Follando en el bosque un domingo a la tarde
Todos mis relatos son reales, creo que deben serlo porque para ficticio ya está el porno. Agradezco vuestros comentarios y respondo a todos
Paso los veranos y los fines de semana en un pueblo de Toledo, cerca de Madrid, un sábado por la mañana salí a andar en bici como hago todos los findes, ya que me gusta mantenerme en forma. Tengo 18 años, mido 1,76 con ojos verdes, pelo moreno y aunque un cuerpo delgado pero trabajado, abdominales marcados y un culo que cautiva las miradas de muchos (y no solo de gays), mi polla no es enorme pero esta bien 18 cm. Continuo con la historia, ya llevaba 20 km, sudando el calor del campo manchego un 10 de septiembre, de repente me encontré a un dominguero que me hizo señas para que parase:
-disculpa, ¿sabes cómo se llega al pueblo lo antes posible?. Estoy casi muerto hace un calor horrible- En su espalda llevaba una pesada mochila de peregrino y en su torso desnudo marcaba sus pectorales y unos abdominales que si no fuera por el sudor que chorreaba me hubiera lanzado a tocar. Era un hombre de edad avanzada, por lo menos 45 años, pero se conservaba como ningún otro.
Yo desconcentrado en su definido pecho conseguí balbucear -sigues todo recto y coges el primer camino a la derecha llegas en 15 minutos- no podía parar de mirar su cuerpo
– Ehh, pero mírame a los ojos- se había dado cuenta de cómo lo miraba pero le daba igual, enseguida me lanzó una mirada sensual de esas que sabes lo que significan. -¿porque no vamos detrás de ese árbol que hay sombra, estoy un poco mareado-
Como iba a dejar a ese pobre caminante solo, jajaja, bueno y que la posibilidad de mirarle merecía la pena. Me baje de la bici y andamos juntos hasta el árbol. Le ofrecí agua que llevaba, pegó un gran trago del que parte se le cayó por su pecho poco peludo, se secó con su camiseta y en ese momento se me salían los ojos, un auténtico macho sudando y oliendo a hombre sin camiseta me estaba sonriendo. No aguanté más y me lance a sus labios pero me esquivó y me dijo -antes de besarme quítate la camiseta y el culoté, que te hace un culo impresionante-
Ante ese comentario halagador me sonroje y me desnude por completo, el se bajo los pantalones y se quedo igual que yo, en ese momento nos besamos apasionadamente, nuestras pollas ya morcillonas se tocaban y aproveche para hacerle un principio de paja, su polla respondió casi de forma instantánea. El me sobaba el culo y me dió la vuelta poniéndome de espaldas a él.
-déjame adivinar ese culito es virgen-
-así es, uff- gemí del placer de sentir sus dedos acariciando la entra de mi ano
-pues vamos a probar con este dedito- me lo pasó por la boca y lo insertó suavemente. Sn poder controlarlo un espasmo recorrió mi cuerpo con un placer que no había sentido nunca antes y estallé, me corrí.
-veo que te ha gustado, jajaja- me acerco a él pegando nuestros cuerpos desnudos.
-ahora te toca a tí- me dijo. Le bese, seguí por su cuello besándolo suavemente, el gemía de forma varonil, bajé por sus pezones, duros como piedras, los acariciaba con mi lengua, jugaba con ellos, seguí lamiendo su líena de pelo negro hasta su rabo, ¡¡MENUDO INSTRUMENTO¡¡¡ como había podido pasarlo por alto, por lo menos 20 cm. Le di cortos lametones a su glande, lo besaba de forma interrumpida y cuando soltó un gran gemido me la metí entera. En mi boca mi lengua tocaba toda su polla, podía sentir cada vena, cada pelo, cada milímetro.
Él no podía más me pidió que me la sacase o se correría y no quería acabar tan pronto. Nos separamos, y le bese, fue un beso guarro y muy morboso.
-Esto no te lo he dicho pero prefiero ser pasivo, te importa?- me quedé a cuadros un macho manchego alto como un armario, fuerte como un boxeador me estaba pidiendo que le follase.
-Claro que no, pero me tendrás que ayudar, es la primera vez que me follo a alguien- como ya sabeis de mi otro relato soy prácticamente inexperto en el ámbito sexual, como cualquier joven a los 18.
Escupió en mi polla y se abrió el culo. -empieza despacio e intenta dilatarlo- como quería que le follase y encima a pelo, no podía ser mejor, estaba cachondo como no lo había estado antes en mi vida.
Le metí la punta y gimió, no pude controlarlo pero de forma involuntaria se la metí entera bien duro. Gritó -cuidado que duele, ve poco a poco.- Me asusté por si le había hecho daño y la saque pero ahiora me gritó como si fuera una orden que se la volviese a meter.
Ya dilatado fui aumentando el ritmo poco a poco, el gemía con cada embestida y yo estaba chorreando precum, lo podía notar. Notaba que estaba casi apunto y le agarré la polla a la vez que le follaba -dios, que placer, dame más- me decía ante ese comentario y sus gemidos aumente la intensidad, lo estaba perforando me decía. Unos cuantos comentarios más y me hizo no poder más.
Se la saqué aguantando al máximo y rozando nuestras pollas haciendo una paja inversa nos corrimos a la vez en los abdominales del otro. Con su mano cogió parte de mi corrida y se la llevo a la boca, me beso y nos fundimos en un magreo final.
Nos separamos y cuando nos recompusimos me dijo que había estado genial, que estaba de paso por la zona y que esto no se lo esperaba. Me dió su número de teléfono y me dijo que en Madrid podíamos quedar cuando quisiera, -la próxima te follo yo a tí- me dijo mientras se marchaba. Me vestí y volví a mi casa habiendo quemado muchas más de las calorías previstas.
A día de hoy seguimos hablando y nos calentamos mutuamente y por esto del COVID19 no hemos vuelto a quedar, ya que el dio positivo y yo ahora estoy confinado por estar en contacto con uno.