Cumpliendo mi fantasía sobre mi fetiche con el cuero
Me desperté con una erección brutal, la tela de mis ceñidos boxers apretaba mi polla… Hacía mucho tiempo que no me despertaba con una erección tan brutal.
Lancé mi mano hacia un lado buscando tocar el culo de mi mujer mientras con la otra me acariciaba mi dura polla.
Ella no estaba.
Joder la tengo tan dura que me duele, pensé, ire a orinar a ver si así se me baja, pero no funcionó la seguía teniendo tan dura que apenas podía andar.
Ella no estaba en casa, la busqué por todos lados deseando poner mi paquete en su culo que tanto me gusta pero no estaba.
Así que decidí tomarme un café en la cama con la esperanza de que llegase pronto pues como mucho habría ido a comprar el pan y así poder tirarle los trastos… si no me haría una paja yo… pero necesitaba frotarme contra ella desesperadamente y follar como un loco.
Escuché la puerta y por instinto dejé el café en la mesita de noche y aparte la sábana que me tapaba para que viera el bulto que sobresalía de mis boxer.
Escuché ruidos en la cocina, nervioso aparte mi mano contra mi paquete mientras la llamaba.
-cariño!- dije
-hombre ya estás despierto! – dijo ella dejando unas bolsas sobre el banco de la cocina.
Escuchó sus pasos hacia la habitación donde estaba esperándola ansioso porque tuviera ganas de follar y ver su cara de sorpresas ante la gran erección que tenía.
Pero la sorpresa me la encontré yo cuando entro.
Su pelo negro andaba suelto cayendo sobre sus hombros, suave y sedoso… Hacía mucho que no lo veía así, pues últimamente siempre llevaba su coleta desganada.
Sus ojos ligeramente almendrados estaban pintados con una fina linea de rímel negro que los orientalizaba más todavía. Y sus labios estaban pintados de rojo, no era un rojo muy fuerte pero si le hacían unos labios gruesos y apetitosos.
Pero lo que más me impactó fue su ropa… una camiseta de tirantes negra no muy apretada pero a pesar de ello sus generosas tetas se marcaban perfectamente, y sus pezones duros parecían querer atravesar la tela.
El remate final que me hizo enloquecer fue los ceñidos leggins de cuero que le había regalado hacía un par de años y apenas se había puesto una vez.
Se le pegaban al cuerpo como un guante marcando sus atributos.
Ella sonrió al ver mi mirada, que recorría su cuerpo.
-me siguen quedando bien?- dijo girando un poco para que pudiera ver su culo.
Apenas pude balbucear unos sonidos, los leggins se le metían entre las nalgas
Logrando una visión inolvidable de su culo.
-aunque creo se me marcan mucho- dijo con una sonrisa picarona estirando los hacia arriba haciendo que el cuero se le metiera entre los labios vaginales.
-quizás sean demasiado provocativos… ¿Me los quito?- continuó hablando mientras pasaba su mano por su entrepierna sonriendo lascivamente.
Negué con la cabeza e hice un gesto para que se acercara a mí, estaba tan cachondo que era incapaz de articular sonido comprensible, literalmente tenía la cabeza llena de semen y solo podía pensar en tocar a mi mujer.
Ella gateó por la cama y se sentó sobre mi paquete mientras acercaba sus labios a los míos metiendo su lengua en mi boca, su pelo me envolvió y lleve mis manos a su culo mientras ella dejaba caer el peso de este sobre mi dura polla arrancando un gemido de mis labios.
Me beso lascivamente mientras movía su entrepierna de alante atrás sobre mi bulto, mi acelerada respiración se mezclaba con el sonido de nuestros besos.
Llevó su mano hacia atrás acariciando mis bolas por encima del boxer logrando que mi respiración se acelerara más mientras seguía moviéndose encima de mi polla.
Acaricie sus nalgas, las apreté y amase lascivamente, el tacto era brutal y estaba más cachondo que en toda mi vida, quería follar ya.
La aparte de mi un poco para agarrar sus tetas y apartarlas por encima de la camiseta jugando con sus pezones, ella detuvo el movimiento sobre mi paquete y me observó con los ojos entrecerrados disfrutando de mis caricias.
Quise quitarle la camiseta pero ella me detuvo y me obligó a tumbarme en la cama.
-Disfruta cariño… Esto es para ti- dijo cuando estuve totalmente tumbado con una voz seductora que hacía tiempo que no escuchaba.
Para mí sorpresa se volteó dándome la espalda, vi y note como sus nalgas cubiertas de cuero abrazaban mi polla dura bajo el boxer.
Inclinó su cuerpo hacia delante dándome una visión más perfecta de su culo y comenzó a arrastrarlo de alante atrás frotando mi polla entre sus piernas.
Lleve mis manos a sus caderas tocando el cuero de sus leggins disfrutando del tacto del cuero, su culo brillante por el material se movía de adelante atrás arrastrando mi polla palpitante bajo el boxer.
Tome sus nalgas amasandolas entre jadeos mientras la tela de mi boxer se humedecia de líquido preseminal.
Ella aceleró más el movimiento aplastando mi paquete entre sus nalgas notando mi excitación mi polla estaba apunto de reventar y mi cuerpo convulsionaba ante su refriega.
Se incorporó un poco y llevando su mano hacia atrás sacó mi dura polla del boxer y la tomó con la palma de su mano colocándola entre la raja de su culo y apretando sobre ella comenzó a moverla de arriba abajo haciéndome una rica paja aplastandola contra el cuero.
Fue lo máximo notar el material suave y brillante frotando mi polla aplastada entre su culo y su mano, mi cuerpo se tensó y ella lo noto pues apretó más su mano frotando mi polla.
El primer chorro salió de mi polla como un geiser manchando su culo de cuero ante lo que ella aceleró más y más mientras mi leche salía a borbotones manchando el cuero de sus nalgas.
Cuando terminó de ordenarme y para mí sorpresa comenzó a extender mi semen por sus nalgas mientras mi polla convulsionaba soltando las últimas gotas.
Entonces abrí los ojos, estaba en mi cama con una erección descomunal que apretaba mis boxer, estaba desorientado mi respiración acelerada, todavía era de noche… «un sueño?»
Tire mi mano a un lado y noté su cuerpo recostado de lado, pasé mi mano por la curva de su cadera hasta apretar su nalga solo vestida con una braguita.
Me pegue contra ella aplastando mi paquete contra sus nalgas, Ella gimió un poco al notar mi bulto.
-¿Estás bien?- ronroneo con voz somnolienta -¿has tenido una pesadilla?- su voz sonaba deseosa y burlona al tiempo que apretaba sus nalgas contra mi paquete.
Aparte sus bragas y cole mi polla entre sus piernas deslizando lentamente mi miembro en su coño húmedo dejándolo unos segundos dentro.
-ahora te toca a ti- susurre.
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Otra flipada que se me ha ocurrido sobre mis fetiches con el cuero, espero que os guste a pesar de no ser lo que no suelo escribir. Gracias por leerme.