Se comió la polla sin siquiera planearlo

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Mi novia Alba y o somos asiduos al mundo de los tríos y de los intercambios. Nuestra vida sexual se había transformado completamente en apenas unos meses…. y que meses…!! Ella estaba feliz haciendo realidad las fantasías que había mantenido ocultas durante tanto tiempo y yo disfrutaba de una novia que tenía ganas de sexo prácticamente todos los días.

Podéis encontrar algunas de nuestras otras aventuras en el siguiente enlace: https://www.todorelatos.com/perfil/1478015/

Os podría contar como transcurrieron cualquiera de los encuentros, pero en particular hay uno que tanto a Alba y a mi nos gusta recodar por que nos llevó a dar un paso más en la senda del placer sexual, sin que lo hubiéramos planificado.

Era un viernes de febrero. Tanto Alba como yo, tal y como es habitual en muchas empresas de España, salimos antes de la oficina los viernes, con que por lo general, ambos solemos llegar a casa sobre las 3 de la tarde. Ese mismo día a las 18:00, habíamos quedado para tomar algo, como ya era habitual, en el bar de debajo de nuestra casa con un chico que habíamos conocido por Internet que parecía simpático y tenía experiencia en este tipo de encuentros. Se llamaba Oscar y era casi 10 años más joven de nosotros con 26 años. En las fotos que había compartido con nosotros se le veía que estaba en forma y que tenía una buena polla. Según él, le medía 18cm, pero destacaba sobretodo por el grosor que parecía tener.

Aunque solo fuera ya por esto, Alba estaba convencida de querer conocerle, pero además, era muy agradable y había un gran feeling entre los tres. Recuerdo además que compartió con nosotros un vídeo en el que se corría sobre su propio pecho que acabó por declinar la balanza a su favor frente a otros candidatos que estábamos barajando.

Debían ser las 14:00 cuando recibí una carga de trabajo inesperada en la oficina que necesitaba entregar esa misma tarde… Imaginad la frustración de pasar a echar horas extra en el trabajo en lugar de volver a tu casa con tu novia y tener una esperada sesión de sexo. No obstante, me resigné, cogí el teléfono y escribí un mensaje a Alba:

“Enana, me acaban de dar un huevo de trabajo para esta tarde… no llego a las 18.00 ni de coña… Dile a Oscar que quedamos a las 20:00 si quiere. Y si dice que no puede, pues ya buscamos un hueco, ok?”

Alba no tardó en contestar. “Que dices???!!!!!! joooooooo…. que putada cari…. 🙁 no te preocupes, ya le llamo y te digo, aunque lo más seguro es que el tenga nada mejor que hacer esta tarde. Seguro que a las 20:00 se pasa.”

“ya… una putada, sí… justo hoy. Yo tampoco creo que Oscar cancele. Creo que te tiene ganas… y yo también ;-). Y si nos falla Oscar pues aquí me tienes a mí.” Proseguí con la intención de ir condicionándola para que no se le cortara el rollo. Sabía que estaba muy excitada por la visita de Oscar y si declinaba venir se decepcionaría bastante.

“Ya… pero no es lo mismo…. 🙁 Bueno, le escribo y te digo. Besitos” me contestó mi novia. Ya se había acostumbrado a poder tener más de una polla a su disposición y llevaba varios días haciéndose a la idea que hoy tocaba sexo del bueno.

La conversación acabó ahí y yo retomé mi trabajo con la intención de acabar cuanto antes mejor, coger el coche y llegar a casa antes de las 20.00 para cambiarme con tiempo y bajar al bar, pero pasaron las horas sin recibir noticias de Alba.

Ya eran las 18:00 y todavía no me había dicho nada, con lo que deduje que seguramente se había cancelado la cita con Oscar. No obstante, le puse un mensaje para ver si había novedades, “Cari que pasa con Oscar? se ha echado atrás?”

Alba contestó al cabo de un rato, “Ahora te cuento”

El mensaje me dejó, como no podía ser de otra forma, pensativo. Entendí que había hablado con el, pero que en ese momento o no quería o no podía decirme que habían hablado. Decidí no insistir por que quería terminar el trabajo cuanto antes y ya me quedaba poco.

Dieron las 19:15 y por fin entregué el trabajo. Ya podía empezar el fin de semana! Bajé al garaje, cogí el coche y me puse de camino a casa. Si no había tráfico podía estar allí a las 19:45…

A medio camino sonó el móvil. Era Alba, con lo que activé el manos libres y contesté la llamada. “Holaaaa. ¿Que pasa, hay novedades. Yo voy de camino?”

“Hola cari. Pues por eso te llamaba… verás… al final hemos quedado en el bar a las 18:00.”, me contestó intentando ocultar cierto tono de voz malévolo.

“Joder tía, y eso?” Le contesté algo molesto.

“Pues es que no tenía sentido decirle que viniera a las 20:00… Te podíamos esperar a ti allí hasta que llegaras, con lo que nos hemos tomado algo y hemos estado charlando.”, pasó a explicarme mi chica.

La verdad es que no me hacía gracia que llevasen más de una hora juntos sin mí, pero también era cierto que no era el fin del mundo. Al fin y al cabo estaban en un bar, con lo que le contesté: “Me hubiera gustado estar desde el principio la verdad… bueno en fin, pues esperadme que en media hora llego al bar.”

“Es que te llamaba por eso, no estamos yendo del bar…. vamos a casa y te esperamos ahí, ok?”. Respondió, ahora si con un tono malévolo inequívoco.

“Ni de coña! Que a este tío solo le conocemos a través del chat!! ¿y si resulta que está pirado?!”, mi preocupación era sincera. No conocíamos a Oscar practicamente.

“No. El que no le conoces eres tu, yo llevo con el un buen rato y conociéndote se que a ti te caería tan bien como me ha caído a mi… así que vamos a casa y te esperamos allí.”, argumentó con tono molesto.

No solo me preocupaba que estuviera a solas con un extraño en nuestra casa, sino que conocía bien a mi novia. Si el chico le gustaba había un claro riesgo de que la acción comenzara sin mi… “Joder Alba…” proseguí, “siempre te sales con la tuya, tía…. bueno estoy ahí en media hora, a ver si puedes aguantar sin follártelo….”

“Te he dicho que te vamos a esperar, así que tu tranquilo cari.” me aseguró suavizando el tono.

Nos despedimos y ahí quedó la conversación. Me embargaron dos sensaciones contradictorias. Por un lado, esta noche iba a tener un trío con mi novia, y la iba a poder disfrutar en otra noche de sexo memorable. Por otra parte, Alba estaba sola en casa con un extraño y estaba algo preocupado… Debieron pasar cinco minutos cuando son el teléfono otra vez. Era Alba.

“Dime”. Contesté al descolgar.

“Cari, ha habido un pequeño cambio de planes, no te enfades.”, empezó a comentarme mi chica como medio conteniendo la risa.

“A ver…. que ha pasado…” respondí con resignación. Estaba claro que yo era el último mono.

Empecé a oír unos ruidos un poco raros cuando mi chica comenzó a contarme lo siguiente:

“Pues verás…. es que en el bar Oscar y yo hemos empezado a hablar y nos hemos puesto un poco calientes… la verdad… Hemos llegado a casa y ya sabes… han empezado los roces… luego los besos… y ahora el está sentado en el sofá y yo de rodillas delante de su polla….”

Mi cabreo era sublime, ya me lo estaba imaginando. “Alba! Joder! No puedes pasar ni 30 minutos sin comer polla o que?!”

“Oye, oye, no te alteres, que has sido tu el que te has quedado trabajando. No es culpa ni mía ni de Oscar…” me recriminó. “Además cari, te voy a decir una cosa… la polla que se gasta Oscar…. uuffff… que polla…. si la vieras me entenderías mejor…”

A través del teléfono pude escuchar un chup, chup, chup, chup, chup rítmico que inequívocamente significaba que mi chica tenía el pene de nuestro invitado en la boca… a mi cabreo se unió algo de excitación… lo confieso.

Mi chica debía de tener el teléfono en manos libres por que seguidamente escuche a Oscar comentar “No te enfades tío… ya sabes como son estas cosas… uno se deja llevar según van surgiendo… aaaaah… joder, tu novia la chupa bien….”

Ya completamente resignado tuve que rogar que me hicieran caso al menos en algo, “Escuchadme, estoy ahí como en 15 minutos. Ya habéis pasado de mi bastante, al menos no folléis hasta que yo llegue joder, que me lo voy a perder!”

Colgaron el teléfono sin contestarme…

Alba es una chica inteligente. Sabe como calentarme. Sabe que negándome lo que pensaba que me iba a dar lo único que consigue es excitarme aun más y hoy estaba haciendo justo eso. Sabía que no me iba a hacer caso. Sabía que solo podía pasar dos cosas: O Alba se la seguía chupando a Oscar hasta que se corriera en su cara o en su boca, o que Oscar se cansaba de la mamada y se empezaba a follar a mi chica en mi cama o en mi sofá.

Comencé a conducir como alma que lleva el diablo para arrancar unos minutos al reloj y llegar a casa cuanto antes. Aparqué en el garaje. Corrí hacia el ascensor (nunca había visto un ascensor que subiera tan lento como ese día…), llegue a mi planta, corrí hacia mi puerta, abrí la puerta como pude… y nada mas abrir lo que pude oir es lo siguiente:

“aaaah…. aaaaaah….. aaaaaaah…. aaaaah…..” gemía mi novia.

Una voz profunda de hombre que solo podía ser la de Oscar comentó, “creo que tu chico acaba de llegar…”

Mientras avanzaba por el pasillo mi novia consiguió contestarle entre gemido y gemido, “aaaah… da…. igual…. aaaah… tu… sigue…. sigue…”

Al parecer Oscar se había cansado de la mamada y ya se estaba follando a mi novia… Recorrí el pasillo a paso inusualmente tranquilo dada la situación y llegue al salón, donde pude ver a Alba de pie inclinada sobre la mesa del comedor y a Oscar detrás de ella, cogiéndola por las caderas y penetrándola rítmicamente. No era el primero que se la follaba en la mesa, pensé.

Cada embestida sonaba como una palmada al chocar el cuerpo de Oscar con las nalgas de mi novia. Clap, clap clap, clap, clap. Y cada palmada venía acompañada como un jadeo de Alba. La imagen, lejos de molestarme me excitó muchísimo. Me acerque a Alba y le dije: “Eres muy puta. Lo sabes, no?”

Alba consiguió mirarme a los ojos con dificultad por las embestidas de Oscar y sonrió. No dijo nada, salvo por algunos gemidos suaves, y la sonrisa se le borró en cuanto el placer que la polla de Oscar le ocasionaba volvió a requerir de toda su atención.

A Oscar le di una palmada en el hombro y le dije con todo burlón: “¿Que tal el coño de mi novia? Espero que sea de tu agradado…”

Oscar se giró hacía a mi para sonreírme y contestar, “De diez. El coño de tu novia es un puto diez.” y prosiguió penetrándola….

Mientras me quitaba el traje, con una tranquilidad que me sorprendía hasta a mi mismo, me acompañaba de fondo ese característico “clap, clap, clap” de un nuevo extraño que disfrutaba del cuerpo de mi chica. Pude reparar por primera vez en nuestro invitado. El chico estaba en forma, sin ninguna duda. Tenía una espalda muy ancha y una piernas fuertes. Era un poquito más bajo que yo, pero dada la postura en la que se estaba follando a mi novia, su altura era una ventaja.

Yo, ya completamente denudo me acerque a la cara de Alba con mi pene completamente erecto. Se lo puse a escasos centímetros de su cara y le dije, “Chupa”

Alba, muy diligentemente, acomodó su cabeza y se la metió en la boca. De nuevo tenía que conformarme con al boca de mi novia mientras un extraño la penetraba. No era la primera vez ni sería la última… pero esa perspectiva a mi me volvía loco. Ver a Alba siendo zarandeada por una polla que no era la mía. Ver la cara que ponía… esos ojos desenfocados y entre abiertos… esos jadeos… y lo mejor de todo era ver su cara mientras era follada al mismo tiempo que se comía una polla. Para mi era un auténtico placer formar parte de ello y para Alba, más todavía.

Sin embargo, en esta ocasión tuve mala suerte. Me incorporé a la acción tarde. Puede que Oscar ya llevase al menos 10 minutos follándose a Alba más otros cinco de mamada, y el pobre chico no aguantó más y con un gruñido descargó todavía dentro del coño de mi novia… Afortunadamente llevaba preservativo…. al menos mi novia no perdía tanto la cabeza como para dejarse follar a pelo.

Oscar retiró la polla de dentro de mi novia poco a poco y Alba dejo de chupármela para incorporarse, ir hacia Oscar y empezar a besarle apenas sin reparar en mi… Mientras se comían la boca Alba llevó sus pequeñas manos hacia el miembro de nuestro invitado y le sacó el preservativo. Acto seguido hizo algo que yo nunca la había visto hacer…. se llevó el preservativo hacia su boca y poniéndolo boca abajo dejó que todo su contenido le fuera cayendo dentro…

Pude ver en Alba la excitación que le provocaba saborear el semen de nuestro invitado. Le mostró la boca abierta a Oscar, y posteriormente se giró hacia mi para hacer lo mismo. Había recogido la lefa de nuestro acompañante en la lengua. Cerró la boca, tragó y volvió a abrirla para mostrarme lo buena chica que había sido engullendo el semen de otro. Oscar fue quién rompió el silencio…

“Uffff, Alba…. eres una fiera…..”, comentó Oscar.

Alba se acercó a Oscar, y se inclinó para darle un besito en la punta del pene, como solía hacer ya con todos nuestros invitados cuando se corrían. Acto seguido le contestó: “Solo con quien se lo merece…. Oscar tu descansa un poquito, que yo todavía no me he corrido, y afortunadamente está aquí la polla de me novio.”

Alba se dirigío hacia el sofá y se tumbó boca arriba, abrió las piernas y mirándome fijamente a los ojos mientras sonreía me dijo, “Ahora tu….”

Me tumbé encima y la penetré sin problemas. Ella gemía y retorcía su pequeño cuerpo, como siempre hace cuando está cerca del orgasmo. Sabía que no tenía más que un par de minutos antes de que Alba alcanzara el climax… de nuevo, el haber llegado tarde me iba a salir caro…

Mientras follábamos Oscar se puso al lado nuestro. Pude ver, levantando la vista, que se la estaba cascando, parece que plenamente recuperado fruto de su excitación y de sus solo 26 años. Pude por primera vez ver el miembro de nuestro acompañante. Efectivamente, su grosor estaba fuera de todo lo común. Dudaba mucho que esa polla pudiera penetrar analmente a Alba y me costaba imaginar como ella era capaz de metérsela en la boca sin que se le desencajara la mandíbula.

Alba fijó la vista en Oscar y pude apreciar como mientras yo la continuaba follando ella no apartaba la mirada de nuestro invitado y de su pene. ¿Estaba pensando Alba en él mientras yo la follaba? Nunca lo sabré. Pero tampoco me importaba.

Lamentablemente acerté en que el polvo sería breve cuando vi que Alba comenzaba ya a correrse y empezó a ponerse tensa y a aguantar la respiración mientras me clavaba las uñas en las nalgas. Al cabo de unos instantes relajó su cuerpo y yo poco a poco fui bajando el ritmo hasta salirme de ella.

Alba quedó en el sofá, rendida y satisfecha hasta que por fin abrió los ojos y le dijo a Oscar, “No te toques más… como te corras sin que te saque yo la leche te mato!”

Oscar obedientemente dejó de tocarse y todos comenzamos a reír. Seguidamente Alba me miró y me dijo, “Tu eres el único que no te has corrido cari…. deja que te eche una manita….”

Me puse de pie y Alba sentada aun en el sofá comenzó a comérmela con intensidad para provocar mi orgasmo. Notaba que estaba cerca y le pregunté, “¿Donde quieres la corrida?”

Alba se sacó mi pene de la boca y mirándome mientras con una mano me hacía una paja contestó, “Donde quieras menos en la boca. La boquita es solo para invitados….”

Ya estaba la muy puta negándome lo que más me apetecía con la intención de excitarme. Lo cierto es que funcionó y me corrí segundos después, cubriendo su cara con mi semen y poniendo el sofá un poco perdido…

Salvo por el hecho de que mi novia y su invitado empezaran sin mi, el encuentra estaba transcurriendo dentro de lo que solía ser la normalidad de nuestros tríos, pero la noche aun era joven, y aun quedaban muchas experiencias por disfrutar por delante.

Después de que mi novia se diera una breve ducha, decidí hacer lo mismo. Llevaba todo el día fuera de casa, venía del trabajo y acababa de follar, con lo que la necesitaba. Tras terminar y volver al salón comprobé que ni mi novia ni Oscar estaban allí, con lo que me dirigí a nuestros dormitorio.

Al llegar vi a mi novia sentada en la cama y a Oscar con la polla dura y de pie enfrente de ella. Alba no pudo evitar mirarme con molestia, como si les acabase de interrumpir, pero a mi me dio igual, me puse al lado de Oscar sin mediar palabra y le ofrecí también mi pene.

Estando tan cerca de mi invitado no pude evitar reparar en algo. Yo venía de la ducha y mi miembro estaba todavía flácido mientras que el suyo ya estaba completamente empalmado y no solo eso, era más larga que la mía y sobretodo mucho más gorda. Yo tenía una polla y el un pedazo de rabo. La diferencia era obvia.

No pude evitar sentirme un poco menos hombre a su lado, y pensándolo fríamente, desde el punto de vista de mi chica, si tuviera que elegir una de las dos pollas, estaba claro cual elegiría. Si yo estuviera en su lugar también preferiría la de Oscar pensé. Mientras hacia esta reflexión, y sin haberme percatado, caí en la cuenta de que llevaba un rato mirándosela. Creo que este echo, dado lo acontecido después no debió de pasar desapercibido para mi chica…

Mi novia cogió el de Oscar y lo empezó a pajear lentamente mientras me miraba con una sonrisa malévola. Yo por mi parte miraba como hipnotizado como su mano daba placer a la tremenda polla de nuestro invitado y noté como mi pene comenzó a volver a la vida por el morbo de la situación.

“Menuda polla se gasta Oscar, ¿eh cari?”, me preguntó mi novia con tono provocativo sin dejar de mirarme. Acto seguido la empezó a lamer, poniendo un gran empeño en seguir mirándome a los ojos. Yo no contesté, solo me limité a disfrutar de la escena, la cual me excitaba tanto que comencé a pajearme.

Mi novia dejó de lamer y sonriéndome me preguntó, “¿Que te la pone más dura cari? ¿Verme comer rabo o la polla de nuestros invitado?” tras lo que procedió a metérsela en la boca hasta donde pudo. Yo volví a permanecer en silencio como hipnotizado.

“¿Que pasa? ¿No dices nada?” Volvió a preguntar tras sacársela de la boca brevemente, “He visto como se la miras… y no es nada malo…”

A continuación me cogió la mano con delicadeza pero con firmes intenciones mientras se volvía de dibujar una sonrisa en su cara y me la posó sobre el pene de Oscar, el cual permaneció quieto y sin decir nada. Yo no me lo esperaba e hice intención de retirarla, pero mi novia me la agarró con más fuerza y no solo la volvió a poner sobre la polla del invitado si no que me colocó los dedos para poder agarrarla bien.

Estaba dura y caliente. Palpitaba y pesaba bastante… era enorme…

Con su mano sobre la mía comenzó a moverla de forma en que entre los dos estábamos haciendo una paja a Oscar. Ella me seguía mirando y sonriendo, mientras que yo ya no pensaba, estaba como en trance, sabiendo que cruzaba una linea que no había cruzado antes.

Alba se puso de pie a mi lado y empezó a comerme la boca sin soltar mi mano, aunque ella ya no era la que me la movía, lo hacía yo solo. Tras un rato besándome, se retiró y se puso al lado de Oscar, diciéndole “Te gusta como mi novio te hace una paja? Se le da bien para ser la primera, ¿verdad?” y sin darle tiempo a contestar se comenzaron a besar, mientras yo miraba incrédulo el desarrollo de la escena.

Tras liarse con nuestro invitado durante un buen rato se volvió a sentar en la cama entre nosotros. Me retiró la mano de la polla de Oscar y tiró hacia abajo para que me sentara con ella. Me dio un pasional beso y me dijo “Ya hemos llegado hasta aquí, así que vamos a dar un paso más, ¿ok?”. Ella estaba en total control de la situación y yo no dije nada.

Agarró de la cintura a Oscar y lo colocó enfrente de mi. Por primera vez en mi vida tenía una polla delante de la cara, y era una polla descomunal. Mi novia me abrió la boca con los dedos y agarrando la polla de nuestro invitado la dirigió hacia mi boca abierta. No puse resistencia… Solo entró el capullo, pero mi chica me puso una mano en la nuca he hizo fuerza para que tragara un poco más. Poco a poco, la polla de Oscar fue mojándose mientras mi novia empujaba mi cabeza cada vez con más fuerza. Con la mano que le quedaba libre, mi chica me empezó a pajear tras escupir sobre mi polla para lubricarla.

Todo comenzó a acelerarse… Alba ya no hacía fuerza en mi cabeza para animarme a chupar, y comenzó a pajearme cada vez más rápido mientras miraba en primer plano como me comía una polla que hace unos instantes se estaba comiendo ella. Quizás mi inexperiencia o mi instinto de recobrar algo de control me hizo poner una mano en la polla de Oscar, pero mi chica reaccionó con rapidez, retirándola al instante y diciéndome “sin manos cari… las buenas mamadas se hacen sin manos, y tu tienes muchos que aprender si algún día aspiras a ser un buen chupa pollas.”

La polla de Oscar ya casi me llegaba a la garganta, y mi boca estaba rebosante de saliva, con lo que me se me empezó a escapar entre los labios. Noté como mi novia recogía parte de esa saliva con las manos y la usaba como lubricante para la paja que me estaba haciendo. Oscar por su parte debía estar disfrutando, por que no pudo resistirse a cogerme de la cabeza y empezar a bombear suavemente. ¿Me estaban follando la boca? Parecía ser que sí.

Según pasaba el tiempo el ritmo aumentaba y Oscar cada vez hacía más fuerza hasta el punto que me dio una arcada. “Aaaaagh” dejé escapar, mientras se acumulaban las primeras lágrimas en mi ojos por el esfuerzo.

“Cari! Tu primera arcada! Que ilusión…” Me susurro mi novia al oído mientras me pajeaba cada vez más rápido.

Oscar comenzó a gruñir, y yo sabía muy bien que significaba eso. Mi instinto fue retirarme, pero mi novia volvió a ser más rápida. Me dejó de pajear y me volvió a coger de la nuca para evitar que me sacara la polla de la boca. Puse menos resistencia de la que podría haber puesto la verdad, y seguí chupando hasta que nuestro invitado anunció: “Me corro…!”

Acto seguido, un torrente de liquido caliente y espeso se estrelló contra el fondo de mi boca. Aun sabiendo que estaba a punto de correrse la cantidad de líquido me pilló desprevenido, pero no podía escapar y quizás no quería hacerlo con lo que tuve que tragar parte de la corrida. Pero al retirarse Oscar tosí levemente y dejé escapar gran cantidad de lefa que cayó al suelo tras resbalar por mi barbilla.

“Cari!” me recriminó mi novia, “la lefa no se desperdicia!!!”. Se puso a mi lado y me lamió la barbilla para saborear el semen. Cuando hubo acabado me dejé caer de espaldas sobre la cama, mirando al techo y todavía empalmando mientras pensaba “Que cojones acaba de ocurrir…?!”, pensé.

Mi novia se dedicó a limpiarle la polla a Oscar y posteriormente terminó la paja que me había estado haciendo. Me corrí casi al instante, pero no pude evitar observar que mi novia no se llevó mi semen a la boca, ni que tampoco me había limpiado la polla como a Oscar.

La boca era solo para invitados al fin y al cabo….