Mi primer acercamiento al sexting

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Tengo 18 años, pero soy una chica de muchos secretos, muchas fantasías que calló.

Siempre me da y me dio miedo quedar de pervertida asique aún cuando me interesan muchas cosas no lo digo. Todos me ven tan santa, tan inocente, que no se cómo me verían si descubrieran lo que va por mi mente. Aunque algo de cierto hay en todo eso, sigo siendo virgen, por lo cual algo «inocente» soy.

Hoy quiero contar mi primer experiencia en el sexting, lo que fue algo completamente nuevo para mi, y liberador.

Estaba en una app, no era ni de citas, pero tenía un chat anónimo, lo cual funcionó a mi ventaja. Siempre fui de hablar con personas de todo tipo, solo me interesaba que la otra persona quiera mantener una conversación, y encontré que los hombres mayores me atraían más por ese lado.

Ya había tenido acercamientos de hablar cosas «pervertidas» con desconocidos por internet, pero nunca daba el paso final, nunca sexting, mandar fotos o encontrarnos. Solo promesas. De esa forma aprendí a provocar a muchos, sin atreverme a más, pero de alguna forma me enamore de esa sensación de sentirme deseada.. asique se volvió un mal hábito.

Empecé a hablar con un chico de 27 años, no muy grande pero si comparado a mis 17 años de ese entonces, al menos en mi opinión. Sin embargo nos llevamos sorprendentemente bien. Le gustaba el anime, pensábamos similar en algunas cosas y al final terminamos siendo una especie de «amigos» que hablábamos todos los días mientras él me contaba de su trabajo y yo de cómo me iba en el colegio.

Recuerdo que una vez le comenté que se me rompió mi cargador portátil y se ofreció a comprarme uno, en ese momento pude entender que quizás quería algo «más» conmigo, porque no se dice eso a cualquiera. Más allá de si era cierto o no lo rechace porque me daba pena, y si no lo mencioné ya, era de otro país.

Pero vamos al echo, ¿no?

Una noche de semana que no me podía dormir estábamos hablando, y siendo de noche, que es cuando normalmente me ponía caliente y me masturbaba, decidí «jugar» un poco con él. No sé como pero le termine diciendo que estaba usando medias red, que ya me había comentado que lo volvían loco, y si alguien se pregunta porque usaba eso.. porque hacía frío, estaba en shorts y simplemente porque me gusta usarlas, sentirme sexy.

La cuestión es que él me pidió foto de «prueba», obviamente, y aunque nunca antes había mandado algo en él me daba la confianza para hacerlo. Tonto pero cierto. Entonces, intentando no hacer ruido ni despertar a mi hermana que estaba en la misma habitación, saque una foto que mostraba mis bellas piernas y algo del short.

A partir de ahí la conversación empezó a subir de tono, él diciendo lo mucho que le gustaban mis medias, lo que haría conmigo y mandándome foto de cuanto lo estaba disfrutando. Eso me encendió, y sin necesidad de tocarme note cuando me había mojado, sentía esas cosquillas de placer que solo sentía cuando algo realmente me calentaba, que era raro que pase.

Desde ese momento, no lo sabía, pero descubriría que soy esclava del placer, y con la persona y la excitación adecuada daría todo.

Obviamente me pidió más fotos, primero sin el short, después de como me tocaba con las medias puestas y finalmente quería una foto de mi cola sin medias ni nada. Cabe mencionar que estaba súper nerviosa, y excitada, porque mi hermana estaba justo al otro lado de la pieza y se podría despertar en cualquier momento.

Acepte a todo en la calentura del momento pero no mandé foto completamente desnuda, fue mi límite. Es algo que aún hasta ahora diría que le mande solo a un hombre y es más por inseguridad propia, por ser regordeta y, porque excitada y todo, seguía sintiendo algo de vergüenza, que supongo le agregaba el morbo también.

Termine antes que él pero le seguí el juego mandándole fotos desde diferentes posiciones en lo posible, porque me gustaba excitarlo.

En fin, cuando todo terminó y se me bajo un poco la calentura me moría de vergüenza y dando una media excusa me despedí de él.

Al día siguiente apenas me desperté me esperaba un mensaje de él, saludándome como normalmente, y sintiéndome todavía rara decidí ignorarlo. Ya en el colegio no podía dejar de pensar en lo que hice, pero más que pensar en lo peligroso de que esas fotos terminen en internet, me excitaba pensando en lo que hice y en volver a hacerlo. Estuve al borde de masturbarme a mitad de una clase tan solo por pensarlo pero al final no lo hice, aunque al volver a casa estaba definitivamente mojada.

Ese no fue mi último acercamiento al sexting, aunque si es algo que nunca me voy a olvidar. Más adelante aprendí mejor sobre lo de sacar fotos y a que no salga mi rostro.. si, así se ingenua era, pero eso es para otro momento.

Este es un relato para todos los que me pidieron que escriba algo más, espero que esta vez esté mejor que el anterior. Como siempre, todo es verdad pero no pude dar muchos detalles, el chat con él lo perdí una vez que desinstale la aplicación y su nombre lo olvidé entre el de tantos con los que me hable, solo recuerdo las sensaciones y cosas en específico que pasaron. Espero que les guste C: