Mi querida suegra…

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Era un sábado por la tarde, y esperaba la visita de mis suegros pues habíamos quedado en hacer una comida para festejar el cumpleaños de mi esposa, una mujer bastante atractiva pues tenia solo 24 años y estaba en un momento físicamente hablando, asombroso. Era una comida meramente familiar, sin amigos ni conocidos, todo transcurrió excelente diría yo, la comida estaba genial y la cerveza que refrescaba por la tarde tan calurosa que hacia no podía faltar. Mi suegro y yo platicábamos de futbol y de trabajo, cosas banales y sin importancia.

De pronto empezó a sonar el teléfono, Mi esposa recibió una llamada de su trabajo, donde le decían que tenía que ir urgentemente a la oficina así que con todo y su desagrado tuve que llevarla y mis suegros se quedaron solos en la casa.
Cuando regrese no vi a nadie en el patio y supuse que se habían marchado, no me demore mucho en ir y regresar, a lo mucho unos 40 minutos, en fin decidí entrar a la casa para ver un poco de futbol, tome un par de cervezas y me dirigía a la sala, cuando escuche unos gemidos en ella, así que me detuve un momento y comencé a avanzar con bastante cuidado, al llegar a la sala vi a mi suegra chupándole el pene a su marido, no sabia que hacer, si interrumpir o dejarlos solos, así que solo me quede petrificado observando. Si bien mi suegra no es una mujer tipo modelo, si tiene lo suyo, no es delgada pero tampoco exageradamente gorda, a sus 46 años se conservaba de manera agradable a la vista de los hombres. Sus pechos son de una buena medida, como para pegarte un buen rato en ellos y lamerlos, pero lo que realmente es su atractivo es su muy bien formado trasero que se ajusta muy bien a lo ancho de sus caderas, nunca había visto yo con ojos de lujuria a mi suegra, si le había visto el culo y ya pero nunca como en esa ocasión, y mi suegro un hombre regordete bigoton y con poco cabello no era precisamente un adonis, bueno continuemos. Al verla empinada y succionando aquel miembro de una manera que realmente llamaba la atención, una manera que seguramente la experiencia de los años le había otorgado, al ver como masajeaba el pene de mi suegro y luego lo engullía y nuevamente lo jalaba era algo que empezó a excitarme de sobremanera. Después de un rato ella se coloco en a cuatro y le ofreció el enorme trasero a su esposo, yo tenia los ojos desorbitados al ver las arremetidas que el le propinaba, al mismo tiempo que magreaba sus tetas, y trataba de meter uno de sus dedos por su ano, yo estaba demasiado excitado y empecé a tocarme el bulto que ya era lo suficiente notorio debajo del pantalón, tanta era mi lujuria que empecé a masturbarme viendo la escena, estaba disfrutando en exceso todo, cuando mi suegro puso sus ojos en blanco y aceleraba sus arremetidas, fue cuando dejo de moverse, que comprendí que se había venido dentro de mi suegra. La cara de desagrado en el rostro de ella me hizo comprender que no estaba ni cerca del orgasmo, el salio de la vagina con el pene flácido y escurriendo un poco de semen aun, se cubrió y se acostó en el sillón.

Rápidamente salí al patio he hice como si fuera llegando ella salio con cierto desencanto en la cara a lo cual le pregunte que ocurría, y me contesto que nada en particular, que había metido a su marido al sofá para recostarlo por que ya estaba algo tomado y que dormiría una siesta, me pregunto por su hija y le conteste que tardaría un poco en la oficina, así que la invite a estar otro rato en el patio con un par de cervezas, la imagen que tenia de ella en la cabeza, viendo como realizaba aquella felacion todavía rondaba mi mente, ella seguía callada y seria e insistí en saber el motivo, volteo su mirada a donde estaba y me comento que sentía cierta pena por su marido que yacía en el sofá, dormido y ebrio, “(y por si fuera poco sin poder cumplir con sus obligaciones maritales)” pensé.
Comenzamos a platicar y yo seguí pensando en las grandes nalgas de mi suegra, ahora quería sentirlas y poder besarla, acariciarla y poder penetrarlas, pero sabía que eso era imposible. De repente al querer ella tomar su cerveza que estaba en el suelo, no calculo bien y con la mano tiro el envase, rápidamente se levanto y se inclino para levantarla, en ese momento vi lo magnifico que es la mezclilla, pues se ajustaba perfectamente a las voluminosas nalgas de mi querida suegra. Me perdí por completo en el paisaje que tenia frente a mi tanto que no me percate de que mi suegra me había visto mirarle el trasero, yo tartamudeante y nervioso solo puede atinar a decir “todo bien señora” al tiempo que giraba la cara para otro lado con la cara llena de vergüenza, ella con cierta sonrisa me dijo, “pues no se tu dime esta todo bien o hay algo que no te guste” yo volteé y la mire sorprendido por su respuesta, “perdón a que se refiere” – “Se ve que estabas bastante entretenido con algo, pues te quedaste mirándolo fijamente por un rato”, a mi se me subieron los colores al rostro, no podía entender si lo que me decía era en tono de molestia o de coqueteo, estaba realmente confundido. “te gusto lo que viste” me siguió insistiendo, “no…no se a que se refiera señora”, tartamudeaba por el nerviosismo que invadía mi cuerpo, “ok esta bien” dijo ella, “mejor voy a levantar al borracho de mi marido para que nos podamos ir a la casa”. Yo no quería que se fuera, quería seguir disfrutando de su compañía y solo atine a decirle que podían quedarse en la casa si quería al fin teníamos cuarto de sobra para huéspedes, me miro fijamente y me pregunto que si estaba seguro de la oferta, por supuesto repuse inmediatamente.» Además estamos tan a gusto aquí no le parece, aun hay cerveza y comida, y por si fuera poco adentro tengo un botella de tequila por si usted gusta” – “no creo que con otra cerveza estaré bien” me levante de inmediato para ir por ella, pero de inmediato me dijo que me sentara que ella traería un par mas y pasando justo delante de mi tan cerca que pude oler el aroma de su perfume lo cual hizo que mi piel se erizara. Con la mirada seguí el contoneo de su majestuoso trasero, inmediatamente empecé a sentir como mi miembro se iba irguiendo respondiendo otra veza la imagen de sus nalgas y nuevamente se notaba através de mi pantalón, trate de disimular pero mi nerviosismo y mi excitación me traicionaban a tal grado que no podía dejar de sudar, para cuando mi suegra llego con las cervezas, mi nerviosismo y distracción hizo que me levantara para agradecer el gesto y caballerosidad de haber ido ella, mi suegra inmediatamente fijo su mirada en mi entrepierna y miro el bulto que dibujaba un silueta en forma de erección, abrió los ojos como platos y me volteo a ver “y eso, a que se debe?” – “¿ehh? ¿Cual?” soltó una risa maliciosa y me señalo la entrepierna, me apene bastante y le pedí una disculpa, ella al contrario de la respuesta que yo hubiera esperado me pregunto por que me había puesto así, le comente torpemente que era algo normal. A lo cual ella solo me respondió tristemente, que pensaba que era la causante de mi erección, al escuchar sus palabras me quede perplejo y sin saber que responder o hacer, ella por su parte me estiro la mano para entregarme la cerveza y yo la tome lentamente rozando sus delicados dedos lo cual provoco en mi una reacción electrizante, se acerco aun mas a mi y me tomo el paquete con su mano libre, y me miro; “quiero que te la saques y me dejes chapártela”.
Mi cara se quedo pasmada ante tal petición, mi suegra solo atino a beber un trago de su cerveza para después dejarla en la banca donde estábamos sentados, se inclino a mi y me beso tiernamente en la mejilla, después se poso en mis labios, yo todavía absorto con lo que sucedía no sabia que hacer, hasta que reaccione y le correspondí el beso. Nuestros labios se fundieron en un largo y apasionado beso lleno de los mas bajos instintos carnales, la tome por la cintura y la acerque a mi para poder restregarle mi endurecido pene en su vientre, ella por su parte me tomo de la cabeza y me besaba con bastante desesperación en un movimiento sorpresivo bajo mi zipper y comenzó a masajear mi verga, que sin ser grande si a caso unos 14 o 15 cm es bastante gruesa, siguió masturbándome por el tiempo que duro el beso, hasta que se separo e inicio un descenso que me indicaba que me iba a regalar una sesión del buen sexo oral del que había sido testigo unos minutos antes, empezó chupando la cabeza de mi grueso y venoso pene y se recorría por todo el largo del tronco hasta que por fin abrió la boca lo suficiente para poder engullirlo, la sensación que invadió mi cuerpo en ese momento fue en extremo placer, no podía separar la mirada de su cara, su boca y sus ojos que me miraban al tiempo que me chupaba el pito, fue un a escena llena de lujuria, comenzó a sobarme los huevos y a chuparlos al tiempo que jalaba de mi miembro, era una de las mejores mamadas que había recibido hasta ese día, sino es que la mejor.
Sus manos se posaron en mis glúteos y se pega cada vez mas para poder tragar la mayor parte de carne que su linda boca mamadora le permitiera, sentir lo caliente de su saliva recorrer todo mi miembro era sensacional. De pronto, se levanto y me pidió que la penetrara así que de una manera desesperada me quiete y le quite toda la ropa pensando que no podía perder tiempo, de manera obediente cual mascota a su dueño me dispuse a acatar su petición, así que la recosté en la banca y puse mi pene en la entrada de su vagina, ver esa mata de pelos cubrir la cabeza de mi verga al momento de que iba entrar me hacia sentir gran morbo y excitación, sin pensarlo deje caer todo mi humanidad dentro de ella de un solo golpe, ella respondió con un suspiro que hizo que me erizara aun mas la piel. Lo caliente de su sexo me provocaba una desmesurada cachondes y al ver que ella lo disfrutaba no me dejo dudas y empecé con un frenético mete y saca, sin importarme ya nada en el mundo simplemente complacer a mi querida suegra. “te gusta suegrita, te gusta verdad”, mientras arremetía sin piedad en su cavidad, sin dejar de ver su rostro que tenia los ojos cerrados y que hacia parecer que estaba perdida en el momento sexual, sin dejar de penetrarla comencé a sobar con yema de mis dedos su muy rosado clítoris, ella inicio una serie de quejidos que me hacia pensar que estaba disfrutando de una manera que hace mucho tiempo no sentía, tanto que en un momento uno de sus quejidos anuncia sin duda el primer orgasmo que sufría son mucha felicidad, deje de moverme tan rapido para que disfrutara ese momento, para después como un recién nacido hambriento me lance sobre sus senos y comencé a chuparlos y lamerlos de forma salvaje, en ocasiones dejaba un pequeño mordisco en sus pezones que eran sumamente grandes y estaban por demás erectos y apuntando al cielo.
Deje un momento de penetrarla solo para colocar a mi querida suegra en 4, sin duda estaba ansioso por ver en todo su esplendor ese monumental y majestuoso trasero, así que cuando la vi empinada solo atiné a decirle a mi suegra “en verdad que envidio a su esposo suegrita, mire nada mas lo que se esta comiendo” y realmente era sensacional ver a mi suegra con el culo apuntando hacia mi, “si tanto te gusta, jodeme pero hazlo sin piedad, quiero volver a sentir otro maravilloso orgasmo, jodeme ya”, la manera que se expresa me encanto y aumento mi ya caliento cuerpo, así que sin mas me propuse a penetrarla y como la vez anterior de un solo golpe ese par de nalgas hacia desaparecer mi pedazo de carne, en un momento de lujuria y desenfreno, sin importarme la respuesta tire un poco de saliva en la entrada de su ano para posteriormente colocar uno de mis dedos y tratar de violar su culo, mi suegra arqueo la espalda cosa que hizo que el dedo entrara mas rápido y sus nalgas se extendieran aun mas continúe deseando el ojete de mi suegra hasta que conseguí que se viniera un par de veces mas soltando un grito al aire que me hizo pensar que mi suegro podría despertar, pero no me importo nada. no podía creer lo que me estaba pasando, lo único que deseaba era que no llegaran a interrumpir esta escena tan maravillosa. Saque mi verga de su sexo y me dispuse a romperle el culo, esta ves por lo estrecho del orificio lo hice mas despacio que en las otras ocasiones, pero cuando ya estaba con la cabeza dentro y esperando a que el ano de mi suegra se acostumbrara a la invasión, de un jalon me llevo hacia ella al tiempo que ella se pegaba a mi, lo cual ocasiono que penetrara sin compasión su tan preciado orificio. “ahhh, así quiero sentir toda tu hombría dentro de mi”, realmente mi suegra tenia bastante tiempo sin gozar de una buena cogida, así que me dispuse a complacerla y comencé con el mete y saca mas frenético de la noche sin importar si lastimaría su ano, la tome del cabello y la sodomicé de cierta manera jalando su cabeza hacia atrás y ya sin ninguna inhibición ni duda, solté una sonora nalgada que cimbró todo su ser y al ver que no había ninguna queja solté otra y otra, al punto de dejarle el culo enrojecido. Pero ella disfrutaba tanto esta acción que volvió a correrse sin contemplación.
De pronto la sensación que anunciaba mi venida comenzó a hacerse presente y quería probar algo que deseaba desde hace mucho tiempo, así que saque mi verga de su culo y la voltee rápidamente hice que se hincara, “abre la boca perra, para que recibas mi leche”, obedeció sin chistar y empecé a jalármela como un desaforado apuntando a su cara, el primer chorro callo dentro de su boca después en la frente y mejillas y lo ultimo en sus pechos.
Sentí que toda la fuerza de mi cuerpo se iba por ese gran orgasmo que sentía en ese momento, sin fuerza me senté un momento en la banca dejando el cuerpo tambaleante de mi suegra arrodillado. Finalmente recobramos un poco de fuerza y le ayude a levantarse, aun con mi semen escurriendo de su rostro me miro con una sonrisa suficientemente extasiada y fue a lavarse. Yo por mi parte me vestí y tome otra cerveza para bajar el calenton que me había puesto, prendí un cigarrillo y espere que regresara mi suegrita. 5 minutos después apareció y nos pusimos a platicar de lo sucedido, me pidió que siguiera cogiendomela cuando tuviéramos oportunidad,y gustoso le conteste que por supuesto, perdimos la noción del tiempo tanto que mi esposa llego súper enojada ya que tenia que ir por ella al trabajo y se me olvido, mi suegra me escuso diciendo que me había quedado con ella por la situación de su papa y para no sentirse sola, me había pedido que le hiciera compañía ella comprendió y se le paso el enfado.
Las dos se metieron a la casa preparar algo de cenar y yo me quede en el patio meditando todo lo que había vivido esa tarde, fue maravillo y me alegre de que no seria la única vez…

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