De viaje a las aguas termales con mis amigas, compre un bikini tan llamativo que levanto varias pollas algunas me las comí

Hace tiempo fui con unas amigas a San Miguel de Allende a las aguas termales, yo estaba muy entusiasmada por el viaje, nuevamente iba a ir a exponer mi cuerpo ante mucha gente y como ya se ven los cambios en mi cuerpo por hacer ejercicio estaba ansiosa por qué posiblemente iba a parar más de una verga.

Así que un día antes fui de compras y como desde hace tiempo tenia ganas de comprar un traje amarillo, ya que creía que ese color iba a resaltar mi color de piel. En la tienda vi el traje de baño amarillo con líneas blancas, tome el de mi talla y fui a probármelo, ya en el probador me di cuenta que el traje me quedaba un poco chico ya que mis enormes tetas no quedaban en la parte de arriba, y la parte de abajo ni que hablar siendo un bikini me quedaba casi como tanga, aún así decidí comprarlo ya que el chiste era que se viera mi cuerpo no el traje de baño.

 

Llegando a las aguas termales al día siguiente, estaba en el vestidor y comencé a quitarme la ropa que traía encima y me quede solo con el traje, noté como las mujeres que estaban a mi alrededor hicieron una cara de crítica, una que otra no dejaba de quitarme la mirada de las tetas, no sé si era envidia o si me estaban sabroseando, aún así me vi al espejo y yo comencé a sabrosearme y me quede pensando en todas las verga que iba a parar ese día o cuantas miradas me iban a desnudar o también una que otra crítica aún así, sabia que una reacción iba a causar.

 

Ya a la entrada de la alberca comencé a sentirme observada, el juego comenzó los hombres boquiabiertos y las mujeres susurraban una que otra cosa, a ellas no les di mayor importancia. Pero a quien si les di mayor importancia fueron a esas miradas que en un solo momento imaginaron arrancándome ese traje de baño y después abriéndome de piernas para darme la cogida de mi vida.

 

Cuando nos metimos a la alberca noté como uno que otro hombre pasaba disimuladamente a mi lado volteando a verme. Aunque la persona ganadora fue quien se puso un poco a lado de mi y sacó su verga por debajo del agua y comenzó a jalársela, en ese momento algo sucedió en mi interior pero mi pucha se calentó tanto que no pude controlarme y me acerqué un poco más a él, moví mi calzón y comencé a tocarme, el no sé esperaba mi respuesta y por supuesto que eso le excito aún más e hizo un gesto para que me acercara un poco más el.

 

Ya estando a un lado de él y sin decir más nada me senté sobre él y metí su verga bien parada a mi pucha, me saco una teta y comenzó a succionarla, mis pezones se pusieron súper duros y parados.

 

La gente estaba al rededor de nosotros aún así no nos importó estábamos cogiendo y disfrutando del momento, el extasís y la calentura que teníamos no tardo en llegar el primer orgasmo, para continuar decidimos salirnos de la alberca.

 

Mi pucha estaba muy mojada y no solo por la alberca, si no que mis fluidos estaban al cien, hacerlo con un desconocido sin haber emitido ni una palabra, nos fuimos comunicando con gestos, gemidos y pujidos, que aventura estaba teniendo en ese momento.

Nos fuimos a un vestidor que se encontraba lejos de donde había tanta gente. Entramos e inmediatamente me hinco e hizo que me comiera toda su verga, hasta el fondo, sus huevos chocaban con mi barbilla, después teniéndola en el fondo me tapo mi nariz para que me costara trabajo tener su verga en mi boca, sentía como me ahogada, sin quejarme seguí su juego lo voltee a ver con una cara de niña puta cachonda que hizo que se viniera en ese momento en mi boca me trage su leche y cuando me saco la verga de mi boca me empezo a golpear con su verga en mi cara, esta persona definitivamente me estaba tratando como lo que era en ese momento, como toda una puta, su verga seguía erecta y se notaba que queria más.

 

Me levanto, me puso dándole la espalda me abrió un poco las piernas y metió toda su verga hasta el fondo solo sentía mis tetas chocaban y mi cara recargada en la pared, solo sentía como me lastimaba la pared trate de moverme pero me comenzó a darme de nalgadas, mi cachete se raspo un poco y quedo rojo al igual que mis nalgas ya que por sus golpes me quedaron hinchadas, solo me quede pensando en lo que les iba a platicar a mis amigas cuando regresara.

 

Me saco la verga me puso sobre el piso, me abrió las piernas y nuevamente comenzó a cogerme, los orgasmos seguían llegando, aún sin decir ninguna palabra chupaba mis pezones, los mordia, los jalaba y retorcia un poco, a veces se levantaba un poco y con su dedo comenzaba a estimular mi clitorís mientras su verga seguía dentro y con la otra mano se ocupada de mis tetas, solamente se escuchaban mis gemidos y hasta un punto se volvieron gritos llenos de satisfacción.

Para terminar el acto saco su verga y comenzó a jalarla un poco, apuntando hacia mis tetas y mi cara derramo su leche sobre mi cuerpo y con su verga la empezó a esparcir por todo mi cuerpo e hizo que le limpiara la verga para no dejar rastro alguno de lo sucedido.

Aún sin decir nada, se levanto me dejó recostada en el piso mientras que el se acabodada el short, salio del vestidor se escucho como se limpiaba la cara y su verga y salio del lugar en donde realizamos el encuentro, me quede unos segundos pasmada de lo que había sucedido cuando reaccione vi como el semen ya se había secado y sabía que iba hacer algo complicado de quitar aún así me puse el traje de baño, salí para darme un regaderazo traté de limpiarme lo más que pude depués fui a buscar a mis amigas; en cuanto las vi me preguntaron a donde me había ido, sonreí de una forma estupida e inmediatamente supieron lo que había sucedido.

Ya no volví a ver al sujeto misterioso en todo el día y de regreso a casa seguía recordando esos momentos de excitación y calentura que había pasado.

Al llegar a casa le marque a mi hombre y le comenté lo sucedido era la primera vez que yo lo engañaba su reacción en un inicio fue la que me esperaba, se molesto mucho comenzó a gritarme, cuando se le pasó el enojo me empezó hacer preguntas sobre lo que había sucedido, le comenté a detalle todo desde que llegue a las aguas hasta que se terminó todo, en su tono de voz se escuchaba la molestia pero podía percibir un movimiento supuse que era el movimiento de su mano con su verga, el tono de voz comenzó a cambiar ahora se escuchaba de una forma morbosa y cachonda, me empezó a ponerme cachonda y mi pucha se mojo inmediatamente, comencé a tocarme y  cuando estaba a punto de venirme, me dijo que no veíamos en el motel de por mi casa en 15 minutos, por un momento no le creí.

-¿Es en serio lo que me dices?

-Si, ya voy de salida

Me vestí como pude e inmediatamente salí de la casa, en menos de 15 minutos ya estaba esperandolo, cuando llego se subió al coche y maneje lo más rápido que pude para llegar al motel, mi pucha seguía caliente y mojada, me pedía a gritos la verga de mi hombre. Llegamos a la habitación y cuando estaba cerca de la cama me aventó hacia ella

 

-Así que anduviste de putita calentando a otros?

 

-Si, perdoname!

 

-Eres una puta y tendrás tu castigo por andar de ofrecida con otros

 

Mientras me decía eso se iba sacando la verga que ya la tenía medio parada, me acomodo en cuatro y me obligo a comermela toda hasta el fondo voltee a verlo con una carita de niña castigada y arrepentida, el seguía cogiendome por la boca su verga ya estaba erecta, tan grande y deliciosa como la tiene, se que era un castigo pero yo estaba disfrutando esa verga.

Me voltéo me comenzó a pegar con el cinturón en mis nalgas, después el cinturón lo puso en mi cuello lo apretó un poco, metió su verga en mi pucha bien mojada mientras el se quedo de pie y yo comencé a moverme

 

-Así de puta de comportaste con el otro? Así te lo cojiste?

 

 

Yo sin poder hablar bien por el cinturón seguía moviendo mis enormes nalgas, me tomó de los hombros y comenzó a cogerme, el cinturón se aflojo un poco y salió de mi un grito sofocado lleno de placer y de lujuria, sentía como su verga entraba y salía, sus huevos chocaban parecía que también querían entrar a mi pucha, mi orgasmo no tardo en llegar haciendo que sacara su verga de mi pucha; me volteó y en su cara se veía el deseo y la excitación aunque también un poco de enojo por lo que había sucedido, el estando arriba de mi comenzó a chuparme las tetas y a morderlas de una manera voraz, sentía que mis pezones me los iba arrancar, todo mi cuerpo estaba en movimiento, orgasmo tras orgasmi iban llegando a mi, no terminaba uno y ya venía el otro, fueron unos minutos intensos, llenos de placer, ya para el último orgasmo terminamos juntos, sentí como toda su leche entraba, esa descarga de energía iba recorriendo de su cuerpo al mio, me sentí tan llena y satisfecha, nos quedamos unos minutos tratando de recobrar fuerzas, estabamos abrazados y por último solo me dijo que no volviera hacer nada con nadie más, que yo le pertenecía a el y que solo era su puta, asentí, me dio un beso en la frente y nos levantamos para vestirnos e irnos.