La competencia entre hermanas

Aquél fin de semana cuidaría a mis sobrinos mientras sus padres se iban de viaje. El plan era llevármelos a mí casa para cuidarlos pero quería huir un poco del agobio de mi esposo a quien ya no soportaba y odiaba con todo mi corazón así que aproveché la excusa para salirme.

Desde que Ernesto me había sido infiel con su secretaria peleábamos a diario y nunca más le había vuelto a permitir que me tocara. De esto hacía ya más de 7 meses…

En un principio no sé porque demonios me casé con él, solamente salimos un 5 meses y después nos casamos apresuradamente con la supuesta razón de que nos amábamos (la verdad es que me encandilo con su coche deportivo y su ropa de marca pero luego una se da cuenta que eso es secundario y lo importante está en el valor que te den).

Por aquél entonces yo era muy joven y supongo que debí haberle hecho caso a mis padres y mi hermana que me aconsejaban para que reflexionara acerca del matrimonio a tan temprana edad. Pero bueno, eso había sido hace más de 3 años y ahora, a mis 21 años de edad, me sentía terriblemente cansada y fastidiada de mi matrimonio.

Recuerdo que aquella noche veía a los hijos de mi hermana jugar tranquilamente en la sala cuando me pregunté porque no me casé con un hombre como mi cuñado Ramón?

Ramón trata a mi hermana con sumo respeto, le da todo lo que su billetera puede comprar y no la obliga a nada que ella no quiera durante el sexo. Esto último lo sé porque mi hermana me tiene mucha confianza y me cuenta todo lo que pasa en su relación. Quizás un serio problema entre mujeres por las razones que expondré posteriormente…

Ramón no es un tipo guapo pero si tiene una personalidad muy atractiva. Y entre sus atractivos físicos está el que mide 1.85, hace pesar y, por lo que he oído también de mi hermana, tiene un pene bastante grande y grueso…

Desde hace tiempo sé que Ramón quiere un tercer hijo pero mi hermana no piensa dárselo debido a las complicaciones que sufre ella durante el embarazo.

Cuando acosté a mis sobrinos en sus respectivas camas, me fui a dormir a la habitación de mi hermana y su marido. Nunca antes había dormido allí obviamente pero lo menciono porque varias veces soñaba con que Ramón me llevaba ahí dentro y me hacía el amor por horas. Yo sé que está mal pensar así del esposo de mi hermana pero supongo que mi fracasada vida marital me había llevado a olvidar mis principios y valores.

Acostumbrada a ser siempre la más guapa de la familia y el centro de atención, supongo que no soportaba la idea de que el matrimonio de mi hermana mayor fuera mucho más exitoso que el mío!!!

En cuanto me recosté en la cama encendí el enorme televisor 4K de mi cuñado y me imaginé lo que sería ver películas recostada entre sus brazos. Sentí un consistente cosquilleo en la vagina y eventualmente me quedé dormida hasta que desperté por el ruido de un perro ladrando a las afueras de la casa.

Quise prender la luz pero al parecer se había ido la electricidad. Miré el reloj digital de la mesa de noche y enseguida lo comprobé.

En ese momento recordé que mi hermana guardaba una lámpara de mano en el cajón de la mesa de noche así que me dispuse a buscarla. Apenas abrí el cajón a ciegas, la luz volvió y con ello se encendió el televisor nuevamente iluminando la habitación.

A punto estaba de cerrar el cajón cuando me topé con una sorpresa… un vibrador!

Aunque nunca antes lo había visto, sabía que mi cuñado le había regalado a mi hermana aquél vibrador porque ella me lo contó. De inmediato cerré el cajón y me dispuse a dormir pero para ello me quite antes la blusa y el pantalón para hacerlo más cómoda.

Estando en ropa interior, me metí debajo de las sábanas pero en eso pensé que si alguno de mis sobrinos llegaba a dormir durante la noche conmigo por miedo a los bajones de electricidad, no sería conveniente que me encontraran así dormida por lo que, tomando la primera playera que encontré de mi cuñado, me la puse para usarla como pijama y volví a meterme bajo las sábanas.

El olor que desprendía la playera era bastante agradable por lo que no tarde mucho en comenzar a calentarme con la idea de sentir el aroma de mi cuñado pegadito a mi cuerpo. Luego comencé a reflexionar acerca de mi situación y me volví loca al pensar que estaba acostada en la cama donde mi cuñado le hacía el amor a mi hermana todas las noches.

En un abrir y cerrar de ojos terminé quitándome las pantaletas y sacando el vibrador de mi hermana para masturbarme como nunca antes lo había hecho en mi vida: pensando morbosamente y experimentando algo bastante cercano a mis pensamientos.

Me vine tan rico que sentí que estaba en el paraíso. El nombre de mi cuñado debió haberse mezclado con mis gemidos un sinfín de veces y ni siquiera me había dado cuenta de que olvidé cerrar la puerta con llave. Menos mal que a esas horas todos dormían si no…

A la mañana siguiente me desperté de un humor extraordinario. Era como la primera vez que había cogido. Les di de desayunar a mis sobrinos y luego me dispuse a llevarlos a pasear y me engolosiné con los comentarios de las demás madres acerca de mis “hijos” mientras los esperaba jugar en aquella banca del parque de diversiones.

Esa misma noche volví a masturbarme frenéticamente pensando en Ramón y al día siguiente recibí a mi hermana y su esposo como si nada hubiera pasado.

Habían pasado 2 semanas desde que cuide a mis sobrinos en su casa y mi matrimonio seguía igual o peor.

Acostumbrada a que lo de mi hermana fuera también mío y lo mío solo mío, comencé a envidiar su relación al grado de que a Ramón ya no podía quitármelo de la mente

Cuando mi hermana me comentó que quería hacerle algo realmente grande a Ramón para su cumpleaños número 35, no se me ocurrió mejor idea que proponerle un fin de semana en la playa.

-Pero acabamos de ir…- me dijo mi hermana a lo que yo le contesté.- si pero esta vez será distinto. Será un viaje en parejas… además, ayudara a mejorar mi relación con Ernesto…

No sé si mi hermana lo hizo por su marido o porque en verdad quería ayudar en mi relación pero el chiste fue que el fin de semana lo pasamos en un hotel bastante lujoso.

Desde que llegamos al hotel, mi corazón palpitaba con fuerza con solo ver a Ramón. Trate de disimularlo y parece que me fue del todo bien pues ni mi esposo ni mi hermana parecieron darse cuenta de lo mucho que coqueteaba con Ramón quien, como todo un caballero, se limitaba a sonreírme y tratarme amablemente.

Sabía que la tarea era difícil pero no imposible, que era una locura pero la verdad es que de locuras vivimos.

Sabía que mi marido no podría estar el fin de semana entero debido a una complicación en su trabajo pero nunca me tomé la molestia de comentárselo a mi hermana y mi cuñado hasta que ya teníamos las reservaciones hechas.

La reservación consistía en una suite con 2 recamaras por lo que, aunque mi marido no estuviera, sabía que si salía todo conforme a lo planeado, no pasaría la noche sola.

El primer día, el día del cumpleaños de Ramón, nos dispusimos a pasarlo en la playa por lo que, mientras me ponía mi bikini en el baño junto a mi hermana, no pude evitar comparar nuestros cuerpos a estas alturas de la vida.

Empecé a observar muy detenidamente, quería ser discreta pero a la vez las ganas de verme mejor me consumían.

Mis senos lucían perfectos y firmes, los de ella lucían gastados y necesitados de ayuda para levantarse; mi cintura se hacía estrecha cada vez más y mis caderas eran pronunciadas, su cintura era inexistente y sus caderas amplias; mi abdomen era plano y mi ombligo pequeño y llamativo, el suyo ni siquiera se veía y su ombligo era gigantesco; mi trasero estaba bien formadito, llenito y con unas nalgas bastante firmes y paradas, el suyo era plano y con las nalgas hacia dentro; mis piernas lucían moldeadas y ayudaban a resaltar mi culito, las de ella lucían delgadas en comparación de lo que soportaban encima… que bien me sentía!!

Todo lo anterior me llenaba de una enorme vanidad y orgullo. Sabía que físicamente tenía las de ganar, como Ramón preferiría un cuerpo como el de mi hermana si tuviera que elegir?

Mi hermana y yo estábamos acostumbradas a que mi belleza y sensualidad opacara la suya pero jamás imaginamos que su matrimonio se pusiera a prueba con base a ello.

Salimos rumbo a la piscina donde Ramón y mi esposo nos esperaban.

Jamás olvidaré la mirada de Ramón al verme. Su reacción fue momentánea pero, por primera vez, pude ver en sus ojos un enorme deseo.

Mientras jugábamos en la piscina la situación no fue distinta, mi hermana hacía de todo por llamar su atención pero yo varias veces llegue a pillarle mirándome discretamente. No era para menos, con el diminuto bikini que tenía puesto las tetas casi se me salían y mi culo se mostraba semi desnudo.

Esa misma noche salimos a cenar y mi atuendo fue muy similar al de mi bikini. Y por supuesto que varias veces pillé la mirada pérdida de Ramón entre mis senos.

Cuando volvimos al hotel, no teníamos ni 30 minutos de habernos acostado cuando mi esposo y yo comenzamos a escuchar gemidos.

Era obvio que la celebración aún continuaba en la habitación de mi hermana y por lo que escuché duro bastante.

Apenas comenzaba a retomar el sueño cuando llamaron con insistencia en la puerta. Era mi hermana quien me pedía disculpas por haberme despertado y me decía que se sentía bastante mal.

-Que te sucede?

-No lo sé… supongo fue algo que comí durante la cena. Me siento demasiado mal pero no quiero molestar a Ramón, es su cumpleaños y además ha bebido bastante…

En eso mi esposo se despertó y él mismo se ofreció a llevarla a un sanatorio. El más cercano quedaba a 20 minutos de la zona turística por lo que en auto no habría problema alguno.

-Déjenme acompañarlos…

-No, quédate por si se ofrece algo. Además alguien tiene que avisarle a Ramón si no vuelvo antes del amanecer…

Mire el reloj y eran las 2:30 de la madrugada, mi hermana tenía razón así que sin más los despedí y le pedí a mi esposo me hablara en cuanto tuviera las primeras noticias médicas.

Esperé a que se fueran y de inmediato fui a asomarme a la habitación de mi hermana. Ahí, en medio de la oscuridad, dormía mi cuñado desnudo al menos de la cintura hacia arriba pues las cobijas no dejaban ver el resto.

Volví a mi habitación y luego de 30 minutos de espera mi esposo me llamó al celular.

-Los doctores me han dicho que debe quedarse lo que resta de la madrugada para tenerla bajo supervisión, ya le están haciendo análisis, en cuanto tenga noticias vuelvo a llamar…

En cuanto colgué me dispuse a visitar nuevamente a mí cuñado con la excusa de avisarle del estado de salud de mi hermana. Pero esta vez entré a la habitación y me paré junto a su cama.

Lo miré con la poca luz que había. Sus brazos eran fuertes y su pecho muy velludo. En eso recordé el número de bebidas que llegue a contarle y supuse que por ello estaría seriamente dormido. Lo moví del hombro y no reaccionó así que, armada de valor, tomé la orilla de su cobija y comencé a retirarla lentamente.

Fue una enorme sorpresa ver que dormía completamente desnudo. Su miembro flácido estaba a mi vista!!! Contuve el aliento y él comenzó a querer reaccionar balbuceando:

-Te amo linda… es el mejor cumpleaños que he tenido…

Sonreí al pensar que seguramente pensaba que era mi hermana y, tratando de suavizar lo más que pude mi voz, le dije:

-Haré que sea el mejor de tu vida…- que demonios estaba diciendo? Caí en cuenta que lo que hacía era lo más grave que había hecho en toda mi vida y a punto estaba de retirarme de no ser por la reacción que tuvo Ramón en ese momento.

Su pene comenzó a tomar vida y a moverse por sí solo de una forma tan erótica que me hizo sucumbir a mis deseos:

-Te amo…- Susurró y yo le respondí.- yo también te amo Ramón…

Si en ese momento mi cuñado se hubiera despertado no sé qué hubiera hecho.

Llevada por el morbo y el deseo, me incliné para ver más de cerca su pene.

Estando así y con la poca luz, su estado alcohólico y el saber que estábamos completamente solos en esa suite me hizo perder la cabeza en poco segundos y meterme aquél precioso pedazo de carne en la boca.

Su pene cada vez era más grande y grueso y yo cada vez me metía más a la boca.

Cuando ya no me cupo todo en la boca, me subí en la cama y, mirándolo a los ojos, pude ver que estaba completamente perdido. Esto me dio valor para quitarme la ropa y quedar completamente desnuda.

Luego me acomodé encima de su pene agarrándolo con una mano para que apuntara hacia arriba y lentamente me deje caer ensartándome cada milésima de carne en la vagina.

-AAAHHHHHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMMMMMM…- Gemí cuando la punta entro completamente.

Quería cabalgarlo con descaro y rapidez pero a la vez quería que la cogida durara lo más posible pues no sabía si podría volver a repetirlo algún día así que, lentamente, fui ensartándome todo su miembro hasta que el pito de mi cuñado estuvo completamente adentro de mí.

En ese momento quería gritar su nombre, agarrarme de sus fuertes brazos para cabalgarlo, gemir con locura y besarlo con pasión en la boca pero sabía que si hacía esto seguramente despertaría y no sabría cómo salir de esa situación.

Su vello púbico me hacía ricas cosquillas ahí abajo al tiempo en que lo cabalgaba lentamente.

Lo tenía todo dentro!!!! Como siempre lo había soñado!!! El pene de mi cuñado me estaba follando!

Con el tiempo me percaté de que las caderas de mi cuñado también se movían discretamente en la follada. Y en ese momento me pregunté si aún seguía dormido. Sus ojos demostraban que sí pero sería acaso un engaño?

No lo sabía pero no por ello detuve mis movimientos.

No tardé mucho en sentir como mi vagina se contraía alrededor de su pene y el orgasmo más placentero de mi vida se hacía presente.

No fue la cogida más fenomenal porque supongo esa solo me la daría estando despierto pero si fue la venida más rica de toda mi vida. Fue mucho mejor que cualquiera debido a mi grado de excitación y morbo.

Apenas caí rendida sobre su pecho, el celular en mi habitación comenzó a sonar pero, al mismo tiempo, Ramón comenzó a cogerme instintivamente por sí solo. Sabía que tenía que ir a contestar el celular o mi esposo pensaría de todo pero Ramón lo hacía tan rico y rápido que me fue imposible. Con decirles que la cabecera de la cama se estampaba contra la pared ante la inminente fuerza de sus embestidas!!!

De pronto, su pene se puso más rígido que nunca y una explosión de semen inundó mi vagina.

-OOOOOOOOOOHHHHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMM…- Gemí deliciosamente y una vez más caí encima de él para besarnos en la boca apasionadamente.

Mi cuñado acababa de inundarme la concha de leche y ahora me besaba como su amante. Estaba en las nubes!!

Apenas acabamos de besarnos mi cuñado siguió rendido en la cama y con los ojos completamente cerrados. De inmediato aproveché para sacar su pene de mi vagina y bajarme con mucho cuidado de encima. Tomé mis pantaletas y demás ropa y me fui a mi habitación donde de inmediato le regresé la llamada a mi esposo.

En ese momento me aviso que habían dado de alta a mi hermana y que ya venían en camino.

Enseguida regresé a la habitación de Ramón y, tras limpiarle el pene con la boca y ponérselo duro, lo cobijé y regresé a mi habitación donde tras meterme bajo las sábanas aguarde a que llegara mi esposo y mi hermana.

Al día siguiente no quise quedarme sola con mi hermana y Ramón. Preferí regresar con mi esposo a casa quien se sorprendió mucho de que le perdoné la infidelidad y nuestras discusiones comenzaron a ser menores, sobre todo después de enterarnos de que estaba embarazada y un nuevo bebé estaba por llegar a nuestras vidas…!