Le saque la diabla que tenía dentro

En mi trabajo está prohibido que exista prohibido el homosexualismo (Gays o Lesbianas), así como hay personal masculino que le tiene fobia a los Gays también hay mujeres que se escandalizan cuando detectan una lesbiana, es por eso que se tiene que ser muy discreta en ese sentido, es fácil de detectar en un hombre, por su actuar, ya sea su risa, sus expresiones, en una mujer es más difícil, ya que ahí no hay diferencia de sexos, el adiestramiento es parejo, no hay distinción en los trabajos, entonces no es raro que adoptemos una forma masculina, eso sí, cuando estamos sin el uniforme pues nuestra vestimenta cambia, es raro cuando una se siente cómoda con vestido ya que se acostumbra una a los pantalones y a las botas, pero no por eso perdemos nuestra feminidad

Cuando tengo la oportunidad de tener una aventura y salgo a la calle uso legins ajustados a la cadera, tanga para que se note que la llevo puesta y sobresalga del leguins top deportivo para mostrar vientre y ombligo, chaleco sin abotonar, todo el licra negra brillante, me gusta que mi “macha” en turno me luzca, que los demás vean lo que es solo de ella,

Soy morena clara, cabello negro ondulado a la espalda, ojos rasgados, busto 36 C, vientre plano, abdomen marcado, piernas torneadas, algo atlética ya que me gusta el atletismo, nalgas redondas y apretaditas, mi cuca la tengo totalmente depilada ya que no me gusta que se me salgan los vellos del área de bikini, mido 167

Cuando llegan cursos en la unidad para salir de la monotonía el personal interesado los toma, no importando que tipo de curso sea, lo importante es salir de la unidad, como una vez llego un curso que era interno, se estaba de lunes a viernes sin salir, los sábados era aseo y mantenimiento de dormitorio y se salía a la una de la tarde y se regresaba el domingo a las 9 de la noche para pernoctar

Una vez fui a un curso, habían 25 elementos femeninos subalternas, yo tenía jerarquía superior, la cuadra estaba dividida en 4 áreas, alojamiento para Oficiales femeninos, con cuarto para dos personas, baño y regadera, área para subalternos, área de lavado, y el área de baños y regaderas

En los primeros días por camaradería me quedaba con el personal subalterno, tenía mi cama individual y mi gabinete, entraba en el rol de limpieza, en el dormitorio y baños, realizábamos el curso y se hacía trabajos administrativos, lo del curso, después se incorporó otro elemento femenino con jerarquía superior a la mía y tomo el mando, era muy prepotente, altanera, conmigo no se metía, solo me daba las órdenes y ella supervisaba a las demás compañeras, en una ocasión una de las compañeras en el baño bromeo que a la que había llegado le faltaba una buena cogida, que por eso estaba toda amargada

El primer sábado como fue mantenimiento de alojamiento le echamos ganas, cuando dieron la orden de salida me bañe y me recosté en mi cama, y sin querer me dormí, cuando sentí ya eran las 5 de la tarde, me cambie, me puse un legins de licra, a la cadera, un top deportivo, me vi en el espejo y yo misma me chulie, mostraba ombligo y vientre, para no salir y que en la puerta los de seguridad no me alburearan me puse un chaleco, todo el conjunto estaba en color negro brillante

Cuando ya iba de salida vi que en la entrada del dormitorio estaba sentada la gruñona, estaba de “media oruga” pantalón del uniforme, playera y con las botas desamarradas, para no verme mamona y salir así nada más la saludé, le pregunte si no saldría y me dijo que como era foránea no conocía la ciudad, le dije que yo conocía la ciudad, que la invitaba a cenar, o que si prefería quedarse a comer lo que darían en la unidad, y ella se me quedo viendo de arriba abajo, de repente me dijo que se cambiaria

Salió con un pantalón de mezclilla holgado azul, camisa de cuadros negros y rojos, mangas arremangadas a los codos, lentes obscuros, se veía bien con su corte de cabello reglamentario, copete largo que le cubría la mitad del rostro, le dije que en la entrada de la unidad se podía tomar un colectivo y me dijo que ella tenía su carro en el estacionamiento, ya en su vehículo le di indicaciones donde se encontraba un restaurante bar familiar, ya estando ahí pedimos cena para dos, una jarra de agua y mientras comíamos platicábamos cosas triviales, entre platica y platica me dijo que si era amena a la bebida y dándole respuesta afirmativa ella pido una jarra de michelada

Como había música en vivo me pregunto si quería bailar, y tomándola de la mano nos fuimos a la pista, entre baile y baile por la sed se vacío la jarra y pedimos otra más, cuando me di cuenta ya habían 5 jarras vacías en la mesa, en la pista estábamos con una pieza movida, de repente bajaron el tono de las luces y pusieron música romántica, me dijo que si seguíamos bailando y como respuesta le pase los brazos por su cuello pegándome a su cuerpo, mi rostro en su hombro, y ella se me pego poniendo su rostro en mi cabello que estaba suelto

Sentía su respiración en mi cabello, yo le empecé también a suspirar en su oído, pegaba más mis pechos en los suyos, me apretó por la espalda y le pase la lengua en su oreja, y ella me susurro en el oído “cuidado pendeja, me estas excitando y yo cuando me cojo a mi puta casi la violo”, le dije en el oído “usted manda comandante, estoy en sus manos”, ella se me quedo viendo admirada, y aprovechando la pista en penumbras le di un beso húmedo, prolongado, mi lengua enredándose en la suya

Cuando la deje de besar ella jadeaba, me agarro de una mano y casi me arrastro, bajamos a nuestra mesa, le hablo al mesero y pago la cuenta, salimos al estacionamiento y ahí me agarro por los hombros y nos dimos un beso salvaje, me atranco en la puerta del carro, abrí las piernas y me empezó a dar unas arremetidas salvajes, la tome de las nalgas y así estuvimos hasta que nos corrimos en un orgasmo intenso, le dije al oído “papi, viólame, quiero ser tu puta, llévame a la cama”

Abrió la puerta y me aventó dentro del carro en la parte del copiloto, ella se subió y nos fuimos a un hotel, me dijo “espérame en el carro pendeja”, pago el cuarto, le dieron su llave y ella manejo al área del estacionamiento, cerro la cortina y me fue metiendo mano mientras nos dirigíamos al cuarto, cuando entramos me abrazo y me empezó a morder, a arañarme, yo le dije duro papi, eres mi macho, yo soy tu perra, casi me arranco la ropa, me tiro a la cama, ella se sacó la camisa, brotando sus pechos, eran pequeños, pero estaban erectos sus pezones, se quitó el pantalón, debajo del pantalón tenía un strap, con un dildo erecto, listo para ultrajar lo que se le pusiera enfrente y se me fue encima

Rodeé con mis piernas su cadera, le pasaba las uñas en su espalda, se las clave en las nalgas, le dije duro macho, rómpeme el pito, clávamela hasta los ovarios, lléname de leche, préñame, eso la excito más, y me cogió como quiso, fue tan tosca que me violo, yo me entregue a ella, nos besábamos con pasión, casi mordiéndonos nuestros labios, cuando llegamos al clímax nuestros orgasmos fueron intensos, quedamos exhaustas, dormimos abrazadas, el domingo temprano nos bañamos, salimos a desayunar y regresamos a follar, comimos, y aprovechamos toda la tarde desfogando, como si fuera la última tarde con vida

A las 8 de la noche cuando llegamos en la unidad me dijo que debería de dormir en el alojamiento destinado a nosotras, a las 9 de la noche cuando se realizó el pase de lista di novedades, ella se fue a dar el parte correspondiente, aproveche y les dije la orden de ella, que debía de dormir en el alojamiento oficial, el personal subalterno me dijo que tuviera cuidado, que aquella era bien mamona, que después no fuera que se pasara de rosca, les dije que descuidaran, que conmigo se paraba firmes y que la iba a dejar mansita

En el alojamiento oficial ella me dijo que ese fin de semana había sido intenso, que ya llevaba cerca de tres meses sin desfogar por estar de comisión en comisión, le dije que mientras durara el curso yo le sacaría el diablo que tenía entre las piernas, dentro dela unidad cogíamos de forma tranquila, en silencio para que no escucharan las demás compañeras, los fines de semana si era intenso, ya que en el hotel sacábamos todo nuestro furor, follabamos hasta quedar sin aliento

A partir de que nos dábamos nuestras encerronas a ella cambio de humor y a las compañeras ya las trataba más tranquilas, cuando termino el curso las subalternas hasta le organizaron una comida de despedida, todo fue por cuatro meses, terminando el curso dejamos de vernos, ya que ella era foránea, pero si se presentara otra ocasión por qué no, le sacaba todo ese fuego que resguarda entre las piernas