El policía que me usa y me gusta

Hola! Soy Luci de 23 años, quienes han leído mis otros relatos saben lo putita que soy y mi gusto por lo no consentido.

En esta ocasión les traigo un relato de algo que me sucedió hace 2 semanas.

Salí a caminar un poco, llevaba un vestido rosa ajustado, como es costumbre, no uso bra y llevaba unas tangas de hilo color negro. Hacía un poco de frío y llevaba mis pezones bien paraditos. Me antojé de unas cervezas y estuve sola un buen rato bebiendo, el alcohol me pone aún más zorra caliente de lo que soy jeje así que en el baño me quité la tanga a ver si podía provocar a alguien para que me diera verga pero el bar estaba solo.

Entonces salí del bar y me llevé mi botella a seguir tomando en un parque, en mi país está prohibido ingerir alcohol en lugares públicos.

El parque estaba solo, no pensé que lo iba a estar, me quedé aburrida porque yo estaba buscando la forma de provocar algún hombre jaja estaba muy caliente. Mientras pensaba en si irme de ahí o seguir bebiendo escuché un «buenas tardes señorita», al voltear era un policía. Me asusté porque sé que está prohibido ingerir alcohol, no sé en qué momento llegó ahí si todo estaba solo. O bueno, yo ya estaba bastante borracha, incluso no recuerdo muy bien la conversación.

Pero sé que pidió mis documentos y quería ponerme una infracción.

Le dije que por favor me dejara ir, que ya no iba a beber más, él me miró de pies a cabeza mordiéndose el labio:

-Uff pero usted está muy rica mami

Cuando me dijo eso me asusté un poco. Los policías tienen mala fama en mi país, es muy fácil para ellos desaparecer a una chica. Además el parque estaba solo, yo no llevaba celular así que no podía avisar a nadie, tampoco sabía la hora, pero sé que era más o menos de madrugada.

Yo me quedé en silencio mientras él se agarró su bulto:

-Las perras borrachas como usted me la ponen muy dura -dijo dando unos pasos hacía mí.

Intenté echarme para atrás pero solo me quedé quieta pensando si correr, gritar o simplemente esperar mi destino, que era bastante obvio.

El tipo miró para todos lados y sin pensarlo dos veces me agarró del pelo arrastrándome detrás de un árbol, cuando quise gritar por el dolor me tapó la boca. Me apuntó con su arma y me dijo que no había forma de negociar. Mientras hacía eso empezó a apretar mis tetas e insultarme, me decía que era una zorra que pedía a gritos ser manoseada, y que en cuanto me vió quería metermela.

Yo si quería cuando vine al parque pero ahora estaba muy asustada, temía por mi vida.

Me puso contra en árbol y empezó a pellizcar mis pezones sobre el vestido mientras me apretaba el cuello, yo no podía respirar muy bien y él solo seguía pellizcando hasta que vi su bulto, un buen bulto. Se veía grande pero no me dejó ni pensar en nada cuando bajó mi vestido y empezó a chuparme las tetas, mordía mis pezones, me dolían mucho y él solo tapaba mi boca. Pasaba su lengua por mis pezones y lamía como si fueran helado, mis tetas son pequeñas y él las apretaba para meterlas toda en su boca y chupar con fuerza, sus apretones me dolían, yo lloraba y trataba de quitar su mano de mi boca.

-Va a decir que esto no es lo que buscaba, una zorra borracha vestida así jajajaj es lo que merece!! -dijo dándome una fuerte bofetada.

Muy rápido me agarró del pelo y me puso de rodillas mientras bajaba el cierre, yo me puse a llorar y le rogaba que no lo hiciera, él solo se rió y me volvió a apuntar con la pistola sacando al tiempo su verga y diciéndome que se la tenía que escupir.

Era una buena verga, de unos 18cm pero uff era bien venosa y gruesa, no tuve tiempo de decir sí o no cuando ya me estaba apretando las mejillas para hacerme abrir la boca y meterme ese pedazo de verga, guardó su pistola y me agarró el pelo atrás con las dos manos y me metió esa tremenda verga de un empujón dejándola ahí adentro, sin moverse, solo ahogandome con su verga.

Yo no podía respirar y trataba de quitarme pero él tenía más fuerza. Empecé a botar mucha baba y a sentir que me ahogaba, él seguía tratando de empujar más hasta que yo sentí que me estaba yendo, él lo notó entonces sacó su verga, se rió de mí y me felicitó por ser una «putita tragona», me dejó respirar un par de segundos y me la volvió a meter dejándola otra vez ahí por unos pocos minutos, cuando vio que no podía respirar de nuevo empezó con su meter y sacar, me agarró la cabeza de ambos lados y me penetró la boca con una fuerza salvaje, yo podía sentir lo horrible que estaba jajaja me salían lágrimas, me escurría la nariz, mi maquillaje corrido y no dejaba de salir baba espesa de mi boca mientras él gemía y me follaba la garganta con fuerza.

Nuevamente sentí que perdía el conocimiento por quedarme sin aire, él lo notó y entonces sacó su verga y con su pie me empujó tirandome al piso. Se lanzó sobre mí y me puso boca abajo, levantó mi vestido y cuando me vio sin tanga empezó a apretar duro mi culo y a golpearme, me daba palmadas en las nalgas, en la cara, en las piernas, decía que ese era el castigo por ser tan puta, que me iba a enseñar a que no debo andar de regalada con mis tetas sin bra y ahora sin tanga. Me metió un trapo en la boca y me puso las esposas con las manos atrás.

-Y diciendo que no maldita perra!! Le voy a dar lo que merece – decía mientras yo escuchaba como bajaba más sus pantalones.

En menos de un segundo sentí ese trozo de carne en el fondo de mi coño bombeando como si quisiera partirme en dos, no tuvo piedad, me lo metió entero de un solo empujón y empezó a penetrarme como si quisiera romperme el coño, mientras me penetraba apretaba mis nalgas con fuerza, no me dolió mucho porque yo ya estaba ebria y mojada jeje aún así no podía dejar de llorar, además era una bestia y me estaba destrozando el coño, luego sacó su verga y pude sentir algo frío en mi coño, casi me muero del susto. Era el cañón de su pistola.

-Siempre quise meterle esto a alguna puta, y uff con esa conchita mojadita, tremenda zorrita me vine a encontrar -decía mientras empujaba su pistola en mi coño y con la otra mano tiraba mi pelo.

Sentí cómo mi coño se abría dejando entrar su pistola, traté de zafarme y me dijo que si lo hacía, me iba a arrepentir así que solo me quedé fría temiendo por mi vida y dejando que un policía me abusara con su pistola, que además no era nada delicado, la metía con fuerza y me lastimó un poco. Afortunadamente solo metía la punta.

La sacó y volvió a meter su verga nuevamente de un empujón y me penetró bien duro, en una de sus sacadas la volvió a meter de golpe pero en mi culo… Dios, la sorpresa que me llevé y el dolor que sentí, pude sentir mi culo rasgándose mientras él gemía como bestia y decía que era apretadito, hizo lo mismo que hizo con mi boca, lo metió hasta el fondo y lo dejo ahí mientras me insultaba y me nalgueaba, el culo me dolía, no dejaba de llorar y las nalgas me ardían horrible por sus apretones y nalgadas fuertes que me había dado. No sé cuánto tiempo estuvo así, no me movía, solo me tenía el culo abierto con su verga en el fondo, me apretaba el cuello y no paraba de gemirme al oído y decirme cualquier cantidad de guarradas: mereces que te rompa, que rico culo perra, te lo voy a rasgar, que rico violar una putita tan niña (por mi cuerpo siempre me ponen 6 años menos), zorra!!! Puta!! Guarra!! Te voy a partir. Cualquier insulto salía de su boca mientras me la tenía adentro.

Pero hubo uno que me calentó a pesar del miedo, me dijo: el mejor uso que se le puede hacer a una mujer es romperles el culito.

Tenía razón, es para lo único que servimos, admito que por un momento le di la razón y me calenté mucho, pero él se movió un poco y su verga en mi culo me hizo volver a la realidad.

Yo no podía hablar, solo intentaba gritar pero mis gritos eran ahogados por el trapo, lo único que hacía era llorar y sentir mi culo adolorido.

-Ayy pobrecita la putita quiere abrir la boca -dijo soltando una carcajada -con gusto mami

Sacó su verga de mi culo, se puso de pie y lo vi frente a mí, se dirigió a mi boca, quitó el trapo rozando su glande con mis labios, me golpeaba la cara con su polla mientras me escupía y daba bofetadas. Volvió a empujar su verga hasta el fondo de mi boca dejándola ahí quieta ahogándome. Luego empezó a penetrar para que saliera más baba «necesito lubricante para poder abrirte más ese culo» -me decía mientras follaba el fondo de mi garganta de una manera brutal, les juro que al otro día me dolía tanto la garganta que no podía ni hablar. No sé cómo no me vomité..

Casi me muero, creí que iba a terminar en mi boca, mi culo me dolía mucho como para soportar otra penetrada.

Cuando sacó su verga de mi boca le dije que por favor parara y me pegó una cachetada que me dejó la cara ardiendo.

-Esa puta boca solo sirve para recibir verga!!! Las putas no hablan – dijo y me puso el trapo en la boca de nuevo – ahora se va a arrepentir por creer que tiene opinión aquí -dijo y me pegó otra bofetada.

Se puso de pie y siguió con sus insultos.

-Como me encabrona que estas malditas perras crean que valen algo, usted solo puede recibir verga!! Malparida zorra!! Por eso es que le tapo la boca perra sarnosa.

Se paró detrás de mí, agarró mis nalgas, las abrió y escupió mi culo.

Me metió la verga en el culo de un empujón y luego otro empujón más para el coño, al culo, al coño, lo hizo así un buen rato mientras apretaba mis nalgas y las abría. Yo me estaba volviendo loca de dolor.

Me penetró tan fuerte el culo, que me dolió más que nunca. Y eso que he tenido hasta 3 dildos en el culo.

Él era una bestia. Olvidé decirles que era muy fornido, de al menos 1,90, yo mido 1,45 así que imaginen como fue de fácil para él tratarme como una muñeca que no valía nada.

Me penetró rápido y duro mientras jalaba mi cabello hacia atrás, gemía y seguía insultando, les juro que pensé que era mejor que me pegara un tiro, me estaba volviendo loca de dolor, mi garganta dolía no sé si por la brutal follada que me había dado o por mis gritos desgarrados que se ahogaban en el trapo.

Afortunadamente no tardó mucho, estaba cambiando de mi coño a mi culo y luego metió cuatro dedos para abrir aún más mi culo, me terminó de romper, y metió su verga, sacó sus dedos y siguió penetrandome con esa brutalidad, me sorprendía su resistencia, aunque es policía y como digo era fornido, así que supongo hacía mucha actividad fisica y por eso aguantaba tanto, pronto sentí como dejó caer todo su peso sobre mi diminuto cuerpo, me agarró tan fuerte del pelo que se llevó algunos cabellos en su mano, gimió fuerte, yo sentía morir porque pesaba demasiado, me estaba aplastando y al mismo tiempo sentí cómo me echó su leche al fondo de mi culo. Estuvo ahí un par de segundos y se puso de pie.

-Que asco me dan las putas luego de que las relleno de leche.

Se subió el cierre, me dio otra bofetada, me quitó las esposas y se fue.

Yo me quedé ahí no sé cuánto tiempo. Llorando, maldiciendo la hora en que fui a ese parque, no podía moverme, no saben el dolor que sentía.

Al pasar las horas pude ponerme de pie, caminé hasta encontrar un taxi.

Llegué a casa y me bañé. Me dolía todo. Tenía moretones en todo mi cuerpo.

Pero saben qué es lo peor?? Que al otro día pasé por el parque y tuve que llegar a casa a frotarme porque me mojé un montón recordando!! No pude meterme mis dildos porque de verdad mis hoyitos estaban rotos.

Pero uff no saben el orgasmo delicioso que tuve.

Me encanta, realmente me encanta que me usen de esa forma.

Mi papá, mis tíos, mis profesores, todos los hombres mayores cercanos a mí siempre me enseñaron a servir como una buena puta.

A abrir mis piernas y dejar que ellos me usen como quieran, me duele, claro, siento dolor, pero así mismo me encanta, amo ser una putita depósito de semen jeje