Una orgía en el jardín ¡Nuestro hijo adoptivo!

Nuestro hijo adoptivo V

Los cuatro bajamos a la caseta del jardín para coger nuestra ropa e irnos a casa. Queríamos descansar para disfrutar la semana que teníamos preparada antes de volver a la rutina del trabajo.

Cuando salimos al jardín la orgía que nos encontramos nos dejó de piedra. No porque no estuviéramos acostumbrados a verlas, y hacerlas. Ya que en una época anterior, nosotros mismos organizamos varias en nuestra casa o habíamos participado en algunas que se montaban en saunas o sexbar. Pero nunca tan grandes.

En el jardín había unos 12 tíos, todos desnudos y participando en una bacanal greco-romana. En este momento hasta tres grupos de diferente número de participantes estaban follando en varias zonas del jardín, incluida la piscina.

El primer grupo lo conformaban 5 pives. Entre ellos se encontraban Izan, el cumpleañero y Edu, el padre de Adri, que habían estado follando hace menos de 20 minutos con nosotros. Terminaban de formar el grupo, un osete de unos 30 años. Abry, otro ex de Izan, una nutria con una polla larga y fina, que te entraba en el ojal bien, pero el capullo llegaba a tu próstata mucho antes de que el pubis se acercara, siquiera al culo, y un twink imberbe y musculoso.

Izan, como buena putita sumisa se encontraba en posición de perrito, con Edu sentado sobre su ojal metiendo y sacando esa barra de carne hasta el fondo, mientras el osito le comía la boca y le tiraba de los pezones. Este se iba masturbando y solo separaba la boca del maduro empotrador para gemir. Se le veía con ganas de sustituir a Izan. Y no me extraña, mientras le taladraban el ojal, su ex, Abry, le follaba la boca. O mejor dicho, le tenía la boca en la polla, y él mismo con cada embestida del padre de Adri, era el que hacía y que entrara y saliera de su garganta. A la par, que el musculoso jovencito le estaba haciendo una comida de culo a lo bestia

– Joder como vienen las nuevas generaciones – pensé al ver como este jovencito, que no llegaría a los 20 años estaba en una orgía haciendo un beso negro de película profesional. Le morreaba el ojete como si fuera la última sandía del desierto y le estaba dejando a su amante el culo chorreando. Se llegaba a ver como los pelos del culo de Abry estaban empapados de las babas de este.

– Joder con tu padre. Es un auténtico semental – le dijo nuestro hijo a Adry- Ojalá conseguir follar así a las tías. Seguro que no me faltarían llamadas para taladrar chochitos- dijo a la par que se colocaba la polla algo morcillona por sus pensamientos dentro del speedo.

– No lo sabes bien. Cada vez que queda en casa para follar, me tengo que poner cascos para no escucharle. Es un bestia. A mi me pone, la verdad, y alguna paja ha caído escuchándole y hasta viéndole, pero cuando tengo que dormir por exámenes o algo, es imposible.

– ¿Has visto follar a tu padre? – le dijo asombrado nuestro hijo

– Claro. Vivimos juntos. Tenemos una mentalidad abierta y somos muy abiertos de mente, aparte de muy activos sexualmente. Tú no lo has comprobado porque todavía no has pensado en como disfrutarías conmigo- le dijo Adry que iba a piñón a por nuestro hijo.

– Pues creo que nunca lo sabremos – le dijo este echándole el brazo por los hombros

Salimos al jardín pasando muy cerca de este grupito caliente. Notamos el calor que desprendían y el olor a sexo aún estando al aire libre. Olía genial, de echo mi culo dio razón de eso palpitando a saco.

En el borde la piscina había otros 4 dándole al tema. Dos estaban de pie. Creo recordar que eran Alex y Damián, unos primos morbosos que descubrieron la homosexualidad follando entre ellos y luego se abrieron, y mucho, al mundo. Habíamos coincidido en algún sexbar , aunque justamente lo que no hicimos fue hablar.

Suelen ser bastante pasivos los dos, aunque ahora parece que su rol había cambiado. Se encontraban juntos, muy pegados el uno al otro comiéndose la boca mientras se acariciaban sus minicuerpos. Estaban más cerca de los 30 que de los 20, pero si llegaban al 1,60 era rozándolo. Eso sí, tenían cuerpo de matarse en el gym. Tenían más espalda que altura. Y sus culos eran dos caparazones de tortuga gigante. Sin un solo pelo en el cuerpo, casi ni en la cabeza porque iban completamente rapados. Estaban disfrutando de la mamada de un oso maduro, que podría ser su padre, pero con mucho. Este oso maduro estaba sentado en el borde la piscina intercalando las pollas de ambos en su boca. Mientras otro madurito, desde dentro de la piscina le comía el ojal.

Mi polla iba creciendo viendo todo el percal. La verdad que tanto a mi marido como a mi nos mueve más el morbo que el físico a la hora de polvos sin más. Hemos tenido sexo con tíos que podían ganar Mister Gay, o con tíos con bastante edad o kilos.

Y a estos dos osos maduros, nos los tiraríamos. Sólo viendo la forma que tenían de mamar polla y culo y las ganas que les ponían, hizo que mi marido se tuviera que quitar el bañador porque la llevaba ya más fuera que dentro.

Antes de llegar a la caseta vimos como el oso de la piscina se salía y ambos, los dos osos maduros, se ponían a 4 uno enfrente del otro. Se comían la boca y se miraban de una forma que se podía intuir que eran pareja. Y los primos, como ensayado por una coreografía, se colocaron detrás de uno cada uno y de una estocada, que hizo que estos se apoyaran en el otro, se la metieron hasta el estómago. Los gritos comenzaron desde el principio. Gemían los 4 a la vez sin contenerse. Los vecinos tenían que estar hasta la polla si los oían.

– Tete – le decía un primo al otro- Venga fóllatelo a saco. Como tu sabes. Venga, revienta el coño a esta putita. Que sepan donde tiene a dos machos que les dan rabo cuando quieran

– Si, primo. Como traga. Lo tiene súper abierto. Se nota que se la meten dobladas y muy a menudo. Lo tiene súper caliente… puuuufff

Siguieron follándoseles. Ahora, uno de los primos cogió a su madurito y haciendo que se metiera por debajo de su pareja, formaron un cuadrado. Donde ambos pasivos formaban una especie de 69, y así , los activos podían agarrarse y ayudarse a penetrar a los otros. Estaban tan cerca que podían cogerse la cara y darse algún beso furtivo.

No tardamos en llegar al último grupo que estaban justo en la puerta por donde teníamos que entrar. Tuvimos que rozarles, cosa que no nos importó, para poder pasar.

Aquí estaban los últimos 3. Todos de nuestra quinta, más o menos, pasando los 40. Eran de nuestro grupo de amigos. Una pareja que también acababa de adoptar a un bebé y un ex de mi marido. Todos eran más o menos iguales. De hecho, en una rueda de reconocimiento policial sería difícil diferenciarles. Estaban todos entre el 1´70- 1´75. Delgaditos, con un corte de pelo juvenil que les hacía parecer más jóvenes, se cuidaban lo justo para verse bien y ninguno se depilaba, sólo se recortaban el vello corporal.

La pareja, había hecho un sandwhich con el soltero, el cual estaba en el medio del trenecito que estaban formando en el suelo, casi en la puerta de la entrada al cobertizo. Tuvimos que pasarles por encima para poder entrar, y uno de ellos, aprovechando que mi marido y Adri iban en bolas les acarició la polla queriendo que se unieran. Y con Adri casi lo consiguen. Se agachó un poco para que se la mamara un rato, pero enseguida, con ella dura y llena de babas se levantó para vestirse y venirse con nosotros.

– No te pierdes una, macho – le dijo mi hijo en plan coña

– Si fuera una tía quién se lanza a tu polla, ¿la habrías dejado pasar?

– Pues no, la verdad. De hecho, hasta que no acabara en su boca no habría parado

– Vengo los dos salidos – dijo mi marido- terminad de vestiros. Voy a avisar a Izan de que nos vamos, aunque no creo que le de importancia visto lo visto

– ¿Vas a ir tú? – le dije sorprendido

– Si. Así te terminas de apañar tú que eres más lento- dijo dándome un pico y saliendo de la caseta

Cuando mi marido salió, estaban todos juntos, de pie, besándose los unos con los otros y tocándose los cuerpos. ¿Todos?. No. Faltaba uno. No veía a Izan por ninguna parte. Aunque no tardó en darse cuenta de lo que pasaba.

Se habían agolpado todo haciendo un círculo, con el anfitrión, de rodillas, en el medio. Le iban a dar el bukake de cumpleaños. Le iban a bañar en leche, y conociendo como se corrían varios de ellos, iba a necesitar varias duchas para quitarse toda la lefa.

Se acercó para observarlo. En el fondo le ponía que fuera tan puta. Y nada más llegar vio como los dos osos más mayores acababan en su cara y a este intentando que cayera en su boca. El musculado imberbe fue el siguiente, pero este si se la metió en la boca directamente… Y así, uno tras otro le llenaron de leche, la cara, el cuerpo y la garganta. Cuando todos vaciaron sus pelotas, e Izan quedó bien satisfecho se fueron lanzando a la piscina como si nada hubiera pasado.

– Bueno , chaval. Ya nos vamos. Nos llevamos al hijo de tu empotrador principal que se viene a dormir a casa.

– Muchas gracias por venir y por la follada de antes.

– No hay de qué, pero ya sabes. Te follé sólo para que mantengas la boca cerrada y espero que cumplas tu palabra

– No te preocupes. Aunque lo mismo necesito algo para que me la tape alguna que otra vez- le dijo echando mano a su polla hablándole al oído.

– Eres un cabrón de campeonato, pero algo podremos hacer. Eso sí, siempre que parezca que surja y con mi MARIDO, delante. Que no se te olvide.

– No te preocupes que …

Se interrumpió cuando llegamos a su lado.

Fui a darle un beso, pero viendo que estaba lleno de leche y no quería manchar mi ropa, desistí

– Espero que hayas disfrutado, nene- le dije

– No lo sabes tú bien- me dijo mirando de soslayo a mi marido- Ten cuidado con este- dijo a mi hijo refiriéndose a Adri – ha convertido a más gays que Liza Minelli – y le dio un azote en el culo- Creo que de la fiesta, el único con el que no ha tenido sexo ha sido con su padre. Y tampoco me extrañaría si algún día lo hacen. Son muy calientes ambos.

– No te preocupes- dijo riendo mi hijo- me gustan demasiado los coños, pero nunca se sabe. Mira su padre , y mira ahora – dijo al ver que le estaba comiendo la boca a uno de los primos.

Salimos de la casa y nos fuimos directos a la nuestra. Estuvimos cenando algo y duchándonos y después de inflar el colchón en la habitación de nuestro hijo para que durmiera Adri, nos fuimos a la nuestra.

– Menudo cumple. No sé como Ezequiel no ha salido huyendo y denunciándonos a servicios sociales.

– Es lo bueno de que ya tenga pelos en los huevos. ¡Y que huevos! – dijo mi marido

– Qué gilipollas que eres- le dije echándome sobre su cuerpo desnudo y fresquito de la ducha

Mientras en la habitación de mi hijo…

– ¿Te importa que duerma desnudo? – le preguntó Adri a mi hijo

– ¿En serio? Has estado todo el puto día en bolas, tirándome la caña. He visto follar a varios tíos, a mis padres en bolas. ¿Y me preguntas?

– Si, claro. Ahí estaba en mi ambiente. Era una fiesta, y no era tu casa.

– Duerme como quieras, yo estoy en bolas- dijo quitándose la fina sábana que cubría su cuerpo

– No juegues con fuego- le dijo Adri quitándose el bóxer con la polla algo morcillona

– Tranquilo, que tengo la manguera lista para apagarla- le dijo mi hijo sacándole la lengua.

– ¿Entonces no hay oportunidad de que follemos?

– Lo veo muy difícil. Hoy por hoy me van las tías

– ¿Pero alguna paja viendo porno? Aunque sea hetero

– Bueno, eso puede que sí, pero ahora duérmete. Y respétame – le dijo mi hijo tirándole un cojín a la cara

– Mira aquí, Chris Hemsworth – le contestó devolviéndole el cojín pero apuntando a la polla

Ambos se fueron quedando dormido según iban hablando de sus vidas. Y nosotros, escuchando sus risas y murmullos, también nos quedamos dormidos pensando en lo felices que éramos. O al menos yo tenía ese pensamiento. ¿Mi marido pensaba lo mismo?