Mi papá me desvirga
Hola, bienvenidos a mi relato, espero que sea de su agrado, ya que es el primero que escribo para la página. Primero que nada, mi nombre es Vanessa, soy una chica de 20 años, soy bastante delgada y alta, mido casi 1.80. Tengo el cabello largo y castaño oscuro, mis ojos también son cafés, ligeramente mas claros que mi cabello y algo grandes. Por desgracia, nunca he sido una chica con curvas, soy bastante plana, aunque depende la ropa que traiga puesta, mis pechos se notan un poco más jaja.
En fin, mi relato empieza el día de mi cumpleaños 18.
Yo vivo sola con mi madre. Mi padre nos visita algunas veces al año. Ese día fue una de esas ocasiones. El tenia en ese entonces 44 años, 7 más que mi madre. Es un hombre alto, mas que yo, no es gordo, pero tampoco delgado. Tiene algunas canas que no se molesta en pintar y alguna arruga en la frente. Y por lo que mi madre estaba con él, puedo decir que, aun si no fuese mi padre, es un hombre muy guapo, o al menos eso me parece a mí. La forma de su cara, sus ojos, la barba, siento que todo en el es atractivo. Pero de eso no me di cuenta hasta después de nuestra… celebración por mis 18.
Eran las 5 de la tarde. El iba llegando. Tenia algunos meses de no verlo. Todo fue normal. Nos saludamos, entramos en la casa. Los tres hablábamos de lo que había pasado en esos meses. De que había entrado a la facultad, del trabajo de mi madre, del trabajo de él, etc. Tomábamos cerveza mientras hablábamos, menos mi madre, que odia el sabor. Todo estaba yendo normal. En eso mi madre recibió una llamada. Era del trabajo y era urgente. Tenia que irse rápidamente, entonces nos dejó a los dos solos. Seguimos hablando, riendo y tomando un poco, hasta que, sin darnos cuenta, habían pasado tres horas desde que mi madre se había ido. Yo ya sentía desde hacia rato que la bebida me afectaba, pero no le daba importancia. En eso me levanté. Fui lentamente y tambaleándome hacia mi cuarto. Mi padre me ayudó a no carme. Me llevó hasta mi habitación y me recostó en la cama. Me quede completamente noqueada en mi cama. Entonces me desperté. Sin saber cuánto tiempo había pasado y realmente tampoco sabia donde estaba. Solo sentía algo extraño. Volteé a ver a mi alrededor. Y en ese momento sabia que estaba pasando. Tenia completamente descubierta la parte inferior de mi cuerpo. Entre mis piernas estaba la mano de mi padre. Me estaba masturbando dormida. Quise levantarme, gritar o hacer algo, pero no estaba en condiciones para ninguna de las tres. Entonces el se acercó a mi oído.
– Desde hace años que te tenia ganas Vanessa… Este va a ser tu regalo de 18 años.
Aún recuerdo esas palabras. Como las dijo. La lentitud con la que habló. Y la reacción de mi cuerpo sigue siendo la misma. Es decir… Me pongo caliente. Y así ocurrió entonces. Me comencé a mojar. Mi cuerpo se estaba dejando llevar. Yo ni siquiera estaba pensando en lo que pasaba. Era una mera espectadora de como mi padre me masturbaba. Que, debo añadir, lo hacía y lo hace perfectamente. Como mueve sus dedos, la velocidad y fuerza con la que lo hace. Lo hace hasta mejor que yo jajaja.
El obviamente notó que yo me estaba mojando. Entonces aprovechó para quitar su mano y poner su cara. Me comenzó a dar un oral. Quería gritar de nuevo, pero no de enojo o sorpresa. De placer completamente. Estaba siendo complacida por primera vez en mi vida por alguien que no fuese yo. Y me estaba encantando. Tomé su cabello y lo jalaba, para expresarle que me estaba gustando. Mi espalda se arqueaba, mis ojos muchas veces se ponían blancos o se cerraban de tanto que me gustaba. Estaba en el paraíso.
Después de algunos minutos el se levantó. Bajó sus pantalones y su ropa interior. Vi su verga. Totalmente depilada, no tan larga, pero se veía gruesa y ligeramente venosa. Estaba hipnotizada. Entonces el puso mi mano sobre ella. La textura era completamente diferente a como me la había imaginado. Yo pensaba que era áspera. Nada que ver. Entonces el se recostó en la cama. Y yo, como buena hija, comencé a chupar y lamer su verga. La verga de mi padre. Gracias a ella había nacido yo. Tenia que dar lo mejor de mí, aun siendo la primera vez que mamaba jaja.
Como inexperta, solo intentaba meterla y sacarla de mi boca. Pero el me dio instrucciones para que también la lamiera, la recorriera con mi lengua, chupara sus huevos, etc. Me estaba gustando mucho hacerlo y creo que a él también le gustaba como lo hacía, porque escuchaba sus gemidos y a veces veía su cara. Después de un rato chupando su verga, tomé valentía y me puse sobre él, ya que seguía acostado boca arriba en mi cama. Entonces le dije que nunca lo había hecho.
El se sentó y me abrazó. Mientras lo hacía sentía como su miembro entraba en mi lentamente. No entró todo a la primera. El volvió a acostarse y sentí como al hacer eso, su miembro se expandía. Dolía, sí, pero no quería detenerme. Pero bueno, eso va a ser para otra ocasión, en otro relato.
Si quieren hablar conmigo, tienen dos opciones, puedes mandarme un correo [email protected]
En cualquiera de los dos casos, intentare responder cuando pueda.
Hasta el siguiente relato. Besos a todos!!!!