Una zorra obediente como Marce
Le pedí a Marce vernos en un cine, es un cine viejo dónde la mayoría de las películas que pasan son de arte o viejas, por lo que no es tan concurrido, normalmente van parejas para tener un lugar algo privado para tocarse, algunos mirones o gente grande para ver películas de la época…
En fin, al llegar al lugar esperé en la entrada, cuando Marce llegó, llevaba puesto un vestido ceñido de tela delgada, marcando perfectamente su cuerpo, una chaqueta ligera… Cuando llegó, me iba a saludar, pero yo la detuve, le hice la seña de que se detuviera y que mirara su celular, Ella se detuvo, se dió la vuelta y miró su teléfono, un mensaje mío diciendo «hoy seguirás todas mis instrucciones». Cuando ella lo vió, respondió «siempre»… Le dije que tomara el boleto que yo había comprado para ella… Y entramos por separado, yo siguiéndola unos metros detrás.
Buscó su asiento, solo una fila delante del mío, y unos lugares de lado, así podría observar y disfrutar mejor, Entraron varias personas más a la sala… Un tipo estaba cerca mío, una pareja hasta el fondo, y otros en varios lugares… Una pareja muy madura a un lado de Marce y del otro lado un señor también ya mayor (al rededor de los 50) de la pareja el señor estaba a un lado de Marce.
Bueno, en cuánto se apagaron las luces comencé a darle órdenes a Marce…
«Levanta tu vestido hasta dejar tus bragas a la vista»
Ella discretamente se levantó un poco y empezó a subir su vestido, hasta el inicio de sus bragas, hasta allí nadie se daba cuenta de nada
Yo: «llevas brasier?»
Marce: sí…
Yo: quítate el brasier.
Marce: si, me será más difícil… Pero lo haré.
Yo: dime, estás mojada?
Marce: si, me encanta que me des órdenes.
Marce tuvo que maniobrar más para poder quitarse el brasier sin quitarse el vestido, por lo que el movimiento no pasó tan desapercibido para los señores que estaban a su lado, pero tampoco fue tan obvio como para que notarán que pasaba… Y en la oscuridad no podían notar sus pezones que seguro estaban muy duros…
Yo: ahora, baja la parte superior de tu vestido y deja tus tetas de fuera, te puedes poner de vuelta la chaqueta para no tenerlas tan expuestas, pero si quiero que estén fuera del vestido…
De nuevo podía ver a Marce maniobrar en la butaca, poniéndose su chaqueta y aunque no alcanzaba a ver sus tetas, sabía que estaban de fuera…
Yo: me encantas putita, tan obediente… Ahora, retira tus bragas…
Marce: si, ya lo hago…
Marce, lo más discreta posible empezó a retirar sus bragas, pero ese movimiento ya fue todavía más obvio, el señor que iba en pareja empezó a poner más atención a los movimientos de Marce y se dió cuenta de lo que estaba haciendo, y no perdía detalle…
Cuando Marce se quitó las bragas, me respondió:
Marce: ya me quité las bragas, pero el señor a mi lado no deja de verme… Tuve que bajar mi vestido y cubrir mis tetas…
Yo: que puta tan desobediente, yo en que pinche momento te ordene que te cubrieras?
Yo: vamos puta, última oportunidad, levanta tu vestido y saca tus tetas… Y como castigo, está vez no lo subirás al inicio de tu vagina, sino que lo vas a doblar hasta la cintura dejando totalmente expuesto todo.
Marce no respondió el mensaje, pero por sus movimientos ví que estaba obedeciendo de nuevo…
Yo: muy bien zorrita, ahora abre tus piernas… Y juega un poco con tus tetas
De nuevo el señor que iba con la señora veía todo lo que Marce hacia y ya ni miraba la pantalla… Me preocupaba un poco que fuera a hacer un escándalo o decir algo… Pero en eso se acercó al oído de Marce y ella me escribió lo siguiente:
Marce: mi amor, me dice el viejo de a lado que me veo muy rica, que sí me dejó meter sus dedos no dirá nada y que si no hago mucho ruido su esposa no se dará cuenta…
Yo: tienes ganas de que te meta los dedos?
Marce: si, estoy muy caliente y muy mojada.
Pude ver cómo el viejo discretamente bajaba la mano y ma ponía entre las piernas de Marce y empezaba a meter sus dedos… Le tocaba las tetas de vez en cuando…
Ya con los movimientos de Marce y seguramente sus gemidos (aunque yo no los alcanzaba a escuchar) el señor del otro lado empezó a voltear Y tampoco perdía detalle… Marce ya no me escribió nada, pero el otro señor también empezó a tocarle las tetas, su abdomen y todo…
Allí estaban los dos viejos, manoseando a Marce mientras ella casi totalmente desnuda en la sala de cine se dejaba hacer de todo, El otro tipo que estaba en la misma fila que yo, también se dió cuenta y comenzó a acercarse…
Pero con tanto movimiento, la esposa del señor se dió cuenta de que algo estaba pasando y le pregunto a su esposo que, qué pasaba?
El algo le dijo y comenzaron a recoger sus cosas y se pararon y se fueron…
El tipo que estaba justo detrás de ellos brinco las bancas y se puso a un lado de Marce… Que para entonces ya tocaba la verga dura del señor que la estaba haciendo acabar a chorros con sus dedos… Ya Marce no disimulaba nada, gemía y tenía las piernas levantadas en los asientos de adelante… El otro tipo que se había puesto a un lado se puso de rodillas y comenzó a chuparle la vagina y el culito a Marce que no paraba de temblar y terminar a chorros, Mientras el otro señor se sacó su verga ya dura y jalando del cabello a Marce la puso a mamar…
Yo: solo se las puedes chupar… No te pueden coger por ninguno de tus hoyos…
Marce, cómo pudo vió mi mensaje, y cambió de lugar al tipo que se la estaba chupando a ella… Ahora ella estaba de rodillas chupándose la a los dos…
Mamaba hasta el fondo mientras a otro lo masturbaba… Yo veía todo desde atrás y veía el placer que les daba la boquita de Marce chupando sus vergas.
Cuando el señor empezó a llenar su boquita le metió la verga hasta el fondo y pude ver cómo se retorcía de placer, y poco después el otro también…
cuando se levantaron, se acomodaron y se fueron, yo me pasé a dónde estaba Marce, con su boca llena de semen, sudada y toda mojada… En su banca estaba un papel del primer señor… «Nunca había visto una puta tan deliciosa y tan deseosa de verga, ojalá me dejes cogerte por todos lados, te dejo mi número»