En teoría íbamos solo al cine ¡Termine con el culo lleno de leche!

La historia es paralela al drama que vivía con Julián y Luz, los que me han leído conocen a Lily que paso de ser mi pareja a mi mejor amiga, tenía tiempo que ella y yo no nos veíamos por cuestiones de tiempo, después del intento de castigo hacía los dos que me habían traicionado coincidí con Lily en un bar que esperaba a un recién conocido amigo, quedamos de vernos después para salir a tomar algo y ponernos al día con las nuevas, me pareció que había mucho que contar .

A los pocos días y mensajeando quedamos de acuerdo en donde nos veríamos y me dijo que a pesar de lo que ya habíamos hecho juntas aún no se atrevía a salir vestida, aún le daba miedo que alguna persona conocida la viera y reconociera, ya que a pesar de todo seguía siendo un respetable caballero, lo recuerdo le gustaba salir bien galán cuando de una ocasión especial se trataba, entre broma y relajo quedamos de vernos en un hotel céntrico,al llegar al punto de reunión buscaba con la vista esperando verlo llegar, sin embargo un mensaje suyo llegó a mi teléfono en donde me indicaba el número de habitación en donde ya me esperaba.

En pocos minutos yo ya subía a la habitación y caminado por el corredor del tercer piso recordé la primera vez que lo vestí y la forma en la que eso había cambiado nuestras vidas, en primera por que le había gustado y en segunda por que de alguna manera eso había cambiado nuestra relación, una sonrisa se asomó a mi rostro al escuchar los gemidos que provenían dentro de las habitaciones, en la que se encontraba a un lado de donde me esperaba Lily una chica gritaba desesperada que le dieran mas duro, no pude evitar sentirme inquieta y recordé las veces en que me había hecho llegar al orgasmo de la misma manera tan intensa, honor a quien honor merece y la verdad es que sabía coger como los buenos.

Apenas entre a la habitación y me encontré con una morenaza despampanante se había puesto un putivestido color negro con unos estilettos plateados de tacón altísimo, su cabello largo y negro realzaba el contorno de su cara que apenas comenzaba a maquillar, la senté en el taburete y le quité las brochas de las manos y como hiciera hace tiempo le ayudé a maquillarse mientras platicábamos de tonterías y nos poníamos al tanto de lo acontecido últimamente, entre bromas y risa quedamos en ir a explorar un lugar del que había escuchado, se trataba de un famoso cine para adultos, dicen que la curiosidad mató al gato y pues si podría decirse que nos mataron de placer.

Me ayudó a vestirme prestándome algo de ropita que la muy diabla llevaba preparada para mi, las dos somos mas o menos de la misma talla así que no hubo problema en entrar en sus mini vestidos, me maquillé y gracias a la magia de las pelucas me cambie el clásico y aburrido tono negro por uno plateado muy llamativo, salimos a la calle cuando de repente me planteó ir en metro, dejaríamos el carro en el hotel e iríamos en transporte publico, uy que genial –pensé sin embargo la aventura no fue para nada desagradable.

Los que conocen el metro de la ciudad de México saben que a hora pico es imposible no ir apretado o sintiendo alguna mano inquieta sobre tu trasero, éramos dos hembras apretadas en el mar de gente, de repente unos deditos inquietos comenzaron a explorar mi culo jalando y haciendo a un lado el hilo de la tanga que en ese momento no me hacía ningún paro para protegerme un poco, mismos deditos abrieron los pliegues de mi vulva y yo como soy educada abrí un poco mis piernas dejándolos entrar, la otra mano me abrazó la cintura repegandome hacía el, no se quien era el caballero que me aferraba evitando me cayera pero lo que si supe es que estaba ganoso.

Al ver a Lily que estaba a un lado de mi, pude ver que estaba siendo sabroseada por un wey, ella meneaba el culo restregándolo en el paquete del tipo que descaradamente saco su verga y la metía entre las piernas de ella aprovechando que el vagón esta lleno y nadie parecía darse cuenta de su acción, al verme simplemente me sonrió abriendo un poco mas las piernas facilitándole la tarea .

La situación se me antojó tan morbosa que mi rajita comenzó a escurrir sus jugos que no alcanzaban a ser contenidos con el hilo de la tanga dejando mis muslos pegajosos, el sujeto que me dedeaba se dio cuenta de lo excitada que estaba y sin importarle nada mas me acariciaba los senos con su mano libre mientras mi amiga disfrutaba con el roce de esa verga que se movía ya entre sus piernas.

Fue una lástima tener que bajarnos en la siguiente estación, con una sonrisa nos despedimos de nuestros acompañantes ya iba muy inquieta al igual que Lily de modo que nos apresuramos a llegar al lugar, caminamos unas cuantas cuadras al ir en tremendos tacones ella daba pasos pequeños e inseguros tomada de mi brazo intentando no perder el equilibrio, sin mas contratiempo que algunas miradas morbosas llegamos por fin y pagamos la entrada, al ir acompañada de un TV nos mandaron al área de singles , estaba oscuro y caminamos vacilantes intentando encontrar un lugar entre las filas de asientos, el lugar olía a sexo, un aroma fuerte y penetrante me mareaba y al mismo tiempo me prendía mucho.

Apenas nos acomodábamos cuando observé que alguien tomaba el lugar a un lado de Lily y comenzaba a meter mano en sus piernas, ella simplemente se dejaba hacer echando la cabeza atrás disfrutaba de las caricias yo curioseaba a las demas filas mis ojos ya acostumbrados a la poca luz que se reflejaba de la pantalla y pude observar varias parejas dejando libre sus instintos, que curioso en esta sala la mayoría de presentes eran hombres y chicas TV por lo que veía.

Pasado el primer vistazo me concentré en Lily que ahora hacía un oral de película al vato que estaba con ella, se esmeraba mamando haciendo que el wey pusiera hasta los ojos en blanco, de repente vi que se levantó y haciendo a un lado el hilo se acomodo la ya muy lubricada verga en su agujerito deseoso y dejándose caer de sentón la metió toda, un gemido largo hizo visible el goce.

La vi moverse y cabalgarlo en la oscuridad sonaba el chapaleo que producía su verga al entrar y salir de ese agujerito, no pude evitar meter uno de mis deditos entre mis piernas y darme placer, con las piernas abiertas y mi vista clavada en ellos sentí una mano amiga que me ayudó con la deliciosa tarea de darme placer, a poco ya me tenía gimiendo y chorreando, al sentir que estaba a punto de terminar me tomó de una mano y me sentó sobre su miembro, al acomodarme de frente a el mis pechos quedaron a su disposición, no se hizo del rogar y a poco los metió en su boca, una mordidita, una lamidita y yo ya me deshacía, agarrándome de las nalgas me movía a su ritmo de repente parado detrás de el un tipo con la verga de fuera esperaba a que abriera la boca para metérmela, brincaba sobre uno mientras la mamaba a otro y yo feliz en esa tarea, a un lado mío Lily recargada en las butacas de enfrente con el culo al aire era cogida con fuerza mientras por enfrente mamaba también vergas, varios le hacían bolita esperando su turno, segura estaba de que se la pasaba bien, sin duda alguna lo gozaba, lo notaba por la manera en la que empujaba su cadera contra la pelvis de su acompañante, ocupada la boca y su culito no se daba abasto y cuando paraba para tomar aire aprovechaban para introducirle una nueva verga.

El que ocupaba su culo la tomó fuerte de las nalgas y bufando como animal le dejo gruesos chorros de leche escurriéndole por su redondo trasero, un segundo tipo ocupo su lugar, sin embargo el desempeño fue deplorable unos cuantos caderazos de Lily y escupió al instante, sin mentir conté cinco cabrones pasando a hacer su mejor papel, otros tantos se conformaron con cogerse su boquita que lucía ya despintada, varios pares de manos la tocaron y acariciaron robándole suspiros y al final, desgreñada, sudada y llena de semen por todos lados se dejó caer en el asiento agotada pero con una gran sonrisa iluminándole la cara.

Antes de salir pasamos al baño a asearnos un poco, ambas felices y satisfechas llenas de leche por todos lados nos dirigimos al baño cuando sentí que alguien me tomaba del brazo obligándome a voltear, era el tipo con quien había estado gozando hacía unos minutos, me extendió un papelito con su número telefónico anotado, diciéndome que igual podíamos quedar para otra ocasión, salimos del cine y caminamos de regreso al metro, ya era de noche y el frío comenzaba a calarnos un poco, caminamos de prisa queriendo llegar rápido al hotel a darnos un baño y descansar un poco, mientras platicábamos sobre lo que había sido esa nueva experiencia

A pocas calles antes de llegar al hotel nos detuvimos a comprar algunas bebidas para continuar la noche en la habitación, había un carro estacionado frente al autoservicio, sin prestarle atención al tipo que bajaba la ventana nos metimos a la tienda riéndonos y bromeando como siempre, al salir notamos el destello de un flash y sin dar importancia seguimos nuestro camino.

La noche de niñas terminó en confesiones , en unos drinks de amigas, en planes de revancha absurdos sin esperarnos lo que días después sucedió gracias a un descuido de nuestra parte.