Mi primo me desvirga analmente y me fascina

¡Hola amigos! Soy yo de nuevo, su amiga Danni Danonino. Aunque mis compañeros de escuela me dicen Rayador de Queso a causa de los brackets en mis dientes. Como ustedes gusten decirme, no importa. Deje de escribir porque pues ocupada con la escuela, y además y me da pena decirlo es que me dió muchos nervios porque recibia muchos correos de lectores. Y yo de mensa me sentí acosada. Pero ya luego después se me pasó el temor y es más, luego me puse a leer los correos y me gusto mucho las cosas que me decían. Poco a poco le perdí el nervio a eso y hasta empecé a echar de menos esos mensajes. Por eso decidí volver a contar mis cosas, aunque la verdad no soy una gran escritora y tengo muchas fallas ortográficas. Esta vez estoy tratando de escribir de una forma más madura. Profesional no porque no lo soy, pero sí más madura y menos aniñada. Espero que les guste.

Quiero contarles algo que pasó hace apenas unas pocas semanas.

Como ya les conté, vivo con mi madre. Soy hija única, crecí sin hermanos ni hermanas. Obvio que me hizo siempre falta una hermana sobre todo. Crecí deseando tener ese cómplice con quien contar para compartir mis penas y alegrías. Pero pues no se dio. Pero en cambio tuve la fortuna de tener a mi primo Joshua. Les cuento un poco de él.

Joshua, o Josh como también le digo, es un chico un año mayor que yo. Él es hijo de una hermana de mi mami, y por lo mismo hemos crecido juntos y en casa lo ven casi como un hijo más. Y yo pues obvio yo lo quiero como el hermano que siempre quise tener. El es un poco más alto que yo, que no es mucho decir ya que yo soy casi de tamaño minion. Es blanco de piel, tiene ojos cafes hermosos y cabello negro y lacio. Es delgado y como le gusta hacer varios tipos de deportes y acudir al gym, tiene un cuerpo muy cuidado. No es musculoso, pero tiene todo en su lugar. Mis amigas dicen que está bien rico y yo que tengo la oportunidad de verlo casi desnudo cuando vamos a nadar a la piscina o a veces ahí en la casa cuando sale después de darse un baño pues yo pienso que sí está rico jaja.

Con él he compartido miles de cosas, y él es quien me da tips de como vestir y comportarme cuando suelo disfrazarme de niño o como mis ídolos del grupo BTS. Platico con él de todo tipo de cosas, como nuestras series favoritas, de mis travesuras, mis novios que he tenido, me ha visto llorar, me ha visto reir, me cuida, me protege y hasta sabe qué días son cuando me toca mi menstruación. Tan así que somos de amigos. Bueno, qué digo amigos…casi hermanos!

En casa es común para mi familia verlo aquí de visita y regularmente se queda a dormir con nosotros en la recamara de las visitas. Y es acerca de eso que les quiero contar algo que pasó.

Hace unas semanas organizamos un maratón de series en casa con golosinas, pop corn y así. Mi madre se fue a dormir temprano pero Josh y yo nos quedamos hasta muy tarde viendo una mini serie en Netflix llamada Dahmer acerca de un asesino serial llamado Jeffrey Dahmer. Era un caso de la vida real. Esos temas me gustan mucho aunque luego me quedo nerviosa y con miedo. Y bueno, esto fué lo que sucedió.

«Rayos, ese tipo sí que estaba loco. ¿O qué piensas tú, Joshua?»le dije a mi lindo primo mientras limpiabamos un poco el sofá donde estuvimos sentados viendo tv.

«Loco es poco, Danni. Es gente que está enferma. O no sé. Solo ruego nunca encontrar a alguien así en mi vida» me respondió Josh.

«¡Ya sé! Que miedo, la verdad» dije al mismo tiempo que juntaba en una pequeña bolsa plástica los restos de popcorn y envolturas de dulces, para luego apagar la tv.

«Bueno, ya no pienses más en eso porque ya te conozco que luego te da miedo y no vas a poder dormir» dijo Josh dándome un leve abrazo y tomando la bolsa plástica para luego ir a tirarla al cesto de basura de la cocina dejándome sola en la sala.

Un par de segundos después regresó mi primo y pasando su brazo por mi hombro me encamino subiendo las escaleras hasta llegar a la puerta de mi recamara. Me gustaba que tuviera esos detalles hacía conmigo. Me hacía sentirme protegida.

«Josh…¿te puedo pedir algo?» le dije en cuanto llegamos a la puerta de mi recamara.

«Si, claro. Dime» me contestó muy serio.

«¿Podrias quedarte a dormir aquí conmigo en la recamara? Es que tengo miedo» le dije haciendo con mi boca un pucherito.

«Utaaa, ya sabia que te iba a dar miedo ver esa serie. No se porque te gustan tanto si al final ahi estas que te da miedo y tienes pesadillas. Se puede enojar mi tía si me quedo aquí en tu cuarto» me dijo mi primo un poco contrariado.

«Ay, tú sabes que contigo no se enoja nunca. Además no es la primera vez que te quedas conmigo. Es que tengo mucho miedo, en serio. Te quedas en el sofá y de ahí me cuidas. Tengo sábanas extras y están super limpias. Andale no seas malito ¿Si?» le dije de nuevo haciendo más puchero. Los brackets de mis dientes me hacían ver más trompuda y más infantil.

«Bueno, acepto. Pero nos dormimos, porque ya te conozco que luego quieres estar platicando y ni te duermes. Además ya pasa de media noche y luego mañana no te quieres levantar y mi tía te da tu regañada» dijo Joshua para luego entrar conmigo a mi recamara.

Mi recamara tiene un closet lleno de ropa y zapatos, la pared llena de cuadros de BTS y otros cantantes de K-Pop de los cuales soy fan. Una repisa con figuras de anime, Marvel y Star Wars. Mi tv y mis consolas de video, y el sofacama donde Joshua dormiría. Al centro estaba mi cama llena de animales de peluche con los cuales a veces dormía abrazada. Eso sí, todo en completo orden. Mi mami es super estricta en ese aspecto y es regaño seguro si llega a encontrar algo fuera de lugar.

«Awww, gracias primito chulo! Por eso eres mi favorito!» le dije en cuanto cerró la puerta tras de sí, dándole un fuerte abrazo y un beso rozando sus labios sin querer. Para nosotros era normal besarnos en la mejilla, pero por lo repentino de mi movimiento este beso había sido un poco más cercano a su boca.

«Que gracias ni que nada, Mañana me pagas el favor comprando una bolsa de Cheetos Flaming Hot. Ese es mi precio por quedarme aquí» dijo Joshua sonriendome.

«Si Josh, está bien. Mañana vamos a la tienda y yo pago» le dije con una enorme sonrisa.

Entramos a mi cuarto y mi primo se puso a preparar el sofacama con las sábanas y almohadas que le di, mientras yo hacía lo mismo en mi cama. Poniéndome de pie, saqué mi playera pasándola por encima de mi cabeza. No tengo los pechos grandes. Más bien son como dos pequeños limoncitos jaja. Bueno no tanto así pero mis pechitos son de tamaño pequeño, fácil los puede cubrir un hombre con toda la mano. En casa por comodidad suelo usar corpiños en vez de brasier. Al sacarme la playera sentí como mis pequeños pezones se pusieron duros por efecto del frío que sentí al desnudarme.

Luego procedí a bajar también mi pequeño short de mezclilla, quedándome solo en bra y panties sin pena frente a mi primo. Ese dia usaba una pantaleta chiquita de color blanco con estampados de gatitos de color negro. No uso tangas porque en charlas mi mami me ha dicho que aun no estoy en edad de vestir con ese tipo de ropa. Josh y yo nos acostumbramos mucho a nadar en la alberca, así que para nosotros estar en ropa interior era como estar en traje de baño. El hizo lo mismo quitándose su playera y su pantalón para solo quedarse en boxer frente a mi. Así era nuestro nivel de confianza.

Así los dos solo en ropa interior terminamos de acomodar nuestros sitios para dormir y luego procedimos a acostarnos cada quien en su lugar. Permanecimos en silencio por unos momentos tratando de conciliar el sueño, cosa que yo no podía hacer.

«¿Josh?» dije en un susurro.

«¿Mande?» dijo mi primo también en susurro tratando de no hacer ruido.

«¿Podrias venir y abrazarme un poquito? Es que tengo miedo» le respondí a mi guapo primo.

«¿Ves? Te lo dije, Danni. Siempre pasa lo mismo. Tápate con la cobija hasta la cabeza y duérmete. No te va a pasar nada, aquí estoy yo» me respondió mi primo.

«Pero yo lo que quiero es que te acuestes aquí conmigo. Andale, no seas malo. De verdad que me dejó muy nerviosa esa serie. ¿Andale, si? No seas malito» le dije y mi voz se escuchó incluso más infantil por estar susurrando.

«Bueno pero solo un ratito porque si llega a entrar mi tía nos puede decir algo, ¿Ok?» me dijo mi primo levantandose del sofa cama.

A regañadientes se metió rápido en mi cama y se acomodo detrás de mí. Le tomé su mano y estirandolo le hice pasar su brazo hacia delante de mi cuerpo quedandonos de cucharita. Sentí cómo él trataba de guardar distancia de mi cuerpo pero yo me eché hacia atrás pegando mis nalguitas a su entrepierna.

«¿Porque crees que hacía esas cosas ese hombre? Bueno, aparte de porque estaba loco» le dije a Joshua queriendo iniciar conversación.

«Pues por eso, porque estaba loco. No hay otra explicación. Ahora ya duérmete que ya es tarde, Danni» me respondió mi primo favorito.

«Pues sí, pero locos hay muchos y no todos hacen lo que él hizo. Hay que miedo, de verdad. Abrázame más fuerte, primo» le dije y me pegué más a su cuerpo sintiendo como su pene se empezaba a poner durito al contacto con mis nalgas.

«Ya sé. Bueno ya vamos a dormir. Ya casi es la 1 a.m. Andale, ya no preguntes cosas» me volvió a increpar mi primo y supe que se estaba poniendo nervioso.

«Y luego todas esas viejas que ponen en facebook que les gusta Dahmer, ¿Si has visto? Viejas locas, neta» le dije ignorando su orden de dormir y sintiendo aún más duro su miembro en medio de la raya de mis nalgas separados solo por la delgada tela de mis calzones y su boxer. Yo misma sentí como mi rajita se llenaba de flujos.

«Así pasa con los locos, no hay explicación lógica para lo que hacen. Y eso de las viejas locas como dices pues es más bien que les gusta el actor, no el personaje real. Pero igual están mal en hacer eso, creo. Pero bueno, ahora si por favor duérmete Rayador de Queso!» me respondió Alan subiendo un poco la voz.

«Esta bieeeen, pero no te enojeeees» le dije. Yo sabía que ya cuando me decía ese apodo era porque ya se había molestado o porque ya quería que yo me callara. Aun así me divertía fingir que manteníamos una conversación normal mientras sentía como se le ponía duro su pene al contacto de mi pequeño culito.

«No se porque te quieres vestir de niño o porque dices que deseas ser hombre si eres bien miedosa, Danni» me respondió Josh y lo escuché un poco molesto.

Desde hace ya mucho tiempo soy fanática del grupo koreano BTS, y aunque al principio tomé la idea de vestir como niño para emular a ellos, desde hace meses me entró la loca idea que quiero ser hombre. O verme como hombre, por lo menos. Me visto con camisas de botones al frente y pequeñas corbatas, cada vez uso menos maquillaje y mi corte de cabello es muy corto, casi como de hombre. Ahora hasta estoy mas cachetona y gordita, cosa que antes me molestaba porque luego no me quedaba la ropa, pero ahora está bien porque pienso que eso me hace ver más hombrona jaja. Mi primo Joshua es mi confidente en esas locas ideas mías e incluso le he comentado que desearía tener pene en vez de vagina.

Nos quedamos en silencio por un momento. Yo pensando en como seguir mi juego y Joshua supongo tratando de bajar su excitación. Cosa que le era imposible pues yo restregaba mi trasero contra su duro miembro pretendiendo moverme tratando de encontrar una mejor pose para dormir. Podía sentir su agitada respiración en mi nuca.

«Josh…¿puedo preguntarte algo?» le dije en un susurro.

«Ashhh contigo, Danni. Dime rapidito, que ya quiero dormir.

«¿Te excita estar asi acostado conmigo? Es que la tienes bien dura jaja!» le dije al mismo tiempo que pasaba mi mano hacia atrás y tomaba su duro pene.

«Danni! ¿Que haces? ¡Quita tu mano de ahí, no estés de traviesa!» dijo Josh sorprendido de mi repentino agarre en su entrepierna.

«Jajaja no seas miedosito! No pasa nada. Contestame y la suelto» le dije apretando su duro palo por encima de su calzon.

«Danni…no hagas eso. De verdad, para» me dijo mi primo mientras yo divertida movía mi mano de abajo hacia arriba como si lo estuviera masturbando.

«Es que se siente bien rica jaja! Ya enserio…¿Estas excitado? La siento bien dura pegada a mi colita. La siento dura y bien rica jeje» respondí entre susurros.

«Rayador de Queso, ya! Con esto no se juega. Somos primos, no podemos estar así. Ya me voy» dijo mi primo haciendo el intento de levantarse de la cama.

«No, no no! No te enojes. Esperaaaa! Pues como para ti está facíl, te sobran pretendientes y te quitas las ganas cuando quieres ¿Pero yo? Ya casi me llega mi regla, me pongo bien hormonal y lo sabes.

«Pues sí. Pues no que según quieres ser hombre? Además esto no está bien y…y lo sabes…ugh!» respondió Josh con la voz cortada y dejando escapar un leve gemido a causa de mis caricias.

«Pues sí pero la regla me pone así y pus las ganas son las ganas ¿Sientes rico, Josh? Se te esta poniendo mas dura todavía!» le dije apretando más su miembro. Se sentía bien erecta y venosa.

«Claro que siento rico, mensa. Pero esto…no..está…bien» me dijo mi primo con dificultad a causa de que ahora le jalaba yo su miembro de arriba hacia abajo con más fuerza. Quería sentir que le salía el semen pero al mismo tiempo deseaba que no se viniera. No todavía.

«¿Quieres que continúe?» le interrogué no tanto por saber su respuesta. Era obvio que deseaba que yo siguiera masturbandolo. Lo que yo quería era escucharlo decir que si. Saber que lo tenía en mis manos, literalmente jeje.

«Si Danni, sigue…sigue!» dijo gimiendo mi primo.

Sin dejar de acariciarlo bajé mi calzón con mi mano libre, para luego acomodar la punta de su duro pene en medio de mis nalgas. La pasaba por toda la raja y paseandola desde mi ano hasta mi vagina que ya para entonces parecía que me había orinado de tan lubricada que estaba.

«¿Y si la meto poquito?» le dije a mi primo, pero sin darle tiempo de responder yo misma apunté la cabeza de su miembro en mi vaginita empujándola como queriendo meterla.

«No…Danni, no! No me voy aguantar y no quiero hacer algo que luego nos vamos a…arrepentir» dijo Josh entre gemiditos sexys.

«Yo tampoco quiero perder la virginidad, primo. Pero me muero por sentirla adentrooo» le respondí y esta vez fue mi turno de gemir.

«No, no …no, Danni! Hay que detenernos! No quiero robarte tu virginidad. No así!» dijo mi primo asustado por escuchar la palabra virginidad. Me maldecí a mi misma por haberla mencionado.

«No, no! No pasa nada, Josh! La quiero perder contigo! Andale, andale ¿Si?» le rogué para que no se despegara de mí, apretando aún más fuerte su duro miembro con mi mano.

«Dani…siento bien rico, y también quiero metértela. Pero…uff…eres mi prima, eres virgen, puedes salir embarazada…uff…son muchas cosas que pueden pasar» dijo Josh con voz entrecortada y de nuevo intentando irse de la cama.

«No, no…¡no te vayas! Metemela por la colita! ¡Por detrás! Andale, quiero sentirla aunque sea por ahi, asi no hay riesgo! Si? Si? Andale, si?» le rogué pidiéndole que me ensartara por detrás, sin pensarlo mucho y apretando más su duro pene con mi manita. La verdad me había puesto bien caliente y no pensaba mucho lo que decía.

«E-esta b-bien…pero baja la voz que nos pueden oír» dijo mi primo tartamudeando y ya también igual de excitado que yo.

Rápido me bajé mi pantaleta completamente y la boté al suelo con mis pies, para luego tratar de agarrar con mi mano su erecto pene de nuevo, pero mi primo fue más rápido que yo y tomándome por sorpresa se bajó hasta la altura de mis nalguitas y tomando mis glúteos con sus manos, me las abrió para luego pasarme la lengua por mi ano y darle besitos.

Habia visto videos donde las chicas reciben el llamado beso negro, pero jamas pense que me lo fueran a hacer y mucho menos que se sintiera tan rico. No se si mi primo ya lo había hecho antes, pero supongo que sí porque lo hacía de una forma bien genial. Me abría con sus manos y me pasaba la lengua por toda la raya de mis nalgas, para luego detenerse en mi colita y tratar de meter su lengua. Empujaba tanto su cara en mi trasero que se los juro que podía sentir como entraba su lengua en mi hoyito y me lamía por dentro. Mi vagina empezó a soltar flujo tal si estuviera orinando mientras ponía mis ojos en blanco y lanzaba gemiditos de placer.

«Shhh…calla, que nos va oir mi tia!» dijo Joshua levantando un poquito su voz para ordenarme guardar silencio, cosa que me era muy difícil pues me sentía en las nubes. Tomé uno de mis muñecos de peluche y lo mordí para silenciar mis gemidos.

«Si, Josh, si…no pares, no pares por favor primo, no paresss» le dije separando mi boca de el peluche para inmediatamente volver a morder al sentir como me llegaba mi primer orgasmo. Sentí mis piernas perder toda fuerza y como mi vagina expulsaba pequeños chorritos de líquido ensuciando las limpias sábanas. Tenía los ojos cerrados pero aun así fue como si estuviera viendo fuegos artificiales. Les juro que veía hasta estrellas dando vueltas enfrente de mí, en lo oscuro.

Josh sintiendo el temblor de mi cuerpo arremetió contra mi cola con más ganas, haciéndome sentir que me chorreaba toda. Trate de alejar su cara de mis nalgas con mis manos pero ahora fue el turno de el de ignorarme y siguió comiendo mi agujero trasero. Deje de empujar su rostro cuando sentí como me llegaba otro orgasmo más. Dos orgasmos en menos de un minuto, y a causa de unos besos en mi cola! No podía creerlo. Me sentía morir pero ansiaba sentirlo de nuevo. Y como siempre me pasa, empecé a sollozar por culpa de mis orgasmos. Tome uno de mis ositos de peluche y lo mordí con fuerza para que mi primo no me escuchara llorar, y por supuesto mi mamá tampoco.

Ay perdón, yo quería terminar todo el relato hoy, pero como lo voy escribiendo ahora mismo no voy a poder terminarlo. Ya es tarde y todavía me falta mucho por contar. Además mañana voy a la escuela y ya vino mi mamá a decirme que me duerma. Pero pues mando esta mitad para que la lean y si les gusta en esta semana subo lo que falta, si? Espero que les guste y espero que lo publiquen también jaja. La verdad ya tenía ganas de escribir de nuevo y me gusto mucho hacerlo. Hasta me excité nomas de recordar. Gracias por los correos y espero les guste mi relato a medias.