Me senté en el suelo y Patricia se sentó encima de mi polla haciendo coincidir su coño con mi polla, yo besaba sus pechos, lamía sus pezones

Esta historia es la continuación de uno de mis relatos “Consolando a una jugadora” como recordarán mi amigo y compañero Zacarías se tuvo que operar de la rodilla, para no dejar tirado al equipo que entrenaba me pidió si podía estar con él de segundo entrenador, yo acepté.

Él era entrenador de Balonvolea, ambos habíamos jugado cuando éramos universitarios además ambos éramos federados por lo que de Balonvolea entendemos un huevo. El se encargaba de diseñar el entrenamiento me lo mandaba el día antes yo preparaba el material y llevaba a entrenamiento.
Llevaba unas semanas entrenando al equipo cuando un día vi a Sonia me estuvo contando que tenía problemas en casa que sus padres se estaban peleando y que eso le afectaba, yo le propuse que desconectara un poco y la invitaba a cenar, la cena llevó a otra cosa y acabamos follando en un aparcamiento. Pues a la semana siguiente Sonia y yo estábamos la mar de normales nuestro trato no había cambiado, ese viernes cuando terminamos el entrenamiento todas se fueron al vestuario a cambiarse, todas menos Sonia y Patricia la cuales se quedaron recogiendo los balones, la red y los postes para dejarlo todo recogido para el día siguiente, cuando estaba todo recogido tomé la red con los balones y les dije a la chicas que se podían ir a ducharse mientras que guardaba los balones en la sala de los balones. Cuando llegué al vestuario de los hombres me desnudé y me metí en la duchas comunes, tengo que decir que las duchas se dividen en dos hay 4 duchas individuales y 8 alcachofas en un sala grande de duchas comunes pues me metí en la comunes, total estaba solo. me estaba duchando cuando oigo una risa y cuando me di la vuelta eran Sonia y Patricia, tapadas con una toalla cada una, que se habían escondido en una de las duchas individuales.

– Pues sí que la tiene grande, señor pollón
– Chicas id a vuestras duchas
– y si no queremos – diciendo esto Patricia dejó caer su toalla mostrando todo su cuerpo y seguidamente Sonia.
– vamos a pasarlo bien, verdad señor pollón – Dijo Patricia

El cuerpo de Sonia era blanquecino y sus pechos no eran muy abultados sin embargo el cuerpo de Patricia era más voluptuoso, tendría una talla 90 de sujetador y su cuerpo era más atlético que el de Sonia. Ambas amigas se acercaron a mí se pusieron bajo la ducha y su pelo se mojó y ese agua que le caía por el pelo pronto también empezó a caer por su cuello y sus pechos empujado por la fuerza de la gravedad también pasó por su vientre llegando a su monte de venus donde desde su coño caía al suelo, yo intenté taparme pero rápidamente Patricia tomó una de mis manos y la puso en su boca chuparme los dedos,
Sonia empezó a acariciar mi cuerpo y pronto llegaron sus manos a mi polla, la cual comenzó a acariciar haciendo que mi erección comienza a asomar. Patricia acercó su boca a la mía y empezamos a besarnos su lengua era ágil y húmeda, sabía cómo besar a un hombre mordía mi labios mientras que con su lengua intentaba llegar hasta mi paladar, yo posé mis manos en su cintura e hice que su cuerpo se acercara más al mío, luego bajé la mano y comencé a acariciar su culo. Sonia sin embargo se había encargado de que mi polla se hizo del todo, se agachó y cogiendo mi polla con una de sus manos la restregaba suavemente contra su carita de ángel. Seguía besando a Patricia cuando Sonia se metió la punta de mi polla en su boquita de piñón, eso me provocó un gran placer lo que hizo que dejara de besar a Patricia. Ella viendo lo que hacía su amiga se agachó y mientras que Sonia se comía mi polla, Patricia se comía mis testículos. Dos jovencitas me estaban haciendo tener el mayor placer de mi vida.Estaba apoyado en la pared mientras que las dos compañeras de equipo, me comían la polla y lo que cuelga.
– Creo que ya está a punto, siéntate.
Me senté en el suelo y Patricia se sentó encima de mi polla haciendo coincidir su coño con mi polla, yo besaba sus pechos, lamía sus pezones y bebía el agua que bajaban por sus pechos, Sonia se puso a nuestro lado de rodillas y le acariciaba los pechos a Patricia , y me daba besos en la oreja, yo alternaba los pechos de Patricia con su boca. Al cabo de una rato Patricia gemía muy fuerte y Sonia se levantó y se puso detrás de ella, y comenzó a empujarla por detrás, como si se la estuviera follando por el culo, debo admitir que eso me puso cachondo perdido, pronto Patricia se corrió y levantándose se echó a un lado. Miré a Sonia y ella me miró a mí, supongo que vería mi deseo de follármela allí mismo ya que nada más ver que estaba de pie saltó abrazando mi cintura con su piernas, una vez sujetada `por mis brazos metió la mano entre nuestros cuerpos e introdujo mi polla en su coño. Empecé a follarla en el aire tirando su cuerpo y luego con los brazos atrayéndonos hacia mí, luego cuando el cansancio me poseía la puse contra la pared y mientras nos besábamos le metía la polla hasta el fondo y más allá, ella lo único que podía hacer era besar y gemir, patricia con el cuerpo totalmente flácido nos soltaba improperios “ era muy puta,” te gusta que te follen ¿ verdad zorra?”, “FOLLATELA HASTA EL FONDO”… ETC. Sonia se corrió pero a mí me quedaba un poco así que no la bajé hasta que después de cuatro o cinco embestidas me corrí dentro de ella. De su coño salí mi semen mezclado con el agua de la ducha, la bajé lentamente con ayuda de Patricia la cual ya estaba descansada, una vez que Sonia estaba en el suelo Patricia y yo nos comimos la boca y luego nos arrodillamos para comerle la boca a Sonia. Lo pasé muy bien lastima que la semana siguiente volvió su entrenador pero aún recuerdo la experiencia de esas dos jugadores en la ducha conmigo.

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