Me violan en un rancho pero me encanta

Valorar

No me gusta darle largas a la historia para ir a lo interesante así que el caso es que un día, un tío, le regalo a mi mamá una estadía de fin de semana en una hacienda de las que están por acá a las afueras de Guadalajara. La hacienda era como hotel y spa. Fui solo con mi mamá y otras dos tías.

Desde que llegamos nos recibió un recepcionista del lugar y nos presentó a unas cuantas personas. En la entrada de la hacienda había una caseta de acceso y ahí estaba el cuidador de la entrada que lo presento como don José. Un señor de sesenta años bien gordo, con barba de candado toda blanca de canas aunque él era pelón. También era muy moreno y mal encarado, siempre tenía cara de enojado pero si abría la boca se veía que hasta le faltaban unos dientes. La neta estaba bien feo el carbón, hasta asustaba jajaja. Nomás nos saludó con la mano y ya.

Ya adentro un chavo ayudo delgado y joven ayudo con las maletas a los cuartos y una chava también recepcionista nos explicaba que tanto podíamos hacer. Después nos dieron una vuelta por el lugar y nos llevaron a los establos donde nos presentaron al encargado del área.

Se llamaba ramón. Un cabron como de 40 años, fornido y de pecho peludo. Tenía barba y bigote y estaba bien moreno de trabajaren en el campo. El pantalón de mezclilla le quedaba tan pegado que se le marcaba el chorizo de buen tamaño que se cargaba.

Desde que lo vi me quede babeando. En chinga mi boquita ya quería su verga. Mientras se presentaba y hablaba de algunas cosas yo no podía quitar la mirada de su bulto. Cruzamos miradas un momento y vi que él lo noto pero no hizo nada.

Apenas nos instalamos y mi mamá y mis tías se fueron a hacer lo que quisieran fui a buscar a ramón. Seguía en los establos y lo salude y me puse a hacerle preguntas de caballos y cosas así. Todo el rato que estuvimos hablando yo me le quedaba viendo descaradamente el bulto y le sonreía mucho. No podía evitarlo se le veía de lado y tan apretado que hasta se marcaba la cabeza. Era obvio que no usaba ropa interior.

Y más entrados en confianza con la plática note que también me sonería más y un par de veces se acomodaba la verga descaradamente. En un momento me dijo que tenía que mear. Se puso de frente a la pared del establo dándome la espalda, se sacó la verga y se puso a mear.

Siento que era una prueba para ver que hacía y no lo decepcione. Mientras el dejaba salir sus orines yo lentamente me moví para quedar a la misma altura que él y poder vérsela de lado. Él se hizo que no lo notaba y me dejo ver.

Deliciosa verga prieta y gordita sin capucha. Le salían los pelos de la base por el cierre. Se veía que ya parada iba a estar muy buena. Me le quede viendo en mientras sacaba los últimos choros de orines y no me di cuenta hasta que subí la mirada que me estaba viendo a los ojos. Sin quitarme la mirada se apretó la verga para sacar las últimas gotas de miados y ya girándose un poco hacia mí se la sacudió descaradamente mientras me sonreía.

Me dio risita como de nervios y me relamí los labios exageradamente para que viera mi antojo. Se guardó la verga y antes de decir nada escuchamos que entro gente a los establos y me tuve que salir y el siguió trabajando.

El resto de ese día me quede con las ganas por que no había manera de que pudiera hacer algo.

Al día siguiente durante el medio día fui a buscarlo al establo. Apenas me vio llegar me saludo sonriendo. Me dijo que tenía que acomodar la bodega de los establos que estaba en la parte atrás y me dijo que lo acompañara. Claro que yo bien obediente lo seguí. Ya iba bien nervioso y con la adrenalina al cien.

Apenas entro en la bodega, sin cerrar la puerta, aventó el sombrero a un lado y se volteo, se desabrocho el pantalón y se sacó la verga que se veía que ya se estaba poniendo dura.

¿Qué pedo pues, la vas a querer o no? Le dije que sí. Me hinque y se la empecé a mamar. No tardo ni dos segundos en ponérsele bien dura. Y sí que buena verga era. Debió llegar como a los 17 cm y de buen grosor oliendo rico a sudorcito y algo de miados.

Después de un rato de estarla disfrutando con la boca me dice que me quiere ver el culito. Me la pensé un momento y le dije que estaba bien pero que no quería que me la metiera que solo quería chupar. Me dijo que no me preocupara que solo quería vérmelo para jalársela mientras se bajaba los pantalones hasta las rodillas.

Me baje mi short y me dijo que me apoyara boca abajo en unos costales para que me viera bien el culo. Sentí sus manos acariciándome las nalgas y el me decía: Que buen pinche culito tienes la neta. Yo solo me reí y lo deje hacer. Después de unos momentos me dijo: A ver wey agárrate las nalgas y ábretelas para verte bien el ano. Le volví a repetir que no quería que me la metiera y me reafirmo que no, que no me la iba a meter.

Lo obedecí y me abrí el culito lo más que pude para dejarle bien descubierto mi anito. El solo me dijo: ¡Chinge su madre no mames! ¡La neta no te la voy a perdonar morro! Apenas estaba captando que me dijo cuándo me agarro fuerte de la cintura dejando caer su peso en mi para que no me pudiera zafar y sentí la cabeza de su verga abriéndome el ano a la fuerza.

Pegue un grito y trate de zafarme pero no podía. Le grite: ¡TE DIJE QUE NO ME LA METIERAS! A lo que el cabron me contesto: ¡No wey, no, nomás es la cabecita wey jaja! Me la ensarto lo más rápido que pudo hasta el fondo hasta que sentí sus huevos chocando con los míos.

El dolor fue intenso y le grite: ¡TE DIJE QUE NO! ¡SUELTAME! Y empecé a llorar. Me agarraba muy fuerte de la cintura para tenerme bien ensartado sin moverse y me dijo: ¡Ay cabron! ¡Ufff no mames! ¡Ni de pedo te vas a zafar jajaja! ¡Puta que rico aprietas!

Yo le grite llorando: ¡DEJAME ME DUELE MUCHO! ¡SUELTAME!

Me contesto: ¡No wey ira ahorita te va gustar wey no mames! Le grite que no y en eso empezó un poco despacio a meter y sacar su verga. Grite un poco más y llore más porque me dolió pero la verdad es que ya un poco menos que la primera pero aun así sentía miedo.

Sin soltarme de la cintura, después de dar unas cuatro metidas y sacadas lentas, empezó a bombearme con más velocidad y ritmo. Yo seguía llorando y con cada metida daba quejidos de dolor pero el cabron me agarraba muy duro de la cintura y en cada metida me jalaba hacia el para metérmela hasta el fondo diciéndome: ¡Puta cabron neta que buen culo!

Estuvo un par de minutos así dándome y yo aún lloriqueaba pero creo que ya era más por el miedo que sentí porque mi culo ya se había acoplado a su verga y la verdad ya no me dolía mucho. Honestamente ya se sentía rico en mi culito.

En eso me dijo: ¡Ya deja de chillar pinche puto pendejo! ¡Ya hasta se te aflojo el ano ve que fácil ya te clavo! ¡Puto marica chillón!

Yo aún lagrimeaba pero ya no lloraba. De hecho en un momento se me empezaron a salir gemiditos de placer y en cuanto escucho se rio y me dijo: ¿Ya la sientes rica eda? jajaja ¡Ay pinche puto! ¿Quieres que te la saque? ¿eh? ¿te la saco?

Solo moví mi cabeza y le dije no aun con lágrimas y mocos jaja. Nomás le dio risa y me bombeaba con buena velocidad diciendo: ¡No pendejo ni aunque quisieras te la sacaba jajaja! Yo no la saco hasta que me quede sin leche cabron jajaja.

Todavía me salían unas lagrimitas pero ya hasta cerraba los ojos y disfrutaba la violación que me estaban dando. La verdad es que sabía culiar chido y me estaba dando un chingo de placer hasta me temblaban las piernitas jeje.

Debió avenarse sus buenos 10 minutos culiandome cuando aumento la velocidad diciéndome: ¡Ay le va puto! ¡Ay le va pinche maricon! Se me pego fuerte penetrando hasta el fondo y me grito: ¡AHHHHGGG! ¡PUTA MADRE! Dio un gruñido fuerte y empezó a jadear muy agitado. Yo no pude evitar soltar también unos gemidos de placer con la penetración profunda final que me dio.

Sé que quedo pegado varios segundos en lo que agarraba aire y me dijo: ¡ufff no mames que buena lechada saque! ¡Puta madre ufff! Por fin me soltó de la cintura y me saco la verga.

Sentí mi ano todo abierto pero me quede acostado porque me temblaban las piernitas y no tenía fuerza para levantarme. Escuchaba al cabron jadeando y sentí sus manos sobándome el culo y abriéndolo y cerrándolo.

En eso lo escuche decir: ¡Échele don Jesús! Ya se lo deje bien listo jaja Y escuche una voz de señor que se reía y le contestaba: ¿Ya bien flojito y lubricado eda? jajajaja.

En chinga me asuste y trate de voltear a ver qué pasaba pero antes de que pudiera hacer algo el cabron de ramón me empujo fuerte para apoyar mi pecho otra vez en el costal y con fuerza me agarro un brazo y luego el otro para ponerlos en mi espalda y los sujeto tan fuerte que me dolió.

De todas formas antes de que me sometiera por un segundo alcance a ver al marrano de don Jesús, sin pantalones, con la camisa abierta dejando toda la panza de fuera ya prácticamente detrás de mí. Quien sabe cuánto rato llevara ahí pero era obvio que lo habían planeado los cabrones. Le grite a ramón: ¡NO, QUE HACES NO! ¡SUELTAME POR FAVOR! Y comencé a llorar de nuevo asustado.

No acababa de gritar eso cuando sentí la verga dura del pinche gordo de don Jesús entrándome facilito por el ano y, aunque entro sin problema, sentí que su verga si era más gruesa que la de ramón. Honestamente eso si no lo esperaba jaja.

El culero de ramón nomas me decía: ¡Aguántese pinche marica! ¡Si bien que te gusta pa que te haces pendejo jajaja! Ahi andabas gimiendo como puta jajaja.

Don Jesús también rio y sin más empezó a bombear con ritmo diciéndome: ¡Chinge su madre está bien calientito compadre no mames! ¡Ay que rico culito no mames!

El ramón rio y le dijo: ¡Pero dele duro don Jesús! ¡A esta maricona le gusta que se lo violen duro jaja! Don Jesús obedeció sin más diciéndome: ¿A si puta? ¿Te gusta que te violen puta? ¿Así?

Aunque aún me salían lagrimas por el coraje de lo que estaba pasando no pude evitar que se me salieran unos gemidos lo que le dio risa a ramón que le dijo a Jesús: ¿Ira vez wey? jajaja ¡Ya anda gozando el pendejo! Y ambos rieron.

La verdad no sé qué chingados tenía la verga de don Jesús pero ese pinche marrano le estaba pegando al lugar justo en mi ano. En verdad deje de llorar totalmente y sentía un placer delicioso en mi culo. Llegue al punto en que no me aguante más y le dije entre gemidos fuertes: ¡AY! Mas, dame más fuerte, más!

Ramón se rio y me soltó los brazos por fin viendo que ya no iba a tratar de pelear y don Jesús me dijo: ¿Te gusta mi verga pendejo? ¿No que no querías que te cogiera puto pendejo? ¡Chinga tu madre pinche marica jajaja!

Yo solo le gemía casi a gritos. Su verga me tenía en el cielo y con cada metida me ponía los ojitos en blanco. El cabron de ramón nomas se sentó en unos costales a ver y a fumarse un cigarro.

Sentía las gotas de sudor del gordo de don Jesús callándome en la espalda y me llegaba todo su olor a macho sudado. Ese cabron yo creo que su puta vida había usado desodorante y eso hacía que oliera bien fuerte a verdadero hombre no chingaderas.

Con ese verdadero cabron dándome placer con su verga en el ano hasta pensé porque chingados me fije en ramón si este si es un macho de deveras. Claro a estas alturas ya no podía evitar gemirle como verdadera puta en celo. Ya me levantaba con los brazo y luego me volvía a acostar en el costal. Me tenía literal retorciendo de placer. La neta no sé qué pedo con su verga pero me tenía loco.

No pude controlarme y comencé a sentir como si me estuviera miando pero no eran miados era mi leche que salía sin que yo me tocara y sin mi control. Don Jesús me siguió bombeando a su gusto hasta que, como ramón, se me pego ensartándome hasta el fondo y comenzó a vaciar su leche de macho en mi culo diciéndome: ¡Ay, toma la leche puta! ¡TOMA TODA LA PUTA LECHE! AHHHH! Todavía vaciándose me dio un par de ensartadas más y se quedó pegado otra vez.

Lo escuchaba echar bufidos fuertes pero yo estaba tirado en el costal viendo estrellitas casi casi jajaja. De repente me soltó una nalgada y me saco su verga. Agarre un poco de fuerza para voltear a verlo. Quería ver esa verga deliciosa que me deja todo pendejo jaja.

Estaba el pinche gordo, feo como la chingada, apoyado en unos costales agarrando aire. Bajo de la panzota estaba colgándole su vergota prieta como de 18 o 19 cm bastante gruesa y venuda. Así toda semidura y viscosa de mecos colgándole parecía que estaba viendo una verdadera verga de toro cabron. Se me quedo viendo con su sonrisa chimuela y nomas me dijo: ¡Pinche puto jajaja!

Iba a tratar de levantarme ya pero el culero de ramón, que ya traía la verga tiesa otra vez, me empujo hacia el costal otra vez y me dijo: No perate wey todavía no acabo bien jajaja. Y sin más me penetro de golpe y otra vez se puso a bombearme.

La verdad ya no me importo. Después de probar una verdadera verga de cabron como la de don Jesús este wey ya ni me molestaba.

Soy un cabron de Guadalajara Jalisco en México desde la secundaria sé que soy bisexual, aunque mucha gente pendeja no crea que eso existe. Ahorita estoy mamadon por pegarle al gym y con tatuajes y todo el pedo así que se sacan de pedo que no me veo tragavergas jajaja.

No me gusta darle largas a la historia para ir a lo interesante así que el caso es que un día, un tío, le regalo a mi mamá una estadía de fin de semana en una hacienda de las que están por acá a las afueras de Guadalajara. La hacienda era como hotel y spa. Fui solo con mi mamá y otras dos tías.

Desde que llegamos nos recibió un recepcionista del lugar y nos presentó a unas cuantas personas. En la entrada de la hacienda había una caseta de acceso y ahí estaba el cuidador de la entrada que lo presento como don José. Un señor de sesenta años bien gordo, con barba de candado toda blanca de canas aunque él era pelón. También era muy moreno y mal encarado, siempre tenía cara de enojado pero si abría la boca se veía que hasta le faltaban unos dientes. La neta estaba bien feo el carbón, hasta asustaba jajaja. Nomás nos saludó con la mano y ya.

Ya adentro un chavo ayudo delgado y joven ayudo con las maletas a los cuartos y una chava también recepcionista nos explicaba que tanto podíamos hacer. Después nos dieron una vuelta por el lugar y nos llevaron a los establos donde nos presentaron al encargado del área.

Se llamaba ramón. Un cabron como de 40 años, fornido y de pecho peludo. Tenía barba y bigote y estaba bien moreno de trabajaren en el campo. El pantalón de mezclilla le quedaba tan pegado que se le marcaba el chorizo de buen tamaño que se cargaba.

Desde que lo vi me quede babeando. En chinga mi boquita ya quería su verga. Mientras se presentaba y hablaba de algunas cosas yo no podía quitar la mirada de su bulto. Cruzamos miradas un momento y vi que él lo noto pero no hizo nada.

Apenas nos instalamos y mi mamá y mis tías se fueron a hacer lo que quisieran fui a buscar a ramón. Seguía en los establos y lo salude y me puse a hacerle preguntas de caballos y cosas así. Todo el rato que estuvimos hablando yo me le quedaba viendo descaradamente el bulto y le sonreía mucho. No podía evitarlo se le veía de lado y tan apretado que hasta se marcaba la cabeza. Era obvio que no usaba ropa interior.

Y más entrados en confianza con la plática note que también me sonería más y un par de veces se acomodaba la verga descaradamente. En un momento me dijo que tenía que mear. Se puso de frente a la pared del establo dándome la espalda, se sacó la verga y se puso a mear.

Siento que era una prueba para ver que hacía y no lo decepcione. Mientras el dejaba salir sus orines yo lentamente me moví para quedar a la misma altura que él y poder vérsela de lado. Él se hizo que no lo notaba y me dejo ver.

Deliciosa verga prieta y gordita sin capucha. Le salían los pelos de la base por el cierre. Se veía que ya parada iba a estar muy buena. Me le quede viendo en mientras sacaba los últimos choros de orines y no me di cuenta hasta que subí la mirada que me estaba viendo a los ojos. Sin quitarme la mirada se apretó la verga para sacar las últimas gotas de miados y ya girándose un poco hacia mí se la sacudió descaradamente mientras me sonreía.

Me dio risita como de nervios y me relamí los labios exageradamente para que viera mi antojo. Se guardó la verga y antes de decir nada escuchamos que entro gente a los establos y me tuve que salir y el siguió trabajando.

El resto de ese día me quede con las ganas por que no había manera de que pudiera hacer algo.

Al día siguiente durante el medio día fui a buscarlo al establo. Apenas me vio llegar me saludo sonriendo. Me dijo que tenía que acomodar la bodega de los establos que estaba en la parte atrás y me dijo que lo acompañara. Claro que yo bien obediente lo seguí. Ya iba bien nervioso y con la adrenalina al cien.

Apenas entro en la bodega, sin cerrar la puerta, aventó el sombrero a un lado y se volteo, se desabrocho el pantalón y se sacó la verga que se veía que ya se estaba poniendo dura.

¿Qué pedo pues, la vas a querer o no? Le dije que sí. Me hinque y se la empecé a mamar. No tardo ni dos segundos en ponérsele bien dura. Y sí que buena verga era. Debió llegar como a los 17 cm y de buen grosor oliendo rico a sudorcito y algo de miados.

Después de un rato de estarla disfrutando con la boca me dice que me quiere ver el culito. Me la pensé un momento y le dije que estaba bien pero que no quería que me la metiera que solo quería chupar. Me dijo que no me preocupara que solo quería vérmelo para jalársela mientras se bajaba los pantalones hasta las rodillas.

Me baje mi short y me dijo que me apoyara boca abajo en unos costales para que me viera bien el culo. Sentí sus manos acariciándome las nalgas y el me decía: Que buen pinche culito tienes la neta. Yo solo me reí y lo deje hacer. Después de unos momentos me dijo: A ver wey agárrate las nalgas y ábretelas para verte bien el ano. Le volví a repetir que no quería que me la metiera y me reafirmo que no, que no me la iba a meter.

Lo obedecí y me abrí el culito lo más que pude para dejarle bien descubierto mi anito. El solo me dijo: ¡Chinge su madre no mames! ¡La neta no te la voy a perdonar morro! Apenas estaba captando que me dijo cuándo me agarro fuerte de la cintura dejando caer su peso en mi para que no me pudiera zafar y sentí la cabeza de su verga abriéndome el ano a la fuerza.

Pegue un grito y trate de zafarme pero no podía. Le grite: ¡TE DIJE QUE NO ME LA METIERAS! A lo que el cabron me contesto: ¡No wey, no, nomás es la cabecita wey jaja! Me la ensarto lo más rápido que pudo hasta el fondo hasta que sentí sus huevos chocando con los míos.

El dolor fue intenso y le grite: ¡TE DIJE QUE NO! ¡SUELTAME! Y empecé a llorar. Me agarraba muy fuerte de la cintura para tenerme bien ensartado sin moverse y me dijo: ¡Ay cabron! ¡Ufff no mames! ¡Ni de pedo te vas a zafar jajaja! ¡Puta que rico aprietas!

Yo le grite llorando: ¡DEJAME ME DUELE MUCHO! ¡SUELTAME!

Me contesto: ¡No wey ira ahorita te va gustar wey no mames! Le grite que no y en eso empezó un poco despacio a meter y sacar su verga. Grite un poco más y llore más porque me dolió pero la verdad es que ya un poco menos que la primera pero aun así sentía miedo.

Sin soltarme de la cintura, después de dar unas cuatro metidas y sacadas lentas, empezó a bombearme con más velocidad y ritmo. Yo seguía llorando y con cada metida daba quejidos de dolor pero el cabron me agarraba muy duro de la cintura y en cada metida me jalaba hacia el para metérmela hasta el fondo diciéndome: ¡Puta cabron neta que buen culo!

Estuvo un par de minutos así dándome y yo aún lloriqueaba pero creo que ya era más por el miedo que sentí porque mi culo ya se había acoplado a su verga y la verdad ya no me dolía mucho. Honestamente ya se sentía rico en mi culito.

En eso me dijo: ¡Ya deja de chillar pinche puto pendejo! ¡Ya hasta se te aflojo el ano ve que fácil ya te clavo! ¡Puto marica chillón!

Yo aún lagrimeaba pero ya no lloraba. De hecho en un momento se me empezaron a salir gemiditos de placer y en cuanto escucho se rio y me dijo: ¿Ya la sientes rica eda? jajaja ¡Ay pinche puto! ¿Quieres que te la saque? ¿eh? ¿te la saco?

Solo moví mi cabeza y le dije no aun con lágrimas y mocos jaja. Nomás le dio risa y me bombeaba con buena velocidad diciendo: ¡No pendejo ni aunque quisieras te la sacaba jajaja! Yo no la saco hasta que me quede sin leche cabron jajaja.

Todavía me salían unas lagrimitas pero ya hasta cerraba los ojos y disfrutaba la violación que me estaban dando. La verdad es que sabía culiar chido y me estaba dando un chingo de placer hasta me temblaban las piernitas jeje.

Debió avenarse sus buenos 10 minutos culiandome cuando aumento la velocidad diciéndome: ¡Ay le va puto! ¡Ay le va pinche maricon! Se me pego fuerte penetrando hasta el fondo y me grito: ¡AHHHHGGG! ¡PUTA MADRE! Dio un gruñido fuerte y empezó a jadear muy agitado. Yo no pude evitar soltar también unos gemidos de placer con la penetración profunda final que me dio.

Sé que quedo pegado varios segundos en lo que agarraba aire y me dijo: ¡ufff no mames que buena lechada saque! ¡Puta madre ufff! Por fin me soltó de la cintura y me saco la verga.

Sentí mi ano todo abierto pero me quede acostado porque me temblaban las piernitas y no tenía fuerza para levantarme. Escuchaba al cabron jadeando y sentí sus manos sobándome el culo y abriéndolo y cerrándolo.

En eso lo escuche decir: ¡Échele don Jesús! Ya se lo deje bien listo jaja Y escuche una voz de señor que se reía y le contestaba: ¿Ya bien flojito y lubricado eda? jajajaja.

En chinga me asuste y trate de voltear a ver qué pasaba pero antes de que pudiera hacer algo el cabron de ramón me empujo fuerte para apoyar mi pecho otra vez en el costal y con fuerza me agarro un brazo y luego el otro para ponerlos en mi espalda y los sujeto tan fuerte que me dolió.

De todas formas antes de que me sometiera por un segundo alcance a ver al marrano de don Jesús, sin pantalones, con la camisa abierta dejando toda la panza de fuera ya prácticamente detrás de mí. Quien sabe cuánto rato llevara ahí pero era obvio que lo habían planeado los cabrones. Le grite a ramón: ¡NO, QUE HACES NO! ¡SUELTAME POR FAVOR! Y comencé a llorar de nuevo asustado.

No acababa de gritar eso cuando sentí la verga dura del pinche gordo de don Jesús entrándome facilito por el ano y, aunque entro sin problema, sentí que su verga si era más gruesa que la de ramón. Honestamente eso si no lo esperaba jaja.

El culero de ramón nomas me decía: ¡Aguántese pinche marica! ¡Si bien que te gusta pa que te haces pendejo jajaja! Ahi andabas gimiendo como puta jajaja.

Don Jesús también rio y sin más empezó a bombear con ritmo diciéndome: ¡Chinge su madre está bien calientito compadre no mames! ¡Ay que rico culito no mames!

El ramón rio y le dijo: ¡Pero dele duro don Jesús! ¡A esta maricona le gusta que se lo violen duro jaja! Don Jesús obedeció sin más diciéndome: ¿A si puta? ¿Te gusta que te violen puta? ¿Así?

Aunque aún me salían lagrimas por el coraje de lo que estaba pasando no pude evitar que se me salieran unos gemidos lo que le dio risa a ramón que le dijo a Jesús: ¿Ira vez wey? jajaja ¡Ya anda gozando el pendejo! Y ambos rieron.

La verdad no sé qué chingados tenía la verga de don Jesús pero ese pinche marrano le estaba pegando al lugar justo en mi ano. En verdad deje de llorar totalmente y sentía un placer delicioso en mi culo. Llegue al punto en que no me aguante más y le dije entre gemidos fuertes: ¡AY! Mas, dame más fuerte, más!

Ramón se rio y me soltó los brazos por fin viendo que ya no iba a tratar de pelear y don Jesús me dijo: ¿Te gusta mi verga pendejo? ¿No que no querías que te cogiera puto pendejo? ¡Chinga tu madre pinche marica jajaja!

Yo solo le gemía casi a gritos. Su verga me tenía en el cielo y con cada metida me ponía los ojitos en blanco. El cabron de ramón nomas se sentó en unos costales a ver y a fumarse un cigarro.

Sentía las gotas de sudor del gordo de don Jesús callándome en la espalda y me llegaba todo su olor a macho sudado. Ese cabron yo creo que su puta vida había usado desodorante y eso hacía que oliera bien fuerte a verdadero hombre no chingaderas.

Con ese verdadero cabron dándome placer con su verga en el ano hasta pensé porque chingados me fije en ramón si este si es un macho de deveras. Claro a estas alturas ya no podía evitar gemirle como verdadera puta en celo. Ya me levantaba con los brazo y luego me volvía a acostar en el costal. Me tenía literal retorciendo de placer. La neta no sé qué pedo con su verga pero me tenía loco.

No pude controlarme y comencé a sentir como si me estuviera miando pero no eran miados era mi leche que salía sin que yo me tocara y sin mi control. Don Jesús me siguió bombeando a su gusto hasta que, como ramón, se me pego ensartándome hasta el fondo y comenzó a vaciar su leche de macho en mi culo diciéndome: ¡Ay, toma la leche puta! ¡TOMA TODA LA PUTA LECHE! AHHHH! Todavía vaciándose me dio un par de ensartadas más y se quedó pegado otra vez.

Lo escuchaba echar bufidos fuertes pero yo estaba tirado en el costal viendo estrellitas casi casi jajaja. De repente me soltó una nalgada y me saco su verga. Agarre un poco de fuerza para voltear a verlo. Quería ver esa verga deliciosa que me deja todo pendejo jaja.

Estaba el pinche gordo, feo como la chingada, apoyado en unos costales agarrando aire. Bajo de la panzota estaba colgándole su vergota prieta como de 18 o 19 cm bastante gruesa y venuda. Así toda semidura y viscosa de mecos colgándole parecía que estaba viendo una verdadera verga de toro cabron. Se me quedo viendo con su sonrisa chimuela y nomas me dijo: ¡Pinche puto jajaja!

Iba a tratar de levantarme ya pero el culero de ramón, que ya traía la verga tiesa otra vez, me empujo hacia el costal otra vez y me dijo: No perate wey todavía no acabo bien jajaja. Y sin más me penetro de golpe y otra vez se puso a bombearme.

La verdad ya no me importo. Después de probar una verdadera verga de cabron como la de don Jesús este wey ya ni me molestaba.

Aun así sentía rico y, aunque no quisiera, igual no me lo iba a poder quitar de encima.

Don Jesús le dijo que ya se iba por que tenía que hacer cosas y se despidió de ramón sin decirme nada. Ramón me siguió dando por varios minutos hasta que ahora sin decir nada se me pego y me hecho otra ración de su leche.

Cuando termino se quitó de encima y me dijo: ¡Ya ahora si wey ya vete a la chingada ya me desahogue jajaja.

Como pude, y con las piernas temblando y el culo escurriendo mecos, me subí el short y salí caminando todo chueco jajaja.

Esa noche aún tenía la adrenalina y la excitación al cien por la violación que me habían dado. Pero la verdad lo que no dejaba de pensar era en la vergota de don Jesús. Así no lo pensé mas y me escabullí de mi cuarto y fui a la caseta de entrada donde don Jesús tenía su cuartito.

Se veía la luz prendida así que toque a la puerta. Cuando me vio me pregunto que quería y literalmente le pregunte que si no quería cogerme otra vez.

Me miro de arriba abajo y solo me dijo: ¡Pinche puto! ¡Metete!

Obedecí feliz y lo seguí a su cuartito. Sin decir nada se quitó el calzón que traía y la playera, quedando todo desnudo, y se acostó boca arriba en la cama abriendo las piernas. Entonces me dijo: Te vas a calvar tu solito por que ando cansado del día wey. Y córrele que ya me quiero jetear.

Sin más me encuere yo también y metí mi cara entre sus piernas para chuparle los huevos y mamarle la verga para ponérsela dura. Por fin pude apreciarla bien. Bien venida, gorda, prieta y cuando se le paro le bajo bien la capucha de piel descubriendo su cabezota de hongo grandota y morada, toda brillosita ya de mis babas y su pre semen saladito. Disfrute también oliendo sus huevotes de macho peludotes.

Cuando ya la vi bien dura apuntando al techo me pare en la cama, puse mis pies a los lados de su cuerpote gordo y baje como sentadilla para clavarme su verga hasta el fondo. Casi me deje ir de sentón de tanto que me urgía metérmela jaja. Como aún tenía el ano flojito por la violación de la tarde no tuve problema en ensartarme aunque si me dolió un poco.

Apenas sentí mi ano hasta los pelos de la base comence a subir y bajar sobre su trozote de carne dura. Apoye mis manos sobre su panzota y cerraba los ojos disfrutando cada clavada que yo mismo me daba.

Me estuve dando sentones lentamente disfrutando cada centímetro de su vergota venuda y caliente. Cada que me clavaba soltaba un gemido diciendo ¡Ayyy! ¡Ayyy!

Me dejo estar así un par de minutos hasta que se desesperó y me dijo: ¡No pinche morro estas re pendejo no mames así nunca! Me tomo de la cintura fuerte y empezó a mover su cadera para ensartarme a mayor velocidad. Sentía como mi ano llegaba hasta sus huevos en cada metida y sacada rápida. Le gemí más fuerte en largos ¡Aaaaayyyyy! y lo voltee a ver a la cara. Lo veía todo serio y como empezaba a sudar mientras me taladraba y yo supongo que el veía la cara de pendejo que yo hacía del placer que me provocaba.

Me dijo agitado por el esfuerzo: ¡Ah pinche joto te voy a llenar de leche hasta las orejas cabron! Yo lo escuchaba pero solo podía seguirle gimiendo. De nuevo sentí como si me hiciera pipi pero voltee a ver y vi como salía mi lechita a grandes chorros sin que yo me tocara si quiera y embarraba su panzota. Neta que su verga me traía bien estúpido.

No tardo mucho y me ensarto hasta el fondo sin moverse y solo dijo: ¡Ah puta madre ahhhhh! Y sentía como su verga palpitaba con cada chorro de mecos que depositaba en mí. Solo deje que mi macho se vaciara a gusto sin moverme pero apretándole el ano.

Cuando termino me levanto para sacarme su verga y me dijo: No mames pinche joto límpiame tus pinches mecos de la panza. Me puse a lamer mis mecos que le había chorreado hasta dejarlo bien limpio y después me quito con su manota rasposa y me dijo: Orale ya vete a la chingada ya me quiero jetear.

Me vestí y me fui caminando hacia mi cuarto en la oscuridad. Cuando iba a medio camino escuche unos pasos y voltee para ver que era ramón. No le hice caso y seguí caminando pero en eso escuche que se aceleraron sus pasos casi como corriendo y me agarro del brazo. Voltee sin decirle nada y el me pregunto que que hacia afuera. Solo le pude decir que nada pero en eso el me pregunto: ¿Fuiste con el pinche gordo eda? ¿Andabas de puta eda? Solo le movi la cabeza diciendo que sí.

Pareció molestarse y me dijo: ¿Uy pinche puto te falto más verga eda? ¡Puta perra caliente!

Me volteo, bajo mis shorts de golpe y me hizo poner en cuatro. Yo solo pensé: Bueno otra culeada antes de dormir jejeje. Lo escuche bajarse los pantalones, se acomodó atrás de mí, y me clavo de golpe su verga dura. Empezó a embestir rápido diciéndome: ¡Toma pinche perra! ¡Toma verga puta pendeja! Yo ni de pedo sentía tan rico como con don Jesús pero aun así se sentía rico y resbalaba chido en mi culito abierto y mequeado así que me puse a gemirle para que supiera que me daba placer y eso lo prendía más.

No tardo tanto y me dijo: ¡Ahí te va la leche puta! ¡Ahí te va! ¡AAAHHHHH PUTA MADRE! Se me pego y se vacío a gusto. Yo hasta le moví el culito en circulitos para ordeñarle bien la verga. Cuando termino me la saco y me dio un par de nalgadas con su verga aun dura y me dijo: ¡No mames, toda una putota jajajaja pinche joto de mierda! Se levantó y se fue. Me acomode la ropa y ahora si me fui a dormir bien cogidito y bien feliz jajaja.

Todavía al día siguiente tuve bastante suerte. Como ya era el día en que nos íbamos y decidí aprovechar la mañana. Salí corriendo a la caseta de la entrada a buscar otra vez a don Jesús para ver si me quería dar otra vez pero al llegar me decepcione que no había nadie. Pensé bueno pues de menos voy a ver si ramón me quiere dar mi despedida.

Llegue a los establos y tampoco estaba pero estaba otro señor de ahí de la finca que estaba acomodando la comida de los caballos. Me vio y me pregunto que buscaba y le dije que nada que solo buscaba a ramón. Se quedó parado viéndome y me pregunto que para qué. Me agarro desprevenido y le dije que nomás, cosa que debió sonar rara jaja.

Vi que volteo atrás de mí y a los lados para checar que estuviéramos solos y me pregunto: ¿Tú eres el putito que se está chingando el ramón eda? Me dejo un poco cortado la pregunta y me puse un poco rojo pero le dije que sí. Se pasó la mano por la boca y me pregunto: ¿Y si te gusta chupar verga? Igual le repetí que sí. Se me quedo viendo un par de segundos como pensándosela y me dijo: A ver ven.

Lo seguí a una parte más escondida del establo. Se paró y se sacó la verga, todavía flácida, por el cierre del pantalón y puso sus manos a los lados sobre su cintura diciéndome: ¡A ver chúpamela! Yo solo pensé bueno verga es verga jaja. Me hinque frente a él y me pegue como buen becerrito a su verga. No era tan grande, le media como 16 cm, pero si gordita y bien peluda. Le sabia poquito a miados al principio pero ya entrado ni lo note yo solo quería sacarle la lechita caliente.

El wey no decía nada solo vi que tenía los ojos cerrados y respiraba fuerte. Le eche ganas a la mamada succionándole la cabeza con ganas como exigiendo mi premio. No tardo mucho y escuche como su respiración se hacía más fuerte pero no decía nada. De la nada me agarro fuerte del cabello deteniéndome con su verga hasta el fondo y sentí las palpitaciones de su verga mientras vaciaba chorros de leche calientita y sorpresivamente bastante dulcecita directo en mi boca y garganta. Me trague hasta la última deliciosa gota de sus mecos. Me soltó la cabeza pero aun así di unas succionadas más para asegúrame de sacarle todo y ya por fin lo solté sonriéndole.

El todo serio solo se la guardo y me dijo: ¡Ya vete wey antes de que alguien nos vea! Se puso otra vez a trabajar como si nada hubiera pasado y yo me fui con el sabor de su lechita de macho en la boca. Asi me fue feliz del rancho jaja.

Afortunadamente varios meses después pude volver a disfrutar de la verga de don Jesús pero pues eso ya lo contare en otra historia.

Maduros prietos, gordos, feos y vergones de Guadalajara en México que quieras violar un culo de perra en celo escríbanme al mail [email protected] con foto de verga y nos arreglamos para que me cojan en persona y tener más historias.