Para lo único que te quiero es para usarte
Luego de una relación algo toxicas y semanas tras semanas de peleas con mi novio, un sábado al medio día y luego de una pelea larguísima, terminamos.
Estaba algo triste y destrozada, una ciudad que acababa de llegar hace un mes tenía que hacer algo.
Eran las 10 de la noche, un vestido negro ajustadito, un poco de labial rojo, sin tanga y sin bra, lista para salir.
Cogí un taxi, el tipo no dejaba de verme las piernas, no me incomodaba para nada, al contrario, me sentía mejor, tanto así que me calentaba, mis pezones se notaban en el vestido.
Una tarifa más barata para el taxista por estar bonita y un beso bien rico en la boca con él para iniciar la noche.
Fila para entrar al bar, picadita de ojo al de seguridad y entrar, llegar a la barra coquetear con el de la barra y conseguir tragos gratis, bailar con hombres, perrear hasta abajo
Mas trago más alcohol y el único que de verdad se lanzó a alegrarme la noche
– Bailas
– Mmmmmm vale
Me tomo de la mano, estaba sonando reguetón, me tomo de la cintura y de una me volteo, mis glúteos estaban muy pegados a su pelvis, podía sentir como su paquete crecía en medio de mis nalgas.
– Que rico lo mueves
– Una experta
– ¿ah sí?
Seguimos bailando un par de canciones más, me volteo y nos pegamos frente con frente mientras bailábamos, su mano paso de estar en mi cintura a mi nalga.
– Cómo te llamas
– Hoy me puedes llamar la mujer de tu vida si quieres
– ¿De verdad?, pero que tal yo solo te quiera para una cosa y ya esta
– Ah sí, como que
– Como ir al baño
– Eres directo
– No quiero perder el tiempo
Baje mi mano y agarre su paquete
– Yo tampoco quiero perder más el tiempo
Me tomo de la nalga con una mano y nos dirigimos hacia los baños, vimos que los de hombres no había mucha gente, el entro primero y entro a un cubículo, yo espere 1 o 2 minutos e ingrese al cubículo donde estaba el
– ¿Por qué la demora linda?
– Cállate idiota – Sonreí y me arrodillé
Él ya tenía los pantalones hasta las rodillas y la verga fuera, yo solo tenía que disfrutar, cogí su verga y lo comencé a masturbar, mientras le daba besitos en su cabeza. El comenzó a consentir mi cabello
Después de un rato de darle besitos y masturbarlo comencé a meterlo poco a poco en mi boca mientras lo miraba a los ojos, el soltaba pequeños quejidos y me decía puta en voz baja.
Se escuchaba pasos de cómo la gente entraba y salía del baño, su verga invadía mi boca
De la nada me tomo de la cabeza e hizo que me tragara esos 16 centímetros de verga, toda desapareció en mi boca
Succionaba, lamia y saboreaba la verga de ese desconocido, sabia deliciosa.
– Que rico comes putita
– Mmmmgrammmciammms – mientras le picaba el ojo
– NOOOOO PARES NENAAAA YA CASI
Succionaba y movía mi cabeza más rápido a ver su cara de placer, de cómo gozaba con mi boca
– Lo haces muyyyyyyyyyy ahhhhhhhhh
Mi boca sabia a su semen, salió un chorro durísimo directo a mi garganta, me relamí toda y me tragué hasta la última gota de semen
Termine de limpiar el glande con mi lengua, para que no quedara ningún rastro de semen, se acomodó el pantalón, me dio una nalgada y me dio las gracias.
Se fue, a los 5 minutos después Salí del cubículo del baño.
A la media hora de lo sucedido sonó mi celular, se escuchaba a mi ex llorando
– Te amo, eres el amor de mi vida – decía – no puedo vivir sin ti, no quiero acabar esto, volvamos
– Dale volvamos – mientras mi boca sabia a semen de otro.