Nieta con una amiga deciden cuidar al abuelo pervertido
El abuelo de escayola
A veces (casi siempre) mis planes se tuercen, eso si, con la ayuda inestimable de mis queridos Papas.
No entienden que tengo derecho a mi vida, a tomar mis decisiones, a divertirme que para eso soy joven.
Adolescente dicen…como si fuese una enfermedad mental. No puedo aguantarles…
Menos mal que a pesar de ellos hago lo que me place y en mi vida mando yo. Pero hablando de todo un poco… Os presento a mi abuelo Zoilo, coronel de la brigada paracaidista ya retirado
– ¿Qué como llego aquí?
No se le ocurre otra cosa que para celebrar el día de los veteranos de las fuerzas armadas, tirarse en paracaídas ante la última promoción de cadetes, con tan mala suerte que una ráfaga de aire lo empotro contra una pared, lo que le ocasiono diversos traumatismos que le mantienen postrado en una camilla, con escayola hasta en la cabeza; y mi querida mama ha decidido traérselo a casa para poder atenderle. Y como no, al final la que pringa soy yo, porque mis papis decidieron irse de puente largo y yo aquí en Madrid – Estudia y cuida del abuelo cebolleta que ya te recompensaremos a la vuelta, me dijeron…
Esta noche por fin es viernes, y vendrá mi amiga Fanny, y aunque no podamos salir por el coñazo del abuelo, lo vamos a pasar muy bien haciendo las tonterías que nos gustan: beber, fumar, pintorrojearnos en plan putas, disfrazarnos y hacernos selfies.
Pero antes de que llegase Fanny, le dispense los últimos cuidados al general y así poder olvidarme de él durante la noche.
El muy cabrón estaba meado, y tuve que limpiarle hasta los huevos con una esponja, luego le seque sus partes muerta de asco, porque tiene mucho pelo viejo y seco, además de una enorme verga con mucha piel negra y arrugada y esos huevazos colgones. Puaggg que ascazo!
Le deje dormido en su habitación que está justo en frente del salón, con la puerta entreabierta para poder controlarle o escucharle si trataba de llamarme, ya que también se partió la mandíbula y solo emite sonidos guturales.
Sonó el timbre de la puerta. Era Fanny que venía contenta y medio borracha.
– Joder que pinta me traes tía, ¡si pareces un putón desorejado!
Jajajajajajaja (se reía)
Hoy tocaba probarnos los disfraces que llevaríamos en halloween.
Fanny de bruja sexi y yo de chacha gótica ¡joder que dúo! jajajaja
Mientras yo liaba un porro, Fanny se puso a preparar unos buenos cubatas y así me contaba las últimas novedades de la noche anterior con Manolon (su novio) y un negro que habían conocido en un garito de salsa.
– Tía a ti te parece normal que tu novio le diga a un tío que acabamos de conocer que me gusta follar en cuatro y que las mejores corridas es cuando me la mete por el culo?
– O que me trago su leche? Y claro! El otro mirándome como un cerdo salido, como si yo solo fuese un cacho de carne. Mientras Manolon seguía con los detalles el muy cerdo además no hacia más que tocarse el rabo por encima del pantalón. ¿Tú te crees?
Fanny cuando habla parece una gatita maullando, tiene un timbre de voz agudo y estridente y eso la hace irresistible para follar e inaguantable para el resto de las cosas.
Además tiene un cuerpo espectacular: es rubia de bote con ancha mandíbula, nariz diminuta y ojos negros y achinados, buen culo, piernas torneadas y finas en los tobillos, tetas saltonas aunque no muy grandes.
– Puagg tía que ascazo…pero es verdad…
– Que es verdad?
– Pues que tragas leche!
– Bueno… la trago si estoy borracha. Igual que lo del culo…
– Jaja…das culo! Que guarra!
– Que pasa ¿que a ti no te han dado nunca por culo tía?
– Pues claro que no zorra, el culo es para cagar
– Mira yo tampoco lo daba hasta que Manolon me convenció y le deje que me metiera la punta, y luego ya me dio a lo bestia como la puta que soy ¡¡jajajajaja!!
– Y no te dolió tía?
– Hombre duele pero gusta
– Que marranilla que eres tía
– Vemos una peli?
– Vale!
– Una porno, pero de lo mas guarro que haya jjjjjjjjjjjjjj
– Mira mira esta….MANDINGO TIA! JODER QUE FUERTE!
– PERO COMO LE CABE ESA COSA EN EL CHICHI TIA
– HOSTIA Y AHORA SE LA TRAGA ENTERA!
– Joder que guarro el poyudo ese
– tía a mí eso es lo que me mola, que casi ni te entren
– a mí que sean grandes me da morbo pero sin que me den por culo, solo por delante y chuparlas pero que se corran fuera
– pues yo quiero una pal coño y otra pal culo jajajajaja
– pero has visto que asqueroso es el negro, la folla con rabia
– si, como por venganza, por que las blanquitas son las culpables de hacerle sentir inferior, y mientras, el marido se la menea viendo la canallada que le hace a su pobre esposa, jajajaja, que a la pobre no la queda otro remedio más que complacerle para que no se enfade como un orangután, jajajajaja!!
– yo solo espero que no se corra en la boca porque me muero del asco
– Pero si tu siempre te la has tragado, y no solo cuando estas borracha ¡perra!
– Yoo…cuando?
– Aaa..no te acuerdas cabrona? Con aquellos tíos mayores en lloret!
– Es verdad tía, aquellos gordos que nos pagaron todo, y que estaban de vacaciones con sus mujeres, pero habían ido ellas de compras a Barcelona y andaban solos por ahí
Si tía que les pedimos un euro para una litrona y nos invitaron a comer, a copas, y luego fuimos a su hotel y nos pagaron una la habitación dos noches jajaja
Joder tía, es verdad. Y yo se la chupe a míster potato! Y es cuando el muy perruncho se vino en mi boca sin avisar…que asco… si ves como le temblaba la barriga! Jajajaja
– Joder… prepara otras dos copas Fanny que tengo sed, puta!
– Como se pide? Acercando los morritos a Yoli
– Quita guarra! Oye… ¿tienes el teléfono del negro?
– ¿Quee…? (Extrañada)
– Si, joder, el del negro ese salsero, no me digas que no te lo dio!
– Si claro, me lo paso en una servilleta sin que se enterase Manolon
– ¿Y si le llamamos y nos lo follamos como a un perro?
– Jajajaja, toma tu copa Yoli y refréscate que te veo muy calentorra tía
– NECESITO UN RABO! UN ENORME RABO NEGRO!!! JAJAJAJAJA!!!
– Bueno Yoli, yo le llamo, pero no quiero nada con él, yo ahora estoy bien con Manolon y no quiero hacer nada, paso
Aunque pone cara seria, se que el coño le arde más que a mí, pero prefiero no contradecirle para que llame…luego ya veremos jejeje
– Aaa, mejor, ¡para mi sola!
La puta de Fanny llamo a Nelson, le dijo que tenía una amiga que quería probar la poya de un negro y no sé cuantas cochinadas mas, le dio la dirección y listo.
Seguimos bebiendo, fumando y viendo porno y entre comentarios soeces, morreos entre nosotras y toqueteos se fue pasando el tiempo cuando de repente sonó el timbre… diiinnn donnn
Nos miramos y al unísono dijimos EL NEGRO!!! JAJAJAJA!!!!
Salimos disparadas, Fanny a abrir la puerta y yo a recomponerme al servicio.
Me pinte los labios de rojo fulana, también me puse mis pestañas postizas, tacones de aguja de mi madre me quite el tanga y me puse unos pantis negros de costura, también de mi madre, que me transparentaba mi coño bien rasurado, las tetas sueltas y una camiseta blanca semitransparente. Salí del servicio y al verme Fanny, me dijo:
-joder tía que puta eres!
Mira, Nelson, esta es la que quiere conocer como es una poya negra
Nelson estaba un poco cortado, quizá no daba crédito a la situación, pero tiro de bragueta y se saco la poya y me dijo: mira a ver si te gusta. Me miraba como un primate en celo e intentaba una mueca parecida a una sonrisa.
– La verdad es que es asquerosa, le conteste, así que solo espero que al menos funcione decentemente.
Y continúe diciéndole:
– Mira Nelson, yo busco un esclavo. ¿Tú quieres ser mi esclavo, negrito feo?
Le hable con autoridad y mirándole a los ojos.
Fanny no podía contener la risa, pero estaba un poco extrañada de cómo estaba yo planteando la situación. En el fondo pese al cuerpazo que tiene, es tremendamente insegura y contrariamente a mí, es muy sumisa y a veces un poco tonta e inmadura.
Nelson pillo rápidamente el juego, seguramente se habrá tenido que ganar la vida de chapero con viejas y maricones y ya nada le sorprendía, así que contesto:
– Claro que si señorita Yolanda, haga lo que quiera conmigo, soy su puto
Y sin miramientos le conteste:
– ¡Pues cómeme el culo cerdo!
Nelson se arrodillo tras de mí y bajándome los pantis hasta los muslos, empezó a chuparme la nalgas, yo me incline apoyando una mano en el brazo del sillón y con la otra le sujete la cabeza hasta notar el aleteo de su lengua en mi ano.- Eso es perro sumiso, limpia mi culo y engrásalo bien para que un macho de verdad me folle. – Eres un cochinote. – Venga ponme cachonda y te dejo que me la metas un poco.
El puto del negro me gustaba, era un tipo básico y rudimentario y olía a jabón, a Heno de Pravia, supongo que es lo único más decente que tenía a mano para lavarse. Todo su cuerpo, hasta el pelo olía a lo mismo, pero al menos olía a limpio, a humildad, y eso me daba un morbo especial.
Seguimos bebiendo mientras Nelson atendía mis caprichos de niñata. Que ahora cómeme el coño, que también los pies, que déjame tirarte de los huevos, que te pongo un dedito en el culo. Hasta que me entregue y deje que ese negro me empalase por el coño. Estaba tan borracha que no sentía ni cosquillas, mientras, Nelson aprovechando mi aturdimiento me la metía frenéticamente, como si tuviera prisa por correrse antes de que volviera la mala puta de mi y le propinase el castigo que corresponde al esclavo oportunista y disfruton.
El tío se corrió en mis profundidades sin anunciarlo. Como por venganza. Igual que en la peli porno.
Descargo sus litros de rabia mientras el sudor de su cara se estrellaba contra la mía. Y de repente abrió su boca roja y saco su lengua ancha con la que me lleno la boca. Se la mordí y pego un brinco saliendo rápido de mi cuerpo profanado. – perdone Yoli, pero creo que me he corrido dentro. Me dijo.
Salí pitando al servicio y me lave a toda prisa, solo me faltaría quedarme preñada de un negro, pensé…que vergüenza madre mía!
Volví al salón y me encontré a Fanny mirándome de frente con la cara desencajada y el cabrón de Nelson que no había perdido el tiempo dándola por el culo a cuatro patas mientras las tetas de Fanny chocaban entre ellas como si le estuvieran aplaudiendo la faena al negro gozón. Recordé a Fanny diciéndome lo enamorada que estaba de Manolon y que ella no quería nada con el negro. Menuda puta! A quien querría engañar la tragaleches, menos mal que la conozco muy bien.
En ese momento recordé que mi abuelo estaba en la habitación del fondo y podría estar viendo el espectáculo, espero que no, pensé, así que fui a comprobarlo.
El general malas pulgas dormía plácidamente, estaba con los ojos cerrados y tenía una respiración larga y densa que terminaba en un leve ronquido. Tan solo había algo raro, un bulto sospechoso con forma de pirámide entre sus piernas. Lo fui a tocar para asentarlo pero estaba duro y tieso así que lo deje estar y Salí del cuarto evitando que pudiera despertarse.
Al regresar al salón Fanny estaba tumbada fumándose un canuto y Nelson había desaparecido.
– Fanny, donde está el negro?
– Le mande a la mierda y se fue, el muy hijo puta se corrió en mi coño cuando yo solo le había ofrecido el culo!
– No te entiendo Fanny…
– Joder que me he dejado dar por culo de ese miserable, y va y cuando se está corriendo ha cambiado y me la ha metido en el coño, y yo como una tonta me he corrido y ni me he enterado de su maldad. A este le gusta preñar a blanquitas por venganza!
– Y lo peor tía…cuando le he preguntado si se había corrido dentro el muy hijo de perra va y se descojona. Esque con los tíos siempre me pasa lo mismo, abusan tía, no sé si es que me ven cara de boba. Qué asco me dan.
– Bueno Fanny, ya esta tía, olvídate del puto gorila. Por cierto Fanny creo que mi abuelo se está haciendo el dormido y se ha coscado de todo.
– A si… y porque lo dices?
– Porque le he pillado empalmado
– Jajaja…no jodas. Como se le va a levantar al fósil ese!
– Ve a comprobarlo Fanny, que creo que lo ha visto todo y por eso estaba así.
Fanny se acerco sigilosa y pudo ver el movimiento de sabana que se traía el viejo guerrero al menearse la poya con la única mano sana y libre de escayola que tenia. El viejo al sentir su presencia paró en seco y se hizo el muerto, pero Fanny plantándose delante de él cogió la sabana y de un fuerte tirón dejo la poya del general al descubierto.
– Que poyón, y cuanto estará sufriendo sin poder aliviarse. Le decía con su voz de gatita caliente. Pero no se preocupe soldado que yo le ordeño para que usted se quede bien tranquilo. Y Fanny se tiro a chupársela mientras el abuelo gemía y movía los ojos que parecía que se le salían de las orbitas.
Bebí unos tragos mas de ron, y pensé que si el abuelo había visto todo, seguro que se lo diría a mis padres, así que lo mejor era que tuviésemos un secreto inconfesable él y yo.
Me acerque a la habitación y vi a Fanny arrodillada. Le estaba haciendo una felación en plan super guarra, y al verme se me quedo mirando haciendo gestos con las cejas y con la polla del viejo en la boca, como una boa tragándose un cervatillo.
Me acerque a Fanny y cogí la poya con la mano, tire de ella y se la saque de la boca, Fanny protesto como cuando un bebe pierde su chupete, y al ver que ya no tenía la poya se subió a la cama y le puso el coño delante de la boca al viejo.
Mientras, yo me puse a cabalgar la poya de mi antepasado como si no hubiera un mañana.
El viejo verde estaba atónito, trataba de escapar del coño mordaza y emitía sonidos guturales. Follar con su nieta y la amiguita no entraba dentro de sus planteamientos morales. Pero tampoco podía hacer nada, así que tarde o temprano no podría evitar correrse involuntaria pero perrunamente, y entonces tendría que ocultar la vergüenza. Nada podría decir, seria nuestro secreto perturbador de por vida.
Pero necesitaba su leche ardiente y cómplice, así que seguí con mis movimientos de twerking, y se produjo el milagro. El muy cerdo escupía leche caliente a las profundidades de mi coño, entonces me transporté a una nube y tuve una fantasía que me llevo al clímax.
Imaginaba que estaba en medio de una batalla, desnuda y tirada en el campo, mientras un grupo de militares me violaban entre gritos y locura. Me follaban con las ganas y la testosterona que da el ver la muerte cara a cara durante días, meses, y tal vez años.
Sucios, zarrapastrosos y sin alma, así eran mis captores. Y así me vino el orgasmo más largo, salvaje y cruel que había tenido jamás. Disfrutaba y sufría a partes iguales. Lloraba y gritaba y me tiraba de los pezones. Estaba como poseída por ese diablo de carne que invadía mi cuerpo sabiendo que lo que estaba haciendo era muy sucio. Pero me gustaba porque transgredía todo lo imaginado, me sentía libre, por fin hacia algo único y sin precedentes, algo sórdido e indigno que se salta todo lo establecido. Me estaba follando mi abuelo por toda la cara, y él, dominado por la excitación y sin voluntad, como un pelele.
Nunca imagine que el pureta pudiese ser lechero y no debía de desagradarle mucho porque a la vez aullaba: ¡uuuta! ¡UUUUTAAAAA! uuuUUUUTAAAAAAaaaaaa!!!
No sé si me decía gusta o puta, pero el muy marrano nunca les dijo nada a mis papis, se portaba como si no hubiese ocurrido.
Pero ahora viene lo peor. Este mes no me he venido la regla y claro, si estoy preñada no sé si saldrá blanquito como mi abuelo o negro tizón y bobo como Nelson.
Ya os lo contare…