Sola en la piscina, o por lo menos eso es lo que pensé

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Dos días después del primer encuentro con mi cuñado, una tarde baje a la piscina a refrescarme sola pues mi hija había salido con sus abuelos, llevaba un traje de baño color mostaza (bastante revelador por cierto) apenas cubría mis senos y era tipo hilo, estaba recostada sobre una de esas sillas de playa con los auriculares puestos escuchando música y con los ojos cerrados, cuando de repente siento que alguien me da un beso en el cuello, y me asusto, pues yo pensaba que estaba sola en casa. Vuelvo a ver quién era y para mi suerte era mi bello cuñadito.

J: Vaya como te pongo! -Me dice luego de ver mi reacción.

Yo: Vaya infarto el que casi me das pensaba que estaba sola, acaso no habías salido? -Le pregunto

J: Y así fue, pero mama llamo y me dijo q saldrían con la niña y que volverían hasta la noche, así que me vine a hacerte compañía y así no estas solita…- dijo sentándose junto a mí.

Yo: Jajá de cuando acá tan atento? -Le pregunte.

J: Desde el día que probé esas deliciosas tetas que tienes… y algo más… -dijo mientras pasaba su dedo índice sobre mis tetas y bajando hasta el ombligo.

Cosa que hizo que mi piel se erizara, mis pezones empezaron a ponerse duros y mi vagina empezara a mojarse.

Yo: Pensé que quedaría como algo de borrachera nada más- le dije mientras habría mis piernas para que pudiera ver mi humedad.

J: No estaba borracho- me dijo mientras acariciaba mis piernas

Yo: Yo tampoco- le conteste al tiempo que mordia mis labios y sobaba su polla, que ya empezaba ponerse notablemente dura.

Se acercó y empezó a bésame de forma suave, mientras subía sus manos de mis piernas hasta mis pechos los cuales empezó a sobar delicadamente. Yo no dejaba de masajear su paquete que parecía que iba a explotar.

Bajo y empezó a comerse mis senos y su mano derecha paso sobar suavemente mi clítoris por encima del hilo que ya estaba totalmente mojado por mis líquidos. Se apartó solo para acomodarse entre mis piernas, aparto el hilo hacia un lado y empezó a pasar su lengua por mi clítoris, me estaba comiendo de una manera exquisita, alternaba metiendo su lengua en mi vagina penetrándome con ella lo más hondo que podía, mis latidos empezaron a acelerar y el calor volvía a invadir mi cuerpo, mis gemidos eran cada vez más fuerte anunciando la llegada de mi primer orgasmo, de repente introdujo un dedo en mi vagina y empezó penetrarme rápido y sin parar mientras me devoraba el clítoris con su lengua, no aguante más; apreté su cabeza contra mi vagina y me corrí en su cara de una forma espectacular.

Mientras de recomponía del primer orgasmo, vi que se ponía de pie y se sacaba la polla para pajearse invitándome a probarla, no lo pensé dos veces. Inmediatamente me acerque, me senté a la orilla de la silla, y por fin pude comprobar en primera fila y a todo color el tamaño y grosor de esa polla de la que tanto había escuchado hablar.

Era hasta el momento la más grande que había visto, unos 18 cm (la de mi marido es de 15 cm pero muy muy gruesa) con una cabeza grande y rosadita, gruesa y con muchas venas. La tome con mis manos y lo empecé a pajear, volví a ver su rostro esperando que me diera la orden y solo dijo: COMETELA!

Comenzó pasando la lengua por su cabeza que sabía ligeramente salada debido a los líquidos pre seminales que ya salían de su polla, y luego me la fui metiendo toda poco a poco, no me alcanzaba pues era más grande que la de mi marido, empecé a chupar más rápido al tiempo que le pajeaba con mi mano derecha y el gemía como todo un macho, esto me ponía más caliente pues siempre me ah excitado mucho escuchar a los hombres gemir me hace sentir súper puta. Me agarro la cabeza y empezó a cogerme la boca brutalmente, aguantaba unos segundos y me soltaba porque hacia arcadas y tenía mis ojos llorosos.

Me soltó y me ordeno ponerme en cuatro, inmediatamente lo hice pues es de mis posiciones favoritas y puse mi culo lo más paradito posible, puso la cabeza en la entrada de mi vagina y empezó a pujar suavemente sin llegar a meterla toda, lo hizo tres veces y luego me la metió de golpe. Yo pegue un pequeño grito pues me dolió debido al tamaño y a la posición en que estaba, comenzó a penetrarme como una bestia, mientras yo empecé a gemir casi gritaba de lo rico que sentía, de repente bajaba el ritmo y me daba suave y sin avisar la sacaba y volvía a metérmela de golpe y me daba nalgadas y me decía que ahora era su perra.

Así estuvimos como 10 minutos, de repente paro y me hizo seña para sentarse en la silla, me levante, él se sentó y luego yo me senté sobre su polla suavemente, solo me metía la cabeza quería volver loco yo a el mientras lo miraba a los ojos, él se veía lleno de un deseo q parecía no acabar nunca, me agarro de la caderas y de un tirón me sentó de una clavándome toda su polla dentro. Comenzó a cabalgarlo como una autentica jinete o autentica puta diría mi marido, me movía de arriba abajo o en círculos, él se acercaba para comerse mis pechos o morderme los pezones.

Cuando sentí que mi segundo orgasmo volvía a venir empecé a cabalgarlo más fuerte y rápido, y fue suficiente para lograr que se viniera al mismo tiempo que yo. Los dos gemíamos fuerte y nos dejamos llevar y convulsionábamos del tremendo orgasmo que habíamos tenido mientras nos abrazábamos.

Cuando finalmente logramos recuperarnos, nos arreglamos la ropa, y nos metimos a la piscina para refrescarnos y quitarnos el sudor. Eran las 2 pm, la tarde apenas comenzaba 😉

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