Lo que ocurre en una práctica de boxeo

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Barbara es una chica de 24 años, baja de 1.67 rubia, blanca y de un cuerpo bastante trabajado gracias a sus prácticas de boxeo, lleva aproximadamente un mes trabajando como secretaria en una mediana empresa, su trabajo ha sido de lo más grato excepto por Javier el nuevo practicante.

Javier es un chico de 28 años lento en los estudios y de apariencia algo descuidado a pesar de tener una altura promedio estaba algo excedido en su peso sin contar sus escasas habilidades sociales que lo hacían ver como un virgen eterno, si bien desde que llego había sido amable con Barbara siempre ha sido evidente sus miradas lujuriosas a la joven, miradas que a ella francamente le molestaban.

Una tarde de viernes después de una jornada ardua de trabajo solo se encontraban Javier y Barbara en la oficina.

Que día más estresante, parece que de nuevo faltare a las prácticas de boxeo- comento Bárbara algo molesta

-No es necesario si deseas puedes ir ahora, yo me encargare del resto- Javier le comento

– ¿En serio?, muchas gracias, Javier, te debo una- la muchacha más aliviada salió de la oficina rápidamente para llegar a su clase de boxeo

desafortunadamente al salir tan rápido olvido su celular sobre la mesa.

A los pocos minutos cuando ya se disponía a irse Javier noto el celular de la chica y para su sorpresa se dio cuenta que se encontraba desbloqueado, Barbara tenía inconvenientes con la pantalla táctil por lo que para ahorrarse problemas dejaba su celular desbloqueado. Javier sabía que podría encontrar algo interesante en su galería de fotos, al principio encontró solo memes, pero después de indagar en algunas carpetas dio con unas fotos intimas que bárbara mandaba a sus amantes, en las fotos se mostraba desnuda y en poses de las sugerentes, tal como aparentaba en su ropa de trabajo, el cuerpo de la chica se veía bastante trabajado, con enormes tetas y un culo grande y respingado, en eso escucha alguien a sus espaldas.

-Joder si me veía sexi en esa foto ¿no te parece? – era Bárbara que había vuelto temprano porque su profesor de boxeo había faltado a la clase.

Javier sin saber que decir solo volteo a ver a la chica que se veía bastante molesta, el joven rápidamente trato de pararse de su silla y alejarse, pero la joven al ver esto le soltó un rápido gancho directo a la cara lo que noqueo al chico con una facilidad impresionante.

Mientras al chico se encontraba inconsciente Barbara decidió darle una lección y ayudándose de la silla con ruedas donde se encontraba Javier lo llevo a la sala de reuniones, el joven pronto despertó para encontrarse atado a los extremos de la mesa con lo que parecía ser su propia ropa, Javier se dio cuenta que solo contaba con sus bóxer y calcetines. Y al frente de él estaba Bárbara que había cambiado su ropa de trabajo por prendas deportivas.

al ver este espectáculo Javier tuvo una erección al instante

-Vaya sí que eres un cerdo te calientas con solo verme en ropa deportiva jajaja, bueno te daré una buena vista al menos durante este entrenamiento- dijo con una sonrisa

-Barbara ¿qué planeas hacer?, perdona yo solo tuve curiosidad por eso revisé tu celular- dijo Javier con voz temblorosa intuyendo lo que estaba por ocurrir.

-vamos Javier te estoy dando un gran espectáculo, siempre me habías querido ver con mi ropa de boxeo- soltó mientras se daba una media vuelta

En eso la joven bajo el bóxer de Javier dejando al aire un pequeño pene con unas bolas llenas de semen.

Jajaja supongo que esas bolas grandes son por mis fotos, aunque tu pilín no creció mucho que digamos, si parece el de mi hermano pequeño- dijo Bárbara que empezó a saltar como una boxeadora lista para empezar el combate.

Javier intento decir algo más pero justo en ese minuto la joven comenzó a golpear sus testículos como si una pera de boxeo se tratase, primero empezó practicando una combinación de golpes 1 y 2 en su bola derecha para luego empezar a golpear las 2 de manera rítmica. Javier trataba de hablar, pero solo podía gemir del dolor al sentir como sus bolas se movían rápidamente en su bolsa escrotal, mientras Bárbara cada vez entraba más en calor y sus golpes se volvían cada vez más rápidos y fulminantes. Finalmente, la chica concluyo la lluvia de golpes y vio al joven quien tenía la cara llena de lágrimas y sudor, mientras sus testículos tenían el doble de su tamaño natural.

-para por favor- dijo apenas hilando palabras

-jajaja tranquilo que ya pasamos la primera parte del entrenamiento- dijo secándose sus primeras gotas de sudor.

-sabes Javier uno en boxeo siempre necesita un golpe ganador, así es más fácil ganar sus peleas, por supuesto yo no compito, pero he practicado uno y siempre he querido probarlo en alguien.

En eso la chica toma distancia de la mesa y comenzó a darle impulso a su puño, mientras el chico trata de gritar pidiendo clemencia.

-yo no puedo concentrarme si no paras de llorar como un bebito, si eres hombre para mirar a las mujeres, compórtate como uno al practicar boxeo- la chica tomo sus calzones sudados después de un día de trabajo y los metió a la boca del joven. Javier parecía bastante feliz por el sabor se la ropa interior de la chica

Dios, eso sí es repugnante, pero al menos así te callaras- volviendo a la posición de golpeo

Al cabo de algunos segundos Javier volvió a darse cuenta de la situación y trato de gritar, pero la ropa interior de la chica no se lo permitió.

Barbara lanzo un rápido jab que se estrelló en la nuez izquierda del chico que se movía frenéticamente en su bolsa, provocando un dolor que causo espasmos al cuerpo del Javier. La cara y el extraño movimiento de ojos le resulto bastante gracioso a la agresora quien soltó una risa.

Jajaja joder que cara más rara haces, veamos si puedes hacerla de nuevo- la chica volvió a tomar distancia y tomando impulso soltó otro potente golpe, pero esta vez con dirección a su testículo derecho.

Javier no podía creer como una chica de apariencia tan débil fuera capaz de dar golpes tan fuertes, en eso vio la pequeña mano de la chica impactar su testículo derecho que también empezó a moverse de un lado a otro en su bolsa escrotal, la chica ahora rápidamente voltio su atención a la cara del chico quien acusaba otro espasmo de dolor contorsionando sus piernas y dando un ridículo salto sobre la mesa.

Bueno veo que tus bolas siguen aguantando y ya terminé al fin mi trabajo de brazos.

El joven feliz porque pensó que la pesadilla había concluido vio extrañado como Bárbara se colocaba sus zapatillas deportivas.

Bueno Javi ahora entrenaremos resistencia, veamos si tus pelotitas pueden aguantar hasta que alcance el orgasmo, así la chica se despojó de su pantalón deportivo, subió la mesa y parándose erguida empezó a acariciar su vagina, mientras que el chico al estar distraído no pudo notar como ella colocaba su pie encima de sus huevos que ya parecían una pera de boxeo por sus dimensiones.

La chica empezó a hacer presión en los testículos del joven al mismo tiempo que ella empezaba a acariciar cada vez más rápido su entrepierna, Javier tenía los ojos extremadamente abiertos por el dolor, parecía que en cualquier minutos se saldrían de su rostro como si un dibujo animado se tratase, esto éxito más a la joven que afortunadamente se corrió antes que el huevo de Javier cediera a su peso, mojando la cara del joven con sus fluidos, mezclado con la lágrimas y el sudor del hombre que apenas estaba consciente

Finalmente, Bárbara noto que el pequeño pene de Javier al contrario de la lógica se encontraba erecto y bastante duro, aunque era una imagen bastante bizarra ver su pequeña pilila levantada en contraste con sus inflamados huevos que triplicaban su tamaño normal

Parece no solo yo me divertí con esta cesión, pero me pregunto si será tan buena idea correrse después de todo el entrenamiento.

La joven usando sus grandes pechos comenzó una cubana al pequeño pene de Javier que se perdía entre las montañas de carne, el joven empezó a sentirse bastante bien pero no tardo mucho al sentir una extraña e intensa sensación en sus bolas, Barbara empezó a acelerar el vaivén se sus tetas que no tardaron en llevar al orgasmo a su compañero, quien a diferencia de lo que pensaba no eyaculo con una ola de placer si no una de dolor al sentir como su semen viajaba por sus maltrechos ductos, finalmente el dolor más grande del día se lo había provocado irónicamente algo que siempre había deseado, una paja con las tetas de Barbara.

Bueno descansa el fin de semana compañero, a ver si el próximo viernes practicamos nuevamente- dijo Bárbara vistiéndose y liberando las amarras del joven Javier que había caído inconsciente luego de un entrenamiento que nunca olvidaría.