La querida amiga de mi novia

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Mi novia y yo llevamos juntos un par de años. No me arrepiento, le soy infiel desde que empezamos. Yo simplemente tengo una visión del sexo diferente a ella. A ella la quiero, pero eso no signfica que me haya arrancado los ojos y no sepa distinguir cuando otra tía (o tío, que tambien me he metido en ese mundillo) está buena, además, como mi padre me enseñó en su momento, los hombres no son animales fieles y de una sola hembra.

Mi novia tiene una amiga, Clara, que tiene fama de ser una puta. Siempre que salen de fiesta, acaba yéndose con un tio distinto. Que si se tira al DJ, al puerta, a desconocidos, etc. Es evidente que tiene problemas de autoestima y que los intenta tapar teniendo sexo con tantos hombres como pueda. En mi opinión, lo hace porque necesita la aprobación masculina.

Clara, la putita, está más buena que el pan. Es bajita, alrededor de 155 aproximadamente. Tiene unas tetitas que dan gusto solo de mirarlas, y que te invitan a cogerlas, apretarlas y abofetearlas. Tiene un culo que nada más verlo te entran ganas de morderlo y amasarlo con las manos, y reventarlo. Además, tiene carita de niña, hasta el punto de que siempre que salimos de fiesta le piden el dni pensando que es menor. Pequitas, ojos claros y pelirroja. Un aire infantil.

Siempre que vamos de viaje, la muy guarra anda en bikini todo el día. Mi novia incluso ha mencionado un par de veces que le da coraje, porque ella no se exhibiría delante de los novios de sus amigas. Ahí está la diferencia entre mi novia y Clara, que mi novia piensa que le da coraje y no le dice nada ni hace nada para cambiarlo, pero Clara lo que piensa lo hace. Piensa que está buena, y muestra su cuerpo. Piensa que puede follar siempre que quiera, y todos los findes acaba rellenada por un hombre nuevo. Eso es lo que tanto me gusta de Clara. Si Clara fuese mi novia y pensase que una amiga suya se está exhibiendo frente a mí, probablemente tendría una charla con ella que acabaría muy mal. Sin embargo, mi novia es demasiado tranquila e inocente.

Un día de verano, dos amigos de mi novia, mi novia y yo acabamos en casa de está. Mi novia tiene una casa con terraza, y en la terraza una piscina que, para qué mentir, nos vino de maravilla este verano. Follábamos ahí, bebíamos ahí, y un día incluso me eché la siesta en la piscina para combatir el calor. Ese día, mi novia, sus amigos y yo decidimos comer en su casa y estar todo el día bebiendo y fumando. Que si cerveza, que si porrito, que si otras cosillas. Al final de la noche, todos estábamos colocados. Entre esos amigos, estaba Clara. El otro era un chaval llamado Rafa (con el que también tengo historia, pero eso es para otro momento). Clara y mi novia iban tan ciegas que en un momento dado ambas decidieron quitarse la parte de arriba de los bikinis y quedarse en tetas. Las de mi novia, muy bonitas, ya las tengo más vistas que a mi madre, sin embargo, las de Clara eran algo nuevo para mí.

Las dos estaban frotándose mientras se reían, creyendo que todos estábamos de broma. Rafita, el amigo de mi novia, es mi compinche. Él es gay, pero de vez en cuando disfruta de una buena tía también. El cabrón no paraba de mirarme sonriendo, sabiendo que el numerito me estaba poniendo muy cachondo. Más de una vez le he contado lo que he hecho a espaldas de mi novia, y el chaval siempre me guarda el secreto, a pesar de que es más amigo de ella que de mí. Lo hace porque dice que entre hombres siempre tenemos que guardarnos las espaldas, y que cuando él me necesite yo le ayudaré igual que él me ayuda a mí. Tiene razón. Además, siempre he sido un tio que disfruta contando cómo se folla a otras a espaldas de su chica, así que Rafita me viene siempre de lujo.

Clara tenía pecas en las tetas también, y unos pezones que dan gusto. Rositas, suaves y no demasiado grandes. Eran unas tetas muy, muy bonitas.

Rafa y yo, con la tontería, empezamos a acariciarnos un poco debajo del agua ya que mi novia y Clara no se estaban dando cuenta. De pronto, a mi novia se le cortó el rollo y empezó a decir que quería dormirse y que se encontraba mal. Eso significaba que me iba a quedar sin juerga, pero Rafita me echó una mano y dijo que él se la llevaría a acostarla. Me guiñó un ojo mientras se levantaba. El cabrón quería que me quedase a solas con Clara, y así fue.

Clara se sentó a mi lado, aburrida, y yo viendo que la fiesta se iba a acabar, la invité a tomarnos unos polvitos mágicos. Nada más hacerlo, volvió a venirse arriba y a bailar en la piscina en tetas. Yo me levanté y me puse a bailar con ella, y comencé a acariciarle las tetas y los pezones. La muy puta seguía y seguía bailando, y en ningún momento me pidió que quitase las manos o que dejase de molestarla. Ya os digo, es la típica puta que te encuentras borracha de fiesta, y sin amigas, lista para que le hagas todo lo que quieras. Seguí con mis manos, tocandole el estómago y el culo, y en un momento dado metí la mano bajo lo que le quedaba de bikini y comencé a hacerle unos dedos de manual. Ella se restregaba contra mí y gemía mientras metía y sacaba dos dedos de su coñito caliente y húmedo. Juraría que en ese momento escuché ruidos en la habitación de mi novia, pero no presté más atención.

Estaba demasiado caliente, así que me bajé el bañador, hice que Clara se inclinase, y sin perder tiempo le metí toda la polla a pelo en el coño. Comencé a follármela como si no hubiera un mañana, y ella solo gemía e intentaba no caerse de boca. Sinceramente, creo que entre todo lo que nos metimos y el alcohol, iba demasiado colocada como para saber qué coño estaba pasando, pero me la sudó. Seguí follándomela, aguantándola de un hombro y acariciándole las tetas con la otra mano. Mi pelvis golpeaba su culo, y retumbaba por la terraza. No tardé mucho en correrme, pero me corrí tela, y lo hice dentro de ella. Luego la dejé caer. Ella se quedó apoyada en las escaleras de la piscina, y yo me enjuagué la polla con el agua y salí.

Iba a ir al baño y me encontré a Rafita. Le pregunté por los ruidos y si se había follado a mi novia, y me dijo que sí. Yo le dije que me había corrido dentro de Clara y que aprovechase por si quería mi lefa. Me lavé un poco en la ducha y luego me acosté con mi novia. Tneía lefa de Rafa en el pelo, pero no dije nada para que ella pensase que era mía.