Por una nota, Nathalia termina follada por su profesor

Hola mi nombre es Nathalia, hace unas semanas pase uno de los momentos más desesperantes de mí vida, ya que había perdido mi virginidad a manos de un cliente del restaurante en el que trabajaba. Los días siguientes de haber sido follada en aquella playa fueron muy apáticos, me la pasé todas las vacaciones encerrada en mi cuarto sin siquiera salir a la playa que es uno de mis pasatiempos favoritos.

Mi madre, sola y sin mi ayuda trabajó todo ese verano tratando de sacarnos adelante a mi hermana y a mí, sin embargo, poco a poco fui saliendo de mi letargo y con la ayuda de mis amigas pude salir adelante y alistarme para el inicio del semestre.

Empezaba mi segundo semestre de Biología y mi horario había quedado muy accesible, ya que quería empezar a trabajar de nuevo para ayudar a mi familia.

Se dice que la vida de universitario es la mejor por que nos independizamos, vivimos sin nuestros padres y hacemos salimos de fiesta con nuestros amigos. Y conmigo no es la excepción, conforme pasaba el semestre me fui adaptando más a la vida universitaria, las fiestas con mis compañeros, conocer personas de otras carreras y entablando amistad también con mis maestros y maestras. Pero no todo es fiesta y diversión, ya que estaba en la temporada de exámenes y esas semanas son full estrés y estudiar.

Eran las ocho de la noche y me encontraba estudiando para un examen que tendría en al día siguiente cuando mi madre entra a mi cuarto muy bien vestida y viéndose en el espejo.

-Hija, saldré esta noche, ¿podrías darle de cenar a tu hermana y lavar los trastes?

-Claro mamá… y ¿se puede saber con quién sales? –le pregunte en tono de broma.

-Jajajaja, es un compañero de la empresa donde trabajo, no es nada serio, solo salimos como amigos…

-si claro… Jajajaja, diviértete y no llegues tarde… Jajajaja.

Me quedé muy tranquila ya que mi madre casi no sale y desde que mi papá nos dejó sola a las tres mi madre nunca había tenido citas con otro hombre así que esperaba que se divirtiera esta noche. Bajé a la cocina y mientras mi hermana pequeña veía la tele me puse a hacerle cena. Cuando estuvo listo todo me senté con ella y nos pusimos a ver una película.

Alrededor de las once de la noche volví a mi habitación a seguir estudiando. Por lo general soy aplicada en la escuela y saco buenas calificaciones pero este examen es de uno de los temas más largos y difíciles del semestre, así que me estrese un poco. Después de un par de horas de estudio y de estarme aguantando el sueño, puse la alarma para que sonara a las cinco de la mañana para salir a correr por la mañana y me fui a dormir.

Cuando por fin sonó la alarma, me levanté ya un poco mas descansada, me lavé la cara y saqué la ropa que me pondría para ir a correr. Me quite el pijama y me quede mirándome un rato en el espejo. Mi pelo largo de color castaño asentaba bien con el color moreno de mi piel y este bajaba por enfrente cubriendo un poco mis pechos desnudos. Seguí observándome un poco mas y al parecer el recorrer 5 km todas las mañanas me ha estado haciendo buen efecto, por que mis piernas se ven excelentes; más firmes y más llenitas que antes y no solo el ir a correr me a ayudado, también la dieta a base de ensaladas y pollo me ayudado a mantenerme saludable. Me siento muy bien conmigo misma por que a pesar de que tan solo mido 160 cm eh podido lograr una figura que cualquier chica mas alta que yo desearía tener.

Me puse una calza un poco ajustada pero cómoda, las calcetas y después mi gran amigo en el ejercicio, un top ajustado de color rosa y digo amigo por que impide que en el trote me boten los pechos y así evitar las miradas de algunos tipos que vengan de frente. A veces pienso que es una maldición de mi familia tener los pechos grandes ya que es una batalla cuando tengo que hacer ejercicio. En la prepa era el festín de las miradas de los chicos en la clase de deporte. Se ponían en las bancas solo para ver como me botaban los pechos cuando corría o jugaba al voleibol. Ya después que logré acomodarme el top, me hice una cola y bajé por las escaleras sin hacer mucho ruido para no despertar a nadie.

La mañana era fresca y agradable, para estar en pleno verano. Inicie caminando los primeros cien metros y los que restaban trotando, mientras lo hacia escuchaba una clase grabada del maestro con quien tendría el examen, su voz rasposa y desagradable de viejo amargado me incitaba a dejarlo de escuchar, pero si quería pasar su examen tenia que poner atención a lo que decía para poder aprobar ya que si no pasaba este examen tendría que reponerla en verano. Estaba tan concentrada en lo que decía la grabación que no puse atención a mi camino y casi choco con un tipo que venia de frente caminando. De no ser por él que me esquivó a tiempo también hubiéramos chocado. Un poco asustada me quite los audífonos, me di la vuelta y le pedí disculpas. El tipo de al menos 35 años se me quedo mirando unos cuantos segundos y después me dijo que no había problema, que tuviera cuidado a la próxima, me despedí de él y seguí mi camino, cuando había avanzado unos cuantos paso miré para atrás y vi que se había quedado parado mirándome, al darse cuenta que volteé a verlo me tiro un beso y me hizo una seña de “llámame” y siguió su camino.

Así eran las cosas todas las mañanas, si no me seguían para verme el trasero, me tiraban besos o me decían cosas como “si tus nalgas fueran sartén, ahí estrellaba yo mis huevos. O también, morenita!!! Que lindas tetas para jugar al boliche tienes” a pesar de todo eso yo solo los ignoraba y nos los volteaba a ver.

Cumplí justamente los 5 km al llegar de nuevo a mi casa, subí, me di un baño rápido, al salir de la bañera mire la hora y vi que faltaba menos de una hora para que iniciará la clase, así que sin poner mucha atención agarré lo primero que vi y me vestí. Me pusé un vestido con figuras que me quedaba un poco ajustado al cuerpo y por el escote resaltaba mis pechos. Pensé en ponerme otra cosa pero al tener el tiempo contado me fui a la escuela para hacer el examen.

Para desgracia mía, el autobús donde venía se quedo parado y no quería prender, cuando mire la hora faltaban 15 minutos para que empezara la clase y como la escuela estaba a unas cuadras del lugar donde me encontraba, me bajé del camión y me fui corriendo. Cuando llegué el maestro ya estaba dentro y todos los demás estaban ya contestando el examen, un poco exhausta entré y le pedí un examen, el viejo asqueroso me miro de arriba abajo, deteniendo su mirada en mis pechos y me dijo:

-Señorita, no tiene tan buenas calificaciones como para darse el lujo de llegar tarde a mi examen, siéntese y espero que por lo menos saque la calificación mínima aprobatoria.

Me senté en uno de los escritorios y empecé el examen. Al pasar las dos horas de clase el tipo empezó a recoger los exámenes, yo estaba apuradísima tratando de contestar las preguntas de opción cuando de pronto llegó y me saco el examen.

-Se te acabo el tiempo, espero que hayas contestado todo… me dijo. Dejo los exámenes en su escritorio y dio un anuncio. La calificación de sus exámenes las tendré para el lunes, nos vemos a la hora de la clase para entregárselas y ver su promedio final. Es todo.

Dicho eso, todos comenzamos a salir, ya afuera todos comenzaron a hablar del examen y a comparar respuestas, en eso una de mis amigas se acerca y me pregunta como me había ido, a lo que le conteste que me iría bien… sin embargo me falto contestar la última parte del examen. Se me quedó mirando con cara de preocupada y me dijo:

-Mira esta es la clave de las respuestas del examen, mi novio lo utilizó el semestre pasado y terminó con excelente y además el examen que le puso a él es el mismo que nos puso a nosotros, así que yo tendré un excelente, si quieres quédatelo para que cheques tus respuestas y veas cuanto sacaras.

Lo tomé y me quedé sentada en una banca viendo las respuestas y recordando las que había puesto. Cuando termine de leerlo, había tenido 20 aciertos de 35 preguntas a lo que me daba un 57 de calificación y por lo tanto lo reprobaría.

Regresé a mi casa muy triste y cuando cerré la puerta de mi cuarto rompí en llanto, nunca en mi vida me había ido tan mal en una materia, nunca había reprobado, siempre había sacado buenas calificaciones, pero esta vez me sentía devastada. Me recosté en la cama y me quedé dormida.

Ya era de noche cuando desperté aun me sentía mal por el examen y tenía los ojos hinchados de tanto que lloré, me levanté y me cene un plato con cereal, después me metí a bañar y mientras me enjabonaba volvía a mi mente el hecho de haber reprobado y la cara del viejo burlándose de mi por reprobar su materia. Salí de bañarme y cuando estaba por cambiarme, escuche que trono algo y de repente se fue la luz, quedándome a oscuras.

-Genial… -dije, -ahora se ira la luz, que mas puede salir peor… me tire en la cama desnuda y me quede acostada. Como el abanico no funcionaba, decidí que lo mejor seria dormir desnuda, así que me quede así acostada hasta que me quede dormida.

A la mañana siguiente la alarma sonó a las 7 de la mañana, me levanté igual que ayer y me quedé sentada en la orilla de la cama, me sentía muy triste aun así que pensé que quizás salir a correr me levantaría el ánimo.

Como era fin de semana y no tenía ropa limpia aun me puse un short corto de color rosa que había comprado hace meses para salir a correr pero que después me arrepentí porque me quedaba muy corto y nunca me lo puse, sin embargo, esta mañana era lo único que me quedaba limpio, así que “voy a estrenar”-pensé y me la puse encima de una tanga de color negro. “Además, hoy no sale mucha gente a correr” –dije para mí misma, así que por ese lado estaba bien.

Me puse las calcetas, unos deportivos negros sin cordones que solo se mente y top ajustado de color con escote. Esperando que no hubiera muchos hombres haciendo ejercicio me fui muy sexi esta vez.

Esta vez tome una ruta diferente y por donde casi no va mucha gente, pero igual es buena para correr, cuando llegue a la mitad de mi recorrido llegue a la colonia que sigue después de la mía y estaba apunto de regresarme cuando recordé que en esa colonia vive el viejo asqueroso de mi maestro. Y en eso cruzo por mi mente una idea descabellada. Meterme a su casa y con la ayuda de la clave de respuestas, contestar lo que me faltó del examen y poder aprobar su examen.

La idea era descabellada y pronto entre en un dilema, de hacerlo o no. Me estaba poniendo desesperada y comencé a pensar todos lo que me podía pasar si me atrapaba o me veían sus vecinos. Pero de repente recordé que los sábados el tipo da una clase en la escuela a las 10 de la mañana, miré mi reloj y eran las 9:00 am, estaba animada a hacerlo pero me acorde que no tenia la hoja de las respuestas y cuando todo estaba apunto de venirse abajo, sonó mi teléfono, era mi amiga preguntándome si saldríamos de compras hoy. Y de nuevo la esperanza regresó a mí, le dije que quizás no podía porque me quedaría a repasar por que quizás reprobaba el examen y le dije que si me podía pasar la clave de nuevo. Al poco rato me mando un whatsapp con la clave y me deseo suerte en lo que hiciera. Cuando leí esa parte sentí como si supiera lo que estaba apunto de hacer.

Guardé mi teléfono y me adentré en la colonia, el aspecto de esta era un poco descuidado, los lugares de juegos estaban en muy mal estado al igual que las plantas de adornos, había paredes pintadas y perros sueltos. Camine unas 5 cuadras después de la entrada y llegue a la casa del viejo raro. Me escondí en una casa que estaba abandonada, mire hacia su casa y vi que aun estaba su coche. Me quede agachada esperando a que el tipo saliera y poder entrar a su casa. Cuando estaba esperando agradecí aquella vez que nos obligó a traerle una tarea hasta su casa, no sé que pretendía con eso, pero de seguro quería aprovecharse de alguien.

En eso escuche que un carro se encendió, me levante un poco y me asome por un hoyo que había en la pared, cuando miré, vi que era el carro del maestro el que se había encendido y arriba ya se encontraba él. De pronto puso la marcha y se fue alejando. Espere a que pasara un tiempo y me dirigí hacia su casa, cuidando que ningún vecino me miraba, aunque dudo que alguien me mirará en una colonia como esa.

Crucé el jardín de su casa y aprovechando que tenía casi una selva en su jardín traté de brincar la cerca para pasar al patio de atrás, desgraciadamente tenia alambres arriba lo que hacía más difícil llevar acabo esa idea, pero no me rendí, subí la cerca y cuidando de no tocar el alambre cruce a su patio, pero la cosa no terminaba ahí, cuando caí pise un hueso que había en el piso y resbale, cayendo de culo, del susto di un grito y de repente escuche un ladrido, cuando lo escuche, mi corazón comenzó a latir muy rápido, quise ponerme de pie, pero del susto no reaccionaba. De pronto apareció un perro negro enorme ladrando, se dirigía hacia mí, y no podía moverme, en eso cuando creí que me mordería cerré los ojos y esperé la mordida.

De pronto sentí una respiración en el cuello, abrí los ojos y el perro estaba oliéndome, me quede quieta unos instantes mientras con su nariz húmeda me seguía oliendo el cuello y la cara, poco a poco me fui incorporando, cuando logré ponerme de pie el perro se levanto en sus dos patas traseras y me puso sus patas delanteras en el pecho, al parecer quería jugar y ya mas tranquila comencé a hacerle cariños.

Ya después de tomar mas confianza me quite sus patas de encima y me dirigí a la puerta de atrás, el perro solo me seguía y me olía los pies y las piernas. En eso cuando estaba a punto de llegar a la puerta escuche una vos enseguida y rápidamente me agache. Al hacer esto el perro se me acerco por atrás y comenzó a olerme mi culito, en eso me toco con su nariz húmeda la parte baja de la espalda y sentí un escalofrió que me recorría. Al parecer el perro se dio cuenta de lo que sentí y en eso se puso frente de mí y comenzó a lamerme la cara, yo trataba de quitármelo pero seguía lamiéndome, en eso me empujo y me fui de espalda, quedando acostada en el piso del patio.

Cuando trate de levantarme el perro se puso encima de mí y seguía lamiéndome la cara, yo solo le decía: quítate por favor, tengo que hacer mi trabajo… pero no me hacía caso. Cuando ya parecía que me dejaría en paz empezó a olerme los pechos y después fue bajando hasta oler mi entre pierna, ahí estuvo un rato oliéndome y cuando por fin me iba a poner de pie, el perro comenzó a lamerme mi sexo por encima de mi short, cuando hizo eso sentí otro escalofrió que salía de mi sexo hasta mi cuello, volví a quedarme acostada en el piso sintiendo los espasmos mientras el perro siguió lamiéndome.

Rápidamente esa parte de mi short comenzó a mojarse por la saliva del perro, y por las constantes lambidas comencé a excitarme y a dejarme llevar, cuando menos lo esperaba el perro mordió una parte de mi short y jalo de el hacia abajo llevándose también mi tanguita y dejando solo mi conchita al aire. Cuando me di cuenta trate de poner mis manos pero fue mas rápido que yo y comenzó a lamer mi conchita.

Instantáneamente comencé a excitarme y me lleve las manos a la boca para evitar que los vecinos de al lado escucharan mis gemidos, sin nada que se lo impidiera la lengua de ese perro enorme comenzó a mojar toda mi conchita, instintivamente separe un poco mis piernas al sentir unos ligeros espasmos y el negro aprovecho para introducir más su lengua en mi rajita. Sentía de lo lindo, mi mente comenzó a dar vuelta, mi clítoris, sacudido por cada lamida del perro se ponía cada vez más duro y me proporcionaba unos espasmos deliciosos. Comencé a gemir más fuerte y como podía controlarme, trataba de sacar el hocico del perro de mi conchita, pero era imposible, una vez que probo mis juguitos, producto de la tremenda excitación que me estaba dando, comenzó a lamer más fuerte y rápido. En un instante y de golpe sentí un fuerte orgasmo que hizo que me retorciera en el piso, me sentía muy mojada y no sabía si se debía a mi o a la saliva del gran can.

Así me tubo por unos minutos el desgraciado perro, haciéndome mi segundo sexo oral y quizás el mejor. Debido a que estaba excitada no podía ponerme de pie, de pronto comencé a sentir una leve vibración en mi entrepierna y ligeros espasmos, mi mente estaba poco a poco perdiéndose, en eso trate de quitármelo de encima, ya había perdido tiempo valioso y aun no entraba a la casa, así que en medio de mi excitación y el sentimiento de un segundo orgasmo, busque algo con mis manos y de repente tome un pedazo de hueso con carne, se lo enseñe al perro y rápidamente dejo de lamerme. Ya libre de su lengua tire lo mas lejos que pude el hueso y el perro salió tras de él.

Como pude subí mi short y mi tanguita y me fui gateando hacia la puerta, cuando estaba apunto de llegar sentí unas patas encima de mí espalda, volteé para atrás y era el perro que ahora trataba de penetrarme. Desesperada, trate de abrir la puerta pero no alcanzaba. En eso sentí que algo chocaba en mis nalgas y no quería pensar lo que era, cuando miré, hacia atrás era nada más y nada menos que la verga del perro queriéndome follar. Mas desesperada aun me estire todo lo que pude y tome el bulbo de la puerta, lo gire y para mi suerte estaba abierta. Le tire una patada al perro pero no le di, aunque eso hizo que se bajara de encima de mi y me liberara. Me metí como pude adentro de la casa y rápidamente cerré la puerta, dejando al perro afuera.

Un poco exhausta y excitada me quede sentada en el piso y recargada en la puerta, el perro ladraba como loco afuera, pero eso ya no me importaba. Ahora lo que realmente me importa es encontrar mi examen y contestarlo. Ya un poco mas relajada me puse de pie y mire la hora, había pasado media hora desde que se fue mi maestro, por lo que andaba bien de tiempo aun.

Me adentre en su casa, la cual no era muy grande a pesar de ser de dos pisos, cuando salí de la cocina llegue a la sala la cual se encontraba un poco desordenada y no se veía indicios de exámenes, por lo que pensé que de seguro estaban en la planta de arriba. Subí las escaleras y llegue a un pasillo pequeño, del lado izquierdo había dos puertas y del otro lado una sola, entre a la puerta del lado derecho y ahí se encontraba la bañera. Al parecer el tipo disfruta de sus baños pensé, ya que tiene una tina súper grande para quizás máximos cuatro personas. Cuando estaba apunto de salir, me di una checadita en el espejo y pude ver que traía unas cuantas hojas en la cabeza, me las quite y me limpie un poco, me baje un poco la calza, tome un trozo de papel y limpie los restos de saliva que había dejado el perro en mi cochito, después tomé un poco de jabón y me la lave bien por que no quería que se me infectara o algo, ya hecho eso, me acomode la tanguita de color y salí de la bañera.

Entre a la primera puerta pasando las escaleras y bingo, era su estudio, rápidamente empecé a buscar por todas parte pero al final, la pila de exámenes estaban en el escritorio. Con el corazón latiéndome a mil, empecé a revisar cada uno de ellos, algunos ya estaban revisados y mi desesperación aumentaba mas, hasta que por fin encontré el mio y para fortuna, aun no lo revisaba. Lo saqué de la pila de hojas y con un lápiz que encontré comencé a contestar lo que me había hecho falta. Cuando por fin terminé, lo regresé donde estaba dejando todo como igual para que no se diera cuenta.

De repente sonó un teléfono. Fue tal el susto que me metió, que accidentalmente tire la pila de hojas haciendo un reguero por todo el estudio. El teléfono seguía sonando y yo mientras recogía todas las hojas, de pronto note que su computadora estaba encendida y por curiosidad eche una mirada al contenido de su ordenador. Había dejado su Facebook abierto y al parecer se encontraba chateando con alguien, la persona que le estaba hablando le preguntó si le habían gustado las fotos que le había mandado.

Me senté en su escritorio y por curiosa le contesté: -si están padres me gustaron… -después él me contestó diciéndome que a él también le habían gustado las fotos del instagram que el viejo asqueroso le había pasado. Dicho eso, estaba apunto de levantarme y salir de ahí cuando contesta el tipo: oye ¿no tienes algo más de esa morenita del otro día, me encantaron sus tetas…? rápidamente le conteste: ¿Cuál morenita? Y después el me escribió: esa del instagram que me pasaste y que dices que es tu alumna. En eso me manda el link de un instagram el cual resulto que era el mío.

Rápidamente cerré la conversación y molesta me puse a revisar su carpeta de imágenes y encontré un álbum de fotos entero de mí y otras compañeras mientras hacíamos ejercicio en la clase de deporte y otras en la hora de descanso. ¿Cuándo las tomó? Pensé. Así que seleccione todas las fotos y las elimine, cerré la papelera y levante los exámenes que me faltaban. Cuando había terminado de acomodar todo, escuche que llegaba un carro. Mi corazón se detuvo por un instante, rápidamente mire por la ventana y era el viejo, iba llegando, mire mi reloj y aun faltaba tiempo para que llegará.

De la desesperación no sabia que hacer, en eso escuche que la puerta de abajo se abrió e instintivamente me metí a la puerta de enfrente del estudio, al parecer esta habitación era donde dormía y era bastante pequeña, estaba decorada de una forma muy rara y había muchas cosas de misticismo, pero eso no era importante, trate de buscar un lugar para esconderme, pero su closet estaba lleno y además no cavia en el, de pronto escuche que sus pasos se hacían mas fuerte y no me quedo de otras que esconderme debajo de la cama.

Al parecer entro al estudio y en cualquier momento se daría cuenta que alguien estuvo moviendo su escritorio, sin pensarlo dos veces lentamente fui saliendo de debajo de la cama y cuando estuve apunto de abrir la ventana para salir, escuche que se levantaba de su silla, rápidamente me escondí de nuevo bajo la cama, pero no entró al cuarto, puse mucha atención para escuchar lo que hacia y de pronto escuche que el carro se encendía, mire por la ventana y estaba saliendo de nuevo.

El susto había sido grande, pero todo saldría bien, ya mas tranquila mire un poco su cuarto y al parecer todas las cosas que hacen que se vea místico su cuarto son objetos de hipnotismo. Pensé: pobre viejo raro, que a sus 60 años ande con cosas como esas cosas. Viendo lo raro de su cuarto, decidí que lo mejor era salir de ahí, baje por las escaleras y cuando estaba apunto de salir por enfrente, me tomaron por detrás y me pusieron algo en la nariz.

Cuando desperté, me encontraba de nuevo en el cuarto del viejo, pero ahora acostada en la cama y esposada de ambas manos a la cabecera de la cama, de pronto escucho una voz que me dice:

-así que por fin despertaste Nathalia, ya me tenías asustado, creí que me había excedido con la dosis de cloroformo. A lo que le respondí:

-suélteme ¿por qué me tiene esposada?

-veras te tengo esposada por que entraste a mi casa y a las personas que entran sin permiso a una casa las esposan.

En eso se acercó a mi cama y me pregunto: ¿acaso creíste que te iba ser muy fácil entrar a mi casa y salir tan fácil? En el momento en el que entraste una alarma se activó, avisándome y cuando por fin llegué lo primero que hice fue revisar la cinta de video. Y ¿que vi en ella?….. Te vi a ti brincándote la cerca de mi casa y jugando con mi perro de forma muy picara.

Yo solo lo escuché, la forma en como me hablaba burlándose de mí. Es por eso que lo detesto tanto.

De pronto puso su mano en mi conchita y comenzó a sobármela.

-Disfrute mucho la parte en que rocky, mi perro, te trataba de follar, no sabes lo que desearía poder hacerte eso ahorita mismo, pero no te preocupes no te hare nada. Que tú no quieras. Y dime ¿a que viniste a mi casa si se puede saber?, ¿acaso pretendías contestar la parte que te había faltado de tu examen?

La forma en que me pregunto fue de forma burlona para variar pero le respondí que si.

-lastima Nathalia, suerte para la próxima. Ahora, ¿qué haré contigo?, acabas de cometer un delito, que debería de hacer. Mmm, creo que nada, mejor te dejaré libre.

Al escuchar eso fue como un alivio para mi, pero…

-Pero antes de dejarte libre tengo tres opciones para ti: una… llamar a la policía y mostrar todo lo que hiciste y además reprobarte, dos… dejar que te vayas, reprobarte y hacer que te expulsen de la universidad y tres… ser mi puta por esta noche, pasarte con excelente mi materia y no denunciarte. Que elijes amor.

No podía creerlo, el tipo es un bastardo y me puso entre su verga y la pared, al ver que no le contestaba, se levanto, me quito las esposas y me dijo: regresare en 5 minutos y quiero tu respuesta.

Me quedé repasando las opciones y obviamente ninguna me convenía sin embargo en la que menos salía mal parada era la opción tres, ya que no sabía cómo le iba a explicar a mi madre que estaba en prisión y mucho menos porque había sido expulsada de la universidad. Después de tanto sacrificio que ha hecho por sacarnos adelante a mi hermana y a mí no podía pagarle así.

Al pasar los cinco minutos el viejo entro a la habitación con un taza de algo que parecía té y me pregunto si ya me había decidido.

-si ya la decidí y elijo la opción tres…

-muy buena elección, aquí tienes tu examen con excelente y ahora a disfrutarte mi amor.

Dicho eso me tomo de cintura y me levantó, me llevo hasta la cama y ahí me dejo caer. Rápidamente se coloco encima de mí y me miro a los ojos, se desabrocho la camisola y comenzó a manosearme toda. De pronto acerco su boca a la mía y el muy estúpido comenzó a besarme. Al principio yo no lo besaba pero después poco a poco fui cediendo por que si no lo complacía, quizás me denunciaría. Mientras me besaba, sus manos recorrían lentamente cada parte de mi cuerpo, subían hasta mis pechos y después de sobarlos y apretarlos, bajaba hasta mis piernas.

Cuando pasó un tiempo, dejo de besarme y sin decir nada fue bajando hasta llegar a mi entrepierna, me miro a los ojos y me dijo: eh fantaseado con esto todo el semestre desde que te vi entrar a mi clase putita y por fin ahora conoceré tu conchita. Tomo mí short rosa por el elástico y lentamente fue bajándola hasta quitármelo, se le notaba desesperado por ver que había después de mi tanguita, rápidamente la tomó y jalo de ella reventándola.

Pegué un leve grito de dolor, ya que cuando se reventó, el elástico de la tanga me golpeo la pierna como si fuera un látigo y al parecer al viejo le gustó ese grito mio. Ahora ya desprovista de mi tanguita, el viejo me miraba embebido mi vagina y en eso dijo: que puta eres amor, te depilas la concha!!! Tal y como la imaginaba… y cuando dijo eso, se abalanzo contra ella y empezó a comérmela desenfrenadamente.

La sensación que sentí mientras, me besaba y lamia mi entrepierna era parecida a la que sentí cuando el perro me hacia lo mismo, solo que esa vez, el perro lo hacia mejor. Al saber que no podía poner resistencia, cerré los ojos y me deje llevar por el momento. De pronto mi maestro me tomó de las piernas y me abrió completita.

-Que hermosa vista tengo de tu concha Nathalia, eres una zorra de cien. –me dijo. Ahora su lengua entraba más fácilmente a mi conchita y rápidamente me empecé a excitar, su lengua me penetraba rápidamente y se detenía en mi clítoris realizando círculos con la punta de su lengua. Cuando hacia eso, mi excitación se intensificaba y de vez en cuando dejaba salir un leve gemido.

Al notar que me gustaba, el viejo comenzó a acariciarme más y más el clítoris y también me mordía los labios vaginales. –Veo que te gusta lo que te hago putita… ¿a qué si? Mmm que deliciosa esta tu rajita…

Cuando ya estaba bien mojada, el tipo dejo de chuparme la conchita, se paro en la cama y saco dos pastillas de su pantalón, se las puso en la boca y se las trago.

-Me está gustando lo que te hago contigo putita…. yo simplemente lo ignore, pero a pesar de no quererlo aceptar, la verdad, estaba disfrutando de ese sexo oral que me estaba haciendo. Se puso de nuevo encima de mí y me dijo:

-Ahora viene el momento que siempre eh querido, tenerte completamente desnuda en mi cama y poder gozar de esas tetas grandes que tienes.

Enseguida y sin vacilar, me saco el top negro, dejándome completamente desnuda y a su merced…

-sabes amor, con ese par de tetas que tienes no deberías de usar brasier, mejor déjalas libres y que te boten cuando vayas caminando o corriendo como en la clase de voleibol.

– Ahh mi amor que rica te veías aquella vez con tu camiseta blanca y tus pechos votando cuando sonaba el silbato para que corrieras, debo confesarte que esa vez me masturbe viéndote. Fue fantástico!!!

Al ver que se estaba burlando una vez mas de mí, no aguante, y le solté una bofetada en la cara. Molesto por lo que hice, me devolvió otra bofetada y quede nuevamente recostada en la cama. Después se me quedó mirando fijamente. Podía sentir el peso de su mirada penetrante en mis ojos y de pronto comenzó a decir unas palabras muy raras. Al mismo tiempo que las decía, comencé a sentirme con sueño y cansada. Cuando termino de hablar, trono los dedos y rápidamente volví a estar despierta dando un pequeño brinco en la cama.

No comprendí lo que había pasado, pero no me dio tiempo de razonar, al hacer eso, mis pechos botaron ligeramente y al parecer a mi maestro le gusto ya que de pronto comencé a sentir como algo se movía dentro de su pantalón.

-por el amor de… que tetas tan grandes y ricas tienes mi amor… me tomo ambas tetas con sus manos y empezó a apretármelas.

-dime amor cuales son tus medidas… pero no le respondía. Dime tus medidas Nathalia… pero seguía sin contestarle. Ahh ¿entonces no me vas a decir?… tomo el teléfono y comenzó a marcar. Asustada grite: 93-60-86!!!, 93-60-86!!!

-vaya. ¿Esas son tus medidas putita? Con razón estas tan rica, y luego morenita con el cabello largo. Justo como me receto el doctor… sentí una leve excitación cuando dijo eso y después el tipo comenzó a chuparme los pechos.

A pesar de que me manoseo toda mi conchita con su lengua, mi punto débil no reside ahí. Mi punto débil son mis pechos, solo basta un roce de la blusa en mi pezón para ponerme caliente. Y justo ahora mi maestro me estaba atacando sin tregua mis pezones. Mientras que con su lengua tocaba mi pezón derecho, con sus dedos me pellizcaba el otro pezón. Así que rápidamente me empecé a poner muy, muy excitada y comencé a gemir como puta.

-ummm… aaahhh… mm..mm..mmm… oohh…. Aahh… ahh… ahhh…

-eso es amor, sigue gimiendo, que me excita escucharte así…. Ahh que ricos pezones Nathalia, cafecitos y ni muy grandes ni muy pequeños, especiales para el tamaño de tus tetas.

Yo simplemente no escuchaba lo que me decía, estaba pérdida en un mar de excitación, la excitación más sabrosa que me pueden dar mis pechos. De repente. Mi maestro, comenzó a darme ligeras mordidas en el pezón y sumado a los pellizcos que me daba en el otro, comencé a perderme mas y mas. No aguanté mas y comencé a gritar:

-Pare!!! Pare!!! Por favor!!! Ya no aguanto!!! Ahhhh!!! Pero era inútil no paraba de torturarme. Cuando ya no pude más, me zafé de él y me salí de la cama, caí en el piso y me quede un rato tirada en él, hasta que por fin las sensaciones en todo mi cuerpo volvieron a la normalidad.

Cuando me recuperé, me puse de pie y vi que en la cama no había nadie, me senté en la orilla de la cama y me toque mis pechos, sentía que mis pezones vibraban lentamente. De pronto se abrió la puerta del cuarto y el viejo entro solo en boxers, cuando lo vi me dio un poco de miedo, por que sabia lo que seguía. Se acercó hacia mí y se coloco enfrente de mí y me dijo:

-Ahora putita, te quiero presentar mi verga, así que bájame el bóxer pendeja rica.

Puse lentamente mis manos en sus caderas, tome de ambos lados su bóxer, cerré los ojos y rápidamente se lo baje. No quería abrir los ojos, pero de repente sentí algo en mi boca e instantáneamente abrí los ojos. Lo primero que vi fue su verga enfrente de mi cara y que verga, era gruesa y venosa.

Al ver mi cara de sorprendida, comenzó a reírse de mi expresión y me ordeno que me recostara en la cama de nuevo. Lo hice sin separar mi vista de semejante pedazo. Se volvió a poner encima de mi solo que esta vez puso su pene en medio de mis pechos. Sabia lo que quería, así que rápidamente comencé a masturbarlo con mis pechos. Su cara al ver como lo hacia era de total placer y para ser la primera vez que lo hacia, me estaba saliendo bien.

Duré un tiempo masturbándolo con mis pechos, pero ya no aguantaba, después de ver su pedazo no quería otra cosa más que sentirlo dentro de mí. Algo raro en mí ya que desde lo que me paso con Mr. Cuatro me había privado de sentirme excitada, sin embargo, en este momento no sabía que me estaba pasando Así que lo que hice fue quitármelo de encima y esta vez tome la iniciativa.

Lo recosté en la cama y rápidamente me abalance sobre su pedazo, me lo metí a la boca lentamente y lo fui recorriendo con mi lengua de igual forma. Al parecer eso no se lo esperaba el viejo bastardo, pero empezó a sentir rico y no se quejó. Me acomode en la posición del 69 y deje mi coñito a su disposición. Mientras yo se la mamaba, él me chupaba mi conchita extrayendo de ella todos los juguitos que había producido mientras me chupaba las tetas. Mientras mas me excitaba más rápido se la chupaba, de pronto comenzó a ponerse mas dura y las venas comenzaron a saltarse. Me saque su pedazo de la boca y le dije:

-Maestro… ¿Tiene condones?… y continúe mamándosela. No me contesto nada pero dejo de chupar mi conchita. De pronto sentí que algo entraba en mi conchita, la sensación fue muy deliciosa y después salió y fue más deliciosa aun. Me estaba penetrando con sus dedos lentamente, después fue aumentando la velocidad suavemente y yo estaba comenzando a excitarme de nuevo. Pero para no quedarme atrás se la empecé a chupar más rápido y al percatarse él de eso, me empezó a penetrar más rápido.

Sus dedos entraban y salían rápidamente de mi conchita y yo ya no aguantaba más. Me saque su pedazo de mi boca y recosté mi cabeza a un lado de su pedazo, comencé a gemir como perra en celo hasta que paro de masturbarme. –

Ya no aguanto más… -le dije y en eso me levanté y coloqué la punta de su pedazo en la entrada de mi conchita y lentamente me fui dejando penetrar. Al principio me lastimo un poco, pero de lo mojada que me encontraba logro entrar completo.

En eso el viejo me tomo de las caderas y me dijo:

-no creí que fueras tan puta Nathalia y le devolví el cumplido con una sonrisa picarona. Ya encima de él, comencé a menearme lentamente para sentir su pedazo, movía mis caderas de adelante hacia atrás como vaivén, mientras lo hacia sentía pequeñas contracciones en mis piernas y dejaba escapar leves gemidos, mi maestro solamente se dedicaba a gozar lo que le estaba haciendo. De pronto comenzó a decirme:

-eso puta eso, cabálgame… siempre supe que eras una puta en la cama mi amor, no por nada tienes esas tetas Nathalia. Y terminando de decir eso comenzó a embestirme. Cada vez que me embestía, sentía como su pedazo me abría por dentro y rozaba mis partes más íntimas y prohibidas que poseía.

Vi la cara del viejo y estaba que no se la acababa conmigo así que decidí que lo mejor era rematarlo ya. Como me encontraba encima de él, me recosté en su pecho y comencé a gemir de forma que le gustara.

-mmm… mmmm… Ahh…Ahhhh…. Ummm…. Noo profe… Noo… me esta dando muy fuerte…. Me duele… ya no me siga dando… kyaaa

Le dije todo eso de forma muy sexi, con el fin de excitarlo más y al parecer lo había logrado, pronto sentí como su pedazo se ponía más rígido y sus embestidas eran más rápidas. Además su respiración era más rápida y me tenía muy bien tomada de las caderas.

Pronto yo también comencé a excitarme más y más y esta vez comencé a darle de sentones, ocasionando que su pedazo entrara más dentro de mi y mi excitación fuera mas rica. Le dije a mi maestro:

-Profe… ¿le gustan mis sentones? Cuando dije eso mi maestro abrió sus ojos y miro como mis pechos botaban con cada salto que daba encima de su verga.

-por el amor de… Nathalia, que rico que te votan las tetas amor. Sigue brincando amor, sigue! Quiero seguir viendo tus tetas votar así Y si es necesario mátame a sentones.

Seguí dándole de sentones y pronto comenzó a decirme: si amor, que alumna tan obediente tengo, que alumna tan puta tengo, así te quería tener, encima de mi verga y tus pechos votando putita, sigue, sigue zorra, sigue…

Sus comentarios hicieron que me excitara mas y de pronto le di un sentón que hizo que mis pechos dieran un gran vote y el viejo comenzara a gemir. Sentí que de pronto su pedazo comenzaba a vibrar y rápidamente quise salirme de él, pero me tenia tan bien sujeta que no me dejo levantarme e inmediatamente se corrió dentro de mí.

Sentí que el primer chorro de semen salió con gran potencia de su pedazo y toco cierta parte dentro de mi conchita que hizo que se me saliera un Orgasmo muy rico. Sentí que la mente se me iba y que de pronto me iba a desmayar. Mientras tanto mi cuerpo era atacado por un montón de escalofríos y mi conchita era llenada de leche caliente, la sensación en ambas parte era fantástica y deliciosa y no dejaba de gemir de lo excitada que estaba.

Cuando ya se había calmado un poco todo, me separe del viejo y quise ponerme de pie pero no tenia fuerza en las piernas, tarde al menos 5 minutos en poder mantenerme de pie y comencé a recoger mi ropa. Cuando volví a la cama pude ver que mi maestro estaba dormido, pero con una cara de satisfacción.

Cuando caí en la cuenta de lo que hice, comencé a sentir culpa de haberme excitado con el viejo ese, pero ya no podía hacer nada, mi cuerpo lo había gozado el y yo había gozado de un orgasmo delicioso. Comencé a vestirme y cuando quise ponerme el top, me sentí muy incomoda con él.

Por mas que me lo acomodara y me lo moviera, no me sentía a gusto con el top puesto, así que sin darle tanta importancia, salí del cuarto, bajé las escaleras y cuando abrí la puerta de la calle, afuera ya estaba completamente oscuro, me fije en mi teléfono y mire la hora; eran las 9:00 de la noche y sin pensarla dos veces me fui corriendo hasta mi casa. Por suerte no había nadie en la calle y llegué sana y salva, me metí a bañar y preocupada por no quedar embarazada comencé a sacarme toda la leche que había descargado dentro de mí ese estúpido viejo.

Al salir de bañarme me puse una pijama roja y baje a cenar algo, de pronto sonó el timbre de la puerta. –¿Si? ¿Quién es? –Pregunté –Soy yo Nathalia ábreme me contestó mi madre del otro lado de la puerta.

Cuando abrí la puerta la vi a ella muy contenta y al parecer estaba ebria, al lado de ella estaba Mr. Cuatro, el tipo con el que al parecer a estado saliendo últimamente.

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