Una hermosa jovencita embarazada en el calabozo

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Continuación del relato “Detenidas por tráfico de drogas”. Loli la joven hija preñada de Lola es detenida y llevada a comisaría junto a su novio Toni, trás un registro en su casa en el que la policía encuentra un alijo de drogas. Loli encerrada en un calabozo sufrirá todo tipo de abusos intentando exculpar a su novio.

Lola ni se podía imaginar que en aquel mismo momento en que ella estaba siendo abusada en su propia casa por dos policías, su cuñado Ricardo estaba en la comisaría interrogando a su futuro yerno y amante, Toni, su deseado semental, novio de su hija, ahora detenido por su cuñado.

Ricardo estaba de servicio. Su uniforme de policía le sentaba muy bien, un tipo que a pesar de sus 48 años mantenía su atractivo: moreno, alto, fornido, delgado y bien parecido. Para alguien que no les conociera, él y Toni pasarían perfectamente por padre e hijo, dos buenos gallos: ambos tenían el mismo aire chulesco y desafiante.

-Chaval, te tenemos bien pillado, hemos encontrado el alijo que escondías en el piso de tu novia, acabamos de registrarlo, hemos detenido a esa infeliz también y necesito saber si ella estaba implicada o solo la estabas utilizando como tapadera. Esto os puede costar una larga temporada en la cárcel a los dos.

Toni, acostumbrado a ser un chulito con cualquiera, era la primera vez que era detenido y estaba realmente acojonado.

-Hace mucho tiempo que sigo tus pasos; tu novia es mi sobrina, soy hermano de su padre y desde que mi hermano me habló de vuestra relación que te investigo. No se equivocó, te caló enseguida, eres mala hierba. Mi hermano no pudo aguantarlo más y me contó lo que ocurre en su casa. Estos últimos días he estado bastantes veces en casa de mi hermano, casi siempre estabas encerrado en el cuarto de mi sobrina, imagino que desde que te enteraste que yo era policía te escondías como las sabandijas. Tiene guasa que la primera vez que hablemos cara a cara sea en la comisaría.

Toni tenía los ojos como platos, no contaba con aquello. Pillado por la policía ahora se encontraba en medio de una venganza personal, el capullo de su suegro se había ido de la lengua y eso le podía costar una larga temporada en la cárcel. Aquel alijo había sido la oportunidad de conseguir el suficiente dinero para comprar su propio piso. Loli lo sabía, y aceptó, como siempre hacía cuando Toni le pedía algo: sin medir las consecuencias.

Ricardo estaba enfurecido, aquello se le había ido de las manos, investigando al novio de su sobrina se había visto sorprendido al estar la chavala involucrada y ser detenida también. Necesitaba conseguir una confesión de Toni que no incriminase a su novia, era la única escapatoria para su sobrina.

-Maldito cabrón, te callas como una perra, sé que te aprovechas de mi cuñada a la espalda de mi sobrina. Preñas a la cría y te follas a su madre, en su propia casa, sin que la infeliz se entere de nada, eres un puto cerdo. Humillas a mi hermano haciendo que tenga que ver delante de sus narices cómo la puta de su mujer se abre de piernas para un mierda como tú. Siempre he pensado que mi cuñada era una golfa, una perra salida ansiosa de que se la metan pero esto es demasiado. Ha llegado el momento de que mi sobrina se entere de todo esto, que sepa la clase de cerdo que es su novio y lo puta que es su madre ¿no te parece? Quiero que firmes una declaración confesando que todo el asunto de la droga es cosa tuya, que la chica no sabía nada.

Toni pensó que si todo aquello no era más que una venganza personal quizás tenía una salida, a fin de cuentas el riesgo de ir a la cárcel era por el alijo encontrado en casa de su novia, no por follarse a su suegra. Si implicaba más a su novia quizás aquel maldito policía, el jodido tío de su novia, haría lo necesario para librarlos de la acusación de tráfico de drogas.

-Mi novia estaba al corriente de todo, con esa pasta teníamos pensado comprarnos un piso para vivir por nuestra cuenta. Ella nunca me acusara a mí, sería capaz de inculparse por librarme. Loli haría cualquier cosa por mí, lo sé. Y si le dice que me follaba a su madre yo diré que me está inculpando por venganza personal. Si yo no me libro la zorrita de su sobrina no se librará tampoco, se lo juro.

-Maldito cerdo, ¿Eso es todo lo que te importa tu novia? ¿Quieres que vaya a la cárcel también por tus trapicheos? Loli lleva un hijo tuyo en tu vientre. ¿Te da igual?

-Me importa un huevo su sobrina, putitas como ella hay a montones, seguro que no soy el único que se la ha metido, cualquiera sabe de quién es el crío que lleva en la barriga, no cuela que la quiera hacer pasar por una santa para librarla. Esa zorrita santurrona le ha hecho pajas con sus tetas y mamadas a todos mis amigos delante de mí. A mis espaldas… quién sabe. Si intenta joderme a mí para salvarla a ella va listo, yo diré que esa droga es solo suya. Una putita capaz de enseñar las tetas por propinas en el bar de mi padre rompería su coartada de niña buena. O salimos los dos de esto o su sobrina cae conmigo, -dijo Toni, convencido que arrastrar a Loli era su única escapatoria para que aquel policía hiciese lo necesario para librarlos de la acusación.

Ricardo estaba al corriente de lo que había hecho su sobrina durante meses en el bar de Teo. Exhibirse como una puta de club de carretera a cambio de propinas y copas, como decía su novio. Quizás la imagen de su sobrina como una buena chica era falsa, quizás el chulo de su novio tenía razón y su querida sobrina era tan golfa como su madre.

-Parece que no le gusta que le desmonte la idea de hacer pasar a su sobrina por una niña buena, no quiero ir a la cárcel, si voy ella vendrá conmigo, seguro que podemos arreglarlo…

-Claro que sí capullo, claro que sí, siempre hay una solución, si el alijo no fuese tan grande podría hacer la vista gorda, que otro cargue con el muerto y soltarte hoy mismo, que te fueras de aquí, pero en este caso no es algo que dependa solo de mí, hay un informe, un registro, unas pruebas, varios compañeros míos al corriente de las actuaciones, necesito que otras personas me ayuden a solucionar el marrón, no será fácil -decía Ricardo, que veía complicado librar a su sobrina del lío en el que se había metido.

-Bueno, seguro que se le ocurre algo, además su sobrina puede ser muy persuasiva con sus compañeros, está muy bien enseñada jajajaja, tiene unas tetas y un culo capaces de convencer a quien haga falta ¿porque no la prueba? Verá que buenas pajas hace con esas tetazas que tiene y luego se la mete bien por el culo. No le pondrá problemas si le dice que es para salvarme de la cárcel jajajaja. La putita de su sobrina se tumbaría boca arriba en esta mesa y se abriría de piernas para que todos los polis de la comisaría se la follaran, si supiera que de esa forma me libraba a mí de la cárcel, estoy seguro, póngala a prueba. Apuesto que por muy tío suyo que sea se le está poniendo la verga dura de pensarlo ¿me equivoco?

En aquellos momentos Ricardo se sentía como en el cuento “el cazador cazado”, queriendo librar a su hermano de aquel indeseable había arrastrado a su sobrina con él. Maldita cría inconsciente, se decía para sí, al tiempo que las palabras de aquel chulo estaban calando en su cabeza. Quizás estaba equivocado con su sobrina y había salido a su madre, quizás era verdad que era tan puta como su cuñada. Desde luego la cría tenía físico para serlo, había heredado el cuerpo de la madre, más bajita, pero los mismos cántaros de tetas, delgadita, aquel culazo y ahora preñada con aquella barriga tan sugerente, puro objeto de deseo. “Jodido cabrón” pensaba al tener que admitir que las palabras del novio de su sobrina le habían puesto dura la verga.

– Eres un puto cobarde, capaz de vender a tu propia madre por salvarte el culo. Pero en esta ocasión tu estupidez ha hecho que tengamos que detener a Loli también, en estos momentos compañeros míos la están interrogando en otra sala. Quiero que te lo pienses mejor, firma la declaración, reconoce que es todo cosa tuya y te ayudaré a que salgas bien parado, es mi última oferta -dijo Ricardo levantándose de la silla dispuesto a salir de la sala.

-No pienso hacerlo. Es mi última palabra. Si caigo yo, su sobrina va a la cárcel conmigo. Piense usted en la mía, deje que mi novia se encargue de convencer a quien haga falta… lo hace muy bien. Solo tiene que dejar que hable con ella un ratito y hará todo lo que le diga, se lo aseguro, estoy dispuesto a cederla… consiga que me libre de los cargos, me iré lejos de aquí y le aseguro que Loli será su perrita obediente, hará lo que usted quiera… a mí me da igual… pensaba ponerla a trabajar de puta cuando diera a luz… puede hacerlo para usted. Con ese cuerpo que tiene puede vivir de ella, ese coño que tiene seguro que da más pasta que ningún sueldo de poli. Piénselo, vaya a hablar con ella, pruébela… seguro que ha fantaseado alguna vez con que su sobrina se la mame mientras le soba esas tetazas que tiene jajaja… seguro que sí.

Ricardo salió de sala de interrogatorio sin responder, no podía quitarse las últimas palabras de Toni de la cabeza, ¿tan encoñada estaba su sobrina de aquel cerdo? ¿O era tan puta como su novio daba a entender?

En la sala contigua dos compañeros suyos estaban terminando el interrogatorio de su sobrina, y no tardaron en salir….

-¿Qué tal ha ido? ¿Qué dice la chica? -preguntó ansioso Ricardo a sus dos compañeros.

-La chavala está dispuesta a inculparse para salvar a su novio. Esto tiene mala pinta… ¿Su novio firmará la declaración?-(respondió) preguntó uno de los polis.

-No, a ese cerdo solo le importa salvar su culo a costa de lo que sea.- dijo Ricardo.

El comisario jefe se acercó a los tres policías, mientras no dejaba de mirar a Loli a través de los cristales, sus hombres le pusieron al corriente de los dos interrogatorios. Ricardo, avergonzado, detalló todo lo que había dicho Toni, no podía ocultarlo, estaba grabado, pero hacía quedar a su sobrina como una auténtica puta.

-Esto tiene mala pinta Ricardo, tu sobrina está en un buen lío si su novio no se confiesa culpable, será mejor apartarte del caso. Voy a encargarme personalmente, el chico sabe que eres tío de su novia y eso podría poner en riesgo el caso, -dijo el comisario.

-Como ordene señor, confío en usted y su discreción.

-Vosotros dos, venid conmigo, vamos a interrogar nosotros al detenido. Tranquilo Ricardo, verás como nosotros convencemos a ese cabrón.

El comisario y los dos policías entraron de nuevo en la sala donde permanecía sentado Toni. Tras unos minutos de charla con él los dos policías salieron y fueron a buscar a Loli para llevarla a la misma sala.

-Bien chicos, dejemos que la parejita hable a solas, seguro que tienen muchas cosas que decirse -dijo el comisario indicando que salieran sus hombres y esperando fuera de la sala.

-¿Cree que la chica aceptará jefe? -preguntó uno de los policías al salir de la sala y dejar solos a los novios

-Si es verdad lo que dice el chico no hay duda que lo hará. Si lo hace esto tiene que quedar entre nosotros. Ricardo no puede saber nada del acuerdo. Tenemos un pringao en el calabozo que se comerá el marrón de este alijo, será fácil decir que era amigo de la chica y lo escondió en su casa, la chica lo firmará y los dos quedarán libres. A cambio él se compromete a convencerla de que ella haga todo lo que digamos, es un bomboncito, podremos follarla cuando queramos y cuando dé a luz la pondremos de puta en algún club. Ese coño seguro que nos da mucha pasta, -dijo el Comisario convencido de era una solución fácil y muy rentable para ellos.

-Con esas tetas que tiene seguro que sí, jefe. Nunca me he follado una preñada, me pone un montón. Pero no he entendido eso que ha dicho de que tendría que hacer cuatro horas diarias de trabajos a la Comunidad hasta que nazca el niño ¿qué ha querido decir?

-Jajajaja la Comunidad somos nosotros tres en realidad. Pero firmará un acuerdo de compromiso social de verdad, es una buena excusa como pena para que Ricardo no haga preguntas, ni la familia de la chica. Un tiempo de trabajos sociales será bien visto por ellos como castigo, seguro que se nos ocurren trabajos para la chica, jajajaja, ninguno diremos que los presta en mi casa ¿verdad?…tengo una ONG en los bajos de mi casa que pongo en los informes, es una tapadera perfecta. Tranquilos, no será la primera zorrita que expía sus penas allí jajaja.- el comisario parecía acostumbrado a solucionar de ese modo problemas parecidos, tan serio, tan exigente en el cumplimiento del deber y estaba resultando ser un auténtico crápula.

Mientras hablaban los tres miraban por los cristales cómo la pareja hablaba dentro de la sala de interrogatorios. Loli lloraba desconsolada pero asentía con la cabeza a las palabras de su novio. Un gesto de Toni hacia los cristales les indicaba que ya había dejado todo claro con su novia. Los tres hombres entraron de nuevo…

-Bien, ¿tenemos un acuerdo?, ¿le has dejado claro a tu chica todo lo que tiene que hacer?- preguntó el comisario

-No hay problema, ella hará todo lo que le digan- dijo Toni convencido.

-¿Es cierto zorrita? ¿Haras todo lo que te digamos? Si no estás de acuerdo, a tu novio le caerán diez años de cárcel y posiblemente a ti también. Si aceptas el trato él saldrá libre y tú serás nuestra puta durante los próximos diez años, -preguntó el comisario, viendo cómo Loli asentía con la cabeza, sin ser capaz de levantar la vista, avergonzada pero convencida de hacerlo, al tiempo que con sus manos intentaba secarse las lágrimas.

-Sí, haré todo lo quieran – dijo Loli escuetamente por fin.

-Que te quede claro putita, Todo es TODO. Cualquier cosa que se te diga, con quien se te diga, cuatro horas diarias hasta que nazca el niño, un par de meses de descanso después del parto para que atiendas bien a tu crío y luego trabajarás ocho horas de puta, posiblemente en un club y nos entregarás todo lo que ganes. Si te portas “muy bien” quizás te demos algo, podrás quedarte lo que ganes después de hacer tu trabajo, seguro que no te importarán dos o tres pollas más después de tu jornada para atender tus gastos. ¿Queda claro lo que queremos?

-Sí, queda claro, Toni me lo ha explicado con detalle- dijo Loli convencida

-Muy bien, llevadlos abajo a dos calabozos y esperadme allí, yo bajo ahora para comprobar que es cierto- dijo serio el comisario.

Los dos policías cogieron a la pareja y la llevaron a los sótanos de la comisaría donde estaban los calabozos metiendo a cada uno en una celda, pocos minutos después bajaba el comisario saludando a los dos policías de guardia que había a la entrada hablando con sus otros dos compañeros que esperaban al jefe.

-Chicos tenemos un “interrogatorio especial” con la zorrita preñada, cuando terminemos podréis turnaros si os apetece, barra libre, lo que os apetezca, Ricardo no tiene que saber nada, es su sobrina, si pregunta ya sabéis lo que hay que decir: está retenida por orden del jefe, no puede recibir visitas hasta que yo diga lo contrario.

-Tranquilo jefe, sabe que nunca rechazamos una barra libre, esa perrita preñada tiene un buen culo y unas peras de escándalo -dijo uno de los policías de guardia que parecía acostumbrado a los interrogatorios especiales de su jefe.

El comisario y sus dos hombres entraron en la celda, un espacio pequeño de apenas tres por tres metros, sin luz natural, tan solo un fluorescente en el techo. Una bancada de cemento en el fondo sobre la había una colchoneta inmunda, nada más. Las paredes y puerta hermética estaban acolchadas, oficialmente para que el recluso no se dañase a si mismo pero su verdadera finalidad era amortiguar cualquier ruido, una celda totalmente insonorizada, sin riesgo que nadie escuchase desde fuera lo que ocurría en su interior.

De pie, frente a ellos, estaba Loli, asustada, la chica dispuesta a cualquier cosa por salvar a su novio de la cárcel no podía evitar temblar de miedo. Llevaba un vestido premamá amplio que no podía disimular su abultada barriga, abotonado al frente de arriba abajo, una chaqueta fina de punto cubría sus hombros, zapatos planos, sin medias.

Los tres hombres la miraban fijamente, desnudándola con la mirada, pero no estaban allí para conformarse con eso.

-Desnúdate putita, quítatelo todo, queremos verte bien -dijo el comisario con voz seca, autoritaria, acostumbrado a mandar….

Loli se quitó la chaqueta, la tiró sobre aquella colchoneta mugrienta, comenzó a soltar los botones de su vestido, despacio, con las manos temblando. Los tres hombres se relamían los labios mirándola. Era una monada de chavala, morena, pelo largo, una cara bonita que no podía ocultar su juventud a pesar de su barriga, de hecho parecía tener menos años por su cara de niña, ojos negros, boca pequeña de labios carnosos, piel pecosa…

Sus manos soltaron todos los botones dejando el vestido completamente abierto, la braguita blanca quedaba casi oculta por completo con aquella tremenda barriga de ocho meses. Un par de tetas, tremendas de por sí y ahora hinchadas por su estado, estaban cubiertas por un sujetador blanco de los preparados para amamantar a un bebé que fácilmente pueden dejar libre un pecho bajando la tapita que lo cubre.

-Joder menudas ubres, debes tenerlas a reventar de leche, seguro que te las ordeñas a diario ¿lo haces? -preguntó el comisario viendo cómo la chica dejaba el vestido sobre la colchoneta y se quedaba solo con la braga y el sostén para taparse.

-Sí, tengo que hacerlo, me duelen mucho si no lo hago, -respondió Loli llevándose instintivamente sus manos a sus pechos, cogiéndolos por encima del sostén.

-Mmm que bien, nosotros nos encargaremos de hacerlo por ti, vamos a ordeñarte cada día putita, quítatelo todo, queremos verte bien… venga zorrita enséñanoslo todo- dijo el comisario bajándose los pantalones y comenzando a pajearse a la vista de todos. Aquel cincuentón grandote, de enorme barriga peluda, calvo y mal afeitado tenía más pinta de camionero que de comisario pero lucía una verga potente, grande, gruesa y totalmente empalmada, una polla reglamentaria, sí señor.

Loli se quitó el sostén y las bragas intentando taparse el sexo y los pechos con sus manos.

-¡Que haces joder… quita esas manos!

-¿No me has oído? queremos verte bien…quiero ver cómo te sacas leche de las tetas, ordéñatelas un poco.

Loli obedeció. Cogió sus pechos con ambas manos, presionándolos a la altura de las areolas. Al momento de sus pezones comenzaron a brotar chorritos de leche, más abundantes a medida que repetía la presión. Aquellas ubres estaban rebosantes de calostro materno. Dos areolas oscuras grandes como galletas cubrían los extremos de aquellos dos melones hinchados, en el centro dos pezones puntiagudos, grandes, sobresalían como dos pitones de los que brotaba sin cesar chorritos de leche materna.

-Joder menuda vaca lechera – dijo uno de los policías que imitando a su jefe se bajó también los pantalones y comenzó a pajearse también.

-Siéntate sobre la colchoneta, apoya los pies en ella y ábrete bien de piernas, enséñanos bien el coño…- ordenó el comisario.

Loli obedeció y subida a la bancada de cemento se sentó sobre la colchoneta, apoyando los pies en el borde del cemento y abriéndose bien de piernas… sus hombros y espalda se apoyaban en la pared, aquel espacio a modo de cama era bastante estrecho. La vista de los tres se clavó en la entrepierna de la chica, una piel blanca, poco bronceada de sus muslos dejaba completamente a la vista un sexo peludo, muy poblado y aquella inmensa barriga abultada, que parecía dispuesta a explotar en cualquier momento…

-Joder chicos, menudo chocho peludo, ya no se ven felpudos así…. ábretelo con las dos manos zorrita y enséñanos bien la raja, con tanto pelo no se ve la entrada del coño.

Loli separó con las dos manos sus labios vaginales dejando a la vista aquella raja sonrosada de su sexo completamente abierta, al igual que la entrada de un ano enrojecido por las folladas diarias de su novio.

-Mmm eso sí que son dos buenos agujeros… sí señor… mucho mejor así, bien abiertos… tu novio dice que te da por el culo a diario, que no te gusta mucho, pero que te corres como una perra si te toca el coño al mismo tiempo ¿es así?

-Sí, tengo facilidad para correrme -dijo Loli manteniendo sus manos que separaban sus labios vaginales al máximo.

El comisario se colocó de pie frente a la chica, su mano se deslizó por aquella raja abierta del coño peludo de la chica –mmm, la putita esta mojada solo de vernos la polla, ¡quédate así zorrita! tengo ganas de metértela ya- dijo el hombre inclinándose lo necesario para acercar su verga a la entrada de aquel coño jugoso que la chica ofrecía completamente abierto. Con las dos manos se apoyó en la pared, su barriga chocó con la de la chica pero consiguió metérsela hasta el fondo sin problemas a la primera embestida… -mmm qué rico, qué fácil entra chicos, nacida para follar, jajajaja, -decía flexionando sobre la chica y comenzando a meterla y sacarla con ganas.

La espalda de Loli chocaba contra la pared, empotrada con aquella verga de buen calibre que la follaba a mayor ritmo por momentos… pero el gordo comisario no aguantó mucho aquel ritmo, comenzó a sudar, tenía tantas ganas de follarse a la chavala que se corrió en pocas embestidas bufando como un toro en la monta -ufff ahhhh ahhh uhhmm me corro zorrita, me corro. Vaya chochito más rico… uhhmm qué bueno, qué bueno. Una generosa corrida regó el coño de Loli que vio cómo el hombre le sacaba la polla de dentro manteniéndola dura todavía. El comisario cansado por el esfuerzo se sentó en la bancada de cemento junto a la chica.

-Ponte a cuatro patas putita y chúpamela un poco, me apetece ordeñarte esas tetas mientras lo haces, -dijo el comisario.

Loli se puso en cuatro a lo largo de la bancada de cemento apoyando su boca sobre la verga del gordo comisario, el culo en pompa mirando hacia la pared estaba a la altura perfecta para que uno de los policías se colocara a su espalda para ser el siguiente en follarla.

El comisario comenzó a magrear aquellas dos ubres que colgaban de la chica y soltaban chorritos de leche cuando las presionaba con ambas manos, literalmente la estaba ordeñando.

-¿Sabes putita? tu novio me ha puesto muy cachondo cuando nos decía que eras muy obediente y aplicada, que se la chupabas a sus amigos y les hacías pajas con las tetas mientras él miraba, ¿es cierto? -las manazas del hombre soltaron las tetas de la chica y la cogieron de la cabeza para hacerla soltar la verga que estaba mamando.

-Cuéntamelo putita, cuéntamelo… dame detalles, ¿Dónde lo hacías? ¿Cuántos había? ¿Cuántas veces lo hiciste? ¿También te follaban? mmm cuéntame los detalles, quiero saberlo todo… me pone mucho que las putitas como tú me cuenten las cochinadas que hacen.

Loli iba a comenzar a hablar cuando notó cómo la polla del policía que estaba a su espalda se apoyaba en el orificio de su culo, el hombre escupió un par de veces en su ano lubricándolo para a continuación presionar la entrada de su culo con aquella verga larga y dura que se abría paso sin problemas penetrándola.

-Mmm, muy estrechito pero qué bien entra, tenía razón ese cabrón, se nota que se la han metido con frecuencia por detrás. Mmm qué rico- decía el policía.

-Cállate joder, fóllatela, pero cállate, esta putita nos va a contar las cochinadas que hacía para su novio… mmm y tócale el chochito mientras la enculas, quiero ver si se corre tan fácil -decía el comisario que había vuelto a magrear las tetas de Loli, ordeñándola de nuevo. La leche de la chica brotaba de sus pezones y caía sobre el gordo comisario que parecía no importarle. -cuéntame putita…cuéntamelo todo- decía insistentemente.

A Loli, que estaba siendo enculada con fuerza mientras el gordo la ordeñaba, le costó comenzar a hablar y lo hizo con voz temblorosa por las embestidas.

-Me hacía chupársela a sus amigos cuando le apetecía, en los baños de los bares, en el coche, en el parking de la disco, en callejones, en el portal de casa, cuando quería. A veces a uno solo, otras veces, a dos, tres, o cuatro. Le gustaba ver cómo les sacaba la leche con mis tetas o mi boca y presumir de su puta delante de sus amigos. No dejaba que me follaran, decía que mi coño era sólo suyo, tan solo una vez dejó que varios me follarán el culo como castigo por no haber enseñado las tetas en un bar. Fue la única vez que otros me penetraron -decía Loli que comenzaba a gemir al sentir aquellas caricias en su coño que la estaban poniendo cachonda perdida mientras era enculada.

-Mmm muy bien putita muy bien, a nosotros también nos gusta presumir de zorras como tu delante de nuestros amigos. Harás cosas así para nosotros también, pero sobre todo vas a joder, vas a joder mucho, putita, casi siempre cobrando. Las zorritas como tu estan muy cotizadas, verás cuántos hombres pagan gustosos por follarte y tu harás todo, todo lo que te pidan si pagan, ¿verdad que si putita?

La pregunta llegó en un momento que Loli no podía aguantar más el orgasmo; la mano del policía que la estaba enculando le tocaba el coño con gran maestría al mismo tiempo, haciendo que aquel fuerte orgasmo llegase sin avisar.

-Ahhh, ahhh me corro, sí, sííí, haré lo que digan, todo, todo… pero dejen marchar a mi novio… ahhh, ahhh, me corro -gritaba Loli.

El policía seguía follando su culo pero al verla correrse con tal intensidad no pudo aguantar mucho tiempo sin vaciarse también –uhmm, ahhh, ahhh, ahhh, me corro, me cooorrooo putita toma leche, tomaaa, -decía el poli que se vació por completo los huevos de semen caliente inundando el recto de Loli.

El tercer policía ansioso por montarla también apartó a su compañero al ver que terminaba. Esta vez fue el coño de Loli el escogido, rezumando todavía la leche del comisario. La verga entró con suma facilidad en aquel chochito jugoso, caliente… al poli parecía no importarle lo más mínimo que estuviese lleno de la leche de su jefe.

Loli, recuperándose del primer orgasmo, comenzó a sentir las fuertes embestidas que follaban su coño de nuevo, no fue difícil enlazar un segundo orgasmo con el primero, su cuerpo acostumbrado a las folladas de Toni que la hacían correrse varias veces en cada sesión reaccionó al instante con un segundo orgasmo, más fuerte que el anterior ahhh, ahhh, ahhh. Loli no podía contener los gemidos convertidos en gritos de placer cuando sintió las manos del comisario agarrando su cabeza y obligándola a tragarse su polla hasta la empuñadura, sintiendo los huevos casi en su nariz.

-Chupa putita, chupa…no hay nada mejor para el negocio que una puta disfrute jodiendo y tú vas a disfrutar mucho te lo aseguro, te vas a hartar de joder… vas a ser una buena zorrita que nos hará ganar mucha pasta… chupa Loli, chupa con ganas, sácame la leche otra vez Uhmmmm, uhmmm.

Durante las dos horas siguientes los tres hombres siguieron follándola, repitiendo varias veces, usando sus tres agujeros a su antojo, haciendo que Loli tuviera al menos media docena de orgasmos. Al final los cuatro estaban exhaustos, Loli con el cuerpo cubierto de semen, babas y su propia leche de sus pechos exprimidos como limones.

-Chicos hemos encontrado un filón, esta vaquita insaciable es una joya, está muy bien educada y enseñada, el cabrón de su novio sabía perfectamente de lo que era capaz pero creo que se quedó corto, ni ella misma es consciente de sus límites, es una verdadera ninfómana, jamás he conocido hembra más caliente -dijo el comisario, satisfecho, mientras los tres hombres se vestían y salían de la celda.

En el pasillo los dos policías de guardia esperaban ansiosos, -vaya parece que ha sido un interrogatorio en profundidad jajajaja- dijo uno de ellos.

-Increíble, nunca he conocido una putita igual, os aconsejo que le deis una ducha antes, no está muy presentable en estos momentos, -respondió el comisario.

-Tranquilo jefe, primero la dejaremos brillante, jajaja. Por cierto Ricardo bajo a preguntar por ella hace una hora. Le dijimos que estaba incomunicada según sus órdenes- dijo uno de los policías de guardia.

-Bien, voy a tener que hablar con él. Este caso lo llevaré yo personalmente.

CONTINUARÁ

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Besitos

MaríaRuizRed

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