Reaparece diez años después

Las vueltas que da la vida. Conversando con amigos, recordé que había escrito aquí estas historias. Y sin poder creerlo todavía, tener un mensaje de uno de sus protagonistas.

No podía entender como la vida insistía con traérmelo de vuelta. Pero la vida tiene razones que la razón no entiende, y así lo volví a conectar.

Apenas vi el mensaje, le escribí. Pasó bastante tiempo. Igual sigue hermoso, fiel a sus costumbres. Mi mente era un torbellino de sentimientos, la ansiedad de verlo, los recuerdos de la pasión que tuvimos, la bronca por no poder estar a su lado, todo me hizo estallar en un mar de llanto. Y no sé por qué, lo dejé que me viera llorar. Si, debí haber sido más fuerte.

Ha pasado una semana desde este encuentro virtual que me tiene feliz, triste, y loca por esos ojos celestes. Si lo vieran… su pelo está canoso, y eso hace resaltar aún más sus ojos de cielo. Mis fantasías volvieron a florecer, todo lo que había vivido, hoy me dan ganas de cumplirlo de verdad. Tomarme un avión a España y hacer las locuras que hacíamos por cámara web en persona.

Pero además de eso, también me gustaría ser su compañera. Y si fuera de vida, mejor. Pero hay que aceptar que ciertas cosas no pueden cumplirse… no por lo menos en el futuro cercano. Y eso me mata de la ansiedad, y de la angustia.

Esperame, corazón. Un día nos veremos en persona y te voy a dar todo mi cariño. Sacarme las ganas de tí. Darte todos los abrazos y besos del mundo. Reírnos juntos. Pasear como dos enamorados (¿acaso sentirás lo mismo?) Mostrarte las cosas de mi ciudad y tú las tuyas. Sentirnos de verdad el uno al otro.

Te quiero, y sí, me da un poco de miedo decirlo. Pero es lo que me pasa. Te quiero y no dejo de pensar en tí. Si diez años después, nos volvimos a encontrar, por qué no pensar en que es posible abrazarte de verdad. Lo imagino. Lo presiento. Se cumplirá.