Fantasía por la noche
El reloj marca las 3:25 AM, es hora de levantarme para ver en TV el partido mas esperado de la temporada, se enfrentan Los Angeles Lakers contra Miami Heat en una final inédita de la NBA. Estoy esperanzado en disfrutar mucho con la victoria de mi equipo.
Todavía un poco soñoliento, enciendo el aparato, cierro las puertas del salón para no molestar a mi esposa, mi sobrina y mis hijos. Ellos duermen placidamente ajenos al gran espectáculo del que voy a disfrutar en la completa soledad y quietud de la madrugada.
El primer cuarto es trepidante con canastas espectaculares en un lado y otro de la cancha. Noto como mi corazón se acelera por la emoción, me siento inmerso del partido y gozo del espectáculo. De forma repentina, el corazón late con fuerza y bombea sangre por todo mi cuerpo, aunque esta se concentra en entrepierna provocándome una erección excepcional.
Extrañado por lo que me sucede, le doy vueltas al cerebro buscando una explicación a tan extraño suceso, hasta que al final encuentro la causa. Hace unas pocas horas me acosté bastante excitado con la imagen de mi esposa y la de mi sobrina charlando entre ellas, tratando temas algo picantes y sobre todo, ambas con sus pijamitas sexy y sugerentes.
Después de cenar nos hemos puesto a ve la tele los tres juntos. Sabiendo que yo quería acostarme muy temprano para dormir unas horas antes del madrugon para ver el partido, no hemos buscado nada especial para ver y pronto hemos visto que un rato de conversación era una opción mucho mejor que la oferta televisiva.
Las observo charlar con una cierta envidia por su comunicación es muy fluida e intensa. Mi esposa ha adoptado el papel de mentora, mi sobrina pregunta continuamente con mucha curiosidad sobre cualquier tipo de tema y yo de vez en cuando soy consultado solamente para confirmar alguna de las afirmaciones que puedan afectar al sexo masculino.
Presto atención a la conversación entre ellas, siempre aprendo y me aclaran algunas actuaciones que desde el punto de vista masculino no tienen sentido.
En un momento de la charla se trata el tema de la seducción mediante el uso de expresiones y palabras más o menos “sucias”.
Esposa: La tensión sexual es increíblemente poderosa. Es el sentimiento que hace que tu chico fantasee contigo, quiera arrancarte la ropa y tenerte completamente para él.
Esposa: Usar palabras sucias para generar tensión sexual con tu chico es increíble porque, ni siquiera tienes que decir nada muy explícito, lo mantiene pensando en ti constantemente, mantiene la relación en una zona emocionante.
Sobrina: ¿cómo lo tengo que hacer para que un chico que piense constantemente en mi? ¿Cómo consigo que la relación sea sexualmente excitante y divertida?
Esposa: Tradicionalmente, las mujeres piensan en hablar sucio en el dormitorio o en cualquier situación puede excitar a su hombre. Eso es genial… pero para generar tensión sexual con las palabras, es necesario adoptar un enfoque ligeramente diferente. La regla principal a recordar es esta: Es mejor insinuar y sugerir en lugar de ser abierto, obvio y directo.
Sobrina: No lo entiendo muy bien ¿puedes ponerme un ejemplo?
Esposa: Mira Davinia, es muy fácil. Supón que quiero calentar a tu tio para que cuando regrese del trabajo sienta muchas ganas de hacer el amor. Si le digo:
– «Tengo algo que quiero probar contigo más tarde… creo que te gustará …» o «Esta noche quiero hacerte una paja».
Esposa: La primera oración es genial porque no es muy directa. Definitivamente suena como algo divertido, pero es difícil saber qué es específicamente. Hará que él se pregunte qué tiene planeado para más adelante. Cuanto más tiempo esté pensando, preguntándose y fantaseando contigo, ¡mejor!
Esposa: La segunda frase es muy abierta, obvia y directa. Sin duda despertará a tu hombre en el momento, pero como sabe exactamente de qué estás hablando, ya sabe qué esperar, enseguida se olvidará.
Esposa: En resumen, cuando uses el lenguaje picante para generar tensión sexual, debes insinuar y ser indirecta para que él piense en ti y debes «permitir que su hombre llene los espacios en blanco» que intencionadamente has dejado.
yo: ¿Puedo aportar algo? ¿me dejáis participar para añadir un punto importante? Pues bien, algunas veces hay que añadir un detalle…hay que incorporar la dificultad insalvable que ahora impide que lo prometido se cumpla.
Sobrina: y eso ¿cómo seria?
yo: La dificultad es una situación o lugar donde las cosas no pueden progresar y volverse más íntimas. Algunos ejemplos de barreras son estar juntos en público, estar juntos en una fiesta o comer con tus padres.
Yo: En estas situaciones, no puedes simplemente arrancarle la ropa. Por ejemplo, podrías decir “Ojalá toda esta gente no estuviera aquí. Ojalá tuviéramos un lugar privado en este avión. Me sonrojaría si alguien supiera lo que estoy pensando en este momento».
Esposa: Diciendo eso, tendrás a tu chico pensando durante el rato que dure la dificultad en todo eso que le has insinuado.
Sobrina: Me encanta lo que me enseñáis… y eso ¿lo practicáis entre vosotros ?
Esposa: Por supuesto, a nosotros nos encanta, verdad cariño?…Si no estuvieses tu aquí, esta noche me gustaría practicar una cosa que me ha dicho las chicas de la nueva oficina que seguro te encantará, dice mirándome a mi pero dirigiéndose a mi sobrina.
Tras unos segundos de silencio, los tres rompemos a reír pues reconocemos ha sido un ejemplo excelente sobre lo que estábamos comentando.
Me habría gustado mucho seguir con la conversación, pero también quiero ver el partido que se emite de madrugada, por lo que con cierto disgusto me voy a dormir dejándolas a ellas seguir con la “tutoría”.
Después de ver el primer cuarto del partido, la imagen de mis dos mujeres, mi esposa y mi sobrina, se ha impuesto a las imágenes que veo por la tele. Las vuelvo a ver reír, bromear y disfrutar de su complicidad entre mujeres , me provoca una honda satisfacción y que tenga una buena erección en mitad de la noche.
Sigo viendo el partido sin poder dejar de tocarme, pues que me proporciona una rico bienestar. Un ruido en el pasillo llama la atención mi atención y me pone en alerta, no quiero que alguna de ellas me sorprenda tocándome como un chaval.
Repentinamente, siento la tentación de ir a visitar a mi sobrina en su habitación mientras duerme. La imagino bien dormidita en su cama, semi desnuda. Es la situación ideal para poder disfrutar a mi antojo de su cuerpo sin que ella se pueda oponerse a mis deseos.
Empujo la puerta para que se abra lenta y silenciosamente. Una luz tenue entra por la ventana y deja a la estancia en una penumbra que permite adivinar las formas pero que oculta los detalles
Poco a poco me voy acercando para ver mejor. Llego hasta el lecho y no se me ocurre nada mejor que tumbarme a su lado. Sigo mirando embobado. Ufff, una cosa así nunca se me habría pasado por la cabeza. Debo estar loco!
Después de unos minutos, recuerdo que mi sobrina tiene un sueño muy profundo. Acerco mi mano para tener el primer contacto con su trasero. Guauuuu, esto es lo más!! Con sumo cuidado retiro la sábana hacia abajo para que su cuerpo quede a la vista.
Uhhh, esto es demasiado atrevido, si se despierta voy a tener un problema grave, pero la tentación es muy poderosa y no me puedo resistir a la tentación.
Ella me da la espalda y eso me permite contemplarla echada sobre el costado, solo con la parte superior de su pijama y unas braguitas tanga que dejan su culo practicamente desnudo. ¡Qué situación tan peligrosa y excitante!
De un manotazo y de forma inesperada, Davinia acaba de retirar la sabana hacia un lado, se incorpora quedándose sentada en el borde de la cama con las manos apoyadas en el colchón. Me siento morir, seguro que ahora se vuelve hacia mí y me monta un escándalo descomunal por haber invadido de esta manera su intimidad.
Tras unos instantes, que a mí me parecen eternos, sacude la cabeza como para alejar el sueño, se pone las zapatillas y se va directamente al cuarto de baño contiguo sin volver la vista hacia mí.
Estoy en medio de una duda que me mata, si me ha descubierto quizás me está dando la oportunidad para que salga rápidamente y correr un tupido velo ante este suceso. Si no se ha dado cuenta de mi intromisión, quizás también sería un buen momento para salir rapidamente antes de me descubra en esta situación tan embarazosa.
Mi instinto me aconseja salir corriendo sin hacer el menor ruido y dejar las cosas como estaban antes de empezar está loca aventura.
Por otra parte, mi atracción por Davinia y la erótica del momento me piden que me quede allí callado y esperando a ver qué sucede. Ambas ideas compiten entre, si rebotando una y otra vez de forma compulsiva contra las paredes de mi cabeza.
Oigo a mi sobrina avanzando a oscuras a tientas por el pasillo en dirección al lavabo. Cuando llega a él se la oye orinar, instantes despues vuelve de la misma manera, la observo en la penumbra como vuelve a la cama, se acuesta en su lado y se tapa con la sabana.
Me ha gustado tanto ver a mi sobrina medio sonanbula que se he ha puesto completamente dura. La duda que tenía se desvanece de forma categórica e inmediata ya no me puedo escapar.
Se ha echado de costado dándome la espalda y abraza la almohada. Pronto recula un poco buscando el contacto de mi cuerpo para terminar con la postura de la cuchara. Su mano busca la mía, la atrae hacia sí, hasta que le abrazo dejando la mano rozando su pecho.
Después de unos minutos aguantándome la respiración me quedo más tranquilo cuando oigo su respiración tranquila y acompasada. Es mi oportunidad para pegarme a ella y disfrutar del contacto íntimo con su cuerpo. Hago que sus nalgas esten en contacto con mi pubis.
Me imagino que estas soñando algo muy rico, pues suspira y se mueve como si la estuviesen abrazando.
En un ataque de osadía, pongo la mano levemente sobre muslo, cerca de la rodilla. La desplazo lentamente hacia arriba hasta alcanzar la prominencia de su cadera. El movimiento es casi imperceptible, lento y con la mano suspendida en el aire para que el contacto sea lo más leve posible.
Noto como se le endurece el pezon, le aprieto los pechos y le paso la yema de los dedos haciendole una caricia.
Al llegar a este punto siento ganas de lanzarme sobre su sexo pero no me atrevo y continúo deslizando la mano hacia su vientre, su ombligo hasta llegar a sus nalgas. Con el dorso de los dedod recorro sus curvas, para terminar posando la palma de la mano en uno de sus glúteos firmes y suaves.
Embelesado con estas maniobras, se me olvida que mi sexo está en contacto directo con su trasero con lo que es posible que note su calor y dureza.
Davinia se despereza y reacomoda abrazándose al cojín al tiempo que saca el culo hacia atrás con lo que se acomoda en mi regazo. Asustado me retiro unos centímetros muy lentamente para que la transición sea lo más progresiva posible.
Alarga todo el brazo hacia atrás para atraerme hacia ella y se acomoda con el culo en pompa junto a mí. “Abrázame , que tengo frio”, dice en medio de su sueño.
Davinia respira fuerte (sospechosamente fuerte, quizás simulando un sueño profundo) y mueve la cadera hacia atrás hasta que sus nalgas tropiezan con mi polla, pone una mano entre sus piernas y noto como se empieza a tocar para darse placer.
Davinia sigue recostada, semidesnuda, dormida…teniendo un bonito sueño ¡como me gusta!. Sentirme pegado a ella, acariciar su espalda, sus brazos, su pecho, sus piernas… es una delicia.
Busco acomodo para mi polla que se sitúa justo en la raja del culo. Mi sobrina como si formara parte de su sueño, después de un instante de duda, separa las piernas alarga la mano hacia atrás, me toma la polla y la coloca justo en la entrada de su coño echando a un lado el tanga.
Sólo tengo que mover un poco la cadera hacia delante para notar que la polla abre camino para colocar la punta. Con delicados y cortos empujoncitos voy metiendo toda la polla. Con una presion mantenida, va desapareciendo engullida por una vagina humeda y estrecha.
¡Esto debe ser el paraíso! Con toda la polla dentro le acaricio el muslo desde la rodilla a la cadera y luego busco el contacto de su pecho. Mi sobrina retoza, se acomoda y se abraza al cojín.
Cualquiera diría que está teniendo un sueño erótico muy placentero. Yo mantengo mi cuerpo pegado al suyo y la polla bien adentro, dejando que ella ondule su cuerpo para sentir el intimo contacto.
Me encanta sentir la piel de su trasero en con la mia, recoger su pecho con la mano mientras con el pulgar acaricio el duro pezón.
Apenas me muevo, solo un ligero movimiento de cadera y una contraccion de los musculos pelvicos hacen que mi verga roce intensamente en el chocho de mi sobrina proporcionandonos a ambos una sensacion fantastica.
Pasamos asi un largo rato, no tenemos prisa y la sensacion es muy placentera. Aunque mi sobrina permane totalmente pasiva simulando que esta dormida, yo se que lo esta disfrutando mucho, su respiracion se ido acelerando al tiempo que su entrepierna se ha mojado completamente.
De forma inesperada, mi polla se agarrota, los huevos se aprietan contra la base y un chorro de leche fluye desde abajo hasta salir disparada por la punta.
Nuevas contracciones provocan nuevas eyaculaciones que apenas puedo contener en medio de un sensacional orgasmo.
Ufff no me atrevo a moverme, dejo que mi polla se vaya aflojando y retirando muy poco a poco, mientras que mantengo mi abrazo alrededor de su cuerpo.
Davinia se da la vuelta y queda encarada hacia mí. Tiene los ojos cerrados y parece todavía dormida. Comparte conmigo una medio sonrisa dibujada en la cara que me transmite su satisfación.
Le paso la mano suavemente sobre el pecho desnudo. Ella ha puesto la mano de forma que mi polla se acomoda entre sus dedos. La dejo así unos instantes hasta que con sumo cuidado me retiro para no despertarla.
– “¿No pensarás dejarme asi? me suelta mi sobrina dandome una buena sorpresa.
Me tiene cogido con fuerza por la muñeca, se ha incorporado apoyandose sobre su costado, me habla en voz baja aunque transmite su determinacion sobre que no quiere quedarse sin su propio orgasmo.
– “Es muy delicado….si hacemos ruidos y ella se despierta…puede ser el fin”, le respondo tirando de mi mano para deshacerme de su presa.
– “No seas tonto….lo haremos con mucho cuidado…o no… lo que es seguro es que yo no me quedo asi”, me dice agarrandome de la pechera.
– “Está bien… está bien… “ le digo con tono resignado pero con unas ganas locas por continuar.
Hago que se eche en la cama boca arriba, separe las piernas formando un puente y se disponga a recibir una buena comida de coño.Davinia se acomoda bien, se despatarra completamente esperando que la haga vibrar con las caricias de mi lengua.
Os puedo asegurar que lo gozó mucho, que despues me premió con uno de sus apasionados besos…pero este relato se está alargando mas de lo habitual, así que os contaré como se lo hice en un relato próximo.
Deverano.