Mi vicio es tragar leche, me encanta chupar verga ¡Soy una mamadora!

Mamar es para mí una necesidad, la conmoción de la pija en mi boca, el tufillo fuerte del macho, mis belfos que buscan afanosos el deleite de las gotas de jugo, y el viborear de mi legua en el glande y el cuerpo cavernoso, las vetas que se atesten de sangre, el flujo del torrente del brebaje seminal que lo sientes en tu acceso que se va recolectando y brota como un torrente desbocado por tu cara, cuando el macho explota, dios es glorioso.

Por supuesto me gusta mamar también una buena concha ensañarme con el clítoris, hacerlo crecer y embravecerse como un pequeño pene y amo, me enloquece que me mamen con pasión, la vaginal el culo, los pechos…

Mi placer vaginal es sobre todo de clítoris, juego con mis dedos sobre su terminal, aunque me estén clavando, me recorren espasmos eléctricos por la espina dorsal cundo entro en trence y viene los orgasmos uno detrás del otro, gimoteo y baladro de encanto y enajenación.

Pero debo confesarte que mi enloquecimiento es entregarme por el culo, ponerme en cuatro sumisa, casi una esclava, abrir mis nalgas y implorar por la pija, sentir la coacción de la cabeza en mi esfínter, la dilatación del conducto de mi recto cuando penetra el pene que me enflaquece, el sufrimiento agudo que deja paso al picazón intenso como de ají puta pario y sientes como que levitas y te abres por el universo, o es la verga que te empotra y te parte y en cada embate del verraco que te estaca te elevas mas y mas y en el momento sublime que entre susurros y sollozos el esperma inunda tu canal, placer… eres diosa.