Una mujer me pide ayuda y terminó como su amante

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Un Garaje muy caliente.

Hola, bueno para describirme un poco diré que soy moreno,delgado (bueno me sobran unos 3 o 4 kg) jajaj, ojos marrones, y bastante caliente.

Hace unos días me paso algo que no me lo acabo de creer, yo trabajo de noche y llego a casa sobre las 3 de la madrugada y aparco la moto en un garaje de esos comunitarios de barrio y bajo tierra.

Al llegar a mi plaza y cuando me encuentro aparcando la moto llegó el coche que aparca en la plaza de al lado de la mía, veo que lo conduce una mujer de unos 47 años rubia y la verdad lo que se veía estaba muy bien, estaba haciendo maniobras un poco equivocas y de vez en cuando me miraba y sonreía, como pidiendo ayuda vaya, hasta que abre la ventanilla y me dice que si la puedo ayudar, me acerco y veo que viene de fiesta y un poquito perjudicada.

Traía puesto un vestido negro brillante con un escote de muerte el cual dejaba ver bastante bien sus buenas tetas que adivine sin sujetador por como se notaban sus pezones, al ser corto y estar sentada dejaba ver unos muslos impresionantes, era de esos que tienen una abertura sobre uno de los muslos lo que aun mejoraba la vista a poco que se mirara, dejando ver la parte de arriba de unas medias negras.

Yo – ¿Quieres que te guie desde aquí o que te lo aparque?

Ella – Si me lo aparcas me harías un favor

Y acto seguido en vez de bajar del coche lo que hizo fue pasar al asiento del acompañante abriéndose toda de piernas para hacerlo, llevaba unas bragitas pequeñas también negra pero transparente, que me regalo unas vistas maravillosas, tan buenas eran que pude adivinar que lo llevaba depilado menos una rayita central, me debí quedar embobado que me dijo:

– ¿Te ha dado un aire o tanto te ha gustado las vistas?

– Ufff las vistas han sido fenomenales, que rico.

– ¿Rico? Si no lo has probado.

– Solo era un pensamiento, pero ya que te pones tiene que estar sabrosisimo, y mas a estas horas y después de una noche de juerga.

Echo una sonrisa y calló pero dejo las piernas algo abiertas por lo que se le seguían viendo la terminación de sus medias y si me hacia un poco para delante también las bragas.

Yo me dispuse a aparcar el coche y cuando ya termine y lo apagué y seguí mirando esos muslos.

– ?Tanto te gustan mis piernas?

– me encantan, soy un amante de los muslos de una mujer y esas bragas me vuelve loco, después de haberte ayudado creo que me las merezco como regalo.

– ¿Estas loco? Como voy a llegar a casa sin ellas,imagínate que mi marido esta despierto.

– pues tu veras, pero las quiero si o si.

– ¿es una orden o me las estas pidiendo?

– una orden y me las vas a dar, ¡las quiero yaaa!.

Me salio así y nunca creí que aceptase cuando veo que levanta un poco el culo y las saca, pero la muy zorra las deja a medio muslo y me dice: te advierto que después de una noche están un poco húmedas de tanto sudar.

– Quitatelas de una puta vez que lo estas deseando.

Las siguió bajando y se las quitó, al dármelas me las lleve a la nariz y las olí, ¡¡mmmm que bien huelen!!, saqué la lengua y la pase por la zona donde había estado su coñito, ella al verlo se mordió el labio inferior, era una señal de que le gustaba lo que estaba haciendo.

– eres un guarro tío.

-y tu una autentica guarra.

– no me llames guarra cabrón.

– ¿como le llamarías tu a una casada que enseña las bragas a un desconocido en un garaje, me las regala cuando están chorreando y se va a su casita sin nada debajo del vestido?.

– viéndolo así, si, soy un poco guarra.

No pude aguantar y me acerque y le comí la boca, ella respondió metiéndome la lengua hasta el fondo de la mía, mientras fui subiendo mi mano por su muslo hasta llegar a su coño que estaba chorreando.

Saque mis dedos llenos de flujo babositos y se los lleve a su boca, que saboreó de lo lindo, luego volví a la carga y los siguientes me los llevé a mi boca para saborearlos yo también.

Seguimos morreandonos ya con nuestra saliva mezclándose con el sabor a coño hambriento mientras ella empezó a desabrocharme el pantalón y sacarme la polla fuera.

– mmm que buena pinta tiene este rabo.

– cometelo todo guarra que lo estas deseando.

– no me llames esas cosas que soy una mujer casada, ademas es algo que me pone muy cerda y peligramos.

Que bien mamaba la polla esa tía, era la mejor mamada que recibía o quizás influía en morbo de estar en una garaje, pudiendo ser pillados por alguien y encima con una casada, cosa que me pone mas cachondo.

Mientras ella mamaba y como su culo quedaba casi al descubierto por la falda, le iba pasando los dedos por detrás y tocando su coño, estaba chorreando, me dejo la mano llena de flujo, aproveche que mis dedos estaban lubricados de su coño y le metí uno en el culo de un solo golpe.

– ahhhhhh cerdo, cabroooon no me hagas eso que por ahí nunca me metieron nada.

– Sigue comiéndome la polla guarra que estoy a punto de correrme.

– no se te ocurra correrte y mancharme la tapicería que luego se puede notar y me busco un lio.

– pues tendrás que buscar una solución porque estoy a punto, y le empuje la cabeza para metersela de nuevo en la boca.

Siguió mamando un poquito mas mientras yo removía bien el dedo del culo, y parecía gustarle mucho por sus gemido cuando empece a correrme sin remedio ahhhhhhh me corroooooo zorraaaaaaa.

Le estaba llenando toda la boca y ella tenia que ir tragando para no manchar nada.

Cuando ya la polla fue bajando un poco la muy puta y como venganza subió rápido y me empezó a comer la boca con toda su boca llena de corrida.

A mi al principio no me gusto la idea pero no se si por el morbo o lo calientes que estábamos que seguí adelante con aquella locura, detectaba aquel sabor al meterme la lengua en la boca, incluso me paso un poco de lo que ella tenia en su boca a la mía.

– ¿ves lo cerda que yo también puedo ser?

– ya lo veo cabrona, eres una guarra de mucho cuidado y eso me gusta.

– ven vamos a pasar al asiento de atrás.

Entramos cada uno por un lado y ella al sentarse puso su cuerpo ladeado y con la falda subida y las piernas muy abiertas.

– aquí tienes tu comidita, mira como lo tengo chorreando, no se te ocurra dejar que manche la tapicería.

Y me puse a comerle el chocho, ufffff de allí no paraban de salir jugos, que delicia poder comer aquel coño, de vez en cuando subía a comerle la boca y pasarle unos pocos a su boca y seguía comiéndoselo mientras ella se iba pellizcando los pezones y tirando de ellos.

– mmmm cómelo todo cabrón que me voy a correr toda, ahhhhhhhh diosssss que gusto me estas dando en el coñito

– vamos comete mi pepitilla toda ahhhhhhh que corrida que te voy a dar.

– venga bebete mis jugos, no dejes que se caiga nada.

– diossss hacia años que nadie me comía el coño como tu lo haces.

– ahhhhh ese dedo en mi culo me esta matando de gustooooooooooooo

– me corroooooooo en tu cara guarroooooooo

– ahhhhhhhhhhh

Se corrió toda mientras empujaba mi cabeza hacia su rajita y no me quedo mas remedio que beberlo todo, mmmm estaba rico.

– ven guarra, sal del coche.

– apóyate en el capo y saca el culo.

Me puse detrás de ella, le levante la falda y sobé un poco ese coño que estaba escurriendo aun gotas de la corrida que había tenido.

Le puse la polla en la entrada de su rajita y de un solo golpe la empuje toda hasta los huevos y empece a bombearla desde atrás.

– Cabronnnnnn no me la metas que eso ya es pasarse.

– quieres que te la saque y terminamos aquí, la dije mientras desde atrás la estaba pellizcando los pezones con la polla bien metida.

– ya que has empezado ni se te ocurra hijo de puta, empujarme ese rabo todo, rompeme el chocho.

– déjame la raja toda abierta, pero córrete fuera, ahhhhhh que gusto por favorrrrrrrrr.

– de eso nada, voy a llenarte el chocho de leche calentita y espesa.

Esas palabras lejos de asustarla aun la ponían mas puta y a mi también, estábamos los dos tremendamente calientes.

Ella empezó a convulsionar,, sentía las contracciones en su coño y como me apretaba la polla con ellas, parecía que estaba poseída.

– ahhhhhhhhhh me corro toda cerdooooooo ahhhhhhhhhh.

– ¿no querias llenarme el chocho de lefa calentita?, pues venga hazlooooo que estoy muy perraaaaaaaa.

– ahhhhh siiiiiiii tómala toda, ahhhhhhhhh ahí tienes toda la leche.

– siiiiii ya la noto calentita y espesa, me vas a preñar hijo de puta, me estas llenando hasta el útero.

Al escuchar eso me puso tan cerdo que no podía parar, no se la de chorros que le eché, al final caí rendido contra su espalda y ella contra el coche.

– Dios que he hecho tío, si no se ni siquiera tu nombre, ¿que me ha pasado? Me he comportado como una vulgar puta.

– bueno si te sirve de algo, a mi tampoco me ha pasado nunca esto, pero es que me has puesto muy cachondo, por cierto me llamo José.

– yo Ana, ¿encantada!

Y nos echamos a reír los dos.

– déjame las bragas que te dí antes para limpiarme que estoy chorreando

– no, yo te limpio con ellas y me las quedo, pero solo te voy a limpiar las piernas, el coño lo tendrás que llevar lleno a casa y no quiero que te lo limpies en toda la noche, como mucho te dejaré que pases la mano y te limpies con la mano.

– ¿Me vas hacer ir sin bragas a casa?, ¡estas loco!

– si, pero se que te gusta esa locura, no lo puedes negar con la cara de puta que se te ha puesto al escucharlo.

– ¡eres un cabrón!.

Y acto seguido se subió la falda y paso toda la palma de su mano por el coño, salio toda llena de corrida, saco su lengua y lamió toda la mano haciendo un gemido mmmmm.

– José me tengo que ir, mira lo tarde que es.

– espera, te doy mi kik para que mañana me cuentes que tal dormiste sin bragas y con el coño lleno de leche calentita, por cierto, si te vuelvo a ver te quiero ver siempre sin bragas y sin sujetador.

– que cerdo eres.

– toma mi kik es: yomismooo_ quiero que mañana me cuentes.

– ni lo sueñes, aquí no ha pasado nada ni pasará

– por el que no ha pasado nada no te preocupes, ¡sera nuestro secreto!, el que no va a pasar mas mmm deja que lo dude jajajaja.

Los dos nos dirigimos al ascensor y nos metimos dentro, mientras subía ella se iba arreglando la ropa y el pelo frente al espejo, yo aproveche para meter mi mano debajo de su falda y pasar el dedo por su rajita, a ella pareció gustarle porque cerro un poco los ojos.

Saqué el dedo pringoso de leche y jugos suyos y se lo pase por los labios que lamió, acto seguido ella levanto su falda de nuevo y paso toda la palma de su mano, salio hasta con pegotes de leche y me la pasó por la cara sonriendo y aprovechó para darme un beso suave.

Se abrió la puerta del ascensor y salimos a la calle como si nada pasase allí y nos despedimos con un:

– Adiós buenas noches

– adiós que descanses.

Espero que les guste este relato, ese día fue increíble.

Un saludo a todos.

Yooo.

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