sirvió una copa de vino y me la llevó a la cama.
Ellos se sentaron en la salita y acomodaron las cosas de tal manera que yo estaba incluida en la conversación.
SELENE: Oye, Gacela, desde que te casaste me tienes abandonada.
TOÑITO: ¿Por qué le dices Gacela?
DOCTORCITA: Es una historia muy larga, ¿verdad, yegua?
Todos reímos entendiendo la metáfora, seguramente la yegua perseguía a la gacela. Estábamos pasando un momento muy agradable con estos muchachos cuando me dieron ganas de ir al baño, le pedí a Guille que me pasara mi bata y él me dijo que estábamos entre adultos, que fuera así como estaba, yo sabía que su reto tenía doble intención, así que sin más, me bajé de la cama en brassier y tanga y me fui a orinar, al salir Guille me tomó de la mano y me llevó a la sala con ellos, como no había lugar me sentó en sus piernas, noté como Toñito me miraba el cuerpo y para nada me sorprendió sentir la mirada de Selene (la yegua), la Doctorcita miraba a mi marido con mucha picardía.
SELENE: Que coincidencia encontrarlo aquí, mi querido profesor.
YO: ¿Ella también fue tu alumna?
GUILLE: Exactamente, Selene era la amiga de la Doctorcita, que te comenté.
Yo con cualquier pretexto me levantaba moviendo las nalgas para lucir mi cuerpo, sentía como las miradas me quemaban el culo.
TOÑITO: Con mucho respeto, señora, debo decirle que tiene un cuerpo maravilloso.
YO: Gracias, Toñito, pero nada de señora, díganme Olga.
SELENE: Estoy de acuerdo con Toñito, es usted muy hermosa, si no le molesta la pregunta ¿Cuántos años tiene?
GUILLE: (Presuroso) 46 y yo 60, podríamos ser sus padres.
SELENE: Con unos papacitos así, yo sí cometería incesto. (Todos reímos de la ocurrencia)
YO: ¿Te gustan las mujeres?
SELENE: Soy bisexual, siempre corrí tras mi gacela pero logré muy poco.
GUILLE: Pero ¿Sí lograste algo?
DOCTORCITA: Mejor cambiemos de tema, verdad, Toñito.
TOÑITO: Ya que estamos de confesiones… yo no olvido el regalo de bodas que me diste.
DOCTORCITA: Cállate, tonto, eso fue entre nosotros dos, nada más.
SELENE: Si tú nos cuentas, yo les cuento.
DOCTORCITA: Cállense los dos.
YO: Cuenten, que nosotros también tenemos cositas que contarles.
DOCTORCITA: Olga, por favor.
La Doctorcita se levantó dispuesta a abandonar la habitación, pero Guille la tomó del brazo y se lo impidió prometiéndole que abandonaríamos el tema. Como yo me había sentado en el lugar de Guille, él la sentó en sus piernas.
DOCTORCITA: Ay no, que pena, profesor (y se sentó sobre la alfombra)
YO: Me siento muy incómoda, yo en calzones y ustedes vestidos.
SELENE: Yo no tengo ningún problema en desnudarme, siempre y cuando, mi amiga del alma lo haga.
La Doctorcita ya borrachita se levantó sonriendo
DOCTORCITA: Ven para acá, las veces que nos hemos visto denudas…
Y dejó a Selene en ropa interior.
YO: ¿A cuántos de aquí han visto desnudos?
SELENE: Yo solo a mi amiga, pero me encantaría verlos a todos.
TOÑITO: Yo también, solo a mi amiga.
GUILLE: Nosotros solo a su amiga.
YO: ¿Y tú amiga?
DOCTORCITA: ¡A todos!
Las carcajadas debieron oírse hasta en los pasillos.
YO: Entonces afuera la ropa y para darles el ejemplo, te voy a cumplir tu fantasía, Selene, ven desnúdame.
Y la perversa se puso frente a mí y mientras me desabotonaba el brassier, me metió la lengua en la boca, luego con los dientes me fue bajando la tanga. Yo hice lo mismo con ella y nos fundimos en un húmedo beso, metiéndonos los deditos en las cucas, la una a la otra. Ese fue el detonante para que todos quedáramos desnudos, menos la Doctorcita que se quedó en tanga, luciendo sus apetecibles pechos.
YO: Vamos a jugar, Guille será el amo y todos debemos hacer lo que él ordene, ¿De acuerdo?
DOCTORCITA: Sí, pero no me pongan a hacerles nada a las mujeres.
GUILLE: De acuerdo. Selene y Olga vayan a la cama y dennos el mejor espectáculo lésbico que jamás hallamos visto, mientras todos las miramos.
Obedecimos y la Doctorcita quedó en medio de los dos hombres quienes ya tenían la verga bien parada.
SELENE: Ay mamacita, déjame a mi primero disfrutar de esa panochita tan rica, ábrete bien que te la voy a mamar muy rico.
OLGA:… así, Selene, que rica lengua tienes… ahí mamita, chúpame todo el clítoris… agh, que rico, huy que delicia sentir tu lengua en mi culito, así, ay que rico, más, más… méteme toda la lengua.
Al levantar la vista veo a la Doctorcita como pajeaba con sus manos las vergas que tenía a cada lado, no despegaba la vista de nosotras.
GUILLE: Ahora cambien, queremos ver cómo le comes ese cuerpecito a Selene y tú doctorcita nos vas a mamar la verga a los dos.
TOÑITO: Me muero de ganas de volver a sentir tu boca.
Y la Doctorcita se hincó frente a ellos dos y empezó a alternar sus mamadas en las dos vergas, que envidia me daba, pero debía devolverle el favor a Selene, así que me fui directo a su puchita y le pasé la lengua, ella pegó un brinquito de placer y aprisioné su clítoris con mi boca, luego bajé a sus nalgas y le lamía el culo, eso la enloquecía, esperé las órdenes de mi amo, pero él estaba perdido con la tremenda mamada que le daba la Doctorcita, entonces tomé la iniciativa y me coloqué en posición de tijera, era delicioso sentir el calor de la rajita de Selena contra la mía, nos frotábamos con desesperación, nos mamábamos las tetas la una a la otra, sus movimientos se fueron acelerando hasta qua a las dos nos llegó un orgasmo delicioso, quedamos desfallecidas dándonos besitos.
Luego mi marido se acercó a nosotras y nos dijo que nos quería probar, puso a Selene en posición de perrita y a mí me colocó sobre la espalda de ella, de esa manera tenía dos cucas y dos culos para su satisfacción, nos pasaba la lengua de la cuca y el culo de Selene hasta mi culo y cuca. Nos chupó los cuatro hoyos cuanto quiso, luego nos pidió hacer un 69 de lado y nos metía la verga alternativamente, que rico es sentir que te cogen mientras mamas y eres mamada.
GUILLE: Ustedes, vengan a la cama que queremos ver como Toñito te coge, ponte de perrito, Doctorcita.
TOÑITO: ¿Me la puedo coger por el culo?
DOCTORCITA: Noooooo, por ahí no.
SELENE: Ay, amiga, eres la única que ya cogió con todos y no quieres que te partan el culo.
GUILLE: Si no quiere, no. Dale por esa rajita y pídele que te muerda la verga con su cuquita, lo hace delicioso.
SELENE: A ver, yo los ayudo, déjenme lubricarlos con mi saliva.
Y primero se metió la verga de Toñito hasta el fondo de su boca, mientras le sobaba la panochita, luego pajeaba la verga de Toñito y le mamaba la cuquita, tomó la verga y la condujo hasta ese hoyito delicioso y la ensartó, la Doctorcita abrió la boca y soltó un fuerte gemido.
YO: Mi amor, llénale la boquita, que está ansiosa por mamar verga.
DOCTORCITA: Gracias Olga, parece que me leyeras la mente.
Y mi marido le metió la verga en la boca, Selene le besaba las tetas y yo desde atrás le chupaba la cuca y el culito, también aproveché para meterme esos huevotes de Toñito en la boca.
Los cuatro estábamos dándole placer a nuestra amiga, ella se dejaba hacer y lo disfrutaba, tenías dos vergas, ocho manos sobre su cuerpo y varias lenguas sobre su piel.
TOÑITO: Que rica estás, como aprietas de rico, ¿Te gusta mi verga?
DOCTORCITA: Adoro tu pene, Toñito.
SELENE: Verga, se llama, pene solo lo dicen las principiantes y tú cuquita ya pasó por la lengua de todos.
DOCTORCITA: Cállate y sigue chupando mis pechos, ay que placer me dan, me van a matar, que riiiicoooooo, sí, así Olga, lámeme bien el clítoris, que delicia, ayyyyy me vengo… méteme toda la verga Toñito… ah… más duro… toda, hasta el fondo, ya, yaaaa, yaaaaaaaaaaaaaa.
Quedó desfallecida sobre la cama, estaba boca arriba, con las piernas abiertas y el cabello despeinado, era una imagen muy caliente ver su cuca brillosa y húmeda, yo me coloqué de perrita sobre ella, como haciendo un 69.
YO: Que alguien me dé verga, por favor.
TOÑITO: Con mucho gusto Olga, que nalgas tan ricas, me quiero comer ese culito.
YO: Sí, pero antes rómpeme toda la pepa.
A pesar de que estaba muy mojada fui sintiendo como las paredes de mi cuquita se ensanchaban, y esa verga me llenaba como ninguna otra, dejé caer mi cabeza en medio de las piernas de la Doctorcita y empecé a mamar esa gruta deliciosa, con la esperanza que ella me hiciera lo mismo, bajé mis caderas para insinuárselo pero nada, ella solo se dejaba mamar.
Guille puso a Selene de perrita frente a mí y se la cogió, entre las dos le mamábamos la cuquita a la Doctorcita, ella al sentir mi lengua en su hoyito delantero y la de Selene en su culo, elevó las caderas para darnos acomodo a la gran mamada que le estábamos dando, Toñito no paraba de cogerme, ese macho tenía la verga más grande que jamás me haya comido.
SELENE: Profe, por favor, métamela por el culo.
GUILLE: Con mucho gusto, alumnita, máxime si me lo pides por favor.
SELENE: Ay, que rico me coge tu marido, Olga. Que verga.
YO: Disfrútalo amiga, así como yo estoy gozando la verga de Toñito… Toñote debieran decirte.
DOCTORCITA: ¿Verdad? Yo ya se lo había dicho.
Y sentí su aliento sobre mi sexo, no sé si fue mi imaginación pero sentí su lengua probando mi cuca, tal vez era bi-curiosa pero no lo sabía…
GUILLE: Que rico culo tienes, Selene y que rico lo mueves, así mamita trágate toda la verga.
SELENE: La de veces que le tiraba el calzón en la Universidad y nada que me pelaba.
GUILLE: Perdón, no me daba cuenta, pero ahora te estoy disfrutando mucho, putita.
SELENE: Así, profe, tráteme como a toda una puta, que rica palabra ¡Puta! Deme verga, profe… ay, me voy a venir, démela toda, más duro… que rico es acabar por el culo, me estoy viniendo profe, ayyyyyyyy….
TOÑITO: Mueve ese culo, Olga, me vengo, más, más maaasssssssss, que riiiiiiicoooooooo, ayyyyyyyy…
OLGA: Dame más Toñito, ya, yaaaa, yaaaaaaaa, ay que verrrrrga…
Todos descansamos un poco de la mega orgía que acabábamos de protagonizar, solo Guille no había acabado, eso me gusta de mí marido, tiene un aguante extraordinario. Seguimos bebiendo, ya la Doctorcita arrastraba las palabras del pedo que tenía.
DOCTORCITA: Bueno, yo creo que los voy dejando, ya es de madrugada y mi marido puede despertar.
GUILLE: ¿Y te vas a ir sin que te pruebe?
DOCTORCITA: Sí usted me lo pide, profe, me quedo.
SELENE: Que puta sonaste.
DOCTORCITA: Pues tal vez lo soy un poco, pero no me gusta decirlo.
GUILLE: Ven mamita, mámame la verga.
DOCTORCITA: Lo que usted ordene, profe…
TOÑITO: Yo te quiero dar por el culo, Selene.
SELENE: Lo que usted ordene, Toñito.
Todos reímos de la burla y empezamos el segundo round de la cogedera, yo me uní a la Doctorcita para mamarle la verga a mi marido, como sin querer queriendo, le metía la lengua en su boca.
Toñito le estaba reventando el culo a Selene, se la cogía como salvaje, ella se agarraba de las colchas para que no la hundiera en la cama.
Guille se acostó boca arriba para que la Doctorcita lo cabalgara, ella guió su verga a su entrada y se sentó como toda una amazona, me encantaba verla, como se le blanqueaban los ojos de la tremenda cogida que le daban, el sonido de todos era digno de la mejor película pornográfica, cinco cuerpos perdidos en al placer.
YO: (Manoseandole las tetas, le decía al oído) ¿Te gusta cómo te coge mi marido? Desde que lo saludaste sabía que te gustaba, disfrútalo, cógetelo todo, entiérrate esa verga hasta el fondo, mamita.
DOCTORCITA: Sí, Olga, es delicioso, gracias por prestármelo, creí que lo de anoche no lo iba a olvidar nunca, pero lo de hoy supera todas mis experiencias… ay que rico, profe, así, así, deme duro, sí papito, ¿Le puedo decir papito?
GUILLE: Dime lo que quieras, mamita rica.
DOCTORCITA: Así mi amor, que rico me está cogiendo, ay, Olga siento muy rica tu lengua en mis pezones, mira, los tengo bien paraditos… Ay papito, me viene otro orgasmo, dame duro, más, más maaaas, yaaaaa.
SELENE: Ya Toño, me arde el culo, ya terminé dos veces, ya, me duele.
TOÑITO: Espérame, es que la segunda vez me cuesta mucho terminar, déjame otro ratito, ay que riiiicoooo.
YO: Yo sé cómo resolver ese problemita, Selene, ven Doctorcita, ahora tú le vas a aplicar el remedio a Toñito.
Nos acercamos las dos, ella lo besaba y yo le chupaba las bolas y el culo, él pegó un respingo, ella se agachó conmigo, le chupé su dedo medio y lo guié hacia el culo de Toñito, se le fue todito, yo la agarraba de la muñeca para que se lo cogiera con el dedo, el pobre de Toñito no aguantó la caricia en su próstata y se vino dentro del culo de Selene.
DOCTORCITA: Nunca había hecho eso, perdón Toñito.
TOÑITO: Yo tampoco, pero fue delicioso. Gracias, Olga por el tip.
DOCTORCITA: Bueno, profe, ahora si me voy…
YO: ¿Y te vas a perder el plato fuerte?
DOCTORCITA: ¿Cuál? ¿Hay más? Ya ustedes estuvieron juntas, ellos ya nos cogieron a todas ¿Qué más se puede hacer?
YO: Ven y disfrútalo, tal vez algún día te atrevas.
Acosté a Guille boca arriba y me senté en su verga.
YO: Ahora sí, Toñito, reviéntame el culo.
TOÑITO: Que rico, Olguita, me moría por cogerme ese culo delicioso.
YO: Ayyyy… despacio, papito que eres muy vergudo.
DOCTORCITA: ¿Y por qué te gusta si te duele?
YO: Solo al principio se siente dolor, pero cuando me acostumbro a su tamaño, es delicioso… métemela poco a poco… así, así, hasta el fondo, que rico… no se muevan que los quiero ordeñar.
Y empecé a mover mis músculos internos para apretar esas vergas que me tenían asfixiada de placer, lentamente empezaron a cogerme, mientras uno salía el otro entraba, éramos una máquina sexual que se movía armoniosamente, Selene se paró en medio de nosotros para que Toñito le chupara su culo adolorido.
DOCTORCITA: Yo creo que nunca podría hacer eso.
SELENE: Yo tampoco lo he hecho, pero se ve delicioso. ¿Qué sientes Olga?
YO: Ah… sien…to como u…na descarga eléc…trica… en mi culo. Me… siento lle…na… Ay que rico… me siento… puuuutaaaa.
GUILLE: Sí, mi amor, muévete más, así, mi vida, ordéñanos la verga.
YO: Que rico, mi vida, te amo, tenía mucho tiempo de no probar dos vergas al mismo tiempo… ay que rico, denme fuerte, cójanse duro a esta puta traga vergas, así papitos, pártanme en dos.
TOÑITO: Desde que te vi caminar al baño soñé con tus nalgas, Olga, que rico culo tienes, bien apretadito, que riiicooooooooooooo.
YO: Ven Selene, dame tu panochita, te la voy a mamar…
SELENE: …sí, Olga que rico me metes la lengua, ¿No se te antoja, amiga?
DOCTORCITA: No sé, me gusta verlas cómo disfrutan y me gusta cuando me lo hacen a mí, pero no sé si sería capaz de hacerlo.
GUILLE: Me vengo, mi amor, muévete más, ay que rico, me vengo, me vengo, me vengoooooooo… aghhhhh…
YO: Yo también, mi amor, que rico, denme duro, ya, más, ya, yaaaaa, yaaaaaaaaaa… ayyyyy que placer… ¿Estas cerca Toñito? Que ya me duele el culo.
TOÑITO: Espérame… que rico… mueve ese culo mamita…
SELENE: Ya aprendí como hacerte acabar… prepara ese culo Toñito, que te voy a meter el dedito…
TOÑITO: …ay despacio, suavecito, Selene… ay que rico, mueve tus dedo dentro de mi culo… así… así… que rico… entiérramelo todo, ya, ya me voy a venir, así Olga… apriétame la verga, que delicia, ya, me vengo, me vengo… yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Luego de comentar la experiencia, nos despedimos y cada quien fue a su habitación, yo le dije a mi marido, que tenía tiempo de no conocer a una niña tan deliciosa como la Doctorcita, como me gustaría emputecerla… ¿Más? Dijo mi marido, Más, dije yo, me encantaría hacer un 69 con ella, que me chupe toda y luego verla en un sanguchito…
GUILLE: La esperanza es lo último que se pierde.