Termina con mi novia y su hermana en un trío en plenas vacaciones

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Habían pasado varios meses desde aquel perfecto fin de semana que pasamos mi novia y yo con sus amigas y aunque inicialmente tanto Ana como Carla se nos habían ofrecido para repetir y mi novia, Adriana, había reconocido disfrutar con los trios que habíamos hecho no habíamos vuelto a repetir.

Al final la rutina nos invade y Adriana no había querido que le pidiéramos a nuestras amigas un trío y la realidad es que tampoco habíamos tenido ninguna oportunidad. Tampoco me importaba, el sexo con ella era genial, pero tenía la idea ahí metida en la cabeza.

Había llegado el verano y nos íbamos a pasar un par de semanas a una casa que tienen mis padres en la playa, ellos no iban a estar y tendríamos total intimidad… Pero un par de días antes de irnos Adriana me propuso invitar a su hermana a pasar las vacaciones con nosotros. Carmen, que así se llama su hermana, era mayor que nosotros, 28 años, y hacía unos 3 meses la había dejado su novio después de 6 años de relación.

-¿Lo dices en serio? Creía que íbamos a estar solos y así poder hacer lo que quisiéramos… Contesté.

+Lo sé, pero Carmen lleva desde que Antonio la dejó muy mal y creo que le vendría muy bien para despejarse. Te prometo que no impedirá que nosotros hagamos nuestras cosas.

Finalmente accedí, así que el día del viaje la recogimos y pusimos rumbo a Alicante. Durante el viaje Carmen me dio varias veces las gracias por invitarla y repetía que no quería ser molestia. Ese día no hicimos gran cosa, organizar un poco la casa al llegar, cenamos y nos acostamos pronto pues estábamos algo cansados del viaje.

Al día siguiente fuimos los tres a la playa. Reconozco que me gustaba ver a mi cuñada en bikini, es algo más alta que mi novia y aunque está algo menos delgada y tiene peor culo tiene unas tetas enormes y muy bien colocadas para ese tamaño. Iba a tener que controlarme para que no me pillaran mirándoselas.

+Isma, ¿me pones crema en la espalda? Me pidió Adriana después de tumbarse y desabricharse la parte de arriba del bikini.

Cuando terminé de ponerle crema me tumbé y cerré los ojos. Oí un resoplido y mirando disimuladamente vi cómo Carmen intentaba ponerse crema sola. Hice como que no lo había visto, pero Adriana también había oído a su hermana y me dijo:

+Anda échale una mano a mi hermana que no llega sola.

Ella me sonrió tímidamente, se tumbó boca abajo y también se soltó la parte de arriba. Al hacerlo dejó libres sus grandes pechos, que se escapaban por los lados al estar tumbada sobre ellos. Le puse crema por toda la espalda y al pasar la mano por el lateral rocé una de sus tetas. Me disculpé con ella, pero me contestó que no pasaba nada:

>Realmente también necesito crema ahí, pro ahora me la pongo yo no te preocupes.

Me fui a dar un baño para bajar la erección que me había generado pensar en follarme esos perfectos pechos. Pasaron varios días con la misma dinámica, ponía crema a Adriana y después a Carmen. Cada día aprovechaba el momento para rozar ligeramente sus pechos y ella no decía nada. A mi me daba el calentón y tenía que aguantarme hasta la noche para bajarlo follando con mi novia.

Al cuarto día, durante la siesta, Carmen se quedó dormida en un sillón y Adriana se recostó sobre el sofá y me pidió un masaje en la espalda. Iba solo con el bikini, se quito la parte de arriba y yo comencé a relajarla. Estuve un buen rato masajeando su espalda, pero cada vez que llegaba a la cintura me entraban ganas de seguir bajando, así que en un momento empecé a masajear también sus muslos, su nalgas… Y le metí un dedo en el coño.

+Mmmm… Para que está ahí mi hermama

-Qué más da, esta dormida. Dije metiéndole otro dedo y moviéndolo dentro de su coño, haciendo que se olvidara de todo y se entregara al placer.

Cuando llevaba un rato masturbándola le quité la parte de abajo del bikini dejándola desnuda y al momento me bajé el bañador para intentar penetrarla ahí mismo. Esto fue demasiado para ella y me lo impidió delante de su hermana, así que la cogí en brazos, la subí a la habitación e hicimos el amor.

Esa misma noche ambas hermanas estaban muy animadas y después de cenar se pusieron unas copas y bailaron un poco. Pero yo había madrugado para correr y había cambiado la siesta por un polvo, así que estaba muy cansado y decidí irme a la cama.

-Así tenéis intimidad para hablar de cosas de hermanas. Les dije sin saber lo que iba a significar esa conversación entre ellas.

Me desperté un rato después con ganas de ir al baño, así que me levanté y cuando me dirigía a mear oí fuertes risas en el salón, me acerqué y escuché escondido detrás de la puerta.

>Pues creo que a tu novio le gusta mi delantera… Escuché que decía Carmen.

+No te jode, y a mi! ¿Has visto las tetas que tienes?

>Pero creo que le gustan mucho… No sabes la envidia que me dais, llevo sin follar siglos.

+¿Sí? ¿No lo has hecho desde que rompiste con Antonio? Preguntó Adriana

>Jajaja mucho antes… Estuvo meses sin tocarme antes de dejarme, puedo llevar como 5 o 6 meses sin mojar.

+¡¿Medio año sin follar?!

>Lo que oyes – dijo Carmen – además esta tarde me habéis puesto muy cachonda con el masaje ese… Cuando Isma se ha sacado la polla se me caía la baba… Perdona que lo diga.

+Joder que vergüenza, creía que estabas dormida. Y si tan necesitada te sientes ¿por qué no vas a ligar a una disco o algo?

>Paso, no tengo ganas de ligar aún. Pero un buen polvo me vendría de lujo.

+Pues a mi novio no te acerques golfa jajaja

Siguieron haciendo bromas y riendo (debían llevar varias copas) hasta que Carmen se atrevió a pedirle si podía al menos mirar mientras nosotros lo hacíamos o que yo le diera un masaje. Adriana le dijo que la noche siguiente dejaría su móvil en videollamada con ella y colocado para que viera todo. Me fui al baño y después a dormir, había conseguido información muy interesante, mi cuñada estaba desesperada y yo le gustaba y además mi novia iba a dejarla mirar.

Estuve dos días sin hacer el amor con Adriana, alegaba que estaba muy cansado y me iba a dormir pronto. Lo único que quería era que en ambas crecieran las ganas y surtió efecto. El segundo día después de la conversación, cuando le ponía crema a Carmen esta levantó un poco el cuerpo para dejar espacio suficiente para que mis manos entrarán bajo sus pechos, pero me mantuve fuerte y casi ni las rocé. Al tercer día las veía incluso nerviosas, cuchicheaban cuando creía que nos las veía… Así que decidí actuar esa noche.

Después de cenar vimos una película los 3 juntos y cuando nos íbamos a dormir le dije a Adriana:

-Ve al cuarto, desnúdate y túmbate boca abajo, voy en un momento.

Me despedí de Carmen y me fui al baño. Mientras esperaba oí como susurraban algo, aunque no pude entenderlo supe que Adriana le estaba contando a su hermana que está noche sí, que le pondría el móvil. Mi estrategia era darle un masaje erótico a más no poder para aumentar las ganas de mi cuñada para después echarle un polvo increíble a Adriana.

Al entrar en la habitación vi a mi novia tumbada boca abajo, completamente desnuda y con las piernas ligeramente abiertas dejando que se le viera el coño. Eché un vistazo por la habitación y localicé su móvil, lo había dejado en la estantería que había en el lateral de la cama. Me aseguré de estar en el campo de visión y me desnudé lentamente, cuando mi polla salió por fin a la luz estaba completamente dura. Me puse detrás de Adriana y le di un par de pollazos, que se quedara con ganas de polla mientras le daba el masaje.

Cogí el aceite que usamos para estas ocasiones y le di un largo masaje en la espalda, cuando llegué a sus nalgas me fui a los pies y comencé a subir por sus piernas. Mientras relajaba la cara interna de sus muslos iba acercándome casa vez más a su coño, mis dedos rozaban sus labios y ella gemía de placer, como pidiendo que se los metiera… Y cuando parecía que iba a hacerlo le di la vuelta y seguí masajeando, empezando por sus pequeños pechos, bajando por su tripa, llegando a su pubis…

Para volver a bajar a los pies y subir poco a poco. Cuando por fin llegué a su coño estaba empapado, deseando ser penetrado. Le metí dos dedos lentamente y empecé a masturbarla, me puse en el lado de la cama contrario al móvil para que Carmen pudiera verme bien y sin dejar de mover mis dedos le acerqué mi miembro a la boca a Adriana. Con lo cachonda que estaba se la metió entera en la boca y la chupaba con ansia. Yo no pude aguantar más y tumbándome sobre ella la penetré fuertemente. Estuvimos un rato así, pero después la puse a cuatro patas y se la metía desde atrás, siempre cuidando que se nos viera bien desde el móvil. Estaba a punto de correrme, ambos nos incorporamos y se lo eché todo en las tetas.

Adriana fue a limpiarse al baño y al volver hice como que acaba de ver el móvil y que me había dado cuenta de lo que había pasado. Me explicó la situación de la calenturienta de su hermana y me pidió perdón por no haberme consultado.

-¿Pero sois tontas? Esto solo va a hacer que le entren más ganas aún… Contesté.

+Ya, no sé. También me dijo que le encantaría un masaje tuyo y habiendo visto el que me acabas de dar seguro que esta deseándolo. ¿Le darías un masaje y le quitas el calentón con tus manos? Preguntó Adriana.

-¿¿Mestas pidiendo que masajee y masturbe a tu hermana??

+Es que esta muy necesitada…

-Está bien, mañana le doy uno de mis masajes. Pero solo si tú estás delante y te tocas mientras miras, solo si a ti te pone lo hago. Quería preparar el terreno, poner cachonda a mi novia y con suerte me follaría a las dos.

Ella accedió, quedamos en que al día siguiente después de comer me ofrecería a darle un masaje a su hermana en el sofá y ella se quedaría en el sillón de atrás, fuera del campo de visión de Carmen.

A la mañana siguiente en la playa no me corté tanto al ponerle crema a Carmen y le toqué todo el lateral de las tetas de primeras. Al notarlo, se incorporó un poco y las metí debajo rozando levemente sus pezones. No podía parar de pensar en la tarde…

Después de comer Adriana se sentó en el sillón y Carmen en el sofá. Yo, de pie detrás de Carmen, puse mis manos sobre sus hombros y los empecé a masajear.

>Puf que gusto, muchas gracias Isma. La verdad es que estoy muy cargada toda la espalda, si no te importa ¿podrías darme un masaje también ahí? Me pidió mi cuñada.

-Claro, túmbate.

Ella se quitó el sujetador ahí mismo, aún sentada y al dar la vuelta al sofá la vi desnuda de cintura para arriba por primera vez. Que delicia de delantera… Empezaba a ponerme cachondo, menos mal que enseguida se recostó. Cogí el aceite y estuve un buen rato masajeando su espalda, esta vez sin razar siquiera sus tetas. Cuando terminé le pregunté si quería, ya que estaba, que le descargará también las piernas. Por supuesto respondió que sí.

-Mira, cuando paso la mano por el lateral de tu cadera me engancho en la braga del bikini, te traigo una toalla para taparte y te las quitas ¿vale? Dije como pretexto para desnudarla.

Cuando volvía de coger la toalla Adriana estaba ya desnuda y acariciándose el clítoris, me paré junto a ella y le di un beso primero en el coño y luego en la boca. La volvió loca y se tocaba con más ganas. Le puse la toalla a mi cuñada sobre el culo y le quité las bragas. Seguí masajeando todo su cuerpo, incluso sus nalgas, pero sin tocar ni su coño ni sus tetas.

-Si te das la vuelta termino con los hombros, el lateral del tronco y las piernas. Espera que traigo otra toalla para la parte de arriba.

>No te preocupes, no me da vergüenza que me veas las tetas, en la playa normalmente hago topless, pero aquí no lo había hexho por no molestaros – dijo ella – De hecho si me las quieres masajear también…

Estaba claro que quería ponerme a mil y lo estaba consiguiendo. Se dio la vuelta y no pude contenerme, me lancé a acariciar y sobar esos perfectos globos. Sus pezones se iban poniendo duros y se le iban escapando los primeros suspiros. Mientras seguía con una mano, bajé con la otra a su entrepierna, la metí bajo la toalla y empecé a masturbarla. Tenía el coño depilado y suave, me encantaba. Había dejado el masaje atrás y ya solo quería darle placer a mi cuñada, le metía dos dedos mientras le estimulaba el clítoris. Esta volviéndose loca… Cuando oí un fuerte gemido, pero no era de Carmen sino de Adriana. Le había puesto tanto mirarnos que se había corrido ella primero.

-¿Por qué no vienes y me la chupas mientras juego con Carmen? La invité.

Ella vino, se arrodilló ante mí y se puso a hacerme una mamada. De repente mi cuñada soltó un grito y le dijo a su hermana:

>Adri, deja que tu novio me folle, necesito que me penetren de una vez.

-No sería nuestro primer trío, ¿no Adri?

+Fóllatela, pero nosotras no nos tocamos. ¡Joder que es mi hermana! Replicó mi novia.

Bueno, mejor para mí, pensé yo, las dos entregadas a mi. No esperé más, me coloqué encima de Carmen y me la follé con ganas, ella se abrazaba a mi y gritaba como una loca. Estaba claro que necesitaba un polvo, llevaba muchos meses sin que la tocaran y estaba necesitada. No tardó en llegar al orgasmo y yo aguanté poco más, llenando su vagina con mi semen. Me agradeció los servicios prestados y me dio un beso apasionado.

-Tranquila, que no hemos acabado. Tengo algo en mente que quiero hacer contigo. Le dije.

Como ellas no querían hacer nada entre ellas y yo necesitaba algo de tiempo para recuperarme, senté a mi novia en el sofá y me puse a comer le el coño mientras, a tientas, sobaba las tetas de Carmen. Se me estaba poniendo dura otra vez, pero quería hacer que Adriana llegara al orgasmo antes de follarla porque eso le encanta, así que me esperé.

+OOH SÍ CARIÑOOOO…

Era el momento, me levanté y empecé a penetrarla a lo bestia, como a ella le gusta tras correrse. Carmen se incorporó y me besaba mientras yo bombeaba el coño de Adriana, cuyos gritos de placer fueron apagándose hasta caer rendida. La cogí en brazos y la llevé al sillón, necesitaba a su hermana tumbada en el sofá y con ella no tenía espacio.

Carmen se tumbó boca arriba, le senté sobre ella y puse mi polla entre sus grandes pechos. Ella lo entendió al instante, agarrándose las tetas con ambas manos hacia presión sobre mí miembro, que entebaa y salía entre ellas. Que gusto… Siempre había querido follarme unas tetas, pero las de Adri no eran lo suficientemente grandes. Carmen soltó una mano para llevársela al clítoris, así que yo cogí el relevo, agarre con fuerza sus tetas mientras seguía follándolas. Cuando pensaba que aquello no podía gustarme más ella dobló el cuello y en cada embestida me daba un lamentón en la punta, empezó a llegarme un cosquilleo y me corrí sin previo aviso. No parecía que acabara de correrme porque le llené la cara y las tetas de leche, estaba entera cubierta.

Cai rendido en el sofá y mientras mi cuñada iba a limpiarse, Adriana se sentó sobre mi y me beso suave y románticamente. Carmen volvió y nos dijo:

>Chicos os quiero mucho a los dos. Nos sabes lo que os agradezco esto, lo necesitaba más que nada.

Adriana sonrió, pero queriendo dejar las cosas claras le contestó:

+Para lo que queda de vacaciones te dejo follar con mi novio por la noche, después de que yo me haya acostado y si a él le wuesn ganas.

Me relamí, estaba claro que Adriana buscaría cansarme y follar conmigo antes de dormir para dejarme seco, pero no pensaba dejar que el cansancio me privara de follarme a mi cuñada.

Me quedaba una semana entera para disfrutar de spa mujeres para mí, dos hermanas increíblemente sexys para mí… Pero eso ya os lo contaré en otro relato.